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No a la barbarie militarista en Europa

antimilitaristas.org - fai 10 horas 43 min

Es inaceptable formar a seres humanos para la lucha y la guerra a estas alturas de la Civilización o la Cultura, mientras se debería trabajar por el fomento de la paz, como cantara el desaparecido beatle John Lennon.

Por Pepe Aguza

A estas alturas del siglo XXI, es incomprensible el lamentable retorno intelectual de la mente y la conciencia de la sociedad europea al proponer e instaurar nuevamente la prestación obligatoria del servicio militar a los jóvenes. El miedo y preocupación por invasiones bélicas junto al interés comercial de venta de armas del imperialismo americano, propician la necesidad de ampliar los ejércitos, especialmente europeos, en los que hacía décadas se venían reduciendo.

Dicho servicio a la patria, solo implica un brutal entorpecimiento en la vida laboral o la interrupción de las carreras profesionales o estudios universitarios de los jóvenes, que pueden suponer el fracaso o abandono futuro. Por otra parte, significa un innecesario gasto económico a los Presupuestos Generales del Estado, que bien podría dedicarse a la mejora de los servicios públicos, construcción de centros de salud y hospitales, escuelas o universidades públicas.

Es inaceptable formar a seres humanos para la lucha y la guerra a estas alturas de la Civilización o la Cultura, mientras se debería trabajar por el fomento de la paz, como cantara el desaparecido beatle John Lennon, en aquellos temas pacifistas “Give peace a chace” (Dad una oportunidad a la paz), o “Imagine” que decía:

“Imagina que no hay países,

no es difícil hacerlo.

Nada por lo que matar o morir,

tampoco ninguna religión.

Imagina a toda esa gente

viviendo la vida en paz…”

O recordar ahora que se aproxima la Navidad aquel “Happy Xmas (War is over)” – Feliz Navidad (La guerra ha terminado).

Después de décadas en que la juventud trabajara por la objeción de conciencia o la insumisión, que en muchos casos supondría años de prisión, y los gobiernos suprimieran la obligatoriedad de prestación militar, hoy diferentes países como Letonia, que tras dieciséis años de haberlo suprimido, lo vuelve a restablecer en 2023, Suecia que lo hace en 2018, tras ocho años suprimido, Lituania que los restablecería en 2015 o Dinamarca, que no solo ha ampliado su duración, sino que lo hace obligatorio para las mujeres, igual que ocurre con Croacia, que también lo ha reintroducido haciéndolo extensible voluntariamente a las mujeres, o Alemania, donde fue suspendido en 2011, que pretende aprobar un plan de reclutamiento a partir de 2026.

De los 27 países que conforman la Unión Europea, diez de ellos tienen en activo la prestación del servicio militar obligatorio (Austria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Suecia), mientras otros de los que hay que decir toman la decisión de reintroducirlo, sus políticos y líderes estarían fuera de la edad militar, se proponen volver a activarlo, como sería el caso de Polonia, Francia o Alemania.

Varios de estos países que pretenden reactivar la prestación militar, intentan estimular la conciencia de los jóvenes con promesas de remuneración salarial y otros incentivos económicos, como el caso de Bélgica, que ha enviado una carta a 150.000 jóvenes próximos a cumplir 18 años, prometiéndoles un salario de 2.000 Euros mensuales.

Sin embargo, dependiendo de la zona en la Unión Europea, existen grandes diferencias de opinión sobre la recuperación de dicha prestación militar y así en la Europa Occidental, la posición es mayoritariamente contraria, sobrepasando el 52 %, mientras en la Europa del Este, esta cifra alcanza el 39 %, según estimaciones del pasado año de la empresa americana de consultoría, encuestas y recursos humanos, Gallup, que reconoce que casi la mitad de la población, el 47 % no estaría dispuesta a luchar por su país en caso de conflicto bélico, mientras el 32 % sí lo haría y el 21 % que no sabe o no contesta.

Para los jóvenes españoles está claro su rechazo a la prestación del servicio militar obligatorio superando el 58 % de los encuestados, mientras otros países de nuestro entorno como italianos, franceses o alemanes se muestran divididos.

España, tras más de dos siglos de permanencia, puso fin al reclutamiento obligatorio con el gobierno de José María Aznar, a través del Real Decreto del 9 de marzo de 2001 y a pesar del decreciente número de militares profesionales en las Fuerzas Armadas, (aproximadamente 13.300 efectivos en los últimos quince años, hasta 2025), el gasto de defensa para este año, se calcula que superará el 2´1 % del PIB destinado principalmente a los 147.134 militares profesionales en activo y gastos militares. Ello supone que una enorme cantidad de dinero irá destinada a formación para un modelo más competitivo, tecnológico y profesional, con tropa altamente cualificada y especializada, que a soldados voluntarios de reemplazo como mano de obra sin capacitación.

Los motivos de quienes rechazan la recuperación están desde la objeción de conciencia por motivos éticos, morales o laborales que pueden afectar a relaciones familiares, de paternidad o económicas, así como otras relacionadas con la salud por enfermedades mentales, cardíacas, diabetes, asmáticas o problemas graves, incluso otros motivos relacionados con estudios universitarios o profesionales.

Por otra parte, para casi ese 40 % de españoles que apoyan la reinstauración del servicio militar, entre los que por supuesto deberían quedan exentos los que por diversos motivos, edad, patologías o intereses militares de alta graduación, pretenden implantar dicha prestación aumentando la participación de la mujer, dificultando la posible prestación sustitutoria de objetores o penalizando dentro de un marco jurídico la insumisión, valoran de forma positiva ideas fascistoides como el reforzamiento de la conciencia nacional, defensa y respeto de los símbolos patrióticos o los valores humanos.

Pero también podemos encontrar detractores como la Ministra de Defensa, Margarita Robles, contraria a su implantación, frente a políticos como Josep Borrell, Alto Representante para Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, que defiende la idea de un servicio militar obligatorio que integrara a los jóvenes en la disciplina de un ejército europeo, cuyo servicio se prestara lejos del lugar de nacimiento del recluta y bajo el mando de un país diferente de su nacionalidad, lo que supondría una auténtica afrenta y falta de respeto a los derechos individuales del ciudadano.

Por ello y como apuntaba al principio, una decisión de tal trascendencia, debería ser tomada por personas cuya edad se vea afectada por dicho servicio y no por quien ya queda fuera de tal resolución, que en definitiva no solo afectaría a sus vidas, sino a la estabilidad y futuro del país.

Pepe Aguza es miembro del Colectivo Prometeo.

Fuente: https://nuevarevolucion.es/no-a-la-...

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El retorno de la mili en Europa

antimilitaristas.org - 17 November, 2025 - 00:00

Francia, en 1997; España, en 2001; Italia, en 2005; Suecia, en 2010; Alemania, en 2011… Durante las décadas bisagra de los siglos XX y XXI un número considerable de países europeos suspendieron o abolieron el servicio militar obligatorio. Se abría un ciclo propio de una nueva época, una coyuntura geopolítica distinta que provocaba cambios en el conjunto y en cada uno de los estados europeos. Era el fin de la Guerra Fría y se había puesto en valor la política de “dividendos de paz” en un panorama geoestratégico que, en principio, parecía más seguro y asimismo más rentable, sobre todo porque podía reducirse el ingente gasto dedicado al armamentismo y a la proliferación nuclear, mientras se aceleraban los procesos de profesionalización de las fuerzas armadas y, de paso, se tranquilizaba a la juventud europea y a unas clases medias que ostensiblemente estaban en contra de la conscripción o buscaban afanosamente librarse de tan ominosa y a veces peligrosa obligación. En nuestro país, además, el desafecto social hacia la mili, simbólicamente representada como “la puta mili”, se hizo mayoritario, espoleado por el movimiento de objeción de conciencia e insumisión. Sin embargo, ese ciclo tenía los años contados.

Muy pronto comenzó el nuevo ciclo que está restituyendo la conscripción en Europa. Hoy en día el balance es muy distinto del que teníamos en 2010. Hay mili en diez países comunitarios (Austria, Estonia, Finlandia, Grecia, Chipre, Dinamarca, Suecia, Lituania, Letonia y Croacia), además de los otros cuatro que no pertenecen a la UE (Suiza, Noruega, Ucrania y Moldavia). El proceso que se está siguiendo nos debe alertar. Desde la anexión rusa de Crimea, con el neolenguaje de la Paz y la Seguridad o con el lenguaje clásico y crudo de la guerra, ha vuelto a las agendas políticas la vieja expectativa militarista de los ejércitos de leva, con decenas de miles o centenares de miles de soldados puestos en los frentes para que sirvan de carne de cañón, dígase carne de contención, qué más da, si a fin de cuentas se trata de una huida hacia adelante, pues ya sabemos que algo así siempre resultó ser una catástrofe material y una enorme carnicería humana, como de hecho está ocurriendo en los frentes de Ucrania.

Hoy sabemos que llevamos diez años inmersos en un nuevo ciclo de retorno de la mili: se inició en 2015, tomó vuelo en 2022 y amenaza con agudizarse en los años venideros. Lituania, que reintrodujo el servicio militar obligatorio en 2015 tras la invasión rusa de Crimea, quiere extenderlo e incluir a las mujeres. Finlandia está en esa misma tesitura. Letonia reintrodujo la mili en 2023. Serbia y Croacia han anunciado su restitución. Suecia ya lo había hecho en 2017. Hay países que no podrían hacerlo o se enfrentarían a un importante sector de la opinión pública, como ocurre en Italia y más aún en España (de momento, la reinstauración de la mili es una idea exclusiva de las ultraderechas, de Salvini y Abascal respectivamente). Pero el debate toma visos de seriedad en Reino Unido, Francia, Bélgica… En Alemania, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, sostiene que “no hay capacidad de defensa sin servicio militar obligatorio”). Las últimas noticias sobre una mili voluntaria y bien pagada en Bélgica y Alemania están en las mismas coordenadas de la vuelta de la conscripción.

Es un cambio trascendente, es algo muy serio. Es serio porque nos recuerda que hay decisiones políticas envueltas de hipocresía e inmoralidad. Ese tipo de decisiones estratégicas se estén adoptando en parlamentos inestables y en una coyuntura de extrema volatilidad electoral. Las alientan líderes que se han beneficiado personalmente del ciclo anterior, políticos populistas que en su día no hicieron la mili porque pudieron librarse de ella. Es serio porque afecta a los derechos y a las vidas de futuros reclutas que hoy están en los jardines de infancia y en las aulas de primaria y secundaria. Es serio porque el retorno de la mili se justifica con el discurso del miedo, con la exaltación de las retóricas belicistas, señalando las amenazas del expansionismo ruso, pero lanzando contra él otras amenazas preventivas, y obviando la responsabilidad de los países de la OTAN en la escalada armamentística y en el riesgo de guerra nuclear, mientras se margina a la sociedad civil de un proceso de toma de decisiones que, por cultura de paz e incluso por pura humanidad y por instinto de supervivencia, debería sustentarse en la resolución pacífica de los conflictos. El retorno de la mili no detendrá la guerra; solo nos acerca más a ella.

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Únanse a nosotras en Barcelona para días de Paz y Resistencia

antimilitaristas.org - 2 November, 2025 - 00:00

Natalia García (ES)

Nos complace anunciar nuestro encuentro internacional en Barcelona: “Desarmar el militarismo: Resistir la guerra, construir la paz”, un punto de encuentro para nuestra amplia y diversa red de activistas antimilitaristas y pacifistas de todo el mundo.
Eventos públicos

En las tardes del 27 y 28 de noviembre, nos acompañarán activistas de Palestina, Colombia, Sáhara Occidental, Australia y Rusia, quienes compartirán sus experiencias de resistencia en sus propios contextos y debatirán las estrategias que utilizan para seguir construyendo la paz en un mundo cada vez más militarizado. Estos eventos se llevarán a cabo en el Pati Manning (Carrer de Montalegre, 7, 08001 Barcelona) de 6pm a 7:30pm (ambos días) y estarán abiertos al público, aunque agradeceríamos que te inscribieras previamente aquí.

El 29 de noviembre se proyectará un documental que expone la violencia dentro de los cuarteles del Ejército del Estado español durante el servicio militar obligatorio: una mirada crítica y necesaria a las estructuras militares que seguimos desafiando, en un momento en que la conscripción vuelve a estar en la agenda de muchos países del mundo. La proyección de “Et faran un home” irá seguida de una mesa redonda con el director del documental, Joan Torrents, y especialistas en el tema. Tendrá lugar en la Casa Golferichs (Gran Via de les Corts Catalanes, 491, 08015 Barcelona), de 10:30am a 1:30pm.

Otros eventos

El 26 de noviembre, la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) realizará su reunión anual del Consejo. Este será un espacio para seguir fortaleciendo nuestra red internacional.

Los días 27 y 28 de noviembre, de 10:00am a 4pm, realizaremos reuniones estratégicas sobre Clima y Militarismo y sobre la Objeción de Conciencia al Servicio Militar. Si estás interesado/a en participar en la reunión anual del Consejo de la IRG y/o en los debates estratégicos, por favor escribe a info wri-irg.org para obtener más información.

La Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) y el Centre Delàs d'Estudis per la Pau han trabajado conjuntamente desde el año pasado para organizar este encuentro, con el objetivo de conectar y vincular todo tipo de movimientos que resisten la guerra, pero, sobre todo, que construyen la paz.

Este encuentro en Barcelona no se trata solo de analizar el mundo en el que vivimos hoy, sino de seguir reimaginándolo. “Desarmar el militarismo” no significa únicamente oponerse a las armas, sino desmantelar las lógicas de poder, miedo y dominación que las sostienen. Significa aprender a responder al conflicto con noviolencia, a la inseguridad con justicia, y al miedo con cuidado mutuo.

En un mundo donde la guerra se ha normalizado, encontrarse para imaginar alternativas noviolentas es un acto urgente.

Fuente: https://wri-irg.org/es/articulo/202...

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Gaza, Rota y Morón

antimilitaristas.org - 12 October, 2025 - 00:00
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