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El gasto militar español en 2024 fue de 62.126 millones de euros, 1.130 € por habitante, el 3'46 % del PIB
Gila y el rearme europeo
Estaría bien que nos explicaran al menos quiénes serán los amigos, quiénes los enemigos y cuánto le costará a nuestro bolsillo ponernos a pegar tiros
Contaba Miguel Gila su primera vez en la guerra. Había perdido su trabajo de ascensorista, así que su madre le enseñó un anuncio en el periódico en que se buscaban soldados que matasen a buen ritmo. Aunque tú eres más bien lento, le dijo, es cuestión de que te entrenes, Miguel. Le preparó una tortilla de escabeche, un termo de café y lo mandó al frente. Tras seguir las indicaciones de una señora que andaba por la zona y que le explicó que la guerra era al fondo a la derecha, Gila se presentó ante su general, que rápidamente le ofreció trabajo, ya que había que cubrir la baja de un soldado que no tenía ganas de disparar a nadie porque estaba de luto. Aquí se mata de nueve a una y de cuatro a siete, le explicó, y en su primera misión le pidió que cruzase las líneas enemigas para traer de vuelta el avión bombardero que ambos ejércitos combatientes compartían por falta de presupuesto. Entre que fue y que vino con la mala noticia de que el enemigo se negaba a devolver el avión porque el domingo se lo habían alquilado a una agencia de viajes para compensar gastos, su general le dijo que la guerra había terminado. Una inspección había cerrado el campamento porque allí nadie tenía licencia de armas.
Las guerras de Gila eran accidentadas, pero las de ahora no lo son menos. Esta semana comparecía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso para explicar la necesidad de aumentar el gasto militar. ¿Aumentarlo cuánto?, le preguntaron los diputados de los diferentes partidos, a lo que Sánchez, mirando sus papeles, respondió que la cifra necesaria sería, concretamente, vaya usted a saber. Euro arriba, euro abajo. ¿Gasto militar para hacer exactamente qué?, le replicaron y el presidente pidió un poquito de por favor y que no entrásemos en detalles menores. ¿Y con qué apoyos parlamentarios cuenta usted para aprobar ese aumento en gasto militar?, se le cuestionó, provocando que finalmente Sánchez explotase: mira, si venimos aquí a hacer preguntas para pillar, cojo mi tanque y me voy de vuelta a Moncloa. Tras el rebote del presidente, fue la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que cogió el misil por los cuernos para explicar a los españoles que gastar mucho en armamento no implica necesariamente gastar menos en cosas del comer. A punto de ordenar la incautación de las calculadoras, Montero pidió a los españoles que se centrasen de una vez por todas: ¿desde cuándo va uno al frente para ponerse a hacer sumas, restas o multiplicaciones? Así no hay quien monte un puñetero ejército.
Son muchas las preguntas sin responder en este momento belicista que vivimos. Si necesitamos un ejército propio porque ya no sabemos si Estados Unidos es amigo o enemigo, ¿qué hacemos con las bases militares de Rota y Morón? Como Gila, podríamos acercarnos con nuestras nuevas fragatas europeas a Rota y, saludando desde lejos, pedir a los americanos que nos dejen hueco para aparcar. Si nos invitan a boquerones y puntillitas significará que seguimos siendo amigos. Si nos lanzan un pepino, mala señal. Querrá decir que ya no estamos juntos en lo de la OTAN –Ohio Tiene Amigos Nuevos– y habrá que pedirles que metan sus portaaviones en cajas y hagan la mudanza. Otra cosa es que quieran. Los americanos son muy suyos. Mientras averiguamos quiénes son nuestros amigos, tampoco deberíamos dejar de investigar quién es, exactamente, el enemigo ante el que nos rearmamos. En principio, parece que es Putin. ¡Que se ponga! A ver si es capaz de explicarnos por teléfono cómo podemos combatir su amenaza nuclear ante la que los flamantes tanques europeos tendrían la misma función que la bala que Gila se llevaba a las guerras atada con un hilo para que no se fuera muy lejos después de dispararla. Que nos explique el ruso si, según su criterio, deberíamos cumplir las órdenes de rearme que nos da su amigo, que es nuestro líder occidental, Donald Trump. Vaya follón.
Un lío tan grande que el pobre Abascal, que se compró una camiseta de la Legión en Amazon en tiempos de paz, ahora que la cosa se pone belicista, va y vota en contra de la inversión europea en armas. Media vida viendo desfilar con marcial emoción a la cabra cada 12 de octubre para acabar votando lo mismo que Podemos y Sumar en Bruselas cuando por fin suena la corneta. No es que no nos guste pegar tiros, explican desde el partido de Santiago Sin Mili, es que no nos gusta la estrategia conjunta de la UE. Ir pa ná es tontería, que decía el otro. Argumento similar al de Feijóo, dispuesto a invertir en armas porque eso siempre será una cosa más seria y responsable que invertir en sanidad o emergencias valencianas, pero al que no le cuadra que esa inversión la lidere Pedro Sánchez y pide reunirse él mismo con el JEMAD. Me llamo Alberto, ¿le importa quedarse ahí quieto un momento y le paso revista? Dicho en el idioma Gila: lo de la guerra está bien, pero si me dejáis ir de presidente. Si hay que ir la guerra se va, claro que sí, pero estaría bien que, en mitad del rearme, nos explicasen al menos quiénes serán los amigos, quiénes los enemigos, qué pintan los amigos que dirigen nuestro ejército besándose con los enemigos y cuánto le costará a nuestro bolsillo ponernos a pegar tiros sin saber bien a qué. Como dice Gila, si no te explican el argumento, por muchas ganas que le pongas, al final te pierdes y te desmoralizas.
Viviendo mi vida Kelly
Era el 20 de junio de 2004, el día de mi llegada a la ciudad de Pamplona. Tenía dieciséis años y supe lo que era limpiar mierda. Empezaba mi vida como Kelly, aunque no era consciente de lo que significaba ser "sudaka", "proletaria" o "cenetista". Limpiaba un bar en "negro" durante los fines de semana por 100 € al mes. Fue mi primer trabajo. Al que se sumó el cuidado de niños, limpieza de casas y portales.
Supe lo que era un contrato de trabajo seis años después, con lo cual, regalé mi tiempo y mi fuerza laboral a muchos patrones sin escrúpulos. Ni siquiera sabía que estaba siendo explotada. Cuando eres mujer migrante y todo tu entorno lo es, te acostumbras a estos trabajos basura, a agachar el moño, a ser agradecida con tus "conquistadores" y a verte a ti misma como una ciudadana de tercera clase.
Contra todo pronóstico, entré a la universidad sin becas ni ayudas de ningún tipo. A base de esfuerzo infinito y lejía logré acceder a los espacios que gente como yo contemplaba desde la calle. Cualquiera podría imaginar que con una licenciatura y un máster tendría mayores oportunidades de trabajo. Pero no. Sigo siendo Kelly. Puede que estudiar Filosofía y Literatura Castellana no sean las opciones más rentables del mercado, soy consciente.
Tampoco tengo un cuerpo hegemónico ni que cumpla con los parámetros occidentales de belleza, con lo cual, en el mundo de la hostelería nunca me han puesto a atender a los clientes, sino que a limpiarles sus habitaciones o a cocinarles como chacha sudaka a la carta.
Veinte años después empiezan los problemas de la vida Kelly. No conozco a nadie de mi colectivo que sea feliz limpiando o haciendo cuarenta camas diarias. No hay niños que digan "yo de mayor quiero ser Kelly, joderme la espalda y cobrar por debajo del salario mínimo". Si nadie desea una rizartrosis y un síndrome cervicobraquial que te va paralizando los brazos con treinta y siete años, ¿por qué permitimos que este tipo de trabajos siga existiendo? Nos llaman esenciales, aunque nadie se ha puesto en nuestro lugar ni ha intentado mejorar nuestras condiciones. Ya me gustaría que los políticos y los empresarios limpiasen dieciocho habitaciones en seis horas y media tal como te lo exigen las ETT, sobretodo cuando se marchan todos los huéspedes y te toca cambiar las sábanas y los edredones cagados por otros.
No es sólo el hecho de ser mujer, sino que además ser inmigrante. Doble prejuicio. La sociedad te seguirá asignando los trabajos que nadie quiere, da igual lo que estudies. Si quieres ser independiente y no cuentas con la ayuda económica de tus papitos, terminas pactando con la caca y te prometes que algún día dejarás de ser Kelly.
En la lucha del amo y el esclavo, el siervo no desea convertirse en patrón y lucrarse de su trabajo, sólo desea eliminar la dialéctica que determina su vida. Por eso milito en CNT, para que algún día todas las kellys del planeta hagamos la revolución.
Salud y Anarquía.
Mariela Díaz, afiliada CNT Iruñea.
In memoriam, Toni Biosca
Toni Biosca, con el brazo en alto, en la foto de presentación de los insumisos de la provincia de Alacant del año 1996.
Finis vitae set non amoris.
El gasto militar español en 2024 fue de 62.126 millones de euros, 1.130 € por habitante, el 3'46 % del PIB
Cálculo sobre los datos hechos públicos sobre gasto militar español ejecutado a final ejercicio que, como cada año, ofrece el Grup Antimilitarista Tortuga para que sean tenidos en cuenta en el arranque de la campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar.
Grup Antimilitarista Tortuga
Hoy comienza la campaña de la Renta 2024, el momento aprovechado por el estado para aclarar las cuentas con una gran cantidad de contribuyentes. A su vez, y como respuesta, damos inicio a la Campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar.
Con ella pretendemos dejarle claro a la administración que no queremos que se contabilice un solo céntimo de nuestros impuestos en ningún asiento relacionado con la guerra ni ningún otro tipo de violencia o demostración de poder.
Durante el año 2024 —ejercicio sobre el cual se realiza la declaración de la renta— el estado español destinó 1.342 euros por habitante a partidas militares y de control social, muchas veces ocultas en ministerios teóricamente no relacionados con el de Defensa o simplemente no anotadas en los presupuestos. El resultado final son 65.501,19 millones de euros dedicadas a la muerte y el sometimiento de la gente.
Queremos advertir que el dato que ofrecemos no es exacto: es una estimación que se queda corta. El estado miente sobre sus cuentas y oculta el gasto militar. Nos es imposible llegar a todas las partidas y, en la mayoría de los casos, no podemos acceder a la actualización de gastos de final de año; por lo tanto, el dato es aún mayor.
De todos modos, es interesante que observes el pequeño desglose que hemos elaborado sobre el gasto militar de 2024 en el estado español:
Si quieres conocer con mayor profundidad la realidad del militarismo en nuestro estado, puedes consultar estos dos informes del Grup Antimilitarista Tortuga y Juan Carlos Rois, sin cuyo valioso trabajo no hubieran sido posibles. Estos documentos constituyen la verdadera base de las cifras que hemos expuesto hasta ahora:
Los datos son aterradores y la cosa va a peor: es evidente la escala militarista de las sociedades occidentales. Por ello te animamos a que te sumes a la campaña de Objeción Fiscal al gasto Militar.
Si quieres saber más sobre ella, picha aquí:
"Queremos vivir": La ira contra Israel se fusiona con la ira contra Hamas y las protestas sacuden Gaza
Ruwaida Kamal Amer
Durante los últimos dos días, los palestinos del otro lado de la Franja de Gaza han salido a las calles para exigir el fin de la embestida genocida de Israel y del dominio del territorio por parte de Hamas. Comenzando en la ciudad norteña de Beit Lahiya, las manifestaciones se extendieron rápidamente a otras partes del enclave, incluyendo Shuja'iyya en el norte, Nuseirat y Deir Al-Balah en el centro, y Khan Younis en el sur. Las protestas son las más grandes desde que comenzó la guerra, y la demostración pública más significativa de disidencia contra Hamas en Gaza en años.
Las manifestaciones fueron desencadenadas por nuevas órdenes israelíes de evacuar Beit Lahiya y las áreas circundantes, a medida que los militares amplían su última incursión terrestre. Los residentes salieron espontáneamente a las calles el martes para desahogar su ira por ser desplazados por la fuerza una vez más, lo que refleja la creciente desesperación de la población después de que Israel rompiera el frágil alto el fuego la semana pasada.
Mientras responsabilizan a Israel por la masacre de más de 50.000 personas durante el último año y medio, y por someter la Franja a un bloqueo prolongado que se ha intensificado aún más durante la guerra, los manifestantes también están dirigiendo su ira contra Hamas: están pidiendo al grupo que haga todo lo que esté a su alcance para detener los bombardeos antes de hacerse a un lado para permitir elecciones libres.
Participé en las manifestaciones desde el momento en que comenzaron", dice Raed Tabash, de 50 años, de Khan Younis, a +972. "Canté y grité y desahogué mi rabia interior. Hemos estado viviendo bajo asedio durante 20 años. No hay trabajo ni futuro para nuestra juventud. Nuestros hijos están creciendo y no sabemos qué les espera. ¿Cuántos niños han sido asesinados durante esta guerra? ¿Estamos dando a luz a nuestros hijos solo para que los misiles los maten de la manera más horrible?
"Estoy cansado de ser desplazado continuamente", continuó Tabash. "No me queda dinero para comprar comida para mis hijos, e incluso si lo hiciera, los mercados están vacíos. Hemos enfermado física y psicológicamente. Queremos un fin completo y definitivo de la guerra, y que se celebren elecciones para que podamos elegir un partido que no sea Hamas para gobernarnos. No dejaré de salir y exigir el fin de nuestro sufrimiento hasta que todo esto se detenga y haya un cambio en el gobierno en Gaza".
- Los palestinos participan en una protesta que pide el fin de la guerra y el gobierno de Hamas en Gaza, Beit Lahiya, norte de la Franja de Gaza, 26 de marzo de 2025. (Flash90)
Sin embargo, a pesar de sus críticas a Hamas, Tabash enfatizó que su principal lucha es contra la ocupación israelí. "Si fuéramos liberados de los grilletes del ocupante y de sus repetidas guerras, nosotros y nuestros hijos viviríamos en seguridad y paz", declaró. "La ocupación es responsable de nuestro sufrimiento".
Ahmed Thabet, de 29 años, participó en protestas esta semana en Beit Lahiya. "Como joven, tengo un futuro: quiero trabajar, casarme y tener una familia", dice a +972. "Ha pasado un año y medio desde que comenzó la guerra y no ha habido ningún cambio de la realidad que la ocupación nos ha impuesto. Solo hay una rutina diaria de matar, destruir y llorar por nuestros seres queridos. Si los misiles no nos matan, la hambruna lo hará. Queremos cambiar esta realidad.
"El mundo piensa que toda Gaza es Hamas, lo cual es falso", continuó Thabet. "Hamas es parte de Gaza; algunos de nosotros estamos de acuerdo con él y otros en desacuerdo con él, esto es normal. Estamos pidiendo elecciones, para cambiar quién nos gobierna. Este es nuestro derecho como pueblo que quiere cambiar nuestra realidad y nuestro futuro. La guerra debe terminar y el gobierno de Hamas debe ser reemplazado.
"Tenga en cuenta que en Cisjordania, que está gobernada por la Autoridad Palestina, los palestinos sufren desplazamientos, arrestos y demoliciones de casas [por parte del ejército israelí]", continúa. "Esto significa que la ocupación va en contra del pueblo palestino, no en contra de su afiliación política. Espero que Estados Unidos nos apoye en nuestro derecho a vivir y deje de apoyar y perpetuar la guerra. Ayudaremos a los negociadores a llegar con éxito a una solución para ponerle fin".
Munir Baraka, un hombre de 45 años de Deir Al-Balah, critica el apoyo cínico a las protestas de los medios de comunicación y los políticos israelíes. "No nos importa lo que digan, ni que nos animen a manifestarnos. Estamos en contra de la ocupación y de su guerra. Estamos pidiendo un cambio del gobierno de Hamas, como es nuestro derecho, al igual que los israelíes están pidiendo el derrocamiento del gobierno de Netanyahu.
"Hamas ha gobernado Gaza desde 2007, y es hora de que su papel termine", continuó. "Tampoco queremos a la Autoridad Palestina, porque vemos lo que ha hecho en Cisjordania. Queremos un gobierno responsable que se preocupe por nuestras vidas y nuestro futuro. Ningún partido tiene derecho a obligarnos a vivir guerras sucesivas y continuas.
"Queremos que el mundo vea a los habitantes de Gaza como seres humanos como ellos, un pueblo libre, pacífico y civilizado que quiere vivir", se sincera Baraka. "Ninguno de nosotros quiere la muerte. Cualquiera que nos llame terroristas para justificar la ocupación que nos mata con misiles pesados está equivocado. Apoyamos cualquier negociación para detener la guerra, y continuaremos estas manifestaciones hasta que se satisfagan nuestras demandas".
Más allá de las protestas en las calles de Gaza, los palestinos también recurrieron a las redes sociales para defender a los manifestantes contra las acusaciones de que estaban siguiendo instrucciones de Israel o de la Autoridad Palestina.
"Aquellos que participaron en las manifestaciones espontáneas en el norte de Gaza son las mismas personas que murieron de hambre, sobreviviendo con forraje animal y hierba silvestre", escribió Sami Abu Salem en una publicación en Facebook. "Ellos son los que soportaron y frustraron el plan de desplazamiento [de Israel]. Ellos son los que todavía están esperando que sus hijos sean sacados de los escombros. Ellos son cuyos nombres deben ser honrados.
"Creo que su protesta fue espontánea y no tiene nada que ver con la Autoridad Palestina ni con nadie más", continuó. "Acusarlos de traición es pura desvergüenza y una bancarrota moral y política".
Otros se dirigen directamente a quienes se oponen a las protestas. "Estimados, tienen derecho a hablar de nosotros... Pedimos disculpas por la sorpresa inesperada, ya que somos personas de carne y hueso como ustedes", escribió Ahmed Mortaja en Facebook. "Intentamos ayunar sin quejarnos de la falta de comida y bebida durante más de 18 meses, pero está claro que el sonido de nuestros estómagos vacíos molesta. Nos disculpamos por eso".
Algunos, como Saleh Fayaz, expresaron ira y frustración con Hamas, reconociendo que en las circunstancias actuales es lo único que impide la erradicación total de Gaza. "Tengo suficientes críticas a Hamas como para escribir un libro de quinientas páginas o más", dice. "Pero desde el 7 de octubre, Hamas no ha sido el objetivo. Solo ha sido el pretexto.
"Si Hamas hubiera sido completamente aniquilado, Israel habría continuado su guerra contra las Brigadas Muyahideen y el Frente Popular, convirtiendo cada rifle levantado en un 'peligro inminente'", continua. "Israel no quiere el desarme, sino la aniquilación de nuestra existencia. Si Hamas entrega sus armas sin una garantía real de una hoja de ruta hacia la liberación y la estadidad, Israel transformará la Franja en una versión más tenebrosa de Sabra y Shatila".
Fayaz también responde a las publicaciones en las redes sociales de personas influyentes pro-Israel que expresan su apoyo a las protestas e instan a los habitantes de Gaza a unirse a ellas. "Las llamadas de sionistas como Edy Cohen a manifestarse son probablemente un intento de secuestrar el movimiento y socavar la credibilidad de los manifestantes", dice. "Aquellos que podrían haberse unido a las protestas [en cambio] no lo hacen para que no se considere que siguien órdenes israelíes.
"Creo que Israel quiere preservar la imagen que ha proyectado al mundo, que toda Gaza es de un solo color y merece la muerte porque [su pueblo supuestamente] apoya al 'terrorismo'", agregó. "Lo que no quiere mostrar es la imagen real que está surgiendo, que Gaza es en realidad diversa".
Ruwaida Kamal Amer
Es una periodista palestina independiente de Jan Yunis, Gaza.
Fuente:
https://www.972mag.com/gaza-protest...
Tomado de: https://sinpermiso.info/textos/quer...
La abogada que ayudó a un menor ante la policía en la calle, denunciada por la 'ley mordaza': “Fue totalmente arbitrario”
Oriol Solé Altimira
“Yo salía de casa y de lejos vi a un niño llorando y a dos policías locales delante”. La abogada Helena Vázquez asegura que nunca había vivido algo así. Tras interesarse por el menor y el trato que recibía por parte de los uniformados, terminó denunciada por dos agentes de la Policía Local de Sabadell (Barcelona) por una infracción “grave” de la ley de seguridad ciudadana, conocida como 'ley mordaza'. “Fue totalmente arbitrario”, zanja Vázquez.
Los hechos ocurrieron el pasado 1 de febrero. elDiario.es se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Sabadell. La versión del consistorio y de Vázquez coincide en que los agentes se personaron en la plaza tras ser alertados por un vecino de que un grupo de chicos estaba destrozando unas vallas metálicas de un edificio municipal. A partir de aquí, los relatos son opuestos.
El consistorio ha explicado que los agentes ya habían descartado que el menor hubiera dañado la valla cuando Vázquez llegó a la plaza. La minuta policial de la denuncia a Vázquez del día de los hechos, sin embargo, no recoge este extremo. El consistorio ha defendido que los agentes actuaron siguiendo los protocolos en intervenciones con menores y que fue la abogada la que “desobedeció” sus indicaciones.
El Ayuntamiento de Sabadell ha asegurado que los agentes estaban en el trámite de llamar a los padres del menor cuando apareció Vázquez, si bien en su denuncia los agentes reseñaron que trasladaron a la abogada que se trataba de un menor “sin tutor, padre o madre”.
Es más, el consistorio ha avanzado que ha trasladado una queja formal al Colegio de la Abogacía de Barcelona por la “mala praxis” en la que, a su juicio, incurrió Vázquez en su trato con los agentes, ya que quiso hablar con el menor a pesar de que los uniformados le indicaron que no podía. También aseguran que estudian denunciar a la abogada por las acusaciones de racismo que ha vertido contra los agentes en redes sociales.
“El niño lloraba y sollozaba”
Según la abogada, los dos uniformados estaban hablando con el menor, de 12 años y origen extranjero. “El niño lloraba y sollozaba”, recuerda la letrada. “El edificio está muy degradado, y las vallas reciben cada dos por tres los balonazos de los niños que juegan a pelota en la plaza”, contextualiza Vázquez.
Ante el estado de nervios del menor, que repetía una y otra vez que no había tocado la valla, Vázquez decidió intervenir y preguntar qué ocurría. “Veía que se estaba cometiendo una injusticia con un chaval”, asevera Vázquez, que apostilla: “A un chico del centro de Sabadell vestido de ropa de marca no le para la policía”.
La letrada asegura que los agentes le trasladaron que se querían llevar el menor a comisaría, extremo que niega el Ayuntamiento. “Aquí empecé a ver que algo no iba bien y le dije al chico si quería que lo asistiera porque era abogada. Para empezar, pregunté a los agentes si lo habían visto romper la valla, y me dijeron que no, pero que había llamado un vecino”, recuerda la laboralista.
En ese momento, expone Vázquez, los agentes le pidieron identificarse, por lo que les mostró su carné de abogada colegiada. Pero los agentes, agrega Vázquez, insistieron para que les mostrara su DNI. “Es absurdo, porque con mi número de colegiada, en la web del Colegio de la Abogacía puedes acceder a todos mis datos”, señala.
La letrada destaca que el menor insistía en que sus padres vivían al lado, por lo que ella preguntó a los agentes si habían ido a buscarles a su casa antes de plantearse llevar a un chico de 12 años a comisaría. Para desbloquear la situación, Vázquez pidió al chaval que le diera el número de su padre.
Su sorpresa fue total porque, según recalca Vázquez, el padre del menor le dijo que la Policía Local de Sabadell le había llamado minutos antes para decirle que su hijo estaba en comisaría. A los cinco minutos, añade la abogada, los padres del menor llegaron a la plaza, y pudieron llevárselo tras hablar con los agentes.
En ese ínterin hasta la llegada de los padres, Vázquez relata el diálogo con los agentes que desembocó en su sanción por la ‘ley mordaza'. Según la abogada, los agentes insistían en querer llevarse el menor a comisaría. “Les pregunté si a ellos les parecería un trauma que les subieran al coche patrulla con 12 años y se los llevaran a comisaría, y dijeron que sí”, cuenta la abogada.
“Fue un rato muy violento para el chaval porque la gente iba pasando por la plaza y veía toda la escena. El pobre niño me cogía de la mano y me decía que le sabía mal que tuviera problemas por su culpa”, rememora Vázquez. Pese a que la abogada insistió en que actuó como letrada porque se había identificado como tal, los agentes, asegura, le respondieron que sería denunciada “en su condición de ciudadana”.
A la espera de recibir la sanción
La ‘ley mordaza' fue aprobada en 2015 por el PP y a día de hoy los trabajos para reformarla siguen tramitándose en el Congreso pese a que PSOE y el resto de partidos de izquierda se comprometieron a derogarla si llegaban al Ejecutivo en 2018. El caso de Vázquez vuelve a evidenciar el elevado margen de discrecionalidad que otorga la norma a los agentes, y la dificultad del ciudadano multado para contradecir la palabra policial, tal y como ha desvelado elDiario.es en casos de multas anuladas.
Vázquez ahora está a la espera de que se le notifique el importe de la sanción, que según el acta que le fue entregada por los agentes puede ir de los 601 a los 30.000 euros al tratarse de una infracción “grave”. En concreto, fue sancionada en base al artículo que castiga “los actos de obstrucción que pretendan impedir el ejercicio de sus funciones”.
La letrada ya avanza su intención de recurrir la sanción ante la Justicia una vez se la notifiquen. Además, solicitará al Ayuntamiento de Sabadell conocer los criterios de intervención policial por menores y si existe algún tipo de protocolo respecto a los migrantes. “Sabemos que los abusos policiales con gente racializada ocurren: les paran más, les piden más la documentación... En Sabadell, días después de los hechos otros chavales de la plaza me pararon y me dijeron 'no veas, es que la policía aquí va muy fuerte'”, concluye Vázquez.
El PP sigue su cruzada contra el valenciano y su cultura: “Hemos machacado los paneles del poeta Estellés y los hemos utilizado para rellenar los socavones”
Toni Cuquerella
Una intervención humillante hacia el poeta valenciano Vicent Andrés Estellés es la que se pudo escuchar este jueves en el pleno de Godella en palabras de una concejala del PP: “Vicent Andrés Estellés es el poeta del odio, de la ordinariez y del catalanismo. Y hemos machacado los paneles y los hemos utilizado para rellenar los socavones del pueblo”.
Así se despachaba la edil del PP, María Lureña durante el pleno municipal a la pregunta de Compromís sobre dónde se encontraban los paneles cerámicos del homenaje al poeta, y que fueron retirados por el departamento de Bienestar Social, dirigido por Vox, que estaban colocados en la fachada de un edificio municipal.
La pregunta de Compromís, realizada en el turno de ruegos y preguntas, quería conocer dónde y en qué estado estaban los paneles, para los cuales la formación se llegó a ofrecer para su custodio y garantizar su integridad.
Los paneles cerámicos retirados eran una obra de la artista Cuca Balaguer, conmemorativos de la XXVII Trobada d'Escoles en Valencià que se celebró en la localidad y que fueron instalados en 2015. La inscripción que mostraban era uno de los versos más célebres del poeta de Burjassot: “Assumiràs la veu d'un poble. Allò que val es la consciència / de no ser res si no s'es poble”.
Tras la respuesta recibida Compromís per Godella, a través de las redes sociales, ha manifestado: “La poesía de Estellés se recordará siempre para ser luz y aprecio por la tierra. El PP valenciano, por la corrupción, la indecencia y el odio a la cultura propia”. Además lamentaba que esta intervención se realizara precisamente el día en el que se conmemora su muerte, un 27 de marzo de 1993.
El síndic de Compromís en les Corts, Joan Baldoví, ha sentenciado, tras esta expresión que “podemos decir, entonces, que ahora hay más dignidad, cultura y amor por la tierra en un 'socavón de Godella' que en todos los representantes del PP valenciano, incluso esta maleducada concejala”.
Se investiga una subvención del gobierno autonómico murciano a una asociación pro-israelí por valor de un millón de euros
La Fiscalía abre diligencias por las ayudas que el Gobierno de López Miras concedió a la asociación proisraelí Zakut
La suma total del dinero fue recibido a través del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, en base al programa de ayudas dirigidas a fomentar la innovación y el emprendimiento, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
La Fiscalía de la Región de Murcia ha abierto diligencias a raíz de una denuncia contra el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), por la supuesta concesión irregular de ayudas por valor de un millón de euros a la asociación proisraelí Zakut. La Asociación Preeminencia del Derecho interpuso una denuncia el pasado 24 de enero contra el jefe del Ejecutivo Regional, acusándolo de un delito de malversación de fondo público.
Zakut fue creada el 24 de abril de 2021, y tan solo cuarenta y cinco días después recibió los primeros 500.000 euros en subvenciones. Un año después recibiría la misma cantidad hasta sumar un millón de euros.
La suma total del dinero fue recibido a través del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, en base al programa de ayudas dirigidas a fomentar la innovación y el emprendimiento, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). De lo otorgado a Zakut, solo 100.000 euros provenían de fondos regionales, el resto fue aportado por la Unión Europea, por lo que la Asociación Preeminencia del Derecho ha decidido elevar la denuncia también a la Fiscalía Europea.
Desde el Gobierno Regional han defendido a este diario que Zakut se trata de “una empresa privada que se presentó a una convocatoria pública y, según criterios objetivos que cumplía, obtuvo la subvención del Instituto de Fomento”. Han recordado que puede consultarse en la web del Info la concesión “como todas y cada una de las subvenciones otorgadas”: “Todo se ha hecho bajo la normativa vigente y no se trata de una subvención directa, sino de una convocatoria de ayudas. Todo está hecho con criterios públicos incluidos en la convocatoria”, han zanjado.
¿Kit de supervivencia?: Agenda pacifista desmovilizadora y de empoderamiento social
Desarmando su muñequito
César Manzanos Bilbao, Doctor en Sociología.
Así fue desde el principio de los tiempos. Ellos decidieron cuando fue el principio e impusieron su noción del tiempo. El proceso civilizatorio comenzó con la naturalización de los instintos humanos más despreciables como la ley del más fuerte, la dominación del macho alfa o la explotación y la depredación como forma de preservación de la especie. Algunos tratan de reinterpretar está cuestión y hablan de que la civilización es la amnistía de esa cárcel biológica. Pero no nos engañemos. Nacimos sin concepto de tiempo, vulnerables, apegados a la ternura de una madre, con ganas de compartir y, han ido extirpando nuestra sociabilidad natural e innata, eliminado y prostituyendo el pensamiento y la acción política colectiva mediante la invención del ego y de la propiedad, esencia de la civilización occidental.
La revolución neolítica, industrial y cibernética han traído el progreso sin precedentes del hambre en el mundo y de los genocidios bélicos cada vez más sangrientos y despiadados. Estamos en un momento histérico en el que los señores de la guerra, con la imprescindible colaboración de sus ingenieros científicos y de sus sacerdotes mediáticos, se hiper enriquecen convirtiendo la política en un negocio. Crean o fingen conflictos apocalípticos para continuar con la imparable inercia de devastación y saqueo neocolonial. Ya lo decía Vegecio en el siglo IV: "Si vis pacem, para bellum". Ahora lo prodigan Trump y Musk. Con la guerra comercial o, si es más rentable, con la invasión militar, la industria bélica y aeroespacial disparan sus beneficios.
Eso sí, a quienes osamos poner en cuestión su dogmática, nos condenan al ostracismo, a la cárcel o a la pena de muerte extrajudicial. Sino que se lo digan a la innumerable disidencia política asesinada o a los pueblos masacrados o exterminados. No nos olvidemos. Lo peor que puede sucedernos no es que nos encierren o nos ejecuten por plantarles cara, sino vivir acobardadas y domesticadas en éste instituido estado de tortura permanente en el que tratan de mantenernos.
El valor de la verdad: Pensamiento científico contra ideología postmoderna
"Ninguna sociedad que se apoye en concepciones falsas del mundo puede sobrevivir en el largo plazo".
Hoy es muy común oír decir en claustros académicos -escribe el físico y filósofo Gustavo E. Romero- que la verdad es una mera construcción social. Que cada sociedad, cada tiempo, cada grupo humano, cada persona acaso, tienen “su verdad”. Que es lo mismo una creencia que una opinión científica. En definitiva: que no hay verdad.
Por GUSTAVO E. ROMERO.-
No nos gusta que nos mientan. Si preguntamos por el estado de un automóvil que vamos a comprar y nos dicen que es “bueno”, esperamos que eso se corresponda con lo que pagaremos. Si votamos a un político que dice que no delinquirá, no nos agrada verlo robar descaradamente desde la función pública. A nadie, sospecho, le gusta enterarse de que su pareja le miente.
Si preguntamos algo, en general esperamos una respuesta verdadera o al menos de buena fe. Incluso los mentirosos y embaucadores, los engañadores de todo tipo y los demagogos estiman la verdad. El primer requisito para mentir es conocer la diferencia entre lo que se dice y la verdad.
En ningún ámbito se valora la verdad más que en la ciencia y en la tecnología. La ciencia busca encontrar representaciones verdaderas del mundo. Busca obtener de esas representaciones enunciados que se correspondan a los hechos. El tecnólogo, por otra parte, debe conocer la verdad de muchos enunciados para poder diseñar un aparato que funcione. Si el coeficiente dinámico de viscosidad de un neumático no es el que se afirma, el usar ese neumático puede llevar a un accidente fatal.
Es inútil acumular ejemplos: toda la tecnología moderna funciona porque son verdaderas miríadas de enunciados que han sido puestos a prueba innumerables veces bajo condiciones controladas y rigurosas.
Sin embargo, es muy común oír decir en claustros académicos, especialmente de ciencias sociales, que la verdad es una mera construcción social. Que cada sociedad, cada tiempo, cada grupo humano, cada persona acaso, tienen “su verdad”. Que es lo mismo una creencia que una opinión científica. Que la evidencia es producida o inventada en un contexto social. En definitiva: que no hay verdad.
A lo sumo habría cambiantes “verdades” que dependen del momento y del lugar. Se nos dice que la verdad incluso puede ser peligrosa, un instrumento de imponer una visión, de ejercer un poder sobre otros, un camino a la esclavitud intelectual.
Esas opiniones no son nuevas, ciertamente. Las encontramos en los primeros sofistas griegos, como Protágoras, Gorgias, Hipias y Pródico entre los más conocidos. Las vemos resurgir con el romanticismo y el irracionalismo europeo del siglo XIX. Están en Nietzsche y sus sucesores, y permean toda la filosofía moderna genéricamente denominada posmodernista, constructivista y posestructuralista.
Las ideas constructivistas que cuestionan el valor de la verdad se extienden a la interpretación de la ciencia a través de los escritos de personajes como Gaston Bachelard, Paul Feyerabend y Bruno Latour. Para Latour, por ejemplo, las verdades científicas no se descubren, sino que se inventan o construyen en el laboratorio bajo un cierto contexto social.
Evaluar estas opiniones implica tener una noción clara de que significamos con la palabra “verdad”. ¿Qué es, exactamente, la verdad? ¿Es una cosa, alguna clase de entidad, que podemos “hallar” en el mundo? ¿Es un mero concepto? ¿Qué queremos expresar cuando decimos que la ciencia “busca la verdad”?
La verdad y la doxa
Aristóteles señaló que la verdad es decir de lo que es, que es, y de lo que no es, que no es. Ya Parménides en poema Sobre la Naturaleza diferencia entre un discurso verdadero y la mera opinión (doxa). Según esta tradición, la verdad no es una cosa, sino una relación entre nuestras opiniones y los hechos. Podemos refinar estos conceptos y decir que hay dos clases de verdades: las ontológicas y las semánticas.
La evidencia está conformada por enunciados que se obtienen de la experiencia. En ningún ámbito se valora la verdad más que en la ciencia y en la tecnología. (Imagen: Army.mil)
Las primeras son la correlación entre dos clases de procesos físicos: procesos entre nuestro cerebro y procesos en el resto del Universo. Al ser relaciones entre procesos, la verdad ontológica, o adecuación de nuestro pensamiento a la realidad, debe ser investigada por las ciencias empíricas, en especial por las neurociencias.
Las verdades semánticas, en cambio, son relaciones entre conceptos (expresados por medio de enunciados de nuestro lenguaje). Esta clase de verdades son estudiadas por la semántica filosófica. Sí sólo se trata de relaciones entre conceptos que no se refieren a hechos, tenemos enunciados puramente formales como los de las matemáticas, cuya verdad se establece por coherencia con un sistema formal.
Por otro lado, decimos que un enunciado que se refiere a hechos (fáctico) es verdadero si y sólo si está de acuerdo con los enunciados que expresan un cuerpo de evidencia sobre los hechos en cuestión. La evidencia está conformada por enunciados que se obtienen de la experiencia. Si esa experiencia es científica (o sea controlada bajo los estándares de la ciencia del momento), la evidencia también los es.
Es importante destacar que los enunciados no son verdaderos o falsos en sí mismos. No es posible establecer la verdad de un enunciado fáctico solamente analizando el enunciado; debemos analizar el mundo si queremos saber si es verdadero o no. Nuestro análisis del mundo, por otro lado, nunca es completo. De allí que las verdades fácticas rara vez son completas, y siempre son relativas a la evidencia disponible en unas circunstancias dadas.
Relativas, pero no subjetivas. Esto es, dependen de la evidencia pero no de nuestra voluntad o subjetividad. Debido a la dependencia con la evidencia el valor de verdad de un enunciado puede cambiar cuando cambia el cuerpo de evidencia. Es por esto que la ciencia progresa: enunciados antes tenidos por verdaderos son desechados como falsos ante nuevos datos, y nuevos enunciados son formulados a la luz de teorías que se desarrollan para reemplazar a las viejas que producen demasiados enunciados falsos.
Todos los animales que sobreviven de alguna manera evalúan su entorno y forman representaciones del mismo. Su supervivencia depende de que esas representaciones se ajusten a la realidad. Si no se identifica correctamente un depredador o una fuente de alimentos, se corre riesgo de muerte. De allí el valor de las representaciones verdaderas. Lo mismo sucede con las sociedades humanas.
Ninguna sociedad que se apoye en concepciones esencialmente falsas del mundo puede sobrevivir en el largo plazo. Simplemente le faltará la capacidad de adaptarse a la realidad y transformarla para poder subsistir y progresar. La lucha contra la ignorancia, la superstición y la mentira deliberada forman el núcleo esencial del progreso de la civilización. Esa lucha expresa el valor de la verdad, y es la lucha de todos los seres humanos que aspiran a ser verdaderamente libres.
Fuente: https://cienciasdelsur.com/
Dr. Gustavo E. Romero. Columnista y miembro del Consejo Directivo de Ciencia del Sur. Doctor en física por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Actualmente es Investigador Superior del CONICET, Argentina y director del Instituto Argentino de Radioastronomía (CONICET, CICPBA, UNLP). Además, se desempeña como Profesor Titular de Astrofísica Relativista en la UNLP. A la par de su trabajo como científico, es investigador en filosofía. Entre sus libros se destacan Introduction to Black Hole Astrophysics (con G.S. Vila, Springer 2014) y Scientific Philosophy (Springer, 2018). En 2019 fue nombrado Graduado Ilustre de la UNLP. Dirige un grupo de investigación de más de 20 personas que trabajan en astrofísica, cosmología y teoría de la gravedad. Es uno de los científicos más influyentes de la Argentina por su productividad académica.
Tomado de: https://canarias-semanal.org/art/33...
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Ver también:
Continúan las deserciones de soldados ucranianos que se entrenan en España
Redacción
Las tropas ucranianas que realizan instrucción en España han sufrido hasta el momento 4 deserciones, según ha podido conformar La Ser. Todas estas deserciones se han producido concretamente en el Campo de Adiestramientos Sierra del Retín, en el término municipal de Barbate, por el que han pasado ya 500 soldados ucranianos.
El último de ellos se escapó hace tan solo 4 semanas, mientras estaba siendo adiestrado. Se fugó y nada se sabe de él, al igual que los otros dos compañeros que escaparon el pasado mes de diciembre para no tener que ir al frente. Hubo un cuarto desertor, pero tras pensárselo, regresó.
La Guardia Civil inició un dispositivo de búsqueda pero no han logrado dar con ellos.
Esa búsqueda ha sido interpretada por Sumar como una posible represión de España contra objetores de conciencia ucranianos. El Gobierno lo niega; de hecho, han aclarado ya a su socio que no han detenido ni extraditado a ninguno de estos desertores ucranianos porque no han cometido ninguna ilegalidad.
Expertos consultados con la Ser coinciden en que a estos desertores no se les puede aplicar el Código Penal Militar y, por tanto, no se les puede perseguir.
El mapa del horror en las comisarías españolas: 16 muertes, 460 intentos de suicidio y 1.600 autolesiones en 2023
Danilo Albin
Las muertes en las comisarías españolas en 2023 superaron cifras de años anteriores. Lo mismo ocurrió con los suicidios y las autolesiones. Así consta en el último informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, en el que se indica que a lo largo de ese año –último del que existen datos disponibles– hubo 16 fallecimientos en dependencias policiales.
De acuerdo a los datos estadísticos, nueve de esas muertes se produjeron en dependencias de la Guardia Civil, otras cuatro en comisarías de la Policía Nacional y las restantes tres en instalaciones de los Mossos de Esquadra.
La información disponible señala además que en 2023 hubo 460 intentos de suicidio por parte de personas detenidas, lo que supone también la cifra más alta desde 2020. De estos casos, 231 se registraron en comisarías de la Policía Nacional, 105 en centros de los Mossos, 61 en cuarteles de la Guardia Civil, 33 en calabozos de la Ertzaintza y otros 30 en centros dependientes de Policías locales.
Durante 2023 también se alcanzó el número más alto de autolesiones: hubo 1.604 casos de este tipo, lo que supuso 400 más que en 2022. La mayor parte se produjo en instalaciones de la Policía Nacional (534), Ertzaintza (325) y Guardia Civil (211).
Jorge del Cura, activista por la erradicación de la tortura, realiza de forma periódica un detallado seguimiento de estas cifras. En declaraciones a Público, lamentó que en estos informes "no se desglosan los datos por dependencias y por comunidades autonómicas, provincias ni localidades".
Destacó además que tampoco se indican "las causas de los fallecimientos ni la naturaleza o forma de las autolesiones y tentativas de suicidios; si las agresiones son entre personas privadas de libertad o agresiones por parte del funcionario encargado de la custodia, ni la naturaleza o causa de las quejas".
Sin protocolo
Según consta en uno de los anexos del informe presentado esta semana en las Cortes Generales por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, la Secretaría de Estado de Seguridad "no cuenta con un protocolo sobre suicidio y autolesiones de las personas detenidas", por lo que el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP) "recomendó elaborar un protocolo sobre suicidio y autolesiones con enfoque de género".
En 2024, la Secretaría de Estado de Seguridad respondió al Defensor del Pueblo que estaba elaborando "un listado de indicadores que puedan anticipar potenciales conductas autolíticas o de autolesión por parte de las personas detenidas, en atención a la casuística presentada".
"Tampoco la Policía Foral de Navarra cuenta con este protocolo, por lo que el MNP recomendó elaborar un protocolo sobre suicidio y autolesiones con enfoque de género", agrega el documento.
La información supervisada por el Defensor del Pueblo indica además que en 2023 hubo 77 agresiones, 37 autolesiones y nueve intentos de suicidio en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs). "La tasa de autolesiones es 69 veces superior en los centros de menores que en las dependencias policiales", afirmó Del Cura.
Mientras tanto, en Centros de Menores Infractores se registraron 973 agresiones, 750 autolesiones, 82 intentos de suicidio y 75 quejas por parte de los internos. "La tasa de intentos de suicidio es 13,6 veces superior en los centros de menores que en las dependencias policiales", observó el activista.
Redes Libertarias entrevista al Grup Antimilitarista Tortuga
Redes Libertarias entrevista al Colectivo Tortuga
Redacción
Redes Libertarias
1.- ¿Cómo y cuándo surgió vuestro colectivo? Por cierto, ¿qué os motivó a llevar el nombre de Tortuga?
Existimos con este nombre desde 1999. Algunos de nosotros/as ya formábamos parte de las campañas de objeción de conciencia e insumisión al Servicio Militar Obligatorio que venían trabajando los diferentes colectivos del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) que hubo en la provincia de Alacant.
Gentes de aquellos grupos locales propusieron refundar un colectivo antimilitarista a nivel provincial que recuperara a las pocas personas que quedaban en los distintos grupos. Así nació el Colectivo Tortuga.
En una de esas quedadas apareció el nombre de Tortuga de manera espontánea y gustó eso de su andar lento pero seguro para auspiciar al grupo que se estaba formando.
Luego conocimos las andanzas de Felisa, la tortuga insumisa.
2.- ¿Qué propósitos os marcasteis al fundar Tortuga y si pensáis que los estáis cumpliendo?
Acabar con los ejércitos y la despreciable industria militar. Casi ná. «Estamos trabajando en ello».
3.- ¿Qué acciones son prioritarias en vuestra actividad?
Mantener viva la llama de la paz en un mundo sin guerras para que la humanidad guíe sus pasos hacia una fraternidad universal. Toma ya.
La denuncia del militarismo y sus expresiones, a veces sutiles y las más veces evidentes y estridentes. Contrainformación a través de la web.
La educación para la paz para lo cual tenemos talleres y material publicado y público; tenemos un importante material propio para charlas y talleres de contenido antimilitarista (acción directa, desobediencia civil, noviolencia, asamblearismo, resolución conflictos, control social etc.) que ofrecemos a quien nos las solicita. La campaña de objeción fiscal al gasto militar, OFGM.
La Marxa a Aitana, que es una cita anual con otros colectivos reivindicando la desmilitarización de la montaña más alta de Alicante.
Concentraciones todos los días 24 con Elx per la Pau pidiendo una paz justa para Palestina y el resto de las 60 guerras del planeta.
Las JJCC, Jornadas Culturales, encuentro anual en Elx dedicado a divulgar lo autóctono.
Últimamente trabajamos más en lo cercano, lo local. Aunque pertenecemos a una coordinación estatal, el MOC.
Destacamos también que somos asamblearios y le damos mucha importancia a ello así como a la autogestión del grupo y sus actividades.
4.- ¿Quiénes son las personas o colectivos destinatarios de vuestras actividades?
Toda la sociedad en general. aunque en la práctica llega más a gente pacifista, ecologista, antimilitarista, pero no siempre; con la Marxa a Aitana, en la que pedimos la desmilitarización de la sierra, conseguimos que un nutrido grupo de militares y guardias civiles disfruten ese día de la montaña, nuestra compañía y escuchen atentamente el manifiesto.
5.- ¿Mantenéis contacto activo con dichos destinatarios?
Sí. Tenemos vocación de contacto, de relación y comunicación . Estamos abiertos tanto a la sociedad como a los grupos y movimientos sociales.
6.- ¿Qué medios de difusión de vuestras actividades usáis (web, redes, charlas, etc.)?
Tenemos nuestra web https://www.grupotortuga.com/ , redes sociales, un boletín mensual en papel, mensual también un podcast (Sin Noticias De Paz) y de vez en cuando realizamos talleres y alguna charla.
7.- ¿El antimilitarismo es una propuesta posible en un mundo cada vez más militarizado o es una propuesta simbólica?
Posible y deseable, dicen algunos, otros no lo tenemos tan claro. Esta pregunta vuestra, Redes Libertarias, hizo aflorar en la asamblea de Tortuga las visiones utópicas frente a las eutópicas y generó un debate en el que iba a faltar tinta. Surge en el diálogo las consideraciones etimológicas y también la paradoja, utopía realizable. Umhhh! Pero resumiendo:
Ya sean imposibles o alcanzables (utópico o eutópico) nuestros esfuerzos están dirigidos a la desaparición de los ejércitos y persiguen un mundo sin guerras. Más que una propuesta simbólica el antimilitarismo lo vemos como una propuesta necesaria.
8.- Participáis en la Internacional de Resistentes a las Guerras, ¿podéis explicarnos que tipo de actividades desarrolla este organismo frente a las guerras existentes en la actualidad?
Participamos a través del MOC. La IRG promueve campañas de denuncia, difusión e información, apoyo a desertores y objetores, hacen concentraciones y encuentros, a veces mundiales, recogida de firmas, promueven la objeción fiscal…
9.- ¿Pensáis que puede ser positivo mantener contactos con otros colectivos libertarios y anarquistas e intentar tejer «redes de afinidad»?
Sin duda, y no sólo es positivo sino necesario, y con muchos otros grupos afines. En los fregaos en que estamos actualmente nos encontramos gente muy diversa y poder contar con estos apoyos y que Tortuga pueda estar ahí «nos llena de orgullo y satisfacción», jeje.
Decimos no a la guerra y al gasto militar
¿Kit de supervivencia?: Agenda pacifista desmovilizadora y de empoderamiento social
Desde el antimilitarismo y otras articulaciones sociales llevamos años denunciando la deliberada y soterrada vuelta de tuerca militarista que tanto en Europa como singularmente en España llevamos.
Aspectos como la trampa de la deuda ilegítima que asumen estos políticos de ardor guerrero en nuestro nombre pero sin nuestra opinión, el elevado y oculto gasto militar en detrimento de las necesidades y derechos sociales, los procesos de securitización y expansión de lo militar a otros ámbitos de la sociedad civil, el gigantismo y el despilfarro militar, el puertagiratorismo y el dopaje a la industria militar, el escándalo de la venta de armas a países en conflicto o el intervencionismo que supone haber participado en más de cien escenarios bélicos con no menos de 140.000 efectivos involucrados y no menos de 22.000 millones de euros despilfarrados, las bases militares americanas, la sumisión a la OTAN y a los dictados de EEUU en su lucha hegemónica, o la penetración de lo militar en todo tipo de acto social, desde las ferias juveniles a los actos festivos pasando por la conducción de crisis, por ejemplo, han formado parte de nuestras luchas, campañas, denuncias y llamadas de atención a una sociedad adormecida y cada vez más perpleja.
Sobre los procesos de construcción de un militarismo europeo, Utopía Contagiosa ya elaboró materiales nada menos que en 2015 denunciando la soterrada y sostenida construcción que ya entonces estaban haciendo los señores de la guerra y los halcones europeos (pinchar aquí). Contamos con estudios al menos desde 2010, tanto desde las páginas del Grupo Tortuga, o del Colectivo Utopía Contagiosa mientras estuvo en activo, entre otras muchas, denunciando el gasto militar y la extensión del militarismo. Y durante varias décadas el antimilitarismo y el pacifismo más consciente y menos oficialista ha hecho de la denuncia de la militarización uno de sus principales ejes de trabajo.
En lo que se refiere a la rabiosa actualidad, el reciente libro de Gasteixkoak «Conversión de la industria militar en Euskal Herría. Para no fabricar más guerras» (Zapateneo) incide en la deliberada construcción del régimen de terror que imponen los mercaderes de la muerte y su proyecto de militarismo promotor del dopaje de la industria militar y de los intereses de la élite.
Yo mismo, hace unos meses, junto con el Grup Tortuga elaboré un documento que denunciaba la construcción de un clima prebélico en España, que abundaba en aspectos por lo general ocultados de este proceso. Puede consultarse aquí.
Material tenemos de sobra para no mirar hacia otro sitio y por si faltaba algo, la sobreabundancia actual de noticias tóxicas propagadas por los medios al servicio servil de los poderes oficiales y fácticos y toda la estrategia de shock y manipulación con el que intentan agitar los miedos suficientes para legitimar el rearme, no hacen sino desvelar aún más la falacia de la inseguridad que obliga al rearme.
El kit de supervivencia
Sánchez acude a las mentiras y a la propaganda mediática, como hizo antes su predecesor Aznar o los otros gobernantes cada vez que han querido fomentar este insolidario keynesianismo militar y el recetario autoritario y de recortes con motosierra de los que se acompañan a las soluciones militares.
La última ocurrencia, el kit de supervivencia, resulta tan patética como las armas de destrucción masiva del otro tramposo ya casi apolillado en el hollín de la historia.
Su ridícula grosería es tal que, si no fuera porque se ha propagado de forma coordinada por toda Europa, yo hubiera jurado que la idea de atizarnos con este fantasma debió ocurrírsele a la ministra de defensa, Margarita Robles, una de las más afamadas youtubers de la propaganda militar que ya fue secretaria de estado de interior cuando el PSOE decidió la represión penal a los insumisos.
Yo por mi parte, doy ideas de un kit alternativo: Vacunarnos contra la guerra y convertirnos en activos resistentes a su preparación. Un kit que pide de cada cual el decisivo propósito de negarle toda colaboración al discurso militarista y a todo tipo de adhesión, colaboración o justificación.
En mi kit personal de supervivencia aparece el compromiso para preparar a nuestra juventud para desobedecer sus lógicas y, si llega el caso, organizar su desobediencia y su no colaboración.
En la misma mochila hemos de incorporar el compromiso de fortalecer las diversas luchas sociales transformacionales que están teniendo lugar en el presente: ecologistas, feministas, antirracistas, por los derechos humanos, por los cuidados, contra la pobreza y la exclusión, sindicales, por los derechos básicos que día a día erosiona el ideario capitalista, por la vivienda, de los jóvenes, contra el edadismo, por las pensiones dignas, por los derechos de los pueblos, antimilitaristas, . . .
Forman parte de la trama de defensa frente a los verdaderos enemigos. Una defensa que se hacen desde lo horizontal, con amplias dosis de horizontalidad y ayuda mutua y desde metodologías noviolentas, por tanto, antagónicas de la defensa militar del capitalismo y de sus metodologías y promotoras de la paz entendida como lucha por la seguridad humana, contra la violencia rectora y construcción de altas dosis de paz estructural, cultural y más allá de la paz negativa o del mantenimiento del statu quo.
En mi kit de supervivencia cuento también con mi propósito de colaborar con las propuestas de boicot, cancelación y señalamiento a lo militar, a las industrias bélicas, al comercio de armas y su salida desde nuestros puertos, espacio aéreo o carreteras y con la implicación en acciones directas contra sus intereses, desde la objeción fiscal a la desbancarización en la banca armada y el control ciudadano de lo que se viene a llamar responsabilidad social corporativa de cualquier empresa con la que mantenga contacto.
En estos momentos, y para que la supervivencia prevalezca sobre la inseguridad militar y militarista, lo correcto es participar de un pacifismo agresivo y que haga daño. Siento este lenguaje, pero si a la panda de chorizos que se han arrodillado ante la lógica de lucro y dominación imperante no le pasan factura sus decisiones o su colaboracionismo con ellas, nos arriesgamos a volver a las andadas de un militarismo férreo que tanto daño ha hecho a nuestras sociedades.
A todo esto, mi kit de supervivencia aspira también a que seamos capaces de construir un pacifismo más ambicioso, más movilizador y más radical, con nuevas agendas que vayan más allá del no a la guerra o de una paz vaporosa, jurídica y sin contenidos estructurales.
Nueva agenda de paz.
A mi modo de ver el recetario remilitarizador en el que nos embarca la socialdemocracia abrazada al conservadurismo en el nuevo consenso europeo va de la mano, ya lo he dicho antes, de otros recetarios que pretenden construir el orden presente/futuro. No en vano, asistimos a la agresiva aceptación de las políticas neocon y de su programa de motosierra, negacionismo y autoritarismo plutocrático, con el constructo de la preparación y amenaza de la guerra como nueva doctrina del shock con la que atemorizar a poblaciones demasiado autosatisfechas e irrespirables.
Frente a estas lógicas arrolladoras y en general ocultas no siempre es posible desencadenar la energía política suficiente para evitar su imposición, pero mal vamos si plegamos a sus prédicas o si nos conformaos con una mera acción testimonial de protesta. La protesta no basta, aunque no sobra.
No es la primera vez que lo digo y no lo sé decir de una manera mejor, pero de los muchos pacifismos posibles (la ministra de defensa, mira que hay bemoles, o Paca Sauquillo y Javier Solana se dicen pacifistas de verdad), hoy necesitamos ahondar en los que apuestan más por una paz positiva (no mera ausencia de guerra), estructural y cultural (no meramente jurídica, diplomática, de expertos y tratados), que permee a las prácticas sociales, que empodere a las gentes de a pie y que imponga cambios en el núcleo de la violencia rectora:
Más promotora de las luchas sociales por la transformación social y sus agendas (es así como construimos nuestra idea de paz con contenidos) que especializada en los ejércitos y sus niveles asumibles de armamento.
Más desmilitarizadora y enfocada a la seguridad humana que centrada en el desarme.
Más holística y de movilización social que de expertos y discursos.
Mas activista y resistente a la guerra que de mero sentimiento.
Necesitamos una agenda expansiva que nos ayude a diversificar neutras luchas contra el militarismo.
Y necesitamos hacer una agenda en común, debatiendo, compartiendo, identificando campos y enfoques, ordenándolos, proponiendo la acción social y la movilización creíble.
Necesitamos ir más allá del no a la guerra o de contentarnos con un acto mediático.
En mi criterio deberíamos intentar que la agenda del movimiento por la paz cuente con tres grandes criterios metodológicos que resumiría en:
- 1) Mantener en pie, fortalecer, coordinar, compartir y multiplicar de forma cada vez más mutualizada y focalizada en términos de defensa social frente a las verdaderas amenazas que tenemos, las múltiples resistencias y luchas sociales que ya y desde antes se están desarrollando en los distintos ámbitos de lucha alternativista y transformadora, desde el ecologismo social a los feminismos, en el antimilitarismo, el anticolonialismo, la lucha contra el racismo, la xenofobia y el supremacismo, al lucha social y sindicar por la transformación de las relaciones de trabajo y producción, la lucha contra la pobreza y la exclusión social, las luchas por los bienes públicos y derecho básicos y colectivos, la lucha por condiciones de vida dignas en campos como la vivienda, los derechos de los jóvenes, de los mayores y personas con discapacidades, por la identidad y el territorio y tantas otras sin cuya realización no se puede hablar de construcción de la paz.
- 2) Construir colectivamente una agenda contra la guerra más allá del «no a la guerra» y por una paz positiva y transformador con contenidos que pueda movilizar las energías políticas capaces de hacer pasar factura a los decisores políticos y a los intereses económicos promotores del nuevo ciclo de rearme y suficientemente ambiciosa como para proponer más bien políticas de desmilitarización social y trans-arme en vez de meras políticas de desarme
- 3) Dicha agenda debe fijarse en la necesidad de construir empoderamiento social por encima de propuestas de expertos y fomentar la acción colectiva, púbica y directa mediante propuestas, campañas y estrategias de:
- Acuerpamiento y sororidad, tal como nos enseña la constante y enriquecedora práctica de los feminismos y ecofeminismos en su actual y constante lucha por la paz y contra la guerra
- Boicot y cortocircuito a la producción y fabricación militar, a la actividad militar y a la exhibición del militarismo, tal como viene practicando el pacifismo más de base y el antimilitarismo.
- Señalamiento-cancelación-escrache a señores de la guerra, decisores políticos, colaboradores de todo signo y apoyos financieros
- Empoderamiento y fomento de grupos de activismo, movilización, ensayo de prácticas alternativas, formación, debate, artísticos, etc. y apoyo a la autoorganización y movilización de la sociedad
- Promover campañas de forma estratégica y que permita desarrollar ciclos de movilización y resistencia a la guerra y a su preparación más potentes y ambiciosos.
En otras ocasiones he propuesto seis ejes de acción por la desmilitarización, que pueden ser más o menos discutibles y/o sustituibles por otros más idóneos, pero que vuelvo a proponer de cara a ejemplificar dichas agendas. No me extenderé, pues mi propósito en este texto es el de insinuar la necesidad de construir otra agenda pacifista ambiciosa y capaz de provocar la energía política para llevarla a cabo de forma profunda en nuestra sociedad y de ofrecer ejemplos de posibles temáticas y enfoques al respecto. Me limitaré a plantear los seis ejes que ya he ofrecido en otras ocasiones.
Dichos ejes se pueden llenar de contenidos y reivindicaciones concretas, como he expresado en otras ocasiones, por ejemplo, en el artículo publicado en Alternativas Noviolentas que puedes descargar aquí
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