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La liberación según Margaret Thatcher
Brigitte Vasallo
Voy a empezar quitando un tema de encima de la mesa: para la gente que entrará a los comentarios de este artículo, o a mis redes, para mandarme a leer a Nawal as Sadawi como si fuese un castigo o una plaga de langostas, aclaro que la he leído, que incluso la conocí personalmente, y que discrepo con su análisis de las cuestiones del cuerpo porque, además de decir que el velo es patriarcal, también dice que los tacones son una forma de esclavitud y que el velo posmoderno es el maquillaje. Y yo, que ni uso hiyab ni tacones ni maquillaje, creo que el patriarcado no está en las cosas sino en su ejercicio, en el método y el contexto, y que analizar los objetos como si fuesen buenos o malos es un callejón sin salida: resultón pero sin salida.
Este, en cualquier caso, no es artículo sobre el velo sino sobre la intervención del Estado en el cuerpo de las mujeres.
El debate en Europa sobre el hiyab está construido sobre trampas discursivas. Para las que pensamos que el patriarcado se sustenta en la universalidad —el pater de la palabra es dios, el Estado y el padre, ese triunvirato, decidiendo en función de su propio y único criterio sobre la vida de los y las demás—, el debate sobre el velo corresponde a quien lo vive y solo a ellas: las musulmanas de práctica, de contexto, de herencia. Lo contrario, por mucho que lo hagamos las mujeres, es patriarcal en su estructura.
Ante los artículos de mujeres musulmanas a favor o en contra del velo nos corresponde leer, escuchar, agradecer que compartan su pensamiento con nosotras, aprender. Sé que muchas feministas saltarán aquí: ¿cómo que no tengo derecho a opinar? Seguramente este es el abismo más infranqueable entre dos maneras de entender la liberación: considerar que un cuerpo liberado es un cuerpo que hace lo que yo personalmente creo correcto, un cuerpo que me obedece porque mi opinión vale más y vale para todo el mundo, o considerar que todes vivimos en condiciones de posibilidad y que nuestro trabajo es, si acaso, ampliar esas posibilidades para que nuestras elecciones, las de cada cual, tengan un catálogo lo más amplio posible.
El debate sobre el hiyab, sea como fuere, viene con otra trampa en forma de falacia de correlación y que consiste en presentar dos ideas como necesariamente ligadas cuando lo tramposo es, justamente, esa correlación. En este caso, se plantea el rechazo al velo y su prohibición como correlativas, como si fuesen una sola cosa, cuando en verdad son dos temas bien diferentes. Y, por la misma lógica, se entiende el rechazo a la prohibición como un apoyo al velo cuando, de nuevo, son dos cosas distintas. Shirin Ebadi, Fatema Mernissi o Mona Eltahawy, por citar algunos nombres, se han posicionado contra el velo, contra las políticas de los Estados obligándolo y también contra las políticas de Estado prohibiéndolo.
El deseo de legislarlo se sustenta en una muy arraigada concepción de que el velo es patriarcal per se, que es violencia machista. Y ahí se entra en una discusión acalorada y apasionada sobre la defensa de las mujeres en contra de ellas mismas, defenderlas castigándolas. Esta postura se fundamenta en la ignorancia respecto a la genealogía de las políticas contra el hiyab en Europa, que tienen sus raíces contemporáneas en la colonización europea del norte de África y de Oriente Medio. En Argelia, el ejército francés organizaba amplias campañas para obligar a las mujeres a sacarse el velo, porque el cuerpo de las mujeres, su conquista, forma parte de las conquistas territoriales como forman parte de ello las violaciones en contexto de guerra. Esa es la genealogía que heredamos las feministas blancas europeas y esa es la historia de la que debemos hacernos cargo. Otra cosa que solo se puede explicar a través de los mecanismos del racismo es la ira contra las mujeres musulmanas con hiyab que son consideradas, al mismo tiempo, como víctimas de ese mismo hiyab. Incluso si ese fuera el caso, ¿qué sentido tendría castigar a la persona que sufre violencia? Cuando estamos hablando de adolescentes en los colegios, niñas de 12, 13 y 14 años que son expulsadas de clase por llevar velo ¿esa expulsión las estaría favoreciendo? Cuando la edad escolar obligatoria son los 16, ¿qué pasa después con esas chavalas si realmente están en situación de violencia? ¿Las mujeres violentadas no tienen derecho a estudiar? ¿Se castiga con esto al supuesto padre maltratador, o al dios maltratador, o se está castigando a la niña?
Francia lleva 150 años de guerra contra las mujeres con velo, pero no hay estadísticas que demuestren que las expulsiones de las escuelas, que han sido muchas, hayan reducido la violencia machista. ¿Se está estudiando el fracaso escolar de las chavalas que se ven envueltas en esos follones? ¿Qué supone para una adolescente ser expulsada del colegio a mitad del curso, como ha sucedido en España en numerosas ocasiones? Me sorprende, la verdad, no ver más voces alzándose: esto no es opinar sobre el velo, es decir alto y claro que castigar a las musulmanas en nombre de los derechos del resto de las mujeres no nos hace más libres, que no en nuestro nombre. Es lo que llamé purplewashing hace años, cuando aún pensaba que decir las cosas en inglés las hacía más comprensibles y no menos.
En el feminismo blanco, sin duda, tenemos un problema especialmente grave y desesperante de supremacismo. Es el feminismo del mandar, el feminismo que quiere sustituir el patriarcado por una panda de mujeres haciendo de señores, unas Margaret Thatcher, como si eso cambiase algo fundamental y no solo contingente. ¿No todo el feminismo blanco es así? No, amigas, no todo, pero no vamos a hacer aquí un #notall con el panorama desolador que tenemos. Desgraciadamente, sin embargo, la cuestión de la islamofobia traspasa la blanquitud e incluso en contextos donde está muy elaborada la cuestión del racismo, la islamofobia encuentra sus grietas pues forma parte del racismo pero tiene sus propias lógicas. Una de ellas es creer que el Islam es una especie de ideología, y que quien la “escoge” tiene que asumir las consecuencias, mientras que el racismo y la racialización son cuestiones estructurales que no dependen de la voluntad de la persona. Es una hipótesis. Curiosamente esa idea del Islam es islamófoba en sí misma.
Laicas son las escuelas, no las personas
Ligada con esto está la cuestión de la laicidad, algo que nos carcome el entendimiento en los movimientos sociales de izquierdas de todo tipo. Pero de nuevo hay una confusión: laico tiene que ser el Estado y sus instituciones, no sus ciudadanos; laica tiene que ser la escuela, no las personas que la integran. Precisamente lo que hace la laicidad es garantizar que nadie impone su religión a los y las demás, una imposición que no sucede con el simple ejercicio de la propia identidad.
Paradójicamente, si es la laicidad la que impone su ser laico al alumnado, la laicidad está ejerciendo de religión, otra Margaret Tatcher. La escuela y el Estado están lejos de ser laicos pero estamos gastando las energías en discutir si las alumnas musulmanas tienen derecho a ser ellas mismas y recibir educación reglada o tienen que escoger entre los estudios y la propia identidad, nada menos. Si de verdad nos preocupan tanto las musulmanas como se podría deducir del volumen de este debate, debería preocuparnos más la islamofobia y menos su ropa.
Este no es un artículo sobre el velo. Porque el debate sobre el velo tampoco es un debate sobre el velo sino un ejercicio de poder, un abuso del mismo, una demostración de quién manda aquí, de quién tiene derecho a opinar sobre todo y quién no tiene derecho a hablar.
Tuve la suerte de coincidir hace unos meses con Suhaiymah Manzoor-Khan: sus trabajos, en multitud de formatos, son de una clarividencia emocionante. En ellos afirma que la islamofobia no es una fobia sino una forma de gobierno y elabora todo un pensamiento relativo a la ininteligibilidad y las posibilidades (epistémicas) que se abren tanto al ser vista como al no ser vista. Manzoor-Khan decía en aquella ocasión que la islamofobia también interviene y persigue su propia relación personal e íntima con lo divino. Y eso no me parece poca cosa tampoco. Aunque yo, personalmente, ni lleve tacones, ni crea en dios.
Argentina: Vialidad Nacional removió un monumento en homenaje a Osvaldo Bayer en Santa Cruz
Qué ingenuos los gobernantes
Entre obreras, entre obreros;
Si pateás el hormiguero
Está más vivo que antes.
Soberbio como ignorante
El poder siempre cayó.
La historia nunca olvidó
Y podrán estos jumentos
Ocultar tus monumentos
Pero tus ideas no.
Wilson el Payador
Vialidad Nacional removió este martes 25 de marzo el monumento en homenaje al historiador Osvaldo Bayer, que se encontraba emplazado en el ingreso de la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Según pudo observarse en imágenes que se viralizaron en redes sociales, una pala mecánica del organismo nacional manejada por trabajadores despejaron el sitio en donde se encontraba la figura del recordado historiador, formada por una estructura de metal que en la base tenía la leyenda “Bienvenido, está ingresando a la tierra de la Patagonia Rebelde”, en alusión a una de sus obras más recordadas.
El monumento de homenaje a Bayer había sido inaugurado dos años atrás, el 24 de marzo de 2023, por impulso de la ex gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Se había erigido en el Puesto Güer Aike, ubicado en la Ruta Nacional N°3 de la ciudad de Río Gallegos con motivo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Según pudo saber este medio, había coincidencias en la delegación local en que el monumento no tenia la habilitacion correspondiente y al estar en zona de caminos se decidió “la remoción del mismo y posterior normalización de la zona.
Las fuentes consultadas explicaron, además, que la estructura era considerada peligrosa, se asentaba en una zona de camino, y no cumplía con las normas establecidas. Agregaron, además, que esta acción se tomó para mejorar la organización del área y optimizar los espacios de vialidad nacional. Por otro lado, indicaron que se proyectan mejoras en el nudo y el distribuidor vial para facilitar el acceso a los edificios ocupados por la gendarmería y la policía provincial.
Desde la gestión provincial, el vicegobernador Fabián Leguizamón emitió un comunicado en el que lamenta la decisión de remover la estructura. “El monumento erigido en su honor simbolizaba no sólo su figura, sino también la resistencia, la memoria histórica y la necesidad de no repetir los errores del pasado. Su destrucción no hará retroceder nuestro compromiso con la verdad, sino que reafirma nuestra decisión de mantener viva la memoria de quienes dieron su vida por una sociedad más justa”, manifestó Leguizamón en un comunicado difundido por el sitio oficial del Gobierno de Santa Cruz.
- Así era el monumento a Osvaldo Bayer que removió Vialidad Nacional en Santa Cruz
El recuerdo de Osvaldo Bayer
Osvaldo Bayer, periodista, escritor, historiador y uno de los intelectuales más reconocidos de Argentina, falleció a los 91 años el 24 de diciembre de 2018. Nacido en Santa Fe en 1927, Bayer fue una figura clave en la crítica política y social del país, identificado por su postura anarquista y pacifista. A lo largo de su carrera, se destacó por su gestión de contenidos periodísticos que cuestionaron a los poderes de turno.
Su legado como historiador se cimentó con su obra más conocida, Los vengadores de la Patagonia trágica, un exhaustivo trabajo de investigación sobre los sucesos de la matanza de obreros patagónicos en la década de 1920, que lo obligó a exiliarse en Berlín Oeste debido a la persecución de la Triple A durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón. Además, Bayer dejó una huella en el cine como guionista de La Patagonia rebelde, basada en su libro, que ganó el Oso de Plata en la Berlinale de 1974.
A lo largo de su vida, Bayer mantuvo una postura independiente, siempre crítico de la política y la sociedad, defendiendo con fervor los derechos humanos y la justicia social. Fue autor de varios libros, entre ellos Los anarquistas expropiadores y otros ensayos y Fútbol argentino. Su compromiso con los más humildes y su lucha contra la injusticia lo convirtieron en una figura en la historia intelectual argentina.
Fuente: https://www.infobae.com/politica/20...
Osvaldo Bayer volverá a su lugar!!!
Marcelo Valko
Antonio Gramsci antes de morir en 1937 escribe una de esas frases visionarias y definitivas, que no pierden vigencia ni actualidad: “Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer. Entre tanto, surgen monstruos”. Y tiene toda la razón. En aquel momento el mundo se preparaba para una noche muy negra de dolor y espanto. Hoy, soplan vientos de un neoliberalismo extremo y extremista. Sin ánimo de comparar un periodo con otro, observamos similitudes de intolerancia y afinidades de absoluto autoritarismo. Como diría Giambattista Vico el corsi e ricorsi de la historia no avanza de forma lineal, sino en ciclos que se repiten, de avances y retrocesos. Flujos, recurrencias y reflujos de la historia que el día de ayer con la movilización masiva en todo el país por el Día de la Memoria, Verdad y Justicia parece comenzar a revertirse.
Un mar de gente se movilizó en Mar del Plata, Rosario, Bariloche, Córdoba y una cantidad de localidades como Chivilcoy o Bolívar por citar algunos puntos donde se marchó contra el absurdo negacionismo de un gobierno que desconoce la realidad de jubilados, la elección sexual de las personas, que atenta contra la salud, educación, economía familiar, ignorando el cambio climático y también deshecha la verdad histórica.
El gobierno y sus lacayos habrán percibido algo y el temor y temblor los llevó a perpetrar no solo el absurdo video referido al 24 de marzo, sino también a cometer otro acto repudiable. En la entrada de la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, a modo de bienvenida, un monumento levantado a su memoria el 24 de marzo de 2023 homenajeando al escritor Osvaldo Bayer que desnudó una carnicería deplorable perpetrada por el gobierno de Irigoyen en 1920/1921 con el fusilamiento de mil quinientos obreros de estancia en Patagonia, fue derribado como se aprecia en estas fotos. Lo cometieron el día 23 de marzo y mandaron nada menos que a Vialidad Nacional a destruirlo, cuya función es otra bien diferente. Que lo hayan perpetrado un día antes del 24 es todo un símbolo y mensaje. Incluso, lo dejaron plasmado por escrito en la “pagina libertaria de ElDiario Santa Cruz” donde entre una serie de falacias balbucean que “esta estructura más que un homenaje era parte de la propaganda ideológica que el kirchnerismo impuso al espacio público”.
Todos los que conocieron al minucioso investigador Osvaldo Bayer, saben tanto de su honestidad intelectual a toda prueba como de su amor por la hermosa Patagonia. Una persona que resiste cualquier archivo, siempre mantuvo su postura de anarquista libertario (auténtico, no como este corso de disfraces que usurpa ese nombre). Era de esas personas que “nunca se casó con nadie” que estuviese en el poder. Y eso que intentaron tentarlo. Por eso tuvo que exiliarse con su familia cuando el gobierno de Isabel Perón/López Rega lo amenazó de muerte en los comienzos del espanto que luego se esparció en nuestro país. Nunca fue ni peronista, radical, ni tampoco kirchnerista. Todos lo saben. Yo fui su amigo casi 20 años.
Que derriben el monumento alegando tales sandeces indigna, irrita y subleva la conciencia, y su honesta memoria no lo merece. En el país existen bibliotecas públicas que llevan el nombre de Bayer, e incluso cuatro ciudades llevan su nombre en sus calles como Puerto Deseado, Pirámides, Calafate y Gobernador Gregores, todas de la Patagonia, una región donde Osvaldo Bayer tiene especial ascendencia. Allí los vecinos lograron dejar atrás, siempre en forma democrática, al general Julio Roca para reemplazarlo por Escritor Osvaldo Bayer. Que un país baje a un militar para subir a un escritor es un sueño hecho realidad. Pero nuestro país, tiene inmensos logros, un potencial que no debemos olvidar, menos ahora: en Argentina Videla murió en prisión, mientras que en Chile, Pinochet fallece como senador vitalicio. No hay que desanimarse y seguir y avanzar.
Pero está visto que en estos tiempos brutos, donde le dan un palazo en la cabeza a una jubilada de 81 años que cae desvanecida en el Congreso todo puede pasar. Pese a que esta nota está escrita, a minutos de conocer esta aberración contra la historia, estoy persuadido, que esta hermosa imagen de Bayer volverá a su sitio más temprano que tarde. La historia es larga y habrá rendición de cuentas. Para finalizar, vale la pena volver a recordar que a Gramsci que señalaba: “la indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa”. Memoria, Verdad, Justicia. Son 30.000. Fue genocidio. Es lento, pero viene…
Elx per la Pau... i contra la guerra
Sin respuesta de la Universidad: Silencio ante el genocidio
Por Red Universitaria por Palestina
https://www.redxpalestina.org/
"Gaza no tiene garganta,
son los poros de su piel los que hablan,
de sudor, sangre y fuego"
Silencio para Gaza (Mahmoud Darwish)
El 18 de marzo el Estado sionista israelí decidió romper el alto el fuego y bombardeó de nuevo Gaza asesinando a más de 634 personas, más de 183 de ellas niños y niñas, e hiriendo a otras 1172. No ha habido ningún comunicado de condena por parte de las universidades españolas, ni del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ni del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El pasado noviembre, el profesor, escritor y médico colombiano Víctor de Currea-Lugo cerraba su contribución en las jornadas “La Universidad ante el Genocidio”, preguntándonos: “¿Después del genocidio en Gaza, tiene sentido hablar del derecho internacional?, ¿es posible hablar de los convenios de Ginebra después de Gaza?” Poco antes, la escritora y antropóloga argentina Rita Segato adelantaba la respuesta: “El Estado de derecho siempre tuvo una naturaleza ficcional. Pero la ficción existía y era creída. Como ficción y como creencia cumplía su papel en otorgar una gramática a la vida social y a las relaciones internacionales. Esa gramática ya no existe”.
Interpelando a ese conjunto de reglamentaciones jurídicas que dan forma al derecho internacional, Rita Segato reconoce que la complicidad occidental con el genocidio en la franja de Gaza, extendido a Cisjordania, Líbano y Siria, ha acabado por tumbar definitivamente ese frágil y sesgado marco del Estado de derecho occidental. Hoy, bajo el lema del rearme, la Europa burocrática del engaño, de la falsa moral, las apariencias vacías y los dobles raseros, en sus funciones como autoridad en la colonia, quiere imponer el poder de muerte que aplasta impunemente a Palestina, para golpear también a la población trabajadora en Europa, igualmente colonizada y amordazada por EE.UU. y el sionismo.
En solidaridad con el pueblo palestino, como pueblos unidos y dignos, hemos de activar la reconstrucción de nuestra convivencia común colectiva. Esta reconstrucción ha de comenzar en Palestina y por el pueblo palestino, tal como defiende la propuesta del Grupo de La Haya, constituido por nueve países del Sur Global. Una unión que exige el cumplimiento de la legalidad internacional, y con ello respetar el derecho inalienable del pueblo palestino a su autodeterminación demográfica, territorial, cultural, económica y política, estableciendo una Palestina sin apartheid, sin limpieza étnica, libre de colonialismo e imperialismo. Una unión de y por los pueblos soberanos que bloquee los planes criminales y aberrantes del proyecto genocida de EE.UU., bajo la complicidad y el apoyo de la Comisión Europea.
En el idioma colonial, que llevamos cinco siglos empleando, "pacificar" siempre ha significado "exterminar". Eso es lo que significa, en último término, "civilizar", cuando el civilizador decide acelerar la "GESTIÓN" a la que se declara "universalmente destinado". Hemos avanzado del cristianízate o te mato, hasta el democratízate o te mato (Grosfoguel, 2016). Somos una sociedad GESTORA de muerte que lleva tiempo mirando al abismo al que le precipita su propia sed de sangre. Trump es el síntoma de un recorrido imparable, imperdonable e indefendible. Se llama colonialismo y es la ultraviolencia inherente a la condición imperialista del axioma del capital y la cosificación de la vida, sintetizada en delirios como el plan integral urbanístico de Gaza.
Durante los infames 15 meses de genocidio -que dan continuidad a los 77 años de violencia, asesinatos y ocupación contra Palestina y su pueblo-, sumados a los escasos tres meses de un alto el fuego, que Israel ha violado sistemáticamente desde su inicio, y que definitivamente rompió la pasada noche entre el 17 y 18 de marzo, los estados europeos han sido cómplices ejecutores con la barbarie y la criminalidad. En sus obligaciones han desobedecido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que, bajo la opinión consultiva del pasado 19 de julio de 2024 dictaminó que “todos los Estados tienen la obligación de no prestar ayuda o asistencia para mantener la situación creada por la presencia ilegal de Israel en el Territorio Palestino Ocupado (TPO)”.
Desde el 7 de octubre de 2023, la Comisión Europea no sólo no ha suspendido la financiación a las instituciones y centros de investigación comprometidos con la ocupación ilegal, sino que ha inyectado 126 millones de euros de los fondos del programa Horizon Europe a la industria israelí, incluyendo a Israel Aerospace Industries (IAI), una de las mayores empresas armamentísticas de Israel. La misma Comisión Europea mantiene firmemente el Acuerdo de Asociación UE-Israel, aún cuando las acciones del Estado sionista violan ampliamente todos los artículos esenciales de dicho acuerdo.
Localmente, el Estado español, con su farsa de reconocer un Estado palestino ocupado, estrangulado y abandonado, ha continuado colaborando y alimentando con recursos militares al Estado sionista durante el genocidio en curso. Mediante el uso de los puertos y aeropuertos españoles, el Gobierno de España ha permitido el envío de más de 60.000 piezas de armas desde EEUU hasta Israel desde enero de 2024 hasta la actualidad. Por su parte, el Estado supremacista y de apartheid liderado por Benjamin Netanyahu, cualidades que el historiador Ilan Pappé identifica con un “Estado de Judea” etnonacionalista fuera de la órbita del liberalismo político, ha reconocido al partido político VOX como uno de sus nuevos aliados estratégicos en esta nueva entente de la internacional reaccionaria.
El blanqueamiento del genocidio por occidente ya no escapa de sus falacias fundacionales. El genocidio ha sido reconocido por todas las autoridades, expertos y expertas en la materia, advertido por la Corte Internacional de Justicia, así como concluido en los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Ante el despliegue de todos estos argumentos e informes que reconocen el genocidio contra el pueblo palestino, avalados por la orden de captura a Benjamín Netanyahu solicitada por la Corte Penal Internacional, la internacional reaccionaria liderada por la administración de EE. UU. responde a todas estas evidencias jurídicas sancionado a la propia Corte Penal Internacional.
Con todo ello, las instituciones soberanas, como son las universidades públicas del Estado español, tienen la obligación de cumplir los marcos legales internacionales, esos mismos que viola de forma sistemática el Estado sionista con total impunidad. Nuestro cometido principal, como Red Universitaria por Palestina (RUxP), implica exigir acciones concretas y efectivas a unas universidades, las nuestras, que en su disculpa no solo muestran complicidad con la más abominable y repudiable criminalidad, sino que también activan su propia autodestrucción.
El ataque a la soberanía pública de la gestión universitaria, en pleno desarrollo a través de la censura más atroz y disciplinante en ese ojo del huracán que ha sido siempre EE.UU., Europa y su colonialismo, aparecen como consecuencia del horror permitido y amparado en nombre de “la civilización”. La pasividad y la innacción de las instituciones ante el epistemicidio, el escolasticidio, ante el genocidio en curso en la franja de Gaza, en Cisjordania, y sobre toda la Palestina ocupada, rebota sobre la comunidad universitaria de EE.UU. en forma de amenazas, represión violenta y la rescisión de la financiación estatal, así como la deportación de toda la disidencia y de las voces críticas. EE.UU. pretende iniciar el desmantelamiento de toda gestión estatal de su sistema educativo. En nuestro estado, la desarticulación reaccionaria en la Comunidad de Madrid se materializa como plan de ataque a la independencia y la gestión pública de nuestras universidades y centros educativos. Unos ataques y una represión a la universidad pública que en España quiere ser capitalizada por los nuevos aliados del sionismo.
Sabemos que el desmantelamiento de la gestión pública de la educación, junto a la represión y la censura no son más que signos de debilidad y de miedo ante la nueva realidad que se impone: el derrumbe del imperialismo estadounidense que sostiene al estado de Israel. Los Estados de occidente, hasta ahora llamados democráticos y de libertades, se exponen ante el mundo como un “emperador desnudo”, como los verdaderos verdugos de este genocidio en el s.XXI.
Ante el genocidio la ley es clara, es el momento de romper todo tipo de relaciones, colaboraciones y actividades con cualquier institución de Israel. Es momento de ejecutar todas las sanciones diplomáticas y económicas sobre el estado invasor y colonial de Israel, tal como se ejecutaron contra Rusia al ocupar Ucrania. Unas acciones de ruptura de relaciones que en nuestro país ya han sido respaldadas por resoluciones judiciales, como la reciente sentencia a favor de las medidas de suspensión de colaboraciones con Israel por la Universidad de Granada, puesto que su cumplimiento queda recogido y obligado por el derecho internacional vigente. Cualquier complicidad y connivencia con el genocidio, como sucede en el caso de la Universidad de Oviedo y su apoyo al proyecto TICHE, financiado por el Fondo Europeo de Defensa, deberá ser denunciada ante los tribunales de justicia.
El pasado 7 de octubre de 2024, al cumplir un año de genocidio en curso, La Red Universitaria por Palestina mantuvo una reunión con la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE). En dicha reunión la RUxP presentó y envió un dossier con una serie de propuestas y medidas siguiendo las obligaciones jurídicas adquiridas por todos los estados, como terceras partes llamadas por la opinión consultiva de la CIJ, incluyendo, por tanto, a las universidades públicas de cada estado. La RUxP no ha recibido respuesta alguna. Tampoco ha recibido respuesta a las múltiples solicitudes de reunión enviadas desde entonces tanto a la CRUE, como a la Secretaria General de Universidades del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Ante un silencio que se completa viendo matar a niños y niñas inocentes sin más remordimiento que la pena inerme, como base humana de nuestras instituciones universitarias, de todo el personal que las sostienen, nosotras no vamos a permanecer ni en silencio, ni paralizadas. Por ello, la RUxP como fuerza creativa y constituyente exige tomar acciones concretas que juzguen, condenen y bloqueen el genocidio en Gaza, el ecocidio en Gaza, el epistemicidio en Gaza, el escolasticidio en Gaza, el feminicidio en Gaza, el domicidio en Gaza, … porque solo ante una solidaridad genuina, comprometida y completa tiene sentido hablar de humanidad.
La Red Universitaria por Palestina, desde 46 de las 50 universidades públicas del Estado español, EXIGE a los órganos de gobierno de sus universidades, a la CRUE y al Gobierno de España:
1. La condena clara, explícita e inequívocamente sujeta a la legalidad internacional del genocidio en la Franja de Gaza y de las políticas “inherentemente genocidas” (A/HRC/55/73) de la colonización de asentamientos, así como de la ocupación, el saqueo, la expulsión y el apartheid llevados a cabo por el estado de Israel en Palestina.
2. La suspensión de la participación en proyectos y colaboraciones como Horizon Europe, Erasmus+ y similares. Esto incluye la petición al gobierno y al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de la exclusión de las universidades y los centros de investigación israelíes de cualquier proyecto, contrato o convenio en el marco del Acuerdo de Asociación UE-Israel, por incumplimiento de sus cláusulas en materia de respeto a los Derechos Humanos.
3. Incorporar las cláusulas pertinentes de derechos humanos a todos los contratos u operaciones comerciales para señalar la obligación del cumplimiento del Derecho Internacional. Reafirmar o, en su caso, incluir en los estatutos de cada universidad el compromiso institucional de no participación en materia de aplicaciones y tecnologías militares, incluyendo el “doble uso”. Revisar y en su caso suspender los convenios de prácticas que mantienen nuestras universidades con empresas, entidades y/o instituciones israelíes, así como con empresas o subcontratas que colaboren con o se beneficien de la ocupación y el apartheid en los Territorios Palestinos.
4. Exigir a la UE el desarrollo de programas de colaboración en investigación tipo Horizon que contribuyan a la recuperación de las instituciones académicas palestinas, así como potenciar los programas de colaboración y movilidad con instituciones palestinas desde cada una de las universidades españolas.
5. Garantizar los derechos de la comunidad universitaria ante las denuncias y el acoso a personas, grupos e instituciones por parte de organizaciones vinculadas al estado y/o los lobbies sionistas, que vienen instrumentalizando las acusaciones de antisemitismo para perseguir, criminalizar y silenciar la visibilización y la defensa de los derechos humanos del Pueblo Palestino. Evitar asimismo la celebración de actos, jornadas o seminarios con participación de entidades o instituciones israelíes.
6. Apoyar oficialmente la propuesta a la Asamblea General de la ONU para retirar a Israel sus credenciales como estado miembro de las Naciones Unidas. Además, solicitamos, por parte del Gobierno de España, la adhesión al Grupo de la Haya.
Es el militarismo, amigo, el militarismo
¿Puede que si el militarismo es la solución para todo, realmente no solucione nada, sino que realmente sea el problema?
Pepe Ambrona
Política Noviolenta
George Bush padre se presentaba a las elecciones de 1992, contra Bill Clinton, con un 90 % de aprobación en su presidencia, récord histórico. Uno de los estrategas de la campaña de Clinton, James Carville, orientó la campaña del demócrata en torno a tres consignas clave: cambio vs. más de lo mismo; la economía, estúpido; no olvidar el sistema de salud. Ganó Clinton con un 49'73 % del voto contra un 33'88 % de Bush.
Hoy en día, el antimilitarismo nos enfrentamos al programa Rearme de la Unión Europea con la misma desventaja, como poco. Pero si nos damos cuenta, el argumentario no cambia demasiado, salvo unas pocas modificaciones.
En primer lugar, es necesario denunciar que si el militarismo y el aumento del gasto militar es siempre la solución para todo, parece que nos encontramos con el bálsamo de Fierabrás cervantino, la panacea contra todos los males, el ungüento amarillo de todas las decisiones políticas, que todo lo curan pero que no sanan nada.
Veamos. Durante la Guerra Fría era necesario rearmarse, remilitarizarse y aumentar el gasto militar constantemente para poder oponerse a la misma estrategia del otro bando. Resultado: se derrocharon miles de millones provocando sucesivas guerras entre los bloques en naciones interpuestas, por supuesto, sin permitir que mejorase el sistema de salud, la educación, la vivienda y muchas otras necesidades sociales.
Cuando se hundió el régimen soviético se siguieron aplicando las mismas fórmulas “milagrosas” y el mundo “unipolar de Estados Unidos” sufrió el golpe de 11-S. Quizá ahí hubiera sido el momento de cambiar de rumbo, pero se decidió militarizar y gastar más en lo militar. Comenzaron a hundirse o se hundieron varios países: Irak, Libia, Afganistán, Siria, ahora se unen Ucrania y Palestina, entre otros. Ni las supuestas victorias estadounidenses, ni las derrotas supusieron cambio de paradigma, ante cada una de ellas la clave volvió a ser remilitarizar. Daba igual el triunfo o la victoria, daba igual el coste que les suponía a las poblaciones de estos países, todos se encontraron volviendo a los niveles de desarrollo de la Edad Media. Nada mejoró salvo los dividendos de la industria militar.
La expansión de la OTAN supone optar por mayor gasto militar y por remilitarizar las sociedades de ambos lados de Atlántico. La invasión de Ucrania por Rusia en 2014 nos “obligó” a remilitarizar. La nueva invasión en 2022 tuvo el mismo efecto. La competencia China por la hegemonía mundial contra USA supone la remilitarización de ambos y, de paso, la europea. También el oso ruso da miedo y nos obliga a remilitarizarnos. El terrorismo yihadista merece la misma conclusión: remilitarizarnos.
En España tenemos el “enemigo” al sur. Cualquier compra de armamento de Marruecos supone reforzar nuestra opción por la militarización, la realidad de la migración desde África “nos obliga” a que debemos responder de manera militar y trasladar nuestras fronteras hasta Mauritania, Malí, República Centroafricana, etc., en lo que se ha dado en llamar militarmente como “Fronteras Avanzadas”.
¿Qué hemos resuelto con estas políticas? Nada. Tan sólo hemos gastado más en lo militar y no hemos conseguido ninguna mejora objetiva. Hemos retrasado nuestro desarrollo en gastos sociales en aras de la guerra.
Entretanto, ¿qué piensan Marruecos, Argelia, Mauritania, Malí, … de nuestros aumentos de gasto militar continuos y de nuestra continua militarización de cualquier aspecto de la economía y las relaciones internacionales? ¿Nos pueden ver, con objetividad, como enemigos agresivos? ¿Pueden querer defenderse ante nuestra continua militarización? ¿Lo harán militarizándose, aprendiendo de sus “maestros europeos”? Seguramente. Y ello provocará una nueva remilitarización europea, etc. Militarizamos las ayudas internacionales, las ayudas al desarrollo, las ayudas en las catástrofes.
Cuando Trump, en su primer gobierno, nos pidió más militarismo y más gasto militar, asentimos. Ahora que nos lo vuelve a pedir, aun dejando claro que cuestiona su lealtad hacia Europa, asentimos nuevamente. Si buscamos estar bajo el “ala protectora” de USA, nos militarizamos, ahora que se clama por ser autónomos de los vaivenes de Trump, lo hemos de realizar mediante la remilitarización.
Y nada se acaba de solucionar, nada mejora en la arena internacional. Y, ¿no será, que el problema es el militarismo, amigo, es el militarismo? ¿No habrá llegado la hora de cambiar de paradigma en las relaciones internacionales y abogar por la noviolencia? ¿No será el momento de buscar una alternativa que no sólo lo sea de nombre?
Urge un movimiento global por la paz
Redaccion
El mundo se tambalea entre el desastre ambiental y la locura bélica mientras los líderes políticos juegan con fuego.
En la Europa de 2025, se respira un aire denso, cargado de la misma premonición fatal que antecedió a las dos guerras mundiales. Como en 1913 y 1938, las alianzas militares y la política de bloques han convertido al continente en un polvorín listo para estallar. Pero esta vez, el fuego que se prenda no será sofocable: estamos en la era de las armas nucleares y el cambio climático descontrolado.
La lógica de los tratados de asistencia mutua, que supuestamente debían evitar la guerra, ha demostrado ser una farsa repetida. En la Primera Guerra Mundial, la muerte de un archiduque desató una reacción en cadena que devoró a millones. En la Segunda, la agresión a Polonia convirtió un conflicto regional en un infierno global. Hoy, la proliferación de alianzas militares y el rearme histérico de las potencias sugieren que la historia podría volver a repetirse, pero con consecuencias mucho más catastróficas.
El peligro no radica solo en el rearme acelerado. El cambio climático avanza sin freno y, en lugar de destinar recursos para mitigar su impacto, los estados se han lanzado a una carrera armamentística suicida. En 2024, el gasto mundial en defensa alcanzó los 2,1 billones de dólares, una cifra obscena cuando el planeta se enfrenta a sequías, incendios y desastres naturales de escala creciente.
Las cifras hablan por sí solas: Estados Unidos gastó 811.000 millones de dólares en defensa, triplicando a China, el segundo mayor inversor en armamento, mientras Europa aumentó su presupuesto militar a niveles no vistos desde la Guerra Fría. Mientras tanto, la ONU calcula que harían falta menos de 300.000 millones de dólares al año para garantizar la transición energética global y evitar el colapso ecológico.
GUERRAS ABSURDAS Y UN FUTURO CONDENADO
En el presente, dos conflictos concentran la atención global: la guerra en Ucrania y el genocidio en Gaza. Ambos podrían resolverse si los actores implicados abandonaran su estrategia de hostigamiento mutuo y priorizaran la paz sobre los intereses geopolíticos y armamentísticos.
Ucrania se ha convertido en el tablero de ajedrez de una disputa entre la OTAN y Rusia. La expansión de la Alianza Atlántica hacia el este, junto con la insistencia de Estados Unidos en mantener su hegemonía militar, ha empujado a Moscú a una guerra que ha devastado al pueblo ucraniano y fortalecido los discursos bélicos en toda Europa. En vez de buscar una solución diplomática, Occidente ha optado por alimentar el conflicto con miles de millones en armamento.
En Gaza, la situación es incluso más desesperante. Israel ha llevado a cabo una de las ofensivas más brutales de las últimas décadas, destruyendo ciudades enteras y asesinando a miles de civiles con el beneplácito de Washington y la Unión Europea. El papel de España ha sido tibio, con declaraciones vacías mientras sigue vendiendo armas a un Estado que practica una política de apartheid y exterminio contra el pueblo palestino.
Resolver estos conflictos es clave para evitar una escalada global, pero los intereses militares y económicos de las potencias impiden cualquier avance. Los gobiernos del mundo prefieren hundir a la humanidad en guerras interminables antes que enfrentarse a la crisis climática y la desigualdad rampante.
Si la comunidad internacional no impone un alto el fuego global y una desmilitarización progresiva, la escalada de tensiones nos llevará a una catástrofe. Es hora de reclamar un movimiento mundial por la paz que obligue a los gobiernos a reducir el gasto militar y destinar esos recursos a salvar el planeta. De lo contrario, el futuro será una distopía donde las guerras y el caos climático exterminarán a gran parte de la humanidad. El reloj sigue corriendo.
Preferiría esto antes de matar a los niños: Porqué algunos adolescentes israelíes están eligiendo la cárcel por encima del ejército
Kara Fox y Zeena Saifi, CNN
En una prisión militar en el centro de Israel, Itamar Greenberg, de 18 años, se sentó en un uniforme del ejército emitido por el ejército de EE.UU. mientras el blockbuster de Hollywood "American Sniper" brillaba desde la televisión de la sala de recs.
Pero Greenberg no es un soldado, y los uniformes de camuflaje del desierto son el único uniforme militar que el llamado refusenik -como se llama a los objetores de conciencia en Israel- ha usado alguna vez.
Greenberg ha estado entrando y saliendo de prisión durante el último año, cumpliendo un total de 197 días durante cinco sentencias consecutivas. A principios de este mes, Greenberg fue liberado de la prisión de Neve Tzedek por última vez.
Su crimen? Negarse a alistarse después de ser convocado para el servicio militar, que es obligatorio para la mayoría de los israelíes judíos -y algunas minorías- mayores de 18 años.
Greenberg dijo que su negativa a servir vino como la "culminación de un largo proceso de aprendizaje y ajuste de cuentas moral".
Cuanto más aprendí, más sabía que no podía usar un uniforme que simboliza matar y opresión, dijo, explicando que la guerra de Israel en Gaza -que fue lanzada después de que militantes liderados por Hamas atacaran el sur de Israel el 7 de octubre de 2023- consolidaron su decisión de negarse.
Hay genocidio, dijo. Así que no necesitamos buenas razones (para negarse).
El gobierno israelí ha negado vehementemente las acusaciones de que la guerra en Gaza equivale a genocidio contra el pueblo palestino.
La guerra, que se reavivó la semana pasada cuando Israel reanudó los ataques aéreos y las operaciones terrestres en Gaza tras un alto el fuego efímero, ha matado a más de 50.000 palestinos en 17 meses, según el Ministerio de Salud palestino.
Más de 670 personas han muerto y otras 1.200 han resultado heridas en Gaza desde el martes, cuando la campaña militar de Israel se reinició, según el ministerio de salud allí.
Quiero este cambio, y daré mi vida por ello, Greenberg dijo de su decisión de cumplir condena en prisión en lugar de servir con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Es una decisión que los objetores de conciencia como Greenberg no toman a la ligera, ya que rechazar el proyecto es esencialmente una elección de ostracización.
En Israel, el ejército es algo más que una institución. Es parte del tejido social, con el servicio militar y la identidad secular judeo-israelí profundamente entrelazada. Y comienza temprano: desde la escuela primaria, a los estudiantes se les enseña que algún día serán los soldados que protegerán a los niños como ellos, con soldados visitando aulas y escuelas explícitamente animando a los estudiantes a alistarse. A los 16 años, esos niños reciben sus primeras órdenes de reclutamiento, que culminaron con el reclutamiento a los 18. Muchos lo ven como un honor, un deber y un rito de paso.
Greenberg ha sido llamado judío auto-odiador, antisemita, partidario del terrorismo, y un traidor, dijo - incluso por familiares y amigos.
La gente me envía un mensaje en Instagram y dice que me matarán, como hizo Hamas a los israelíes el 7 de octubre.
En la cárcel, Greenberg fue puesto en confinamiento solitario después de recibir amenazas de otros reclusos, una medida que los funcionarios de la prisión le dijeron que era por su seguridad.
A pesar del ostracización social, él y lo que una red de organizaciones que apoyan a los objetores de conciencia es un número creciente de refuseniks.
Sus números siguen siendo excesivamente pequeños. Sólo una docena de adolescentes israelíes se han negado públicamente a alistarse por motivos concienzudos desde el inicio de la guerra, según Mesarvot, una organización que apoya a los objetores. Pero ese número es mayor que en años anteriores a la guerra.
Mesarvot dijo a CNN que hay muchos más "griy refuseniks" o, personas que reclaman exenciones de salud mental o general para esquivar el borrador y evitar la posibilidad de cumplir condena tras las rejas. Debido a la naturaleza de esas negativas, es imposible proporcionar números exactos.
Yesh Gvul, otro grupo anti-guerra que apoya a los objetores de conciencia, dijo a CNN que, en promedio, cada año, el 20% de los jóvenes obligados a servir se niegan a hacerlo, según cifras compartidas por el ejército israelí. Ese número, dijo Yesh Gvul, incluye tanto a los refuseniks como a los griegos.
El ejército israelí no publica cifras sobre la negativa al reclutamiento. CNN ha pedido a los militares israelíes esas cifras y comentarios.
Otros grupos han sido mucho más vocales que los refuseniks al negarse a participar en la tradición militar de Israel. Antes de los ataques del 7 de octubre, miles de reservistas que protestaban por el deseo del gobierno de debilitar al poder judicial dijeron que no se presentarían al servicio. Y durante meses, el país ha estado plagado de la conscripción de hombres ultraortodoxos que se niegan a entrar en el ejército porque están estudiando en escuelas religiosas.
Las opiniones de Greenberg son extremas incluso para la izquierda israelí cada vez más marginada. Las protestas masivas que se han vuelto comunes desde el 7 de octubre no son tanto contra los militares o la guerra, sino a favor de un acuerdo de alto el fuego para traer rehenes retenidos en Gaza. Pero Greenberg y otros refuseniks esperan que su movimiento pueda crear espacio para un diálogo más convencional sobre los escollos de una sociedad militarizada.
Si me uno al ejército, sólo seré parte del problema. Personalmente prefiero ser parte de la solución, dijo Greenberg, señalando que puede que no viva para verla.
A group of refuseniks prepare for their weekly demonstration in central Tel Aviv on Saturday.
El sábado, alrededor de una docena de esos rechazados se reunieron en la sede de la coalición política de izquierda Hadash para preparar su manifestación semanal en el centro de Tel Aviv.
Fumando un cigarrillo enrollado en el balcón del edificio con un puñado de otros objetores de conciencia, Lior Fogel, un joven de 19 años de Tel Aviv, dijo que siempre había tenido problemas con el ejército como institución, basado en la violencia y la fuerza, y logró que un psiquiatra la firmara con una condición de salud mental para salir del servicio.
Ella le dijo a CNN que sólo después de recibir su exención del ejército comenzó a entender el papel que los militares juegan en la violencia sistémica cotidiana de los palestinos en Israel y los territorios ocupados. Esa injusticia, dijo, impulsa su activismo hoy.
Múltiples organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, han dicho que el trato de Israel a los palestinos constituye apartheid. Israel ha denunciado esa caracterización como antisemita.
El sistema de apartheid y el mantenimiento de esta norma que oprime activamente a otro grupo no se puede defender. No sólo es inmoral y generalmente horrible, sino que terminará volando en tu cara.
Mientras Fogel y los demás marchaban a la calle Begin para unirse a miles de personas de todos los sectores de la sociedad que se manifestaban bajo un paraguas de pro-democracia y anti-guerra, ella también reconoció que las opiniones de los refuseniks siguen siendo marginales.
Aún así, los activistas podrían estar cumpliendo su momento.
La rabia contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alcanzó esta semana un tono de fiebre entre decenas de miles de manifestantes que creen que está empleando medios cada vez más antidemocráticos para mantenerse en el poder, y que cuestionan qué espera lograr con una renovada campaña militar que casi año y medio de guerra implacable no lo ha hecho.
Muchos culpan a Netanyahu de priorizar su supervivencia política sobre la seguridad de su país y dicen que la renovada campaña militar pone en peligro groseramente la vida de los 24 rehenes vivos que se estima que Hamas y sus aliados mantienen en Gaza.
El sentimiento marca un giro significativo en el conflicto, y uno que rechaza la esperanza dará a los israelíes que están considerando negarse a servir en protesta por la renovada campaña militar el poder de actuar - independientemente de la persuasión política.
Cuando Israel reinicie la lucha, mucha gente, no radical o izquierda, pero la gente que apoya el alto el fuego y los rehenes pueden decir ahora, nos negaremos, incluso si no les importan los palestinos, dijo Greenberg.
La negativa es ahora menos tabú. Por lo tanto, pueden utilizar esta herramienta que desarrollamos - aunque piensen que somos locos y traidores - cuando ellos piensan que es correcto, agregó.
Otro refusenik en la manifestación, Iddo Elam, de 18 años, que cumplió condena en prisión por su negativa, le dijo a CNN: "Preferiría esto por matar a los niños". Según UNICEF, más de 14.500 niños han muerto en Gaza desde el inicio de la guerra.
Elam dijo que esperaba que su protesta ayudara a sus compatriotas israelíes a entender que el dolor de los palestinos es lo mismo que los israelíes.
Cuando otro asistente de la protesta más amplia escuchó a Elam hablar, interrumpió para insistir en que el punto de vista de los adolescentes no es representativo de la sociedad israelí, y dijo: "Eso no es cierto". Es una minoría, y sus puntos de vista no representan lo que todos los demás piensan.
Pero otros se mantuvieron firmes en apoyo de docenas de objetores que coreaban "paz, igualdad, justicia social" y sostenían pancartas que decían "rechazar la guerra", se movilizaron por la paz.
Rakefet Lapid, cuyos dos hijos también se negaron al servicio años antes de la guerra, y cuya familia vive en uno de los kibutz que fue atacado por Hamas el 7 de octubre dijo: "Me alegro de que todavía sean algunos jóvenes dispuestos a decir eso".
Pero siento que sean una pequeña minoría, añadió.
A 16-year-old soon-to-be refusnik plays the snare drums alongside fellow anti-war activists in Tel Aviv on Saturday.
Greenberg dijo que eligió hacerlo público porque quería mentir.
Pero un joven de 16 años que pidió no ser nombrado, dijo a CNN que aunque sabe que rechazará el borrador cuando llegue su momento, todavía está decidiendo cómo.
Mientras que el adolescente ha asegurado papeles de un psiquiatra que dice que tiene problemas mentales que no le permiten servir, dijo que su razón no se debe a su salud mental, sino a su perspectiva política.
Si estoy saliendo en mis problemas mentales, entonces es como decirle al ejército: "Yo soy el problema, no tú", dijo.
El Sr. Mick Krever contribuyó a este informe.
Decimos no a la guerra y al gasto militar
(més baix, en valencià)
Estamos siendo testigos de cómo, en estos días, con la excusa de la guerra de Ucrania, las élites políticas y económicas de Europa, y también del estado español, tratan de preparar a la opinión pública para la militarización social, para el desmantelamiento de los servicios públicos, para grandes aumentos del gasto militar y, finalmente, para la participación en futuras guerras contra enemigos imprecisos.
La Presidenta de la Comisión Europea anunció recientemente que la Unión va a dedicar al rearme 800.000 millones de euros de los fondos de cohesión. El gobierno español de PSOE y Sumar, con el apoyo de los partidos de derecha, no solo es incapaz de criticar este expolio de recursos públicos que irán a parar a las manos de los señores de la guerra, sino que, además, intenta convencer a la ciudadanía española de la necesidad de aumentar drásticamente el gasto militar estatal.
Definitivamente, la Europa de los banqueros y mercaderes de armas, en clara alianza con el complejo militar-industrial de los Estados Unidos de Norteamérica, y con la imprescindible colaboración de la clase política de nuestro continente, ha dado un paso adelante en su deseo de que la Unión Europea sea un espacio militarizado y empobrecido, subordinado a los negocios de unas cuantas empresas.
Como seres humanos amantes de la Paz y la Justicia, que deseamos legar un mundo mejor a nuestras hijas e hijos, nos oponemos rotundamente a todos estos planes demenciales. No estamos dispuestas a que quienes nos gobiernan sigan desmantelando la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, las infraestructuras... con la excusa de que hay que hacer frente militar a poderosos enemigos. No creemos que tal amenaza exista, y no es nuestro deseo enemistarnos con las personas de otros pueblos vecinos. Nuestro verdadero enemigo es la pobreza, la insolidaridad, la desatención de las personas vulnerables, el deterioro de los sistemas de salud, el colapso del medio ambiente...
No estamos dispuestas a aceptar las razones de esos agentes de dentro y fuera de nuestras fronteras que tratan de vendernos miedo para que compremos sus armas y sus guerras. Nuestros hijos e hijas no han nacido para ser carne de cañón en ninguna carnicería militar. No estamos dispuestas a permitir que se desmantelen los servicios necesarios de nuestra sociedad para engordar sus cuentas de beneficios.
El momento actual, de ninguna manera, requiere el aumento del presupuesto militar. Lo que realmente se necesita es un proceso de desarme que permita atender las verdaderas necesidades de la sociedad. En lugar de apostar por la escalada armamentística y las soluciones bélicas, debemos comprometernos con la Paz; con la justicia social dentro y fuera de nuestras fronteras, con el diálogo y el encuentro con todos los pueblos y culturas que nos acompañan como humanidad.
Por todo ello decimos alto y claro: ¡No al gasto militar! ¡No a la guerra!
Diem no a la guerra i al gasto militar
Estem sent testimonis de com, en estos dies, amb l'excusa de la guerra d'Ucraïna, les elits polítiques i econòmiques d'Europa, i també de l'estat espanyol, tracten de preparar a l'opinió pública per a la militarització social, per al desmantellament dels serveis públics, per a grans augments del gasto militar i, finalment, per a la participació en futures guerres contra enemics imprecisos.
La Presidenta de la Comissió Europea va anunciar recentment que la Unió dedicarà al rearmament 800.000 milions d'euros dels fons de cohesió. El govern espanyol de PSOE i Sumar, amb el suport dels partits de dreta, no sols és incapaç de criticar este espoli de recursos públics que aniran a parar a les mans dels senyors de la guerra, sinó que, a més, intenta convéncer a la ciutadania espanyola de la necessitat d'augmentar dràsticament el gasto militar estatal.
Definitivament, l'Europa dels banquers i mercaders d'armes, en clara aliança amb el complex militar-industrial dels Estats Units, i amb la imprescindible col·laboració de la classe política del nostre continent, ha fet un pas avant en el seu desig de que la Unió Europea siga un espai militaritzat i empobrit, subordinat als negocis d'unes quantes empreses.
Com a éssers humans amants de la Pau i la Justícia, que desitgem transmetre un món millor a les nostres filles i fills, ens oposem rotundament a tots estos plans demencials. No estem disposades al fet que els qui ens governen continuen desmantellant la sanitat, l'educació, les prestacions socials, les infraestructures... amb l'excusa que cal fer front militar a poderosos enemics. No creiem que tal amenaça existisca, i no és el nostre desig enemistar-nos amb les persones d'altres pobles veïns. El nostre veritable enemic és la pobresa, la insolidaritat, la desatenció de les persones vulnerables, la disminució dels sistemes de salut, el col·lapse del medi ambient...
No estem disposades a acceptar les raons d'eixos agents de dins i fora de les nostres fronteres que tracten de vendre'ns por perquè comprem les seues armes i les seues guerres. Els nostres fills i filles no han nascut per a ser carn de canó en cap carnisseria militar. No estem disposades a permetre que es desmantellen els serveis necessaris de la nostra societat per a engreixar els seus comptes de beneficis.
El moment actual, de cap manera, requerix l'augment del pressupost militar. El que realment es necessita és un procés de desarmament que permeta atendre les veritables necessitats de la societat. En lloc d'apostar per l'escalada armamentística i les solucions bèl·liques, hem de comprometre'ns amb la Pau; amb la justícia social dins i fora de les nostres fronteres, amb el diàleg i la trobada amb tots els pobles i cultures que ens acompanyen com a humanitat.
Per tot això diem alt i clar: No al gasto militar! No a la guerra!
'No en mi nombre': Un llamamiento a las comunidades judías de Europa
La farsa militar de Sumar: Ha aprobado gasto militar extra por 14.000 millones en esta legislatura
Munición pesada, granadas, modernización de sistemas de misiles o cazas de combate. El rearme de España se ha consolidado en la presente legislatura, que arrancó oficialmente el 21 de noviembre de 2023, con notables partidas destinadas al Ministerio de Defensa. Desde entonces, los sucesivos Consejos de Ministros han aprobado partidas por valor superior a los 14.000 millones de euros destinados al departamento dirigido por Margarita Robles; varios de ellos, de incontestable calado armamentístico para las Fuerzas Armadas. Y se ha llevado a cabo con la presencia de Sumar en el Gobierno, pese a la actual oposición manifestada por Yolanda Díaz al aumento del presupuesto militar.
Vozpópuli ha cotejado todas las referencias de los sucesivos Consejos de Ministros que se vienen celebrando desde el 22 de noviembre de 2023. Esa fue la primera reunión del Ejecutivo en la presente legislatura, con un Gobierno de coalición integrado por el PSOE y Sumar. Las fricciones entre ambas formaciones son evidentes en asuntos militares. Más aún teniendo en cuenta que los de Yolanda Díaz votaron esta misma semana en el Congreso de los Diputados a favor de la salida de España de la OTAN.
Desde entonces se han aprobado 99 referencias relacionadas con gastos presupuestarios del Ministerio de Defensa, o bien de transferencias desde otros departamentos -principalmente, Hacienda- en beneficio de la cartera que articula las necesidades y actuaciones de las Fuerzas Armadas españolas. Y todas ellas suman un total de 14.063.203.121,35 euros.
Aumento de gasto militar
Esta partida tan cuantiosa no redunda en una ejecución inminente de los contratos o transferencias autorizados. Cabe recordar que el presupuesto anual de Defensa en España ronda los 20.000 millones de euros, el equivalente al 1,28% del PIB. Tanto la Unión Europea como la OTAN presionan para alcanzar el 2% a la mayor brevedad posible, con el objetivo de suscribir un nuevo compromiso entre todos los aliados que supere el 3%.
Con un más que previsible bloqueo en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno de Pedro Sánchez busca las fórmulas necesarias que permitan un incremento militar inmediato -el propio Sánchez advirtió que rechazaba el término “rearme”, a pesar del evidente refuerzo en las capacidades de las Fuerzas Armadas-. Y lo hace con la oposición de sus socios habituales en el Congreso, desde las formaciones independentistas y separatistas hasta Podemos o Sumar, pese a que éste último forma parte del Ejecutivo de coalición.
Piloto del Ala 46 del Ejército del Aire
Así, las 99 referencias aprobadas en los Consejos de Ministros de la presente legislatura recogen el incremento de capacidades que se computarán en ejercicios próximos, debido a la dificultad del desarrollo tecnológico que acarrean estos proyectos. También destaca la elevada presencia de “acuerdos marco”, que suscriben la adquisición de unas capacidades o la prestación de un servicio durante un periodo de tiempo prolongado, aplazando los pagos a medida que se va cumpliendo el contrato.
Partidas más destacas
Las cifras más cuantiosas se suscribieron en el segundo Consejo de Ministros que se celebró en esta legislatura, el 28 de noviembre de 2023. Entonces se aprobaron sendos préstamos por valor de 1.750 y 1.397 millones de euros, respectivamente, para la actualización y compras de cazas de combate para el Ejército del Aire, correspondientes a los modelos Eurofighter. Un balón de oxígeno para la institución militar, que ya rozaba la obsolescencia de capacidades aéreas estratégicas, empleadas para la seguridad en espacios de soberanía nacional y en el cumplimiento de las misiones internacionales asignadas.
Otra capacidad notable -en términos presupuestarios- que se ha autorizado en esta legislatura se centra en la obtención y modernización del sistema de defensa aérea Patriot, un sistema de misiles tierra-aire estratégico para defenderse ante cualquier amenaza aérea, para el que se han destinado 2.382 millones. Su desempeño ha sido clave ante los últimos acontecimientos, reforzando el flanco este de la OTAN tras la invasión de Rusia sobre Ucrania.
Algunas de las referencias han sido aprobadas este mismo mes de marzo, en pleno debate sobre el rearme militar, tras las manifiestas declaraciones de Sumar en contra del incremento de esta partida. El 25 de febrero de este año se articularon 567 millones de euros para atender los gastos ocasionados por las Fuerzas Armadas en sus misiones en el exterior; el 4 de marzo se autorizaron otros 343 millones para atender “las necesidades de funcionamiento existentes” en el Ministerio de Defensa.
Muchas de las partidas aprobadas trascienden las necesidades logísticas o de gestión del Ministerio de Defensa o de las Fuerzas Armadas, vinculándose estrechamente con la adquisición de armamento. El 29 de enero de 2025 se dio luz verde a un acuerdo por 125 millones para la adquisición de munición 12,70 por 90 milímetros para el Ejército de Tierra. El 19 de noviembre, otros 623 millones en un acuerdo marco para la compra de munición también destinada al Ejército de Tierra.
Otras referencias son igualmente cuantiosas, aunque engloban capacidades de diversa índole. Como la aprobada el 16 de abril de 2024, destinado al “suministro de diverso material para el refuerzo de capacidades militares”, por 1.129 millones de euros.
Casi un centenar de referencias aprobadas en los Consejos de Ministros, con presencia de los representantes de Sumar, para reforzar las capacidades del Ministerio de Defensa o de las Fuerzas Armadas. Por tierra, mar y aire, y también en los ámbitos espacial y ciberespacial. En total, 14.063 millones de euros.
(Hemeroteca): El antisemitismo del gobierno no refleja la realidad de España
Nos hacemos eco de este artículo firmado en julio de 2024 por Daniel Lacalle en el Diario La Razón, incluyendo su fotografía de cabecera en la que se pretende denunciar el presunto antisemitismo del gobierno con una foto en la que Sánchez recibe al presidente de Palestina. Los argumentos negacionistas de la masacre palestina y en defensa cerril de Israel no tienen desperdicio, y por la apología que realizan de lo que ocurre en Palestina, el autor podría ser perfectamente denunciado ante un tribunal de justicia internacional. Léanlos atentamente, porque ya pocos tertulianos se atreven a decir cosas de este tenor (en su momento abundaban). Todo lo que ha pasado y se ha sabido desde hace menos de un año ha hecho envejecer este discurso pro-israelí fatal, fatal, y deja perfectamente desnudo al periodismo (autor y medio) que se pone servilmente a disposición (es de creer que con algún tipo de recompensa) del mejor postor, aunque sea éste, como es el caso, un poder genocida a la altura de los que se conocieron en tristes tiempos pasados. Nota de Tortuga.
Daniel Lacalle
Madrid: 07.07.2024 06:04
España no es un país antisemita, pero nuestro Gobierno ha abrazado las posiciones más radicales antisemitas por táctica política. Por supuesto, el Gobierno y sus socios repiten las consignas más típicas. En la guerra de Oriente Medio, posicionarse a favor de Hamás y contra Israel es posicionarse a favor de una dictadura terrorista y contra la única democracia de Oriente Medio. Posicionarse a favor de las exigencias de Hamás no es defender a los árabes de la región, es defender su sometimiento a manos de un grupo terrorista. Posicionarse a favor de los postulados de Hamás es, además posicionarse contra los árabes que quieren paz y libertad.
Es vergonzoso que el Gobierno de España use el termino «genocidio» para hablar de la legítima defensa de Israel ante los ataques de un grupo terrorista que exige la aniquilación del Estado de Israel. Eso es lo que significa la frase «desde el río hasta el mar» que repiten con ignorancia pueril algunos jóvenes españoles que serían acribillados y reprimidos si fueran a Gaza. Arrasar Israel desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo.
¿Genocidio? Debe ser el genocidio más incompetente de la historia. No solo los cientos de miles de árabes que viven en Israel y Cisjordania están perfectamente a salvo, sino que están mucho más seguros con Israel que con Hamás. ¿Genocidio? Avisar de un ataque con semanas de antelación, ayudar a la evacuación de civiles y socorrer a los heridos es lo contrario a un genocidio. Es curioso que el paternalismo de algunos gobiernos acuse a Israel de respuesta «desproporcionada» a los ataques del 7 de octubre. ¿Qué es respuesta proporcionada al asesinato, violación y a quemar bebés? ¿En qué momento hemos leído a los gobiernos exigir «respuesta proporcionada» a los aliados en la Segunda Guerra Mundial o a los ucranianos? ¿Cuál es la respuesta proporcionada al ataque incesante con misiles diario? ¿Qué tenía que haber hecho Israel, violar y asesinar a inocentes en la exacta cantidad que hizo Hamás? ¿Usar escudos humanos y esconder terroristas y armas en hospitales y escuelas? ¿Secuestrar a inocentes en viviendas de civiles?
Si los miembros del Ejecutivo y sus socios se creyeran las cifras de mujeres y niños muertos suministradas por Hamás, ya les digo yo que tampoco se las creen, deberían preguntarse varias cosas. ¿De quién es la culpa de mantener a, supuestamente, decenas de miles de niños y mujeres en una zona de guerra en la que se ha anunciado un ataque desde varias semanas antes? Cómo es que se evacúa a hombres jóvenes y sanos y, oh sorpresa, se quedan las mujeres y niños? ¿No les sorprende que Hamás, esa organización tan humanitaria, rodee de asentamientos con mujeres y niños a sus centros de lanzamiento de misiles y almacenamiento de armas?
Les recuerdo que la convención de Ginebra prohíbe el uso de centros civiles para fines militares. La utilización de áreas destinadas a actividades civiles, como escuelas, hospitales y centros de boy-scouts, para el lanzamiento de armas o misiles es la norma con Hamás. Usar instalaciones civiles para lanzar ataques es un crimen de guerra. Si usted se cree las cifras de muertos suministrada por el ministerio de salud de Gaza, que es Hamás, debería culpar a la propia Hamás de esos muertos porque los está usando como escudos civiles, algo que está ampliamente documentado como una estrategia histórica de Hamás. Pero además no debería comprar las cifras suministradas por una dictadura terrorista donde se ajusticia al que disiente y negar la información que llega de una democracia con prensa libre.
Es vergonzoso que el Gobierno repita, como si fueran válidas, las cifras de muertos difundidas por Hamás y desmontadas en infinidad de ocasiones por entidades independientes y hasta la ONU. ¿Se imaginan ustedes el conflicto diplomático que se generaría si en la guerra contra ETA se aceptasen las cifras de «torturas» que se inventaba Batasuna?
Difundir cifras falsas suministradas por una organización terrorista debería dar vergüenza en un país donde hemos luchado durante décadas para que la desinformación suministrada por ETA y Batasuna no se aceptase por medios extranjeros. La situación real de Gaza no es de bloqueo israelí. Gaza vive de Israel. Si alguien bloquea a Gaza y no quiere nada con Hamás son Jordania y Egipto. No es casualidad que Egipto y Jordania cierren sus fronteras y no permitan la entrada de personas desde Gaza. No es casualidad que el mayor muro esté en Egipto en la frontera con Gaza. No quieren importar terrorismo. Porque en Gaza hay una dictadura que ejecuta homosexuales y que oprime a mujeres y niños impuesta por Hamás, una organización terrorista que se ha negado a hacer elecciones desde 2006.
Cuando escuchamos consignas difundidas por Hamás en una manifestación Lgtbi o entre feministas, uno no deja de pensar aquello de «pavos a favor del día de acción de gracias». Como decía Bill Maher, ¿me puede decir dónde hay un bar gay en Gaza? Porque en Israel tienes libertad y celebración del orgullo mientras en Gaza te ahorcan. Preséntense en Gaza con una pancarta de Queers For Palestine a ver qué pasa.
Dicen muchos de ellos que no son antisemitas, solo antisionistas, como si eso fuese una justificación ¿Y qué es el sionismo? Sionismo es la lucha y defensa de un Estado judío independiente, y viene de Sión, una colina en la ciudad de Jerusalén. Es decir, ser «antisionista» es ser antisemita. A nadie se le ocurre decir, «no soy antichiíta, soy anti-iraní», porque es una soberana sandez.
Es vergonzoso que el Estado español se una a una dictadura asesina como la cubana y a un país como Suráfrica, donde la inseguridad ciudadana y el asalto a los derechos humanos es una constante. Antisemitismo es exigir a una democracia como Israel tener que justificar y demostrar la falacia de las acusaciones más ridículas y comprar como buenas todas las mentiras difundidas por una dictadura terrorista.
Es ridículo que el Gobierno español anuncie el reconocimiento del inexistente estado palestino cuando no se ha dado ninguna condición de acuerdo para ello. Ni Hamás ha renunciado a su objetivo de aniquilar y destruir el estado de Israel ni ha anunciado alto el fuego ni acuerdo de paz. Es más, Hezbollah y Hamás mantienen los ataques constantes. Es, por lo tanto, una remuneración al terrorismo. Decir que es un paso esencial para la paz es una sandez.
Se ofreció en cinco ocasiones la solución de dos estados y la rechazaron los propios líderes palestinos (2008, 2000, 1967, 1947 y 1936). Además, la escalada terrorista no paró. El que piense que dos estados traerán la paz no entiende lo que significa el mensaje "desde el río hasta el mar": La destrucción de Israel.
La ridiculez de "dos estados desde el río hasta el mar" que dijo Yolanda Díaz para acallar las acusaciones de antisemitismo se la desmonta el propio grupo Hamás, esos terroristas que ella blanquea cada día. Consideran a Palestina como “todo el territorio de Israel desde el Jordán al Mediterráneo” y sin derecho alguno para el pueblo judío ni para otra religión ni raza que no sea árabe islámica (Hamas 2017, document in full).
Reconocer un estado palestino sin mayoría cualificada en el parlamento español, sin acuerdo por las partes ni de Hamás de acabar con su estrategia terrorista y de eliminación de Israel, es antisemita y remunerar el terrorismo.
Sí, el gobierno y sus socios son antisemitas. España no lo es. Y cuando el gobierno toma partido por una dictadura terrorista que condena a muerte a homosexuales y oprime a las mujeres y ataca a la única democracia de Oriente Medio, lo que está haciendo es aliarse con los enemigos de Occidente y de las democracias liberales por interés político.
Defender a Israel y luchar contra Hamás es defender la libertad. No solo defender la libertad en la región, sino la libertad de los ciudadanos árabes. Defender a los árabes y a los palestinos pasa por acabar con Hamás, los que les tienen secuestrados y amedrentados. Los únicos responsables de las muertes de civiles en Gaza son los terroristas que les oprimen y les usan como escudos humanos, Hamás.
Desde el río hasta el mar, si queremos libertad para árabes, judíos, cristianos y todos los demás, hay que acabar con Hamás.
Trabajo en el Paleolítico: La jornada laboral del cazador-recolector
La necesidad de trabajo es una ley básica de la existencia humana. Todas las sociedades humanas en la historia y la prehistoria han tenido que trabajar para sobrevivir. En las sociedades estatales la naturaleza del trabajo se ha vuelto increíblemente compleja, con trabajo mental y uso de máquinas volviéndose tan importantes como una vez lo fue el universal trabajo manual. Y con la llegada del capitalismo, algunos de los propietarios del capital aparentemente no trabajan nada. Durante la larga historia de la sociedad humana, sin embargo, no hubo clase desocupada, hubo pocas máquinas y no hubo diferencias entre el trabajo mental y el manual. Todo el mundo trabajaba y todo el mundo usaba ambas manos y mente.
Richard Borshay Lee
¿Cómo de duro era ganarse la vida en el Paleolítico? Cuando hablamos del mundillo paleo solemos idealizar ese tipo de vida salvaje en la Naturaleza. Es un hecho que no disfrutábamos de la seguridad, la sanidad ni las comodidades de las que disfrutamos hoy en día. Pero, ¿realmente trabajamos menos que ellos? La tecnología nos ha ayudado a vivir más y con más seguridad, pero ¿a qué precio?
Para mí, la pregunta del millón es: ¿Trabajamos más o menos que en el Paleolítico? Cuando hacemos referencia a la vida en las cavernas, uno de los argumentos que se suele utilizar es que tenían unas exigencias físicas muy altas. Pero, ¿es eso verdad?
Una de las formas más precisas de saber cómo vivíamos en el Paleolítico es el estudio de las tribus, que todavía hoy, viven con un modo de vida de cazadores-recolectores. Entre los años 60 y 70, Richard Borshay Lee vivió durante varios periodos con los !Kung San, uno de estos pocos grupos que quedaban por aquel entonces.
En el invierno de 1.964 estudió al detalle durante cuatro semanas el campamento del pozo de Dobe. En el que vivían 31 personas. De los que 20 eran adultos y 11 niños.
Debemos de tener claro que gracias al trabajo de Lee sabemos cómo vivía este grupo. Con eso conocemos con bastante exactitud un fotograma de toda la película de toda nuestra vida evolutiva. Con esto no quiero restar importancia a estos datos, sino verlos en perspectiva. Darnos cuenta de nuestra adaptabilidad y que dependiendo del medio en el que nos tocara sobrevivir y prosperar derivarían esas adaptaciones. Aún así nos sirven para derribar mitos del mundillo paleo como que en el Paleolítico no comíamos legumbres o cosas por estilo.
Categorías de trabajo
Con idea de estudiar mejor cómo era el trabajo de los !Kung Lee lo dividió en:
Subsistencia: Lo más importante. Recolección, caza y aprovisionamiento de agua. Incluye los desplazamientos, ya que este trabajo se realizaba fuera del campamento. Es el trabajo principal, al que dedican más tiempo.
Manufactura y reparación: Fabricación y mantenimiento de herramientas necesarias para la subsistencia, hogar y vestimenta. A veces se realizaba fuera del campamento y otras veces dentro.
Tareas del hogar: cocinar, hacer fuego, partir nueces, limpiar la casa. En este punto tampoco hemos cambiado tanto… Al ser del hogar, lógicamente se realizaba siempre en el campamento.
¿Cuántos días a la semana se trabajaba?
Los !Kung adultos trabajaban una media de 2 días a la semana. Para ser más exactos se movían entre los 1,2 y los 3,2 días a la semana. En un rango de horas que representa sólo entre el 24 y el 64% de la jornada laboral de un trabajador industrial de la época con una jornada laboral de 5 días a la semana.
Esta jornada laboral era suficiente para mantener el campamento. Es curioso cómo éstas gente no necesitaban hacer horas extra (trabajo extra), ni tenían el ansia de almacenar por si venía una mala cosecha, ya que la Naturaleza les proveía lo suficiente.
¿Se trabajaba menos en el Paleolítico?
Pues viendo el ejemplo de los !Kung parece que sí. Con dos días a la semana eran capaz de alimentar el campamento. De hecho, parece que tenían más tiempo libre que los miembros de las sociedades industriales y agrícolas.
Reparto del trabajo y diferencias entre hombres y mujeres
Aunque los hombres trabajaban más duro en las labores que tenían que ver con la subsistencia y la manufactura, las mujeres se dedicaban más a las tareas del hogar.
Los hombres trabajan más que las mujeres. Pero a las mujeres, a pesar de trabajar menos, les cundía más. Vamos a ver este detalle gracioso.
De los 20 días que duró el estudio, los hombres trabajaron 12 días. En cambio, las mujeres trabajaron sólo 9.
Esto contradice la idea de que las mujeres eran las mulas de carga de estas sociedades antiguas: los hombres trabajan una tercera parte más que las mujeres.
¿Y por qué dices que a las mujeres les cundía más?
Porque con sólo esos 9 días de trabajo en todo el mes, eran capaz de aportar la mayoría de la comida consumida por el campamento. Más concretamente el 70% del alimento.
Los hombres también recolectaban. Si contamos los días por persona, salen 95 días totales en mujeres y 21 en hombres.
Los hombres también pasaron 83 días (en total de todos los hombres) cazando. Con ello consiguieron el 30% de las calorías, es decir, del alimento consumido.
Por eso he dicho que a las mujeres les cundía más. Con 9 días de trabajo traían el 70% del alimento. Los hombres, con 12 días, traían el 30%. Hilando fino, ya para ser los más frikis del mundo paleo, podemos decir que la hora de la mujer era 2,5 veces más productiva (en términos de calorías) que la del hombre. También es verdad que los kudús (antílope grande) no se metían solos en el puchero.
Con esto nos ha salido también un interesante cálculo de qué cantidad comían de alimentos animales y vegetales. La recolección suponía un 70% del alimento y la caza el 30%.
¿Los niños trabajaban?
Por debajo de los 14 años ningún niño hizo un trabajo significativo. Sólo dos niñas de 14 años trabajaron un día recolectando y otro buscando mongongos (el árbol del que obtenían más alimento los !Kung).
No había adolescentes de entre 15 y 19 años en este campamento. Pero sabemos por otros estudios que una vez que las niñas se casaban (en torno a los 14 años) comenzaban a recolectar. En torno a esa edad los chicos también comenzaban a participar en las cacerías activamente.
Mientras tanto iban aprendiendo a cazar con trampas de la mano de los más ancianos, que ayudaban también de vez en cuando con la recolección.
Resumen y nota final
En cuanto a horas de trabajo para ganarse la vida, parece ser que hemos salido perdiendo. Debe ser que ahora está más cara.
Los !Kung trabajaban una media de 2 días a la semana. Los hombres un tercio más que las mujeres.
Las mujeres se ocupaban principalmente de la recolección. Aportando un 70% del alimento.
Los hombres se dedicaban en exclusiva a la caza, salvo cuando había que traer una presa grande que ayudaba todo el campamento. Aportaban el 30% del alimento restante.
Esto sólo son datos de 4 semanas en un campamento de 31 miembros. Los datos de otro investigador de los !Kung de la época (Draper 1976) coincide con estos datos. Los detalles de este estudio y mucho más sobre los !Kung están en el maravilloso libro The !Kung San (en inglés).
Sabemos cómo era el estilo de vida de los !Kung. Hemos visto una pincelada de toda nuestra historia evolutiva. Quizá en otras zonas se trabajara más, quizá menos. No lo podemos saber. Pero queda claro que esta tribu de bosquimanos, pequeños hombrecillos, como decía Féliz Rodríguez de la Fuente, tenían que trabajar bastante menos que nosotros para ganarse la vida.
Elx per la Pau... i contra la guerra
Como viene ocurriendo el día 24 de cada mes desde hace más de dos años, Elx per la Pau ha convocado a las gentes de bien para que reivindiquen la paz en el mundo. Esta vez la concentración ha tenido lugar en la Plaça d'Altabix y han participado en ella más de treinta personas.
Con rabia y con pesar hemos denunciado en diferentes manifiestos las atrocidades perpetradas en Ucrania y en Gaza, y hemos desenmascarado los intereses que estas esconden. Además, hemos recordado que no son estas las únicas guerras que padece la humanidad, que hay otras como la de Kivu en el este del Congo y que parece que, con la escalada militarista que estamos viviendo, la situación no va a mejorar.
Por último, el grupo Danzas Universales por la Paz ha traído algo de optimismo con sus bailes empáticos y reivindicativos de agradecimiento a la vida.
A nuestro pesar, dentro de un mes deberemos vernos de nuevo para reivindicar otro mundo necesario: uno sin diferencias de poder ni guerras.
'No en mi nombre': Un llamamiento a las comunidades judías de Europa
Formar parte de una "comunidad" es un instinto humano primordial. Dentro de una comunidad, se puede encontrar calidez y seguridad en valores compartidos y principios familiares. Es un espacio reconfortante, una tierra prometida donde se pueden compartir esperanzas, miedos, desafíos y victorias.
Sin embargo, ser una comunidad también conlleva responsabilidades, la principal de las cuales es protegerla. Defenderla incluso cuando tropieza y comete errores: apoyarla en público, reprenderla en privado, como una familia.
Sin embargo, hay circunstancias extremas en las que, para proteger a la comunidad, es necesario posicionarse contra ella, procurando que cambie de rumbo y que, por las acciones de unos pocos, el estigma de la deshonra no recaiga sobre todos.
Por eso, en los días siguientes a los ataques de la mafia, la comunidad siciliana salió a las calles espontánea y sinceramente para decir al mundo: “Sicilia no es la mafia”.
De la misma manera, en 2015, tras los atentados contra la redacción de Charlie Hebdo, la comunidad musulmana inundó las plazas de Europa al grito de “No en mi nombre”.
Hoy, frente a las más de 400 personas masacradas en Gaza el 18 de marzo por el gobierno de Netanyahu (incluido uno de los rehenes), se vuelve imperativo que las organizaciones judías en Europa adopten una posición clara y firme para evitar que la creciente marea de antisemitismo manche su nombre.
Varios judíos europeos, a título individual, ya han condenado los crímenes de guerra cometidos en Palestina, pero eso ya no basta. Más que nunca, se necesita una postura oficial y unificada de las comunidades judías que, hasta ahora, han sido demasiado tímidas a la hora de condenar las atrocidades cometidas con pretextos ideológicos y como escudo político para la supervivencia de unos pocos asesinos en el poder.
Muchos habrán visto la imagen que circula por internet, compartida por Historical Pics: una multitud en blanco y negro de la década de 1930 alzando los brazos en señal de saludo al Führer. Y allí, escondido en un rincón, se encuentra un hombre con los brazos cruzados, símbolo de desafío al poder asesino.
Sin embargo, ese solitario acto de resistencia no bastó para absolver a todo un pueblo de los horrores que pronto siguieron. Esa foto nos enseña que un puñado de disidentes puede pasar a la historia como héroes, pero sin un repudio oficial y colectivo de las atrocidades históricas, resulta difícil rechazar, en retrospectiva, las acusaciones de complicidad.
Ser cómplice es una elección, como lo es la indiferencia.
No en nuestro nombre: grítenlo al mundo, a los políticos que envían armas, a las empresas que abastecen a un gobierno asesino.
Comunidad judía, queremos que estéis al frente de esta batalla por la paz. Porque vuestra voz es la que más resuena; sois las trompetas a las puertas de Jericó.
Pero lo más importante, más allá de la retórica vacía, es dejar algo claro: quienes no se desvinculan, lamentablemente, son cómplices.
Luca Schiaccitano
Fuente: https://www.pressenza.com/2025/03/n...
Traducido del inglés con traductor automático y revisado por Tortuga
Ver también:
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Kivu (Este de El Congo)
XXXVII Marcha a Rota: 6 de abril
LA XXXVII MARCHA A ROTA: MOVILIZACIÓN CONTRA LA OTAN Y LAS BASES DE EE.UU.
Treinta y siete años de la historia de de una resistencia.
La plataforma Bases Fuera OTAN No de Andalucía convoca la XXXVII Marcha a Rota el próximo 6 de abril. Denuncian la ocupación militar de Andalucía y el papel de las bases de Rota y Morón como plataformas de agresión imperialista. Exigen la salida de la OTAN y el fin de la guerra contra Palestina y otros pueblos.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias Semanal por la plataforma Bases Fuera OTAN No de Andalucía, se ha hecho pública la convocatoria de la XXXVII Marcha a Rota, que se celebrará el próximo 6 de abril de 2025. Con esta movilización, los convocantes llaman a todas las organizaciones políticas, sindicales y sociales comprometidas con la lucha antiimperialista a unirse para exigir la salida de la OTAN, el desmantelamiento de las bases militares en Andalucía y el fin de las guerras promovidas por el imperialismo.
Afirman desde la plataforma que, pese a la diversidad de ideologías y criterios entre los colectivos que históricamente han participado en esta marcha, existe un nexo común: la defensa de la paz, la soberanía de los pueblos y el rechazo al creciente belicismo desatado por las potencias imperialistas.
BASES MILITARES Y GUERRA GLOBAL: ANDALUCÍA EN EL PUNTO DE MIRA
Según denuncia la plataforma, la presencia de bases como la Base Naval de Rota y la Base Aérea de Morón, ambas bajo control conjunto de EE.UU. y España, convierten a Andalucía en un territorio clave para las agresiones imperialistas en el Mediterráneo, Oriente Medio y África. Estas instalaciones no son meros espacios logísticos, sino plataformas desde las que se lanzan operaciones de vigilancia, bombardeos y ocupación militar, siempre al servicio de los intereses geopolíticos de Washington y sus aliados.
A esta realidad se suma un riesgo evidente: al albergar infraestructuras militares de esta envergadura, Andalucía se convierte automáticamente en objetivo prioritario de cualquier potencia que responda a las agresiones de la OTAN. En palabras de la plataforma, no solo se compromete la soberanía andaluza, sino también la seguridad de su población, que queda expuesta a las consecuencias de un conflicto global.
EL IMPERIALISMO, DE PALESTINA AL SAHARA: UN ENEMIGO COMÚN
En su comunicado, Bases Fuera OTAN No recuerda que las guerras y conflictos que sacuden el planeta tienen un hilo conductor común: el afán de las élites capitalistas por controlar recursos, territorios y mercados. Desde el genocidio sionista contra el pueblo palestino, con el respaldo directo de EE.UU., Reino Unido y la Unión Europea, hasta la traición al pueblo saharaui por parte del gobierno español, pasando por las agresiones contra Yemen, Siria o Libia, el patrón se repite: violencia imperialista, expolio de recursos y destrucción de los pueblos.
Según explica la plataforma, la OTAN es la estructura militar organizada por el bloque imperialista occidental para garantizar su hegemonía global, y el Estado español, albergando bases clave como Rota y Morón, es cómplice directo de estas agresiones. Por eso, afirman, la lucha contra la OTAN es inseparable de la defensa de la soberanía de los pueblos y de la solidaridad internacionalista con quienes resisten al imperialismo.
DESARME SOCIAL Y GUERRA ECONÓMICA: LO QUE PAGAN LAS CLASES POPULARES
Desde Bases Fuera OTAN No, también denuncian que la creciente militarización no solo afecta a los pueblos agredidos fuera de nuestras fronteras. En el propio Estado español, las exigencias de la OTAN de incrementar el gasto militar hasta el 5% del PIB implican un drenaje masivo de recursos públicos que se detraen de servicios esenciales como la sanidad, la educación, la vivienda pública o las pensiones. Es decir, la guerra imperialista se financia directamente con el empobrecimiento de las clases populares.
En este sentido, la plataforma subraya que el pueblo andaluz no puede permanecer impasible ante el saqueo de sus recursos y la ocupación de su territorio por parte de una maquinaria de guerra que solo beneficia a las grandes corporaciones armamentísticas y energéticas.
UNA HISTORIA DE RESISTENCIA: 37 AÑOS DE MARCHAS A ROTA
La XXXVII edición de la Marcha a Rota no es un acto aislado, sino la continuidad de casi cuatro décadas de movilización antiimperialista en Andalucía. Desde su primera edición en 1987, esta marcha se ha consolidado como uno de los principales referentes de la lucha contra la OTAN en el Estado español.
Durante estos años, miles de personas han recorrido los caminos que llevan a la base militar para denunciar el uso de territorio andaluz como punta de lanza de las agresiones imperialistas y reclamar un futuro basado en la soberanía, la paz y la solidaridad entre los pueblos.
UN LLAMAMIENTO A LA UNIDAD POPULAR
En su comunicado, la plataforma hace un llamamiento explícito a la unidad de acción, recordando que solo la movilización amplia y sostenida puede derrotar al monstruo imperialista. Invitan a todas las organizaciones políticas, sindicales y sociales que compartan estos objetivos a sumarse a la marcha del 6 de abril, entendiendo que la lucha contra la OTAN es también una lucha por la soberanía de Andalucía, por la dignidad de sus pueblos y por el derecho de las trabajadoras y trabajadores a un futuro libre de guerra, saqueo y miseria.
Afirman desde Bases Fuera OTAN No que Andalucía, como tierra históricamente golpeada por el desempleo, la precariedad y el expolio de sus recursos naturales, tiene una responsabilidad especial en esta lucha, que conecta directamente con la defensa de los derechos sociales y la justicia global.
Con estos argumentos, la plataforma concluye su llamamiento con un mensaje claro: no hay paz posible mientras el imperialismo siga sembrando muerte y destrucción. La lucha contra las bases, por la salida de la OTAN y en solidaridad con Palestina y todos los pueblos agredidos, es una tarea ineludible para quienes defienden la soberanía, la justicia y la dignidad de los pueblos.
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