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Tortuga Antimilitar
La Audiencia Nacional absuelve a una mujer porque la única prueba acusatoria fue una declaración de culpabilidad obtenida por la Guardia Civil mediante tortura con electrodos
Histórica sentencia que reconoce que la tortura a detenidos no es algo exclusivo del Chile de Pinochet o la Argentina de Videla. En las comisarías y comandancias de España también se daba. Con electrodos, concretamente, según se reconoce en este caso (en el que la absuelta también refiere abusos sexuales por parte de los agentes). Ahora cabe recordar los cientos de denuncias por torturas: bolsa, bañera, violaciones, palizas, meter palos por oquedades corporales... que fueron sistemáticamente obviadas por las autoridades judiciales (uno de aquellos jueces es hoy ministro, otro se llamaba Garzón) y por los medios de comunicación. Cada uno de aquellos delitos, y creemos que no fueron pocos, es un crimen de lesa humanidad merecedor de severas condenas de cárcel. Pero mucho nos tememos que las torturas policiales españolas, nuevamente, van a quedar impunes. Nota de Tortuga.
La Audiencia Nacional absuelve a Iratxe Sorzabal y reconoce «tratos inhumanos»
La Audiencia Nacional ha reconocido por vez primera que la autoinculpación de Iratxe Sorzabal durante su detención en 2001 a manos de la Guardia Civil, fue debida a tortura. «Existe la evidencia de que fue sometida a la aplicación de electrodos por parte de aquellos funcionarios que la custodiaban».
La Sección Segunda de la Sala Penal de la Audiencia Nacional española ha absuelto a Iratxe Sorzabal de la colocación de un artefacto en Irun en 1995, reconociendo que «la acusada fue sometida a tratos inhumanos durante su detención, en marzo de 2001», cuando fue detenida por la Guardia Civil.
El tribunal sostiene que el manuscrito escrito posteriormente en el que venía a reconocer la autoría de los hechos es «nulo de pleno derecho al haberse obtenido mediante la violación de los derechos fundamentales de la acusada (artículo 1.1 LOPJ pues es consecuencia de malos tratos (aplicación de electrodos) que sufrió durante su detención y que tenían por objeto que la misma prestase declaración en los términos que se le indicaban, sin que exista ninguna otra prueba de cargo destructora de la presunción de inocencia que le favorece».
La sentencia remarca que Sorzabal no ratificó en sede judicial su autoinculpación, en donde se limitó a declarar que las mismas habían sido bajo tortura. Recuerda que no fue hasta que se encontró el citado manuscrito con la confesión, que el informe policial califica como «la kantada más prolija y detallada», cuando se reabrió la causa y se procesó a la acusada. «Pero ello no empece a que el tan repetido manuscrito, elaborado unos días después de la detención, no esté viciado de la misma nulidad que la propia declaración, aunque lo sea de forma indirecta, por cuanto de no haberse producido la declaración tampoco se habría dado la citada misiva», concluye.
Relato de tortura
Sorzabal tuvo que sentarse de nuevo en la Audiencia Nacional en febrero de este año con una petición fiscal de 12 años de cárcel. Y la tortura en manos de la Guardia Civil en 2001 fue el elemento central de la cuestión. «Yo ahí no tenía derechos, eso me lo dejaron muy claro. Desde el registro hasta Madrid la Guardia Civil me lo dejó muy claro, con el primer golpe. ‘Aquí se han acabado los jueces y los derechos, hija de puta'. Allí yo no tenía más derecho que sobrevivir», relató, aún muy afectada por el recuerdo del periodo de incomunicación.
«Los guardias civiles eran todos hombres. Yo para ellos no era ni persona ni militante, yo para ellos era una ‘puta zorra' y ya está. Mientras me ponían la capucha y los electrodos en el coche, además entre todos me sobaban. Y en Madrid me desnudaron toda», explicó entre sollozos.
El forense Benito Morentín (Instituto Vasco de Medicina Legal) detalló en el juicio los elementos en que basó su informe, desde los aportados por el Hospital San Carlos de Madrid a los derivados de Osakidetza y una entrevista personal en prisión utilizando el Protocolo de Estambul.
Morentin relató que en el San Carlos, donde Sorzabal fue atendida durante la detención incomunicada, se detectaron cefalea, patología cervical traumática y lesiones en la piel por las que se le realizó una biopsia. Los resultados eran compatibles con su denuncia de que se le aplicaron electrodos: «Más que compatibles aún, esas marcas son características, es un nivel de certeza de rango superior», matizó.
Este informe lleva al Tribunal a «la conclusión de que la acusada, Iratxe Sorzabal, en el transcurso de su detención, fue sometida a tratos inhumanos», remarcando la «concordancia entre las evidencias físicas y psicológicas con las alegaciones de tortura», la patología cervical diagnosticada, las lesiones dérmicas características de lesiones por electricidad y el trastorno de estrés postraumático.
«Existe, por lo tanto, la evidencia más allá de cualquier duda de que, durante su detención, Iratxe Sorzabal fue sometida a la aplicación de electrodos por parte de aquellos funcionarios que la custodiaban a fin de obligarle a declarar, lo que supone una evidente vulneración de sus derechos fundamentales», añade la sentencia.
La doctrina establecida por el Tribunal Supremo español deja «sin efecto las pruebas obtenidas directa o indirectamente violentando los derechos o libertades fundamentales».
Desatendido en dos juicios anteriores
Se da la circunstancia de que tanto el testimonio de Sorzabal como el informe pericial sobre la tortura han sido trasladados en términos muy similares a los tribunales de la Audiencia Nacional en dos juicios anteriores, sin que se hubieran tenido en cuenta.
Así, en un primer juicio en Madrid en 2022 fue condenada a 24 años de cárcel por un atentado en Gijón, y la sala despachó entonces su denuncia afirmando que «no ha quedado plenamente acreditada la tortura».
En aquella ocasión, Iratxe Sorzabal explicó, entre sollozos, que «me autoinculpé e inculpé a otros. La Guardia Civil me torturó y me obligó a hacer esas declaraciones. Todas esas acusaciones son falsas», ha subrayado a preguntas de la Fiscalía. «Durante esas sesiones de tortura me obligan a aprender cosas de memoria, repetimos declaraciones». «El segundo día estaba tan destrozada que pensaba que más de lo que me estaban haciendo no podían hacerme –relató–. Le enseñé las marcas, en carne viva, y al verme vio que debía ir al hospital».
Más recientemente, en otra vista en la Audiencia Nacional por un explosivo en Alacant, Sorzabal ha vuelto a detallar lo ocurrido en los calabozos en aquellos días de 2001, pero en esta ocasión ni siquiera se ha citado su denuncia en la sentencia. La presa vasca ha quedado absuelta de esta acusación por falta de pruebas, pero sin alusión alguna a lo referido en la sala. En este juicio, el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, interrumpió de modo abrupto el relato de la acusada, con expresiones como «ya está, ya está». Y no quiso oír las explicaciones del forense Morentin sobre el Protocolo de Estambul, asegurando que ya lo conocía.
En este juicio en concreto, el abogado de Sorzabal, Aiert Larrarte, manifestó que «no es habitual tener hallazgos físicos de tortura. Aquí están en los próximos informes de los forenses de la Audiencia Nacional, del hospital Carlos III...». Ahora, 24 años después y en el tercer juicio en su contra, han sido finalmente atendidos.
La sentencia actual, que puede considerarse inédita, lleva la firma de Fernando Andreu (ponente), Ana Revuelta y Javier Mariano Ballesteros. No hay votos particulares, con lo que el fallo es unánime.
Entre medio, en estas últimas semanas se ha producido un hecho que también ha podido tener su impacto en la decisión judicial. El Tribunal de Apelación de París ha solicitado los procedimientos existentes cuando Sorzabal denunció haber sido torturada a manos de la Guardia Civil. Ha preguntado a los tribunales españoles si se formalizó la denuncia, qué se investigó y si hay más elementos para acusarla más allá de la autoinculpación durante la incomunicación. Ha sido en el marco de la euroorden en su contra para intentar juzgarla también por el atentado de ETA contra el ertzaina Montxo Doral.
Fuente: https://www.naiz.eus/eu/info/notici...
La Audiencia Nacional absuelve de un atentado a una exjefa de ETA porque sufrió “tratos inhumanos”
Ha concluido que, tras la detención en octubre de 1995 por un atentado cometido en el paso fronterizo de Irún, se vulneraron los derechos fundamentales de Iratxe Sorzabal
elDiario.es Euskadi
La Audiencia Nacional (AN) ha absuelto a la exjefa de la organización terrorista ETA Iratxe Sorzabal del atentado ejecutado en octubre de 1995 en el paso fronterizo de Irún (Gipuzkoa) que produjo daños en la aduana española y ha concluido de que fue “sometida a tratos inhumanos” tras su detención. En una sentencia, recogida por Europa Press, la Sala de lo Penal concluye que la prueba en la que se basaba la autoría del atentado se habría obtenido “con vulneración de sus derechos fundamentales”, en concreto tras la “aplicación de electrodos por parte de aquellos funcionarios que la custodiaban a fin de obligarle a declarar”.
En su declaración en la vista oral, celebrada a finales del pasado mes de febrero, Sorzabal se desmarcó del atentado. “Niego todo”, aseguró, dejando claro que no reconocía los hechos de los que le acusaba la Fiscalía. El pasado mes de abril la Audiencia Nacional ya absolvió a Sorzabal del delito de estragos terroristas en grado de tentativa, por el que la Fiscalía pedía 6 años, por la colocación de un artefacto explosivo en el aeropuerto de Alicante, en julio de 1995.
El tribunal apuntó en ese fallo que había un vacío probatorio acerca de la autoría de ese atentado. Ese vacío, indicaban, provenía de la falta y ausencia de prueba de un dato trascendental como es la autoría de la carta manuscrita —la 'kantada'— que la Fiscalía atribuía a la etarra en la que se vienen a reconocer los hechos y respecto de lo cual no se practicó prueba alguna. La 'kantada' o autocrítica, explicaba el tribunal, son unas manifestaciones o relatos de hechos realizados en una carta manuscrita por miembros de la organización a la cúpula de ETA, una vez que son detenidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Levantan un muro con concertinas en el campamento de entrenamiento del Retín (Cádiz) para impedir que los reclutas ucranianos se fuguen
Pedro M. Espinosa
La visión de un muro con concertinas, más propio de un campo de concentración o del Berlín Este que de una instalación militar en España, siempre deja una impresión fea, como de otro tiempo, de aquella Guerra Fría que sirvió de escenario ideal para historias de John le Carré o Frederick Forsyth. Sin embargo, un nuevo muro, y todos los muros podrían ser calificados como de la vergüenza, se ha levantado en la provincia de Cádiz, concretamente en la Sierra del Retín, en Barbate, el lugar elegido para que jóvenes ucranianos sean adiestrados en la instrucción militar antes de regresar a su país para combatir en un conflicto armado que les aterra. Por eso varios de ellos, hasta cuatro que se sepa, han desertado y se han fugado de sus instalaciones. Y por eso, para impedirlo, se ha construido un muro con alambradas y concertinas que los hace prisioneros de su destino.
El campamento donde se entrenan los soldados ucranianos está situado en lo más alto de la Sierra del Retín, con la bandera amarilla y azul ondeando. El contingente está formado por reclutas muy jóvenes, la mayoría sin la menor formación militar, y que se han visto obligados a viajar a España y posteriormente regresar a su país para defender su país de las tropas rusas en una guerra que ya suma miles de muertes, sobre todo de jóvenes de uno y otro bando que son enviados al matadero por sus mandos. Es la triste realidad de todas las guerras, donde la sangre derramada casi nunca es la de los generales ni los dirigentes políticos que las deciden, como en una oscura partida de ajedrez.
Las tres primeras deserciones se produjeron a finales del pasado año. La primera el sábado 30 de noviembre, cuando un soldado ucraniano, tras terminar con los ejercicios de tiro, se demoró y acabó separándose del grupo. Caminó por la playa hasta Barbate, donde se subió a un autobús que le llevó hasta Chiclana. Desde allí fue capaz de reunir dinero para llegar hasta El Puerto de Santa María, aunque, cuando parecía que podía intentar seguir un avance poco planeado, reconsideró su decisión y volvió hasta El Retín para reincorporarse a su unidad. Las otras dos se produjeron un par de días después, y la última el pasado abril.
España ha importado de Israel más armas y municiones que nunca tras octubre de 2023 hasta hoy
Olga Rodríguez
Tras octubre de 2023, las conexiones armamentísticas de España con Israel son más “abundantes” y “prolíficas” que nunca desde que ambos países establecieran relaciones diplomáticas bilaterales en 1986.
Esta es una de las conclusiones extraídas en el informe “Beneficio colateral”, realizado por los investigadores del Centre Delàs de Estudios por la Paz, en el que analizan el comercio y las relaciones armamentísticas entre Madrid y Tel Aviv en estos últimos diecinueve meses.
Relaciones armamentísticas “más abundantes”
En él se destaca que nunca antes tantas empresas españolas o asentadas en España habían desarrollado tantos proyectos conjuntos con empresas israelíes, y “nunca antes la industria israelí había conseguido adjudicarse contratos del Ministerio de Defensa español en semejante cantidad (número de contratos) y volumen económico”. Las conclusiones del informe indican que esto se debe a que existe “un doble discurso, una doble práctica, intencionada, defendida desde el propio interés”.
A través de datos y bases públicas disponibles el equipo investigador ha analizado las exportaciones e importaciones, así como los tránsitos de armamento a Israel con escala en territorio español. Desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2025 España ha exportado material de defensa a Israel por valor de 5,3 millones de euros, según indican los datos de las propias aduanas israelíes.
Desde esa misma fecha, octubre de 2023, hasta el 28 de febrero de 2025, España ha importado de Israel productos del código 93 (“armas y municiones”) valorados en más de 15 millones de euros, además de otros 21,6 millones de euros del código 8710 (“tanques y otros vehículos blindados de combate” y sus partes). La suma alcanza los 36,7 millones.
Los destinatarios del 98,5% del material de defensa exportado en el primer semestre de 2024 fueron “particulares”, según el informe del Gobierno español. “Es probable que se trate de un error y corresponda a ”fuerzas armadas“ de Israel”, indican.
El Centre Delàs destaca que estos destinatarios no casan con las declaraciones de las autoridades españolas, que señalaron que solo se había exportado material relacionado con la reparación y el mantenimiento que sería después devuelto a las fuerzas armadas españolas.
Con respecto al tránsito de material militar a Israel, el informe subraya que “es la norma y no la excepción”, y que se realiza “a través de líneas regulares” que hacen escala en puertos españoles, según desvelan buscadores que informan del material militar que se lleva a Israel.
“El Gobierno dice que no le consta ese tránsito. No le consta porque no mira, y no mira para que no le conste, porque si no, tendría que tomar medidas”, ha destacado el investigador del Centre Delàs, Alejandro Pozo, en la presentación del informe este miércoles en Madrid.
El profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma, Eduardo Melero, también investigador del Centre Delàs y coautor del informe, denuncia que hay “una campaña de desinformación por parte del Gobierno” y que éste incumple la legislación y “financia la industria militar israelí” con estos contratos y tránsitos. “Este apoyo a la industria israelí contribuye al apartheid y a las graves violaciones de los derechos humanos que se cometen en Gaza”, ha denunciado.
“Un embargo obliga y por eso es necesario”, subrayan desde el Centre Delàs. “La imposición de un embargo integral de armas es imprescindible. Hay 16 paquetes de sanciones impuestos a Rusia, a Israel no hay ninguno. Un embargo integral podría aplicar muchas más medidas para asegurar que no hay comercio ni tránsito y podría prohibir el combustible para Israel que hace escala en puertos españoles y que se emplea en Gaza”, añaden.
Por su parte, Nadwa Abu Gazala, integrante de la Campaña por el Fin del Comercio de Armas con Israel, ha destacado la convocatoria de la primera manifestación unitaria, prevista para este próximo sábado a las doce del mediodía en Madrid, desde Atocha a Sol. “Esta convocatoria tiene como principal objetivo exigir al Gobierno que ponga fin a todas las relaciones con Israel y decrete un embargo total de armas a un Estado, Israel, que no respeta el derecho internacional y que comete un genocidio en directo”, ha denunciado.
India lanza un ataque con misiles contra Pakistán y se agrava el conflicto entre los dos países tras el atentado en Cachemira
The Guardian
Ataque de India con misiles sobre territorio de Pakistán. Un portavoz del Ejército paquistaní ha afirmado que India ha lanzado este martes por la noche misiles contra varias zonas del país. Según la agencia Reuters, varios testigos informaron de fuertes explosiones en la región de Cachemira administrada por Pakistán, cerca de las montañas que rodean la ciudad de Muzaffarabad, poco después de la medianoche del martes, hora local. Tras las detonaciones, la ciudad quedó sin suministro eléctrico, según los mismos testigos. Según The Guardian, un portavoz militar ha informado de 26 civiles muertos y 46 heridos.
El ataque se produce en medio de una escalada de tensión entre India y Pakistán, tras el atentado registrado el pasado 22 de abril en Cachemira, en el que murieron 26 ciudadanos indios y al menos otras 10 personas más resultaran heridos, cuando los atacantes abrieron fuego en un popular destino turístico.
La región de Cachemira es objeto de disputa entre la India y Pakistán desde la partición de los dos países del Imperio británico en 1947. Ambos países han librado varias guerras y otros enfrentamientos de menor entidad por el control de este territorio.
Desde 1989, la región se ha sumergido en una revuelta armada contra el dominio de Nueva Delhi, un conflicto en el que han muerto decenas de miles de personas, mientras que India acusa a Pakistán de ser cómplice de la insurgencia e Islamabad lo niega.
India afirma haber atacado nueve objetivos en Pakistán
Las fuerzas armadas indias confirmaron que atacaron nueve ubicaciones en Pakistán y en la región de Jammu y Cachemira bajo administración paquistaní, como parte de la denominada “Operación Sindoor”.
“Hace unos momentos, las Fuerzas Armadas de la India lanzaron la ‘OPERACIÓN SINDOOR', que ha golpeado infraestructuras terroristas en Pakistán y en Jammu y Cachemira bajo ocupación paquistaní, desde donde se han planeado y dirigido ataques terroristas contra India”, señaló el comunicado oficial. “En total, se han alcanzado nueve objetivos”, añade el texto.
Las autoridades indias aseguraron que se tratan de acciones “precisas, mesuradas y de carácter no escalatorio”, y que “no se atacaron instalaciones militares paquistaníes”. Además, subrayaron que “India ha mostrado una considerable contención en la selección de objetivos y en el método de ejecución”.
La ofensiva, según el comunicado, se produce en respuesta al “salvaje” atentado en Pahalgam, Cachemira. En una publicación en X (antes Twitter), el Ejército indio escribió: “Se ha hecho justicia” y “¡Jai Hind!”, junto al hashtag #PahalgamTerrorAttack, en referencia al ataque que mató a 26 personas el mes pasado.
Los servicios de inteligencia indios indicaron la previsión de nuevos ataques contra la India, provenientes de módulos terroristas con base en Pakistán, lo que creó una “obligación tanto de disuadir como de prevenir”, según el secretario de Relaciones Exteriores indio, Vikram Misri.
Pakistán asegura que derriba cinco aviones indios
El portavoz militar paquistaní, citado por ARY News, declaró que India disparó misiles desde su espacio aéreo, impactando en las zonas de Kotli, Muzaffarabad y Bahawalpur. Añadió que la Fuerza Aérea de Pakistán respondió de inmediato, activando sus sistemas de defensa y evitando que aviones indios penetraran en su espacio aéreo.
“Lo diré sin rodeos: Pakistán responderá a esto en el momento y lugar que considere apropiado. Esta atroz provocación no quedará sin respuesta”, declaró el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, según cita el diario Dawn. Horas después, la cuenta de X del gobierno pakistaní informó del derribo de cinco aviones indios como respuesta “contundente y apropiada”.
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, calificó el ataque indio de “cobarde”, e insistió en que Pakistán estaba respondiendo de manera “firme”.
Diez civiles muertos por disparos
Por otra parte, los disparos entre tropas indias y paquistaníes en la frontera de facto entre ambos países en Cachemira dejaron al menos otros 10 civiles muertos entre la noche del martes y las primeras horas del miércoles, según una fuente militar consultada por EFE. Además de los fallecidos, varias personas resultaron heridas y viviendas situadas cerca de la línea de frontera sufrieron daños, especialmente en el sector de Uri, en el norte de Cachemira, según informó a la agencia un residente local por teléfono.
La ONU ha expresado su preocupación por la operación india y ha llamado a la calma. “El secretario general [António Guterres] está muy preocupado por las operaciones militares indias a lo largo de la Línea de Control y la frontera internacional. Llama a las dos partes a ejercer la máxima contención”, ha dicho un portavoz. “El mundo no se puede permitir un enfrentamiento militar entre India y Pakistán”, subrayó. Similares llamadas a la calma se han producido desde China (que también tiene disputas territoriales con India en el noreste de Cachemira), Rusia, Francia o Reino Unido.
Si Putin hubiese intentado hundir un buque humanitario en el centro del Mediterráneo
Editorial
Imaginemos que un pequeño buque humanitario, parte de una iniciativa solidaria con apoyo de varios premios Nobel, con decenas de activistas de más de 20 países, varios de ellos europeos, transportando alimentos y suministros con destino a Ucrania hubiera sido atacado con drones por el ejército ruso. Imaginemos que la aviación de Vladimir Putin hubiese intentado hundir dicha embarcación y, por lo tanto, asesinar a sus ocupantes. Imaginemos, además, que el ataque hubiese tenido lugar en el corazón del mar Mediterráneo y que los aviones de guerra rusos hubieran invadido ilegalmente el espacio aéreo de malta —miembro de la Unión Europea— para llevar a cabo la operación.
Si cambiamos Ucrania por Gaza, Rusia por Israel y Putin por Netanyahu, esto es exactamente lo que ocurrió la noche del pasado viernes 2 de mayo.
En plena oscuridad y en el medio del mar, el buque Conscience, parte de la iniciativa internacional conocida como Coalición Flotilla de la Libertad (FFC, por sus siglas en inglés) vio como dos drones —que no podían ser sino israelíes— destruían su generador, ubicado en la proa del barco, incendiaban la cubierta y producían graves daños que a punto estuvieron de hundir la embarcación. Todavía en aguas internacionales, si el navío no hubiese aguantado y toda vez que el ataque tuvo lugar pocos minutos después de la medianoche, nada garantiza que sus tripulantes pudieran haber sido rescatados a tiempo. A menos de 100 kilómetros de la isla italiana de Sicilia y a pocos kilómetros de las aguas jurisdiccionales de Malta, el estado de Israel estuvo cerca de asesinar a casi 40 personas en misión humanitaria.
Varios medios de comunicación confirmaron el mismo viernes el ingreso de un avión militar israelí en el espacio aéreo maltés pocas horas antes del ataque. Fuentes militares de la isla señalaron la gravedad del incidente a los periodistas. Hasta el momento, el gobierno de Netanyahu no ha dado ninguna explicación oficial, pero resulta evidente lo que ha ocurrido.
El capitán del barco denuncia que tanto la respuesta maltesa como la del barco chipriota que tardó tres horas en sofocar el incendio no fueron excesivamente diligentes. Una vez extinguidas las llamas, el Conscience pidió a Malta poder reparar el buque en sus puertos para poder proseguir la travesía. Ante la negativa del gobierno maltés, en estos momentos se halla en la búsqueda de un puerto en el norte de África que pueda llevar a cabo la reparación. Varias periodistas de Canal Red acompañaban a la expedición y por eso hemos podido tener información de último minuto sobre el desarrollo de los acontecimientos.
Aunque, finalmente, no ha habido que lamentar pérdidas humanas, el incidente no se puede minimizar. Recordemos que, en 2010, Israel asaltó el barco Mavi Marmara, que transportaba a cientos de activistas, la mayoría de ellos de nacionalidad turca, en el seno de una flotilla que llevaba 10.000 toneladas de ayuda humanitaria a Gaza. En ese ataque, que utilizó barcos de guerra, lanchas rápidas, munición real, gases, bombas aturdidoras, drones y helicópteros, el ejército de Israel dejó a 50 activistas con heridas y asesinó a 10; algunos incluso fueron rematados por la espalda y a corta distancia. Significativamente, el capitán del Conscience es hijo de una de las víctimas de Mavi Marmara.
El estado terrorista que está llevando a cabo una limpieza étnica en Palestina ha cometido un crimen de guerra contra ciudadanos europeos en el centro del Mar Mediterráneo y la Unión Europea —una vez más— no solamente no ha dicho "esta boca es mía" sino que, además, continúa comprando y vendiendo armas a los genocidas. El ataque contra el Conscience vuelve a subrayar que el alma de Europa está completamente podrida como cómplice del peor genocidio del siglo XXI y nos recuerda que la estrategia de rearme y de furor bélico asumida por sus líderes —incluido el presidente de España— nada tiene que ver con la defensa del derecho internacional, la libertad, la democracia y los derechos humanos. Si todo eso no les importa absolutamente nada cuando los asesinos de Netanyahu matan niños palestinos por decenas de miles, es evidente que tampoco les importa en Ucrania.
La vida y el legado del ilustre músico y compositor ruso Sergei Rachmaninov
Rodolfo Bueno
Rebelión
En 2023 se celebran 150 años del natalicio de Sergei Rachmaninov, genial pianista y compositor ruso que se ha convertido en un símbolo de la música rusa en todo el mundo.
Él nació en la provincia rusa de Nóvgorod el 1 de abril de 1873. La familia Rachmaninov era muy musical: su abuelo estudió con el famoso maestro y compositor John Field, y hasta ahora se conservan varios romances y piezas para piano suyos, publicados en el siglo XVIII. Su padre también era aficionado a la música, pero no tocaba profesionalmente. La primera profesora de música de Sergei fue su madre, Lyubov Rachmaninova, hija del general Pyotr Butakov, director del Cuerpo de Cadetes Arakcheev.
Cuando Sergei Rachmaninov tenía ocho años, la familia se trasladó a San Petersburgo. En 1882 el muchacho ingresó al Departamento juvenil del Conservatorio de San Petersburgo. Al principio, el joven músico se aburría con sus clases y a menudo faltaba a ellas. Pero más tarde conoció a su primo, talentoso pianista Alexander Ziloti quien reconoció el talento de Sergei y convenció a sus padres para que enviaran al joven a Moscú. En 1888 Rachmaninov continuó sus estudios en el Departamento superior del Conservatorio de Moscú. Se graduó del Conservatorio como pianista y compositor, y obtuvo la Gran Medalla de Oro por su trabajo de graduación: la ópera en un acto Aleko que fue recomendada para su producción en la escena más importante del país – el Teatro Bolshoi.
El joven Rachmaninov se convirtió rápidamente en el favorito del público moscovita: era conocido como talentoso pianista, compositor y director de orquesta. Sin embargo, en 1897 el músico sufrió un grave revés: la interpretación de su Primera Sinfonía en San Petersburgo fue un desastre y recibió muchas críticas. El compositor cayó en una depresión y durante casi cuatro años no compuso nada y apenas salió de su casa.
Una nueva etapa en su vida y su carrera inició en 1901, cuando el compositor presentó el Segundo Concierto para Piano que devolvió a Rachmaninov su estatus de músico ruso de renombre. El compositor tuvo muchos conciertos en Rusia, Europa, EEUU. y Canadá, al mismo tiempo durante varias temporadas él ocupó el cargo del director de orquesta del Teatro Bolshoi.
Después de la Revolución Rusa de 1917 Rachmaninov emigró a América, donde siguió dando conciertos. A pesar de que Rachmaninov se vio obligado a abandonar su país natal, siguió considerarse un compositor ruso. Como dijo el propio Sergei Rachmaninov: «Mi patria ha dejado huella en mi carácter y mis opiniones. Mi música es fruto de mi carácter y, por tanto, es música rusa”. Tras pasar un cuarto de siglo en el extranjero, él hablaba ruso en su familia, se mantenía en contacto con amigos en Rusia y se preocupaba por el destino de su país y de sus compatriotas. Durante la Segunda Guerra Mundial destinaba una grande parte de sus ingresos al Ejército Rojo y al Fondo de Defensa de la URSS. Su dinero se utilizó para construir un avión de guerra en Rusia. «De uno de los rusos para ayudar al pueblo ruso en su lucha contra el enemigo. Creo en la victoria completa», escribió el músico.
Durante los diez primeros años de emigración Rachmaninov fue incapaz de crear nuevas obras. Solo en 1926 él volvió a componer música. En los últimos años de su vida, Rachmaninov compuso la suite orquestal “Las Danzas Sinfónicas”, que los expertos musicales consideran una de sus mejores obras. Siguió actuando todo el tiempo y dio su último concierto seis semanas antes de morir. Murió en 1943, pocos días antes de cumplir 70 años.
Hasta el día de hoy las obras de Rachmaninov continúan siendo interpretadas en todo el mundo y América del Sur no es una excepción. En 2005 en Uruguay se realizó un Festival de Música Rachmaninov. El público acogió calurosamente la virtuosa interpretación del pianista Andrey Korobeinikov y del barítono Evgeny Kungurov que llegaron de Rusia. El año pasado, en vísperas del 150º aniversario del destacado compositor ruso en Montevideo se realizó una serie de conciertos con interpretación de sus principales obras. En febrero de 2022 la Orquesta Sinfónica Nacional del Sodre, bajo la dirección del maestro Stefan Lano, inauguró su Temporada 2022 con la Sinfonía n.° 2 de Rachmaninov, conocida como una de sus composiciones más célebres y en que el compositor ruso evoca con nostalgia su país natal. En julio en la misma escena del Sodre se presentó un concierto dedicado al Romanticismo tardío ruso cuyo programa incluyó “Las Danzas Sinfónicas” de Rachmaninov. En septiembre en la sede de la Embajada de Rusia en Montevideo se desarrolló una velada para el público uruguayo que contó con varias romanzas de Rachmaninov (Me enamore para mi tristeza, Mañana, Te espero) en interpretación de la cantante rusa (contralto) Evgenia Pirshina y maestro Stefan Lano (piano).
Presentación de libro y debate sobre la Noviolencia
La coordinación local Elx per la Pau os invita a la presentación del libro de Juan Carlos Rois "La Noviolencia como acción política: Cambio global frente al militarismo y la violencia rectora", editado por Editorial La Imprenta, en Madrid, en febrero de 2025.
El acto, de asistencia libre, tendrá lugar el próximo sábado 10 de mayo, a las 19'00 horas en el Centro Social El Raval (c/ Boix i Rosario, 2), de Elx.
Nacido en 1961, Juan Carlos Rois es abogado. Ha formado parte de diversas organizaciones antimilitaristas y de lucha contra la droga, contra la pobreza y la exclusión, de lucha por la vivienda o de emigración. En el ámbito de la lucha pacifista y de la noviolencia, ha sido miembro del Movimiento de Objeción de Conciencia y, más adelante, del Colectivo Utopía Contagiosa, uno de los referentes de la divulgación pacifista y de las alternativas a la defensa militar. También defendió, tanto en tribunales civiles como militares, a un gran número de insumisos y antimilitaristas. Actualmente participa en la oficina jurídica por los Derechos Sociales. Destacamos también que es un colaborador muy cercano del Grup Antimilitarista Tortuga y es autor de detallados estudios sobre el gasto militar en el estado español.
Un resumen del libro puede leerse aquí: https://www.grupotortuga.com/Juan-C...
Debate sobre noviolencia ante otros modelos de cambio.
Además de la actividad anterior, Juan Carlos Rois participará en el debate que organizan Grup Antimilitarista Tortuga y CNT-Elx con el título "Violencia insurgente y Noviolencia: legitimidad y eficacia".
El debate, que es abierto y de libre asistencia, tendrá lugar en la sede de CNT-Elx, en la c/ Sant Roc, 7, el próximo domingo 11 de mayo a las 11'00 horas de la mañana.
Quien lo desee, al término del debate podrá quedarse a compartir una picaeta de cabaset.
El XI Torneig Tortuga de Sarangollo es resol per la via ràpida
(Más abajo, en castellano)
En el marc de les jornades de cultura local il·licità que cada any convoca el Grup Antimilitarista Tortuga, diumenge passat 4 de maig es va disputar el XI Torneig Tortuga de Sarangollo.
Convocat per Tortuga, el Club Il·licità de Sarangollo i amb el suport del Bar Cantó, local en el qual va tindre lloc, el torneig, com en anys anteriors, va arrancar amb un menjar de germanor que va comptar amb un dels principals plats estrela de la gastronomia local: l'arroç i crosta.
La participació va ser nodrida, tant en el menjar, com en el posterior taller d'aprenentatge i, com no, en el torneig.
Després dels descartes pertinents, quatre tripletes es van enfrontar en sengles semifinals disputades al millor de cinc cames.
La final, i la final de consolació es va jugar al millor de tres cames.
Després de més de quatre hores de litigi, finalment el triomf va ser per a la tripleta conformada per Jorge, Pablo i el novell Pau. Es dona la circumstància que el tanteig de la final va ser de dos cames a zero a favor dels guanyadors els qui, en la semifinal prèvia, havien derrotat als seus oponents per tres a zero.
Com sempre, va regnar el companyerisme, es va brindar amb cantahueso, i la tripleta finalista va fer l'honor d'entregar el seu trofeu, amb esportivitat, als vencedors.
El trofeu va consistir en una xicoteta copa de ceràmica, un any més, donada per l'artesà i membre de Tortuga Julio Ramírez.
Fins a l'any que ve!
El XI Torneo Tortuga de Sarangollo se resuelve por la vía rápida
Grup Antimilitarista Tortuga.
En el marco de las jornadas de cultura local ilicitano que cada año convoca el Grup Antimilitarista Tortuga, el pasado domingo 4 de mayo se disputó el XI Torneo Tortuga de Sarangollo.
Convocado por Tortuga, el Club Il·licità de Sarangollo y con el apoyo del Bar Cantó, local en el que tuvo lugar, el torneo, como en años anteriores, arrancó con una comida de hermandad que contó con uno de los principales platos estrella de la gastronomía local: el arroç i costra.
La participación fue nutrida, tanto en la comida, como en el posterior taller de aprendizaje y, como no, en el torneo.
Tras los descartes pertinentes, cuatro tripletas se enfrentaron en sendas semifinales disputadas al mejor de cinco camas.
La final, y la final de consolación se jugó al mejor de tres camas.
Tras más de cuatro horas de litigio, finalmente el triunfo fue para la tripleta conformada por Jorge, Pablo y el novel Pau. Se da la circunstancia de que el tanteo de la final fue de dos camas a cero a favor de los ganadores quienes, en la semifinal previa, habían derrotado a sus oponentes por un sendo tres cero.
Como siempre, reinó la camaradería, se brindó con cantueso, y la tripleta finalista hizo el honor de entregar su trofeo, con deportividad, a los vencedores.
El trofeo consistió en una pequeña copa de cerámica, un año más, donada por el artesano y miembro de Tortuga Julio Ramírez.
¡Hasta el año que viene!
La UE activa sus mecanismos de protección civil para ayudar a Israel a sofocar incendios pero no activa nada para que pueda entrar ayuda humanitaria en Gaza
Europa mantiene sus alianzas con Israel sin entender que Palestina define el mundo
El apoyo a Israel normaliza la impunidad a nivel global: la UE envía aviones e infraestructura al Gobierno israelí para apagar incendios mientras éste bloquea la entrada de ayuda en Gaza y mata a civiles.
Olga Rodríguez
El mundo observa el despliegue de los crímenes y la impunidad israelí, con la connivencia y complicidad de la mayoría de Europa. Por mucho que haya palabras y declaraciones en sentido contrario, los hechos son tozudos, y siguen demostrando la alianza entre la Unión Europea e Israel.
Un bloqueo que mata
Desde hace 64 días el Ejército israelí mantiene otro bloqueo ilegal a la entrada de alimentos, medicinas y productos indispensables para la supervivencia en la Franja de Gaza. Esto constituye en sí mismo un crimen de guerra y está provocando hambre, desnutrición, enfermedades y muertes. “Esto es un genocidio en acción”, denuncia Amnistía Internacional. Centenares de camiones con ayuda aguardan en la frontera, sin poder entrar.
A ello se suman las nuevas víctimas mortales -unas 2.900- causadas por los bombardeos israelíes tras el fin de la última tregua, hace mes y medio. Naciones Unidas ha documentado al menos 36 ataques en las últimas semanas en los que el Ejército israelí ha matado exclusivamente a niños, niñas y mujeres. Las operaciones militares de Israel están arrinconando más a la población palestina, obligándola a concentrarse en un territorio cada vez más reducido de la Franja.
El apartheid israelí y la anexión de territorio palestino también se extienden en Cisjordania, donde más de 45.000 personas han sido desplazadas desde enero. La relatora de la ONU, Francesca Albanese, ha denunciado este fin de semana que si Israel destruye casas y se apropia de tierras “a un ritmo alarmante, es porque cuenta con una ilegalidad y una cobardía sin precedentes por parte de sus pares internacionales”.
Además, estos días el Ejército israelí ha vuelto a bombardear varias áreas de Siria, donde ha matado a más civiles, mientras extiende sus asentamientos ilegales en los Altos del Golán sirios.
Esta semana varias naciones de la UE, entre ellas España, han enviado aviones y ayuda a Israel para apagar el incendio forestal desatado en áreas del corredor que une Jerusalén con Tel Aviv. El fuego afectó también a zonas ocupadas ilegalmente por Israel, como el asentamiento Mevo Horon, levantado en Cisjordania tras la ocupación de 1967.
Ni España ni ningún otro país de la UE exigieron el fin del bloqueo israelí en Gaza como condición previa e indispensable a cambio de facilitar ayuda al Gobierno israelí contra ese incendio. Tampoco han propuesto públicamente -como modo de presión- el envío de aviones europeos para lanzar alimentos y medicinas sobre Gaza y romper así el bloqueo ilegal impuesto por Israel desde hace más de dos meses. Hay aviones europeos de ayuda contra incendios para el Estado israelí pero no para la población civil palestina asediada en la Franja.
La presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, integrante del Partido Popular Europeo, anunció que el apoyo de la UE a Israel para sofocar los incendios se activaba a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil: “Esta es la solidaridad de la UE en acción”, afirmó este jueves. No hay activación de la misma solidaridad europea cuando se trata de garantizar la entrada de ayuda en Gaza y de presionar a Israel.
“Me pregunto si el Mecanismo Europeo de Protección Civil se puede activar para las personas -especialmente niños y niñas- quemadas vivas en tiendas de plástico o solo se puede activar para los árboles [israelíes en riesgo de incendio]”, escribía este sábado la relatora de la ONU, Francesca Albanese, en referencia a la pasividad europea ante los civiles muertos en Gaza por los ataques israelíes.
En la misma línea, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas ha indicado que la comunidad internacional puede seguir viendo las “espeluznantes imágenes de Gaza asfixiada y hambrienta” o “armarse de valor y moral para tomar decisiones que rompan este bloqueo despiadado”.
Ataque frente a las costas europeas
En la madrugada de este sábado un ataque con drones frente a las costas europeas, en pleno mar Mediterráneo, dañó el casco del barco Conscience, destruyó su generador, provocó un incendio y una pequeña inundación, con riesgo de extensión a otras áreas de la nave. El Conscience forma parte de la flotilla que se disponía a llevar ayuda humanitaria a Gaza, en un intento de romper el bloqueo ilegal israelí. El ataque se produjo en aguas internacionales del Mediterráneo, muy cerca de las costas de Malta y a más de mil kilómetros de Israel.
En el momento de la agresión había al menos 16 personas a bordo. El resto de la flotilla se encontraba en tierra, dispuesta a embarcar en las siguientes horas. Entre las personas participantes de esta iniciativa civil hay gente europea, australiana, argentina, colombiana o norteamericana, como la activista ecologista Greta Thunberg o una veterana militar estadounidense, además de dos activistas catalanes y un vasco. En total hay ciudadanos de 21 nacionalidades.
Greta Thunberg ha denunciado lo ocurrido y ha solicitado solidaridad internacional: “Atacar una misión humanitaria es un crimen de guerra. Necesitamos que pidáis a vuestros gobiernos que detengan toda ayuda a Israel y exijan el fin del bloqueo ilegal”. Los integrantes de la flotilla señalan la autoría israelí, solicitan una investigación y condena internacional y alertan de que el ataque constituye una agresión contra la solidaridad misma.
Una web de seguimiento de vuelos, ADS-B Exchange, captó la salida de un C-130 Hércules de la Fuerza Aérea israelí hacia el este de Malta, área que estuvo sobrevolando durante un periodo prolongado, poco antes de que el Conscience fuera atacado. Según indica la CNN, el avión regresó a Israel unas siete horas después.
No es la primera vez que se produce un ataque contra una flotilla que intentaba llevar ayuda humanitaria a Gaza. A lo largo de los años Israel ha operado para impedir la llegada de embarcaciones con alimentos y medicinas a la Franja. En 2010 un comando israelí asaltó la Flotilla de la Libertad, situada en aguas internacionales, y causó la muerte de diez personas y heridas a más de 30.
En aquella ocasión viajaban más de 600 personas de 37 países, en varios barcos. Entre ellas, había tres españoles y decenas de europeos y estadounidenses. La comunidad internacional occidental miró hacia otro lado mientras continuó legitimando las acciones del Ejército israelí, que provocaba masacres de civiles en Gaza, como las registradas en 2004, 2006, 2008, 2009, 2011, 2014, 2019, 2020 y 2021.
El jurista y experto independiente de la ONU, George Katrougalos, ha indicado que este nuevo ataque en aguas internacionales contra la flotilla con ayuda para Gaza “es una flagrante violación del derecho internacional humanitario y marítimo”.
La relatora de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, también ha señalado la violación del derecho internacional y ha pedido a los “líderes de la UE” que “condenen este acto, exijan una investigación urgente y acceso inmediato al barco varado en aguas internacionales”. Además, se ha mostrado “sorprendida de que ningún líder político esté denunciando el ataque a un barco civil que transportaba ayuda a una población hambrienta”.
La UE sigue sin impulsar acciones que garanticen la entrada de ayuda humanitaria en Gaza de forma inmediata, como ordenan los dictámenes de la Corte Internacional de Justicia a Israel. Este tribunal también ha solicitado a los países de la ONU que no contribuyan de modo alguno a la ocupación ilegal de Palestina.
Sin embargo, los gobiernos de la UE mantienen relaciones comerciales, militares y diplomáticas con Israel y la mayoría sigue firmando contratos con empresas armamentísticas israelíes. La Unión Europea no ha impulsado medidas para presionar realmente a Israel, y continúa defendiendo su Acuerdo de Asociación comercial preferencial con Tel Aviv, pese a que su artículo 2 exige a ambas partes respeto a los derechos humanos.
Algunos países europeos también participan en ejercicios militares con el Ejército israelí. Por ejemplo, el pasado mes de abril las Fuerzas Armadas españolas compartieron entrenamiento aéreo de combate durante varios días con ejércitos de varias naciones, entre ellos, el de Israel.
Israel ante la ONU
En la Corte Internacional de Justicia de La Haya se desarrollan estos días las audiencias sobre el veto de Israel contra la agencia de la ONU para la ayuda a las personas refugiadas palestinas, la UNRWA. Noruega es uno de los países que ha participado en estas sesiones.
En su intervención ante el tribunal internacional, el embajador noruego recordó esta semana el asesinato del primer enviado especial de la historia de Naciones Unidas, el sueco Folke Bernadotte, en 1948. Poco antes de su muerte, Bernadotte había presentado un plan de paz que contemplaba algunos derechos para la población palestina, como la posibilidad de regresar a sus hogares -o recibir compensación si no lo hacían- tras su expulsión, iniciada en 1947 e intensificada con la guerra en 1948, tras la proclamación del Estado israelí.
Los autores de aquel asesinato fueron integrantes de la banda armada sionista Lehi, comandada primero por Abraham Stern y, a partir de 1942, por Isaac Shamir, quien sería nombrado primer ministro de Israel en 1983. Tras la desaparición de esa organización, sus miembros se integraron en el Ejército israelí.
El asesinato de Folke Bernadotte, del primer enviado especial de la historia de la ONU, fue el inicio de la conflictiva posición israelí ante Naciones Unidas, cuyas resoluciones sobre la ocupación ilegal de territorio palestino han sido incumplidas a lo largo de las décadas por los sucesivos gobiernos de Israel. De hecho, desde 1948 hasta hoy Tel Aviv se ha anexionado ilegalmente más territorio palestino, y ha desarrollado un régimen de apartheid.
El despliegue de la impunidad
En la actualidad, el gabinete del primer ministro Netanyahu defiende posturas contrarias a la ONU, ha declarado “persona non grata” a su secretario general -a quien ha acusado de ser “un peligro para la paz mundial”-, ha prohibido la actuación de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos y ha insultado al máximo tribunal de la ONU, la Corte Internacional de Justicia, cuyas órdenes incumple de forma sistemática.
Todo ello representa con claridad el posicionamiento de Israel ante el derecho internacional. Aún así, cuenta con el respaldo activo de Estados Unidos y con la complicidad, el silencio o la inacción de la mayoría de los gobiernos europeos. Por eso hay tanto en juego en Palestina. Porque en su carrera colonial, Israel pretende desmantelar las débiles herramientas de la ley y la gobernanza internacionales. Ante ello, es urgente diseñar y defender nuevos modelos capaces de reforzar la política y la justicia.
Los crímenes continuados israelíes amplían y normalizan la impunidad a nivel global, porque se producen sin presión de naciones europeas firmantes del Estatuto de Roma, teóricamente obligadas a hacer cumplir los mandatos de la Corte Penal Internacional. Es más, países como Francia, Alemania, Austria o Países Bajos han sugerido que no detendrían a Netanyahu, a pesar de la orden de arresto de la Corte de La Haya contra el mandatario israelí.
Mientras tanto, la gente decente de este continente sigue estremeciéndose ante los asesinatos de niños y niñas y ante crueldad de los discursos que legitiman la violencia estatal, el colonialismo y la segregación racial ejercidos por Israel.
“Palestina es realmente el centro del mundo. Es una prueba de fuego”, ha dicho la activista y pensadora estadouniense Angela Davis esta semana. Palestina es el centro del mundo porque en el resultado de este genocidio en curso está en juego qué dinámicas se instalarán como “lógicas” en nuestro futuro inmediato. La Unión Europea contribuye a ello, como si fuera educado o sensato no presionar al aliado israelí. Como si no nos perjudicara la implantación de la ley del más fuerte.
Ya lo dijo Hannah Arendt: “La práctica de la violencia cambia el mundo, pero el cambio más probable es a un mundo más violento”.
El Diario
Crónica semanal del militarismo 'made in Spain'
Juan Carlos Rois, Tortuga.
Se dice que cuando EEUU tose se resfrían todos sus aliados, lo que en nuestro castizo refranero se acompaña con lo de poner las barbas a remojar.
Hoy compruebo que el nuevo presupuesto de EEUU preparado por Trump y sus fanáticos asesores supondrá un considerable aumento del 13% del gasto militar americano, de por sí el primero del mundo a gran distancia de todos los demás, junto con no menos escalofriantes recortes de un 23% en educación, sanidad y servicios a la comunidad (excluido, claro está, lo relativo a control social, policías y demás instituciones por el estilo, en el caso de que tales cuestiones se puedan entender como servicios a la comunidad y no contra ella).
Tose el amo del corral, ya veremos el resfriado de las gallinas europeas.
Por de pronto, el jefe de la OTAN ya nos ha marcado la ruta, porque también hoy nos dicen los aparatos mediáticos de propagación de los intereses de los halcones occidentales que la OTAN, tras el anuncio del gobierno monocorde PSOESUMAR de aumentar el gasto del ministerio de defensa, que los 10.400 millones de aumento decididos no es suficiente y que debemos llegar en breve a más del 3% del PIB en gastos de defensa (unos 48.000 millones de euros).
Por otra parte, hemos conocido que el contrato de munición israelí para la guardia civil española recientemente rescindido no era el único que, de tapadillo, mantienen nuestros gobernantes con la industria militar sionista. Por circunstancias que aún no he entendido bien los otros cuarenta y tantos no se van a rescindir, aunque, claro, no parece que esto suponga ningún tipo de contradicción en el gobierno PSOE-Sumar.
¿Apagón informativo o de conciencia?
Por si éramos pocos, parió la abuela y aprovechando los días previos al día del trabajo, el secretario general UGT, un tal PePe (también es coincidencia) Álvarez, tiene la ocurrencia "de clase" (concretamente alta, instalada, blanca y supremacista) de pedir que el sobregasto militar se financie también con un impuesto a los trabajadores europeos. Bonito ejemplo del internacionalismo sindical al que ha acabado llegando el sindicalismo transaccional y burocrático de estos "agentes sociales" del orden.
Y como no hay dos sin tres, la presidenta de la Comunidad de Madrid, esta sí de un partido nominalmente de derechas, suspira para que las fiestas regionales cuenten con su correspondiente desfile militar y las acrobacias de la patrulla águila, para no quedar deslucidas entre tanto madrileño que se las pira a vacacionar en una fiesta tan artificial y unos fastos sin guerreras militares y con pocas sotanas (dado que el cardenal con mando en plaza y el cardenal emérito al que sustituyó se nos han ido a Roma a participar en la elección de un Papa que no sabremos si nos saldrá pacifista o trumpiano).
Pero que la concurrencia esté tranquila, que Yolanda y los encargados de apaciguar los ánimos a esa irredenta izquierda pacifista (¿?) y de allanar el camino al militarismo militante que de facto abrazan nos dicen que han conseguido que el aumento del gasto militar se no se haga en detrimento de las partidas sociales. ¿Mienten más que ignoran o viceversa? Trump pintó una línea en el camino y estos siguen el trazado con lineal disciplina de devotos. Pero tampoco hay que ser especialmente lúcidos para saber que en unos presupuestos deficitarios como los españoles y ante unos derechos sociales a medio construir, en el mejor de los casos, el aumento del gasto militar solamente es posible imponiendo una dura carga social al resto de partidas. El viejo rollo de cañones o mantequilla que tan a la ligera se toman los que cuentan eso de que no importa el color del gato con tal de que cace (en este caso casi se puede aplicar literalmente la intención) o aquel otro que, con una comprensión calvinista de lo ético, dice que hay que abandonar la ética de los principios por otra de la responsabilidad.
De hecho, los gastos plurianuales con los que nuestros avispados políticos en el gobierno nos han cargado ya acumulan una deuda comprometida por el ministerio de defensa (y ojo porque este es sólo uno de los que participan del gasto militar español) de cerca de cuarenta mil millones de euros, a la que hay que sumar los pedidos que conforme al Plan estratégico Industrial de la Defensa van a caernos en breve y que se estiman por encima de los 20.000 millones más). De hecho, la losa de esta deuda que ya arrastramos limita a futuro las capacidades de gasto público, ata las manos para cualquier atisbo de cambio de rumbo de las políticas de defensa hacia opciones de desmilitarización o desarme que pudiera surgir de la voluntad popular, y nos condena a ser los paganinis de las políticas que se compadrean entre los señores de la guerra, sus apoyos y colaboradores, las puertas giratorias que padecemos y nuestros calculadores y militaristas próceres políticos.
Por cierto ¿Alguien ha escuchado las críticas de nuestras instituciones públicas y sus respectivos portavoces por el ataque israelí del pasado viernes con drones a la flotilla de la libertad que llevaba ayuda humanitaria a Gaza ola denegación posterior de atracar en Malta?
Y así, plácidamente, y bien aleccionados en las tertulias en radios y televisiones de lo necesario que es todo esto porque nos pueden atacar enemigos seculares y ávidos del reino mogol o más allá ante los que estamos prácticamente en pelota picada (incluyendo desde los ciberterroristas a los marcianos pasando por una gama de virus, bacterias y enemigos híbridos), pasamos plácidamente la semana a la espera de que dentro de unos días los mercaderes de la muerte hagan su feria de armas en la capital del reino ante el misterioso silencio de las fuerzas vivas capitalinas y de los partidos políticos que aspiran a arrebatar Madrid a la derecha.
De momento parece que, siendo tanto el esfuerzo invertido y tantos los cuentacuentos puestos al servicio de la propagación del relato de que viene el lobo, la prédica no cala y la gente en general se cree tanto la trola tanto como cuando las bombas de destrucción de Sadam, la implicación de ETA en el 11M, lo del Prestige y el rosario de verdades oficiales con las que periódicamente nos atizan los cenizos oficiales.
Y mientras el tiempo discurre con estas velocidades vertiginosas, aparecen brotes verdes en el silencioso horizonte de nuestras deslavazadas articulaciones sociales y se multiplican los esfuerzos por demostrar acuerpamientos en las calles para el próximo día diez de mayo contra los crímenes de Israel y las complicidades con su genocidio.
También parece que se incrementan los actos de todo tipo y pelaje contra la guerra y el rearme y, al menos lo que vivo en mi propia experiencia, parece que vienen acompañados de menos planteamientos puramente desiderativos y de más propuestas de enfrentamiento contra la militarización y sus concretas estructuras y dispositivos: señores de la guerra, gasto militar, operaciones militares, banca armada, objeción fiscal, fabricas e instalaciones militares, atraco en puertos y tránsito de armas, espacios territoriales desposeídos en favor de la defensa, luchas sindicales o educativas y todos los vasos comunicantes entre el militarismo, el capitalismo y la inseguridad humana que provoca (ecología, patriarcado, desigualdad social y pobreza, necropolítica, erosión de derechos sociales, colonialismo, etc.).
Sorprende para bien la pujanza pacifista de las feministas y su iniciativa de visibilizarse en los espacios donde la amenaza de guerra toma cuerpo: mujeres de negro, Emakumeok Guerraren Aurka, activistas canarias participando en el bloqueo de una base militar en Inglaterra, solidaridad con grupos feministas contra la guerra de Rusia y Ucrania, . . .
Y parece que la paz pensada en el constante cruce de saberes y deseos puestos en pie por la gente del común preocupada por lo que está pasando, habla de nuevas luchas por una paz más inconformista y desobediente, estructural, ambiciosa, capaz de afectar a nuestras políticas globales y de desplegar su potencialidad de lucha por la seguridad humana y de la naturaleza. Propuestas más centradas en propuestas de desmilitarización y trans/arme.
A lo mejor con tiempo, buena voluntad y paciencia, somos capaces de provocar un nuevo ciclo movilizador que haga poner pie en pared a las políticas de rearme y simultáneamente desencadenar nuevas dinámicas contra la preparación de la guerra y en favor de una defensa social alternativa.
Y a lo mejor estamos en mejores condiciones para articular de una forma más creativa un movimiento por la paz capaz de empoderar a la sociedad en la construcción positiva de una paz con contenidos y de dotarla de prácticas de acción y herramientas de lucha para enfrentar a los enemigos comunes que la imposibilitan.
Y tal vez somos capaces de desarrollar en común una agenda de acción más dialogada, coordinada y conjunta que permita unir sinergias a las articulaciones sociales de aspiración alternativa en lucha por un cambio global de rumbo y que nos permita concretar y presentar a la sociedad un referente alternativo por el que merezca la pena movilizar energías y pasiones, afectos y esperanzas, miedos y dudas, prácticas de resistencia y vivencias de contraste.
¿Hará falta que se alineen los astros para ello o podremos anticipar el momento?
Teatro Antimilitarista: (4) Arrepentido, o cómo deconstruir un panfleto
Arrepentido (o cómo deconstruir un panfleto) 1
Rueda de prensa de un ministro de defensa de un país indeterminado, unos 60 años, viste un traje impecable, cabello blanco engominado.
MINISTRO DE DEFENSA: Por favor, no me hagan fotos. Retiren sus cámaras. No haré ninguna declaración hasta que las hayan retirado. No quiero que lo importante sea mi imagen. Si quieren una, cójanla de sus archivos. Por otra parte, lo que voy a decir es tan delicado que no quiero distraerme con el sonido de sus fotos. (Espera unos instantes a que las cámaras sean retiradas, mientras bebe agua y repasa sus papeles.)
Así está mejor, sus cámaras no pueden reflejar mi vergüenza, mi arrepentimiento. Supongo que un buen titular para sus periódicos podría ser: el primer ministro de defensa del mundo que presenta su dimisión irrevocable por arrepentimiento. (Silencio. Escruta las miradas de los periodistas.)
Mi arrepentimiento y mi vergüenza se dan la mano, pero ninguno de los dos es lo más importante de mi comparecencia. Mi dolor, siento una profunda tristeza por todo el sufrimiento que he causado.
Pero vayamos al centro del asunto. ¿Saben ustedes que el año 2013 ha sido en el que más guerras hemos sufrido desde la Segunda Guerra Mundial? Tampoco les costará comprobar que el gasto militar mundial era en 2010 de 1,6 billones (con b) de dólares. Y que entre 2001 y 2010 se incrementó en un 50,3 %. O que nuestro país ocupa el séptimo lugar en la lista de exportadores de armas.
Soy culpable: yo he colaborado con esa miserable realidad, y no solo como ministro. También fui accionista, consejero y directivo de varias empresas de producción y venta de armas. (Bebe agua.)
Con mi iniciativa en el gobierno hemos ocultado las verdaderas cifras de mi ministerio detrás de partidas de otras carteras. ¿Saben por qué? Para prevenir reacciones contrarias de la opinión pública.
Me arrepiento, sí, sobre todo, de dar mi voto en el consejo de ministros a la reducción de la ayuda oficial al desarrollo, ya de por sí insuficiente. Pero el origen de mi mayor vergüenza y dolor, sí, dolor, ha sido el conocimiento de lo que está ocurriendo en Siria desde hace tres años. Ustedes tienen los datos, algunos medios en los que trabajan los han publicado. Miles de muertos, millones de desplazados, algunos de ellos intentando cruzar nuestra frontera obscena para los derechos humanos. (Bebe agua.)
Ya va siendo hora de que en lugar de tantas reuniones de alto rango para enriquecer nuestros negocios o planificar nuevos sistemas de defensa o de guerra, llamémoslos por su nombre, los gobiernos se reúnan para desarrollar otro sistema de resolución de conflictos. Ya va siendo hora de planificar desde las Naciones Unidas un verdadero proyecto de desarme universal. (Bebe agua.)
¿Saben?, a veces leía opiniones parecidas a estas por las que estoy justificando mi arrepentimiento en revistas y blogs pacifistas, antimilitaristas, dicen ellos. Me reía, de verdad, me reía. Les consideraba ingenuos, infantiles, inútiles, parásitos sociales. ¡No! Los parásitos sociales somos nosotros. Se podrían solucionar tantas necesidades con lo que dedicamos a preparar y a hacer la guerra... (Se desajusta el nudo de la corbata.)
A partir de ahora considérenme el primer ministro de defensa arrepentido, tal vez del mundo, no lo sé. Es posible que tenga que esconderme, porque entre los documentos que les he entregado hay datos probados que demuestran las conexiones económicas entre políticos y las industrias de la guerra. Y de estas con medios de comunicación. Tengo miedo, alguien puede querer vengarse... Tal vez, ahora mismo entre ustedes haya informadores privados del gobierno, a pesar de haber convocado mi comparecencia en este teatro, un espacio nada convencional para estos asuntos. La he mantenido en secreto para que nadie intentara “silenciarme”.
Cuando salga de aquí no podrán encontrarme. No creo que den conmigo. No me pregunten cómo voy a huir. Lo he estudiado todo con sumo detalle. Voy a empezar a trabajar desde abajo, para compensar a la gente humilde de todo el sufrimiento que les he causado y por todo el dinero que les hemos robado, que he robado. (Bebe agua.) Eso es todo lo que quería decirles.
Bueno, no, déjenme añadir algo más. Por si quieren investigar, aunque no sea lo más importante, sí ha influido en mí, en mi decisión personal. Hoy es un día significativo en mi vida. Hace tiempo, tal día como hoy ocurrió algo en mi familia. Cuando veía tantas imágenes de niños heridos, muertos, hambrientos, nunca quería relacionarlo con aquello. Mi posición de hombre poderoso, me impedía cualquier debilidad, cualquier llanto. Han pasado muchos años, pero aunque ustedes no lo sepan, mi decisión de comunicar con ustedes hoy no es casual. Es un homenaje. Póstumo. (Bebe agua, se desabrocha el botón superior de su camisa.)
Unos días después de aquel, alguien, no conseguí averiguar quién, me dejó sobre la mesa de mi despacho un libro de poesía de Blas de Otero. Me refiero a mi despacho de una de las industrias de la guerra de las que era consejero. En el libro un marca páginas me llevó a una poesía señalada con una equis. Se titulaba Crecida. Apenas lo leí entonces, pensé que teníamos un pacifista infiltrado, pero no le di demasiada importancia, una poesía me parecía algo insignificante e inofensivo. Sin embargo, llevo meses volviendo una y otra vez a esos versos. Casi a diario recorro esas palabras desoladoras
“(...) voy
avanzando sobre este viejo suelo, sobre
la tierra hundida en sangre,
voy
avanzando lentamente, hundiendo los brazos
en sangre,(...)”
Le doy vueltas y vueltas en mi cabeza a su ir y venir rítmico como si fuera una melodía que no puedes olvidar, como un réquiem. (Bebe agua y se quita la chaqueta.) Disculpen la informalidad, pero es que me siento un poco mareado. (Bebe agua y se seca el sudor de la frente con un pañuelo.) Aunque no se lo crean, he querido leerla en el consejo de ministros. No, no se rían, por favor, no se rían. (Pausa, observa a su auditorio.)
Lo que les estoy contando es completamente cierto. (Bebe agua.) Varias veces lo he intentado pero no he podido. No he sido capaz, me temblaban las piernas, les miraba y, aunque estaba a punto de sacar el papel donde lo llevaba escrito, sus miradas de hiena, sus palabras tenebrosas, me paralizaban. Y entonces esos versos me invadían y casi me hacían gritar
“(...) mis pies
pisan sangre de hombres vivos
muertos,
cortados de repente, heridos súbitos,
niños
con el pequeño corazón volcado, voy
sumido en sangre (...)”
Empecé a tener miedo a los demás ministros y ministras, a sospechar que sabían algo, que me leían el pensamiento. Que mi cara reflejaba los versos que me habían conmocionado, esos y otros que leía como un bálsamo, del propio Blas de Otero y de otros. Creo que en cierto modo he enloquecido y que esta locura es la que me ha situado hoy frente a ustedes
“(...) Traigo una rosa en sangre entre las manos
ensangrentadas. Porque es que no hay más
que sangre,
y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre.”
(Bebe agua, se abrocha el botón superior de la camisa, se ajusta la corbata, se pone la chaqueta, se seca el sudor con un pañuelo y vuelve a beber agua.) Ahora sí, pueden ustedes preguntar. (Oscuro rápido.)
2015
1- Texto del que se realizó lectura dramatizada en la XX edición del Maratón de Monólogos organizado por la asociación Autoras y Autores de Teatro en 2015.
MENSAJE DE JUAN PANADERO AL CONGRESO MUNDIAL POR LA PAZ
Paz en la aurora, en el sueño.
Paz en la pasión del grande
y en la ilusión del pequeño.
Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera.
¡Paz, paz, paz! Paz luminosa.
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa.
Lo grita Juan Panadero.
Juan en paz, un Juan sin guerra,
un hombre del mundo entero.
Fragmento, Rafael Alberti
Fascismo y sionismo
Félix Esparza Fernández
Mucha gente tratamos de explicarnos cómo un pueblo como el judío que ha sufrido un holocausto es capaz de estar cometiendo un genocidio con el pueblo de Gaza ante la inmovilidad de los gobiernos del Mundo. Cómo es posible que moviéndose los Tribunales Internacionales, las asociaciones, movimientos sociales y el pueblo llano, no se muevan los gobiernos denominados democráticos.
El estudio y el conocimiento de las cosas pueden darnos luz ante lo que nos encontramos en las noticias, en las redes sociales o en los programas de televisión (leer a Lenni Brenner, judío americano).
Diferentes autores nos señalan como imprescindible diferenciar los términos sionismo, judaísmo y pueblo judío. El sionismo es una ideología y no es sinónimo, ni tiene la misma extensión en el tiempo, que los términos de judaísmo o el de pueblo judío.
El sionismo fue fundado por Theodor Herzl, judío asimilado europeo, a finales del siglo XIX. Tenía como objetivo crear el Estado de Israel, primero en Etiopía, finalmente en Palestina. Los primeros judíos sionistas eran contrarios a la gran mayoría de los judíos asimilados europeos que deseaban permanecer en sus lugares de nacimiento y que luchaban por sus derechos laborales principalmente en partidos socialdemócratas. Y más tarde lo serían también con los judíos árabes residentes en Palestina que los veían como una interrupción en su lengua, el árabe, y en su forma de vida tradicionales.
Está documentado que el sionismo no solo no se opuso, sino que colaboró con los regímenes fascistas de Alemania, Italia o España, incluso durante el holocausto, todo en aras de su gran objetivo [Ver, por ejemplo, aquí o aquí]. Sus sectores más derechizados y revisionistas participan de la idea fascista de la supremacía racial de crear un estado étnicamente puro y contrario a los matrimonios mixtos, el superhombre hebreo blanco en el Estado de Israel, mediante la colonización.
La rama derechista a la que pertenece Benjamín Netanyahu, el Likud, es la más radical en la defensa de este ideal racista. El fascismo sionista ha triunfado en Israel como en su día lo hizo en Alemania, Italia o España, en este último caso eliminando a buena parte de sus conciudadanos.
Así pues, no es que las víctimas se conviertan en verdugos, es que los que hoy ejecutan el genocidio en Gaza participan de la misma ideología fascista-genocida de la Alemania nazi. Y es sólo el sentimiento de culpa de Occidente por permitir el holocausto del nazismo alemán lo que impide, paradójicamente, que un régimen fascista, como el del Gobierno de Netanyahu, cause un genocidio en pleno siglo XXI. Se dan los líderes, la ocasión y los medios para ello. ¿Por qué no lo iban a hacer?
Pero diremos más, las víctimas vicarias del genocidio sionista es el pueblo judío y los Derechos Humanos. Como dijeron en 1939 los judíos miembros del Socialist Workers Party de New York, la lucha contra el antisemitismo es la lucha contra el fascismo. La lucha contra el antisemitismo es la lucha contra el gobierno fascista de Benjamín Netanyahu, aquí y ahora.
Fabien Jobard: “La abolición de la policía no es ninguna utopía”
Fabien Jobard es director de investigación en el Centre national de la recherche scientifique (CNRS).
Pablo Elorduy
No hay ninguna instancia dentro de los Estados modernos que genere las mismas emociones que la policía. Alabados por parte del conservadurismo como garantes de que “los malos” se llevan lo suyo —jarabe de porra— y detestados por cientos de jóvenes y no tan jóvenes que lucen orgullosos sus camisetas con el acrónimo ACAB, los policías de las sociedades europeas se presentan a sí mismos como la primera línea de defensa contra el caos.
El director de investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique Fabien Jobard (París, 1971) es una de las personas europeas que más saben de policías, modelos policiales, de las obsesiones de los agentes y de su encaje —a veces difícil— en sociedades que, en su mayoría, les valora y les teme a partes iguales. Ahora presenta en España el cómic Policía global (Garbuix Books, 2025), dibujado por Florent Calvez y traducido por Montserrat Terrones, en el que da a conocer la historia de los cuerpos policiales modernos, pero también las alternativas —no necesariamente menos brutales— que existieron y existen en el mundo para llevar a cabo el mandato de control social que hoy nuestras sociedades adjudican a estos hombres (y mujeres) armados.
El cómic comienza con un recuerdo de la represión policial de las manifestaciones de los últimos años en Francia. ¿Qué ha cambiado en la percepción que la sociedad francesa tiene de la policía en este tiempo?
En estos años, durante el movimiento de los Chalecos Amarillos, la policía aparecía en los titulares de las noticias casi todas las semanas. Fue un período de tiempo muy tenso. La confianza del público, el apoyo de la gente a la policía, sin duda se derrumbó. Y esto pasó solo unos años después de los ataques terroristas que tuvimos en París, que fue una época en la que, por el contrario, la confianza del público en la policía estaba en su punto más alto. Sin embargo, con carácter general, tenemos que decir tres cosas sobre la confianza pública en la policía: la primera es que no hay ninguna autoridad pública, ninguna agencia pública, que obtenga más apoyo y confianza que la policía. Si le preguntas a la gente si confía en los gobiernos, los parlamentos, los políticos, la justicia, los medios de comunicación, o los periodistas, la respuesta es que no lo hacen. Y en comparación con eso, la confianza del público francés con respecto a la policía es muy alta. Sin embargo, existe una cierta falta de legitimidad entre el público francés en comparación con la confianza de la sociedad que hay en Reino Unido o Alemania, donde la confianza pública en la policía es de alrededor del 90%. En Francia ronda el 70%. En tercer lugar, la policía es un tema divisivo.
¿En qué sentido?
Hay personas que siempre confiarán en la policía porque incluso piensan que la brutalidad policial es necesaria para mantener unida a la sociedad francesa. Y hay una minoría, de en torno a una quinta parte de la opinión pública francesa, que es muy crítica y que es muy consciente del uso de la fuerza por parte de la policía y del racismo de esos cuerpos. No hay ninguna sociedad de Europa occidental en la que los temas policiales sean tan candentes, tan problemáticos y que se discutan a diario como lo son en la sociedad francesa.
En todo el mundo, existe un fenómeno de mano dura como respuesta a la crisis económica desde 2008, esto ha llevado a un aumento de las expresiones de extrema derecha que abogan más o menos abiertamente por un mayor control social. ¿Cómo afecta esto a las fuerzas policiales?
Desde siempre, muchos agentes de policía en Francia han apoyado a estas organizaciones de extrema derecha. En la década de 1980, el apoyo al Frente Nacional por parte de los policías franceses ya era bastante alto. La cuestión en la actualidad es que el Frente Nacional, Reagrupación Nacional (RN) en este momento, es cada vez más un partido “normal”, uno como todos los demás, “atrápalotodo”. RN expresa algunos puntos de vista conservadores y palabras contundentes sobre la inmigración y contra el Islam, pero para mi pesar, eso no lo hace muy original, muy extravagante, ahora en Francia. Así que, de hecho, y teniendo en cuenta que Marine Le Pen reúne a un 25, 30 o puede que un 35% del voto en las primeras vueltas de las elecciones en Francia, la especificidad de las orientaciones o inclinaciones políticas de los agentes de policía no es tan relevante.
¿Qué relación tienen los agentes de policía con la política?
Un punto muy importante, y lo señalamos en el cómic, es que los oficiales de policía no están muy interesados en la política. Ellos muestran un alto nivel de desconfianza hacia la política, hacia la ideología y, sobre todo, hacia los políticos. Aun así, siempre y cuando el gobierno satisfaga las demandas materiales de los sindicatos policiales —bueno, habrá personas que den voces—, tienen motivos para estar muy satisfechos con el régimen político de Francia. Las organizaciones policiales tienen turno de palabra en la constitución de un régimen político, eso marca una enorme diferencia.
¿Vivimos en sociedades más inseguras?
Los asuntos acerca de la seguridad han sido un tema político importante en Francia desde la mitad de la década de los años 90. La reforma policial, la organización de su trabajo, formó parte del debate político desde entonces. Ahora, si haces la pregunta, ¿te sientes seguro o inseguro? La sensación de inseguridad está a un nivel alto en Francia, sin embargo, no ha empeorado desde finales de la década de 1970. El hecho es que la sociedad está marcada por dos aspectos: el primero es el terrorismo islámico —y también tienes el 11 de marzo en Madrid— pero en Francia el terrorismo islámico es un tema desde mediados de la década de 1980. En segundo lugar, hay una enorme segregación territorial en Francia.
¿Cómo influye eso?
Los centros de las ciudades son muy ricos y las periferias de estas ciudades son pobres. En estos barrios, pobres y desfavorecidos, encontrarás principalmente jóvenes de ascendencia no francesa y colonial, lo que hace que la confrontación con la policía sea un aspecto muy delicado de la vida cotidiana allí. A veces, de vez en cuando, se producen enormes disturbios a gran escala en Francia, como los de 2023.Este fue un motín provocado por el disparo de un oficial de policía, que costó 850 millones de euros si sumas las destrucciones, los deterioros, los incendios, etc. De hecho, no conozco muy bien España, pero pasé ocho años en Alemania y puedo decir que, en comparación con Francia, en Alemania se vive en una sociedad muy pacífica.
En España también. ¿Hasta qué punto la militarización progresiva de ciertas fuerzas policiales, o al menos la sofisticación de sus equipos, ha cambiado la mentalidad de estos cuerpos?
En la primera mitad de la década de 1990, desde 1993 en adelante, la inseguridad se extendió en forma de disturbios, combates entre la policía y los jóvenes locales, etc. Comenzó a convertirse en un aspecto cotidiano de la discusión pública en Francia. En 1994, las balas de goma se introdujeron en las fuerzas policiales de Francia. Muy específicamente en ese momento, se introdujo en las brigadas de policía que se ocupan de la violencia juvenil en las banlieues de Francia. Y ahora, 30 años después, estos equipos, estas armas, están en manos de los oficiales de policía que se ocupan de las protestas públicas en el centro de nuestras ciudades. Como probablemente sepas, 25 personas, manifestantes o transeúntes, perdieron un ojo durante el movimiento de los chalecos amarillos a causa de 13.000 disparos con esta munición durante las manifestaciones políticas de esa época.
¿Cómo han cambiado los “enemigos” de la policía en estos tiempos?
Hice entrevistas con comisarios y otros jefes de policía que ejercían a mediados de los 90. Y cuando me hablaron de protestas públicas, me contaron sus batallitas de enfrentamientos contra la extrema derecha, contra la extrema izquierda, contra las protestas de personas extranjeras al comienzo de la Revolución Iraní, contra los movimientos sociales. Si haces, y yo lo hice, las mismas entrevistas con personas que ahora están a cargo de las comisarías de policía, las “buenas historias” que te contarán de sus primeros años en el servicio de policía son historias que están relacionadas con disturbios, violencia en la banlieue, enfrentamientos con jóvenes inmigrantes coloniales o incluso, ya sabes, jóvenes franceses con un legado colonial. Se olvidan por completo de los conflictos en torno a Mayo del 68, los conflictos sociales de la década de los 70, incluso de las protestas estudiantiles de los 80 y 90. Ahora su cultura profesional, 20 o 25 años más tarde, se caracteriza por la violencia juvenil. Y eso ha cambiado profundamente la forma en que ven la sociedad, la violencia en la sociedad y la legitimidad de la protesta. Esos dos ejemplos, las balas de goma y la cultura profesional, muestran que ha habido cambios masivos en la policía en Francia.
Al mismo tiempo, la vigilancia estricta y la capacidad de control a través de la tecnología han aumentado extraordinariamente en estos años. ¿Cómo cambia el paradigma de la acción policial?
En el cómic señalamos la forma en que se perciben estas tecnologías y cómo se están viendo en la rutina policial diaria y cotidiana. Las mujeres y los hombres jóvenes no se postulan a las organizaciones policiales para trabajar con computadoras y que los ordenadores y los algoritmos les digan lo que tienen que hacer. Los agentes de policía se enorgullecen de salir a la calle y trabajar con personas. Hablan constantemente sobre “sentir la situación”, y sobre el sexto sentido policial con respecto a lo que está sucediendo a su alrededor. Y este tipo de lectura acerca de la sociedad tiende a entrar en conflicto con la algoritmización de esa misma sociedad. Este es el primer aspecto. El segundo aspecto es que hablamos de lo que pueden hacer los algoritmos, pero nunca hablamos de los fracasos de, por ejemplo, los programas policiales predictivos en Los Ángeles o Nueva York, etc. Lo que podemos ver en Estados Unidos es que hay algunas compañías privadas han ganando mucho dinero, enormes cantidades de dinero, vendiendo algoritmos a las fuerzas policiales. Y después de algunos años, las fuerzas policiales no renovaron los contratos porque estas máquinas no cumplen su promesa predecir los actos delictivos. Incluso tienen dificultades para anticiparse a aglomeraciones y reuniones de gente con intención hostil. En lo que respecta al comportamiento individual, bueno, la base del trabajo policial sigue siendo sentarse en el automóvil, conducir por la ciudad, lo que ellos llaman quemar gasolina.
El libro no aborda uno de los movimientos más importantes de la historia reciente de Estados Unidos, Defund the police. ¿Cómo interpretas su propuesta política?
Es un movimiento muy interesante. Los cómics tratan sobre la abolición de la policía. Una de mis principales intenciones en el libro era demostrar que la abolición de la policía no es ninguna utopía. Es una realidad, de hecho, en la mayor parte del mundo. Esa ha sido nuestra realidad en Europa hasta mediados del siglo XIX: es un hecho que las comunidades gestionan sus propios problemas sin depender de las autoridades estatales. Esa es nuestra historia. Ahora, Defund the police es un movimiento mucho más interesante. Considera un error convertir a la policía en la autoridad que está a cargo de todo, que se encarga de reprimir las protestas, hacer frente al terrorismo y prevenir la violencia, obviando el hecho de que prevenir la violencia ha sido durante mucho tiempo una tarea de los trabajadores sociales. Pero las autoridades públicas, y esto tiene que ver con la radicalización de nuestras sociedades, han destinado más dinero a la policía en tiempos de crisis presupuestaria, lo que significa menos dinero para los hospitales, las escuelas y el trabajo social. Defund the Police solo dice que hay que dar dinero a los profesionales adecuados, a los que saben cómo tratar bien con una juventud que viven en una sociedad diversa, jóvenes que viven en una sociedad que envejece, como es el caso de España, Alemania, Italia y, en cierta medida, también en Francia.
En el libro explicas que las fuerzas policiales tienden a pensar que son incomprendidas por el resto de la sociedad. ¿Por qué ocurre este fenómeno?
Los agentes de policía actúan en sociedades divididas. En Estados Unidos y, hasta cierto punto, en Francia, realmente tienen la sensación de que forman parte de la “delgada línea azul”, como ha sido nombrada, que protege a nuestras sociedades del caos y la devastación. Los agentes de policía tienen conflictos políticos, ideológicos y morales con personas que muestran poco respeto por su trabajo o con personas que, según ellos, respetan poco su trabajo. Los agentes de policía provienen generalmente de familias que están bien integradas en la sociedad francesa y que no son adineradas. Se trata de jóvenes que intentaron encontrarse a sí mismos a través de la educación, pero que en su mayoría fracasaron en la universidad. Jóvenes que han sentido que las élites francesas están muy lejos de ellos. Y cuando están en la policía, tienen la sensación de que trabajan por la seguridad de la élite francesa y que la élite francesa no expresa ningún gratitud, ningún reconocimiento por su trabajo. Eso les hace estar muy enfadados con nuestras élites sociales, políticas e intelectuales.
¿Cómo influye la cuestión territorial en un país tan centralizado como Francia?
La policía francesa es una organización muy centralizada. Es muy habitual que los agentes que trabajan en París sean de Normandía o Bretaña, en el oeste de Francia. Tan pronto como terminan el turno, regresan en tren o en coche a sus casas, y ahí no tienen ninguna conexión o casi ninguna conexión con las sociedades en las que trabajan, con las sociedades urbanas. Así, están fuertemente vinculados a su propio mundo, a las sociedades de las que provienen: ciudades más pequeñas, incluso pueblos, de zonas poco urbanizadas de Francia. Si eres policía en Francia, vienes de Marsella, Toulouse, Burdeos o incluso Martinica es más probable que estés desarraigado y trabajes en un lugar en el que no tienes raíces. A esto le tienes que agregar que tienen horarios específicos. Ya sabes, trabajan muy temprano o bastante tarde, que los policías suelen casarse entre ellos, que conviven y se relacionan principalmente entre ellos, que tienen una alta tasa de divorcios y una alta tasa de suicidios. Así que hay una especie de condición moral, o un modo de ser policía muy específico, que está muy vinculada a la organización territorial de Francia, a la desindustrialización y al centralismo de la organización policía.
¿Es posible que la policía no funcione como base principal de la defensa de los intereses capitalista?
En pocas palabras, si vives en una sociedad muy dividida, a nivel de clases sociales, no puedes esperar que la policía sea la única autoridad igualitaria de esta sociedad. Había un sociólogo de la policía de los años 50 que dijo que cada sociedad tiene la policía que se merece. Y esa es la razón por la que hablamos de los intentos de los especialistas estadounidenses para importar el modelo policial japonés a los Estados Unidos. Se han gastado millones de dólares intentando implantar ese modelo. Sin embargo, la sociedad estadounidense posterior a la esclavitud tiene muy poco en común con la sociedad japonesa. No soy muy optimista con respecto a que se puedan dar ese tipo de cambios.
En el Congo, la paz es para las multinacionales
Por @CongoActual
No es ninguna novedad decir que en la República Democrática del Congo (RDC) la vida humana vale muy poco ni que esa vida, de por sí devaluada, pierde peso si se pone en la misma balanza que minerales u otras riquezas o si se enfrenta a los intereses de unos pocos congoleños o a cualquiera de las grandes multinacionales que operan en el Congo. Pero los hechos recientísimos de los que vamos a hablar ahora nos hacen pensar, además, que la paz, negada durante décadas a millones de hombres y mujeres que sufren cada día que amanece, se puede conseguir en cuestión de días si andan por el medio los beneficios de una multinacional o la tranquilidad de los mercados globales.
Como contábamos en su día, la mina de Bisie, en el territorio -división administrativa de las provincias congoleñas- de Walikale, en la provincia de Kivu Norte, suspendió sus trabajos el 14 de marzo pasado debido a la cercanía y virulencia de los combates entre los rebeldes del M-23 y el Ejército congoleño y sus aliados. No dejaba de sorprender que una actividad minera tan importante se cerrara, aunque fuera temporalmente, porque para su propietaria «La seguridad de los empleados y contratistas de la Compañía sigue siendo su máxima prioridad y no se puede garantizar en este momento», según comunicado de 13 de marzo de Alphamin Resources. Porque la mina de Bisie no era una mina mas de las muchísimas que horadan el suelo congoleño.
La mina de casiterita de Bisie es la tercera más importante del mundo y de ella se extrae un 6% del estaño mundial. El estaño, contenido en la casiterita, tiene en la actualidad una importancia añadida por resultar fundamental para el avance tecnológico y utilizarse en el almacenamiento de sistemas de energía, sensores y paneles solares y resultar el metal más afectado por las nuevas tecnologías, incluso por encima del litio y el cobalto. Pero su producción atraviesa un mal momento, debido sobre todo a que las minas del Estado de Wa, en Myammar -uno de los principales países productores de estaño- habían cesado su producción en agosto de 2023 para proteger sus recursos. De esta manera, en lo que iba de 2025, el precio del estaño había subido un 25% y superado incluso al oro.
El brusco cierre de la tercera mina del mundo aseguraba también bruscos movimientos en los mercados globales de estaño y así fue como ocurrió y se aprecia en este gráfico. Mientras el día anterior al cierre de la mina el estaño marcaba un precio de 33.500, al día siguiente llegaba a los 35.635, iniciando una escalada que alcanzaría su máximo el 2 de abril (38.175) apoyada por el terremoto que sufrió el 28 de marzo Myammar y que podía comprometer la reanudación de la producción en las citadas minas de Wa. De la misma manera su propietaria, Alphamin Resources enfrentaba con el cierre un duro golpe a sus beneficios que podía poner en riesgo sus cuentas, por lo que rápidamente tomo medidas para que la situación de cierre no durara mucho tiempo. Aunque domiciliada en la isla Mauricio, la mayoría de los grandes inversores de la multinacional minera son norteamericanos y sus directivos sabían donde tenían que acudir para parar la violencia desatada entre Ejército y rebeldes. No era el gobierno congoleño, los líderes del M-23 ni tan siquiera su patrocinador, el régimen ruandés… quien podía alcanzar la paz en la zona era Estados Unidos.
«La Compañía, propiedad mayoritaria de entidades estadounidenses, ha designado a una firma estadounidense para presionar a favor de la intervención diplomática estadounidense ante estas amenazas a la seguridad», reseñaba Alphamin Resources abiertamente en el mismo comunicado en el que informaba del cierre.
LA TOMA Y EL ABANDONO DE LA CAPITAL DE WALIKALE
El 18 de marzo ocurría en Doha (Qatar) un hecho excepcional, casi imposible pocos días antes: con la mediación del emir de Qatar se reunían el presidente congoleño, Felix A. Thisekedi, y el presidente ruandés, Paul Kagame. No hacía tanto que Thisekedi había afirmado que solo se encontraría con Kagame en el cielo. Los verdaderos responsables de la guerra desatada por los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M-23) tuvieron palabras conciliadoras, esperanzadoras frente a los diferentes procesos de paz abiertos y apostaron por un alto el fuego inmediato e incondicional… Al día siguiente por la noche el M-23 tomaba la ciudad de Walikale, de 60.000 habitantes. Nunca, ni en su primera fase (2012-2013) ni en los pasados años de su resurgimiento, el M-23 había avanzado tan lejos hacia el oeste de la RDC.
Pero sólo unos días después la Alianza del Río Congo (AFC), movimiento político-militar en el que se integra el M-23, anunciaba su retirada de la ciudad con el fin de «promover condiciones propicias para las iniciativas de paz y el diálogo político». Como ha hecho otras veces el M-23, solo se movió en parte y siguió siendo visible en muchos puntos de la ciudad. La retirada «real» no se produjo hasta la noche del 31 de marzo y los rebeldes enfrentaron combates con el Ejército y sus grupos aliados en su retirada. Los mercados mundiales de estaño, que se habían complicado aún más con la especulación surgida con el seísmo de Myammar -que no afectó directamente a las minas de estaño- lo reflejaron rápidamente.
Entre el 2 y el 8 de abril, el precio caía de 38.175 a 34.700. Al día siguiente, Alphamin Resources anunciaba la vuelta a las actividad de su mina de Bisie y el precio se desplomaba aún más, quedando por debajo de 30.000. «Esta decisión se tomó tras la retirada de los insurgentes de la ciudad de Walikale hacia las localidades de Nyabiondo y Masisi, a más de 130 km al este de la mina», informaba la multinacional minera con sede en Mauricio.
Los medios especializados relacionaban claramente la vuelta a la actividad de la mina de Bisie con que la tranquilidad hubiera vuelto a los mercados:.
«En general, el desequilibrio geopolítico en la RDC se ha aliviado, y la mina de estaño de Bisie ha reanudado la producción por fases, lo que alivia las preocupaciones sobre el suministro ajustado de mineral de estaño a nivel global».
«Las materias primas inmediatas de fundición doméstica aún enfrentan presión, pero se espera que la reanudación de la producción en RDC debilite los desequilibrios futuros de materias primas».
Shanghai Metals Market, 10 y 14 de abril.
La empresa contratada por Alphamin Resources para influir en Washington había hecho bien su trabajo.
OTRAS VERSIONES QUE HAY QUE CONSIDERAR
En su comunicado de «reposicionamiento» -el M-23 nunca ha hablado de retirada- de la ciudad de Walikale, los rebeldes apoyados por Ruanda lo justificaban como una manera de apoyar procesos de paz y diálogo y lo enmarcaban en el alto el fuego unilateral que ellos declararan el 22 de febrero y que prácticamente no fue efectivo en ningún momento.
Difícilmente se puede creer en esa voluntad de paz y diálogo cuando en su retirada los milicianos del M-23 sometieron a la población de Kibua a un saqueo feroz de sus tiendas, farmacias e, incluso viviendas. De la misma manera, saquearon cuatro centros de salud, llevándose equipos médicos, medicamentos y hasta colchones, e incluso destruyendo las placas solares, puertas y ventanas de uno de ellos y, en todos los casos, dejando en situación crítica a la población necesitada de servicios sanitarios de estas zonas sanitarias. Además, en su retirada y posterior «posicionamiento» en las poblaciones de Kashebere y Kibati -dentro del territorio de Walikale pero en la otra punta de la mina de Bisie- dejaron, según fuentes locales, un rastro de mas de treinta asesinatos.
Sorprende que ese afán por promover la paz y el diálogo se haya materializado exclusivamente en Walikale -con la mina de Bisie y los mercados de estaño al fondo- cuando el M-23 ocupa extensas zonas en los territorios de Rutshuru y Masisi.
La explicación podría venir de la noticia de que la retirada habría sido fruto de negociaciones en Doha a cambio de la liberación de cinco miembros del M-23 condenados a muerte. Ciertamente, cinco personas detenidas fueron liberadas por Kinshasa, aunque ninguna correspondía a los nombres solicitados por el M-23 (una de las personas liberadas fue la cuñada de Corneille Nangaa, líder de la AFC/M-23), que había solicitado la liberación de 700.
Nuevamente sorprende que conquistas tan importantes para el M-23, fruto de duros combates y de la pérdida de la vida de sus milicianos, se abandonen únicamente a cambio de la liberación de cinco de sus miembros. Otra cosa es que fuera uno de los pagos que los rebeldes recibieron, obligados a retirarse de Walikale por sus propios aliados.
EN EL CONGO LA PAZ ES PARA LAS MULTINACIONALES
Obviamente no hay ningún reconocimiento oficial de que la retirada del M-23 de Walikale esté relacionado con la vuelta a la actividad de la mina de casiterita de Bisie ni la estabilización de los mercados mundiales de estaño, por lo que lo que aquí se ha propuesto no deja de ser una teoría. No obstante, visto todo lo anterior no parece aventurado suponer que la paz conseguida con la retirada del M-23 de Walikale -en los últimos días de abril había retornado a la ciudad el 70% de las personas que huyeron por los combates y sus negocios comenzaban a reabrir- ha estado motivada por el riesgo de problemas a nivel mundial de suministro de estaño, fundamental para que se mueva nuestro mundo y con notables problemas en sus existencias, y de subida de precios de este metal cuya producción y comercio tantos millones de dólares mueve.
Según todo ello, la paz imposible para los seres humanos en RDC, que les obliga a abandonar sus hogares a cientos de miles y a vivir entre la miseria, el hambre y el continuo miedo por sus vidas, había sido cuestión de pocas semanas cuando determinados países, empresas e inversores han visto el riesgo en sus bolsillos y han acudido a los lugares, todos lejanos de la RDC, donde se decide la vida y muerte del pueblo congoleño.
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