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Actualizado: hace 7 min 13 seg

Pequeñas lunas durmientes

4 April, 2024 - 00:00

Categorías: Tortuga Antimilitar

Un menor en la cárcel

4 April, 2024 - 00:00

CANARIAS7 (LUISA DEL ROSARIO). FOTOGRAFÍA: C7- Es lógico enorgullecerse del carácter «garantista» del ordenamiento jurídico español, un sistema en el que los derechos fundamentales se anteponen a cualquier otra consideración. Ahora bien. ¿Es siempre garantista? Parece que nuestra justicia lo es más con unas personas que con otras, con una tendencia a tener cierta sensibilidad con quien tiene una mejor posición social o económica y ante quien es más blanco que negro.

Viene esto a cuenta del chico que ha estado encarcelado en Gran Canaria como presunto patrón de una patera, enfrentándose a penas de hasta ocho años de cárcel, y que es menor de edad.

Dice el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que ninguno de los dos jóvenes sobre los que se sospechó su minoría de edad alegó ante el juez que los envió a prisión en diciembre que lo eran. Pero la cuestión es si alguien se lo preguntó, porque en eso consiste el ejercicio de un derecho que se supone garantista.

Al parecer, aunque aporten su partida de nacimiento, lo cual hicieron, al ser senegalesa no tiene validez en España, porque no han pasado por el proceso de verificación internacional de documentos. Siendo así, no se puede comprobar si su nombre es real o ficticio, si su origen es verdadero o inventado, o si su edad es una u otra. Pues bien, si no se tiene certeza sobre a quien se está procesando, lo lógico es aplicar las medidas que más benefician al reo, porque es ahí donde reside el garantismo.

Casi siempre, y esto es otro precepto de la justicia, es preferible que alguien que sea culpable esté en la calle a que una persona inocente este en la cárcel. Esto funciona bien con políticos y empresarios, como en el caso del exministro Eduardo Zaplana, que lleva décadas en Benidorm agonizando de cáncer y por eso está en libertad. Pero es que Zaplana, aunque bien bronceado por el sol del Mediterráneo, tiene la «suerte» de no ser completamente negro, lo que le permite acceder a todas las garantías.

Fuente: https://derechopenitenciario.com/no...

Categorías: Tortuga Antimilitar

El estado destina 1.255 euros por habitante a gasto militar y de control social

3 April, 2024 - 00:01

Desde hoy se puede presentar la declaración de la renta y, por lo tanto, comienza la campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar. Desde Tortuga te animamos a que participes en ella y así puedas intentar desviar parte de tus impuestos desde partidas militares a la financiación de organizaciones y proyectos que apuestan por un mundo mejor.

Basándonos en el recientemente publicado informe de Gasto Militar de 2024 de Juan Carlos Rois y el Grup Antimilitarista Tortuga, te ofrecemos una tabla con una estimación del gasto militar en 2023 (ejercicio fiscal correspondiente a la declaración de la renta).
Como siempre, y dada la opacidad que caracteriza a la administración, no somos capaces de dar un resultado exacto, pero podemos afirmar que el año pasado el estado español gastó, al menos, 60.376,76 millones de euros en cuestiones militares y de control social. O lo que es lo mismo: 1.255,62 por persona. ¡Más de un mes de salario mínimo!

Como ya hemos dicho, estos datos son una simple aproximación, pues hemos de buscar gastos repartidos en numerosas partidas. Además, la administración derrocha mucho más de lo presupuestado y solo disponemos de información sobre el presupuesto realmente ejecutado hasta noviembre. Y solo parcialmente disgregada.

En cualquier caso, el despilfarro en asuntos militares y de control social supera en casi 50.000 millones a lo presupuestado en Defensa.

Aquí tienes la tabla con nuestra estimación del gasto militar ejecutado en 2023:

Aquí tienes el informe (mucho más detallado) sobre gasto militar en 2023 y 2024 que ha servido de base para la anterior tabla:

Y si quieres saber más sobre la Objeción Fiscal al Gasto Militar, échale un ojo a este enlace (aún con información de la campaña pasada):

Campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar

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¿Cómo hago la Objeción Fiscal al Gasto Militar con Renta WEB?

3 April, 2024 - 00:00

Hola.

Si has tenido algún problema técnico en tu intento de hacer Objeción Fiscal al Gasto Militar, quizá esta guía pueda servirte de ayuda. Al menos eso pretendemos.

De todas formas, si la declaración te la hacen en una asesoría, solo tienes que pedir que incluyan la cantidad que quieras objetar en la casilla 606 del apartado «Retenciones y demás pagos a cuenta».

Insiste si es necesario, pues en las gestorías suelen desconocer la existencia de la objeción fiscal y pueden mostrar cierta resistencia a hacerla.

Si, en cambio, te haces tú la declaración, las instrucciones que damos a continuación pueden serte útiles.

1. ¿Cómo me identifico?

Para empezar, debemos identificarnos para poder hacer la declaración. Para ello debemos obtener una referencia. Podemos hacerlo mediante Clave Móvil, certificado o DNI electrónico, o mediante el número de DNI/NIE y la casilla 505 de la renta del año pasado. Puedes hacerlo en este enlace:

https://sede.agenciatributaria.gob.es/static_files/common/html/selector_acceso/SelectorAccesos.html?ref=%2Fwlpl%2FDABJ-REN0%2FObtenerReferenciaServlet&aut=CPD

Si has podido identificarte, abandona el punto 1 de la guía (¿Cómo me identifico?) y pasa directamente al punto 2: ¿Cómo accedo a Renta WEB?

Si no tienes o no sabes emplear ninguno de estos medios de identificación, te dejamos un enlace para que obtengas tu número de referencia mediante tu DNI y la casilla 505 del año pasado:

https://www2.agenciatributaria.gob.es/wlpl/BUCV-JDIT/AutenticaDniNieContrasteh?ref=%2Fwlpl%2FDABJ-REN0%2FObtenerReferenciaServlet

Ahora hemos de escribir (con letra) nuestro DNI en la casilla «Introduzca su DNI/NIE».

Nos pedirán, a continuación, su fecha de caducidad. La aportamos. Pulsamos el botón azul «Continuar».

Pero aún hay que andar más para llegar al numerito.

Podrás conseguirlo aportando el dato que aparezca en la casilla 505 de tu declaración de la renta del año pasado y pulsando el botón azul «Obtener referencia».

Ahora nos pedirán el contenido de la casilla 505 de la renta del año pasado. Si no hicimos declaración el año pasado deberíamos poder introducir los últimos cinco dígitos de nuestra cuenta.

Rellenamos los datos y pulsamos sobre el botón «Obtener referencia».

De inmediato aparecerá una nueva pantalla en la que se nos notifica nuestro código de referencia. Debemos anotarlo y conservarlo. Una vez anotado, hacemos clic sobre el botón «Cerrar».

2. ¿Cómo accedo a Renta WEB?

Entramos al siguiente enlace:

https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/Renta.html

Miramos el apartado «Gestiones destacadas». Pulsamos sobre la opción «Servicio tramitación borrador / declaración (Renta WEB)».

Se abrirá una página. Rellenamos los datos que nos pide. Primero, el DNI (no olvidemos escribir la letra). Cuando lo hagamos nos pedirá su fecha de caducidad. La ponemos. Presionamos sobre el botón azul «Continuar».

Se abrirá un pequeño menú que nos pregunta cómo queremos identificarnos. Elegimos la opción que prefiramos. Continuamos con el supuesto de que queremos hacerlo con el número de referencia. Apretamos el botón azul «Número de referencia».

En la nueva página, escribimos nuestro DNI con letra y la referencia que hemos anotado hace un momento. Pulsamos sobre el botón «Acceder».

Ahora aparecerán nuestros datos. Comprobamos que sean correctos y bajamos con el cursor hasta la parte inferior de la página. Ahí pulsamos el botón «Ratificar».
Si nos lo pide de nuevo, pulsamos el botón «Continuar».

En la siguiente pantalla nos ofrecen varios servicios. Escogemos la primera opción: «Borrador / Declaración (Renta WEB)».

3. ¿Cómo hago la Objeción Fiscal al Gasto Militar?

Ahora ya pasamos a hacer la declaración de la renta y su correspondiente objeción fiscal.

Puede que aparezca una pantalla con nuestros datos personales. Si es así y no hay nada que modificar, pulsamos sobre el botón «Aceptar».

También podemos elegir en ella la lengua en la que queremos que se nos presente el formulario.

Puede aparecer en pantalla un mensaje en el que la Agencia Tributaria nos pide permiso para enviarnos información al correo y al móvil sobre asuntos «sin trascendencia tributaria». Recomendamos pulsar «No».

A continuación, puede ser que nos informe de que no estamos obligados a declarar, si es este el caso.

Nos aparecerá un resumen de nuestra declaración. Podemos comprobar si está bien o no, aunque no será definitivo. A continuación, pulsamos sobre el botón que aparece en la parte superior izquierda de la pantalla: «Apartados declaración».

La cuestión es que, a partir de este momento nos encontramos ante una declaración completada por Hacienda con los datos que ha considerado. En muchas ocasiones estará todo correcto y solo hará falta añadir nuestra objeción fiscal; en otras, faltarán datos (intereses de cuentas bancarias, cuotas sindicales...).

Te recordamos que no estás ante una guía para hacer la declaración de la renta, sino ante instrucciones sobre cómo llevar a cabo la Objeción Fiscal al Gasto Militar.

Si tienes que modificar o añadir algo, hazlo y después objeta; si no, como es evidente, objeta directamente.

Bien, supongamos que ya no tenemos nada que modificar más allá de la objeción.

En el menú que tenemos ante nuestros ojos elegimos la opción «Retenciones y demás pagos a cuenta». Es una de las últimas.

Si nos cuesta encontrarla, usamos la opción «Edita» de nuestro navegador de internet.

Luego elegimos «buscar» y en la pantallita que nos aparezca escribimos «Retenciones y demás pagos a cuenta». Así, mediante el navegador, podemos llegar al apartado del menú deseado.

Pulsamos sobre la ya mencionada opción: «Retenciones y demás pagos a cuenta».

Ahora aparecerá una pantalla con las casillas que van de la 596 a la 609.

Elegimos la 606. No podemos escribir sobre la propia casilla: debemos hacerlo sobre el lápiz que tiene dibujado a su derecha.

Ahora nos aparecerá una pequeña pantalla. En la opción «Retenciones a cuentas efectuadas» escribimos la cantidad de dinero que queramos objetar. Proponemos que sea un euro. Apretamos «Aceptar».

Una vez que incorporemos la cantidad en la casilla que hemos elegido, el propio Renta WEB nos hará todos los cálculos pertinentes.

La objeción ya está hecha.

Subimos la pantalla con el ratón. Pulsamos en la parte superior sobre el botón «Resumen de declaraciones».

Lógicamente, vuelve a aparecernos el resumen de nuestra declaración. Comprobamos que esté todo correcto.

Ahora veremos el botón «Presentar declaración», justo arriba de nuestros datos. Lo clicamos.

Aparece una nueva pantalla. Ahora elegiremos entre «Declaración conjunta» o «Declaración individual».

Optamos por la que corresponda en nuestro caso.

Más adelante nos propone escoger entre distintas opciones para el ingreso o la devolución del dinero.

Elegimos las opciones que nos convenzan y el número de cuenta, normalmente en «Solicitud de devolución en cuenta abierta en España».

Pulsamos en el botón de la parte inferior de la pantalla «Aceptar».

Puede que nos salga un aviso en cuyo texto, entre otras cosas, aparezca lo siguiente: «Se va a proceder a firmar y enviar la declaración, pero tiene avisos que igual debe revisar».

Apretamos en el botón «Cancelar».

Sugirá una nueva pantalla con mensajes acompañados de señales rojas (con una x) o amarillas (con un signo de exclamación).

Mientras tengamos errores (señales rojas) no podemos enviar la declaración. En ese caso, pulsamos sobre ellas y apretamos el botón «Ir al error».

Puede que solo tengamos avisos (señales amarillas) y no errores (señales rojas). En ese caso pulsamos «Ir al aviso» en los casos que consideremos conveniente.

Recordamos que los avisos no nos impiden presentar la declaración.

Una vez corregidos los errores y atendidos los avisos que consideremos, hacemos clic sobre el botón «Presentar declaración» de la parte superior de la pantalla.

Nueva pantalla: «Confirmación presentación del modelo 100. Para finalizar el proceso marque “Conforme” y pulse en “Firmar y enviar”». Seleccionamos «Conforme» y pulsamos «Firmar y enviar».

Nuestra declaración ya ha sido presentada.

Ahora deberemos guardar el archivo pdf que la contiene y, si lo consideramos necesario, imprimirla.

El archivo lo guardamos pulsando sobre el icono que aparece sobre el documento y que consiste en un folio con una flecha que apunta hacia abajo.

4. ¿Cómo reivindico mi objeción?

Es importantísimo que enviemos una carta explicando al ministerio de Hacienda nuestros motivos para hacer objeción (ver Anexo 1). Será nuestra única manera de informar a la administración.

Además, la cantidad de dinero que pedimos al estado por la objeción fiscal, la hemos ingresado previamente en un proyecto u organización que trabaje por un mundo mejor: primero le damos el dinero al proyecto, luego se lo exigimos al estado mediante la objeción.

Pedimos al banco el documento que acredite que hemos realizado el mencionado ingreso, que, recordamos, proponemos que sea de un euro.

Bien, a partir de aquí podemos hacer dos cosas: acudir a un registro físico o a un registro telemático.

Si acudimos a un registro físico conseguiremos una segunda copia de la carta y otra del documento bancario.

En el registro pedimos que nos sellen los cuatro papeles. Nos quedamos con una copia sellada de la carta y otra del documento bancario; las otras dos copias pedimos que las envíen al ministerio de Hacienda (c/ Alcalá, 9. 28071 – Madrid). Actualmente la ministra de Hacienda es María Jesús Montero.

Si lo hacemos por vía telemática (si tenemos algún tipo de identificación electrónica como, por ejemplo, clave), pinchamos en el siguiente enlace:

https://reg.redsara.es/

En él elegimos la opción «Nuevo Registro», utilizamos clave o la identificación que nos pida y aportamos el texto y, si es posible, el documento bancario.

Por último, comunicamos a la dirección abajo indicada que hemos hecho objeción fiscal, así como la cantidad y el proyecto a la que va destinada. ¡Es fundamental que nuestra desobediencia sea pública!

Para ello, infórmanos en: contacto@objecionfiscal.info

Si la haces en la provincia de Alicante, comunícalo en la dirección de correo tortuga@nodo50.org

5. Resolución de dudas y problemas.

¿Cómo obtengo mi referencia catastral?

Podemos conseguir la referencia catastral en el recibo de la contribución, en la declaración del año anterior o en el catastro como nos sugiere el menú.

Este es el enlace en el que la podrás encontrar: https://www1.sedecatastro.gob.es/Cartografia/mapa.aspx?buscar=S

Puedes buscarla escribiendo tu dirección. De todas formas, te recomendamos que, una vez hayas identificado el edificio, tu escalera, planta o puerta las busques en la opción «Cartografía».

También podemos contactar con el catastro por teléfono. Su número es: 913 874 550.

¿Puede alguien ayudarme cuando no sepa cómo hacer la Objeción Fiscal al Gasto Militar?

Sí, puedes contactar con el Grup Antimilitarista Tortuga.

tortuga@nodo50.org

644 469 314

ANEXO 1

Carta al Ministerio de Hacienda

c/ Alcalá, 9. 28071 - Madrid

Sra. ministra: Soy consciente de que con el pago de mis impuestos contribuyo a financiar un sistema sumamente inicuo.

Por un lado, el estado me obliga, en contra de mi voluntad, a colaborar económicamente con él; por otro, es él quien directamente decide hacia dónde destinar unos recursos que, en la mayoría de los casos, no tienen otra finalidad que perpetuar la injusticia.

Por ello, decido aprovechar la declaración de la renta para presentar mi objeción de conciencia fiscal. Podría oponerme a gran parte o a la totalidad del gasto del estado español, pero concretaré más y declararé mi OBJECIÓN FISCAL AL GASTO MILITAR, pues es este gasto en concreto el más perjudicial de todos para el ser humano.

De acuerdo con ello, he ingresado .............euros en la cuenta de ........................ ............................................................., entidad o colectivo que interviene socialmente en un campo necesario para el verdadero progreso de la humanidad, lo que es la base para una verdadera defensa de una sociedad en Paz.

Como ya expuse más arriba, esta parte de mi impuesto que no trato de defraudar sino que desvío a un fin socialmente útil, corresponde al gasto militar español, por lo que les ruego procedan a descontar dicha cantidad de cualquier asignación presupuestaria relacionada con fines militares.

Finalmente le invito a realizar la Objeción Fiscal al Gasto Militar, porque desobedecer las normas injustas es políticamente necesario, democráticamente saludable, éticamente exigible y además, como puede comprobar, está al alcance de cualquiera de nosotros/as. Porque las Guerras son un crimen contra la Humanidad, no en nuestro nombre, ni con mis recursos.

Atentamente, queda a su disposición,

Firmado:

En ............................., a .......de ................. de 2024

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Somos los nuevos 'proxies'

3 April, 2024 - 00:00

Enrico Tomaselli

Al contrario de lo que afirmaban sus defensores, la guerra por poderes de la OTAN contra Rusia en Ucrania no salió como estaba previsto. La intención de Washington, largamente preparada, era desgastar y aislar a Moscú, desencadenando un conflicto –sobre cuyo resultado militar final el Pentágono apenas podía hacerse ilusiones– que obligara a las fuerzas armadas rusas participar en una guerra de desgaste, que a su vez debería haber proporcionado el pretexto para el estrangulamiento económico y el aislamiento internacional.

Nada de esto ocurrió. El resultado fue una situación estratégica cuando menos embarazosa, ya que Washington se encontró ante la perspectiva concreta de una derrota en suelo ucraniano –derrota militar y política– que va a comprometer seriamente la capacidad de disuasión de los ejércitos occidentales, alentando a aquellos países que pretenden escapar de la asfixiante esfera de dominación de las barras y estrellas.

Mientras EEUU se encontraba ante la amenaza de una debacle en el frente de Europa Oriental, la repentina apertura de un segundo frente en Oriente Medio complicó aún más las cosas. De hecho, la repentina escalada del conflicto palestino-israelí ha creado nuevos problemas para las estrategias de control global de EEUU. En primer lugar, arruinó la intensa y larga labor diplomática para estabilizar las relaciones entre Israel y los países árabes, haciendo fracasar la ratificación saudí de los Acuerdos de Abraham. Un revés que, además, llega tras los éxitos de la acción rusa y china en esta zona estratégica; la intervención de la primera (y de Irán) hizo saltar por los aires el proyecto de subvertir Siria utilizando al ISIS, mientras que la segunda trajo la paz entre Ryad y Teherán (con la consecuencia del fin de las hostilidades en Yemen, y el regreso de Damasco a la Liga Árabe).

Además, y no secundariamente, obligó a EEUU a precipitarse en ayuda de su aliado estratégico Israel, apoyando su esfuerzo bélico, en un momento en que el apoyo a Kiev ya había consumido la capacidad de los arsenales occidentales. Además, el actual régimen extremista de Tel Aviv se muestra muy reacio a seguir los deseos de Washington y sigue avergonzando a EEUU con sus indefendibles tácticas genocidas.

En este contexto, por tanto, era necesario desarrollar una nueva línea de conducta que les permitiera salir indemnes de las turbulencias inesperadas y de los errores estratégicos cometidos. Además, teniendo en cuenta el escenario Indo-Pacífico, donde Washington cree que debe operar para contener lo que considera la mayor amenaza para su hegemonía global, es decir, China.

La cuestión central es, como repiten obsesivamente los dirigentes occidentales, impedir la victoria de Rusia. Pero dado que, como todo el mundo sabe bien y como estos dos años de guerra en Ucrania han demostrado claramente, derrotar a Rusia es imposible, sólo queda una solución disponible: prolongar el conflicto todo lo posible. Sin embargo, las fuerzas armadas ucranianas están agotadas, todo el aparato del Estado –sacudido por la guerra y consumido por la corrupción– está al límite; todo el mecanismo de guerra por delegación establecido por la OTAN corre el riesgo de derrumbarse en cualquier momento. Por lo tanto, se hace necesario darse prisa y equiparse (material y psicológicamente) para que el proxy ucraniano pueda ser sustituido por otro, capaz de ocupar su lugar y mantener ocupado a Moscú durante los próximos años.

Y si hasta no hace mucho ese sustituto podía imaginarse que sería Polonia, tal vez con el apoyo de los países bálticos, ahora está demasiado claro que su lugar estará formado por todos los ejércitos europeos. Somos los nuevos proxies.

En el contexto de las respuestas que EEUU intenta dar a la crisis mundial, que ellos mismos han militarizado, se trata de una estrategia conveniente. De hecho, por un lado les permite reducir el apoyo económico y militar a Kiev (manteniendo un estricto control sobre las operaciones y la inteligencia) y se distancian de una posible derrota y por otro profundizar la brecha entre Rusia y Europa, haciéndola irreparable para las próximas décadas.

Uno de los aspectos poco tenidos en cuenta de la nueva estrategia imperial estadounidense, especialmente en el viejo continente, es el cambio de paradigma en la relación histórica entre las dos orillas del Atlántico. Si hasta ahora ésta se ha caracterizado por ser colonial, sí, pero sobre todo cooperativa, aunque de forma accesoria, con el cambio del marco geoestratégico global el papel de Europa se ha visto rápidamente degradado al de una marca fronteriza, encargada de la tarea de mantener a los bárbaros alejados del corazón del imperio.

A este respecto, merece examinarse lo que podríamos llamar el factor Trump. En la narrativa centrada en la OTAN, el magnate es representado como alguien que pretende abandonar a los aliados europeos, incluso disolver la OTAN. Obviamente, esta narrativa es en gran medida el resultado de la actual administración estadounidense, que tiene todo el interés (electoral pero no sólo) en retratar negativamente al oponente de Biden.

Teniendo en cuenta que, en cualquier caso, el presidente de EEUU no es un soberano absoluto y que debe tratar no sólo con el Congreso sino también con una serie de poderes diversamente distribuidos, dentro del aparato federal y fuera de él, hay que considerar que aunque ser sustancialmente heterogéneo al aparato del GOP ('Grand Old Party', republicanos) da a Trump una cierta autonomía, por otra parte lo hace en parte más débil de lo que parece. En cualquier caso, sin embargo, él representa una corriente interna del dominus global, y de un modo u otro responde a esos intereses superiores.

En términos de metaestrategia geopolítica, los intereses estadounidenses son unívocos y sólo cambian las formas en que se expresan. En este sentido, no hay diferencia sustancial entre el plan del bloque neocon-demócrata, que pretende claramente externalizar la contención y el desgaste de Rusia a los proxies europeos y el que se refiere a Trump, que más brutalmente quiere volcarlo sobre nosotros.

En ambos casos, esto responde a la necesidad estratégica de EEUU de ahorrar recursos (económicos, militares y humanos) para afrontar retos considerados más importantes. Retos para los que EEUU requiere una profunda revisión organizativa, estratégica y doctrinal de sus fuerzas armadas. Algo que –como explica la Secretaria del Ejército, Christine Wormuth– significa esencialmente que «nos estamos alejando de la lucha antiterrorista y la contrainsurgencia. Queremos estar preparados para operaciones de combate a gran escala». Y esto requiere tiempo e inversión.

Los problemas cruciales que EEUU debe afrontar, en esta perspectiva, son: el fortalecimiento del aparato industrial, haciéndolo capaz de afrontar el estrés de un conflicto con alto consumo de recursos; la modernización de las fuerzas armadas, especialmente la marina y la fuerza aérea, y el poder nuclear estratégico; el reclutamiento de personal en cantidad y calidad suficientes para la intervención que se vislumbra en el horizonte (China).

A nivel industrial, la situación estadounidense (y europea) es cualquier cosa menos halagüeña. En primer lugar, la industria militar estadounidense (toda privada) se centra actualmente en la producción de sistemas de armas tecnológicamente avanzados (aunque no muy eficaces) y de alto valor añadido que garantizan elevados beneficios a un ritmo de producción relativamente bajo. Mientras que el nuevo modelo de conflicto que se avecina requiere una producción masiva, menos costosa y más rápida y sobre todo sistemas de armas menos sofisticados pero más robustos. La experiencia de la guerra de Ucrania ha demostrado cómo muchos sistemas occidentales causan una gran impresión en las páginas brillantes de las revistas comerciales o en los desfiles de moda, pero suelen tener una vida corta en el campo de batalla.

Además, mientras que el sistema industrial occidental sufre estos problemas (que requieren una reconversión ni fácil ni rápida), al ruso-chino le va bien. Como escribe Ben Aris en Intellinews[1], «China es ahora ‘la única superpotencia manufacturera del mundo' y la capacidad de producción de Rusia es mayor que la de Alemania, según recientes estudios sobre los cambios en la composición manufacturera mundial. (…) tras analizar su poder manufacturero, la imagen que emerge es que China es el productor más potente del mundo y Rusia el más productivo de Europa. Ganar una guerra no es cuestión de cuánto dinero tienes; es cuestión de cuántas bombas y aviones puedes fabricar y con qué rapidez».

Librar una guerra en el teatro de operaciones europeo (como hemos visto) significa producir drones, tanques, vehículos blindados y munición en cantidades gigantescas. Una posible guerra en torno a Taiwán significa una gran flota de barcos potentes y modernos navegando constantemente. Y hoy China ya tiene más barcos que la US Navy (aunque esta última sigue predominando en términos de tonelaje), casi todos ellos más modernos que los estadounidenses. Y la industria naval china produce buques de guerra a un ritmo 3 o 4 veces superior al de EEUU.

Por último, las fuerzas armadas estadounidenses tienen grandes problemas de reclutamiento, no sólo por el descenso de la motivación, sino porque el nivel psicofísico de los jóvenes estadounidenses está bajando considerablemente y ni siquiera la consiguiente rebaja de las exigencias ha sido suficiente. Recientemente, el ejército norteamericano ha iniciado un programa de redistribución funcional de su personal, en la lógica ya mencionada de pasar de un modelo orientado a conflictos asimétricos a otro para conflictos simétricos. Pero, como está demostrando la experiencia de la guerra de Ucrania, aunque la cantidad y calidad de los sistemas de armas son importantes, en cualquier caso las tropas son fundamentales. De ahí la necesidad de desplegar fuerzas subsidiarias, reclutando para ello a los ejércitos coloniales.

En una fase económica no especialmente floreciente y expansiva, y con perspectivas cada vez más complicadas, EEUU también corre el riesgo de encontrarse en una situación similar a la de la URSS en vísperas del colapso: un gasto militar gigantesco[2], que de alguna manera debe reducirse, racionalizarse, repartirse entre múltiples economías (véase la presión sobre los europeos para que destinen el 2% del PIB a la OTAN). Lo que, entre otras cosas, significa un replanteamiento de la exorbitante red de bases militares en el exterior, que en una fase de riqueza económica y supremacía tecnológica era funcional al control global del territorio, pero hoy además de ser una pesada carga financiera se ha transformado sobre todo en una extensa serie de objetivos posibles.

La capacidad de mantener una presencia militar global era un elemento fundamental de la hegemonía estadounidense, pero ahora que la capacidad de proyectar poder está disminuyendo, EEUU se verá obligado a renunciar a su influencia sobre diversas potencias regionales y a centrarse más en los problemas internos.

Todo esto conduce estratégicamente de nuevo a una cuestión militarmente esencial. Desde la II Guerra Mundial, el supuesto fundamental ha sido mantener la capacidad de sostener y ganar dos guerras simultáneas en diferentes teatros. El llamado «constructo de las dos guerras» se mantuvo, sustancialmente sin cambios, durante unos sesenta años. Pero ya en 2018, con la publicación de la Estrategia de Defensa Nacional (NDS) cuatrienal, el Pentágono adoptó el concepto de «una guerra» o «una guerra y media».

Entrando en una perspectiva de choque simétrico con potencias emergentes como Rusia y China, la idea de dos guerras se hizo insostenible. Pero, una vez más, el conflicto ucraniano (y en menor medida el palestino) han demostrado que, en ausencia de una supremacía tecnológica abrumadora –que Occidente ya no tiene–, una guerra entre iguales resulta terriblemente sangrienta y derrochadora y requiere una movilización considerable de recursos humanos.

Además, la política agresiva del gobierno estadounidense en las últimas décadas no sólo no ha logrado dividir a los dos principales adversarios mundiales –Rusia y China–, sino que incluso les ha empujado a estrechar lazos y a formar esencialmente un bloque con otras dos potencias como Irán y Corea del Norte. En consecuencia, es necesario volver a la capacidad de sostener simultáneamente (al menos) dos conflictos de alta intensidad en distintos teatros, siguiendo el modelo de la II Guerra Mundial.

Con una diferencia fundamental: las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) tenían una capacidad industrial limitada o escasa, y carecían esencialmente de fuentes de energía propias, mientras que Rusia y China tienen capacidades de producción gigantescas y son muy ricas en energía y materiales en primer lugar. Por no mencionar el hecho de que la victoria en la guerra del 39 fue posible sobre todo gracias a la enorme contribución, en términos de tropas y materiales, de la Unión Soviética…

La estrategia global a largo plazo, por tanto, debe hacer frente a una serie de condiciones objetivas y subjetivas que no dejan mucho margen de elección. Recientemente, Raphael Cohen[3], politólogo de la RAND Corporation (un centro imperial de investigación muy influyente en el mundo militar estadounidense), propuso una tercera vía: librar una guerra directamente y otra por delegación. Él lo llama el «modelo Ucrania».

Y está bastante claro que, una vez más, las condiciones objetivas determinan las orientaciones. Los miembros europeos de la OTAN se consideran suficientemente capaces al menos de contener a Rusia, enfrentándola en un conflicto prolongado en el teatro de operaciones europeo, mientras que los aliados de la ASEAN no serían en absoluto capaces de competir solos con China, a la que por tanto tendrá que enfrentarse directamente EEUU.

Esta división del trabajo no es simplemente un proyecto, sino que lleva en marcha activamente más de un año y ahora se está acelerando. Esto se hace evidente no sólo por las declaraciones cada vez más belicosas de los líderes europeos (que, como buenos vasallos, se alinearon rápidamente con los designios estadounidenses), sino por una serie de acciones concretas y operativas, que van desde la incorporación a la OTAN de países históricamente neutrales como Suecia y Finlandia hasta el llamado Schengen militar, desde las inversiones en la adaptación de las redes de comunicación por carretera y ferroviaria a las necesidades militares (especialmente en los países del Este, que tienen un ancho de vía diferente, como España y Portugal) hasta la adopción explícita de un modelo industrial de «economía de guerra».

Sin embargo, para avanzar eficazmente hacia esta perspectiva, todavía son necesarios algunos pasos, no todos fáciles. En primer lugar, debe lograrse una centralización del mando político, es decir, una transferencia creciente de competencias y autoridad a organismos supranacionales, especialmente a la Comisión Europea. La integración/subordinación de los ejércitos nacionales individuales a la OTAN ya existe de hecho, como demuestra la historia de los altos oficiales alemanes que planificaron intervenciones en la guerra de Ucrania, incluso en explícita disonancia con los gobiernos de turno.

Es evidente la necesidad de rearmar/reorganizar los ejércitos europeos, que en las condiciones actuales no durarían ni un mes en un posible conflicto con Rusia. Hoy en día, el ejército occidental más fuerte de Europa es el ucraniano, en número y en experiencia de combate, y esto lo dice todo. Al igual que es necesario reforzar la industria bélica. Pero, sobre todo, dada la evidente reticencia de las poblaciones europeas a implicarse directamente en un conflicto, es necesario poner en marcha herramientas de control social eficaces para evitar levantamientos pacifistas.

La cuestión crucial, evidentemente, no es tanto la de los efectivos, dado que en la actualidad las distintas fuerzas conjuntas de los países europeos disponen de personal suficiente para desplegarse en un eventual frente oriental (aunque se extienda a lo largo de miles de kilómetros, desde el Ártico hasta el Mar Negro), como el hecho de que los países europeos –todos ellos, no sólo los situados en primera línea– se convertirían en objeto de ataques con misiles sobre bases militares, asentamientos industriales, infraestructuras de comunicaciones estratégicas, etc.

El modelo ucraniano, en resumen, significa que las ciudades en disputa a lo largo de la línea de contacto se convertirán en muchos Bajmuts y Avdeevkas, y detrás de esa línea –con una profundidad cada vez mayor, ya lo demostró Rusia destruyendo bases del ISIS desde buques en el Mar Caspio– habrá una destrucción significativa y generalizada. El peligro real, de hecho, no es tanto el agitado coco nuclear (al que sería muy difícil, aunque no imposible, recurrir en caso de conflicto en el teatro europeo), sino la devastación sistemática y prolongada, mucho más concreta, de una guerra de desgaste.

Esta perspectiva es muy concreta, y en la actualidad hay factores que por un lado aceleran su calendario (como la cada vez menor capacidad de resistencia de los ucranianos) o que lo ralentizan (como el conflicto en Oriente Medio), pero sigue teniendo un horizonte corto, quizás incluso de unos pocos años. Y es fundamental comprender que esta perspectiva es parte integrante de un plan estratégico desesperado, que EEUU considera absolutamente vital para mantener su papel de hegemonía mundial, y por el que está dispuesto a sacrificar a sus vasallos, «cueste lo que cueste» (y la cita no es casual).

Se trata de una gran carrera contrarreloj, en la que Washington debe tratar de derrotar a sus adversarios antes de que se vuelvan demasiado fuertes para ser derrotados, lo que al mismo tiempo ahora es incapaz de hacer. Del mismo modo, como para nosotros los europeos no hay otra esperanza que una movilización popular masiva antes de que estalle la guerra, se trata de adquirir la conciencia necesaria de lo que está en juego, más rápidamente de lo que avanza la preparación de la guerra misma. Es necesario que se alcance una masa crítica en un par de años como máximo, de lo contrario corremos el grave riesgo de vernos desbordados, una vez más, por los acontecimientos.

Notas

[1] «China y Rusia, las superpotencias de producción industrial que podrían ganar una guerra», Ben Aris, Intellinews (https://www.intellinews.com/long-re...).

[2] El presupuesto de defensa de EEUU para el año fiscal 2024 asciende a 842.000 millones de dólares, es decir, alrededor del 3,1% del producto interior bruto.

[3] Citado en «EEUU se enfrenta a 4 amenazas pero sólo está equipado para una guerra, dicen los expertos», Asia Nikkei (https://asia.nikkei.com/Politics/De...).

enricotomaselli.substack.com

Tomado de: https://www.lahaine.org/mundo.php/s...

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EEUU y Europa dirigen el genocidio y su colonia en Palestina, Israel, lo ejecuta

3 April, 2024 - 00:00

Daniel Lobato Bellido

Estamos entrando en el clímax del experimento sádico para comprobar si millones de palestinos serán expulsados de Palestina, o si los palestinos aguantarán en su tierra. De lo que suceda dependerá si Europa y EEUU aseguran otra colonia de ultramar o si el régimen colonial israelí caerá en unos años frente a una mayor demografía nativa y la resistencia.

¿Tendremos una nueva Norteamérica o Australia, donde los indígenas fueron erradicados y se erigieron Estados de armazón blanco, funcionales para el dominio occidental del mundo? ¿o tendremos otra Argelia o Sudáfrica donde los nativos derrotaron ese objetivo colonial europeo?

En el statu quo anterior al levantamiento del gueto de Gaza del 7 de octubre, el régimen israelí se dirigía inevitablemente al colapso. Casi ocho millones de nativos palestinos en los tres trozos de Palestina (Israel, Gaza y Cisjordania), más natalidad y una población mucho más joven, frente a menos de siete, o incluso menos de seis millones de israelíes judíos, y en creciente abandono del territorio. Para sobrevivir, esta fortaleza de occidente en Asia debía exterminar o expulsar a millones de palestinos de Palestina, y así lo expuse en este artículo el 9 de octubre: https://www.elsaltodiario.com/anali...

Por tanto eso es lo que está en juego con este televisado genocidio y limpieza étnica masiva de los palestinos: el intento de Europa y EEUU de revertir ese destino fallido de Israel y retener definitivamente una de las casillas centrales del mapamundi geopolítico. En los últimos doscientos años hemos visto esa variante de colonialismo que implica la construcción de un baluarte occidental borrando a los nativos. Es lo que son Canadá, EEUU, Australia o Nueva Zelanda y es la expectativa que manejan Europa y EEUU para Palestina. Para ellos los palestinos son hormigas porque hay grandes premios geopolíticos en juego.

El propio Netanyahu en su discurso en la ONU en septiembre se jactó de lo que podría significar el triunfo definitivo israelí. Mostró un mapa del que habían desaparecido Cisjordania y Gaza y en el que representó con un enérgico trazo de rotulador el proyectado Canal Ben Gurion. Por cierto, ese discurso en la ONU de Netanyahu es uno de los factores del levantamiento de Gaza el 7 de octubre. El Canal Ben Gurion, posible sustituto del Canal de Suez con un curso entre Eilat y Gaza, se proyecta con recorrido simultáneo en ambos sentidos, más del doble de capacidad de buques que el canal egipcio, y otorgaría a Israel y occidente una posición de dominio sobre un gran pedazo del comercio mundial. Está en juego asentar el dominio de un extremo del pasillo marítimo del Mar Rojo con el Canal Ben Gurion y por eso es fácil entender por qué el otro extremo de la cinta transportadora del Mar Rojo, Yemen, hoy continúa siendo bombardeado por EEUU y Reino Unido como han hecho los anteriores nueve años.

Por eso este experimento de ingeniería colonial lo lleva a cabo un técnico de laboratorio, Netanyahu, que ni está loco ni actúa de forma irracional cuando extermina a miles de palestinos, desplaza dentro del gueto a cientos de miles, lleva a la hambruna a millones y destruye todas las bases de la supervivencia humana. Hay unos cerebros del experimento detrás, Europa y EEUU, con suministro incesante de bombas o como mínimo, con pleno respaldo institucional y económico. Las bombas las ponen unos y el empuje lo ponen otros.

Este obvio soporte militar cooperativo de occidente a Israel ya lo denunció un ex funcionario de la ONU al inicio del genocidio y discurre principalmente desde las bases militares de EEUU en España, Alemania y Turquía canalizándose a través de la base de Reino Unido en Chipre. Por esa vía EEUU y Reino Unido han entregado a Israel el equivalente a más de tres bombas atómicas de Hiroshima, y serán más ya que los tribunales británicos han rechazado que se detenga la entrega de armas de Reino Unido al régimen sionista. Pero también han enviado armas a Israel para que pueda matar más palestinos Alemania, España, Finlandia, Italia, Dinamarca y otros países.

Representación teatral europea

Al margen de lo militar, occidente sigue arropando a Israel con plenas relaciones diplomáticas, comerciales o deportivas, mientras se incrementa la represión europea a la solidaridad con los palestinos, y especialmente la solidaridad con su legítima resistencia.

Casi todos los países europeos, Von der Leyen y Borrell han afirmado su apoyo a Israel en una representación escénica cambiante. Desde la propuesta de Macron de crear una coalición militar contra el gueto de Gaza a las repetidas afirmaciones de Pedro Sánchez de que “Israel es amigo y aliado”. Sin excepción todos expresaron el “derecho a defenderse” de Israel, que no existe como Estado ocupante que es, y en consecuencia como agresor sistémico de los palestinos.

A medida que Europa se fue ahogando en la sangre palestina se suavizó el sadismo verbal europeo y se ha cambiado por algunos aspavientos y declaraciones trágicas en los medios forzadas por la montaña de cuerpos palestinos despedazados.

Pero, en definitiva, el apoyo de todos los gobiernos europeos a Israel en su genocidio se ha mantenido intacto como se vio en el rechazo a adherirse a la demanda de Sudáfrica ante la CIJ. Las manos de todos ellos están empapadas en sangre. La posición europea se recubre de una gigantesca hipocresía refinada que incluye algunos votos en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de un alto el fuego pero sin ninguna acción real en sus gobiernos. Esta hipocresía grotesca la vimos con los partidos que forman el gobierno español convocando y asistiendo a una manifestación por el alto el fuego mientras ese mismo gobierno está empujando el genocidio al blindar las plenas relaciones institucionales y económicas con Israel. “Podemos hacer más” es el ofensivo acertijo que lanzan desde el gobierno español sin especificar qué, ni hacer nada, a la espera de ver por dónde corre el viento. Igual de insultante es la pregunta del gobierno español a Von der Leyen sobre “si se pudieran estar vulnerando los derechos humanos en Gaza” cuando la CIJ ya ha decretado medidas (desacatadas por Israel) contra el plausible genocidio que se comete.

En la UE se observa lo mismo. Tras haber jaleado inicialmente a Israel en su genocidio, el responsable de política exterior de la UE, Borrell, últimamente también lanza acertijos al aire como “algo podremos hacer”o “los palestinos no se pueden ir a la Luna”. Mientras Borrell lanzaba estos mensajes adivinatorios, Israel sigue siendo socio preferente de la UE al nivel de casi otro miembro, a pesar de existir ciertas cláusulas sobre derechos humanos que no son más que propaganda.

Ese es el papel de pantomima coral que interpreta la UE, y no el de detener el gigantesco experimento de ingeniería colonial. Quedó escenificado cuando Ursula von der Leyen se acercó al lado egipcio del muro de Gaza a curiosear cómo progresaba la masacre y la operación de desahucio masivo, para posteriormente visitar Jordania. Bajo su teatro hay una intensa labor de cabildeo durante estos meses de prometer mucho dinero a Egipto y Jordania para que acepten el vaciamiento de Palestina de sus nativos y estos dos países los acojan en primera escala.

Por eso no obligó a Israel y Egipto a que permitieran la entrada en Gaza de los cientos de camiones de ayuda internacional que cada día están bloqueados a las puertas del gueto. Durante su paseo por allí desaparecieron de la vista esos camiones en fila infinita. La frontera del gueto de Gaza con Egipto también la controla Israel de facto y los limitados camiones que permite entrar a veces los acaba destruyendo dentro de Gaza.

Por tanto, el mensaje europeo es: “no detendremos la masacre y expulsión de palestinos de Palestina pero prometemos algo de ayuda humanitaria a los palestinos en el futuro cuando abandonen Palestina”.

Hay que reconocer que es más sincera la posición de EEUU a favor de que continúe la masacre y la expulsión, ya sea votando a favor de ello en el Consejo de Seguridad o en declaraciones de congresistas norteamericanos abogando por que todos los palestinos sean asesinados y toda Gaza destruida. También el Reino Unido está siendo más claro cuando se abstiene en el Consejo de Seguridad o cuando hace de abogado defensor de Israel en la CIJ a pesar de los 100.000 palestinos asesinados, heridos o desaparecidos: Un 4% de la población palestina del gueto en cuatro meses. Un ritmo diario de exterminio y mutilación de seres humanos superior al perpetrado por el fascismo alemán durante toda la Segunda Guerra Mundial en el frente soviético, donde se estima que el 15% de la población de la URSS fue asesinada o herida en cinco años.

Israel es una colonia económicamente dependiente de UE y EEUU y hoy está quebrada

Quien controla con su mano los grifos del armamento, económico, comercial o institucional, para abrirlos o cerrarlos a voluntad, es en la práctica quien dirige el genocidio y la limpieza étnica en Palestina. Los gobiernos europeos y de EEUU operan con sus manos estos grifos que alimentan al Estado sionista, porque Israel no es autosuficiente y mantiene una economía colonial circular de dependencia con la metrópoli occidental. A eso se añade un importante comercio con Turquía y el suministro de combustible desde Azerbaijan y el Kurdistán iraquí que le llega igualmente a través de Turquía.

Israel no es Rusia, que con su gigantesco territorio rico en recursos ha salido más fortalecida de las fallidas sanciones económicas de Europa y EEUU impuestas por la guerra en Ucrania.

El PIB israelí cayó un 20% en el último trimestre de 2023 por el asombroso gasto en la maquinaria bélica de 300 millones dólares diarios (10.000 millones de dólares mensuales), insostenible para un Estado con una población inferior a la de Portugal. A eso se unen otros factores como la parálisis en muchos sectores económicos, los cientos de miles de colonos israelíes desplazados internos que han dejado vacías las colonias cercanas a la línea divisoria con Líbano y Gaza, la reducción del intercambio comercial o la desaparición del turismo extranjero entre otros.

Estas cifras hubieran llevado al hundimiento a cualquier país de ese tamaño y es obvio que hay una ventilación asistida desde la metrópoli europea y EEUU. Por tanto Europa y EEUU dirigen en la práctica este genocidio y exploración de limpieza étnica para culminar su proyecto colonial en Palestina.

Los cómplices necesarios se lo piensan

Mientras el 7º de Caballería israelí masacra a los pieles rojas palestinos mezclando atrocidades nunca vistas y un sadismo medieval con alta tecnología de la muerte, EEUU y Europa siguen a la espera de esos cómplices con los que Von der Leyen y Blinken negocian.

Si Erdogan recibió de la UE más de 6.000 millones de euros por acoger (o explotar) a cinco millones de sirios y por la ayuda turca en la destrucción de Siria, ¿cuánto ofrece Occidente al presidente egipcio Al Sisi para que acepte ser cómplice en expulsar a 2,4 millones de palestinos fuera de Palestina?. Y si logran eso, ¿cuánto ofrecen al rey Abdallah de Jordania para acoger posteriormente a los tres millones de hundidos palestinos de Cisjordania que en el futuro ya no soporten más la opresión exaltada de los colonos israelíes?.

Rebajar la actual población nativa en toda Palestina de casi ocho millones a menos de la mitad, unos tres millones, es el gran objetivo de EEUU y Europa. El primero que debe ser comprado para lograrlo es Al Sisi, el dirigente más sionista y represivo de la historia moderna de Egipto. Es muy difícil saber qué decidirá Al Sisi junto con su camarilla militar-empresarial a pesar de las declaraciones negativas. Las grandes obras que está realizando en su lado del muro de Gaza pueden significar un mero reforzamiento de la cárcel, un centro logístico para los camiones que entren y salgan del gueto, o por el contrario que está próximo a aceptar el trato construyendo una estación-campamento de tránsito temporal al destierro para continuos contingentes de decenas de miles de palestinos.

A pesar de toda esta gigantesca coalición de fuerzas criminales y de haberse iniciado un largo periodo de meses de tortura sádica en masa, hoy, al igual que hace un año, al igual que el 7 de octubre, mi pronóstico es que los palestinos resistirán en Palestina. Incluso en el caso de que Israel consiga hacer explotar una guerra abierta regional y en ese gigantesco caos elevar aún más la masacre.

Los palestinos vencerán a la Edad Media mental de Europa y EEUU resistiendo con sus pies en su tierra, con las armas que puedan disponer y por contar con los aliados necesarios y suficientes (no occidentales) como contaron los argelinos o los vietnamitas. Los regímenes coloniales aplicaron un mayor sadismo cuanto más cerca estuvieron de su final y de igual modo el régimen israelí agudizará su descomposición interna acelerando su horizonte de colapso. Esta afirmación no es producto de un optimismo ingenuo ni porque lo diga el académico Ilan Pappe: es porque nos lo dice la historia reciente del colonialismo, y sobre todo porque lo reafirman las palestinas y palestinos que están amontonados en el colosal paredón de fusilamiento del muro de Gaza.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ocupa...

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Al menos 57.000 millones de euros de gasto militar en 2024

2 April, 2024 - 00:00

Presentación del informe "Gasto Militar 2024: Continúa el inmoral crecimiento por la puerta de atrás".

El pasado 13 de marzo se anunció que no se presentará para su aprobación en el parlamento del proyecto de ley de presupuestos generales del estado que estaba en negociación y que, por tanto, continuará la vigencia de la prórroga de los presupuestos aprobados en 2023.

En lo que respecta al gasto militar la prórroga es engañosa y no supone, en modo alguno, que el gasto militar de 2024 sea el mismo que el previsto en 2023 y, mucho menos, que el efectivamente ejecutado (muy superior al aprobado) para dicho año.

En el presente informe intentaremos acercarnos a una estimación del que podría ser (dado que la falta de presupuesto lo que hace es convertir en más opaco si cabe nuestro gasto militar) el gasto militar 2024. También propondremos algunos puntos sobre los que habrá que estar vigilantes a lo largo del año para detectar las partidas y autorizaciones de gasto militar que se irán haciendo para provocar el aumento del gasto militar por encima del prorrogado.

Para ello, en un primer momento, recordaremos la cifra de gasto militar que en 2023 se presupuestó y los componentes ocultos en los que se distribuía. También veremos en un momento el crecimiento extrapresupuestario de este gasto militar “reconocido” según la intervención general de la Administración del Estado (IGAE), órgano público de fiscalización del gasto público. La IGAE, sin embargo, no controla específicamente el gasto militar, ni desagrega el gasto por los distintos programas y partidas que disfrazan gasto militar en otros ministerios ajenos a Defensa, por lo que los datos obtenidos sólo nos darán una aproximación al gasto efectivamente ejecutado durante 2023 y a la cifra total de gasto militar español.

En un segundo momento analizaremos diversos parámetros que nos permiten estimar el crecimiento del gasto militar español para 2024 y ofrecer una cifra aproximada que sirva de referencia. También analizaremos, desde una perspectiva antimilitarista, las principales tendencias y objetivos que dicho gasto pretende cubrir y algunos de los movimientos políticos a los que habremos de estar vigilantes para denunciar el crecimiento de dicho gasto.

Juan Carlos Rois y Grup Antimilitarista Tortuga

Para descargar el informe:

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Olvidos

2 April, 2024 - 00:00

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Vídeos de las ponencias del acto "Por la reducción drástica del gasto militar"

2 April, 2024 - 00:00

Vídeos editados por Marea TV de las ponencias del acto por la reducción drástica del gasto militar celebrado el pasado 10 de febrero en el local Transformadors, Barcelona.

Ponencia de Teresa Fortuny “Los datos del aumento del gasto militar”:

Ponencia de Eduardo Luque Gasto militar y recorte en inversión social:

Ponencia de Fernando “Topo” “El gasto militar y el impacto ecológico”:

Ponencia de Ernesto Gomez de la Hera “El rol de EEUU y la OTAN en el gasto militar”:

Plataforma per la Pau, contra les guerres, OTAN NO de Catalunya.

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Pudieron evitarla, pueden pararla, pero no: ¡Quieren la guerra!

1 April, 2024 - 00:00

Dos años de guerra en Ucrania son suficientes para ver las graves consecuencias de la guerra y, sobre todo, para hacer una lectura crítica y poner los medios para evitar la guerra siguiente o la escalada de ésta hasta la apoteosis militarista de la Destrucción Mutua Asegurada en Europa. Las guerras no son inevitables, ésta se pudo evitar, también se pudo parar en las primeras semanas y tenemos que tomar nota para no dejarnos envolver y seguir preparando guerras que nos destruyen, nos expolian y amenazan a toda la vida, con falsas excusas. Ucrania nació como Estado en 1991 tras un referéndum apoyado por la inmensa mayoría de la población. No hubo un valeroso ejército liberador de la nación sino el surgimiento de un nuevo Estado, de un territorio que se independiza de Rusia por el voto. ¿Necesitaba un poderoso ejército como el que ha llegado a tener antes de la guerra? Para muchas personas y líderes de la Unión Europea, la invasión ordenada por Putin el 24 de febrero sería la demostración de que Ucrania sí necesitaba un poderoso ejército y mejor haber invertido más en “seguridad”. Sin embargo, esta aparente lógica responde a una percepción engañosa de la seguridad marcada por el sesgo militar, que oculta deliberadamente los acontecimientos anteriores a la invasión, echando toda la culpa y responsabilidad de los hechos al adversario. El crecimiento militar ucraniano y la presencia americana en su territorio hace aumentar también la presencia militar rusa en la frontera, sentando las bases de la guerra. Un dicho popular señala que “dos no se pelean si uno no quiere”. Esta guerra en Ucrania no sólo ha sido querida por dos, sino por muchos más actores,que la han preparado, alentado, financiado y ejecutado. Se ha hecho mucho por prepararla y nada por evitarla. Señalo algunos de los procesos y momentos más notables en los que se pudo hacer algo por evitar la guerra y no se hizo.

El nacionalismo Ucraniano.

Tras la independiencia hubo un fuerte proceso de creación de una identidad nacional, reinterpretando hechos históricos y reafirmando la propia identidad frente a la rusa. En un estado donde la mayor parte de la población hablaba ruso y ucraniano (para un alto porcentaje el ruso era la lengua materna) pretender hacer un estado borrando la cultura de más de 8 millones de ciudadanos no deja de ser una temeridad y una clara violación de los más elementales derechos. La consideración de Stepán Bandera como héroe nacionalista ucraniano, pese a ser un confeso criminal de guerra, es una buena muestra de esta deriva. ¿La diplomacia europea no se dio cuenta de lo que pasaba? La Europa que ha ayudado con entusiasmo a Ucrania a armarse contra Rusia parece que no le advirtió de las consecuencias del nacionalismo identitario y excluyente que desangró a la propia Europa. De nuevo, el patriotismo y el militarismo se han impuesto a los intereses de la inmensa mayoría de la población.

El Euromaidán.

Europa sabía lo que pasaba y apoyó el Euromaidán, un golpe de estado que acabó destituyendo al presidente legítimo y donde la embajada americana parece que hizo algo más que repartir bollitos en Kiev. El difícil equilibrio entre la Ucrania occidental, más nacionalista y proeuropea, y la Ucrania oriental, más pro-rusa, se rompió en favor de los primeros y de los intereses de Europa, EEUU y la propia oligarquía nacionalista surgida del desmantelamiento de los recursos del estado en la economía socialista. Esta injerencia en Ucrania es parte muy importante en el proceso de militarización, pues tras los acontecimientos y la deriva nacionalista, la región del Dombas se revela contra la nueva política dando pie a una mal llamada guerra “civil”, pues todas las guerras las dirigen y hacen militares, por lo que no hay guerras “civiles”, y menos, “civilizadas”. En ésta parece que tampoco faltaron los criminales de uno y otro lado. Ni siquiera la quema de la casa de los sindicatos en Odesa con 50 muertos-asesinados hizo saltar las alarmas. ¿Hizo algo la Europa de los Derechos Humanos para evitar o parar este conflicto? No que se sepa, aunque sí estuvo presente en los acuerdos de Minsk.

Los acuerdos de Minsk.

Firmados por Ucrania, Rusia y la OSCE como garante del acuerdo, representada por Francia y Alemania, pretendían buscar una solución consensuada al conflicto dando, entre otras cosas, más autonomía a las regiones rebeldes. Ucrania no hizo su tarea y los representantes de la OSCE parece que nunca creyeron en los acuerdos y, que si los firmaron fue para dar tiempo a Ucrania a armarse y prepararse para la guerra, según confesiones posteriores. Si el gobierno ruso tiene la grave responsabilidad de haber invadido Ucrania tras esperar ocho años con los acuerdos muertos, Europa, EEUU y la OTAN tienen la grave responsabilidad de haber dejado morir los acuerdos, de haber atizado el conflicto entrenando a los militares ucranianos, y de haber abasteciendo de armas e instalando centros militares en territorio ucraniano. Las hostilidades en el frente del Dombas continuaron durante estos años con acusaciones mutuas de ruptura de los acuerdos. Si después de conocer el tremendo sufrimiento y destrucción que ha causado la guerra en Ucrania pudiéramos volver hacia atrás con la moviola de la historia al momento de la firma de los acuerdos de Minsk, a casi todo el mundo le parecería una buena solución dotar a los territorios del este de una autonomía que les garantizara el ejercicio de sus derechos. Incluso yendo un paso más allá, mejor que la guerra sería la realización de un referéndum con las debidas garantías sobre su pertenencia o no a Ucrania. Se ha acusado a Rusia de haber hecho un referéndum de anexión que ha sido una farsa, y es cierto, pero Ucrania y Occidente tuvieron la oportunidad de haberlo hecho cuando no había estallado la guerra, y no lo hicieron. No hay que temer a las urnas, sino a las armas. Una vez más, hay que recordar que las vidas valen más que las patrias.

La OTAN.

No podremos entender la guerra en Ucrania sin analizar el papel que ha jugado la OTAN a lo largo de su historia. Nacida como muro de contención frente a la URSS, debería haberse disuelto una vez caído el muro de Berlín, disuelto el Pacto de Varsovia y desaparecida la URSS. Hubiera sido un buen gesto de paz y una llamada al entendimiento, que era lo que se necesitaba tras la Guerra Fría. De nada sirvieron los llamamientos de Gorbachov a construir la “Casa Común Europea”. Lejos de asentar las bases para el entendimiento y la cooperación, la OTAN no sólo se mantuvo como herramienta de poder y dominación liderada por los Estados Unidos, sino que rompió la promesa de no expandirse hacia el este, llegando en sucesivas oleadas de incorporaciones hasta Ucrania, demasiado cerca de Moscú, para que una mente militarista formada en las cloacas de la KGB lo tolerara. La creciente presencia militar de occidente en Ucrania, la solicitud de entrada en la OTAN aprobada por el parlamento ucraniano y la planificación de maniobras conjuntas para 2022, son gestos que suponen para el lenguaje militar una clara provocación. Recordemos la crisis de los misiles en Cuba. Los países deben saber situarse en el mapa. Europa pudo apostar por la paz, pero prefirió ser fiel a los intereses de los Estados Unidos, dejándose llevar a una estrategia de confrontación frente a la opción de la contención. Cuando se desperdician las oportunidades para el entendimiento y la cooperación y se opta por la confrontación y la preparación de la guerra, no nos debe extrañar que ésta llegue de una manera u otra, cualquier chispa prende la mecha.

Las conversaciones de Ankara.

Si podemos afirmar que Occidente no quiso evitar la guerra, también podemos firmar que no la quiso parar. En las primeras semanas de guerra hubo conversaciones para pararla, con la condición de que se dieran garantías de la neutralidad de Ucrania y su no ingreso en la OTAN. Parece que tanto EEUU como Reino Unido animaron a Zelenski a continuar la guerra. Nos hubiéramos ahorrado miles de muertos, de destrucción, de desastres ecológicos, y de empobrecimiento de la población tanto europea como mundial. ¿Qué intereses primaron para no firmar la paz?

Tras estos dos años de guerra es muy evidente que se trata de una guerra entre potencias, EEUU y Rusia, donde Ucrania se ha prestado a ser el escenario, decorado y animado por un cómico, y Europa ha tomado el papel de acólito fiel de los intereses del amigo americano en esta ceremonia militarista. El objetivo de la desnazificación de Ucrania esgrimido por Rusia para esta guerra no declarada es tan poco creíble como el de defender la libertad que esgrime occidente para apoyar a Ucrania, donde, si algo falta, son precisamente las libertades.

Como argumento contra las guerras se dice que “en las guerras no gana nadie”, pero no es del todo cierto. Nos falta valor para reconocer, parafraseando a Eduardo Galeano, que “hacemos guerras para robar”. En esta hay claros beneficiarios: la industria militar americana, las empresas energéticas y las multinacionales, que han encontrado en Ucrania un campo abonado para el negocio y la especulación. A la pérdida de vidas humanas, de heridos y mutilados de guerra, difíciles de cuantificar por el secreto de estado y su uso propagandístico, hay que añadir las pérdidas materiales en hogares e infraestructuras. En esta guerra hay que señalar también los importantes desastres ecológicos provocados por la voladura del gaseoducto Nord Stream, la presa de Nova Kajovka en Jersón, así como por el uso de munición, metralla y bombas, que siguen suponiendo un peligro para la población y los ecosistemas. No hay que olvidar el grave riesgo que suponen las centrales nucleares como la de Zaporilla. A ello hay que añadir el coste de preparar la guerra, fábricas, materias primas, energías, mano de obra, que sólo valen para destruir y matar. La guerra ha empobrecido aún más a la población más pobre de Europa y del mundo por la subida de los alimentos y la energía, pero también nos empobrece porque cada vez se empleará más dinero público en preparar la guerra, detrayéndolo de las necesidades sociales.

La OTAN supone más del 50% del gasto militar mundial y todavía a sus dirigentes les parece poco. Más gasto militar no da más seguridad, sino que aumenta el riesgo de guerra al percibir el adversario este aumento como una amenaza que le llevará a su vez a aumentar el gasto militar, en una loca carrera hacia la destrucción, donde la última garantía no es de seguridad, sino de destrucción mutua. Buen consuelo para mentes militarizadas, mala solución para cualquiera con sentido común que ame su vida, la de los demás y la del planeta. Sorprende la banalidad con la que los líderes europeos quieren llevarnos a una confrontación directa con Rusia, pero es aún más sorprendente que nos creamos que lo hacen por nuestra seguridad, amenazando a una potencia nuclear. ¿A que oficina de reclamación militar iremos a denunciar por publicidad engañosa el día que un bombardeo nos pulverice o una bomba nuclear nos convierta en ceniza?

Salirse del marco.

No hay solución a las guerras dentro de la lógica patriarcal-militarista de dominación. Necesitamos aprender y practicar con urgencia que la verdadera seguridad es un ejercicio de reciprocidad, que nuestra seguridad sólo será real cuando nuestros vecinos se sientan también seguros y perciban que no somos una amenaza para ellos. Es algo que practicamos en la vida civil cotidiana. Ni vamos armados, ni aconsejamos a nuestras hijas e hijos que vayan con navajas o pistolas por su seguridad, pues sabemos que tienen muchas más probabilidades de acabar en un hospital que si no lo llevan. Lo mismo podríamos decir de una comunidad de vecinos. Sólo una mente perturbada adaptaría la mirilla de su puerta para acoplarla a un rifle. Fomentar el respeto, las relaciones de confianza, el apoyo mutuo y la cooperación aporta más seguridad que las armas. Además, la preparación de la guerra detrae numerosos recursos a la seguridad de cada día, la seguridad humana, la seguridad que nos da tener servicios sociales que no nos dejarán solas en caso de necesidad, la de tener una sanidad de calidad, alimentos saludables, acceso a la educación, a una vejez digna, al agua y a un aire sano, a un trabajo digno y útil, a una justicia imparcial, a una economía social y solidaria… La pertenencia de España a la OTAN y el vasallaje de los sucesivos gobiernos a los dictados de EEUU nos ha llevado a participar en guerras que objetivamente no han mejorado nuestra seguridad ni la de a quienes fuimos a “proteger”. Guerras de las que no hemos hecho aútocrítica, por lo que seguimos cometiendo los mismo errores. ¿Nos dio más seguridad el participar en una guerra montada sobre mentiras, injusta y criminal como la de Irak? No; los mayores atentados en España fueron consecuencia de la participación en esa guerra. En ella demostramos además que somos capaces de cometer crímenes de guerra como todos los demás, en Diwaniya. La desolación y el desamparo en Afganistán tras casi 20 años de implicación española, con miles de millones invertidos, debería merecer un mínimo de autocrítica. La intervención en Libia extendió el terrorismo por todo el Sahel, lo que se convirtió en una nueva excusa para el intervencionismo militar pues, metidos en su lógica, entramos en un círculo vicioso que se autoalimenta.

Ver la guerra desde claves democráticas y de defensa de los derechos humanos, saliendo del marco patriarcal, nos debe llevar a algunas reflexiones:

No hay seguridad en la amenaza.
La guerra es la peor de las opciones.
La preparación de la guerra es la peor de las inversiones.
Prepararse para la guerra es la garantía de que habrá guerra.
la permanencia de España en la OTAN es un riesgo para toda la población.
La paz es demasiado importante para dejarla en manos de los militares.
Ningún ejército defiende la paz.

Tenemos las guerras que preparamos: podemos llamarlo efecto Pigmalión, lógica militar, profecía autocumplida o, sencillamente, estupidez humana. Si quieres la paz, no prepares la guerra.

Fuente: https://alternativasnoviolentas.org...

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El negocio armamentístico de la ocupación israelí

1 April, 2024 - 00:00

Patricia Simón

Este artículo forma parte parte del dossier ‘Robots asesinos' de la revista #LaMarea99.

«La guerra en Gaza supone riesgos, pero también oportunidades para probar tecnologías emergentes en el campo de batalla», explicó a la agencia France Press, a principios de 2024, cuando ya habían sido asesinadas más de 27.000 personas en la Franja, Avi Hasson, director ejecutivo de Startup Nation Central, una empresa de tecnología armamentística israelí.

La apreciación cobra una nueva dimensión cuando se complementa con la que hizo un mes antes Mark Cancian, el asesor principal del Programa de Seguridad Internacional del Centro para la Estrategia y los Estudios Internacionales, uno de los think tanks más influyentes en la Casa Blanca. Fue durante una entrevista para la revista Politico sobre los riesgos de que el Gobierno de Israel utilice las armas que compra a Estados Unidos con usos prohibidos allí. Sin embargo, el influyente consultor solo veía ventajas: «El gran valor para Estados Unidos es que vamos a poder probar en el frente todas estas cosas nuevas».

El Estado israelí sería inviable económicamente sin el negocio que ha creado en torno a la ocupación. El 18% de su PIB procede directamente de la industria militar-tecnológica, que prueba en los territorios ocupados palestinos su armamento y sus sistemas de vigilancia antes de exportarlos. En palabras de Antony Loewenstein, autor de El laboratorio palestino (Capitán Swing, 2024), «durante más de cincuenta años, la ocupación de Cisjordania y Gaza ha proporcionado al Estado israelí una experiencia inestimable en el control de una población no deseada, que le ha permitido perfeccionar cada vez más la arquitectura del control y exportar sus conocimientos probados en combate».

Esta industria se ha especializado en el desarrollo de Armas Autónomas Letales y en la aplicación de la Inteligencia Artificial a la guerra y al control social gracias a la relación híbrida con el mismo Ejército, que ficha y forma militarmente a estudiantes de ingeniería para que desarrollen nuevos prototipos.

En Gaza, como desvelaron los medios israelíes +972 y Local Call, el Ejército está utilizando un programa de IA, al que llamaron El Evangelio, para identificar los objetivos a bombardear. Según varios altos mandos, citados de manera anónima, se trata de «una fábrica de asesinatos en masa» en la que «el énfasis está en la cantidad y no en la calidad». El sistema llega a identificar qué número de víctimas civiles es asumible en cada bombardeo sugerido, aunque las informaciones no especifican la cifra que tiene que validar una persona.

Pero hace ya tiempo que Israel excluyó la validación humana de parte de su entramado militar. El escudo antimisiles israelí, llamado Cúpula de Hierro, que costó 200 millones de dólares pagados por Estados Unidos, tiene capacidad para abrir fuego de manera automática, aunque según el Gobierno está supervisado por una persona, por si se equivoca de objetivo. Israel lleva años produciendo drones merodeadores que son empleados por regímenes como el de Marruecos para bombardear territorio saharaui. También ha puesto en el mercado otros modelos con capacidad para lanzar misiles guiados con precisión.

Sin embargo, sigue comprando algunos de los más sofisticados para diezmar la población palestina. Es el caso de los drones autoconducidos Nova b, de la empresa estadounidense Shield IA. Su cofundador, Brandon Tseng, confirmó a la revista Político que sus clientes pueden ajustar los software para atacar de manera autónoma y a determinados perfiles. E, incluso, pueden programarlos para que su funcionamiento sea inescrutable. Hay que recordar que la IA son cajas negras cuyos algoritmos están diseñados para aprender de todos los datos acumulados por el software y que, por tanto, alcanzan conclusiones imprevisibles y, a menudo, incomprensibles. Estamos hablando de sistemas automatizados opacos a los que estamos dando la capacidad de acabar con vidas humanas.

Matt Mahmoudi, autor del informe de Amnistía Internacional Apartheid automatizado, publicado en 2023 y dedicado a los softwares de reconocimiento facial que usa Israel en los territorios ocupados, explica en el mismo que raramente han tenido conocimiento de lo que hacen con sus productos las empresas estadounidenses de tecnología que contrata el Ejército israelí.

En 2022, Israel instaló armas robóticas en el campamento de refugiados de Al-Aroub, en Cisjordania, y en Hebrón, una de las ciudades más afectadas por la ocupación y donde viven algunos de los colonos israelíes más violentos. Se trata de una especie de cañones rodeados de cámaras y controlados a distancia diseñados para lanzar gases lacrimógenos, granadas paralizantes y balas con punta de esponja contra los palestinos. Según el Ejército, emplean inteligencia artificial para rastrear objetivos y no utilizan munición letal porque están en pruebas, aunque lo cierto es que pueden causar daños mortales. Las armas están producidas por la empresa israelí Smart Shooter, que cuenta con contratos con decenas de ejércitos de todo el mundo, incluido el de EE.UU.

Omar Shakir, director para Israel y Palestina de la ONG Human Rights Watch, declaró a Associated Press en 2022 que todas estas estas armas con sistemas de identificación de IA promueven que Israel esté en un «deslizamiento hacia la deshumanización digital de los sistemas de armas». Loewenstein, en El laboratorio palestino, explica que el negocio de la ocupación solamente funciona si se ha deshumanizado a la población palestina y, por tanto, pueden experimentar sus inventos con ellos.

Tras la instalación de nuevas armas en Cisjordania, el defensor de los derechos humanos palestino Issa Amro declaró también a la agencia AP: «No somos un entrenamiento y una simulación para empresas israelíes».

Fuente: ttps://www.lamarea.com/2024/03/07/e...

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Suecia pone en marcha la estrategia 'Total Defence': Cualquiera puede ser llamado a la defensa del país

31 March, 2024 - 00:00

CH.L.

Rusia es hoy más que nunca una amenaza para Europa. "Es una enorme amenaza para los países limítrofes, pero también para la comunidad internacional en su conjunto", dijo hace unos días la ministra española de Defensa, Margarita Robles. El miedo a Putin está llevando a los europeos a prepararse para la defensa, aumentando su gasto como nunca y buscando fórmulas para ampliar los ejércitos con más soldados.

Varios países se plantean recuperar el servicio militar obligatorio. Otros, como Dinamarca, han decidido incorporar a las mujeres al servicio militar obligatorio. Quieren así fortalecer el ámbito de la Defensa y modernizar las Fuerzas Armadas, que por su propia naturaleza corren el peligro de quedarse obsoletas en términos de igualdad.

El miedo a que Putin pueda ir más allá de Ucrania, sus amenazas constantes a Polonia, Finlandia y otros, ha llevado a los europeos de la OTAN a aumentar como nunca su gasto en defensa. Entre el periodo 2014-2018 y el 2019-2023, los países de Europa han estado cerca de duplicar sus importaciones de grandes armas. El aumento es del 94%, según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).

La pacifista Suecia hoy en la OTAN

Si hablamos de defensa nacional, Suecia está de plena actualidad porque acaba de entrar en la OTAN. Ante la alargada sombra de Putin y sus ejércitos, el Gobierno sueco no sólo ha decidido que el país sea parte de la Alianza Atlántica (tras décadas de neutralidad tras la Segunda Guerra Mundial), sino que ha advertido a sus ciudadanos, de manera explícita, que la guerra podría llegar. Lo hizo el pasado enero.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados.

"La brutal invasión rusa a gran escala contra Ucrania unió a Suecia en la idea de que un ingreso de pleno derecho en la OTAN era la única opción razonable", declaró el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, el pasado 11 de marzo, durante el izado de la bandera de Suecia en la sede de la alianza en Bruselas.

Su adhesión completa un anillo estratégico de territorio de la Alianza Atlántica alrededor del Mar Báltico. Suecia se beneficia ahora de la garantía de seguridad colectiva de la OTAN (Artículo 5 de su Tratado), que garantiza que un ataque contra uno de ellos será respondido por todos.

La 'Total Defence'

Pero la conciencia sueca de que la guerra es posible también funciona hacia dentro. Después de abolir el servicio militar obligatorio en 2010, el país escandinavo volvió a implantarlo el 1 de enero de 2018, tanto para hombres como mujeres. Ese año, Suecia puso en marcha su estrategia de 'Total Defence' (defensa total): cualquiera puede ser llamado a la defensa del país en cualquier momento.

El servicio militar obligatorio sueco es ahora selectivo y neutro en cuanto al género. Unos 100.000 jóvenes son seleccionados anualmente para el servicio, pero sólo el 5% presta servicio, según Foreign Policy. En 2023, 4.000 jóvenes suecos habían completado el servicio militar obligatorio, lo que representa el 15% de las fuerzas armadas del país. Suecia tiene previsto aumentar el número de reclutas a 6.000 para 2025, y a 10.000 para 2035.

Además de este servicio militar, en el país escandinavo también ha existido un servicio civil obligatorio para los jóvenes suecos con conocimientos en sanidad o generación de energía. Fue obligatorio hasta 2008, pero acaba de ser reactivado.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante una entrevista con el presentador de televisión, Dmitry Kiselev.

A la vista de la amenaza rusa, el Gobierno sueco ha anunciado este 2024 que el servicio civil, hasta ahora basado exclusivamente en el voluntariado, pasa a ser obligatorio. Desde el pasado 19 de enero lo es para los jóvenes con formación acreditada en el ámbito de la salud, en particular en primeros auxilios, así como para los que posean competencias en producción y transmisión de electricidad.

Cómo funciona la defensa civil

Según las autoridades suecas, la defensa civil empieza con cada persona y su propia preparación. Los particulares pueden reforzar su preparación estando preparados para quedarse sin electricidad, acceso a tiendas de comestibles o agua durante un periodo de tiempo. "Cuantas más personas puedan arreglárselas por sí solas durante un tiempo, mejor podrán las agencias y organizaciones gubernamentales centrarse en ayudar a quienes se encuentran en las situaciones más difíciles", asegura el Gobierno.

La filosofía del plan es que corresponde a los ciudadanos garantizar la seguridad de Suecia. "La ciudadanía no es un documento de viaje", dijo en enero el primer ministro sueco. Aplicando la 'Total Defence', en 2025, cerca de 100.000 jóvenes serán llamados a filas y se calcula que el 10% acudirá en contra de su voluntad, cuenta The Guardian.
Soldados británicos participan en un ejercicio de fuego real de la OTAN.
La OTAN y la UE endurecen su mensaje frente a Rusia: los aliados lanzarán en Europa el mayor ejercicio militar desde la guerra fría

"La defensa total de Suecia implica a toda la sociedad. La defensa total es el conjunto de actividades necesarias para preparar a Suecia para la guerra y consta de dos ámbitos de actividad: la defensa militar y la defensa civil", asegura el propio Ejecutivo sueco en su web oficial.

Un elemento disuasorio de la guerra

El objetivo de esa 'Total Defence' es oficialmente "tener la capacidad de defender a Suecia contra un ataque armado y salvaguardar nuestra seguridad, libertad, independencia y libertad de acción". Pretende ser "un elemento disuasorio de la guerra. Esto significa que si Suecia tiene una defensa total que funciona bien y los demás son conscientes de ello, disminuirá el riesgo de ataques y presiones contra Suecia".
Exportación de material bélico en el mundo.

Según el Gobierno, "Suecia necesita estar siempre preparada para poder gestionar diversos tipos de amenazas a nuestra seguridad. Esto implica estar preparados para gestionar crisis en tiempos de paz, como pandemias, catástrofes naturales, crisis de seguridad o, en última instancia, un ataque armado".

Más soldados porque el Ejército sueco crece

La introducción progresiva del servicio militar obligatorio y del servicio civil en Suecia responde en buena medida al aumento progresivo de los efectivos de las fuerzas armadas suecas. Según Meta Defense, han pasado de dos batallones de maniobra y cuatro compañías auxiliares movilizables en 90 días en 2010 a siete batallones de maniobra y otros tantos auxiliares movilizables en siete días en 2019.

En principio, el servicio obligatorio sera para los jóvenes suecos que hayan recibido formación en servicios de emergencia y suministro eléctrico, pero es el primer paso de lo que se espera que sea un programa de servicio mucho más amplio.

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31 March, 2024 - 00:00

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Europa aprovecha la guerra de Ucrania y la tensión con Rusia para impulsar su industria militar

31 March, 2024 - 00:00

Diego Herranz

En cuestión de semanas, la UE estará dotada de un revisado Plan de Defensa que dedicará varios de sus trazos maestros a impulsar los gastos en seguridad y a subvencionar y financiar a su sector militar. "Los europeos debemos ponernos en guardia". Palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, adornadas con una explicación casi mística: "No podría haber un símbolo más elevado ni un uso más gratificante de los recursos europeos que hacer de Ucrania y de Europa un continente más seguro en el que vivir". Traducido al román paladino, la UE avisa de que tendrá que rearmarse a marchas forzadas para continuar siendo un espacio de libertad y de seguridad.

Pero detrás de esta declaración de intenciones se esconde un gigantesco estímulo para la industria bélica comunitaria. El objeto de los equipos multidisciplinares que trabajan con afán en la remodelación estratégica de la UE no es otro que dar cobijo a sus empresas de armamentos y tecnología militar. Porque la mitad de los sistemas defensivos deberán contratarse con firmas del club europeo para 2035, lo que implicará revisar la mayor parte de los equipamientos que adquieren sus ejércitos de terceros países.

Así lo refleja el borrador sobre el que girará la futura Estrategia Europea de Defensa Industrial al que ha tenido acceso Bloomberg, que se erige en un pilar esencial de la amplia remodelación de la arquitectura de seguridad del Viejo Continente que prepara el Ejecutivo comunitario y en la que tendrán un papel estelar varios de los grandes brazos financiadores de Bruselas, con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que preside Nadia Calviño, a la cabeza.

De ahí que, en una entrevista a El País, la exvicepresidenta económica española, manifestase la semana pasada su propósito de "reforzar la industria militar europea y la capacidad disuasoria" de la Unión durante su mandato al frente del BEI. Una institución que asumirá, de esta manera, "un reforzamiento de los objetivos políticos", aunque -explicó- sin poner en riesgo la excepcional calificación estratégica del banco.
Calviño ha manifestado su propósito de "reforzar la industria militar europea"

Calviño corrobora así la petición expresa del entramado institucional de Bruselas para que este organismo multilateral europeo sea, en lo sucesivo, "más ambicioso" en financiar pedidos de defensa, como enfatizó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante el reciente foro anual del banco en Luxemburgo. Ahí instó a romper sus "tabúes" en este terreno a través de una ejecución más activa de los fondos Next Generation -destinados básicamente al proceso de digitalización y a la transición energética sostenible- a proyectos de la industria militar.

En respaldo de este nuevo tacticismo del BEI también salió a la palestra el vicepresidente de la Comisión y responsable del Nuevo Pacto Verde, Maros Sefcovic, que hizo hincapié en que la UE debería arriesgar más y anteponer intereses políticos a la seguridad financiera. Además, encomendó al BEI la reflexión de "valorar más las consideraciones políticas" que, en ocasiones, "deberían tener prevalencia sobre los beneficios".

Pero ¿qué argumentos esgrime Bruselas para emprender este viraje geoestratégico? Y, más allá de estas premisas, ¿qué grupos empresariales se beneficiarían de este desembolso de recursos hacia la industria militar europea? Estos cuatro bloques temáticos ayudan a entender el debate.

1. Las directrices de la nueva estrategia de defensa europea

La alta conflictividad geopolítica justifica -convienen en decir tanto el documento oficioso como los mensajes de las autoridades- la necesidad de que Europa asuma un "compendio de responsabilidades que garantice su propia seguridad", más amenazada que nunca por un "espectro de peligros emergentes" que requieren que Europa se erija en un "actor más fuerte", con mayor capacidad para dotarse de armamento y de instrumentos de disuasión, "no solo para proteger a sus ciudadanos, sino en beneficio de la paz internacional".

Bajo este epígrafe, el plan de Bruselas fija cinco ejes esenciales. Por un lado, un gasto mínimo y mutualizado para procurar a los ejércitos europeos de material y sistemas militares adecuados y revertir con estos recursos el suministro desde países ajenos a la UE, con el objetivo de crear un mercado de defensa europeo. Por otro, mecanismos de reforzamiento industrial que impidan posibles disrupciones en cadenas de valor de las empresas del sector. En tercer lugar, impulso financiero a manufacturas militares europeas con fondos comunitarios para establecer alianzas corporativas.

Un cuarto parámetro dirigido a la identificación de proyectos con altos estándares y valoraciones en materia de Seguridad para focalizar los esfuerzos presupuestarios e inversores. Y, finalmente, el esclarecimiento de pautas para encauzar los retos y prioridades, con Ucrania en el punto de mira preferente, pero con visión telescópica sobre asuntos como ciberataques o sabotajes sobre infraestructuras críticas, entre otros.

2. ¿Qué detonantes han encendido la mecha del militarismo en la UE?

Por encima de todos, la cada vez más patente pérdida de fuelle de Ucrania en los distintos frentes de batalla. Con unas evidencias también cada vez más elocuentes de que la maquinaria bélica rusa está tirando de su economía y abasteciendo de forma eficiente a los contingentes militares del Kremlin que ven en el Dombás avances palpables en su estrategia invasora. Moscú controla casi el 20% del territorio ucraniano. En medio de una sucesión de críticas desde Kiev a la parálisis de ayuda armamentística y financiera en el Congreso americano -a instancias del republicanismo trumpista- y la pasividad de la UE.

Los servicios secretos ucranianos admiten que Rusia podría romper sus defensas en verano, creen que su situación en las batallas abiertas es "sumamente débil" y no descartan la captura de su capital. El ministro de Exteriores europeo, Josep Borrell, reprocha a los socios comunitarios que no envíen munición a Kiev -"no hacer nada no es una opción", recalca-, mientras desde el Este y los países escandinavos se hace hincapié en el riesgo expansionista de Vladimir Putin, más allá de Ucrania, y en la amenaza de que en un futuro inmediato "en los próximos tres o cinco años", según la inteligencia de Estonia, los aliados atlánticos tengan que invocar el Artículo 5 de sus estatutos para cumplir con la defensa colectiva de alguno de sus socios.

En este orden de peligros también irrumpe la muerte de Alexéi Navalni, la embestida dialéctica de Trump contra los europeos que no gastan el 2% de su PIB en defensa y su fe ciega en que, si llega de nuevo a ser el inquilino de la Casa Blanca, paralizará junto a Putin la guerra en Ucrania, sin especificar contrapartida alguna.

3. Más madera proteccionista a las industrias nacionales, incluida la armamentística

El difícil y tambaleante ciclo de negocios post-covid ha inaugurado una etapa de subsidios a las industrias nacionales que ha auspiciado y está alimentando EEUU, el mercado más liberalizado del planeta. La Administración Biden ha lanzado un doble escudo protector para impulsar la digitalización y la sostenibilidad, pero también, con el paso del tiempo, para catapultar la fabricación de chips o dar alas a las manufacturas armamentísticas en un largo lustro de presupuestos expansivos en el área de la defensa.

La Chips and Science Act, vigente desde julio de 2022, y con una dotación de 280.000 millones de dólares, y la Inflation Reduction Act (IRA), alumbrada un mes después y dirigida a generar 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo en el segmento de las energías renovables en 2030, están sentando las bases de un desvío de fondos tecnológicos e industriales hacia objetivos con ribete militarista.

Europa se mira en el espejo de Washington y trata de diversificar -a tenor de las voces surgidas desde Bruselas- parte de los recursos Next Generation en esa dirección. Una idea recurrente, si se tiene en cuenta que la UE (y Reino Unido) ya pusieron el grito en el cielo en la cita de Davos de 2023 por la desventaja competitiva que las ayudas industriales de EEUU iban a generar por el reparto federal billonario de ambas regulaciones. Igual que China. En principio, para acelerar la transición energética con tecnología puntera; en especial, con la Inteligencia Artificial (IA) y el negocio de los circuitos integrados. Pero, ahora, con la carga militarista a cuestas.

Solveigh Hieronimus, socia de McKinsey, llegó a aconsejar a Europa que incorporara a su Green Deal Industrial Plan -una variante de la agenda verde- una "parte substancial" de los fondos Next Generation que, ahora, Bruselas pretende desviar al rearme del club comunitario. Sin que pueda atisbarse a medio plazo alguna opción de configurar un ejército genuinamente europeo.

4. ¿Qué emporios armamentísticos serían los grandes beneficiarios?

En principio, los sectores productivos de las cuatro grandes economías del euro. El problema, dicen desde The Economist, es que, a menudo, las industrias de Alemania, Francia, Italia y España no comulgan con contratos ni en la forma de desplegar en sus mercados nacionales cadenas de valor complementarias.

Por ejemplo, el eje franco-alemán se resquebraja en proyectos como el del Escudo de Cielos Europeo porque Alemania fía esta iniciativa a la compra masiva de sistemas de defensa aérea de EEUU e Israel, lo que ha generado irritación en las filas del partido de Emmanuel Macron, donde critican que la idea del canciller Olaf Scholz de apoyar una "economía de guerra" no puede ampararse en compras de equipos extranjeros, sino en "órdenes de pedidos europeas".

Mordor Intelligence, firma de investigación de mercados, afirma que la industria de la UE está "especialmente fragmentada", frente a la elevada concentración del sector en EEUU, cuyos contratos se reparten mayoritariamente una decena de compañías. "En la UE, el negocio militar movilizó en 2022 casi medio billón de dólares (240.800 millones, exactamente) tras repuntar un excepcional 6%. Frente a los 766.000 millones de la Casa Blanca en 2022. Rusia y Reino Unido se han destacado como los países del Viejo Continente con mayores desembolsos", explica.

Los cinco mayores emporios militares comunitarios (todos con acuerdos de colaboración con varias de sus rivales estadounidenses, en especial, Boeing; Lockheed Martin y Raytheon Technologies) tienen un claro acento francés. La cuarta firma por capitalización bursátil y censo de acuerdos mercantiles es Dassault Aviation, con una facturación de 12.360 millones de dólares; la tercera, Thales (25.561 millones), y la segunda, Safran (50.427 millones), son galas; y la primera, el consorcio Airbus (93.154 millones), el gran suministrador europeo, también presenta una aportación mayoritaria de París. Igual que de Berlín, que coloca, en quinto lugar, a la mayor de sus insignias, Rheinmetall AG (8.053 millones), que ejecuta una amplia cartera de entregas. Aunque todas ellas tienen al negocio aeroespacial como estandarte.

El tercer peldaño efectivo lo ocupa BAE Systems, británica (28.555 millones). La única española entre las 15 firmas de defensa europeas más poderosas es Navantia, en el puesto decimocuarto. En esta lista aparecen dos italianas (la naval Fincantieri y la aeroespacial Leonardo), así como otras dos germanas (Kongsberg y Diehl). El resto son francesas y británicas.

Asimismo, desde Infodefensa se precisa que el 80% del sector de defensa hispano está en manos de cinco firmas. Aunque la actividad la desarrollan 394 empresas. El 34,3% del negocio lo monopoliza Airbus Defence and Space y el 20,4%, Airbus Military. El pódium lo completa Navantia, que logra el 12,9%, seguido de Indra Sistemas (4,9%), Airbus Helicopters España (4%), la histórica firma de explosivos Santa Bárbara (3,6%), Industria de Turbo Propulsores (2,5%) y Cepsa, URO Vehículos Especiales e Hisdesat, en torno al 1% de los gastos.

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La destrucción cultural de Iraq, un crimen premeditado e impune

30 March, 2024 - 00:00

Ignacio Fontes

La invasión de Irak fue algo más que una guerra. Fue la destrucción sistemática y planificada de la considerada primera civilización de la historia, en la que nacieron la escritura, la ley y todas las ciencias conocidas, y sin la que la de Occidente, esa de la que nos mostramos tan orgullosos, sencillamente, no sería.

So capa de burdas mentiras conscientes –las “armas de destrucción masiva” y la complicidad del dictador iraquí Sadam Husein, su antiguo socio, con la Al Qaeda de Bin Laden–, el 20 de marzo de 2003, hace 21 años, comenzó la agresión desencadenada por las tropas aliadas de los Estados Unidos y Gran Bretaña, con la complicidad de algunos compañeros de viaje segundones, entre otros, la España gobernada por Aznar.

El 9 de abril cayó Bagdad. Robert Fisk, el legendario corresponsal en Oriente Próximo del diario londinense The Independent, escribió: “Si el 9 de abril fue el Día de la ‘Liberación', el 10 de abril fue el Día del Saqueo”. Una semana después habían desaparecido más de 170.000 efectos de origen sumerio, acadio, asirio y babilónico sólo del Museo Nacional de Irak. El 1 de mayo, 40 días después, el legado de la inmensa herencia mesopotámica desde hacía más de 5.000 años antes de nuestra era (a.n.e.) había desaparecido, robado, destruido, quemado... Bagdad, escribió Fisk, había quedado “reducida al año cero”.

Los Estados Unidos habían cumplido la ominosa, miserable amenaza de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de la Administración de George W. Bush, un avida dollars de incontenible avaricia del petróleo: “Devolveremos Irak a la Edad Media”. Se quedó corto.

Un oasis en el desierto integrista

Desde su constitución como nación, liberada del yugo otomano tras la I Guerra Mundial, Irak escogió como principio de su presente islámico laico la integración de su pasado preislámico milenario, una excepción en el integrismo predominante en el mundo árabe en el que convivían sin conflicto musulmanes chiíes y suníes, además de cristianos caldeos. Una singularidad enraizada en su historia, anotada por los viajeros occidentales de los siglos pasados que subrayaban la tolerancia del reino de Bagdad, especialmente bajo Fáisal I, el primer rey del Irak moderno (1921-1933), y su influyente ministro de Educación Satti al Husri, pensador del nacionalismo árabe, para quienes la religión no era la seña de identidad de la nación iraquí sino la conciencia nacional de la herencia de los siglos y la educación y, en consecuencia, sembraron el país de escuelas, museos y bibliotecas que expusieran y enseñaran a los iraquíes su ser nacional: de cuando en el siglo VIII Bagdad era llamada Madinat al Salam, Ciudad de la Paz, y rivalizaba en sabiduría e instituciones culturales, y más de 7.000 años de civilización, con Bizancio, capital del Imperio romano de Oriente.

Una civilización que va “de los sumerios a los abasíes y la nueva nación. Todo eso es Irak”, porque “Irak empieza en Sumer”, dice Joaquín María Córdoba Zoilo parafraseando el título La historia empieza en Sumer, obra del asiriólogo ucranio-estadounidense Samuel Noah Kramer.

El profesor Córdoba es catedrático de Historia Antigua de la Universidad Autónoma de Madrid y, entre otros títulos, miembro de la Lista de Expertos de la Unesco para el Patrimonio de Irak y coordinador del Gabinete Técnico Donny George para la Protección del Patrimonio de Irak de la UAM. Arqueólogo y arabista internacionalmente reconocido, no duda en afirmar con contundencia: “Los profesionales debemos desvelar la reciente historia de la destrucción sistemática de un patrimonio brillante, la intencionada desvertebración de Irak a través de la eliminación de su historia verdadera, su patrimonio y sus especialistas. Por imperativo moral, porque sabemos que los yacimientos, la arqueología y los museos de aquel país encierran junto a su razón de ser como nación, su memoria y la de toda la Humanidad”.

También señala no sólo a los autores e inductores sino a los que dejaron de ejercer su deber moral por negligencia, desidia, connivencia o intereses espurios del expolio sistemático que comenzó tras la guerra del Golfo de 1991: “Las llamadas oficiales de ayuda y las iniciativas de instituciones como el Instituto Oriental de Chicago, el Museo Británico, la Universidad de Turín o la Universidad de Tokio en 1994 se encontraron con el silencio o la dejación de responsabilidad. UNESCO e Interpol estuvieron lejos de asumir sus obligaciones, probablemente ante el temor a irritar al Consejo de Seguridad [de Naciones Unidas] o a quien ejercía el dominio sobre el mismo”.

La terrible lista del desastre

La nómina de lo más visible de la desvertebración levantada por el profesor Córdoba es espeluznante: una gran parte de las instituciones culturales y museos de Irak sufrieron bombardeos, asaltos, saqueos e incendios. “Como botones de muestra más conocidos, baste saber que el Museo Arqueológico de Mosul fue asaltado y robadas piezas singulares en salas y almacenes: la biblioteca de su universidad destruida y saqueada, incluida la colección de manuscritos medievales”.

La Biblioteca Central de Basra y la de su universidad fueron incendiadas y arrasado el 75% de sus valiosos fondos y manuscritos. Y el Museo de Historia Natural fue bombardeado y expoliado en su totalidad, como el museo de Kirkuk. En Nasiriyah, la Universidad Técnica fue saqueada y destruida. “Y así, un largo etcétera. Pero ha sido en Bagdad donde el plan sistemático de aniquilación cultural ha alcanzado su cima”. Además del Museo Nacional de Irak, la Biblioteca Nacional y el Archivo Nacional fueron saqueados e incendiados en dos ocasiones, “habiéndose perdido once millones de libros, registros fonográficos y todo cuanto atesora una biblioteca de estas características”.

La Biblioteca al Awqaf, incendiada, perdió miles de manuscritos quemados o robados. Lo mismo ocurrió en la de la Casa de la Sabiduría –días de saqueo y miles de manuscritos robados–; de la Academia de Ciencias –saqueada por completo tras el derribo de la puerta por un blindado estadounidense– desaparecieron 58.000 publicaciones impresas–; bibliotecas e instalaciones de la Universidad de Mustansiriyah, la Fundación de Teatro y Cine –destruida toda la colección de películas y vídeo–, el Museo de Arte Moderno –destrozados todos los cuadros menos 15, incendiada la biblioteca y el archivo artístico– y, claro está, el Museo Nacional.

Pero el asalto premeditado y el saqueo del Museo Arqueológico de Irak es uno de los mayores escándalos de nuestra historia reciente. Como símbolo de la nación iraquí y de todo cuanto se gestó en la época de la independencia, desde los tiempos de Faysal y de Satti al Husri, el saqueo del museo es también un símbolo de la voluntad de humillación. Entre los días 9 y 16 de abril, grupos organizados asaltaron el museo y cargaron impunemente sus vehículos ante la pasividad de las tropas estadounidenses“.

La profesora portorriqueña Luce López-Baralt, prestigiosa discípula del sabio arabista español don Miguel Asins Palacios, añade otras pérdidas con palabras tan sensatas como contundentes y conmovedoras en su artículo Morir dos veces en Bagdad (El Nuevo Día, Puerto Rico, 10 de mayo de 2003).

El texto dice así: “Al quedar arrasados los tesoros de su antigua memoria, Nínive y Babilonia han vuelto a caer, la Bagdad califal ha sucumbido bajo una nueva invasión mongola [se refiere al expolio de Hulagu, rey mongol que invadió la capital califal en 1258 y arrojó 400.000 volúmenes al Tigris, que quedó ennegrecido con la tinta]. Al-Andalus ha vuelto a silenciarse, Nuri de Bagdad ha perdido su voz. Yo sé bien de otra colección perdida en la biblioteca Al Awqaf: los manuscritos inéditos de la obra completa de Nuri de Bagdad, uno de los fundadores de la literatura mística musulmana. Traduje uno de sus tratados del árabe y me estremece pensar que Nuri ha sido silenciado para siempre. Ya nunca sabremos lo que quiso decirnos este refinado contemplativo, que impartía sus enseñanzas espirituales a orillas del Tigris allá por el siglo IX. Al perecer su obra, Nuri ha muerto una segunda vez en Bagdad, bien que con once siglos de diferencia.

Han desaparecido más de 170.000 artefactos de origen sumerio, acadio, asirio y babilónico del Museo Nacional de Irak, incluyendo cerca de 75.000 piezas que aún no estaban adecuadamente clasificadas. En Mesopotamia nació la escritura, fuente de la memoria, y este museo albergaba los primeros símbolos numéricos y los primeros ejemplos de la escritura humana. La devastación lo alcanzó todo: estatuas, bajorrelieves, tablas cuneiformes, la cabeza de marfil de la mujer de Nimrud, un arpa de oro y nácar de la necrópolis sumeria de Ur, relieves de Nínive. Yo vi en este museo unas piezas que ningún periódico ha inventariado, pero que se me quedaron grabadas con fuego en la memoria: las calaveras de las mujeres de Babilonia, con su negra cabellera rizada y sus intrincadas coronas de oro, pendientes y collares aun intactos. El legado escrito de la cultura milenaria iraquí también ha volado en humo: las primeras copias manuscritas del Corán, códices andalusíes de valor incalculable, textos médicos de puño y letra de Avicena“.

El escritor y bibliotecólogo venezolano Fernando Báez, encargado de documentar los acontecimientos de la invasión como testigo ocular, informó en su libro La destrucción cultural de Irak: un testimonio de posguerra (Flor del Viento Ed., Barcelona, 2004) que “las tropas [iraquíes] excavaron trincheras frente al Museo Nacional de Bagdad y establecieron sus bases de defensa en los palacios y templos más antiguos de la Mesopotamia. El atrincheramiento ocasionó la destrucción arquitectónica de ciudades milenarias, por ejemplo, Ur y Babilonia, por parte de los tanques militares [aliados]. En Babilonia, los soldados [aliados] vandalizaron las ruinas al pintar grafitis patrióticos y robaron y destrozaron tablillas inmemoriales y en Ur [una de las ciudades más antiguas de Sumeria, del V milenio a.n.e.], ”los soldados, al saber que Abraham nació allí, han tomado pedazos de bloques de arcilla para llevarlos hasta su nación“.

Robert Fisk narró su experiencia: “Ni en todos mis sueños de destrucción habría imaginado jamás que un día entraría al Museo Arqueológico Nacional de Irak y encontraría profanados sus tesoros. Todo estaba esparcido por los suelos, decenas de miles de piezas, las antigüedades de valor incalculable de la historia iraquí. Los saqueadores habían ido de un estante a otro y habían derribado sistemáticamente las estatuas, las vasijas y las ánforas de asirios, babilonios, sumerios, medos, persas y griegos, las habían lanzado contra los suelos de hormigón. Bajo mis pies crujían los restos de plintos de mármol y estatuas de piedra de 5.000 años de antigüedad, de vasijas que habían sobrevivido a todos los asedios de Bagdad, a todas las invasiones de Irak de la historia; que no habían sido destrozados hasta que los Estados Unidos ‘liberaron' la ciudad”.

Y de lo material a lo humano: el número de víctimas oscila desde las 30.000 que sostenía Bush a las 655.000 de la Universidad Johns Hopkins que publicó The Lancet, la respetada revista médica británica, o el más de un millón de muertos la empresa londinense Opinion Research Business. Pero el profesor Córdoba va más allá y sugiere que también el asesinato fue premeditado: se pregunta por “alguien” que “desde 2003” ha ejecutado “sistemáticamente a centenares de profesores de universidad, profesionales de prestigio, intelectuales destacados. Hasta ahora, 479 ejecutados. Miles han huido fuera para no sufrir la misma suerte. Verdad dramática, verdad ocultada. Un escándalo internacional (…) No han sido víctimas de atracos, bombardeos, enfermedades: han sido ejecutados porque iban a por ellos. La clase intelectual de Irak. El nervio de la nación. Musulmanes y cristianos. Mujeres y hombres. Todos (…) la legión de profesionales de una nación que hemos contribuido a destruir”.

Y es que “los crímenes no son casuales”.

Ojos que ven, corazón que no siente

“Todos los expertos internacionales coinciden en el hecho de que junto a la masa que asaltó los museos, entraron en ellos auténticos delincuentes expertos que sabían perfectamente qué buscaban y tenían muy claro cómo y dónde vender las piezas robadas”, dice María Pilar García Cuetos, catedrática de Historia del Arte de la universidad de Oviedo.

El prestigioso periodista Carlos Luis Álvarez, Cándido, iba más lejos en su denuncia –publicada en 2003 en el diario ABC de Madrid–: a determinados comandos de ladrones los acompañaban especialistas con instrucciones precisas de apoderarse de documentos referidos a los derechos de los palestinos sobre su territorio…

Confabulados con “la ignorancia, los prejuicios, la presunción de superioridad cultural y racial [que] está en el origen de muchos de los errores políticos, militares y morales cometidos por los EEUU y sus aliados en Oriente Próximo y en otras partes del mundo. En ese panorama, la cultura, la historia o el patrimonio del país derrotado y los daños infligidos a éste son lógicamente despreciados por las fuerzas de ocupación. No entienden que Irak y los iraquíes se saben ciudadanos de un viejo país, culto y rico”, acusa el profesor Córdoba. Y confirmó sobre el terreno Robert Fisk, testigo impotente del asalto y de la negativa de auxilio de las tropas de los EEUU, que se limitaron a proteger con eficacia solamente dos edificios, los de los ministerios de Interior y del Petróleo, por razones vergonzosamente obvias: por su interés político en el primer caso y por el interés de las Siete Hermanas de las empresas petrolíferas en el segundo. Pero, añade, del “ministerio de Economía robaron archivos enteros de importaciones y exportaciones registrados en discos informáticos, junto con ordenadores de sobremesa”.

La Convención de la Haya de 1954 y su Segundo Protocolo, de 1999, comprometen a los países civilizados a proteger el patrimonio cultural e histórico en la guerra. Inglaterra y Estados Unidos no los ratificaron, por lo que se consideraban exentos de responsabilidad. Pero sí lo hicieron con la Convención de Ginebra de 1949, que prohíbe el pillaje. Y no pueden alegar ignorancia: en enero de 2003, ante los amenazantes tambores de guerra, un grupo de prestigiosos historiadores y arqueólogos y de representantes de instituciones como, entre muchas otras europeas y estadounidenses, el Instituto Arqueológico Americano, el Instituto Oriental de Chicago y el Consejo Internacional de Museos y apoyado por influyentes coleccionistas y anticuarios, se reunió con las autoridades del Pentágono para asegurar la protección patrimonial de Irak.

El profesor McGuire Gibson, una autoridad mundial en la Mesopotamia histórica, proporcionó a los militares y políticos documentación completa sobre los cinco mil lugares esenciales de la historia y la cultura iraquí que habían de proteger de los desastres de la guerra. Las seguridades recibidas no atravesaron los muros del Pentágono; sobre el terreno invadido, fue otra cosa: la respuesta que dieron al citado bibliotecólogo Báez, cuando solicitó a las tropas aliadas la protección del yacimiento arqueológico de la ciudad-estado sumeria de Isin, era la de ordenanza: “No somos policías, somos soldados”.

También fueron cómplices, pues tras los saqueadores llegaron los incendiarios para borrar la huella del crimen: “¿Por qué? ¿Quién envió a los saqueadores? ¿Quién envió a los incendiarios? ¿Los pagaron? ¿Quién quería destruir la identidad del país?”, se preguntaba Robert Fisk, para denunciar la planificación premeditada destructiva: “Los incendiarios acuden después, a menudo en autobuses de un solo piso pintados de azul y blanco. Llegué a seguir a uno de ellos después de que sus pasajeros hubieran incendiado el Ministerio de Comercio y los vi huir de la ciudad a toda prisa (...) ¿quiénes conforman ese ejército de incendiarios? Una vez más, no lo sabemos. Reconocí a uno (...), y la segunda vez que me vio me apuntó con su Kaláshnikov. Los saqueadores no van armados. Entonces, ¿de qué tenía miedo? ¿Para quién trabajaba? ¿A quién beneficia –ahora, tras la ocupación estadounidense de Bagdad– la total destrucción de la infraestructura física del Estado, junto con su patrimonio cultural? ¿Por qué no lo detuvieron los estadounidenses?”.

Para la profesora Luce-Baralt está claro: “Este patrimonio de la humanidad era más valioso que todo el petróleo de Irak y, sin embargo, hubo tanques para defender los pozos de Kirkurk, y ni un solo soldado para evitar el saqueo. La cuidadosa destrucción de los catálogos y los registros informáticos, así como el acceso, al parecer no forzado, a las cámaras de seguridad y bóvedas que albergaban algunas de las piezas más importantes del Museo de Bagdad, permite pensar que detrás del expolio de las turbas enloquecidas se ocultaba una cuidadosa planificación ulterior (El País, 16 de abril de 2003; New York Times, 20 de abril de 2003; Le Monde, 19 de abril de 2003). Atemoriza pensar que el American Council for Cultural Policy ha venido ejerciendo presión para que se autorice el mercado de antigüedades robadas”.

No somos inocentes

El profesor Joaquín María Córdoba termina su dolorido planto con un duro alegato: “(…) La legión de profesionales de una nación que hemos contribuido a destruir (…) no somos inocentes. El huevo de la serpiente lo incubó la alianza anglosajona y sus fieles y sumisos aliados. Entre ellos, nosotros”. Y entre ellos, nosotros los periodistas: Robert Fisk no duda en acusar a los profesionales: “Los periodistas cooperamos, y con un fracaso de la moralidad aún mayor, en esa guerra”.

Pónganse los lectores en su ciudad, pasen revista a sus museos, sus bibliotecas, los vestigios de su historia. En el caso de Madrid, el Museo del Prado y los demás del Paseo del Arte, la Biblioteca Nacional, el parque del Retiro y su Palacio de Cristal, el Palacio Real, la iglesia mudéjar de san Nicolás de Bari, del siglo XII, o la de san Francisco el Grande con su cúpula de 33 metros, la cuarta mayor de la cristiandad, incluso los tímidos restos de la muralla árabe de Magerit... Después, con esos ojos que no ven, visualícenlos como montañas de escombros, toneladas de papel quemado, lienzos y obras de arte robados o destruidos... Y ahora, imagínense en esas condiciones desde los dólmenes neolíticos de Antequera a la Sagrada Familia de Barcelona, el teatro romano de Mérida, la torre de Hércules, el acueducto de Segovia, el monasterio de San Millán de Suso y Yuso, el románico, la mezquita de Córdoba, el gótico, la muralla de Ávila, la Alhambra de Granada, el alcázar de Sevilla, el monasterio del Escorial..., miles de monumentos, cientos de miles de obras de todos los tiempos y civilizaciones que nos han hecho, millones de obras de arte, billones de libros y documentos, todo destruido, incendiado, robado...

“Traduzco la desgracia en términos occidentales”, dice la profesora López-Baralt: Es “una catástrofe para la cultura mundial de tal envergadura que sólo puede ser comparada con la quema de la Biblioteca de Alejandría (...) Al perecer la obra de Nuri de Bagdad es como si hubiese ardido la obra de San Juan de la Cruz o de Santa Teresa, sin que la hubiésemos podido terminar de leer adecuadamente”. “La desaparición de un busto de un rey acadio de 3.500 años de antigüedad [es] sólo comparable a la desaparición del cuadro de la Monna Lisa de Leonardo da Vinci”, afirma el dictamen del Tribunal Internacional sobre Irak (Sesión de Barcelona, 20-22 mayo de 2004).

“Este legado inmemorial, cuya riqueza ni siquiera hemos alcanzado a aquilatar, no sólo era patrimonio de Irak, sino de la humanidad”, concluye López-Baralt.

En la presentación de la citada obra de Fernando Báez, La destrucción cultural de Irak. Un testimonio de posguerra, Noam Chomsky escribe que “resulta increíble y dramática. Provoca dolor lo que cuenta. Y debo advertir que al menos una de sus predicciones se ha cumplido ya: una total impunidad que ha salvado a los culpables”.

Y Robert Fisk escribe en su monumental La gran guerra por la civilización. La conquista de Oriente Próximo (Ed. Destino, Barcelona, 2006): “La BBC hablaba a principios del 2003 sobre los ‘aliados' que invadirían Irak. Cuando Bush, Blair y el presidente español, Aznar, se reunieron en las Azores el 15 de marzo, el simbolismo de la segunda guerra mundial alcanzó su apogeo. Los Tres Grandes –Churchill, Roosevelt y Stalin– se reunieron en Yalta para decidir el futuro del mundo tras los nazis. Esta vez, los Tres Pequeños se reunían en una oscura isla portuguesa para decidir el futuro de Oriente Próximo”.

En las 2.398 páginas que tiene mi edición en línea del libro de Fisk es la única vez que se menciona a nuestro sátrapa doméstico y, encima, despectivamente. La Historia no sólo no te absuelve generalmente sino que a menudo te desprecia.

Fuente: https://www.eldiario.es/politica/de...

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Milei quiere expandir el poder del ejército en Argentina

30 March, 2024 - 00:00

Victoria García

El presidente de Argentina, Javier Milei, quiere expandir el poder del Ejército en el país. Para ello, se tramitarán cuatro proyectos de ley en el Congreso y de conseguirse la aprobación, el Ejército de aquel país podrá patrullar, controlar a las personas pidiendo identificación y vehículos, además de realizar tareas de prevención de delitos y aprehender sustancia además de detenciones in situ.

Así lo ha anunciado el ministro de Defensa, Luis Petri, y su compañera de gabinete al frente de la Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, quienes aclararon que las Fuerzas Armadas no se utilizarán para delitos comunes, sino en actos de terrorismo y con el permiso del gobernador regional que lo solicite. "Estamos modificando la Ley de Seguridad Interior para que puedan intervenir el ejército y realizar operaciones para devolverle la paz a los rosarinos en los supuestos de terrorismo. Que los hechos delictivos sean calificados de esa manera dependerá del comité de crisis que actúe en un lugar determinado en un momento específico", ha asegurado Petri.

Patricia Bullrich ha dicho que también enviarían al Congreso la ley antimafias, que tiene su origen en la de Italia, ya que el hecho individual no es lo que determina la pena, sino los que participan en una determinada organización y son parte de distintos tipos de delitos encadenados para los objetivos de la organización criminal. "La pena más grave que le corresponda a quien cometió el hecho, se va a aplicar a todos los miembros de la organización", ha dicho.

También va al Congreso el proyecto de ley de la reiteración que también modifica el Código Penal. "Si un delincuente lo apresan por un delito y no tiene condena previa, se va a la calle y vuelve a delinquir. Así que pretendemos que una vez que ya tenga un delito registrado, aunque no haya sido sentenciado por un juez, vaya a la cárcel", ha asegurado.

Bullrich también se ha referido al registro de ADN. Actualmente, rige en Argentina uno para delitos sexuales. "Ahora, cada una de las personas que entre a una cárcel, a una dependencia policial, con una imputación va a tener que someterse a una prueba de ADN que va a quedar en un sistema donado por el FMI donde se almacena y van a dejar sus huellas genéticas", ha indicado, añadiendo que sirve no solo para imputar, sino para desvincular a un inocente de un hecho.

Respecto a los conceptos de legítima defensa y cumplimiento del deber, Bullrich ha dicho que hay que cambiar la idea de que los policías terminan siendo los victimarios. No se va a permitir que las familias de los delincuentes se querellen contra el Estado Nacional. "Hoy le pegan una pedrada a un policía y no pasa nada. A partir de ahora habrá penas concretas para quienes atenten contra la autoridad", ha concluido.

SER

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CGT: No queremos ninguna guerra

29 March, 2024 - 00:00

Las últimas semanas, ante los fracasos militares del bando ucraniano, estamos presenciando cómo los líderes de la OTAN y de la Unión Europea aumentan el tono belicista incrementando el peligro de una escalada que comportaría riesgos gravísimos para los ciudadanos de nuestro Estado.

Son muy peligrosas las declaraciones de Margarita Robles, ministra de “la Guerra” del gobierno de España, en las que afirmaba que «estamos en guerra contra Rusia» asegurando que España continuará enviando la ayuda militar que haga falta o las declaraciones de Emmanuel Macron, presidente del gobierno francés, insinuando que si Rusia continúa avanzando en el frente enviará tropas regulares del ejército francés.

También es preocupante que en medio de esta situación bélica tan crítica, el presidente del gobierno Pedro Sánchez, se reúna con las principales empresas armamentísticas, las cuales se aprovechan del genocidio en Palestina o la guerra de Ucrania para hacer negocio, mostrándoles públicamente su apoyo y reivindicando su actividad.

La retórica que utilizan estos dirigentes irresponsables no es espontánea, sino que está previamente orquestada y tiene como objetivo medir el grado de aceptación de la sociedad europea en caso de un enfrentamiento directo de la OTAN contra la Federación Rusa. Las consecuencias de una escalada militar serán catastróficas: el reclutamiento forzoso de la población civil, el probable uso de armamento nuclear, millones de muertos y un futuro incierto para las generaciones venideras.

Esta estrategia comunicativa la han estado utilizando, al menos, desde el año 2022 cuando los países de la OTAN empezaron a enviar armamento para apoyar a Ucrania en el conflicto. Primero nos dijeron que no enviarían armamento letal, después que solo enviarían armamento defensivo, más adelante enviaron tanques y aviones de combate…¡Ahora solo faltan las tropas sobre el terreno!

No se trata de discernir si esta es una guerra justa o no, ninguna lo es. Pretenden demonizar a uno de los bandos y beatificar al otro como si los actores que participan en este conflicto no tuviesen ninguna responsabilidad sobre el mismo. No consultaron al pueblo para involucrarnos en este conflicto y no nos consultarán tampoco para enviar tropas ni para declarar el estado de sitio o para reclutar personas que enviarán a la trituradora de carne.

La situación se vuelve más dantesca cuando estas mismas personas e instituciones, que se permiten dar lecciones, son las mismas que bombardearon ilegalmente la ciudad de Belgrado, las mismas que asesinaron a más de un millón de iraquíes y las que están permitiendo otras guerras alrededor del mundo como el genocidio palestino, el conflicto en Yemen o en la República Democrática del Congo con millones de personas desplazadas forzosamente y muertas, generadas fundamentalmente por grupos armados financiados por Occidente para seguir controlando la explotación de coltán y otros recursos necesarios para las empresas transnacionales.

Es por eso que debemos hacer saber al gobierno de España que no queremos ninguna guerra, que no pondremos los muertos y que no queremos sufrir las consecuencias de sus delirios, no sacrificaremos a nuestra juventud luchando en una guerra imposible sirviendo a intereses foráneos. La guerra en Ucrania no es una guerra convencional, es una guerra mundial subsidiaria donde mueren ucranianos y rusos, pero también donde se dirime el futuro del orden global.

Tampoco nos podemos olvidar de lo que está pasando en Palestina donde el gobierno israelí está cometiendo un genocidio en el que las victimas ya se cuentan por decenas de miles, una gran parte niños y niñas, mientras vemos como los diferentes gobiernos de Occidente hacen tibias declaraciones de condena muy alejadas de la contundente postura que tienen ante la guerra de Ucrania dejando claro que para ellos hay víctimas de primera y de segunda.

CGT no quiere guerras en ningún lugar del mundo, bajo ningún concepto, CGT quiere la paz entre los pueblos, entre las clases trabajadoras de los diferentes países, y pretende la disolución de la OTAN y el fin de todas las guerras. Exigimos a nuestros gobernantes a dar un giro de 180 grados en estas políticas que nos conducen hacia el abismo, y del mismo modo, exigimos que el gobierno deje de apoyar pública y económicamente a las empresas armamentísticas, apostando por una reconversión industrial en dicho sector.

OTAN NO, BASES FUERA

Secretariado Permanente del Comité Confederal

Fuente: Secrerariado Permanente del Comité Confederal de la CGT

Tomado de: https://rojoynegro.info/articulo/no...

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Los contratos públicos de España con una empresa israelí que usa la invasión de Gaza como promoción

29 March, 2024 - 00:00

Guardian Defense & Homeland Security, según figura en uno de sus documentos oficiales, “fue fundada por exmiembros de las distintas Agencias de Seguridad del Estado de Israel".

Antonio Maestre y Miquel Ramos

Un mundo de experiencia a tu alcance. Así se vende en su página web la empresa Guardian Defense & Homeland Security SA, filial española de la Israelí Guardian Holdings LTD, especializada en productos militares y policiales, formación, seguridad y espionaje. Inscrita en el Ministerio de Defensa español en 2010 y en la OTAN en 2011, y habilitada por el Ministerio del Interior en 2018, opera desde hace años en España, donde presta sus servicios a empresas de seguridad, administraciones públicas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Según ha comprobado lamarea.com, obtuvo hasta 3,5 millones en contratos públicos en 2023.

El último contrato con el Estado tiene fecha de diciembre de 2023, en plena ofensiva de Israel en Gaza. Firmado con la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo del Ejército, consistió en la compra del Sistema de radiografía portátil para EOD por valor de 230.323,5 euros. Un mes antes, en noviembre del mismo año, esta misma Jefatura realizó otra adquisición similar pero por una cantidad mayor: más de 1,1 millón de euros.

La empresa, según figura en uno de sus documentos oficiales, “fue fundada por exmiembros de las distintas Agencias de Seguridad del Estado de Israel”. La persona que lidera este negocio es Ilan Arzooan, administrador único, gerente y responsable financiero de la empresa, al que varios medios relacionan con el servicio de seguridad y la inteligencia israelí. Arzooan estuvo destinado en las embajadas de su país de El Cairo y Madrid. En 2005, fue jefe de seguridad del ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en su visita de Estado a Israel.

Los perfiles en redes sociales de esta empresa no se limitan a vender sus productos y servicios, sino que exhiben abundante propaganda del Estado de Israel y de la invasión que está llevando a cabo su ejército actualmente en la Franja de Gaza. Las masacres perpetradas se han cobrado ya la vida de más de 30.000 personas.

La cuenta de Instagram de Guardian Spain, como se llama la filial española de este negocio, publica imágenes del Ejército israelí en Gaza durante la operación militar. Varias fotos muestran, por ejemplo, a diferentes prisioneros palestinos desnudos o encapuchados, postrados ante una bandera de Israel, a los que señalan como “terroristas de Hamás”. Otros vídeos exhiben a soldados israelíes posando o en acción en Gaza, y el polémico asalto al hospital Ibn Sina de Jenin, donde las fuerzas de Tzáhal y Shin Bet ejecutaron a varios heridos palestinos a los que acusaban de ser miembros de un grupo armado.

Con apenas tres trabajadores, la sociedad española consiguió una facturación en 2022 cercana a los 3 millones de euros y logró más de 97.000 euros de beneficio, según figura en las cuentas depositadas por la compañía en el Registro Mercantil.

La compañía ya había estado en el foco mediático en España en anteriores ocasiones, debido a una polémica por la venta de un lote de pistolas presuntamente defectuosas que adquirió el Ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska en 2021. Esta empresa obtuvo contratos del Gobierno español por unos 29 millones de euros entre 2018 y 2023, según expuso El Español en enero de 2023.

lamarea.com ha tratado de ponerse en contacto con los Ministerios de Defensa y del Interior para saber si funcionarios públicos habían sido desplazados a Israel para participar en los cursos que oferta esta empresa, y si la exhibición de la operación militar en Gaza en las redes sociales de la compañía afectaba a las relaciones comerciales con la misma. Este medio también ha tratado de obtener respuestas de la empresa Guardian Spain sobre los motivos por los que exhiben imágenes del ejército de Israel, de palestinos muertos o prisioneros. Al cierre de esta edición, la empresa no había respondido.

Fuente: https://www.lamarea.com/2024/03/25/...

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Cucú

29 March, 2024 - 00:00

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Anatomía de un genocidio: El demoledor informe de la ONU sobre lo que Israel hace en Gaza

28 March, 2024 - 00:00

Redacción HuffPost / Agencia EFE

La relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, culpó a la comunidad internacional de permitir con su inacción que Israel cometa actualmente un genocidio en Gaza, al presentar ante el Consejo de Derechos Humanos un informe en el que ve "motivos razonables" para creer que se está cometiendo ese delito de lesa humanidad en la franja.

"La comunidad internacional no puede seguir ignorando el proyecto de Israel, que es el de librarse de Palestina y los palestinos en desafío a la ley internacional", subrayó la experta italiana en su presentación del informe ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Agregó que "al no exigir a Israel que rinda cuentas, el mundo ha permitido que el genocidio se extienda por Gaza", por lo que urgió a la comunidad internacional a que "cumpla sus obligaciones, lo que pasaría por la imposición de un embargo de armas y sanciones a Israel".

Albanese presentó un informe, ya adelantado a la prensa el lunes, que bajo el título Anatomía de un genocidio considera que hay evidencias razonables para concluir que Israel está cometiendo al menos tres "actos genocidas" definidos como tales en la convención internacional que desde 1948 busca prevenir y sancionar ese delito.

"Inexplicablemente, en lugar de intentar evitar esto, una minoría de poderosos Estados miembros de la ONU han brindado ayuda militar, económica y política para estas atrocidades", lamentó Albanese.

La relatora presenta como pruebas de que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza (algo que todavía está tratando de determinar en La Haya la Corte Internacional de Justicia de la ONU) hechos como el asesinato de más de 30.000 palestinos en casi medio año de ataques, 13.000 de ellos niños.

"Periodistas, doctores, enfermeras, artistas, académicos, ingenieros, científicos y sus parientes... una sociedad entera está en el punto de mira", subrayó la relatora, quien recordó que además de los más de 30.000 palestinos fallecidos en el conflicto hay 12.000 desaparecidos y 71.000 personas han resultado heridas.

Albanese también resaltó que en las dos primeras semanas de ataques Israel bloqueó la entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria en Gaza, y en los meses posteriores ha seguido imponiendo fuertes restricciones en la llegada de agua, alimentos, electricidad y combustible.

"Esta política deliberada ha causado grave inseguridad alimentaria en toda la población; los que han quedado atrapados en el norte han tenido que recurrir a alimentarse con comida para animales o hierba", describió.

En qué consiste el delito de genocidio y qué puede hacer La Haya contra Israel

La Corte Internacional de Justicia comienza hoy la vista del caso, una denuncia hecha por Sudáfrica que puede tardar años en tener un desenlace.

Los actos de genocidio "han sido alimentados por un vehemente discurso antipalestino, que describe a toda la población de Gaza como enemigos que deben ser erradicados o expulsados a la fuerza", aseguró, y afirmó que esta táctica permea toda la sociedad israelí, incluidos "altos cargos que llaman habitualmente a los soldados a aniquilar al pueblo de Gaza".

Albanese agregó que "el genocidio en Gaza es la fase más extrema de un largo proceso de colonización y asentamiento para intentar eliminar a los palestinos", que se prolonga durante más de 76 años en los que ese pueblo "ha sido oprimido de todas las maneras imaginables, destruyendo su derecho inalienable a la autodeterminación".

Huff Post.

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