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Tortuga Antimilitar
Propaganda de guerra: No dejemos que conviertan las aulas en cuarteles
Enrique Díez Mayo
«El arma más poderosa en manos del opresor es la mente del oprimido» — Steve Biko
Europa, con la justificación de la «preparación ante crisis», está introduciendo en las escuelas programas de adoctrinamiento militar y propagandístico, disfrazados de simulacros de emergencia. Lo que se vende como un plan de seguridad es, en realidad, un lavado de cerebro institucionalizado, diseñado para normalizar la guerra, el miedo y la sumisión ante un futuro de conflictos fabricados por las élites en guerra por los recursos (tierras raras en Ucrania) para sus empresas.
La militarización de la educación: simulacros que inculcan obediencia
En países como Alemania, Francia, España y los países nórdicos, los gobiernos conservadores y socialdemócratas están implementando «simulacros de guerra y desastres» en colegios, con ejercicios que incluyen alarmas, refugios anti-bombardeos y protocolos de evacuación. Lo que pretenden es la normalización del Estado Bélico: los niños y las niñas crecerán asumiendo que la guerra es un fenómeno inevitable, en lugar de una consecuencia de decisiones políticas. Como denunció Noam Chomsky: «La propaganda es a la democracia lo que la violencia al estado totalitario.»
Y simultáneamente generar una psicología del miedo: la campaña del miedo ha llegado a los colegios utilizando la misma estrategia de los gánsteres y de la empresa de seguridad Securitas Direct: expanden el miedo y nos venden seguridad. Según un estudio de la Universidad de Cambridge (2023) la exposición constante a simulacros de emergencia aumenta la ansiedad infantil y la predisposición a aceptar medidas autoritarias. Como dijo el famoso periodistan, Ryszard Kapuściński (2002), «las guerras siempre empiezan mucho antes de que se oiga el primer disparo, comienzan con un cambio del lenguaje en los medios». En este caso, en las aulas. Es puro adoctrinamiento.
Manipulación histórica y propaganda de guerra: enseñar «quiénes son los buenos y los malos»
En el franquismo ya se usó la escuela para enseñar quiénes eran los buenos (los golpistas y quienes dirigieron la dictadura durante cuarenta años) y los malos (los demócratas que defendieron la democracia republicana). Esto se está repitiendo en los nuevos materiales pedagógicos y en las narrativas que se repiten constantemente en los medios de comunicación para legitimar el rearme europeo. Este injustificable gasto de casi un billón de euros en armamento supondrá el recorte en inversión social, en educación, sanidad y servicios públicos, como ya ha anunciado el gobierno laborista inglés. Esta política al dictado de Trump y servil, como si fuéramos una colonia norteamericana, a los intereses de la industria armamentística de Estados Unidos, a las que reflotaremos y enriqueceremos con los impuestos de la clase trabajadora de los países europeos. Además, en países como Polonia y Ucrania ya incluyen narrativas maniqueas donde se les enseña a los niños y niñas que Rusia es el «enemigo absoluto», la OTAN es la «fuerza protectora» y cualquier disidencia respecto a estos mantras es «desinformación» y traición. Ya advirtió Hiram Johnson que «la primera víctima de la guerra es la verdad.»
Pero en las aulas no hay espacio para el pensamiento crítico. Se elimina el contexto histórico (como la expansión de la OTAN hacia el Este o las guerras impulsadas por Occidente en Irak y Libia) para crear una generación que no cuestione las futuras intervenciones militares y el aumento de gasto militar a costa del recorte social.
Doble moral geopolítica: ¿por qué no se enseñan los crímenes de Occidente?
Mientras a los niños y niñas europeos se les adoctrina sobre los peligros de Rusia o China no se mencionan los 4 millones de muertos en Oriente Medio por guerras y masacres de EE.UU. y los aliados (según Brown University, 2023), ni hay simulacros para prepararse contra el hambre o la pobreza, a pesar de que la UE destruye alimentos para mantener los precios en continua alza, mientras 33 millones de personas en Europa pasan necesidad (Eurostat, 2024). «Cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren», afirmó el filósofo Jean-Paul Sartre. Mientras, la ministra alemana de Educación del partido liberal FDP, Bettina Stark-Watzinger, se ha mostrado a favor de que en los colegios se realicen ‘ejercicios de defensa'.
El objetivo real: crear ciudadanía dócil para un futuro bélico ininterrumpido
El Foro Económico Mundial (WEF) ya habla de «la necesidad de resiliencia frente a guerras prolongadas». Klaus Schwab advirtió en 2022: «La era de la paz estable ha terminado». Pero ¿por qué asumir que la guerra es inevitable en lugar de evitar sus causas?
En primer lugar, por intereses económicos de la industria armamentística europea y estadounidense que ha aumentado sus beneficios un 200% desde 2022 (SIPRI, 2024).
En segundo lugar, por la necesidad de “control social” ante la nueva crisis que se avecina y que supondrá una quiebra aún mayor del Estado de bienestar en la Europa occidental. Como escribió Aldous Huxley: «La dictadura perfecta tendrá la apariencia de una democracia, una prisión sin muros donde los prisioneros no soñarán con escapar.»
Resistir y educar para la paz
Las comunidades educativas deben armarse…, para la paz. Armarse de argumentos, información, análisis crítico, pedagogía del desarme. Familias, alumnado y profesorado de las escuelas y de las universidades deben rebelarse contra este adoctrinamiento. Exigir transparencia sobre quién diseña estos programas de adoctrinamiento en las aulas, promover el pensamiento crítico, formando en geopolítica con rigor, no con propaganda y denunciando la hipocresía: si realmente importara la seguridad infantil, los gobiernos lo que deben invertir es en sanidad, educación, servicios sociales y vivienda, no en más armas y guerras.
No olvidemos que «en tiempos de engaño y propaganda, mostrar la verdad es un acto revolucionario» (George Orwell). No dejemos que conviertan las aulas en cuarteles. La guerra no es un juego, ni un «simulacro». Es muerte, miseria y destrucción de otros seres humanos. Usar la educación para normalizarla es un crimen contra la infancia y la democracia. Europa no necesita niñas y niños adoctrinados, sino ciudadanos libres capaces de cuestionar la guerra y su propaganda. Porque el mayor peligro no son solo las bombas, sino la manipulación que las justifica.
NO A LA GUERRA
NO A LA OTAN
NO AL REARME
Enrique Díez
Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León. Autor de “Pedagogía del Decrecimiento” (2024), "Pedagogía Antifascista"(2023) y “La Historia Silenciada” (2022)
Israel comete piratería en aguas internacionales y secuestra a la tripulación de un barco con ayuda humanitaria para Gaza
Los tripulantes del barco que navegaba rumbo a Gaza, entre ellos la activista sueca y un español, han sido retenidos y conducidos por las fuerzas israelíes a su territorio, mientras que Tel Aviv afirma: “El show ha terminado”.
España solo convoca al encargado de negocios de Israel en Madrid para protestar por el asalto a la Flotilla de la Libertad. No constan denuncias en la Audiencia Nacional por la piratería ni por el secuestro de un español en aguas internacionales. Nota de Tortuga.
elDiario.es
La coalición Flotilla de la Libertad denunció en la madrugada del lunes que los tripulantes del barco de ayuda humanitaria Madleen, con doce activistas a bordo, entre ellos Greta Thunberg, fueron “secuestrados por las fuerzas israelíes”. En una publicación en X, la organización humanitaria escribió: “¡SOS! Los voluntarios del Madleen han sido secuestrados por las fuerzas israelíes. Presionen a sus ministerios de Asuntos Exteriores y ayúdennos a mantenerlos a salvo”.
El grupo hizo varias publicaciones con mensajes grabados en vídeo previamente por cada uno de los activistas que integran la tripulación del barco. En un vídeo a bordo del Madleen, la activista sueca Greta Thunberg solicitó ayuda internacional: “Soy de Suecia (...) Si ven este video, estamos siendo interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes o fuerzas que apoyan a Israel. Insto a todos mis amigos, familiares y compañeros a que presionen al Gobierno sueco para que nos liberen a mí y a los demás lo antes posible”.
Entre los activistas que viajaban en la flotilla se encuentra un español, Sergio Toribio, quien ha pedido al Gobierno que actúe para la liberación de los detenidos. El Ejecutivo, a través del Ministerio de Exteriores, ha llamado a consultas a la representación de Israel en España para protestar por esta intervención contra la embarcación.
La relatora de la ONU para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, escribió minutos antes en su red social que había perdido comunicación con la nave y pidió al Gobierno de Reino Unido, cuya bandera lleva el Madleen, “solicitar urgentemente una aclaración completa y asegurar la liberación inmediata del buque y su tripulación”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores Israelí afirmó que “todos los pasajeros del 'yate selfie' están sanos y salvos. Les han dado sándwiches y agua. El show ha terminado”, en una publicación acompañada de un video con los activistas.
Exteriores también difunció una foto de Thunberg en la que se ve a la activista con un chaleco salvavidas recibiendo un bocadillo y el Ministerio afirmó que está “a salvo y con buen ánimo”.
En un comunicado anterior, el Ministerio acusó a Greta y a los otros tripulantes –de Francia, Alemania, Turquía, España, etc.– de “organizar una provocación mediática con el único propósito de ganar publicidad” y alegó que el barco navegaba con ayuda humanitaria equivalente a “un camión”, mientras que “más de mil doscientos camiones de ayuda han entrado a Gaza desde Israel en las últimas dos semanas”. “Esta pequeña cantidad de ayuda que estaba a bordo del barco y que no fue consumida por las 'celebridades' va a ser transferida a Gaza a través de verdaderos canales humanitarios”, concluyó Exteriores.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, felicitó al Ejército por la “rápida y segura toma de control” del Madleen e informó que los activistas que viajaban a bordo fueron llevados al puerto de Ashdod, donde se les mostrarán vídeo de los ataques de Hamás del 7 de octubre contra el sur de Israel, en los que murieron unas 1.200 personas y 251 fueron secuestradas. Katz dijo en X que “es apropiado que la antisemita Greta y sus compañeros de Hamás vean exactamente a qué organización terrorista de Hamás vinieron a apoyar y para quién trabajan, qué atrocidades cometieron contra mujeres, ancianos y niños, y contra quién lucha Israel para defenderla”.
El barco, que lleva bandera británica y forma parte de la coalición Flotilla de la Libertad, zarpó de Sicilia (Italia) hace siete días con el objetivo de alcanzar la Franja para “entregar ayuda humanitaria, romper el bloqueo israelí y visibilizar el sufrimiento continuo en el enclave palestino”, después de más de 20 meses de genocidio cometido por Israel, que ha matado a casi 55.000 personas.
Las autoridades israelíes habían advertido en los pasados días de que no permitirían a la embarcación llegar a Gaza, pero no han empleado la fuerza brutal para impedirlo, a diferencia de otras ocasiones en las que barcos de la Flotilla de la Libertad han intentado romper el bloqueo por mar. Buques del Ejército rodearon el barco, después de haber interrumpido las comunicaciones algunas horas antes, pero no dispararon contra los tripulantes ni lo bombardearon. El pasado 2 de junio, otro barco de la Flotilla fue atacado por drones supuestamente israelíes en aguas internacionales y se vio obligado a suspender su viaje.
La invasión química y el cáncer cada vez más precoz
El cáncer en jóvenes y la invasión química: la alarma del Dr. Nicolás Olea. Contaminación del planeta humano y del ser humano. Evidencia científica
El Dr. Nicolás Olea, catedrático de Medicina de la Universidad de Granada y reconocido experto en disruptores endocrinos, ha lanzado una seria advertencia: el cáncer en jóvenes está aumentando a un ritmo alarmante. Algunos datos globales sugieren un incremento de hasta el 80 % en ciertos tipos de cáncer en las últimas décadas. Para el Dr. Olea, esta preocupante tendencia no es casual; está directamente relacionada con nuestra exposición masiva y constante a químicos tóxicos y plásticos que nos rodean a diario.
La evidencia del aumento del cáncer en jóvenes
La observación del Dr. Olea está respaldada por una creciente cantidad de estudios a nivel mundial. Múltiples investigaciones han documentado un incremento en la incidencia de cáncer en adultos jóvenes (menores de 50 años). Este aumento se ha notado particularmente en tipos como el cáncer colorrectal, de mama, tiroides, páncreas y próstata. Aunque la magnitud exacta puede variar según la región, la tendencia general es clara y motivo de grave preocupación para la comunidad científica.
Un estudio clave publicado en la revista BMJ Oncology en 2023, basado en los datos del Global Burden of Disease 2019 Study, confirma esta tendencia a escala global. Este análisis, que examinó 29 tipos de cáncer en 204 países entre 1990 y 2019, reporta un aumento del 79 % en la incidencia de cánceres de aparición temprana en menores de 50 años, pasando de 1,82 millones de casos en 1990 a 3,26 millones en 2019.
Los cánceres de tráquea (nasofaringe) y próstata mostraron los mayores incrementos, con tasas anuales de aumento del 2,28 % y 2,23 % respectivamente, mientras que el cáncer de mama representó la mayor carga de casos (13,7 por cada 100 000 personas) y muertes asociadas. Los autores del estudio señalan que, además de factores genéticos, los estilos de vida poco saludables (como dietas ricas en carne roja y sal, consumo de alcohol, tabaquismo, inactividad física, obesidad e hiperglucemia) y la exposición a factores ambientales podrían estar contribuyendo a esta tendencia. Sin embargo, reconocen limitaciones, como la variabilidad en la calidad de los registros de cáncer entre países, lo que podría subestimar la magnitud real del problema.
Disruptores endocrinos: químicos tóxicos en nuestro día a día
El Dr. Olea enfatiza que la clave de este problema reside en los disruptores endocrinos. Estas sustancias químicas, una vez en nuestro organismo, pueden alterar el delicado funcionamiento del sistema hormonal. Las hormonas son mensajeros químicos cruciales para el desarrollo y la correcta función de innumerables procesos biológicos. Una interferencia con ellas puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo una mayor predisposición al cáncer.
El problema es la omnipresencia de estos compuestos en nuestro entorno moderno.
Alimentos envasados en plástico. Un foco principal para el Dr. Olea. La mayoría de los plásticos usados en envases alimentarios contienen disruptores como los bisfenoles (por ejemplo, BPA) y los ftalatos. Estas sustancias no permanecen en el plástico, sino que pueden migrar a los alimentos, especialmente con el calor, el contacto con grasas o aceites, o el desgaste. El BPA, un conocido disruptor que imita los estrógenos, se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama, próstata y ovarios. Los ftalatos, usados para flexibilizar el plástico, también interfieren con el sistema hormonal y se asocian con problemas reproductivos y un posible aumento de ciertos cánceres hormonales. Además, los plásticos se degradan en microplásticos y nanoplásticos que también podemos ingerir.
Neumáticos y tubos de escape. El aire que respiramos está cargado de contaminantes del tráfico. El desgaste de los neumáticos libera microplásticos y una mezcla compleja de químicos, incluyendo hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estos pueden contaminar suelos y cultivos, llegando eventualmente a nuestros alimentos. Los tubos de escape emiten partículas ultrafinas, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y HAP. Muchos de estos son carcinógenos conocidos o disruptores endocrinos. La exposición crónica a estos contaminantes, incluso a bajas dosis, puede acumularse y aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer, especialmente los respiratorios y sanguíneos (leucemias).
Champús, geles, cremas, protectores solares y otros productos de cuidado personal. Nuestra piel, el órgano más grande del cuerpo, es una vía significativa de absorción. Lo que aplicamos a diario —champús, geles de ducha, cremas hidratantes, protectores solares, maquillajes, desodorantes y perfumes— puede contener una variedad de disruptores y otros químicos problemáticos:
Parabenos: conservantes que imitan el estrógeno y se han vinculado al cáncer de mama.
Ftalatos: presentes en muchas fragancias sintéticas, interfieren con la producción hormonal.
Triclosán: antimicrobiano que puede alterar la regulación hormonal y la tiroides.
BHT y BHA: antioxidantes sintéticos con potencial como disruptores.
Filtros UV químicos (como oxibenzona y octinoxato): comunes en protectores solares, pueden actuar como disruptores endocrinos.
Fragancias sintéticas: a menudo son mezclas complejas con potencial alérgeno y disruptor.
Ropa sintética, reciclada y colorantes textiles. La industria textil es otra fuente importante de exposición.
Fibras sintéticas: prendas de poliéster, nailon o acrílico no solo liberan microplásticos al lavarse, sino que implican el uso de químicos durante su fabricación. El Dr. Olea ha señalado que "el polvo de hace cincuenta años era pelo y ácaros; ahora es fibra textil y compuestos químicos".
Ropa reciclada: aunque sostenibles, los textiles reciclados pueden retener químicos originales o añadir nuevos, como en el caso de ropa hecha con botellas PET recicladas.
Colorantes y aditivos textiles: las prendas de colores vivos utilizan tintes y aditivos que pueden ser carcinógenos o disruptores. También se emplean tratamientos antiarrugas o impermeables que contienen sustancias como formaldehído o compuestos perfluorados (PFAS), conocidos como “químicos eternos”.
El Dr. Olea ha insistido en que "el cien por cien de los niños españoles mea plástico cada día", evidenciando la saturación de nuestro entorno y la presencia generalizada de metabolitos de plásticos en niños, resultado de la exposición por ingestión, inhalación y absorción dérmica.
La conexión directa con el cáncer en jóvenes.
La preocupación del Dr. Olea se basa en varios puntos clave relacionados con la exposición química:
Vulnerabilidad en el desarrollo. Los jóvenes, especialmente los niños y fetos, son extremadamente sensibles a los efectos de los disruptores. Sus sistemas hormonales están en formación, y cualquier interferencia puede predisponer al cáncer en la adultez temprana.
Exposición acumulada y crónica. Desde antes de nacer hasta la adultez, estamos continuamente expuestos por múltiples vías. La acumulación de dosis bajas de muchos compuestos crea un cóctel tóxico que puede superar la capacidad del cuerpo para desintoxicarse o reparar el daño.
Mecanismos hormonales. Muchos cánceres que aumentan en jóvenes son hormono-dependientes, como los de mama, próstata o tiroides. Los disruptores pueden imitar o bloquear hormonas, favoreciendo el desarrollo de tumores.
Mutaciones y daño celular. Sustancias como los HAP y otros químicos presentes en productos de consumo pueden causar mutaciones genéticas y daño al ADN, lo que es un precursor del cáncer.
La perspectiva del experto y el respaldo científico
El Dr. Nicolás Olea ha dedicado su carrera a investigar los disruptores endocrinos y su impacto en la salud. Dirige un equipo de investigación en la Universidad de Granada, integrado en el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Este grupo analiza la presencia de disruptores endocrinos en el medio ambiente y su impacto en la salud humana, especialmente en poblaciones vulnerables como niños y mujeres embarazadas. Han realizado estudios pioneros sobre la detección de bisfenol A y ftalatos en muestras biológicas, contribuyendo a la evidencia global sobre los riesgos de estas sustancias.
Sus afirmaciones se basan en años de investigación y en la creciente evidencia científica que conecta la exposición a estos químicos con diversas patologías, incluido el cáncer. Ha publicado libros como Libérate de tóxicos. Guía para evitar los disruptores endocrinos, donde ofrece pautas para reducir la exposición diaria.
Aunque el cáncer es una enfermedad multifactorial, con influencia de la genética y el estilo de vida, la exposición a químicos tóxicos es un factor de riesgo cada vez más reconocido.
La visión del Dr. Nicolás Olea es una llamada de atención crucial. La modernidad, con su dependencia de plásticos, combustibles fósiles y productos químicos complejos, ha creado un entorno saturado de sustancias tóxicas que actúan como disruptores endocrinos.
Estos compuestos, al interferir con nuestros sistemas biológicos más sensibles desde edades muy tempranas, contribuyen significativamente al aumento del cáncer en las generaciones más jóvenes. La exposición crónica y acumulativa a estas sustancias, presentes en envases, aire contaminado, productos de higiene y la ropa que usamos, es un factor de riesgo que no puede seguir siendo ignorado.
La solución, desde la perspectiva de expertos como el Dr. Olea, implica una mayor concienciación, decisiones de consumo informadas, optar por alternativas más naturales y exigir una regulación más estricta y transparente.
La legitimidad de criticar a la Policía, aunque moleste
Joaquín Urias
Profesor de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal constitucional
Que un tribunal proteja los derechos fundamentales de un ciudadano no debería ser noticia. Ésa es, en teoría, una de sus funciones constitucionales. Sin embargo, cuando se trata del derecho que nos permite expresar en voz alta críticas a las actuaciones de la policía, no es habitual que lo hagan. Es verdad que la Constitución exige que exista una comunicación pública libre, en la que la ciudadanía pueda expresar sus opiniones sobre el funcionamiento de las instituciones sin miedo a ser molestados por ello. Sin embargo, ese derecho, en la práctica, suele quedarse en agua de borrajas.
Vivimos en un país en el que aún hay demasiadas personas empeñadas en impedir que circule la más mínima crítica a cualquier cuerpo policial. Es comprensible que la facción política que cree que la solución a todo son más ley y orden insista en proteger la legitimidad de quienes la ejecutan. Sin embargo, la obsesión por silenciar estas ideas va más allá y es seguramente un vestigio de la dictadura franquista, cuando la impunidad de las fuerzas del orden era la mejor garantía de su inquebrantable adhesión al régimen y de que, así, actuaran como policía política represora.
La impunidad policial aún existe. Numerosas sentencias europeas y españolas evidencian que nuestros jueces no investigan suficientemente las denuncias de abusos policiales. Cuando lo hacen, dan sistemáticamente más credibilidad a la versión de los agentes que a las pruebas en su contra. De ese modo, no puede decirse que exista realmente un contrapeso eficaz que evite cualquier exceso en el ejercicio la manifestación más violenta del poder estatal. En este estado de cosas, a quienes creemos en el imperio de la ley solo nos queda, al menos, el derecho a expresar públicamente dudas sobre actos sospechosos o criticar los sesgos autoritarios de demasiadas acciones policiales. Pero hasta eso nos intentan quitar. Imbuidos de la herencia de la dictadura, es frecuente que en el debate social se intente silenciar cualquier posicionamiento que ponga en duda la legitimidad de acciones policiales. Muchos medios de comunicación son incluso reacios a informar de abusos policiales demostrados. Y jueces y fiscales intentan, con demasiada frecuencia, prohibir y castigar tales expresiones legítimas.
Es lo que ha estado a punto de pasar en Andalucía. En diciembre pasado un vecino de Sevilla con su residencia y permiso de trabajo perfectamente en regla pero de origen inmigrante y raza negra estaba vendiendo sin autorización camisetas en la calle para complementar su sueldo. Ante la llegada de la policía local, huyó llevando con él la decena de camisetas que ofrecía. Fue perseguido durante varios kilómetros por agentes, motos y otros medios. Finalmente intentó ocultarse colgado de una amarra del puerto pero cayó al río, donde se ahogó por no saber nadar. Varias personalidades públicas, entre ellas un parlamentario andaluz, expresaron su perplejidad por estos hechos. El diputado, Ignacio García, de Adelante Andalucía, dijo -en concreto- que se había tratado de un acto de racismo institucional, violencia policial y represión. Ante ello, la Fiscalía Superior de Andalucía, instada por un sindicato de policías locales, no tuvo otra ocurrencia que presentar una querella contra él, acusándolo de un delito de injurias a la policía. En un acto de chulería institucional, dos agentes policiales entraron sin permiso en el Parlamento de Andalucía para entregársela personalmente en su despacho.
La fiscalía buscaba así lanzar un aviso a navegantes y silenciar cualquier crítica a la policía con la amenaza del derecho penal. Un ataque frontal a la libertad de expresión que sido contundentemente frenado de raíz por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Y ahí está la noticia. El máximo órgano judicial de la comunidad autónoma ha dictado un Auto que es un brillante alegato a favor de la libertad de expresión, en la línea del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y de nuestro propio Tribunal Constitucional. Algo muy poco habitual, pero exigido por la idea misma de Estado de Derecho. Empieza abordando la acusación de racismo institucional. Dice que se trata de un concepto político de muy larga tradición en la lucha contra las desigualdades. Entiende que con ella se buscan cambios en la legislación o prácticas habituales, por lo que está protegida por el derecho constitucional a la crítica política. Así que concluye que, tomen nota, "nada impide desde el punto d vista penal a un ciudadano español sostener en público que perseguir policialmente a inmigrantes manteros es expresión de un racismo institucional".
Respecto a la "violencia policial" estos jueces vienen a decir que se trata de una obviedad. En efecto las fuerzas y cuerpos de seguridad ejercen el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Son el brazo del poder estatal autorizado para recurrir a la violencia y recordarlo no puede ser ilegítimo. Tampoco abrir un debate público sobre la proporcionalidad con que se utiliza el recurso a dicha violencia. Por último entra en el quid de la cuestión, que es la legitimidad de expresar dudas o sospechas sobre la causa de la muerte del sevillano. En este sentido es importante señalar que ni el diputado andaluz ni otras personas que han opinado en público sobre el tema han afirmado jamás que fuera asesinado por la policía. Se trata de una acusación grave que no está respaldada por ninguna prueba y carecería de protección constitucional por no cumplir con el requisito de la veracidad que impone el artículo 20.1 de la Constitución. Sin embargo, no puede prohibirse dudar públicamente del efecto que la persecución policial tuvo sobre la muerte de Mahmoud, que así se llamaba la víctima. Mal iría la nuestra democracia si, como piensa la fiscalía, el mero hecho de pedir una investigación supusiera una ofensa a la policía.
El auto judicial resulta interesante para dejar en su justo espacio el delito d e injurias a la policía, reservado para expresiones deliberadamente desligadas de la crítica política o social y emitidas con la única intención de herir a los cuerpos de seguridad o sus miembros. Se desmonta así una nueva amenaza contra la libertad de expresión y se avanza en el camino hacía una policía democrática sometida a la crítica pública.
El único borrón en esta resolución impecable lo causa la irrefrenable tendencia de nuestros jueces a marcar sus escritos con valoraciones morales que no son en absoluto de su competencia. Cuando un ciudadano ejerce su libertad de expresión al amparo de la Constitución, no corresponde a ningún magistrado valorarla moralmente. Aún así, el auto -se supone que para no molestar a la policía- califica varias veces las declaraciones del parlamentario de irrespetuosas e imprudentes y se "hace cargo" del malestar que deben haber producido entre los agentes. Una pena que jueces con conocimientos suficientes para conocer el régimen de la libertad de expresión no sepan que su papel es el de aplicar la ley y no el de valorar en el ejercicio de su jurisdicción las legítimas expresiones políticas de los ciudadanos.
Nada es perfecto, y mientras logramos tener jueces conscientes de sus límites debemos al menos alegrarnos de que algunos de ellos dejen también claro nuestro derecho como sociedad a expresar críticas, aunque molesten. Debería ser obvio, pero en los tiempos que corren, no es poco.
La Comunidad Valenciana y el Ministerio de Defensa imparten cursos de propaganda de la OTAN y reclutamiento a profesores
Por Redacción NR
El Ministerio de Defensa español ha lanzado un programa de propaganda en la Comunidad Valenciana dirigido a profesores de secundaria, bachillerato y formación profesional. La Conselleria de Educación de la Generalitat valenciana está ‘animando' a los docentes a asistir a un curso de ‘Cultura de Paz, Seguridad y Defensa' que cuenta con la homologación por parte de la Generalitat y sumará puntos en su currículum.
El curso, de tipo presencial y de una duración total de 20 horas, se impartirá del 1 al 4 de julio en las sedes provinciales de la Delegación de Defensa de la Comunidad Valenciana y contará con la participación de miembros de las Fuerzas Armadas. El contenido, claramente propagandístico, habla de ‘riesgos y amenazas en un mundo globalizado', recurriendo (sin citarlo explícitamente) al fantasma de una amenaza militar existencial por parte de Rusia, y planteando la necesidad de una ‘defensa compartida con nuestros aliados' en referencia a la Unión Europea y la OTAN. El curso también brinda información sobre la posibilidad de desarrollar una carrera profesional en las Fuerzas Armadas con el objetivo de fomentar el reclutamiento de adolescentes en futuras charlas con el alumnado.
Llama la atención que el remitente del correo recibido por los docentes sea directamente de las Fuerzas Armadas. Tanto en el propio correo usado como en el ‘asunto' se aprecia la palabra ‘reclutamiento', y en el cuerpo del mensaje se habla de ‘exponer las diversas ofertas de desarrollo profesional que ofrecen las Fuerzas Armadas dirigido fundamentalmente a los alumnos de bachiller y FP'. La idea es clara: formar primero a los profesores para que se familiaricen con el ámbito militar para posteriormente venderlo como algo atractivo para los estudiantes, hasta el punto de que lo vean como una salida laboral. Detrás de ese título amable del curso: ‘Cultura de Paz, Seguridad y Defensa', se esconde un objetivo primordial: el reclutamiento militar de jóvenes.
La Comunidad Valenciana está siendo el laboratorio en el que se está implantando este programa piloto del Ministerio de Defensa, que probablemente se termine extendiendo al conjunto del país. Es importante remarcar que esta maniobra de propaganda y reclutamiento se lanza en el sector educativo en un contexto de militarización sin precedentes impulsado por la Unión Europea y la OTAN y que el gobierno de España ha asumido con entusiasmo. En los próximos años, el ejecutivo español quiere llevar a cabo una transferencia masiva de dinero público a los bolsillos de la industria armamentística bajo el pretexto de la ‘amenaza rusa'. Y este programa que desembarca en los centros educativos es un elemento más en esta peligrosa deriva militarista que solo beneficia a la burguesía y que busca que estudiantes y trabajadores sean su carne de cañón.
La española Zara abre su nueva y «enorme» tienda insignia en Israel
El gigante del fast fashion se hizo presente en el centro comercial más grande de Israel, que se inauguró esta semana en el centro del país.
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Cómo funciona 'No Thanks', la app para rastrear productos vinculados a Israel
Redacción
La española Zara, uno de los gigantes globales del fast fashion, presentó esta semana su nueva y «enorme» tienda insignia en Israel, instalada en el centro comercial más grande del país.
Como no podía ser de otra manera, Zara se hizo presente en el centro comercial Glilot, un mall especializado en vestimenta y moda que está abriendo sus puertas en la periferia de Tel Aviv con una superficie de 44.000 metros cuadrados.
El local de la firma española cuenta con dos pisos y combina sus tradicionales líneas de ropa con los productos de Zara Home en 4.500 metros cuadrados, informó la prensa israelí.
Se trata de «un complejo enorme», dijo Maariv al comentar la presentación del local. «No es una tienda habitual más de la exitosa cadena española, sino de un concepto innovador«, elogió el diario.
Una tienda muy ecológica
Maariv destacó que, «como parte del compromiso de Zara de diseñar, construir y gestionar tiendas de forma eficiente, la tienda en el Big Fashion Glilot está equipada con los últimos sistemas ecológicos».
Esos sistemas «incluyen calefacción y refrigeración eficientes, iluminación LED de bajo consumo y el uso de materiales respetuosos del medio ambiente«.
Voceros del coloso español aseguraron que Zara «trabaja continuamente para reducir el impacto ambiental de sus operaciones y promueve programas de reciclaje y reutilización para apoyar una economía circular y reducir el consumo de nuevas materias primas».
«Nuestro objetivo -adelantaron- es completar la revolución verde para el 2040» como parte de una «visión global» en materia de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental.
El reporte del diario apuntó que la apertura de el nuevo flagship store en el Glilot «enmarca en la expansión de las actividades del Grupo Inditex en Israel«, que opera, además de Zara, las marcas Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Zara Home.
Inditex, considerado el grupo más grande de mundo en el sector del fast fashion, opera en más de 7.200 locales en noventa y tres países.
Tomada del medio sionista Israeleconómico, cuyo enlace no vamos a poner aquí (Tortuga).
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Geoffrey Hinton, precursor de la IA: “El avance de la inteligencia artificial tendrá como consecuencia el avance del fascismo en nuestra sociedad”
Esteban García Marcos
Geoffrey Hinton es una de las grandes mentes que han dado luz a inteligencias artificiales (IA) como ChatGPT o Claude. Su análisis del aprendizaje profundo y su capacidad de entender la lógica detrás de todas estas cuestiones le han granjeado el título honorífico de ser el 'Padrino' de la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, también ha visto el gran peligro existencial que la IA entraña, por lo que se ha retirado de este mundo.
Su nivel de compromiso a la hora de entender el mundo de la IA le granjeó en su momento el Nobel de Física junto con John Hopfield por su aportación a este campo. Esto es lo que hace todavía más interesante el hecho de que su visión sobre el mismo sea tan negativa. Al fin y al cabo, prácticamente nadie conoce la IA y las redes neuronales como él, por lo que sienta un extraño precedente de genio consciente del impacto que puede tener su creación.
Ahora, Hinton parece que va a señalar otro peligro que corre la humanidad por culpa de la IA, y no es ni más ni menos que el auge del fascismo.
La IA como garante del fascismo
Geoffrey Hinton ha querido advertir sobre el peligro que supone el ascenso de la IA en el mundo actual. No tanto por los daños que puede causar la propia IA. De hecho, no plantea un apocalipsis porque esta se salga de control. Todo lo contrario, el problema sigue siendo el ser humano y el modelo económico imperante en la actualidad. Para Hinton, el verdadero problema es la sociedad capitalista.
Teniendo un gran aumento de la productividad debería haber un aumento de bienes y servicios para todo el mundo y la gente viviría mejor. El problema es que realmente está pasando lo contrario porque vivimos en una sociedad capitalista.
El problema para Hinton está en que, está convencido de que la IA va a generar una gran cantidad de dinero con el paso de los años, y eso en teoría debería ser bueno para todo el mundo. Aumentaría la riqueza global y ayudaría a alcanzar una cierta igualdad. Pero el punto no es cierto, sino que simplemente hará más ricos a los ricos y pobres a aquellos que pierdan su salario. Estas personas se verán abocadas a abrazar el extremismo debido a su pérdida absoluta de poder adquisitivo, tal y como ocurrió en la Europa de Entreguerras.
Este aumento enorme de la productividad le va a dar más dinero a las grandes empresas y a los ricos, aumentando todavía más el hueco entre los ricos y la gente que va a perder su trabajo. Tan pronto como aumentes este espacio, más terreno fértil queda para el auge del fascismo.
La postura de Hinton es clara en lo que se refiere a los peligros de la IA. No es tanto lo que puede causar la propia Inteligencia Artificial al ser humano, sino los efectos devastadores que el propio humano puede generar en su propia economía al adoptarla:
Es triste porque solo estamos haciéndolo peor y peor, y es una locura porque podría ser algo que ayudara a todo el mundo. Pero si los beneficios van solo para los ricos, la sociedad será claramente peor.
Así, no es el único en mostrar una visión pesimista de las cuestiones y problemáticas que plantean este tipo de situaciones, ya advertía el MIT sobre la capacidad que tiene la IA para mentir. Pero él va un paso más allá y critica al propio modelo productivo, el capitalismo, como principal problema que hará que el fascismo acabe creciendo debido al gran cisma económico entre clases que se producirá.
No, España no ha revocado ningún contrato armamentístico con Israel
Alejandro Pozo Marín
En un artículo la semana pasada en elDiario.es identificamos diez ámbitos de relaciones armamentísticas entre España e Israel, uno de ellos es la adjudicación en España de contratos públicos para la adquisición de productos de defensa israelíes. Con una sola medida, ninguno de esos ámbitos sería posible: un embargo integral.
Solo hace una falta una medida, esa, y no otra, una fórmula sobre la que aparentemente existe un apoyo mayoritario en el Congreso. Pero los ministros de Defensa y Exteriores ya la han objetado. José Manuel Albares defiende un embargo de las exportaciones, sin que afecte a las adquisiciones de material de defensa israelí. Defensa “pide realismo y no engañar a los ciudadanos con falsas expectativas”. Ambos argumentan que ya existe un “embargo de facto”. Pero no se trata de una medida formal, sino política, una donde la propia subjetividad del Ejecutivo determina cada criterio y lo modula en función del interés del momento: “Una cosa son licencias de determinada tecnología y otra cosa es armamento, y España no compra armas a Israel”, dijo la ministra Margarita Robles.
Eso no es un embargo de armas, ni de iure ni de facto, ni una medida acorde con lo que requiere la coyuntura actual en el territorio palestino.
Desde el 7 de octubre de 2023 el Gobierno ha tomado decisiones que le singularizan, en positivo, entre el conjunto de sus aliados de la Unión Europea y la OTAN. Sin embargo, los datos públicos disponibles sugieren que, desde aquella fecha, las relaciones armamentísticas entre España e Israel han sido más prolíficas que nunca, en particular en lo relacionado con la cooperación industrial y la adjudicación de contratos. Ese volumen no responde a una intención deliberada de aumentar esas relaciones gracias a lo que acontece en Gaza, sino a una herencia del pasado asumida acrítica e interesadamente; la continuación de esas relaciones va en aumento a pesar de las atrocidades cometidas en la Franja.
Aquí reside la primera reflexión que cabe hacerse: cómo ha sido posible generar semejante dependencia con quien nunca ha sido de fiar en cuanto a lo que hace con el mismo material de defensa que adquirimos. Sin rendición de cuentas, difícilmente se podrá aprender cómo mejorar.
Los misiles Spike
El misil Spike forma parte de los arsenales españoles desde hace cerca de dos décadas. Su propietaria es la empresa pública israelí Rafael Advance Defense Systems y lo ha publicitado desde el primer momento como “probado en combate”. Los medios de comunicación españoles suelen definir ese misil como “antitanque”. Sin embargo, Rafael lo califica de “multipropósito”. El Spike se utiliza en Gaza, con mucha asiduidad, pero las organizaciones armadas palestinas no tienen tanques. Ese misil ha sido usado para matar a civiles.
Recordarán que las Fuerzas de Defensa de Israel asesinaron a siete trabajadores de la ONG fundada por el cocinero español José Andrés, World Central Kitchen, en abril de 2024: un palestino, tres británicos, un australiano, un polaco y un canadiense-estadounidense. Los mataron con un dron de Elbit Systems, el Hermes 450, que disparó tres misiles que, con “mucha probabilidad”, eran los Spike de Rafael. Esa utilización contra civiles viene de lejos. Según Human Rights Watch, ese misil también fue disparado por los drones israelíes en 2009 durante los ataques a Gaza en la operación Plomo Fundido, matando al menos a 48 civiles.
El martes empezamos el día con la noticia de que algo había sido revocado en relación con las adquisiciones del misil Spike. Pero no quedó claro qué se había revocado exactamente. La primera sensación fue que había sido una licencia de importación: el 23 de mayo, el Gobierno había denegado la entrada en España por el puerto de Cartagena al buque “Danica Violet”, que transportaba “componentes” para fabricar los misiles Spike LR2. Es como si uno hace un pedido online –y lo paga– y echa al repartidor cuando llama al timbre. Ese proveedor merecía un rechazo, pero ese caso es paradójico y merece una explicación que todavía no ha sido proporcionada.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aclaró que “se ha iniciado el proceso de revocación de la licencia tecnológica, y en este momento se está buscando cómo reorientar el programa e, incluso, se están estudiando los efectos de esa medida de cancelación”. Remarquemos: “iniciado el proceso de revocación de la licencia tecnológica”. Esa declaración rememora la que hizo el Ministerio del Interior el 29 de octubre de 2024 en relación con el famoso contrato para adquirir munición de 9 mm para la Guardia Civil. El titular de la noticia de Interior fue: “Interior inicia el proceso para rescindir el contrato de compra de munición a una empresa israelí”. Remarquemos: “Inicia el proceso para rescindir”.
¿Cómo interpretaron entonces muchos medios de comunicación esa noticia? Muchos dieron por hecho que la anulación ya se había producido: “Interior cancela la compra”, “Interior cancela el contrato”, “Interior anula la compra” o “Interior cancela la compra de munición”. Más tarde, se formalizó un contrato que nunca se había cancelado y esa situación continúa hoy, a pesar de los anuncios sobre su rescisión. No es tan fácil y no es tan rápido.
El martes, muchos medios volvieron a dar por hecho el fin del contrato para el suministro del Spike: “se cancela la compra”, “prescinde ya de misiles Spyke” (sic) o “Defensa revoca un contrato con una empresa israelí”. Esos medios afirmaron haber consultado a fuentes de Defensa. Para algunos, Pap Tecnos, la adjudicataria del contrato para el suministro de los misiles Spike, era una empresa “española”; para otros, “israelí” (se trata de una filial de Rafael establecida en España). Mientras que en España muchos medios han recogido la noticia de manera desigual ante la confusión, los medios de comunicación internacionales han dado por cancelado el contrato, en muchos casos citando a los medios españoles. También lo han hecho en Israel, al menos en una docena de medios de ese país.
La realidad es que ese contrato no está revocado. Al menos, eso es lo que han asegurado fuentes de Defensa a los medios que han preguntado. En la página web del Ministerio no aparece noticia alguna sobre este asunto y no existe ningún documento formal. Asimismo, Pap Tecnos comunicó a la agencia Associated Press que “no ha sido informada de ninguna cancelación” y lo mismo dijo en Israel la empresa Rafael. Tampoco Elbit Systems –propietaria del modelo en el que se basa el SILAM, un segundo contrato del que se ha informado sobre una eventual revocación– ha publicado nada en su web.
Según el portal defensa.com, ni siquiera se estaría iniciando proceso alguno para esa revocación: la licencia se renueva cada año, el martes expiraba la que se encontraba en curso y no habría sido renovada. Esa licencia, según el portal, era necesaria para la “importación de ciertos componentes que integran el misil que se fabrica en España, según el plan industrial liderado por Pap Tecnos, en el que participan empresas españolas como Tecnobit – Grupo Oesia, EM&E Group o FMG, empresas con las que se han cumplido los compromisos de transferencia tecnológica por parte del tecnólogo [Rafael]”. También identifica un “contrasentido” en suspender las licencias y mantener el programa. En una situación similar parece encontrarse el programa del lanzacohetes SILAM, del que se afirma que no usará tecnología israelí, sino íntegramente española, tanto en los lanzadores como en la munición.
Una eventual cancelación de los contratos adjudicados conllevaría algunas derivadas: la modificación drástica del programa, alterando costes, plazos y logística; la búsqueda de alternativas sin tecnología israelí; la sustitución de un estándar del Ejército desde hace muchos años, que también forma parte del equipamiento de vehículos como el Dragón 8x8 o el helicóptero de ataque Tigre –la logística está adaptada, los operadores han sido instruidos y los técnicos han recibido la formación que necesitan–. Un cambio de modelo tendrá implicaciones económicas. Gratis no es, pero no se debe poner precio a la colaboración con quien está acusado de cometer los crímenes más horrendos que hemos sido capaces de tipificar.
Sin licencia, ¿no hay programa?
Sin licencias, no hay programa. ¿O sí lo hay? Habrá que leer la letra pequeña cuando esté disponible. Existe una manera de conciliar todos esos asuntos, una especie del gatopardismo imaginado por Giuseppe Tomasi di Lampedusa, aquel que consistía en un “cambiar todo para que nada cambie”. Seguir con los mismos productos, pero reetiquetarlos; utilizar la misma tecnología o similar, pero deslocalizarla de Israel; o simplemente prescindir de más transferencias desde Israel si lo realmente imprescindible ya ha sido transferido o se ha encontrado una alternativa para obtenerlo.
En el caso del SILAM, por ejemplo, el Ministerio de Defensa “ha comprado la Propiedad Intelectual del diseño”. ¿Ya no tiene entonces nada que ver con el sistema PULS que Israel está utilizando actualmente en Gaza? Otra opción es adquirir esas mismas licencias basadas en tecnología israelí de un fabricante europeo. En cualquier caso, cualquier tecnología o empresa involucrada, por muy filial que sea o muy relacionada que esté con la industria o el producto israelí será denominada “española”.
Compárese el esquema de la construcción del Spike de 2023 de Pap Tecnos (la primera imagen) con el que ofrece hoy la compañía en su página web (la segunda), donde destaca el “elevado grado de nacionalización”.
En el esquema actual desaparece la referencia a Rafael en relación con la fibra óptica, sin especificar cuál será la alternativa. Sin embargo, continúa la presencia de Pap Tecnos, como no podría ser de otra manera: el producto es el mismo y es suyo, de Rafael. De Israel.
La garantía que se pide al Gobierno es que la industria israelí, su Ejército o su Estado no se beneficiará de ninguna manera –ni en términos económicos, ni políticos, ni empresariales ni reputacionales– de las decisiones relacionadas con el material de defensa adquirido.
Sea cual sea la explicación –que se espera– de todo este embrollo, los contratos no están cancelados ni revocados, ni lo estarán en mucho tiempo, en el caso de que eso llegue a producirse. A no ser, claro, que se decrete un embargo. El 23 de octubre de 2024, la ministra de Defensa respondió a la solicitud por escrito del ministro de Derechos Sociales de cancelar los contratos vigentes con empresas armamentistas israelíes afirmado que se había dejado en suspenso todos los contratos de adquisición de armamento israelí, salvo los relacionados con el arreglo de piezas.
Sin embargo, no tenemos noticias de que eso esté sucediendo con la mayoría de los contratos identificados y todo parece apuntar a que siguen su curso, como el de la adquisición de designadores POD para sistemas de combate aéreo del que informaba este lunes este diario, un contrato formalizado en abril de 2024 con Rafael y que tiene su ejecución prevista hasta finales de 2027. De aquel anuncio de la ministra hace más de ocho meses, pero se dice que empieza ahora la búsqueda de cómo reorientar los programas y el estudio de los efectos de una eventual cancelación.
De la búsqueda a la cancelación hay un trecho, que esperemos que se recorra. Con todo, este ritmo pausado con vistas al largo plazo contrasta fuertemente con la urgencia que requiere cualquier medida tomada en relación con la situación en la Franja de Gaza. El Gobierno español podría adoptar de inmediato un embargo integral a través de un Decreto Ley y facilitar, además, la revocación de contratos, porque formaliza las razones para hacerlo.
Un contrato se anula por la vía administrativa y, a día de hoy, desde el 7 de octubre de 2023, España no ha adoptado ninguna medida formal administrativa que obligue, restrinja, prohíba o condicione las relaciones armamentísticas con Israel. Ninguna.
La fábrica de Rheinmetall en Murcia donde murió un trabajador producía armamento “al límite” de su capacidad
Álvaro García Sánchez
La fábrica de armamento que la multinacional alemana Rheinmetall Expal Munitions dirige en la pedanía murciana de Javalí Viejo se encuentra en el centro de una pormenorizada investigación policial. El pasado 30 de enero una deflagración en sus instalaciones provocó la muerte de un trabajador y dejó varios heridos, en un contexto marcado, se sabe ahora que las pesquisas avanzan, por una elevada carga de trabajo y por una serie de “irregularidades” en materia de seguridad laboral.
Asimismo, a nivel político, desde Podemos se ha denunciado que la “alta producción” de la planta está relacionada con la fabricación de armamento para Israel, al ser la compañía alemana una fuente confirmada de suministro a las tropas israelíes en su ofensiva sobre Gaza, tal y como destacó en octubre de 2024 un informe del Centre Delàs de Estudios por la Paz. Los datos públicos de Comercio del Gobierno de España revelan que la Región de Murcia ha recibido desde comienzos del 2024 una gran cantidad de explosivos. Se trata de una situación inusual hasta la fecha en esta comunidad autónoma.
Según confirman fuentes consultadas de UGT muy próximas a los delegados sindicales de la fábrica, ésta operaba con “una elevada carga de trabajo” y “a un ritmo fuerte”. “El volumen de actividad y producción que llevaban”, detallan las fuentes sindicales, “era alto desde hace mucho tiempo, y se había convertido en algo normal”.
Pero ese intenso ritmo de trabajo va un poco más allá. Un trabajador de la fábrica explica a este periódico que, desde finales de 2023, la producción en la planta de Rheinmetall murciana ha aumentado “al menos un 70%” de lo que era habitual. “Cuando pasó el accidente, ese taller que deflagró, y también el resto del complejo, se encontraba fabricando armamento al límite, a todo lo que podía dar”, señala.
En el marco de la investigación policial del suceso, la Policía Nacional ha detectado, sostienen fuentes del cuerpo armado, “irregularidades” en seguridad y salud laboral que motivaron la detención, el 27 de mayo, de dos responsables de Rheinmetall Expal Munitions, que ahora afrontan presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores, delitos de homicidio imprudente y también de lesiones por imprudencia. Asimismo, prosiguen las fuentes policiales, otros tres empleados de la fábrica están siendo investigados por su posible implicación en la deflagración, cuya llamarada tuvo la furia suficiente como para calcinar una extensión de tres kilómetros cuadrados de matorral hacia las afueras de la pedanía.
Tal y como informó El Español, el trabajador fallecido, de 42 años, acabó con el 70% de su cuerpo quemado y pasó doce días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, sin que se pudiera finalmente salvar su vida.
“La empresa era consciente de que había peligro y no lo solucionó”
“Las condiciones de seguridad eran inadecuadas y totalmente obsoletas. Las instalaciones, además, son muy antiguas”, trasladan desde UGT a través de los delegados sindicales de la fábrica.
El trabajador de Rheinmetall consultado por este diario afirma que el taller que ardió “necesitaba una remodelación urgente” para “reducir el peligro”, pero que la compañía no acometió dicha remodelación de seguridad en ningún momento. “La empresa era consciente de que había peligro y no lo solucionó. Querían fabricar a tope, y eso están haciendo, pero en esas instalaciones no se puede fabricar a tope”.
Por su parte, UGT manifiesta también que Rheinmetall Expal Munitions obligó a los trabajadores del turno inmediatamente posterior al de la deflagración, que se produjo el 30 de enero sobre las 16.30 horas, a acudir a su puesto de trabajo. “Pero no hubo producción durante aquel turno”, matizan. Los empleados, sostienen las fuentes sindicalistas, tuvieron que pasar las ocho horas de rigor en su puesto cuando la llamarada se había producido tan solo unos momentos antes, hiriendo de gravedad a varios de sus compañeros.
En Javalí Viejo los vecinos miran de reojo y con recelo a la fábrica tras los dos accidentes acaecidos en los últimos doce meses -hubo otro el 25 de enero de 2024 que causó dos heridos-. El complejo es grandísimo, y la pedanía, tan pequeña, está construida en gran parte junto a las tapias, que abarcan varios kilómetros en línea recta. Hay casas separadas de las instalaciones por apenas un par de metros. En cualquier momento temen que sobrevenga otra deflagración y ésta les pille cerca. La última se produjo más lejos, en el límite último de la planta, en la falda de la sierra.
Podemos vincula la producción de la fábrica con Israel
A medida que avanzan las pesquisas sobre las causas y las responsabilidades de la llamarada vuelve a salir a la palestra la vinculación de Rheinmetall con la exportación de armamento y municiones con destino Israel desde que comenzó su asedio sobre Gaza. En septiembre de 2024, una denuncia pública del diputado murciano en el Congreso, Javier Sánchez Serna, de Podemos, ponía el foco directamente en la fábrica de Javalí Viejo y en la llegada de material explosivo al puerto de Cartagena con rumbo a dicha planta. La empresa ha sido señalada reiteradamente en Alemania por su implicación en la exportación de armamento al ejército israelí, aunque también produce equipo militar para Ucrania, España y varios países de la OTAN.
Ya en enero de 2024, el diario Der Spiegel informó que Alemania accedió a la solicitud de Israel de entregar 10.000 cartuchos para tanques de 120 mm producidos por Rheinmetall. La firma alemana también aparece en un informe del Centre Delàs de Estudios por la Paz publicado por este diario en octubre de 2024, en el que se reportan datos de ataques a civiles y a edificios en Gaza con armas y munición de artillería proporcionadas por la compañía, cuya sede central está ubicada en Düsseldorf.
En su página web, la multinacional asegura que Rheinmetall Expall Munitions, que es el nombre que poseen las fábricas de la empresa en España, incluida la de Murcia, “es la responsable de la fabricación y entrega de cohetes que tienen un alcance máximo de 300 km”. La compañía cuelga en su página notas de prensa sobre pedidos por valor de decenas de millones de euros para suministrar munición de lanzacohetes del calibre 155mm a “clientes internacionales”, sin entrar en detalles sobre cuáles son esos destinatarios.
El trabajador de la fábrica murciana cuenta a elDiario.es que allí se produce armamento “para la OTAN, y para lo que recomienda la OTAN”. “Fabricamos para Ucrania, para España, para Alemania, Holanda o Eslovenia, entre otros. A Israel directamente no va lo que se hace aquí, aunque puede ser que una parte acabe allí de forma indirecta, con terceros países”, reconoce.
Sin ir más lejos, Rheinmetall arrastra acusaciones de exportar armas a Israel saltándose las restricciones alemanas y comunitarias por medio de intermediarios ubicados en otros países con políticas comerciales menos estrictas.
Cuando la Policía Nacional hizo pública el 27 de mayo la detención de los dos responsables de la planta de Javalí Viejo, el diputado de Podemos en la Asamblea Regional, Víctor Egío, reiteró el posible uso de la fábrica por parte de Rheinmetall “con el objetivo de abastecer de pólvora a las tropas israelíes”. La multinacional adquirió la planta en agosto de 2023 a la empresa Expal (Explosivos Alaveses). En octubre de ese mismo año comenzó la ofensiva de Israel sobre Gaza. Desde esa fecha, Egío sostiene que aumentó “significativamente la circulación de explosivos en el puerto de Cartagena”.
Flujo al alza de explosivos que recalan en Cartagena
El creciente tránsito de armamento en las terminales portuarias de Cartagena ha sido, asimismo, denunciado en varias ocasiones por la Campaña Fin al Comercio de Armas, integrada por más de 500 organizaciones. Los datos públicos revelan que ese incremento es un hecho constatable. Según la información accesible en la base de datos de Comercio del Gobierno de España, la Región de Murcia importó en 2024 explosivos preparados por valor de 1,2 millones de euros. En los años anteriores, en concreto 2021, 2022 y 2023, el volumen total de importaciones de dicho material había sido de 0 euros.
Desde el 1 de enero de 2024, según las cifras recopiladas por la Campaña a través de la información disponible en la web de la Autoridad Portuaria de Cartagena, al menos 23 barcos han descargado explosivos en el puerto de Cartagena. Muchos de ellos han estado vinculados a la venta de armas a Israel. La cantidad total de explosivos que han recalado en la ciudad portuaria en el último año y medio, coincidiendo con ese aumento en la producción de la fábrica, es de 258 toneladas.
Como sucedió, por ejemplo, con el buque Danica Sunrise en febrero, los contenedores con explosivos se descargan en la terminal cartagenera, y éstos salen a continuación del puerto en camiones que los transportan por carretera hasta la planta murciana. El buque Danica Violet, cuyo desembarco fue paralizado el pasado 23 de mayo después de que la Campaña lo asociara al comercio con Israel -el barco procedía directamente del puerto israelí de Haifa-, pretendía descargar una tonelada de explosivos en Cartagena.
La Campaña ha apuntado, asimismo, desde 2024, a la India como uno de los grandes exportadores de munición al puerto de Cartagena. Varios barcos, como el Borkum, que también fue denunciado por su relación con Israel, o como el Marianne Danica, al que el Gobierno le impidió la escala en la ciudad por el mismo motivo, descargaron explosivos en Cartagena procedentes del país asiático. Una investigación de Progressive International sacó a la luz que en diciembre de 2024 el propio Danica Violet entregó más de 18 toneladas de explosivos desde la India hasta Israel.
El portal de datos comerciales global Panjiva posee registros que enlazan directamente la importación de explosivos en Cartagena procedentes de la India con destino la fábrica de Rheinmetall en Javalí Viejo. En lo que llevamos de 2025 se han contabilizado un total de nueve referencias de exportación de explosivo de India a Cartagena para la planta de armamento murciana. En 2024, la cifra computada fue de 32 referencias de exportación.
Para la Campaña Fin al Comercio de Armas, los datos dejan claro que en la Región de Murcia se está produciendo munición en las instalaciones de Rhienmetall con destino y procedencia dudosos. Víctor Egío solicita desde Podemos “saber si en Javalí Viejo ese armamento se está fabricando para Israel”. “Si se quiere ser coherente”, añade, “el Gobierno debería negar a la multinacional alemana operar en España. No podemos permitirnos en Murcia una fábrica que comercia armas con un estado genocida”, señala el diputado.
Este periódico se ha puesto en contacto con Rheinmetall Expal Munitions y con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa sin obtener respuesta.
Colectivos pacifistas tildan de “provocación” traer a Canarias el Día de las Fuerzas Armadas
Efe
La Plataforma Canaria por la Paz, contra la OTAN y por la Neutralidad ha calificado la decisión celebrar este año en las islas los actos centrales del Día de las Fuerzas Armadas de “provocación” y de “humillación” al pueblo canario por parte del Gobierno de España.
Así lo han asegurado sus portavoces, Carmelo Suárez y Koldobi Velasco, en declaraciones a los periodistas en una concentración frente al palacio militar del parque San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria, en la que han recordado que Canarias “dijo no a la OTAN” en el referéndum de 1986 y ha mantenido “siempre una posición de compromiso por la neutralidad”.
Este rechazo se suma al de más de 400 personas que conforman medio centenar de colectivos de Canarias que han expresado también su disconformidad a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en las islas, “ni en ningún lugar”.
Este sábado, 7 de junio, Santa Cruz de Tenerife será el epicentro de la celebración del día de las Fuerzas Armadas, donde se espera contar con la presencia de los Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, pero desde toda la semana previa se han organizado eventos y ferias para acercar el ejército a la ciudadanía.
Actividades todas estas que han sido rechazadas desde la Plataforma Canaria por la Paz, ya que, a su juicio, buscan “un maquillaje del verdadero papel de los ejércitos, una legitimación que intenta ocultar que solo buscan que los ricos sean todavía más ricos y los pobres, más pobres”.
Koldobi Velasco ha detallado que desde la plataforma no quieren que Canarias sea “un paraíso militar” en el que hay un soldado por cada 169 habitantes, ni tampoco que se use el territorio insular para “ensayos de guerra”.
“Queremos una Canarias donde la seguridad real sea la neutralidad, la seguridad humana, la defensa de los derechos, de las libertades, de la satisfacción de las necesidades para todas las personas”, ha insistido la portavoz de la plataforma, quien ha agregado que en la actualidad el Gobierno de España se gasta 164 millones de euros al día en gasto militar.
Por su parte, Carmelo Suárez ha acusado de “complicidad” al Gobierno de Canarias (CC y PP) con el Ejecutivo estatal por permitir que estas jornadas “provocativas y humillantes” se celebren en el archipiélago y, especialmente, del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez (CC).
“La lógica de la guerra en la que está metida hoy el capitalismo internacional es una lógica suicida que responde a los intereses de los grandes monopolios en su confrontación por el control de los recursos y las rutas comerciales y económicas, y nada tiene que ver con los intereses del pueblo canario”, ha apuntado Suárez.
Según el portavoz de la plataforma, en un territorio como Canarias “no es posible desarrollar ninguna acción de guerra defensiva” al no haber prácticamente superficie para ello, por lo que se está usando al archipiélago como una “diana” y centro logístico para desde aquí atacar.
Para denunciar estas jornadas de “exaltación militarista”, desde la plataforma han convocado sendas manifestaciones para el mismo sábado, tanto en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) como en Las Palmas de Gran Canaria, así como otras acciones a lo largo de la semana en repulsa a que se intente “humillar” al pueblo canario con esta celebración del día de las Fuerzas Armadas.
Bloquean la entrada de la fábrica de armas de Trubia para exigir el embargo a Israel: “El xenocidiu entama equí”
Diego Díaz Alonso
Un grupo de personas ha bloqueado este miércoles por la mañana, durante hora y media, los accesos a la fábrica de armas de Trubia, Oviedo/Uviéu para exigir el embargo total de armas a Israel y el fin del comercio con este país.
Encadenados a las puertas de la histórica factoría armera, los activistas bloquearon el paso a camiones y trabajadores hasta que la Guardia Civil intervino y autorizó al personal de la fábrica a cortar las cadenas. Tras esto se realizaron identificaciones pero ninguna detención a los manifestantes, que portaban una pancarta con el lema “El xenocidiu entama equí”.
La elección de la fábrica de Trubia no es casual. En la actualidad la factoría se encarga del montaje de los blindados Dragón, un vehículo que incorpora tecnología de tres proveedores israelíes: Plasan, Elbit Systems y Rafael Advanced Defense Systems.
Las tres empresas se encuentran directamente implicadas en el genocidio de Gaza como proveedores del Ejército de Israel. En el caso de Rafael Advanced Defense Systems se trata de una empresa de capital público cuyo origen está directamente en el Ministerio de Defensa de Israel.
Con esta acción de desobediencia civil pacífica los activistas han querido presionar al Gobierno de España para que cumpla íntegramente su promesa de no comerciar con armas israelíes, uno de los mayores fabricantes mundiales de armamento. Aunque el Gobierno ya ha roto algunos contratos con Israel, todavía persisten otros como el vigente en la fabricación de los Dragon por el consorcio TESS Defence, integrado por las empresas privadas Escribano M&E, Sapa Placencia, Santa Barbara Sistemas, propiedad de la norteamericana General Dynamics, y la semipública Indra, esta última con una importante participación del Estado a través de la SEPI.
Una colección recupera en pleno rearme los vídeos de la insumisión: 'Enseñan cómo hacer frente al militarismo'
Santiago F. Reviejo
La plataforma ciudadana La Digitalizadora, compuesta por profesionales audiovisuales y de la archivística, ha digitalizado decenas de cintas de vídeo doméstico, grabadas durante las protestas del movimiento antimilitarista que llevó a prisión a más de 1.500 jóvenes entre 1989 y 2001 por negarse a hacer el servicio militar obligatorio y su prestación social sustitutoria (PSS).
La colección se ha abierto con la memoria de los insumisos de Sevilla, pero prevén ampliarla a otras ciudades españolas para recordar las aportaciones del mayor movimiento de desobediencia civil de este país, justo cuando ha emprendido un rearme militar con un notable incremento de la inversión en defensa.
La colección Insumisión-Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) Sevilla se ha hecho mediante la digitalización de las cintas que grabaron con cámaras domésticas de vídeo familiares de insumisos y alumnos de estudios audiovisuales durante las manifestaciones, juicios y entrevistas a jóvenes a quienes les pedían dos años, cuatro meses y un día de prisión por negarse a hacer la mili o su alternativa, la PSS.
Es una selección de más de 70 horas de grabación que recogen en torno a una década de protestas antimilitaristas sin parangón en Europa, las cuales no cesaron hasta que el Gobierno de José María Aznar, en 2001, acabó con un servicio obligatorio solo para los hombres, impuesto durante más de 200 años.
El movimiento antimilitarista cristalizó en España entre febrero y junio de 1989, cuando se presentaron de forma voluntaria en los juzgados de diferentes capitales españolas cerca de 200 jóvenes que se negaban a hacer ninguno de los dos servicios que estaban obligados a realizar al cumplir los 19 años.
Pero ya había precedentes, como el de Pepe Beunza, el primero en declararse objetor en España por razones éticas y políticas, que estuvo preso entre 1971 y 1974 y que en un artículo publicado en 2014 explicaba así sus convicciones: "La persona que dice no a lo que considera una obligación injusta, lo hace públicamente y acepta las consecuencias, desarrolla una fuerza más poderosa que un Estado, un dictador o una ley. Así entiendo yo la objeción de conciencia. Siempre se paga un precio, a veces pequeño, pero, según en qué circunstancias, puede significar la libertad o la vida. En este caso, el efecto dominó puede ser tan importante que consiga que las leyes injustas desaparezcan o los tiranos caigan".
Otro de los referentes del movimiento de la insumisión en España, Adrián Collado, fallecido en 2023 en Sevilla, fue el principal instigador de la recuperación de la memoria audiovisual del antimilitarismo, de la que tenía guardadas en su casa varias cajas con un total de 150 cintas de vídeo en viejos formatos analógicos. Un día se presentó con las cajas en la casa del realizador audiovisual Oscar Clemente y le propuso hacer algo para conservar toda esa memoria antes de que los avances tecnológicos hicieran completamente obsoletas e inservibles las viejas cintas VHS.
Aquello fue el germen de La Digitalizadora como una plataforma ciudadana que colabora con colectivos sociales para preservar su memoria audiovisual registrada en formatos analógicos. Desde su creación, en 2019, La Digitalizadora ha creado, entre otras, colecciones de la memoria audiovisual de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y la lucha jornalera de Diamantino García, de tres barrios de Sevilla, del Colectivo de Cine Polans y de una novedosa experiencia de reforma educativa en Riotinto.
Sin embargo, la que había sido su embrión, la antimilitarista, se quedó postergada por diferentes circunstancias, según explica a Público Oscar Clemente. Y es ahora, cuando el rearme militar ha vuelto a la primera plana, cuando será presentada en un acto en Sevilla previsto para el próximo 17 de mayo.
La colección recoge momentos muy relevantes del movimiento antimilitarista de Sevilla. La declaración, por ejemplo, del cantante del grupo de rock Los Reincidentes, Fernando Madina, cuando se presentó voluntariamente en el juzgado para declararse insumiso.
O la entrega el 6 de mayo de 1991 de uno de los primeros insumisos condenados en España por negarse a hacer la prestación sustitutoria, Francisco Javier Batres, Frasco, acompañado por una multitud desde su facultad, Ciencias de la Educación, hasta los juzgados, y luego el momento de su salida de la prisión.
Otro de los vídeos recogidos en la colección muestra el salto de la valla de la Base Aérea de Morón, realizado el 19 de febrero de 1996 por cuatro antimilitaristas que desplegaron una pancarta dentro del recinto contra los ejércitos, cuando se cumplían siete años del comienzo de la campaña de insumisión.
Aquello tenía su riesgo, porque se exponían a una condena de hasta tres años de prisión por entrar sin permiso en una propiedad militar. Fueron detenidos por la policía de la base y luego entregados a la Guardia Civil.
Manuel Soriano es uno de los insumisos que participó en esa protesta. "La insumisión fue una de las campañas de desobediencia civil más importantes a nivel internacional. Con ella se forzó a cambiar algo tan consolidado como el reclutamiento forzoso para el servicio militar. Conseguimos derrocar una tradición castrense después de una dictadura y una transición. Eran mogollón de jóvenes los que estaban dispuestos a sufrir las consecuencias de la lucha", explica a Público.
Enrique Luna es otro de los insumisos sevillanos que organizó y participó en decenas de protestas para acabar con el servicio militar. A su entender, el grupo del MOC de Sevilla fue uno de los grupos más fuertes y mejor coordinados de Andalucía y de toda España.
Y tuvo una responsabilidad muy importante, añade, en un momento en el que el movimiento antimilitarista sufrió una crisis, un ataque de pánico, a causa de los primeros encarcelamientos de insumisos a la prestación sustitutoria, entre ellos el de Francisco Javier Batres, fallecido hace unos años.
“Desde Sevilla fuimos capaces de plantarle cara a la represión y no venirnos abajo tras el encarcelamiento de Frasco, proponer actos de protesta y, de algún modo, tomar la delantera", detalla Enrique Luna, quien resalta el enorme apoyo con el que contaba entonces el movimiento antimilitarista en todo el país.
"Por cada insumiso, había cuatro personas que se autoinculpaban del mismo delito. Y después estaban los grupos de apoyo que se creaban en torno a cada uno de ellos. Si hablamos de que había 15.000 insumisos en toda España, pues podían ser ocho, diez veces más los que lo apoyaban desde todos los ámbitos".
Hubo otros momentos muy destacados en la lucha antimilitarista en la capital andaluza. Manuel Soriano recuerda uno de los primeros, la protesta que llevaron a cabo durante el último sorteo de quintos que se celebró en nuestro país, un sorteo en el que se asignaban los destinos para los jóvenes que iban a cumplir el servicio militar obligatorio.
Era noviembre de 1989 y en la Plaza de España, donde se encontraba la sede de Capitanía General, atacaron por tres frentes: unos desplegaron detrás del escenario una pancarta contra la mili y los ejércitos, otros se subieron a una grúa y colgaron una pancarta a favor de la insumisión y otros, camuflados entre el público asistente, hicieron una sentada de protesta. La respuesta fue una dura intervención de los agentes antidisturbios de la época, cinco de cuyos miembros fueron expedientados por las cargas.
Otras protestas relevantes fueron el tapiado de lo que era el centro de reclutamiento para el servicio militar en unas dependencias del ayuntamiento; una concentración frente a una sede electoral del PSOE, partido que gobernaba con la mayoría absoluta de Felipe González, que también acabó con porrazos de los antidisturbios, o los carteles con los que cubrieron los rótulos de las calles de Sevilla que tenían nombre de militares y que renombraron como "Ningún ejército defiende la paz".
El servicio militar obligatorio desapareció en España en 2001, pero el ejército no, ni aquí ni en ninguna otra parte del mundo. La guerra en Ucrania y la nueva estrategia del presidente de EEUU, Donald Trump, entre otras razones, han movilizado de nuevo el discurso militarista en Europa, donde varios países han anunciado la reimplantación del servicio militar y un aumento del gasto militar.
El Gobierno español, de momento, ha aprobado una inversión adicional de 10.471 millones de euros para cumplir con el objetivo de destinar a defensa el 2% del PIB nacional.
Los insumisos que lucharon contra los ejércitos en la década de los noventa ven con preocupación este repunte militar. Por eso creen que la presentación de la colección de la memoria audiovisual de lo que se hizo en España hace poco más de 30 años puede ser un acicate para que las nuevas generaciones conozcan cuáles son los caminos a seguir.
Críticas al papel de la izquierda
"Es otra vez la sinrazón. La guerra no soluciona nada. Con solo hacer un análisis de la historia de la humanidad, vemos que únicamente empeora los conflictos. Y ahora estamos viendo lo que supone una guerra en Gaza, en Yemen, en Ucrania", se lamenta Manuel Soriano, que critica el apoyo de los grandes medios de comunicación al incremento del gasto militar, publicando encuestas con resultados favorables a esa posición. "Todos se han apuntado como un disco rayado. Volvemos a lo mismo", apostilla.
Enrique Luna también critica el papel que están desempeñando en este tema las fuerzas de izquierda: "La gente de todo el ámbito de la izquierda, política, sindical, social, tiene que reflexionar sobre cómo hemos llegado a esta situación, cómo teniendo responsabilidades de gobierno, de poder, han ido poco a poco debilitando la sociedad civil, la red de asociaciones, movimientos sociales, espacios de libertad, para crear conciencia y una sociedad libre y participativa. Todo eso se lo han ido cargando, mermando, por intereses políticos. Y eso es lo que ha dejado espacio para una ideología reaccionaria frente a una sociedad muy debilitada para hacer frente a un conglomerado de intereses militares y económicos".
Estos veteranos integrantes del movimiento sevillano de insumisión confían, sin embargo, en que la exposición de los vídeos con la colección de La Digitalizadora sirva de ejemplo para "estructurar una sociedad que avance, esté más empoderada y sea capaz de hacer frente a estructuras poderosas y militaristas" como a las que se enfrentaron ellos al final del siglo XX.
Julia Cortegana de la Fuente, archivista audiovisual, trabaja en un proyecto de la Filmoteca Española y es, junto a Eduardo Montero, una de las responsables de la colección antimilitarista de La Digitalizadora. Ella, nacida en 1995, aunque no conoció de primera mano el movimiento de la insumisión, sí tenía referencias.
Ahora, ha quedado encantada de haber participado en este novedoso proyecto. "Ha sido muy gratificante el trabajo con los insumisos y las insumisas, cómo se emocionan al contar lo que vivieron", apunta Julia a este periódico.
El trabajo ha sido laborioso. No solo han tenido que digitalizar y seleccionar las imágenes de 71,5 horas de cintas analógicas contenidas en 58 cintas de vídeo VHS, 11 de Vídeo 8, seis de formato Hi8, tres VHS-C y 35 DVD. También han tenido que localizar a las personas que las grabaron y a las que salían en las imágenes para poder contextualizarlas y describirlas correctamente.
Además, las cintas que Adrián Collado le había llevado a Oscar Clemente eran copias y tuvieron que buscar las originales. Eran vídeos que había grabado Manuel Pino para la televisión comunitaria del barrio sevillano de San Diego; Ángela Collado, la hermana de Adrián, que estudiaba formación profesional audiovisual; su padre, Manuel Collado, o Mariano Agudo y Pablo Coca cuando estaban también estudiando, antes de hacerse directores de documentales.
La colección, sin embargo, continúa abierta, recalca Julia Cortegana. Siguen subiendo vídeos y se han propuesto llegar hasta los 60 archivos audiovisuales de la historia del movimiento antimilitarista sevillano. Pero tampoco se quedarán ahí. Ya han abierto una colección del MOC de Tenerife y pretenden crear otra de El Puerto de Santa María y de Bilbao.
La Digitalizadora se ha convertido de esta manera en un referente de la recuperación de la memoria colectiva audiovisual en España. Su objetivo fundamental es rescatar la proliferación de formatos de cine y vídeos domésticos que empezaron a proliferar a partir de los años 70, cuando dejaron de ser un privilegio de la élite y permitieron que colectivos sociales y ciudadanos pudieran documentar el mundo que les rodeaba y las actividades que ellos llevaban a cabo.
"Hoy, esas miles de horas de grabaciones corren riesgo de desaparición, debido a la caducidad de los soportes y la obsolescencia de los formatos en los que fueron registradas", advierte esta plataforma ciudadana de profesionales audiovisuales y de la archivística creada en Sevilla.
La colección va acompañada de unas fotografías realizadas por Antonio Pérez, tituladas Insumisión, la memoria desobediente, en la que se recrean escenas de las protestas y de los lugares donde tuvieron lugar en Sevilla en la década de los 90.
El donativo oculto que inició el proyecto
Todo empezó en 2019 con aquella caja de cintas que Adrián Collado y Manuel Soriano le llevaron un día a Oscar Clemente, entre las que se escondían, sin él saberlo, 500 euros que le habían hecho como donativo para poner en marcha el proyecto. Con ese dinero, compraron el primer equipo de La Digitalizadora, una capturadora de vídeo y un magnetoscopio de súper VHS.
Pero como no disponían de más dinero para convertirse en una prestadora de servicios autosuficiente, los fundadores de La Digitalizadora decidieron seguir el camino de la colaboración y acompañar a las asociaciones interesadas en conservar su memoria audiovisual analógica, creando junto a ellas las colecciones que ahora conforman el proyecto y adjuntando a cada documento una descripción a la altura de cualquier archivo público.
Para esa labor, han contado también con los espigadores, es decir, los descubridores de colecciones audiovisuales, colaboradores que encuentran cintas y otros materiales de interés de iniciativas sociales destacadas que consideran deben ser conservadas, explica Oscar Clemente. Así es cómo, por ejemplo, han creado la colección de Cine Polans o la experiencia educativa de Riotinto.
"Y con todo el furor militarista actual, nos parecía muy oportuno recuperar ahora la memoria de la lucha antimilitarista, que fue, precisamente, el primer material que nos llegó a través de Adrián", afirma Clemente.
En una entrevista publicada en 1993 en El Correo de Andalucía, Adrián Collado contestaba así, con 26 años, a la pregunta sobre si existía realmente la paz: "La paz claro que existe, pero no se trata de que los militares estén tranquilos y no haya guerra. La paz es algo mucho más profundo y se da cuando no existe una injusticia, cuando los conflictos se pueden resolver sin tener que oprimir, sin tener que machacar a otra persona. Pero siempre hay conflictos, aunque no haya militares pegando tiros. Ahora mismo, yo creo que no estamos en paz, porque cuando hay tres millones de parados, cientos de personas marginadas, desechadas de la sociedad, cuando las cárceles están llenas de gente sin recursos, cuando hay racismo y los inmigrantes son tratados como perros, cuando se abandona a un montón de gente, no, no puede existir la paz".
El infierno de acoso en una unidad de las Fuerzas Armadas: 'Me llamaban puta y me escupían, pensé en pegarme un tiro'
Luis Faci
Cuenta que su último intento de suicidio fue en noviembre. Entonces la salvó su marido: avisó a tiempo a una ambulancia y Débora pudo expulsar a tiempo las pastillas que había ingerido. Su historia viene de años atrás y tiene un nexo común: una misma unidad del cuartel de San Fernando de Zaragoza donde al menos tres mujeres militares han sufrido tales situaciones de acoso que o bien han acabado recibiendo la incapacidad psicológica para el puesto –la forma más habitual de quitar de en medio a las profesionales que denuncian– o bien han decidido abandonar el Ejército. En el trasfondo de su calvario aparece el papel del Ministerio de Defensa y de los órganos puestos en marcha para proteger frente al acoso a las mujeres. Los testimonios recabados por este periódico coinciden en que no funcionan.
El origen del suplicio que ha vivido Débora en las Fuerzas Armadas se sitúa, sin embargo, en Barcelona. Destinada en Zaragoza, se desplazó en 2012 a la ciudad condal para un curso de tres meses de administradora de redes. Allí fue agredida sexualmente por un brigada que la manoseó repetidas veces, que la acosó y que la amenazó con no aprobarle si no transigía a sus intenciones. No fue la única: otra compañera de Débora denunció al mismo mando por idéntica situación.
El militar –que acabó ascendiendo de brigada a subteniente en ese periodo, con una acusación formal de por medio por abusos sexuales– fue condenado a dos años de prisión y una multa conjunta de 5.000 euros; pero solo por abuso de autoridad, pese a que la sentencia reconoce como hechos probados los tocamientos.
“Cuando se conoció la sentencia en mi unidad, comenzó mi pesadilla”, recuerda Débora. Su relato –que hace unos días dio ya a conocer en Artículo 14– se entrecorta por momentos debido a las lágrimas. La víctima por abusos no solo no fue resarcida, sino que sufrió en Zaragoza un acoso aún más intenso. Algo que vincula con el hecho de que en esa unidad de San Fernando hubo un relevo de subtenientes. El que se iba le advirtió: “Me dijo que hablara con el capitán para explicarle mi situación, porque me esperaban tiempos duros. Entonces no entendí su mensaje”. Su sucesor, compañero de promoción del brigada condenado en Barcelona, se convirtió en epicentro de su nueva realidad de acoso; esta vez, “laboral”.
En la misma unidad del cuartel zaragozano de San Fernando llevaba ya un tiempo Ana, una cabo que por entonces acumulaba tres menciones honoríficas y dos medallas al mérito militar. “Estuve ocho años sufriendo un acoso continuo. Me quedé físicamente consumida, en los huesos”, revela.
Uno de los motivos de su situación fue, precisamente, que defendió a Débora. “Todo lo que cuenta es cierto”, explica Ana sobre su antigua compañera. “Me llegó a decir en el cuartel que se iba a pegar un tiro. Yo misma también llegué a pensarlo, estaba en una situación límite. Ahora que he salido de todo y estoy bien, lo pienso y digo: si volviera atrás, me enfrentaría a todos ellos. Pero en aquel tiempo estaba anulada”, describe.
¿En qué consistía el acoso? La antigua cabo explica con detalle todo lo que le hacían. A medida que recapacita, va recuperando más escenas enterradas en la memoria. “Estábamos en formación ante bandera por la mañana y me escupían, me llamaban 'puta' o 'zorra'. Me ridiculizaban. Difundieron el bulo de que a saber quién era el padre de mi hija. Llegaron a poner un anuncio de contactos con mi nombre y mi teléfono diciendo que era prostituta”, recuerda. De esto último hay constancia de denuncia ante la Policía Nacional, como ha comprobado este periódico.
“Yo he llegado a ver cómo escupían en una botella de Ana. De nuevo, fue antes de que llegara la sentencia. Me llegué a emparanoyar tanto que cada vez que dejaba una botella abierta la tiraba a la basura. Le abrían la ventana a propósito para que pasara frío. Hacían comentarios de que su hija no era de su marido”, corrobora Débora, a la que este periódico ha contactado por separado.
“Vi –cuenta Ana en referencia su excompañera– cómo le quitaban una rueda de la silla en la que se sentaba cuando estaba embarazada de cinco meses, y cómo llegó a caerse”. Los ejemplos que denuncian de acoso son tan numerosos que es imposible reproducirlos todos.
La situación de ambas militares llegó a tal límite que su propia condición física estuvo en peligro. Sus quejas y denuncias ante la Unidad de Protección frente al Acoso (UPA ), de las Fuerzas Armadas, resultaron todas infructuosas. “Escribí y llamé a la UPA en torno a 2016 o 2017, cuando llevaba ya cinco o seis años en esa situación. Era ya insostenible, estaba tocando fondo. Entonces yo no era como ahora: me callaba todo, asumía los insultos, y ellos se crecían; estaba anulada, no sabía cómo enfrentarme a esa situación”, recupera.
Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa para recabar su versión ante estos hechos, pero aún no la ha recibido.
Débora aún guarda un diario con los sucesivos episodios del vacío y del rechazo por sus compañeros –y compañeras– de unidad. Con una agravante: la militar afrontó dos embarazos en esa situación. En el segundo de ellos, de riesgo, es cuando empezó a tener las primeras ideas suicidas. “Me sucedió con un cuchillo en la mano o cuando estaba frente a una ventana. Me daba cabezazos contra la pared, me autolesionaba. Llegué a tomar ansiolíticos, aunque en el embarazo no están recomendados”.
¿Denuncias por acoso? Las interpuso, pero quedaron en nada. “Lo archivaron sin practicar más diligencias: argumentaron que sí que había hechos sancionables, pero que había que ir por la vía administrativa porque no se advertía una continuidad”, relata aún con sorpresa, pese al paso de los años.
Dio a luz, pasó el tiempo, logró cambiar de unidad y recuperó la estabilidad y la confianza, pero la llegada de un nuevo capitán le devolvió sus pesadillas. “Lo peor que recuerdo del acoso es el tener que demostrar mi valía cada vez que llegaba un jefe nuevo, algo que no le pasaba al resto. Una y otra vez: demostrar que eres de confianza, trabajadora, con iniciativa. Ya no sabía qué hacer, estaba desesperada. Lloraba de impotencia”. Y, por fin, ya pasada la pandemia, dijo basta: “Decidí que no quería seguir siendo militar. Tenía demasiados traumas ya”.
Un cabo primero también accede a hablar con este periódico para corroborar lo que sucedió en esta unidad del acuartelamiento de San Fernando. Sobre lo vivido por Ana, reconoce que es la “praxis habitual” y afirma gráficamente: “Lo más fácil es barrer la basura debajo de la alfombra”. Él mismo dice que trató de apoyar a la soldado, pero que la situación se volvió “insostenible” para ella. “El ambiente era tóxico, a mí mismo me cogieron tirria por contagio, por apoyarla. Pero conmigo no podían, no me afectaba. Falta mucha concienciación”, admite.
No solo fueron ellas dos: al menos una tercera soldado optó por dejar la unidad –y el Ejército– a los seis meses de entrar por el ambiente creado por uno de los mandos. Esta persona prefiere mantener el anonimato, ya que ha conseguido rehacer su vida.
La Unidad de Protección frente al Acoso (UPA) del Ministerio de Defensa es, según consta en la página web del Departamento, “un órgano ajeno a la cadena orgánica de mando creado con el fin de garantizar la prevención y eliminación del acoso sexual y del acoso por razón de sexo”. Los testimonios recabados por este diario reflejan las carencias que han observado en este órgano. Y lo mismo con el Observatorio Militar para la Igualdad entre mujeres y hombres de las Fuerzas Armadas. “Denuncié muchas veces, expliqué lo que sucedía. Pero me dijeron que al no tener carácter sexual no se podía hacer nada”, lamenta Débora.
'Israel no es nuestro país; es el invento de un grupo de criminales'
El rabino que predica el fin de Israel: “Está usando con los palestinos la misma lógica que emplearon los nazis contra los judíos”
Francisco Carrión
Los judíos no son un bloque monolítico. Y tampoco todos los judíos del mundo apoyan a Israel y la élite política que lleva 20 meses condenando al plomo y al hambre a la población de la Franja de Gaza. Contra los lugares comunes y el intento israelí de mostrarse como portavoz de todos los creyentes de la Torá del planeta se rebela el rabino Yisroel Dovid Weiss, el rostro visible del movimiento Neturei Karta, un grupo que denuncia al sionismo, la doctrina que en 1948 sirvió de combustible para la creación del Estado de Israel y que mantiene contra viento y marea un sistema que organizaciones de derechos humanos consideran un modelo de apartheid y violencia política.
“Los sionistas se adhieren al judaísmo, pero son como un cáncer, un tumor para el judaísmo. Porque no es judaísmo. El judaísmo es cumplir las leyes de la Torá. El sionismo es un movimiento nacionalista que decidió crear su hogar nacional. Son los peores enemigos de los judíos”, replica Dovid Weiss en una extensa entrevista con El Independiente, en mitad de una nueva ofensiva terrestre israelí en la martirizada Gaza y con la creciente presión internación sobre el Gobierno de Netanyahu.
Weiss es un rabino judío haredi (ultraortodoxo) estadounidense. Nacido en 1952 en Estados Unidos, sus raíces familiares se hallan en Polonia y Hungría, donde perdió a buena parte de su familia durante el Holocausto. Incasable y disidente del relato que defiende la necesidad de un Estado judío, Weiss es portavoz de Neturei Karta (“guardianes de la ciudad” en arameo), un grupo judío ultraortodoxo fundado en Jerusalén en 1938. Su férrea oposición al sionismo y su creencia de que los judíos tienen el mandato divino de permanecer en el exilio y no deben intentar establecer la soberanía en la Tierra de Israel mediante esfuerzos humanos son los motores del movimiento.
P.- La Franja de Gaza sigue, por desgracia, en primera línea informativa…
R.- Lo que ocurre en Gaza es una extensión de los 76 años de ocupación de Palestina, que ha alcanzado su punto máximo con la matanza sistemática que el mundo está viendo en tiempo real. Están exterminando a un pueblo, día tras día, con excusas falsas. Incluso los niños y bebés, que son inocentes por definición, están siendo asesinados y el mundo lo permite. La comunidad internacional observa, y en lugar de detener esta barbarie, a veces incluso legitima al responsable, el primer ministro Benjamín Netanyahu. En Estados Unidos, a Netanyahu se le recibe y agasaja. Debería ser expulsado. Es incomprensible que se permita esto. Se está torturando a toda una sociedad. Se les priva de agua, de atención médica, de alimentos; es impensable. Lo que está sucediendo es obra del mal, es realmente satánico. No hay justificación alguna.
P.- ¿Qué papel juega la religión en este conflicto?
R.- El sionismo ha logrado presentar este conflicto como una lucha religiosa entre judíos y musulmanes. Eso es completamente falso. El pueblo judío ha convivido con los musulmanes durante siglos. En Jerusalén, las tres religiones han coexistido. La religión no es una barrera para la paz. El problema es el sionismo, que ha deshumanizado a los palestinos y los presenta como antisemitas. Esta es una estrategia para justificar sus acciones, pero es una completa falsedad. Ellos comparan al pueblo palestino con plagas; como si fueran insectos que deben ser exterminados con insecticida y se justifican diciendo que es necesario eliminarlos. Esto es abominable. Eso es exactamente lo que hacen: deshumanizan al otro para justificar lo injustificable. Es exactamente la misma lógica que usaron los nazis contra los judíos.
P.- ¿Qué es el Estado de Israel para usted?
R.- Israel es el invento de un grupo de criminales. Fue creada por un grupo de herejes, personas que se unieron, muchas de ellas de fe judía, casi en su totalidad al principio, y personas que ya se habían alejado de Dios y habían dicho claramente que eran rebeldes, que no querían aceptar el judaísmo ni la Torá. Se burlaban, despreciaban, escupían y se reían totalmente de la cuestión de la piedad. Eran los llamados sionistas. Era un grupo de personas que simplemente se habían reunido en Europa.
E Israel es una entidad creada por personas que se apartaron de la fe judía. Los primeros sionistas eran herejes que se burlaban de la religión. Decidieron crear un Estado nacional en Palestina, apropiándose del nombre "Israel", un término sagrado, y de Sion, que representa Jerusalén. Esto no tiene nada que ver con el judaísmo verdadero. El judaísmo es una religión de 3.000 años de historia, dedicada a servir a Dios. Nosotros aceptamos la Torá y los mandamientos, y desde la destrucción del Templo hace 2.000 años, hemos estado en el exilio por decreto divino.
P.- ¿Puede explicar ese concepto de exilio desde el punto de vista religioso?
R.- Cuando el Templo fue destruido, Dios impuso al pueblo judío tres juramentos: no regresar en masa a la Tierra Santa, no rebelarse contra las naciones, y no intentar poner fin al exilio. Durante 2.000 años, los judíos han seguido estos mandamientos. Sufrimos la Inquisición, las cruzadas y el antisemitismo en Europa. Pero nunca intentamos crear un estado soberano. Lo aceptamos como voluntad divina. El sionismo rompía con todo esto.
P.- ¿Qué diferencia hay entre judaísmo y sionismo?
R.- Son antítesis. El judaísmo es sumisión a la voluntad divina. El sionismo es nacionalismo. El judaísmo cree en la protección divina; el sionismo dice que nos protegeremos con armas. El sionismo promueve la desobediencia a Dios, presentando una visión secular y materialista. Por eso todos los grandes rabinos del mundo, desde Yemen hasta Polonia, se han opuesto al sionismo. Han dicho que es una rebelión contra Dios.
P.- ¿Son los sionistas enemigos de los judíos?
R.- Lamentablemente, sí. El sionismo ha traído odio al pueblo judío. Nos ha puesto en peligro. Han convertido nuestra religión en un movimiento político. Por eso nos manifestamos. El mundo no debe confundir el judaísmo con el sionismo. Son cosas completamente diferentes. Los sionistas son la personificación del antisemitismo: matan en nombre de los judíos, provocan odio, y ponen en riesgo a los judíos religiosos que nada tienen que ver con sus crímenes.
P.- Mencionó que el sionismo ha transformado el judaísmo. ¿Podría desarrollar esa idea?
R.- El sionismo ha reemplazado la identidad espiritual del judío por una identidad nacionalista. Ahora se mide el orgullo judío por medallas olímpicas, los premios Nobel o el poder militar. Eso no es judaísmo. El judaísmo siempre ha sido humildad, servicio a Dios, estudio de la Torá, compasión. Convertir eso en nacionalismo y orgullo militar es arrancar el alma del pueblo judío.
P.- Israel fue creado en 1948. Hasta ahora los gobiernos occidentales le habían apoyado, con el silencio a menudo cómplice de algunos medios…
R.- Es inadmisible. No solo guardan silencio, sino que muchos gobiernos de Occidente están proporcionando apoyo militar y legitimidad política al Estado de Israel. Las bombas que caen sobre Gaza vienen de países que afirman defender los derechos humanos. Y cuando alguien se atreve a denunciarlo, es acusado de antisemita, lo cual es una táctica cínica para callar la verdad.
P.- Precisamente se use el antisemitismo para denunciar a los críticos del Estado de Israel…
R.- Es una confusión intencionada. El sionismo ha trabajado durante décadas para identificar toda crítica hacia Israel como antisemitismo. Pero eso es falso. Nosotros somos judíos religiosos y estamos en contra del sionismo precisamente por nuestra fe. El verdadero antisemitismo es odiar al judío por su identidad, su religión, por ser quien es. Pero el sionismo ha creado un "falso antisemitismo" como arma política. Así silencian las críticas legítimas y protegen sus intereses. Eso es muy peligroso porque banaliza el antisemitismo real y hace que el mundo se canse de oír esa palabra cuando de verdad se necesite.
P.- Entiendo que ustedes mismos han sido acusados de antisemitas…
R.- Absolutamente. Hemos sido objeto de amenazas, agresiones físicas, campañas de difamación. Uno de nuestros rabinos fue atacado con ácido y perdió un ojo. En muchos lugares, los judíos religiosos antisionistas no se atreven a hablar públicamente por miedo a represalias. Algunos han sido despedidos, acosados o incluso golpeados. Vivimos bajo presión constante, pero seguimos adelante porque sabemos que decir la verdad es un deber religioso. Callar sería un pecado. Hay muchos más que están de acuerdo con nosotros, pero el miedo los paraliza. Por eso es tan importante alzar la voz.
P.- ¿Encuentra paralelismos entre el Holocausto y lo que sucede en Gaza?
R.- Hay similitudes en el sufrimiento y la matanza indiscriminada. Aunque los nazis querían erradicar al pueblo judío, e Israel quiere expulsar a los palestinos, ambos actos implican deshumanización y genocidio. No se puede justificar lo que ocurre en Gaza.
P.- ¿El sionismo explota el Holocausto?
R.- Absolutamente. Los sionistas usan el Holocausto para justificar la creación del Estado de Israel y silenciar las críticas. Incluso se opusieron a rescatar judíos durante la guerra para luego usar su sufrimiento como justificación. Esto es un abuso inmoral del recuerdo de nuestras víctimas.
P.- Qué les diría a los mandatarios occidentales…
R.- Ustedes han sido puestos en posiciones de poder con un propósito. No desperdicien ese don. No se dejen intimidar por la propaganda sionista. No confundan el sionismo con el judaísmo. Hagan lo correcto: denuncien esta ocupación, esta opresión, este genocidio. Solo así podrán decir que hicieron su parte para traer justicia y paz. Y recen. Porque la paz vendrá solo cuando reconozcamos que hay un solo Dios, y que ese Dios nos ordena actuar con compasión, justicia y verdad.
P.- ¿Ha estado en Israel?
R.- Fui una vez a estudiar a una escuela rabínica en Mea She'arim, pero no me quedé. Hoy no volvería porque nuestra comunidad se opone a la legitimidad del Estado de Israel.
P.- Se le critica, a menudo, su encuentro con líderes de Hamás…
R.- Fuimos a Gaza con ayuda médica y nos reunimos con Ismail Haniyeh. Nos abrazó y dijo que no está contra nosotros. También nos relacionamos con muchos palestinos en conferencias internacionales. No somos un movimiento político, sino religiosos que buscamos justicia.
P.- ¿Cómo ve el futuro de Israel?
R.- El Estado de Israel es ilegítimo según la Torá y debe desaparecer de forma pacífica, como el apartheid en Sudáfrica. Rezamos para que el mundo despierte y entienda que el sionismo no representa al judaísmo, y que trae sufrimiento tanto a palestinos como a judíos. El verdadero judaísmo se opone al sionismo. Solo bajo una Palestina libre podremos vivir en paz.
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