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Tortuga Antimilitar
Supresión del subsidio de excarcelación: Más marginación para los excluidos
Leemos en C.A.M.P.A este análisis que ya nos temíamos cuando vimos las modificaciones al IMV en noviembre, por desgracia era tal y como creíamos sería.
El pasado 1 de noviembre entró en vigor el Real Decreto-ley 2/2024, de 21 de mayo, que contempla la trasposición de una directiva europea adoptando, así, las medidas urgentes para la simplificación y mejora del nivel asistencial de la protección por desempleo. Esto ha conllevado cambios en la Ley General de la Seguridad Social que suprime el subsidio de excarcelación y pasa a integrarse en el Ingreso Mínimo Vital.
Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que gestiona la ministra socialista Elma Saiz, este cambio supone “una reconfiguración del mecanismo protector, de tal forma que los liberados de prisión quedan protegidos de forma suficiente por la prestación del Ingreso Mínimo Vital, que tiene precisamente como objetivo evitar el riesgo de pobreza y de exclusión social”.
Sin embargo, tal y como veremos a continuación, la realidad dista mucho del objetivo perseguido.
Hasta dicha modificación, las personas que salían de prisión podían solicitar el subsidio de excarcelación y, tras realizar los trámites pertinentes, podían comenzar a percibirlo aproximadamente a los dos meses de su salida. Los requisitos eran haber estado privado de libertad al menos seis meses, estar inscrito como demandante de empleo y no tener derecho a una prestación por desempleo.
No obstante, esta ayuda económica tenía sus limitaciones, puesto que sólo se podía solicitar una vez se estaba en libertad condicional o definitiva, excluyendo de este modo a las personas que se encontraban en tercer grado. También quedaban fuera aquellas personas que habiendo trabajado en prisión, sólo podían solicitar la presentación por desempleo, pese a que el subsidio por excarcelación era de una cuantía mayor al paro generado. Y por supuesto, no nos olvidamos de las personas en situación administrativa irregular, las cuales tampoco podían solicitarlo.
La cuantía de este subsidio rondaba los 480€ al mes y suponía un pequeño soporte a partir del cual las personas expresas podían iniciar su vida en libertad. Si bien la cuantía ofrecida por el IMV es de 604,21€/mes (en el caso de una persona individual), los criterios para acceder a él perjudican especialmente a las personas que han estado privadas de libertad.
La principal diferencia radica en los plazos. Si bien antes se venía esperando 2 meses, a día de hoy, el IMV no se resuelve antes de un año. ¿Qué hace mientras tanto la persona que acaba de salir de la cárcel y tiene que empezar de nuevo?
Hasta la resolución de la ayuda, la persona no cuenta con ningún tipo de ingreso. A priori, su situación se ve doblemente recrudecida, no sólo por estar encorsetada en el estigma de persona expresa, sino que además se le destierra a la precariedad total al carecer de recursos económicos. Y por si esto no fuera suficiente, estas circunstancias aún se agravan más para las personas trans, las mujeres, las personas con problemas de salud física y mental, personas extranjeras en situación administrativa irregular y disidencias, que de forma habitual ya se ven envueltas en una espiral de violencia y discriminación.
Entre los requisitos a cumplir para acceder al IMV está que la persona debe estar empadronada, al menos, seis meses en un mismo domicilio. Aunque existe la posibilidad de presentar un informe de Servicios Sociales que justifique la situación de exclusión social, hay que tener en consideración las dificultades que, adicionalmente, encuentran algunos colectivos para encontrar un lugar en el que empadronarse. Y a pesar de que la posibilidad de tramitarlo a través de los Servicios Sociales del ayuntamiento es viable, este procedimiento también tiene sus plazos, lo que también dilata el acceso a dicha prestación.
En relación al empadronamiento, en el caso de que la persona vaya a vivir en un domicilio con más integrantes, a la hora de presentar la solicitud, la unidad de convivencia tiene que haber sido formada medio año antes. Y, en el supuesto de que algunas de las personas residentes previamente cobrara el IMV, éste será suspendido durante seis meses.
Con la aplicación del Real Decreto Ley 2/2024 del 21 de mayo, por un lado, se incorpora la exigencia de que los menores de 30 años tengan una vida laboral de al menos seis meses y por otro, se excluye como beneficiarias a las personas liberadas de centros de internamiento de menores y aquellas que salgan de centros de desintoxicación, los cuales sí que estaban reconocidos en el subsidio de excarcelación.
Adicionalmente a todo lo anterior, se añade un obstáculo más: la brecha digital, tanto ya sea para pedir una cita presencial en las oficinas de la Seguridad Social (servicio con gran dificultad de acceso) o para presentar telemáticamente la solicitud del IMV. En ningún momento, se ha tenido en cuenta que una gran parte de las personas que son susceptibles de pedir esta prestación, hayan pasado o no por prisión, carecen de habilidades en el ámbito digital.
Por otro lado, en Aragón, la Prestación Aragonesa Complementaria del Ingreso Mínimo Vital (PACIMV), de carácter subsidiario puesto que tiene como objetivo cubrir supuestos no previstos en el IMV, ni da cobertura a todas las personas que deja fuera, ni tampoco lo hace con las personas que han estado privadas de libertad.
Sin lugar a dudas, los cambios implementados suponen un retroceso en derechos y un proceso burocrático lleno de obstáculos que reducen exponencialmente las posibilidades reales para la reincorporación a la vida fuera de la cárcel.
Por ello, es urgente y necesario que se tomen las medidas oportunas para que las personas expresas, sin excepción, accedan a una prestación económica de manera rápida y eficaz, sin trabas administrativas que les expongan a una situación de mayor vulnerabilidad y que les permita una transición a la vida en libertad efectiva y digna.
El PKK anuncia un alto el fuego y un futuro desarme
EFE
El proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, ha anunciado este sábado un alto el fuego completo y un futuro desarme bajo la dirección de su fundador, Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía.
"Para abrir el camino al llamamiento del líder Apo (mote de Öcalan) por la paz y la sociedad democrática proclamamos un alto el fuego, vigente a partir de hoy", señala un comunicado del PKK. "Salvo que nos ataquen, no se llevará a cabo ninguna acción armada", acota el texto, difundido por la agencia ANF, habitual portavoz de la guerrilla.
Öcalan, encarcelado desde 1999 en Turquía, había hecho público este jueves, a través de una delegación del partido izquierdista DEM, un llamamiento al desarme del PKK y su integración en el Estado y la sociedad para poner fin al conflicto kurdo tras 40 años de guerra.
El mensaje de Öcalan
"Además, se podrán llevar a la práctica aspectos como el desarme, pero esto puede hacerse bajo la dirección práctica del líder Apo", agrega el comunicado del PKK, que también subraya la voluntad de "convocar un congreso" de la organización, tal y como ha pedido Öcalan en su mensaje.
"Pero para hacer esto se debe crear un ambiente de seguridad adecuado y para que el congreso sea exitoso debe llevarse a cabo bajo la dirección y la coordinación del líder Apo", apunta el comunicado. Destaca que para ello hace falta "la libertad física" de Öcalan y la posibilidad de que todos sus seguidores puedan comunicarse con él sin obstáculos. "Esperamos que las instituciones del Estado hagan lo necesario para crear estas condiciones", concluye el texto.
Fuente: https://www.publico.es/internaciona...
Ver también en Tortuga:
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Turquía contra el Pueblo Kurdo
“¡Asesinos! ¡Esclavistas!”: cuando una estrella del jazz fue cortina de humo para un genocidio
El 17 de enero de 1961, el derrocado primer ministro congoleño Patrice Lumumba, líder panafricanista, fue asesinado por el gobierno títere de Joseph Mobutu tras un golpe de Estado orquestado por la CIA y Bélgica. En el anterior mes de septiembre, Lumumba había sido ilegalmente destituido. Y en octubre, Louis Armstrong actuó en el Congo. Aunque algunos –a riesgo de parecer conspiranoicos– la habían intuido, no se había probado la conexión entre estos sucesos hasta que en 2021 la historiadora Susan Williams hizo público un descubrimiento que abordaría más tarde en su libro White Malice: The CIA And The Covert Recolonization Of Africa (2023, Malicia blanca: La CIA y la recolonización encubierta de África, inédito en España): Armstrong, sin saberlo, fue usado como topo por la CIA, según documentos hallados por la investigadora en los archivos de las Naciones Unidas. Los conciertos programados del trompetista y cantante permitieron a una delegación de EE UU acceder a la región de Katanga, rica en uranio, cobalto, cobre y diamantes, que se encontraba en pleno proceso de secesión del Congo con el apoyo del gobierno belga.
Según un miembro de su banda, Armstrong apoyaba a Lumumba y durante aquella gira afeó la fijación por el dinero del secesionista presidente de Katanga, que le respondió pidiendo que se mantuviera “ajeno a la política”. Otro historiador, Karl Evanzz, afirmó que la leyenda del jazz amenazó con renunciar a la nacionalidad estadounidense e instalarse en Ghana, al sentirse una cortina de humo. Armstrong no fue el único peón en estas agresivas tácticas de Guerra Fría enmascaradas de misión cultural: en 1956, Dizzy Gillespie fue enviado a Siria mientras se desarrollaba la anticomunista operación Straggle, mientras que en 1961 Nina Simone actuó en Nigeria de la mano de la Sociedad Estadounidense para la Cultura Africana, inconsciente de que se trataba de otra tapadera de la CIA.
En la película Banda sonora para un golpe de Estado, que llega este viernes 28 de febrero a España de la mano de Filmin y el domingo puede ganar el Oscar al mejor documental, el director belga Johan Grimonprez une los puntos para reconstruir la historia del asesinato de Lumumba a través del jazz. El crimen, al fin y al cabo, tuvo a su manera una coda relacionada con el género. Días después del asesinato, el 1 de febrero de 1961, la cantante Abbey Lincoln y otras mujeres del grupo de escritores afroamericanos de Harlem, como Rosa Guy o Maya Angelou, irrumpieron durante la celebración del Consejo de Seguridad de la ONU. “¡Asesinos! ¡Esclavistas! ¡Hijos de puta del Ku Klux Klan!”, se les oye bramar a las manifestantes, que entraron a las instalaciones con sesenta pases facilitados por Cuba. El álbum We Insist! Freedom Now (1960), del percusionista Max Roach y con voz de Lincoln, sirve de hilo conductor a la película. La obra maestra del avant-garde jazz, un canto por el africanismo y los derechos civiles de la población negra, contó con presentación íntegra en 1964 en la televisión belga, de donde Grimonprez obtuvo las imágenes.
“Mientras veíamos ese concierto de jazz en la televisión de Bélgica, un genocidio estaba ocurriendo en el Congo. Esa es una de las capas de la película”, señala a ICON el cineasta por videoconferencia. Grimonprez cuenta que creció con la televisión de los sesenta y llegó a esta historia a través de su fascinación por el conocido como “incidente del zapato” de Nikita Jrushchov, cuando el entonces líder de la URSS usó su calzado para golpear con furia el estrado durante una intervención. No hay siquiera fotos de archivo (aunque circulara una imagen manipulada en la que se añadió un zapato a su mano, mientras hacía un aspaviento durante un discurso), pero Banda sonora para un golpe de Estado contiene una grabación inédita de Jrushchov comentando y admitiendo el incidente, como parte de unas memorias rescatadas, revela Grimonprez, por su hijo Serguéi. “Nunca había sabido que [el golpeo] tenía que ver con mi país”, dice el director, por la resolución contra el colonialismo que la ONU debatía en ese momento, impulsada por los soviéticos.
Jrushchov no sentía ninguna simpatía hacia el jazz. “No es música, sino una cacofonía. Cuando escucho jazz, es como si tuviera gases en el estómago”, se le cita al principio de la película. Grimonprez comprende esa animadversión por parte de la cabeza de la URSS: “Para Jrushchov era bastante obvio que había una estrategia diplomática [en el jazz]. Lumumba fue derrocado la primera semana de septiembre y fue el gran ausente de la XV Asamblea General de la ONU. Un mes después, vio cómo Louis Armstrong era enviado como instrumento de propaganda”. El dirigente, en aquellas sesiones, también fue víctima de una traducción errónea: cuando, al final de un discurso donde proclamó “¡Muerte a la esclavitud colonial! ¡Enterrémosla muy profundo!”, se dijo que estaba amenazando con enterrar a Estados Unidos.
Al documentalista le interesaba la perspectiva de Jrushchov en tanto villano “demonizado”. “Es interesante contar la historia desde el otro lado. Jrushchov es como el payaso del burlesque que puede romper la máscara de la hipocresía”, reflexiona Grimonprez sobre la gestualidad explosiva y el histrionismo del ruso. Vídeos de archivos de los frecuentes golpes con el puño del soviético en su mesa, también durante intervenciones ajenas, son incorporados aquí como parte de la sinfonía jazz que forman las dos horas y media de película. Banda sonora para un golpe de Estado reconoce la activa posición soviética contra el colonialismo de las potencias occidentales y en defensa de la independencia en África, además de la denuncia pública que hizo de la segregación, la discriminación y las vejaciones a la población negra en Estados Unidos. Tampoco elude lo astuto de dicha posición: 16 países del continente acababan de incorporarse a la ONU y, de votar en bloque, ese grupo podía ser fuerte y decisivo.
La traición de la música
La famosa serie La traición de las imágenes (1928-29), de René Magritte, contenía una representación de una pipa junto a la inscripción “Esto no es una pipa”. El pintor surrealista belga aparece en el documental, en una entrevista de archivo, comentando el significado de su obra mientras unos letreros nos introducen a William Burden, antiguo presidente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, agente de la CIA y accionista en la industria minera de Katanga, que en 1959 fue nombrado embajador de Estados Unidos en Bélgica. Además de representar, a través de Magritte, que nada es lo que parece dentro de las maniobras culturales de la CIA, la idea también sintetiza en la película la propia instrumentación del arte, con músicos como Armstrong, Gillespie o Simone usados al servicio de valores completamente contrarios a aquellos en los que creían. Algo que apela directamente a la naturaleza del colonialismo.
“Bruselas, tal y como está organizada, la diseñó Leopoldo II [que tenía bajo su dominio personal la colonia durante el genocidio congoleño, entre 1885 y 1908]. Las avenidas, el Palacio Real, el Palacio de Justicia… todo eso se paga con dinero del caucho”, explica Johan Grimonprez. “La colonización no nos es ajena, es algo muy profundo, que está arraigado históricamente en trauma, tras trauma, tras trauma. Al hablar del sur global, no se puede no hablar de cómo un país se volvió rico o de cómo se construye la blanquitud. Con Bélgica se hablaba de l'Empire du Silence, el imperio del silencio, porque todo eso sucedía fuera, no se confrontaba directamente. En Estados Unidos, en cambio, la alteridad se vivía dentro, con la esclavitud”.
En la narración de Banda sonora para un golpe de Estado se intercalan también anuncios de Apple o Tesla, compañías que extraen de las minas congoleñas el litio y el cobalto para las baterías de sus productos. “Todo lo que se cuenta en la película no solo sigue en marcha, sino que la situación es peor todavía. Hace tres semanas, el M23 derrotó al Congo este. Se está tratando a 80.000 mujeres que han sido violadas, porque esta milicia privada utiliza la violación como arma de guerra para obtener los minerales”, expone el director. Otro ejemplo de la actualidad del conflicto lo ha encontrado en la dificultad para acceder, incluso a día de hoy, a documentos de la época. En las memorias de la activista centroafricana Andrée Blouin, la llamada “Pasionaria negra” y considerada por Bélgica la mujer más peligrosa del continente, se cuenta cómo ella y Lumumba supieron de una lista de objetivos de la inteligencia belga en la que Blouin figuraba. A Grimonprez le dieron inicialmente permiso para ver los dosieres de la inteligencia sobre Blouin en Bruselas, pero, tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus, todos los documentos prometidos “desaparecieron misteriosamente”.
Documentalista de larga trayectoria, con reflexiones en torno a la cultura visual, Johan Grimonprez obtuvo notoriedad en 1997 por el largometraje Dial H-I-S-T-O-R-Y, una película cuya repercusión se disparó tras el 11-S, al hablar precisamente sobre cómo la evolución en la espectacularidad de los secuestros de aviones había ido de la mano de su tratamiento sensacionalista en los medios de comunicación. En Double Take (2009) exploraba la integración de los mecanismos de ficción en los relatos políticos, mientras que Shadow World (2016) se adentró en el comercio internacional de armas. De su primera vez en los Oscar, que será este domingo, solo anticipa que su categoría irá “después de maquillaje y vestuario”. “Los documentales somos como los hijastros de los Oscar, nosotros no tenemos montadores, ni diseño de sonido”, ironiza.
“¿Sabes? Hace unos años quisieron eliminar la rama que vota mejor documental”, dice el artista, aludiendo no a la desaparición de la categoría, sino del grupo que elige de manera diferenciada las candidatas y ganadoras. Al igual que sucede en otras categorías específicas, cuenta con unas reglas propias, si bien recientemente algunas voces propusieron que todos los académicos pudieran votar sobre los documentales, como se hace con mejor película o con los largos de animación. “La rama de documentales tiene 700 miembros. Muchos son de América Latina, Asia, África o Europa, de ahí la sorprendente inclusividad, el que de las cinco nominadas [a mejor documental] ninguna sea estadounidense o la increíble nominación de No Other Land, que habla de Cisjordania. Black Box Diaries, que cuenta un caso de violación que afecta a las más altas esferas del poder en Japón, no ha sido estrenada en su país y también ha conseguido ser nominada. Son historias muy poderosas que encuentran una gran plataforma en los Oscar. Y esto es gracias a la rama de documentales”.
Jaime Lorite Chinchón
Teatro Antimilitarista: (2) Feria de armas, feria de muerte
Feria de armas, feria de muerte
Dos hombres miran hacia el patio de butacas a través de un gran ventanal. Mediana edad, visten trajes que parecen de buena factura.
EJECUTIVO 1: ¿Qué hacen esos?
EJECUTIVO 2: (Fijándose.) Creo que van a desplegar una pancarta y llevan carteles.
EJECUTIVO 1: (Lee.) No a la Feria de Armas.
EJECUTIVO 2: (Lee también.) La guerra empieza aquí.
EJECUTIVO 1: Los chiflados de siempre. Mira ya va la policía. Qué ganas tienen de complicarse la vida.
EJECUTIVO 2: (Lee.) Dicen que vendemos armas a genocidas. Claro, vendemos armas y harina y gasóleo y refrescos... y lo que necesiten. Es un negocio.
EJECUTIVO 1: Como otro cualquiera. Están gritando. ¿Qué dicen?
(Una mujer sin que se den cuenta, se acerca por detrás. También de mediana edad. Viste un traje chaqueta con falda.)
EJECUTIVO 2: Gastos militares... para escuelas y... hospitales. Como rima les pareceráoriginal. Como si no fueran gastos compatibles.
PERIODISTA: ¿Usted no sabe que en el mundo mucha gente se muere de hambre?
EJECUTIVO 1: (Con amabilidad.) ¿Quién es usted?
PERIODISTA: Periodista.
EJECUTIVO 2: ¿Acreditada?
PERIODISTA: Claro. Si no aquí no se entra. Trabajo para la revista del Ministerio de Defensa.
EJECUTIVO 2: ¿Entonces?
PERIODISTA: ¿Entonces qué? ¿No puedo tener mis propias ideas? ¿No puedo cambiar de opinión? ¿No me puede convencer esa gente?
EJECUTIVO 1: Y también puede perder el empleo.
PERIODISTA: ¿Por una conversación de pasillo? No estoy gritando como ellos. (Fijándose en el exterior.) Vaya, parece que la policía va a intervenir. No les han dado mucho tiempo.
EJECUTIVO 1: Demasiado.
PERIODISTA: ¿No les afecta eso que dicen? “No son bienvenidos los señores de la guerra.”
EJECUTIVO 2: Vaya, parece que es usted igual de ilusa que ellos. Como si nos fuera a afectar lo que digan cuatro perroflautas. El mundo funciona así, usted debería saberlo.
PERIODISTA: Y lo sé. Y ellos y ellas también lo saben. ¿No oyen? “Los negocios de esta feria son cadáveres mañana.” ¿No les parece que tienen razón? Al menos en parte. Las armas se fabrican para...
EJECUTIVO 1: Pues si tanta razón tienen, ¿por qué no se va con ellos?
EJECUTIVO 2: ¿No será usted una infiltrada de esas de los pechos al aire?
PERIODISTA: (Les enseña la acreditación.) No lo soy. Pero no me importaría. Creo que en la próxima feria, si la hay, debería cambiarme de bando.
EJECUTIVO 2: ¿Cómo que si la hay?
EJECUTIVO 1: Esta feria es un éxito sin precedentes, con 400 empresas expositoras de 25 países, y con más de cien delegaciones internacionales. Reúne a empresarios, comerciantes de armas, militares de alta graduación, representantes de gobiernos que mostrarán las bondades de sus productos al mundo entero, mejorados con los aprendizajes de las últimas guerras y con las últimas investigaciones en universidades colaboradoras. Y no olvide que han sido probadas en combate en Ucrania o Palestina. ¿Duda de que esto vaya a continuar?
PERIODISTA: Todo puede cambiar.
EJECUTIVO 1: Me está empezando usted a hacer gracia.
EJECUTIVO 2: Mi empresa fabrica drones. ¿Sabe usted la demanda que tienen?
EJECUTIVO 1: Y contamos con el apoyo del Ministerio de Defensa. Y nadie cuestiona su política.
EJECUTIVO 2: Salvo esos pobres miserables. Mira, a esa mujer parece que le han hecho daño. Todavía querrá que la traten con dulzura.
PERIODISTA: Ella se manifiesta pacíficamente. No es necesaria tanta violencia.
EJECUTIVO 2: Antes decías que todo puede cambiar. A ver, sorpréndenos. Procura ser más original que tus compañeros.
PERIODISTA: No te va a gustar.
EJECUTIVO 2: Tengo sentido del humor. Qué hacen. Solo les han cambiado de sitio. ¿Por qué no los detienen?
PERIODISTA: ¿Qué más te da? Ya os queda poco.
EJECUTIVO 1: ¿Qué dices? ¿Estás loca? Vamos a tener que hablar con alguien.
PERIODISTA: Hablad con quien queráis. Hace tiempo que... Pero lo que he visto aquí hoy... me ha revuelto el estómago. Esa gente probando las pistolas y los fusiles... Tantas armas juntas y la gente admirándolas como si fueran... ¡Qué asco! Pero ya sé que esta feria va a ser la última. Tomad buena nota.
Porque los maestros y maestras van a leer cuentos que hablen de paz. Y los niños y las niñas van a convencer a sus padres.
En los institutos van a explicar por qué las armas tienen que dejar de fabricarse. En la clase de Lengua van a dejar de estudiar el sintagma nominal hasta que quien tenga poder de decisión reniegue de la fabricación de armas.
Quienes escriben teatro, poesía o novela van a decidir contar historias contra la guerra y el dolor. Tragedias, comedias y dramas van a reflejar razones para gritar no a la guerra, no a la fabricación de armamento, y van a ocupar los escenarios de los teatros y de la calle hasta que quien tenga ese poder firme el decreto de abolición.
En la hostelería, los trabajadores y trabajadoras van a dejar de atender a quienes asistan a estas ferias.
Las abogadas y abogados van a presentar denuncias contra quienes comercien con armas por violar los derechos humanos.
Desde el periodismo nos vamos a negar a hablar de lo no importante, para dedicar horas y horas, páginas y páginas a contar la verdad de la preparación de la guerra que luego se lleva a cabo y destruye y aniquila.
Los montadores de estas ferias se van a negar, con el apoyo de toda la sociedad, a poner en pie toda la infraestructura.
Los sindicatos van a dejar de reclamar pedidos para las fábricas de armamento y van a exigir la reconversión de estas fábricas en industrias para el bien común.
(Ante el énfasis creciente de la mujer, los dos hombres, que se mirarán confusos, empiezan a retroceder con la intención de marcharse. Ella hace un gesto, se abre la chaqueta como con intención de enseñarles sus pechos, pero debajo lleva una blusa. Se ríe. Ellos se van corriendo. Ella vuelve a mirar hacia el lugar de la detención. Grita. Será un grito colectivo, no solo de ella. “La guerra empieza aquí, parémosla aquí. No a la Feria de Armamento”. Hasta que se haga el oscuro, muy emocionada, dirige a los manifestantes un aplauso sonoro.)
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles,
que jamás se fabriquen fusiles.
Fragmento del poema NO QUIERO de Ángela Figuera
Sin Noticas de Paz Marzo
En esta edición de marzo de 2025
Elx per la pau
Consultorio de Mari Paz
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La guaerra del mes
Efemérides
Agradecimientos a Elx per la pau, a la Chirigota del Airon 2020 y a Vivir Quintana por su canción "Sin miedo".
Lo puedes escuchar aquí:
https://go.ivoox.com/rf/140817737
Una bromita de carnaval
Escena ambientada en Estrasburgo, Alsacia, pocos días después del fin de la Primera Guerra Mundial.
El telegrafista Wolter se dejó ver en la plaza, con altas botas de caña. Antes de la guerra, había alarmado con un fingido telegrama del emperador a toda la guarnición de Estrasburgo, que había esperado en vano, durante horas, con todos sus oficiales, a su comandante en jefe. Había sido una broma de carnaval de Wolter, toda Alsacia rió hasta las lágrimas, pero Wolter fue a parar a un manicomio. Ahora lo habían sacado de allí y disfrutaba de la libertad de la que había sido largamente privado...
Fragmento de "Burgueses y Soldados", de Alfred Döblin. Pocket Edhasa. Barcelona, junio 2016.
Ruanda invade la República Democrática del Congo: Transnacionales y el imperialismo aplauden
César Neto, J.G. Hata
Fuentes: Rebelión
Introducción
El 20 de enero Trump asumió el cargo. El 26 del mismo mes Ruanda invadió y ocupó la ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo. ¿Fue una coincidencia de fechas o una consecuencia del ascenso de Trump y las grandes tecnológicas? Esta invasión llevaba unos años madurando y ha dado un salto de calidad en los últimos días.
Vemos al pueblo congoleño luchar y resistir por su soberanía, en medio de la creciente agresión imperialista sobre sus recursos nacionales. Una lucha que ha resultado ignominiosa porque el presidente Félix Tshisekedi prioriza las negociaciones en organizaciones internacionales en lugar de organizar la defensa de la soberanía. Por el contrario, cuando las masas incendiaron las embajadas de Francia, Ruanda, Bélgica y EE.UU. la policía se puso contra los manifestantes y al lado de los imperialistas.
La República Democrática del Congo y Ruanda producen casi la mitad del coltán del mundo, del que se extraen el tantalio, el tungsteno y el estaño, también conocidos como 3T. Los 3T se utilizan ampliamente en equipos electrónicos, computadoras y teléfonos celulares, sistemas automotrices y aeronáuticos.
No es correcto decir que la RD del Congo y Ruanda son grandes productores, porque en realidad el gran productor es la RD del Congo y su producción, contrabandeada a Ruanda, se envía de allí a grandes centros de consumo donde están instaladas importantes empresas transnacionales que utilizan el 3T como materia prima esencial. Hay datos que confirman que sólo 10% de los minerales exportados por Ruanda fueron extraídos dentro de ese país. El otro 90% restante corresponde a minerales contrabandeados desde la R.D. del Congo. En el siguiente gráfico podemos ver la ruta del contrabando y las grandes empresas involucradas.
“Al rastrear las cadenas de suministro, identificamos empresas que probablemente obtuvieron minerales de contrabando y/o de conflicto, incluidas fundiciones e intermediarios en Hong Kong, Dubai, Tailandia, Kazajstán, Austria, Malasia y China. Descubrimos que estos minerales pueden acabar en productos de marcas internacionales como Apple, Intel, Samsung, Nokia, Motorola y Tesla”[1].
La ocupación de los dos principales Estados fronterizos
La ocupación de la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, fue realizada por tropas del M23 con sus 6.000 soldados, apoyados por las Fuerzas de Defensa de Ruanda, como se llama al ejército ruandés. El FDR tiene 4.000 soldados estacionados en la frontera. La ocupación de Goma está directamente relacionada con la región minera de Rubaya, que representa entre 20 y 30% de la producción mundial de coltán (con un alto contenido de columbita y tantalita).
Cada semana ocho camiones cargados de coltán salen de Rubaya con destino a Ruanda; cada envío tiene un valor de 500.000 dólares. Por todos estos envíos, el M23 cobra un peaje, ganando 800.000 dólares mensuales. De esta manera, el contrabando de coltán y otros minerales está garantizado y es ejecutado por el M23 a cambio de los peajes.
La complicidad del gobierno ruandés con el M23 es evidente, ya que estos minerales serán “lavados” en ese país y luego vendidos en el mercado internacional como si fueran ruandeses.
El domingo 16 de febrero, las milicias del M23, con el apoyo de las Fuerzas de Defensa de Ruanda, avanzaron hacia el sur de la región y tomaron la ciudad de Bucavu, capital de Kivu del Sur. De esta manera, Ruanda ocupa y controla toda la franja fronteriza del Congo con Uganda, Burundi y Ruanda.
China, la Unión Europea y EE.UU.: enfrentados entre sí y unidos en el robo de materias primas
China está involucrada en el conflicto porque suministra drones al ejército congoleño y también a Uganda, que apoya al M23 y utiliza diversos tipos de armas suministrados por China. Durante el gobierno de Joseph Kabila (2001 a 2019) se negociaron acuerdos que garantizaron a las empresas chinas acceso ilimitado a fuentes de materias primas. Durante este período, Estados Unidos, por ejemplo, dio poca importancia al comercio con África y el Departamento de Estado autorizó la venta de tres empresas mineras de capital norteamericano a grupos chinos.
La Unión Europea tiene un papel relevante en el conflicto, ya que firmó un Memorando de Entendimiento (MoU) en febrero de 2024, que permite el acceso a los minerales ruandeses. El acuerdo, con 40 millones de euros concedidos a Ruanda a través del Fondo Europeo para la Paz (EPF) y más de 900 millones de euros a través del Global Gateway, son la respuesta de la UE a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China.
Portavoces de la Comisión Europea indicaron que no hay intención de revocar el Memorando de Entendimiento, ya que este es un elemento esencial para lograr la llamada transición verde y digital.
Estados Unidos, tras la llegada de Trump, vino con las grandes empresas tecnológicas (big techs) que necesitan de los 3T para sus empresas. Las negociaciones en torno al conflicto en Ucrania están relacionadas con los minerales ucranianos. Cuando se le preguntó sobre el conflicto en el Congo, Trump dijo: es un problema importante. Y nada más.
Ruanda, el Estado agresor, tiene en la región un papel comparable al de Israel
Ruanda es un país diminuto en comparación con la República Democrática del Congo. Tiene uno de los ejércitos mejor entrenados y equipados de toda África y, sin duda, ocupa el segundo lugar, después de Sudáfrica, en el África subsahariana. Las Fuerzas de Defensa de Ruanda son el segundo mayor proveedor de tropas militares para la ONU. Las empresas transnacionales de Cabo Delgado (Mozambique) los contrataron para defender sus instalaciones.
En 2012, el M23 y las Fuerzas de Defensa de Ruanda invadieron Goma en Kivu del Norte y en poco tiempo fueron expulsados por las tropas congoleñas y de la ONU. En aquel momento hubo una gran repulsa internacional, pero doce años después, Ruanda ha ido ganando apoyo para la avanzada actual. Desde financiar equipos de baloncesto en la NBA y ganar visibilidad; estar acreditado para organizar una competición de Fórmula 1; pasando por el acuerdo con Inglaterra para recibir inmigrantes africanos; el suministro de soldados para empresas privadas, hasta el mantenimiento y desarrollo de grupos armados como el M23, entre otros, etc.
Por esta razón, la comparación de Ruanda con el Estado sionista de Israel no es abusiva. Las coincidencias entre objetivos y modos de acción confirman el papel de Ruanda en el África subsahariana.
En el mapa podemos comparar el tamaño de la República Democrática del Congo y Ruanda.
República Democrática del Congo: régimen bonapartista al servicio de las transnacionales mineras
Felix Tshisekedi está en su segundo mandato. En su primer mandato hizo una alianza con Joseph Kabila, que llevaba diecinueve años en el poder, y tanto Félix como Kabila manipularon las elecciones. La alianza entre ambos fue fuerte y lograron validar las elecciones. En el segundo año de su mandato, Félix comenzó a distanciarse de Kabila y, para evitar ser derrocado, negoció con todos los países imperialistas. Su primer viaje fue a Israel, donde fue condecorado por una universidad sionista, compró armas y firmó acuerdos de cooperación militar. Luego amplió las relaciones participando en reuniones convocadas por Biden, reuniéndose además con rusos y chinos.
Es un Estado fallido y sin controles. Por ejemplo, los trabajadores portuarios se declararon en huelga exigiendo 27 meses de salarios impagos; desde agosto de 2024 se restableció la pena de muerte y tres personas fueron condenadas a muerte por intento de golpe de Estado. En enero de 2025, el ministro de Justicia, Constant Mutanda, anunció solemnemente en las redes sociales[2] que 170 personas serían ejecutadas; Amnistía Internacional denuncia el aumento de las ejecuciones sumarias en el país. Hay varios presos políticos en el país por delito de opinión.
La República Democrática del Congo tiene reservas minerales evaluadas en tres billones de dólares y está clasificada entre los 20 peores países para vivir según el PNUD. Robert Friedland, fundador de Ivanhoe Miners, que opera la gigantesca mina de cobre Kamoa-Kakula, dice que “África tiene la suerte de tener los depósitos minerales más grandes del planeta, y apenas ha comenzado a explotarse”, y continuó: “Creo que África liderará el mundo en términos del sector minero. Y no en los márgenes de ganancia, sino en gran escala”. Las transnacionales cuentan con el gobierno bonapartista para superexplotar a los trabajadores, destruir el medio ambiente, y llevarse gigantescos ingresos minerales.
La amenaza de balcanización y la reacción de las masas
La posibilidad de balcanizar el Congo se viene discutiendo en el país desde hace años. El sentimiento nacional, que se ve limitado por diversos problemas, es más elevado en la capital, Kinshasa. Un día después de la ocupación de Goma, las masas de la capital salieron espontáneamente a las calles e intentaron incendiar las embajadas de Ruanda, Bélgica, Francia y Estados Unidos. Las acciones fueron reprimidas violentamente y hubo después una disculpa oficial del gobierno. En los días siguientes, nuevas manifestaciones fueron seguidas de una violenta represión. En la Universidad de Kinshasa, los estudiantes celebraron grandes asambleas en las que propusieron ir a Kivu del Norte y luego también a Kivu del Sur para defender la soberanía nacional.
La disposición de lucha no prosperó porque no existe una organización independiente que asuma el llamado y la organización. Hay muchas ONG, que cooptan a cada nuevo activista que surge, que se limitan a denunciar violaciones a los derechos humanos y se abstienen de denunciar al imperialismo. La Fair Cobalt Alliance es una de esas ONG que denuncia el trabajo infantil en las minas. Fair Cobalt Alliance está financiada por Tesla, Glencore y Fairphone, entre otras.
Notas:
[1]The ITSCI laundromat How a due diligence scheme appears to launder conflict minerals [El lavadero ITSCI como plan de diligencia debida parece blanquear minerales en conflito, ndt.] https://www.globalwitness.org/en/ca...
[2]https://www.tiktok.com/@henockbinta...
Traducción: Natalia Estrada.
Publicado originalmente en: https://litci.org/es/ruanda-invade-...
Tomado de: https://rebelion.org/ruanda-invade-...
València contra la guerra
Desde la asamblea popular “Valencia contra las Guerras” el Domingo 22 de Febrero 25 se convocó una concentración para decir NO al militarismo y las guerras.
Reflexión sobre la inacción frente al genocidio
Nunca antes pude ver tan claramente la maldad del ser humano. En una época en la que el acceso ilimitado a información nos permite ver el horror del genocidio en tiempo real, ¿cómo es posible que no haya servido para generar una respuesta masiva? ¿Por una serie de exageraciones y mentiras sobre el 7 de octubre de 2023? ¿Cómo toda esa gente que se dejo engañar por los medios, es incapaz de escuchar un relato diferente, incluso cuando este proviene de otros israelíes o judíos? ¿Acaso no son capaces de asimilar que lo que les espantó, se realiza a diario y multiplicado por mil, por el otro bando? ¿O tenemos más racismo por metro cuadrado que moléculas de oxígeno?
Nunca antes imaginé que vería niños descuartizados, reventados, con los sesos o las tripas colgando, con la carne hecha jirones, con la cabeza aplastada o arrancada, la mandíbula colgando o abrasados con fósforo o con fuego, niños viendo esto mismo a su alrededor, o recogiendo del suelo partes de los cuerpos de sus familiares. Niños asesinados de las peores formas posibles por una masa de fanáticos, tarados, inhumanos y sociópatas israelíes. Bebés, niños, mujeres, ancianos, jóvenes, operados sin anestesia y en las peores condiciones imaginables. Día tras día, por decenas, sino cientos, durante 471 días.
Y día tras día, durante 471 días, desde las esferas políticas hasta la muchedumbre interesada, los debates interminables se prolongan, en lugar de dar paso a la acción, mientras el genocidio persiste. El mundo no se paralizó ante este horror. Siguió girando y sigue, el carrusel de desechos televisivo, entre risas y mal gusto, celebrando la ordinariez, el espectáculo vacío y las apariencias. ¡Vergüenza! Las festividades siguieron su curso, un año y otro, incluyendo la Navidad, esas fechas que reflejan claramente la incoherencia entre nuestras palabras y nuestras acciones. ¡Vergüenza! Los partidos, los festivales,... Esos que van a misa pero miran hacia otro lado. ¡Vergüenza! Todo sigue su curso, como en un universo paralelo a la pesadilla. Bienvenidos a la gran distopía. Como si fuese una película, en la que nadie puede interferir. ¿Qué hay de la gente que se emocionaba con obras cinematográficas sobre la resistencia frente a la injusticia? ¿Qué hay de la gente que aplaudía canciones por la paz? ¿Qué hay de los que clamaban por la memoria del Holocausto? O esos tragadores de basura, fans de los programas televisivos que explotan emociones efímeras, vendiendo lágrimas y compasión barata a través de historias personales diseñadas para el espectáculo. ¿Dónde están?
Al parecer, hemos convertido el sufrimiento pasado y presente, en un entretenimiento moral que no trasciende la pantalla. Nada se aprende, todo es apariencia.
Frases como “El mal triunfa cuando las personas buenas no hacen nada”, repetida hasta la saciedad, no han calado lo suficiente en nuestra mente. En cambio, somos testigos de una apatía cada vez más profunda, una indiferencia que raya en el cinismo.
El conocimiento de las corrupciones gubernamentales, de los intereses económicos que perpetúan guerras y de las estructuras de poder que sostienen estos crímenes, está al alcance de todos. Sin embargo, lejos de inspirar revolución, parece engendrar resignación. Hemos aceptado la idea de que el cambio es imposible, porque, al fin y al cabo, mientras tengamos que comer, un hogar donde vivir y, como no, el entretenimiento, ¿que nos importa lo que le suceda a los demás? A menos que la crisis llegue a nuestras puertas, ... y llegará.
La inacción de hoy es una traición a todos los que lucharon antes que nosotros. Es también una muestra del egoísmo exacerbado que define nuestra época: proteger nuestro confort a toda costa, ignorando que este se sustenta en la explotación, expolio y sufrimiento de otros, y en la explotación y devastación del medio ambiente. La lucha no solo es posible, es urgente. Es un imperativo moral. Ya sea por el futuro de nuestros hijos, de la naturaleza, por el encarecimiento de la vida, por el deterioro de la sanidad, etc. estamos rodeados de motivos para unirnos y luchar contra este sistema insostenible y genocida. La lucha por la libertad de Palestina, engloba todos y cada uno de esos motivos. Es la lucha por la igualdad y los derechos humanos de todos los pueblos.
La historia está llena de ejemplos de cómo la acción colectiva puede cambiar el curso de los acontecimientos. Desde la caída del apartheid en Sudáfrica hasta los movimientos por los derechos civiles en Estados Unidos, las victorias nacieron de la unión de personas con un objetivo común. Hoy, debemos aprender de esos ejemplos y ser la generación que se levante contra la indiferencia.
Actuar no es fácil. Requiere esfuerzo y esperanza. Pero es el único camino para construir un mundo donde la humanidad prevalezca sobre la barbarie y el poder de unos pocos. Cada pequeña acción cuenta: desde educarse y educar, participar en protestas, apoyar boicots, hasta construir redes de solidaridad con los oprimidos. Porque el cambio empieza con cada uno de nosotros.
Es hora de levantarse, de actuar, de unir fuerzas. Porque solo entonces podremos cambiar el curso de la historia y demostrar que las lecciones del pasado no fueron en vano.
A pesar de la tregua, las matanzas siguen sucediéndose y probablemente se recrudecerán en un escaso período de tiempo. Y mientras tanto, la enfermedad y el hambre siguen haciendo estragos. No hay tiempo para meditar, es hora de actuar por la vida y la verdadera justicia. Esa en la que nos hicieron creer, pero que brilla por su ausencia
Fredoom Maker
No se deje engañar: Realmente son nazis
Jerónimo Atehortúa Arteaga
Redes sociales.
Parafraseo a Marx (Groucho): puede parecer que muchos políticos hoy son nazis y que actúan como nazis, pero no se deje engañar: realmente son nazis.
Esta semana nos hemos enfrentado a un evento que demuestra que la política no es solo una disputa de contenidos, sino ante todo una forma, un método. Si solo se tratara de valores —libertad, igualdad, justicia—, el consenso sería fácil de alcanzar, pues casi todos los reivindican. Pero la política no se define por lo que se dice sino por el método que se emplea para lograr eso que se dice: es un dispositivo productivo que genera prácticas, establece relaciones de poder y transforma el mundo, a menudo en contradicción con los valores que proclama.
El episodio es el CPAC, el encuentro de fascistas que tuvo lugar esta semana. En él, varios de los panelistas han realizado el saludo nazi. Elon Musk también lo ha hecho un par de semanas atrás. Muchos dicen: es solo una provocación, no son, no pueden ser nazis, pues muchos de sus principales aliados son judíos, son incluso sionistas, es más, son los más rabiosos defensores del Estado de Israel y sus políticas de segragación (aclaramos algo: el sionismo y el nazismo no son necesariamente excluyentes. Existieron muchos nazis que apoyaron la idea de expulsar a los judíos de Europa y enviarlos a su propia tierra, pero eso es otro tema).
Lo importante sería preguntarnos qué podría significar ser nazi hoy. Si vamos a decir que ser nazi hoy es necesariamente lo mismo que hace 80 años, estaríamos suscribiendo una idea del lenguaje contraria a su realidad. Hay algo que se llama desplazamiento semántico y ocurre todo el tiempo en el lenguaje. Una palabra empieza designando un fenómeno bien particular, pero con su uso, con la historia, con los cambios sociales, gradualmente empieza a significar otras cosas, al punto que, si un día nos fijáramos en un sentido de hoy versus el que tuvo en sus orígenes, nos daríamos cuenta de que su significado es otro por completo.
El argumento de quienes critican que llamemos nazis a quienes realizan el saludo nazi (“inocentemente”) o para mencionar a quienes justifican otros genocidios distintos a la Shoa, es bastante peregrino: el nazismo fue una catástrofe que generó millones de víctimas, y usar la palabra de manera irrespetuosa es, dicen, una afrenta contra ellas y una banalización de la historia. Como vemos, se emplea el dispositivo favorito de nuestro tiempo: “las víctimas”, y se invoca su protección. Lástima que esa voluntad no se mantenga para defender a las víctimas actuales, las que están viviendo en tiempo presente el genocidio. No, para esas no hay protección, y más vale enfrascarnos en una serie de debates histórico-lingüísticos que buscan señalar la ignorancia de quien ve la realidad, con el argumento de que todo es complejo y no puede ser banalizado. Mientras tanto, cientos de miles mueren y son desplazados.
Vuelvo a la pregunta: ¿qué puede significar ser nazi hoy? Sospecho que no es lo mismo que en 1942. Y vuelvo al comentario inicial: la política es una forma, sobre todo. Pues bien, ¿cuáles eran las formas del nazismo? El nazismo no era solo un discurso ni una colección de ideas extremas: era un método para lograr la paz social. Pero esa paz exigía definir qué era la sociedad, quién podía ser considerado humano y quién no. Para ello, echaba mano de ideas de pureza étnica, de derecho divino y de poderío. Lo nazi no puede reducirse únicamente al antisemitismo —que, nadie discute, fue uno de sus elementos centrales—, pero que, si somos rigurosos, era más bien el resultado de la aplicación de una forma específica de ejercer la política.
Podríamos decir que el nazismo fue un sistema totalitario, donde el Estado tenía control absoluto sobre la sociedad, la economía y la cultura, suprimiendo cualquier forma de oposición política y social. Un régimen sustentado en el culto a la personalidad, en la exaltación de un líder carismático cuyo poder era incuestionable. Fue ultranacionalista y racista, señalando enemigos internos y externos, justificando su violencia en la pureza de la nación. Utilizó la propaganda como un arma de control y manipulación, convirtiendo la realidad en un relato único, incuestionable. Despreció la democracia y el comunismo, persiguió a intelectuales, artistas, opositores políticos, instaló un estado policial y organizó la guerra como una empresa permanente.
Suprimió libertades, utilizó la violencia como forma de gobierno y promovió la guerra y la expansión como mecanismos de supervivencia. ¿Les suena familiar? Uno podría decir que Hitler vivo perdió la guerra, pero muerto ha ido ganándola poco a poco.
Si la política es una forma, estas fueron las del nazismo. Y si el nazismo ya no es exactamente lo mismo que fue hace 80 años, si sus contornos se han desplazado, si su rostro ya no es el de 1942, habría que preguntarse: ¿no encontramos hoy, en otras latitudes, con otros discursos, pero con las mismas formas, la misma política de exterminio, de violencia, de supresión del otro?
Sin embargo, los análisis mediáticos de estos gestos siguen centrándose en “la provocación”, en “el contenido histórico de las palabras”, y evitan ver los paralelos evidentes. Hoy, muchos Estados promueven una imagen de sí mismos etnoexcluyente, crean regímenes de apartheid, demonizan a las minorías y las despojan, no solo de su tierra, sino también de su trabajo, de la riqueza que generan y, sobre todo, de su humanidad. Quienes perpetran estos actos tienen la mayoría de los atributos del nazismo, incluso han acogido sus gestos y simbología. Supongo que algunos se niegan a creerlo porque esperaban que, si algún día el fascismo y el nazismo regresaban, tendrían esa forma lustrosa, enigmática y erótica con la que Hollywood nos ha enseñado a ver estas figuras del mal. Esperaban marchas disciplinadas, botas de cuero, trajes de Hugo Boss y cierta monumentalidad. En cambio, nos hemos enfrentado a unos polichinelas que, aunque abstemios, parecen siempre borrachos, payasescos y que nos recuerdan más a ese familiar o jefe baboso, acosador y manilargo que a esas míticas y seductoras figuras del mal. Al final del día, lo que impide ver la verdad está en el desfase estético con el que el mal se nos presenta hoy.
La UE y España asociadas a los crímenes de guerra
Santiago González Vallejo
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
Desde hace muchos años, hemos acusado a la Unión Europea de ser cómplice de la ocupación y colonización de los Territorios Ocupados por Israel (la Palestina anterior a 1967, los Altos del Golán sirios y las Granjas de Shebaa, en el Líbano), así como el bloqueo de la palestina Gaza. Así lo confirma su inacción global y su apoyo de facto a Israel en lo que respecta a comercio de armas, acuerdos de seguridad, mantenimiento de relaciones comerciales –también con los asentamientos en Territorio Ocupado, en ambos sentidos-, asociación en programas de todo tipo o concesión de ayudas. Todo ello nos obliga a considerar que la UE no sólo es cómplice, sino que es parte en los crímenes de guerra y de lesa humanidad que lleva a cabo Israel.
La Unión Europea (lo mismo que la OTAN), mediante esos acuerdos, viene considerando a Israel como socio, aliado, etc., a pesar de ser un Estado ocupante, con leyes supremacistas, discriminatorias de los palestinos y que desprecia el derecho internacional, incluido el derecho al retorno de los palestinos. Todo esto es origen y causa de la injusticia que sufre el pueblo palestino. La Unión Europea y otros países occidentales, al ponerse del lado de Israel, son partícipes de los crímenes de represión y violencia continua que ejerce Israel para mantener esa dominación territorial.
Se alega a veces como excusa de ese abandono de los supuestos valores que informan la Unión Europea (como el respeto al derecho internacional, la democracia o la prosperidad compartida) un planteamiento ideológico, en el que viven secuestrados muchos europeos, de aceptación de una narrativa que establece que los israelíes son aquellos judíos a los que masacraron y discriminaron en el siglo pasado. Pero esos europeos que discriminaron y masacraron a ciudadanos de sus países, judíos, no somos nosotros, los europeos actuales, fueron, genéricamente, nuestros ancestros. Esto nos lleva a preguntas tales como: ¿tienen los europeos actuales que aceptar pagar por crímenes que no han cometido ellos? O: ¿son los israelíes actuales víctimas de esas atrocidades?
Los israelíes no pueden aducir que sean las mismas personas que esos judíos que sufrieron el Holocausto junto a otros colectivos. Tampoco se pueden justificar las actuaciones de estos israelíes frente a los palestinos, con su ocupación, colonización y leyes supremacistas basándose en el sufrimiento e intento de aniquilación de judíos por parte de las ideologías supremacistas nazi y fascista (ahora recreadas por parte de muchos partidos europeos e israelíes).
Es curioso, además, porque todos sabemos que los líderes judíos sionistas padres de Israel no padecieran en sus carnes los crímenes ejecutados por el nazismo de la época. David Yosef Grün (Ben Gurion), nacido polaco, Vladímir Yevgénievich Jabotinsky, nacido en Rusia, Jaim Azriel Weizmann, nacido en Bielorrusia-Rusia, o Golda Mabovitch (Golda Meir), nacida en el Imperio Ruso, en la actual Ucrania, no sufrieron persecución en la Europa nazifascista.
Pero para su proyecto sionista, la creación del Estado "judío" de Israel, nacido con la pretensión de que no hubiera árabes, supieron utilizar tanto frente a judíos como no judíos, el argumento de que el proyecto de Israel -anterior al Holocausto- era consecuencia de haber sido víctimas de la barbarie, y capitalizar el exterminio nazi contra los judíos para legitimar su ideología sionista colonial, a costa de una población autóctona árabe que no formó parte de esa maquinaria criminal europea. Si hemos puesto entre comillas la palabra "judío" entre Estado e Israel es por caracterizar la ideología colonial y supremacista sionista, que pervive en la mayoría de la población israelí, en sus leyes y en su Parlamento.
Confluyen varios factores, de forma torticera, para que, en la Unión Europea, en el Reino Unido, en los Estados Unidos, etc. se asuman y se hagan propios esos rescoldos coloniales, de destino manifiesto o pueblo elegido que sobreviven, y que son remedos teocráticos alejados de esos valores humanistas que predican poseer. Pero hoy vemos las grietas de falacias cuando, por ejemplo, contemplamos el desigual tratamiento que han dado la Unión Europea y los países occidentales a la invasión rusa de Ucrania comparado con su toma de partido por Israel, algo que no hace sino dejar en evidencia los rotos de su discurso amoral. Y esto también afecta al gobierno de España, quizá de forma menos aparatosa que a otros, pues no dejan de verse sus incoherencias, señaladas por su aproximación a su aliado estadounidense: ¿dónde están las sanciones a Israel?
No todos los judíos, ni todos los israelíes judíos, aceptan la manipulación que realizan los líderes israelíes y los sionistas de cualquier nacionalidad, consistente en que ser judío debe suponer defender a este Israel. Einstein, de origen alemán, rechazó ser presidente de Israel y siguió siendo ciudadano de los Estados Unidos que le habían acogido. Hay múltiples asociaciones de judíos, incluyendo también a israelíes, que rechazan este Israel e, incluso, la lógica de la existencia de Israel frente a una Palestina en la que todos y todas tuvieran los mismos derechos y obligaciones. Este ha sido tradicionalmente el planteamiento histórico de la OLP, que ha sido rechazado por el sionismo.
En la actualidad, asistimos a una disociación profunda entre la palabra y los hechos. Ante el hecho de una ocupación prolongada y de la colonización israelí en los Territorios Ocupados, ante la posible acusación de genocidio, la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Penal Internacional han reclamado que Estados y agentes cualesquiera se esfuercen en no facilitar la colonización y corten cualquier iniciativa económica o de otro tipo que la promueva. Y que Netanyahu pueda ser juzgado como presunto criminal de guerra y de lesa humanidad en la sede de la Corte Penal Internacional.
Ante la ocupación y colonización israelí, lo cierto es que las actuales autoridades europeas consideran que todo lo están haciendo bien, proponen que continúe el comercio con los asentamientos, se mantengan los programas y demás protocolos con el socio israelí y que se ‘vigile' que haya diferenciaciones semánticas entre este Israel y el Israel ficticio anterior a 1967. Respecto al comercio de armas, declara que es cosa de los Estados miembros, aunque ayuda militarmente a Ucrania, y eso sí se considera política europea. Por otro lado, tanto Polonia, que ostenta actualmente la presidencia semestral europea, como Hungría, que la desempeñó anteriormente, han declarado que desoirán a la justicia internacional si afecta a Israel, y han invitado a Netanyahu a sus respectivos países.
Es decir, que la Unión Europea configura la política y es corresponsable de este Israel, frente a las demandas de una parte cada vez mayor de la ciudadanía europea.
La UE elude castigar a Israel por su genocidio en Gaza: "No es diplomacia, es complicidad"
A su paso por la capital comunitaria, el ministro de Exteriores israelí se refiere a Cisjordania como Judea y Samaria y defiende la guerra contra Gaza como “una operación militar contra los terroristas”.
María Zornoza
La Unión Europea (UE) e Israel se reunieron este lunes en Bruselas en el marco de su primer Consejo de Asociación de los últimos tres años. Doce meses después de la petición de España e Irlanda para pedir una revisión de los acuerdos comerciales con Tel Aviv por sus vulneraciones de derechos humanos en Palestina y tras más de 48.000 muertos civiles, la UE se limita a aprobar una declaración conjunta en la que reitera la defensa de la solución de los dos estados, pero evita criticar al Estado hebreo e imponerle algún tipo de medida punitiva.
Gideon Saar, ministro de Asuntos Exteriores israelí, comenzó su tour por las instituciones europeas con una visita a Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo. “Fue un placer encontrarme en Bruselas con [ella], una verdadera amiga de Israel. Le subrayé que la Autoridad Palestina sigue aplicando su política de pagar a los terroristas y sus familias por matar, como el propio Abbas admitió. La UE debe asegurarse de que sus fondos no contribuyan a esos fines”, afirmó a través de X Gideon Saar.
El diplomático israelí acudió después al Consejo Europeo, donde se reunió con los 27 ministros de Asuntos Exteriores, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y con la comisaria por el Mediterráneo, Dubravka Suica. A su llegada al edificio, Saar dejó clara cuáles son sus intenciones: desmilitarizar Gaza y eliminar a Hamás y la Yihad Islámica. “Lo lograremos o por medios políticos o retomando las operaciones militares”, advirtió refiriéndose a Cisjordania como Judea y Samaria y a la cruenta guerra en Gaza, que La Haya investiga por genocidio, como una “operación militar contra los terroristas”. “La guerra en Gaza no terminará hasta que todos los rehenes regresen a sus casas en Israel”, afirmó. “Sabemos cómo afrontar las críticas, estamos acostumbrados a ellas. Las aceptamos siempre y cuando no supongan deslegitimación, demonización o dobles estándares que vemos con frecuencia en los ataques a Israel”, agregó.
Pero lo cierto es que en la capital comunitaria no tuvo que afrontar grandes críticas ni una acogida fría. En la rueda de prensa final, una tímida Kaja Kallas hizo llamadas a que todas las partes respeten el derecho internacional, mostró preocupación por lo “ocurrido” en Cisjordania, defendió la solución de los dos Estados y el regreso de la Autoridad Palestina a la Franja y de todos los palestinos desplazados a sus hogares en Gaza. “El Estado de Israel puede contar con el apoyo total de la UE”, aseveró la Alta Representante.
Las organizaciones de la sociedad civil habían pedido previamente al encuentro valentía a los europeos para que fueran más allá y pusiesen de relieve que las cláusulas de los acuerdos comerciales que exigen el respeto de los derechos humanos son algo más que palabras. Pero la UE se ha contentado con incluir una mención al Artículo 2 en lo alto de la declaración final pactada por los 27 Estados miembros. España saca pecho y afirma que sin su liderazgo ello no habría sido posible.
Una relación sin cambios
“La UE incluye cláusulas de derechos humanos en sus acuerdos bilaterales por una razón, pero con Israel, estas cláusulas parecen opcionales. Al celebrar esta reunión, la UE está dando a entender que todo sigue igual. Esto no es diplomacia, es complicidad”, lamenta Agnès Bertrand-Sanz, experta de Oxfam. La UE ha suspendido parcial o totalmente los acuerdos comerciales con países terceros en una veintena de ocasiones por las vulneraciones a los derechos humanos, pero con Tel Aviv está opción no está sobre la mesa.
Mientras el Consejo de Asociación se celebraba, los líderes europeos se reunían en Kiev para subrayar el apoyo a Ucrania en el tercer aniversario de la guerra, así como para cerrar filas en torno a la defensa del Derecho Internacional. “Nosotros tenemos una política exterior con identidad propia y que es coherente. Nosotros decimos exactamente lo mismo y sobre todo por los mismos principios en Ucrania o en Gaza. La protección de los civiles indefensos, la protección del derecho internacional, el respeto a las resoluciones de los tribunales internacionales así como la protección de la ONU y de los trabajadores de las Naciones Unidas”, se ha defendido José Manuel Albares, ministro español, preguntado por la existencia de dobles varas a la hora de medir la ley internacional el contexto geopolítico. “Esta era una reunión para dejar claro a Israel cuál era la posición de la Unión Europea. Felizmente, lo hacemos con una posición común a 27, con un gran liderazgo español desde hace muchos meses. Sin España esta reunión y esta posición común no hubiera sido posible”, ha agregado.
En paralelo, una treintena de eurodiputados ha enviado una carta a la jefa de la diplomacia europea pidiendo la suspensión del Acuerdo de Asociación hasta que Israel cumpla y respete los derechos humanos. "En lugar de ver una Unión Europea fuerte y contundente que condena el genocidio que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino, vemos una UE que consiente y permite el asesinato y la deportación en masa de personas que quieren vivir en su tierra y que no respeta ni hace cumplir el derecho internacional", ha criticado Ana Miranda, eurodiputada del BNG.
Mientras los Estados Unidos de Donald Trump llaman a “limpiar Gaza”, desplazar a toda su población y crear “la Rivera de Oriente Próximo, los israelíes ya marcan el camino con pasos más firmes que desvelan sus intenciones hacia futuras anexiones de territorio palestino. Durante décadas, las múltiples declaraciones de condena por parte de los europeos por la violencia en Cisjordania o por la expansión de los asentamientos ilegales han caído en saco roto. “Las relaciones entre la UE e Israel no pueden ser rehenes del conflicto palestino. Esta postura no dará a los europeos una posición fuerte e influyente, más bien lo contrario. Nadie nos amedrentará frente a las amenazas de aniquilarnos”, ha incidido Saar en rueda de prensa.
Nuevo año, mismos vicios: Más de dos mil millones extra de gasto militar hasta febrero
Juan Carlos Rois
Tortuga.
De nuevo nos las tenemos que ver con el relato falso en torno al gasto militar.
Hace unos días la vicepresidenta Yolanda Díaz ofreció una entrevista en la cadena Ser en la que vino a explicar que España no puede subir de forma inmediata el presupuesto de defensa porque no tiene capacidad de gasto y ejecución de un gran aumento y que la única manera de gastar más sería comprando más armas a EE. UU en vez de encargar programas de armas (cuyo plazo de ejecución es más prolongado) a la industria nacional.
Verdades y mentiras
La explicación cuenta una medio verdad y otra medio mentira.
La medio verdad: un aumento espectacular de presupuesto por encima del actual (que como sabemos no es el que se reconoce, uno de los aspectos de la medio mentira) es inabordable porque la estructura militarista no tiene capacidad de ejecutar un subidón de presupuesto sino comprando armas al exterior a troche y moche.
Dice la vicepresidenta que España se sitúa en el 1.2 del PIB de gasto de defensa en la actualidad, y esto, como sabemos, forma parte de la mentira podrida. Todo el mundo sabe ya que la cifra se ha rebasado con creces. Lo que ocurre es que la izquierda militarista que forma parte del gobierno no se atreve a reconocerlo en público porque hacerlo desenmascara su colaboración entreguista (más allá de lo que están dispuestos a reconocer) a las lógicas militaristas de las que participa.
La ministra afirma que doblar la cantidad sería, como hemos dicho, inabordable y pasa a otra cosa. Pero . . . ¡un momento! ¿quién habla de doblar la cantidad de gasto militar? Porque hacerlo implicará (si nos creemos las cuentas de calleja de este personaje que, como diría Krahe, habla con lengua de serpiente) superar el 2% del PIB (1´2 y 1´2 = 2,4) y si tomamos los datos que suelo estimar, ponernos por encima de las mejores expectativas del presidente de EE. UU., don Donald el triunfante.
Pero es que también aquí miente. Porque si hacemos caso de los datos de ejecución presupuestaria que ofrece la Intervención General de las Administraciones del Estado (las últimas que tenemos se refieren al mes de noviembre de 2024) resulta que tampoco se ha ejecutado el 1,2 % del PIB, sino que al menos se ha llegado (a falta de los datos de diciembre) al 1,4 sin contar con lo que no podemos contabilizar por encontrarse en otros ministerios, en el fondo de contingencia o en las partidas de clases pasivas sin desagregar.
Claro que la vicepresidenta se ha cuidado mucho de hablar de gasto inicial y olvidarse del pequeño detalle de que en España se suele presupuestar en Defensa muy por debajo de lo que se ejecuta anualmente.
Puestos a olvidar, también se le ha olvidado que, según los propios datos de la Intervención General de la Administración del Estado referido, defensa arrastra compromisos de pago de gastos plurianuales (a pagar en varios años) por 35.595 millones de euros, por encima del 2% del PIB.
¿Extraña que el periodista no mencionase estas cositas? Pues no, porque estas cositas se ocultan deliberadamente por parte de los sucesivos gobiernos turnistas, de izquierda o derecha, que comparten la misma visión y las mismas malas artes en lo que se refiere a la ocultación de la realidad del gasto militar. Y también, por qué no decirlo, porque el consenso sobre el militarismo también alcanza a las mentalidades tanto de los dueños de los medios de comunicación como de los periodistas. Meter el dedo en el ojo en este campo tan crucial de nuestro malestar social no está en la agenda y es mejor no incomodar.
Mucho más allá del 2% del PIB y aumentando
La vicepresidenta soltó otra prenda que pasó desapercibida. Nos dijo que el 1,2 % del PIB presupuestado no se había ejecutado del todo y que sólo habíamos tenido capacidad de ejecutar el 0.8 del PIB (y por eso, decía, es imposible un apretón inmediato de gasto militar, porque no tenemos capacidad de gastarlo salvo comprando armas a EE. UU).
Buen intento, pero . . .¿se refiere al año 2024? No lo creemos porque los datos de ejecución de gasto existentes ya reflejan un gasto ejecutado por encima del que se nos dice.
¿Se refiere a 2025? Porque en ese caso hay que recordar a la vicepresidenta que estamos en febrero y si en febrero ya hemos gastado el 0,8 del PIB, hagan cuentas y verán con qué facilidad nos ponemos en el 4,8 por ciento del PIB al finalizar el año (0`8 x 6 bimestres).
Se refiera a lo que se quiera referir, lo cierto es que desde el uno de enero hasta el 25 de febrero el gobierno ya ha autorizado gasto militar extra por valor de 1.022,72 millones de euros (en el consejo de ministros del 25 de diciembre nada menos que 567 millones para operaciones de injerencia militar en el exterior y al menos otros 12 para financiar compromisos de España en acuerdos vinculados a las armas).
Aumenta más que el año pasado
Si lo comparamos con el crecimiento del gasto «extraordinario» de enero y febrero de 2024, vemos que superamos con creces el mismo y seguimos con similar tendencia alcista:
Pero aquí no acaba la cosa, porque el mismo día en que la ministra, con la boca chica, nos contaba las cuentas de la vieja, el presidente de gobierno, a grito pelao, nos anunciaba un gasto militar de otros 1.000 millones que piensa aprobar para alimentar la guerra de Ucrania.
¿Hay que repensar y resetear la política de defensa?
No hemos acabado febrero y entre los «hunos» y los «hotros» ya nos han cocinado un enjuague para aprobar más de 2.000 millones de matute de gasto militar extra.
En lo que tenemos que dar la razón a la vicepresidenta es en que tenemos que hacer una reflexión sobre qué se quiere defender, para luego adaptar a esa premisa los medios de defensa.
Pero, como siempre que habla, aquí va la medio mentira: ¿quién va a definir eso? ¿Va a haber luz y taquígrafos? ¿Se van a tener en cuenta todas las articulaciones sociales que tiene algo que decir o va a ser un debate entre militares y militaristas? ¿vamos a hablar de militarismo o de seguridad humana? ¿Se va a escuchar la apuesta de defensa social de las articulaciones ecologistas, pacifistas, antimilitaristas, feministas, de lucha contra la pobreza o por la justicia social, de jóvenes, de tercera edad, el mundo laboral, etc., o va a ser, como de costumbre, un debate sustraído a la sociedad y teledirigido desde los intereses de los señores de la guerra y sus aliados?
Porque, lejos de la visión simplista de que la sociedad no tiene conciencia de la defensa, lo que pasa es que la visión de la sociedad difiere como la noche del día de la que mantiene el militarismo.
Nosotros, por ejemplo, apostamos por políticas decididas de desmilitarización y de construcción simultánea de una política de defensa alternativa basada en la seguridad humana y en sintonía con las luchas sociales que protagonizan las grandes articulaciones y movimientos sociales.
Y tal vez convenga que también se tenga en cuenta. Al menos a la izquierda nominal que cada vez que abre la boca en la materia muestra un cansino cinismo y se le ven las vergüenzas.
En Alicante no hay nada como «La Británica»
« Pues no, ni idea...¿en la Serra Grossa?, ¿ahí por la cantera, dices?, ¿una refinería oculta dentro de la montaña?, ¿de verdad?, pues no, nunca oí hablar de ella, vamos...».
Esta ha sido más o menos, amable lector que hoy me dedicas unos minutos de tu verano, la reacción de mis amigos al irles explicando estas semanas el tema del artículo que hoy ha caído en tus manos.
Pues sí apreciado lector, en los interiores de la Serra Grossa, ocultos a nuestra indiscreta mirada, se encuentran los numerosos, enormes y laberínticos túneles de una refinería de petróleo conocida en su tiempo como «La Británica».
Os voy a tejer hoy la curiosa historia de estas infraestructuras industriales, que aunque fueron definitivamente clausuradas en la década de 1960, están de actualidad porque el Ayuntamiento de Alicante quiere darles un nuevo uso cívico que podría ser interesante para todos.
Antes de empezar a relatar una micro-historia de «La Británica», me gustaría combatir desde estas líneas, como ya habrás intuido por el título de este artículo avispado lector, esta idea general que injustamente flota en ocasiones en el aire, que se resumiría en la manida frase «en Alicante no hay nada».
Creo que hemos de declarar la guerra a esta aseveración tan vaga e injusta con nuestra ciudad. Alicante es mucho más que sol y playa; aquí hay «city», hay «beach», pero también hay mucho más.
Hemos de conocernos un poco mejor, debemos tener en mente de manera más completa nuestro patrimonio para ponerlo en valor y explicárselo y enseñárselo a las miles de personas que (no solo en verano) deciden generosamente pasar tiempo con nosotros, ser alicantinos por unos días, semanas o meses.
Hay, por ejemplo, un rico Alicante cultural algo oculto, latente, que está esperando que lo potenciemos. El relanzamiento de «La Británica», enorme pero discreta, escondida pero fascinante, puede suponer una oportunidad perfecta para que nos animemos a ganar esta nueva actitud más pro-alicantina.
Os voy a contar algo más sobre esta industria tan singular, paso a narraros sus peripecias. Ya en la década de 1830 se situaba en la
Serra Grossa, en su superficie, una instalación metalúrgica conocida como «La Británica».
Andando el tiempo, unos empresarios franceses pensaron que era interesante cambiar los usos de aquellos puntos de industria y situaron en torno a 1875 una refinería donde antes estuvo la fábrica de metales.
El crudo llegaba por vía marítima. Se amarraban las embarcaciones a un pequeño muelle que existía en la zona de la cantera, conocido con el nombre de «Santa Ana».
Tengamos en cuenta que toda esta zona de la Serra Grossa no estaba muy poblada ni era muy transitada, ya que la carretera que unió el Postiguet con la Albufereta solo fue habilitada a partir de 1933.
No obstante, el petróleo una vez refinado tenía diversas salidas. Existía una conexión ferroviaria con la estación de tren Alicante-Madrid (esta línea había sido inaugurada en 1858) y la refinería también podía expedir el líquido ya tratado a través del conocido como «trenet de la Marina», que desde 1915 estuvo operativo y recorrió la costa.
Las décadas se sucedieron y en el contexto de la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-30) «La Británica» pasó a manos estatales; concretamente lo hizo en 1929.
Las autoridades consideraron, sin duda acertadamente, que el petróleo era un bien de interés crucial para el país.
Hemos de tener en cuenta, sin embargo, que todo el complejo y muy extenso sistema de túneles no se comenzó a excavar en la cantera hasta la época de la guerra civil (1936-39).
El gobierno de la II República, plenamente consciente de que Alicante iba a ser blanco de constantes y mortíferos bombardeos fascistas por parte de Franco y sus aliados, decidió ocultar la refinería dentro de la Serra Grossa, creando un espacio muy singular, que hoy se quiere recuperar.
¡Estamos hablando de aproximadamente unos 71.000 metros cuadrados de galerías, túneles y depósitos! Sin duda contamos los alicantinos con una joya oculta, única en España.
Tras el fin del combate fratricida se siguieron ampliando los túneles, obviamente estas infraestructuras tan amplias no se ejecutaron en tres años.
En 1966, por diversos motivos, las instalaciones dedicadas a la refinería se trasladaron al muelle de poniente del puerto.
Y allí quedó «La Británica», triste, sola, oculta, en desuso e ignota, desconocida por los nuevos alicantinos.
Ya hemos hablado del pasado, de lo que los siglos de antaño nos legaron. Ahora debemos hacernos la pregunta clave: ¿qué hacemos como alicantinos con esta refinería tan espectacular y peculiar?, ¿cómo debe poner en valor la ciudad de Alicante este complejo de túneles tan singulares excavados en la Serra Grossa?
Lo primero que hemos de tener claro a la hora de darle un nuevo uso a la antigua refinería es su titularidad. Actualmente, por una serie de vicisitudes históricas, «La Británica» pertenece al gobierno central, en concreto al ministerio de Hacienda.
Ya en 2008 trató la Generalitat Valenciana, que se encontraba en aquellos momentos construyendo la parada del TRAM de la Sangueta, muy próxima a una de las entradas al complejo industrial de la refinería, conseguir la titularidad de la misma.
No se consiguió en aquellos años el objetivo y fue en 2017 cuando, a petición del Ayuntamiento, se aprobó la cesión de «La Británica» al consistorio alicantino.
Ésta se sigue tramitando, a falta de un plan concreto de usos del espacio. Desde el ayuntamiento y la Diputación se ha hablado de darle un propósito museístico a las galerías de la refinería.
Voy ahora a opinar brevemente, apuntando lo que a mi modo de ver sería mejor hacer para poner en valor «La Británica». En este sentido, creo que lo primero que necesitamos es un modelo de ciudad claro.
Muchos (casi todos) en Alicante sabemos que hemos de ir más allá de la mera oferta de «sol y playa». Sin embargo, faltan ideas para concretar este deseo.
Nuestra urbe-capital ya cuenta con puntos culturales destacados como el ADDA, el teatro principal, el espacio Séneca y las Cigarreras, por ejemplo.
Además, se acordó recientemente ampliar la dotación cultural de esta última infraestructura.
Considero por lo tanto que todas las inversiones que se realicen en «La Británica» deben tener en cuenta las singularidades y la programación del conjunto de infraestructuras culturales de la ciudad. Evitemos solapamientos.
También creo que no se debe acometer una restauración muy costosa. He leído en algunas fuentes que se quieren invertir muchos millones de euros. Opino que sería un error.
Estoy de acuerdo con el arquitecto Ruben Bodewig, del estudio «Arquitectura escalar»: se debería aprovechar la singularidad del espacio, la peculiar geografía que nos proporciona «La Británica».
Sus impresionantes galerías son aquello que la hace única. Realizar algunos conciertos o eventos de pequeño formato en este entorno tan dinámico dotaría de sentido a las inversiones realizadas, agregaría valor al ecosistema cultural de la ciudad y nos diferenciaría de otros destinos.
Potenciemos una experiencia única que sume en positivo, que mejore la «marca Alicante» y la marca «Costa Blanca».
También en mi opinión sería importante aprovechar parte de las antiguas instalaciones de esta impresionante y diferente refinería para poner en valor la industria en la ciudad y en la provincia de Alicante.
¿Qué te parece, apreciado lector, situar en el laberíntico espacio interior oculto de la Serra Grosa un pequeño museo de la industria alicantina?
Considero que si se hace bien la apuesta museística podría dotar de sentido al especial espacio de «La Británica» y transmitir la importancia histórica y actual de nuestro sector secundario, demasiado eclipsado a nivel de relato por el sector terciario, en mi opinión.
Repito la idea con la inicié mi reflexión de hoy: en Alicante no hay nada como «La Británica». Los alicantinos de antaño nos han dejado un legado único en herencia que podría devenir un espacio muy interesante e importante para la ciudad.
Evitando inversiones innecesarias y excesivas, el ayuntamiento y la Diputación tienen una oportunidad para demostrar que en Alicante tenemos un modelo de ciudad y que estamos en posesión de ideas y proyectos relevantes que nos permitan poner en valor un lugar mágico y diferente, del que tanto alicantinos como visitantes podamos disfrutar en un futuro muy próximo.
¡Larga vida a «La Británica»!
Parem totes les guerres del món
Este día 24 de Febrero nos hemos citado como todos los días 24 de cada mes en alguna calle ilicitana, esta vez en la céntrica Plaça i Baix.
Bajo el lema "Parem totes le guerres del món" una treintena de mujeres y hombres, y un bebé, vecinos de Elche y alrededores nos juntamos para denunciar no sólo la guerra en Palestina y en Ucraina, de la que justo se cumplen tres años de su inicio, sino las de todo el planeta.
En el acto se hizo mención al alto el fuego entre Israel y Hamás y, desde nuestra humilde posición, le pedimos al estado israelí y las estructuras de gobierno palestinas, así como a la comunidad internacional, que encuentren urgentemente una solución permanente a las hostilidades y empiecen a construir un futuro justo y no violento. Bastante se ha destruido ya.
Y, cómo no, recordamos que un día 24 de febrero comenzó lo que iba a ser una breve incursión de tropas rusas en Ucrania y se ha convertido en una guerra que ya dura tres años, tres años de horrores sin fin. Denunciamos el lucrativo negocio de la indigna industria armamentística, principal beneficiaria de la guerra, así como la complicidad de los estados occidentales.
Exigimos al gobierno español que detenga el envío de armas y cualquier tipo de apoyo económico o militar a este y cualquier conflicto y que respalde soluciones diplomáticas.
Como todos los meses recordamos también algún conflicto olvidado por los medios, es lo que tristemente llamamos "la guerra del mes". Esta vez recordamos la violencia que sufren las comunidades del Catacumbo en Colombia. Esta región sufre la guerra entre el Ejercito de Liberación Nacional, ELN, y disidencias de las FARC.
También pudimos disfrutar de un emotivo recital poético en el que, aparte de algún clásico como Alberti, escuchamos poemas de autores palestinos. Voces que nos trajeron palabras que movían los corazones, gracias.
Se recordó que en Elx per la Pau disponemos de materiales formativos y divulgativos útiles para promover una cultura de paz y que cualquiera, no sólo los presentes, pueden pedírnoslos.
Entre buenas canciones, siempre llevamos algo de música, nos despedimos; algunos con la esperanza de no volver porque el mundo es mejor.
Rechazo a «la guerra y al creciente militarismo» desde las capitales de Hego Euskal Herria
Coincidiendo con el tercer aniversario de la guerra de Ucrania, diversos colectivos han llamado a concentrarse en las capitales de Hego Euskal Herria, donde han mostrado su «rechazo a la guerra y al creciente militarismo que recorre toda Europa y que también ha llegado a Euskal Herria».
Las organizaciones sociales Gerrarik Ez, La Carta Social de Euskal Herria (EHESK), Gernika Palestina, YALA Nafarroa, Ongi Etorri Errefuxiatuak y Kapitalari Planto han realizado concentraciones en las cuatro capitales de Euskal Herria hoy, 24 de febrero, tercer aniversario de la guerra en Ucrania.
Con ello pretenden manifestar su «rechazo a la guerra y al creciente militarismo que recorre toda Europa y que, desgraciadamente, también ha llegado a Euskal Herria de la mano de Zedarriak», en referencia a la petición del foro empresarial de «abrir un debate» al ver «una fantástica oportunidad» en la industria militar.
En Iruñea estos colectivos se han concentrado en la plaza Consistorial cuando «se cumplen 3 años de la invasión rusa de Ucrania», mientras que en Bilbo se han reunido en la plaza del Arriaga. «Esta es una contienda brutal e injusta. Denunciamos la agresión rusa y denunciamos el expansionismo de la OTAN que ha provocado el conflicto», han señalado en un comunicado.
«Los perdedores son los cientos de miles de personas ucranianas y rusas, muertas, heridas o desplazadas. Los ganadores son los de siempre, las oligarquías norteamericanas, europeas o rusas que han visto crecer escandalosamente sus fortunas al calor de la contienda militar», han añadido.
La guerra «está militarizando, aún más, a la Unión Europea. Bruselas se ha vuelto más militarista: prepara grandes inversiones en compra de armamento y presiona a los Estados miembro para elevar el gasto militar al 3 %. Y resulta indignante escuchar a Mark Rutte, el nuevo secretario general de la OTAN nombrado por Washington, exigir con total descaro a los gobiernos europeos que eleven el gasto militar a costa de bajar pensiones, educación o sanidad».
Los manifestantes han señalado que «el futuro de Euskal Herria no debe construirse sobre la base de la muerte, la sangre y las armas, sino todo lo contrario. Necesitamos revertir esta situación hacia otro modelo social y económico que ponga en el centro la transición ecosocial que garantice vidas dignas para todas las personas y que tenga en cuenta los límites del planeta».
No han querido olvidar que «la guerra está golpeando a otros pueblos del mundo y en especial al pueblo palestino, víctima de un genocidio en Gaza».
Asimismo, estos colectivos siguen «con esperanza y prudencia» las negociaciones entre Rusia y EEUU. «La situación es muy compleja y no está garantizada una solución justa para los pueblos», han señalado.
Mazón paga un 43% por encima del precio de mercado el hormigón que usan las empresas contratadas a dedo para los trabajos de la DANA
¿Y por qué será que esto es así? Piensa mal y acertarás. La miseria humana de estas personas parece no tener fin. Cambian las caras, pero persiste el modus operandi. Y lo grave son los muchos miles de ciudadanos que les siguen avalando con sus votos. Nota de Tortuga.
Los productores de hormigón muestran su estupefacción por los precios fijados por la Generalitat para cuantificar el coste de las obras de emergencia en la reconstrucción de infraestructuras arrasadas.
Sergi Pitarch / Lucas Marco
Los nuevos precios de la Generalitat Valenciana de los materiales de obra pública han causado estupefacción en las empresas productoras de hormigón armado de la Comunitat Valenciana. La exclusiva de elDiario.es sobre los Presupuestos de Ejecución Material (PEM) de la Generalitat para las obras de emergencia tras la DANA ha evidenciado que los precios fijados por el Gobierno de Carlos Mazón nada tienen que ver con los que las empresas contratistas están pagando. Mientras que los productores venden su hormigón armado a 85 o 90 euros el metro cúbico, el Gobierno de Mazón paga a las empresas contratistas a dedo para las obras de emergencia de la DANA entre 135, 150 y hasta 162 euros por metro cúbico en el hormigón armado más común, el HA-25, HA-30 y HA-35, respectivamente.
Las obras de reconstrucción licitadas por la Generalitat tras la barrancada del pasado 29 de octubre han supuesto un negocio redondo para las constructoras adjudicatarias, incluyendo algunas implicadas en la financiación ilegal de diversas 'cajas B' del PP en tramas de corrupción como los casos 'Gürtel' y 'Taula', que han recibido más de 60 millones de euros.
En el listado de precios de los contratos de emergencia, al que ha tenido acceso este diario, el hormigón de referencia HA-30 figura a 150,97 euros por metro cúbico. Muy por encima de los 80,35 euros que reseñan los Presupuestos de Ejecución Material vigentes entre 2021 y 2025. Se trata de un precio también muy superior al que ofrecen actualmente los productores autóctonos de hormigón.
Fuentes de la delegación en València de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado indican que el precio de mercado se sitúa en torno a los 85 o 90 euros por metro cúbico. “Es el precio normal de mercado, no solo para las obras de emergencia”, aunque varía “en función del hormigón que se use”, agregan las mismas fuentes.
Precios que “no se ven ni en Madrid ni en Barcelona”
“Los precios del hormigón en la Comunitat Valenciana”, afirman otras fuentes del sector de la producción de hormigón consultadas por este diario, “están desde los 90 euros el metro cúbico en Castelló a los 85 euros en la provincia de Valencia, según disponibilidad y coste del transporte. Esos precios que ha fijado el Consell de más de 135 euros por metro cúbico no se ven ni en Madrid ni en Barcelona, donde rondan los 100 euros”.
“Lo normal es que para casos de emergencia se suba el precio un 5 % para compensar”, explican las mismas fuentes, que sí que reconocen que debido a la escasez de áridos podría haber incrementos de precios superiores.
Los contratos de emergencia se han convertido en un reparto discrecional del Gobierno de Mazón, que ha premiado y ha castigado a las empresas sin especificar los criterios utilizados. De hecho, para los contratos de carreteras, 12 adjudicaciones han ido a para a 12 empresas diferentes.
El valor ha superado los 90 millones de euros, coste que, con un mínimo concurso público, se hubiera conseguido rebajar en un porcentaje importante de entre el 15 y el 30%. Las empresas contratistas defienden que las obras de emergencia requirieron de una disponibilidad absoluta, trabajos 24 horas y abandonar obras en ejecución, externalidades que les suponen incrementar muchos los costes.
La venta de armas del estado español a Israel
Varias organizaciones
En mayo del año pasado, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, anunció que España no permitiría el tránsito de material militar por España con destino a Israel. Las investigaciones del PI y del PYM han revelado que entre mayo y septiembre de 2024 al menos veinticinco barcos con material militar estadounidense destinado a Israel transitaron por el puerto español de Algeciras.
Esta semana, la Internacional Progresista, el Movimiento de la Juventud Palestina y el Comité de Servicios de los Amigos Americanos publicaron una investigación condenatoria que expone el flujo de equipo militar de España a Israel. La noticia es explosiva en España y fue ampliamente difundida por El Diario .
En mayo del año pasado, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, anunció que España no permitiría el tránsito de material militar por España con destino a Israel. Las investigaciones del PI y del PYM han revelado que entre mayo y septiembre de 2024 al menos veinticinco barcos con material militar estadounidense destinado a Israel transitaron por el puerto español de Algeciras.
El último informe pasa del mar al aire. Aporta pruebas de que más de 60.000 piezas de armamento han sido transportadas a través de aeropuertos españoles desde octubre de 2023, siendo la Base Aérea de Zaragoza un centro crítico para estas operaciones. Entre ellas se encuentran «piezas y accesorios para artillería, fusiles, lanzacohetes/granadas y ametralladoras» y «piezas y accesorios para revólveres y pistolas».
Los vuelos fueron realizados por seis aerolíneas: Challenge Air Cargo, las estadounidenses National Air Cargo y Atlas Air, la islandesa Air Atlanta Icelandic, la polaca SkyTaxi y la uzbeka MyFreighter.
Tres de ellas, Challenge Air Cargo, National Air Cargo y Atlas Air, ya han sido utilizadas para transportar carga militar a Israel, fletadas por Estados Unidos. Se han documentado vuelos de este tipo desde varias bases aéreas estadounidenses, incluidas Sigonella en Italia y Al-Udeid en Qatar.
Tras la publicación del informe, la relatora especial de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, emitió una declaración en la que implora al gobierno español “que detenga todos los vuelos militares a Israel. El genocidio de Israel contra el pueblo palestino no debe ser posible gracias a la tierra y el trabajo españoles. Hacer lo contrario no sólo sería una contravención del artículo 1 común de la Convención de Ginebra, sino también una violación de las obligaciones legales de los Estados de poner fin a la ocupación ilegal de Palestina por parte de Israel y de prevenir y detener el genocidio, tal y como ha determinado la Corte Internacional de Justicia”.
Sumar, el partido junior del gobierno de coalición español, presentó una denuncia oficial ante la Audiencia Nacional española solicitando que se investiguen las posibles responsabilidades penales expuestas por la investigación.
Los hallazgos ponen de relieve una realidad inquietante: la infraestructura de la guerra sigue rodeada de secreto, sostenida por una red mundial de empresas criminales que operan con impunidad. A pesar del devastador costo humano de la agresión militar, los mecanismos que posibilitan estas atrocidades (las aerolíneas comerciales, los contratistas privados y la logística autorizada por el Estado) rara vez se examinan.
Esta investigación se basa en un creciente conjunto de pruebas que revelan violaciones similares en toda Europa. En Bélgica, las aerolíneas han enfrentado la indignación pública por transportar carga militar a Israel, mientras que en Irlanda han estallado escándalos por el uso de aeropuertos civiles para facilitar el envío de armas. Estos casos revelan un patrón de complicidad, en el que actores corporativos y estatales explotan lagunas legales y cadenas de suministro opacas para alimentar la violencia.
Sin embargo, incluso cuando salen a la luz estas revelaciones, todavía sabemos muy poco sobre el alcance real de esta infraestructura. ¿Quién se beneficia de estos envíos? ¿Quién hace la vista gorda ante sus consecuencias? ¿Quién será responsable de la destrucción que permiten? Y lo más importante, ¿cómo se los puede detener?
Este informe es un paso más para revelar la verdadera y más frágil naturaleza de la maquinaria de guerra, para que podamos derribarla juntos. Léalo aquí , compártalo ampliamente en sus redes, únase a nuestros esfuerzos para abrir la caja negra de una vez por todas.
Informe realizado por Progresivo Internacional.
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