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Tortuga Antimilitar
La delincuencia no crece con el aumento de pateras: Los datos que desmontan la conexión alimentada por la derecha
La relación entre ambos fenómenos, en tal caso, es “negativa”, apunta la catedrática en Derecho Penal y Criminología Elisa García.
Toni Ferrera / Natalia G. Vargas
Canarias recibe desde 2020 el 80,5% de la inmigración irregular que llega a España, pero esto no se ha traducido en un aumento de la criminalidad en las islas. Los datos del Ministerio del Interior desmontan el discurso político que intenta vincular a las personas migrantes con la delincuencia. “Parece que tal y como está el panorama es contra toda lógica, pero después de 30 años de estudio y leer a muchísimos autores, la relación entre inmigración y delincuencia es negativa”, apunta Elisa García España, catedrática de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de Málaga.
La inmigración ha vuelto a dominar la agenda política de Canarias en los últimos años. Tres décadas después de la llegada de la primera patera a Fuerteventura, el debate permanece estancado en viejos discursos que tratan de relacionar a las personas desplazadas con la inseguridad. Este martes, todos los grupos del Parlamento autonómico se unieron para frenar una Proposición No de Ley (PNL) impulsada por Vox, en la que trataba de responsabilizar a los supervivientes de la ruta canaria de un supuesto aumento de los delitos en las islas. En su exposición de motivos, el partido de extrema derecha retuerce las cifras de criminalidad para ligarlas a una “invasión inmigratoria”.
Sin embargo, la tasa de criminalidad en Canarias está por debajo de la media nacional. De acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, en el conjunto del Estado hubo 48,6 infracciones penales por cada 1.000 habitantes en 2022, pero en las Islas se registraron menos, 43,5 por cada 1.000. Existen otras autonomías, como las Islas Baleares (63,4), Catalunya (60,6) y la Comunidad de Madrid (59,2), donde la tasa es aún mayor.
Además, la evolución de la delincuencia en el Archipiélago muestra que, desde la entrada del nuevo siglo, la criminalidad ha decrecido para luego estabilizarse en la última década. En el año 2000, la tasa era de 66,5 por cada 1.000 habitantes. En 2023, el curso pasado, ya había caído a 46,5 por cada mil, tras un pequeño repunte desde la crisis del coronavirus. Todo esto mientras el peso de la población extranjera en la Comunidad Autónoma se ha triplicado en los últimos 23 años.
“La comunicación política es sentimental. Va a las tripas. ”Ellos son los más salvajes, los más violentos“,...”, explica el periodista Samuel Toledano. Para que el discurso emocional funcione, se necesitan “elementos sólidos”. “Ahí entra el dato. Cogen el dato que les interesa, lo descontextualizan y ya tienen un argumento sólido. Así la gran propaganda funciona mejor”, añade el profesor de Ciencias de Comunicación y Trabajo Social de la Universidad de La Laguna.
Coalición Canaria y el Partido Popular también han abrazado las consignas que hasta ahora abanderaba la extrema derecha. En una tertulia televisiva, el secretario de Organización de CC en Lanzarote, Echedey Eugenio, expresó su preocupación por que los menores extranjeros no acompañados compartieran aulas y hospitales con su familia. “¿Sabes con quién van a compartir sus colegios y sus centros sanitarios esos 6.000 menores cuando se conviertan en mayores de edad? Con mis hijos y mis nietos”, clamó el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arrecife.
A las puertas de las pasadas elecciones europeas, el senador del PP Sergio Ramos aprovechó el asesinato de un joven en el municipio grancanario de Telde para agitar la campaña. El también vicealcalde de esta ciudad aprovechó la muerte del chico, apuñalado tras una reyerta, para afirmar que los migrantes representan “un problema muy grave” que tiene como máximo responsable al Gobierno de España.
La percepción de inseguridad que pretendía trasladar el senador tampoco se sostiene con datos. Los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que los nacionales en Canarias delinquen más que los extranjeros. En 2023, según la última actualización de las cifras, publicada esta misma semana, el 79% de los condenados en las Islas tenían la nacionalidad española, frente a un 21% de extranjeros. Y eso que lo que nos muestran los datos son tan solo “la reacción del sistema” ante el delito, no la “delincuencia real”, explica García España.
La catedrática, que lleva décadas estudiando la relación entre inmigración y delincuencia y dirige el Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSPI), hace hincapié en este hecho y en la dificultad de “delimitar” el concepto inmigración, en donde caben muchas cosas. “Yo he estado viviendo un año en Estados Unidos. Cambié mi residencia habitual y fui inmigrante. Pero cuando tú hablas de inmigración, en la cabeza de las personas no está ese concepto tan amplio”, destaca.
García España recuerda que “el derecho penal no llega a todos por igual”, que es “mucho más fácil” perseguir un delito de hurto que de corrupción administrativa o ir detrás de una “determinada población”. Es un sistema “selectivo”, insiste la experta, sobre todo con las personas con rasgos étnicos diferentes, algo que está “altamente demostrado”. “Es un sesgo individual, que no quiere decir que sean racistas y que vayan a por el extranjero de forma dolosa”, sino que “desvían su actuación sin que ellos sean conscientes de ello”, remacha.
Al actuar sobre 100 inmigrantes y 10 españoles, eso sí, “consigues determinados réditos”, concluye la catedrática. “Estamos mirando todo el rato si el inmigrante es el que delinque, pero lo que hay que hacer es poner el foco en el contexto social de acogida”.
Una investigación publicada en 2012 en la revista American Law and Economics Review analizó la base de datos provincial de 1999 a 2009 en España para evaluar si había alguna relación entre inmigración y delincuencia. El trabajo, muy citado en el ámbito académico, concluye, en palabras de uno de sus autores, César Alonso-Borrego, profesor de Economía en la Universidad Carlos III de Madrid, que no existe evidencia de una relación causa efecto entre ambos factores, “particularmente en lo que respecta a delitos graves y contra la propiedad”.
Entre las razones que pueden explicar esto, Alonso-Borrego alude a las “afinidades culturales” entre la población nativa y una parte importante de la población inmigrante en España durante esa década, principalmente de origen latinoamericano. El estudio también descubrió que colectivos de otros países de origen, como los rumanos, presentaron tasas de criminalidad mayores en los primeros años de su llegada, pero que en poco tiempo esos registros pasaron a asemejarse a los de los nacionales. “La explicación más plausible es la integración”, recalca el economista.
“El enfoque securitario y el discurso del miedo son algunas de las expresiones más comunes de las nuevas formas de racismo contemporáneo: el racismo democrático”, explica la investigación Racismo “democrático” y fronteras morales: ¿cómo construir una ciudadanía insurgente?, elaborado por Daniel Buraschi y María José Aguilar-Idáñez. “El discurso racista se alimenta del miedo y justifica el rechazo de las personas migrantes porque considera que es legítimo defenderse frente a la amenaza que representan estas personas”, añade el estudio.
Para el activista Redwan Baddouh, el objetivo de estas campañas es claro: generar crispación y odio hacia las personas migrantes. “Intentan poner a pelear a pobres contra pobres. Le dicen a los pobres de aquí que otro pobre le está quitando cosas, cuando el problema no es el que llega de otro país en situación de vulnerabilidad, sino los cuatro gatos que especulan y acumulan toda la riqueza”, asevera. Según Baddouh, “no son solo los discursos de la extrema derecha, sino también las acciones del Estado las que alimentan el odio” hacia las personas migrantes. “No las regularizas y las tienes en condiciones denigrantes. Se va generando una situación de conflicto y así alimentas el monstruo del racismo”, concluye.
Bruselas prepara la guerra
Frente a la propaganda inicial sobre el heroísmo del pueblo ucraniano que estaba dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre, se abre paso la realidad: solo en la Unión Europea hay 800.000 insumisos ucranianos.
Javier Zulaika
Miembro del colectivo “Gerrarik Ez”
Mientras se escriben estas líneas, Israel está intentando provocar una gran guerra en Oriente Medio. Esta importante noticia permite que pasen inadvertidas las decisiones, igualmente trascendentales, que se están tomando en Bruselas y que pretenden prepararnos para librar una guerra contra Rusia. Hoy mi objetivo es llamar la atención sobre la gravedad de los acuerdos y declaraciones realizados por los gobernantes europeos y los motivos que los suscitan.
El ejército y el pueblo ucraniano dan claros síntomas de agotamiento. La posibilidad de la capitulación de Kiev toma fuerza ante el continuo avance de Moscú. Esto se debe, en parte, al relativo fracaso del armamento suministrado por Occidente a Ucrania. Pero, quizás, el mayor problema al que se enfrentan los gobiernos europeos sea el creciente rechazo popular a la guerra. Esta evolución queda reflejada en la última encuesta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y se ha confirmado en las elecciones regionales alemanas de Sajonia y Turingia donde los partidos que apoyan la guerra se han hundido. Y en Brandeburgo, el retroceso ha sido menor gracias al carisma de su dirigente regional, Dietmar Woidke, y a que el canciller Scholz ha sido apartado totalmente de la campaña.
Frente a la propaganda inicial sobre el heroísmo del pueblo ucraniano que estaba dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre, se abre paso la realidad: solo en la Unión Europea hay 800.000 insumisos ucranianos.
Pero las dificultades para Kiev son mucho mayores. Frente a la propaganda inicial sobre el heroísmo del pueblo ucraniano que estaba dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre, se abre paso la realidad. En la Unión Europea hay 4,1 millones de refugiados ucranianos y de ellos se calcula que un 22 % están en edad de reclutamiento. Los llamamientos de Kiev para que vuelvan y se alisten están siendo totalmente desoídos. Por eso, entre otros, el ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, ha vuelto a solicitar a los gobiernos de la UE que dejen de prestar ayuda social a los refugiados ucranianos en edad de combatir. Podríamos afirmar que solo en la Unión Europea hay 800.000 insumisos ucranianos.
La situación dentro de Ucrania no parece mejor, y según diversos medios crece el rechazo al reclutamiento forzoso, junto a la desmoralización y la deserción. En este sentido, el pasado 8 de septiembre, CNN publicó un artículo titulado “Superados en armamento y número, los militares ucranianos luchan contra la baja moral y la deserción”. Según declaraciones a la cadena norteamericana de diversos mandos del ejército, la situación es particularmente grave entre las unidades de infantería cerca de Pokrovsk y en otras partes de la línea del frente oriental. “Los seis (mandos) dijeron que la deserción y la insubordinación se están convirtiendo en un problema generalizado, especialmente entre los soldados recién reclutados. […] No todos los soldados movilizados abandonan sus puestos, pero la mayoría sí”.
Según los periodistas de CNN, a medida que la situación en el campo de batalla se deteriora, un número cada vez mayor de tropas ha comenzado a rendirse y “solo en los primeros cuatro meses de 2024, los fiscales iniciaron procesos penales contra casi 19.000 soldados que abandonaron sus puestos o desertaron, según el propio parlamento ucraniano”. Se añade: “Es una cifra asombrosa y, muy probablemente, incompleta. Varios comandantes dijeron a CNN que muchos oficiales no denunciaban las deserciones y las ausencias no autorizadas, con la esperanza de convencer a las tropas de que regresaran voluntariamente, sin enfrentar un castigo”.
Con cientos de miles de muertos en la guerra y un sistema de reclutamiento forzoso enormemente impopular, con un Gobierno que se sostiene gracias a la ley marcial, con la cual ha ilegalizado a los partidos de la oposición y tomado el control de los principales medios de comunicación, con unos ingresos fiscales que se han derrumbado y dependiendo de Occidente hasta para pagar salarios de militares y funcionarios, y con la amenaza de la bancarrota del país acechándoles... se puede afirmar, que el régimen ucraniano está en una profunda crisis reflejada en la destitución de ministros y altos mandos del ejército.
Además, la mayoría del pueblo ucraniano no es ni fanática, ni fascista, ni quería la guerra, como a menudo afirman los partidarios de Rusia. La realidad es que Zelenski ganó las elecciones en 2019 con el apoyo masivo de las regiones de habla rusa. Y en su programa electoral prometía poner fin a la guerra civil iniciada tras el golpe de Estado de 2014, acabar con la corrupción que devora al país y normalizar el uso de la lengua rusa. En 2021, la popularidad de Zelenski se encontraba por los suelos por motivos obvios, pues estaba haciendo justo lo opuesto a lo prometido en campaña. Y fue la invasión rusa la que le devolvió cierto apoyo social.
La OTAN (y los dirigentes europeos) tiene conocimiento directo del hundimiento del Estado Ucraniano, de su gobierno, de su ejército, etc., y por eso se ha desatado el pánico entre las élites de Bruselas. El Parlamento Europeo instó, el 19 de septiembre, a los Veintisiete a que permitan a Ucrania usar las armas que les han enviado para atacar a Rusia. Piden que se “levanten inmediatamente todas las restricciones al uso de los sistemas armamentísticos occidentales proporcionados a Ucrania...”. Sí, proponen “atacar a Rusia”, es increíble.
Al momento, el presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, respondía: “Hoy el Parlamento Europeo llamó a los países de la Unión Europea a levantar las restricciones a los ataques... contra nuestro país […]. A lo que conducen estos llamamientos es a una guerra mundial con armas nucleares”.
Es preciso reseñar que la semana anterior, el presidente ruso, Vladímir Putin, había advertido a la OTAN que si autorizaban a Ucrania el uso de misiles de largo alcance, eso significaría su implicación directa en la guerra. Argumentaba que Ucrania no tiene ninguna capacidad para utilizar dichos misiles, que la definición de objetivos y sus trayectorias, así como su lanzamiento, requiere de los expertos de la alianza y esto supondría su implicación directa.
El nuevo Comisario de Defensa Andrius Kubilius, área recién creada en la Unión Europea, declaraba a Reuters que “Europa debe prepararse para enfrentarse militarmente a Rusia en seis u ocho años”.
Por su parte, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaraba que las advertencias de Putin no deben preocuparnos, dado que ya se han sobrepasado otras líneas rojas marcadas por Moscú y no ha pasado nada. “No lo ha hecho porque sabe que la OTAN es la alianza militar más fuerte del mundo. También saben que la guerra nuclear, no se puede ganar y no se debe librar. Y se lo hemos dejado muy claro en varias ocasiones”.
Para terminar de rematar el disparate, el nuevo Comisario de Defensa Andrius Kubilius, área recién creada en la Unión Europea, declaraba a Reuters que “Europa debe prepararse para enfrentarse militarmente a Rusia en seis u ocho años”. “La Unión Europea no tendrá planes de defensa ni liderazgo militar, como la OTAN, pero sí tendrá instrumentos para conseguir mayor financiación, algo que la OTAN no tiene”, añadió.
Todo encaja, Bruselas y el resto de los gobiernos europeos se someten, una vez más, a los designios de Washington y adoptan una estrategia que podría tener algún sentido para los intereses de la oligarquía norteamericana, pero ninguno para Europa. No les importa ni la voluntad, ni el bienestar de los pueblos europeos; han decidido prepararnos para un enfrentamiento militar con Rusia. Y es que, los gobernantes europeos están girando a la extrema derecha, sustituyendo el pensamiento racional por la ideología y el fanatismo anti-ruso, al extremo de apostar nuestras vidas y nuestro futuro, al albur de la guerra.
Al igual que hoy afirman que “Rusia nunca declarará la guerra a la OTAN porque la temen”, ayer nos aseguraban que no pasaba nada por expandir la alianza, que Moscú protestaba pero no era capaz de hacer nada... hasta que pasó lo que vemos en Ucrania. Es muy probable que en los próximos años la batalla política más decisiva que se libre en Europa, contra el militarismo y la guerra, sea entre el pueblo y estas élites gobernantes, pues nos parece muy difícil que la mayoría de los jóvenes europeos vayan a aceptar morir por ellos.
Los colectivos se movilizan contra el genocidio en Gaza y convocan una marcha para exigir el embargo de armas a Israel
Efe / Público
La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) ha convocado protestas y una marcha en Madrid el 5 y 6 de octubre. La apoyan representantes del mundo de la cultura y la idea es denunciar la "inacción" del Gobierno ante el "genocidio" del Ejército israelí en Gaza y Cisjordania y exigir el embargo "inmediato" de armas a Israel.
"Un Gobierno de izquierdas no se puede permitir nunca contribuir al genocidio de Israel", ha explicado uno de los que han intervenido en la rueda de prensa para explicar esta convocatoria y que ha tenido lugar en la Sala Mirador de Madrid.
El actor Ismael Prieto ha subrayado en declaraciones a los medios que no se trata ya de una cuestión política "sino de humanidad" y ha emplazado a los gobiernos "a que dejen de ser culpables de lo que está sucediendo", mientras que el cantante Marwan, de origen palestino, ve "espeluznante" que la comunidad internacional se quede de brazos cruzados ante las masacres en Gaza.
La marcha, que transcurrirá a partir de la seis de la tarde entre Atocha y Sol, se enmarca en el primer aniversario de la guerra en Gaza en represalia por los atentados de Hamás y en un momento de la subida de tensión en Líbano por la guerra que libran Israel y Hizbulá.
Nadwa, otra de las activistas, ha sido también muy crítica con el Ejecutivo al recordar que mientras muchos dirigentes políticos abandonaron la sala cuando la semana pasada intervino el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante Naciones Unidas, "España se quedó, no se levantó para protestar en favor de los derechos humanos", pero, sin embargo, sí están continuamente reiterando "que están haciendo todo lo posible para alcanzar un alto el fuego". "Pedimos a nuestro gobierno que escoja el lado de los derechos humanos", ha repetido Nadwa.
Desde la plataforma Desarma Madrid, Mar Jimena ha insistido en que hay que luchar "contra la militarización social y el comercio de armas", exigiendo "el embargo total del comercio de armas entre España e Israel".
A través de un vídeo, otros actores como Beatriz Rico, Irene Arcos, Pedro Casablanc, Ana Fernández y Gonzalo de Castro han reclamado al Ejecutivo el embargo de armas a Israel y se han posicionado "contra la colonización y el militarismo".
El consenso israelí considera que esta ofensiva es legítima, y a nadie le importa que quienes mueran en Gaza sean, en su mayoría, mujeres y niños; nadie cuestiona la aniquilación
Juan Luis Saldaña
Escritor, poeta, músico y editor argentino. Vive en Israel desde 1998 a donde se mudó por problemas de salud. Es un ciclón creativo, vanguardista y experimental. Su música, su voz poética y su forma de ver el mundo son un caleidoscopio personal, lejos de convencionalismos. Sobre su cabeza, Wapner escucha desde hace un tiempo “un rumor de aviones que van a matar aquí y allá”. Los graba en su teléfono y los envía en mensajes sonoros como testimonio de una crueldad humana a la que nadie debería acostumbrarse. Acaba de publicar “Afuera hay guerra / Afuera hay guerro” en la editorial española Libros de la Imperdible y acaba de entregar también una colaboración musical con el percusionista argentino Marcelo García titulada Camallo. Wapner es testigo de algo que, según él, nadie debería llamar conflicto.
En España hablamos cada vez menos del conflicto de Gaza. Parece que se nos está olvidando ya.
El problema, según se deduce de tu planteo, es lingüístico: empleas la palabra “conflicto”, que es líquida y se diluye en medio del discurso, al cual suaviza. Como líquido que es, al final se evapora. Este líquido diluyente que es la palabra “conflicto” funciona como eufemismo que oculta la bruta realidad: en Gaza hay un genocidio. Un genocidio con mayúsculas: GENOCIDIO. Un genocidio que incluye el mayor infanticidio en lo que va del siglo. Un genocidio que abarca bestialidades como la destrucción masiva de los centros urbanos, la aniquilación de sus instituciones, de su infraestructura, la violación masiva de todo lo que se sostenía sobre sus pies. Los medios de difusión, la prensa en general, funcionales a los intereses de los gobiernos (España es parte importante de la alianza occidental que, además, hace la guerra a Rusia) utilizan perífrasis para crear en sus consumidores una paradoja: una sensación de bienestar que atenúe el conflicto (su propio artificio léxico) que anestesia una realidad horrible: Occidente, Estados Unidos y Europa, es cómplice del genocidio perpetrado por Israel en Gaza. Diluir (demoler) Gaza y ocuparse de otros conflictos, la guerra contra Rusia, por ejemplo.
Usted reside cerca de Gaza. ¿Cómo se vive esta realidad a diario?
Vivimos a 86 kilómetros y medio de Gaza en línea recta, por carretera son unos 115 kilómetros, hora y media de viaje, más o menos. A fines de 2013, Ana Camusso, mi esposa, montó una muestra de sus tintas sobre el Infierno del Dante en la galería “La casa blanca”, del kibutz Nir Oz, en la frontera con Khan Yunis, la segunda ciudad más poblada de Gaza. Este kibutz fue el más afectado por el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023. Jaim Peri, director-fundador de la galería, curador de la muestra, murió en su cautiverio en la propia Khan Yunis, tras un bombardeo israelí. Julio Silverman, de quien nos hicimos amigos, murió durante el ataque junto a su esposa, y sus nietos, dos mellizos de año y medio de edad, murieron junto a su padre en el cautiverio en Gaza. Y muchos de quienes visitaron la galería en aquellos días, también han muerto o continúan cautivos. Esta masacre, que causó 1200 muertos y 250 secuestrados, fue el detonante de la respuesta genocida de Israel. Y a nosotros nos cambió la vida, nos partió en dos. El sonido del genocidio, los aviones caza que vuelan a diario sobre nosotros, lo tenemos incrustado en cada rincón nuestro. Siempre hay un bramido lejano. Cerca nuestro hay una base de la fuerza aérea de donde parten los ataques. Y cuando en abril Irán atacó con misiles a este país, hacia donde apuntó fue a Arad y a su base aérea vecina. Fue media hora en la que parecía que el cielo se desplomaba sobre nosotros. Pero no se desplomó, el ataque fue amañado con los Estados Unidos para que no causara bajas civiles. Sólo murió una niña beduina que dormía en su tienda cercana a la base. El cielo que se viene abajo y mata todo lo que encuentra en su camino está destinado a Gaza. En esta ciudad nadie dice lo que piensa. Pero cuando alguien abre la boca, me tiemblan las piernas de la indignación. Como hace un par de meses, con un ex-amigo taxista que me dice, convencido, que está bien, que los maten a todos, un millón de palestinos muertos es poco. O hace un par de días, en el minimercado, cuando el dueño daba por sentado que la vida de un niño judío vale las de mil niños palestinos. ¿Matarías niños?, le preguntaba a un empleado de este super que tenía dudas sobre si ingresar o no al ejército, a la conscripción. El dueño, que oyó, hizo la pregunta: “¿Qué niños?” “Los niños de Gaza”. “Ah, ellos no son niños”. Nosotros vivimos con angustia. Y todos los días hablo con mi querido amigo, el gran poeta de Gaza, Nasser Rabah.
¿Y qué le cuenta? ¿Cómo lo viven allí?
Qué pregunta, ¿Cómo vive una sociedad bajo exterminio y demolición día y noche, cada día bajo ataque fuera de toda proporción? ¿Aviones, helicópteros, de ultimísima generación bombardeando a una población que no tiene medios para oponerse? ¿Y todo perpetrado con la anuencia de Occidente? Hace unos diez días, un avión atacó a un jeep que custodiaba un camión-transporte de alimentos. Dos de ellos eran parientes de Nasser, quien viajó al hospital, el único funcionando en su zona, a recoger los cadáveres. Vio gente desesperada, niños que se tiraban los pelos de su cabeza, mujeres gritando, y cadáveres, cadáveres que llegaban de todas partes. Y así, siempre, cada día (hoy fue atacada una escuela matando a 14 personas, anteayer un bombardeo atacó una zona de gente desplazada pulverizando, enterrándola en un cráter de nueve metros de profundidad). La visión de mi amigo es devolver la dignidad de los suyos a través de la poesía. Tiene el corazón destrozado, pero escribe, escribe, no deja de escribir. Ayer dieron comienzo las clases en Gaza. Del padrón de niños en edad escolar, 10.000 se ausentaron porque están muertos. ¿Cómo viven allí? Occidente es incapaz de imaginar cómo vive su exterminio un pueblo, que no responde a su canon hegemónico.
Toda guerra es también una lucha de mentiras e informaciones. ¿Se siente usted libre para mantener su opinión en Israel?
No, porque el pensamiento hegemónico israelí, más allá de los matices, es de apoyo a esta guerra. Se cuestiona al Primer Ministro por su desinterés en rescatar a los rehenes en Gaza, por haber permitido sus muertes, por no negociar su liberación, se pide su renuncia, se piden elecciones, pero nadie pide el fin de la guerra para que pare la masacre. El consenso israelí considera que esta ofensiva es legítima, y a nadie le importa que quienes mueran en Gaza sean, en su mayoría, mujeres y niños, nadie cuestiona que la única forma que propone este gobierno de ultraderecha mesiánica sea la aniquilación. Pero si le dices a alguien que Israel mató en once meses a 17.000 niños, te responden que es mentira, que es propaganda enemiga. Decir estas cosas te pueden exponer a un linchamiento, físico o verbal. También fuera de Israel.
Aquí le escuchamos con asombro. Le confieso que sus palabras son más potentes que las pocas imágenes que vemos ya.
Siempre la palabra es más potente que la imagen en bruto. Las imágenes lanzadas a millones por día producen acostumbramiento, y de la costumbre se pasa a la indiferencia. Por eso los propios soldados israelíes se encargan de difundirlas. La censura se centra, básicamente, en la palabra: los medios de prensa, en la persona de los propios periodistas (agredidos, asesinados, expulsados), en la literatura.
¿Teme represalias por esta entrevista?
Bueno, si publicas una pregunta pregunta así, le das la idea a cualquiera que se le antoje represalias. Todo lo que dije aquí es público, conocido, no es secreto de nadie, no hay secreto. Todo lo que está sucediendo se hace a la luz del día, se transmite en directo y lo difunden víctimas y victimarios por igual. Que sea cada vez menos visible por el cansancio que causan la violencia de la imagen multiplicada ad nauseam, o las manipulaciones léxicas como el famoso “conflicto” o la dupla complementaria “guerra-paz”, es otra cosa. En una respuesta anterior, sostuve que en Israel existe un consenso a este estado de cosas, más allá de divergencias formales. Pero aquí también hay más de uno que piensa como yo, israelíes que admiro por su conocimiento, valentía y coherencia. Puedo citar al poeta y ensayista Yitzak Laor, muy presente en nuestras vidas, a los periodistas Gideon Levi y Amira Hass, que suelen hablar para medios de difusión extranjeros, incluso de la prensa árabe como la cadena Al Jazeera, que está prohibida en Israel desde hace un par de meses. A estas personas, que son muy conocidas, hay que agregar los cientos de israelíes que abandonan su país cada semana. Tenemos amigos que se han marchado a Inglaterra o Escocia y decidieron nunca más regresar a Israel. Y así, miles. Sí, la ultraderecha es violenta, la violencia es parte constitutiva de su identidad, de su presentación a la sociedad. Entre las formas de violencia que ejerce el fascismo está la intimidación, la amenaza, la represalia, en fin: meter miedo es su droga, sin ella no funciona.
Hemos leído su libro de poemas Afuera hay guerra / Afuera hay guerro. Cada uno combate con lo que tiene...
Bueno, escribo y hago música de casi toda mi vida, ese es mi lenguaje, todo lo que hice, hago y seguiré haciendo pasa por ahí, en todas sus variantes y cruces. A la guerra y la violencia se las combate con las ideas, con el pensamiento, con la filosofía, con el arte, con la conciencia y el amor puestos en el oficio que practiques… pero, la verdad, lo que siento es impotencia total, no puedo hacer nada que pueda alterar la dinámica de esta demencia. Una fuerza militar inmensa, con el apoyo de los Estados Unidos, se abalanza sobre un dos millones y medio de personas inermes y los hacen pedazos día a día, alterando la lógica de lo que fueron hasta ese momentos las guerras, en un movimiento deleuziano (las Fuerzas de Defensa de Israel adoptaron y adaptaron para sí las ideas de Deleuze-Guatari) que propone, en cada bombardeo, borrar del mapa toda referencia visual y humana en los centros urbanos de la franja de Gaza, matando en un sólo movimiento a la ciudad y sus personas, alterando con extrema violencia el paisaje, hasta hacerlo irreconocible. Demoliendo a bombazos de una o dos toneladas edificios con sus habitantes adentro, matando familias completas para eliminar a uno de sus integrantes marcado como objetivo a ser eliminado, en un programa alimentado por inteligencia artificial al que llamaron “Where is daddy?”, en operaciones que se llevaban a cabo puntualmente entre las cuatro y cinco y media de la mañana. Mis poemas, que escribí en su mayor parte durante la primera etapa de este genocidio, no podían combatir esta tragedia y su inercia, sino que se enfrentaban a un estado de desesperación (tan sólo dos fueron escritos un año antes, entre ellos, el que da título al libro y figuran en un disco que publiqué en 2023).
Su libro dice “el poeta de vanguardia entre las ruinas busca pan”. ¿Ha encontrado algo?
Encontré a Nasser Rabah. No sólo es el poeta palestino más importante de esta época, su obra es una de las fundamentales en la poesía contemporánea en lengua árabe. Es como si Miguel Hernandez y César Vallejo hubieran vuelto a nacer en Gaza. Su poesía es pan.
¿Deberíamos hablar con él?
Sí, por supuesto.
¿Ha pensado en volver a la Argentina? Aquí en España tampoco estaría mal…
No puedo volver a la Argentina por mi problema de salud. Ahora rige allí un gobierno monstruoso, que entre otras destrucciones, ha degradado el Ministerio de Salud a Secretaría. Pero, aún en gobiernos anteriores, hubiera sido imposible la cobertura de la medicación que necesito. Con respecto a España, siempre pensamos en ella, tenemos amigos en la literatura y en la música, pero el problema sigue siendo la cobertura de mi problema de salud. Aunque tuviese un pasaporte europeo todavía no sería suficiente: el primer tiempo debes pagarte tú mismo la Salud Pública. Si alguien me dijese “vente aquí, te esperamos con un contrato de trabajo…” También pensamos en Uruguay,que tanto quiero, bien cerquita de la Argentina. Y aún así. Sea donde fuere, no queremos quedarnos aquí. Tan lejos de la fantasía de mi abuelo Israel, que a principios de la década de 1920 se casó con mi abuela Jayah en lo que hoy es Tel Aviv: “En Israel las cárceles están vacías y sus calabozos tienen las puertas abiertas porque no hay nadie a quien encerrar”.
¿Cómo nos ve a los españoles desde allí?
A España, como España, la veo ambigua. Me interesa todo lo que sucede en ella, sigo su política, tanto para dentro como para fuera. Los israelíes tienen la idea de que España es favorable a los palestinos. Algo de eso hay, sobre todo en la calle, pero a nivel gobierno, España, de hecho, está con Israel, porque es parte de la OTAN, o sea los Estados Unidos. Por otro lado, una buena parte de los israelíes tiene su origen en España. Marroquíes, turcos, griegos de Salónica, o sus descendientes, se definen a sí mismos como sefardíes, o sea, españoles. La lengua oficial de Israel es el hebreo con pronunciación española. Hay una atracción-rechazo por España, para muchos, un país veladamente antisemita. Si España actuase con autonomía, si adoptase la actitud del chef José Andrés y su ONG World Central Kitchen, héroes absolutos, sería relevante de veras a la hora de mediar en esta barbarie. Considero al actual presidente, Pedro Sánchez, un político habilìsimo. Creo que si España se deshiciese de los resabios de franquismo que aún subsisten en ella –la monarquía en primer lugar– daría el gran salto. De otro modo, Vox podría ser el motor de un gran retroceso.
¿Y en el plano personal?
En el plano personal, tengo una relación frecuente con personas españoles y españolas, básicamente con artistas y gente relacionada a la literatura, entre poetas, dramaturgos, juglares, editores. Algunas de ellas, han inmigrado desde países diversos como mis amigos poetas saharauis, o el griot camerunés Boniface Ofogo. Viajé varias veces invitado a festivales para presentar mi música y mis libros, en gran parte, gracias a la amistad que entablé con el juglar de Zaragoza, Luis Felipe Alegre, con quien nos conocimos en 1989, en Buenos Aires. Otra persona importante para mí es Luis Lles, el creador del Festival Periferias, de Huesca (que este año no se llevó a cabo por censura de Vox). Todo lo que hago en música se lo hago escuchar, antes que a nadie, a él. Mención especial para David Gimenez Alonso, músico, poeta, editor, quien me ha publicado “Afuera hay guerra / Afuera hay guerro”.
Como a Alejandro, nos queda la esperanza...
No sé, la verdad que no lo sé. Los descendientes de Alejandro, de su imperio, los sirio-macedonios, son los responsables mítico-históricos, o más bien su excusa, del actual nacionalismo religioso hebreo. No sé, soy pesimista. Al menos, en el mediano plazo, no veo por dónde podría entrar la luz. Ayer mismo, Israel efectuó un atentado de nueva generación en el Líbano, cuatro mil personas heridas y 12 muertos por el estallido simultáneo de sus dispositivos de mensajería, más otros 450 walkies-talkies que explotaron hoy, matando a otros 20 libaneses. La esperanza está infiltrada por los servicios de inteligencia, por la inteligencia artificial, por las mafias de la guerra. Por todos lados, dispositivos a punto de estallar en cualquier momento que nadie sabe cómo, ni puede, ni quiere desactivar.
Juan Luis Saldaña
Periodista y escritor
Conceden la pensión extraordinaria a un francotirador español traumatizado por estar 24 horas viendo el cadáver del hombre que mató en Irak
África Albalá
Apostado en una azotea en un edificio de la ciudad iraquí de Náyaf, con el rifle entre las manos y rodeado por el enemigo. Una granada impacta contra la fachada del edificio y explota; otra se incrusta en el hormigón a tres metros de distancia, pero milagrosamente no revienta. Es el infierno que vivió un francotirador español durante trece días -y sus correspondientes noches- en 2004 y que le ha perseguido durante dos décadas. Ahora, un juzgado de la Audiencia Nacional le ha reconocido una pensión extraordinaria a causa del trauma sufrido.
No se limitó a ese cerco el calvario de este boina verde. Mientras realizaba labores de seguridad, observación y eliminación de objetivos en ese tejado, recibió la orden de abatir a un informador del Ejército del Macdi al que tenía localizado. Una vez ejecutada, el cuerpo del objetivo quedó tendido a 350 metros de la posición y permaneció allí durante 24 horas; un día entero en que este cabo primero tuvo que contemplar el cadáver del enemigo.
La imagen del cuerpo inerte del insurgente desmadejado sobre el suelo quedó grabada en las retinas de este militar y, junto con la tensión sufrida durante aquellos días, le generó un trastorno de estrés postraumático y depresivo, que le provocó ideas suicidas y lo llevaron a intentar quitarse la vida. También contribuyó a agravar su sentimiento de culpa el hecho de que, al día siguiente del disparo, el mando responsable de la orden comenzó a cuestionar la decisión.
Ahora, el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de la Audiencia Nacional ha reconocido la incapacidad permanente de este cabo primero permanente del Ejército de Tierra español, causada por la pérdida de condiciones psicofísicas. Esta sentencia, a la que ha tenido 'ABC', anula una resolución previa del Ministerio de Defensa que consideraba esta condición ajena al servicio, lo que afecta directamente a la pensión.
La decisión del departamento de Margarita Robles se basaba en el acta de la Junta Médico Pericial que determinó que el militar español padecía un trastorno ansioso-depresivo y estrés postraumático de etiología mixta, es decir, ajeno a sus actos de servicio. Sin embargo, la Justicia ha establecido este septiembre que la patología se deriva de la situación vivida en Irak y no de factores de vulnerabilidad previos.
«Nuestro cliente ha acreditado una resistencia psiquiátrica superior a la de cualquier persona no solo normal, sino con una ausencia de vulnerabilidad muy alta. Así se desprende de su servicio en unidades especiales y en zonas de guerra, donde ha actuado con total satisfacción. Que sea una persona completamente normal no quiere decir que, ante una conflictiva, no pueda desarrollar una patología de tipo psiquiátrico que sea reactiva a la situación bélica a la que se ha visto expuesto», explica a 'ABC' el abogado de este francotirador, Antonio Suárez-Valdés, experto en Derecho Militar.
Y recalca: «Estuvo durante días en un tejado sin poder moverse, fue bombardeado, tuvo que acabar con la vida de terceras personas y esto le generó una patología que, por supuesto, es de tipo reactivo a esa conflictiva, como así ha determinado los psiquiatras que lo han venido atendiendo».
Con esta resolución de la Audiencia Nacional, que reconoce su incapacidad y le concede la pensión extraordinaria, el militar -al tener más de 20 años de servicio- recibirá el 200% de su haber regulador. Es el doble de lo que le correspondería si su patología se considerase no derivada del servicio.
ABC
La eterna actualidad de Simone Weil
Pocos pensadores del siglo veinte han ejercido tanta atracción como Simone Weil. Encontramos fragmentos de sus obras, todas póstumas, en los lugares más inesperados de la literatura contemporánea. La capacidad de perdurar como referente vital y filosófico más allá de las modas, las ideologías y las inercias culturales, revela la singularidad de su mensaje profético, a la vanguardia de sensibilidades que se han suscitado en las últimas décadas.
Simone Weil nace en París el 3 de febrero de 1909 en el seno de una familia judía de elevado nivel cultural. Educada en el agnosticismo, manifiesta una precoz inquietud intelectual y social. La búsqueda de la verdad y de la justicia marcarán de forma extrema todo su itinerario vital, guiado por una opción radical a favor de los oprimidos y vencidos y por una independencia de criterio que la hace inclasificable. Para ella “desear la verdad es desear un contacto directo con la realidad”. Esta exigencia constante, como antídoto frente a la superficialidad y la indiferencia reinantes, nos interpela, nos atrae, nos desconcierta y nos asusta, pues nos obliga a estar en alerta ante todo lo que pasa a nuestro alrededor, pensar el tiempo presente, pero pensarlo en un horizonte de eternidad, ya que, según sus palabras, “habría que escribir cosas eternas para estar seguros de que serán de actualidad” (Escritos de Londres y últimas cartas).
Discípula del filósofo Alain (Émile Chartier) —que dotará a su pensamiento de una extrema lucidez y la forjará como filósofa en el sentido más riguroso del término— estudia en la École Normale Supérieure mientras participa en actividades sindicales y pacifistas. Con los militantes de la Révolution prolétarienne, enseña en las Bourses de travail y participa en movilizaciones obreristas. Esta actitud le ocasiona problemas graves —desde traslados forzosos a la supresión de la asignatura—, en los institutos donde imparte clase como Agregada de Filosofía. En esta época surge el apelativo de “la virgen roja” con el que será conocida.
Tras un viaje a Alemania en 1932, denuncia el estalinismo y el fascismo como manifestaciones de un nuevo poder totalitario y desarrolla un análisis riguroso de la opresión, que comporta una revisión crítica de las tesis de Marx (Opresión y libertad). Para Simone Weil, la clave de la opresión se encuentra en el interior de la fábrica, en una técnica y un sistema de producción que impiden al obrero dominar su tiempo de trabajo y ser consciente de su actividad. La descripción parte del conocimiento directo de la condición obrera —título de uno de sus libros— que asume en 1934 trabajando como peón en la cadena de montaje de la Renault. Weil afirma que en una vida social bien ordenada el trabajo manual ha de ser su centro espiritual. Sus reflexiones sobre la opresión causan una auténtica conmoción en el movimiento revolucionario, y son objeto de comentarios de figuras eminentes como Leon Trotsky o Boris Souvarine. Albert Camus afirmará que, desde Marx, el pensamiento político y social no había producido en Occidente nada tan penetrante y profético.
Dos años después, participa en la guerra civil española al lado de los anarquistas de la columna Durruti. Un accidente la retira del frente y regresa pronto a París. La experiencia bélica tendrá un gran impacto sobre su visión de la condición humana. La objetividad e imparcialidad en la descripción de los hechos superará el partidismo de la mayor parte de la literatura sobre la contienda. La barbarie cometida por los de su propio bando es descrita crudamente en su carta a Georges Bernanos, escritor simpatizante de los sublevados que había denunciado también las atrocidades cometidas por los franquistas en Mallorca en su obra Los grandes cementerios bajo la luna. Decepcionada de la experiencia bélica, no dejará de escribir penetrantes alegatos contra la política exterior del gobierno francés, especialmente sobre la cuestión colonial (Escritos históricos y políticos). La crítica se centra en la conjunción de subordinación política, explotación económica y desarraigo cultural, vivida en las colonias y derivada de un Estado centralista y dominador, que es indiferente ante el sufrimiento infligido y que no está tan lejano como parece de las ansias de poder del Tercer Reich. Para Francia, solo será legítimo oponerse a Hitler si reniega también de su propio pasado esclavista y colonial.
Otra experiencia que marca la biografía de Simone Weil es el contacto místico con Cristo, que tiene como momento clave la Semana Santa de 1938 en la abadía benedictina de Solesmes (A la espera de Dios). Allí se inicia su acercamiento al cristianismo, que no culmina en la recepción del bautismo, por lo que ella considera la ausencia en la Iglesia católica de una auténtica universalidad, que supondría el reconocimiento como cristiano de las manifestaciones de verdad presentes en otras culturas y tradiciones. Para Weil, el cristianismo se opone al judaísmo y ha de encarnarse en las fuentes del paganismo, en un sentido elemental de lo sagrado. Entre Jerusalén y Atenas como símbolos de la herencia cultural de Occidente, escoge el ideal griego arcaico y platónico, que conecta con Oriente (Intuiciones precristianas y La fuente griega). A pesar de ello, muchos motivos judíos quedan implícitos en su pensamiento.
Simone Weil percibe la relación entre el hombre y Dios como un movimiento de mutua renuncia por amor. Si Dios ha renunciado a su poder en la Creación, la Encarnación y la Pasión, el ser humano tiene que renunciar a su propio yo y a toda imposición sobre el otro. Las nociones de atención, deseo, desgracia, compasión y belleza son las claves antropológicas de esa conversión radical, en la cual solo la gracia puede compensar el peso de la gravedad (Cuadernos y Pensamientos desordenados). Los textos de Simone Weil se hacen entonces más insustituibles que nunca, pues su pensamiento alcanza el punto más alto de tensión espiritual.
En 1939, el estallido de la segunda guerra mundial confirma los peores augurios sobre la imposibilidad de contrarrestar por medios pacíficos el Estado totalitario y su deseo expansionista. Simone Weil se arrepiente, en cierto sentido, de su pacifismo radical, pero reafirma sus consideraciones sobre la guerra. Merece destacarse su texto La Ilíada o el poema de la fuerza, en el cual realiza una lúcida reflexión sobre la gran lección que podemos extraer de este poema épico, que ella percibe como una especie de relato fundacional de nuestra cultura: “aprender a no admirar nunca la fuerza, no odiar a los enemigos y no menospreciar a los desgraciados”. La crisis profunda que vive Europa procede del olvido de estas raíces a causa del modelo romano, basado en el menosprecio al extranjero, los esclavos y los vencidos.
Las circunstancias personales en que Simone Weil se encuentra son de nuevo determinantes: en 1940 había abandonado París huyendo de la persecución nazi a los judíos y se había refugiado en Marsella hasta 1942. Después llega a Nueva York y, poco más tarde, a Londres para colaborar con la Resistencia. Allí escribe el famoso ensayo Echar raíces, que comienza con una declaración de deberes. Las obligaciones, que priman sobre los derechos, se corresponden con las necesidades materiales y espirituales del ser humano, y entre estas necesidades aparece una especialmente importante y olvidada, el arraigo, que reclama la exigencia de una vida comunitaria hecha de memoria y sentido de la propia identidad.
El ensayo resta inacabado, ya que Simone Weil, que se había negado a comer más de la ración que correspondía a los combatientes en la guerra, moría de tuberculosis, con tan solo treinta y cuatro años de edad, en un sanatorio de Ashford, el día 24 de agosto de 1943. El sentido de su vida puede medirse en las dimensiones de su plegaria: “Padre, arranca de mí este cuerpo y esta alma para hacer de ellos cosas para ti y no dejes subsistir de mí eternamente nada que no sea ese mismo arrancar”.
Emilia Bea, profesora de filosofía del Derecho y Filosofía Política en la Universitat de València
Políticas del abandono
Solo perdemos a aquellos, o aquello. a lo que renunciamos. El mercado, las instituciones y la mentalidad imperante van renunciando a demasiadas cosas, lo cual, nos impide recomponernos y recomponer el mundo. En el reciente libro titulado “Contar el abandono. Paisajes de un mundo en ruinas”, editado por Bellaterra, se recogen algunas de esas políticas que vertebran el abandono, a las que podemos sumar muchas otras: desertificación, extinción de especies y culturas, poblaciones migradas que malviven en la indigencia, vidas olvidadas que sobreviven en la calle sin hogar, neoesclavismo laboral, barrios degradados, violencia descontrolada, ancianos, drogodependientes, enfermos mentales y menores encerrados cuando no abandonados a su suerte, millones de personas aniquiladas, desplazadas o malviviendo en medio de guerras y postguerras. Estas, y otras situaciones endémicas, son la crónica de esas políticas del abandono, de la renuncia a garantizar derechos humanos básicos, de la desprotección frente al mercantilismo salvaje y, como no, de la complicidad de los estados en la reproducción del desorden social instituido.
Pero quizás, lo que en mayor medida contribuye a producir, reproducir y legitimar los abandonos es el acostumbrarnos a ellos. El hecho de aceptarlos con resignación como inevitables. Y esto lo consiguen no tanto invisibilizándolos, sino mediante su espectacularización. Es decir, no ocultándolos, sino reinterpretándolos ante nuestros ojos, mostrándolos como las consecuencias necesarias para que funcionen nuestras sociedades ricas con seguridad y libertad, para garantizar nuestro bienestar social frente a los riesgos que supuestamente nos amenazan. Ante este discurso dominante nos quedamos paralizados y practicamos el más terrible de los abandonos, cual es, dejar en manos de los abandonadores la gestión de nuestras vidas y de los efectos catastróficos que tienen sus políticas para la gran mayoría de la humanidad. No nos olvidemos, ellos llaman civilización a la barbarie y progreso a la destrucción.
César MANZANOS BILBAO. Doctor en Sociología.
Loquillo, expulsat d'un taxi per exigir al conductor que no parlés en català
Redacció
José María Sanz, àlies Loquillo, fa anys que es conegut pel seu anticatalanisme i el seu autoodi cap a Barcelona, la ciutat on va néixer, i sobretot, cap a Catalunya. El periodista i actor Roger de Gràcia ha fet un tuit que exemplificaria aquest comportament de l'artista del Clot, encara que en un primer moment, ha amagat el nom: "El taxista m'explica que fa poc va fer fora del taxi un personatge català conegut que li exigia que se li dirigís en castellà. Apostes".
A partir d'aquí, s'han posat tot un seguit de noms sobre la taula, fins que algú ha encertat de ple: "Loquillo". "Premi", ha contestat de Gràcia.
Un lamentable episodi d'algú nascut a Catalunya, que entén i parla el català, que decideix fent valer la seva condició de client, imposar en quin idioma se li ha de dirigir el taxista. També és una nova mostra de la més que coneguda prepotència del personatge cap a qui considera per sota seu, com quan va humiliar a un vigilant de seguretat enmig d'un concert seu l'any 2020.
I sobretot, en aquesta penosa anècdota brilla un taxista que es nega a plegar-se a les exigències intolerables d'una celebritat que es creu amb dret a tot per ser famós. Cal recordar, que Loquillo té la Medalla d'Honor de l'Ajuntament de Barcelona del 2017.
Es EEUU quien financia, arma y defiende el genocidio y terrorismo de Israel
Cuando EEUU y Europa aseguran que no contribuyen al genocidio en Gaza
Olga Rodríguez
Las dos veces que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha visitado EEUU en estos meses han coincidido con ataques israelíes en terceros países, en los que han muerto altos mandos de Hamás o de Hizbolá. A finales de julio, Netanyahu acudió al Congreso estadounidense, donde recibió numerosas ovaciones. En los días siguientes se reunió con el presidente Joe Biden, con Kamala Harris y con Donald Trump. Pocas horas después de su regreso a Tel Aviv, el Ejército de Israel lanzó un ataque contra la capital de Irán, en el que asesinó al líder de Hamás, Ismail Haniya, y otro a la capital de Líbano, en el que mató a un alto mando de Hezbolá.
Este viernes Netanyahu estaba de nuevo en EEUU, en Nueva York. Cuando iba a iniciar su discurso en la sede de Naciones Unidas, representaciones diplomáticas de varios países salieron de la sala, en señal de protesta. Otras optaron por quedarse, incluida la delegación española. En su alocución, el primer ministro calificó a la ONU de “pantano antisemita” y también acusó de “puro antisemitismo” al fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional. Tras ello, desde la misma ciudad de Nueva York ordenó el gran bombardeo contra Beirut que mató al líder de Hizbolá, Hassan Nasrallah, en una semana de ataques israelíes con más de mil muertos libaneses, muchos de ellos, civiles.
¿Cómo reaccionaría la comunidad internacional occidental si Rusia bombardeara la capital de una nación mientras Putin ofrece un discurso en la sede de Naciones Unidas? ¿Qué pasaría si un país no aliado llevara doce meses masacrando a civiles en un territorio que ocupa ilegalmente desde hace décadas, del que la gente no puede huir y en el que se evita la entrada de la ayuda humanitaria necesaria?
Israel es el gran protegido de EEUU y un aliado de Europa. Cuando se van a cumplir doce meses del inicio de la masacre contra la población en Gaza, Washington continúa respaldando activamente a Israel. La Administración Biden asegura que trabaja para un alto el fuego en Gaza, pero sus palabras se contradicen con los hechos. EEUU ha seguido enviando armamento al Ejército israelí y apoya activamente al Gobierno de Netanyahu. Este mismo jueves se supo que Israel ha obtenido otro paquete de ayuda militar estadounidense a Tel Aviv, por valor de 8.700 millones de dólares. Israel es el mayor receptor mundial de ayuda militar de EEUU. De ese modo, el genocidio sigue su curso, normalizado.
Hay voces públicas que nos dicen que se ha hecho todo lo posible, que Washington no logra dominar a Netanyahu y que Europa no dispone de capacidad de acción. La realidad es diferente. Si EEUU deseara poner fin a la masacre en Gaza, a la ocupación ilegal israelí y al apartheid contra la población palestina, cerraría el grifo de las armas y convocaría al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para impulsar una resolución en ese sentido. Sin embargo, ha vetado resoluciones, ha aumentado su presencial militar en Oriente Medio -casi 50.000 efectivos- y continúa apoyando activamente a Israel en su uso de la fuerza bruta.
Este mismo sábado el presidente Biden, en un comunicado sobre el asesinato de Nasrallah, indicó que “su muerte por un ataque israelí es una medida de justicia para sus muchas víctimas” y eludió mencionar a los más de mil muertos libaneses de estos días. Nadie de su Gobierno ha criticado los bombardeos y atentados indiscriminados israelíes que han matado a numerosos civiles en Líbano. Lo máximo que se ha dicho, a través de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, es que el daño a niños y a personas “no es algo que queramos ver”.
En cuanto a Europa, varios países han seguido enviando ayuda militar a Israel en estos meses -entre ellos, Alemania o Reino Unido- otros han permitido el tránsito de armamento hacia Israel por su territorio y ninguno ha anunciado el fin o la suspensión de contratos con empresas militares israelíes que se lucran con la masacre en Gaza. Algunos han dado pasos simbólicos -como el reconocimiento del Estado palestino- pero ninguno ha adoptado un embargo formal de armas.
Además, la Unión Europea mantiene su acuerdo comercial preferencial con Israel, cuyo artículo dos exige a las partes el respeto por los derechos humanos. Con 42.000 víctimas de la masacre en Gaza, hay gobernantes europeos que siguen haciendo la vista gorda. No mirar, no denunciar, no actuar, reduce el genocidio a un mero ruido de fondo cotidiano.
Medidas de presión que pueden aplicarse y no se ha hecho
El nivel de impunidad israelí es de tal envergadura que las bases del derecho internacional están saltando por los aires. Así lo han advertido estos días relatores independientes de Naciones Unidas, en un informe que indica que “el edificio de la ley internacional pende de un hilo” y que, con su indiferencia, “la comunidad internacional está fomentando la violencia genocida”. En él piden a los Estados miembros de la ONU que adopten de inmediato catorce medidas de presión.
Sus recomendaciones están basadas en la orden consultiva emitida el pasado mes de julio por la Corte Internacional de Justicia, que exige el fin de la ocupación ilegal israelí de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Además, la Corte indica a los Estados miembros que no deben iniciar o continuar “relaciones comerciales o de inversión” que contribuyan a mantener dicha ocupación. Dos meses y medio después de este dictamen, EEUU y los países europeos siguen sin cumplir su mandato.
Ante ello, los relatores independientes de la ONU recuerdan que los Estados deberían, entre otras cosas, imponer un embargo de armas total a Israel, lo que supone “detener todos los acuerdos, importaciones, exportaciones y transferencias de armamento” y “revisar inmediatamente todas las relaciones políticas, diplomáticas y económicas con Israel para asegurarse de que no están apoyando o proporcionando ayuda o asistencia a su presencial ilegal en el territorio ocupado palestino”.
Además, señalan como deber “la suspensión de relaciones económicas, acuerdos comerciales y relaciones académicas con Israel que puedan contribuir a su ocupación ilegal y régimen de apartheid”. También solicitan “sanciones y congelación de activos a personas y entidades israelíes, incluidas empresas, corporaciones e instituciones financieras, involucradas en la ocupación ilegal y el régimen de apartheid” y piden a los países medidas para impedir que sus ciudadanos con doble nacionalidad “sirvan en el Ejército israelí o en otros servicios que contribuyen a la ocupación y al régimen de apartheid, o compren o alquilen propiedades en cualquier lugar del territorio palestino ocupado”.
Este pronunciamiento de los relatores de la ONU llega casi al mismo tiempo que una resolución de la Asamblea General de la ONU, aprobada hace unos días por gran mayoría, e inspirada por el dictamen de la Corte Internacional de Justicia. En ella la Asamblea exige el fin de la ocupación ilegal israelí en un plazo máximo de doce meses, sanciones a los responsables de dicha ocupación, y medidas a los países miembros de Naciones Unidas para que suspendan el comercio y las inversiones que contribuyan a la ocupación de Israel en los territorios palestinos, lo que en la práctica supone congelar relaciones que a día de hoy siguen manteniendo
Para ello, pide específicamente el cese de la importación de cualquier producto originario de los asentamientos israelíes y solicita sanciones contra las personas físicas y jurídicas que contribuyan al mantenimiento de la ocupación ilegal de Israel en territorio palestino.
Cuando Netanyahu insultó a la ONU el pasado viernes, calificándola de “pantano antisemita”, estaba contestando a esa resolución. Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes, pero tienen gran peso político. Fue en la Asamblea de Naciones Unidas donde se aprobó el plan de partición de Palestina en 1947. Israel lleva décadas incumpliendo varias resoluciones vinculantes y no vinculantes de la ONU, sin que haya habido consecuencias. Sabe que puede hacerlo, porque EEUU se lo ha permitido siempre, con protección y ayuda.
“Es muy sencillo. Si no se quiere que alguien haga algo, no se dan los medios para hacerlo. Por lo tanto, hay que concluir que el Gobierno de Estados Unidos no tiene objeciones a lo que Israel ha estado haciendo durante el último año”, ha indicado este fin de semana el analista y profesor de Relaciones Internacional de la Universidad de Harvard, Stephen Walt, tras los bombardeos israelíes contra Beirut y el asesinato de Nasrallah.
Dijo el escritor Albert Camus que hay épocas en las que toda indiferencia es criminal. En tiempos de genocidio, la falta de presión contribuye y facilita la perpetuación de la impunidad. Por eso son importantes la movilización de la calle y las preguntas incómodas desde el periodismo. Cuando se retiren todos los escombros de Gaza y Beirut se descubrirán, entre ellos, los restos del orden internacional basado en reglas.
Hay quien dice que «el ejército es la paz», y eso invita a repensar el sentido del pacifismo
Juan Carlos Rois, Tortuga.
Adivinen quién ha podido cascarse la siguiente loa de nuestro flamante ejército y su esencial necesidad: «es la condición sine qua non de todo progreso legítimo, de todo bienestar público, de toda libertad efectiva, empezando por el andar por la calle y quedarse en casa con la relativa tranquilidad que pueda haber en este mundo, porque el ejército es la paz, y sin paz, progreso, bienestar y libertades no son más que palabras vacías o burlas sangrientas de locos o de perversos».
¿Se lo podemos atribuir a un momento de ardores castrenses de la ministra de Defensa, doña Margarita Robles?
¿Puede ser un exabrupto del ex sindicalista Cándido Méndez después de exigir la vuelta del servicio militar para proteger «los rasgos que nos unen»?
¿Es una de las reflexiones planas de Abascal ante las proximidades del desfile de la victoria que se nos avecina?
¿Tal vez un despiste del frailuno Núñez Feijó tras mostrar su apoyo moral a las tropas cascoazulescas desplegadas en el Líbano para que haya paz?
¿El rey por un casual tras el brindis de rigor de la última pascua militar?
¿Podría ser el diputado de Sumar Alonso Cantorné después de pedir mejores salarios para los militares en la Comisión de Defensa celebrada el pasado 19 de septiembre?
¿Tal vez alguno de los ministros del ala izquierda de la coalición de gobierno después de aprobar, en uno cualquiera de los Consejos de ministros de este año, alguna partida de los más de 16.000 millones de gasto militar aprobadas fuera de presupuesto (puede consultarse la tabla completa hasta el día de hoy aquí )?
¿Alguno de los rectores magníficos de nuestras militantes universidades tras celebrar uno de los innumerables convenios de colaboración con las Fuerzas Armadas?
¿El vicario general castrense en una de sus catequesis catedralicias?
¿El presidente de la patronal de los señores de la guerra?
¿Algún presentador de programas televisivos o cualquiera de sus ignaros tertulianos?
En realidad el argumento forma parte del relato oficial del militarismo ampliamente compartido por las élites de esta poliarquía de democracia real que, cual reuma crónico y cansino, venimos arrastrando con resignada paciencia desde hace siglos.
Pero no, esto no lo dijo ninguno de los citados (lo que no evita suponer que podrían haberlo hecho con sus santas narices). Es un extracto del artículo «La izquierda y el antimilitarismo. Mucho cuidado» aparecido el 8 de julio de 1909 en el periódico «La correspondencia militar» (se puede consultar pinchando aquí)
Ya lo ven, argumentos similares en la época de la restauración borbónica, con la pretensión colonialista de Marruecos y la vocación intervencionista hacia el exterior y de garantes del orden interno del relato militar, y nuestro actual y modernizado militarismo, igualmente intervencionista y no muy diferente en cuanto a su «papel» de salvaguarda del orden interno.
Por cierto, que el énfasis de la explicación los ejércitos como garantes de la paz nos permite caer en la cuenta de la diversidad de «pacifismos» que pululan y confunden al personal. Al respecto invito a leer el artículo «Pacifismos y lucha por la paz: Aclarando el panorama» que publiqué en Alternativas Noviolentas y que, efectivamente, aclara el panorama de los distintos pacifismos y sus implicaciones para la movilización social y que puede enlazarse aquí https://alternativasnoviolentas.org...
Tener en cuenta que hay distintos enfoques de la idea de paz, que responden a intereses diferentes, que persiguen diferentes estrategias, que buscan distintos objetivos, no siempre conciliables entre sí, y que apelan a diferentes actores, puede ser un buen inicio para repensar nuestras posibilidades de movilización social hacia una idea de paz más allá de la contención de la guerra y un enfrentamiento contra el militarismo y las guerras más centrado en la resistencia contra la guerra, el apoyo a sus víctimas, la responsabilidad de quienes participan de ella y la reconstrucción de las comunidades rotas por la violencia.
Miles de personas se manifiestan Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas por el pueblo palestino: “Que no se normalice el genocidio”
Sandra Vicente / Ariadna Martínez
Al grito de 'desde el río hasta el mar Palestina vencerá' o 'Israel asesina, Europa patrocina', miles de personas han salido a las calles de varias ciudades españolas para pedir el fin del “genocidio en Gaza” y que España “finalice todo tratado de comercio con Israel”. Este viernes estaba convocada una huelga general en apoyo a Palestina bajo el lema 'Invirtamos en vida, no en armas. Por el fin del genocidio y del apartheid' con más de 100 acciones de protesta previstas por todo el país. Solo en el día de hoy, Israel ha matado al menos a 25 personas en Líbano en una nueva jornada de bombardeos contra Hizbulá.
Durante la mañana ha sido el turno para el movimiento estudiantil en Coruña, Oviedo, Bilbao, Valencia y una decena de ciudades más. Muchas de ellas se han organizado ante los rectorados universitarios y en otras los estudiantes han recorrido las calles de los municipios, como en el caso de Santiago de Compostela, que ha finalizado frente a la Catedral. En otros municipios, como en Ferrol, se han celebrado concentraciones de trabajadores de Navantia y Emafesa (Augas de Ferrol).
En el caso de Madrid, además, ha habido una protesta frente el ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid para pedir al Gobierno que no venda más armamento a Israel. Se han concentrado varios centenares de ciudadanos, la mayoría estudiantes.
Por la tarde ha sido el turno de la manifestación más multitudinaria de la jornada reivindicativa en la capital. Miles de personas se han concentrado en una marcha multitudinaria que ha discurrido por las calles de Madrid al grito de “A Pedro Sánchez le queremos preguntar a cuántos niños tienen que matar para acabar con el sionismo criminal”. La marcha, parte de la jornada de huelga este viernes contra el genocidio en
“Hemos decidido venir aquí porque como alumnas venimos a denunciar la pérdida del patrimonio intelectual de Gaza. Este año no ha podido haber un curso escolar debido a la muerte en masa de niños, estudiante, y profesores”, ha denunciado Aya, joven estudiante.
Por su parte Fernando, de 63 años, ha expresado que su motivo de la marcha es el de “denunciar que Occidente finalmente se ha quitado la máscara y al ser cómplices nuestros gobiernos nos están haciendo cómplices también a nosotros. Exigimos al gobierno de España que se ponga del lado de la verdad”.
“Creíamos que iba a haber una buena respuesta pero esto creo que supera las expectativas de todo el mundo porque hacia meses que no veíamos una manifestación tan grande en Madrid”. Coral Latorre, portavoz del Sindicato de Estudiantes, ha valorado positivamente la marcha contra el “genocidio” en Israel que ha culminado una jornada de huelga en favor del pueblo palestino.
“Hay muchas ganas de seguir luchando en solidaridad con el pueblo palestino, pero no sólo solidaridad en abstracto sino también para decir que este genocidio se podría terminar de forma inmediata si se rompieran todo tipo de relaciones económicas, políticas y diplomáticas con el estado sionista de Israel”, ha valorado Latorre.
En lo que se refiere a Barcelona, a las 18 horas ha arrancado la manifestación contra el “genocidio” en Palestina, la más multitudinaria hasta la fecha por este conflicto en la capital catalana. La manifestación se ha dado en el marco de la huelga estatal convocada para “señalar a las empresas cómplices del sionismo” que tienen “las manos manchadas de sangre”, tal como ha apuntado Maurici Victory, portavoz de la CGT en Catalunya. Informa Sandra Vicente. Según datos de la Guardia Urbana, a la manifestación han asistido unas 4.500 personas.
La marcha ha señalado la responsabilidad de Israel, pero también de empresas y gobiernos que no han condenado abiertamente lo que los manifestantes han calificado de “agresión” y “genocidio”. Tanto es así, que uno de los lemas más escuchados ha sido el de “Israel asesina, Europa patrocina”.
Los convocados han aprovechado para exigir a la UE que apliquen sanciones a Israel y para pedir a todos los gobiernos y administraciones que rebajen su gasto en armamento militar. También han exigido la “desmilitarización” de Oriente Medio. Con todo, los convocantes consideran que la jornada ha sido un éxito e insisten en la necesidad de que “no se deje de hablar de Palestina y no se normalice el genocidio”.
La manifestación ha sido la culminación de una jornada de protestas que ha empezado con cientos personas cortando la avenida Diagonal de Barcelona en el marco de la huelga. La marcha ha avanzado hasta el consulado de Israel, donde los manifestantes han coreado el famoso lema “desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”.
Al igual que Madrid o Barcelona, otras grandes ciudades como València o Granada han tenido multitudinarias concentraciones en protesta por el ataque de Israel a Gaza cuando está a punto de cumplirse un año de la ofensiva. En la capital valenciana, por ejemplo, donde comenzaron las acampadas universitarias en favor de Gaza, la manifestación ha transcurrido bajo el lema “Paremos el genocidio en Palestina. No al comercio de armas”.
También en Toledo han salido más de un centenar de personas por una Palestina “libre”. Algo más de cien personas se ha dado cita en la toledana plaza de Zocodover convocadas por los sindicatos Solidaridad Obrera y CGT bajo el lema ‘jornada de lucha por Palestina', en una jornada en la que se había convocado también huelga general para pedir “el fin del genocidio y el apartheid en Palestina”.
También en Guadalajara se han celebrado hoy dos actos. El primero por la mañana a las puertas de antigua Subdelegación del Gobierno de España y después ya por la tarde en la céntrica plaza de Santo Domingo, según informa Carmen Bachiller.
Desallotjat el centre social Cals Flares d'Alcoi, amb disset anys d'història
L'immoble, una antiga residència de monjos franciscans ara propietat de la Sareb, va ser okupat l'any 2007 amb l'objectiu de contrarestar la manca d'espais socials i comunitaris en un dels barris més afectats per l'abandó institucional. Una vintena d'agents antidisturbis han expulsat les desenes de persones que intentaven evitar que el quart intent de desallotjament dels darrers quatre anys fos executat.
Ester Fayos
A la quarta ordre, ha estat desallotjat. Un dispositiu de la Policia Nacional espanyola, format per una vintena d'agents antidisturbis, ha arribat a primera hora del matí al barri del Partidor d'Alcoi (l'Alcoià) per desallotjar el Centre Social Okupat (CSO) Cals Flares. Ubicat en el número 10 del carrer Forn de Vidre, en un carrer molt estret, s'ha convertit en el principal punt de trobada del veïnat de la comarca. A l'interior, des d'ahir a la nit, activistes hi acampaven per intentar aturar la quarta ordre en els últims quatre anys.
Les tres anteriors s'havien aconseguit aturar administrativament o judicialment. Aquest matí, les desenes de persones que resistien a l'interior han estat expulsades a la força. Xifren en cinc les persones ferides per contusions de l'actuació policial davant, remarquen, una resistència pacífica. Un cop fora, abans de les nou del matí, una trentena han estat retingudes pels agents, a l'espera que fossin ateses per la seva advocada.
El centre social es trobava immers en un procés judicial contra la Societat de Gestió d'Actius Procedents de la Reestructuració Bancària (la Sareb), l'actual propietària. L'immoble, una antiga residència de monjos franciscans, va ser okupat l'any 2007 amb l'objectiu de contrarestar la manca d'espais socials i comunitaris en un dels barris més afectats per l'abandó institucional. Des d'aleshores, col·lectius i veïnes d'Alcoi i altres municipis han treballat per fer-lo seu, a través de l'organització d'activitats autogestionades de caràcter lúdic, formatiu i cultural molt diverses o la creació de nous espais, com la biblioteca Rebrot Verd i l'hort popular. Les cafetes d'estiu, les actuacions musicals en directe, presentacions de llibres, debats o els tallers de serigrafia i d'autodefensa són algunes de les activitats que han omplert de vida el centre social.
Les cafetes d'estiu, les actuacions musicals en directe, presentacions de llibres, debats o els tallers de serigrafia i d'autodefensa són algunes de les activitats que han omplert de vida el centre social.
L'1 de desembre de 2020 estava previst el primer intent de desallotjament. Uns dies abans, gràcies a la pressió institucional exercida per Cals Flares; la Sareb va retirar la denúncia i es va pactar iniciar un procés de negociació entre l'Ajuntament, la Sareb, el centre social i l'Associació Veïnal del Partidor per tal d'arribar a un acord que no implicara desallotjar l'espai ni el seu abandó. L'Ajuntament i la Sareb, finalment, van acordar cedir l'espai a l'Associació Veïnal —que seria la nova gestora del centre social—, però, a canvi, havien de pagar a la Sareb un lloguer de 600 euros durant quatre anys o fins que aquesta venguera l'immoble. Per a les membres de Cals Flares, el pacte estava “molt lluny de ser una solució”, ja que suposava engreixar els beneficis d'una entitat “que desallotja famílies amb mancances econòmiques, i que atorga sous estratosfèrics als seus directius mentre malbarata milers d'euros públics”, denunciaren a través d'un comunicat. Per això, tant l'assemblea del CSO com l'associació veïnal declinaren formar part de l'acord. De nou, tornaven a estar sota l'amenaça imminent de desallotjament.
El segon intent s'esperava per al 21 de febrer de 2023. Sis dies abans, però, la Sareb comunicava al centre social que havia sol·licitat als jutjats la suspensió de l'ordre. La notícia arribava uns dies després que centenars de persones es manifestaren pels carrers del nucli històric d'Alcoi contra el desallotjament. “La victòria ha estat possible gràcies a la resposta organitzada”, expressaven a través de les xarxes socials. Per a l'assemblea, és important “donar una alternativa real a la mancança d'espais culturals i espais d'oci que no estiguen marcats per les lògiques consumistes” i evitar que l'immoble es convertisca en un edifici en runes més del municipi.
El tercer intent, ordenat per al 5 d'octubre de 2023, es va aconseguir aturar el dia d'abans. Després de setmanes d'agitació social, els jutjats comunicaven que se suspenia el desallotjament durant 60 dies. Va passar el termini establert i no els hi havia arribat cap notícia nova. Més tard, els jutjats van informar la Sareb de l'arxivament del cas i va ser llavors quan l'entitat inicià el procés del quart intent de llançament. “Sabem que és cansat per a totes les persones que d'una manera o d'una altra formen part de Cals Flares, però també sabem que la Sareb i les institucions judicials ens trobaran defenen l'espai”, adverteixen en un comunicat.
L'amenaça de l'especulació urbanística hi ha estat present des de l'any 2007. La immobiliària Intergestión SL va comprar l'edifici amb l'objectiu de convertir-lo en una urbanització de luxe amb piscina i pistes de tenis i pàdel. No obstant això, el projecte no es va poder dur a terme per les dificultats que presentava. Una bona part del terreny convergeix en el barranc del riu Molinar i, a més a més, els escassos tres metres d'ample del carreró impedeixen el pas a les màquines. En aquell moment, l'expansió d'una onada d'especulació immobiliària i dels processos de turistificació i gentrificació amenaçaven el veïnat del nucli antic d'Alcoi, però, amb l'esclat de la bombolla immobiliària en l'any 2008, les iniciatives de promotores i constructores quedaren en paper mullat, així com qualsevol intent de rehabilitació del barri.
Oblit i degradació
L'abandonament dels centres històrics és un problema generalitzat que afecta molts municipis del sud del País Valencià, el veïnat dels quals veu com l'esforç de les administracions no ha aconseguit aturar aquest procés, bé per l'incompliment de les mesures o la manca de plans realment eficaços. La majoria de les polítiques municipals només prioritzen la rehabilitació dels edificis, però no consideren les necessitats socials, laborals i d'habitatge del veïnat dels nuclis antics. En el cas d'Alcoi, el centre es va declarar Bé d'Interés Cultural (BIC) en 1982, però quasi quatre dècades després, la localitat continua sofrint el buidatge progressiu de les àrees centrals i els enfonsaments dels immobles. Segons les dades que l'Ajuntament recull al Pla Estratègic 2018-2025, el 74% de la població es concentra en les àrees urbanes Zona Nord, Santa Rosa i Eixample, mentre que el 26% restant es reparteix entre el barri de Batoi, la Zona del Viaducte, Zona Centre i els disseminats.
Els col·lectius i associacions veïnals alcoianes incideixen en la “deixadesa” que hi ha hagut per part dels governs locals i autonòmics a l'hora de prendre mesures per aturar la degradació arquitectònica, urbanística i social. I defensen que gràcies a l'activitat del centre social, amb cicles de cine, concerts, tallers…, “es reviscola el barri i es recuperen espais que han estat abandonats”.
Pau Vidal
Mientras nos mantienen enganchados e idiotizados ante las pantallas, viendo video tras video, tontería tras tontería, se propaga la desinformación, se debilita el sujeto crítico y la capacidad de movilización comunitaria.
La inutilidad del oficio de juez
Hace muchos años, señores, yo era juez. En función de tal me esforzaba en lo posible por hacer justicia y por administrar la ley, pero poco a poco me fui dando cuenta de que en mi labor, tal como ésta se desarrollaba, no me acercaba ni remotamente a la Justicia.
Me hallaba instalado en el solio de los poderosos, vestía la toga de escarlata y armiño, pero, a pesar de todo, mi función era inútil y mezquina. Tenía que regirme por un mezquino reglamento, exactamente igual que otro funcionario cualquiera, y el oro y la grana de mi toga no valían más que los galones de un portero. Diariamente se me presentaban problemas difíciles y apasionados en los que tenía que decidir necios encarcelamientos o necias indemnizaciones, cuando el sentido común me decía que habrían recibido una solución muchísimo mejor con un beso o una paliza, con unas cuantas palabras de explicaciones o un duelo, o bien por una excursión a las montañas del Oeste.
A medida que fui dándome cuenta de esto, me pesaba cada vez más el sentimiento de la inutilidad de mi profesión. Cada palabra que se decía en el juicio, un simple murmullo o un juramento, se me aparecía más relacionado con la vida que las palabras que tenía que pronunciar.
Al fin llegó un día en que renegué públicamente de toda esta patraña, me retiré de la vida pública considerado por todos como un loco.
C.K. Chesterton. "El Club de los Negocios Raros"
Valdemar, Madrid, 2016.
Escrito en 1905
Afganistán: Apartheid de género
Quizá nuestro corazón siga, inquebrantable, con ellas; pero lo cierto es que la presencia en los medios de las mujeres afganas ha bajado mucho. Pasamos de la preocupación solidaria a la simple preocupación y luego al olvido culposo.
Afganistán ahora se presenta como un emirato islámico. Cuenta con una superficie una quinta parte mayor que España: 652.864 km2. Se estima su población en algo más de 42 millones de personas.
Su Índice de Desarrollo Humano en 2022 era bajo y le situaba en el puesto número 182 del mundo: 0'462.
Si bien los dos primeros datos son similares al de España, el del IDH es muy distinto: en España es de 0'905 y nos sitúa en el puesto en el puesto 27 del mundo.
El temor por la vuelta de los talibanes
En el siguiente video, publicado hace más de tres años, se cuentan los miedos que tenía la población afgana por la vuelta de los talibanes al gobierno de Afganistán tras el abandono de Estados Unidos y Europa de su presencia militarista en agosto de 2021.
Reconocimiento del gobierno talibán
En el vídeo, Lailuma Sadid, periodista afgana, reclama entre lágrimas a la OTAN que no reconozcan a los talibán y les pongan en la misma situación de abandono y brutalidad.
De la ficha-país de Afganistán que proporciona el Ministerio de Exteriores español: A 1 de julio de 2024 ningún país miembro de Naciones Unidas ha reconocido al gobierno talibán. Sin embargo, entre los Estados vecinos se han producido aproximaciones pragmáticas que se parecen mucho al reconocimiento, como la acreditación de embajadores talibán, o la presentación de cartas credenciales ante las nuevas autoridades, o el intercambio de visitas con todos los honores. Hay 20 Embajadas abiertas en Kabul, fundamentalmente de Estados de Asia central, países vecinos y musulmanes.
En septiembre de 2023, China se convirtió en el primer país en nombrar formalmente a un nuevo embajador en el país desde la toma de posesión, aunque China todavía no reconoce formalmente a los talibanes. Hasta junio de 2024 sólo China había nombrado un embajador en Afganistán y en junio de 2024 lo hizo Nicaragua.
Prohibiciones talibanes
En agosto de 2021 el diario ABC titulaba: Las 29 prohibiciones de los talibanes a las mujeres
1. El trabajo femenino queda terminantemente prohibido fuera de los hogares. Solo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en ciertos hospitales de Kabul para atender a mujeres y niñas.
2. Las mujeres tienen prohibido salir de casa para realizar cualquier actividad siempre que no vayan acompañadas de su mahram, hombre de parentesco cercano, como padre, hermano o marido.
3. Las mujeres tampoco pueden cerrar tratos con comerciantes masculinos.
4. La atención médica es también precaria para las mujeres, ya que no pueden ser atendidas por sanitarios varones. Al haber un número tan reducido de médicas y enfermeras, son muchas las que no pueden acceder a una atención adecuada, lo que deriva en problemas de salud de diferente gravedad e incluso la muerte.
5. La educación está vetada a las mujeres. No pueden acudir a estudiar a escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa.
6. Las mujeres no pueden mostrar ninguna parte de su cuerpo en público, por lo que están obligadas a llevar un velo largo que les cubre incluso el rostro (burka ).
7. Todas aquellas mujeres que no vistan de acuerdo a las reglas establecidas por los talibán o que no vayan acompañadas de su mahram serán sometidas a azotes, palizas y abusos verbales.
8. Las mujeres que muestren sus tobillos serán sometidas a azotes en público.
9. Las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio serán lapidadas.
10. Se prohíbe el uso de productos cosméticos. De hecho, durante el ‘reino del terror' talibán entre 1996 y 2001 se reportaron casos en los que se amputaron los dedos a mujeres a las que se detuvo por llevar las uñas pintadas.
11. Las mujeres tienen prohibido hablar o dar la mano a varones que no sean su mahram.
12. Ningún extraño debe oír la voz de una mujer, por lo que las mujeres tienen prohibido reír en público.
13. También está prohibido que las mujeres lleven zapatos de tacón, ya que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer).
14. Las mujeres no pueden subirse a un taxi sin la compañía de su mahram.
15. Las mujeres no pueden tener presencia en la radio, la televisión o en reuniones públicas de cualquier tipo.
16. El deporte también está vetado para el género femenino. No pueden practicarlo ni acceder a ningún centro deportivo.
17. Las mujeres tienen prohibido montar en bicicleta o en motocicleta.
18. Está prohibido que las féminas lleven ropas de colores vistosos, ya que los talibanes dicen que son «colores sexualmente atractivos».
19. Las mujeres no pueden reunirse con motivo de festividades con propósitos recreativos.
20. No pueden lavar la ropa en los ríos o plazas públicas.
21. En el régimen talibán, ninguna calle, plaza o avenida puede llevar la palabra ‘mujer' en su nombre. Así, durante el régimen talibán en Afganistán de los 90, el «Jardín de las Mujeres» de Kabul pasó a llamarse «Jardín de la Primavera».
22. Las mujeres tampoco pueden asomarse a los balcones o ventanas de sus domicilios. No deben ser vistas.
23. Para evitar que cualquier extraño pueda ver a una mujer, es obligatorio que las ventanas sean opacas.
24. Los sastres no pueden tomar medidas a las mujeres ni elaborar ropa femenina.
25. Las mujeres tiene prohibido el uso de baños públicos.
26. Existe segregación en los autobuses. Así, hay medios de transporte para hombres y otros para mujeres.
27. Las mujeres tiene prohibido utilizar pantalones acampanados, incluso cuando estos quedan ocultos bajo el burka.
28. Nadie puede fotografiar o filmar a mujeres.
29. Además, está totalmente prohibido publicar imágenes de mujeres impresas en revistas y libros. Tampoco pueden colgarse imágenes de mujeres en casas y tiendas.
A todo esto se les suman otras restricciones , que afectan tanto a hombres como a mujeres y que coartan los derechos y las libertades básicas de la población. Así, los ciudadanos bajo el régimen talibán tienen prohibido escuchar música, ver películas, televisión y, en definitiva, cualquier tipo de vídeo. Además, es obligatorio que todas las personas que tengan un nombre no islámico se lo cambien.
Por otro lado, la juventud está obligada a raparse el pelo y los varones deben llevar indumentaria islámica y gorra. Los hombres no pueden afeitarse o recortarse la barba, la cual debe crecer hasta que queda al menos un puño por debajo de la barbilla.
Durante el régimen taliban en Afganistán a finales del siglo pasado, los talibanes declararon paganas ciertas festividades nacionales, como el tradicional año nuevo, (Nowroz) el 21 de marzo, o el día del trabajo.
Un resumen en vídeo con contenidos muy similares confirma las anteriores prohibiciones:
Desobediencia civil
Muy relevante me parece el siguiente vídeo en el que mujeres afganas se han grabado y hablan en público ante la prohibición de que se oigan sus voces, un gran ejemplo de desobediencia civil:
Nora Levinton Dolman publica que:
Pretenden acallar esas voces que seguirán resistiendo en un ensordecedor silencio.
La condena de la voz como falta “contra la modestia” pone de manifiesto que al hablar las mujeres somos peligrosas en varios sentidos simultáneamente:
mostramos que pensamos, aunque todas las condiciones de subsistencia sean represoras, denigrantes, amenazantes.
y que con nuestra “falta de modestia “nos negamos a desaparecer, desafiando las prohibiciones y resistiendo a las condiciones que nos llevan invisibilizando, excluyendo y silenciando.
somos temibles hasta “escondidas” debajo de un burka porque nuestra sola presencia les recuerda que seguimos representando para ellos (siglo XXI ¡!!!) la tentación, el peligro del turbio deseo que no se han ocupado de tramitar sin eliminarnos como objeto sexual visible y hasta audible.
encarnamos el riesgo siempre presente de la desobediencia, de no plegarnos con la sumisión que nos correspondería a su mandato. De no sumarnos a su delirante creencia sobre cómo debe ser una mujer.
significamos la inquietante “otredad”. De la que no quieren saber nada: se trata de que cumplamos la función que nos tienen encomendada de esposas y madres…o ¿esclavas sexuales y reproductoras del sistema?
siempre es sospechoso lo que oculta nuestra mente. ¿Cómo confiar en lo que una mujer siente o piensa en su fuero íntimo (la habitación propia psíquica)?? Sobre todo, sometida a hacer desaparecer su singularidad subjetiva. De modo que clausurarla es aparentemente lo único que hace que estos hombres, ese aparato de poder, se sientan a salvo.
sabemos que siglos de oscurantismo y persecución nos han dejado marcas traumáticas, pero que también potenciaron la necesidad de acceder a lo que nos habían negado.
Que debajo de todo lo que nos cubrió de humillación y nos impusieron como modelos de virtud resistió siempre la pregunta, la duda, la rebelión sobre el maniqueísmo al que habíamos sido condenadas. El psicoanálisis lo describe como “retorno de lo reprimido”.
Que el gobierno (de facto) de un país quiera hacer desaparecer a las mujeres arrasadas por el fanatismo de sus leyes sigue siendo otra demostración de cómo aún en culturas diametralmente opuestas, en tantísimas cuestiones la convivencia con lo diferente, la tolerancia a lo que nos cuestiona, nos pone en duda, o imposibilita nuestra ilusión de certeza facilita que los seres humanos intentemos suprimir lo inquietante de esa otredad.
Pretenden acallar esas voces que seguirán resistiendo en un ensordecedor silencio.
La ONU y Afganistán
El 30 de agosto de 2024, ONU Mujeres publicaba
su profunda preocupación por la reciente promulgación de una ley de moralidad por parte de las autoridades de facto de Afganistán, que impone amplias restricciones al comportamiento personal, excluyendo de hecho a las mujeres de la vida pública y otorgando amplios poderes coercitivos a la policía de la moralidad.
El 21 de agosto de 2024, las autoridades de facto anunciaron la ratificación de una detallada «Ley de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio», que impone amplias restricciones a la población afgana. Esta ley refuerza significativamente el ya de por sí severo recorte de los derechos de las mujeres y niñas afganas, e incluye la obligación de que las mujeres se cubran todo el cuerpo y el rostro, y prohíbe que las mujeres hablen en público. También se prohíbe a las mujeres relacionarse con no musulmanes, utilizar solas el transporte público y mirar a hombres con los que no tengan parentesco por consanguinidad o por matrimonio.
En los últimos tres años, desde que tomaron el poder en Afganistán, las autoridades de facto han sometido a las mujeres y niñas afganas a más de 70 edictos, directrices y decretos que las despojan de sus derechos fundamentales. Los datos de ONU Mujeres muestran que estas restricciones están teniendo consecuencias graves en la vida de las mujeres y niñas afganas. Por ejemplo, sólo el 1% de las mujeres encuestadas sienten que tienen influencia sobre la toma de decisiones en sus comunidades; el 64% señala que no se sienten seguras saliendo solas de casa, frente al 2% de los hombres; y el 8% indica conocer al menos a una mujer o niña que ha intentado suicidarse desde agosto de 2021. Estas leyes y políticas opresivas deben revocarse de inmediato, y las autoridades de facto deben cumplir sus obligaciones conforme al derecho internacional para garantizar los plenos derechos de todas las mujeres y niñas.
Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en el Afganistán y del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra las mujeres y las niñas.
El Relator Especial y el Grupo de Trabajo entrevistaron a un total de 79 personas afganas (67 mujeres y 12 hombres), de las cuales 63 (51 mujeres y 12 hombres) se encontraban dentro del país. Entre ellas había defensores de los derechos humanos, periodistas, abogados, académicos, empresarios, maestros, estudiantes, proveedores de servicios sociales y empresarias. Además, en marzo de 2023 realizaron una encuesta a 2.112 mujeres afganas en 18 provincias, y recabaron las opiniones de otras 159 mujeres participantes en grupos focales sobre los resultados de la encuesta en 11 provincias.
El Relator Especial y la Presidenta del Grupo de Trabajo visitaron el Afganistán del 27 de abril al 4 de mayo de 2023. Los expertos visitaron Kabul y Mazar-e-Sharif, hicieron visitas sobre el terreno y se reunieron con representantes de las autoridades de facto, la sociedad civil, grupos de mujeres, empresarios, líderes religiosos, maestros, periodistas,
víctimas de violaciones individuales de derechos humanos, entidades de las Naciones Unidas y la comunidad diplomática. La información que recogieron durante su visita se expone a continuación.
Los talibanes tomaron el control de Kabul el 15 de agosto de 2021; para el 30 de agosto, las fuerzas internacionales se habían retirado del país. Los talibanes proclamaron el “Emirato Islámico del Afganistán”, denominación que utilizaron entre 1996 y 2001. El mulá Haibatullah Akhundzada, también conocido como Amir-ul-Momineen, lidera las autoridades de facto y tiene autoridad absoluta. El 7 de septiembre de 2021 los talibanes anunciaron la creación de un gabinete provisional integrado exclusivamente por hombres, predominantemente pastunes, así como nombramientos para otros puestos clave de ámbito nacional y provincial. Se disolvieron los órganos legislativos y otras instituciones democráticas. Desde que asumieron el poder, las autoridades de facto han manifestado reiteradamente, tanto en público como en privado, su compromiso de defender los derechos de la mujer de conformidad con su interpretación del islam y de la cultura afgana.
En cuanto llegaron al poder, las autoridades de facto suspendieron la Constitución de 2004 y toda la legislación nacional, en particular la Ley sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y abolieron instituciones y mecanismos que promovían la igualdad de género y proporcionaban protección contra la violencia por razón del género, como la Comisión Independiente de Derechos Humanos del Afganistán y el Ministerio de Asuntos de la Mujer. Las autoridades de facto afirman que están revisando todas las leyes para comprobar si se ajustan a la sharia. En mayo de 2023, se desconoce el resultado de esa revisión. Por consiguiente, no está claro si durante los últimos 21 meses se han promulgado leyes nacionales para proteger los derechos de las mujeres y las niñas.
Las autoridades de facto afirman que respetan los tratados ratificados por el Afganistán de acuerdo con la sharia, una declaración vaga que no aclara qué reservas, en su caso, mantienen en relación con el derecho internacional de los derechos humanos. Lejos de “proteger” a las mujeres y las niñas, como afirman, perpetúan las formas más extremas de discriminación por motivos de género y la censura generalizada mediante edictos restrictivos específicamente orientados a las mujeres y las niñas, la abolición de las protecciones jurídicas y los mecanismos de rendición de cuentas por violencia de género, y la negación constante de derechos.
Uno de los ejemplos más ilustrativos de la discriminación sistemática que sufren actualmente las mujeres y las niñas en el Afganistán es la incesante promulgación de edictos, decretos, declaraciones y directivas que restringen sus derechos, entre ellos su libertad de circulación, atuendo y comportamiento, y su acceso a la educación, el trabajo, la salud y la justicia. Entre septiembre de 2021 y mayo de 2023 se publicaron más de 50 edictos, entre ellos los siguientes:
18 de septiembre de 2021: se restringe la educación de las niñas más allá del 6º grado.
23 de diciembre de 2021: se instruye a los conductores (varones) para que no acepten llevar en su vehículo a mujeres sin el “hiyab adecuado” o a mujeres sin maharam en desplazamientos superiores a 72 km.
27 de marzo de 2022: limitación del acceso de mujeres y niñas a los parques, prohibición de que las mujeres embarquen en vuelos nacionales e internacionales sin maharam.
7 de mayo de 2022: se impone a las mujeres la obligación de observar el “hiyab adecuado”, preferiblemente llevando un chadari (prenda negra no ajustada con el rostro cubierto) o no salir de casa sin un motivo (“la primera y mejor forma de observar el hiyab”).
21 de mayo de 2022: las presentadoras de televisión deben llevar el rostro cubierto.
1 de junio de 2022: todas las niñas de 4º a 6º grado deberán cubrirse el rostro cuando vayan a la escuela.
23 de agosto de 2022: se pide a las trabajadoras de la función pública que no acudan al trabajo.
10 de noviembre de 2022: se prohíbe a las mujeres utilizar los gimnasios.
11 de noviembre de 2022: se prohíbe a las mujeres entrar en los parques de Kabul; un anuncio escrito publicado posteriormente en Faryab prohibió el acceso de las mujeres a baños públicos, gimnasios, clubes deportivos y parques de atracciones.
20 de diciembre de 2022: “suspendido” el derecho de las mujeres a ir a la universidad.
22 de diciembre de 2022: se prohíben todas las formas de educación de las niñas a partir del 6º grado.
24 de diciembre de 2022: “suspendido” el derecho de las mujeres a trabajar con organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales.
4 de abril de 2023: se prohíbe a las mujeres afganas trabajar en las Naciones Unidas.
Además de los numerosos edictos restrictivos, un edicto con una intención más positiva, promulgado en diciembre de 2021, prohíbe el matrimonio forzado, pero mantiene las disposiciones discriminatorias en materia de herencia para las viudas, de conformidad con la sharia.
Aunque restringir los derechos de las mujeres y las niñas es el principal objetivo de los edictos, varios de ellos van dirigidos a los hombres; por ejemplo, un funcionario puede ser suspendido de empleo si su esposa o su hija no llevan el “hiyab adecuado”. Preocupa profundamente a los expertos que la imposición de castigos a los hombres por la conducta de las mujeres y las niñas tenga como objetivo normalizar la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas y anular la capacidad de acción de las mujeres.
Cuando se anunciaron, algunos edictos fueron descritos como temporales, a la espera de que pudieran ultimarse ciertas medidas; por ejemplo, al anunciar en una rueda de prensa el 23 de agosto de 2022 que las funcionarias públicas debían quedarse en casa, el portavoz talibán explicó que las fuerzas de seguridad “no habían recibido formación sobre cómo hablar con las mujeres. Hasta que se tomen medidas de seguridad completas, queremos que las mujeres [empleadas de la función pública] permanezcan en sus casas”. Con arreglo al derecho internacional, los derechos pueden restringirse legítimamente; no obstante, las restricciones deben ser necesarias, proporcionadas, no discriminatorias, transparentes, estar sujetas a control y revisión, y adoptarse para proteger la vida, la salud o la seguridad. En este caso, los expertos consideran que ninguna de las restricciones es razonable ni justificable.
Participación de las mujeres en la vida política y pública
Representación
El 31 de agosto de 2021 el Viceministro de Relaciones Exteriores en funciones anunció que ninguna mujer ocuparía altos cargos de liderazgo en un gobierno talibán. En la actualidad, las mujeres están totalmente excluidas de la vida política y pública en el Afganistán. No hay una sola mujer que ocupe un cargo público o político; solo queda un número reducido de mujeres en la función pública.
Antes de agosto de 2021, las mujeres componían el 27 % de los miembros de la Cámara Baja del Parlamento, el 22 % de los de la Cámara Alta y el 30 % del funcionariado, y desempeñaban funciones clave en el Gobierno, las comisiones independientes y el poder judicial. Aunque muchas de esas mujeres ya han abandonado el país, muchas otras viven con
miedo a sufrir represalias por haber trabajado con el antiguo régimen, a pesar de haberse declarado una “amnistía general”. Los expertos están profundamente preocupados por los continuos ataques de represalia que sufren antiguos funcionarios.
El 18 de septiembre de 2021, las oficinas del Ministerio de Asuntos de la Mujer pasaron a ser las del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, conocido por su notorio historial de represión de los derechos de la mujer. La abolición de los órganos legislativos y del Ministerio de Asuntos de la Mujer eliminó la representación de las mujeres y su acceso a la toma de decisiones, y, en la práctica, su derecho a la participación política.
Desde que se ordenó a las funcionarias permanecer en casa, su participación en la función pública ha disminuido considerablemente. Siguen trabajando en algunas funciones, como en aeropuertos y en seguridad, así como en los sectores educativo y sanitario. Los talibanes afirman que las funcionarias siguen cobrando, como confirmaron los expertos al menos en algunos casos, aunque con un sueldo reducido. Sin embargo, esto no justifica que se les impida ejercer su derecho al trabajo.
El documento sigue en este tono durante unas 20 páginas. Es excesivo resumirlo aquí. Pero el enlace para leerlo tranquilamente está en castellano en: https://documents.un.org/doc/undoc/...
Persecución y apartheid de género: delitos de lesa humanidad
Sólo transcribimos un poco más. Las conclusiones sobre persecución y apartheid de género:
Persecución de género
Los expertos están profundamente preocupados por la persecución de género que se está produciendo en el Afganistán bajo el mandato de las autoridades de facto. Los talibanes están privando gravemente a mujeres y niñas de sus derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la igualdad sustantiva, a una educación de calidad, a participar en pie de igualdad en la vida económica, social y política, a la igualdad ante la ley, a no sufrir tortura ni otros actos inhumanos, a no sufrir discriminación y a la libertad de circulación, de reunión pacífica y de asociación, y de expresión. Los talibanes castigan a quienes transgreden sus edictos contrarios a los derechos, imponiendo graves privaciones de derechos fundamentales con actos o crímenes de violencia, como detenciones arbitrarias, torturas o tratos inhumanos o degradantes. Según el artículo 7, párrafo 2 g), del Estatuto de Roma, “persecución” es la privación intencional y grave de derechos fundamentales en contravención del derecho internacional en razón de la identidad del grupo o de la colectividad.
Apartheid de género
El marco del apartheid se utilizó por primera vez en 1999 para caracterizar la situación de las mujeres bajo el régimen talibán. Aunque actualmente no está tipificado como crimen en el Estatuto de Roma, algunas voces han propuesto aplicar al género la definición del apartheid como crimen de lesa humanidad que figura en el Estatuto. Adaptando la definición del artículo 7, párrafo 2 h), el apartheid de género podría entenderse como actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo de género sobre cualquier otro grupo o grupos de género y cometidos con la intención de mantener dicho régimen. Esta es una descripción exacta de la situación documentada en el presente informe, en la que la discriminación sistemática contra las mujeres y las niñas es el núcleo de la ideología y el régimen talibán.
El marco del apartheid de género hace hincapié en que la exclusión y la discriminación de las mujeres y las niñas están institucionalizadas y, por consiguiente, constituyen una violación grave y sistemática de los derechos humanos que vulnera la Carta de las Naciones Unidas, el principio de igualdad y no discriminación y el espíritu y las normas fundamentales del derecho internacional de los derechos humanos. La Corte Internacional de Justicia también ha dejado claro que los motivos válidos alegados en el caso del apartheid —como las justificaciones culturales o religiosas para el apartheid [de género]— son inaceptables e irrelevantes en virtud de los propósitos y principios de la Carta y, por tanto, contrarios al derecho internacional.
El marco del apartheid también pone de relieve que otros Estados y agentes, así como la comunidad internacional en general, tienen el deber de adoptar medidas eficaces para poner fin a esta práctica, como se hizo para acabar con el apartheid racial en África Meridional.
El Gobierno de Rajoy selló un acuerdo a perpetuidad con Israel para proteger el negocio de armas
Danilo Albin
La reforma de la Ley de Secretos Oficiales del franquismo que promueve el Gobierno no afectará a los negocios armamentísticos con Israel. El Gobierno de Benjamín Netanyahu, responsable de innumerables crímenes contra civiles en Gaza, cuenta con un pacto de confidencialidad con España que se formalizó en 2014 y que tiene, desde entonces, garantía de perpetuidad.
Pese a las masacres contra civiles registradas desde octubre de 2023 en Gaza, el denominado "acuerdo relativo a la protección de información clasificada entre el Reino de España y el Ministerio de Defensa israelí" permanece hoy en las oficinas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como seguro a todo riesgo en los acuerdos militares con Netanyahu.
De acuerdo a la información recopilada por Público, el convenio entre ambos países empezó a gestarse en 2011, bajo el Gobierno de Zapatero. El 7 de febrero de ese año, pocos días antes de que el entonces presidente israelí Shimon Peres iniciara una visita oficial a España, el director del CNI, Félix Sanz Roldán, y el Director de la Autoridad de Defensa israelí, Amir Kain, sentaron las bases del acuerdo.
El pacto tardó más de tres años en formalizarse y entró en vigor bajo el Gobierno de Mariano Rajoy, que dio su visto bueno y garantizó absoluto secretismo para todos los negocios armamentísticos que se alcanzasen con Israel a partir del 12 de agosto de 2014.
No se trataba de un acuerdo más ni de un socio cualquiera. Varias empresas armamentísticas israelíes figuran entre las contratistas del Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles; al mismo tiempo, las autoridades españolas han autorizado distintas exportaciones de armas a Israel pese a su historial de ocupación y vulneración de derechos contra civiles palestinos.
El pacto con el Ministerio de Defensa israelí que se formalizó en 2014 endureció aún más los términos de un acuerdo anterior que había firmado el Gobierno de Felipe González en 1995. En aquel primer texto, se establecía que el convenio tendría "un período inicial de vigencia de cinco años" y se renovaría "tácitamente" por períodos consecutivos de dos años.
Asimismo, el texto rubricado por la administración de González fijaba que "cualquiera de las partes" podría "comunicar por escrito su intención de no renovar el Acuerdo, debiendo hacerlo con un preaviso mínimo de seis meses antes del vencimiento, en el caso del período inicial de vigencia, y con un preaviso de tres meses en los demás supuestos".
"Periodo indefinido"
Sin embargo, el acuerdo que entró en vigor bajo el Gobierno del PP modificó esos términos y otorgó mayores garantías de secretismo. Según el texto que se formalizó en la etapa de Rajoy, el acuerdo de confidencialidad con Israel "tendrá validez por un periodo indefinido de tiempo".
El texto establece además que en caso de que España o Israel desearan abandonar el acuerdo, "la denuncia tendrá lugar de mutuo acuerdo entre las Partes". En cualquier caso, "el presente Acuerdo permanecerá en vigor y será de aplicación a todas y cada una de las actividades, los contratos o el intercambio de Información Clasificada que hayan tenido lugar con anterioridad a la denuncia".
Entre los puntos establecidos por ambos países como asuntos clasificados figura la "venta por una Parte a la otra de equipo y conocimientos técnicos relacionados con entidades de defensa" así como los "contratos o cualquier otra relación entre entidades gubernamentales, públicas o privadas de las Partes en asuntos militares o de defensa".
"Ambas Partes tomarán las medidas oportunas para la protección de la Información Clasificada de conformidad con sus leyes, reglamentos y prácticas nacionales. Las Partes asignarán a toda la Información Clasificada mencionada el mismo grado de protección de seguridad que el que asignen a su propia Información Clasificada de clasificación equivalente", señala el acuerdo.
Asimismo, se establece que "el acceso a la Información Clasificada estará limitado únicamente a aquellas personas cuyas funciones así lo exijan y que hayan sido habilitadas y autorizadas por la Parte a la que pertenezcan".
El texto incluye un apartado sobre "seguridad industrial", en el que se determinan las pautas que deberán seguirse en esta materia cuando España o Israel deseen "adjudicar un contrato clasificado a un contratista de la otra Parte" o cuando se alcancen acuerdos "en el ámbito de un proyecto clasificado".
Asimismo, el acuerdo determina que "en caso de cualquier infracción de las medidas de seguridad relativas a la Información Clasificada, la Parte Receptora investigará todos los casos en los que se tenga constancia o haya motivos para sospechar que la Información Clasificada de la Parte de Origen se haya extraviado o revelado a personas no autorizadas".
"La Parte Receptora deberá también informar a la Parte de Origen, de forma inmediata y completa, de los detalles de tales hechos, de los resultados definitivos de las investigaciones y de las acciones correctivas tomadas para evitar que se repitan", subraya.
El acuerdo consigna además que "cada Parte permitirá a expertos en seguridad de la otra Parte visitar su territorio, cuando resulte mutuamente conveniente, para tratar con sus Autoridades de Seguridad sus procedimientos e instalaciones para protección de la Información Clasificada proporcionada por la otra Parte".
Última palabra
En caso de que "surja cualquier controversia" entre España e Israel, "ya sea referente a la interpretación del presente Acuerdo o a la ejecución de sus disposiciones o a cualquier asunto que se derive del mismo", los firmantes harán en primera instancia "todos los esfuerzos razonables para alcanzar un acuerdo amistoso".
El acuerdo contempla lo que ocurriría si no hubiese "entendimiento". En ese caso, "las Partes convienen en someter la controversia al Secretario de Estado Director del Centro Nacional de Inteligencia y al Director de Seguridad del Ministerio de Defensa de Israel, quienes tendrán la última palabra y cuyas decisiones serán "definitivas" y "vinculantes".
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