Tortuga Antimilitar


Coca-Cola expulsada de las fiestas de Bilbao por sus vínculos con Israel

Tortuga Antimilitar - 21 July, 2025 - 00:00

David BM

En un gesto tan festivo como político, varias konpartsas de Bilboko Konpartsak han anunciado este martes su adhesión a la campaña internacional de boicot contra Coca-Cola. Bajo el contundente lema “Aaaaagur!”, han decidido retirar los productos de la multinacional de sus txosnas durante la próxima Aste Nagusia, como muestra de solidaridad con el pueblo palestino.

La iniciativa no es una reacción aislada, sino la consecuencia lógica de años de posicionamiento colectivo: «No queremos ser indiferentes ante el genocidio», señalaron las konpartsas, visiblemente conmocionadas por la situación en Palestina desde que Israel intensificara su ofensiva en 2023.

«Nos negamos a normalizar el exterminio a través del consumo», declararon en la presentación pública. «Esta Aste Nagusia, nuestras txosnas no se manchan de complicidad».

Solidaridad que atraviesa el txosnagune

Bilbao no es ajena al drama palestino. Durante años, la Aste Nagusia ha servido como altavoz para denunciar violaciones de derechos humanos, deteniendo brevemente la música y el jolgorio nocturno como gesto de memoria y denuncia. Esta vez, el activismo no se quedará solo en lo simbólico: Altxaporrue, Eguzkizaleak, Kaskagorri, Txinbotarrak y otras ocho konpartsas han dado el paso de excluir a Coca-Cola de sus bares populares.

La decisión tiene nombre y apellidos: la planta que Coca-Cola mantiene en el asentamiento ilegal de Atarot (Jerusalén Este, territorio palestino ocupado). Allí, según denuncian, la multinacional opera sobre tierras expropiadas, explota recursos hídricos y colabora económicamente con el ejército israelí.

Boicot con conciencia: por qué Coca-Cola es señalada

En el comunicado, las konpartsas detallan las múltiples razones detrás de su decisión: «Coca-Cola no solo refresca; también financia». A la complicidad con la ocupación israelí se suman historiales de explotación laboral, racismo y contaminación ambiental en otros países. Desde Colombia hasta Guatemala, desde la India hasta México, su nombre ha sido sinónimo de abuso de poder corporativo.

Pero el centro de la denuncia está en Palestina. El agua, recurso vital y escaso, está siendo drenada por las industrias en los territorios ocupados. Según datos recogidos en el manifiesto, la población gazatí ha visto reducida su disponibilidad diaria de agua en un 97% desde 2023. Hoy apenas tienen entre 3 y 15 litros por persona.

La gota que colmó el vaso —nunca mejor dicho— fue el reciente dictamen de la Corte Penal Internacional de 2024, que determinó que los asentamientos como Atarot violan el derecho internacional.

Un “agur” que resuena con fuerza global

La campaña se enmarca en el movimiento internacional BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), que lleva años presionando a empresas e instituciones para cortar la financiación de la ocupación israelí. Las konpartsas bilbaínas se suman así a acciones similares en Estados Unidos, donde gigantes como General Mills abandonaron Atarot en 2022 tras campañas de presión ciudadana.

“Sí se puede”, concluyen en su manifiesto, recordando victorias anteriores como el boicot al apartheid sudafricano o la presión sobre petroleras y marcas alimentarias.

Las fiestas están a la vuelta de la esquina, pero en las txosnas de estas konpartsas se servirá alegría con conciencia. No habrá Coca-Cola, pero sí habrá compromiso.

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Gora Aste Nagusia! Gora elkartasuna! Gora herriak!

Dozena bat konpartsa baino gehiagok Coca-Cola saltzeari utziko diote Aste Nagusian, Palestinari elkartasuna adierazteko

Gaur goizean, Bilbon, berrogeita hamar bat konpartsakidek agerraldia egin dute Arriaga plazako eskaileretan, euren konpartsek Aste Nagusian Palestinari elkartasuna adierazteko Coca-Cola konpainiaren produkturik salduko ez dutela iragartzeko.

Altxaporrue, Bizizaleak, Eguzkizaleak, Hau Pittu Hau, Kaskagorri, Kranba, Mekauen!, Piztiak, Txinbotarrak, Txinparta, Txori Barrote eta Uribarri konpartsetako kideek adierazi dutenez, Israel Palestinako herriaren aurka egiten ari den genozidioaren aurrean konpromiso berriak hartzea eta zuzenean edo zeharka Israelgo estatuaren eta haren gerra eta heriotza politiken konplize diren enpresen aurkako nazioarteko boikot-kanpainarekin bat egitea erabaki dute.

Coca-Colak duen eraginaz gain, munduko korporazio handienetako bat denez, fabrika bat du Ataroteko lurralde okupatuan. Nazio Batuek edo Nazioarteko Zigor Auzitegiak askotan gaitzetsi dituzte asentamendu horiek.

Gaur, hain zuzen ere, konpartsek «Konpartsakide eguna» ospatzen duten egunean, gogoratu dute iazko Bilboko Aste Nagusian palestinar herriarekiko elkartasun keinu ugari izan zirela, hala nola txosnen esparruan gauero egin ziren geldialdiak. Egoera gogortu egin denez, ondorengo erabakia hartu dute: «Agur» esan diete genozidio hau sostengatzen dutenei.

Horrela, kontsumoaren bidez eragin nahi dute jai hauetan, multinazional hau interpelatu eta gizarte zein erakundeei arreta deitzeko, sarraski hau gelditzeko helburuarekin. Beste jai batzuk eredu berdinarekin jarraitzera animatu dituzte.

Fuente: https://www.ecuadoretxea.org/coca-c...

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genocidio lento

Tortuga Antimilitar - 21 July, 2025 - 00:00

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El racismo, expresión de ignorancia y de ideología desfasada

Tortuga Antimilitar - 20 July, 2025 - 00:00

Más de mil asociaciones de todo el territorio español han suscrito un comunicado que, bajo el título "Ni violencia machista, ni criminalización colectiva", reflexiona sobre los graves hechos sucedidos recientemente en Torre Pacheco a raíz del atentado sufrido por un hombre mayor de la localidad. El Grup Antimilitarista Tortuga, al mismo tiempo que apoya el manifiesto, quiere ofrecer nuestro punto de vida sobre este hecho y otros semejantes que están ocurriendo en el estado español y en otras partes del mundo.

Pensamos que el racismo, y cualquier acto de discriminación, ponen en evidencia la ignorancia y el absurdo más grande en que podemos incurrir las personas. Al rechazar a cualquier ser humano por ser distinto, desconocemos su importancia, su dignidad y cualquier valor que posee. Por otra parte, quien discrimina o considera menos a otra persona, tira por tierra su propia dignidad. El ser humano manifiesta lo que es en su relación sana y respetuosa con sus semejantes.

Al mismo tiempo, el racismo niega que la vida, el crecimiento y el avance de la humanidad, en todos los sentidos, es fruto y consecuencia del intercambio, comunicación y enriquecimiento mutuo entre razas y culturas. Lo que es una persona, un pueblo o una nación, no tiene explicación sin la buena relación, apertura e intercambio con toda la especie humana.

Lo que hemos escrito anteriormente podría quedarse en una bonita teoría con poca relación con la realidad y con la vida. Ser racista, discriminar y atacar a los migrantes es ignorar por completo que España ha sido, y sigue siendo, una nación de migrantes. Muchos miles de personas y familias pudieron salir adelante porque emigraron de nuestro país a otras naciones para buscar trabajo, vender sus productos o encontrar algún medio de vida. Una persona mayor de nuestro colectivo nos relata: "Mis abuelos y toda mi familia, todos, han sido emigrantes. Yo he sido inmigrante; he viajado a otros países para trabajar y ganarme la vida". El crecimiento que en su día experimentó la economía española no se explica sin las aportaciones de quienes salieron a trabajar a otros países. Pero esto de las migraciones no es un hecho del pasado. Leemos en medios de comunicación que en el 1 de enero de 2023, había 2.790.319 españoles fuera de nuestras fronteras, según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). De estos, 1.789.451 se encuentran en la edad laboral, lo que supone un 64%. Esta cifra supone el aumento del 1,7% (47.712 personas) respecto a los datos de principios del año anterior.

Rechazar a los migrantes evidencia ignorancia acerca del país en que vivimos. También podríamos rechazar a los 98 millones de turistas que se prevé que vendrán a España en el 2025. Se les recibe con los honores más grandes, porque dejan mucho dinero inmediato. No tanto dinero en metálico dejan los migrantes que vienen a trabajar en la agricultura, la construcción, la atención a personas mayores y los servicios del turismo. Pero su aportación a nuestra economía es muy importante. No sabemos qué sería de la agricultura en España, de la construcción, la hostelería y del trabajo a domicilio sin la aportación de las personas que han venido de otros países. Asimismo, lamentamos que las condiciones de trabajo que tienen gran parte de las personas migrantes que viven entre nosotros y nosotras no sean las adecuadas, siendo frecuente la explotación laboral y que, en general, dejen mucho que desear.

Al mismo tiempo que nos damos cuenta del absurdo del rechazo y de la criminalización de los migrantes, constatamos que las migraciones que actualmente experimenta el estado español constituyen una realidad que necesita ser afrontada por la sociedad. Está pendiente mejorar y humanizar la terrible situación de los centros de acogida a migrantes, la distribución de los niños en las distintas comunidades para evitar hacinamiento, la regularización de las situaciones laborales injustas, el problema de la vivienda, la creación de espacios culturales donde las personas migrantes puedan cultivar su identidad... El tiempo va pasando y los problemas continúan sin resolverse.

Además de los conflictos que muestran los medios de comunicación, surgen muchos interrogantes sobre esta realidad que nos interpela cada día: ¿Cómo una sociedad humana y civilizada habría de afrontar el paso de las pateras y la muerte de tantas personas al cruzar el Mediterráneo o los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla? ¿Qué tipo de relación diplomática, económica y cultural, debería establecer con los países de donde proceden quienes llegan al territorio español, con el fin de garantizar la seguridad de su viaje y regularizar el proceso de acogida? ¿Cómo trabajar en una mayor justicia social entre naciones, con el fin de que emigren las personas que lo deseen, no las que se vean forzadas por sus malas condiciones de vida?

No es bueno dejar este problema en manos de los partidos políticos y gobernantes. Darle una respuesta justa y humana es tarea de todas y todos.

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Se celebró el Primer Congreso Judío Antisionista Internacional

Tortuga Antimilitar - 20 July, 2025 - 00:00

El genocidio en Gaza no es obra del pueblo judío sino del estado sionista, una versión supremacista y cruel del judaísmo con la que numerosos judíos de todo el mundo no sólo no se sienten identificados sino que están abiertamente en contra y así lo manifiestan. Nos hacemos eco de dos de los numerosos casos de protesta desde el judaísmo, tanto dentro como fuera de Israel, por su simbolismo y significado. Uno en el Capitolio, sede del Congreso de los Estados Unidos, hace un año. El otro en Viena, en el corazón de Europa, del 13 al 15 de junio, una Conferencia Judía Internacional Antisionista que rechaza abiertamente no sólo el genocidio sino también la colonización y el apartheid. Es sorprendente su apuesta por un solo estado. La conferencia ha denunciado el papel destacado de EE.UU sin cuya colaboración no hubieran sido posibles ni la colonización de Palestina ni el genocidio en Gaza. Denuncia también la hipocresía y la traición de Alemania, Francia, Austria y Europa, que no han hecho nada por parar el genocidio y siguen siendo cómplices. Es vergonzosa la persecución y la represión a las personas que protestan por un genocidio a la vista de todo el mundo, queriendo negar lo evidente, negando la libertad que pregonan y justificando como legítima defensa el bombardeo sistemático sobre la población civil, sobre las tiendas de campaña, sobre escuelas, mezquitas y hospitales. En el colmo de la crueldad están disparando sobre las colas del hambre y la sed a personas que sólo buscan un saquito de harina o un bidón de agua. Con el genocidio en Gaza nos estamos jugando, como humanidad, normalizar una brutalidad y una barbarie que nos acabará engullendo a todas o recuperar principios de solidaridad, justicia, igualdad, respeto y protección de la vida humana. Tachar de antisemitas a quienes denunciamos el genocidio es una maniobra tan burda y descarada que sitúa a sus autores lejos de la más elemental empatía con lo humano. Es necesario redoblar las protestas, el boicot a quienes alimentan el genocidio, exigir la ruptura total del comercio de armas con Israel, romper acuerdos con sus instituciones, romper relaciones diplomáticas y aplicar sanciones internacionales a Israel, como corresponde a la gravedad de la amenaza sionista. Que la comunidad internacional no deje sin sanción a ningún criminal de guerra. ( Nota de Alternativas Noviolentas)

Primer Congreso Judio Antisionista Internacional (Viena 2025)

Entre el 13 y el 15 de junio de 2025, se celebró en Viena el Primer Congreso Judío Antisionista Internacional, un evento histórico que congregó a más de 500 personas de los cinco continentes. No fue solo una conferencia, sino una afirmación política, espiritual y cultural: Israel no representa al judaísmo.

Por primera vez, cientos de judíos de todo el mundo se reunieron para desafiar abiertamente al Estado de Israel, reivindicar el antisionismo como expresión ética y moral del judaísmo, y solidarizarse con la resistencia palestina.

Realizado sin banderas nacionales y con ramas de olivo decorando los salones, el congreso buscó, en palabras de una de sus organizadoras, «devolver al judaísmo su vocación universal de justicia», y poner fin a la identificación entre judaísmo y sionismo que Israel ha impulsado por décadas.

Ruptura histórica

El evento marcó el quiebre más significativo del monopolio sionista sobre la representación judía a nivel internacional. “Aquí nació Herzl, y aquí ha muerto su idea”, ironizó uno de los asistentes, haciendo referencia a la simbólica elección de Viena como sede.

Por primera vez, un foro internacional de judíos no solo negó la legitimidad de Israel para hablar en nombre del pueblo judío, sino que reclamó la suspensión de su membresía en la ONU y la UE, y la reactivación del boicot académico y cultural contra sus instituciones.

Entre los participantes hubo reconocidos académicos, rabinos jasídicos, jóvenes activistas, supervivientes del Holocausto y descendientes de familias perseguidas por el nazismo. Todos unidos bajo una consigna: “No en nuestro nombre”.
Declaración de Viena y justicia histórica

El congreso culminó con la aprobación de la Declaración de Viena, cuyo núcleo dice:

“Rechazamos la pretensión del sionismo de representar al judaísmo y condenamos el uso del judaísmo como herramienta de colonialismo, apartheid y genocidio contra el pueblo palestino.”

Una anciana de 91 años, sobreviviente de los campos nazis, cantó emocionada Mawtini en árabe, recordando que lo había hecho por primera vez durante la Naksa: “Jamás imaginé que un día lo cantaría contra Tel Aviv”, expresó con la voz quebrada.

El congreso expresó su apoyo explícito a la resistencia palestina en todas sus formas, la consideró una lucha legítima contra un sistema colonial racista, y exigió llevar a los dirigentes israelíes ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

“Quien vivió el infierno del nazismo no puede guardar silencio ante lo que hace Israel hoy en Gaza”, dijo uno de los supervivientes. Otro participante propuso ampliar el concepto de crímenes internacionales para incluir el colonialismo y el bloqueo como prácticas sistemáticas de exterminio.

Un nuevo internacionalismo

El congreso no solo denunció al Estado de Israel, sino también la complicidad de las potencias occidentales. “Vergüenza, toda la vergüenza, para los gobiernos que reprimen la solidaridad con Palestina mientras justifican el genocidio”, se proclamó en la sesión de cierre.

Se condenó con firmeza a Estados Unidos por su respaldo incondicional a Tel Aviv, a Alemania por instrumentalizar el Holocausto, y a Francia y Austria por reprimir las movilizaciones propalestinas bajo el pretexto del antisemitismo.

En una de las sesiones más aplaudidas, un rabino ultraortodoxo tomó la palabra en árabe y exclamó: “Vosotros, pueblo de Gaza, sois más valientes que los hijos de Israel en tiempos del Faraón”.

La conclusión fue clara: liberar Palestina del río al mar, no mediante la farsa de los dos Estados, sino a través de un único Estado democrático para todos sus habitantes. Para eso, se propuso crear una coalición judío-palestina e internacional, y dar respaldo intelectual, moral y logístico a las campañas de boicot.

A continuación te invitamos a firmar la declaración que emanó del encuentro
https://hojasdebate.es/organizacion...

El mundo observa con horror el genocidio que se está desatando contra el pueblo palestino, perpetrado por el sionismo en colaboración con Occidente. Como judíos, es nuestra obligación actuar, ya que esto se hace en nuestro nombre. ¡Debemos unirnos a nuestros hermanos y hermanas palestinos en su hora más oscura y trabajar por la descolonización de Palestina!

Los judíos y las personas de ascendencia judía de todo el mundo –aquellos a quienes el Estado sionista pretende representar– se están uniendo para declarar su oposición inquebrantable al sionismo.

Desde el Primer Congreso Sionista hace más de un siglo, los líderes sionistas han afirmado hablar en nombre de todo el judaísmo mundial, manteniendo así a los judíos y al judaísmo como rehenes del sionismo, mientras intentan constantemente silenciar nuestra oposición y pisotear la integridad espiritual de la religión judía. La tradición, la historia y la cultura judías se oponen rotundamente al genocidio.

La impresionante historia de la resistencia judía al sionismo es tan larga como el sionismo: incluyó comunidades religiosas judías así como movimientos seculares de ascendencia judía, y la vehemente oposición judía a la creación del Estado sionista desde dentro de la propia Palestina.

El sionismo es un crimen contra el judaísmo y el pueblo indígena de Palestina, y nos comprometemos a erradicarlo. A lo largo de los años, se ha demostrado que el sionismo, en lugar de proteger a los judíos, se convirtió en un gran peligro al cometer actos atroces en nombre de los judíos y del judaísmo. El sionismo reivindica la supremacía de los judíos y, por lo tanto, adopta plenamente el supuesto racista inherente al antisemitismo que insiste en la «otredad» de los judíos.

La entidad colonial sionista niega incluso los derechos más básicos a los palestinos. El sionismo es responsable del colonialismo, el apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en Cisjordania y Gaza durante más de ocho décadas. Catorce millones de palestinos en todo el mundo son sus víctimas directas. Ante las atrocidades que comete, decimos firmemente: «¡No en nuestro nombre!». ¡Nos comprometemos a acabar con el sionismo y a la descolonización de Palestina junto con nuestros aliados palestinos!

Ante todo, el sionismo es un crimen contra la humanidad. Dedicados al juramento de los supervivientes del campo de concentración de Mauthausen, transmitido hasta nosotros como testimonio de resistencia contra el nazifascismo, seguimos su legado universal y reiteramos su mensaje:

La permanencia en el campamento, durante años, ha reforzado en nosotros la comprensión del valor de la hermandad entre los pueblos de todas las naciones. Fieles a estos ideales, hacemos un juramento solemne de continuar luchando, firmes y unidos, contra el imperialismo y contra la instigación al odio entre los pueblos.

¡Juntos uniremos fuerzas en el primer Congreso Antisionista Judío y unidos nos uniremos a los palestinos para liberar Palestina y construir una sociedad justa e igualitaria!

¡El judaísmo no es sionismo!

Dr. Mustafa Barghouti: (Declaración de Viena)

Por primera vez, se celebra en Viena una conferencia judía internacional antisionista.

Por primera vez, judíos han celebrado una conferencia con 500 participantes de todo el mundo. Por primera vez, los judíos han roto el monopolio del sionismo sobre la representación judía, desmantelando así la afirmación y el consenso de que Israel es el único representante legítimo de los judíos en todo el mundo.

Por primera vez, la legitimidad moral y política de la lucha palestina se ha fortalecido en foros internacionales, al haber ganado apoyo dentro del grupo en cuyo nombre el sionismo afirma hablar.

Por primera vez, el movimiento global de boicot cuenta con apoyo judío internacional, así como con apoyo moral y religioso, con la presencia de reconocidos académicos judíos en América y Europa, entre los movimientos de boicot que están siendo atacados por el lobby sionista.

Por primera vez, judíos en una conferencia internacional exigen oficialmente la suspensión de la membresía de Israel en las Naciones Unidas y la Unión Europea, así como la reanudación del boicot académico y cultural a las instituciones israelíes.

Por primera vez, un superviviente judío del Holocausto declara en una conferencia internacional que Israel comete atrocidades en nuestro nombre. La conferencia considera a Israel un régimen colonial de apartheid similar al de Sudáfrica. Los participantes exigen la formación de una coalición internacional judeo-palestina para derrocar este régimen de apartheid y construir un único estado democrático para todos sus habitantes.

Por primera vez, la conferencia exige que Israel y sus líderes rindan cuentas ante la Corte Penal Internacional y pide que se amplíe el concepto de crímenes de lesa humanidad para incluir los asentamientos y los asedios.

La conferencia emitió la Declaración de Viena: «Rechazamos la afirmación de que el sionismo representa al judaísmo y condenamos el uso del judaísmo como herramienta de colonialismo, apartheid y genocidio contra el pueblo palestino» (el documento político central). (Para la conferencia)

Por primera vez en una conferencia judía internacional, los participantes respaldaron la liberación de Palestina desde el río hasta el mar y rechazaron la solución de dos Estados como excusa para perpetuar el colonialismo.

La conferencia apoyó explícitamente la resistencia palestina en todas sus formas, considerándola legítima contra el colonialismo racista, el enjuiciamiento de los gobiernos occidentales cómplices del genocidio y la búsqueda de justicia histórica para el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

La conferencia criticó a Estados Unidos por su apoyo incondicional a Israel, a Alemania por usar el Holocausto para justificar su apoyo político y militar, y a Francia y Austria por reprimir las protestas propalestinas con el pretexto de combatir el antisemitismo. La declaración de clausura decía: «¡Qué vergüenza para los gobiernos occidentales que justifican el genocidio y suprimen la solidaridad con las víctimas palestinas!».

La conferencia afirmó que el antisionismo no es antisemitismo, sino que el sionismo en sí mismo amenaza la existencia moral del judaísmo.

Por primera vez y en una posición sin precedentes, el sobreviviente del Holocausto Stephen Kappus dijo: «Aquellos que vivieron el infierno del nazismo no pueden permanecer en silencio sobre lo que Israel está haciendo hoy en Gaza». Dalia Sarig (la organizadora principal) declaró en esta conferencia: «Somos… los judíos estamos en contra del sionismo y rechazamos los crímenes cometidos en nuestro nombre. Apoyamos a los palestinos como parte de nuestro compromiso con la justicia». Ilan Pappe, historiador israelí que participó en la conferencia, afirmó: «Lo que Israel está haciendo no es solo una ocupación, sino un asentamiento colonial, apartheid y crímenes indiscutibles de limpieza étnica».

No en vano esta conferencia se celebró en Viena. Alguien comentó con sarcasmo: «Herzl nació aquí, y en la sala de enfrente, su idea murió». No en vano los organizadores colocaron ramas de olivo en la sala de conferencias y el vestíbulo, mientras que ni la bandera de Palestina, ni la de Israel, ni la de ningún otro país estaban presentes. Uno de los invitados de Europa del Este comentó: «¿Estamos en una conferencia política o en una exposición palestina de aceitunas?». Un periodista respondió: «Aquí, las aceitunas son más fieles que todas las banderas de las Naciones Unidas».

En medio de las discusiones, un rabino haredí intervino, expresando su solidaridad con Los palestinos, en un árabe elegante, decían: «Ustedes, los habitantes de Gaza, son más valientes que los israelitas en la época del Faraón».

Durante un descanso, una judía austriaca de 91 años, que sobrevivió al Holocausto nazi, cantó con algunos asistentes la canción «Mi Patria» en un árabe mal hablado. Luego comentó: «Solía cantarla durante la Naksa, y no sabía que algún día la cantaría contra Tel Aviv».

(Artículos tomados de la Revista De Frente) < https://share.google/4Xnwc8buWXtSiavcV>
( Wiener Jüdisch Antizionistische Initiative | Viena 2025 | Primer Congrés Antisionista Jueu) <https://share.google/4PaGM7QyF3b2AC...<

En diciembre de 2024, un colectivo de judíos austriacos firmó una Declaración Antisionista:

Declaración antisionista judía vienesa – diciembre de 2024

Nosotros, los abajo firmantes, como personas de orígenes familiares judíos, descendientes de personas desplazadas y/o víctimas del Holocausto, sobrevivientes del Holocausto y combatientes de la resistencia contra el régimen nazi, todos con vínculos con Austria, nos oponemos al sionismo y a las acciones del Estado de Israel en nuestro compromiso con los derechos humanos universales, la igualdad y una paz justa en el Medio Oriente.

Declaramos que nuestros valores no están representados por la “Israelitische Kultusgemeinde” de Viena, que pretende hablar en nombre de los judíos en Austria y que apoya incondicionalmente a Israel.

Nos oponemos a la marginación o supresión de las voces palestinas y antiisraelíes en la política, los medios de comunicación y las instituciones estatales austriacas y, en particular, pedimos que se escuchen las voces judías disidentes.

Nosotros, al igual que otros judíos de todo el mundo, condenamos las acciones de Israel contra los palestinos, el genocidio que Israel está cometiendo en Gaza, la limpieza étnica y la ocupación colonial de Cisjordania ocupada. Declaramos inequívocamente: «No en nuestro nombre» y «Nunca más para nadie».

El alcalde antisemita de Viena, Karl Lueger, declaró una vez: «Yo decido quién es judío». Quienes se alineaban con sus políticas estaban exentos de ser etiquetados como «judíos» por Lueger, mientras que las voces disidentes que se oponían a sus políticas eran, según su definición, las voces «de los judíos».

Incluso hoy, nuestras voces judías anticoloniales en Austria son silenciadas y deslegitimadas según este principio, aunque invertido como «Nosotros decidimos quién no es judío». Quienes se alinean con Israel pueden ser considerados «judíos» y hablar como tales, mientras que quienes no lo hacen deben permanecer en silencio como «no judíos». Reconocemos esto como una forma de antisemitismo y como complicidad en la propagación del antisemitismo, ya que confunde la identidad judía inseparablemente con el genocidio de los palestinos y alimenta el odio contra los judíos.

Defendemos inequívocamente nuestro derecho a la libertad de expresión, a expresar libremente nuestras opiniones democráticas y anticoloniales sin ser etiquetados por algunos como “traidores”, “falsos judíos” o “judíos que se odian a sí mismos”, y por otros como “partidarios del terrorismo”, “odiadores de Israel” o simplemente “antisemitas”.

Nuestro punto de referencia se basa en la Declaración de Jerusalén sobre el Antisemitismo, de marzo de 2021, que ofrece una definición oportuna del antisemitismo que separa las críticas legítimas al Estado de Israel de la hostilidad o el prejuicio contra los judíos. Tanto los autores como los 359 firmantes son académicos y expertos de gran prestigio en la investigación del antisemitismo. La Declaración de Jerusalén puede ofrecer una alternativa a la definición práctica de antisemitismo de 2016 de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). La IHRA confunde deliberadamente las críticas a Israel con el antisemitismo, lo que sirve como herramienta política para reprimir las críticas a Israel y contribuye a las falsas acusaciones de antisemitismo.

Apoyamos las demandas palestinas de justicia, autodeterminación y la plena realización de todos los derechos nacionales, políticos, civiles y humanos consagrados en el derecho internacional.

Entendemos el judaísmo como una religión y una cultura con ricas tradiciones. Rechazamos el sionismo como una forma de etnonacionalismo, racismo y colonialismo. Reconocemos el sionismo como una ideología nacionalista que no defiende la igualdad entre todos los ciudadanos. Desde sus inicios, el sionismo fue un proyecto colonial de asentamiento, y lo sigue siendo hasta la fecha. El Estado de Israel nació de la expulsión de las poblaciones nativas y la confiscación de sus tierras. Su fundación encarnó un impulso expansionista para convertir a Israel en una nación «de río a mar», sembrando la guerra y el caos en toda la región (Líbano, Siria, etc.). Rechazamos tanto el llamado «sionismo de derecha» como el «sionismo de izquierda», ya que ambos se basan en los mismos principios.

La ideología sionista ha llevado a Israel a desplazar personas, robar tierras, negar el acceso a los campos y al agua, construir muros y cometer genocidio contra el pueblo palestino. El gobierno extremista de Israel continúa su camino de colonización de Palestina y mantiene su sistema de apartheid con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea. Defendemos una solución que garantice la igualdad de derechos para todas las personas en el territorio comprendido entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, independientemente de su nacionalidad o religión. De conformidad con la Resolución 194 de la ONU, el derecho al retorno se aplica a las personas desplazadas y a sus descendientes y debe ser respetado.

Afirmamos que no es antisemita señalar y oponerse a la discriminación racial sistemática por parte del Estado de Israel, que no es antisemita acusar a Israel de colonialismo de asentamiento, apartheid, limpieza étnica y genocidio y que no es antisemita llamar al boicot, la desinversión y las sanciones contra Israel como formas comunes y no violentas de protesta política.

Nos oponemos al apoyo del Gobierno Federal Austriaco a Israel y exigimos un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza y Cisjordania, la suspensión inmediata de todos los envíos de armas a Israel, el fin de toda cooperación que apoye las políticas israelíes de apartheid, especialmente en los sectores militar, de seguridad y de tecnología de vigilancia, así como la rescisión inmediata del Acuerdo de Asociación con la UE. En última instancia, Israel también debe rendir cuentas por sus crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio.

Nosotros, los abajo firmantes, afirmamos que la existencia de Israel no protege a los judíos; más bien, es deber de todos los Estados del mundo crear un clima en el que el racismo, incluido el antisemitismo, no tenga cabida y todas las personas puedan vivir en seguridad.

El judaísmo no es sionismo.

Fuente: https://alternativasnoviolentas.org...

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Cesado el teniente coronel procesado por la muerte de dos militares en Cerro Muriano

Tortuga Antimilitar - 19 July, 2025 - 00:00

Diego J. Geniz

El Boletín Oficial de Defensa (BOD) publica este jueves, 17 de julio, otro cese de funciones más por la muerte de dos militares mientras practicaban maniobras en el lago de Cerro Muriano (Córdoba), hechos que acaecieron en diciembre de 2023. En este caso ha sido el del teniente coronel José Luis Zanfaño Hidalgo, con destino en el Estado Mayor del Ejército. El cese tiene efectos desde el pasado 9 de julio.

El Ministerio de Defensa accede, de esta manera, a la petición realizada por Luis Romero Santos, abogado y doctor en Derecho Penal, que actúa como acusación particular en nombre de la familia del soldado Carlos León, fallecido el 21 de diciembre de 2023, junto al cabo Miguel Angel Jiménez Andújar, en el lago artificial de la base militar de Cerro Muriano durante el ejercicio de unas maniobras.

Previamente, y conforme también a la referida solicitud, han sido cesados de sus cargos por estas muertes el teniente Jaime Tato, el comandante Luis Velasco (ambos con fecha del pasado 13 de junio) y el capitán Ignacio Zúñiga (el 11 de abril).

Fuente: https://www.diariodesevilla.es/juzg...

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Seis ideas para hablar con nuestras hijas e hijos sobre el racismo en Torre Pacheco

Tortuga Antimilitar - 19 July, 2025 - 00:00

Lo que está ocurriendo en Torre Pacheco es muy grave. A raíz de una agresión a un anciano, se ha desatado una ola de violencia racista contra personas migrantes —especialmente magrebíes— alimentada por bulos, odio en redes sociales y discursos de extrema derecha. Estas situaciones, que no son nuevas pero sí cada vez más visibles, afectan de manera directa a nuestras comunidades. Por eso, no podemos obviarlas en casa.

Nuestros hijxs, sean racializadxs o blancxs, también forman parte de esta sociedad. Callarles o evitar la conversación no les protege: al contrario, les deja expuestxs a discursos que pueden herirles o convertirles en cómplices del silencio. Estas seis ideas pueden ayudarnos a conversar con ellxs desde una mirada crítica y consciente.

1. No todo lo que se dice en redes es cierto

Muchas de las imágenes y vídeos que circulan sobre Torre Pacheco son antiguos, manipulados o directamente falsos. Podemos explicar a nuestrxs hijxs que hay personas que usan estas mentiras para hacer daño, para que otros se asusten o se enfaden contra quienes no conocen. Enseñarles a preguntar, contrastar y dudar es parte del antirracismo que empieza en casa.

2. Una agresión no justifica el odio colectivo

El ataque que sufrió un anciano fue un hecho violento que debe investigarse y sancionarse. Pero eso no significa que todas las personas magrebíes sean culpables ni que haya que castigar a todo un colectivo. Es como si a un niño blanco le regañaran por algo que ha hecho otro niño blanco: no tendría sentido. La violencia no se combate con más violencia ni con prejuicios.

3. Hay personas que organizan el odio

Los disturbios de estos días no fueron espontáneos. Grupos de extrema derecha los promovieron, difundieron mensajes de odio y organizaron ataques contra migrantes. Debemos decirles a nuestros hijxs que hay personas que, desde el racismo, intentan dividirnos. Y que reconocer eso nos ayuda a resistir. El odio se organiza, pero la solidaridad también.

4. El racismo también ocurre en pueblos pequeños

Muchos piensan que el racismo solo está en la tele, o en las grandes ciudades. Pero no: también ocurre en barrios y pueblos, y a veces se expresa de formas muy directas. Lo que está pasando en Torre Pacheco no ha pasado, pasa y pasará en mujchos otros lugares. Es parte de una realidad en la que ser migrante o racializadx te pone en el centro del miedo y la sospecha. Hablar de esto les prepara para entender su entorno.

5. Si eres blancx, tienes una responsabilidad

Si nuestrxs hijxs son blancxs, es muy importante decirles que no son culpables de lo que está ocurriendo, pero sí tienen un papel. Pueden escuchar, pueden defender a sus compañerxs, pueden decir que lo que está mal, está mal. Que el silencio también duele. Que ser antirracista no es solo “no insultar”: es actuar cuando el mundo es injusto.

6. Nombrar lo que pasa también es luchar

Hablar de Torre Pacheco es una forma de cuidar. De nombrar lo que otros quieren tapar. De enseñar que no se puede vivir con miedo ni ser señaladx por tener otro color de piel, otra religión o venir de otro país. Es decirles: en esta familia no vamos a mirar para otro lado. Vamos a hablarlo, a entenderlo y a hacer todo lo posible para que el odio no gane.

En tiempos difíciles, nuestras palabras pueden ser abrigo o pueden ser arma. Y cuando elegimos hablar con verdad, con ternura y con firmeza, estamos poniendo semillas de justicia. No tengamos miedo de contarles lo que pasa. Tengamos miedo de no hacerlo.

Fuente: https://afrofeminas.com/2025/07/17/...

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Mi cuñao da datos

Tortuga Antimilitar - 19 July, 2025 - 00:00

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El costo humano de las guerras

Tortuga Antimilitar - 18 July, 2025 - 00:00

Sergio Ferrari

En un clima mundial de conflictos armados que se multiplican sin cesar, las víctimas civiles tienen nombre de mujer, de niños y niñas, así como de militantes de derechos humanos y periodistas.

En 2024 en todo el mundo, cada 12 minutos murió un civil en un conflicto armado, lo que representó un aumento del 40% de casos con respecto al año precedente. Los registros de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) contabilizan más de 48 mil asesinatos de civiles en el marco de conflictos bélicos. De los cuales 21.480 fueron mujeres y 16.690, niñas y niños (80% y 70% respectivamente, en Gaza, (https://news.un.org/es/story/2025/0...).

Prensa mutilada

Según OCHA, estas cantidades macabras –con cifras “conservadoras” con respecto a otras fuentes– revelan, además, la “persistencia de ataques mortales contra defensores de derechos humanos”. En efecto, más de 500 hombres y mujeres fueron asesinados como parte de la respuesta represiva contra su actividad humanitaria y América Latina y el Caribe fue la región donde ocurrió la mayor cantidad de estos asesinatos. En ese mismo periodo, otros 123 activistas desaparecieron por la misma razón.

En 2024, cada 14 horas se registró el asesinato o la desaparición de un periodista, sindicalista o activista humanitario. El año pasado, OCHA contabilizó 82 muertes de comunicadores. Más del 60% de estos homicidios se produjeron en zonas de conflicto, la proporción más alta en más de una década.

Cifra, sin embargo, que se encuentra bastante por debajo de la que reconocen otras organizaciones fiables. La Federación Internacional de Periodistas (FIP), por ejemplo, registró 122 homicidios entre sus colegas –más de la mitad en relación al conflicto en Palestina– y calificó el año 2024 como uno de los “más mortíferos” de las últimas décadas, (https://www.ifj.org/es/sala-de-pren...).

Conflictos bélicos al por mayor

En los últimos años han estallado nuevos conflictos armados que “han hecho descarrilar los esfuerzos mundiales hacia el desarrollo sostenible, el cual no puede prosperar sin paz y seguridad y sin la protección de los derechos humanos”, como señala el informe publicado por este organismo de las Naciones Unidas. Si bien entre 2015 y 2022 la tendencia fue decreciente, a partir del 2022 se revirtió debido a un aumento significativo de confrontaciones armadas en diversas regiones del planeta. Entre 2015 y 2024, OCHA documentó muertes de civiles relacionadas con conflictos bélicos en 16 países: Afganistán, Etiopía, Filipinas, Iraq, Líbano, Libia, Malí, Myanmar, Palestina, República Árabe Siria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Ucrania y Yemen.

Las conclusiones de un reciente estudio del Instituto de Investigación para la Paz (PRIO), de Oslo, son todavía más preocupantes: en 2024 el mundo experimentó el mayor número de conflictos armados desde 1946, superando a 2023, de por sí un año récord. Nada menos que 61 conflictos en 36 países, algunos de los cuales se vieron afectados por múltiples confrontaciones simultáneas. Realidad que llevó a Siri Aas Rustad, autora principal de este estudio de análisis de tendencias desde 1946 a 2024, a afirmar que no se trata de un aumento repentino, sino de un cambio estructural. Su conclusión: “El mundo actual es mucho más violento y está mucho más fragmentado que hace una década”.

El estudio de PRIO además documenta que África sigue siendo el continente más afectado, con 28 conflictos nacionales, seguida de Asia (17), Oriente Medio (10), Europa (3) y América (2). Y que más de la mitad de los Estados afectados han padecido o padecen dos o más conflictos cada uno. Tan solo el año pasado se confirmaron unas 129 mil muertes ligadas a confrontaciones armadas, mayormente entre Rusia y Ucrania, en la Franja de Gaza y en la región etíope de Tigray, (https://cdn.cloud.prio.org/files/31...).

Sobre un tonel de dinamita… nuclear

Los ataques de Israel y Estados Unidos contra Irán la segunda quincena de junio, con el pretexto de neutralizar una supuesta amenaza nuclear iraní, no hacen más que esconder la cara oculta del “juego” geopolítico en torno al verdadero poderío bélico en el mundo. Que se juega esencialmente en términos del poder nuclear es decir la capacidad máxima de destrucción de la fuerza enemiga.

Según el reciente informe Anual 2025 del Instituto de Estudios para la Paz (SIPRI), de Estocolmo, un inventario de enero de este año estimó en 12.241 el número de ojivas nucleares en existencia, todas ellas propiedad de nueve naciones (entre las que no se encuentra Irán): Francia, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, India, Pakistán, República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) e Israel. Notablemente, el 90% de esta cantidad pertenece a Rusia y a Estados Unidos, potencias embarcadas en extensos programas de modernización de sus respectivos arsenales nucleares con el propósito de incrementar el tamaño y la diversidad de los mismos. Según el SIPRI, los “arsenales nucleares mundiales se amplían y modernizan … y está emergiendo una nueva y peligrosa carrera armamentista nuclear en un momento en que los regímenes de control de armas se encuentran gravemente debilitados”.

De este total de ojivas nucleares, 3.912 ya están desplegadas en misiles o en bases con fuerzas operativas listas para el uso y 5.702 almacenadas en reserva, lo que exigiría una cierta preparación, por ejemplo, instalación de componentes, transporte y carga en lanzadores antes de su despliegue. El resto, 2627 ojivas han sido retiradas de la reserva militar pero aún no han sido desmanteladas.

Como subraya el SIPRI, en caso de no lograrse un nuevo acuerdo para limitar estos arsenales, es probable que aumente el número de ojivas desplegadas en misiles estratégicos tras la expiración en febrero de 2026 del Tratado bilateral de 2010 sobre Medidas para la Nueva Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (New START). Las tendencias armamentistas siguen consolidándose y por el momento no existen señales de negociaciones para renovar los frágiles acuerdos o bien para reemplazarlos, (https://www.sipri.org/sites/default...).

Tendencia preocupante e imprevisible

Como enfatiza el SIPRI en su Informe 2025, “todo apunta a que se está gestando una nueva carrera armamentista que conlleva mucho más riesgo e incertidumbre que la anterior”. En la misma influye “el desarrollo acelerado y aplicación de una amplia gama de tecnologías –por ejemplo, en los campos de la inteligencia artificial (IA), las capacidades cibernéticas, los activos espaciales, la defensa antimisiles y la tecnología cuántica– que está redefiniendo radicalmente las capacidades nucleares” y genera nuevos factores de inestabilidad. Por otra parte, en la medida que la IA y otras tecnologías aceleran la toma de decisiones en contextos de crisis, “aumenta el riesgo de que un conflicto nuclear se desate como resultado de una mala comunicación, un malentendido o un accidente técnico”.

Los conflictos bélicos se multiplican cotidianamente, y los que han estallado apenas las últimas semanas están generando un ambiente apocalíptico que algunos analistas equiparan con el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Aun si esta lectura puede ser extrema, cómo negar que los hechos son elocuentes y que todas las cifras certifican una escalada violenta en muchas regiones del planeta. Planeta que ya duerme, cada noche, sobre un inmenso arsenal nuclear suficiente como para destruir buena parte de la civilización, incluso la civilización entera. Mientras tanto, cada doce minutos muere una persona no combatiente a causa de las estrategias y los conflictos bélicos. Civiles con apellidos propios, fundamentalmente, con nombres femeninos y de niños y niñas.

Fuente: https://rebelion.org/el-costo-human...

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Del Nord Stream a Irán: Geopolítica de un imperio en declive

Tortuga Antimilitar - 18 July, 2025 - 00:00

Irene Calvé / Antonio Turiel / Juan Bordera

El petróleo se está agotando y, con él, se agota también la ficción de un imperio sostenido a base de rentas energéticas. En concreto, el fracking –la técnica que permitió a Estados Unidos convertirse en exportador neto de hidrocarburos– está comenzando su declive. Washington lo sabe, y está dispuesto a hacer lo que sea para estirar unos años más esa supremacía energética. Por eso, el ataque a Irán no es un desliz, sino un movimiento estratégico: necesitan que el petróleo suba de precio para que el fracking vuelva a ser rentable, aunque eso implique incendiar Oriente Medio. Porque no se trata de ganar, sino de no hundirse todavía.

Desde que en 1972 llegó al máximo de producción convencional, EEUU ha sido un país dependiente de las importaciones de petróleo. Pero todo cambió con el auge del fracking: una tecnología agresiva que permitió explotar yacimientos no convencionales, arañando gotas dispersas en rocas porosas a fuerza de reventarlas a pura presión (de ahí el término “fracking”). Gracias a esta tecnología, EEUU pasó de ser un importador masivo de hidrocarburos a convertirse en el mayor productor mundial de petróleo y gas natural (dejando atrás a Arabia Saudita y a Rusia) y el mayor exportador mundial de gas natural y gasolina. Es cierto que consiguió más que abastecer sus necesidades de gas natural (EEUU continúa siendo un país muy carbonífero, así que no usa tanto gas para la producción de electricidad), pero nunca dejó de comprar petróleo, aunque las importaciones cayeron de más del 60% a menos del 40% actualmente. En todo caso, EEUU se ha vuelto demasiado dependiente del fracking para garantizar la estabilidad de la economía productiva. Sin embargo, los sweet spots del fracking hace tiempo que se agotaron, y todo apunta a que el declive terminal de la producción comenzará en los próximos años.

¿Por qué, entonces, montar este caos, si igualmente el fracking tiene los días contados? No estamos hablando de una estrategia sostenible a largo plazo, sino de una huida hacia adelante alimentada por tipos de interés bajos, estímulos financieros y petróleo caro. Una economía entera reconfigurada para vender energía fósil al mundo, especialmente en un contexto de declive del petróleo convencional.

Pero, como hemos dicho, ese milagro está llegando a su fin. El fracking tiene un problema físico: es intensivo en energía y materiales, económicamente costoso y se agota rápidamente (al cabo de cinco años la mayoría de los pozos cierran). Desde hace tiempo se alerta de que los mejores pozos están cerrando, que las proyecciones han sido infladas y que muchos campos ya han entrado en declive. Desde 2022, el fracking en Estados Unidos ha entrado en una fase crítica. Uno de cada tres pozos ha cerrado, y la actividad perforadora ha caído a mínimos no vistos en años, con apenas 442 equipos operativos en todo el país. Esta crisis está directamente relacionada con la caída del precio del petróleo, que ha tocado fondo recientemente, por debajo del umbral de rentabilidad para el fracking, estimado –con cierta dosis de optimismo– entre 60 y 65 dólares por barril. A diferencia de ciclos anteriores en los que la OPEP –y en particular Arabia Saudí– restringía la producción para estabilizar precios, ahora ha optado por mantener una producción bastante elevada. La estrategia saudí, según algunos analistas, busca expulsar del mercado a competidores con mayores costes de extracción, como el fracking estadounidense, y recuperar cuota de mercado perdida. Esta ofensiva petrolera, combinada con una demanda débil –los aranceles de Trump han hecho mucho daño–, no solo ha tumbado el precio del crudo, sino que también ha devuelto a la OPEP a una posición central en el control del mercado, poniendo a EEUU en una encrucijada: o fuerza una subida del precio global –mediante inestabilidad o bloqueo de suministro en otras regiones– o asume su lenta pérdida de hegemonía energética y económica. En este contexto, el fracking estadounidense solo puede sobrevivir si el precio del barril de petróleo sube mucho. Y aquí entra la Tasa de Retorno Energético (TRE).

La TRE mide cuánta energía se obtiene por cada unidad de energía invertida en la extracción. El petróleo convencional llegó a tener, a principios del siglo XX, TREs de hasta 100:1, es decir, por cada unidad de energía invertida se obtenían 100, una relación que hacía posible todo el desarrollo industrial del siglo XX. En cambio, el fracking nació ya con rendimientos mucho menores, entre 6:1 y 12:1 en sus inicios, y hoy ha caído hasta el rango de 3:1 o incluso menos a medida que los pozos envejecen y se agotan rápidamente. Es como recoger manzanas: al principio bastaba con alargar el brazo para alcanzar las que cuelgan en las ramas bajas, usando muy poca energía (alta TRE), pero ahora solo quedan las del extremo superior del árbol, que requieren esfuerzo y riesgo, y puedes acabar consumiendo más kilocalorías para cogerlas que las que las propias manzanas te aportan. Aunque el fracking siga siendo rentable si el precio del barril sube, desde el punto de vista físico se aproxima al absurdo: extraer energía gastando casi la misma cantidad, o incluso más. Pero el capitalismo no funciona según criterios científicos. Funciona por el valor de cambio: si el precio del barril sube lo suficiente, cualquier aberración energética se vuelve negocio. De ahí la paradoja: una técnica energéticamente absurda puede sobrevivir si los mercados permiten venderla cara (y hay otras fuentes para apuntalarla, o se extrae energía embebida de otro sitio, por ejemplo, no manteniendo infraestructuras). La economía capitalista degrada sistemáticamente la TRE porque no extrae energía para sostener la vida, sino para alimentar el ciclo de acumulación. Y ese ciclo hoy depende, literalmente, de provocar guerras.

La implicación es brutal. Estados Unidos no puede permitirse volver a ser un importador neto de petróleo. No solo por razones energéticas, sino porque toda su arquitectura económica reciente se ha basado en convertirse en una suerte de “emirato fósil”: exportador de energía, receptor de renta internacional, sostén artificial de su hegemonía militar. El crecimiento económico derivado del fracking ha sostenido regiones enteras, sobre todo en estados como Texas, Dakota del Norte o Nuevo México. Todo ello mientras su industria productiva sigue de capa caída desde la crisis de 2008, que mantiene la manufactura muy por debajo de los niveles de hace 30 años y con una parte de la industria intensiva en energía dependiente de precios bajos del crudo. El turismo internacional –uno de los grandes motores no energéticos– se ha desinflado desde la pandemia y no ha remontado a niveles ni siquiera de prepandemia, con un marcado empeoramiento en 2025 debido a tensiones políticas y medidas migratorias restrictivas. Por último, la agricultura aún sigue siendo competitiva en exportaciones, pero enfrenta problemas estructurales como la concentración, las sequías crecientes y, por supuesto, la dependencia del petróleo. El fracking no era un mero complemento para Estados Unidos; era su apuesta y su tabla de salvación.

Pero ahora que los pozos se están agotando, ¿existe algún tipo de plan? Evidentemente, no; existe únicamente la lógica electoralista cortoplacista propia de las “democracias liberales”: no centrarse en una solución sostenible, sino en retrasar las consecuencias de lo inevitable hasta después de agotar la legislatura. Por eso hicieron saltar por los aires el Nord Stream: para forzar a Europa a depender del gas estadounidense, aunque se vendiese más caro. Por eso también, en las negociaciones comerciales, EEUU condicionó la retirada de aranceles a que la UE consumiera ingentes cantidades de energía fósil made in USA (en concreto 350.000 millones de dólares). Esos movimientos no fueron anecdóticos: forman parte de una guerra comercial y energética planificada para sostener el precio del crudo y estirar el tiempo antes de confrontar la realidad material: Estados Unidos dejará de ser un gran exportador de hidrocarburos (principalmente, gas natural y gasolina).

Y ahora llega Irán. Una pieza clave, porque si Teherán responde al asesinato de sus militares bloqueando el Estrecho de Ormuz –por donde pasa casi el 20% del petróleo mundial, que representa el 40% de las exportaciones mundiales del oro negro–, el precio del crudo se dispararía. Justo lo que necesita el fracking estadounidense. ¿Representa una solución a largo plazo? En absoluto. ¿Y una solución para este mandato? Tal vez. Esa es la lógica desesperada: si el fracking vuelve a respirar unos años, se gana tiempo, se salvan elecciones, se sostiene el dólar, se aplaza la caída.

La alternativa –no hacer nada– implicaría mantener precios bajos del petróleo, lo que haría económicamente inviable seguir explotando el fracking en muchos de los campos clave. Eso significaría, en términos prácticos, una aceleración de la desindustrialización, especialmente en los estados del interior y del sur, ya devastados por décadas de deslocalización, abandono y declive de la inversión pública. La pérdida del fracking dejaría a muchos territorios sin su última fuente de empleo directo e indirecto. La tensión social escalaría: una población armada, empobrecida, políticamente polarizada y con una fe menguante en las instituciones podría ser el caldo de cultivo para estallidos violentos, revueltas locales o incluso una guerra civil difusa. Esta no es una hipótesis apocalíptica lanzada al azar: sectores del propio Departamento de Defensa norteamericano y del establishment energético han advertido de que la desestabilización interna por el colapso energético es uno de los principales riesgos estratégicos a medio plazo. El fin del fracking no es simplemente una cuestión económica: es una amenaza existencial para la arquitectura política, territorial y militar de Estados Unidos.

Así que la disyuntiva es clara: si no hacen nada, el colapso llegará desde dentro. Si actúan, pueden desatar una escalada global, pero al menos retrasan su propia caída. Puede que Oriente Medio arda. Puede que la guerra se descontrole. Pero eso es un precio asumible si sirve para sostener artificialmente el valor de cambio de su energía fósil. Mientras tanto, la TRE sigue cayendo. El planeta se calienta. La energía útil se agota. Pero el capital, como un zombi ciego, solo responde a la rentabilidad inmediata, aunque eso implique dinamitar las bases de la vida.

Frente a esa lógica suicida, urge una ruptura: poner la energía al servicio de la vida y no del mercado, entender que la transición energética solo puede basarse en reorganizar radicalmente nuestra relación con la energía, con la producción, con el planeta. Utilizar el valor de uso y no el de cambio.

Y en esa disyuntiva brutal –hundirse solo o incendiar el mundo–, el imperio, una vez más, ha hecho su elección.

Fuente: https://ctxt.es/es/20250601/Politic...

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EEUU ya ni siquiera disimula que la guerra es un gran negocio para su economía

Tortuga Antimilitar - 17 July, 2025 - 00:00

Ahora ya no se oculta, nos lo dicen a la cara, todo es negocio, incluido matar o morir:

La frase popular "Que paren el mundo, que me bajo" resuena con una frustración creciente ante una realidad que a menudo se nos presenta enmascarada. Pero ¿qué ocurre cuando esa dura realidad no es una falsa noticia o una manipulación sutil, sino la verdad confesada —sin rodeos— por una de las figuras más influyentes del planeta?
Donald Trump, con su franqueza característica y su falta total de filtros, ha destapado una perspectiva que muchos intuyen, pero pocos articulan tan directamente: la guerra es un gran negocio para Estados Unidos.

Y lo dice sin rubor, sin medias tintas. Ya no es una teoría conspirativa: es una confesión en voz alta, transmitida a cámara, y recogida por medios de todo el mundo.

La guerra: un negocio sin tapujos.

Donald Trump ha sostenido consistentemente una visión cruda y pragmática de la guerra: una gran oportunidad de negocio para su país. Sus recientes declaraciones sobre el conflicto en Ucrania, particularmente en relación con el envío de misiles Patriot, cimentan esta perspectiva. Para Trump, la ayuda militar trasciende lo geopolítico y lo humanitario; es, fundamentalmente, una transacción diseñada para enriquecer la vasta industria de defensa estadounidense y, por ende, impulsar la economía nacional.

Medios como Infodefensa.com han recogido sus palabras explícitas: Europa, según él, asumiría el costo de los misiles Patriot, y esto “será un negocio para nosotros”. Esta declaración sin filtros revela una mentalidad que ve los conflictos internacionales a través de la lente de las ganancias y pérdidas. Es un sentimiento recurrente en su discurso público: los aliados de Estados Unidos deben pagar "su parte justa" por la protección, y las intervenciones militares deben generar un retorno económico claro para Washington.

Esta perspectiva mercantiliza los conflictos globales. El sufrimiento humano, la inestabilidad geopolítica y las crisis humanitarias asociadas a la guerra pasan a un segundo plano ante el objetivo de maximizar los beneficios para el complejo industrial-militar. Cada misil, cada pieza de equipo militar enviada a una zona de conflicto se convierte en una venta directa, un motor para los fabricantes estadounidenses. Así, las complejas dimensiones morales y estratégicas de la guerra se reducen a una simple ecuación económica, donde el principal beneficiario es la nación que suministra el armamento.

No es un comentario pasajero; es un pilar filosófico constante en la política exterior de Trump, ampliamente cubierto por numerosos medios. Desde periódicos internacionales como El País, The Wall Street Journal y The Financial Times, hasta cadenas de noticias como CNN en Español y BBC News Mundo, la prensa ha analizado esta postura. Publicaciones económicas profundizan en las implicaciones para el sector de defensa, mientras que análisis políticos escudriñan el impacto en las alianzas globales. Incluso organizaciones especializadas como el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), aunque de forma más académica, indirectamente resaltan estas dinámicas en sus informes sobre el comercio mundial de armas.
En este marco, la seguridad global se percibe a través de un prisma netamente mercantilista. La asistencia militar se convierte en una exportación más, y la estabilidad internacional —si acaso se logra— es un subproducto, o incluso una justificación, de una estrategia comercial de gran escala. La retórica de Trump no disimula este enfoque; lo expone con una franqueza que, para sus críticos, resulta alarmante, pero que para sus partidarios es una muestra de pragmatismo y de anteponer “América Primero”.

Este énfasis constante en el beneficio financiero de los conflictos subraya una visión particular de las relaciones internacionales donde el interés nacional se define, ante todo, por la ganancia económica.

La lógica del "negocio" más allá de la guerra.

La incómoda verdad que expone Trump sobre la guerra como negocio es, en realidad, un reflejo amplificado de una lógica que impregna cada vez más facetas de nuestra existencia. Nos hemos acostumbrado a un sistema donde todo parece ser susceptible de convertirse en negocio, a menudo bajo un velo de progreso o bienestar:
El negocio de la salud, o mejor dicho, el negocio de la enfermedad: Los sistemas sanitarios, en muchas partes del mundo, se han transformado en vastas industrias donde la curación puede ser secundaria a la rentabilidad de tratamientos, medicamentos y procedimientos. La prevención a menudo recibe menos inversión que la gestión de la dolencia crónica.

El negocio de la educación: Dejada de ser un derecho universal y una herramienta de emancipación, la educación se mercantiliza, con costes crecientes que la hacen inaccesible para muchos y la transforman en un producto que se "compra" para obtener un certificado en el mercado laboral.

El crecimiento económico sin límites en un mundo finito: La premisa de una expansión constante de la producción de bienes y servicios choca brutalmente con los límites planetarios. La búsqueda incesante de rentabilidad ignora la escasez de recursos y la capacidad de absorción del planeta, llevándonos a una crisis ecológica sin precedentes.

Etcétera...

La peligrosa fachada del "bonito" negocio.

Esta omnipresente lógica del "todo es negocio" a menudo se manipula legalmente y se presenta con un envoltorio atractivo, bajo la bandera de la “innovación”, la “eficiencia” o la “libertad de mercado”. Pero, como bien señala la preocupación implícita en la frase "Que paren el mundo, que me bajo", esta visión nos va matando poco a poco. Ya sea a través del estrés crónico, la degradación ambiental, la desigualdad o la precariedad vital, las consecuencias de priorizar el lucro por encima de la vida se sienten a diario.
Y, como las guerras confesadas por Trump, a veces nos matan de golpe.
La cruda transparencia de Trump, aunque pueda ser interpretada como cínica, nos fuerza a mirar de frente un aspecto fundamental del sistema global. Nos obliga a cuestionar si la búsqueda incesante de beneficios, en cualquier ámbito, es realmente compatible con una vida plena y sostenible para la humanidad.

Y todo esto no es porque lo diga el presidente de Estados Unidos. Porque lo reconozca, ya lo sabíamos.

Pero que ahora tengan el descaro de soltárnoslo a la cara... eso sí que es muy fuerte.

Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbi...

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La persecución de Francesca Albanese

Tortuga Antimilitar - 17 July, 2025 - 00:00

La sanción impuesta por la administración Trump a Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas, ilustra el rotundo hundimiento del “derecho internacional”. El ataque contra Albanese presagia un mundo sin reglas, en el que Estados canallas como Estados Unidos e Israel, pueden cometer crímenes de guerra y genocidio sin rendir cuentas ni sufrir restricciones.

Autor: Chris Hedges

Cuando se escriba la historia del genocidio en Gaza, una de las defensoras más valientes y francas de la justicia y el respeto del derecho internacional será Francesca Albanese, la relatora especial de las Naciones Unidas, sancionada hoy (10 de julio) por la administración Trump. Su oficina tiene la tarea de supervisar e informar sobre las violaciones de los derechos humanos que Israel comete contra los palestinos.

Albanese, que recibe regularmente amenazas de muerte y soporta campañas de calumnias bien orquestadas dirigidas por Israel y sus aliados, busca valientemente que se rindan cuentas a quienes apoyan y sostienen el genocidio. Critica duramente lo que ella llama «la corrupción moral y política del mundo» que permite que el genocidio continúe. Su oficina ha publicado informes detallados Genocide as colonial erasure – Report of Francesca Albanese, the UN Special Rapporteur on the situation of human rights in the Palestinian territories occupied since 1967 – Question of Palestine que documentan los crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania, uno de los cuales, titulado «Genocide as colonial erasure» (El genocidio como borrado colonial), he reimpreso como apéndice en mi último libro, «A Genocide Foretold» (Un genocidio anunciado).

Ha informado a organizaciones privadas de que son «penalmente responsables» por ayudar a Israel a llevar a cabo el genocidio en Gaza. Anunció que, de ser cierto, como se ha informado, el ex primer ministro británico David Cameron amenazó con retirar los fondos y retirarse de la Corte Penal Internacional (CPI) después de que esta emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, por lo que Cameron y el otro ex primer ministro británico, Rishi Sunak, podrían ser acusados de un delito penal en virtud del Estatuto de Roma. El Estatuto de Roma tipifica como delito a quienes tratan de impedir que se juzguen los crímenes de guerra.

Ha pedido a los altos funcionarios de la Unión Europea (UE) que se enfrenten a cargos de complicidad en crímenes de guerra por su apoyo al genocidio, afirmando que sus acciones no pueden quedar impunes. Fue una defensora de la flotilla Madleen UN rapporteur says Madleen Gaza flotilla carries ‘humanity' along with aid , que intentó romper el bloqueo de Gaza y entregar ayuda humanitaria, y escribió que el barco interceptado por Israel no solo transportaba suministros, sino también un mensaje de humanidad.

Su último informe A/HRC/59/23 enumera 48 empresas e instituciones, entre las que se encuentran Palantir Technologies Inc., Lockheed Martin, Alphabet Inc. (Google), Amazon, International Business Machine Corporation (IBM), Caterpillar Inc., Microsoft Corporation y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), junto con bancos y empresas financieras como BlackRock, aseguradoras, empresas inmobiliarias y organizaciones benéficas, que, en violación del derecho internacional, están ganando miles de millones con la ocupación y el genocidio de los palestinos.

El secretario de Estado Marco Rubio condenó su apoyo a la CPI, cuatro de cuyos jueces han sido sancionados por Estados Unidos por emitir órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant el año pasado. Criticó a Albanese por sus esfuerzos para enjuiciar a ciudadanos estadounidenses o israelíes que apoyan el genocidio, diciendo que no es apta para desempeñar el cargo de relatora especial. Rubio también acusó a Albanese de «vomitar antisemitismo descarado, expresar su apoyo al terrorismo y mostrar un desprecio abierto hacia Estados Unidos, Israel y Occidente». Es muy probable que las sanciones impidan a Albanese viajar a Estados Unidos y congelen cualquier activo que pueda tener en el país.

El ataque contra Albanese presagia un mundo sin reglas, en el que Estados canallas, como Estados Unidos e Israel, pueden cometer crímenes de guerra y genocidio sin rendir cuentas ni sufrir restricciones. Pone al descubierto los subterfugios que utilizamos para engañarnos a nosotros mismos y tratar de engañar a los demás. Revela nuestra hipocresía, crueldad y racismo. A partir de ahora, nadie se tomará en serio nuestros compromisos declarados con la democracia, la libertad de expresión, el Estado de derecho o los derechos humanos. ¿Y quién puede culparlos? Hablamos exclusivamente el lenguaje de la fuerza, el lenguaje de los brutos, el lenguaje de la matanza masiva, el lenguaje del genocidio.

«Los actos de asesinato, los asesinatos en masa, la tortura física y psicológica, la devastación, la creación de condiciones de vida que no permiten vivir a la población de Gaza, desde la destrucción de hospitales, el desplazamiento forzoso masivo y la falta de hogar, mientras la gente es bombardeada a diario y muere de hambre… ¿Cómo podemos interpretar estos actos de forma aislada?», preguntó Albanese en una entrevista que le hice cuando hablamos de su informe, «El genocidio como borrado colonial».

Los drones militarizados, los helicópteros artillados, los muros y barreras, los puestos de control, las bobinas de alambre de púas, las torres de vigilancia, los centros de detención, las deportaciones, la brutalidad y la tortura, la denegación de visados de entrada, la existencia apartheid que conlleva la falta de documentos, la pérdida de los derechos individuales y la vigilancia electrónica son tan familiares para los migrantes desesperados que se encuentran en la frontera mexicana o que intentan entrar en Europa como lo son para los palestinos.

Esto es lo que les espera a aquellos a quienes Frantz Fanon llama «los condenados de la tierra». Los que defienden a los oprimidos, como Albanese, serán tratados como los oprimidos.

(Publicado en: https://chrishedges.substack.com/p/... )

Fuente: https://rafaelpoch.com/2025/07/11/l...

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Es fácil de entender

Tortuga Antimilitar - 17 July, 2025 - 00:00

Categorías: Tortuga Antimilitar

Hussam Abu Safia, director del Hospital Kamal Adwan, 'muerto de hambre, torturado y aislado' en una cárcel israelí

Tortuga Antimilitar - 16 July, 2025 - 00:01

La condición del Dr. Hussam Abu Safia ha empeorado desde que fue secuestrado y encarcelado por Israel en diciembre del año pasado.

Mesa de noticias

La condición del Dr. Hussam Abu Safia , director del Hospital Kamal Adwan del norte de Gaza, que fue secuestrado por las fuerzas israelíes a fines del año pasado, ha seguido deteriorándose, dijo su abogado el 14 de julio.

La abogada de Abu Safia, Ghaida Qassem, dijo el lunes que el director del hospital ha perdido alrededor de 40 kilogramos desde su secuestro y detención por parte de Israel, pasando de alrededor de 100 kilogramos a 60 kilogramos.

Las autoridades israelíes han impedido a Abu Safia acceder a medicamentos y tratamientos que necesita desesperadamente, en particular para su afección de latidos cardíacos irregulares.

“Él permanece vestido con ropa de invierno en condiciones extremas de hambre, tortura y aislamiento completo”, continuó la declaración de Qassem.

Abu Safia fue secuestrado por tropas israelíes el 27 de diciembre de 2024 y llevado al centro de detención de Sde Teiman, donde los palestinos han sido asesinados, torturados y agredidos sexualmente.

Fue detenido junto con decenas de personas durante una redada israelí en el Hospital Kamal Adwan, una de las muchas que se llevaron a cabo durante la guerra. Según el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, varias personas fueron ejecutadas durante la redada, incluyendo personal médico y civiles desplazados que se habían refugiado en el hospital. Israel afirmó que Abu Safia era miembro de Hamás y afirmó estar investigándolo.

En febrero de 2025, su familia anunció en las redes sociales que se enfrentaba a “graves torturas y malos tratos” a manos de carceleros israelíes, señalando que solo le daban una comida “de mala calidad” al día.

En aquel momento, afirmaron que su caso legal se estaba desmoronando debido a que Israel no presentaba pruebas creíbles. Expresaron su esperanza de que finalmente fuera liberado como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros.

El director se encuentra actualmente en una celda subterránea sin exposición a la luz solar.

Israel ha destruido o dañado gravemente 36 hospitales en toda la Franja de Gaza desde el comienzo de la guerra genocida en octubre de 2023, con ataques aéreos, bombardeos e incursiones terrestres en las instalaciones médicas llevadas a cabo por tropas.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo el 14 de julio que 360 profesionales médicos han sido detenidos por Israel desde el comienzo de la guerra, y pidió una intervención inmediata “para criminalizar las prácticas de la ocupación contra el personal médico detenido y presionarlos para que los liberen”.

“El personal médico encarcelado en las cárceles de la ocupación vive en condiciones trágicas y difíciles”, añade el comunicado.

Fuente: https://thecradle.co/articles/kamal...

Traducido del inglés con traductor automático y revisado por Tortuga.

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Bogotá acoge una cumbre de emergencia contra el genocidio de Gaza

Tortuga Antimilitar - 16 July, 2025 - 00:00

Más de 25 Estados, entre ellos España, se reúnen “para pasar de la condena a la acción colectiva”, en palabras del presidente colombiano Gustavo Petro. La relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, acudirá al encuentro

Internacional Progresista.

El 15 y 16 de julio, más de 25 Estados de todo el mundo se reunirán en Bogotá, Colombia, para la “Conferencia de Emergencia” con el fin de detener el genocidio de Gaza: la respuesta multilateral más ambiciosa desde que Israel inició su campaña de devastación hace dos años.

“La conferencia de Bogotá pasará a la historia como el momento en que los Estados finalmente se levantaron para hacer lo correcto”, afirmó la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, quien calificó la formación del Grupo de La Haya como “el acontecimiento político más significativo de los últimos 20 meses”.

Convocada conjuntamente por Colombia y Sudáfrica, copresidentes del Grupo de La Haya, la conferencia reúne a Estados que trascienden con creces las fronteras del Grupo –desde Argelia hasta Brasil, pasando por China, España, Indonesia y Qatar– “para pasar de la condena a la acción colectiva”, en palabras del presidente colombiano Gustavo Petro.

“El genocidio palestino amenaza todo nuestro sistema multilateral”, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Mauricio Jaramillo Jassir, antes de la conferencia.

Esa amenaza se hizo aún más urgente esta semana, cuando la administración Trump impuso sanciones a la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, por lo que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, calificó de “esfuerzos ilegítimos y vergonzosos” para promover la acción de la Corte Penal Internacional contra funcionarios estadounidenses e israelíes.

Pero, en lugar de intimidar a la comunidad internacional, las sanciones solo han reforzado su determinación. La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, condenó la medida como “un ataque descarado y transparente a los principios fundamentales de la justicia internacional”.

Sin dar marcha atrás, Albanese se dirige ahora a Bogotá. “Es un honor para mí viajar a Bogotá en apoyo del Grupo de La Haya y su búsqueda de la justicia y la paz, basada en los derechos y las libertades, que un número cada vez mayor de países está finalmente adoptando tras décadas de retórica política vacía”, afirmó. Presentará su testimonio como experta ante los Estados reunidos y se unirá a otros relatores especiales de la ONU en sesiones informativas que servirán de base para medidas legales y diplomáticas coordinadas.

Por su parte, Petro ya ha tomado partido por Albanese, a pesar de las amenazas del Gobierno estadounidense. “Toda mi solidaridad con Francesca Albanese. El sistema multilateral de Estados no puede ser destruido”, declaró el presidente de Colombia.

Para Petro, la conferencia representa un momento crítico para el propio derecho internacional. “La elección que se nos plantea es dura e implacable”, escribió en The Guardian. “O nos mantenemos firmes en la defensa de los principios jurídicos que buscan prevenir la guerra y los conflictos, o asistimos impotentes al colapso del sistema internacional bajo el peso de una política de poder sin control”.

Para Sudáfrica, también, lo que está en juego es la existencia misma del derecho internacional. Roland Lamola, ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, afirmó que la formación del Grupo de La Haya marcaba “un punto de inflexión en la respuesta mundial al excepcionalismo y a la erosión generalizada del derecho internacional”. Ese mismo espíritu, según Lamola, “animará la conferencia de Bogotá, donde los Estados reunidos enviarán un mensaje claro: ninguna nación está por encima de la ley y ningún delito quedará impune”.

Los miembros ya han tomado medidas concretas en los últimos 20 meses. Sudáfrica presentó una demanda histórica contra Israel ante la Corte Internacional de Justiciapor presuntas violaciones de la Convención sobre el Genocidio. Posteriormente, varios Estados se sumaron a la demanda de Sudáfrica, entre ellos Bolivia, Colombia y Namibia. Namibia y Malasia impidieron que buques que transportaban armas a Israel atracaran en sus puertos, mientras que Colombia rompió relaciones diplomáticas con el Gobierno israelí y suspendió las exportaciones de carbón.

Por lo tanto, la conferencia exhorta a los Estados a que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, y lo hagan rápidamente. En septiembre pasado, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó a favor de tomar medidas sobre “las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado”, con un plazo de 12 meses para cumplir con obligaciones concretas: investigaciones, enjuiciamientos, sanciones, congelación de activos y cese de las importaciones y las armas. El tiempo corre.

“Aunque podamos enfrentarnos a amenazas de represalias cuando defendemos el derecho internacional –como descubrió Sudáfrica cuando Estados Unidos tomó represalias por su caso ante la Corte Internacional de Justicia–, las consecuencias de renunciar a nuestras responsabilidades serán nefastas”, advirtió Petro esta semana. “Si no actuamos ahora, no solo traicionaremos al pueblo palestino, sino que nos convertiremos en cómplices de las atrocidades cometidas por el Gobierno de Netanyahu”.

Durante dos días, en el Palacio San Carlos, en el centro de Bogotá, los delegados se reunirán con expertos internacionales, funcionarios de la ONU y organizaciones palestinas, antes de la sesión a puerta cerrada para deliberar sobre medidas concretas. Como explicó el viceministro Jaramillo Jassir, “los Estados reunidos no solo reafirmarán nuestro compromiso de resistir el genocidio, sino que elaborarán una serie de medidas específicas para pasar de las palabras a la acción colectiva”.

La conferencia culminará el 16 de julio con una movilización masiva en apoyo al Grupo de La Haya en la Plaza Bolívar.

En esta plaza histórica, que lleva el nombre de Simón Bolívar, el libertador que soñó con una América Latina unida y libre del dominio imperial, un coro global pedirá el fin de la era de la impunidad. “Para los miles de millones de personas del Sur Global que dependen del derecho internacional para su protección, lo que está en juego no podría ser más importante”, advirtió Petro. “El pueblo palestino merece justicia. El momento exige valentía”.

Fuente: https://ctxt.es/es/20250701/Politic...

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Torre Pacheco: El síntoma de un sistema agroexportador podrido

Tortuga Antimilitar - 15 July, 2025 - 00:01

Javier Guzmán
Director de Justicia Alimentaria

Los altercados recientes en Torre Pacheco no son una anécdota aislada, ni el resultado de una “crisis de convivencia” entre “culturas incompatibles”, como algunos quieren hacernos creer. Son la expresión de un sistema que lleva años podrido por dentro. Un sistema que se sostiene sobre la explotación sistemática de seres humanos, en su mayoría inmigrantes, al servicio de una agroindustria basada en producir alimentos baratos para exportar, a costa de todo lo demás: los derechos humanos, el medio ambiente, etc.

Se trata de otra de las externalidades causadas por este modelo de apostarlo todo a la agroexportación en la que llevamos las últimas décadas, pero no sólo se trata de Murcia y el Campo de Cartagena, sino que esta situación se repite en todos los polos agroexportadores, como en Almería dónde también existen recurrentes conatos de violencia. De hecho, se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.

Torre Pacheco no es una excepción. Es uno de los epicentros de ese modelo agroalimentario que nos han vendido como moderno, competitivo y eficiente. Miles de hectáreas cubiertas de plástico, que esconden tras de sí una realidad invisible: jornaleros y jornaleras viviendo en condiciones indignas, trabajando a destajo, cobrando sueldos de miseria, sin papeles en muchas ocasiones, y con una absoluta desidida por parte de los gobiernos, incluso una connivencia culpable en permitir esta explotación y en evitar abordar políticas de integración en establecer políticas de integración e inclusión de estas personas y sus hijos. Y la primera de esas políticas es erradicar la explotación, pero claro, cómo se va a erradicar justamente esto... que es el ingrediente secreto de este tipo de agricultura, el bajo coste de mano de la mano de obra.

El monocultivo agroexportador lleva en su interior una contradicción irresoluble: necesita explotación laboral para subsistir, pero no quiere los efectos ni las inversiones sociales que esta conlleva. Quiere contratar seres incorpóreos al margen de los más básicos derechos humanos y laborales, pero lo único que encuentra cuando los va a buscar son personas.

El 30% de la mano de obra de la agricultura española son personas extranjeras. Ese porcentaje se eleva hasta el infinito en las zonas premium de la agroexportación. En Huelva trabajan en el campo el 89 % de las personas extranjeras contratadas, en Murcia, el 82 %, en Almería, el 62 %, en Lleida, el 51 %. Según el Servicio Regional de Empleo (SEF) y el propio Ayuntamiento, el 83% de los contratos laborales en Torre Pacheco se firman en el sector agrario. Se estima que hay 20.000 trabajadores y trabajadoras que se encontraban trabajando sin contrato y en condiciones de explotación laboral. La lista es infinita.

A nadie le daba por rasgarse las vestiduras cuando leían esas noticias, ni por perseguir a los que explotan a miles de personas en campamentos por ejemplo en Huelva viviendo de manera infrahumana. Ni cuando en misiones internacionales diversas como fue la del relator especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, a Huelva, que acabó declarando que las condiciones de vida que vio allí “rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo”.

Es resumen, hemos permitido que exista a través del entramado legal, un mercado laboral diferenciado, con menos derechos que el resto de la población como base de una industria que no es viable y este es el problema y no otro. No se trata de una cuestión de una crisis de inmigración, se trata de una crisis de explotación y segregación de trabajadores y trabajadoras y su solución son derechos y derechos.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/opini...

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Una mujer relata la paliza que recibió su hijo en Torre Pacheco por tener rasgos magrebíes: 'Él no ha hecho nada, es un niño de 15 años'

Tortuga Antimilitar - 15 July, 2025 - 00:00

María Tapiador

La agresión a Domingo, un hombre de 70 años, en Torre Pacheco (Murcia) ha generado una ola de disturbios de la localidad, que se ha convertido en un campo de batalla.

Este lunes, Vamos a ver ha podido hablar con una de las vecinas de Torre Pacheco, quien ha señalado que tiene varios hijos españoles con rasgos magrebíes y, solo por este último aspecto, están siendo acosados en el pueblo.

"Mi hijo no tiene nada que ver con los incidentes, es un chico de quince años. Yo soy española y él se ha criado aquí. Tiene amigos de todo tipo: ecuatorianos, colombianos, de todo... Es un chico normal, de pueblo", ha destacado la mujer.

De la misma manera, esta vecina ha explicado que, incluso, su hijo sufrió una paliza por sus rasgos: "Él se encontraba en el lugar antes de que fuese la concentración y, en un momento dado, se giraron hacia el grupo de mi hijo porque estaba con otros chicos marroquíes que habían acudido al llamamiento diciendo que debían unirse a la repulsa por lo de Domingo".

"Empezaron a insultarlos a voces, les decían 'moros de mierda, iros de aquí, iros a vuestro país'. Mi hijo no sabía ni qué hacer. En una de las esquinas se desató todo y ahí empezó a correr porque tenía miedo... Es un niño de quince años", ha destacado la mujer que, además, ha destacado que un total de trece personas apalearon al menor: "Mi hijo no ha hecho nada. No sé si es delito estar casada con un marroquí. No lo entiendo".

Asimismo, la mujer ha destacado que su hija también está sufriendo el acoso de los vecinos del pueblo: "Bajó a la plaza del Ayuntamiento y la acorralaron unos hombres de 40 años diciéndole que la iban a matar. Mi hija no lo entendía porque ella también es española".

Finalmente, la mujer ha señalado que el municipio ha cambiado mucho en los últimos años: "En 23 años, esto no ha sido un lugar inseguro. Es cierto que hay ciertas zonas como en cualquier lugar. Yo he hablado con los chicos de aquí que son magrebíes, pero que han nacido en España, para decirles que se queden en casa hasta que esto pase y me dicen que no quieren parecer cobardes".

Fuente: https://www.20minutos.es/television...

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En marcha, el amor no se para

Tortuga Antimilitar - 14 July, 2025 - 00:00

Convocadas en menos de dos meses, desde procesos de organización autogestionada,más de 4000 personas de 80 territorios del planeta, de 54 estados, de todos los continentes, nos acercamos a sacar de la historia la vergüenza del silencio cómplice con el genocidio en Gaza y la ocupación y limpieza étnica en Palestina. Gentes de diferentes motivaciones, tradiciones, estilos de participación, nos pusimos en pie articuladamente con unos mismos objetivos, espejo de la resistencia del pueblo palestino, maestras de dignidad y lucha. Con principios noviolentos y horizontes claros, compartimos una acción cargada de esperanza y fuerza, sin ingenuidades y con mucho simbolismo, nos pusimos en marcha para que cese el genocidio en Gaza y entren, ya, todas las condiciones que permitan la vida y que están siendo retenidas criminalmente por el Estado sionista de Israel con el apoyo de gobiernos cómplices del resto del mundo.

Esta marcha global a Gaza fue un puente que nos hizo transitar:

De la impotencia hacia el poder compartido.

Del silencio institucional que otorga privilegios a las de siempre al grito colectivo de exigencia de justicia.

De la complicidad de los gobiernos al no en nuestro nombre, ni con nuestra colaboración, ni con nuestros recursos.

Del mirar a otro lado de los poderosos a poner nuestra mirada en hacer Justicia y Paz en Palestina.

Del naturalizar la barbarie a no dejarnos acostumbrar a la violencia como vía.

De la normalización de las masacres a escandalizarnos de lo normativo. - De la anestesia que nos aísla al despertar juntas.

Del miedo que atomiza a tejer posibilidades desde el compartir. - De la ruptura de lazos a la dignidad entrelazada de los pueblos. - De la indiferencia que nos aleja al compromiso que nos acerca.

Del desprecio de las vidas palestinas a todas las vidas importan, todas, todas.

De las respuestas como fuegos artificiales más centradas en los dedos que señalan, a las hogueras que cocinan alternativas, a fuego lento.

Del estrangulamiento al señalamiento de responsables y su desconexión.

De la desmemoria al encuentro testigo con la historia y las que nos han precedido.

De la impunidad de asesinos a exigir responsabilidades y bloqueo a criminales.

De la represión de las respuestas que buscan justicia a darle la vuelta y convertirlo en cuidados y reivindicación de buen trato para todas.

Del intentar pasar desapercibidas, ante la represión, a la necesidad de alzar la voz por las que no pueden y señalar en voz alta, sin perder de vista el objetivo común,las responsables de esta barbarie.

De la desorganización planificada por el poder dominante a la organización comunitaria sostenida y sostenible.

De una mirada más localista, que, atravesada por experiencias compartidas, otras costumbres y lenguas, hacia una amplitud de ver descolonizadora y desmilitarizada.

Transitar desde una mirada inicial de acción a una perspectiva de proceso. Procesos compartidos y sostenidos en el tiempo que rompe con la idea de lo heroico y fomenta la colaboración, la empatía y amplitud en las conciencias.

De la desesperanza congeladora a la esperanza “ardiente”. Algunos aprendizajes que se refuerzan en la participación en la marcha van siendo:

• La fuerza de la estrategia noviolenta y de la “Juntanza”, como dicen las amigas de Colombia. Sentires compartidos, que visibilizan la fuerza de la población civil organizada y el formar parte del pulso de denuncia de las injusticias y complicidades de muchos gobiernos, sin olvidar los cuidados.

• La importancia de centrarse en lo que nos une, desde la diversidad como aporte plural, llegando a gentes variadas y nuevas.

• Importancia de combinar pasos locales y globales, acciones que se alimenten y la capacidad transformadora de diferentes niveles y toques simultáneos en un mismo sentido.

• Necesidad de participar arropadas desde lo colectivo, sintiendo que somos pasos en un camino común. Respetando las condiciones de las que parte y se encuentra cada una.

• Importancia de romper la impotencia, el miedo, el aislamiento, la naturalización de la locura opresora, desde acciones colectivas, organizadas, con estrategia y participadas.

• Necesidad de apertura y flexibilidad para buscar caminos alternativos cuando llenan nuestro andar de minas y obstáculos.

• Es clave cooperar, no caer ni en la competición ni en la competitividad. Todas hacemos falta. Cada paso cuenta y todo paso es importante.

• Ir en grupo pequeño, de afinidad y confianza nos fortalecía y nos permitió estar organizadas y protegidas en todo momento.

• Continuar adelante contribuyendo a la continuidad de una hoja de ruta colectiva, comunitaria y global, frente al silencio ante esta situación de injusta y terrible. Con la firme esperanza de que la realidad es cambiable y que debe ser transformada.

Nada se hace solas, tampoco ser parte de las transformaciones, por eso es necesario reconocer que a la marcha fue cada persona que nos preguntó, las que apoyaron económicamente, el equipo de comunicación, quienes organizaron las concentraciones locales, las que apoyaron nuestra seguridad, acá y allá, las que fueron arrope afectivo y emocional, las que hicieron guardia en espacios colectivos para comunicar sobre la marcha, las que cantaron para que nos llegaran sus canciones al camino, las que nos alentaron a ir y las que nos abrazaron al llegar, toda aquella gente que ahora empieza a ponerle a esta realidad genocida mirada y manos para cambiarla…

Mucha gente fuimos parte de este tramo de marcha y mucha gente seguiremos en ella, hasta que cese el genocidio, la limpieza étnica, la ocupación en Palestina y en todos los lugares del mundo, hasta que todas las personas, las comunidades, los pueblos podamos ser en dignidad sin ser machacadas, con todos los derechos y las libertades.

Seguimos en marcha, el amor no se para.

Fuente:https://www.eldiario.es/canariasaho...

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La mesa de la Unión Europea sobre la que se desploman cadáveres de víctimas palestinas

Tortuga Antimilitar - 14 July, 2025 - 00:00

Olga Rodríguez

Esta semana el primer ministro israelí, Benjamin Netayanhu, sobrevoló espacio aéreo de la UE para dirigirse a EEUU. Así lo denunció la relatora de Naciones Unidas para Palestina, Francesca Albanese, quien ha pedido explicaciones a los Gobiernos de Italia, Grecia y Francia por proporcionar “espacio aéreo y paso seguro a Netanyahu”, pese a la orden de detención emitida contra él, en el marco de la investigación de los crímenes de guerra y de lesa humanidad israelíes. Albanese ha recordado que el primer ministro de Israel es requerido por la Corte Penal Internacional y que los Estados firmantes del Estatuto de Roma -todos los de la UE lo son- “están obligados a arrestarlo”:

“Los ciudadanos italianos, franceses y griegos merecen saber que toda acción política que viole el orden jurídico internacional los debilita y los pone en peligro a todos. Y a todos nosotros”, ha indicado la relatora de la ONU. La UE da espacio a Netanyahu, literalmente.

Este hecho es una pequeña muestra que define la posición de la UE. Israel no solo cuenta con EEUU para ampliar su impunidad. Los países de la Unión Europea contribuyen a ella, por acción o por omisión. Al hacerlo, los Veintisiete están tirando piedras contra los intereses de la mayoría de la población europea, permitiendo que la impunidad se extienda y normalice.

Un inmenso campo de concentración

La Franja es un campo de tiro con masacres de niños y niñas, gente hambrienta y destrucción masiva. A ello se suman los planes del Gobierno de Israel para enjaular a 600.000 personas - o más- en un gigantesco campo de concentración sobre las ruinas de la ciudad palestina de Rafah, fronteriza con Egipto. El proyecto tiene como objetivo encerrar a cientos de miles de civiles e incentivar la expulsión de grandes bolsas de población palestina.

En las colas del hambre de Gaza, en las últimas semanas, más de setecientas personas han sido asesinadas a tiros por soldados israelíes o por mercenarios contratados por las empresas estadounidenses que operan en la Franja. El mundo entero está viendo estos crímenes en tiempo real, desde cualquier rincón del planeta. Las imágenes que nos llegan no dejan lugar a dudas. Una y otra vez.

Sin embargo, ningún gobierno de la UE ha cumplido el dictamen de la Corte Internacional de Justicia, emitido hace ahora un año, que pide a los países de la ONU medidas para impedir relaciones comerciales que contribuyan a la ocupación ilegal israelí. Las naciones de la Unión Europea tampoco han apoyado la demanda por genocidio presentada en esa Corte de La Haya, no han adoptado sanciones, no han cancelado comercio con Israel o todas las relaciones armamentísticas con Tel Aviv.

El Acuerdo UE-Israel

Esta próxima semana la UE va a estudiar -otra vez- el Acuerdo de Asociación preferencial con Israel, suscrito en el año 2000. Por aquél entonces, como ha dicho la relatora de la ONU, Francesca Albanese, “el historial de violaciones de derechos humanos de Israel ya era bien conocido. Por lo tanto, [el acuerdo] ha sido una vergüenza desde el principio”. El artículo 2 de ese pacto pide a las partes compromiso con los derechos humanos, algo que nunca ha sido respetado.

Bruselas no es partidaria de adoptar las sanciones y las medidas que sí fueron aplicadas de inmediato contra Rusia en 2022, pese a que Israel lleva décadas ocupando ilegalmente territorio palestino y cometiendo crímenes contra la población nativa, sometida desde hace años a un sistema de apartheid en las áreas ocupadas.

Como ha indicado la relatora de la ONU, la única medida digna por parte de la UE, mientras Israel está cometiendo múltiples crímenes internacionales y acusado de ello, es suspender el Acuerdo de Asociación en su totalidad. De no ser así, los Estados miembros deberían hacer lo que no han hecho hasta ahora: adoptar medidas unilaterales “para no verse implicados en la ayuda y complicidad en la comisión de crímenes internacionales”, ha señalado Albanese. La UE es usada aún como excusa para que los países integrantes eludan sus responsabilidades.

Con Israel, la Unión Europea ha elegido echar la llave al derecho internacional y tratarlo como una reliquia que no debe ni tocarse ni aplicarse ante Tel Aviv. Las Cortes de La Haya han dado herramientas a los Estados europeos, con dictámenes inéditos, pero las naciones de la UE siguen despreciándolas. Por mucho que numerosos medios de comunicación, consultoras contratadas por políticos y líderes gubernamentales desvíen la atención de los hechos, lo cierto es que ninguna nación europea ha cortado lazos con Israel, mientras se desarrolla el mayor genocidio de este siglo.

Como ha indicado la relatora de la ONU, la única medida digna por parte de la UE es suspender su Acuerdo de Asociación preferencial con Israel en su totalidad.

Castigo a la relatora de la ONU

En este mundo al revés, esta semana EEUU imponía medidas de castigo a la relatora de Naciones Unidas para Palestina, Francesca Albanese, por defender la aplicación del derecho internacional, por publicar investigaciones sobre los crímenes en Palestina y colaborar con la Corte de La Haya.

Estados Unidos, líder de la organización militar a la que pertenecenla mayoría de los países de la UE -la OTAN- financia y facilita el genocidio israelí, recibe con honores a Netanyahu y criminaliza a la relatora de Naciones Unidas. Los hechos y el derecho internacional son enterrados entre los escombros de Gaza, junto a los cadáveres de más de doscientos periodistas palestinos.

En un mundo idílico, en la Unión Europea que tantos medios de comunicación nos describen -y que, sin embargo, no aparece por ningún lado- se habrían adoptado hace muchos años medidas de presión para detener los crímenes israelíes que sufre la población palestina; las naciones europeas habrían cumplido los requerimientos de las Cortes de La Haya y de la relatora de la ONU. En el mundo real, sin embargo, eso no ha ocurrido.

En los relatos de la narrativa hegemónica occidental, racista y neocolonial, Europa y Washington representan la civilización, el bien contra el mal. La UE riega su jardín para evitar la barbarie de la jungla, compra armas para defender la paz y engrosa sus gastos militares por el bien de la mayoría social.

A lo largo de los siglos el belicismo y las grandes usurpaciones de riquezas y de territorios siempre han sido disimulados con las excusas más sublimes y peregrinas: evangelizar, civilizar, democratizar, prosperar, cohesionar…

Han pasado ochenta años del establecimiento del Tribunal de Núremberg, creado para juzgar los crímenes del Holocausto. Ocho décadas después, es legítimo preguntarse si las naciones europeas están cumpliendo la promesa que hicieron entonces, si trabajan para que la paz no sea violada con impunidad, si realmente están evitando traicionar los principios del derecho internacional. La respuesta es no.

Mientras, la nueva presidencia de la Asamblea de Naciones Unidas -el único organismo internacional global no controlado por facilitadores del genocidio israelí o sus aliados- acaba de ser asignada a la que fue ministra de Exteriores alemana hasta mayo de 2025, Annalena Baerbock, quien justificó ataques israelíes contra población civil de Gaza como “legítima defensa”, cuestionó las órdenes de arresto contra mandatarios israelíes y rechazó la demanda por genocidio, calificándola de “infundada”.

Baerbock es integrante de la agrupación política Alianza 90/Los Verdes. Ha sido parte importante de la Unión Europea, en la que hay otros gobiernos con posturas similares a la suya. En octubre de 2024, aún como ministra, volvió a defender los ataques contra áreas civiles de Gaza y el suministro de material militar a Israel.

La mesa del jardín europeo

Este viernes Israel asesinó a otros diez niños y niñas que aguardaban su turno en un centro médico. En las últimas horas ha matado a 129 personas más. Así, todos los días. Dos millones de personas padecen las consecuencias de los crímenes masivos israelíes en Gaza y más de tres millones sufren apartheid y ocupación ilegal en Cisjordania.

Mientras, esta Unión Europea-jardín-frente-a-la-jungla observa el mundo desde esa mirada del privilegio a la que la expresión del sufrimiento ajeno le parece exagerada. Su imagen podría ser la de una gran mesa repleta de suculentos manjares en torno a la cual se sientan dirigentes trajeados, con poder político, empresarial, financiero o mediático. Aún no se han dado cuenta de que sobre esa mesa van a desplomarse decenas de miles de cadáveres, uno tras otro, ensangrentando sus rostros y atragantándoles el almuerzo. Aún no han entendido que, sobre la conciencia colectiva del mundo ya han caído los millones de víctimas palestinas que sufren segregación, ocupación, hambre provocada, desplazamiento forzado, masacres y genocidio. Aún no han dimensionado las consecuencias de estar en el bloque que ha facilitado los crímenes; de no haber hecho lo que debían para impedir el genocidio.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacion...

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La ultraderecha incentiva ataques racistas en Torre Pacheco: “Moros de mierda”

Tortuga Antimilitar - 13 July, 2025 - 00:00

Redacción El Salto

Durante la tarde y noche del viernes decenas de vecinos de la localidad murciana de Torre Pacheco comenzaban una persecución racista contra personas de origen magrebí azuzada por agrupaciones de extrema derecha al grito de “iros a vuestro puto país” o “moros de mierda”. Los hechos ocurrieron tras la celebración de una concentración contra la agresión a un vecino de la localidad el pasado miércoles. Presuntamente, los supuestos agresores son de origen magrebí, un mensaje emitido por el partido de ultraderecha VOX y una excusa que está utilizando para emitir mensajes racistas y de odio. En la concentración del viernes se encontraron grupos violentos y racistas como Frente Obrero que portaban carteles con la cara del vecino agredido bajo el lema “ni uno más”; además, también participó de ese encuentro la iniciativa de extrema derecha Deport Them Now, que azuzó el ambiente con llamadas a prender fuego a “establecimientos como teterias y kebabs”.

Estas dos organizaciones fueron parte de las impulsoras para que se produjese la persecución a las personas migrantes que habitan la localidad. La Guardia Civil ha anunciado un refuerzo en su presencia en la localidad tras el episodio de violencia de la pasada noche. A pesar de la persecución, agresiones e intento de acceder a los domicilios de las personas perseguidas, las fuerzas policiales no han comunicado que se produjera ninguna detención.

Los grupos extremistas locales y nacionales están organizando “cacerías al migrante” en los próximos días. Líderes de la ultraderecha como Daniel Esteve, dueño de Desokupa, han anunciado en sus redes sociales que “nos vamos a Torre Pacheco a poner orden, os vamos a enseñar que nuestros abuelos no se tocan, ¿quién se apunta?”. Lejos de condenar los linchamientos, el partido de ultraderecha VOX ha organizado durante la mañana del sábado una concentración frente al ayuntamiento para echar más leña al fuego. “Torre Pacheco se ha levantado, están cansados de ver por qué calle van y a qué hora; los responsables de estos sucesos son PSOE y PP, que son los que han traído a los inmigrantes y han generado esta inseguridad”, ha expuesto el presidente de Vox en la Región, José Angel Antelo, denunciado en varias ocasiones por delitos de odio por parte de ONGS como Murcia Acoge.

La vicepresidenta de la Asociación Trabajadores Inmigrantes Marroquíes, Sabah Yacoubi, ha denunciado la situación exponiendo que “los linchamientos en Torre Pacheco no son justicia, son racismo, igual que en El Ejido hace 25 años, se persigue a inocentes solo por su origen”. Denuncia en la que coincide el periodista y divulgador sobre islamofobia, Youssef M. Ouled, que expone que estos episodios violentos son “el resultado de años de criminalización institucional y política de la población migrante, en particular de la magrebí, así como de explotación de la misma en condiciones inhumanas”. Esta deshumanización institucional es sobre la que ahora se asientan los discursos y las narrativas racistas y deshumanizadoras que pone en marcha la ultraderecha”.

Desde Podemos, su portavoz en Murcia, María Marín, ha denunciado “la manipulación de la ultraderecha, que de nuevo sale como buitre cada vez que hay una desgracia“ y pide a las instituciones regionales y estatales que impidan estas concentraciones de grupos neonazis. La persecución racista recuerda a lo acontecido hace 25 años en la localidad almeriense de El Ejido, uno de los bastiones de la ultraderecha junto a Torre Pacheco, en el que durante días la población persiguió a la población migrante empleada en las explotaciones agrícolas.

Un episodio de violencia racista que se incrementó por los mensajes de la ultraderecha y los medios de comunicación. Los grupos violentos proyectan seguir actuando los próximos días en una localidad donde la población está compuesta en un 30% por personas migrantes, en su mayoría empleados en labores agrícolas mal pagadas.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/murci...

Apuntes sobre la crisis de odio en Torre Pacheco

Jose Mateos Martínez

Durante días, Torre Pacheco ha sido el epicentro de una tormenta mediática, política y social que ha puesto en evidencia lo peor —y también lo mejor— de una sociedad fracturada entre el bulo y la convivencia. La agresión a un anciano, convertida por la ultraderecha en excusa para desatar una caza de brujas, ha desatado una oleada de odio racista promovida desde redes sociales y grupos organizados, mientras la respuesta institucional se quedaba corta o llegaba tarde. Entre el ruido, las mentiras y la violencia, resurgen algunas verdades incómodas sobre cómo se manipula el miedo, cómo se distorsiona la realidad y cómo se instrumentaliza al inmigrante como chivo expiatorio. Frente a esa deriva, conviene repasar algunos hechos básicos y formular algunas ideas que, por evidentes, siguen siendo urgentes.

—Que en pleno siglo XXI haya quien considere una prueba irrefutable de culpabilidad un pantallazo de Facebook es como si volviésemos a creer en la caza de brujas porque lo ha dicho el cura del pueblo. Resulta incomprensible que cientos de personas compartiesen con entusiasmo imágenes de supuestas hojas policiales con los rostros y los nombres de los presuntos agresores de un anciano, difundidas desde cuentas anónimas y sin ningún respaldo institucional. Es imposible no sentir una mezcla de vergüenza y espanto al ver cómo se condena a personas con nombre y apellidos a un linchamiento digital (y quizá físico) por el simple deseo de un ultra de mover el tablero y que Vox sume un par de escaños más. El propio agredido ha dejado claro que fue una única persona, y no un grupo, quien le pegó, pero aún hay quien sigue difundiendo la falsa captura. Si esto no es una señal de alarma para invertir en educación, espíritu crítico y civismo, ya me dirás tú qué más necesitamos. Somos un país entero a merced de los vendedores ambulantes del odio.

—Viendo la cantidad de cabezas rapadas que pasearon su ira por Torre Pacheco ayer, uno diría que había más nazis de importación que murcianos. No es ninguna exageración: se organizaron por Telegram, se les animó desde los púlpitos digitales de Roberto Vaquero, Alvise Pérez y el mutante ese de Desokupa. Y se notó. Fueron a sembrar miedo y rabia como quien lleva confeti a un cumpleaños. Y la Delegación del Gobierno, tan campante, dejando que el desfile avanzase sin antidisturbios, pese a que el llamamiento había sido público, explícito y sostenido. Para los próximos días ya se anuncian nuevas «cacerías». ¿Esperarán a que maten a alguien para actuar?

—Hay gente que no sólo está podrida de odio: también necesita tratamiento psiquiátrico urgente. Miles de personas aplaudieron ayer en redes sociales un linchamiento, pidiendo la «reconquista» frente al moro invasor. Que vean en los inmigrantes que vienen a trabajar al campo —a menudo en condiciones cercanas a la esclavitud— una amenaza civilizatoria, dice más de su deterioro mental que de ningún supuesto peligro. Confunden jornaleros explotados con jinetes almorávides. España, para esta gente, no es un país: es una película de Santiago Abascal donde todos los que no se llamen Rodrigo Díaz son sospechosos.

—Por suerte, la mayoría de los españoles no se ve reflejada en esta caricatura. Les da exactamente igual que una mujer lleve velo, que alguien celebre el Ramadán o rece mirando a La Meca. Lo que quieren es vivir en paz. Y lo hacen. En un aula cualquiera es fácil ver a una chica con hiyab charlando con un chaval de camiseta de Nirvana sobre los deberes de mates, y eso es hermoso. Lo que quieren los fascistas, en cambio, es cerrar mezquitas, prohibir el aborto y poner crucifijos hasta en los pasos de cebra. Su problema no es el Islam: es todo aquel que no pase por el aro de su España en blanco y negro, donde no haya ni homosexuales, ni musulmanes, ni murcianos de izquierdas.

—Los ultras han encontrado dos armas para sembrar el odio contra los inmigrantes: la supuesta inseguridad y el mantra del «nos bajan los sueldos porque trabajan por cuatro duros». Sobre lo segundo, desmontarlo es de primero de lógica. Si tú, Vox, votas siempre en contra de subir el SMI, de reforzar los derechos laborales y de dar poder a los sindicatos para negociar mejores condiciones, ¿cómo puedes luego decir que los salarios están bajos por culpa del inmigrante? Los salarios están bajos porque hay negreros —y muchos en Murcia— que votan a Vox con la mano derecha mientras con la izquierda hacen firmar a sus peones contratos por mil euros al mes, doce horas al sol.

—En cuanto a la inseguridad, es más delicado. Porque sí, hay barrios donde es un problema real. Y si tú, que vives en un chalé con alarma, le dices a un obrero que vive en una calle llena de trapicheos y peleas que eso es un invento de la ultraderecha, lo único que haces es regalarle su voto a un fascista. No todo el que se queja de inseguridad es un racista. Muchos lo que quieren es poder dormir tranquilos. Por eso hacen falta más políticas de integración, sí. Pero también más policía. En Murcia, la local está desbordada. El PP no cubre las jubilaciones y hay un déficit salvaje de agentes. Eso sí, el centro de la ciudad, donde vive la élite, está bien cubierto. Se ve que allí sí hay inseguridad que importa.

Fuente: https://www.jotdown.es/2025/07/apun...

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