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El hombrecito del azulejo

Tortuga Antimilitar - 8 August, 2025 - 00:00

Los dos médicos cruzan el zaguán hablando en voz baja. Su juventud puede más que sus barbas y que sus levitas severas, y brilla en sus ojos claros. Uno de ellos, el doctor Ignacio Pirovano, es alto, de facciones resueltamente esculpidas. Apoya una de las manos grandes, robustas, en el hombro del otro, y comenta:

Esta noche será la crisis.

Sí -responde el doctor Eduardo Wilde-; hemos hecho cuanto pudimos.

Veremos mañana. Tiene que pasar esta noche… Hay que esperar…

Y salen en silencio. A sus amigos del club, a sus compañeros de la Facultad, del Lazareto y del Hospital del Alto de San Telmo, les hubiera costado reconocerles, tan serios van, tan ensimismados, porque son dos hombres famosos por su buen humor, que en el primero se expresa con farsas estudiantiles y en el segundo con chisporroteos de ironía mordaz.

Cierran la puerta de calle sin ruido y sus pasos se apagan en la noche. Detrás, en el gran patio que la luna enjalbega, la Muerte aguarda, sentada en el brocal del pozo. Ha oído el comentario y en su calavera flota una mueca que hace las veces de sonrisa. También lo oyó el hombrecito del azulejo.

El hombrecito del azulejo es un ser singular. Nació en Francia, en Desvres, departamento del Paso de Calais, y vino a Buenos Aires por equivocación. Sus manufactureros, los Fourmaintraux, no lo destinaban aquí, pero lo incluyeron por error dentro de uno de los cajones rotulados para la capital argentina, e hizo el viaje, embalado prolijamente el único distinto de los azulejos del lote. Los demás, los que ahora lo acompañan en el zócalo, son azules corno él, con dibujos geométricos estampados cuya tonalidad se deslíe hacia el blanco del centro lechoso, pero ninguno se honra con su diseño: el de un hombrecito azul, barbudo, con calzas antiguas, gorro de duende y un bastón en la mano derecha. Cuando el obrero que ornamentaba el zaguán porteño topó con él, lo dejó aparte, porque su presencia intrusa interrumpía el friso; mas luego le hizo falta un azulejo para completar y lo colocó en un extremo, junto a la historiada cancela que separa zaguán y patio, pensando que nadie lo descubriría. Y el tiempo transcurrió sin que ninguno notara que entre los baldosines había uno, disimulado por la penumbra de la galería, tan diverso. Entraban los lecheros, los pescadores, los vendedores de escobas y plumeros hechos por los indios pampas; depositaban en el suelo sus hondos canastos, y no se percataban del menudo extranjero del zócalo. Otras veces eran las señoronas de visita las que atravesaban el zaguán y tampoco lo veían, ni lo veían las chinas crinudas que pelaban la pava a la puerta aprovechando la hora en que el ama rezaba el rosario en la Iglesia de San Miguel. Hasta que un día la casa se vendió y entre sus nuevos habitantes hubo un niño, quien lo halló de inmediato.

Ese niño, ese Daniel a quien la Muerte atisba ahora desde el brocal, fue en seguida su amigo. Le apasionó el misterio del hombrecito del azulejo, de ese diminuto ser que tiene por dominio un cuadrado con diez centímetros por lado, y que sin duda vive ahí por razones muy extraordinarias y muy secretas. Le dio un nombre. Lo llamó Martinito, en recuerdo del gaucho don Martín que le regaló un petiso cuando estuvieron en la estancia de su tío materno, en Arrecifes, y que se le parece vagamente, pues lleva como él unos largos bigotes caídos y una barba en punta y hasta posee un bastón hecho con una rama de manzano.

¡Martinito! ¡Martinito!

El niño lo llama al despertarse, y arrastra a la gata gruñona para que lo salude. Martinito es el compañero de su soledad. Daniel se acurruca en el suelo junto a él y le habla durante horas, mientras la sombra teje en el suelo la minuciosa telaraña de la cancela, recortando sus orlas y paneles y sus finos elementos vegetales, con la medialuna del montante donde hay una pequeña lira.

Martinito, agradecido a quien comparte su aislamiento, le escucha desde su silencio azul, mientras las pardas van y vienen, descalzas, por el zaguán y por el patio que en verano huele a jazmines del país y en invierno, sutilmente, al sahumerio encendido en el brasero de la sala.

Pero ahora el niño está enfermo, muy enfermo. Ya lo declararon al salir los doctores de barba rubia. Y la Muerte espera en el brocal.

El hombrecito se asoma desde su escondite y la espía. En el patio lunado, donde las macetas tienen la lividez de los espectros, y los hierros del aljibe se levantan como una extraña fuente inmóvil, la Muerte evoca las litografías del mexicano José Guadalupe Posada, ese que tantas “calaveras, ejemplos y corridos” ilustró durante la dictadura de Porfirio Díaz, pues como en ciertos dibujos macabros del mestizo está vestida como si fuera una gran señora, que por otra parte lo es.

Martinito estudia su traje negro de revuelta cola, con muchos botones y cintas, y la gorra emplumada que un moño de crespón sostiene bajo el maxilar y estudia su cráneo terrible, más pavoroso que el de los mortales porque es la calavera de la propia Muerte y fosforece con verde resplandor. Y ve que la Muerte bosteza.

Ni un rumor se oye en la casa. El ama recomendó a todos que caminaran rozando apenas el suelo, como si fueran ángeles, para no despertar a Daniel, y las pardas se han reunido a rezar quedamente en el otro patio, en tanto que la señora y sus hermanas lloran con los pañuelos apretados sobre los labios, en el cuarto del enfermo, donde algún bicho zumba como si pidiera silencio, alrededor de la única lámpara encendida.

Martinito piensa que el niño, su amigo, va a morir, y le late el frágil corazón de cerámica. Ya nadie acudirá cantando a su escondite del zaguán; nadie le traerá los juguetes nuevos, para mostrárselos y que conversen con él. Quedará solo una vez más, mucho más solo ahora que sabe lo que es la ternura.

La Muerte, entretanto, balancea las piernas magras en el brocal poliédrico de mármol que ornan anclas y delfines. El hombrecito da un paso y abandona su cuadrado refugio. Va hacia el patio, pequeño peregrino azul que atraviesa los hierros de la cancela asombrada, apoyándose en el bastón. Los gatos a quienes trastorna la proximidad de la Muerte, cesan de maullar: es insólita la presencia del personaje que podría dormir en la palma de la mano de un chico; tan insólita como la de la enlutada mujer sin ojos. Allá abajo, en el pozo profundo, la gran tortuga que lo habita adivina que algo extraño sucede en la superficie, y saca la cabeza del caparazón.

La Muerte se hastía entre las enredaderas tenebrosas, mientras aguarda la hora fija en que se descalzará los mitones fúnebres para cumplir su función. Desprende el relojito que cuelga sobre su pecho fláccido y al que una guadaña sirve de minutero, mira la hora y vuelve a bostezar. Entonces advierte a sus pies al enano del azulejo, que se ha quitado el bonete y hace una reverencia de Francia.

Madame la Mort…

A la Muerte le gusta, súbitamente, que le hablen en francés. Eso la aleja del modesto patio de una casa criolla perfumada con alhucema y benjuí; la aleja de una ciudad donde, a poco que se ande por la calle, es imposible no cruzarse con cuarteadores y con vendedores de empanadas. Porque esta Muerte, la Muerte de Daniel, no es la gran Muerte, como se pensará, la Muerte que las gobierna a todas, sino una de tantas Muertes, una Muerte de barrio, exactamente la Muerte del barrio de San Miguel en Buenos Aires, y al oírse dirigir la palabra en francés, cuando no lo esperaba, y por un caballero tan atildado, ha sentido crecer su jerarquía en el lúgubre escalafón. Es hermoso que la llamen a una así: “Madame la Mort.” Eso la aproxima en el parentesco a otras Muertes mucho más ilustres, que sólo conoce de fama, y que aparecen junto al baldaquino de los reyes agonizantes, reinas ellas mismas de corona y cetro, en el momento en que los embajadores y los príncipes calculan las amarguras y las alegrías de las sucesiones históricas.

Madame la Mort…

La Muerte se inclina, estira sus falanges y alza a Martinito. Lo deposita, sacudiéndose como un pájaro, en el brocal.

Al fin -reflexiona la huesuda señora- pasa algo distinto.

Está acostumbrada a que la reciban con espanto. A cada visita suya, los que pueden verla -los gatos, los perros, los ratones- huyen vertiginosamente o enloquecen la cuadra con sus ladridos, sus chillidos y su agorero maullar. Los otros, los moradores del mundo secreto -los personajes pintados en los cuadros, las estatuas de los jardines, las cabezas talladas en los muebles, los espantapájaros, las miniaturas de las porcelanas- fingen no enterarse de su cercanía, pero enmudecen como si imaginaran que así va a desentenderse de ellos y de su permanente conspiración temerosa. Y todo, ¿por qué?, ¿porque alguien va a morir?, ¿y eso? Todos moriremos; también morirá la Muerte.

Pero esta vez no. Esta vez las cosas acontecen en forma desconcertante. El hombrecito está sonriendo en el borde del brocal, y la Muerte no ha observado hasta ahora que nadie le sonriera. Y hay más. El hombrecito sonriente se ha puesto a hablar, a hablar simplemente, naturalmente, sin énfasis, sin citas latinas, sin enrostrarle esto o aquello y, sobre todo, sin lágrimas. Y ¿qué le dice?

La Muerte consulta el reloj. Faltan cuarenta y cinco minutos.

Martinito le dice que comprende que su misión debe ser muy aburrida y que si se lo permite la divertirá, y antes que ella le responda, descontando su respuesta afirmativa, el hombrecito se ha lanzado a referir un complicado cuento que transcurre a mil leguas de allí, allende el mar, en Desvres de Francia. Le explica que ha nacido en Desvres, en casa de los Fourmaintraux, los manufactureros de cerámica. “rue de Poitiers”, y que pudo haber sido de color cobalto, o negro, o carmín oscuro, o amarillo cromo, o verde, u ocre rojo, pero que prefiere este azul de ultramar. ¿No es cierto? N'est-ce pas? Y le confía cómo vino por error a Buenos Aires y, adelantándose a las réplicas, dando unos saltitos graciosos, le describe las gentes que transitan por el zaguán: la parda enamorada del carnicero; el mendigo que guarda una moneda de oro en la media; el boticario que ha inventado un remedio para la calvicie y que, de tanto repetir demostraciones y ensayarlo en sí mismo, perdió el escaso pelo que le quedaba; el mayoral del tranvía de los hermanos Lacroze, que escolta a la señora hasta la puerta, galantemente, “comme un gentilhomme”, y luego desaparece corneteando…

La Muerte ríe con sus huesos bailoteantes y mira el reloj. Faltan treinta y tres minutos.

Martinito se alisa la barba en punta y, como Buenos Aires ya no le brinda tema y no quiere nombrar a Daniel y a la amistad que los une, por razones diplomáticas, vuelve a hablar de Desvres, del bosque trémulo de hadas, de gnomos y de vampiros, que lo circunda, y de la montaña vecina, donde hay bastiones ruinosos y merodean las hechiceras la noche del sábado. Y habla y habla. Sospecha que a esta Muerte parroquial le agradará la alusión a otras Muertes más aparatosas, sus parientas ricas, y le relata lo que sabe de las grandes Muertes que entraron en Desvres a caballo, hace siglos, armadas de pies a cabeza, al son de los curvos cuernos marciales, “bastante diferentes, n'est-ce pas, de la corneta del mayoral del tránguay”, sitiando castillos e incendiando iglesias, con los normandos, con los ingleses, con los borgoñones.

Todo el patio se ha colmado de sangre y de cadáveres revestidos de cotas de malla. Hay desgarradas banderas con leopardos y flores de lis, que cuelgan de la cancela criolla; hay escudos partidos junto al brocal y yelmos rotos junto a las rejas, en el aldeano sopor de Buenos Aires, porque Martinito narra tan bien que no olvida pormenores. Además no está quieto ni un segundo, y al pintar el episodio más truculento introduce una nota imprevista, bufona, que hace reír a la Muerte del barrio de San Miguel, como cuando inventa la anécdota de ese general gordísimo, tan temido por sus soldados, que osó retar a duelo a Madame la Mort de Normandie, y la Muerte aceptó el duelo, y mientras éste se desarrollaba ella produjo un calor tan intenso que obligó a su adversario a despojarse de sus ropas una a una, hasta que los soldados vieron que su jefe era en verdad un individuo flacucho, que se rellenaba de lanas y plumas, como un almohadón enorme, para fingir su corpulencia.

La Muerte ríe como una histérica, aferrada al forjado coronamiento del aljibe.

Y además… -prosigue el hombrecito del azulejo.

Pero la Muerte lanza un grito tan siniestro que muchos se persignan en la ciudad, figurándose que un ave feroz revolotea entre los campanarios. Ha mirado su reloj de nuevo y ha comprobado que el plazo que el destino estableció para Daniel pasó hace cuatro minutos. De un brinco se para en la mitad del patio, y se desespera. ¡Nunca, nunca había sucedido esto, desde que presta servicios en el barrio de San Miguel! ¿Qué sucederá ahora y cómo rendirá cuentas de su imperdonable distracción? Se revuelve, iracunda, trastornando el emplumado sombrero y el moño, y corre hacia Martinito. Martinito es ágil y ha conseguido, a pesar del riesgo y merced a la ayuda de los delfines de mármol adheridos al brocal, descender al patio, y escapa como un escarabajo veloz hacia su azulejo del zaguán. La Muerte lo persigue y lo alcanza en momentos en que pretende disimularse en la monotonía del zócalo. Y lo descubre, muy orondo, apoyado en el bastón, espejeantes las calzas de caballero antiguo.

Él se ha salvado -castañetean los dientes amarillos de la Muerte-, pero tú morirás por él.

Se arranca el mitón derecho y desliza la falange sobre el pequeño cuadrado, en el que se diseña una fisura que se va agrandando; la cerámica se quiebra en dos trozos que caen al suelo. La Muerte los recoge, se acerca al aljibe y los arroja en su interior, donde provocan una tos breve al agua quieta y despabilan a la vieja tortuga ermitaña. Luego se va, rabiosa, arrastrando los encajes lúgubres. Aun tiene mucho que hacer y esta noche nadie volverá a burlarse de ella.

Los dos médicos jóvenes regresan por la mañana. En cuanto entran en la habitación de Daniel se percatan del cambio ocurrido. La enfermedad hizo crisis como presumían. El niño abre los ojos, y su madre y sus tías lloran, pero esta vez es de júbilo. El doctor Pirovano y el doctor Wilde se sientan a la cabecera del enfermo. Al rato, las señoras se han contagiado del optimismo que emana de su buen humor. Ambos son ingeniosos, ambos están desprovistos de solemnidad, a pesar de que el primero dicta la cátedra de histología y anatomía patológica y de que el segundo es profesor de medicina legal y toxicología, también en la Facultad de Buenos Aires. Ahora lo único que quieren es que Daniel sonría. Pirovano se acuerda del tiempo no muy lejano en que urdía chascos pintorescos, cuando era secretario del disparatado Club del Esqueleto, en la Farmacia del Cóndor de Oro, y cambiaba los letreros de las puertas, robaba los faroles de las fondas y las linternas de los serenos, echaba municiones en las orejas de los caballos de los lecheros y enseñaba insolencias a los loros. Daniel sonríe por fin y Eduardo Wilde le acaricia la frente, nostálgico, porque ha compartido esa vida de estudiantes felices, que le parece remota, soñada, irreal.

Una semana más tarde, el chico sale al patio. Alza en brazos a la gata gris y se apresura, titubeando todavía, a visitar a su amigo Martinito. Su estupor y su desconsuelo corren por la casa, al advertir la ausencia del hombrecito y que hay un hueco en el lugar del azulejo extraño. Madre y tías, criadas y cocinera, se consultan inútilmente. Nadie sabe nada. Revolucionan las habitaciones, en pos de un indicio, sin hallarlo. Daniel llora sin cesar. Se aproxima al brocal del aljibe, llorando, llorando, y logra encaramarse y asomarse a su interior. Allá dentro todo es una fresca sombra y ni siquiera se distingue a la tortuga, de modo que menos aun se ven los fragmentos del azulejo que en el fondo descansan. Lo único que el pozo le ofrece es su propia imagen, reflejada en un espejo oscuro, la imagen de un niño que llora.

El tiempo camina, remolón, y Daniel no olvida al hombrecito. Un día vienen a la casa dos hombres con baldes, cepillos y escobas. Son los encargados de limpiar el pozo, y como en cada oportunidad en que cumplen su tarea, ese es día de fiesta para las pardas, a quienes deslumbra el ajetreo de los mulatos cantores que, semidesnudos, bajan a la cavidad profunda y se están ahí largo espacio, baldeando y fregando. Los muchachos de la cuadra acuden. Saben que verán a la tortuga, quien sólo entonces aparece por el patio, pesadota, perdida como un anacoreta a quien de pronto trasladaran a un palacio de losas en ajedrez. Y Daniel es el más entusiasmado, pero algo enturbia su alegría, pues hoy no le será dado, como el año anterior, presentar la tortuga a Martinito. En eso cavila hasta que, repentinamente, uno de los hombres grita, desde la hondura, con voz de caverna:

¡Ahí va algo, abarájenlo!

Y el chico recibe en las manos tendidas el azulejo intacto, con su hombrecito en el medio; intacto, porque si un enano francés estampado en una cerámica puede burlar a la Muerte, es justo que también puedan burlarla las lágrimas de un niño.

Fuente: https://listao.com.ar/2007/12/el-ho...

Categorías: Tortuga Antimilitar

Viriato (no) fue un guerrillero

Tortuga Antimilitar - 7 August, 2025 - 00:00

Muchas personas creen conocer la figura de Viriato, aquél héroe lusitano que mantuvo en jaque a todo el Imperio Romano en el siglo II a.C. La imagen que posee el imaginario común de este personaje es la de un pastor que se enfrentó a Roma como un guerrillero, al estilo Curro Jiménez contra los franceses. Un héroe que encarna los valores atemporales de nobleza, libertad, honor y sobriedad, al fin y al cabo un libertador ante la opresión del invasor extranjero.

Hace años, una serie española llamada Hispania ahondó un poco más en este mito actualizándolo y fijándolo en otra generación de españoles, al igual que la educación franquista lo grabó en la mente de los escolares de la época, hoy día nuestros padres y abuelos.

Pero Viriato no se parece en nada a la persona que creemos conocer. No fue un humilde pastor convertido en general, no fue un guerrillero oculto en las montañas y, por supuesto, no fue ni portugués ni español.

Desconocemos totalmente el origen de Viriato. Las fuentes clásicas no nos aportan información alguna sobre la fecha o el lugar de nacimiento del héroe hispano. Se suele considerar como fecha probable entre el 190 -170 a.C. en base a que su primera aparición en la historia ocurre en el año 150 a.C. Al haber tenido en esa fecha una vida llena de acontecimientos se postula que debía tener entonces entre 20 y 40 años. Pero todo son conjeturas.

Las fuentes clásicas para el estudio de Viriato son, principalmente, Diodoro, Apiano y Tito Livio. Diodoro de Sicilia nos indica de manera clara su origen lusitano:

“[…] pero después, cuando tuvieron a Viriato, infligieron graves perjuicios a los romanos. Pertenecía éste, en efecto, a los lusitanos que viven junto al océano; pastor desde niño, estaba acostumbrado a la vida en la montaña,[…] ”.

Desde esta fuente varios autores intentaron poner lugar de nacimiento al héroe. El más tenaz fue Schulten, quién imaginó un origen en la Sierra de la Estrella. Y digo imaginó porque en ninguna fuente aparecen expresamente el Mons Herminius para afirmar tal cosa. En época no tan remota hubo una seria polémica entre España y Portugal por fijar la nacionalidad del héroe. Los portugueses se debatían entre Coimbra y Viseu, lugar donde se alzó un monumento conmemorativo. Mientras, en España se han propuesto multitud de localizaciones a cual más dispar: Valencia, la antigua Beturia (concretamente la ciudad de Arsa, en la Bética) y Zamora. Esta última opción fue defendida por los investigadores de principios del siglo XX y se erigió en la ciudad una notable escultura de bronce, obra de Eduardo Barrón, colocada sobre una gran roca traída expresamente de la comarca de Sayago. Ello se debía a que la precisión de estos historiadores llegaba a tal punto que hacían a Viriato originario de la aldea de Torrefrades, en Sayago. Ignoro de donde pudieron sacar tal información, al igual que el resto de propuestas descabelladas.

Ninguna tiene posibilidades de convertirse en real. La zona de la península que los romanos llamaron Lusitania, reunía a un conglomerado de pueblos que difícilmente podemos considerarlos como una unidad étnica o geográfica: célticos, vettones, lusitanos, galaicos, túrdulos… Y, por supuesto, no son los originarios de los lusos/portugueses actuales. Este gentilicio proviene de la provincia romana de Lusitania, creada por Augusto 27 a.C., en lo que hoy día es territorio de Portugal y España (partes de ambas Castillas y parte de Extremadura).

Por tanto, debemos indicar que el origen de Viriato, así como su fecha de nacimiento son totalmente desconocidos. Me gustaría creer que era sayegués, entre otras cosas, porque el pueblo de mi padre, Luelmo de Sayago, se encuentra a escasos kilómetros del supuesto lugar de origen. Pero la historia no confirma nada al respecto.

El origen como pastor de Viriato está bien documentado en las fuentes clásicas, pero la investigación actual ha comenzado a ponerlo seriamente en duda. Entre otras cosas, porque la mayoría de autores se repiten y el tópico que muestran tiene más de cliché literario que de realidad.

Tito Livio, el autor más cercano a los acontecimientos nos relata lo siguiente:

“En Hispania, Viriato, que antes había pasado de pastor a cazador y de cazador a salteador, y pronto también se convirtió en jefe de un verdadero ejército, se adueñó de Lusitania entera […]”.

Floro nos comenta prácticamente lo mismo:

“Por lo demás, Viriato levantó a los lusitanos; era un hombre de una agudeza extrema, que se convirtió de cazador en salteador, de salteador pasó en seguida a jefe y a general y, si la fortuna lo hubiese consentido, habría sido el Rómulo de Hispania;”

Ya vimos que Diodoro también nos comentaba que se trataba de un pastor. Y Orosio, en el siglo V d.C. nos sigue comentando que Viriato era “pastor y bandolero”. Pero diferentes hechos posteriores relatados en las mismas fuentes contradicen esta visión humilde.

Por un lado está la boda de Viriato con la hija del rico noble Astolpas, algo impensable para un simple pastor. El relato de la boda lo tenemos recogido en la obra de Diodoro de Sicilia y en él vemos todas las anécdotas de la historiografía helenística, presentando a Viriato como un hombre recto que desprecia el poder de los objetos lujosos ante el poder otorgado por las armas. Algunos autores quisieron ver en este pasaje los desequilibrios en el interior de la sociedad lusitana, entre el rico dueño de los campos de la llanura y el pobre monte poblado de pastores y bandidos. Pero si lo analizamos bajo el prisma de la invención literaria el asunto queda mucho más claro.

Lens Tuero y García Moreno fueron los que siguieron esta interpretación, quienes analizan la personalidad legada por los autores clásicos sobre Viriato como un ejemplo del buen salvaje. Debemos pensar que en los relatos históricos de la antigüedad resultaba muy difícil separar el hecho en sí de la filosofía del autor. Y en este sentido la personalidad de Viriato casa perfectamente con la consideración de persona ejemplar dentro del estoicismo y cinismo propio de la época de Posidonio, autor en el que se basan la mayoría de fuentes antiguas que poseemos sobre Viriato.

El estoicismo ensalza la idea del hombre sobrio que desprecia las riquezas, algo que vemos tanto en la boda como en el reparto desinteresado del botín relatado por Diodoro, del hombre natural emparentado con la naturaleza, algo que vemos representado en el origen como pastor. La idea de justificar las conquistas romanas en base al derecho de civilizar pueblos bárbaros también aparece recogida en la figura de Viriato. Para los romanos los pueblos bárbaros eran salvajes y sus héroes bandoleros, palabra expresamente utilizada por varios autores clásicos para definir a Viriato.

Por tanto, los autores clásicos crearon un mito del agrado de sus lectores. Exageraron el primitivismo del personaje, otorgándole un origen humilde, y lo envolvieron con distintas características propias del hombre ideal estoico. Por tanto, poco o nada es lo que podemos saber sobre el verdadero Viriato y su personalidad.

Y una de las pruebas, a mi entender, más claras que evidencian la creación de un mito por los autores clásicos es la inclusión de una fábula muy conocida de Esopo (Hsr. 31, Ch. 52) en el relato de los hechos de Viriato. Según nos cuenta Diodoro los habitantes de la ciudad de Tica tan pronto estaban aliados con los romanos como con los lusitanos. Por ello, Viriato les advirtió de lo que les pasaría si seguían con tal actitud:

“Resulta que les contó que un hombre de mediana edad estaba casado con dos mujeres; la más joven, que se afanaba por que su marido se pareciera a ella, le arrancaba de la cabeza las canas y la vieja los cabellos negros; y el resultado fue que, arrancándole las dos el pelo, pronto se quedó calvo. Algo semejante iba a pasarles a los habitantes de Tica, pues, si los romanos mataban a los que les eran hostiles y los lusitanos aniquilaban a sus propios enemigos, pronto iba a quedar desierta la ciudad.”

Otra de las razones por lo que un origen humilde no le cuadra a los historiadores actuales es el hecho de aparecer en la historia, por primera vez, como un personaje de autoridad. Según nos relata Apiano (Iber. 61-62), tras la traición de Galba a los lusitanos, Viriato se convirtió en general de las tropas en base a un discurso así relatado por el historiador:

“Viriato, que había escapado a la perfidia de Galba y entonces estaba con ellos les trajo a la memoria la falta de palabra de los romanos… les dijo que no había que desesperar de salvarse en aquel lugar, si estaban dispuestos a obedecerle. Encendidos los ánimos y recobradas las esperanzas, lo eligieron general…”

Ningún pastor salido de las agrestes montañas, sin cultura alguna en el combate, se hubiera erigido líder de los lusitanos tan fácilmente. Y la cultura guerrera de Viriato también quedó demostrada desde el inicio de sus acciones contra los romanos, realizando unas tácticas de combate y dirigiendo eficazmente a miles de hombres de una manera que sólo un hombre versado en batallas podría haber realizado. Sabemos que en la sociedad gentilicia lusitana la casta de los guerreros tenía gran importancia, y de entre sus filas se erigían los jefes militares y los reyes. Por tanto, analizando los hechos militares de Viriato contra los romanos, podemos concluir que este personaje debía pertenecer a cierto importante linaje local.

Lo anterior nos lleva directamente a otro punto conflictivo de la figura de Viriato que hoy también se ha puesto en cuestión: el carácter guerrillero del héroe.

Tal vez esta consideración provenga de la siguiente descripción realizada por Diodoro V, 34, 4-7:

“Dicen que los lusitanos son diestros en emboscadas y persecuciones, ágiles, listos y disimulados;”

Las fuentes contemporáneas insisten en el carácter guerrillero de Viriato y así podemos leer lo siguiente en la Historia de España de Modesto Lafuente:

“Viriato, ese tipo de guerreros sin escuela de que tan fecundo ha sido siempre el suelo español, que de pastores ó bandidos llegan á hacerse prácticos ó consumados generales; Viriato derrota cuantos pretores ó cónsules, y cuantas legiones envía Eoma contra él. Pero los españoles, en vez de agruparse en derredor de la bandera de tan intrépido jefe, permanecen divididos, y Viriato pelea aislado con sus bandas. Aun así desbarata ejércitos, y hace balancear el poder de la república, que en su altivez no se avergüenza de pedirle la paz; y no sabemos dónde hubiera llegado, si la traición romana no hubiera clavado el puñal asesino en el corazón del generoso guerrero lusitano. ¿Qué fuera si le hubiera ayudado el resto de los españoles?”

El mismo autor, refiriéndose a la invasión francesa de la península, nos indica lo siguiente:

“La Europa atenta supo con admiración que los triunfadores de Jena habían rendido sus espadas en Bailón, y que las legiones del vencedor habían dejado de ser invencibles en batalla campal. Los sitios de Zaragoza y Gerona anunciaron á los nuevos romanos que se hallaban en la tierra de Sagunto y de Numancia. Los nombres de aquellas dos heroicas poblaciones, tiempos y años andando, han-sido invocados como tipos de heroísmo en cualquier región del globo en que se ha querido excitar el ardor bélico y el entusiasmo patrio con memorias de alto ejemplo. Mientras tales lecciones daban las tropas regladas y los moradores de las ciudades, plagábanse los campos de guerrilleros, de esos soldados sin escuela, modernos Viriatos, de que tan fecundo dijimos ya en otra parte que ha sido siempre el pueblo español: los cuales con rápidas y atrevidas maniobras, ingeniosas revueltas é inesperados ataques, diezmaban pequeños cuerpos enemigos, ó embarazaban el paso á gruesas columnas, ó sorprendían convoyes, y con mil géneros de menudas hostilidades desesperaban á los famosos generales”.

Baste lo anterior como simple ejemplo de la consideración como guerrillero de Viriato, pues la obra de Modesto Lafuente ha llegado, con escasos añadidos, a la actualidad. Pero analizando detenidamente las fuentes antiguas interpretamos otro tipo de personaje. No se trató de grupos pequeños de guerrilleros que atacaban por sorpresa a los romanos y se retiraban. Al contrario, Viriato condujo eficazmente tropas formadas por miles de hombres, derrotó a ejércitos romanos en el campo de batalla y utilizó tácticas de combate a la altura de los mejores generales.

La mejor fuente para estudiar las campañas de Viriato contra los romanos es Apiano, pues es el autor que nos ofrece mayores detalles al respecto. Por tanto, seguiremos sus pasos a partir de ahora.

La primera acción de Viriato contra los romanos se produjo en el año 147 a.C. y nos muestra la audacia de los grandes generales. Los Lusitanos invadieron la Turdetania y se encontraron con el ejército del gobernador Gayo Vetilio, el cual les rodeó en Urso. Viriato utilizó una estratagema para retirarse sin sufrir excesivas pérdida. Dispuso a sus hombres para el combate pero les ordenó retirarse, por caminos diferentes, hasta Tríbola. Viriato se quedó con mil jinetes, los cuales hostigaron a los romanos hasta que el grueso de sus tropas huyó. Vetilio llegó a Tríbola persiguiendo a Viriato y allí fue emboscado en un desfiladero, donde encontró la muerte junto a 4.000 soldados romanos.

Los éxitos de Viriato continuaron los años siguientes. Así, en el año 146 a.C. utilizó la táctica de la falsa huída para aniquilar un contingente de 4.000 romanos enviado por el pretor Gayo Plaucio, al que también derrotó antes del invierno en batalla campal.

Luego, en el año 145 a.C. tuvo que enfrentarse al cónsul Q. Fabio Maximo Emiliano, enviado expresamente por Roma para acabar con la rebelión. Inicialmente Viriato acosó a este gran contingente, de unos 15.000 hombres, el cual estaba falto de preparación, logrando iniciales victorias en varias escaramuzas. Provocó a los romanos sacando a su ejército para plantar batalla, pero Emiliano se negó a ello conociendo sus deficiencias. Pero una vez preparado, el ejército de Emiliano derrotó a Viriato, quién fue obligado a huir.

Aunque algunos autores ven en este episodio un claro ejemplo de actitud guerrillera de Viriato, en verdad debemos interpretarlo como una sabia retirada ante unas fuerzas que le superaban en número notablemente. Vamos, que aplicó el famoso “Una retirada a tiempo vale más que mil victorias”.

Viriato se refugió en las montañas y se preparó para un nuevo ataque en los años siguientes. En este momento debemos insertar la boda de Viriato, en un momento donde acumula apoyos contra los romanos. Su siguiente entrada en escena en la historia es en el año 143 a.C., momento en el que incita a la sublevación a varios pueblos belicosos, como arévacos, titos y belos (aquí se inserta la insurrección de Numancia). Viriato, repuestas sus fuerzas, venció al general Quintio, arrebatándole algunas enseñas. Además expulsó a la guarnición de Ituca, lo que nos muestra que el ejército de Viriato tenía la fuerza suficiente como para tomar ciudades, algo imposible para simples guerrilleros.

Como nos relata Apiano en Iber, 66: “También devastó el país de los bastitanos, sin que Quintio acudiera en auxilio de éstos a causa de su cobardía e inexperiencia. Por el contrario, estaba invernando en Córduba desde mitad del otoño y, con frecuencia, enviaba contra él a Gayo Marcio, un ibero de la ciudad de Itálica”.

En el año 142 a.C. Quintio fue sucedido en el cargo por “Fabio Máximo Serviliano, el hermano de Emiliano”, quien llegó a Hispania con dos legiones y el apoyo de tropas Númidas de África. En su camino hacia Ituca logró repeler un ataque del ejército de Viriato pero luego éste se vengó en la siguiente confrontación. Serviliano logró hacer huir al ejército de Viriato, pero la persecución fue desordenada y el lusitano lo aprovechó para contraatacar. Tal vez utilizara la misma táctica de fingir una huida desordenada para luego caer con todas sus fuerzas sobre los romanos. Fuera como fuese Viriato acorraló a los romanos en su campamento y los hostigó duramente, hasta que las tropas de Serviliano lograron regresar a Ituca nuevamente.

Al año siguiente Serviliano emprendió una campaña de castigo contra los aliados de Viriato. Apiano nos dice que “invadió la Beturia y saqueó cinco ciudades que se habían puesto de parte de Viriato”, además de limpiar la zona de bandoleros y salteadores. A los enemigos capturados les cortó las manos o les vendió como esclavos.

Luego, mientras sitiaba la ciudad de Erisana, Viriato le atacó, levantando el sitio y venciendo al ejército romano, que se había desplegado en orden de batalla. Luego, en su huida, los condujo a un desfiladero sin salida. Podía haber Viriato perpetrado una masacre, pero prefirió negociar la paz.

Ésta, según nos dice Apiano, no duró mucho, pues “Cepión, hermano y sucesor en el mando de Serviliano, el autor del pacto, denunció el mismo y envió cartas afirmando que era el más indigno para los romanos. El senado en un principio convino con él en que hostigara a ocultas a Viriato como estimara oportuno. Pero como volvía a la carga de nuevo y mandaba continuas misivas, decidió romper el tratado y hacer la guerra a Viriato abiertamente”.

Viriato decidió huir ante unas fuerzas que le sobrepasaban en número. Y los romanos, ante la imposibilidad de darles caza, decidieron saquear las ciudades rebeldes, logrando obtener un suculento botín y esperando que estos hechos sirvieran para que Viriato se enfrentara a ellos en campo abierto.

Tal vez, harto de tanto sufrimiento, Viriato decidió negociar la paz con los romanos. Envió al campamento de Cepión a tres fieles seguidores, “Audax, Ditalcón y Minuro”, quienes en vez de llevar a Viriato unas condiciones de paz le llevaron la traición. Cepión los sobornó para matar al lusitano y éstos aceptaron asesinándolo por la noche en su misma tienda. Al morir Viriato, su ejército no aguantó la presión de los romanos y Tántalo, el nuevo líder, rindió sus tropas ante las de Cepión, finalizando así la guerra.

Del relato de Apiano se puede deducir que Viriato era un gran líder, que logró enfrentarse y vencer, varias veces, a un ejército romano en el campo de batalla. También les venció con estratagemas, utilizando la táctica de huida fingida y ataque a los desorganizados perseguidores. Y también logró tomar ciudades. Viriato pudo ser muchas cosas, pero no fue un simple guerrillero.

Tampoco fue Viriato el caudillo que hubiera podido unificar España, tal como lo presentó el franquismo. En época de Viriato no existía nada parecido a lo que hoy día conocemos como España (ni tampoco Portugal), y la península se hallaba dividida entre poblaciones aliadas a Roma y otras rebeldes. Por tanto, la unificación de toda ella se antojaría harto difícil.

Como caudillo, el mismo Franco fue comparado con el antepasado lusitano en un primer momento. Pero a partir de 1945, terminados ya los rescoldos de la guerra civil, cambiará esa denominación de caudillo por la de guerrillero que ha pervivido hasta hoy día perniciosamente.

Pero debemos olvidar la idea del héroe que lucha por su patria ante el invasor opresor. Entre otras muchas cosas porque Viriato asesinó por igual a los romanos que a sus aliados ibéricos. Tenemos ejemplos varios como la matanza de mil belos y titos (Apiano Iber. 63) o los tributos exigidos a los campesinos carpetanos (Apiano Iber. 64). Además, entre sus tropas se mezclaban pueblos de diverso origen que sólo tenían como denominador común su odio hacia los romanos. Y uno de los méritos más importantes de Viriato fue que supo, en todo momento y durante años, mantenerlos unidos y sin indisciplinas de ningún tipo. Algo más propio de un gran líder político y guerrero que de un simple pastor. Su personalidad debió ser arrebatadora y el respeto que le tuvieron sus tropas quedó reflejado en el funeral relatado por Apiano.

Viriato es uno de esos grandes personajes de la historia donde resulta muy complicado diferenciar la realidad del mito. Por ello, la imaginación de los historiadores del pasado fue moldeando un retrato de un héroe atemporal que en nada debió parecerse al Viriato original.

Para todos aquellos que vean la historia de forma superficial el relato tradicional les parecerá coherente y plausible, muy acorde con la historia, tantas veces repetida, del héroe obligado a serlo, en busca de venganza, ante un enemigo mayor. Pero la realidad no es todo blanco y negro. Y son los matices de gris los que hemos perdido con Viriato y lo que nos impiden reconstruirlo hoy día.

Fuentes:

Gorges, J-G., Nogales Basarrate, T.: Sociedad y cultura en Lusitania romana: IV mesa redonda internacional. Badajoz. Tecnigraf. 2000.

Quesada Sanz, F.: “Viriato, un héroe para España”. La Aventura de la Historia. Año 13. Nº 148. 2011.

Quesada Sanz, F.: “Los mitos de Viriato”. Vaccea. Nº 4. julio 2011.

En la red:
http://www.sarasuati.com/hispania-l...
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Tomado de: https://mismentirasfavoritasdiego.b...

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Yayoflautas

Tortuga Antimilitar - 6 August, 2025 - 00:00

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James Baldwin: "La próxima vez el fuego"

Tortuga Antimilitar - 6 August, 2025 - 00:00

James Baldwin: La próxima vez el fuego
Idioma original: inglés
Título original: The Fire Next Time
Traducción: Paula Zumalacárregui para Capitán Swing
Año de publicación: 1963
Valoración: muy recomendable

Me produce cierto sonrojo observar, que tras más de cinco mil libros reseñados a lo largo de la vida de ULAD, siguen faltando autores que, ya sea por su obra o por su pensamiento, son personajes clave en la historia de la literatura. Y, a pesar de que James Baldwin ha aparecido citado en alguna reseña mía y reseñé un libro de relatos de varios autores que, justamente por su título «Esta vez el fuego», le hace un claro homenaje, nos faltaba un libro suyo. Y qué mejor ocasión para hacerlo que en 2024, año en el que se celebra el centenario de su nacimiento.

A modo de introducción, cabe decir que James Baldwin es una figura crucial en la historia de la literatura, el pensamiento y el activismo en los Estados Unidos durante el siglo pasado pues centró su obra especialmente sobre temas de gran importancia social como los derechos civiles, la homosexualidad, la religión y el racismo. En una vida a caballo entre Estados Unidos y Francia, el autor se volcó en la búsqueda de su identidad y en defensa de los derechos civiles, una defensa que le permitió relacionarse con figuras como Malcolm X y Martin Luther King.

Considerado una obra de referencia en aspectos raciales y de derechos civiles, el libro que nos ocupa contiene dos breves ensayos en los que aborda de manera clara aspectos como el racismo, la religión y la identidad. En el primero de ellos, «Tembló mi celda» (ensayo muy breve con poco menos de diez páginas) consta de una carta que el autor escribe a su sobrino para prepararle sobre lo que se encontrará en la vida (de manera similar a la carta que Ta-Nehisi Coates escribe a su hijo en «Entre el mundo y yo») y a quien pone sobre aviso al indicarle que «lo único que puede destruirte es que creas a pies juntillas los insultos racistas de los blancos». Así, Baldwin habla a su sobrino sobre las personas aparentemente inocentes y bienintencionadas advirtiéndole que «te escribo esta carta para intentar aconsejarte sobre cómo tratar con ellos» y le recuerda así mismo que cuando nació lo hizo «para que te amáramos, criatura, con locura, de una vez y para siempre, para curtirte en un mundo sin amor» porque «gracias al amor, hagamos que nuestros hermanos se vean tal y como son, dejen de huir de la realidad y empiecen a cambiarla. Pues este es tu hogar, amigo mío, no dejes que te destierren; grandes hombres han hecho aquí grandes obras y volverán a hacerlas: podemos hacer de los Estados Unidos el país que está llamado a ser». Así, en este primer ensayo, el autor narra la dificultad de ser negro en un mundo dominado por blancos, pero insta a su vez a defender la negritud, apelando al orgullo de una etnia que se sabe necesaria para devolver al país a lo que de él se espera.

En el segundo relato, «A los pies de la cruz», el autor toma consciencia en sus inicios de la adolescencia de su situación social, de los peligros que acechan a los chicos de su edad, raza y clase; unos peligros que evidencia al afirmar que «durante el año en que cumplí catorce años, sentí, por primera vez en mi vida, miedo: miedo tanto del mal que había dentro de mi como del que había fuera (…) las prostitutas, los chulos y los mafiosos de la Avenida se habían erigido en una amenaza personal. Nunca se me había ocurrido que yo pudiera terminar como ellos, pero en aquel momento me di cuenta de que éramos fruto de las mismas circunstancias». Baldwin, consciente del lugar que el mundo blanco quería destinar a los negros expone, de manera clara, que «el miedo que detecté en la voz de mi padre cuando se dio cuenta de que de verdad me creía capaz de hacer lo mismo que un niño blanco y tenía toda la intención de demostrarlo (…) era otro miedo: el miedo de que el niño, al desafiar las presunciones del mundo blanco, estuviera exponiéndose a la destrucción». Así, con la clara influencia de su padre predicador baptista empieza a interesarse por la religión, como refugio y como guía, una práctica común entre los miembros de su comunidad y que le conmueven y asombran hasta el punto de afirmar que «nunca he visto nada que iguale el fuego y la emoción que a veces, sin previo aviso, llenan la iglesia y la hacen ‘estremecerse'» pero expone a su vez su desconfianza hacia las religiones afirmando que, al leer los evangelios, «recuerdo la vaga sensación de que el mensaje encerraba una especie de chantaje. La gente, pensaba yo, tendría que amar al Señor porque sí, no por miedo a ir al infierno». De esta manera, en este segundo relato más orientado a la religión, el autor habla sobre el poder y la intención del cristianismo cuando este llegó a África y asevera sin tapujos que «la difusión del Evangelio —con independencia de las motivaciones, la integridad y el heroísmo de algunos misioneros— era una justificación absolutamente indispensable para clavar la bandera». Así, constata y defiende de manera taxativa que «no es exagerado decir que cualquier ser humano que ansíe alcanzar una cierta estatura moral (…) Debe desvincularse primero de todas las prohibiciones, crímenes e hipocresías De la Iglesia cristiana. Si el concepto De Dios tiene alguna validez o utilidad, solo pueden ser la de hacernos más grandes, libres y amorosos. Si Dios no es capaz de conseguir eso, ya es hora de que nos deshagamos de él».

Gran defensor de la integración social, James Baldwin expone que «construir una nación ha resultado ser una tarea complicadísima: desde luego, no es necesario formar dos, una negra y una blanca» y es necesaria la colaboración de todos y su empeño porque, tal y como indica, «a una civilización no la destruyen personas malvadas; no es necesaria la maldad: basta con que les falte carácter». Un carácter que sin duda él poseía y que le permitió defender con orgullo sus ideas y sus principios, unos valores personales que hacen que llegue a afirmar, con convicción inquebrantable, que «tenemos una responsabilidad hacia la vida: es el pequeño faro de esa aterradora oscuridad de la que venimos y a la que terminaremos regresando. Debemos negociar ese pasaje con la mayor nobleza posible, por el bien de aquellos que nos sucederán». Y la verdad es que, como lema vital, me parece irrefutable.

Fuente: https://unlibroaldia.blogspot.com/2...

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Taxi Driver y la alienación del individuo

Tortuga Antimilitar - 5 August, 2025 - 00:00

‘Taxi driver' (1976), de Martin Scorsese, no solo es un clásico indiscutible del cine estadounidense, sino que además se presenta como una obra sobre la soledad y la alienación del individuo en la gran ciudad, una urbe deshumanizada e hipercínica.

Iñaki Domínguez

Taxi driver (1976), una película de Martin Scorsese con guion de Paul Schrader, protagonizada por Robert De Niro y con la colaboración de actores como Jodie Foster, Cybill Shepherd o Harvey Keitel, es un clásico indiscutible del cine. Cuenta, además, con un extraordinario director de fotografía, Michael Chapman, quien también trabajó en películas como Toro salvaje, El fugitivo o Jóvenes ocultos. Se trata de una obra cinematográfica del nuevo cine estadounidense de los años 70, ese tan bien descrito por Peter Biskind en su también clásico libro Moteros tranquilos, toros salvajes. El gran éxito de nuevos directores hollywoodienses como Scorsese, Spielberg, Lucas, Peckinpah, Schrader y muchos otros, nos explica Biskind, se debió a los efectos de una crisis en el modo tradicional de hacer cine en Estados Unidos. Básicamente, se trataría de la misma crisis que afectaría a la sociedad de la época en general. Y, como es bien sabido, los periodos de crisis cultural son favorables a la aparición de grandes talentos y personajes relevantes. El nuevo cine fue la respuesta a las dificultades que estaban atravesando los estudios y su paradigma tradicional de hacer películas.

La película Taxi Driver es, dirían algunos, un ejemplo de film noir, cine negro contemporáneo. Este estilo cinematográfico es reconocible por la propia temática de la película y sus diversos rasgos estéticos, con claras referencias a películas previas del género. En ella, todos los personajes (o casi todos) parecen movidos por intereses oscuros, siendo la corrupción un rasgo que parece caracterizar la historia en casi toda su extensión. Es precisamente dicha corrupción generalizada (propia de un Nueva York previo a la gentrificación) la que sirve de acicate al antihéroe del film para redimir a una prostituta menor de edad (Jodie Foster) de su cautiverio a manos de un proxeneta sin escrúpulos, todo ello por medio de la violencia extrema.

La figura del antihéroe, hemos de decir, es fundamental en el cine de esa época. Hablamos de un héroe con defectos, realista, no precisamente apuesto y apolíneo en su ser moral y físico. La preponderancia de dicha figura en el cine de la época fue lo que permitió que actores como De Niro, Al Pacino, Dustin Hoffman o Sylvester Stallone se convirtieran en estrellas prominentes de cine, algo casi imposible en caso de que hubiesen iniciado sus carreras en tiempos previos a la primera mitad de los años 60. No se ajustaban, precisamente, al ideal del protagonista tradicional. El cine de esos años era mucho menos idealizante de lo que fue el medio en años anteriores: los buenos no siempre ganaban y los personajes estaban siempre atravesados por deseos y pulsiones moralmente cuestionables.

Taxi driver es una obra sobre la soledad y alienación del individuo en la gran ciudad, una urbe deshumanizada e hipercínica. Esta soledad es simbolizada, según las propias palabras de Paul Schrader, el creador del relato, por el taxi como unidad aislada y aislante que separa el mundo interior del exterior. De todos es sabido que el coche en Estados Unidos es un símbolo de libertad, pero también de individualismo. Este, naturalmente, puede ser elegido o no. Da la impresión de que Travis Bickle no ha elegido ser un individuo al margen del resto, sino que se ha visto forzado por su forma de ser junto con otras circunstancias desfavorables. Una cosa es segura: el taxista de la película carece de aptitudes sociales, lo cual queda claro cuando lleva al personaje interpretado por Cybill Shepherd a ver una película pornográfica en su primera cita (proyectada en un cine de los tiempos previos a la cintas de VHS e internet).

El final de la película es de una crudeza sin par. A través de una matanza, Travis Bickle logra liberar a la joven prostituta y redimirse a sí mismo, pues es por un acto como ese que el protagonista halla un sentido a su vida y logra ser reconocido por la comunidad como un héroe. En un país como Estados Unidos, en el que el Estado a menudo anima a sus ciudadanos a tomarse la justicia por su cuenta, la violencia de Bickle no será pagada con cárcel sino con la admiración de todos.

Curiosamente, el guion de Paul Schrader está inspirado en un atentado contra la vida del gobernador de Alabama George Wallace a manos de Arthur Bremer, quien descerrajó contra él varios disparos, dejándolo paralítico. Lo más llamativo es que la propia película sirvió luego de inspiración a John Hinckley Jr. para tratar de asesinar al presidente Reagan en Washington D.C, en 1981. Hinckley, otro perturbado carente de éxito social, estaba obsesionado con Jodie Foster, la actriz que interpretaba a la prostituta menor de edad. La acosaba en su campus de Yale, donde estudiaba y, finalmente, viéndose rechazado por ella, decidió matar al presidente Reagan para llamar su atención. Aunque Reagan sobrevivió al atentado, lo hizo por los pelos. Hinckley fue condenado a pasar casi el resto de sus días en un sanatorio mental, de donde salió en 2016, al no ser ya considerado una amenaza para la sociedad.

Fuente: https://ethic.es/2024/02/taxi-drive...

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Algunas cosas que se podrían hacer con el incremento del PIB que exige la OTAN

Tortuga Antimilitar - 4 August, 2025 - 00:01

Por si alguien no ha echado cuentas sobre lo que representa el gasto del 5% en Defensa (es decir, un 3 % más que el 2 % acordado).

El PIB de España en 2023 fue de unos 1,46 billones.

El 3 % = 43 800 millones anuales

Solo algunas cosas que se podrían hacer con esos millones y que te sobrase mucho:

• Pagar el sueldo anual de 860 000 sanitarios con un salario medio de 51 000 €/año (muy superior al actual).
• Construir más de 365 hospitales comarcales (a razón de 120 millones por hospital).
• Financiar 8 veces el actual presupuesto del Ministerio de Sanidad (unos 5 000 millones).
• Doblar el presupuesto del Ministerio de Educación.
• Dar becas completas de matrícula y manutención para 2 millones de estudiantes universitarios.
• Construir 180 000 viviendas públicas de alquiler social al año (estimando un coste de 240 000 € c/u).
• Implantar transporte urbano gratuito en las principales ciudades españolas.
• Multiplicar por 5 el presupuesto para la Ley de Dependencia.
• Subvencionar cuidados domiciliarios para ·todos· los mayores dependientes.
• Crear 250 000 plazas nuevas en residencias públicas y centros de día.

El problema no es lo que podría hacer con ese dinero, el problema es que no lo hay, y para conseguirlo sí que habría que cerrar hospitales, reducir pensiones, subir (mucho) impuestos…

Fuente: https://bsky.app/profile/xosecastro...

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Estoicismo para gilipollas

Tortuga Antimilitar - 4 August, 2025 - 00:00

Hace años leí a Séneca. Más en concreto, Sobre la felicidad, una obrita bastante curiosa que el autor escribió para justificar que un sabio estoico como él tuviera riquezas y posición social. En esto ocupaban su tiempo los filósofos de la Roma imperial, supongo. En aquel tiempo estaban de moda las filosofías helenísticas (estoicismo, escepticismo y epicureísmo), que se habían desarrollado siglos antes en tiempos de crisis, cuando Alejandro Magno había conquistado Grecia. Es decir, tanto su surgimiento como su popularización fue en épocas donde los regímenes republicanos y democráticos eran sustituidos por autoritarismo.

Yo estaba leyendo ese libro en torno a 2010, cuando en España no se hablaba más que de crisis, prima de riesgo, rescate y ausencia de futuro. Me pareció un paralelismo curioso. Al fin y al cabo, España no había sufrido una conquista militar, pero sí estábamos en una crisis económica del carajo. Se decían cosas como que éramos la primera generación en mucho tiempo que viviría peor que sus padres. Y todo el asunto del rescate, la troika, la UE y la Biblia en verso nos hacía pensar que las elecciones y las votaciones parlamentarias no valían nada frente a las decisiones de un equipo de hombres de negro. Sospecha que se demostró cierta en el caso de Grecia.

En ese momento se me ocurrió escribir un libro denominado Estoicismo para tiempos de crisis, en el que actualizara los textos de los viejos pensadores de esta escuela y los adaptara a una época caracterizada por la misma sensación de pérdida y de falta de solidez. Pero no perseveré. Por un lado, pensé en qué narices hacía yo dando clases de estoicismo, si siempre he sido más del epicureísmo. Encontrar la felicidad en el placer cuadra más a mi carácter que convertirme en una planta inmune a venturas y desventuras. Y por otro lado, Estoicismo para tiempos de crisis era, en mi cabeza, un proyecto serio, un análisis filosófico hecho por alguien que supiera del tema. Alguien que no era yo, puesto que me faltaba mucho bagaje filosófico: aunque pudiera leer los textos originales, no tenía la profundidad de análisis que te da la carrera universitaria de Filosofía. Así que aparqué el proyecto en un cajón.

Viendo lo de moda que se ha puesto el estoicismo en los últimos tiempos, me temo que no vi venir la oportunidad de negocio. Desdeñé el siempre lucrativo negocio de estafar a gilipollas. Debería haber mandado a la mierda la seriedad del proyecto y haber abierto el primer canal de YouTube / pódcast / tienda de camisetas sobre estoicismo pop en español. Ahora estaría montado en el dólar y tendría una legión de secuaces preadolescentes con pelo cortado a lo brócoli que repetirían mis palabras más banales.

¿Por qué se ha puesto de moda el estoicismo? Es más, ¿por qué se ha puesto de moda entre cierta comunidad? Hablo de todo ese espectro de aspirantes a influencer que hablan de salud (pero enfocado para tíos, es decir: de cómo mazarse), de inversiones, de lo bueno que es el capitalismo y de lo malas que son las tías. Que lo mismo se marcan un discurso en torno al concepto body count como flipan con el cochazo que se van a comprar con el dinero que tienen invertido como publicitan un retiro solo para hombres en el que aprender habilidades para la «mejora personal». Y ahí, en medio de esa ensalada de conceptos, el estoicismo. ¿Por qué?

Hay un tema de fondo. Lo he mencionado antes: las tres filosofías helenísticas son filosofías de huida. Nacen cuando Grecia deja de ser un montón de ciudades autónomas y se vuelven a popularizar cuando Roma queda bajo el mando de los emperadores y el pueblo deja de tener la más mínima influencia en el gobierno. Estas tres corrientes filosóficas lo reflejan. ¿Cómo voy a ser aristotélico y a definirme como un «animal político» si estoy viendo que no es así, si la polis (en el caso griego) o la república (en el romano) ya no existe? ¿Si he dejado de tener derechos, si el tirano es mi dueño y puede hacerme lo que quiera?

Estas corrientes filosóficas se repliegan hacia lo privado. El hombre (1) ya no se define por su relación política con su ciudad, sino por su relación social con la humanidad en su conjunto y con la naturaleza. El centro de estas filosofías deja de ser lo colectivo y pasa a ser lo individual, y la preocupación fundamental ya no es la política, sino la ética. Las preguntas son: ¿cómo puedo YO alcanzar la virtud / la felicidad / la seguridad / lo que sea?

En consonancia con estas ideas, son filosofías prácticas, con poca abstracción y especulación teórica. Hay poca metafísica y ontología y mucha ética. La filosofía ya no se concibe como algo propio de sabios, sino como una guía práctica, una forma de enseñar al hombre a vivir. Por eso, tiene que expresarse en lenguaje llano y difundirse con libertad. Si no se la puedes explicar al más animal de los patricios romanos, no cuenta.

¿Nos suena todo esto? Claro que nos suena. Vivimos en un mundo donde todas las certezas se han derrumbado. Los grandes discursos políticos que vertebraban la vida de la gente en el siglo XX ya no están. No hay proyectos transformadores de la sociedad, y cuando los hay no suscitan más que cinismo. Está más que demostrado que el «fin de la historia» del que habló Fukuyama era una estafa como una catedral, pero no podemos concebir una alternativa al capitalismo. Y el capitalismo, sin un contrapeso, lo fagocita todo. Todo es una mercancía, tanto lo que siempre lo ha sido como lo que antes tenía algún valor distinto al de cambio. Las relaciones, la verdad, la nostalgia… Todo te lo puede vender una empresa.

No hay nada fijo. Vivimos de alquiler, largándonos cada 5 años o antes. Cada vez se ensancha más la grieta entre los súper ricos y los demás. Votar no sirve para nada: los Estados, o bien no hacen nada para prevenir los abusos de la empresa privada, o bien los amparan directamente. Todas las predicciones del comunismo, el anarquismo y demás corrientes se están cumpliendo una por una, pero tenemos la cabeza tan comida que no somos capaces de organizarnos para parar el desplome. Así las cosas ¿tan extraño es que aparezcan de nuevo las filosofías helenísticas? Corrientes de pensamiento sencillas, prácticas, fácilmente administrables en pildoritas a cambio de una suscripción mensual. Corrientes que te hablan a ti como persona, que te dicen que dejes de preocuparte por los demás, que te enseñan a navegar en este mundo y que te prometen alguna certeza si sigues sus preceptos (2). Normal que triunfen.

Pero ¿por qué el estoicismo? Antes he mencionado que había tres grandes escuelas helenísticas:

El estoicismo entiende que la búsqueda de la felicidad exige cierto desapego hacia los bienes materiales y serenidad contra las emociones fuertes. Ni las grandes ganancias ni las grandes pérdidas, ni el deseo de placer ni el miedo al dolor, deben perturbar al estoico.
El epicureísmo cree que la felicidad está en el placer, aunque sus formulaciones clásicas hablan de un placer moderado y con componente intelectual. El mayor placer es la ausencia del dolor y de las preocupaciones.
El escepticismo busca aplicar la duda ante las verdades que no sean evidentes. Eso llevará a un estado de paz mental.

Por supuesto, he simplificado muchísimo, pero me basta para apuntar una respuesta. Creo que el estoicismo se ha puesto de moda por incomparecencia de sus rivales. El epicureísmo, en su formulación clásica y más intelectual, no interesa a nadie y es inaplicable (¿cómo voy a buscar el placer leyendo, charlando con los amigos y llevando una vida simple si me paso 10 horas al día en el trabajo?); y en su formulación más banal, más puramente hedonista, ya es lo que nos ofrece el sistema: compra, consume, toma videojuegos, toma plataformas de series, toma fast fashion. Y el escepticismo resulta poco revolucionario en un mundo que se basa en el método científico y donde hay libertad de expresión para no tener que acatar la opinión de la mayoría.

Además, el estoicismo tiene algunas características que lo hacen fácilmente adaptable. La primera es que es muy fácil de convertir en autoayuda: centra todo el problema en ti y te ofrece un camino de mejora que depende exclusivamente de tus propias capacidades mentales. Para conseguir la felicidad no necesitas llevar esa vida buena que te pedía el epicureísmo, sino que te basta con conseguir serenidad y paz mental para sobreponerte al infortunio. ¿Cómo? Con este cursito que te voy a vender.

También es una filosofía que se adapta muy bien a cualquier circunstancia de vida. Puedes ser estoico y rico: mira a Séneca o a Marco Aurelio. Como lo que pide es una disposición mental, ¿por qué no va a ser compatible con tener cochazos, casoplones y dinero invertido en criptomonedas? Visto así, otra ventaja es que se puede leer muy fácilmente desde un contexto anglosajón y protestante: se da un aire a estas corrientes cristianas que dicen que todo está predestinado, que lo único que vale es la fe y que puedes acumular muchísimo dinero y aun así ser salvo. Es lo más cerca que puede estar uno de ser cristiano si no cree en Cristo. Y como siempre, lo que triunfa en EE.UU. acaba aquí.

En este mismo sentido, está su peculiar relación con el sexo. Hay en este universo mental una cierta fijación con la idea de que el sexo es malo, te distrae de tus objetivos, etc. Vivimos en una época cada vez más puritana, al fin y al cabo. Y ahí tienes a esos neoestoicos, captando perfectamente el espíritu del momento y vendiéndote cosas como retiros para hombres o filosofías masculinistas.

Por eso triunfa el estoicismo. E irá a más, ¿eh? Según se vaya expandiendo el autoritarismo en el mundo y la crisis climática vaya siendo más grave, la versión ultrasimplificada de esta filosofía se hará cada vez más popular. Repliégate hacia ti, hacia tu persona, hacia tu serenidad, y que le den a un mundo que se hunde. Si es que tendría que haberme subido al carro cuando aún estaba a tiempo…

(1) Como en todas las referencias que haga a la filosofía griega, «hombre» es masculino no genérico.

(2) He visitado varias webs de estoicismo pop para escribir este artículo. Me ha llamado la atención una frase de una de ellas, en la que promete «serenidad mental ante las imprevisibles adversidades que la vida te irá arrojando». Vaya: apúntate a mi podcast y, ya que no puedo hacer que tu vida sea una mierda, te enseñaré a que no te afecte.

Fuente: https://asihablociceron.blogspot.co...

Ver también:

El New Age, un conflicto en la sociedad occidental

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La guerra contra los persas

Tortuga Antimilitar - 3 August, 2025 - 00:00

Curiosa guerra la de los doce días contra Irán, en la que las tres partes implicadas, Israel, Estados Unidos e Irán, se declaran vencedoras. Falta un informe de daños fiable, pero es evidente que Irán ha sufrido, han devastado su sistema de defensa antiaéreo, sus infraestructuras, lo que agrava su frágil situación económica, y dañado sus instalaciones nucleares (¿cuanto?). El gobierno iraní admite todo eso. Pero aunque su economía esté muy tocada, en la población hay más apoyo al régimen que antes de esos doce días.

Respecto a Israel, nunca había sufrido un ataque de tal envergadura. Se ha acabado el mito de su invulnerabilidad militar. Toda la ayuda antiaérea y de intercepción de Estados Unidos y las potencias europeas, con cazas, barcos e interceptores que se sumaban a su propio sistema, no ha impedido que su territorio fuera un coladero para los misiles del adversario. The Telegraph informaba el 5 de julio que los misiles iranís impactaron directamente en cinco instalaciones militares. Además, el combate parece haber revelado la fragilidad industrial del bloque occidental, como informó The Guardian el 8 de julio: el conflicto ha consumido el grueso de los misiles interceptores “Patriot” de Estados Unidos. El agotamiento de los stocks israelís y americanos habría determinado el alto el fuego. En Israel estricta censura de los daños encajados, revelador alcance de lo que el ex analista de la CIA Larry C. Johnson describe como “el síndrome Samsonite” (por el elevado número de ciudadanos israelís que hicieron las maletas hacia Chipre y otros lugares), y el habitual parte de victoria, pese a que el objetivo de la guerra ha fracasado:1- un cambio de régimen en Teheran, a la siria, 2- debilitar a los Brics, Rusia y China, y 3-difuminar el genocidio.

Respecto a Estados Unidos, no hay información de satélites que confirme la afirmación de Trump, y de los propios israelís, de que el programa nuclear de Irán haya sido “devastado”. En lo que sí hay coincidencia es en el pronóstico de que esta guerra tiene futuro asegurado. “Ha sido la primera guerra directa entre Irán e Israel y probablemente no será la última”, dice Amos Yadlin, presidente del think tank israelí Mind Israel. “El alto el fuego es frágil y la guerra puede reanudarse en cualquier momento”, opina el politólogo irano-estadounidense Kavah Afrasiadi. “La sensación en Teheran es que Israel volverá a atacar One month after Israeli surprise attack, Iranians stay vigilant – Global Times porque la primera agresión no ha acabado muy bien para ellos. Irán se prepara para responder con fuerza ante tal eventualidad”, dice Seyed M. Marandi, profesor de la universidad de Teheran.

Mas allá de estos pronósticos, la continuación de la guerra contra los persas se desprende del hecho de su contexto Occidente escala su guerra mundial – Rafael Poch de Feliu . Esta guerra forma parte de un movimiento general que define las actuales tensiones del mundo: el intento occidental de preservar militarmente su menguante hegemonismo y conjurar el ascenso de las nuevas potencias independientes que lo disputan, en primer lugar China, Rusia e Irán.

En Washington los generales han puesto fecha al futuro enfrentamiento militar con China y hasta en Berlín algunos generales desvergonzados e históricamente amnésicos anuncian una guerra con Rusia en los próximos años. En Moscú nadie cree en la mediación de Trump en la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania. ¿Qué mediación puede haber en un conflicto del que se es parte? Lo de Trump no es más que un torpe ejercicio de economía de recursos. Estados Unidos no tiene fuelle para lidiar militarmente con los tres grandes países adversarios, así que transfiere, por lo menos parcialmente, a Europa el frente ruso, mientras Israel “hace el trabajo sucio por todos nosotros”, en palabras, que quedarán para la historia de la infamia, del canciller alemán Friedrich Merz, y los americanos se concentran en su batalla perdida contra China en Asia Oriental. El vector de presionar a Rusia en su entorno continúa a todo vapor, como puede apreciarse en Moldavia, Armenia y Azerbaidjan. En Teheran se cree que muchos de los drones que atacaron las provincias del norte y este del país el 13 de julio fueron lanzados desde Azerbaidján… Así que todo eso tiene su propia geografía pero forma parte del mismo conflicto fundamental que está subiendo en intensidad.

Si la unidad de acción de Occidente (Estados Unidos, Unión Europea, Australia…) está clara, la de sus tres adversarios lo está menos. La relación ruso-iraní es ambigua como lo demuestra el hecho de que en los últimos años Moscú no haya suministrado sus cazas Su-35 ni sus sistemas de defensa antiaérea S-400 a Irán, cosa que sí ha hecho con India y a Turquía, miembro de la Otan. Tras la guerra de los doce días, los rusos han respondido con cierto rubor diciendo que los iranís no solicitaron tal cooperación militar, algo que no parece muy creíble, y que el acuerdo bilateral en la materia con Teheran dice que “si una de las partes es atacada, la otra se compromete… a no ayudar al agresor”. Dicen que tal curioso articulado fue iniciativa de los iranís para no irritar a los americanos, pero es un hecho que tampoco los rusos quieren irritar a los israelís con quienes mantienen una relación importante y sutil, no solo por los casi dos millones de rusoparlantes, ex ciudadanos de la URSS, que viven en el estado genocida. Rusia es aliado virtual de Irán en muchos aspectos pero también objeto de recelo histórico por su tradición imperial en el XVIII y XIX (conquista del Caucaso y Transcaucasia de influencia y presencia persa), y sus diversas ocupaciones militares del país en el siglo XX, la última de ellas después de la Segunda Guerra Mundial. Respecto a China, su principal cliente petrolero, la relación es más fluida. Seguramente Pekín ya está haciendo lo que Moscú no ha hecho: suministrar sofisticados sistemas de defensa antiaérea. Con China hay más fluidez seguramente también porque tanto China como Irán pertenecen al pequeño grupo de las entidades políticas más ancianas de este mundo. Tradiciones políticas y culturales de civilización de mas de tres mil años determinan cierta sintonía.

En ese mismo contexto civilizatorio, los delirios supremacistas bíblicos de Israel no deben impresionar demasiado a Irán. Después de todo, un emperador persa, Ciro el Grande, fundador de la dinastía aqueménida, es mencionado en la Biblia como liberador de los judíos de su cautiverio babilónico en el siglo VI antes de Cristo. Como sucede con los chinos, el milenarismo judío tampoco impresiona a los persas. El Zoroastrismo, o mazdeísmo, nacido seguramente entre 1400 y 1000 años antes de Cristo fue una de las primeras, sino la primera religión monoteísta. Su cosmología, cielo, infierno, purgatorio, paraíso (en antiguo persa “pardis” significa jardín), la idea de un profeta salvador y de un mesías nacido de una virgen, inspiró, o fue adoptada por el judaísmo y su posterior desviación sectaria, el cristianismo. Autores como R.C. Zaehner defienden que los mitos mazdeístas de la creación, el fin del mundo y el juicio final, en el que las acciones de cada uno son enjuiciadas después de la muerte, son anteriores a los judíos y que éstos las adoptaron tras su contacto con la cultura persa (Katouzian, 2009).

Habiendo sufrido a lo largo de su larga historia las invasiones y dominios de árabes, turcos, mongoles y más recientemente de rusos británicos y americanos, Irán siempre recuperó su autonomía política y preservó su cultura. A diferencia de los egipcios que perdieron su antigua identidad pre islámica y se convirtieron en árabes, los persas continuaron siendo persas en el Islam. Persia fue dominada por grandes potencias, pero nunca colonizada. A diferencia de muchos de sus vecinos de la región, su territorio no es producto del trazado occidental de las fronteras. Su sistema político fue casi siempre despótico, pero al mismo tiempo estuvo atravesado por todas las corrientes de pensamiento y fue muy permeable a ellas. Su fuerte identidad persa ha convivido con turcos azerís (la mitad de los habitantes de Teheran lo son), turcmenos, kurdos, árabes, luros, baluchies y otros. Su confesionalidad chiíta no impide la existencia de comunidades sunitas (15% de la población), cristianas y judías. Irán tiene la mayor comunidad judía de Oriente Medio con entre 9000 y 15.000 miembros, un diputado y decenas de sinagogas The Fascinating History and Political Lives of Jews in Iran – CODEPINK – Women for Peace .

El Irán reciente

La identidad nacional de los persas no es solo resultado de su patrimonio chiíta o preislámico, sino también de las experiencias del siglo XX, su revolución constitucional de principios de siglo, la amenaza imperial británica, rusa y americana, el movimiento nacional de Mossadeq, los traumas del golpe de 1953 y las dramáticas experiencias de la revolución de 1979 y de la guerra contra Irak apoyado por Occidente.

Reza Shah (1878-1944): un mozo de cuadra que había alcanzado el generalato llegó al poder mediante un golpe de estado en 1921 e instauró una monarquía militar que puso los cimientos de la primera estructura de gobierno centralizada en 2000 años de historia, extendiendo el uso de la lengua persa en un país de gran diversidad etno lingúistica, junto con las carreteras y el ferrocarril. Su modernización autoritaria se impuso sobre un entramado despótico en el que los ministros del Shah, frecuentemente formados en Europa, se postraban ante él como “esclavos de su majestad” y cuya atmósfera era descrita por un funcionario británico diciendo que, “el gobierno tiene miedo del parlamento (majlis), el majlis tiene miedo del ejército y todos temen al Shah”. Los más estrechos colaboradores de aquel “rey de reyes” acababan frecuentemente en la cárcel o asesinados, como Abdul Hassan Diba, tío de la que mas tarde sería emperatriz y esposa del último Shah, hijo de Reza, Mohammad Reza Pahlavi (1919-1980) derrocado por la revolución de 1979.

Como Ataturk algo después o el zar Pedro el Grande mucho antes, Reza Shah impuso códigos de vestimenta (pantalones y chaqueta) fomentando el afeitado de barbas y la moderación en la longitud del bigote. Concluida en 1930, la prisión de Qasr llegó a ser símbolo de su régimen. La llamaban faramushjaneh, la “casa del olvido” porque quienes ingresaban en ellas debían ser olvidados por la sociedad y borrar de su memoria el mundo exterior. El Shah modernizó Teheran, destruyendo la ciudad antigua, creando tiendas, cafés y cinco cines, cuyas primeras películas fueron Tarzán, la Fiebre del oro de Chaplin y Alí Babá y los cuarenta ladrones. En el resto del país, por primera vez el poder militar central se impuso sobre la tradicional fuerza militar tribal que reinaba en regiones sin control, se sometió al clero “supersticioso”, se abrieron escuelas, mejoró el estatuto de las mujeres, se eliminaron estructuras “feudales”, se crearon las primeras fábricas y, sobre todo, se unificó el país lingüística y culturalmente fomentando la unidad y una identidad nacional.

La occidentalización era el envoltorio del despotismo con prioridad de lo militar sobre lo civil, completa ignorancia de la ley y la constitución, asesinato de líderes de la oposición y generalización de la corrupción.

Admirador de la Alemania nazi que en vísperas de la II Guerra Mundial era su primer socio comercial, Reza adoptó, en 1934, el nombre de Irán como el país origen de los arios. Con la invasión alemana de la URSS, soviéticos y británicos se hicieron con el control militar del país para disponer de un corredor terrestre de suministro alternativo a la peligrosa ruta marítima del norte del puerto de Arjangelsk. Echaron al Shah pero conservaron su monarquía, que pasó a manos de su hijo Mohammad Reza, en 1941.

Mohammad Reza se estrenó como monarca constitucional poniendo fin al absolutismo de su padre, que murió en el exilio en Sudáfrica, hasta que en 1953 instado por Inglaterra y Estados Unidos dio un golpe de estado contra su primer ministro Mohammad Mosaddeq, porque éste había nacionalizado la industria del petróleo en 1951 y era una figura demasiado independiente e incorruptible. El derrocamiento de Mosaddeq fue el primer golpe de estado de la CIA y con el, el Shah restableció el régimen despótico de su padre y la autoridad indiscutible de la monarquía. El golpe asoció al Shah con los intereses petroleros ingleses y el imperialismo, y a su ejército con los servicios secretos británicos y la CIA. De paso destruyó la oposición de izquierdas, lo que ayudó a reemplazar el nacionalismo, el socialismo y el liberalismo por el fundamentalismo islámico. Puede decirse por eso que las raíces de la revolución de 1979 se remontan a 1953 ( Abrahamian, 2008).

Con su último Shah y lo que se denominó “revolución blanca”, Irán se convirtió en el cuarto productor mundial de petróleo, el segundo exportador, y principal gendarme regional subordinado a Israel y Estados Unidos. Su presupuesto militar se multiplicó por doce y su policía de estado, la Savak, creada por el Mossad y el FBI, devino en un temible instrumento de represión y control, cuya acción alcanzaba hasta el pueblo mas remoto, con entre 25.000 y 100.000 presos políticos en 1975. Formalmente existían dos partidos, (Irán Novin y Mardom), popularmente conocidos como el “partido del sí”, y el “partido del sí Señor”. Paralelamente hubo grandes avances en sanidad y educación, el analfabetismo se redujo del casi 80% al 60% y se multiplicó el número de estudiantes, 80.000 de ellos en el extranjero. En vísperas de la revolución, casi la mitad de la población tenía menos de 16 años y las desigualdades sociales se habían exacerbado. Los sectores intelectuales y obreros que concentraban el mayor descontento multiplicaron por cuatro su número. Pensada para prevenir una revolución roja, la “revolución blanca” del Shah creó las condiciones para una inusitada y desconcertante “revolución islámica”.

La revolución de 1979 combinó nacionalismo, populismo y radicalismo religioso. El sociólogo Alí Shariati, uno de los autores que mejor expresó el nuevo espíritu, tradujo a Sartre, Che Guevara y a Franz Fanon, recibió la influencia de la teología de la liberación y de los movimientos de liberación nacional. Shariati definió la esencia del chíismo como la lucha contra la opresión, el feudalismo, el capitalismo y el imperialismo. Educado en Francia y tras haber sido encarcelado dos veces, tuvo que marchar al exilio para establecerse en Inglaterra, donde murió tres semanas después de su llegada y dos años antes de la revolución, en lo que los iranís interpretaron como un asesinato de la Savak. Si el público de Shariati era la intelligentsia y la juventud estudiantil, el de Jomeini, confinado o exiliado desde 1963 por acusar al Shah de someterse al dictado de los americanos, acabó siendo el conjunto de la población que coreaba en las manifestaciones sus postulados: El islam pertenece a los oprimidos, no a los opresores / El Islam representa a los habitantes de las barriadas no a los de los palacios/ El Islam no es el opio de las masas / Los pobres mueren por la revolución, los ricos conspiran contra ella / Oprimidos del mundo, ¡uníos! / Oprimidos del mundo, cread un partido de los oprimidos / Ni Este ni Oeste, sino Islam / El Islam eliminará las diferencias de clase / El islam se origina entre las masas, no entre los ricos / En el Islam no habrá campesinos sin tierra…

Como toda revolución, la iraní conoció enseguida la división y los enfrentamientos entre sus miembros, devoró a sus hijos e hizo suyos los métodos de tortura, ejecución y encarcelamiento de opositores que habían caracterizado al régimen anterior. La facción armada apoyada por el presidente Bani Sadr intentó tomar el poder en junio de 1981, asesinando a numerosas personalidades como el presidente de la asamblea de expertos, el jefe del tribunal supremo, el jefe de la policía, el de los tribunales revolucionarios, cuatro ministros diez viceministros un editor de periódico, veintiocho diputados, dos imanes y al presidente Mohamad Rajai, hiriendo, además, a dos importantes colaboradores de Jomeini, incluido su futuro sucesor como líder supremo, Rafsanjani. En el año y medio anterior, los tribunales ejecutaron a 497 opositores y en los cuatro años posteriores a aquel junio se ejecutó a 8000 opositores, la mayoría de ellos antiguos revolucionarios. Occidente respondió a la revolución animando a Sadam Husein a iniciar su guerra contra Irán de ocho años de duración (1980-1988) que produjo unos 200.000 muertos en Irán (la cifra de un millón de muertos habitualmente barajada no es correcta) y unió al país, aunque algunos grupos se aliaron con el enemigo. Concluida la guerra, una nueva ola de terror ahorcó en apenas cuatro semanas a 2800 presos, lo que ocasionó la dimisión en protesta y el retiro del ayatollah Husein Montazeri que desde 1979 estaba llamado a ser el sucesor de Jomeini.

La revolución de 1979 dio lugar a un sistema sin precedentes que combinó el gobierno de los clérigos con la democracia, con tres poderes separados, incluido un presidente electo y un parlamento, así como un sistema de tutela clerical de rango superior sobre todo ello. En la práctica este sistema ha producido un juego institucional y una alternancia entre conservadores y reformadores mayor y seguramente más vivo que el de los actuales Estados Unidos con el eterno gobierno del estado profundo y la alternancia entre las dos facciones de lo que es en esencia un partido único absolutamente controlado por la minoría más rica. En Irán el aperturista Hasán Rohaní (presidente de 2013 a 2021) sucedió al conservador Majmud Ajmadineyad (2005-2013), con cambios de fondo, bandazos y retrocesos más significativos que los Clinton y Obama respecto a los Bush o Trump. Bernard Hourcade, uno de los más conocidos especialistas franceses en Irán, define al régimen iraní como “una república vigilada que se demuestra capaz de cambios y evolución bajo la presión cada vez mayor de su población” (Hourcade, 2016). La siempre denostada, y con razón, situación de la mujer en Irán es manifiestamente más desahogada que en los países musulmanes de la región. El 60% de los estudiantes universitarios y el 40% de los médicos son mujeres en Irán y en general, la sociedad parece mucho más viva y rebelde en la reclamación de sus derechos. En 2003 The Economist observaba que “pese a ser un estado islámico imbuido de religión y de simbolismo religioso, Irán es un país cada vez mas anticlerical. En eso se parece a ciertos países católicos en los que la religión se da como cosa hecha, sin particular exhibición y con sentimientos ambiguos hacia el clero. Los iraníes tienden a burlarse de sus mullahs, con chistes sobre ellos y desde luego los quieren fuera de sus dormitorios. Su disgusto es particularmente vivo hacia el clero político”.

A principios del actual siglo el 70% de la población no observaba sus oraciones diarias y menos de un 2% acudía a las mezquitas los viernes. (Abrahamian, 2008). Reducir la crónica de ese país a las protestas populares contra el velo, la represión o el elevado número de ejecuciones (frecuente segundo puesto mundial después de China), es la receta segura para no entender nada sobre Irán. En lo que a mi respecta, eso es algo que percibí con bastante claridad en mi único contacto directo con políticos iranís. Fue, durante varios años, en la Conferencia de Seguridad de Munich, un cónclave atlantista organizado por las empresas armamentísticas alemanas al que se invitaba a algunos iranís para mostrar un aparente pluralismo absolutamente ausente del certamen. En medio de tanta estupidez imperial, las intervenciones de los iranís solían ser allí las más interesantes y sofisticadas, y siempre eran ignoradas por el rebaño mediático allí congregado.

Que un país de 92 millones de habitantes, más grande que la suma de España, Francia, Gran Bretaña y Alemania, con tal longeva tradición civilizatoria, que tiene frontera, terrestre o marítima, con quince países sin haber protagonizado ni una sola agresión ni invasión de su parte en los últimos doscientos años, y que propone desde hace décadas el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio, pase en Occidente por ser amenaza internacional, objeto de sanciones y bloqueos, y ahora de guerra, es mérito de nuestros medios de comunicación.

Cuando se dice que Irán no es Irak, se entiende que el imperio, cuya capacidad de desastre nadie discute, tiene en los persas un adversario de otra entidad y calidad. Es dudoso que los enloquecidos criminales de Washington y Tel Aviv comprendan la diferencia.

(Publicado en Ctxt)

Fuente: https://rafaelpoch.com/2025/07/17/l...

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Kaja Kallas: ¿La mujer más peligrosa de Europa?

Tortuga Antimilitar - 2 August, 2025 - 00:00

Thomas Fazi

He escrito para UnHerd sobre la «diplomática» más imprudente e incompetente del mundo —Kaja Kallas— y cómo encarna el colapso de la UE en la kakistocracia: esto es, el gobierno de los peores, los menos cualificados y los más inescrupulosos.

En un momento en que la guerra en Ucrania es, sin duda, el principal desafío de política exterior de Europa, es difícil imaginar a alguien menos idóneo para el cargo que Kallas, cuya profunda hostilidad hacia Rusia roza la obsesión. En su primer día en el cargo, durante un viaje a Kiev, tuiteó: "La Unión Europea quiere que Ucrania gane esta guerra", una declaración que inmediatamente causó inquietud en Bruselas, donde los funcionarios la consideraron contraria al lenguaje establecido de la UE dos años después del inicio de la guerra. "Sigue actuando como una primera ministra", comentó un diplomático.

Apenas unos meses antes de su nombramiento, propuso dividir Rusia en "pequeños estados" y, desde entonces, ha exigido repetidamente la restauración completa de las fronteras de Ucrania de 1991, incluida Crimea, una postura que, en la práctica, descarta las negociaciones. Si bien incluso Trump ha reconocido que la adhesión de Ucrania a la OTAN es imposible, Kallas insiste en que sigue siendo un objetivo, a pesar de haber sido una línea roja para Rusia durante casi dos décadas.

Kallas incluso ha declarado que «si no ayudamos más a Ucrania, todos deberíamos empezar a aprender ruso». Sin importar que Rusia no tenga motivos estratégicos, militares ni económicos para atacar a la UE. A principios de este año, denunció los esfuerzos de Trump por negociar el fin de la guerra, calificándolos de «trato sucio», lo que explica por qué el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, canceló abruptamente una reunión programada con ella en febrero.

La obsesión de Kallas con Rusia la ha llevado a un silencio prácticamente absoluto sobre cualquier otro tema de política exterior. Como observó el exdiplomático británico Ian Proud, quien trabajó en la Embajada Británica en Moscú de 2014 a 2019, se presenta como una «Alta Representante dedicada a un solo tema» cuyo único objetivo es mantener la política europea de no compromiso con Rusia, vigente desde hace una década, sin importar el coste económico.

Su retórica agresiva y unilateral, a menudo emitida sin consultar previamente a los Estados miembros, ha distanciado no solo a los gobiernos abiertamente euroescépticos y otanescépticos de Hungría y Eslovaquia, sino también a países como España e Italia, que, si bien se alinean ampliamente con la política de la OTAN hacia Ucrania, no comparten la evaluación de Kallas de que Moscú representa una amenaza inminente para la UE. "Si la escuchas, parece que estamos en guerra con Rusia, lo cual no coincide con la línea de la UE", se quejó un funcionario de la UE.

Técnicamente, la función de la Alta Representante es reflejar el consenso de los Estados miembros como una extensión del Consejo, no actuar como una responsable política supranacional autónoma. Sin embargo, Kallas interpreta su papel de otra manera, actuando repetidamente como si hablara en nombre de todos los europeos: un enfoque verticalista y antidemocrático, sintomático de una tendencia autoritaria más amplia, impulsada por von der Leyen.

A pesar de sus proclamas sobre la defensa de la democracia, Kallas carece de mandato democrático. No solo nunca fue elegida para su cargo actual, sino que su partido, el Partido Reformista de Estonia, obtuvo menos de 70.000 votos en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, lo que representa menos del 0,02 % de la población europea. Sin embargo, Von der Leyen ha llenado su Comisión con estos funcionarios bálticos afines —procedentes de una región de poco más de seis millones de habitantes— para ocupar puestos clave en defensa y política exterior.

Estos nombramientos reflejan una alineación estratégica entre las ambiciones centralizadoras de von der Leyen y la visión ultraconservadora de la clase política báltica. Ambos comparten un compromiso inquebrantable con la línea de la OTAN y una profunda hostilidad a cualquier tipo de diplomacia con Moscú.

thomasfazi.com

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Intervención humanitaria

Tortuga Antimilitar - 2 August, 2025 - 00:00

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Todas las guerras son guerras de banqueros

Tortuga Antimilitar - 1 August, 2025 - 00:00

Mark Lesseraux

Siguiendo el dinero

Cuando pensamos en imperios a lo largo de la historia se nos vienen a la cabeza ejemplos como el imperio romano, el imperio británico, el imperio estadounidense, etc. En otras palabras, relacionamos automáticamente la idea de imperio con un lugar concreto del planeta. Hasta no hace mucho, esta confusión automática era un error comprensible. Sin embargo, en nuestra era moderna, esta tendencia a vincular incuestionablemente los imperios a determinados espacios de tierras geográficas es un error que ha contribuido a la confusión de una abrumadora mayoría de la población mundial.

Del mismo modo, cuando pensamos en la historia de la guerra y la conquista, tendemos a vincular determinados acontecimientos a personalidades concretas. Por ejemplo, leemos sobre Napoleón y sus gigantescas ambiciones como acicate de «sus» enormes éxitos y su eventual encarcelamiento. Pero surge la pregunta: ¿Quién financió esas gigantescas empresas? ¿Quién pagó a su ejército? ¿Quién pagó todas las armas, provisiones y municiones necesarias? ¿Fue un rey quien proporcionó el dinero? Y de ser así, ¿era el dinero del rey o era el dinero de otra persona?

Avancemos rápidamente hasta el siglo XXI en Estados Unidos. ¿Quién decide qué guerras hay que librar? Voy a suponer que si has leído hasta aquí al menos sospechas que estas decisiones y asignaciones no las deciden únicamente los presidentes estadounidenses y sus administraciones. ¿Y si te dijera que, en casi todos los casos, estos funcionarios tienen muy poco que ver con la decisión de con quién entra en guerra Estados Unidos? «Entonces, ¿quién decide?», estarás pensando.

El sistema monetario actual es un esquema Ponzi depredador

El actual sistema monetario occidental ha sido creado por los banqueros más poderosos del mundo. El sistema no tiene por qué ser como es. «El sistema monetario es como es porque quienes lo dirigen prefieren que siga siendo así», afirma el ex gestor de fondos de cobertura y analista económico Alex Krainer.(1) El sistema monetario, dirigido por los oligarcas banqueros y el sistema bancario, consigue sus fines mediante el uso de la violencia física (militar), económica y psicológica. «¿Cómo es eso?», te preguntarás. El sistema está configurado de tal manera que requiere un crecimiento constante para mantenerse con vida. En este sentido, el sistema existente es como una bicicleta. Si la acumulación se detiene, si el movimiento hacia delante (crecimiento) se detiene, la bicicleta vuelca y el ciclista se cae.

Cuando un banquero te da un préstamo, digamos 100.000 dólares para una hipoteca, tienes que devolverlo con intereses. Por lo general, con el tiempo, acabarás devolviéndolo dos veces, por valor de unos 200.000 dólares. El problema es que sólo el principal, sólo 100.000 dólares entran en circulación. Los 100.000 adicionales que se necesitan para pagar tu préstamo tienen que ser ganados y, por tanto, extraídos de un fondo global de dinero que no incluye nada más que las asignaciones de principal. Esto crea una situación en la que el crecimiento no sólo es ventajoso para los banqueros, sino que también es esencial para mantener a flote el sistema en su conjunto. En otras palabras, el sistema monetario es un enorme esquema depredador de préstamo de dinero que atrapa financieramente a su presa en ciclos de deuda. Mientras todo esto sucede, el sistema bancario acumula continuamente activos financieros en el extranjero «intocables» y libres de impuestos, por un total de más de 50 billones de dólares y subiendo.(1a)

Todas las guerras modernas son guerras de los banqueros por el beneficio y la conquista

Siguiendo la lógica de lo dicho hasta ahora, la única forma de mantener un crecimiento continuo es salir de los mercados una vez que están saturados. En otras palabras, si el crecimiento es esencial para la supervivencia del sistema actual y el crecimiento ya no es posible dentro de una región determinada, entonces los generadores de beneficios deben encontrar nuevos mercados, nuevas regiones, nuevos recursos y nuevos objetivos de explotación o el sistema se derrumbará.

En los EE.UU., Europa y Canadá, hemos visto cada vez más ciudades caer en la drogadicción, el suicidio y la pobreza. Esto se debe a que los bancos han estado presionando a la clase política, propiedad de los donantes, para crear más y más crecimiento y, por tanto, beneficios (para los banqueros) en el extranjero. Todo esto ha ocurrido a expensas de la población general de los países mencionados. Este fetichismo por el crecimiento es la verdadera causa subyacente de la perpetua presión bipartidista por más y más guerras en Oriente Medio, Europa del Este y dondequiera que la expansión imperialista y el saqueo sean posibles.

Por poner un ejemplo: La riqueza en recursos de Ucrania se estima en 15 billones de dólares, mientras que la riqueza en recursos de Rusia se estima en 70 billones de dólares. Cualquiera que haya dedicado un mínimo de tiempo a estudiar la actual guerra entre Rusia y Ucrania considerando los puntos de vista que provienen tanto de fuentes occidentales como no occidentales (fuentes fuera de la narrativa occidental) sabe que el «Proyecto Ucrania» ha estado en marcha durante cerca de 2 décadas.(1b) De 2019 a 2022, durante 3 años, el dinero y las armas de Estados Unidos se vertieron en Ucrania con el fin de prepararla para su papel como ariete, como un ejército proxy para enfrentarse a Rusia. Esto no es una inferencia. Es un hecho documentado que el gobierno y el ejército de EE.UU. estaban contemplando el uso de la población de Ucrania como un ejército proxy desde al menos 2019.(2),(2a)

Del mismo modo, el gobierno estadounidense tenía un plan para emprender «7 guerras en 5 años en Oriente Medio» a partir de 2003.(3) Estas guerras se emprendieron para expandir el alcance del sistema bancario estadounidense y extraer recursos de estos países ahora bombardeados y maltratados. Nuestros «principales» medios de comunicación occidentales nos dicen que estas guerras, incluido el reciente enfrentamiento con Irán, se emprendieron para impedir el desarrollo y/o el uso de armas de destrucción masiva, para frustrar el “mal”, para difundir la democracia, o que se emprendieron con «fines humanitarios».

Aquí voy a hablar muy directamente: Estas excusas que se han utilizado para iniciar y escalar las guerras han sido todas cuentos de niños. Nuestro sistema electoral/nuestro sistema político y nuestros medios de comunicación «dominantes» han sido en gran medida controlados por los oligarcas, por el sistema bancario, que está vinculado directamente con el complejo industrial militar. Este ha sido el caso, en cierta medida, durante mucho tiempo. Dicho esto, en el transcurso de las últimas décadas los EE.UU. han pasado de ser una democracia problemática pero funcional a lo que ahora es esencialmente una oligarquía que ha conservado sólo la forma externa de una democracia.(4) Si tu no crees en estos hechos tal como los he expuesto, entonces dale un vistazo a lo que la Universidad de Harvard y The Guardian han dicho sobre este asunto: https://www.hks.harvard.edu/faculty...

El sistema monetario podría cambiarse (un ejemplo real reciente en la Alemania del siglo XXI)

Algunos han argumentado que las deficiencias del actual sistema monetario mundial son simplemente parte del trato y que no podría ser de otra manera. Esto no tiene sentido. Hasta hace unos 15 años, uno de los mayores éxitos económicos del planeta era Alemania. Era la superpotencia exportadora número 1 del mundo. El valor de las exportaciones alemanas era superior incluso al de China hasta hace poco más de una década. Esto sucedió porque el sistema bancario alemán tenía una política de no sólo conceder préstamos sin intereses a las pequeñas empresas, sino que también apoyaban a esas pequeñas y medianas empresas, dándoles consejos útiles, acompañándolas a conferencias, etc. Los bancos que concedían estos préstamos eran bancos regionales más pequeños, el 70% de los cuales eran establecimientos sin ánimo de lucro. En otras palabras, estos bancos no buscaban únicamente beneficios gigantescos para sí mismos. Lo que ocurría era mutuamente beneficioso para ambas partes. Esto permitió a estas empresas desarrollar sus negocios a lo largo del tiempo sin la presión constante de tener que devolver rápidamente los préstamos a altos tipos de interés.(5)

Por desgracia, Alemania acabó sucumbiendo al modelo bancario basado en las finanzas impulsado por Estados Unidos y comenzó a desindustrializarse hace aproximadamente una década. El resultado de este cambio ha sido desastroso. Alemania lleva casi tres años al borde de la recesión.

Tenemos que dejar de fingir

Últimamente se ha alcanzado una especie de nuevo punto de inflexión. ¿Quizá ocurrió hace uno o dos días, o hace una o dos semanas, o hace uno o dos años? No estoy seguro de cuándo fue el momento exacto en que ocurrió (para ti). El caso es que tú, que estás leyendo esto, sabes de lo que estoy hablando. Tal vez en tu cabeza estés pensando ahora que no estás seguro de lo que estoy hablando. Sin embargo, en tu corazón lo sabes. Es hora de que tú y yo dejemos de engañarnos. Olvídate por un momento de tu lealtad a Donald Trump o al partido demócrata. La gente con buenos trabajos está teniendo problemas para pagar el alquiler y la situación es cada vez más tensa. Y tú lo sabes. Ves cómo los precios se disparan aparentemente cada pocos meses en el transcurso de los últimos años. Pero la economía «va bien», nos siguen diciendo. Sabes que te están mintiendo. Sabes que las guerras en las que nos hemos metido constantemente en el transcurso de los últimos 25 años, o más, han sido todas una mierda. Sabes que los canales de noticias que ves en la televisión «convencional» están bombeando en su mayoría tonterías cuando se trata de la guerra y el futuro de la guerra. Sabes que los EE.UU. e Israel han estado violando todas las leyes internacionales en los libros durante años. Vamos, ¡sabes que lo sabes! Tendrías que ser un idiota para no saberlo. Pero tú no eres idiota. ¿O lo eres? Para.

Bromas aparte, nada de esto es ya un secreto. La falla central, el pecado central perceptible que está generando todo este caos y perturbación está en el sistema monetario. En otras palabras, no hay nada mágico en lo que ha estado sucediendo, técnicamente hablando. La pregunta es, ¿qué se necesita para que la gente examine estas cuestiones más profundamente? ¿Quizás será necesario algún tipo de despertar espiritual? Sinceramente, no estoy seguro de lo que hará falta. Quizá todos tengamos que empezar a plantearnos seriamente la pregunta: «¿Quiero vivir y, en caso afirmativo, en qué condiciones? ¿En qué tipo de mundo quiero vivir?».

CITAS:

1-https://youtu.be/cvPVTp9e1eI?si=48b...

1a-https://gfintegrity.org/50-trillion...

1b-https://www.theguardian.com/world/2...;:text=But%20while%20the%20gains%20of,rigged%20elections%20and%20topple%20unsavoury

2-https://www.rand.org/pubs/research_...

2a-https://www.pressenza.com/2024/08/t...

3-https://www.youtube.com/shorts/TJpG...

4-https://www.hks.harvard.edu/faculty...

5- ir al minuto 22:50 en adelante – https://www.youtube.com/watch?v=LM2...

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2025/0...

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La televisión ha muerto: LG y el último clavo en el ataúd de la privacidad

Tortuga Antimilitar - 1 August, 2025 - 00:00

¿Recuerdas cuando encender la televisión era una experiencia sencilla y privada? Elegías un canal, veías tu programa, y eso era todo. Salvo que fueses de los pocos que tenía instalado un audímetro o pusieras el volumen muy alto, nadie se enteraba. Sin rastreos, sin anuncios personalizados, sin manipulación emocional. Pues bien, despídete de esa experiencia. LG ha decidido que era demasiado humana, demasiado tuya. En su lugar, te ofrece una experiencia «inteligente», emocionalmente «conectada» y profundamente invasiva. Y lo peor: no están solos.

La última ocurrencia de LG, en un acuerdo de colaboración con una empresa llamada Zenapse que se define a sí misma como «una plataforma de marketing de software como servicio que puede impulsar las ventas de los anunciantes con inteligencia emocional impulsada por IA», es implementar sistemas de publicidad dirigida basados en el análisis de tus emociones. Sí, has leído bien. Tu televisión ahora tratará de «leer» tu estado emocional, gracias a algoritmos que analizan lo que ves, cómo lo ves, y supuestamente cómo te sientes, para lanzarte anuncios «más relevantes». ¿El objetivo? Aumentar la eficacia de la publicidad. ¿El precio? El último rincón de tu intimidad audiovisual.

Esto no es ciencia-ficción, es realidad. Y es un ejemplo claro de lo que ocurre cuando una tecnología puede hacer algo, y alguien decide que por ello debe hacerlo. Que sea posible usar la inteligencia artificial para evaluar tus emociones en tiempo real no quiere decir que sea ético, ni sensato, ni aceptable. Solo quiere decir que hay empresas lo suficientemente irresponsables como para hacerlo, y ejecutivos lo bastante miopes como para aprobarlo. El sistema afirma no utilizar la cámara de la televisión para espiarte y detectar tu estado emocional… todavía.

Y sí, hablo con conocimiento de causa. Hace poco tuve la oportunidad de probar uno de los modelos más recientes de LG, y la experiencia no puede calificarse de otra forma que no sea desastrosa. De verdad, un espanto. Menús confusos hasta la desesperación, decisiones de diseño que parecen pensadas para hacerte huir de la interfaz, y anuncios de un tamaño tan obsceno que literalmente arrinconan el contenido. En serio: imagina encender la televisión y ver cómo lo que quieres ver se minimiza en una esquina mientras un anuncio ocupa el resto de la pantalla. ¿En qué mundo alguien pensó que semejante barbaridad podía funcionar?

Y no acaba ahí: el sistema constantemente te empuja hacia su propia oferta de contenido, una colección interminable de canales basura que no has pedido, que no quieres, y que en muchos casos ni siquiera sabías que existían… ni falta que te hacía. Todo lo que hace falta para acceder a los canales de toda la vida, los que los usuarios realmente esperan encontrar, se convierte en una carrera de obstáculos. La tecnología FAST (Free Ad-Supported TV) está íntimamente integrada con el sistema operativo WebOS, y aparece todo el tiempo como si fuera una plaga. Es el equivalente moderno de venderte un coche que solo quiere conducirse a sí mismo… hacia donde él quiere ir.

LG ha convertido sus televisores en una máquina de empujar contenido irrelevante y anuncios indeseados, disfrazada de modernidad. Y ahora, además, quiere además «leer tus emociones» para hacerlo supuestamente «mejor». ¿Mejor para quién? Lo siento, pero no. Esta distopía no la compro. LG puede ser uno de los fabricantes mundiales más importantes de televisores, pero a partir de ahora, los evitaré como quien huye de la peste.

Si esta es la idea de una «smart TV», lo tengo claro: prefiero una «dumb TV», gracias. Una pantalla que simplemente muestre lo que yo quiero ver, sin ningún tipo de tracking, sin emociones falsas, sin manipulación, sin convertir mi salón en una especie de laboratorio de marketing emocional. Hay cosas que la tecnología puede hacer, pero que jamás debería hacer. Y esta es, sin duda, una de ellas.

Fuente: https://www.enriquedans.com/2025/04...

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Gaza y la ilusión del orden internacional: Un velo para la voluntad de la superpotencia EEUU

Tortuga Antimilitar - 31 July, 2025 - 00:00

La devastadora situación en la Franja de Gaza ha puesto de manifiesto, para muchos observadores y voces críticas, una dolorosa verdad sobre el funcionamiento del orden internacional y la aparente ineficacia de sus instituciones clave, como las Naciones Unidas (ONU). A pesar de las crecientes alarmas sobre lo que Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, ha descrito en su informe como una "economía del genocidio", la acción concertada para detener la masacre parece una quimera inalcanzable. Este panorama lleva a una pregunta inquietante: ¿es el orden internacional una gran mentira, donde la voluntad de una superpotencia, particularmente Estados Unidos, prevalece sobre los principios de justicia y humanidad?

La tragedia de Gaza y la parálisis de la ONU.

Los informes procedentes de Gaza, ampliamente cubiertos por medios internacionales, describen una catástrofe humanitaria sin precedentes: destrucción masiva, desplazamiento forzado de la población y un alarmante número de víctimas mortales, con un porcentaje significativo de la población aniquilada en un tiempo sorprendentemente corto, incluso comparado con otros conflictos armados. La distribución de ayuda humanitaria se ve constantemente obstaculizada, y las acusaciones mutuas sobre la responsabilidad de esta situación se multiplican.

En el corazón de esta parálisis se encuentra el Consejo de Seguridad de la ONU, el organismo con la máxima autoridad para mantener la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, su capacidad de acción ha sido sistemáticamente bloqueada por el poder de veto de sus miembros permanentes. En el caso de Gaza, Estados Unidos ha utilizado repetidamente su veto para impedir resoluciones que exigían un alto el fuego inmediato y sin condiciones, argumentando, según sus declaraciones oficiales, que dichos textos no abordaban adecuadamente las preocupaciones sobre Hamás o la liberación de los rehenes.

La ineficacia de las resoluciones de la ONU.

Un aspecto crítico que agrava esta situación es la falta de cumplimiento de las resoluciones de la ONU, que, aunque vinculantes bajo el derecho internacional, carecen de mecanismos efectivos para su implementación. Resoluciones como la 2728 (marzo de 2024), que pedía un alto el fuego en Gaza, han sido ignoradas o aplicadas de manera limitada debido a la falta de consenso entre los estados miembros y la ausencia de un mecanismo coercitivo directo. La ONU depende de la voluntad política de los estados, especialmente de las grandes potencias, lo que limita su capacidad para actuar en conflictos donde hay intereses estratégicos en juego, como en Gaza. Aunque la ONU ha logrado éxitos en misiones de mantenimiento de la paz en casos como Sierra Leona o Timor Oriental, en conflictos de alta intensidad como el actual, la organización queda paralizada, reforzando la percepción de que sus resoluciones "no sirven para nada" frente al poder de una superpotencia.

El relato del orden internacional: la mentira y el camuflaje.

Para sostener una mentira es necesario construir un relato, una narrativa que, apoyada en pequeñas acciones o gestos simbólicos, camufle la verdad y oculte la realidad del poder. Si analizamos el contexto global, vemos que Estados Unidos no solo tiene bases militares por todo el mundo, sino que controla la OTAN, domina el Consejo de Seguridad de la ONU y es el país que más ha intervenido en los asuntos internos de otros estados a lo largo de la historia contemporánea. Esta red de poder y control se disfraza bajo el discurso de la democracia, la seguridad y los derechos humanos, mientras en la práctica se impone la voluntad de una sola potencia.

Estados Unidos ha logrado imponer su relato global mediante la manipulación mediática, la presión diplomática y la construcción de alianzas militares. Incluso cuando otras potencias como Rusia o China intervienen en conflictos puntuales, a menudo lo hacen como reacción a la presión o expansión de Estados Unidos y la OTAN hacia fronteras sensibles, como en el caso de Ucrania. Aunque no hay justificación para la invasión rusa, es evidente la influencia y el papel desestabilizador de Estados Unidos en la región, interviniendo en procesos electorales, apoyando golpes de estado y presionando políticamente para moldear el escenario internacional a su favor.

La hegemonía de Estados Unidos: un patrón histórico y las voces silenciadas.
Esta dinámica lleva a una conclusión contundente para muchos analistas: el orden internacional, en su forma actual, se percibe como una fachada. La razón, según esta perspectiva, es que el poder no reside en las resoluciones multilaterales o en el consenso global, sino en la capacidad de influencia de las naciones más poderosas, con Estados Unidos a la cabeza. Como la mayor potencia militar y económica del mundo, Estados Unidos ejerce una hegemonía que, en la práctica, puede anular la voluntad de la mayoría de los estados miembros de la ONU.

Este patrón no es nuevo. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha intervenido en más de 80 ocasiones en países de todo el mundo, a menudo derrocando gobiernos democráticos, apoyando dictaduras o invadiendo territorios en función de sus intereses estratégicos. Ejemplos notables incluyen el golpe de Estado en Irán (1953) contra el primer ministro Mohammad Mossadegh para proteger intereses petroleros, el apoyo al golpe en Chile (1973) contra Salvador Allende, la guerra de Vietnam (décadas de 1960-1970) para contener el comunismo, y la invasión de Irak (2003) basada en supuestas armas de destrucción masiva. Estas acciones, junto con intervenciones en América Latina (Guatemala, El Salvador), Oriente Medio (Afganistán, Libia) y otras regiones, reflejan un historial de hegemonía que distingue a Estados Unidos de otras potencias como China o Rusia.

A diferencia de Estados Unidos, ni China ni Rusia han llevado a cabo un número comparable de intervenciones militares directas o derrocamientos de gobiernos democráticos desde 1945. Aunque ambas potencias han ejercido influencia en conflictos (por ejemplo, Rusia en Siria o Ucrania, y China en disputas territoriales en el mar del Sur de China), su enfoque ha sido más limitado en términos de invasiones directas o cambios de régimen en comparación con el historial estadounidense. Esta distinción refuerza la percepción de que Estados Unidos ha actuado como el "amo del mundo", moldeando el orden internacional según sus prioridades geopolíticas, ya sea en nombre del anticomunismo, la lucha contra el terrorismo o la protección de aliados estratégicos como Israel.

Es crucial recordar que esta realidad no es una revelación reciente para todos. Ya en septiembre de 2009, Muamar Gadafi, entonces líder de Libia, denunció abiertamente esta situación de dominio estadounidense y la falta de democracia en la ONU durante un caótico y maratónico discurso ante la Asamblea General. Gadafi criticó el poder de veto del Consejo de Seguridad, al que calificó de "terrorismo" y una afrenta a la soberanía de las naciones pequeñas, y advirtió sobre las consecuencias de la injerencia extranjera. Su mensaje, aunque excéntrico en su forma, resonó con la frustración de muchos países en desarrollo ante la asimetría de poder.

Sorprendentemente, o quizás predeciblemente dada la perspectiva aquí planteada, apenas dos años después, su país fue invadido por una coalición liderada por Occidente, y él mismo fue asesinado, lo que muchos interpretaron como una represalia por su osadía al desafiar públicamente la hegemonía. Su destino trágico sirve como una sombría advertencia sobre el precio que se paga por atreverse a denunciar la primacía de la superpotencia en el escenario global.

Gaza como reflejo de un orden desigual.

La crisis en Gaza ilustra cómo esta hegemonía estadounidense frustra los esfuerzos internacionales para abordar tragedias humanitarias. El veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, justificado por su alianza con Israel, bloquea acciones que podrían salvar vidas, perpetuando una catástrofe que muchos observadores consideran una violación de los principios de la "responsabilidad de proteger" consagrados en el derecho internacional. Este comportamiento es coherente con el historial de intervenciones de Estados Unidos, donde los intereses estratégicos han prevalecido sobre las normas internacionales, desde Irán en 1953 hasta Irak en 2003.

Sin embargo, culpar únicamente a Estados Unidos simplifica un problema más complejo. Otros actores, como Hamás, Irán o incluso las divisiones entre los estados miembros de la ONU, contribuyen a la parálisis en Gaza. Además, aunque China y Rusia no igualan el historial intervencionista de Estados Unidos, también han utilizado su veto en el Consejo de Seguridad para proteger a sus aliados (por ejemplo, Rusia en Siria), lo que sugiere que el diseño del sistema internacional, con el veto como herramienta de poder, es un obstáculo estructural más allá de una sola nación.

La denuncia ignorada de la ONU y el papel desestabilizador.

A lo anterior se suma la gravedad de las denuncias de los relatores y relatoras de la ONU, que han documentado y condenado la situación en Gaza y otros conflictos, pero cuyos informes y advertencias son sistemáticamente ignorados por las grandes potencias y por el propio sistema internacional. Esta desatención refuerza la percepción de que las instituciones multilaterales solo sirven de cortina de humo para legitimar la inacción o la complicidad de los actores más poderosos.

Conversación integradora: el argumento desde la evidencia.

No es una postura monolítica hacia Estados Unidos: es una realidad empírica. Estados Unidos tiene alrededor de 800 bases militares en el mundo. China, solo cinco. Esta asimetría no es opinable, es comprobable. Tampoco lo es la desproporcionada cantidad de intervenciones militares: EE.UU. supera ampliamente a cualquier otra potencia desde 1945. Esto no es ideología: es historia.

El término "genocidio" no es gratuito ni exagerado: ha sido empleado por Amnistía Internacional, por relatores de la ONU y por expertos en derecho internacional. Usarlo no es un acto de violencia retórica, sino una obligación moral ante la magnitud del sufrimiento.

Tampoco puede acusarse al lenguaje de ser combativo cuando lo que se denuncia es el asesinato masivo de civiles. El problema no es el tono de quienes alzan la voz, sino la inacción de quienes podrían detener la masacre y no lo hacen. Las palabras jamás serán más violentas que los hechos que denuncian.

En cuanto a Gadafi, su historia es reveladora. Fue cortejado por Europa y Estados Unidos hasta que comenzó a criticar la estructura de poder mundial. Su denuncia del Consejo de Seguridad como "terrorismo institucionalizado" no es menos válida porque viniera de él. Como bien se dice: esto no es teología, es derecho internacional. Y en derecho, lo que importa es el argumento, no la santidad del que lo enuncia.

Una verdad perturbadora.

La cruda realidad que emerge del conflicto en Gaza es que, a pesar de los principios de soberanía y justicia que sustentan el derecho internacional, la voluntad política de una nación con un poder militar y económico abrumador puede determinar el curso de los acontecimientos, incluso cuando la comunidad internacional clama por la intervención humanitaria. El historial de Estados Unidos, con más de 80 intervenciones desde la Segunda Guerra Mundial, refuerza la percepción de que el orden internacional es, en gran medida, un escenario donde el poder real dicta las reglas del juego. La ineficacia de las resoluciones de la ONU, combinada con la hegemonía estadounidense y la manipulación del relato global, lleva a muchos a concluir que este orden es una "gran mentira", una fachada que oculta la supremacía de una superpotencia sobre los ideales de equidad y humanidad. Para quienes sostienen esta visión, el genocidio en Gaza no es solo una tragedia en sí misma, sino también una revelación devastadora de las limitaciones de un sistema global incapaz de cumplir sus promesas.

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Santiago Botana: “Bailar twerk me puso frente a mis propios prejuicios como hombre”

Tortuga Antimilitar - 31 July, 2025 - 00:00

Ana Veiga

Santiago Botana tiene 55 años, es un informático de profesión y una persona que transmite una imagen seria y pausada. Es quizá por eso que a la mayoría de la gente le asombra verlo en pantalón corto y agitando sus nalgas a ritmo de reguetón. A él mismo, de hecho, también le ha sorprendido sentirse como pez en el agua en este nuevo hobby, que se ha convertido en un disparador del cambio en su vida.

Creo que tenía ganas de esta entrevista. ¿Por qué?

La verdad es que sí. Desde que hice la primera clase de twerk (julio del 2022) quise compartir mi nueva afición. Yo tenía un Instagram que era como el de un montañero, con fotos de senderismo y CrossFit; y de pronto se llenó de culos pegando botes. He recibido muy buenas reacciones pero también muchas negativas de gente que se sorprendía y reaccionaba un poco feo. Y no solo en redes; un entrenador de halterofilia me dijo déjate de esos bailes de mierda. Por eso creo que puedo aportar algo desde mi posición extraña de un hombre de más de 50 años que empieza a bailar twerk.

¿Cuáles son las críticas más habituales?

Las peores reacciones han venido de hombres de mi edad que no entendían qué hacía ahí. Si estás en la cincuentena y quieres bailar, se supone que vas a bailes de salón o, como mucho, a salsa. Son las diversiones adultas serias. Muchos presuponen que por bailar estas cosas, eres gay, así que ahí aparece la homofobia. También me han preguntado qué hacía relacionándome con gente tan joven y esto viene de esta construcción social de lo que es la adultez, que te dice que un adulto ya lo sabe todo y, si algo tienes que aprender, desde luego no será de alguien más joven. En mi caso, no es que yo buscara esa franja de edad pero es la que me he encontrado. En la academia Dancehall Center de Irie Queen somos 140 personas, la mayoría de entre 20 y 30 y pico años (y solo seis hombres) y puedo decir que aprendo todos los días de ellas.

¿Por qué se decidió a probarlo?

Unas amigas de crossfit propusieron probar una clase de perreo. Me puse a buscar por internet y lo que encontré fue clases de twerking, sin saber muy bien qué era. Fuimos a una clase en 2022 y me pareció súper divertido aunque difícil (tu cerebro no sabe a qué músculo enviarle la orden de moverse) y decidí apuntarme a las clases regulares. Al principio, bailar twerk me puso frente a mis propios prejuicios como hombre porque, como muchos, yo también pensaba que esos bailes se hacían para excitar a quien observaba, y no entendía que eso se pudiera hacer para el disfrute propio.

¿Cuándo cambió esa visión?

Al practicarlo y ponerme al lado de ellas, ves que lo que ‘escandaliza' es que un baile sensual, como la bachata, no se hace en pareja. Entonces, de pronto aquí tenemos un baile muy llamativo que hacen las mujeres solas y donde no dependen de hacerlo con un hombre. Quizá por eso hay una mirada masculina que piensa que es para provocar. Además, cuando empiezas a bailar esto, cuando lo experimentas en tu cuerpo, descubres lo que hay de disfrute, lo liberador que es. Cómo empiezan a moverse cosas que antes no se movían, porque es que tenemos la pelvis y las caderas completamente bloqueadas. Te das cuenta de que es algo que te aporta tanto a ti mismo que esa es la razón de hacerlo.

Hablamos de la mirada masculina y surge una pregunta: ¿alguna de sus compañeras le ha comentado que se siente incómoda con su presencia?

Varias me han dicho que les transmito calma (quizás por mi temperamento tranquilo). Sí que me han dicho que, la primera vez me vieron en clase, les sorprendió. De todas formas, yo intento tener cuidado de no coger mucho espacio y transmitir mi respeto. En talleres de fin de semana, donde puede haber mujeres que no me conocen, intento que no se note mucho mi presencia, no mirar para no incomodar, ser más discreto… Incluso he decidido no apuntarme a alguno de estos talleres para dar a las participantes su espacio, porque muchas veces se acaban generando momentos de catarsis donde la gente se rompe, se abren confesiones, se libera peso… Algunas compañeras han acabando contando que han sido víctimas de abusos o que siempre han vivido con un complejo. Son momentos muy íntimos y vulnerables que Irie Queen conduce y acompaña, y en los que doy un paso atrás.

En su caso, ¿se ha sentido juzgado por las miradas externas?

Sí. A veces hacemos actuaciones de fin de curso, y también hacemos lo que llamamos las excursiones de perreo, que es salir a bailar de noche. Es muy curiosa la cara que muchos me ponen. Vas con esa ropa de twerk y la quieres lucir, claro, e inevitablemente notas algunos ojos clavados en ti. Pero también recibo comentarios bonitos de gente que me felicita o baila contigo. Algunos hasta se quieren hacer una foto conmigo porque soy como su padre pero vestido de twerk (risas).

Otras veces estoy de observador y veo lo que tienen que sufrir las mujeres en las discotecas. Cada noche que salimos, hay un idiota o dos que no entiende lo del consentimiento, que una mujer esté ahí bailando como le dé la gana y que eso no es una invitación a que te pegues a ella.

¿Qué es lo más liberador del twerk?

Pues quizás el poder sentirte sexy, algo que jamás me hubiese imaginado que podría ser. Eso es lo más rompedor. También es cierto que es lo que más me ha costado: verme a mí mismo como alguien deseable. Muchas veces esa visión de uno mismo está completamente bloqueada y no solo me pasa a mí; en clase hay gente que, de pronto, se emociona. Irie nos anima mucho a querernos, a vernos con una mirada amable porque es terrible la autopercepción que la mayoría tenemos. Yo he aprendido a entender que hay tres miradas: la que tienes cuando haces algo, la que tienes cuando te ves haciéndolo y la que tienen los demás. Me quedo con la primera, con lo bueno. ¿Por qué una va a valer más que otra?

¿Su mirada hacia sí mismo ha cambiado?

Sí. Me he dado cuenta de que nunca me he sentido cómodo con lo que se espera que debo hacer por el hecho de ser hombre. Es lo que se llama el género inconforme. Me sigo considerando hombre, pero he comprendido que había en mí una incomodidad latente que ahora se ha manifestado al empezar a bailar twerk, pero que ya existía. ¿Qué más da si quiero mover el culo y ponerme shorts? No hay una única forma de ser hombre.

¿Cree que el twerk puede ser una forma de empoderamiento feminista para las mujeres?

Hay una mirada chunga masculina sobre estos bailes, sí. Pero ¿cuál es la solución que se propone? ¿Que dejen de bailar? No. El feminismo también ha evolucionado en esto. Creo que hay un cambio también social hacia este baile, aunque seguimos con el debate de si el reguetón o el trap es machista.

¿Lo es?

Estela Ortiz, una analista de de temas de comunicación desde una perspectiva feminista, de clase y antirracista, tiene un vídeo sobre el reguetón que está muy bien. Habla de que socialmente se le achaca al reguetón que es machista, pero se pregunta: ¿no hay rock machista? El rollo de las estrellas de rock con las groupies, y también algunas de sus letras. Pensar que un género musical que nace en una parte concreta del planeta es machista, y los otros no, es racista y clasista. Muchas canciones de diversos tipos de música son machistas porque la sociedad lo es.

Fuente: https://www.lamarea.com/2025/07/11/...

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Símbolo de Israel

Tortuga Antimilitar - 31 July, 2025 - 00:00

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La inversión militar crea 2,5 veces menos empleo que el sector educativo

Tortuga Antimilitar - 30 July, 2025 - 00:00

Aristóteles Moreno Villafaina

La espiral belicista que agita a los países miembros de la OTAN, principalmente Europa y EEUU, no solo no garantiza la seguridad, sino que tampoco incentiva el mercado laboral en comparación con otros sectores productivos. Esa es la conclusión principal de un análisis publicado en el último dosier de Economistas sin Fronteras centrado en la industria militar y firmado por Jordi Calvo, profesor de las universidades Ramon Llull y Jaume I, y coordinador del Centro Delàs de Estudios por la Paz.

En un artículo titulado La falacia del empleo de la industria militar, Calvo se apoya en dos estudios publicados en EEUU y Europa para certificar que la carrera armamentística no únicamente contribuye a la desestabilización mundial y detrae recursos de la agenda social, sino que aporta mucho menos valor en términos de empleo. El sector educativo, por ejemplo, crea en España 2,5 veces más puestos de trabajo que la industria militar, según el informe Arming Europe. Military expenditures and their economic impact in Germany, Italy and Spain, publicado en noviembre de 2023.

Los datos suministrados por el estudio de Chiara Bonaiuti, investigadora asociada del Centro Jean Monnet de la Universidad de Newcastle, y tres profesores más refutan los argumentos que justifican la inversión militar por su valor añadido en el mercado laboral. Y en un estudio comparativo entre España, Alemania e Italia analizan el efector multiplicador del gasto de 1.000 millones de euros en cuatro sectores diferenciados: armamento, medio ambiente, educación y salud.

En España, por cada 1.000 millones invertidos en la industria militar se crean 6.580 puestos de trabajo. Esa misma cantidad de dinero genera 11.890 empleos en el sector medioambiental, 15.300 en el sanitario y 16.440 en educación. Es decir, 2,5 veces más en el ámbito educativo, 2,3 más en el sanitario y 1,8 más en el medioambiental. Con diferencia, la producción armamentística es la que menos puestos de trabajo suscita.

En Alemania, los márgenes son aún mayores. Por cada 1.000 millones de euros invertidos, en el sector armamentístico se generan 6.150 empleos, 11.360 en medio ambiente, 15.200 en salud y 17.620 en educación. Quiere decirse que la creación de puestos de trabajo en el sistema educativo es 2,6 veces mayor que fabricando bombas.

En Italia, el incremento de empleo en el sector educativo es 2,1 veces superior que en el armamentístico y 1,8 veces más en el sanitario. El efecto multiplicador del gasto social no es tan abultado como en España y Alemania, pero sigue superando ampliamente a la inversión militar. En EEUU, según el cálculo efectuado por Jordi Calvo, la diferencia es mucho mayor. Y por cada 1.000 millones de dólares de inversión, en la industria bélica se crean 11.200 empleos frente a los 26.700 del sector de la enseñanza.

El informe de Bonaiuti ya alertaba de la espiral armamentística europea a finales de 2023, "acelerada drásticamente" desde el inicio de la guerra de Ucrania en 2022. En apenas una década la inversión militar se disparó un 48%. De los 145.000 millones de euros gastados en 2014, se pasó a los 215.000 de 2023. El 40% del gasto global armamentístico de la UE corresponde a la suma de Alemania, Italia y España, los tres países estudiados por los investigadores.

En sus conclusiones, los expertos cuestionan la espiral bélica. "Esta trayectoria de militarización difícilmente puede justificarse con base en las necesidades de seguridad de Europa", afirman. En su opinión, la seguridad del continente se garantiza mejor a través de "acuerdos políticos y diplomáticos, iniciativas de prevención y resolución de conflictos, control de armamentos y procesos de desarme". Es decir, el camino contrario al que ha tomado la UE en los últimos meses con la aprobación del mayor paquete militar económico de su historia, cifrado en 800.000 millones de euros. La última cumbre de la OTAN, además, acordó situar el umbral mínimo de gasto militar entre sus miembros en un 5% del PIB.

Los investigadores advierten de que la estrategia belicista podría conducir a "nuevas carreras armamentísticas" y desestabilizar aún más el orden internacional en torno a Europa. Y añaden: "Los resultados de nuestro estudio muestran que la militarización también es un mal negocio en términos puramente económicos". Un mayor gasto militar está llevando a Europa, advierten los expertos, por un camino de "menor prosperidad económica, menor empleo y peor calidad del desarrollo de los países".

Una mayor inversión en medio ambiente, educación y salud, por el contrario, proyectaría "efectos económicos más positivos en la producción y el empleo". Y lo que es más importante, subraya el estudio, aportaría importantes beneficios a la "calidad de vida y al medio ambiente".

No es el único informe que cita Jordi Calvo para desmontar la "falacia" de la creación de empleo de la industria militar. También alude a un estudio firmado en 2017 por Heidi Peltier, investigadora del Political Economy Research Institute de la Universidad de Massachussets. En su análisis, Peltier demuestra que por cada millón de dólares que EEUU gasta en una fábrica de armas se crean 5,8 empleos directos y 1,1 indirectos en la cadena de suministro. En total, 6,9 puestos de trabajo.

En el resto de sectores, la generación de empleos es sensiblemente mayor. Por ejemplo, en energía eólica, la creación de puestos de trabajo se sitúa en 8,3. En energía solar, asciende a 9,5 empleos, mientras que en eficiencia energética se eleva a 10,6. El sector sanitario (14,3 empleos) y el educativo (19,2) multiplican claramente la capacidad dinamizadora del mercado laboral en comparación con la industria bélica.

"Los estudios mencionados evidencian que la inversión en educación, salud o medio ambiente es más eficiente en cuanto a la creación de puestos de trabajo que la militar", argumenta Jordi Calvo. Lo que, en su opinión, aconseja incluir otros indicadores económicos en el análisis, que muestran la conveniencia de dedicar el gasto público a partidas presupuestarias como la educación, la sanidad y el medio ambiente, en lugar de a empresas de armas.

Fuente: https://www.publico.es/internaciona...

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El actor Mandy Patinkin, sobre Gaza: 'Pregunto a los judíos, como yo: ¿cómo podéis hacer ahora lo que le hicieron a vuestros antepasados?'

Tortuga Antimilitar - 30 July, 2025 - 00:00

Mandy Patinkin es un rostro conocido en la televisión y el cine de EEUU. Protagonista de 'La princesa prometida', directivo de la CIA en 'Homeland' o líder del grupo de investigación de 'Mentes Criminales'. De religión judía, no ha dejado de posicionarse en contra de las políticas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y la matanza que ha generado en Gaza. La última ocasión ha sido en una entrevista junto con su mujer y su hijo para el New York Times, donde se explaya, de manera vehemente contra el político hebreo.

“Detesto cómo algunas personas usan el antisemitismo como excusa para criticar una determinada política. En mi opinión, la compasión por cada persona en Gaza es muy judía y el hecho de que aborrezca las políticas del líder de ese país no significa que sea una judía que se odia a sí misma ni que sea antisemita”, había profundizado previamente su mujer, Kathryn Grody. [Puedes ver este momento a partir del minuto 25 de esta entrevista]

Mientras su mujer señala esta crítica a Netanyahu, se ve en la entrevista a un Patinkin rezando para sí mismo. “Voy a decir varias cosas trataré de que tengan sentido”, avanza. A partir de ahí, el tono de Patinkin se torna agitado y vehemente. “Le pido a los judíos que consideren lo que este hombre y su gobierno de derecha están haciendo al pueblo judío”, señala. “Están poniendo en peligro no solo al Estado de Israel, que me importa mucho, sino también a la población judía de todo el mundo”, enfatiza.

Patinkin remonta su crítica a los años ochenta. Señala durante la entrevista que le invitaron a cantar el himno nacional de Israel en la ONU. “Un desconocido estaba a mi lado, no sabía quién era, pero tenía una vibra desagradable, se levantó a hablar y recuerdo que lo presentaron como embajador de Israel ante la ONU”, arranca el actor. “Mis padres solían hablar de lo que 'es bueno para los judíos' o 'es malo para los judíos', en mi mente oía: 'esta es la definición de lo que es malo para los judíos'”, avanza Patinkin. “Tiempo después supe que ese hombre se llama Benjamin Netanyahu”, apuntó.

“Observar lo que está sucediendo, que el pueblo judío permita lo que está sucediendo a niños y civiles de todas las edades en Gaza, sea cual sea el motivo, es inadmisible e impensable”, critica. “Les pido que se tomen un tiempo a solas y reflexionen: ¿Cómo os pudieron hacer esto a vosotros y vuestros antepasados y ahora se lo hacéis a otros?”, zanja. Es tal la severidad y emoción de sus palabras que el propio entrevistador se queda cortado.

Fuente: https://www.eldiario.es/rastreador/...

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Detención y amenaza ilegal en aguas internacionales del barco Handala por parte de la marina de guerra de Israel

Tortuga Antimilitar - 29 July, 2025 - 00:00

La marina de guerra de Israel ha vuelto a delinquir la enésima vez en aguas internacionales. En esta ocasión contra los voluntarios del barco Handala, como otros, desarmados y con el solo objetivo de acudir a defender y alimentar a seres humanos indefensos y masacrados por obra y gracia del gobierno de Israel.

Esto lo hace Israel constantemente y cuando quiere sin que los Estados de la inmensa mayoría de los países de la ONU respalden y protejan a las víctimas palestinas, lo cual muestra la pasividad culposa de sus gobiernos, incluso su complicidad reiterada durante décadas de crímenes permitidos, desde luego todo ilegalmente.

Mejor dicho, los países que no cumplen con el derecho internacional humanitario (DIH) cometen un delito de la máxima gravedad: no acudir en ayuda de las víctimas de uno de los estados terroristas del mundo, como exige el DIH.

Con esta actuación ilegal criminal de la marina de guerra de Israel, éste comete una vez más violaciones constantemente del DIH y es responsable de un genocidio para exterminar a los palestinos, mediante asesinatos desalmados de todo tipo, incluso a los niños y a los bebés, la máxima iniquidad y cobardía.

La pasividad del gobierno de España ante las repetidas conductas criminales de Israel unas veces y otras con su cooperación con el Estado genocida de Israel, se hace cómplice de esos crímenes de guerra, de lesa Humanidad y de genocidio.

El gobierno de España tiene la obligación de actuar como exige el DIH cuando Israel lo viola, igual que el resto de todos los países del mundo, especialmente los miembros de la ONU.

Por tanto, obliguen ahora a Israel para que abra las fronteras de Gaza y que la ayuda humanitaria completa sea repartida con seguridad para toda la población gazati sin límite y protegida por los Cascos Azules todo el tiempo que sea necesario.

También España tiene que cerrar la embajada de Israel, responsable directa del exterminio de un pueblo y que rompa hoy mismo todos los acuerdos comerciales, diplomáticos, militares, de cooperación, etc.

España haría bien liderando una propuesta en la ONU que de forma inmediata ordene un juicio internacional como el de Nüremberg, televisado en directo para todos los países con el fin de acabar con los genocidas por crímenes horrendos e inhumanos.

Fuente: https://frenteantiimperialista.org/...

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La paz y el desarrollo son mejores que la austeridad y la guerra

Tortuga Antimilitar - 29 July, 2025 - 00:00

| Boletín 29 (2025)

A medida que se intensifican la retórica y el gasto militar de EE.UU. y sus aliados, queda claro que el mundo debe alzarse y construir un camino alternativo, basado en la paz y el desarrollo.

Queridas amigas y amigos,

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.

La razón parece haber sido gradualmente abolida por el lenguaje de las bombas. Mientras los sistemas de armas se vuelven cada vez más “inteligentes”, el repertorio de instrumentos diplomáticos utilizados por los Estados del Norte Global se torna cada vez más tosco. Las y los diplomáticos estadounidenses y europeos han retomado el viejo hábito colonial de hablar fuerte y con brusquedad. Sermonean a lxs nativxs sobre lo que deben o no hacer, mientras ellxs hacen lo que les place. Si los pueblos nativos no están de acuerdo, los antiguos gobernantes coloniales simplemente amenazan con cortarles las manos o bombardear sus hogares.

Cuando la Corte Penal Internacional intentó abrir un expediente para investigar las atrocidades cometidas por Estados Unidos en Afganistán, Washington respondió revocando las visas de lxs fiscales y amenazando con sancionar a sus familias. Recientemente, el gobierno estadounidense sancionó a la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, por su informe sobre la complicidad corporativa en el genocidio israelí contra el pueblo palestino. Este comportamiento, propio de la mafia, refleja la actitud histórica de los gobernantes coloniales, marcando un retorno a la época en que Occidente enviaba sus cañoneras para amenazar a nuestros países a comerciar en sus términos, en lugar de hacerlo en pie de igualdad. A esa conducta, durante el período colonial, se la llamaba “diplomacia de las cañoneras”. Hoy tenemos una versión actualizada: diplomacia de misiles nucleares.

La cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de 2025, realizada en La Haya, ofrece otro ejemplo de esta diplomacia de misiles nucleares. El comunicado final fue el más breve que se haya producido en una reunión de la OTAN, con apenas cinco puntos, dos de los cuales trataban sobre dinero. La Declaración de La Haya contó con solo 425 palabras, en contraste con las 5.419 palabras (44 párrafos) de la Declaración de Washington, emitida en la cumbre de 2024. Esta vez no hubo un análisis detallado sobre tal o cual amenaza, ni una evaluación extensa sobre la guerra en Ucrania o del apoyo ilimitado que le proporciona la OTAN. Mientras que la declaración de 2024 afirmaba que “el futuro de Ucrania está en la OTAN”, esa afirmación no aparece en la declaración de 2025. Lo que queda claro es que Estados Unidos no permitió una enumeración detallada de las obsesiones de la OTAN. En su lugar, se impuso la obsesión estadounidense: que Europa aumente su gasto militar para financiar el escudo protector que Estados Unidos extiende sobre el continente.

Presionados por Estados Unidos, los Estados miembros de la OTAN acordaron formalmente aumentar su gasto militar al 5 % de su Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2035. Considerando que muchos de estos países no han alcanzado siquiera el objetivo previo del 2 %, la medida probablemente desate intensos debates internos dentro de la alianza. Según nuestros cálculos, como muestra el gráfico no 5 de HECHOS, arriba, los países de la OTAN gastan actualmente 2,7 billones de dólares en guerras. Si aumentan su gasto militar al 5 % del PIB, esta cifra ascenderá a 3,8 billones de dólares, es decir, un billón más que en los años anteriores.

Aboudia Abdoulaye Diarrassouba (Costa de Marfil), Daloa 29, 2011.

¿Qué más podría hacerse con un billón de dólares? Para empezar, se podría erradicar el hambre a nivel mundial en un plazo de 20 a 25 años. Eliminar de inmediato el hambre infantil, o saldar, en poco más de una década, la totalidad de la deuda externa de los países en desarrollo, que asciende a 11,4 billones de dólares. En la actualidad, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no se alcanzarán para el año meta de 2030 y podrían retrasarse décadas, si no un siglo. Una de las áreas más alarmantes de retroceso es el ODS 2: Hambre cero. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que, en ausencia de crisis inflacionarias importantes o de alteraciones geopolíticas y geológicas, serían necesarios entre 40.000 y 50.000 millones de dólares adicionales al año para poner fin al hambre en el mundo. En lugar de ello, ese dinero se destina a destruir sistemas alimentarios, no a construirlos.

En 2024, el gasto militar mundial alcanzó los 3,7 billones de dólares. Ese mismo año, las Naciones Unidas aprobaron un presupuesto anual de apenas 3.720 millones de dólares (que incluye operaciones de paz). El presupuesto de la ONU, por tanto, representa solo el 0,1 % del presupuesto mundial en armamento. Resulta difícil observar estas cifras sin sentir la inutilidad de impulsar una agenda de paz entre los pueblos y diplomacia entre los Estados. Hay tanto por resolver y, sin embargo, se hace tan poco, dentro de este marco limitado, para abordar estos problemas.

Los Estados miembros de la OTAN aceptaron sin objeción el mandato del presidente estadounidense Donald Trump de aumentar el gasto militar al 5 % de su PIB. Debido a sus diversas restricciones neoliberales de deuda, tendrán que recortar el gasto social para financiar la producción y compra de armas. Alemania, que tiene el PIB más alto de Europa, sigue sumida en graves problemas sociales: por ejemplo, el 21,1 % de su población enfrenta riesgo de pobreza o exclusión social. El gobierno alemán, liderado por el canciller Friedrich Merz, ha prometido destinar 650.000 millones de euros en los próximos cinco años al gasto militar para alcanzar la meta del 5 % en 2035, una cifra que incluso el Financial Times califica de “asombrosa”. Para alcanzar esta promesa, Alemania necesitará recaudar unos 144.000 millones de euros anuales, principalmente mediante reasignaciones presupuestarias. Es decir, austeridad y más préstamos, o sea deuda, (el aumento de impuestos es poco probable, incluso en la forma regresiva del impuesto al valor agregado sobre el consumo).

En otras palabras, lo que Europa y Estados Unidos han adoptado es el camino de la austeridad y la guerra. Esa es su promesa al mundo para los próximos años. Mientras tanto, en la 17ª Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro (Brasil), los países BRICS+, que ahora incluyen a Indonesia, optaron por una visión distinta. Su declaración abogó por programas “en beneficio de nuestros pueblos mediante la promoción de la paz, un orden internacional más representativo y justo, un sistema multilateral revitalizado y reformado, desarrollo sostenible y crecimiento inclusivo”. Las palabras clave aquí son paz y desarrollo.

Esa es la disyuntiva que se nos plantea: austeridad y guerra, por un lado, o desarrollo y paz por el otro.

Frente a esta disyuntiva, nos indignamos, lloramos, salimos a las calles y nos negamos a aceptar cualquier camino que no sea el de la paz. Así se sentía el poeta iraquí Badr Shakir al-Sayyab (1926–1964) en 1953, tras ser expulsado de Irak por su participación en la fallida intifada iraquí de 1952 contra la monarquía. Más tarde ese mismo año, en Teherán, fue testigo del golpe de Estado respaldado por la CIA que derrocó al primer ministro Mohammad Mossadeq y restauró al sha de Irán. En 1954, escribió el extenso poema “Armas y niños” (الأسلحة والأطفال). A continuación, compartimos un fragmento:

“Hierro”
¿Para quién es todo este hierro?
Para una cadena que se enrosca en una muñeca
una cuchilla sobre el pecho o la vena
una llave abre la celda de quienes no son esclavos
una noria que recoge sangre.
“Balas”
¿Para quién son todas estas balas?
Para lxs niñxs miserables de Corea
lxs trabajadorxs hambrientxs de Marsella
para el pueblo de Bagdad y tantos más
para quien quiera salvarse
Hierro
Balas
Balas
Balas
Hierro…
Oigo al comerciante
y a lxs niñxs riendo,
y como el filo que cae antes de que la víctima lo perciba,
como un relámpago que estalla en mi mente
como una pantalla, como una herida abierta que sangra—
veo cráteres retumbando—
llenando el horizonte—llamas y sangre
que caen como aguacero, desbordándolo todo
Balas y fuego. El rostro del cielo
frunce el ceño cuando el hierro lo sacude
Hierro y fuego, fuego y hierro…
¡Luego el impacto, luego la bomba!
Truenos por doquier,
cuerpos sin vida y los escombros de una casa.
Hierro viejo para una nueva batalla
hierro… para nivelar este desierto sin agua,
donde lxs niñxs dibujaron en la arena
y donde lxs mayores creían estar a salvo.
“Paz”
Como si la chispa de las letras
fuera sepultada por la oscuridad de las cavernas,
junto con las esperanzas del primer ser humano.
¿Qué figura inscribió en las piedras,
empujado por la muerte: es una victoria,
un anhelo por el mejor de los mundos?

Esa es la disyuntiva: hierro o paz, balas o desarrollo. No hay paz posible a través de las armas, ni desarrollo posible a través de las balas. Es una elección. Debemos participar en esa elección. El silencio conduce a las armas, a las balas, a la guerra; tu voz, si se alza con fuerza, junto a otras, quizás nos lleve hacia la paz y el desarrollo, hacia la risa de niñas y niños que juegan sin miedo al ocaso.

Cordialmente,

Vijay

Fuente: https://thetricontinental.org/es/ne...

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