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Tortuga Antimilitar
Se investiga una subvención del gobierno autonómico murciano a una asociación pro-israelí por valor de un millón de euros
La Fiscalía abre diligencias por las ayudas que el Gobierno de López Miras concedió a la asociación proisraelí Zakut
La suma total del dinero fue recibido a través del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, en base al programa de ayudas dirigidas a fomentar la innovación y el emprendimiento, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
La Fiscalía de la Región de Murcia ha abierto diligencias a raíz de una denuncia contra el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), por la supuesta concesión irregular de ayudas por valor de un millón de euros a la asociación proisraelí Zakut. La Asociación Preeminencia del Derecho interpuso una denuncia el pasado 24 de enero contra el jefe del Ejecutivo Regional, acusándolo de un delito de malversación de fondo público.
Zakut fue creada el 24 de abril de 2021, y tan solo cuarenta y cinco días después recibió los primeros 500.000 euros en subvenciones. Un año después recibiría la misma cantidad hasta sumar un millón de euros.
La suma total del dinero fue recibido a través del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, en base al programa de ayudas dirigidas a fomentar la innovación y el emprendimiento, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). De lo otorgado a Zakut, solo 100.000 euros provenían de fondos regionales, el resto fue aportado por la Unión Europea, por lo que la Asociación Preeminencia del Derecho ha decidido elevar la denuncia también a la Fiscalía Europea.
Desde el Gobierno Regional han defendido a este diario que Zakut se trata de “una empresa privada que se presentó a una convocatoria pública y, según criterios objetivos que cumplía, obtuvo la subvención del Instituto de Fomento”. Han recordado que puede consultarse en la web del Info la concesión “como todas y cada una de las subvenciones otorgadas”: “Todo se ha hecho bajo la normativa vigente y no se trata de una subvención directa, sino de una convocatoria de ayudas. Todo está hecho con criterios públicos incluidos en la convocatoria”, han zanjado.
Desarmando su muñequito
César Manzanos Bilbao, Doctor en Sociología.
Así fue desde el principio de los tiempos. Ellos decidieron cuando fue el principio e impusieron su noción del tiempo. El proceso civilizatorio comenzó con la naturalización de los instintos humanos más despreciables como la ley del más fuerte, la dominación del macho alfa o la explotación y la depredación como forma de preservación de la especie. Algunos tratan de reinterpretar está cuestión y hablan de que la civilización es la amnistía de esa cárcel biológica. Pero no nos engañemos. Nacimos sin concepto de tiempo, vulnerables, apegados a la ternura de una madre, con ganas de compartir y, han ido extirpando nuestra sociabilidad natural e innata, eliminado y prostituyendo el pensamiento y la acción política colectiva mediante la invención del ego y de la propiedad, esencia de la civilización occidental.
La revolución neolítica, industrial y cibernética han traído el progreso sin precedentes del hambre en el mundo y de los genocidios bélicos cada vez más sangrientos y despiadados. Estamos en un momento histérico en el que los señores de la guerra, con la imprescindible colaboración de sus ingenieros científicos y de sus sacerdotes mediáticos, se hiper enriquecen convirtiendo la política en un negocio. Crean o fingen conflictos apocalípticos para continuar con la imparable inercia de devastación y saqueo neocolonial. Ya lo decía Vegecio en el siglo IV: "Si vis pacem, para bellum". Ahora lo prodigan Trump y Musk. Con la guerra comercial o, si es más rentable, con la invasión militar, la industria bélica y aeroespacial disparan sus beneficios.
Eso sí, a quienes osamos poner en cuestión su dogmática, nos condenan al ostracismo, a la cárcel o a la pena de muerte extrajudicial. Sino que se lo digan a la innumerable disidencia política asesinada o a los pueblos masacrados o exterminados. No nos olvidemos. Lo peor que puede sucedernos no es que nos encierren o nos ejecuten por plantarles cara, sino vivir acobardadas y domesticadas en éste instituido estado de tortura permanente en el que tratan de mantenernos.
El valor de la verdad: Pensamiento científico contra ideología postmoderna
"Ninguna sociedad que se apoye en concepciones falsas del mundo puede sobrevivir en el largo plazo".
Hoy es muy común oír decir en claustros académicos -escribe el físico y filósofo Gustavo E. Romero- que la verdad es una mera construcción social. Que cada sociedad, cada tiempo, cada grupo humano, cada persona acaso, tienen “su verdad”. Que es lo mismo una creencia que una opinión científica. En definitiva: que no hay verdad.
Por GUSTAVO E. ROMERO.-
No nos gusta que nos mientan. Si preguntamos por el estado de un automóvil que vamos a comprar y nos dicen que es “bueno”, esperamos que eso se corresponda con lo que pagaremos. Si votamos a un político que dice que no delinquirá, no nos agrada verlo robar descaradamente desde la función pública. A nadie, sospecho, le gusta enterarse de que su pareja le miente.
Si preguntamos algo, en general esperamos una respuesta verdadera o al menos de buena fe. Incluso los mentirosos y embaucadores, los engañadores de todo tipo y los demagogos estiman la verdad. El primer requisito para mentir es conocer la diferencia entre lo que se dice y la verdad.
En ningún ámbito se valora la verdad más que en la ciencia y en la tecnología. La ciencia busca encontrar representaciones verdaderas del mundo. Busca obtener de esas representaciones enunciados que se correspondan a los hechos. El tecnólogo, por otra parte, debe conocer la verdad de muchos enunciados para poder diseñar un aparato que funcione. Si el coeficiente dinámico de viscosidad de un neumático no es el que se afirma, el usar ese neumático puede llevar a un accidente fatal.
Es inútil acumular ejemplos: toda la tecnología moderna funciona porque son verdaderas miríadas de enunciados que han sido puestos a prueba innumerables veces bajo condiciones controladas y rigurosas.
Sin embargo, es muy común oír decir en claustros académicos, especialmente de ciencias sociales, que la verdad es una mera construcción social. Que cada sociedad, cada tiempo, cada grupo humano, cada persona acaso, tienen “su verdad”. Que es lo mismo una creencia que una opinión científica. Que la evidencia es producida o inventada en un contexto social. En definitiva: que no hay verdad.
A lo sumo habría cambiantes “verdades” que dependen del momento y del lugar. Se nos dice que la verdad incluso puede ser peligrosa, un instrumento de imponer una visión, de ejercer un poder sobre otros, un camino a la esclavitud intelectual.
Esas opiniones no son nuevas, ciertamente. Las encontramos en los primeros sofistas griegos, como Protágoras, Gorgias, Hipias y Pródico entre los más conocidos. Las vemos resurgir con el romanticismo y el irracionalismo europeo del siglo XIX. Están en Nietzsche y sus sucesores, y permean toda la filosofía moderna genéricamente denominada posmodernista, constructivista y posestructuralista.
Las ideas constructivistas que cuestionan el valor de la verdad se extienden a la interpretación de la ciencia a través de los escritos de personajes como Gaston Bachelard, Paul Feyerabend y Bruno Latour. Para Latour, por ejemplo, las verdades científicas no se descubren, sino que se inventan o construyen en el laboratorio bajo un cierto contexto social.
Evaluar estas opiniones implica tener una noción clara de que significamos con la palabra “verdad”. ¿Qué es, exactamente, la verdad? ¿Es una cosa, alguna clase de entidad, que podemos “hallar” en el mundo? ¿Es un mero concepto? ¿Qué queremos expresar cuando decimos que la ciencia “busca la verdad”?
La verdad y la doxa
Aristóteles señaló que la verdad es decir de lo que es, que es, y de lo que no es, que no es. Ya Parménides en poema Sobre la Naturaleza diferencia entre un discurso verdadero y la mera opinión (doxa). Según esta tradición, la verdad no es una cosa, sino una relación entre nuestras opiniones y los hechos. Podemos refinar estos conceptos y decir que hay dos clases de verdades: las ontológicas y las semánticas.
La evidencia está conformada por enunciados que se obtienen de la experiencia. En ningún ámbito se valora la verdad más que en la ciencia y en la tecnología. (Imagen: Army.mil)
Las primeras son la correlación entre dos clases de procesos físicos: procesos entre nuestro cerebro y procesos en el resto del Universo. Al ser relaciones entre procesos, la verdad ontológica, o adecuación de nuestro pensamiento a la realidad, debe ser investigada por las ciencias empíricas, en especial por las neurociencias.
Las verdades semánticas, en cambio, son relaciones entre conceptos (expresados por medio de enunciados de nuestro lenguaje). Esta clase de verdades son estudiadas por la semántica filosófica. Sí sólo se trata de relaciones entre conceptos que no se refieren a hechos, tenemos enunciados puramente formales como los de las matemáticas, cuya verdad se establece por coherencia con un sistema formal.
Por otro lado, decimos que un enunciado que se refiere a hechos (fáctico) es verdadero si y sólo si está de acuerdo con los enunciados que expresan un cuerpo de evidencia sobre los hechos en cuestión. La evidencia está conformada por enunciados que se obtienen de la experiencia. Si esa experiencia es científica (o sea controlada bajo los estándares de la ciencia del momento), la evidencia también los es.
Es importante destacar que los enunciados no son verdaderos o falsos en sí mismos. No es posible establecer la verdad de un enunciado fáctico solamente analizando el enunciado; debemos analizar el mundo si queremos saber si es verdadero o no. Nuestro análisis del mundo, por otro lado, nunca es completo. De allí que las verdades fácticas rara vez son completas, y siempre son relativas a la evidencia disponible en unas circunstancias dadas.
Relativas, pero no subjetivas. Esto es, dependen de la evidencia pero no de nuestra voluntad o subjetividad. Debido a la dependencia con la evidencia el valor de verdad de un enunciado puede cambiar cuando cambia el cuerpo de evidencia. Es por esto que la ciencia progresa: enunciados antes tenidos por verdaderos son desechados como falsos ante nuevos datos, y nuevos enunciados son formulados a la luz de teorías que se desarrollan para reemplazar a las viejas que producen demasiados enunciados falsos.
Todos los animales que sobreviven de alguna manera evalúan su entorno y forman representaciones del mismo. Su supervivencia depende de que esas representaciones se ajusten a la realidad. Si no se identifica correctamente un depredador o una fuente de alimentos, se corre riesgo de muerte. De allí el valor de las representaciones verdaderas. Lo mismo sucede con las sociedades humanas.
Ninguna sociedad que se apoye en concepciones esencialmente falsas del mundo puede sobrevivir en el largo plazo. Simplemente le faltará la capacidad de adaptarse a la realidad y transformarla para poder subsistir y progresar. La lucha contra la ignorancia, la superstición y la mentira deliberada forman el núcleo esencial del progreso de la civilización. Esa lucha expresa el valor de la verdad, y es la lucha de todos los seres humanos que aspiran a ser verdaderamente libres.
Fuente: https://cienciasdelsur.com/
Dr. Gustavo E. Romero. Columnista y miembro del Consejo Directivo de Ciencia del Sur. Doctor en física por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Actualmente es Investigador Superior del CONICET, Argentina y director del Instituto Argentino de Radioastronomía (CONICET, CICPBA, UNLP). Además, se desempeña como Profesor Titular de Astrofísica Relativista en la UNLP. A la par de su trabajo como científico, es investigador en filosofía. Entre sus libros se destacan Introduction to Black Hole Astrophysics (con G.S. Vila, Springer 2014) y Scientific Philosophy (Springer, 2018). En 2019 fue nombrado Graduado Ilustre de la UNLP. Dirige un grupo de investigación de más de 20 personas que trabajan en astrofísica, cosmología y teoría de la gravedad. Es uno de los científicos más influyentes de la Argentina por su productividad académica.
Tomado de: https://canarias-semanal.org/art/33...
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Ver también:
Continúan las deserciones de soldados ucranianos que se entrenan en España
Redacción
Las tropas ucranianas que realizan instrucción en España han sufrido hasta el momento 4 deserciones, según ha podido conformar La Ser. Todas estas deserciones se han producido concretamente en el Campo de Adiestramientos Sierra del Retín, en el término municipal de Barbate, por el que han pasado ya 500 soldados ucranianos.
El último de ellos se escapó hace tan solo 4 semanas, mientras estaba siendo adiestrado. Se fugó y nada se sabe de él, al igual que los otros dos compañeros que escaparon el pasado mes de diciembre para no tener que ir al frente. Hubo un cuarto desertor, pero tras pensárselo, regresó.
La Guardia Civil inició un dispositivo de búsqueda pero no han logrado dar con ellos.
Esa búsqueda ha sido interpretada por Sumar como una posible represión de España contra objetores de conciencia ucranianos. El Gobierno lo niega; de hecho, han aclarado ya a su socio que no han detenido ni extraditado a ninguno de estos desertores ucranianos porque no han cometido ninguna ilegalidad.
Expertos consultados con la Ser coinciden en que a estos desertores no se les puede aplicar el Código Penal Militar y, por tanto, no se les puede perseguir.
El mapa del horror en las comisarías españolas: 16 muertes, 460 intentos de suicidio y 1.600 autolesiones en 2023
Danilo Albin
Las muertes en las comisarías españolas en 2023 superaron cifras de años anteriores. Lo mismo ocurrió con los suicidios y las autolesiones. Así consta en el último informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, en el que se indica que a lo largo de ese año –último del que existen datos disponibles– hubo 16 fallecimientos en dependencias policiales.
De acuerdo a los datos estadísticos, nueve de esas muertes se produjeron en dependencias de la Guardia Civil, otras cuatro en comisarías de la Policía Nacional y las restantes tres en instalaciones de los Mossos de Esquadra.
La información disponible señala además que en 2023 hubo 460 intentos de suicidio por parte de personas detenidas, lo que supone también la cifra más alta desde 2020. De estos casos, 231 se registraron en comisarías de la Policía Nacional, 105 en centros de los Mossos, 61 en cuarteles de la Guardia Civil, 33 en calabozos de la Ertzaintza y otros 30 en centros dependientes de Policías locales.
Durante 2023 también se alcanzó el número más alto de autolesiones: hubo 1.604 casos de este tipo, lo que supuso 400 más que en 2022. La mayor parte se produjo en instalaciones de la Policía Nacional (534), Ertzaintza (325) y Guardia Civil (211).
Jorge del Cura, activista por la erradicación de la tortura, realiza de forma periódica un detallado seguimiento de estas cifras. En declaraciones a Público, lamentó que en estos informes "no se desglosan los datos por dependencias y por comunidades autonómicas, provincias ni localidades".
Destacó además que tampoco se indican "las causas de los fallecimientos ni la naturaleza o forma de las autolesiones y tentativas de suicidios; si las agresiones son entre personas privadas de libertad o agresiones por parte del funcionario encargado de la custodia, ni la naturaleza o causa de las quejas".
Sin protocolo
Según consta en uno de los anexos del informe presentado esta semana en las Cortes Generales por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, la Secretaría de Estado de Seguridad "no cuenta con un protocolo sobre suicidio y autolesiones de las personas detenidas", por lo que el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP) "recomendó elaborar un protocolo sobre suicidio y autolesiones con enfoque de género".
En 2024, la Secretaría de Estado de Seguridad respondió al Defensor del Pueblo que estaba elaborando "un listado de indicadores que puedan anticipar potenciales conductas autolíticas o de autolesión por parte de las personas detenidas, en atención a la casuística presentada".
"Tampoco la Policía Foral de Navarra cuenta con este protocolo, por lo que el MNP recomendó elaborar un protocolo sobre suicidio y autolesiones con enfoque de género", agrega el documento.
La información supervisada por el Defensor del Pueblo indica además que en 2023 hubo 77 agresiones, 37 autolesiones y nueve intentos de suicidio en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs). "La tasa de autolesiones es 69 veces superior en los centros de menores que en las dependencias policiales", afirmó Del Cura.
Mientras tanto, en Centros de Menores Infractores se registraron 973 agresiones, 750 autolesiones, 82 intentos de suicidio y 75 quejas por parte de los internos. "La tasa de intentos de suicidio es 13,6 veces superior en los centros de menores que en las dependencias policiales", observó el activista.
Redes Libertarias entrevista al Grup Antimilitarista Tortuga
Redes Libertarias entrevista al Colectivo Tortuga
Redacción
Redes Libertarias
1.- ¿Cómo y cuándo surgió vuestro colectivo? Por cierto, ¿qué os motivó a llevar el nombre de Tortuga?
Existimos con este nombre desde 1999. Algunos de nosotros/as ya formábamos parte de las campañas de objeción de conciencia e insumisión al Servicio Militar Obligatorio que venían trabajando los diferentes colectivos del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) que hubo en la provincia de Alacant.
Gentes de aquellos grupos locales propusieron refundar un colectivo antimilitarista a nivel provincial que recuperara a las pocas personas que quedaban en los distintos grupos. Así nació el Colectivo Tortuga.
En una de esas quedadas apareció el nombre de Tortuga de manera espontánea y gustó eso de su andar lento pero seguro para auspiciar al grupo que se estaba formando.
Luego conocimos las andanzas de Felisa, la tortuga insumisa.
2.- ¿Qué propósitos os marcasteis al fundar Tortuga y si pensáis que los estáis cumpliendo?
Acabar con los ejércitos y la despreciable industria militar. Casi ná. «Estamos trabajando en ello».
3.- ¿Qué acciones son prioritarias en vuestra actividad?
Mantener viva la llama de la paz en un mundo sin guerras para que la humanidad guíe sus pasos hacia una fraternidad universal. Toma ya.
La denuncia del militarismo y sus expresiones, a veces sutiles y las más veces evidentes y estridentes. Contrainformación a través de la web.
La educación para la paz para lo cual tenemos talleres y material publicado y público; tenemos un importante material propio para charlas y talleres de contenido antimilitarista (acción directa, desobediencia civil, noviolencia, asamblearismo, resolución conflictos, control social etc.) que ofrecemos a quien nos las solicita. La campaña de objeción fiscal al gasto militar, OFGM.
La Marxa a Aitana, que es una cita anual con otros colectivos reivindicando la desmilitarización de la montaña más alta de Alicante.
Concentraciones todos los días 24 con Elx per la Pau pidiendo una paz justa para Palestina y el resto de las 60 guerras del planeta.
Las JJCC, Jornadas Culturales, encuentro anual en Elx dedicado a divulgar lo autóctono.
Últimamente trabajamos más en lo cercano, lo local. Aunque pertenecemos a una coordinación estatal, el MOC.
Destacamos también que somos asamblearios y le damos mucha importancia a ello así como a la autogestión del grupo y sus actividades.
4.- ¿Quiénes son las personas o colectivos destinatarios de vuestras actividades?
Toda la sociedad en general. aunque en la práctica llega más a gente pacifista, ecologista, antimilitarista, pero no siempre; con la Marxa a Aitana, en la que pedimos la desmilitarización de la sierra, conseguimos que un nutrido grupo de militares y guardias civiles disfruten ese día de la montaña, nuestra compañía y escuchen atentamente el manifiesto.
5.- ¿Mantenéis contacto activo con dichos destinatarios?
Sí. Tenemos vocación de contacto, de relación y comunicación . Estamos abiertos tanto a la sociedad como a los grupos y movimientos sociales.
6.- ¿Qué medios de difusión de vuestras actividades usáis (web, redes, charlas, etc.)?
Tenemos nuestra web https://www.grupotortuga.com/ , redes sociales, un boletín mensual en papel, mensual también un podcast (Sin Noticias De Paz) y de vez en cuando realizamos talleres y alguna charla.
7.- ¿El antimilitarismo es una propuesta posible en un mundo cada vez más militarizado o es una propuesta simbólica?
Posible y deseable, dicen algunos, otros no lo tenemos tan claro. Esta pregunta vuestra, Redes Libertarias, hizo aflorar en la asamblea de Tortuga las visiones utópicas frente a las eutópicas y generó un debate en el que iba a faltar tinta. Surge en el diálogo las consideraciones etimológicas y también la paradoja, utopía realizable. Umhhh! Pero resumiendo:
Ya sean imposibles o alcanzables (utópico o eutópico) nuestros esfuerzos están dirigidos a la desaparición de los ejércitos y persiguen un mundo sin guerras. Más que una propuesta simbólica el antimilitarismo lo vemos como una propuesta necesaria.
8.- Participáis en la Internacional de Resistentes a las Guerras, ¿podéis explicarnos que tipo de actividades desarrolla este organismo frente a las guerras existentes en la actualidad?
Participamos a través del MOC. La IRG promueve campañas de denuncia, difusión e información, apoyo a desertores y objetores, hacen concentraciones y encuentros, a veces mundiales, recogida de firmas, promueven la objeción fiscal…
9.- ¿Pensáis que puede ser positivo mantener contactos con otros colectivos libertarios y anarquistas e intentar tejer «redes de afinidad»?
Sin duda, y no sólo es positivo sino necesario, y con muchos otros grupos afines. En los fregaos en que estamos actualmente nos encontramos gente muy diversa y poder contar con estos apoyos y que Tortuga pueda estar ahí «nos llena de orgullo y satisfacción», jeje.
¿Kit de supervivencia?: Agenda pacifista desmovilizadora y de empoderamiento social
Desde el antimilitarismo y otras articulaciones sociales llevamos años denunciando la deliberada y soterrada vuelta de tuerca militarista que tanto en Europa como singularmente en España llevamos.
Aspectos como la trampa de la deuda ilegítima que asumen estos políticos de ardor guerrero en nuestro nombre pero sin nuestra opinión, el elevado y oculto gasto militar en detrimento de las necesidades y derechos sociales, los procesos de securitización y expansión de lo militar a otros ámbitos de la sociedad civil, el gigantismo y el despilfarro militar, el puertagiratorismo y el dopaje a la industria militar, el escándalo de la venta de armas a países en conflicto o el intervencionismo que supone haber participado en más de cien escenarios bélicos con no menos de 140.000 efectivos involucrados y no menos de 22.000 millones de euros despilfarrados, las bases militares americanas, la sumisión a la OTAN y a los dictados de EEUU en su lucha hegemónica, o la penetración de lo militar en todo tipo de acto social, desde las ferias juveniles a los actos festivos pasando por la conducción de crisis, por ejemplo, han formado parte de nuestras luchas, campañas, denuncias y llamadas de atención a una sociedad adormecida y cada vez más perpleja.
Sobre los procesos de construcción de un militarismo europeo, Utopía Contagiosa ya elaboró materiales nada menos que en 2015 denunciando la soterrada y sostenida construcción que ya entonces estaban haciendo los señores de la guerra y los halcones europeos (pinchar aquí). Contamos con estudios al menos desde 2010, tanto desde las páginas del Grupo Tortuga, o del Colectivo Utopía Contagiosa mientras estuvo en activo, entre otras muchas, denunciando el gasto militar y la extensión del militarismo. Y durante varias décadas el antimilitarismo y el pacifismo más consciente y menos oficialista ha hecho de la denuncia de la militarización uno de sus principales ejes de trabajo.
En lo que se refiere a la rabiosa actualidad, el reciente libro de Gasteixkoak «Conversión de la industria militar en Euskal Herría. Para no fabricar más guerras» (Zapateneo) incide en la deliberada construcción del régimen de terror que imponen los mercaderes de la muerte y su proyecto de militarismo promotor del dopaje de la industria militar y de los intereses de la élite.
Yo mismo, hace unos meses, junto con el Grup Tortuga elaboré un documento que denunciaba la construcción de un clima prebélico en España, que abundaba en aspectos por lo general ocultados de este proceso. Puede consultarse aquí.
Material tenemos de sobra para no mirar hacia otro sitio y por si faltaba algo, la sobreabundancia actual de noticias tóxicas propagadas por los medios al servicio servil de los poderes oficiales y fácticos y toda la estrategia de shock y manipulación con el que intentan agitar los miedos suficientes para legitimar el rearme, no hacen sino desvelar aún más la falacia de la inseguridad que obliga al rearme.
El kit de supervivencia
Sánchez acude a las mentiras y a la propaganda mediática, como hizo antes su predecesor Aznar o los otros gobernantes cada vez que han querido fomentar este insolidario keynesianismo militar y el recetario autoritario y de recortes con motosierra de los que se acompañan a las soluciones militares.
La última ocurrencia, el kit de supervivencia, resulta tan patética como las armas de destrucción masiva del otro tramposo ya casi apolillado en el hollín de la historia.
Su ridícula grosería es tal que, si no fuera porque se ha propagado de forma coordinada por toda Europa, yo hubiera jurado que la idea de atizarnos con este fantasma debió ocurrírsele a la ministra de defensa, Margarita Robles, una de las más afamadas youtubers de la propaganda militar que ya fue secretaria de estado de interior cuando el PSOE decidió la represión penal a los insumisos.
Yo por mi parte, doy ideas de un kit alternativo: Vacunarnos contra la guerra y convertirnos en activos resistentes a su preparación. Un kit que pide de cada cual el decisivo propósito de negarle toda colaboración al discurso militarista y a todo tipo de adhesión, colaboración o justificación.
En mi kit personal de supervivencia aparece el compromiso para preparar a nuestra juventud para desobedecer sus lógicas y, si llega el caso, organizar su desobediencia y su no colaboración.
En la misma mochila hemos de incorporar el compromiso de fortalecer las diversas luchas sociales transformacionales que están teniendo lugar en el presente: ecologistas, feministas, antirracistas, por los derechos humanos, por los cuidados, contra la pobreza y la exclusión, sindicales, por los derechos básicos que día a día erosiona el ideario capitalista, por la vivienda, de los jóvenes, contra el edadismo, por las pensiones dignas, por los derechos de los pueblos, antimilitaristas, . . .
Forman parte de la trama de defensa frente a los verdaderos enemigos. Una defensa que se hacen desde lo horizontal, con amplias dosis de horizontalidad y ayuda mutua y desde metodologías noviolentas, por tanto, antagónicas de la defensa militar del capitalismo y de sus metodologías y promotoras de la paz entendida como lucha por la seguridad humana, contra la violencia rectora y construcción de altas dosis de paz estructural, cultural y más allá de la paz negativa o del mantenimiento del statu quo.
En mi kit de supervivencia cuento también con mi propósito de colaborar con las propuestas de boicot, cancelación y señalamiento a lo militar, a las industrias bélicas, al comercio de armas y su salida desde nuestros puertos, espacio aéreo o carreteras y con la implicación en acciones directas contra sus intereses, desde la objeción fiscal a la desbancarización en la banca armada y el control ciudadano de lo que se viene a llamar responsabilidad social corporativa de cualquier empresa con la que mantenga contacto.
En estos momentos, y para que la supervivencia prevalezca sobre la inseguridad militar y militarista, lo correcto es participar de un pacifismo agresivo y que haga daño. Siento este lenguaje, pero si a la panda de chorizos que se han arrodillado ante la lógica de lucro y dominación imperante no le pasan factura sus decisiones o su colaboracionismo con ellas, nos arriesgamos a volver a las andadas de un militarismo férreo que tanto daño ha hecho a nuestras sociedades.
A todo esto, mi kit de supervivencia aspira también a que seamos capaces de construir un pacifismo más ambicioso, más movilizador y más radical, con nuevas agendas que vayan más allá del no a la guerra o de una paz vaporosa, jurídica y sin contenidos estructurales.
Nueva agenda de paz.
A mi modo de ver el recetario remilitarizador en el que nos embarca la socialdemocracia abrazada al conservadurismo en el nuevo consenso europeo va de la mano, ya lo he dicho antes, de otros recetarios que pretenden construir el orden presente/futuro. No en vano, asistimos a la agresiva aceptación de las políticas neocon y de su programa de motosierra, negacionismo y autoritarismo plutocrático, con el constructo de la preparación y amenaza de la guerra como nueva doctrina del shock con la que atemorizar a poblaciones demasiado autosatisfechas e irrespirables.
Frente a estas lógicas arrolladoras y en general ocultas no siempre es posible desencadenar la energía política suficiente para evitar su imposición, pero mal vamos si plegamos a sus prédicas o si nos conformaos con una mera acción testimonial de protesta. La protesta no basta, aunque no sobra.
No es la primera vez que lo digo y no lo sé decir de una manera mejor, pero de los muchos pacifismos posibles (la ministra de defensa, mira que hay bemoles, o Paca Sauquillo y Javier Solana se dicen pacifistas de verdad), hoy necesitamos ahondar en los que apuestan más por una paz positiva (no mera ausencia de guerra), estructural y cultural (no meramente jurídica, diplomática, de expertos y tratados), que permee a las prácticas sociales, que empodere a las gentes de a pie y que imponga cambios en el núcleo de la violencia rectora:
Más promotora de las luchas sociales por la transformación social y sus agendas (es así como construimos nuestra idea de paz con contenidos) que especializada en los ejércitos y sus niveles asumibles de armamento.
Más desmilitarizadora y enfocada a la seguridad humana que centrada en el desarme.
Más holística y de movilización social que de expertos y discursos.
Mas activista y resistente a la guerra que de mero sentimiento.
Necesitamos una agenda expansiva que nos ayude a diversificar neutras luchas contra el militarismo.
Y necesitamos hacer una agenda en común, debatiendo, compartiendo, identificando campos y enfoques, ordenándolos, proponiendo la acción social y la movilización creíble.
Necesitamos ir más allá del no a la guerra o de contentarnos con un acto mediático.
En mi criterio deberíamos intentar que la agenda del movimiento por la paz cuente con tres grandes criterios metodológicos que resumiría en:
- 1) Mantener en pie, fortalecer, coordinar, compartir y multiplicar de forma cada vez más mutualizada y focalizada en términos de defensa social frente a las verdaderas amenazas que tenemos, las múltiples resistencias y luchas sociales que ya y desde antes se están desarrollando en los distintos ámbitos de lucha alternativista y transformadora, desde el ecologismo social a los feminismos, en el antimilitarismo, el anticolonialismo, la lucha contra el racismo, la xenofobia y el supremacismo, al lucha social y sindicar por la transformación de las relaciones de trabajo y producción, la lucha contra la pobreza y la exclusión social, las luchas por los bienes públicos y derecho básicos y colectivos, la lucha por condiciones de vida dignas en campos como la vivienda, los derechos de los jóvenes, de los mayores y personas con discapacidades, por la identidad y el territorio y tantas otras sin cuya realización no se puede hablar de construcción de la paz.
- 2) Construir colectivamente una agenda contra la guerra más allá del «no a la guerra» y por una paz positiva y transformador con contenidos que pueda movilizar las energías políticas capaces de hacer pasar factura a los decisores políticos y a los intereses económicos promotores del nuevo ciclo de rearme y suficientemente ambiciosa como para proponer más bien políticas de desmilitarización social y trans-arme en vez de meras políticas de desarme
- 3) Dicha agenda debe fijarse en la necesidad de construir empoderamiento social por encima de propuestas de expertos y fomentar la acción colectiva, púbica y directa mediante propuestas, campañas y estrategias de:
- Acuerpamiento y sororidad, tal como nos enseña la constante y enriquecedora práctica de los feminismos y ecofeminismos en su actual y constante lucha por la paz y contra la guerra
- Boicot y cortocircuito a la producción y fabricación militar, a la actividad militar y a la exhibición del militarismo, tal como viene practicando el pacifismo más de base y el antimilitarismo.
- Señalamiento-cancelación-escrache a señores de la guerra, decisores políticos, colaboradores de todo signo y apoyos financieros
- Empoderamiento y fomento de grupos de activismo, movilización, ensayo de prácticas alternativas, formación, debate, artísticos, etc. y apoyo a la autoorganización y movilización de la sociedad
- Promover campañas de forma estratégica y que permita desarrollar ciclos de movilización y resistencia a la guerra y a su preparación más potentes y ambiciosos.
En otras ocasiones he propuesto seis ejes de acción por la desmilitarización, que pueden ser más o menos discutibles y/o sustituibles por otros más idóneos, pero que vuelvo a proponer de cara a ejemplificar dichas agendas. No me extenderé, pues mi propósito en este texto es el de insinuar la necesidad de construir otra agenda pacifista ambiciosa y capaz de provocar la energía política para llevarla a cabo de forma profunda en nuestra sociedad y de ofrecer ejemplos de posibles temáticas y enfoques al respecto. Me limitaré a plantear los seis ejes que ya he ofrecido en otras ocasiones.
Dichos ejes se pueden llenar de contenidos y reivindicaciones concretas, como he expresado en otras ocasiones, por ejemplo, en el artículo publicado en Alternativas Noviolentas que puedes descargar aquí
Noticias de Paz de Marzo: 'De la violencia también se sale. La noviolencia y la desmilitarización como salida y camino'
En este PROGRAMA DE NOTICIAS DE PAZ de Marzo: “De la Violencia también se sale: La noviolencia y la desmilitarización como salida y camino”. Nos adentramos en la noviolencia como acción política, desvelamos la militarización de las emergencias y la opacidad de los fondos europeos para defensa, y visibilizamos tres alternativas, desde la mirada internacional, desde la campaña contra la banca armada y la lucha contra el genocidio en Gaza en la celebración del día de la tierra del pueblo palestino, compartiendo información sobre el estatuto de neutralidad para Canarias y la resistencia a estas políticas migratorias racistas. Y con buena música que nos lleva a seguir buscando verdad, belleza y justicia, en Paz.
Pincha aquí: https://www.ivoox.com/pan-rosas-not...?
La liberación según Margaret Thatcher
Brigitte Vasallo
Voy a empezar quitando un tema de encima de la mesa: para la gente que entrará a los comentarios de este artículo, o a mis redes, para mandarme a leer a Nawal as Sadawi como si fuese un castigo o una plaga de langostas, aclaro que la he leído, que incluso la conocí personalmente, y que discrepo con su análisis de las cuestiones del cuerpo porque, además de decir que el velo es patriarcal, también dice que los tacones son una forma de esclavitud y que el velo posmoderno es el maquillaje. Y yo, que ni uso hiyab ni tacones ni maquillaje, creo que el patriarcado no está en las cosas sino en su ejercicio, en el método y el contexto, y que analizar los objetos como si fuesen buenos o malos es un callejón sin salida: resultón pero sin salida.
Este, en cualquier caso, no es artículo sobre el velo sino sobre la intervención del Estado en el cuerpo de las mujeres.
El debate en Europa sobre el hiyab está construido sobre trampas discursivas. Para las que pensamos que el patriarcado se sustenta en la universalidad —el pater de la palabra es dios, el Estado y el padre, ese triunvirato, decidiendo en función de su propio y único criterio sobre la vida de los y las demás—, el debate sobre el velo corresponde a quien lo vive y solo a ellas: las musulmanas de práctica, de contexto, de herencia. Lo contrario, por mucho que lo hagamos las mujeres, es patriarcal en su estructura.
Ante los artículos de mujeres musulmanas a favor o en contra del velo nos corresponde leer, escuchar, agradecer que compartan su pensamiento con nosotras, aprender. Sé que muchas feministas saltarán aquí: ¿cómo que no tengo derecho a opinar? Seguramente este es el abismo más infranqueable entre dos maneras de entender la liberación: considerar que un cuerpo liberado es un cuerpo que hace lo que yo personalmente creo correcto, un cuerpo que me obedece porque mi opinión vale más y vale para todo el mundo, o considerar que todes vivimos en condiciones de posibilidad y que nuestro trabajo es, si acaso, ampliar esas posibilidades para que nuestras elecciones, las de cada cual, tengan un catálogo lo más amplio posible.
El debate sobre el hiyab, sea como fuere, viene con otra trampa en forma de falacia de correlación y que consiste en presentar dos ideas como necesariamente ligadas cuando lo tramposo es, justamente, esa correlación. En este caso, se plantea el rechazo al velo y su prohibición como correlativas, como si fuesen una sola cosa, cuando en verdad son dos temas bien diferentes. Y, por la misma lógica, se entiende el rechazo a la prohibición como un apoyo al velo cuando, de nuevo, son dos cosas distintas. Shirin Ebadi, Fatema Mernissi o Mona Eltahawy, por citar algunos nombres, se han posicionado contra el velo, contra las políticas de los Estados obligándolo y también contra las políticas de Estado prohibiéndolo.
El deseo de legislarlo se sustenta en una muy arraigada concepción de que el velo es patriarcal per se, que es violencia machista. Y ahí se entra en una discusión acalorada y apasionada sobre la defensa de las mujeres en contra de ellas mismas, defenderlas castigándolas. Esta postura se fundamenta en la ignorancia respecto a la genealogía de las políticas contra el hiyab en Europa, que tienen sus raíces contemporáneas en la colonización europea del norte de África y de Oriente Medio. En Argelia, el ejército francés organizaba amplias campañas para obligar a las mujeres a sacarse el velo, porque el cuerpo de las mujeres, su conquista, forma parte de las conquistas territoriales como forman parte de ello las violaciones en contexto de guerra. Esa es la genealogía que heredamos las feministas blancas europeas y esa es la historia de la que debemos hacernos cargo. Otra cosa que solo se puede explicar a través de los mecanismos del racismo es la ira contra las mujeres musulmanas con hiyab que son consideradas, al mismo tiempo, como víctimas de ese mismo hiyab. Incluso si ese fuera el caso, ¿qué sentido tendría castigar a la persona que sufre violencia? Cuando estamos hablando de adolescentes en los colegios, niñas de 12, 13 y 14 años que son expulsadas de clase por llevar velo ¿esa expulsión las estaría favoreciendo? Cuando la edad escolar obligatoria son los 16, ¿qué pasa después con esas chavalas si realmente están en situación de violencia? ¿Las mujeres violentadas no tienen derecho a estudiar? ¿Se castiga con esto al supuesto padre maltratador, o al dios maltratador, o se está castigando a la niña?
Francia lleva 150 años de guerra contra las mujeres con velo, pero no hay estadísticas que demuestren que las expulsiones de las escuelas, que han sido muchas, hayan reducido la violencia machista. ¿Se está estudiando el fracaso escolar de las chavalas que se ven envueltas en esos follones? ¿Qué supone para una adolescente ser expulsada del colegio a mitad del curso, como ha sucedido en España en numerosas ocasiones? Me sorprende, la verdad, no ver más voces alzándose: esto no es opinar sobre el velo, es decir alto y claro que castigar a las musulmanas en nombre de los derechos del resto de las mujeres no nos hace más libres, que no en nuestro nombre. Es lo que llamé purplewashing hace años, cuando aún pensaba que decir las cosas en inglés las hacía más comprensibles y no menos.
En el feminismo blanco, sin duda, tenemos un problema especialmente grave y desesperante de supremacismo. Es el feminismo del mandar, el feminismo que quiere sustituir el patriarcado por una panda de mujeres haciendo de señores, unas Margaret Thatcher, como si eso cambiase algo fundamental y no solo contingente. ¿No todo el feminismo blanco es así? No, amigas, no todo, pero no vamos a hacer aquí un #notall con el panorama desolador que tenemos. Desgraciadamente, sin embargo, la cuestión de la islamofobia traspasa la blanquitud e incluso en contextos donde está muy elaborada la cuestión del racismo, la islamofobia encuentra sus grietas pues forma parte del racismo pero tiene sus propias lógicas. Una de ellas es creer que el Islam es una especie de ideología, y que quien la “escoge” tiene que asumir las consecuencias, mientras que el racismo y la racialización son cuestiones estructurales que no dependen de la voluntad de la persona. Es una hipótesis. Curiosamente esa idea del Islam es islamófoba en sí misma.
Laicas son las escuelas, no las personas
Ligada con esto está la cuestión de la laicidad, algo que nos carcome el entendimiento en los movimientos sociales de izquierdas de todo tipo. Pero de nuevo hay una confusión: laico tiene que ser el Estado y sus instituciones, no sus ciudadanos; laica tiene que ser la escuela, no las personas que la integran. Precisamente lo que hace la laicidad es garantizar que nadie impone su religión a los y las demás, una imposición que no sucede con el simple ejercicio de la propia identidad.
Paradójicamente, si es la laicidad la que impone su ser laico al alumnado, la laicidad está ejerciendo de religión, otra Margaret Tatcher. La escuela y el Estado están lejos de ser laicos pero estamos gastando las energías en discutir si las alumnas musulmanas tienen derecho a ser ellas mismas y recibir educación reglada o tienen que escoger entre los estudios y la propia identidad, nada menos. Si de verdad nos preocupan tanto las musulmanas como se podría deducir del volumen de este debate, debería preocuparnos más la islamofobia y menos su ropa.
Este no es un artículo sobre el velo. Porque el debate sobre el velo tampoco es un debate sobre el velo sino un ejercicio de poder, un abuso del mismo, una demostración de quién manda aquí, de quién tiene derecho a opinar sobre todo y quién no tiene derecho a hablar.
Tuve la suerte de coincidir hace unos meses con Suhaiymah Manzoor-Khan: sus trabajos, en multitud de formatos, son de una clarividencia emocionante. En ellos afirma que la islamofobia no es una fobia sino una forma de gobierno y elabora todo un pensamiento relativo a la ininteligibilidad y las posibilidades (epistémicas) que se abren tanto al ser vista como al no ser vista. Manzoor-Khan decía en aquella ocasión que la islamofobia también interviene y persigue su propia relación personal e íntima con lo divino. Y eso no me parece poca cosa tampoco. Aunque yo, personalmente, ni lleve tacones, ni crea en dios.
Argentina: Vialidad Nacional removió un monumento en homenaje a Osvaldo Bayer en Santa Cruz
Qué ingenuos los gobernantes
Entre obreras, entre obreros;
Si pateás el hormiguero
Está más vivo que antes.
Soberbio como ignorante
El poder siempre cayó.
La historia nunca olvidó
Y podrán estos jumentos
Ocultar tus monumentos
Pero tus ideas no.
Wilson el Payador
Vialidad Nacional removió este martes 25 de marzo el monumento en homenaje al historiador Osvaldo Bayer, que se encontraba emplazado en el ingreso de la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Según pudo observarse en imágenes que se viralizaron en redes sociales, una pala mecánica del organismo nacional manejada por trabajadores despejaron el sitio en donde se encontraba la figura del recordado historiador, formada por una estructura de metal que en la base tenía la leyenda “Bienvenido, está ingresando a la tierra de la Patagonia Rebelde”, en alusión a una de sus obras más recordadas.
El monumento de homenaje a Bayer había sido inaugurado dos años atrás, el 24 de marzo de 2023, por impulso de la ex gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Se había erigido en el Puesto Güer Aike, ubicado en la Ruta Nacional N°3 de la ciudad de Río Gallegos con motivo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Según pudo saber este medio, había coincidencias en la delegación local en que el monumento no tenia la habilitacion correspondiente y al estar en zona de caminos se decidió “la remoción del mismo y posterior normalización de la zona.
Las fuentes consultadas explicaron, además, que la estructura era considerada peligrosa, se asentaba en una zona de camino, y no cumplía con las normas establecidas. Agregaron, además, que esta acción se tomó para mejorar la organización del área y optimizar los espacios de vialidad nacional. Por otro lado, indicaron que se proyectan mejoras en el nudo y el distribuidor vial para facilitar el acceso a los edificios ocupados por la gendarmería y la policía provincial.
Desde la gestión provincial, el vicegobernador Fabián Leguizamón emitió un comunicado en el que lamenta la decisión de remover la estructura. “El monumento erigido en su honor simbolizaba no sólo su figura, sino también la resistencia, la memoria histórica y la necesidad de no repetir los errores del pasado. Su destrucción no hará retroceder nuestro compromiso con la verdad, sino que reafirma nuestra decisión de mantener viva la memoria de quienes dieron su vida por una sociedad más justa”, manifestó Leguizamón en un comunicado difundido por el sitio oficial del Gobierno de Santa Cruz.
- Así era el monumento a Osvaldo Bayer que removió Vialidad Nacional en Santa Cruz
El recuerdo de Osvaldo Bayer
Osvaldo Bayer, periodista, escritor, historiador y uno de los intelectuales más reconocidos de Argentina, falleció a los 91 años el 24 de diciembre de 2018. Nacido en Santa Fe en 1927, Bayer fue una figura clave en la crítica política y social del país, identificado por su postura anarquista y pacifista. A lo largo de su carrera, se destacó por su gestión de contenidos periodísticos que cuestionaron a los poderes de turno.
Su legado como historiador se cimentó con su obra más conocida, Los vengadores de la Patagonia trágica, un exhaustivo trabajo de investigación sobre los sucesos de la matanza de obreros patagónicos en la década de 1920, que lo obligó a exiliarse en Berlín Oeste debido a la persecución de la Triple A durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón. Además, Bayer dejó una huella en el cine como guionista de La Patagonia rebelde, basada en su libro, que ganó el Oso de Plata en la Berlinale de 1974.
A lo largo de su vida, Bayer mantuvo una postura independiente, siempre crítico de la política y la sociedad, defendiendo con fervor los derechos humanos y la justicia social. Fue autor de varios libros, entre ellos Los anarquistas expropiadores y otros ensayos y Fútbol argentino. Su compromiso con los más humildes y su lucha contra la injusticia lo convirtieron en una figura en la historia intelectual argentina.
Fuente: https://www.infobae.com/politica/20...
Osvaldo Bayer volverá a su lugar!!!
Marcelo Valko
Antonio Gramsci antes de morir en 1937 escribe una de esas frases visionarias y definitivas, que no pierden vigencia ni actualidad: “Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer. Entre tanto, surgen monstruos”. Y tiene toda la razón. En aquel momento el mundo se preparaba para una noche muy negra de dolor y espanto. Hoy, soplan vientos de un neoliberalismo extremo y extremista. Sin ánimo de comparar un periodo con otro, observamos similitudes de intolerancia y afinidades de absoluto autoritarismo. Como diría Giambattista Vico el corsi e ricorsi de la historia no avanza de forma lineal, sino en ciclos que se repiten, de avances y retrocesos. Flujos, recurrencias y reflujos de la historia que el día de ayer con la movilización masiva en todo el país por el Día de la Memoria, Verdad y Justicia parece comenzar a revertirse.
Un mar de gente se movilizó en Mar del Plata, Rosario, Bariloche, Córdoba y una cantidad de localidades como Chivilcoy o Bolívar por citar algunos puntos donde se marchó contra el absurdo negacionismo de un gobierno que desconoce la realidad de jubilados, la elección sexual de las personas, que atenta contra la salud, educación, economía familiar, ignorando el cambio climático y también deshecha la verdad histórica.
El gobierno y sus lacayos habrán percibido algo y el temor y temblor los llevó a perpetrar no solo el absurdo video referido al 24 de marzo, sino también a cometer otro acto repudiable. En la entrada de la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, a modo de bienvenida, un monumento levantado a su memoria el 24 de marzo de 2023 homenajeando al escritor Osvaldo Bayer que desnudó una carnicería deplorable perpetrada por el gobierno de Irigoyen en 1920/1921 con el fusilamiento de mil quinientos obreros de estancia en Patagonia, fue derribado como se aprecia en estas fotos. Lo cometieron el día 23 de marzo y mandaron nada menos que a Vialidad Nacional a destruirlo, cuya función es otra bien diferente. Que lo hayan perpetrado un día antes del 24 es todo un símbolo y mensaje. Incluso, lo dejaron plasmado por escrito en la “pagina libertaria de ElDiario Santa Cruz” donde entre una serie de falacias balbucean que “esta estructura más que un homenaje era parte de la propaganda ideológica que el kirchnerismo impuso al espacio público”.
Todos los que conocieron al minucioso investigador Osvaldo Bayer, saben tanto de su honestidad intelectual a toda prueba como de su amor por la hermosa Patagonia. Una persona que resiste cualquier archivo, siempre mantuvo su postura de anarquista libertario (auténtico, no como este corso de disfraces que usurpa ese nombre). Era de esas personas que “nunca se casó con nadie” que estuviese en el poder. Y eso que intentaron tentarlo. Por eso tuvo que exiliarse con su familia cuando el gobierno de Isabel Perón/López Rega lo amenazó de muerte en los comienzos del espanto que luego se esparció en nuestro país. Nunca fue ni peronista, radical, ni tampoco kirchnerista. Todos lo saben. Yo fui su amigo casi 20 años.
Que derriben el monumento alegando tales sandeces indigna, irrita y subleva la conciencia, y su honesta memoria no lo merece. En el país existen bibliotecas públicas que llevan el nombre de Bayer, e incluso cuatro ciudades llevan su nombre en sus calles como Puerto Deseado, Pirámides, Calafate y Gobernador Gregores, todas de la Patagonia, una región donde Osvaldo Bayer tiene especial ascendencia. Allí los vecinos lograron dejar atrás, siempre en forma democrática, al general Julio Roca para reemplazarlo por Escritor Osvaldo Bayer. Que un país baje a un militar para subir a un escritor es un sueño hecho realidad. Pero nuestro país, tiene inmensos logros, un potencial que no debemos olvidar, menos ahora: en Argentina Videla murió en prisión, mientras que en Chile, Pinochet fallece como senador vitalicio. No hay que desanimarse y seguir y avanzar.
Pero está visto que en estos tiempos brutos, donde le dan un palazo en la cabeza a una jubilada de 81 años que cae desvanecida en el Congreso todo puede pasar. Pese a que esta nota está escrita, a minutos de conocer esta aberración contra la historia, estoy persuadido, que esta hermosa imagen de Bayer volverá a su sitio más temprano que tarde. La historia es larga y habrá rendición de cuentas. Para finalizar, vale la pena volver a recordar que a Gramsci que señalaba: “la indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa”. Memoria, Verdad, Justicia. Son 30.000. Fue genocidio. Es lento, pero viene…
Sin respuesta de la Universidad: Silencio ante el genocidio
Por Red Universitaria por Palestina
https://www.redxpalestina.org/
"Gaza no tiene garganta,
son los poros de su piel los que hablan,
de sudor, sangre y fuego"
Silencio para Gaza (Mahmoud Darwish)
El 18 de marzo el Estado sionista israelí decidió romper el alto el fuego y bombardeó de nuevo Gaza asesinando a más de 634 personas, más de 183 de ellas niños y niñas, e hiriendo a otras 1172. No ha habido ningún comunicado de condena por parte de las universidades españolas, ni del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ni del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El pasado noviembre, el profesor, escritor y médico colombiano Víctor de Currea-Lugo cerraba su contribución en las jornadas “La Universidad ante el Genocidio”, preguntándonos: “¿Después del genocidio en Gaza, tiene sentido hablar del derecho internacional?, ¿es posible hablar de los convenios de Ginebra después de Gaza?” Poco antes, la escritora y antropóloga argentina Rita Segato adelantaba la respuesta: “El Estado de derecho siempre tuvo una naturaleza ficcional. Pero la ficción existía y era creída. Como ficción y como creencia cumplía su papel en otorgar una gramática a la vida social y a las relaciones internacionales. Esa gramática ya no existe”.
Interpelando a ese conjunto de reglamentaciones jurídicas que dan forma al derecho internacional, Rita Segato reconoce que la complicidad occidental con el genocidio en la franja de Gaza, extendido a Cisjordania, Líbano y Siria, ha acabado por tumbar definitivamente ese frágil y sesgado marco del Estado de derecho occidental. Hoy, bajo el lema del rearme, la Europa burocrática del engaño, de la falsa moral, las apariencias vacías y los dobles raseros, en sus funciones como autoridad en la colonia, quiere imponer el poder de muerte que aplasta impunemente a Palestina, para golpear también a la población trabajadora en Europa, igualmente colonizada y amordazada por EE.UU. y el sionismo.
En solidaridad con el pueblo palestino, como pueblos unidos y dignos, hemos de activar la reconstrucción de nuestra convivencia común colectiva. Esta reconstrucción ha de comenzar en Palestina y por el pueblo palestino, tal como defiende la propuesta del Grupo de La Haya, constituido por nueve países del Sur Global. Una unión que exige el cumplimiento de la legalidad internacional, y con ello respetar el derecho inalienable del pueblo palestino a su autodeterminación demográfica, territorial, cultural, económica y política, estableciendo una Palestina sin apartheid, sin limpieza étnica, libre de colonialismo e imperialismo. Una unión de y por los pueblos soberanos que bloquee los planes criminales y aberrantes del proyecto genocida de EE.UU., bajo la complicidad y el apoyo de la Comisión Europea.
En el idioma colonial, que llevamos cinco siglos empleando, "pacificar" siempre ha significado "exterminar". Eso es lo que significa, en último término, "civilizar", cuando el civilizador decide acelerar la "GESTIÓN" a la que se declara "universalmente destinado". Hemos avanzado del cristianízate o te mato, hasta el democratízate o te mato (Grosfoguel, 2016). Somos una sociedad GESTORA de muerte que lleva tiempo mirando al abismo al que le precipita su propia sed de sangre. Trump es el síntoma de un recorrido imparable, imperdonable e indefendible. Se llama colonialismo y es la ultraviolencia inherente a la condición imperialista del axioma del capital y la cosificación de la vida, sintetizada en delirios como el plan integral urbanístico de Gaza.
Durante los infames 15 meses de genocidio -que dan continuidad a los 77 años de violencia, asesinatos y ocupación contra Palestina y su pueblo-, sumados a los escasos tres meses de un alto el fuego, que Israel ha violado sistemáticamente desde su inicio, y que definitivamente rompió la pasada noche entre el 17 y 18 de marzo, los estados europeos han sido cómplices ejecutores con la barbarie y la criminalidad. En sus obligaciones han desobedecido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que, bajo la opinión consultiva del pasado 19 de julio de 2024 dictaminó que “todos los Estados tienen la obligación de no prestar ayuda o asistencia para mantener la situación creada por la presencia ilegal de Israel en el Territorio Palestino Ocupado (TPO)”.
Desde el 7 de octubre de 2023, la Comisión Europea no sólo no ha suspendido la financiación a las instituciones y centros de investigación comprometidos con la ocupación ilegal, sino que ha inyectado 126 millones de euros de los fondos del programa Horizon Europe a la industria israelí, incluyendo a Israel Aerospace Industries (IAI), una de las mayores empresas armamentísticas de Israel. La misma Comisión Europea mantiene firmemente el Acuerdo de Asociación UE-Israel, aún cuando las acciones del Estado sionista violan ampliamente todos los artículos esenciales de dicho acuerdo.
Localmente, el Estado español, con su farsa de reconocer un Estado palestino ocupado, estrangulado y abandonado, ha continuado colaborando y alimentando con recursos militares al Estado sionista durante el genocidio en curso. Mediante el uso de los puertos y aeropuertos españoles, el Gobierno de España ha permitido el envío de más de 60.000 piezas de armas desde EEUU hasta Israel desde enero de 2024 hasta la actualidad. Por su parte, el Estado supremacista y de apartheid liderado por Benjamin Netanyahu, cualidades que el historiador Ilan Pappé identifica con un “Estado de Judea” etnonacionalista fuera de la órbita del liberalismo político, ha reconocido al partido político VOX como uno de sus nuevos aliados estratégicos en esta nueva entente de la internacional reaccionaria.
El blanqueamiento del genocidio por occidente ya no escapa de sus falacias fundacionales. El genocidio ha sido reconocido por todas las autoridades, expertos y expertas en la materia, advertido por la Corte Internacional de Justicia, así como concluido en los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Ante el despliegue de todos estos argumentos e informes que reconocen el genocidio contra el pueblo palestino, avalados por la orden de captura a Benjamín Netanyahu solicitada por la Corte Penal Internacional, la internacional reaccionaria liderada por la administración de EE. UU. responde a todas estas evidencias jurídicas sancionado a la propia Corte Penal Internacional.
Con todo ello, las instituciones soberanas, como son las universidades públicas del Estado español, tienen la obligación de cumplir los marcos legales internacionales, esos mismos que viola de forma sistemática el Estado sionista con total impunidad. Nuestro cometido principal, como Red Universitaria por Palestina (RUxP), implica exigir acciones concretas y efectivas a unas universidades, las nuestras, que en su disculpa no solo muestran complicidad con la más abominable y repudiable criminalidad, sino que también activan su propia autodestrucción.
El ataque a la soberanía pública de la gestión universitaria, en pleno desarrollo a través de la censura más atroz y disciplinante en ese ojo del huracán que ha sido siempre EE.UU., Europa y su colonialismo, aparecen como consecuencia del horror permitido y amparado en nombre de “la civilización”. La pasividad y la innacción de las instituciones ante el epistemicidio, el escolasticidio, ante el genocidio en curso en la franja de Gaza, en Cisjordania, y sobre toda la Palestina ocupada, rebota sobre la comunidad universitaria de EE.UU. en forma de amenazas, represión violenta y la rescisión de la financiación estatal, así como la deportación de toda la disidencia y de las voces críticas. EE.UU. pretende iniciar el desmantelamiento de toda gestión estatal de su sistema educativo. En nuestro estado, la desarticulación reaccionaria en la Comunidad de Madrid se materializa como plan de ataque a la independencia y la gestión pública de nuestras universidades y centros educativos. Unos ataques y una represión a la universidad pública que en España quiere ser capitalizada por los nuevos aliados del sionismo.
Sabemos que el desmantelamiento de la gestión pública de la educación, junto a la represión y la censura no son más que signos de debilidad y de miedo ante la nueva realidad que se impone: el derrumbe del imperialismo estadounidense que sostiene al estado de Israel. Los Estados de occidente, hasta ahora llamados democráticos y de libertades, se exponen ante el mundo como un “emperador desnudo”, como los verdaderos verdugos de este genocidio en el s.XXI.
Ante el genocidio la ley es clara, es el momento de romper todo tipo de relaciones, colaboraciones y actividades con cualquier institución de Israel. Es momento de ejecutar todas las sanciones diplomáticas y económicas sobre el estado invasor y colonial de Israel, tal como se ejecutaron contra Rusia al ocupar Ucrania. Unas acciones de ruptura de relaciones que en nuestro país ya han sido respaldadas por resoluciones judiciales, como la reciente sentencia a favor de las medidas de suspensión de colaboraciones con Israel por la Universidad de Granada, puesto que su cumplimiento queda recogido y obligado por el derecho internacional vigente. Cualquier complicidad y connivencia con el genocidio, como sucede en el caso de la Universidad de Oviedo y su apoyo al proyecto TICHE, financiado por el Fondo Europeo de Defensa, deberá ser denunciada ante los tribunales de justicia.
El pasado 7 de octubre de 2024, al cumplir un año de genocidio en curso, La Red Universitaria por Palestina mantuvo una reunión con la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE). En dicha reunión la RUxP presentó y envió un dossier con una serie de propuestas y medidas siguiendo las obligaciones jurídicas adquiridas por todos los estados, como terceras partes llamadas por la opinión consultiva de la CIJ, incluyendo, por tanto, a las universidades públicas de cada estado. La RUxP no ha recibido respuesta alguna. Tampoco ha recibido respuesta a las múltiples solicitudes de reunión enviadas desde entonces tanto a la CRUE, como a la Secretaria General de Universidades del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Ante un silencio que se completa viendo matar a niños y niñas inocentes sin más remordimiento que la pena inerme, como base humana de nuestras instituciones universitarias, de todo el personal que las sostienen, nosotras no vamos a permanecer ni en silencio, ni paralizadas. Por ello, la RUxP como fuerza creativa y constituyente exige tomar acciones concretas que juzguen, condenen y bloqueen el genocidio en Gaza, el ecocidio en Gaza, el epistemicidio en Gaza, el escolasticidio en Gaza, el feminicidio en Gaza, el domicidio en Gaza, … porque solo ante una solidaridad genuina, comprometida y completa tiene sentido hablar de humanidad.
La Red Universitaria por Palestina, desde 46 de las 50 universidades públicas del Estado español, EXIGE a los órganos de gobierno de sus universidades, a la CRUE y al Gobierno de España:
1. La condena clara, explícita e inequívocamente sujeta a la legalidad internacional del genocidio en la Franja de Gaza y de las políticas “inherentemente genocidas” (A/HRC/55/73) de la colonización de asentamientos, así como de la ocupación, el saqueo, la expulsión y el apartheid llevados a cabo por el estado de Israel en Palestina.
2. La suspensión de la participación en proyectos y colaboraciones como Horizon Europe, Erasmus+ y similares. Esto incluye la petición al gobierno y al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de la exclusión de las universidades y los centros de investigación israelíes de cualquier proyecto, contrato o convenio en el marco del Acuerdo de Asociación UE-Israel, por incumplimiento de sus cláusulas en materia de respeto a los Derechos Humanos.
3. Incorporar las cláusulas pertinentes de derechos humanos a todos los contratos u operaciones comerciales para señalar la obligación del cumplimiento del Derecho Internacional. Reafirmar o, en su caso, incluir en los estatutos de cada universidad el compromiso institucional de no participación en materia de aplicaciones y tecnologías militares, incluyendo el “doble uso”. Revisar y en su caso suspender los convenios de prácticas que mantienen nuestras universidades con empresas, entidades y/o instituciones israelíes, así como con empresas o subcontratas que colaboren con o se beneficien de la ocupación y el apartheid en los Territorios Palestinos.
4. Exigir a la UE el desarrollo de programas de colaboración en investigación tipo Horizon que contribuyan a la recuperación de las instituciones académicas palestinas, así como potenciar los programas de colaboración y movilidad con instituciones palestinas desde cada una de las universidades españolas.
5. Garantizar los derechos de la comunidad universitaria ante las denuncias y el acoso a personas, grupos e instituciones por parte de organizaciones vinculadas al estado y/o los lobbies sionistas, que vienen instrumentalizando las acusaciones de antisemitismo para perseguir, criminalizar y silenciar la visibilización y la defensa de los derechos humanos del Pueblo Palestino. Evitar asimismo la celebración de actos, jornadas o seminarios con participación de entidades o instituciones israelíes.
6. Apoyar oficialmente la propuesta a la Asamblea General de la ONU para retirar a Israel sus credenciales como estado miembro de las Naciones Unidas. Además, solicitamos, por parte del Gobierno de España, la adhesión al Grupo de la Haya.
Es el militarismo, amigo, el militarismo
¿Puede que si el militarismo es la solución para todo, realmente no solucione nada, sino que realmente sea el problema?
Pepe Ambrona
Política Noviolenta
George Bush padre se presentaba a las elecciones de 1992, contra Bill Clinton, con un 90 % de aprobación en su presidencia, récord histórico. Uno de los estrategas de la campaña de Clinton, James Carville, orientó la campaña del demócrata en torno a tres consignas clave: cambio vs. más de lo mismo; la economía, estúpido; no olvidar el sistema de salud. Ganó Clinton con un 49'73 % del voto contra un 33'88 % de Bush.
Hoy en día, el antimilitarismo nos enfrentamos al programa Rearme de la Unión Europea con la misma desventaja, como poco. Pero si nos damos cuenta, el argumentario no cambia demasiado, salvo unas pocas modificaciones.
En primer lugar, es necesario denunciar que si el militarismo y el aumento del gasto militar es siempre la solución para todo, parece que nos encontramos con el bálsamo de Fierabrás cervantino, la panacea contra todos los males, el ungüento amarillo de todas las decisiones políticas, que todo lo curan pero que no sanan nada.
Veamos. Durante la Guerra Fría era necesario rearmarse, remilitarizarse y aumentar el gasto militar constantemente para poder oponerse a la misma estrategia del otro bando. Resultado: se derrocharon miles de millones provocando sucesivas guerras entre los bloques en naciones interpuestas, por supuesto, sin permitir que mejorase el sistema de salud, la educación, la vivienda y muchas otras necesidades sociales.
Cuando se hundió el régimen soviético se siguieron aplicando las mismas fórmulas “milagrosas” y el mundo “unipolar de Estados Unidos” sufrió el golpe de 11-S. Quizá ahí hubiera sido el momento de cambiar de rumbo, pero se decidió militarizar y gastar más en lo militar. Comenzaron a hundirse o se hundieron varios países: Irak, Libia, Afganistán, Siria, ahora se unen Ucrania y Palestina, entre otros. Ni las supuestas victorias estadounidenses, ni las derrotas supusieron cambio de paradigma, ante cada una de ellas la clave volvió a ser remilitarizar. Daba igual el triunfo o la victoria, daba igual el coste que les suponía a las poblaciones de estos países, todos se encontraron volviendo a los niveles de desarrollo de la Edad Media. Nada mejoró salvo los dividendos de la industria militar.
La expansión de la OTAN supone optar por mayor gasto militar y por remilitarizar las sociedades de ambos lados de Atlántico. La invasión de Ucrania por Rusia en 2014 nos “obligó” a remilitarizar. La nueva invasión en 2022 tuvo el mismo efecto. La competencia China por la hegemonía mundial contra USA supone la remilitarización de ambos y, de paso, la europea. También el oso ruso da miedo y nos obliga a remilitarizarnos. El terrorismo yihadista merece la misma conclusión: remilitarizarnos.
En España tenemos el “enemigo” al sur. Cualquier compra de armamento de Marruecos supone reforzar nuestra opción por la militarización, la realidad de la migración desde África “nos obliga” a que debemos responder de manera militar y trasladar nuestras fronteras hasta Mauritania, Malí, República Centroafricana, etc., en lo que se ha dado en llamar militarmente como “Fronteras Avanzadas”.
¿Qué hemos resuelto con estas políticas? Nada. Tan sólo hemos gastado más en lo militar y no hemos conseguido ninguna mejora objetiva. Hemos retrasado nuestro desarrollo en gastos sociales en aras de la guerra.
Entretanto, ¿qué piensan Marruecos, Argelia, Mauritania, Malí, … de nuestros aumentos de gasto militar continuos y de nuestra continua militarización de cualquier aspecto de la economía y las relaciones internacionales? ¿Nos pueden ver, con objetividad, como enemigos agresivos? ¿Pueden querer defenderse ante nuestra continua militarización? ¿Lo harán militarizándose, aprendiendo de sus “maestros europeos”? Seguramente. Y ello provocará una nueva remilitarización europea, etc. Militarizamos las ayudas internacionales, las ayudas al desarrollo, las ayudas en las catástrofes.
Cuando Trump, en su primer gobierno, nos pidió más militarismo y más gasto militar, asentimos. Ahora que nos lo vuelve a pedir, aun dejando claro que cuestiona su lealtad hacia Europa, asentimos nuevamente. Si buscamos estar bajo el “ala protectora” de USA, nos militarizamos, ahora que se clama por ser autónomos de los vaivenes de Trump, lo hemos de realizar mediante la remilitarización.
Y nada se acaba de solucionar, nada mejora en la arena internacional. Y, ¿no será, que el problema es el militarismo, amigo, es el militarismo? ¿No habrá llegado la hora de cambiar de paradigma en las relaciones internacionales y abogar por la noviolencia? ¿No será el momento de buscar una alternativa que no sólo lo sea de nombre?
Urge un movimiento global por la paz
Redaccion
El mundo se tambalea entre el desastre ambiental y la locura bélica mientras los líderes políticos juegan con fuego.
En la Europa de 2025, se respira un aire denso, cargado de la misma premonición fatal que antecedió a las dos guerras mundiales. Como en 1913 y 1938, las alianzas militares y la política de bloques han convertido al continente en un polvorín listo para estallar. Pero esta vez, el fuego que se prenda no será sofocable: estamos en la era de las armas nucleares y el cambio climático descontrolado.
La lógica de los tratados de asistencia mutua, que supuestamente debían evitar la guerra, ha demostrado ser una farsa repetida. En la Primera Guerra Mundial, la muerte de un archiduque desató una reacción en cadena que devoró a millones. En la Segunda, la agresión a Polonia convirtió un conflicto regional en un infierno global. Hoy, la proliferación de alianzas militares y el rearme histérico de las potencias sugieren que la historia podría volver a repetirse, pero con consecuencias mucho más catastróficas.
El peligro no radica solo en el rearme acelerado. El cambio climático avanza sin freno y, en lugar de destinar recursos para mitigar su impacto, los estados se han lanzado a una carrera armamentística suicida. En 2024, el gasto mundial en defensa alcanzó los 2,1 billones de dólares, una cifra obscena cuando el planeta se enfrenta a sequías, incendios y desastres naturales de escala creciente.
Las cifras hablan por sí solas: Estados Unidos gastó 811.000 millones de dólares en defensa, triplicando a China, el segundo mayor inversor en armamento, mientras Europa aumentó su presupuesto militar a niveles no vistos desde la Guerra Fría. Mientras tanto, la ONU calcula que harían falta menos de 300.000 millones de dólares al año para garantizar la transición energética global y evitar el colapso ecológico.
GUERRAS ABSURDAS Y UN FUTURO CONDENADO
En el presente, dos conflictos concentran la atención global: la guerra en Ucrania y el genocidio en Gaza. Ambos podrían resolverse si los actores implicados abandonaran su estrategia de hostigamiento mutuo y priorizaran la paz sobre los intereses geopolíticos y armamentísticos.
Ucrania se ha convertido en el tablero de ajedrez de una disputa entre la OTAN y Rusia. La expansión de la Alianza Atlántica hacia el este, junto con la insistencia de Estados Unidos en mantener su hegemonía militar, ha empujado a Moscú a una guerra que ha devastado al pueblo ucraniano y fortalecido los discursos bélicos en toda Europa. En vez de buscar una solución diplomática, Occidente ha optado por alimentar el conflicto con miles de millones en armamento.
En Gaza, la situación es incluso más desesperante. Israel ha llevado a cabo una de las ofensivas más brutales de las últimas décadas, destruyendo ciudades enteras y asesinando a miles de civiles con el beneplácito de Washington y la Unión Europea. El papel de España ha sido tibio, con declaraciones vacías mientras sigue vendiendo armas a un Estado que practica una política de apartheid y exterminio contra el pueblo palestino.
Resolver estos conflictos es clave para evitar una escalada global, pero los intereses militares y económicos de las potencias impiden cualquier avance. Los gobiernos del mundo prefieren hundir a la humanidad en guerras interminables antes que enfrentarse a la crisis climática y la desigualdad rampante.
Si la comunidad internacional no impone un alto el fuego global y una desmilitarización progresiva, la escalada de tensiones nos llevará a una catástrofe. Es hora de reclamar un movimiento mundial por la paz que obligue a los gobiernos a reducir el gasto militar y destinar esos recursos a salvar el planeta. De lo contrario, el futuro será una distopía donde las guerras y el caos climático exterminarán a gran parte de la humanidad. El reloj sigue corriendo.
Preferiría esto antes de matar a los niños: Porqué algunos adolescentes israelíes están eligiendo la cárcel por encima del ejército
Kara Fox y Zeena Saifi, CNN
En una prisión militar en el centro de Israel, Itamar Greenberg, de 18 años, se sentó en un uniforme del ejército emitido por el ejército de EE.UU. mientras el blockbuster de Hollywood "American Sniper" brillaba desde la televisión de la sala de recs.
Pero Greenberg no es un soldado, y los uniformes de camuflaje del desierto son el único uniforme militar que el llamado refusenik -como se llama a los objetores de conciencia en Israel- ha usado alguna vez.
Greenberg ha estado entrando y saliendo de prisión durante el último año, cumpliendo un total de 197 días durante cinco sentencias consecutivas. A principios de este mes, Greenberg fue liberado de la prisión de Neve Tzedek por última vez.
Su crimen? Negarse a alistarse después de ser convocado para el servicio militar, que es obligatorio para la mayoría de los israelíes judíos -y algunas minorías- mayores de 18 años.
Greenberg dijo que su negativa a servir vino como la "culminación de un largo proceso de aprendizaje y ajuste de cuentas moral".
Cuanto más aprendí, más sabía que no podía usar un uniforme que simboliza matar y opresión, dijo, explicando que la guerra de Israel en Gaza -que fue lanzada después de que militantes liderados por Hamas atacaran el sur de Israel el 7 de octubre de 2023- consolidaron su decisión de negarse.
Hay genocidio, dijo. Así que no necesitamos buenas razones (para negarse).
El gobierno israelí ha negado vehementemente las acusaciones de que la guerra en Gaza equivale a genocidio contra el pueblo palestino.
La guerra, que se reavivó la semana pasada cuando Israel reanudó los ataques aéreos y las operaciones terrestres en Gaza tras un alto el fuego efímero, ha matado a más de 50.000 palestinos en 17 meses, según el Ministerio de Salud palestino.
Más de 670 personas han muerto y otras 1.200 han resultado heridas en Gaza desde el martes, cuando la campaña militar de Israel se reinició, según el ministerio de salud allí.
Quiero este cambio, y daré mi vida por ello, Greenberg dijo de su decisión de cumplir condena en prisión en lugar de servir con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Es una decisión que los objetores de conciencia como Greenberg no toman a la ligera, ya que rechazar el proyecto es esencialmente una elección de ostracización.
En Israel, el ejército es algo más que una institución. Es parte del tejido social, con el servicio militar y la identidad secular judeo-israelí profundamente entrelazada. Y comienza temprano: desde la escuela primaria, a los estudiantes se les enseña que algún día serán los soldados que protegerán a los niños como ellos, con soldados visitando aulas y escuelas explícitamente animando a los estudiantes a alistarse. A los 16 años, esos niños reciben sus primeras órdenes de reclutamiento, que culminaron con el reclutamiento a los 18. Muchos lo ven como un honor, un deber y un rito de paso.
Greenberg ha sido llamado judío auto-odiador, antisemita, partidario del terrorismo, y un traidor, dijo - incluso por familiares y amigos.
La gente me envía un mensaje en Instagram y dice que me matarán, como hizo Hamas a los israelíes el 7 de octubre.
En la cárcel, Greenberg fue puesto en confinamiento solitario después de recibir amenazas de otros reclusos, una medida que los funcionarios de la prisión le dijeron que era por su seguridad.
A pesar del ostracización social, él y lo que una red de organizaciones que apoyan a los objetores de conciencia es un número creciente de refuseniks.
Sus números siguen siendo excesivamente pequeños. Sólo una docena de adolescentes israelíes se han negado públicamente a alistarse por motivos concienzudos desde el inicio de la guerra, según Mesarvot, una organización que apoya a los objetores. Pero ese número es mayor que en años anteriores a la guerra.
Mesarvot dijo a CNN que hay muchos más "griy refuseniks" o, personas que reclaman exenciones de salud mental o general para esquivar el borrador y evitar la posibilidad de cumplir condena tras las rejas. Debido a la naturaleza de esas negativas, es imposible proporcionar números exactos.
Yesh Gvul, otro grupo anti-guerra que apoya a los objetores de conciencia, dijo a CNN que, en promedio, cada año, el 20% de los jóvenes obligados a servir se niegan a hacerlo, según cifras compartidas por el ejército israelí. Ese número, dijo Yesh Gvul, incluye tanto a los refuseniks como a los griegos.
El ejército israelí no publica cifras sobre la negativa al reclutamiento. CNN ha pedido a los militares israelíes esas cifras y comentarios.
Otros grupos han sido mucho más vocales que los refuseniks al negarse a participar en la tradición militar de Israel. Antes de los ataques del 7 de octubre, miles de reservistas que protestaban por el deseo del gobierno de debilitar al poder judicial dijeron que no se presentarían al servicio. Y durante meses, el país ha estado plagado de la conscripción de hombres ultraortodoxos que se niegan a entrar en el ejército porque están estudiando en escuelas religiosas.
Las opiniones de Greenberg son extremas incluso para la izquierda israelí cada vez más marginada. Las protestas masivas que se han vuelto comunes desde el 7 de octubre no son tanto contra los militares o la guerra, sino a favor de un acuerdo de alto el fuego para traer rehenes retenidos en Gaza. Pero Greenberg y otros refuseniks esperan que su movimiento pueda crear espacio para un diálogo más convencional sobre los escollos de una sociedad militarizada.
Si me uno al ejército, sólo seré parte del problema. Personalmente prefiero ser parte de la solución, dijo Greenberg, señalando que puede que no viva para verla.
A group of refuseniks prepare for their weekly demonstration in central Tel Aviv on Saturday.
El sábado, alrededor de una docena de esos rechazados se reunieron en la sede de la coalición política de izquierda Hadash para preparar su manifestación semanal en el centro de Tel Aviv.
Fumando un cigarrillo enrollado en el balcón del edificio con un puñado de otros objetores de conciencia, Lior Fogel, un joven de 19 años de Tel Aviv, dijo que siempre había tenido problemas con el ejército como institución, basado en la violencia y la fuerza, y logró que un psiquiatra la firmara con una condición de salud mental para salir del servicio.
Ella le dijo a CNN que sólo después de recibir su exención del ejército comenzó a entender el papel que los militares juegan en la violencia sistémica cotidiana de los palestinos en Israel y los territorios ocupados. Esa injusticia, dijo, impulsa su activismo hoy.
Múltiples organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, han dicho que el trato de Israel a los palestinos constituye apartheid. Israel ha denunciado esa caracterización como antisemita.
El sistema de apartheid y el mantenimiento de esta norma que oprime activamente a otro grupo no se puede defender. No sólo es inmoral y generalmente horrible, sino que terminará volando en tu cara.
Mientras Fogel y los demás marchaban a la calle Begin para unirse a miles de personas de todos los sectores de la sociedad que se manifestaban bajo un paraguas de pro-democracia y anti-guerra, ella también reconoció que las opiniones de los refuseniks siguen siendo marginales.
Aún así, los activistas podrían estar cumpliendo su momento.
La rabia contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alcanzó esta semana un tono de fiebre entre decenas de miles de manifestantes que creen que está empleando medios cada vez más antidemocráticos para mantenerse en el poder, y que cuestionan qué espera lograr con una renovada campaña militar que casi año y medio de guerra implacable no lo ha hecho.
Muchos culpan a Netanyahu de priorizar su supervivencia política sobre la seguridad de su país y dicen que la renovada campaña militar pone en peligro groseramente la vida de los 24 rehenes vivos que se estima que Hamas y sus aliados mantienen en Gaza.
El sentimiento marca un giro significativo en el conflicto, y uno que rechaza la esperanza dará a los israelíes que están considerando negarse a servir en protesta por la renovada campaña militar el poder de actuar - independientemente de la persuasión política.
Cuando Israel reinicie la lucha, mucha gente, no radical o izquierda, pero la gente que apoya el alto el fuego y los rehenes pueden decir ahora, nos negaremos, incluso si no les importan los palestinos, dijo Greenberg.
La negativa es ahora menos tabú. Por lo tanto, pueden utilizar esta herramienta que desarrollamos - aunque piensen que somos locos y traidores - cuando ellos piensan que es correcto, agregó.
Otro refusenik en la manifestación, Iddo Elam, de 18 años, que cumplió condena en prisión por su negativa, le dijo a CNN: "Preferiría esto por matar a los niños". Según UNICEF, más de 14.500 niños han muerto en Gaza desde el inicio de la guerra.
Elam dijo que esperaba que su protesta ayudara a sus compatriotas israelíes a entender que el dolor de los palestinos es lo mismo que los israelíes.
Cuando otro asistente de la protesta más amplia escuchó a Elam hablar, interrumpió para insistir en que el punto de vista de los adolescentes no es representativo de la sociedad israelí, y dijo: "Eso no es cierto". Es una minoría, y sus puntos de vista no representan lo que todos los demás piensan.
Pero otros se mantuvieron firmes en apoyo de docenas de objetores que coreaban "paz, igualdad, justicia social" y sostenían pancartas que decían "rechazar la guerra", se movilizaron por la paz.
Rakefet Lapid, cuyos dos hijos también se negaron al servicio años antes de la guerra, y cuya familia vive en uno de los kibutz que fue atacado por Hamas el 7 de octubre dijo: "Me alegro de que todavía sean algunos jóvenes dispuestos a decir eso".
Pero siento que sean una pequeña minoría, añadió.
A 16-year-old soon-to-be refusnik plays the snare drums alongside fellow anti-war activists in Tel Aviv on Saturday.
Greenberg dijo que eligió hacerlo público porque quería mentir.
Pero un joven de 16 años que pidió no ser nombrado, dijo a CNN que aunque sabe que rechazará el borrador cuando llegue su momento, todavía está decidiendo cómo.
Mientras que el adolescente ha asegurado papeles de un psiquiatra que dice que tiene problemas mentales que no le permiten servir, dijo que su razón no se debe a su salud mental, sino a su perspectiva política.
Si estoy saliendo en mis problemas mentales, entonces es como decirle al ejército: "Yo soy el problema, no tú", dijo.
El Sr. Mick Krever contribuyó a este informe.
Decimos no a la guerra y al gasto militar
(més baix, en valencià)
Estamos siendo testigos de cómo, en estos días, con la excusa de la guerra de Ucrania, las élites políticas y económicas de Europa, y también del estado español, tratan de preparar a la opinión pública para la militarización social, para el desmantelamiento de los servicios públicos, para grandes aumentos del gasto militar y, finalmente, para la participación en futuras guerras contra enemigos imprecisos.
La Presidenta de la Comisión Europea anunció recientemente que la Unión va a dedicar al rearme 800.000 millones de euros de los fondos de cohesión. El gobierno español de PSOE y Sumar, con el apoyo de los partidos de derecha, no solo es incapaz de criticar este expolio de recursos públicos que irán a parar a las manos de los señores de la guerra, sino que, además, intenta convencer a la ciudadanía española de la necesidad de aumentar drásticamente el gasto militar estatal.
Definitivamente, la Europa de los banqueros y mercaderes de armas, en clara alianza con el complejo militar-industrial de los Estados Unidos de Norteamérica, y con la imprescindible colaboración de la clase política de nuestro continente, ha dado un paso adelante en su deseo de que la Unión Europea sea un espacio militarizado y empobrecido, subordinado a los negocios de unas cuantas empresas.
Como seres humanos amantes de la Paz y la Justicia, que deseamos legar un mundo mejor a nuestras hijas e hijos, nos oponemos rotundamente a todos estos planes demenciales. No estamos dispuestas a que quienes nos gobiernan sigan desmantelando la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, las infraestructuras... con la excusa de que hay que hacer frente militar a poderosos enemigos. No creemos que tal amenaza exista, y no es nuestro deseo enemistarnos con las personas de otros pueblos vecinos. Nuestro verdadero enemigo es la pobreza, la insolidaridad, la desatención de las personas vulnerables, el deterioro de los sistemas de salud, el colapso del medio ambiente...
No estamos dispuestas a aceptar las razones de esos agentes de dentro y fuera de nuestras fronteras que tratan de vendernos miedo para que compremos sus armas y sus guerras. Nuestros hijos e hijas no han nacido para ser carne de cañón en ninguna carnicería militar. No estamos dispuestas a permitir que se desmantelen los servicios necesarios de nuestra sociedad para engordar sus cuentas de beneficios.
El momento actual, de ninguna manera, requiere el aumento del presupuesto militar. Lo que realmente se necesita es un proceso de desarme que permita atender las verdaderas necesidades de la sociedad. En lugar de apostar por la escalada armamentística y las soluciones bélicas, debemos comprometernos con la Paz; con la justicia social dentro y fuera de nuestras fronteras, con el diálogo y el encuentro con todos los pueblos y culturas que nos acompañan como humanidad.
Por todo ello decimos alto y claro: ¡No al gasto militar! ¡No a la guerra!
Diem no a la guerra i al gasto militar
Estem sent testimonis de com, en estos dies, amb l'excusa de la guerra d'Ucraïna, les elits polítiques i econòmiques d'Europa, i també de l'estat espanyol, tracten de preparar a l'opinió pública per a la militarització social, per al desmantellament dels serveis públics, per a grans augments del gasto militar i, finalment, per a la participació en futures guerres contra enemics imprecisos.
La Presidenta de la Comissió Europea va anunciar recentment que la Unió dedicarà al rearmament 800.000 milions d'euros dels fons de cohesió. El govern espanyol de PSOE i Sumar, amb el suport dels partits de dreta, no sols és incapaç de criticar este espoli de recursos públics que aniran a parar a les mans dels senyors de la guerra, sinó que, a més, intenta convéncer a la ciutadania espanyola de la necessitat d'augmentar dràsticament el gasto militar estatal.
Definitivament, l'Europa dels banquers i mercaders d'armes, en clara aliança amb el complex militar-industrial dels Estats Units, i amb la imprescindible col·laboració de la classe política del nostre continent, ha fet un pas avant en el seu desig de que la Unió Europea siga un espai militaritzat i empobrit, subordinat als negocis d'unes quantes empreses.
Com a éssers humans amants de la Pau i la Justícia, que desitgem transmetre un món millor a les nostres filles i fills, ens oposem rotundament a tots estos plans demencials. No estem disposades al fet que els qui ens governen continuen desmantellant la sanitat, l'educació, les prestacions socials, les infraestructures... amb l'excusa que cal fer front militar a poderosos enemics. No creiem que tal amenaça existisca, i no és el nostre desig enemistar-nos amb les persones d'altres pobles veïns. El nostre veritable enemic és la pobresa, la insolidaritat, la desatenció de les persones vulnerables, la disminució dels sistemes de salut, el col·lapse del medi ambient...
No estem disposades a acceptar les raons d'eixos agents de dins i fora de les nostres fronteres que tracten de vendre'ns por perquè comprem les seues armes i les seues guerres. Els nostres fills i filles no han nascut per a ser carn de canó en cap carnisseria militar. No estem disposades a permetre que es desmantellen els serveis necessaris de la nostra societat per a engreixar els seus comptes de beneficis.
El moment actual, de cap manera, requerix l'augment del pressupost militar. El que realment es necessita és un procés de desarmament que permeta atendre les veritables necessitats de la societat. En lloc d'apostar per l'escalada armamentística i les solucions bèl·liques, hem de comprometre'ns amb la Pau; amb la justícia social dins i fora de les nostres fronteres, amb el diàleg i la trobada amb tots els pobles i cultures que ens acompanyen com a humanitat.
Per tot això diem alt i clar: No al gasto militar! No a la guerra!
La farsa militar de Sumar: Ha aprobado gasto militar extra por 14.000 millones en esta legislatura
Munición pesada, granadas, modernización de sistemas de misiles o cazas de combate. El rearme de España se ha consolidado en la presente legislatura, que arrancó oficialmente el 21 de noviembre de 2023, con notables partidas destinadas al Ministerio de Defensa. Desde entonces, los sucesivos Consejos de Ministros han aprobado partidas por valor superior a los 14.000 millones de euros destinados al departamento dirigido por Margarita Robles; varios de ellos, de incontestable calado armamentístico para las Fuerzas Armadas. Y se ha llevado a cabo con la presencia de Sumar en el Gobierno, pese a la actual oposición manifestada por Yolanda Díaz al aumento del presupuesto militar.
Vozpópuli ha cotejado todas las referencias de los sucesivos Consejos de Ministros que se vienen celebrando desde el 22 de noviembre de 2023. Esa fue la primera reunión del Ejecutivo en la presente legislatura, con un Gobierno de coalición integrado por el PSOE y Sumar. Las fricciones entre ambas formaciones son evidentes en asuntos militares. Más aún teniendo en cuenta que los de Yolanda Díaz votaron esta misma semana en el Congreso de los Diputados a favor de la salida de España de la OTAN.
Desde entonces se han aprobado 99 referencias relacionadas con gastos presupuestarios del Ministerio de Defensa, o bien de transferencias desde otros departamentos -principalmente, Hacienda- en beneficio de la cartera que articula las necesidades y actuaciones de las Fuerzas Armadas españolas. Y todas ellas suman un total de 14.063.203.121,35 euros.
Aumento de gasto militar
Esta partida tan cuantiosa no redunda en una ejecución inminente de los contratos o transferencias autorizados. Cabe recordar que el presupuesto anual de Defensa en España ronda los 20.000 millones de euros, el equivalente al 1,28% del PIB. Tanto la Unión Europea como la OTAN presionan para alcanzar el 2% a la mayor brevedad posible, con el objetivo de suscribir un nuevo compromiso entre todos los aliados que supere el 3%.
Con un más que previsible bloqueo en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno de Pedro Sánchez busca las fórmulas necesarias que permitan un incremento militar inmediato -el propio Sánchez advirtió que rechazaba el término “rearme”, a pesar del evidente refuerzo en las capacidades de las Fuerzas Armadas-. Y lo hace con la oposición de sus socios habituales en el Congreso, desde las formaciones independentistas y separatistas hasta Podemos o Sumar, pese a que éste último forma parte del Ejecutivo de coalición.
Piloto del Ala 46 del Ejército del Aire
Así, las 99 referencias aprobadas en los Consejos de Ministros de la presente legislatura recogen el incremento de capacidades que se computarán en ejercicios próximos, debido a la dificultad del desarrollo tecnológico que acarrean estos proyectos. También destaca la elevada presencia de “acuerdos marco”, que suscriben la adquisición de unas capacidades o la prestación de un servicio durante un periodo de tiempo prolongado, aplazando los pagos a medida que se va cumpliendo el contrato.
Partidas más destacas
Las cifras más cuantiosas se suscribieron en el segundo Consejo de Ministros que se celebró en esta legislatura, el 28 de noviembre de 2023. Entonces se aprobaron sendos préstamos por valor de 1.750 y 1.397 millones de euros, respectivamente, para la actualización y compras de cazas de combate para el Ejército del Aire, correspondientes a los modelos Eurofighter. Un balón de oxígeno para la institución militar, que ya rozaba la obsolescencia de capacidades aéreas estratégicas, empleadas para la seguridad en espacios de soberanía nacional y en el cumplimiento de las misiones internacionales asignadas.
Otra capacidad notable -en términos presupuestarios- que se ha autorizado en esta legislatura se centra en la obtención y modernización del sistema de defensa aérea Patriot, un sistema de misiles tierra-aire estratégico para defenderse ante cualquier amenaza aérea, para el que se han destinado 2.382 millones. Su desempeño ha sido clave ante los últimos acontecimientos, reforzando el flanco este de la OTAN tras la invasión de Rusia sobre Ucrania.
Algunas de las referencias han sido aprobadas este mismo mes de marzo, en pleno debate sobre el rearme militar, tras las manifiestas declaraciones de Sumar en contra del incremento de esta partida. El 25 de febrero de este año se articularon 567 millones de euros para atender los gastos ocasionados por las Fuerzas Armadas en sus misiones en el exterior; el 4 de marzo se autorizaron otros 343 millones para atender “las necesidades de funcionamiento existentes” en el Ministerio de Defensa.
Muchas de las partidas aprobadas trascienden las necesidades logísticas o de gestión del Ministerio de Defensa o de las Fuerzas Armadas, vinculándose estrechamente con la adquisición de armamento. El 29 de enero de 2025 se dio luz verde a un acuerdo por 125 millones para la adquisición de munición 12,70 por 90 milímetros para el Ejército de Tierra. El 19 de noviembre, otros 623 millones en un acuerdo marco para la compra de munición también destinada al Ejército de Tierra.
Otras referencias son igualmente cuantiosas, aunque engloban capacidades de diversa índole. Como la aprobada el 16 de abril de 2024, destinado al “suministro de diverso material para el refuerzo de capacidades militares”, por 1.129 millones de euros.
Casi un centenar de referencias aprobadas en los Consejos de Ministros, con presencia de los representantes de Sumar, para reforzar las capacidades del Ministerio de Defensa o de las Fuerzas Armadas. Por tierra, mar y aire, y también en los ámbitos espacial y ciberespacial. En total, 14.063 millones de euros.
(Hemeroteca): El antisemitismo del gobierno no refleja la realidad de España
Nos hacemos eco de este artículo firmado en julio de 2024 por Daniel Lacalle en el Diario La Razón, incluyendo su fotografía de cabecera en la que se pretende denunciar el presunto antisemitismo del gobierno con una foto en la que Sánchez recibe al presidente de Palestina. Los argumentos negacionistas de la masacre palestina y en defensa cerril de Israel no tienen desperdicio, y por la apología que realizan de lo que ocurre en Palestina, el autor podría ser perfectamente denunciado ante un tribunal de justicia internacional. Léanlos atentamente, porque ya pocos tertulianos se atreven a decir cosas de este tenor (en su momento abundaban). Todo lo que ha pasado y se ha sabido desde hace menos de un año ha hecho envejecer este discurso pro-israelí fatal, fatal, y deja perfectamente desnudo al periodismo (autor y medio) que se pone servilmente a disposición (es de creer que con algún tipo de recompensa) del mejor postor, aunque sea éste, como es el caso, un poder genocida a la altura de los que se conocieron en tristes tiempos pasados. Nota de Tortuga.
Daniel Lacalle
Madrid: 07.07.2024 06:04
España no es un país antisemita, pero nuestro Gobierno ha abrazado las posiciones más radicales antisemitas por táctica política. Por supuesto, el Gobierno y sus socios repiten las consignas más típicas. En la guerra de Oriente Medio, posicionarse a favor de Hamás y contra Israel es posicionarse a favor de una dictadura terrorista y contra la única democracia de Oriente Medio. Posicionarse a favor de las exigencias de Hamás no es defender a los árabes de la región, es defender su sometimiento a manos de un grupo terrorista. Posicionarse a favor de los postulados de Hamás es, además posicionarse contra los árabes que quieren paz y libertad.
Es vergonzoso que el Gobierno de España use el termino «genocidio» para hablar de la legítima defensa de Israel ante los ataques de un grupo terrorista que exige la aniquilación del Estado de Israel. Eso es lo que significa la frase «desde el río hasta el mar» que repiten con ignorancia pueril algunos jóvenes españoles que serían acribillados y reprimidos si fueran a Gaza. Arrasar Israel desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo.
¿Genocidio? Debe ser el genocidio más incompetente de la historia. No solo los cientos de miles de árabes que viven en Israel y Cisjordania están perfectamente a salvo, sino que están mucho más seguros con Israel que con Hamás. ¿Genocidio? Avisar de un ataque con semanas de antelación, ayudar a la evacuación de civiles y socorrer a los heridos es lo contrario a un genocidio. Es curioso que el paternalismo de algunos gobiernos acuse a Israel de respuesta «desproporcionada» a los ataques del 7 de octubre. ¿Qué es respuesta proporcionada al asesinato, violación y a quemar bebés? ¿En qué momento hemos leído a los gobiernos exigir «respuesta proporcionada» a los aliados en la Segunda Guerra Mundial o a los ucranianos? ¿Cuál es la respuesta proporcionada al ataque incesante con misiles diario? ¿Qué tenía que haber hecho Israel, violar y asesinar a inocentes en la exacta cantidad que hizo Hamás? ¿Usar escudos humanos y esconder terroristas y armas en hospitales y escuelas? ¿Secuestrar a inocentes en viviendas de civiles?
Si los miembros del Ejecutivo y sus socios se creyeran las cifras de mujeres y niños muertos suministradas por Hamás, ya les digo yo que tampoco se las creen, deberían preguntarse varias cosas. ¿De quién es la culpa de mantener a, supuestamente, decenas de miles de niños y mujeres en una zona de guerra en la que se ha anunciado un ataque desde varias semanas antes? Cómo es que se evacúa a hombres jóvenes y sanos y, oh sorpresa, se quedan las mujeres y niños? ¿No les sorprende que Hamás, esa organización tan humanitaria, rodee de asentamientos con mujeres y niños a sus centros de lanzamiento de misiles y almacenamiento de armas?
Les recuerdo que la convención de Ginebra prohíbe el uso de centros civiles para fines militares. La utilización de áreas destinadas a actividades civiles, como escuelas, hospitales y centros de boy-scouts, para el lanzamiento de armas o misiles es la norma con Hamás. Usar instalaciones civiles para lanzar ataques es un crimen de guerra. Si usted se cree las cifras de muertos suministrada por el ministerio de salud de Gaza, que es Hamás, debería culpar a la propia Hamás de esos muertos porque los está usando como escudos civiles, algo que está ampliamente documentado como una estrategia histórica de Hamás. Pero además no debería comprar las cifras suministradas por una dictadura terrorista donde se ajusticia al que disiente y negar la información que llega de una democracia con prensa libre.
Es vergonzoso que el Gobierno repita, como si fueran válidas, las cifras de muertos difundidas por Hamás y desmontadas en infinidad de ocasiones por entidades independientes y hasta la ONU. ¿Se imaginan ustedes el conflicto diplomático que se generaría si en la guerra contra ETA se aceptasen las cifras de «torturas» que se inventaba Batasuna?
Difundir cifras falsas suministradas por una organización terrorista debería dar vergüenza en un país donde hemos luchado durante décadas para que la desinformación suministrada por ETA y Batasuna no se aceptase por medios extranjeros. La situación real de Gaza no es de bloqueo israelí. Gaza vive de Israel. Si alguien bloquea a Gaza y no quiere nada con Hamás son Jordania y Egipto. No es casualidad que Egipto y Jordania cierren sus fronteras y no permitan la entrada de personas desde Gaza. No es casualidad que el mayor muro esté en Egipto en la frontera con Gaza. No quieren importar terrorismo. Porque en Gaza hay una dictadura que ejecuta homosexuales y que oprime a mujeres y niños impuesta por Hamás, una organización terrorista que se ha negado a hacer elecciones desde 2006.
Cuando escuchamos consignas difundidas por Hamás en una manifestación Lgtbi o entre feministas, uno no deja de pensar aquello de «pavos a favor del día de acción de gracias». Como decía Bill Maher, ¿me puede decir dónde hay un bar gay en Gaza? Porque en Israel tienes libertad y celebración del orgullo mientras en Gaza te ahorcan. Preséntense en Gaza con una pancarta de Queers For Palestine a ver qué pasa.
Dicen muchos de ellos que no son antisemitas, solo antisionistas, como si eso fuese una justificación ¿Y qué es el sionismo? Sionismo es la lucha y defensa de un Estado judío independiente, y viene de Sión, una colina en la ciudad de Jerusalén. Es decir, ser «antisionista» es ser antisemita. A nadie se le ocurre decir, «no soy antichiíta, soy anti-iraní», porque es una soberana sandez.
Es vergonzoso que el Estado español se una a una dictadura asesina como la cubana y a un país como Suráfrica, donde la inseguridad ciudadana y el asalto a los derechos humanos es una constante. Antisemitismo es exigir a una democracia como Israel tener que justificar y demostrar la falacia de las acusaciones más ridículas y comprar como buenas todas las mentiras difundidas por una dictadura terrorista.
Es ridículo que el Gobierno español anuncie el reconocimiento del inexistente estado palestino cuando no se ha dado ninguna condición de acuerdo para ello. Ni Hamás ha renunciado a su objetivo de aniquilar y destruir el estado de Israel ni ha anunciado alto el fuego ni acuerdo de paz. Es más, Hezbollah y Hamás mantienen los ataques constantes. Es, por lo tanto, una remuneración al terrorismo. Decir que es un paso esencial para la paz es una sandez.
Se ofreció en cinco ocasiones la solución de dos estados y la rechazaron los propios líderes palestinos (2008, 2000, 1967, 1947 y 1936). Además, la escalada terrorista no paró. El que piense que dos estados traerán la paz no entiende lo que significa el mensaje "desde el río hasta el mar": La destrucción de Israel.
La ridiculez de "dos estados desde el río hasta el mar" que dijo Yolanda Díaz para acallar las acusaciones de antisemitismo se la desmonta el propio grupo Hamás, esos terroristas que ella blanquea cada día. Consideran a Palestina como “todo el territorio de Israel desde el Jordán al Mediterráneo” y sin derecho alguno para el pueblo judío ni para otra religión ni raza que no sea árabe islámica (Hamas 2017, document in full).
Reconocer un estado palestino sin mayoría cualificada en el parlamento español, sin acuerdo por las partes ni de Hamás de acabar con su estrategia terrorista y de eliminación de Israel, es antisemita y remunerar el terrorismo.
Sí, el gobierno y sus socios son antisemitas. España no lo es. Y cuando el gobierno toma partido por una dictadura terrorista que condena a muerte a homosexuales y oprime a las mujeres y ataca a la única democracia de Oriente Medio, lo que está haciendo es aliarse con los enemigos de Occidente y de las democracias liberales por interés político.
Defender a Israel y luchar contra Hamás es defender la libertad. No solo defender la libertad en la región, sino la libertad de los ciudadanos árabes. Defender a los árabes y a los palestinos pasa por acabar con Hamás, los que les tienen secuestrados y amedrentados. Los únicos responsables de las muertes de civiles en Gaza son los terroristas que les oprimen y les usan como escudos humanos, Hamás.
Desde el río hasta el mar, si queremos libertad para árabes, judíos, cristianos y todos los demás, hay que acabar con Hamás.