Tortuga Antimilitar


Aviso del portaaviones a los barcos que pasan muy cerca en Palma: «Abandone la zona. Si no acata la orden, EEUU podría tomar medidas defensivas»

Tortuga Antimilitar - fai 19 horas 36 min

Alicia Mateos
Enrique Fueris
Nekane Domblás

«Están entrando en un área restringida. Se le ordena que abandone la zona y se mantenga alejado de este buque. Si no acata la orden, Estados Unidos podría tomar medidas defensivas y su buque podría sufrir daños». Este es el aviso que están lanzando desde el portaaviones USS Gerald R. Ford a los barcos que este domingo, 5 de octubre, pasan demasiado cerca mientras navegan por la bahía de Palma.

Un vídeo grabado por una de estas embarcaciones permite comprobar hasta qué punto se acercaron al buque algunos barcos de curiosos. En las imágenes se puede ver a los marineros que están en formación a bordo del buque en posición defensiva para intervenir en caso de que se produjera algún incidente, algo que no sucedió.

Desde el pasado viernes y hasta el próximo miércoles, 8 de noviembre, el portaaviones más poderoso de EEUU se encuentra fondeado en la capital balear. Este hecho se produce en un momento de máxima tensión geopolítica, lo que ha motivado protestas. No obstante, otro sector de la sociedad mallorquina lo ha recibido con los brazos abiertos, ya que se estima que los 4.500 marinos que viajan a bordo gastarán unos 10 millones de euros.

Los propietarios de embarcaciones de Balears han aprovechado estos días para acercarse a ver unas imágenes que cada vez son menos comunes en la bahía. La mayor parte de las embarcaciones ha mantenido una distancia prudente ante este coloso de mar, pero otras que se han acercado demasiado y han recibido el aviso por parte de los militares al mando de la embarcación.

Desde un altavoz se avisa en inglés a los curiosos de que están entrando en un zona restringida». En el mensaje de alerta a los curiosos se añade que se están acercando a un buque de los Estados Unidos y se le conmina a que abandone la zona de manera urgente y se mantenga alejado de este buque. «Si no acata la orden, Estados Unidos podría tomar medidas defensivas y su buque podría sufrir daños». Es la seria amenaza que lanza desde el portaaviones a los curiosos que se acerquen hasta allí.

Este colosal navío de guerra, con una eslora de 337 metros y tecnología de última generación, representa el máximo poderío militar estadounidense en la actualidad. El USS Gerald R. Ford, que así se llama el gigante que lleva el nombre de un ex presidente y oficial naval de Estados Unidos, no solo simboliza la fuerza, sino también un despliegue sofisticado de recursos tecnológicos nunca vistos en la Armada estadounidense.

Reacciones

Las amenazas lanzadas por el portaaviones son «intolerables», en opinión de Podemos. Jesús Jurado afirmó que es «escandaloso» que haya un barco nuclear fondeado en la bahía y que desde él se amenace a los mallorquines que quieren disfrutar de la bahía. Pidió al Gobierno de Pedro Sánchez que prohíba que haya nuevos fondeos de estas «máquinas de matar» y alertó de que la presencia de estos buques convierte a las Islas en «objetivo militar».

El portavoz de Més en el Parlament Lluís Apesteguia, rechazó la presencia de estas embarcaciones y afirmó que su partido siempre ha estado en contra de la permanencia de España en la OTAN. Esa presencia es la que da garantías a Estados Unidos para fondear los portaaviones en la bahia. Apesteguia destacó que las autoridades de Balears y de España no tiene capacidad para oponerse a la presencia de la embarcación mientras España esté en la OTAN. EU también envió un comunicado para oponerse a su presencia.

Un buque de gran tecnología

Cabe destacar que este portaaviones cuenta con la tecnología más puntera. Su propulsión es nuclear, lo que le permite una autonomía y potencia extraordinarias para operar en cualquier escenario global, liberando a la Armada de la dependencia de combustibles fósiles. Una de las innovaciones más relevantes es su sistema de catapultas electromagnéticas conocido como EMALS (Electromagnetic Aircraft Launch System). Esta tecnología revoluciona la capacidad operativa de lanzamiento de aeronaves, al eliminar la necesidad tradicional de vapor de agua recalentado. Gracias a ello, se incrementa en un 25% la cantidad de despegues diarios y se reduce en la misma proporción la tripulación necesaria para operarlas.

Además, la capacidad del buque para transportar hasta 90 aeronaves lo sitúa muy por encima de portaaviones convencionales. Entre ellas, destacan cazas de última generación como el F/A-18 Super Hornet y el icónico F-35 Lightning II, que aportan gran versatilidad para acometer misiones de combate, vigilancia y defensa aérea en cualquier teatro de operaciones.

Fuente: https://www.ultimahora.es/noticias/...

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El equipo ciclista Israel-Premier Tech anuncia que cambiará de nombre y se alejará de su “actual identidad israelí”

Tortuga Antimilitar - fai 19 horas 36 min

El propietario seguirá siendo el israelí-canadiense Sylvan Adams, pero este “ya no hablará en nombre del equipo”.

Virginia Sarabia

El equipo Israel-Premier Tech ha anunciado este lunes que va a “cambiar el nombre y la imagen del equipo, alejándose de su actual identidad israelí”. Así lo ha asegurado en un comunicado, en el que afirma que “a lo largo de este tiempo, los propietarios y la gerencia del equipo han reconocido la necesidad de un cambio”.

Uno de estos cambios no tendrá que ver con la propiedad del equipo, que seguirá siendo del israelí-canadiense Sylvan Adams, pero quien pasará a desempeñar un papel secundario. “De cara a la temporada 2026, Sylvan Adams decidió dar un paso atrás en su participación diaria y ya no hablará en nombre del equipo, para centrarse en su papel como presidente del Congreso Judío Mundial”, explica el comunicado.

“En el deporte, el progreso a menudo requiere sacrificio, y este paso es esencial para asegurar el futuro del equipo”, afirman. El equipo “se enorgullece de sus logros en la carretera, pero aún más de la cultura que ha construido” en estos once años y “seguirá fiel a su promesa fundacional: desarrollar talentos ciclistas de todo el mundo”.

Debido a la procedencia de su propietario, el Israel-Premier Tech fue el equipo más polémico de la Vuelta a España, así como de otros torneos ciclistas en el mundo, como el Giro dell'Emilia, que vetó su participación. Además, su marca de bicicletas amenazó con no darles material si no cambiaban de país.

En el campeonato español hubo que cancelar la última etapa, ya que buena parte del final del recorrido en Madrid estaba invadido por manifestantes propalestina y hubo incluso cargas policiales contra estos.

El Diario

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El asalto en alta mar y la rendición europea

Tortuga Antimilitar - 6 October, 2025 - 00:01

Segunda parte: El asalto en alta mar y la rendición europea

Israel ha puesto fin a la travesía de la Global Sumud Flotilla interceptando casi la totalidad de sus barcos en aguas internacionales. La operación militar, que incluye la detención de centenares de activistas y el arresto de Greta Thunberg, no solo supone la clausura de una iniciativa civil de ayuda humanitaria: representa también un golpe directo al sistema de relaciones internacionales y a la autoridad política de Europa.

La acción israelí en aguas internacionales es, jurídicamente, un acto de piratería de Estado. El derecho marítimo consagra la libertad de navegación en alta mar. Al abordarlo sin autorización de ningún tribunal ni resolución de Naciones Unidas, Israel se coloca abiertamente fuera de la legalidad internacional. Sin embargo, la ausencia de consecuencias diplomáticas inmediatas muestra algo más inquietante: que en el orden global actual, las reglas valen solo cuando conviene a los fuertes y se suspenden cuando los aliados estratégicos las violan.

La reacción de la Unión Europea y de los gobiernos europeos ha sido tibia, casi inexistente. Ni Bruselas, ni Roma, ni Madrid han elevado la voz en términos de denuncia efectiva. La diplomacia europea, una vez más, se reduce a un repertorio de declaraciones genéricas y llamadas a la "contención". Este vacío político transmite un mensaje devastador: Europa renuncia a defender el derecho internacional y acepta su papel secundario en un tablero geopolítico dominado por otros.

Las palabras del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, son un ejemplo perfecto de esta impotencia diplomática. Ha convocado a la encargada de negocios de Israel para recordarle que los ciudadanos españoles que viajaban en la flotilla eran “ciudadanos españoles pacíficos solidarios, cuyo objetivo era única y exclusivamente humanitario, que no representaban ni representan ninguna amenaza para Israel ni para nadie, y que estaban ejerciendo un derecho básico del derecho internacional”.

El diagnóstico es impecable, pero vacío de consecuencias. Porque si España reconoce que sus ciudadanos ejercían un derecho básico y que Israel lo ha violado al detenerlos en aguas internacionales, lo coherente sería exigir responsabilidades, activar medidas diplomáticas de presión y llevar el caso a los foros multilaterales. En lugar de eso, el Gobierno se limita a convocar a la encargada de negocios de Israel, lo que confirma que sus palabras no tienen fuerza ni respaldo. El mensaje que recibe Israel es claro: puede actuar contra españoles en alta mar, porque las consecuencias serán únicamente retóricas.

La paradoja es evidente: el Ejecutivo admite la ilegalidad del asalto, pero se abstiene de actuar en defensa de sus propios ciudadanos. Se convierte así en cómplice pasivo de la agresión, repitiendo el patrón de una política exterior que prefiere no incomodar a los aliados antes que defender el derecho de sus nacionales y su soberanía jurídica.

La detención de activistas y la presencia de una figura como Greta Thunberg en la flotilla ponen de relieve un punto político central: la criminalización de la sociedad civil internacional. El mensaje de Israel es claro: ningún actor no estatal tiene derecho a intervenir en Gaza, ni siquiera con fines humanitarios. Y el mensaje implícito de Europa, al no protestar más allá de comunicados, es igualmente elocuente: se acepta que la sociedad civil quede subordinada a los intereses de los Estados.

Con ello se clausura un espacio fundamental de la política contemporánea: la capacidad de movimientos transnacionales de actuar allí donde los gobiernos fallan o se pliegan. Al neutralizar esa acción, se fortalece el monopolio de los Estados sobre la gestión de los conflictos, aunque su gestión signifique bloqueo, represión o genocidio.
El asalto a la flotilla no es un episodio aislado. Se inscribe en un marco más amplio: Gaza como prueba de fuego de un orden internacional en crisis. Allí se decide no solo el destino de un pueblo, sino la credibilidad del sistema multilateral. Si el bloqueo se perpetúa, si los barcos humanitarios pueden ser detenidos sin consecuencias, lo que se pone en evidencia es que el derecho internacional ha dejado de ser un instrumento efectivo y se ha convertido en mera retórica.

El Mediterráneo oriental ha quedado convertido en un escenario donde se despliegan dos tipos de poder: el militar, ejercido por Israel sin freno, y el diplomático, vaciado de contenido por una Europa en retirada. El resultado es claro: la iniciativa ciudadana internacional ha sido derrotada, Israel ha reafirmado su control absoluto sobre Gaza y Europa ha confirmado su irrelevancia política.

En ese marco, la posición española resulta especialmente preocupante: se limita a constatar la ilegalidad y la inocencia de sus ciudadanos sin ir más allá. El Gobierno admite la violación, pero se resigna a la impotencia. La verdadera derrota no está solo en los barcos interceptados, sino en los gobiernos que han aceptado la humillación de ser espectadores pasivos de un atropello que los compromete directamente. Europa —y con ella España— ha demostrado que su política exterior es la política del acomodamiento, aunque ese acomodamiento suponga avalar la ilegalidad y la represión.

Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbi...

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Occidente, de camino a la dictadura: Reino Unido prohibirá las manifestaciones cuyo "efecto acumulativo provoque impacto en el vecindario"

Tortuga Antimilitar - 6 October, 2025 - 00:00

Reino Unido restringe las manifestaciones tras casi 500 arrestos en protesta propalestina

Londres, 5 oct (EFE).- El Gobierno británico anunció este domingo que dará más competencias a la Policía para prohibir o restringir las manifestaciones, después de que casi 500 personas fueran detenidas la víspera en una protesta pacífica en apoyo del grupo propalestino proscrito Palestine Action.

La ministra del Interior, Shabana Mahmood, indicó en un comunicado que se enmendará la Ley de Orden Público de 1986 para permitir que los agentes puedan tener en cuenta factores como «el efecto acumulativo» de las manifestaciones y su impacto en los vecindarios a la hora de decidir si las autorizan y en qué condiciones.

El ministerio también llevará a cabo «una revisión interna de toda la legislación sobre protestas para garantizar que las facultades sean suficientes».

Según Mahmood, esto «equilibrará el derecho a la libre protesta con la necesidad de proteger a la ciudadanía y apoyar a la Policía», que denuncia una falta de recursos.

«Las protestas multitudinarias y reiteradas pueden hacer que sectores de nuestro país, en particular las comunidades religiosas, se sientan inseguros, intimidados y con miedo de abandonar sus hogares», argumentó la ministra laborista.

«Esto ha sido particularmente evidente en el considerable temor dentro de la comunidad judía, que me han expresado en numerosas ocasiones en estos días difíciles», añadió.

Unos 1.500 detenidos desde julio

Un total de 488 personas fueron detenidas el sábado por su apoyo, en una sentada en silencio en la londinense plaza de Trafalgar, al grupo propalestino Palestine Action, que fue proscrito el 5 de julio tras varios actos de boicot contra el suministro de armas a Israel.

Mientras que el Gobierno justificó su decisión por la seguridad pública, los críticos consideran que viola el derecho a la protesta y la libertad de expresión.

En torno a 1.500 personas han sido detenidas desde esa fecha y llevadas ante la Justicia por pertenencia o apoyo al grupo, que, por su parte, trata de impugnar su ilegalización.

En los actos a favor de Palestine Action, convocados en general por ‘Defend Our Juries', numerosas personas, muchas de ellas mayores o discapacitadas, se sientan en silencio con pancartas que dicen: ‘Me opongo al genocidio. Apoyo a Palestine Action'.

La Policía los suele sacar en brazos para luego formalizar el arresto.

En el caso de otras marchas contra la guerra en Gaza, la comunidad judía opina también que la Policía tolera la presencia de elementos antisemitas.

El Gobierno y Scotland Yard pidieron el viernes a los organizadores de las protestas propalestinas que las suspendieran unos días por respeto al duelo tras el atentado del pasado jueves, en el día sagrado de Yom Kippur, a una sinagoga en Mánchester (norte inglés), en el que murieron dos feligreses, más el agresor, y tres resultaron heridos.

Sin embargo, los manifestantes tanto en Londres como en Mánchester decidieron seguir adelante, al considerar que eran dos asuntos separados.

Las nuevas restricciones a las protestas se sumarán a otras que ya puede aplicar la Policía, como la prohibición de llevar la cara tapada, tirar petardos y escalar monumentos y memoriales de guerra. EFE

jm/llb

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/reino-...

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Alacant y Elx se vuelcan en la calle para pedir el fin de las muertes en Gaza

Tortuga Antimilitar - 5 October, 2025 - 12:47

Héctor Fuentes
José Gómez

Una multitudinaria marcha ha recorrido la tarde de este sábado las calles de Alicante para demostrar su solidaridad con el pueblo palestino y exigir la ruptura total de relaciones con Israel. Según datos de la Subdelegación de Gobierno, 6.000 personas han participado en la manifestación, organizada por BDS País Valencià y acompañada por 80 colectivos de diferentes ámbitos de la sociedad civil alicantina.

Un par de miles de ciudadanos ya estaban congregados en General Marvá, desde las escaleras del Jorge Juan hasta Benito Pérez Galdós, en los minutos previos al inicio de la protesta, pautado para las 18:00 horas. Desde ahí, la cabecera descendió hasta Luceros, sumando personas conforme avanzaba, y a su paso por Alfonso El Sabio se pudo visualizar la dimensión real de la protesta, la más concurrida de las convocadas en estos dos años en la provincia.

Banderas de Palestina, ramas de olivos como símbolo de la resistencia de este pueblo árabe y un sinfín de consignas que pedían sanciones a Israel y el fin de la matanza en Gaza fueron los signos distintivos de la marcha, que llegó a su final en la plaza del Ayuntamiento de Alicante. Desde ahí se leyó el manifiesto que, entre otras demandas, exige un embargo de armas "efectivo" a Israel, criticando así el decreto que presentó el Gobierno en septiembre por "impreciso, incompleto y lleno de excepciones".

Asimismo, solicitan la apertura de un corredor humanitario con intervención de fuerzas de paz de las Naciones Unidas y la ruptura total de relaciones con el "ente sionista". En clave nacional, las manifestaciones de este sábado también piden el fin de la "persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina", para lo cual considera es primordial derogar la llamada Ley Mordaza.

Rechazo al plan de Trump para Gaza

Los convocantes han manifestado su rechazo a la "estrategia imperialista del nuevo 'Plan de Trump para Gaza"`, el cual consideran que es "una mera declaración de intenciones para continuar perpetuando el proyecto colonial sionista en Palestina". Esto en contrapartida al apoyo generalizado que ha dado la comunidad internacional y los países árabes a esta iniciativa para poner fin al conflicto, que además ha contado con una primera aceptación de Hamás y abre las puertas, de momento, a la entrega de los rehenes y a que el ejército israelí cese su ofensiva.

Una posibilidad sobre la que la entidad convocante se muestra escéptica, ya que consideran que "Israel ha dejado claro que, sin sanciones y sin consecuencias reales, intensificará el genocidio, como ya lo está haciendo". Además, como exigencia directa al Ayuntamiento de Alicante, demandan romper el hermanamiento con la ciudad de Herzliya, en Israel, considerada por los convocantes "una vergüenza que no podemos soportar".

En cuanto a representantes políticos locales, la manifestación ha contado con la presencia de la portavoz municipal del PSOE, Ana Barceló, junto a otros ediles y el diputado autonómico José Díaz. De otras formaciones de la oposición de izquierdas participaron Sonia Tirado, secretaria local de Més Compromís, así como otros miembros de la ejecutiva de la coalición valencianista. Junto a una gran bandera palestina, también acudió el portavoz municipal de EU-Podemos, Manolo Copé.

A dos años del inicio del conflicto

La protesta coincide por pocos días con los dos años de la masacre que Hamás perpetró sobre territorio israelí el 7 de octubre de 2023, con un saldo de más de 1.200 fallecidos y 250 secuestrados, según cifras de Naciones Unidas. Este ataque fue el desencadenante de la invasión israelí que desde entonces ha reducido Gaza a las ruinas y ha sometido a su población a una severa crisis humanitaria vigente hasta hoy.

Miembros de Tortuga portan la pancarta de Elx per la Pau en la manifestación de Alacant.

Esta matanza, que ha segado la vida de más de 67.000 personas en Gaza, según las autoridades sanitarias palestinas, ha provocado el rechazo internacional al gobierno israelí, así como acusaciones de genocidio y crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional (que juzga a personas) y en la Corte Internacional de Justicia (que tiene jurisdicción sobre los Estados). La convocatoria se enmarca dentro de una movilización en 70 ciudades de toda España, entre ellas Elche, impulsada por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop).

Fuente: https://www.informacion.es/alicante...

Elche redobla la presión contra Israel: Más de 3.000 personas claman por la libertad de Palestina

La séptima manifestación en menos de dos años, y la más numerosa, urge la paz, el cese de las relaciones diplomáticas con el "Estado genocida" y exige a Sánchez que pare el comercio de armas

Matías Segarra
J. R. Esquinas

Desde niños con camisetas con la bandera de Palestina en forma de corazón a pancartas con imágenes atroces de muertos en Gaza fueron los gestos que eligieron algunas de las 3.500 personas, según fuentes policiales, que este sábado se movilizaron en Elche para hacer un llamamiento a la paz y exigir que de una vez por todas cesen las relaciones diplomáticas con Israel y el envío de armas.

La protesta, que también fue convocada en otras partes del país, fue la más numerosas de las siete que se han organizado en los dos últimos años en la ciudad, sin contar parones de estudiantes y otras concentraciones paralelas en todo este tiempo y que se han intensificado tras los últimos ataques a la flotilla que envía ayuda humanitaria a Gaza. Desde las 18 horas fueron llegando asistentes al parque dels Algeps (Chimeneas) donde no cesaron a través del megáfono los mensajes "Palestina libre, stop genocidio" o "No posicionarse con Palestina es situarse con el opresor". En los primeros tramos de la manifestación había unas 1.800 personas que se fueron sumando conforme avanzaron hacia la Plaça de Baix donde se leyó el manifiesto.

Como en movilizaciones anteriores, convocó el Comité de Solidaridad con Palestina de Elche conformado por la entidad Elx amb Palestina, Esquerra Unida, El sindicato Comisiones Obreras, el Consejo Sindical Obrero y la comunidad árabe, aunque la movilización fue secundada también por concejales del PSOE y Compromís que se sumaron a la causa durante el recorrido, de la misma forma que colectivos como la asociación de ayuda a personas refugiadas.

Los convocantes se refirieron en todo momento a Israel como "Estado terrorista" por la violencia con los ataques contra hospitales, colegios, y campos de refugiados "donde han sido víctimas cientos de miles de personas, entre las cuales hay muchos niños, niñas y personas de edad avanzada que son especialmente vulnerables a los ataques". Afearon el apoyo de Trump y los Estados Unidos, "alineados estrechamente con los intereses de grandes empresas globales y con la obscena complicidad y total pasividad de la Unión Europea", y cifraron en 65.000 personas los asesinados en territorio palestino, de entre ellos 20.000 niños y niñas.

Boicot

Señalaron que la presión popular está siendo efectiva y pusieron ejemplos como el boicot a la Vuelta Ciclista de España," la valentía de los y las docentes que están manifestándose desde sus centros de trabajo, cómo las trabajadoras y los trabajadores de los puertos se han mostrado firmemente en contra de que los barcos con armamento salieran de los puertos españoles hacia Israel o cómo en Barcelona activistas ha bloqueado por horas vía de tráfico para visibilizar la situación".

Críticas a Sánchez

Reprocharon, también que pese a las movilizaciones la reacción en el Gobierno no es suficiente, "ya que las famosas 9 medidas de Pedro Sánchez son humo para intentar no perder votos, pues ninguna de ellas garantiza la ruptura de lo fundamental que es la supresión total negocios comerciales con Israel y la compraventa de armas entre los estados".

Denunciaron que los gobiernos, entre ellos el español, esté obedeciendo "servilmente a un modelo de política económica neoliberal que se apoya y beneficia del sufrimiento del pueblo palestino".

Fuente: https://www.informacion.es/elche/20...

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Miles de personas en todo el país vuelven a las calles por el fin del genocidio palestino

Tortuga Antimilitar - 5 October, 2025 - 12:39

Convocada tres días antes de que se cumpla el tercer año de la ofensiva israelí sobre Gaza, más de 100 municipios del país se manifiestan por el fin del genocidio, el embargo efectivo de armas a Israel, la ruptura de relaciones con el Estado sionista y justicia para el pueblo palestino.

Redacción El Salto

Ni las masivas marchas del pasado miércoles y jueves, en protesta de la detención de la Global Sumud Flotilla por las fuerzas navales israelís, han impedido que nuevamente las marchas convocadas desde hace semanas para este sábado 4 de octubre fueran nuevamente multitudinarias.

Desde el mediodía de este sábado 4 de octubre comenzaron las manifestaciones en muchas localidades a lo largo del territorio español por el fin del genocidio en Gaza. Entre las más numerosas, la de Barcelona –70.000 personas según el Ayuntamiento y 300.000 según los organizadores– donde desplegaron una enorme pancarta en el Arc de Triomf, reclamando los 27.027 km2 del territorio palestino, ni uno menos.

En Iruñea, la plataforma “Palestinarekin Elkartasuna” volvió a llenar las calles. Desde la plataforma aseguran que “la sociedad está en el momento de mayor enfado social, sobre todo vista a la complicidad de los gobiernos occidentales”.

En Madrid, la zona de Atocha ya lucía abarrotada de gente, incluso antes de que comenzara la manifestación de este 4 de octubre. “Israel bombardea con bombas europeas”, es una de las primeras consignas que se escuchaban. Casi una hora después seguía saliendo gente desde las estaciones de Metro y de Atocha-Renfe para incorporarse a la marcha, cuando la cabecera ya estaba en la glorieta de Neptuno. Casi no se podía avanzar. Los colectivos madrileños convocantes de la manifestación cifran en 400.00 personas marchando desde Atocha hasta Callao. Delegación de Gobierno cifró en 100.000 manifestantes en la capital madrileña. Hacia la media noche, con mucha gente todavía por las calles, se produjeron cargas policiales con resultado de varios detenidos.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pales...

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Granada por la Paz

Tortuga Antimilitar - 5 October, 2025 - 00:00

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Teatro Antimilitarista: (8) Insumisión

Tortuga Antimilitar - 5 October, 2025 - 00:00

Maxi de Diego: Teatro antimilitarista (contra las guerras y sus secuaces)
Selección de poemas y pequeñas obras teatrales de temática antimilitarista.

El desertor

Mañana, muy temprano,
Cerraré la puerta en las narices
de los años muertos
Y me lanzaré a los caminos
Mendigaré mi vida
Por las carreteras de Francia
De Bretaña hasta Provenza
Y le diré a la gente
Que no obedezca
Que no lo haga
No vayáis a la guerra
Negaos a partir. Negaos a hacerlo
(...)

Fragmento, Boris Vian

Insumisión

Ella: No soportarás la cárcel.
Él: Es probable que no. Pero recuerda que iré obligado. Me imponen su cárcel.
Ella: Yo las conozco bien.
Él: Ya lo sé.
Ella: No lo hagas. Por lo menos acepta la prestación social sustitutoria.
Él: No. Ya lo hemos hablado. No es una decisión tan solo personal, somos un grupo importante que creemos que...
Ella: (Interrumpiendo, señala al frente. Con énfasis.) Te la has perdido, ha sido la más alta.
Él: La he visto.
Ella: Perdona, te he cortado. Ya sabes lo que me gusta...
Él: Sí, lo sé.
Ella: ¿Qué decías?
Él: Que ha sido una decisión colectiva. Pensamos que así estamos reafirmando nuestra posición antimilitarista. Que nuestra desobediencia plantea una crítica directa a los ejércitos, denuncia su existencia.
Ella: Os lo he oído decir tantas veces..., pero sigue sonando bonito.
Él: (Señala al frente.) ¡Ala! Ahora has sido tú quien no la ha visto. Ha sido la más alta.
Ella: ¡Mierda!
Él: Estate pendiente. Deja de darle vueltas. Lo que tenga que ser, será. Para una vez que venimos... Yo nunca lo había visto tan bravo.
Ella: Como ellos. No creo que los hagáis temblar.
Él: Es posible.
Ella: Entonces, ¿por qué consentir que os roben esos años de vida en una miserable cárcel?
Él: Nos negamos a colaborar, eso es todo.
Ella: La niña te echará de menos.
Él: Y yo a las dos. (La besa.) ¿Puedo pedirte algo?
Ella: Bueno.
Él: No insistas más, por favor.
Ella: No sé si podré. Tengo miedo.
Él: Seré como esa roca que recibe las embestidas del mar.
Ella: Ojalá.
Él: Ya verás. Tenemos razón y eso nos da fuerzas.
Ella: Solo te pido que no te rindas allí dentro. Que pienses en las olas que veremos. La próxima vez vendrá ella también.
Él: Y jugará en la arena. Jugaremos. Los tres.
Ella: Tenemos que volver. Ahora conduzco yo. Tú te duermes de noche.
Él: Aunque solo ha sido un día, nos ha venido bien cambiar de aires.
Ella: Sí, lo necesitábamos.
Él: Sí.

(Van a salir, pero antes de hacerlo, señalan al frente. Miman un gesto de sorpresa por
una ola gigante. Después se abrazan. Oscuro.)

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'El pequeño Nicolás', de René Goscinny y Jean-Jacques Sempé, un paraíso recuperado

Tortuga Antimilitar - 5 October, 2025 - 00:00

Se trata de un universo principalmente infantil, dotado de imaginación y juego, creado por el guionista de "Asterix" e ilustrado por el trazo mágico de un contemporáneo de Quino que, al igual que el creador de "Mafalda", con el tiempo haría carrera como humorista gráfico y también como ilustrador.

Ana Fornaro

La archicitada frase de los escritores franceses Julia Kristeva y Philippe Sollers, “dos personas que se enamoran son dos infancias que se entienden mutuamente”, podría aplicarse perfectamente al dúo creativo integrado por el guionista René Goscinny y el dibujante Jean-Jacques Sempé. Ellos no fueron amantes pero sí tuvieron ese flechazo que se da en algunas amistades, y gracias a esa complicidad nació El pequeño Nicolás, un personaje lleno de alegrías: para sí mismos (fue un éxito editorial y además les posibilitó cierta reparación de sus propias infancias) y para los lectores del mundo, porque los libros de este niñito francés y sus amigos de la escuela fueron traducidos a más de cuarenta idiomas. Desde su nacimiento en 1955, El pequeño Nicolás acompañó y marcó a muchas generaciones, pero hasta el año pasado en América Latina sólo se conseguían las traducciones españolas. Esto cambió cuando Libros del Zorzal se dio a la tarea de editar la colección completa de estos libros, por primera vez con traducciones locales: es una gesta de recuperación de un paraíso imaginado (y francófilo) al que se le suman las obras individuales de Sempé y Goscinny, lo que ha venido incluyendo nuevas ediciones de personajes como Asterix, Lucky Luke e Iznogud. Pero la publicación de El pequeño Nicolás no es sólo una conexión francesa sino también una argentina: Goscinny contó en varias ocasiones que las peripecias de sus personajes están inspiradas en sus recuerdos de infancia del Liceo Francés de Buenos Aires, ciudad en la que vivió desde los 2 hasta los 18 años y a la que volvería muy seguido hasta su muerte temprana.

Aunque, en realidad, lo exacto sería decir que el cincuenta por ciento de la construcción de personajes y aventuras están inspirados en una infancia porteña, porque la otra mitad le pertenece a Sempé, el creador inicial del personaje y quien le acercó la idea a su amigo. En esos años, el dibujante y aficionado al jazz sobrevivía en París haciendo colaboraciones para la revista belga Le Moustique y fue allí que nació el dibujo de ese niño al que nombraría inspirado en una famosa cadena de tiendas de vinos. Como gustó, la agencia para la que trabajaba le encargó que lo convirtiera en una historieta y para eso llamó a Goscinny, guionista (y también dibujante) al que había que había conocido unos años antes. Juntos empezaron a darle espesura al personaje. Goscinny lo convenció de que tenía que ser de clase media y vivir en los suburbios de París, un niño con el que se pudiera identificar la gran masa de franceses. Pero la historieta duró solo unos meses y 28 episodios: de septiembre de 1955 hasta mayo de 1956, cuando la World Presse despidió a Goscinny y su amigo, por lealtad, renunció (Libros del Zorzal compiló también en libro esta versión bajo el título La historieta original).

Un par de años después, el diario regional en el que se había iniciado Sempé, Le Sud Ouest, le encargó que convirtiera las viñetas en historias ilustradas y así nació El pequeño Nicolás tal como se lo conoció mundialmente. Desde allí, el personaje saltó a las páginas de Pilote, la emblemática revista de historietas fundada por Goscinny, Jean Michel Charlier y Albert Uderzo, que terminó de catapultar a la fama al niñito y sus amigos. Allí compartieron páginas con Lucky Luke y Asterix, entonces reciente creación de Goscinny con Uderzo que convertiría al guionista y escritor en una figura central de la industria de la bande dessinée. Pero antes de ser el autor más leído de Francia –vendió al menos 500 millones de ejemplares de Asterix– el guionista y escritor fue un niño francoargentino que soñaba con trabajar con Walt Disney. Su sueño no se cumplió pero habilitó, junto con la ayuda de sus amigos, algo bastante más grande: la renovación de la historieta francobelga.

Sempé y Goscinny

DOS INFANCIAS SE SALUDAN

Cuando se conocieron con Goscinny, Sempé tenía 21 años y se había mudado hacía poco a París desde su Burdeos natal. Proveniente de un hogar obrero y bastante roto, se convirtió en dibujante un poco por casualidad, sin grandes expectativas. Era lo que le salía mejor y le gustaba más que las changas esporádicas que le daban de comer. La mudanza a París tuvo que ver con conseguir alguna oportunidad más grande pero no fue fácil: durante un año y medio se la pasó golpeando puertas de diarios y agencias editoriales que lo rechazaban. En una de esas incursiones conoció a Goscinny, que tenía entonces 27 años, y enseguida se hicieron amigos. El guionista también estaba buscando lugar en la capital francesa después de haber intentado sin suerte labrarse una carrera en Nueva York, donde se instaló con su madre a los 18 años, tras la muerte de su padre en Buenos Aires y sin posibilidad de volver a París, ocupada por los nazis. Lo que otrora había sido una infancia y familia feliz, la Segunda Guerra la había destruido. Hijo de una pareja de inmigrantes polacos judíos, Goscinny perdió a tres de sus tíos en los campos de concentración y ese fue el motivo por el que decidieron quedarse en Argentina. Su padre, ingeniero químico, había conseguido un trabajo en Buenos Aires y, hasta la ocupación nazi, volvían todos los años de visita a Francia. Con la guerra y la muerte del padre, René, que se había criado entre intelectuales (su abuelo era editor de diarios rusos), quiso ganarse la vida como dibujante y para eso se mudaron a Nueva York, donde sobrevivieron gracias a que su madre hablaba cinco idiomas y consiguió trabajo como dactilógrafa. Allí conoció a un grupo de historietistas belgas, entre ellos Morris (con quien luego trabajaría en Lucky Luke) y se hizo amigo del caricaturista Harvey Kutzman, creador de la revista Mad, una referencia de humor irreverente y moderno que sirvió como inspiración para Pilote. Por su lado, Sempé nunca había salido de Francia y su infancia, lejos de los estímulos intelectuales y artísticos de su amigo, había estado marcada por el alcoholismo y golpes de su padrastro. Eso hizo que se la pasara afuera de su casa, jugando en la calle con amigos, aventuras que se amalgamaron con los recuerdos más idílicos de Goscinny para darle vida al pequeño Nicolás.

¿QUÉ ESPERAMOS PARA SER FELICES?

Suele decirse que Goscinny es el inventor del humor en dos niveles: uno que funciona al mismo tiempo para niños y adultos, algo bastante evidente en Asterix, con los juegos de palabras y las referencias históricas y sociales, algo que luego tomaron los guionistas de Los Simpson, por ejemplo. En El pequeño Nicolás esto no es tan evidente pero sí está presente. El mundo que recrea es un mundo principalmente infantil, dotado de imaginación y juego, con el contexto principal de la escuela y el hogar, y muy varonero. Sólo aparecen un par de niñas, María Eduvigis y Luiseta, que son temidas y admiradas en proporciones iguales por Nicolás y sus amigos. Cada compañero de clase responde a un estereotipo –el nerd, el gordito, el burro, el niño rico, el matón– lo que permite identificarse con ellos y sus historias, que son cotidianas y muy graciosas. Los adultos, padres, maestros, vecinos, son quienes están más caricaturizados y mostrados desde sus miserias.

Los libros se componen de pequeñas crónicas que funcionan siempre con la misma estructura: una anécdota simple en la que algo se tuerce, algunos gags y un final entre absurdo y reflexivo. Goscinny tenía un sentido del humor muy fino y muy amplio, en el que la sátira y la ironía conviven con la ternura y El pequeño Nicolás es una muestra clara de eso, con el agregado del uso de la mirada, supuestamente inocente, del protagonista para generar extrañamiento y ridiculizar situaciones típicas: desde la caída de un diente hasta una primera salida a comer a un restaurante. Estos guiones se complementan de manera genial con los dibujos humorísticos de Sempé, un mago de generar universos a los que dan ganas de irse a vivir. El artista, que tuvo una gran influencia del ilustrador estadounidense Saul Steinberg (esto lo emparenta con su coetáneo Quino, quien a su vez practicó en Mafalda un humorismo parecido al de Goscinny), tiene un trazo delicado, entrañable y burlón y eso lo llevó a todas sus creaciones: es quizás quien mejor ha recreado los ambientes de ciudades, en particular París y Nueva York; de hecho fue el artista que ilustró más portadas de The New Yorker, una revista con la que tuvo relación hasta su muerte y que le rindió varios homenajes.

Estos escenarios urbanos (sobre todo París, pero también hay un cameo de Buenos Aires) aparecen con toda su belleza y despliegue en El pequeño Nicolás: ¿Qué esperamos para ser felices? (2022), una película de animación que, bien a la francesa, alterna ficción y metaficción, y que parte de una idea original de Anne Goscinny, hija del guionista y actual guardiana de su obra. En ella, los creadores le cuentan a su personaje las circunstancias de su nacimiento y van mechando pedazos de su vida. El resultado funciona y sobre todo es un placer meterse un rato largo en el mundo ilustrado de Sempé. Goscinny, que dicen era querido por todo el mundo, se murió en 1977, con apenas 51 años, de un ataque cardíaco cuando le estaban haciendo una prueba de esfuerzo en su casa. Estaba en la cresta de la ola gracias a Asterix y demás creaciones, y con Sempé habían perdido un poco el contacto. Si se elige creer en la película animada, diez días antes de su muerte se juntaron a cenar para rememorar viejos tiempos. Goscinny, que ya era millonario, dejó que Sempé pagara la cuenta y se despidieron con un abrazo.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/855661-...

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Un informe de 80 organizaciones internacionales señala a Carrefour por el expolio de Cisjordania

Tortuga Antimilitar - 4 October, 2025 - 00:00

La campaña pretende exigir a los países que prohíban el comercio con asentamientos israelíes ilegales en los Territorios Palestinos Ocupados. El coste para la economía palestina se cifra en 50.000 millones de dólares estadounidenses entre 2000 y 2020.

Redacción El Salto

Una semana después de que Pedro Sánchez anunciase, entre otras medidas, la prohibición de la importación de productos desde los Territorios Ocupados de Palestina, y pocos días después de que Ursula Von der Leyen propusiese una revisión del acuerdo de asociación con Israel, un exhaustivo informe firmado por 80 organizaciones internacionales, entre las que se encuentra Oxfam, pone nombre y cifras al expolio de los territorios de Cisjordania por parte del Estado sionista.

Desde la ocupación de Cisjordania en 1967, Israel se ha apropiado indebidamente, señala el informe, de 2.000 km² de tierra, el equivalente en terreno del ducado de Luxemburgo. Eso ha incluido la construcción y expansión de asentamientos y la pavimentación de carreteras para los colonos, como se indica en el documento, llamado Las actividades comerciales con los asentamientos ilegales y publicado hoy, 15 de septiembre.

“El impacto de estas políticas y prácticas es desastroso para la economía palestina —abunda el informe—, se estima que la ocupación israelí le costó a la economía palestina 50.000 millones de dólares estadounidenses entre 2000 y 2020”.

El foco de este estudio está puesto en los beneficios obtenidos por las empresas de la Unión Europea. Aunque no están todas las que son, ocho empresas de distintos sectores han sido escogidas para ilustrar las distintas formas en que las corporaciones contribuyen a los asentamientos ilegales israelíes.

La multinacional francesa de distribución minorista Carrefour destaca por su cooperación con la empresa israelí Electra Consumer Products a través de su subsidiaria Yenot Bitan. Esta manufactura productos con etiquetado de Carrefour que comercializa en todo Israel.

Nueve tiendas Yenot Bitan están distribuidas en los territorios ocupados, dos de ellas operan con la marca de Carrefour en su fachada.

Pero la colaboración de la marca francesa con las instituciones israelíes que se lucran de los asentamientos no termina ahí. Otras dos empresas, la startup tecnológica Juganu y Bank Hapoalim han colaborado con Carrefour. En el caso del banco se trata de un actor clave para la financiación y creación de infraestructuras que permiten y amplían las tierras expoliadas.

Como sentencia el informe:

“Las alianzas comerciales de Carrefour en Israel apoyan directamente la economía de los asentamientos al permitir la venta de sus productos en tiendas ubicadas en ellos. De acuerdo con los Principios Rectores de las Naciones Unidas, cuando sus relaciones comerciales puedan estar contribuyendo a impactos negativos sobre los derechos humanos —por ejemplo, al apoyar la continuación de los asentamientos ilegales— Carrefour debe ejercer una mayor diligencia debida y ejercer su influencia para identificar, prevenir y mitigar dichos impactos, incluyendo la eliminación y el desmantelamiento de su presencia en los asentamientos”.

Las empresas españolas

Dos compañías españolas, Edreams y Odigeo, son señaladas en el informe como responsables de la “provisión de servicios y utilidades que apoyan el mantenimiento y la existencia de asentamientos”. Se trata de empresas vinculadas al turismo que “han ofrecido recientemente hoteles y alojamiento en asentamientos, como Ma'ale Adumim, ubicado al este de Jerusalén” aunque, como señala el informe, dichas ofertas parecen haber sido retiradas al momento de la publicación.

En el caso de Edreams, sus políticas han cambiado a raíz de las denuncias de Naciones Unidas por su implicación en los territorios ocupados. La empresa, señala el informe, ha explicado que las ofertas en territorios ocupados estaban automatizadas, pero que ha cambiado de política y no permitirá que se publiciten emplazamientos turísticos en los asentamientos colonos.

Otras empresas acusadas por su complicidad en este expolio son las alemanas Tui y Siemens, el banco Barclays o la empresa británica de construcción JC Bamford Excavators.

El informe certifica que la Unión Europea continúa siendo el principal socio comercial de Israel y representa un tercio del total de sus relaciones comerciales. Mientras que esos negocios mueven una cantidad aproximada de 42.000 millones anuales, el reverso es la pobreza que se extiende en Cisjordania, un territorio que ha pagado una factura estimada de 50.000 millones de dólares estadounidenses entre 2000 y 2020 por las políticas israelíes de ocupación.

El comienzo del genocidio en Gaza ha afectado a Cisjordania en todos los aspectos. Desde el número de víctimas de las razias de colonos hasta económicamente. Como señalan las organizaciones que han elaborado el informe, en los últimos dos años, la pobreza ha crecido desde un 12 % a un 28 % en Cisjordania. Otro elemento que el informe destaca es la práctica de destrucción de las vías de subsistencia. Solo en 2023 fueron arrancados 10.000 olivos de familias palestinas; algo especialmente grave porque un 12% de la población en el este de Palestina vive de la aceituna.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ocupa...

Ver también:

Lista de productos israelíes que podemos no comprar

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Romper relaciones militares con EEUU

Tortuga Antimilitar - 4 October, 2025 - 00:00

Si se ve necesario romper relaciones con un estado como Israel que está haciendo lo que está haciendo (un genocidio) con Palestina, ¿cómo no se practica, igualmente, un embargo de armas y ruptura de relaciones militares con un estado como EEUU que está vendiendo armas a Israel y dándole toda la cobertura política para el genocidio?

¿No es profundamente indigno seguir manteniendo una bases militares con capacidad nuclear en Rota y Morón sabiendo que su dueño, Donald Trump, quiere montar un resort de lujo en Gaza? ¿Cómo España se humilla militarmente a EEUU cuando estamos viendo la clase de amenaza/agresión que está sufriendo Venezuela porque EEUU ansía su petróleo?

El militarismo global que EEUU impulsa desde las bases de Rota y Morón es absolutamente incompatible con el NO A LA GUERRA, tantas veces expresado, de la ciudadanía española. Las bases militares que Franco pactó con EEUU son una pura indignidad para este país. Deben ser desmanteladas ya.

Fuente: https://noviolencia62.blogspot.com/...

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El plan de paz

Tortuga Antimilitar - 3 October, 2025 - 00:00

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De arados a espadas: La historia de los Verdes alemanes

Tortuga Antimilitar - 3 October, 2025 - 00:00

Hace cuarenta años surgió en Alemania el Partido Verde. Se definía como “ecopacifista”. Con los años aquella fuerza de diputados melenudos con jerseys de lana gruesa y de diputadas que amamantaban a sus bebés en el escaño del Bundestag en Bonn, se puso corbata y traje de Armani. Hoy es el más entusiasta partidario de la guerra y el rearme militar alemán. Una advertencia sobre la importancia de los factores de clase y del antiimperialismo para una política de izquierdas.

Autor: Robert Dale

Cuando el Partido Verde alemán irrumpió en escena en 1980, se situaba claramente a la izquierda del Partido Socialdemócrata (SPD). Era crítico con el capitalismo, estaba lleno de marxistas, era antinuclear y pacifista. Hoy en día, arma a Israel, aplasta la solidaridad con Gaza y promueve la guerra en Ucrania. Es popular en las torres de marfil, pero despreciado en las fábricas. ¿Qué salió mal?

El Partido Verde alemán surgió de los movimientos radicales de los años 70 y principios de los 80. Sus temas clave eran el movimiento pacifista, el movimiento feminista, la ecología y la oposición a la energía nuclear. La idea en aquel momento era que el partido tuviera un pie en los movimientos y otro en el parlamento, considerando los movimientos como más importantes.

Muchos de los miembros y figuras destacadas se habían politizado en el movimiento estudiantil militante de finales de los años sesenta. Ese momento radical había pasado, pero el concepto de Rudi Dutschke de una «larga marcha a través de las instituciones» parecía ofrecer una perspectiva.

El nuevo partido obtuvo éxito electoral con su plataforma de paz, ecología y diversidad. En 1983, tras una serie de victorias en las elecciones estatales y locales, 28 diputados verdes fueron elegidos para el Bundestag. Desafiando descaradamente el código de vestimenta y tejiendo en la cámara, este grupo de hippies y marginados escandalizó a los partidos establecidos y a los principales medios de comunicación. Los verdes y los socialdemócratas de izquierda especularon sobre la posibilidad futura de una coalición radical «rojo-verde».

El problema es que los movimientos estaban desapareciendo. En 1990, se trataba de un partido sin movimiento, pero aún capaz de ganar escaños en los gobiernos locales y regionales gracias al sistema de representación proporcional de Alemania. A mediados de la década de 1990, se planteaba la posibilidad de formar parte de una coalición nacional. Sin embargo, había un gran problema.

La OTAN

Los Verdes ya parecían mucho más respetables, pero su programa seguía pidiendo la abolición de la OTAN. Estaba claro que abandonar esa política sería el precio a pagar para entrar en el Gobierno. Las declaraciones pertinentes se suavizaron durante la redacción del programa de 1998 y, como era de esperar, los Verdes pudieron unirse al SPD en el Gobierno de Gerhard Schröder, de tipo blairista.

¿Qué logró la «coalición rojo-verde» de 1998 a 2005? Bueno, para empezar, recortó drásticamente el sistema de prestaciones sociales. Eso fue muy importante. Curiosamente, nadie se lo echó en cara a los Verdes, mientras que el SPD seguía sintiendo el golpe veinte años después. Los pacifistas del Partido Verde sufrieron su Waterloo en la guerra de Kosovo de 1999.

Tras la reunificación, la clase dirigente alemana estaba ansiosa por recuperar su capacidad para hacer la guerra. Eso significaba superar el profundo tabú que existía desde 1945 sobre el despliegue de las fuerzas armadas alemanas para luchar en el extranjero. La intervención de la OTAN en Kosovo brindó la oportunidad de disfrazarlo de «humanitario» y la fuerza aérea alemana se unió al bombardeo de Serbia y Montenegro. Al frente de la ofensiva estaba el ministro de Asuntos Exteriores verde, Joseph («Joschka») Fischer.

Por supuesto, esto provocó un gran debate en el partido. Los pacifistas perdieron la batalla y los que tenían principios se marcharon. Estaba claro que los Verdes ya no eran el partido de la paz. Ahora, la grotesca farsa de la guerra por los derechos humanos se convirtió en su mantra.

Pasaron dieciséis años antes de que los Verdes volvieran a aspirar al gobierno nacional. En las décadas de 2000 y 2010, el partido consolidó su base en los parlamentos estatales y los gobiernos locales, y se desplazó aún más hacia la derecha. En 2016, formó su primera coalición a nivel regional con los demócratas cristianos de derecha.

También surgió una nueva generación de líderes. La vieja guardia había surgido de los movimientos radicales. El ministro de Asuntos Exteriores Fischer comenzó como militante callejero en el movimiento estudiantil de 1968. Por el contrario, la pareja que lideró a los Verdes en las elecciones de 2021, Annalena Baerbock y Robert Habeck, eran respetables y de impecable reputación (Habeck escribe libros infantiles y Baerbock pasó su juventud escalando; ninguno de los dos parece haber estado involucrado en política antes de sus carreras parlamentarias).

Así que cuando los Verdes se unieron al FDP, partido defensor del libre mercado, en la coalición liderada por el SPD de Olaf Scholz, no tenían la carga de ninguna expectativa de cambio radical. Sin embargo, sus votantes esperaban medidas significativas en materia climática y protección para los refugiados.

Lo que sucedió entonces fue una sorpresa, incluso para los más cínicos. Cuando el conflicto de Ucrania se convirtió en una guerra abierta en 2022, la ministra de Asuntos Exteriores verde Baerbock y su partido se mostraron entusiastas, liderando los llamamientos a favor de más armas, más tanques y más guerra. En esto, estaban en sintonía con la clase dirigente alemana, que consideró el derramamiento de sangre como una magnífica oportunidad para volver a poner a las fuerzas armadas alemanas en el mapa.

Así pues, la sorprendente remilitarización de la sociedad alemana, la grotesca expansión del gasto militar, fue inicialmente obra de los Verdes y los socialdemócratas. Y justo cuando se pensaba que no podía empeorar, comenzó la matanza del ejército israelí en Gaza.

Como feminista y defensora de los derechos humanos, la ministra de Asuntos Exteriores verde Baerbock apoyó a Israel hasta el final. De nuevo en sintonía con la clase dirigente alemana y el Estado sionista. Alemania siguió suministrando armas a Israel y las manifestaciones de solidaridad fueron brutalmente reprimidas.

Los políticos verdes se apresuraron a demonizar la empatía hacia los palestinos tachándola de «antisemitismo». El colíder Robert Habeck insistió en que el partido en su conjunto respaldaba esa línea, y no se me ocurre ningún miembro destacado de los Verdes que se opusiera a ella.

Al menos hicieron algunas cosas buenas por el clima y por los refugiados, ¿no? Bueno… Lamento decepcionar, pero no. Aparte de jugar con los objetivos y aplicar aranceles a los vehículos eléctricos importados, claro está. Su programa para imponer la modernización de los sistemas de calefacción estaba mal pensado, mal comunicado y era tremendamente impopular. Un desastre. Su decisión de sustituir el gas ruso de los gasoductos por el costoso GNL fracturado de Estados Unidos logró un triple resultado: malo para el medio ambiente, costoso para la gente corriente y mortal para la industria alemana.

¿Y los refugiados? Es muy posible que se vean relegados a campamentos remotos, después de que Baerbock diera su bendición a los planes de la Unión Europea de internarlos en las fronteras exteriores de la UE y en «centros de retorno» en terceros países (los partidarios de la UE quizá deberían examinar más detenidamente sus políticas en materia de asilo, guerra y militarización).

Así que aquí estamos. Durante cuatro décadas, los Verdes han avanzado por las instituciones hasta alcanzar sus cotas más altas. En el proceso, se han institucionalizado por completo. Me viene a la mente Rebelión en la granja.

El Parlamento y la clase

¿Cómo se produjo esta transformación? En gran parte, se debe simplemente al conocido mecanismo de la democracia burguesa. Cosechar las recompensas de la conformidad o soportar la presión ejercida sobre los críticos radicales. ¿Quién quiere ser un outsider? El Parlamento absorbe las corrientes radicales, les corta las alas y las escupe como una sombra de lo que eran.

Para resistir esas presiones, un partido necesita un movimiento vibrante fuera del Parlamento o unos anclajes ideológicos muy claros. Los Verdes no tenían ninguno de los dos. Los movimientos se habían disipado. Cuando aparecieron el movimiento antiglobalización y los foros sociales a principios de la década de 2000, los Verdes estaban al otro lado de la barricada.

Las ideas clave que unían a los Verdes, la ecología y la diversidad, eran fundamentalmente compatibles con la administración dentro (y para) el capitalismo. La oposición al militarismo no lo era, y se abandonó. La clase no figuraba. Si tenían alguna teoría del cambio, miraban hacia una «coalición de los desfavorecidos».

Además de ese proceso general de cooptación, la composición de clase específica del partido ha influido en su destino final. Sus raíces se encontraban en las protestas estudiantiles, y su caldo de cultivo fueron los movimientos pacifistas y antinucleares, fuertemente arraigados en la clase media. Alemania, a diferencia de Gran Bretaña o Francia, vio relativamente poca acción de la clase trabajadora a lo largo de ese período.

Se podría decir que el Partido Verde ha acompañado a sucesivas generaciones de jóvenes graduados universitarios en su «marcha a través de las instituciones». Algunos ascendieron más, otros menos. Hoy en día, el Partido Verde tiene una gran influencia en las profesiones culturales y más allá. Por ejemplo, el 40 % de los periodistas vota a los Verdes.

¿Qué más sabemos sobre los votantes verdes? Ganan más que los de otros partidos (aparte de los liberales de libre mercado del FDP). Y vuelan más. Irónico, eso. Suelen vivir en las mejores zonas de la ciudad.

Hoy en día, el Partido Verde parece representar los intereses de clase de la nueva clase media, o la «clase profesional-gerencial». Aquellos que gestionan, administran y legitiman el capitalismo sin propiedad personal. Directores de organizaciones, directores de recursos humanos, funcionarios gubernamentales, altos cargos administrativos, periodistas, artistas, académicos e intelectuales. No las altas esferas.
No el ejército ni la policía.

La agenda del Partido Verde alemán es la agenda de esta clase. Diversidad y no discriminación dentro de la jerarquía existente. Virtud ecológica. Acción climática solo cuando sea compatible con los intereses del capital. Guerras en el extranjero por los derechos humanos (que de alguna manera siempre tienen como objetivo a los enemigos de nuestra clase dominante). Una cierta cantidad de discurso radical, siempre y cuando no vaya seguido de acciones.

Podemos imaginarlo como varias capas o estratos en la sociedad. En la cima de este árbol particular se encuentran aquellos que ocupan puestos de autoridad real en su ámbito, quienes son recompensados en consecuencia. Los directores de instituciones, por ejemplo. A su alrededor hay otros con bastante menos poder personal, pero que siguen recibiendo una prima por adular (muchos periodistas), elogiar (artistas) o vigilar (directores de colegio, trabajadores sociales de alto rango). Y luego hay muchos titulados universitarios en los peldaños inferiores de las mismas profesiones que pueden o no estar (o aspirar a estar) en ascenso (por ejemplo, los profesores).

Son esos niveles inferiores los más cercanos a la clase trabajadora, o los que podrían considerarse parte de ella. La proletarización de las profesiones es una realidad, pero también lo es la perspectiva de ascender a la clase media propiamente dicha (en el sentido de aquellos que poseen cierto poder en la sociedad, pero no las alturas dominantes). E incluso en los niveles inferiores, los graduados suelen desempeñar ocupaciones que les exigen conformarse con el estado actual de la sociedad e interiorizarlo. Periodistas y trabajadores sociales, por ejemplo.

Un movimiento sindical dinámico proporcionaría un polo de atracción alternativo para estos estratos. Sin embargo, en la actualidad la clase trabajadora está tranquila y estos grupos tienden a orientarse hacia aquellos «por encima de ellos» que ejercen una influencia real y ofrecen recompensas materiales.

La cuestión palestina ilustra la diferencia que puede suponer una fuerte oposición desde abajo. A finales de la década de 2010, la clase política y los medios de comunicación pudieron utilizar la calumnia del antisemitismo para acabar con Jeremy Corbyn. Hoy en día, con un fuerte movimiento detrás, la solidaridad con Palestina se ha convertido en algo habitual.

Estas cuestiones serán relevantes para el nuevo partido de izquierda británico. ¿Se limitará a la «coalición woke»? La diversidad, la ecología y un poco de justicia social pueden ser cooptadas. ¿O se comprometerá con el grupo rebelde: antimilitarismo, antiotan, apoyo a las huelgas, reconstrucción del poder de la clase trabajadora?

Sería refrescante ver a algunos de los 750 000 seguidores del nuevo partido de Corbyn asistiendo a los piquetes de los trabajadores en huelga. Las oportunidades están ahí para quien las aproveche: los contenedores de Birmingham, la estación de Sheffield Lumley Street, Hull Trains, el metro de Londres. Para empezar.

(Publicado en : Robert Dale – Ploughshares to swords: the story of the German Greens – Brave New Europe )

https://rafaelpoch.com/2025/09/22/d...

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La guerra (2) ¿Qué postura tomar ante las guerras?

Tortuga Antimilitar - 3 October, 2025 - 00:00

¿Qué postura tomar ante las guerras?

Informar, con toda la amplitud que se pueda, sobre el funcionamiento, los contenidos y la estructura de la sociedad y del mundo en que vivimos, para que la gente conozca el porqué y de dónde viene todo.

Promover el diálogo por todos los medios y los cauces y expresiones que puede tener el diálogo.

Crear grupos, o participar en grupos, que promuevan la paz y el desarme.

Informar de lo que es la guerra y de las consecuencias de la guerra.

Iniciar procesos de educación para la paz y la noviolencia.

Vivir con coherencia humana, económica, ideológica y política, la opción por la paz y por la noviolencia.

Intervenir y mediar en los conflictos para que se solucionen de forma pacífica, afrontando las causas y tratando de suprimirlas.

Existe la cultura de la paz y de la noviolencia. Los que optamos por la paz hemos de poner todas nuestras fuerzas y posibilidades en construir la cultura de la paz.

Tenemos unas necesidades que hemos de cubrir para poder mantener nuestra vida, pero una cosa es cubrir nuestras necesidades, y otra muy distinta es caer en el consumismo, en el derroche y en el pensar que, si no tenemos todo lo que el mundo nos ofrece, no somos personas.

El nivel de vida que tenemos en los países del norte no es justo, ni solidario, ni tiene en cuenta la construcción de la paz en el mundo.

Nuestro bienestar, a nivel general, es una manifestación de nuestra violencia y de nuestro abuso de poder.

Si queremos trabajar por la paz, nuestra vida ha de ser más austera y solidaria, tiene que estar orientada, con la organización que haga falta, a compartir los bienes, la cultura y la vida, con los países que viven en la pobreza.

La construcción de la paz tiene una dimensión, económica, cultural y política que no podemos olvidar.

Ya hay muchas organizaciones que están haciendo realidad la solidaridad con los países que viven en la pobreza, pero el alcance de lo que hay y de lo que se hace, no llega a responder a todas las necesidades que tienen los países en desarrollo.

Tenemos que cambiar la mentalidad del consumismo, por la mentalidad y el compromiso por la solidaridad universal. Y esto se ha de traducir en aportaciones económicas y en organización justa, libre de toda corrupción.

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Israel aborda la flotilla y detiene a sus tripulantes para impedir su llegada a Gaza

Tortuga Antimilitar - 2 October, 2025 - 08:14

Víctor Honorato

Israel comenzó el miércoles por la noche la operación para interceptar los 44 barcos de la flotilla a Gaza y detener a sus tripulantes a menos de 100 millas de la costa y dentro de la “zona de alto riesgo”. Son más de 20 embarcaciones las que se han aproximado a gran velocidad, según informa la flotilla. Los tres primeros barcos interceptados han sido el Sirius —en el que viajaba la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau—, el Alma y el Adara.

Según la organización israelí Adalah, que se encargará de la defensa legal de los detenidos, 20 embarcaciones de la flotilla han sido interceptadas y otras nueve han perdido las comunicaciones. Los tripulantes están siendo trasladados al puerto de Ashdod, en Israel, pero aún no han llegado a tierra, según Adalah, cuyos abogados están preparados para prestarles asistencia. Unas 500 personas en total viajan a bordo de los barcos que integran la Flotilla Global Sumud (perseverancia, en árabe).

A las 03:20 de la madrugada (02:20 en España), la organización de la Flotilla Global Sumud aseguró que 30 navíos continuaban navegando rumbo a Gaza y se encontraban a poco más de 40 millas de la costa, “a pesar de la agresión incesante de las fuerzas navales de ocupación israelí”.

Al igual que en las dos ocasiones anteriores, en las que una flotilla de menor tamaño intentó navegar hasta Gaza, está previsto que los tripulantes sean detenidos, trasladados al puerto de Ashdod, donde serán interrogados y deportados a sus países de origen, o arrestados en Israel. El ministerio de Exteriores israelí ha publicado un vídeo del momento de la detención de la activista Greta Thunberg y ha confirmado su traslado a un puerto israelí.

Por su parte, el activista brasileño Thiago Ávila, miembro del comité de dirección de la flotilla y embarcado en el buque Alma, ha respondido a un mensaje de radio de la armada israelí que amenazaba con detener la embarcación si rompía el “bloqueo naval” y “confiscarla por medios legales” por “entrar en una zona de guerra activa”.

“Están cometiendo crímenes de guerra y el Tribunal Internacional de Justicia resolvió provisionalmente que todo intento de dificultar una misión humanitaria a Gaza está prohibida por el derecho internacional y cumple con la solicitud de que ustedes respondan por el crimen de genocidio”, ha replicado Ávila, para recordar a continuación que pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El ministerio de Exteriores de Israel ha publicado un comunicado en redes sociales en el que insiste que el propósito de la flotilla, a la que sigue vinculando sin pruebas a Hamás, es “la provocación” y que “Israel reiteró su oferta de transferir pacíficamente cualquier ayuda a Gaza por canales seguros”, en contra de la evidencia hasta la fecha. También señala que ha “pedido” a la flotilla que cambie de rumbo.

Fuentes del ministerio de Exteriores de España indican, a su vez, que la embajada en Tel Aviv “ha contactado tanto con el ministerio de Exteriores israelí como con la Delegación de la UE en Tel Aviv para interesarse específicamente por los ciudadanos españoles y garantizar toda la protección diplomática y consular”, y que el Ministerio ha creado una unidad de seguimiento permanente. Los consulados en Tel Aviv, Jerusalén y Nicosia están también activos mientras que el el ministro del ramo, José Manuel Albares, está en contacto con sus homólogos de países con nacionales en la flotilla, especialmente Irlanda y Turquía, según indican estas fuentes.

“Parece que antes de abordar los barcos, los buques de la armada israelí dañaron intencionadamente las comunicaciones entre embarcaciones con el objetivo de impedir el envío de señales de alarma y bloquear la retransmisión en directo de su abordaje ilegal. La cobertura en diercto y las comunicaciones con otros muchos barcos también se han perdido”, señala la nota de la flotilla.

El diputado de Compromís Juan Bordera señaló en un mensaje de vídeo minutos antes de la interceptación: “Estamos a punto de ser interceptados por un bloqueo militar de más de 10 embarcaciones, no sabemos qué va a ocurrir, pero no va a ser agradable. Los gobiernos nos han dejado tirados, esa es la realidad, pero solo es una millonésima parte de lo que está sufriendo el pueblo de palestina”.

El convoy salió de Barcelona el pasado 30 de agosto y durante el mes de trayectoria han sufrido varios ataques con drones y artefactos incendiarios. Esta madrugada también denunciaron una maniobra intimidatoria por parte de un buque de guerra israelí que obligó a algún barco a cambiar bruscamente de trayectoria para evitar una colisión.

Horas antes de la intervención israelí, la eurodiputada italiania Benedetta Scuderi conversaba con elDiario.es desde uno de los barcos de la flotilla. “Pensábamos [que la operación de Israel] podría ser durante el día, pero el sol está cayendo y no vemos barcos en el horizonte, así que creemos que probablemente pase de noche. Si no es así, estaríamos ya muy cerca de Gaza”.

Benedetta Scuderi, eurodiputada a bordo de la flotilla a Gaza: “La intervención israelí será probablemente esta noche”

Italia y España habían enviado embarcaciones militares para llevar a cabo labores de asistencia y rescate en caso de que Israel ataque la flotilla en aguas internacionales. Sin embargo, los dos se quedaron a 150 millas de la costa de Gaza y no entraron en la que se considera “zona de alto riesgo”. Por el contrario, animaron a los activistas a abandonar su misión, pero ninguno lo hizo.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacion...

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El plan de Trump para Gaza, un proyecto de dominación colonial 2.0 y ocupación permanente

Tortuga Antimilitar - 2 October, 2025 - 00:01

El plan de EEUU entrega Gaza a Trump como supremo gestor junto a Blair, separa el futuro de Gaza del de Cisjordania, impide rendición de cuentas y diseña una ocupación transitoria con posibilidad de ser permanente.

Olga Rodríguez

Para entender las cosas conviene llamarlas por su nombre. El plan de Trump no es una propuesta de negociación ni un proyecto que proteja los derechos de la población de Gaza. Es una ruta unilateral para negar la soberanía palestina, sin plazos ni garantías para el fin de la ocupación, presentada como un ultimátum, con la que pretende consolidar un diseño de colonialismo en pleno siglo XXI.

Al igual que hace un siglo Reino Unido arrebató Palestina a los palestinos para entregársela al sionismo, los veinte puntos planteados este lunes por la Casa Blanca contemplan la entrega de Gaza al propio Trump como supremo gestor junto con Tony Blair. El plan no indica plazos específicos para la salida del Ejército israelí y propone, en el mejor de los casos, una Franja sometida a Israel a través del control de sus fronteras y espacio aéreo y marítimo.

Además, no menciona los otros territorios palestinos –ni Jerusalén Este ni Cisjordania– lo que en sí mismo encapsula y aísla el futuro de la Franja del resto de Palestina, como si ésta no fuera una única entidad. Tampoco ofrece rendición de cuentas para los perpetradores del genocidio, ni reparación para las víctimas de los crímenes masivos.

Lo que Trump llama “un nuevo Oriente Medio” es el mismo modelo del siglo XX, trazado diez décadas después. Es un colonialismo triple, estadounidense-británico-israelí, basado en la hegemonía militar regional, con el que plantea un modelo de dominación para Gaza, coordinado por EEUU, la potencia que más ha facilitado el genocidio.

Sí al bloqueo si no hay acuerdo

Los primeros ocho puntos establecen, entre otras cuestiones, la entrega de los rehenes de Hamás a cambio de 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y de más de 1.700 gazatíes arrestados desde octubre de 2023.

Deja fuera de esa propuesta a otros muchos prisioneros palestinos, incluidos los hombres, mujeres y menores de Jerusalén Este y Cisjordania, a los que no menciona. Hay más de once mil presos en las cárceles israelíes, de los cuales más de 3.500 están bajo detención administrativa, sin cargos ni juicio, secuestrados sin saber de qué se les acusa.

El plan también plantea la entrega de las armas y la rendición de Hamás. Exige el cumplimiento de esos tres puntos como condición indispensable para el alto el fuego que tanto necesita la Franja de Gaza y para permitir la entrada de “cantidades de ayuda consistentes”. Es decir, Washington vuelve a mostrar que justifica el bloqueo a la entrada de productos necesarios en la Franja si no se dan esas circunstancias.

Esto en sí mismo constituye un respaldo a un crimen de guerra –usar el hambre como arma– y a una práctica señalada como indicio significativo de genocidio. De hecho, levantar el bloqueo es una obligación legal y una orden cautelar de la Corte Internacional de Justicia desde enero de 2024.

Gobernación de Gaza

A partir del punto nueve Trump plantea entregar Gaza a “un comité palestino tecnócrata y apolítico” para gestionar los servicios públicos y los municipios de la Franja. Señala que estará supervisado –atención– por un organismo internacional “de transición” encabezado y presidido por… Donald Trump.

El presidente de EEUU se asigna a sí mismo la gestión de la Franja de Gaza para dirigir la nueva fase de colonialismo 2.0, junto con “otros miembros y jefes de Estado que se anunciarán”, incluido el ex primer ministro británico Tony Blair. Trump y Blair actuarían como gerentes y coordinadores del negocio de la “reconstrucción”.

Es decir, en el sueño del presidente de EEUU, la Franja tendría como administradores provisionales a un exmandatario de la primera potencia colonialista que se apropió de Palestina -Reino Unido- y al presidente de la potencia neocolonial que tomó el relevo de Londres como máximo protector de Israel.

Blair

“¿Tony Blair? Diablos, no. Fuera de Palestina. ¿Nos vemos quizá en La Haya?”, comentó la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, hace dos días, cuando se supo que sonaba el nombre del ex primer ministro británico.

Blair encarna el arquetipo del colonialismo inglés. Fue promotor, junto con Bush, de la invasión ilegal de Irak, una operación militar que provocó cientos de miles de muertos. Sus consecuencias eran previsibles y evitables, pero el negocio de la guerra iba antes. Además, ocupó el puesto de enviado especial del Cuarteto para Oriente Próximo entre 2007 y 2015, con un papel bien conocido en la zona por sus posiciones cercanas a Washington y a los intereses israelíes.

Desde entonces ha ejercido como conferenciante, asesor y consultor en la región, siempre apoyando la injerencia occidental para garantizar control político y militar a Londres y EEUU. En 2013 defendió públicamente el golpe de Estado en Egipto afirmando que “la democracia por sí sola no significa un gobierno efectivo” y asegurando que solo había dos opciones: “intervención o caos”.

“Programa de reforma”

El plan de Trump señala que el organismo presidido por él mismo, Blair y otros “establecerá el marco” y “manejará la financiación para la reurbanización de Gaza” hasta que la Autoridad Palestina haya aplicado el “programa de reforma”.

Esto se traduce en negocios de reconstrucción bajo la batuta del multimillonario presidente, cuyo yerno, Jared Kushner, duplicó en enero de este año su participación en una firma de finanzas y seguros israelí que invierte en asentamientos ilegales israelíes y se beneficia de la extensión de la anexión ilegal. Para ello el presidente de EEUU prevé convocar a empresarios e inversores que podrán enriquecerse sobre los escombros de la Franja, con el establecimiento de una “zona económica especial”, con “tarifas preferenciales”. Es un modelo de protectorado colonial y un negocio inmobiliario y financiero.

Sobre el llamado “programa de reforma” que Trump exige a la Autoridad Palestina no se aportan detalles, pero da pistas suficientes para entender de qué se trata. Señala que dicho “programa” está descrito en varios proyectos, incluido “el plan de paz del presidente Trump de 2020” y “la propuesta franco-saudí”.

Ese plan de 2020 de Trump fue elaborado por Kushner y perfilaba unos territorios desmilitarizados y controlados por Israel tanto en sus fronteras como en su espacio aéreo y “espectro electromagnético”.

Ocupación

Por lo demás, propone una “Fuerza Internacional” creada por EEUU y por “socios árabes e internacionales” para establecer “la seguridad interna”, con control político, financiero y de fronteras. El Ejército israelí, perpetrador del genocidio, permanecería en Gaza y solo se retiraría cuando estas fuerzas internacionales creadas por EEUU y otros lograran “control y estabilidad”. También prevé la anexión legal de “una zona de seguridad”. Es un plan de ocupación transitoria israelí e internacional con anexión de territorio y posibilidad de prolongarse sine die, como lleva haciéndolo durante décadas.

“No hay garantías para proteger los intereses palestinos, ni para un alto el fuego definitivo. Todo indica que, si Israel quiere, tan pronto como logre el regreso de los rehenes podrá decir que no está satisfecho con la cooperación y reanudar los ataques diciendo 'lo siento, señor presidente'. El plan promete una ocupación permanente a largo plazo por tropas extranjeras, con control político extranjero, de finanzas y fronteras”, señala la politóloga Phyllis Bennis, del Instituto de Estudios Políticos de Washington.

“El plan Trump-Netanyahu ofrece a los palestinos la opción de elegir entre el apartheid colonial y la ocupación, en el mejor de los casos y, en el peor, sirve de pretexto para la continuación del genocidio”, ha escrito Nimer Sultany, profesor de Derecho en la Universidad SOAS de Londres. Veinticuatro horas después del anuncio del plan, la relatora de la ONU, Francesca Albanese, señalaba: “No importa cuántas manos aplaudan: este plan viola la ley internacional” (*).

En la rueda de prensa de este lunes, Netanyahu enumeró algunas de las condiciones que exige para que ese “plan de reforma” de la Autoridad Palestina se cumpla: “Detener incitación en los medios” y “poner fin a la guerra contra Israel en la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional”. Es decir, cerrar el derecho y el deber legal de garantizar rendición de cuentas. Es todo un llamamiento al sometimiento del buen indígena, del buen colonizado.

Cuando Trump propone “el programa de reformas” está diciendo que Palestina debe asumir un periodo indeterminado de ocupación de Gaza y la indefinición sobre Cisjordania, para la que el plan de 2020 mencionado prometía la anexión israelí de los asentamientos.

Hace tres días el presidente estadounidense aseguró que no permitiría que Israel se anexione Cisjordania pero este lunes, en la presentación de su plan, este territorio palestino no es ni siquiera nombrado, por lo que queda al albur de la indefinición, de las posiciones cambiantes de Trump y de la voluntad de ocupación definitiva por parte del Gobierno Netanyahu, que sigue anexionándose áreas de ese trozo palestino.

Por lo demás, el único espacio que el plan deja a Naciones Unidas es, en el mejor de los casos, la distribución de parte de la ayuda humanitaria.

El incumplimiento sistemático por parte de Israel obliga a prever que Tel Aviv puede seguir ocupando y segregando si nada le obliga a lo contrario

Incumplimientos sistemáticos

Tras la rueda de prensa en la Casa Blanca, Netanyahu se dirigió en hebreo a la audiencia israelí para resaltar que “el mundo entero, incluido el mundo árabe y musulmán, presiona a Hamás para que acepte las condiciones para liberar a nuestros rehenes mientras las Fuerzas de Defensa de Israel permanecen en la mayor parte de la Franja”.

Con ello, más allá de subrayar la ocupación de Gaza por un tiempo indefinido, el primer ministro hacía referencia al respaldo al plan que ya han mostrado la Unión Europea, varios países europeos –entre ellos, España– y naciones árabes y musulmanas, además de la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas.

El incumplimiento sistemático por parte de Israel de las resoluciones y de los acuerdos a lo largo de los años obliga a entender que Tel Aviv ignorará cualquier compromiso y obligación legal, a no ser que sea presionado a lo contrario. El primer ministro israelí ha vuelto a decir este martes que no aceptará un Estado palestino.

Ya ocurrió, por ejemplo, con los Acuerdos de Oslo en 1993. Fueron publicitados y celebrados internacionalmente como los pactos definitivos, pero contenían trampas y cláusulas provisionales que entregaban el 60% de Cisjordania al control militar israelí, lo que ha facilitado más ocupación y anexión.

Hace más de un año, en septiembre de 2024, la Asamblea General de la ONU estableció que, en un máximo de doce meses, tendría que terminar la ocupación ilegal israelí de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Ya ha vencido el plazo y siguen sin plantearse medidas de presión para su cumplimiento, mientras la Franja se desangra cada día con nuevas masacres, hambre y destrucción.

“Es hora de DETENER A ISRAEL! ¡No más armas, no más comercio y U4P ya!”, ha reclamado la relatora de la ONU, Francesca Albanese, una voz de sensatez entre el ruido.

U4P es la resolución 'Unión pro Paz', diseñada en los años cincuenta para impulsar medidas en la Asamblea ONU por el mantenimiento o restablecimiento de la paz , cuando hay veto en el Consejo de Seguridad, como es el caso actual. Con una mayoría de dos tercios, a través de ella se podría aprobar el envío de fuerzas de paz a Gaza.

Tampoco se ha planteado la suspensión de Israel como integrante de la Asamblea de la ONU, como sí se hizo con la Sudáfrica del apartheid en 1974, hasta la caída de ese régimen ya en los noventa. Sin embargo, tras casi dos años de genocidio y con una orden de arresto internacional emitida por la Corte de La Haya, Netanyahu sigue siendo acogido en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde habló la semana pasada.

“Prevenir y sancionar” es lo que exige la Convención sobre Genocidio a las naciones del mundo. No hubo prevención para evitar los crímenes y ahora no solo no hay sanciones para frenar la impunidad israelí, sino que Washington propone recompensas para Israel y para Trump.

Esta es la trampa planteada por EEUU y acogida con satisfacción por Netanyahu, acostumbrado a las escenificaciones. Trump ha puesto un proyecto encima de la mesa sin plazos, ni garantías, ni definición alguna sobre Cisjordania y Jerusalén Este, ni siquiera sobre la propia Gaza. Pretende acorralar la soberanía de la Franja a la medida de los intereses estadounidenses e israelíes, sin posibilidad de autogobierno palestino.

Si el plan es rechazado por la parte palestina, será usado como excusa para proseguir con la limpieza étnica y el genocidio. Israel ha firmado en el pasado decenas de acuerdos que ha incumplido, y la comunidad internacional lo sabe. Dos años después, se sigue comprando tiempo para posponer el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y el fin de la ocupación y la segregación que lo aplastan.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacion...

El plan de Trump: un precio demasiado alto por el cese de los bombardeos e "incompatible con el derecho internacional"

Estados Unidos no reconoce el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y tampoco contempla la reparación de las víctimas ni pide rendir cuentas al Gobierno de Netanyahu. "La propuesta es indecente. La realiza un mandatario que ha estado financiando el genocidio", advierte Isaías Barreñada.

Hamás ha confirmado que su intención es "alcanzar un acuerdo integral para detener la agresión", pero los expertos consideran que la milicia palestina está entre la espada y la pared. "El plan es un ultimátum (...) que busca imponer por la fuerza lo que no se ha conseguido ganar militarmente", señala Carmen López Alonso.

Víctor López

Donald Trump ha presentado a última hora de este lunes su "plan de paz" para Gaza, una veintena de puntos que lo condicionan casi todo –reconstrucción económica, entrada de comida y medicamentos, fin de los desplazamientos forzosos– a la rendición de Hamás; un texto sin fechas, ni garantías, sin la participación de interlocutores palestinos; un texto que las fuentes consultadas por Público definen como "trumpismo de manual". Estados Unidos no busca una solución equitativa, ni reconoce el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, más bien todo lo contrario: los territorios ocupados quedarían sometidos a los intereses de Washington y Tel Aviv. El modelo colonialista no desaparece del mapa.

Estados Unidos no menciona en ninguno de los 20 puntos Cisjordania ni Jerusalén Este, tampoco contempla la reparación de las víctimas ni pide explicaciones al Gobierno de Netanyahu. El texto tampoco incluye referencias al genocidio. Hamás ha iniciado este martes una ronda de consultas para dar respuesta al plan de la Casa Blanca, tanto en sus "estructuras de liderazgo" como "con otras facciones palestinas", tal y como ha informado Efe. La Autoridad Palestina ha "reconocido" los "esfuerzos decididos" de Trump para poner fin al conflicto. Y Catar, país mediador, ha reconocido su "optimismo". ¿Qué contempla exactamente el plan? ¿Cómo lo valoran los expertos en Oriente Medio? ¿Trump tiene herramientas para frenar la masacre?

"La propuesta es absolutamente indecente. La realiza un mandatario que ha estado financiando el genocidio. Y la presenta, además, de manera triunfalista. El texto utiliza una jerga desconcertante, nadie lo ha supervisado ni le ha aplicado un filtro diplomático, hablamos de un documento que está lleno de indefiniciones y hasta de incoherencias", declara a Público Isaías Barreñada, doctor en Relaciones Internacionales y miembro del Centro de Estudios Árabes Contemporáneos (CEARC). El plan contempla un alto el fuego en la ofensiva israelí, siempre que Hamás firme su rendición y renuncie a participar en el futuro Gobierno de Gaza, un Gobierno que, provisionalmente, estaría gestionado por Donald Trump y Tony Blair, entre "otros miembros y jefes de Estado".

La idea es que más tarde "una Autoridad Palestina reformada" tome el control de la Franja. El texto no da más detalles de los plazos previstos. "No sabemos cuánto va a durar este Gobierno de transición, tampoco quién va a elegir a los palestinos que formarán parte de ese futuro Gobierno. Lo que sí sabemos es que están vetados tanto Hamás como la Autoridad Palestina, y que el comité supervisor estará integrado por figuras alineadas con los intereses de Israel. Esto hace sospechar que el objetivo real del plan es alcanzar los objetivos que no se han alcanzado con la estrategia militar", desliza Alejandro López Canorea, director de Descifrando la Guerra. Las fuentes consultadas por este diario coinciden al destacar como puntos "positivos" la reactivación de los flujos de ayuda humanitaria y el derecho al retorno de la población refugiada, habida cuenta de que la propuesta tiene "muchos matices, porque las fuerzas israelíes seguirán en los territorios ocupados y todo queda supeditado al acatamiento de Hamás".

El texto no contempla la salida de las tropas de Netanyahu del enclave palestino, tampoco exige responsabilidades a Israel. "El Ejército se va a ir retirando teóricamente en tres fases, pero hasta el final del proceso seguirá controlando los territorios ocupados. Trump ha presentado una versión completamente sesgada de la historia israelí. Gaza nunca perteneció a Israel", sostiene Carmen López Alonso, doctora en Ciencias Políticas y autora de Hamás: de la marcha hacia poder al vuelo de Ícaro (Catarata). "El plan es incompatible con el derecho internacional. La fuerza colonizadora va a seguir en la zona, es decir, no va a cambiar el estatus de ocupación. Estados Unidos ni siquiera menciona los derechos que tiene reconocidos el pueblo palestino, no menciona la autodeterminación, ni cuál va a ser la naturaleza jurídica de ese territorio", añade Isaías Barreñada.

El otro aspecto aparentemente favorable es el que tiene que ver con el fin de los bombardeos, sobre todo "porque es de extrema urgencia" frenar la masacre contra civiles en la Franja, eso sí, tampoco está exento de dudas. Trump insta en uno de los puntos a la "liberación en 72 horas de todos los rehenes de Hamás", tanto vivos como muertos. Israel liberará "a cambio" a "250 persos palestinos condenados a cadena perpetua" y 1.700 gazatíes detenidos tras los atentados del 7 de octubre. "Estados Unidos quiere imponer sus condiciones para vender un éxito diplomático, cuando un conflicto de estas características lo tendría que resolver Naciones Unidas", recalca Alejandro López Canorea, para luego añadir: "Si Hamás entrega a los rehenes, pierde su única baza para negociar. Israel podría incumplir posteriormente el acuerdo o incluso fingir que es Hamás quien lo vulnera, como vimos en anteriores ocasiones. Esto le daría la excusa perfecta para mantener su presencia en los territorios ocupados y continuar con la limpieza étnica en el futuro".

Hamás, entre la espada y la pared

Hamás ha confirmado este martes que su intención es "alcanzar un acuerdo integral para detener la agresión, garantizar la retirada total de Israel de la Franja" y "poner fin al bloqueo impuesto desde 2007". Trump les ha dado "tres o cuatro días" de margen para responder a su propuesta. La milicia palestina lo va a consultar tanto internamente como con otras fuerzas presentes en el enclave, pero las primeras informaciones apuntan a que "se inclina por aceptar" las condiciones de Estados Unidos, tal y como ha publicado CBS News. Las fuentes consultadas por este diario tienen clara la explicación. "Este plan es un ultimátum para Hamás en una confrontación a la que difícilmente se le puede llamar guerra. Es un texto que busca imponer por la fuerza lo que no se ha conseguido ganar militarmente, no ha contado con la participación de los representantes del pueblo palestino, y esto, desde el punto de vista de las relaciones internacionales, resulta absolutamente incomprensible", señala Carmen López Alonso.

Netanyahu ha amenazado con "acabar el trabajo" por su "cuenta" si la milicia palestina no acepta los 20 puntos de Washington. Y a esto se suma una población aniquilada y agotada tras casi dos años de bombardeos y limpieza étnica. Hamás está entre la espada y la pared, al menos, así lo consideran los expertos que han hablado con este diario. "Si acepta el acuerdo, renuncia a la autodeterminación y los territorios ocupados quedan sometidos a una fuerza extranjera, es decir, Hamás pierde. Y si no lo acepta, parece que está dando el visto bueno a que siga la masacre, es decir, también pierde", vaticina Isaías Barreñada. Alejandro López Canorea, además, no descarta que esta propuesta pueda reactivar el conflicto en un futuro no tan lejano: "Los palestinos firmarían su rendición y aceptarían, de momento, un Gobierno afín a Israel, es decir, quedarían supeditados a sus intereses. El conflicto acabaría saltando por otro lado, con la irrupción de una nueva fuerza que capitalice el malestar, volviendo a apostar por una política de apartheid o manteniendo las intenciones colonizadoras en la Franja de Gaza".

Fuente: https://www.publico.es/internaciona...

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Conferencia sobre Gandhi

Tortuga Antimilitar - 2 October, 2025 - 00:00

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Lenguaje y guerra

Tortuga Antimilitar - 2 October, 2025 - 00:00

EL LENGUAJE PRECEDE A LA GUERRA

Nevio Gambula

El lenguaje precede a la guerra, la prepara y la hace posible. Hoy, como en el pasado, políticos y periodistas construyen un marco narrativo que transforma la posibilidad de conflicto en una certeza inminente. La amenaza atribuida a Rusia y, en general, a las autocracias, se presenta no solo como un hecho geopolítico, sino como una imagen implacable, que se repite hasta convertirse en el telón de fondo natural e incuestionable del debate público.

En esta representación, el «nosotros» se identifica con el bloque occidental, retratado como el único bastión de la libertad y la democracia. Se contrasta con un «ellos», una entidad autoritaria definida únicamente por la barbarie y la amenaza. Esta retórica, amplificada por los medios de comunicación, desarma el pensamiento crítico y normaliza la idea de que la guerra es la única solución viable.

Así, incluso antes de que las armas hablen, el conflicto ya se ha librado en el plano lingüístico, mediante simplificaciones, etiquetas y la supresión de todo matiz. Es en esta gramática del conflicto donde se sientan las verdaderas bases de la guerra real.

La retórica del «nosotros contra ellos» también establece una jerarquía moral en la que el Otro se reduce a la pura barbarie. El «nosotros» occidental se proclama la medida de toda virtud, definiendo a otras civilizaciones como inferiores y transformando una presunta supremacía ética en un derecho de dominio. En esta visión, los bienes, los mercados e incluso los ejércitos se convierten en instrumentos de una misión universal: todo lo existente debe someterse a este poder abrumador, mientras que el lenguaje mismo se convierte en una herramienta para armar a los Estados y absolver a las oligarquías occidentales.

Este mecanismo no solo limita, sino que destruye la universalidad de los derechos. El derecho internacional, por ejemplo, se convierte en una balanza manipulada que pondera los crímenes basándose en alianzas. Un dron ruso que viola una frontera es un casus belli que provoca indignación mundial; sin embargo, un bombardeo israelí contra un Estado soberano corre el riesgo de convertirse en una simple nota a pie de página.

En el primer caso, se alza el grito de agresión, evocando la intervención militar; en el segundo, todo se reduce al «derecho a la defensa». Es el lenguaje el que decide la culpabilidad y la inocencia, transformando los cadáveres en «daños colaterales» y las violaciones de la ley en legítima defensa. La guerra, por lo tanto, no se libra solo con armas, sino con las palabras que las justifican.

La guerra solo se puede entender entendiendo cómo se habla de ella. La guerra solo se puede evitar dejando de hablar de ella como se habla. Esta reflexión de Karl Kraus debería ser la base de cualquier pensamiento crítico que realmente busque evitar el conflicto.

Sin embargo, para ser eficaz, este enfoque requiere construir un «nosotros» alternativo, distinto del de las élites que promueven un lenguaje militarista. Un «nosotros» que afirme, desde sus palabras, un principio de «humanidad común» y aspire a la democracia entre los pueblos, no a la hegemonía de unos sobre otros.

Estamos perdidos.

Fuente: Contropiano

Tomado de: https://www.elviejotopo.com/topoexp...

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Paz impuesta, soberanía negada: El plan Trump-Netanyahu como arquitectura de genocidio y colonización en Palestina

Tortuga Antimilitar - 1 October, 2025 - 00:01

Ante la creciente marea popular antiisraelí en todo Occidente, los genocidas, ahora, se sacan de la manga un supuesto plan de paz para Gaza. La paz consiste en que los resistentes palestinos se rindan por completo y entreguen la gestión política y económica de Gaza a sus verdugos. Ni palabra sobre responsabilidades de nadie por los crímenes. Ni palabra sobre qué pasa con Cisjordania, lugar en el que no opera Hamás, y donde Israel ha aprovechado todo este tiempo para masacrar civiles y expandir su posesión territorial. Solo palabras tibias y ambiguas sobre una (futura) posible participación democrática de la población de palestina en la decisión del gobierno de su sociedad. De momento, serán gobernados por los verdugos. Apenas menciones vagas a un posible (futuro) estado soberano palestino. Idea que, por su parte, Netanyahu ya ha dicho que no va a aceptar ni siquiera como posibilidad. Sin olvidar lo que puede valer la palabra y la firma de tratados por parte de los genocidas estadounidenses e israelíes, quienes se caracterizan por no cumplir nunca lo firmado. Y si no, que se lo pregunten a los libaneses que, a pesar del tratado de paz, son atacados sin cesar por Israel en flagrantes y casi diarias violaciones de lo acordado.

Es muy interesante seguir las reacciones de los líderes políticos de aquí y de allá a esta propuesta trampa que, bajo inciertas promesas de detener la masacre, solo busca desactivar la solidaridad internacional y garantizar la impunidad de los asesinos y la ganancia territorial de Israel en claro detrimento de las legítimas aspiraciones del pueblo palestino. Quienes aceptan y aplauden esta propuesta ignominiosa se retratan a si mismos como cómplices de este gran crimen. Es un buen botón de muestra para comprobar cuan lejos se hayan los políticos de la población a la que se supone que cada uno de ellos (o ellas) representan. Nota de Tortuga.

Paz impuesta, soberanía negada: El plan Trump-Netanyahu como arquitectura de genocidio y colonización en Palestina

Evaristo Torregrosa.

Datos iniciales verificados.

Desde el inicio de la ocupación israelí en 1967, se estima que más de 130.000 palestinos han muerto como consecuencia directa de la violencia estructural, los bombardeos, las incursiones militares, el bloqueo de Gaza y la expansión de asentamientos ilegales. Esta cifra incluye víctimas en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, y refleja una política sostenida de represión y despojo.

Desde el 7 de octubre de 2023 hasta septiembre de 2025, el número de muertos palestinos asciende a más de 67.000 personas, según datos del Ministerio de Salud de Gaza y organismos internacionales. De estas víctimas, al menos 19.424 son niños y más de 10.000 son mujeres, lo que representa más del 70 % de los fallecidos. Además, hay más de 165.000 heridos, 14.400 desaparecidos y miles de cadáveres aún bajo los escombros. En Cisjordania, donde no opera Hamás, se han registrado más de 1.000 muertos, incluidos 213 niños, por ataques del ejército israelí y colonos armados.
Resumen.

Desde la Segunda Guerra Mundial, el mundo no ha presenciado una operación militar con tal nivel de letalidad, despojo y deshumanización como la que se ha desplegado sobre el pueblo palestino. A día de hoy, más de 67.000 personas han sido asesinadas en menos de dos años, y la mayoría de las víctimas son civiles indefensos: niñas, niños y mujeres. Este artículo analiza el llamado “plan de paz” presentado por Donald Trump y Benjamin Netanyahu, denunciado como una fórmula para institucionalizar la ocupación israelí, desmantelar la autodeterminación palestina y legitimar una colonización sin precedentes en el siglo XXI. A través de un enfoque crítico, se examinan las cláusulas que perpetúan el control militar, excluyen a actores palestinos legítimos, imponen condiciones de gobernanza sin soberanía y exigen la rendición total de la resistencia. El texto concluye que el plan no representa una solución de paz, sino una reconfiguración geopolítica que amenaza con consolidar un régimen de apartheid y perpetuar el exterminio de una nación.

Introducción.

El conflicto palestino-israelí ha alcanzado un punto de inflexión histórico. Tras el 7 de octubre de 2023, la ofensiva israelí sobre Gaza ha dejado una cifra de muertos que supera los 67.000, en su inmensa mayoría civiles. Las estadísticas son devastadoras: decenas de miles de niñas, niños y mujeres han sido asesinados en bombardeos masivos, ataques indiscriminados y operaciones terrestres que han arrasado barrios enteros. Esta masacre se suma a una historia de más de medio siglo de ocupación, que ha cobrado la vida de más de 130.000 palestinos. En este contexto, el plan de paz presentado por Trump y Netanyahu ha sido recibido con alarma por la comunidad internacional, no por sus promesas de reconciliación, sino por su estructura profundamente desequilibrada, que consagra la supremacía israelí y niega los derechos fundamentales del pueblo palestino. Este artículo se propone analizar las implicaciones políticas, jurídicas y humanitarias del plan, denunciando su carácter colonial, su desprecio por la soberanía palestina y su potencial para perpetuar una limpieza étnica en pleno siglo XXI.

Desarrollo.

1. Supresión de la soberanía palestina

El plan otorga a Israel la “responsabilidad de seguridad” indefinida sobre Gaza, incluyendo un “perímetro de seguridad” que equivale a una ocupación militar permanente. Esta cláusula, lejos de garantizar estabilidad, institucionaliza el control externo sobre un territorio que debería ser autónomo. Netanyahu ha declarado que no habrá Estado palestino, lo que convierte el plan en una negación explícita de la autodeterminación nacional. Esta postura ha sido calificada como una “aniquilación política” del pueblo palestino.

2. Gobernanza condicionada y externa

La Autoridad Palestina queda excluida del proceso, salvo que se someta a una “transformación radical”, lo que en la práctica la deslegitima como actor político. En su lugar, se propone un gobierno tecnocrático no afiliado a Hamás, supervisado por Estados Unidos y actores externos, sin mandato popular ni legitimidad democrática. Esta fórmula recuerda a los regímenes coloniales del siglo XIX, donde las potencias imponían gobiernos títeres para administrar territorios ocupados.

3. Rendición unilateral como condición de paz

El plan exige el desarme total de Hamás en 72 horas, lo que ha sido denunciado como un ultimátum militar más que una propuesta de negociación. La Yihad Islámica ha calificado el plan como una “receta para seguir atacando a los palestinos”, anticipando una escalada de violencia. Esta exigencia no contempla ningún mecanismo de reconciliación, justicia transicional ni garantías de protección para la población civil.

Conclusión.

El plan Trump-Netanyahu no representa una solución de paz, sino una arquitectura de control geopolítico que institucionaliza la ocupación, desmantela la soberanía palestina y excluye cualquier forma de gobernanza legítima. Su implementación podría consolidar un régimen de apartheid, generar un vacío de poder en Gaza y desencadenar una nueva fase de exterminio sistemático. Desde la Segunda Guerra Mundial, no se había presenciado una operación militar con tal nivel de destrucción, colonización y asesinato en tan corto tiempo. La comunidad internacional debe reconocer que la paz no puede construirse sobre la sangre de los inocentes ni sobre la negación de los derechos fundamentales de un pueblo. La cifra de más de 67.000 muertos últimamente —en su mayoría niñas, niños y mujeres— no es solo una estadística: es una herida abierta en la conciencia global.

El plan

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump ha propuesto un plan para acabar con la Guerra en Gaza. Benjamín Netanyahu ya ha aceptado el plan. El plan ha sido redactado por Tony Blair, ex primer ministro de Reino Unido. A continuación, se reproduce el texto íntegro en español:

1.- Gaza será una zona desradicalizada y libre de terrorismo que no supondrá una amenaza para sus vecinos.

2.- Gaza será reconstruida en beneficio de su población, que ya ha sufrido más que suficiente.

3.- Si ambas partes aceptan esta propuesta, la guerra terminará inmediatamente. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para preparar la liberación de los rehenes. Durante este tiempo, se suspenderán todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería, y las líneas de combate permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada completa por etapas.

4.- En un plazo de 72 horas desde que Israel acepte públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos y fallecidos, serán devueltos.

5.- Una vez liberados todos los rehenes, Israel liberará a 250 presos condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes que fueron detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños detenidos en ese contexto. Por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel devolverá los restos de 15 habitantes de Gaza fallecidos.

6.- Una vez que todos los rehenes hayan sido devueltos, se concederá la amnistía a los miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y al desmantelamiento de sus armas. A los miembros de Hamás que deseen abandonar Gaza se les proporcionará un paso seguro a los países de acogida.

7.- Tras la aceptación de este acuerdo, se enviará inmediatamente ayuda completa a la Franja de Gaza. Como mínimo, las cantidades de ayuda serán coherentes con lo incluido en el acuerdo del 19 de enero de 2025 relativo a la ayuda humanitaria, incluida la rehabilitación de infraestructuras (agua, electricidad, alcantarillado), rehabilitación de hospitales y panaderías, y entrada del equipo necesario para retirar escombros y abrir carreteras.

8.- La entrada de distribución y ayuda en la Franja de Gaza se llevará a cabo sin interferencias de las dos partes a través de las Naciones Unidas y sus agencias, y la Media Luna Roja, además de otras instituciones internacionales no asociadas de ninguna manera con ninguna de las partes. La apertura del paso fronterizo de Rafah en ambas direcciones estará sujeta al mismo mecanismo aplicado en virtud del acuerdo del 19 de enero de 2025.

9.- Gaza se regirá por el gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnocrático y apolítico, responsable de la gestión diaria de los servicios públicos y los municipios para la población de Gaza. Este comité estará compuesto por palestinos cualificados y expertos internacionales, bajo la supervisión y el control de un nuevo organismo internacional de transición, la “Junta de Paz”, que estará dirigida y presidida por el presidente Donald J. Trump, junto con otros miembros y jefes de Estado que se anunciarán próximamente, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair. Este organismo establecerá el marco y se encargará de la financiación de la reconstrucción de Gaza hasta que la Autoridad Palestina haya completado su programa de reformas, tal y como se describe en diversas propuestas, entre ellas el plan de paz del presidente Trump de 2020 y la propuesta saudí-francesa, y pueda recuperar de forma segura y eficaz el control de Gaza. Este organismo recurrirá a los mejores estándares internacionales para crear una gobernanza moderna y eficiente que sirva al pueblo de Gaza y favorezca la atracción de inversiones.

10.- Se creará un plan de desarrollo económico de Trump para reconstruir y dinamizar Gaza, convocando a un panel de expertos que han contribuido al nacimiento de algunas de las prósperas ciudades milagrosas modernas de Oriente Medio. Muchas propuestas de inversión bien pensadas e ideas de desarrollo interesantes han sido elaboradas por grupos internacionales bienintencionados, y se tendrán en cuenta para sintetizar los marcos de seguridad y gobernanza con el fin de atraer y facilitar estas inversiones que crearán puestos de trabajo, oportunidades y esperanza para el futuro de Gaza.

11.- Se establecerá una zona económica especial con aranceles preferenciales y tasas de acceso que se negociarán con los países participantes.

12.- Nadie será obligado a abandonar Gaza, y quienes deseen marcharse serán libres de hacerlo y de regresar. Animaremos a la gente a quedarse y les ofreceremos la oportunidad de construir una Gaza mejor.

13.- Hamás y otras facciones acuerdan no desempeñar ningún papel en el gobierno de Gaza, ni directa ni indirectamente, ni de ninguna otra forma. Toda la infraestructura militar, terrorista y ofensiva, incluidos los túneles y las instalaciones de producción de armas, será destruida y no se reconstruirá. Se llevará a cabo un proceso de desmilitarización de Gaza bajo la supervisión de observadores independientes, que incluirá la inutilización permanente de las armas mediante un proceso acordado de desmantelamiento, con el apoyo de un programa de recompra y reintegración financiado internacionalmente, todo ello verificado por los observadores independientes. La nueva Gaza se comprometerá plenamente a construir una economía próspera y a coexistir pacíficamente con sus vecinos.

14.- Los socios regionales ofrecerán garantías para asegurar que Hamás y las facciones cumplan con sus obligaciones y que la Nueva Gaza no represente una amenaza para sus vecinos ni para su pueblo.

15.- Estados Unidos colaborará con socios árabes e internacionales para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza. La ISF entrenará y prestará apoyo a las fuerzas policiales palestinas seleccionadas en Gaza, y consultará con Jordania y Egipto, que tienen una amplia experiencia en este campo. Esta fuerza será la solución de seguridad interna a largo plazo. La ISF colaborará con Israel y Egipto para ayudar a proteger las zonas fronterizas, junto con las fuerzas policiales palestinas recién entrenadas. Es fundamental impedir la entrada de municiones en Gaza y facilitar el flujo rápido y seguro de mercancías para reconstruir y revitalizar Gaza. Las partes acordarán un mecanismo para evitar conflictos.

16.- Israel no ocupará ni anexionará Gaza. A medida que las ISF establezcan el control y la estabilidad, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se retirarán basándose en normas, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización que se acordarán entre las IDF (fuerzas armadas iraelíes), las ISF, los garantes y Estados Unidos, con el objetivo de lograr una Gaza segura que ya no represente una amenaza para Israel, Egipto o sus ciudadanos. En la práctica, las IDF entregarán progresivamente el territorio de Gaza que ocupan a las ISF, de acuerdo con un acuerdo que alcanzarán con la autoridad de transición, hasta que se retiren completamente de Gaza, salvo por una presencia de perímetro de seguridad que permanecerá hasta que Gaza esté debidamente protegida de cualquier amenaza terrorista resurgente.

17.- En caso de que Hamás retrase o rechace esta propuesta, lo anterior, incluida la ampliación de la operación de ayuda, se llevará a cabo en las zonas libres de terrorismo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hayan entregado a las Fuerzas de Seguridad Interna (FSI).

18.- Se establecerá un proceso de diálogo interreligioso basado en los valores de la tolerancia y la coexistencia pacífica para intentar cambiar la mentalidad y el discurso de palestinos e israelíes, haciendo hincapié en los beneficios que puede reportar la paz.

19.- A medida que avance la reconstrucción de Gaza y se lleve a cabo fielmente el programa de reformas de la Autoridad Palestina, podrían darse finalmente las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino, lo que reconocemos como la aspiración del pueblo palestino.

20.- Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera.

Categorías: Tortuga Antimilitar

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