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Actualizado: hace 23 min 25 seg

El gasto militar global subió un 7,4% en 2024, hasta los 2,38 billones de euros

18 February, 2025 - 00:00

El gasto global en defensa aumentó en un 7,4% en 2024 hasta alcanzar los 2,46 billones de dólares (2,38 billones de euros al cambio de hoy), siendo la guerra en Ucrania el principal impulsor en Europa de una mayor inversión militar, según el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

El centro de estudios presentó este miércoles en Londres la 66 edición anual de su 'Military Balance' (Balance Militar) sobre las capacidades defensivas, equipamientos y presupuestos de más de 173 territorios. Entre sus hallazgos, destaca que el incremento en gasto militar realizado por Rusia estuvo centrado el pasado año en la modernización y recapitalización, mientras que en Europa la inversión militar fue mayor entre los países miembros de la OTAN.

En este sentido, la subida del 23,2% detectada en Alemania implica que solo Estados Unidos ha destinado un presupuesto para defensa nacional mayor dentro de la Alianza Atlántica. Si bien el gasto militar europeo es nominalmente un 50% mayor que en 2014, el instituto alerta de que continúan las presiones presupuestarias en la mayor parte de países de ese continente, recoge EFE.

Guerra en Ucrania

Según datos del IISS, el actual gasto militar de la OTAN se sitúa en 1,44 billones de dólares, de los que el correspondiente a Europa -situado en 442.000 millones de dólares- supone menos de un tercio del total. En la presentación hoy a los medios, Bastian Giegerich, director general y director ejecutivo del ISS, dijo que "en cuanto a los estados europeos, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha sido el principal impulsor de una mayor inversión en defensa".

El conflicto entre Rusia y Ucrania

Sobre ese conflicto, el documento estima que Rusia ha perdido números significativos de personal y equipamiento, y unos 1.400 tanques de batalla en 2024. El director dijo que la guerra ha mostrado "un incremento en las conexiones entre la seguridad europea y la de la zona Asia Pacífico", patente en factores como "la decisión de Corea del Norte de apoyar la guerra de Rusia con unas 10.000 tropas" o la creciente prominencia de Corea del Sur como suministrador de defensa a naciones europeas como Polonia.

Según su análisis, "ninguna parte obtuvo una ventaja estratégica en su tercer año de conflicto". "Para que Ucrania pueda contrarrestar la agresión rusa de manera efectiva, el apoyo internacional tendría que incrementar de manera significativa más allá de los actuales niveles para así asegurar que pueden mantenerse las ofensivas", consideró.

Además, "el liderazgo de Estados Unidos continuará siendo vital, incluyendo el suministro de una garantía de seguridad creíble para Ucrania como precondición para un acuerdo de alto el fuego estable". Según él, "más allá del significativo coste material y humano, Rusia ha sentido cada vez más la carga económica de la guerra".

El presupuesto en defensa de Rusia, mayor que el total del gasto europeo

El informe revela que el gasto militar ruso ha aumentado en un 41,9% hasta elevar su presupuesto en defensa hasta el equivalente del 6,7% del PIB, mayor que el total de gasto de defensa europeo.

El documento destaca que continúa la cooperación con Irán y Corea del Norte y menciona que 10.000 tropas norcoreanas han sido enviadas a impulsar las fuerzas rusas mientras que la producción iraní de drones y misiles balísticos para Rusia se ha incrementado. El documento aborda además la situación de las fuerzas armadas chinas -el ejército de liberación chino (PLA)- que continúan modernizándose bajo tres ejes específicos: anticorrupción, reorganización y reforma.

En este sentido, considera que se están adoptando medidas significativas para erradicar la corrupción dentro del PLA y para reorganizarlo, y observa la emergencia en muchas áreas de nuevas capacidades.

Fuente: https://www.vozpopuli.com/internaci...

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Esclavos

18 February, 2025 - 00:00

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Vosotros habéis perdido la guerra y arruinado al pueblo

18 February, 2025 - 00:00

Conversación en algún lugar de Alsacia, tras la derrota en la Primera Guerra Mudial y los inicios de la revolución alemana de 1918.

Heiberg, empequeñecido junto a su antiguo soldado raso, pensó: quizá sea una broma del destino, quizás ahora me ponga bajo su protección, y desvió la conversación hacia los oficiales:
¿Y qué hicisteis con vuestros oficiales, Bottrowsi?
El otro le miró con su ojo sano, serio y varonil:
Aparte de quitarles los galones y las dagas no quisimos nada. Que se fueran. Que desaparecieran. Por completo. Tú eras un buen tipo, y otros también, sabíais o aprendisteis lo que es un hombre. Aun así..., te lo aconsejo, esfúmate, que no se sepa nada de ti.
Fue demasiado para Heiberg. Algo terrible volvió a alzarse en él. Miró a su alrededor. Preguntó, contenido:
¿Y por qué crees que debo hacer algo así?
El hombre con abrigo de soldado no hizo ningún movimiento, no torció el gesto, no cambió su tranquila expresión. Miró directamente delante de sí, a la estantería que había en la pared con tres pequeñas jarras de metal:
Está bien que hables así. Otros no lo hacen. Se mezclan entre nosotros y son falsos. Pronto los pondremos a raya. Vosotros habéis perdido la guerra y arruinado al pueblo. Míranos o pasa de largo. Ya no tenéis que abrir más la boca. Es lo más seguro que podéis hacer. De lo contrario, tendremos que proceder de otro modo. Preguntas por qué, Heiberg. Lo haces porque eres joven y no sabes nada. Si le pregunto a mi hija, que tiene doce años, por qué no comemos carne o enviamos a mamá en verano al campo porque lo necesita, se ríe de mi: "Padre, sin duda te has vuelto loco". Ella cree que las cosas son así. Nosotros, los pintores y enjabelgadores, nos callamos cuando llegó la guerra; no podíamos hacer otra cosa, y salimos cuando nos tocó, y de nuestro sindicato han caído muchos, o andan torcidos y doblados, y no volverán a subirse a una escalera. Pero ahora la guerra ha acabado, y habéis perdido. Vosotros, Heiberg. Porque tú formas parte de eso como mi hija forma parte de mí, y ahora podemos hacerlo de otro modo, y será de otro modo.

Fragmento de "Burgueses y Soldados", de Alfred Döblin. Pocket Edhasa. Barcelona, junio 2016.

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No era una guerra, era un plan. El genocidio como estrategia

17 February, 2025 - 00:00

El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 181, en virtud de la cual se acordaba dividir el Mandato británico de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Pese a que los judíos poseían únicamente un 7% de las tierras palestinas en ese momento, la Resolución les otorgó el 55% del territorio, con el apoyo de Estados Unidos y la URSS – quien lo vio como una forma de debilitar a Gran Bretaña – y el rechazo de la comunidad árabe.

Esta decisión adoptada por las Naciones Unidas – en un momento histórico previo a la descolonización de la segunda mitad del siglo XX, en la que los países occidentales se encontraban sobrerrepresentados en la Asamblea General – sería interpretado por los líderes sionistas como una carta blanca para comenzar un brutal proceso de limpieza étnica que devastaría la región.

El Estado de Israel: vinculado con la limpieza étnica desde su nacimiento

El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión proclamó la independencia del Estado de Israel y los británicos abandonaron la región. Al día siguiente comenzó el proceso conocido como “Nakba” (“catástrofe”, en árabe), durante el cual las fuerzas “de defensa” israelíes borraron del mapa 500 pueblos, asesinaron a unos 13.000 árabes palestinos, expulsaron por la fuerza a unos 711.000 palestinos (muchos de las cuales se convirtieron en refugiados permanentes en Gaza, Cisjordania y Jordania) y negaron su derecho de retorno. 120.000 judíos ocuparon viviendas que habían pertenecido previamente a familias árabes desplazadas durante el primer año de la existencia de Israel. Y de las 156.000 árabes que permanecieron dentro de las fronteras israelíes, unas 75.000 fueron catalogadas de “presentes ausentes”, desposeídas de todos sus bienes y hogares y sometidas a la ley marcial.

Durante las décadas siguientes se produjeron tensiones entre Israel y los países vecinos, que en 1967 desembocaron en la Guerra de los Seis Días. Israel aprovechó la derrota de Egipto, Siria y Jordania para ocupar los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este, desplazar a 350.000 palestinos y empezar a construir asentamientos ilegales sobre sus tierras (lo cual se considera un crimen de guerra, según el Derecho internacional). En la actualidad, el Estado sionista mantiene el control total del 67% de Cisjordania y los asentamientos de colonos año tras año siguen aumentando (actualmente hay más de 700.000 colonos en 279 asentamientos). Además, Israel ha desplegado puestos militares por toda la región, ha instaurado un régimen de apartheid y controla las principales vías de circulación e infraestructuras básicas como pozos de agua o terrenos agrícolas. Más de diez Resoluciones de la ONU condenan esta situación, pero Israel las ignora sistemáticamente, sin consecuencia alguna.

Un país colonial que comienza su andadura con estos terribles y violentos acontecimientos difícilmente podrá ser considerada como una fuerza del bien. Y, sin embargo, la historiografía oficial israelí y occidental de los años 50 a 70 consideró que los líderes sionistas buscaban una coexistencia pacífica con la población árabe, que los palestinos abandonaron voluntariamente sus hogares para huir de la guerra que los líderes árabes querían infligir sobre los judíos y que las historias de las masacres de la Haganá sobre civiles fueron altamente exageradas.

Sin embargo, a mediados de los 80 una nueva ola de historiadores, muchos de ellos israelíes – encabezados por Benny Morris – accedieron a documentos hasta entonces clasificados y llegaron a conclusiones diametralmente opuestas a la visión tradicional de su país: los líderes sionistas no tenían sed de paz, ni buscaban convivir con los palestinos, sino que aceptaron el Plan de Partición de la ONU de 1947 como un primer paso para hacerse con todo el territorio del Mandato británico y apoyaron las masacres como forma de hacerse con el control del mismo. Los pilares de Israel, desde su creación, son el racismo, el supremacismo judío y la desaparición de Palestina. Por ello, Ilan Pappé, uno de estos “nuevos historiadores” – exiliado desde hace años en Reino Unido tras recibir amenazas de muerte por sus compatriotas – calificó el proyecto sionista como una “limpieza étnica”.

Pese a que lo parece, la limpieza étnica no es una estrategia exclusivamente ultraderechista. Es cierto que el partido Likud, creado en los años 70 y liderado actualmente por Netanyahu, es el gran impulsor de este proyecto e incluye en sus documentos fundacionales la consideración del “derecho judío”, “eterno e indiscutible” a “la tierra” de la Palestina histórica. Pero las grandes crisis de refugiados de 1948 y 1967 fueron provocadas por gobiernos laboralistas de Ben-Gurión y Golda Meir, que también reivindican la ocupación y anexión ilegal del territorio palestino. En otras palabras, el problema de Israel no es que esté actualmente gobernado por fanáticos racistas, sino su existencia, vinculada a la violencia colonial.

El genocidio acelerado como penúltimo paso de la limpieza étnica

El 7 de octubre de 2023, Hamás y la Yihad Islámica lanzaron la Operación Inundación Al-Aqsa, matando alrededor de un millar de israelíes y secuestrando a centenares como venganza contra 75 años de brutal ocupación israelí y su régimen de apartheid, así como respuesta a los acontecimientos de los meses precedentes – en 2023 el gobierno de Netanyahu había aprobado construir 13.000 nuevas viviendas en Cisjordania y los ataques de colonos iban en aumento: quema de viviendas de familias palestinas, echar cemento a pozos, acoso y agresiones a agricultores, tala de olivos, etc. todo ello ante la pasividad y, en ocasiones, colaboración del ejército –.

Desde entonces, el ejército israelí ha llevado a cabo una incesante campaña de bombardeos e invasión terrestre sobre la población de Gaza, Cisjordania y Líbano. Según los datos oficiales del Ministerio de Salud palestino, el número de palestinos asesinados solo en Gaza desde octubre de 2023 es de 47.498 y el de heridos 111.592, si bien un estudio de la revista científica The Lancet de enero de 2025 sugiere que esas cifras se deberían incrementar en un 70%, por lo que el número real sería superior a 70.000 fallecidos. En otras palabras, llevamos quince meses presenciando una masacre en tiempo real, lo que Naomi Klein denomina un “genocidio ambiental”, porque han querido que lo normalicemos como si fuera un mero ruido de fondo. Es la primera vez que somos testigos de algo así y no podremos alegar en el futuro que no sabíamos nada.

Estado actual de la Franja de Gaza

Con estas cifras – que no tienen en cuenta las muertes relacionadas con la falta de acceso a servicios sanitarios, agua, alimentación o saneamiento – no es de extrañar que la relatora de la ONU para el conflicto palestino-israelí y cualquiera con dos dedos de frente consideren que los actos perpetrados por Israel durante el último año y medio sean constitutivos de un genocidio. De hecho, la Corte Internacional de Justicia actualmente investiga al Estado sionista por este delito y el Tribunal Penal Internacional ha ordenado la detención de diferentes dirigentes israelíes y de Hamás.

Sin embargo, un simple vistazo a la historia de los últimos 80 años de la región nos revela que los terribles ataques que lleva perpetrando Israel desde el 7 de octubre no son un hecho aislado o una respuesta al atrevimiento de Hamás, sino una lógica continuación de su plan preconcebido para acabar con el pueblo palestino y crear un Estado netamente judío que ocupe todo el territorio palestino. Es, en definitiva, el penúltimo paso del plan de limpieza étnica que se concibió desde la creación de este Estado.

“Los ataques de Hamás en octubre de 2023 fueron interpretados por sectores del Gobierno israelí como una oportunidad para impulsar la limpieza étnica”, escribe la periodista Olga Rodríguez en eldiario.es. “Por eso Netanyahu no priorizó la puesta en libertad de los rehenes israelíes ni una salida negociada y apostó por la destrucción masiva y por “una guerra santa de aniquilación”. Por eso cuando Israel ordenó el desplazamiento masivo de la gente del norte de Gaza hacia el sur muchas voces advertimos del riesgo de una nueva Nakba”.

Ataques contra profesionales sanitarios

En este medio ya hemos explicado que las fuerzas israelíes se han empleado con saña contra los periodistas que informan sobre el genocidio en Gaza, a fin de ocultar ante el mundo el genocidio que están perpetrando. Según el Committee to Protect Journalists, al menos 169 periodistas palestinos han sido asesinados en Gaza en el último año y medio. Al Jazeera eleva estas cifras a 217.

Sin embargo, existe otro colectivo profesional que ha sufrido incluso más ataques por parte del ejército israelí: el de los sanitarios. Según datos de Médicos Sin Fronteras y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al menos 1.057 sanitarios han sido asesinados y de los 36 hospitales de Gaza, 19 se han cerrado y de los 17 restantes ninguno funciona al 100%. Además, según Human Rights Watch, decenas de trabajadores de la salud han sido detenidos y han sufrido torturas y abusos sexuales durante meses.

La comunidad internacional, entre la inoperancia y la complicidad

Como decimos, llevamos año y medio asistiendo a un “genocidio ambiental” y tenemos motivos éticos, humanitarios y políticos para condenarlos. No confiamos en el Derecho Internacional – una herramienta creada por los Estados más poderosos para someter a los débiles e imponer su voluntad – pero también existen argumentos legales para oponerse. Pero, pese a ello, la ONU, la UE, los tribunales internacionales y la comunidad internacional se han mostrado cómplices en el peor de los caos, o incompetentes en el mejor de los mismos, para detenerlo. A pesar de las numerosas denuncias de organizaciones de derechos humanos y organismos de la ONU, las potencias occidentales han obstaculizado cualquier intento real de frenar la violencia. Estados Unidos, principal aliado de Israel, no solo ha bloqueado resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedían un alto el fuego inmediato, sino que ha seguido proporcionando asistencia militar y financiera, asegurando que el ejército israelí disponga de los medios necesarios para continuar su ofensiva. De manera similar, varios países de la Unión Europea han mantenido la venta de armas a Israel, mientras sus gobiernos se limitan a emitir declaraciones ambiguas que evitan cualquier condena contundente.

“Durante más de un año la ciudadanía europea y el mundo entero han visto cómo los dirigentes y medios de comunicación occidentales evitaban nombrar el apoyo y la complicidad activa de Washington en el genocidio israelí en Gaza. En un admirable esfuerzo malabarista hemos llegado a leer o escuchar afirmaciones políticas y periodísticas que atribuían al Gobierno de Biden hartazgo o enfado con Netanyahu, mientras seguía suministrándole armamento y apoyo político contundente. Los hechos han ido por un lado y el relato, demasiado a menudo, por otro. Como en la Inglaterra libre de George Orwell en Rebelión en la granja, “los hechos incómodos se pueden ocultar sin necesidad de ninguna prohibición oficial””, escribe Olga Rodríguez.

España ha sido un ejemplo de esta hipocresía. Aunque el gobierno de Sánchez ha expresado críticas moderadas sobre la violencia en Gaza (algo que la mayoría de potencias europeas no han hecho), denunciando el sufrimiento de la población civil y exigiendo pausas humanitarias, en la práctica no ha tomado medidas significativas para presionar a Israel. El gobierno español de PSOE y Sumar ha mantenido relaciones comerciales en el sector de defensa con Israel, lo que lo convierte en cómplice indirecto del genocidio. Esta actitud refleja la postura general de la UE, que ha preferido preservar sus lazos diplomáticos y económicos con Tel Aviv antes que asumir una posición firme en defensa del derecho internacional y la justicia.

La protección que Israel recibe de las grandes potencias ha hecho que estas resoluciones sean meramente simbólicas, permitiendo que la limpieza étnica en Gaza continúe ante la mirada pasiva de la comunidad internacional.

En contraposición, los movimientos sociales de todos los países del mundo se han movilizado a favor del pueblo palestino. En el último año, manifestaciones masivas han recorrido todas las capitales del planeta, estibadores de puertos se han negado a llevar armamento a Israel, las universidades occidentales han acogido acampadas por Palestina y el boicot a los productos israelíes ha ido en aumento. Pero este tiempo también ha situado ante el espejo nuestra propia incapacidad para influir sobre la geopolítica y poner fin al genocidio. Lejos de lograr avances, la respuesta de los Estados occidentales a nuestras reivindicaciones ha sido la misma en todas partes: detenciones, sanciones, deportaciones y represión. Hemos visto a activistas denunciadas por mostrar verbalmente su apoyo a la causa palestina, detenidas en manifestaciones, a espectadores multados por sacar banderas en un partido e, incluso, deportaciones o denegaciones de la nacionalidad en países como Alemania por no apoyar a Israel. El liderazgo occidental se presenta a sí mismo como gran garante de la democracia, de los derechos y las libertades, pero eso no es más que una pantomima.

Pese a ello, no pretendemos caer en la desesperanza, en pensar que no hay nada que hacer y bajar los brazos. Debemos seguir apoyando al pueblo palestino, denunciar las tropelías que comete Israel y luchar contra el colonialismo, el supremacismo y el genocidio.

Alto el fuego: respiro temporal que no aborda las cuestiones de fondo

El año 2025 comenzó de forma especialmente sangrienta, con grandes matanzas perpetradas por las fuerzas israelíes y ataques a hospitales. La noche de Reyes fue particularmente violenta. Sin embargo, el 15 de enero, Israel y Hamás consiguieron aprobar un alto el fuego (en los últimos días de la presidencia de Joe Biden en EEUU), que entró en vigor el día 19 y ha dado algo de respiro a los gazatíes.

Por desgracia, el alto el fuego no ha puesto punto final a la muerte de palestinos, ya que éstas se han seguido produciendo, tanto en Gaza como en Cisjordania, si bien a un ritmo considerablemente más lento. Además, el cese de hostilidades no aborda las cuestiones de fondo más importantes, como la ocupación y el apartheid.

“Las treguas salvan vidas y, en ese sentido, el plan es percibido con alivio, pero por el momento no dispone del contenido necesario para convertirse en permanente y definitivo, ni aborda las cuestiones fundamentales que llevan décadas perpetuando el abuso y la violencia”, escribe Olga Rodríguez. Además, “no se menciona nada sobre el futuro de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), esencial para la supervivencia de la población -a través de sus servicios educativos, sanitarios y de ayuda humanitaria- y prohibida por el Parlamento israelí a través de una resolución reciente que entra en vigor a finales de este mes. Tampoco está perfilada la posibilidad de un alto el fuego permanente”.

No tenemos muchas esperanzas de que Israel vaya a respetar por mucho tiempo el alto el fuego. Los pactos por fases nunca han llegado a la etapa final. El primer ministro Netanyahu tiene un largo historial de incumplimientos, incluido el Memorándum Wye River de 1998, por el que se comprometía a la retirada parcial de Cisjordania. Israel nunca ha cumplido los Acuerdos de Oslo de 1993 y 1995 y desde su aprobación se ha dividido Cisjordania y los asentamientos se han triplicado. Y, en Gaza, en las últimas dos décadas el Ejército israelí impulsó masacres en 2004, 2006, 2008-2009, 2011, 2014, 2018, 2019, 2021 y 2023-2025, con miles de civiles palestinos muertos. Los pactos de alto el fuego alcanzados en cada uno de esos años mencionados no sirvieron para impedir que Israel volviera a cometer las siguientes masacres.

“El que ahora ha entrado en vigor tampoco aborda el nudo gordiano. Sin el fin de la ocupación ilegal israelí, del colonialismo, del sistema de apartheid contra la población palestina y sin medidas de presión que obliguen a Israel a abandonar sus políticas de abuso y de anexión de más territorio palestino, no habrá solución duradera. Lo ocurrido a lo largo de las décadas es buena prueba de ello”, dice Olga Rodríguez.

Comienza la era Trump: “From the Riviera to the Sea”

El 20 de enero comenzó el segundo mandato de Donald Trump y una de sus primeras decisiones incluyeron revocar las sanciones – que habían sido aprobadas por Biden – a los colonos más violentos (una sanción contra quienes descaradamente cometen crímenes internacionales, es decir, una de las medidas más tibias posibles), sacar a EEUU de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (medida que fue emulada por Netanyahu unos días despues), congelar la ayuda exterior de EEUU, anunciar que deportaría a cualquier extranjero que apoyara la causa palestina y aprobar sanciones contra los fiscales y jueces del Tribunal Penal Internacional que investigan crímenes de guerra de Israel. Además, la primera visita oficial a la Casa Blanca de esta Administración fue la de Benjamin Netanyahu, el mandatario sobre el que pesa una orden de detención internacional.

Tras su encuentro con el genocida, Trump propuso en una rueda de prensa evacuar a toda la población palestina de Gaza, realojar a los palestinos en países como Egipto o Jordania y que Estados Unidos pasaría a “hacerse cargo” y “controlar” la Franja de Gaza. “Podría convertirse en la riviera de Oriente Medio”, anunció. Se desconoce cuánto estaba improvisando en tiempo real y cuánto había pactado previamente con Netanyahu, pero incluso el mandatario israelí parecía algo sorprendido. Preguntado por qué personas vivirían en la Franja, Trump respondió con un lacónico “personas del mundo”. Un alivio que descarte que vaya a estar ocupado por extraterrestres, pero preocupante que no dijera “los palestinos, por supuesto”. Es evidente que va a producirse un desplazamiento de personas indígenas – lo cual constituye, una vez más, un crimen de guerra –.

Netanyahu, por supuesto, ha respaldado el plan de Trump, afirmando que garantizará la seguridad de Israel durante generaciones y que representa una “visión revolucionaria y creativa” para la región.

Todo esto revela que el genocidio de los últimos meses no ha sido más que una fase más del plan de expulsar a la población palestina de sus hogares, de establecer un único Estado judío, blanco y colonial, en el que Estados Unidos tendrá vía libre para explotar los recursos naturales y turísticos y levantar nuevos enclaves militares. Biden no se opuso al plan y ahora Trump va a pisar el acelerador a fondo.

Y ello nos lleva a la última cuestión que queríamos abordar en este artículo: el del negocio del genocidio. “Israel amplía su ocupación ilegal a través de un sistema de apartheid”, explica Olga Rodríguez. “Con ello se garantiza una mayoría social judía sin tener que asumir como población propia a los palestinos. Además, extrae recursos naturales de las tierras que ocupa ilegalmente, en las que extiende el negocio de la construcción, del militarismo y de la alta tecnología contra civiles, con programas de inteligencia artificial para bombardear de forma masiva.

El control coercitivo y el genocidio en Palestina constituyen en sí mismos negocios lucrativos para multitud de empresas, no solo israelíes. En Gaza operan ya contratistas militares estadounidenses, que estos días se encargan de controlar el corredor Netzarim. Al igual que con la guerra de Ucrania, las grandes compañías armamentísticas subieron en los mercados bursátiles e incrementan sus beneficios.

La represión, en todas sus variantes, da salida a la economía. Trump pide a los países de la OTAN aumentar otra vez el gasto militar, y cuenta para ello con gobiernos aliados dispuestos a comprarle el argumento, así como con el apoyo del secretario general de la Alianza Atlántica.

La matanza en Gaza y el bloqueo sistemático a la entrada de ayuda han sido posibles gracias al apoyo diplomático y militar del Gobierno Biden y a la complicidad de aliados europeos, que mantienen sus relaciones con Israel y no han adoptado las medidas de presión planteadas por la Corte Internacional de Justicia y la ONU. De este modo han permitido un marco de impunidad que les resta mecanismos de defensa para exigir respeto a sus territorios.

Por todo ello la cuestión palestina se ha convertido en un caso paradigmático. Gaza y Cisjordania son laboratorios donde se prueba ver hasta dónde se puede llegar en el futuro, cuando la crisis climática provoque más escasez de recursos naturales. Es una demostración de las dinámicas de dominación”.

Este artículo ha sido escrito a partir de La Historia Oculta del Estado de Israel, de Alison Weir, La Limpieza Étnica de Palestina, de Ilan Pappe, Palestina: Cien Años de Colonialismo y Resistencia, de Rashid Khalidi y varios artículos escritos por Olga Rodríguez en eldiario.es en los meses de enero y febrero de 2025

Fuente: https://www.todoporhacer.org/era-un...

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¡No a la militarización de Argentina!

17 February, 2025 - 00:00

Las personas y organizaciones firmantes queremos manifestar nuestra preocupación por una serie de medidas y acciones que está tomando el gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, y que tendrán efectos negativos para su población como para todo nuestro continente y que, además, atentan contra el espíritu de la Proclama de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que el año 2014 declaró a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

1 – El gobierno del presidente Javier Milei solicitó, en abril del 2024, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que Argentina sea socio global de esta alianza militar. Con este fin, el ministro argentino de Defensa, Luis Petri, se reunió en Bruselas con el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, y le presentó una «carta de intención” con esta solicitud. Es importante recordar que la OTAN es una alianza militar que ha demostrado a lo largo de su historia un curriculum de asesinatos contra pueblos hermanos. Las intervenciones militares de la OTAN en la ex Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia y Siria han violado los principios esenciales del derecho internacional. Su participación también en la guerra de Ucrania ha alimentado y prolongado una guerra que desde el comienzo se debió resolver mediante el diálogo y negociaciones de paz.

2- Asimismo, el anuncio de la construcción de una “base naval conjunta” entre Argentina con el Comando Sur de los EEUU, en la ciudad de Ushuaia, como la firma de un Memorándum de Entendimiento, del 7 de marzo de 2024, entre el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EEUU y la Inspección General de Puertos S.E de Argentina, la que habilita la construcción de una base militar a la vera del río Paraná, son acuerdos que violan la soberanía argentina al operar una fuerza extranjera en territorio argentino. Apoyamos la campaña del NO a las bases militares extranjeras en América ni en El Caribe.

3 – En diciembre de 2024, mediante decreto el gobierno del presidente Javier Milei dispuso que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada pueden intervenir en asuntos de seguridad interior, en el resguardo de “objetivos de valor estratégico” los que serán definidos por el mismo ejecutivo. Al mismo tiempo, establece que las Fuerzas Armadas no sólo deben intervenir ante ataques de otros Estados, sino también ante agresiones o amenazas de “organismos paraestatales extranjeros, de organizaciones terroristas u otras organizaciones trasnacionales”. Estos decretos son un claro retroceso y un peligro que nuevamente las Fuerzas Armadas, bajo cualquier pretexto del gobierno, vigilen y repriman a la población civil de su propio país y vuelvan a cometer graves violaciones a los derechos humanos.

4 – A lo anterior, se suma que el gobierno de Milei ha vuelto a reponer los envíos de militares argentinos a entrenamiento a WHINSEC, la sucesora de la Escuela de las Américas donde, entre otros, se entrenaron los dictadores argentinos Jorge Rafael Videla, Leopoldo Fortunato Galtieri y Roberto Viola.

5 – Finalmente, manifestamos nuestra solidaridad con todo el pueblo argentino, con las organizaciones sociales y de derechos humanos, con los sitios de memoria, que permanentemente son atacados, con distintas medidas, por el gobierno del presidente Javier Milei.

Firman,

Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, AFEP, Chile; Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos; Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos; Comisión de Construcción de Paz, No Violencia y Antimilitarismo de la Alianza Convida 20; Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOAW-Chile); Comité Oscar Romero SICSAL-Chile; Comité de Solidaridad Óscar Romero de Tarragona y Reus, España; Revista El Derecho de Vivir en Paz; Unión Bicentenaria de los Pueblos (UBP), Chile; Comitê Internacional Paz, Justiça e Dignidade aos Povos – Capítulo Brasil; Comitê Carioca de Solidariedade a Cuba e às Causas Justas, Brasil; Asociación Comunidades Construyendo Paz en Colombia – Conpazcol; Escuela Permanente PRAIS, Chile; Corporación 3y4 Álamos, Chile; Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular de El Salvador; Iglesias por la Paz, México; Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad Oscar Arnulfo Romero – SICSAL – México; Comunidad Ecuménica Martin Luther King, Chile; Fundación Pueblo Indio, Ecuador; Fundación Escuela de Paz Colombia; Comité Asamblea Constituyente Chile-Bélgica; Agrupación de Familiares y Amigos de Ejecutado Políticos y Detenidos Desaparecidos de Antofagasta por la Memoria Histórica de Antofagasta, Chile; Frente Comunicacional Anti Imperialista de Nuestra América; Mesa Ecuménica por la Paz – MEP – Colombia; Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia – COMOSOC –; Organization in Solidarity with the Guatemalan People. Revival. Guatemala-Norteamérica; Fundación Cultural ARTIS, Ecuador; SERPAJ-Costa Rica; SERPAJ-México; SERPAJ – Paraguay; Comité de DDHH y Ecológicos de Quilpué, Chile; AfroClimaCC, República Dominicana; Alianza CONVIDA-20; Centro de Amigos para la Paz, Costa Rica; Fundalatin, Idhes y la Fundación Maruxa Silva, Venezuela

Firmas individuales: Alicia Lira Matus, presidenta de AFEP, Medalla de DDHH y democracia 2023 de la U.de Chile; María Stella Cáceres, Museo de las Memorias, Dictadura y DDHH de Paraguay; Julio Yao, Presidente Honorario y Encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá (CEEAP); Pablo Ruiz, periodista, paz y derechos humanos; Hervi Lara, Comité Oscar Romero, SICSAL-Chile; Georgina Valdovinos Navarro, Chile; Félix Madariaga – Editor www.elindoamericano.cl, Chile; Carmen Diniz, Brasil; María Eugenia Mosquera Riascos, Colombia; Alfonso Insuasty, grupo editorial e investigación Kavilando, Red Interuniversitaria por la paz Redipaz; Juan Alonso Reyes Caceres, Chile; Norma Elena Bregagnolo, Argentina; Manuel O Caceres, Argentina; Nidia Arrobo Rodas, Ecuador; Daniela González López, Coordinadora Internacional del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, México; David Barrios Rodríguez, docente universitario, México; Juan Pablo Pérez, Chile; David Barrios Martínez, México; Olivia Gómez, México; Romina Martínez Velarde, México; Gerardo de la Fuente Lora, México; Hraste Aguilar Iván, France; María Rita Rodríguez Saldaña, México; Maria de los Angeles Pensado, México; Denise Melendez Cordova, Chile; Mario Venegas, Estados Unidos; María Elena López Gallardo, SICSAL, México; José A. Amesty Rivera, Costa Rica-Venezuela; Luis Alonso Vargas Ramirez, Costa Rica; Miguel Orduña Carson, México; Verónica Espinoza Hernández, Chile; Eidy Estacio Grueso, Colombia; Teofanes Josefina Santiago Santiago, México; Ana María Arenas Romero, Costa Rica; Juana Patricia Zavala Matulic, Chile; Luis Javier Angulo Talavera, Perú; Jorge Gálvez, Presidente Unión Bicentenaria de los Pueblos, Chile; Marcos Cruz García, Chile; Viviana Gysling Caselli, Chile; Monica Laucirica, Chile; Marcela Zamora Cruz, Costa Rica; Neris Gonzalez, El Salvador; Ricard Sánchez Andrés, España

Puedes apoyar con tu firma personal y/o de organización en:

https://docs.google.com/forms/d/e/1...

Fuente: https://rebelion.org/no-a-la-milita...

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USAID financió un gigantesco complejo de manipulación de medios

16 February, 2025 - 00:00

TYLER DURDEN, ZERO HEDGE

Además de apoyar a medios corporativos como Politico y la BBC con fondos de los contribuyentes , la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) USAID, el brazo de ayuda exterior del gobierno estadounidense, ha canalizado casi 472,6 millones de dólares a un ONG secreta denominada Internews Network (IN).

Esta financiación le permitió a la ONG establecer una presencia global, trabajando con 4.291 medios de comunicación , produciendo 4.799 horas de emisiones en un solo año y capacitando a más de 9.000 periodistas , todo ello bajo el lema de promover la libertad de prensa. Sin embargo en la práctica su actividad no es más que una extensión de la política exterior estadounidense, destinada a moldea las narrativas con los intereses geopolíticos occidentales.

La red de la manipulación

Internews Network (IN) afirma operar en más de 30 países , con oficinas principales en Estados Unidos, Londres, París y sedes regionales en Kiev, Bangkok y Nairobi . Estas ubicaciones se corresponden con puntos de conflicto geopolíticos donde la influencia occidental es muy disputada.

La líder de la organización, Jeanne Bourgault , gana la asombrosa suma de 451.000 dólares al año, un salario más alto que el de muchos jefes de Estado. Su pasado incluye un período en la embajada de Estados Unidos en Moscú a principios de los años 90, donde administró un presupuesto de 250 millones de dólares durante un período de intensa intervención occidental en la Rusia postsoviética.

Bourgault pasó más tarde seis años en USAID antes de pasar a Internews Network, desdibujando aún más las fronteras entre las operaciones gubernamentales y el llamado periodismo independiente.

WikiLeaks acaba de publicar un impactante informe que detalla el funcionamiento de esta red masiva de propaganda financiada por los contribuyentes estadounidenses.

USAID ha entregado casi 500 millones de dólares (472,6 millones de dólares) a través de una ONG secreta financiada por el gobierno estadounidense, «Internews Network» (IN) que ha «trabajado con “4.291 medios de comunicación, produciendo en un año 4.799 horas de emisiones que llegaron a 778 millones de personas y «capacitando» a más de 9.000 periodistas (cifras de 2023). IN también ha apoyado iniciativas de censura en las redes sociales.

La biografía de Bourgault en Internews Network y las de otros miembros de la junta directiva han sido recientemente eliminadas de su sitio web, pero siguen siendo accesibles en http://archive.org .

Los registros muestran que la junta está copresidida por el demócrata Richard J. Kessler y Simone Otus Coxe, esposa del multimillonario de NVIDIA Trench Coxe, ambos importantes donantes demócratas. En 2023, con el apoyo de Hillary Clinton, Bourgault lanzó un fondo de 10 millones de dólares en la Clinton Global Initiative (CGI). La página de IN que muestra una foto de Bourgault en la CGI también ha sido eliminada.

IN tiene al menos seis subsidiarias cautivas bajo nombres no relacionados, incluida una con sede en las Islas Caimán. Desde 2008, cuando comenzaron los registros electrónicos, más del 95% del presupuesto de IN ha sido proporcionado por el gobierno de los EE. UU.

La financiación de IN se ha duplicado desde el primer mandato de Trump, ya que el Estado Profundo invirtió miles de millones en combatir la llamada “desinformación”, todo bajo el pretexto de «salvar la democracia».

La biografía de la directora ejecutiva de IN, Jeanne Bourgault, demuestra que anteriormente trabajó en Wired, The Guardian y otros medios de comunicación corporativos.

El año pasado, en su intervención en el evento globalista de Davos, la directora ejecutiva de IN sostuvo que los anunciantes globales deberían priorizar el gasto en «buenas noticias». En otras palabras, había que presionar a las empresas para que gasten exclusivamente en medios corporativos financiados por la USAID, al tiempo que redujeran el gasto en sitios web de medios alternativos que no promuevan la propaganda estadounidense

Sin saberlo los contribuyentes estadounidenses han estado financiando una matriz de censura global que ha mentido sobre las guerras, los orígenes del covid, las vacunas y sigue la lista…

En la presentación del Formulario 990 para justificar sus actividades Internews afirma “ ser una organización internacional sin fines de lucro cuya misión es empoderar a los medios locales en todo el mundo para brindar a las personas las noticias y la información que necesitan»

En otras palabras IN tiene como objetivo controlar una matriz de medios y garantizar que solo se informe a nivel local de acuerdo con la propaganda estadounidense.

La matriz de medios controlados por IN se extiende por todo el mundo. El siguiente gráfico elaborado por la propia IN muestra la amplitud de su influencia y financiación de medios y periodistas “libres y democráticos ”

Fuente: https://observatoriocrisis.com/2025...

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Libro de defensa

16 February, 2025 - 00:00

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Concentración y expansión. El capitalismo (I): Precedentes y origen

16 February, 2025 - 00:00

Texto del libro de Pablo San José "El Ladrillo de Cristal. Estudio crítico de la sociedad occidental y de los esfuerzos para transformarla", de Editorial Revolussia.

Índice y ficha del libro

En comparación con otros modelos, si algo caracteriza a la sociedad occidental, sobre todo a partir del Renacimiento, es su dinamismo, su continuo estado evolutivo. Ese desarrollo permanente hacia formas más complejas, con sus correspondientes pausas, es lo que comprendemos como progreso histórico. Hasta el punto de etiquetar como «menos evolucionadas» o «primitivas» a otras sociedades, simplemente por ser diferentes en eso, por estructurarse en base a formas distintas de comprender la realidad que, por ejemplo, pueden conceder más valor a lo estático que a lo cambiante. Nadie, por otra parte, trata de cruzar la acera para descubrir cómo se percibe nuestra sociedad y la representación que tenemos sobre lo que es el progreso, desde otros mundos sociales (1). La idea de la necesidad del progreso es uno de esos consensos que fundamentan la ideología compartida occidental en la edad contemporánea.

La cultura occidental, además, ha sido, prácticamente siempre, expansionista. Su historia lo es de un permanente crecimiento: control de mayores territorios, acaparamiento de mayores recursos, y sistemas políticos, económicos, culturales y tecnológicos cada vez más sofisticados. Se suele hablar de la Grecia clásica como cuna de Europa y, a su vez, de la civilización occidental: el idioma, la democracia, las polis, la filosofía, el arte, la ciencia... Por mi parte prefiero ubicar su génesis en Oriente Medio; en las primitivas culturas del llamado Creciente Fértil. No solo por ser el lugar en el que primero se comenzó a escribir, sino porque es donde se inaugura el paradigma de la concentración (el poder político en pocas manos, la economía en pocos propietarios, la población agrupada en grandes núcleos, etc.) que, como vengo diciendo, es definitorio de la sociedad occidental y será, cuando toque, la columna vertebral del capitalismo. Entiendo que hay una línea de continuidad entre aquellos antiguos sistemas y los imperios mediterráneos posteriores que, a su vez, son el precedente inmediato de nuestro mundo. La gran mayoría de estas realidades políticas, desde Asiria y Egipto a Macedonia y Roma, fueron netamente expansionistas, prácticamente desde su fundación y siempre crecieron a costa de sus vecinos. Cuando perdieron la capacidad de crecer, en todos los casos, sucumbieron. Casi podemos definir una regla histórica: todo poder centralista precisa expandirse más allá de sus fronteras en búsqueda de los recursos (territoriales, materiales, financieros, demográficos...) que su núcleo reclama para seguir creciendo de forma ilimitada, impidiendo así que surjan contrapoderes internos (o competencia, si hablamos de poder económico). De esta forma, la dinámica de expansión es también un medio de concentración y acumulación. En el futuro podremos hablar de «imperialismo» al estudiar sus expresiones modernas.

Este proceso no es exclusivo de Occidente. En otros lugares del globo suceden fenómenos parecidos. En Asia, América y, en menor medida, África, surgen y se desarrollan también formas de poder concentrado. En algunos casos, como Mesoamérica, los Andes, China o el Valle del Indo, llegan a estar dotados de gran extensión territorial y poblacional, así como de importantes aparatos administrativos. A diferencia de lo que ocurre en el Viejo Mundo, estos imperios coexisten en vecindad con multitud de pequeñas culturas sin estado no basadas en el paradigma de la concentración. Es de creer que, en el momento de su máximo apogeo (estoy pensando sobre todo en los grandes estados precolombinos), su impulso expansivo, por razones demográficas, geográficas, tecnológicas..., aún no era lo suficientemente intenso como para haber ocupado todo el territorio a su alcance, asimilando y destruyendo el resto de civilizaciones (2).

Ahora nos parece que se ha quedado pequeño, pero, podría decirse, hasta hace dos días el planeta Tierra era inmenso. Tanto que vastos imperios podían crecer y expandirse geográficamente sin que sus fronteras llegaran a aproximarse. Incluso sin saber unos de otros en algunos casos. Como quiera que el paradigma de la concentración —que venimos diciendo— precisa de la expansión continua (por eso el capitalismo es siempre expansionista), la colisión intercontinental entre los grandes imperios era cuestión de tiempo. 1492 data el más significativo encuentro entre culturas imperiales. Llama la atención que sociedades amplias y complejas como la de los incas y la de los aztecas, que habían tardado siglos en configurarse, se desmoronasen de la noche a la mañana con una inversión de esfuerzo militar mínima por parte de los invasores. Los historiadores que han estudiado la conquista de América hablan de algunos factores causales que fueron muy trascendentes: la rapidísima propagación de masivas y mortales epidemias o la situación de división y guerra interna aprovechada por los conquistadores. Pero, con independencia de esas y otras circunstancias que también concurrieron, la diferencia de tecnología y vocación expansiva, antes o después hubiera resultado determinante. En una pugna entre culturas político-económicas basadas en la concentración, prevalece aquella que está en una fase de expansión más avanzada y —ambas cosas se relacionan— posee una tecnología más desarrollada. La superioridad tecnológica venía siendo clave en el triunfo de un poder sobre otro desde la época en la que poseer espadas de hierro y no de bronce aseguraba la victoria. Lo sigue siendo en el tiempo que es testigo de la utilización de complejos sistemas informáticos para guiar drones y misiles.

Una vez el sistema occidental neutraliza a sus competidores, primero en América, unos siglos después en Asia, y alcanza la hegemonía planetaria, no dejará de avanzar fagocitando o destruyendo todo pequeño poder. También las pequeñas sociedades sin estado. Este proceso de conquista y dominio, que incluye también la vertiente ideológica, al que voy a llamar globalización cultural, no ha culminado en nuestros días, si bien se halla a las puertas de ello (3).

El fuerte impulso expansivo inaugurado en el siglo XV y ya nunca detenido, tiene una matriz económica. Sin desmerecer factores ideológicos como el deseo de propagar el cristianismo (hay que ponerse en la mentalidad de la época) o la sed de aventuras (esto me resulta más una lectura a posteriori desde la visión del romanticismo), el verdadero motor de los proyectos de exploración y conquista fue la codicia y el afán de lucro de unos pocos individuos de la sociedad. En algunos casos por necesidades de financiación del naciente poder estatal centralizado, como sucede con la monarquía hispánica, y en otros por puro espíritu mercantil y deseo de enriquecimiento. El emprendimiento comercial y la consideración de la riqueza personal en Europa, en estos momentos, se encuentra bajo un nuevo influjo ideológico, distinto al que venía teniendo en la Edad Media. De hecho, estamos en el momento fundacional del capitalismo. Cristóbal Colón y Vasco da Gama, desde luego, no hicieron sus expediciones por motivos benéficos, religiosos o científicos. Menos aún Cortés y Pizarro, cuyas conquistas, organizadas como una empresa comercial, con sus inversores y bajo el paraguas de una concesión administrativa del estado, tenían como único objetivo el botín. Que la avaricia, uno de los siete pecados capitales, fuera la gasolina que alimentara las conquistas de este momento de frenética expansión, explica su alto grado de crueldad y destrucción. Los conquistadores europeos, como Roma había hecho con Cartago, aniquilaron por completo las sociedades jerárquicamente estructuradas que encontraron, llegando a reducir drásticamente la población del continente americano.

Como decimos, es en este momento histórico conocido como Era de los Descubrimientos, cuando surge y se configura el capitalismo como un sistema económico de carácter global. Veamos brevemente su porqué.

La economía de las sociedades pequeñas y descentralizadas es la autarquía. Desde una visión del yo en clave colectiva y no tanto individual, y desde la ausencia de centros de poder, no se da la necesidad de acumular grandes excedentes. Prácticamente, solo se produce lo que se precisa para el consumo inmediato, estacional como mucho donde el medio es más desfavorable, incluyendo pequeños intercambios que en, apenas, ningún caso desembocan en un flujo comercial regular. No existe, pues, la mercancía. Tampoco la moneda, como es obvio. Valores de referencia tan básicos en nuestra sociedad como «pobreza» y «riqueza», son prácticamente inexistentes en este contexto.

Cuando una sociedad comienza un proceso de concentración, primero del poder político —siguiendo la definición de Clastres—, de forma automática, la nueva autoridad tiende a concentrar riqueza en su derredor. Como forma de prestigiarse y apuntalar su recién adquirido poder. A mayor poder, mayor acumulación. Y viceversa. Así se llega al paradigma de la sociedad esclavista, fuertemente estratificada en lo político y lo económico. El proceso de acumulación, ahora sí, precisará de mercancías y flujo comercial. A su vez este comercio necesitará productores que, primero intercambien, después vendan, excedentes. No conviene olvidar, por otra parte, que una forma de asegurar el flujo comercial también puede ser la exacción violenta directa. Así nace el ejército —que también tiene funciones de defensa interna del poder central— y la tributación forzosa.

El poder central no solo demanda mercancías consumibles y acumulables; también servicios. Así se rodea de grupos humanos que, improductivos en lo material y precisando ser a su vez alimentados, alojados y vestidos, le proporcionarán la satisfacción de esas necesidades. Desde los militares o recaudadores que ya hemos nombrado, a los palafreneros, cocineros, constructores o prostitutas (4). El aumento del número de estos «funcionarios» y su acumulación en torno al centro de poder, hará nacer la ciudad, una forma de vida eminentemente parasitaria con respecto al agro, desde el primer momento de su creación.

La concentración o centralización rompe la relación directa universal entre el medio y los seres humanos (5). Ahora, una parte de los mismos vivirá del esfuerzo productivo de otros, los cuales ya no solo trabajarán para cubrir sus necesidades, sino que se verán obligados a incrementar su esfuerzo para poder aportar los excedentes que el anterior grupo les reclama. La instauración del mercado, desde el primer momento, se hará en condiciones de intercambio desigual (es ésta una premisa imprescindible para el funcionamiento del capitalismo). En caso contrario no se hubiera producido la acumulación de la riqueza. Los productores, que ahora dedican muchas más horas de su tiempo al trabajo, al tener que entregar parte de su producción directamente al poder, en forma de impuestos, o al mercado en condiciones desventajosas, no verán en modo alguno compensado ese esfuerzo suplementario. Esta reflexión, en parte, es la que haría afirmar en su día a Proudhon que «la propiedad es un robo» (6).

La institución del mercado, que podemos comprender en tanto flujo comercial y en tanto lugar físico donde se produce el intercambio, a medida que se desarrolla, necesita de un grupo humano específicamente dedicado a la intermediación. Con esta nueva clase surge la moneda. También el sistema bancario, necesario para financiar inversiones en estos tiempos de emprendimiento económico, y proveedor de productos que facilitan el comercio. La letra de cambio, antecesora de los actuales cheques, la transferencia bancaria y los pagos telemáticos, en su origen, tiene como objetivo evitar el movimiento de metales preciosos como elemento de pago en transacciones a distancia. La moneda por su parte necesita un poder central fuerte que la avale. Muy prestigiado, de hecho, si se quiere que su valor de cambio sea reconocido en lugares remotos, una necesidad evidente en este momento de expansión de las rutas comerciales.

Los grandes imperios de la antigüedad, como Roma, ya estuvieron dotados de sistemas similares en cuanto a la acuñación y uso de moneda, y personas específicamente dedicadas al crédito. No es raro que los textos de la época nombren el préstamo y la usura. Sin embargo, durante la Edad Media hubo un fuerte retroceso en esta cuestión. Tanto el uso de moneda como el sistema crediticio sufrieron una fuerte contracción en cuanto a su volumen, un estancamiento en su desarrollo y hubieron de circunscribirse a ámbitos locales o regionales. La práctica ausencia de estados reconocibles como tales y la gran fragmentación del poder en pequeñas taifas y señoríos nobiliarios, elimina la práctica totalidad de factores que hacían necesario el comercio a gran escala. La desconcentración política afecta también al medio de vida urbano, que se reduce al mínimo. La economía, liberada en parte del efecto succión de un gran estado fuerte y estratificado, de forma natural, recupera modelos autárquicos (7). Siguiendo la dinámica contraria al proceso de concentración, la población abandona las ciudades y se dispersa por el territorio, ocupando todo tipo de tierras, incluso las montañosas de menor valor agrícola que, como contrapartida, suponen un lugar más seguro donde vivir. Es ahora, en ausencia de omnímodos poderes externos, cuando muchas de estas colectividades desarrollarán sistemas de apoyo mutuo que recuerdan a las sociedades sin estado: organizaciones asamblearias, formas de propiedad y trabajo comunal, autodefensa... Pero no nos vayamos del tema. En este contexto, el mercado tendrá un carácter muy limitado. Local o comarcal cuando mucho. Dedicado al intercambio —frecuentemente mediante trueque— de pequeñas cantidades de excedente de las comunidades campesinas y ganaderas y de productos de fabricación artesanal. También al abasto de las pocas y escasamente pobladas ciudades y al suministro de lo necesario para mantener al funcionariado nobiliario de cada lugar. Esto último proporcionado en forma de impuestos, en especie y corvea por lo general.

Hacia el siglo XV cambia el paradigma. Se inicia, sobre todo en Europa Occidental, un nuevo ciclo de concentración de poder que conforma unidades políticas de mayor tamaño, con un centro crecientemente fuerte y con mayor capacidad de controlar el territorio, especialmente en cuanto al cobro de tributos. En consecuencia se reactiva la vida urbana y el comercio a mayores escalas. Podemos volver a invocar a Pierre Clastres y su teoría de que es la concentración política la que acarrea la económica. De esta forma, la causa y razón principal del sistema económico que ha llegado a nuestros días, y que nace en ese momento, sería la aparición de la nueva institución de carácter estatal.

La Europa de este tiempo, que recibe el nombre de «Moderna», retoma algunas de las formas institucionales de la época tardorromana. De hecho, el movimiento cultural, elitista y vinculado a los centros de poder, llamado «Renacimiento», tendrá como referente «el esplendor» de la antigüedad clásica. El estado moderno y el sistema de intercambio comercial de carácter global y de concentración de riqueza que es su lógico desarrollo —que ya podemos llamar «capitalismo»—, se irá configurando a lo largo del siglo XVI (8). En la siguiente centuria puede decirse que el proceso ha sido culminado. Este primitivo sistema capitalista, denominado «mercantilismo», estará muy vinculado, de hecho intervenido en cuanto a sus principales flujos de mercancías, por los nuevos estados. Éstos tratarán de acaparar el tráfico de metales preciosos procedentes de América, y desarrollarán medidas de protección de la economía productiva sujeta a comercio de sus respectivos territorios; el «proteccionismo». El naciente capitalismo se inspira en el modelo comercial y financiero del imperio romano, que estaba basado en un estado y una moneda fuertes, en la recaudación de tributos y en una importante iniciativa mercantil y crediticia de carácter privado. Ahora se añaden factores de competencia, al haber diversos estados en pugna, aplicación de mejoras tecnológicas a la producción y el transporte marítimo, y la inclusión de nuevos mundos en el mercado global. A pesar de ser, como digo, una especie de reanudación ampliada de lo que se venía haciendo hasta el siglo V, el cambio con respecto a lo que sucedía en la Edad Media es muy grande.

El inicio de la Edad Moderna se caracteriza por una concepción más pragmática de la vida y la política (recordemos, por ejemplo, a Maquiavelo) y marca el comienzo del proceso de secularización que lentamente irá descristianizando Europa durante los siguientes siglos. Por lo pronto, la reforma protestante, entre otras cosas, supone una adaptación de la moralidad religiosa a los desafíos de los nuevos tiempos. Algunos autores (9) quieren ver en la irrupción de la ética protestante, proclive a la búsqueda de éxito y enriquecimiento personal, a diferencia del catolicismo, la explicación ideológica de los cambios económicos y políticos del momento.

Si hasta entonces la clave de la economía venía siendo el factor productivo, en este momento el centro de la misma será el intercambio (la producción volverá a ser protagonista tras la Revolución Industrial). Es la intermediación, esa clase social nueva, junto con instituciones como las bancarias, que se encargan de que el comercio funcione según la demanda de los estados, lo que va a posibilitar la erección de grandes fortunas. La acumulación de beneficios, contables en moneda o metales preciosos, gracias a los intercambios desiguales, posibilitará que existan fondos suficientes para reinversiones, para iniciar nuevos negocios, para financiar expediciones y, en el futuro, para poner en pie la industria. La competencia entre diversos actores es característica principal de este modelo económico. Como lo está siendo en ese mismo momento, y de forma inseparable con lo anterior, la pugna entre diferentes estados por la hegemonía. Ello le obliga, al capitalismo, a ser expansionista por definición. Recordemos: crecer o sucumbir. La concentración de propiedad que es meta de toda su dinámica, no solo será monetaria; también tenderá a concentrar en pocas manos los medios de producir bienes, la tierra y las fincas urbanas.

Notas

1- Recomiendo un agradable e instructivo ejercicio para desarrollar la capacidad de conocer el pasado y el presente —también— desde otras claves culturales: La lectura del libro de Amin Maalouf «Las cruzadas vistas por los árabes». Alianza Editorial, 2005.

2- Vuelvo a citar aquí el libro de Pierre Clastres «La sociedad contra el estado» (1974). El antropólogo describe las características de algunas sociedades amazónicas, insertando estas descripciones en una visión de conjunto. Examina los rasgos que permiten su funcionamiento sin la existencia de un centro de poder (rasgos que, de hecho, son incompatibles con dicho poder) y, desde ahí, especula sobre el proceso por el que algunas de estas pequeñas culturas se convirtieron en sociedades jerárquicas. Contraviniendo el economicismo marxista, sustenta la tesis de que es la concentración de poder y funciones en manos de una jefatura, y no un conflicto por el acaparamiento de la riqueza, lo que hace surgir el estado.

3- En su necesidad compulsiva de crecimiento material, esa, podría decirse, máquina con vida propia, independiente de los seres humanos, que es el capitalismo, concreción actual del sistema occidental, busca y no encuentra caminos. Sin apenas nuevos territorios que poder incluir bajo su administración, la expansión hacia otros planetas cada vez pertenece menos al terreno de la utopía o la novela de ciencia ficción. Mientras tanto, crece en el terreno de lo imaginario: generación artificial de nuevas necesidades materiales y productos mercantilizables que las satisfagan. Es un crecimiento irreal que no engrandece; solo hace que circule el dinero, y que se cree y destruya más materia. Como en las guerras. Viene a ser un desarrollo de tipo cancerígeno, que amenaza con destruir la vida del ser que lo alberga.

4- La prostitución, entendida como un medio de vida consistente en entregar el propio cuerpo para el disfrute sexual de otras personas a cambio de un pago, no es cierto que sea el oficio más antiguo del mundo. Surge, como el patriarcado y en íntima relación con él, en el contexto de sociedades estratificadas. En las sociedades sin estado, en las que no hay excedentes, mercancía, moneda ni trabajo por cuenta ajena, pueden darse múltiples tipos de relaciones sexuales, incluso de subordinación en algunos casos, pero la prostitución, tal como la hemos definido, no tiene sentido ni lugar.

5- Dice Bookchin: «El estado, en la forma auténticamente acabada e históricamente completa en que lo encontramos hoy, pudo haber emergido sólo después de que las sociedades tradicionales, las costumbres y las sensibilidades fueron tan profundamente reelaboradas para concordar con la dominación, que la humanidad perdió todo sentido de contacto con la sociedad orgánica de la cual provenía. (…) Al reestructurar la sociedad en su derredor, el estado adquiere funciones sociales superagregadas que ahora aparecen como funciones políticas. No solo regula la economía, sino que la politiza; no solo coloniza la vida social sino que la absorbe. Las formas sociales aparecen así como formas estatales y los valores sociales, como valores políticos. La sociedad está organizada de modo tal que se vuelve indiferenciable del estado».

6- Unos siglos antes, concretamente en el IV, un líder del cristianismo ya había establecido que «quien es muy rico es un ladrón o hijo de un ladrón». El autor de la frase, según fuentes, es San Juan Crisóstomo, San Ambrosio o San Jerónimo (en cuya «Epístola a Hebidia», 121, 1, aparece la frase redactada en forma similar). En cualquier caso, los tres personajes fueron coetáneos y compartieron esa idea. De hecho, Juan Crisóstomo reflexiona largamente sobre la cuestión de la riqueza y la pobreza en varios de sus numerosos escritos conservados.

7- La llamada Alta Edad Media es un periodo muy largo, de aproximadamente cinco siglos de duración (del V al X), en el que se dan realidades políticas muy dispares. Desde grandes imperios como Bizancio o el Califato, a monarquías con cierta capacidad de gestionar su territorio y recabar impuestos como el reino carolingio, el imperio alemán o el papado. Es también la época en que surge y se desarrolla el feudalismo, sistema que no adoptó el mismo formato ni la misma entidad en todos los lugares de Europa y que alcanzaría su plenitud en los siglos inmediatamente posteriores. Cierto es que, con excepción de los ejemplos citados y alguno más, la ausencia relativa de poderes centrales estables fue característica de este periodo y ello favoreció la autoorganización de la pequeña célula campesina. Pero, considero, no conviene realizar lecturas de este fenómeno en clave idealizada. Raro fue que cualquiera de estas comunidades rurales no estuviera bajo el dominio jurisdiccional y la obligación de tributar a algún señorío nobiliario o eclesiástico. En formas más y menos rigurosas. Estos pequeños focos locales de succión y concentración material obligaban a los productores a entregar excedentes, quebrando así la relación ideal entre producción y consumo de forma directa. Cuando no existió tal poder externo, o fue extremadamente débil, ello se debió a un contexto de conflicto. Esas poblaciones, libres de una autoridad recientemente desaparecida, aún no del todo establecida en un nuevo territorio, o incapaz de ejercer su señorío por encontrarse en situación precaria, como contrapartida y durante todo el tiempo que durase el vacío de poder, se encontraban, de hecho, en una «frontera». Por lo tanto, eran objetivo de operaciones de pillaje y saqueo perpetradas por agentes de diferentes signos. Ello les obligaba a compatibilizar su actividad agropecuaria con la autodefensa armada. Obviamente, tanto el pillaje cuando se daba, como la necesidad de la defensa, suponían una mengua de recursos y una distorsión de su modelo económico, el cual, debido a lo arcaico del utillaje y las técnicas agrícolas, era de una productividad muy baja. Del 2'5 ó 3 a 1 y proporciones similares para el cultivo de cereales. Sin necesidad de ver películas, es de creer que la vida no debió de ser fácil en estos contextos.

8- El sociólogo Inmanuel Wallerstein, en su conocida obra «El moderno sistema-mundo» (publicada entre 1974 y 1989 en tres volúmenes), que supuso la aparición de un nuevo modelo interpretativo de la historia del capitalismo, localiza el origen del actual sistema económico en el noroeste de Europa del siglo XVI.

9- La idea, principalmente, procede de Max Weber quien, en «La ética protestante y el espíritu del capitalismo» (1905), relaciona el origen del capitalismo con la reforma protestante. Al contrario que el catolicismo, el protestantismo (Weber se fija especialmente en el calvinismo) ve en el éxito económico la bendición de Dios. Así, los cristianos reformados podrán esforzarse sin trabas en pro de los negocios. La prosperidad indica el favor divino hacia el cristiano rico y es, a su vez, glorificación de Dios ante los ojos de los hombres. Según Weber, esta idea permitirá la aplicación de principios racionales y optimización a la empresa económica. A lo largo del tiempo el fundamento religioso irá desapareciendo pero permanecerá el método de rentabilización de esfuerzos y búsqueda del máximo beneficio. No es difícil relacionar esta ideología con el posterior ideal liberal burgués que defiende el egoísmo individual como motor del progreso.

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Antisemitismo español y sexo gratis

15 February, 2025 - 00:00

Según un reciente estudio realizado por el equipo docente de la universidad Rabino Maeztu y teniendo en cuenta diversos tipos de cancamusas, se ha podido comprobar con una alta fiabilidad fidedigna el hecho contrastable e incontestable de que el uso de ciertos palabros conduce indefectiblemente a resultados ontológicos que vamos a exponer.

Este estudio demuestra que en ciertos textos, ya se hable de los horrores provocados por el ejército israelí, de si el calor de un microondas dura menos que el de una olla, o si el punto G se halla si se busca porque haberlo haylo, demuestra, como decíamos, que al introducir "antisemitismo", "español" o "sexo gratis" en textos publicados en la red indefectiblemente el algoritmo o la curiosidad insana te llevarán a abrir los enlaces propuestos.

Para muestra un botón; botón que es este artículo creado con falsedades palmarias como lo son el infame estudio de la universidad Rabino Maeztu y la propia universidad. Más falsos que un euro de cartón.

Pero, paradójicamente, no todo es falso, o eso creemos, en este texto. Estudiamos la posibilidad de que al haber incluido antisemitismo, español y sexo gratis varias veces en el circunloquio, este escrito recibirá un número de visitas no proporcional a semejante chorrada.

Gracias de antemano por participar en este experimento.

J. Ramírez

CEO de Cancamu S.A.

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Las comunidades del Catatumbo (Colombia) claman por la paz

15 February, 2025 - 00:00

Declaración de la Caravana humanitaria y sesión de la comisión de paz en el Catatumbo

La paz no se construye con más violencia, sino con diálogos sinceros y con el compromiso de todos los actores involucrados. La violencia no es la solución, el cese inmediato de hostilidades y enfrentamientos debe ser prioritaria, y por tanto rechazamos la militarización como salida a la crisis.

Con el abrazo caluroso de decenas de organizaciones sociales, juveniles, de mujeres, de derechos humanos, sindicales, congresistas, autoridades locales, regionales, la institucionalidad, y el acompañamiento de los organismos multilaterales de derechos humanos y las confesiones de fe, dio inicio la sesión humanitaria en medio de un dolor que no tiene dueño, que es colectivo.

De cara a las alertas emitidas en 2024, al desarrollo de confrontaciones entre el Ejército de Liberación Nacional, ELN y el Estado Mayor de Bloques y Frentes, EMBF y las consecuentes vulneraciones a los DH y al DIH, que han afectado a más de ocho municipios de la región, incluyendo Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, Tibú, El Tarra, Sardinata y El Carmen; nos reunimos para elevar nuestra voz ante los actores en confrontación y el gobiernonacional, para hacer un llamado urgente hacia la búsqueda de la solución política y dialogada al conflicto social y armado, priorizando la paz por encima de la agudización de la guerra.

En este sentido, llamamos a retomar las mesas de diálogo, los ceses bilaterales y las propuestas de las comunidades construidas en diversos escenarios y contenidas en el Pacto Social para la Transformación Territorial del Catatumbo, entendiendo la paz como la profundización de la justicia social como expresión del cumplimiento de los acuerdos, tanto con los actores armados como con las comunidades que se han movilizado de forma persistente.

Ante esta grave situación, y conscientes de nuestro papel en la tarea ineludible de contribuir a transitar los caminos de la paz como único horizonte posible, las organizaciones sociales, la Mesa Humanitaria y de Construcción de Paz del Catatumbo, con el respaldo de las organizaciones asistentes a la jornada del 04 de febrero, proponemos una ruta de acción que contemple:

1. Llamado a desescalar el conflicto armado y al cese de hostilidades.

2. Exigir la implementación de mecanismos de protección a la población civil.

3. Acatar los 7 Mínimos Humanitarios y el Acuerdo Humanitario para el Catatumbo.

4. Desarrollar acciones humanitarias inmediatas, tales como retornos dignos, seguros, colectivos y con garantías, comisiones de verificación y corredores humanitarios, entre otras.

5. Exigir al gobierno nacional atención urgente a la crisis humanitaria.

6. Poner en marcha la Comisión Humanitaria en respuesta a la carta de las organizaciones sociales del 19 de enero de 2025, a los actores en confrontación.

La paz no se construye con más violencia, sino con diálogos sinceros y con el compromiso de todos los actores involucrados. La violencia no es la solución, el cese inmediato de hostilidades y enfrentamientos debe ser prioritaria, y por tanto rechazamos la militarización como salida a la crisis.

Exigimos a los actores armados y al Gobierno Nacional que tomen acción de manera inmediata para evitar más sufrimiento y dolor para la población civil del Catatumbo. Las comunidades claman por la paz, la dignidad y el respeto a la vida. El tiempo para actuar es ahora.

El Tarra, Norte de Santander, 4 de febrero de 2025

Firman,

Movimiento por la Constituyente Popular - MCP Asociación Campesina del Catatumbo - ASCAMCAT Comité de Integración de Social del Catatumbo- CISCA
Mesa Humanitaria y de Construcción de Paz del Catatumbo

Fuente: https://prensarural.org/spip/spip.p...

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Detenidos al menos tres guardias civiles de Sevilla por colaborar con un narcotraficante

14 February, 2025 - 00:00

Luis Lastra

Al menos tres guardias civiles de Sevilla fueron detenidos recientemente en el marco de una operación contra el narcotráfico, que dirige el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital andaluza. Se los investiga como presuntos autores de un delito de cohecho y otro de revelación de secretos. Uno de ellos fue arrestado el pasado mes de diciembre y el resto a principios de febrero. No ha trascendido si hay algún agente más implicado presuntamente en esta causa. Todos fueron puestos en libertad con cargos tras sus detenciones.

Según explicaron a este periódico las citadas fuentes, la causa es una pieza separada que surgió a raíz de una investigación contra varios traficantes de droga, entre ellos un conocido narco del Polígono Norte con el que presuntamente los guardias civiles habrían colaborado pasándole información. El asunto está declarado secreto, de ahí que apenas hayan trascendido datos concretos sobre lo que se está investigando.

Uno de los agentes detenidos estaba destinado en la Central Operativa de Tráfico (COTA), por lo que este guardia civil podría tener acceso a todos los datos de titulares de vehículos y matrículas. Otro de los guardias civiles investigados pertenece al Núcleo de Servicio, la unidad encargada de dar seguridad a los edificios públicos en los que la Guardia Civil tiene presencia, como la Delegación del Gobierno en Andalucía, la Subdelegación del Gobierno en Sevilla o los acuartelamientos de Eritaña (donde se encuentra la IV Zona del instituto armado, desde donde se coordina toda la estructura de la Guardia Civil en Andalucía, Ceuta y Melilla) y de Montequinto, en el que está ubicada la Comandancia de Sevilla.

El narcotraficante cuya investigación dio origen a esta pieza separada es una persona conocida en el submundo del tráfico de drogas, donde tiene fama de especialista en vuelcos, como se conoce en el argot policial a los robos de estupefacientes entre bandas de narcotraficantes. Se le investigó por un asalto a la casa de un narcotraficante de Montequinto, al que robaron en su vivienda más de medio millón de euros. Entraron cinco personas encapuchadas, con monos de trabajo oscuro, con una escalera extensible. La Policía los sorprendió porque recibió una llamada que alertada del robo en un domicilio del barrio.

Se le buscó también en otras ocasiones por su presunta relación con varios alijos de hachís. Estuvo investigado, y llegó a ser juzgado, por el asalto a la Aduana de Huelva durante la Nochevieja del año 2013 para robar más de una tonelada de hachís. Finalmente fue absuelto junto con otros once acusados, a los que nadie pudo probar su relación con este golpe. Sólo fue condenado el vigilante de seguridad. Como curiosidad, cuando fue detenido en un chalé de Carmona hace más de una década, la Policía encontró un mural pintado en una pared en el que se representaba un alijo de hachís.

En los últimos años han sido detenidos varios agentes de la Guardia Civil en la provincia de Sevilla. Uno de ellos fue el teniente Raúl P. M., jefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic). Este mando fue condenado por la Audiencia Provincial a ocho años y diez meses de cárcel, si bien esta pena fue rebajada, en noviembre de 2024, por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a cinco años y cuatro meses. El Alto Tribunal lo absolvió de un delito de tráfico de drogas en grado de tentativa y uno de los dos delitos de tentativa de hurto por los que fue condenado tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, por falta de pruebas de no haberse tratado de delitos provocados.

En abril de 2024, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a siete años y seis meses de cárcel a los once acusados de introducir en España un total de 367 kilogramos de cocaína procedente de Colombia y ocultos en un contenedor. Entre los condenados figuraban un guardia civil y dos policías nacionales, que ejercían de escoltas del transporte de la droga desde el puerto de Málaga hasta Sevilla y fueron detenidos en una nave de Carrión de los Céspedes.

Fuente: https://www.diariodesevilla.es/sevi...

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Suiza vota abrumadoramente en contra de crecer dentro de "los límites planetarios"

14 February, 2025 - 00:00

M. Rodríguez

Los defensores del "decrecimiento" fueron derrotados este domingo en su intento de imponerlo por ley en un país europeo. Suiza celebró un referéndum que proponía incluir en la Constitución un artículo poniendo "límites" a la economía que cosechó una abrumadora derrota: el 69,8% de los votantes rechazaron la propuesta que había sido lanzada por las juventudes de Los Verdes.

El texto ahora rechazado proponía la inclusión de un artículo relativo a los "límites de la economía" especificando que "la naturaleza y su capacidad de regeneración constituyen los límites de la economía nacional" y que la actividad económica sólo puede usar recursos y generar emisiones "en la medida en que se preserven las bases naturales de la vida". Al respecto, se proponía un segundo artículo que ponía plazos a ese deseo: como tarde en diez años se debía garantizar que la economía suiza no tuviera un "impacto ambiental" superior al marcado por los "límites planetarios". Citaban el consumo del agua, cambio climático, pérdida de diversidad biológica, uso de la tierra y aportes de nitrógeno y fósforo a la atmósfera.

Según los datos de la prensa local, en ningún cantón suizo se aprobó la propuesta en una votación con una participación inferior a la de otras consultas, del 38%. El texto no entraba en detalles de lo que supondría esa economía "dentro de los límites planetarios" más allá de que la transformación debía ser "socialmente aceptable", pero Greenpeace sí había publicado algunos cálculos, señalando que conllevaría una disminución de la huella de carbono per cápita en más del 90%.

El portazo suizo al decrecimiento vino precedido de los llamamientos a votar en contra de los partidos en el poder y también de los empresarios, que alertaron de las catastróficas consecuencias que tendría acatar el artículo redactado por el ecologismo. "Habría que renunciar a gran parte de lo que constituye el actual nivel de vida en Suiza", advirtieron avisando también del riesgo de deslocalizaciones y de que la próspera Suiza acabara convertida en un país en vías de desarrollo más similar a "Afganistán, Haití o Madagascar", en palabras de un parlamentario de la derecha. "Los ciudadanos suizos no han querido poner al país contra la pared", celebró la directora de Economisusse, la federación de empresas helvéticas, Monika Rühl.

Las Juventudes verdes que apadrinaron la iniciativa lamentaron, mientras, el "alarmismo" que a su juicio había rodeado el debate: según la copresidenta de la sección de juventudes de los Verdes, Margot Chauderna, los poderes económicos "deben comprender que un sistema basado en un crecimiento infinito no puede funcionar con recursos finitos". El país, dijo, "ha desaprovechado una gran oportunidad para luchar contra las crisis medioambientales".

Fuente: https://www.libremercado.com/2025-0...

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De turismo en Gaza con la Vespa

14 February, 2025 - 00:00

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Confirmada la condena por torturas a seis mossos: “Os podríamos matar y no se enteraría nadie”

13 February, 2025 - 00:00

Oriol Solé Altimira

“Dos jóvenes son víctimas del abuso policial de seis agentes en un lugar solitario sin posibilidad de defensa alguna y son golpeados y humillados por el hecho de haberse saltado un control policial”. No es el inicio de un podcast, sino un fragmento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que ha ratificado la condena por, entre otros, un delito de torturas a media docena de funcionarios de los Mossos d'Esquadra.

En una sentencia de 120 páginas, a la que ha tenido acceso elDiario.es, la sección de apelación de la Sala Civil y Penal del TSJC respalda al 100% el fallo de la Audiencia de Barcelona y rechaza todos los recursos de los condenados, a los que afea que pretendan “imponer su propia e interesada valoración probatoria” sobre lo ocurrido.

Se trata de uno de los casos de torturas policiales más graves ocurridos en los últimos años en Catalunya, tanto por las lesiones físicas como por las secuelas psicológicas en las dos víctimas, una de ellas representada por la abogada Jennifer Lahoz. El TSJC destaca que la agresión se produjo con los jóvenes “detenidos, esposados y en el suelo”, sin que tuvieran “ninguna oportunidad de defensa eficaz frente a seis agentes armados”.

Los agentes condenados obtienen una pena atenuada por los más de tres años que la causa estuvo paralizada en un juzgado de Cerdanyola del Vallès (Barcelona). En 2023, tras la condena en primera instancia, la conselleria de Interior suspendió de empleo y sueldo a los agentes. Uno de los mossos condenados es M.F., que abandonó a petición propia el cuerpo en 2017, un año después de la agresión, para fundar una empresa de seguridad privada. Desde el 2021 está investigado por robo con fuerza, soborno y revelación de secretos.

Pese a que, al contrario que en otros casos de torturas policiales, nadie pudo grabar en vídeo la agresión al ocurrir en un lugar apartado, el tribunal da plena credibilidad a la declaración de las dos víctimas al verse corroborada por varios informes de médicos y peritos.

Los hechos ocurrieron en el año 2016. Los dos amigos, de 21 y 23 años en el momento de los hechos, se dieron a la fuga del control policial de alcoholemia la madrugada del 23 de abril de en Cerdanyola. Un coche patrulla y un furgón de la unidad de apoyo de los antidisturbios (ARRO) salieron tras ellos. Su huida terminó al chocar el coche con un muro en un camino de tierra.

Tras el siniestro, los agentes esposaron a los jóvenes, los mantuvieron en el suelo y les golpearon con puñetazos y patadas en la cara, la cabeza y el cuerpo, al tiempo que les insultaban y les humillaban con expresiones como “os podríamos matar y aquí no se enteraría nadie”. También cortaron uno de los cinturones del coche y los golpearon con él y arrancaron el altavoz pesado que llevaban en el maletero. Las víctimas requirieron de cuatro y seis meses respectivamente para estabilizar sus lesiones físicas. Ambos también sufrieron secuelas psicológicas de gravedad a causa de las torturas.

Los mossos d'esquadra impugnaron la sentencia inicial del caso al considerar que se había vulnerado su derecho a la presunción de inocencia y que la Audiencia de Barcelona les había condenado sin pruebas. El TSJC lo descarta por completo. En varios tramos de la sentencia, la sección de apelación elogia la resolución de la Audiencia de Barcelona que condenó a los agentes en primera instancia, de la que destaca el “detalle tan abundante” y “exhaustividad total” a la hora de valorar las pruebas del juicio.

Para que un recurso prospere, es necesario que se constate que el tribunal ha realizado una valoración irracional o insuficiente de pruebas. Y eso es algo que no ha ocurrido en este caso, tal y como se encarga de recordar el TSJC. Todo lo contrario, la Audiencia de Barcelona alcanzó su convicción de que los agentes habían torturado a los jóvenes de forma “plenamente creíble” y con “información plenamente fiable”, ahonda el tribunal. “La abundancia probatoria resulta incuestionable”, zanja la Sala.

Alegaban los mossos condenados que las dos víctimas y la sentencia les habían imputado la agresión sin concretar el papel de cada uno. Pero el TSJC recuerda que el relato de hechos probados sí identifica que primero llegaron al lugar dos agentes y después otros cuatro, y que todos ellos “participaron en la agresión de forma conjunta, unánime y deliberada”.

Aunque las víctimas no hayan podido “individualizar” quién les dio cada golpe, argumenta el TSJC, no existen dudas de que se trató de una “acción conjunta”. En el caso de que alguno de los agentes condenados no hubiera dado golpes ni patadas y solo hubiera mirado, también hubiera podido ser condenado, ya que no frenaron a los mossos agresores. “Nadie intentó parar la agresión, todos participaron y la presenciaron de forma imperturbable. Hubo varios golpes, hubo una tácita connivencia”, reza la sentencia.

“La gravedad del ataque a la integridad moral, física y psíquica de los jóvenes fluye con naturalidad de los propios hechos”, agrega la sentencia, que destaca la “rapidez” con la que los mossos perpetraron la agresión “antes de que llegaran terceros que pudieran ser testigos” de la misma.

“El lugar solitario, el número de agresores, el hecho de que las víctimas estuvieran boca abajo en el suelo y esposados no permite otra consideración”, concluye la sentencia de la que ha sido ponente la magistrada María Jesús Manzano en un tribunal del que también han formado parte la magistrada Roser Bach y el magistrado Manuel Álvarez.

Penas rebajadas por la tardanza del juicio

El TSJC ratifica la sentencia de la Audiencia de Barcelona en todos sus extremos. A M.F., sargento en el momento de la agresión, le impone una pena de 5 años y 45 días de cárcel por los delitos de torturas y lesiones con la agravante de alevosía y prevalimiento de cargo público. Los otros cinco agentes han sido condenados a cuatro años de cárcel. Sus penas se ven rebajadas al aplicarse la atenuante de dilaciones indebidas por los tres años que estuvo la causa paralizada sin enviarse a juicio.

Una vez sea firme la sentencia (los condenados recurrirán en casación ante el Tribunal Supremo, según informan fuentes de sus defensas), los mossos deberán dejar obligatoriamente el cuerpo ya que la sentencia contempla la inhabilitación absoluta para ejercer de policías. También deberán afrontar indemnizaciones que suman 90.152 euros por las lesiones y daños morales a las víctimas que, en caso de no pagarse, serán asumidas por la Generalitat.

Fuente: https://www.eldiario.es/catalunya/c...

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Beate Küpper: “Nos estamos acostumbrando al discurso antihumano de la extrema derecha”

13 February, 2025 - 00:00

La profesora, una de las principales expertas en populismo y el extremismo de derechas en Alemania, ha analizado cómo la crisis económica, la pandemia y la inseguridad han favorecido la implantación de discursos xenófobos y antidemocráticos. "Si soy completamente honesta, sí, tengo miedo", afirma.

Lourdes Velasco

BERLÍN // Doctora en Psicología Social y profesora de grupos y situaciones de conflicto en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Niederrhein, Beate Küpper es una de las principales expertas en populismo y el extremismo de derechas en Alemania. Coautora del estudio Mitte, un informe de referencia sobre actitudes antidemocráticas, misántropas y de extrema derecha en el país, Küpper ha analizado cómo la crisis económica, la pandemia y la inseguridad han favorecido la implantación de discursos xenófobos y antidemocráticos.

En esta entrevista, advierte sobre la creciente normalización de la extrema derecha en Alemania, el papel que juegan los partidos tradicionales en su legitimación y la responsabilidad de la sociedad en la defensa de la democracia. “Sabemos lo rápido que puede ocurrir todo. No estamos haciendo lo suficiente para frenar el extremismo”, asegura Küpper.

En las próximas elecciones del 23 de febrero, se espera que los extremistas de Alternativa para Alemania (AfD) sean segunda fuerza política, con cerca de un 20% de los votos según las encuestas, por detrás de los conservadores de la CDU, que no solo ha asumido el discurso de los extremistas en materia de migración sino que, a tres semanas de las elecciones, han acabado con el pacto no escrito de mantenerlos aislados. «Sabemos por estudios de ciencia política que no es buena idea que los partidos conservadores establezcan alianzas con la extrema derecha. Envían la señal de que la cooperación está bien, y legitiman y normalizan a la extrema derecha. Al final, los votantes piensan que no son tan malos y prefieren votar al original», asegura la investigadora.

Acabamos de ver cómo la CDU cambió su rumbo político al establecer una alianza con la extrema derecha para impulsar políticas antimigración. ¿Es el electorado alemán más permeable a la xenofobia o a la retórica antidemocrática?

Sí, lo es. Por nuestro pasado, sabemos que la población alemana ha sido receptiva a la retórica xenófoba. Esto ocurre también en otros países, pero es especialmente relevante en Alemania. Desde la fundación de la República Federal en 1949, siempre ha habido partidos de extrema derecha con cierto apoyo.

El estudio Mitte, del que soy coautora, patrocinado por la Fundación Friedrich Ebert y dirigido por Andreas Zick, de la Universidad de Bielefeld, muestra que las actitudes extremistas de derecha han aumentado. En nuestra última encuesta, realizada en el invierno de 2022/23, encontramos más del triple de aprobación en comparación con años anteriores.

Desde 2014, solo un 2-3% de la población compartía una visión completamente extremista de derecha; en 2022-23, esta cifra subió al 8%. Además, otro 20% se encuentra en una «zona gris»: no son extremistas, pero tampoco claramente demócratas. Y esta cifra ha crecido considerablemente hasta el 20% actual. Estudios similares muestran que las actitudes extremistas de derecha, tras años de descenso, han repuntado.

¿Cómo se definen las actitudes extremistas de las que no lo son?

Definimos estas actitudes como un síndrome compuesto por seis dimensiones, tres políticas, que son la defensa de la dictadura, la trivialización del nacionalsocialismo y el nacionalismo, y tres socio-étnicas: xenofobia, antisemitismo y darwinismo social, que establece que ciertos pueblos o vidas valen más que otros.

A menudo nos preguntan si estar en contra de los extranjeros convierte a alguien en extremista de derecha. No ser amigable con los extranjeros no implica necesariamente extremismo, pero los datos muestran que quienes respaldan afirmaciones xenófobas tienen más probabilidades de coincidir con posturas antisemitas, darwinistas sociales y de apoyo a dictaduras. Estas conclusiones provienen de encuestas a unas 2.000 personas y reflejan tendencias generales, no casos individuales.

¿Qué razones hay detrás del aumento del extremismo en la sociedad alemana?

Observamos al menos dos razones. En 2021, en los estudios vimos que descendían los índices de aprobación del extremismo. Esto fue así porque durante el confinamiento, la gente estaba agotada pero confiaba en la acción gubernamental y seguía las reglas por miedo al virus. No había aún vacunas, y la prioridad era protegerse. Sin embargo, cuando la pandemia terminó, la gente estaba muy cansada y surgió un fuerte resentimiento por las restricciones. Muchas personas comenzaron a cuestionarlas, las consideraron ilógicas o un intento de control.

A raíz de esta pérdida de confianza en el Gobierno, que se dio porque todo se volvió muy complicado y confuso –como suele pasar con las pandemias–, y debido a la difusión de teorías conspirativas en Internet, cada vez más personas se radicalizaron. Esto también incluyó a grupos que antes no eran particularmente radicales, por ejemplo mujeres que trabajaban en el sector sanitario. Algunas de ellas, por no querer vacunarse, perdieron su empleo. Encontraron nuevos contactos en Telegram, porque sus antiguos amigos ya no querían tener relación con ellas. Actuaban de manera conspirativa, extraña a los ojos de muchos, eran muy críticas con el sistema y la democracia. Sabemos que los actores de extrema derecha usaron la pandemia en su beneficio y lograron radicalizar a la gente.

La segunda razón es la acumulación de crisis: la agresión rusa contra Ucrania combinada con la crisis energética generó un gran temor en la gente, que temía congelarse en invierno. La sociedad percibe una crisis permanente, lo que genera sensación de saturación y la necesidad de soluciones simples. La extrema derecha responde a esta demanda con un discurso de vuelta a un pasado idealizado, en el que no había cambios ni amenazas externas. Promueve el rechazo a la migración, a las medidas climáticas y a cualquier transformación social.

En 2015 y 2016 (con la crisis Siria), llegaron muchas personas al país en un corto período de tiempo. Después, con la guerra en Ucrania, llegaron más refugiados. La gente siente que es demasiado, que todo es muy complejo y quiere soluciones simples, que es lo que ofrece la extrema derecha: respuestas aparentemente sencillas, la idea de volver a un pasado idealizado y sin cambios.

Por otro lado, es interesante ver que la percepción de crisis es mayor cuanto más lejana se siente. Hace dos años, solo un tercio de los encuestados afirmaba haberse visto personalmente gravemente afectado por una crisis, pero el 55% creía que Alemania en su conjunto sí lo estaba. Además, el 42% dijo sentirse inseguro, y esa inseguridad aumenta la disposición a aceptar discursos de extrema derecha, que simplifican los problemas señalando culpables: las élites, los inmigrantes o grupos minoritarios.

Por último, hay que añadir que el rechazo a ciertos colectivos no es nuevo. En tiempos de crisis, los prejuicios latentes se activan. En la peste negra, los judíos fueron chivos expiatorios; en la crisis económica mundial, el antisemitismo y el nacionalismo se intensificaron. Este patrón se repite hoy. La extrema derecha ha sabido explotarlo, canalizando el malestar hacia la hostilidad contra extranjeros, minorías y élites. Es un fenómeno recurrente. Y desafortunadamente eso funciona porque es una lógica establecida.

También los valores democráticos y la democracia en sí están perdiendo atractivo para los votantes.

Exactamente, esa sería una tercera explicación. En Alemania, con la fundación de la República Federal en 1949 y la Ley Fundamental, establecimos un estándar muy alto de dignidad e igualdad para todas las personas, avanzando hacia la democratización. Pero esa tendencia se ha revertido en todo el mundo. También en Alemania observamos una creciente disposición a adoptar ideas autocráticas.

En los últimos 50 años, hemos vivido una fuerte individualización. La gente valora mucho la individualidad, pero no hemos desarrollado una cultura democrática acorde para ver cómo negociamos todas nuestras diferentes ideas individuales, incluso conflictos, de una manera civilizada. De eso trata la democracia. Así, cuando el Estado no cumple sus expectativas, algunos concluyen que el sistema no funciona. Ya no culpan solo al Gobierno, sino que comienzan a ver la democracia en sí como inútil.

Los votantes de AfD, por ejemplo, tienen expectativas particularmente altas: creen tener derecho a un mejor trato que los demás, pero al mismo tiempo se sienten colectivamente desfavorecidos. Esta combinación de sentirse en desventaja como grupo y, a la vez, reclamar una posición individual superior, resulta muy explosiva.

Otro aspecto que destaca en este electorado es la desorientación: sienten que todo se ha vuelto tan complicado que ya no saben dónde están. Además, tienen una actitud extremadamente neoliberal: piensan que si alguien no sabe venderse bien, es su propia culpa, y que no hay que mostrar tanta consideración hacia los más débiles.

Si combinamos todos estos elementos, vemos cómo se genera una gran receptividad hacia lo que los partidos de extrema derecha tienen para ofrecer.

¿Qué consecuencias tiene en términos de legitimación del discurso que un partido como la CDU (Unión de Centro Democrático) se base en las ideas de la extrema derecha?

Sabemos por estudios de ciencia política que han hecho comparaciones europeas que no es buena idea que los partidos conservadores, o que cualquier partido en general, establezca coaliciones o cualquier otra cooperación con partidos de extrema derecha, porque entonces los están ennobleciendo, están enviando una señal clara de que se puede colaborar con ellos, y eso los trivializa y los legitima. Los votantes acaban pensando que no son tan malos.

Luego también vemos que hay un efecto de generar un hábito o una normalización del discurso. Si etiquetamos la migración como ilegal, estoy vinculando la idea de la migración con lo criminal. Sabemos cómo funciona la cognición, es un efecto de aprendizaje. Si establezco esa conexión, luego básicamente percibo a las personas que han migrado como criminales. Sospecho de ellas, desconfío de ellas. Y eso es algo que encaja exactamente en el discurso de los partidos de extrema derecha. Ellos lo saben. Es por eso que se centran en estos temas.

Y si ahora otros partidos también ponen estas cuestiones tan fuertemente en primer plano, eso es un beneficio para los partidos de extrema derecha que se alimentan de incitar al odio y de generar estereotipos negativos. Por eso los partidos de extrema derecha prefieren hablar de migración en lugar de, por ejemplo, el sistema de salud o el sistema de pensiones, que corre el riesgo de colapsar. Esto es mucho más abstracto, más complicado, y quizás yo mismo tenga que cambiar algo.

Hablamos de los migrantes como un problema y no del hecho de que quizás no lo estemos haciendo lo suficientemente bien para canalizar mejor la migración, organizarla mejor, etcétera.

La migración se está situando como uno de los grandes temas de la campaña electoral. ¿Qué papel juegan los medios de comunicación o las redes sociales en la difusión de narrativas populistas?

Tienen una responsabilidad muy grande. Hace unos diez años, cuando muchos refugiados comenzaron a llegar hacia Europa, un estudio de la Fundación Otto Brenner descubrió que incluso en aquel entonces el tema de la migración era muy dominante y siempre con un enfoque negativo, mientras que otros temas quedaban relegados a un segundo plano.

Sabemos por otros estudios realizados a nivel europeo que el terreno de las emociones negativas beneficia a los partidos populistas. Estamos especialmente atentos a las cosas que nos asustan. La migración no es un tema aterrador en sí mismo, pero nos lo venden como tal. Se podría buscar otro marco y decir: gente de todo el mundo quiere vivir aquí, viene mucha gente diferente, es interesante. En el ámbito laboral se podría decir que todos vienen aquí y nos aportan sus conocimientos y habilidades, lo cual es genial. Pero se eligen marcos negativos.

Y en las redes sociales, los algoritmos están construidos para comportarse exagerando lo emocional y también simplificando las cosas. No se trata de buscar mensajes complejos sino dotados de una dura emoción. Y eso significa que el populismo sigue exactamente la misma lógica que los medios de comunicación masivos y de las redes sociales.

Ante ese panorama tan gris, ¿qué se puede hacer para fortalecer la democracia?

Es posible identificar oportunidades de mejora: mantener la objetividad y hacer que los argumentos sean transparentes. El año pasado, en Alemania, hubo grandes manifestaciones a favor de la democracia y en contra del auge de los partidos de extrema derecha. Fueron las protestas más grandes jamás registradas: cuatro millones de personas salieron a las calles, no solo en las grandes ciudades, sino también en pequeñas comunidades. Fue un momento significativo. También ahora, muchas personas salen a las calles y expresan su preocupación por la colaboración de los conservadores con la extrema derecha, por ejemplo con carteles como: «Es 5 minutos antes de 1933», es decir, el año en que los nacionalsocialistas llegaron al poder.

La gente teme que la democracia se desmorone ante sus ojos y no quiere quedarse de brazos cruzados. Esto también se refleja en las encuestas: más del 70% de la población está preocupada por el extremismo de derecha y teme por la estabilidad democrática.

No toda la sociedad apoya estas ideologías. Sin embargo, se presta demasiada atención a los actores más ruidosos, aquellos que en Alemania llamamos «ciudadanos enojados». Estos grupos se han manifestado contra medidas de salud pública, protestas agrícolas y la acogida de refugiados. Mientras tanto, se ignora a una gran parte de la población que apoya activamente la democracia y los derechos humanos.

Más del 40% de la población ha participado en acciones de apoyo, desde impartir cursos de alemán hasta realizar donaciones. Sin embargo, el enfoque mediático sigue centrado en quienes se oponen y hacen más ruido. Se da demasiado espacio al populismo agresivo y muy poco a la mayor parte de los ciudadanos, que defienden la democracia.

Existe una gran parte de la población preocupada, que no quiere quedarse inmóvil ante las amenazas, y es crucial visibilizarla. Es importante que los medios y los partidos políticos no refuercen, de manera indirecta, el discurso populista.

¿Pero cree que la sociedad alemana es consciente de la amenaza que suponen estos discursos extremistas?

Algunas personas son conscientes de la amenaza, especialmente las que se ven directamente afectadas, por ejemplo porque ellas mismas son inmigrantes o queer y/o están comprometidas con la democracia. Sin embargo, no cabe duda de que Alemania no está haciendo lo suficiente para combatir el extremismo de derechas. Al contrario, nos estamos acostumbrando a este comportamiento antihumano y antidemocrático, como ha sucedido por ejemplo en Austria, donde la extrema derecha es incluso primera fuerza. Y está pasando también en Estados Unidos. Creo que frenar esos discursos requiere compromiso y responsabilidad ciudadana. Como ciudadanos, tenemos derecho a que nos tomen en serio, pero como adultos también somos responsables de nuestras decisiones. Y eso es lo que está faltando en el debate: hay que exigir cuentas a los votantes. Como ciudadanos, somos responsables del éxito de la democracia. No funciona por sí sola, tienen que respaldarla.

Los ciudadanos deben comprometerse a hacer esto en su vida diaria y también en sus decisiones electorales. Quien vota a un partido de extrema derecha también es responsable de lo que elige y debe responder a esta pregunta: ¿Estás seguro de que quieres vivir en una sociedad y en un país donde se implanten las ideas que se lanzan desde el podio en los mítines electorales? Somos responsables de lo que elegimos.

Vemos que la CDU está adoptando algunas de las premisas de la extrema derecha. ¿Se está moviendo el centro político hacia la derecha en Alemania?

A la pregunta de dónde se sitúan en la escala política de izquierda a derecha, durante muchos años más del 60% de los alemanes respondieron «justo en el centro». Entretanto, esta proporción se ha reducido a poco más del 50%. Sin embargo, incluso quienes se consideran centristas pueden tener actitudes de extrema derecha, a veces sin ser conscientes de ello. Cada vez más personas afirman abiertamente ser de derechas, algo que antes resultaba embarazoso y ahora se expresa con seguridad e incluso de forma provocativa, especialmente entre los jóvenes.

Ejemplo de ello fue el escándalo en Sylt, donde jóvenes acomodados cantaron una canción italiana cuya letra fue transformada en un mensaje xenófobo. No fue un caso aislado, sino parte de una tendencia en la que discursos inhumanos se normalizan bajo apariencia de diversión.

Vemos un centro que, por un lado, se identifica más con la derecha y, por otro, sigue considerándose centrista pero adopta actitudes de extrema derecha, a veces conscientemente, otras por repetición. Expresiones como “necesitamos un partido único que represente a Alemania” o “necesitamos un líder con mano dura” reflejan este fenómeno. También crece el número de personas que, aun viéndose como centristas, coinciden con estas posturas.

¿Personalmente tiene miedo? ¿Cree que habrá una radicalización aún mayor en los próximos años?

Si soy completamente honesta, sí, tengo miedo. En Alemania sabemos lo rápido que puede ocurrir todo. Hace 80 años, el NSDAP obtuvo por debajo del 3% de los votos en 1928 y pocos años después se le entregó el poder. Mucha gente lo siguió, algunos conscientemente, otros simplemente participando sin cuestionar, viviendo su vida y mirando para otro lado . En poco tiempo, vieron o incluso colaboraron en la expulsión de sus vecinos, compraron sus muebles a bajo precio y presenciaron su deportación. Hubo 40.000 campos de trabajo y de concentración en Alemania, en todos los distritos. Todo el mundo podía ver lo que pasaba, si quería.

La democracia es un sistema complejo y exigente. Implica reconocer la dignidad de todos, equilibrar intereses, respetar los derechos de las minorías. No siempre funciona bien, y tolerar sus dificultades es un acto de alta civilización. Pero la extrema derecha ofrece una tentación peligrosa: un partido que decide y elimina a quien no lo acepte.

Por eso tengo miedo, y no soy la única. Las encuestas muestran que quienes no encajan en su visión del mundo están en la mira. Los crímenes de odio han aumentado, al igual que la violencia xenófoba, el antisemitismo y los ataques contra lugares conmemorativos. La violencia misógina y de género también han crecido. Vemos cómo la imposición del poder sobre el otro se normaliza y las reglas del debate civilizado se desmoronan.

Sin embargo, también tengo esperanza. Muchas personas están alarmadas y reaccionando. Lo vimos el año pasado y lo vimos el fin de semana en las manifestaciones multitudinarias.

Creo que debemos ser conscientes de hasta dónde pueden llevarnos las ideas y los lemas de los partidos de extrema derecha. Es fundamental tomarlo en serio y que cada persona se pregunte: ¿Quiero vivir en una sociedad así? Sabemos, y así lo confirman los estudios, que en los países más democráticos e igualitarios la gente es más feliz.

Fuente: https://www.lamarea.com/2025/02/10/...

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Cuestión de opinión

12 February, 2025 - 00:00

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Rammstein: "Amerika"

12 February, 2025 - 00:00
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El gobierno de EEUU y sus élites militares, financieras y tecnológicas tenían previsto utilizar la Inteligencia Artificial para afirmar el dominio global

12 February, 2025 - 00:00

Thomas Fazi

En enero de 1961, poco antes de abandonar la Casa Blanca, el presidente Eisenhower lanzó una famosa advertencia contra el “complejo militar-industrial”, al describir cómo las empresas de defensa y los funcionarios militares se confabulaban para influir indebidamente en las políticas públicas. Joe Biden, 64 años después, dedicó su propio mensaje de despedida a temas similares. Evocó una nueva oligarquía: un complejo “tecno-industrial” que absorbe el poder en Silicon Valley a expensas del pueblo estadounidense.

Biden obviamente estaba aludiendo a los estrechos vínculos entre Donald Trump y los multimillonarios de las grandes tecnológicas como Elon Musk. Sin embargo, si bien la crítica del presidente saliente suena hueca, sobre todo considerando la proximidad de su propia administración a los intereses corporativos, hay algo de verdad en sus afirmaciones. Los florecientes vínculos entre las grandes tecnológicas y el gobierno de Estados Unidos realmente están reconfigurando el futuro del país, y es probable que reciban un gran impulso bajo el gobierno de Trump.

En el inicio de su segundo mandato, los vínculos de Trump con la industria tecnológica son vívidamente claros. Musk, por ejemplo, prometió fondos sustanciales para la campaña de Trump. Fue nombrado codirector del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, un papel que le permite influir directamente en las decisiones del presupuesto federal. Para no quedarse atrás, todas las grandes empresas tecnológicas han donado millones al fondo de la investidura de Trump, y todos, desde Jeff Bezos hasta Tim Cook, disfrutaron de asientos en primera fila el lunes. Esto indica un realineamiento político importante entre las élites de Silicon Valley, tradicionalmente un semillero del progresismo liberal. A principios de este mes, por ejemplo, Zuckerberg anunció que eliminaría a los verificadores de datos de sus plataformas.

Sin embargo, no se trata de un mero oportunismo político, de elegir a un ganador y adaptarse al nuevo panorama político. Tampoco se puede entender esta comodidad simplemente por lo que Trump ha prometido a los multimillonarios: en particular, adoptar una actitud menos intervencionista en relación con las criptomonedas y la inteligencia artificial. Lo que está sucediendo aquí es parte de una historia mucho más amplia, que combina el pasado militar-industrial de Eisenhower con el presente tecnológico-industrial de Biden. Bienvenidos, entonces, al futuro tecno-militar de Estados Unidos. Con los gigantes del sector privado detrás, el estado de seguridad de Estados Unidos se volverá más letal que nunca, incluso cuando su dependencia de los contratos federales expone tanto la hipocresía de los hermanos tecnológicos como la continuidad del programa político de Trump.

No se trata de un fenómeno totalmente nuevo: los vínculos de la industria con el gobierno, arraigados en el militarismo de la Guerra Fría, eran exactamente lo que Eisenhower temía en los años sesenta. Sin embargo, lo que es diferente ahora es la forma en que las capacidades militares y de inteligencia estadounidenses se han externalizado a las grandes empresas tecnológicas. Pensemos en Amazon, un importante proveedor de servicios de computación en la nube tanto para el Departamento de Defensa como para la CIA. No menos sorprendente es que Amazon ha desarrollado activamente herramientas de inteligencia artificial para la optimización logística y el análisis del campo de batalla, integrándose aún más en las operaciones de defensa. Sus competidores también han avanzado en una dirección similar. La incursión de Google en la tecnología militar incluye el Proyecto Maven, que utiliza inteligencia artificial para analizar imágenes de drones con fines de vigilancia y selección de objetivos. A pesar de las protestas internas, que obligaron a Google a retirarse del proyecto, la empresa sigue prestando servicios críticos en la nube a agencias gubernamentales.

Por su parte, Microsoft ha conseguido numerosos contratos de defensa, incluido el desarrollo del Sistema Integrado de Aumento Visual para el Ejército de Estados Unidos. Un proyecto de 22.000 millones de dólares que mejora la conciencia situacional de las tropas mediante realidad aumentada. Aunque tradicionalmente ha tenido menos vínculos con el Pentágono, Meta ha entrado recientemente en este campo también, poniendo a disposición de los clientes militares su modelo de lenguaje de gran tamaño Llama. Este último ejemplo subraya cómo las grandes empresas tecnológicas están aprovechando herramientas de inteligencia artificial de vanguardia para fines militares, difuminando aún más las fronteras entre la innovación privada y la política exterior estadounidense.

Las grandes empresas tecnológicas no son las únicas en esta situación, sino que también ha surgido una nueva ola de empresas más pequeñas que se autodenominan Little Tech, aunque en realidad valen miles de millones de dólares y su riqueza suele estar asegurada mediante lucrativos contratos de defensa. Un ejemplo: el sistema de satélites Starlink de SpaceX se ha vuelto indispensable para las operaciones militares estadounidenses, ya que proporciona Internet seguro y confiable en zonas de conflicto, incluida Ucrania. La empresa de Musk también está desarrollando una constelación de satélites espía a medida para agencias de inteligencia, lo que fortalece aún más su papel en la seguridad nacional. Anduril, fundada por Palmer Luckey, realiza un trabajo similar. Inicialmente ganó atención por sus torres de vigilancia para detectar migrantes, pero se ha expandido para construir drones autónomos junto con misiles, robots y otras tecnologías de defensa.

Sin embargo, ninguna empresa representa mejor el tecnomilitarismo que Palantir. Fundada por Peter Thiel, que recibió financiación inicial de la división de capital de riesgo de la CIA, ha desarrollado su empresa en estrecha colaboración con varias agencias de inteligencia estadounidenses. Un producto de Palantir, Gotham, integra datos de vigilancia y reconocimiento para proporcionar información para la lucha contra el terrorismo y la inteligencia en el campo de batalla. Otro programa, Foundry, ofrece gestión de la cadena de suministro y la logística. Estos sistemas están demostrando ser útiles sobre el terreno: han ayudado a Ucrania a luchar contra Rusia y a Israel a atacar a los combatientes de Hamás en Gaza.

No menos importante es el hecho de que esta nueva generación de tecnomilitaristas también está dando forma al discurso público. Sus líderes, en particular Thiel y Luckey, son conocidos por abrazar sin complejos una ideología neoimperialista agresiva que glorifica la guerra y la violencia como expresiones fundamentales del deber patriótico. “Las sociedades siempre han necesitado una clase guerrera que se entusiasme y se entusiasme con ejercer violencia sobre otros en pos de buenos objetivos”, explicó Luckey en una charla reciente. “Necesitamos gente como yo, que esté enferma de esa manera y que no pierda el sueño fabricando herramientas de violencia para preservar la libertad”. Alex Karp, el director ejecutivo de Palantir, ha hecho afirmaciones similares, argumentando que para restaurar la legitimidad y fortalecer la seguridad nacional, Estados Unidos debería hacer que sus enemigos “se despierten asustados y se vayan a dormir asustados”, algo que podría lograrse mediante el castigo colectivo.

Lo que une a estos autodenominados guerreros tecnológicos es su creencia de que Estados Unidos debe usar la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, para afirmar el dominio global de su país, un desarrollo del que, por cierto, se beneficiarán enormemente. El objetivo obvio aquí es China, a la que Thiel y el resto ven como una amenaza existencial a la hegemonía estadounidense. Fundamentalmente, argumentan que los gigantes tradicionales de la defensa, así como los monopolistas de las grandes tecnologías, no son aptos para esa tarea, sobre todo debido a sus engorrosas estructuras corporativas.

El año pasado, Palantir incluso publicó un manifiesto en el que atacaba las prácticas de contratación establecidas del Pentágono. Entre otras cosas, decía que el Departamento de Defensa debe fomentar la competencia y acelerar el desarrollo, naturalmente abriéndose más a las pequeñas empresas tecnológicas. Esto representa nada menos que una declaración de guerra contra los contratistas tradicionales, especialmente si recordamos que Palantir y Anduril están, según se informa, en conversaciones con una docena de competidores, entre ellos SpaceX y el fabricante de ChatGPT, OpenAI, para presentar ofertas conjuntas por contratos del colosal presupuesto de defensa de Estados Unidos, de 850.000 millones de dólares.

En cualquier caso, esta actividad subraya la falsedad de la ideología libertaria y antiestatista que defienden los hermanos tecnológicos como Thiel. Por mucho que afirmen oponerse al gran gobierno, la verdad es que el complejo tecnomilitar depende totalmente del Estado: para canibalizar los mercados extranjeros, canalizar la financiación de las agencias de seguridad y, por supuesto, para librar guerras. Como gurú ideológico de Little Tech, Thiel ha cultivado amplios vínculos con Magaworld, donando 15 millones de dólares a la campaña al Senado de 2022 de JD Vance, quien, por su parte, invirtió en Anduril.

Quienquiera que gane la inminente guerra civil entre las grandes tecnológicas y sus parientes más agresivos, está claro que el complejo tecnomilitar moldeará no sólo a la nueva administración, sino también a la sociedad estadounidense, exacerbando la creciente interdependencia entre el poder estatal y los intereses corporativos. Pero quizá lo más sorprendente de todo sea lo que dice el complejo tecnomilitar sobre la plataforma política de Trump. El nuevo presidente se ha presentado como un antiintervencionista y un candidato de la paz, pero su administración está estrechamente alineada con empresas que dependen de la perpetuación del militarismo estadounidense. La fijación de los tecnoguerreros con China ejemplifica esta dinámica, ya que la tensión con la República Popular ofrece amplias oportunidades para las empresas de defensa de alta tecnología. Mientras las corporaciones que prosperan con la guerra sigan ejerciendo influencia sobre la política exterior estadounidense, es poco probable que el país pueda alguna vez deshacerse de sus tendencias ávidas de guerra.

El creciente poder del complejo tecnomilitar también tiene implicaciones internas. Las tecnologías de vigilancia desarrolladas por empresas como Palantir pueden, obviamente, implementarse tanto en el país como en el extranjero, como ya se ha hecho. Después de todo, en 2009 JPMorgan utilizó un programa de Palantir llamado Metropolis para monitorear los datos de los empleados, incluidos los correos electrónicos y las ubicaciones GPS, para detectar señales de descontento. Una vez más, figuras como Thiel repiten el libertarismo mientras se benefician de tecnologías de vigilancia autoritarias, una contradicción que está destinada a perseguir a la nueva administración. Es pronto, pero no hace falta ser un Eisenhower para adivinar cómo se desenvolverán estas tensiones.

Fuente: https://unherd.com/2025/01/welcome-...

Traducido del inglés con traductor automático y revisado por Tortuga.

Categorías: Tortuga Antimilitar

Solo el 3% de los israelíes judíos cree que el plan de limpieza étnica de Trump para Gaza es inmoral

11 February, 2025 - 00:02

Por Caitlin A. Johnstone
Fuentes: Blog Personal Rafael Poch de Feliu https://rafaelpoch.com/

Una encuesta del Jewish People Policy Institute ha revelado que «más de ocho de cada diez israelíes judíos apoyan el plan» propuesto por el presidente Donald Trump de limpiar étnicamente la Franja de Gaza de palestinos reasentándolos en Egipto y Jordania.

La encuesta también encontró que entre la minoría de israelíes que no apoyaban el plan de Trump, sólo el 13% se oponía porque lo consideraba inmoral. Entre los israelíes judíos específicamente, el número que se opone a la limpieza étnica de Gaza por razones morales es de solo el tres por ciento.

Un tres por ciento. Si eso no es un signo de una sociedad moralmente enferma, no sé qué lo sería.

Para que quede claro, estamos hablando de expulsar permanentemente a una población indígena de su tierra natal a escala masiva para que su territorio pueda ser reclamado por colonos. Este es el tipo de crimen que incluso una conciencia medianamente formada reconocería inmediatamente como profundamente inmoral, pero entre los judíos israelíes, esa cifra es sólo del tres por ciento.

La degeneración moral que hace posible tal falta de empatía humana básica a gran escala es la consecuencia natural de todo lo que el Estado de Israel es y siempre ha sido. A los judíos israelíes se les adoctrina desde que nacen para que consideren a los palestinos menos que humanos, porque de lo contrario el Israel moderno no tendría sentido. No tiene sentido que un Estado de apartheid en el que un grupo recibe un trato preferente sobre los demás se haya colocado encima de una civilización preexistente a la que se robó violentamente la tierra, los derechos y la dignidad, si se considera que todas las partes implicadas son iguales. Así que se les enseña a no verlas como iguales.

Sin embargo, este envenenamiento sistemático de la conciencia tiene repercusiones en todo tipo de ámbitos. Una encuesta de 2011 publicada por Haaretz reveló que el 61% de los hombres israelíes no considera violación el sexo forzado con un conocido, y que sólo el 7% cree que la violación marital es algo real. Las violaciones abundan en el ejército israelí y casi nunca se castigan; en 2022, The Jerusalem Post informó de que las FDI recibieron 1.542 denuncias de agresiones sexuales en el año 2020 y que, de ellas, sólo se presentaron 31 acusaciones.

Basta con escuchar a los israelíes hablar de valores exclusivos de su cultura como el «shitat hamatzliah» (pasar por encima de la gente y hacer lo que te dé la gana para ver si te sales con la tuya) o el pecado de ser un «freier» (alguien que se atiene a las normas y pierde la oportunidad de engañar a los demás) para comprender que ésta es una nación de sociópatas.

Y tiene que serlo. Si los israelíes fueran un pueblo profundamente moral con conciencias bien formadas, no existiría Israel, porque los abusos necesarios para mantener su existencia como Estado nunca contarían con el apoyo democrático de su pueblo. Israel no puede existir sin violencia, tiranía e injusticia incesantes, por lo que es vital para los intereses del Estado que los israelíes sean el tipo de personas que apoyarían estas cosas.

Y en caso de que alguien esté confundido, esta inmoralidad no se refiere en realidad a los judíos o al judaísmo. Cualquier grupo al que se adoctrine de forma generalizada en la creencia de que un grupo vecino debe ser tratado de forma abusiva se convertirá en personas crueles e ignorantes; cualquier persona con conciencia que haya interactuado alguna vez con sudafricanos blancos a partir de cierta edad probablemente haya probado esto. No tiene nada que ver con la religión o la etnia de nadie, es simplemente cómo se mantienen los abusos del apartheid.

Esta es la entidad depravada a la que se le dice a todo el mundo occidental que debe apoyar incondicionalmente. Un Estado de apartheid que convierte a su propia gente en monstruos para que participen en actos monstruosos.

Fuente: https://rafaelpoch.com/2025/02/07/s...

Tomado de: https://rebelion.org/solo-el-3-de-l...

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La policía israelí allana varias librerías árabes en Jerusalen, secuestra a sus propietarios y roba todos los libros que encuentra con la bandera palestina, o el nombre de Palestina o Gaza en la portada

11 February, 2025 - 00:01

La policía israelí irrumpe en una reputada librería palestina de Jerusalén Este y detiene a sus dueños

elDiario.es

Agentes de la Policía de Jerusalén irrumpieron este domingo en una conocida librería en la parte árabe de la ciudad, Educational Bookshop, confiscaron numerosos libros y arrestaron a sus dueños, Mahmud Muna y Ahmad Muna. Un reportero del periódico israelí Haaretz ha informado desde anoche de lo sucedido a través de la red social X, donde han sido publicadas numerosas condenas internacionales porque esa librería es una referencia para la cultura árabe y palestina.

Según el reportero Nir Hasson, los policías entraron e inspeccionaron dos de las tres librerías de Educational Bookshop, y se llevaron aquellos libros en cuya portada aparecía la bandera palestina, el mapa de Palestina o la palabra Palestina, así como Gaza. El hermano de Mahmud Muna, Murad, ha relatado a Haaretz que los agentes emplearon Google Translate para entender el contenido de los libros y que “cualquier cosa que no les gustó, se la llevaron”.

Hasson ha informado este lunes de que la Policía ha pedido la detención de los libreros durante ocho días, después de haberlos mantenido en custodia policial toda la noche, por la “sospecha de perturbar el orden público”. Tras comparecer ante el juez, el periodo de detención ha sido extendido un día en lugar de los ocho solicitados.

La Policía israelí ha señalado en un comunicado que anoche “realizó búsquedas en dos librerías sospechosas de vender libros con contenido incitante” y que fueron detenidos “los sospechosos que supuestamente vendieron los libros”. “Como parte de la investigación, los detectives encontraron numerosos libros que contenían material incitante con temas nacionalistas palestinos, incluido un libro para colorear para niños titulado Desde el río hasta el mar”, ha detallado en el comunicado, junto al cual ha sido publicado una foto del libro en cuestión.

La Policía ha afirmado que “continuará sus esfuerzos para frustrar la incitación y el apoyo al terrorismo, así como para detener a aquellos involucrados en delitos que amenazan la seguridad de los ciudadanos de Israel”.

Educational Bookshop tiene dos tiendas situadas en la calle Salah el Din, una de las arterias comerciales y más concurridas de Jerusalén Este. También tiene otro establecimiento en la Colonia Americana y vende libros tanto en árabe como en inglés. Es una parada obligatoria para quienes desean profundizar en el conflicto árabe-israelí o leer literatura árabe y palestina.

Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, ha denunciado en X la redada contra la Educational Bookshop, que ha calificado de “faro intelectual” y “una joya de gestión familiar que resiste el borrado [cultural] palestino bajo el apartheid”.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacion...

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