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Antimilitaristas protestan en Elche contra un acto de exhibición del ejército

Tortuga Antimilitar - fai 21 horas 24 min

Un pequeño grupo de integrantes del Grup Antimilitarista Tortuga irrumpió en la mañana de ayer sábado en el Passeig de l'Estació d'Elx, lugar en el que se estaba celebrando una exhibición de tropas y vehículos del ejército, así como una jura de bandera. Los antimilitaristas desplegaron una bandera en la que se leía "Cap exércit defensa la Pau (ningún ejército defiende la paz)", y pudieron mantener su protesta un breve espacio de tiempo, hasta que miembros de la Policía Nacional les obligaron a abandonar la zona.

Los antimilitaristas, que fueron identificados por la policía, posteriormente fueron acosados por la misma, impidiéndose, bajo amenaza de detención, su libre circulación por el Parque Municipal de la ciudad, espacio lleno de familias pasando la mañana junto a sus hijos pero que, en palabras del agente que se dirigió al grupo, se encontraba vedado a cualquier persona con ideología contraria al acto militarista.

El evento militar estaba organizado por el Ajuntament d'Elx (PP-Vox) junto con el Ministerio de Defensa. Cabe reseñar que, a pesar de su gran esfuerzo publicitario, el gobierno local no logró reunir el número previsto de personas dispuestas a realizar la parafernalia de la jura de bandera.

Los antimilitaristas también desplegaron su pancarta ante la sede del Ajuntament d'Elx, impulsor del acto de apología militar.

Desde el Grup Antimilitarista Tortuga se destacó que "en estos tiempos de guerras y desasosiego nos parece nefasto que se ensalce la hostilidad y el enfrentamiento, y tenemos que manifestar nuestra repulsa a estos actos. Lo que se necesita es una cultura de Paz que trate de mediar en los conflictos, que se muestre en contra del racismo, la xenofobia, y defienda los derechos humanos en todas partes. El estamento militar ya demuestra que no está para evitar las guerras, sino para producirlas y mantenerlas".

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La revolución pendiente. Del socialismo al ciudadanismo (I): Campesinos, burgueses y proletarios

Tortuga Antimilitar - fai 21 horas 25 min

Texto del libro de Pablo San José "El Ladrillo de Cristal. Estudio crítico de la sociedad occidental y de los esfuerzos para transformarla", de Editorial Revolussia.

Índice y ficha del libro

Nicolás de Maquiavelo, hacia el 1500, alertaba sobre la hipotética conflictividad de una sociedad basada en la desigualdad política y económica. Es la primera vez que se especula sobre la confrontación estructural entre grupos sociales desde la época de Aristóteles, en quien se inspira Maquiavelo. Es lo que luego sería denominado «lucha de clases». La idea tardaría en ser recuperada por intelectuales posteriores. Por ejemplo, Adam Smith, en 1776, poniendo el acento en la cuestión de la propiedad, clasifica la sociedad que conoce en tres «órdenes»: rentistas, asalariados y quienes viven de «la ganancia» que se obtiene del trabajo de los asalariados. A continuación afirma que de este tipo de organización social emana un inevitable conflicto de intereses. No hace falta que lo digan —me parece— tan ilustres pensadores. Es obvio que cualquier colectividad humana, grande o pequeña, que se funde sobre una base instituida de desigualdad material tiene asegurado el conflicto. Sea la antigüedad, el medioevo o la edad contemporánea, nunca ha faltado el abuso del rico sobre el pobre, la revuelta de éste contra aquél y el uso de medios represivos para aplastar el desafío y perpetuar la desigualdad. No obstante, entiendo que es a partir del siglo XIX cuando la sociedad occidental se configura de la forma polarizada y antagónica que dará pie a los teóricos del momento para hablar de lucha de clases. La clave —otra vez— es material. Nunca hasta entonces la propiedad, especialmente los medios de producción, había estado tan altamente concentrada, llegando a provocar, y es su consecuencia sociológica determinante, que el salariado se constituyera en la forma mayoritaria de subsistencia.

Proletario viene del latín proles, que significa «linaje, descendencia». Así se denominaba en Roma a los ciudadanos que, por no tener ni un duro, solo servían para engendrar hijos que nutrieran el ejército. El término se abandona largo tiempo hasta que es rescatado tras la revolución francesa, para denominar al creciente grupo social que carece de posesiones a causa de los cambios político-económicos que se vienen experimentando en esos momentos. Estos antiguos campesinos y artesanos empobrecidos y despojados de su propiedad, en pleno proceso de concentración de la misma, como decíamos arriba, han de ganarse la vida trabajando por cuenta ajena o, lo que no era nada infrecuente, mediante el ejercicio de la mendicidad. Este sector, orden o clase social, nueva como tal, cerrará filas con la burguesía a lo largo del proceso revolucionario en el que ésta desafía y derrota al Antiguo Régimen. Así, serán los desarrapados sans-culottes (1) quienes tomen la Bastilla para poner las instituciones francesas a los pies de los adinerados burgueses, o quienes integren masivamente el nuevo ejército revolucionario. La situación se repetirá en otros momentos y lugares. Como es sabido, dicha alianza no durará mucho. El inevitable choque de intereses suscitará un nuevo pulso entre ambas clases —proletariado y burguesía—, únicas ya sobre el tablero, según afirmación de Marx (2). De esta forma, podemos concluir que la acción política del que luego se denominaría movimiento obrero en pro de sus intereses de clase, tiene su origen y banco de pruebas en la propia revolución liberal.

El proletariado, comprendido como la masa de trabajadores asalariados no propietarios, a mediados del siglo XVIII, es un sector social pequeño, minoritario. Pero no dejará de crecer numérica y porcentualmente en el siglo XIX hasta llegar a constituir, en algunos países, un grupo significativo en las postrimerías del mismo. Las causas de esta transformación sociológica crucial también son de base económica. El caso que mejor lo ilustra se da en Inglaterra. Allí, desde la segunda mitad del siglo XVIII, concurren una serie de circunstancias que terminarán por concentrar enormes bolsas de ex-campesinos, desposeídos de su propiedad, en las grandes ciudades. Por una parte, el aumento poblacional que sucede por el incremento de la producción que posibilitan las mejoras tecnológicas de la llamada «revolución agrícola inglesa». El agro es un medio concreto y limitado que, tradicionalmente, ha sido foco de emigración en épocas de alta demografía. A ello hay que añadir una serie de medidas adoptadas por el Parlamento, en beneficio de las clases dominantes; la política de cercamiento obligado de fincas, conocida como enclosure acts (3), en la práctica, supone una expropiación masiva de las tierras del pequeño campesinado. Muchos ex-propietarios, ahora empobrecidos, habrán de emigrar, asimismo, a la ciudad, donde constituirán la mano de obra abundante que se ha de ofrecer en condiciones desventajosas para hacer funcionar las máquinas de la nueva industria. El fenómeno, en menor medida, se repetirá en otros países, como Francia o, más tardíamente, España, donde se aplicará mediante la política de desamortización de bienes comunales a la que ya nos hemos referido. Como puede verse, el expolio de tierras, la industrialización y la urbanización del territorio son circunstancias que concurrieron en mutua interdependencia. Y no sucedieron de forma espontánea, ni siquiera pactada, sino, como se viene conociendo, inducida por los poderes político y económico que, a estas alturas de la partida, ya conformaban una misma realidad.

Karl Marx, en su faceta de economista, estudió detenidamente este fenómeno dándole el nombre de «acumulación primitiva». Ésta viene a consistir en la expropiación de los medios de producción a los productores directos. Con lo cual se consigue la aniquilación de un sistema de propiedad privada que, mayoritariamente, se basaba en el trabajo propio. En su lugar será instaurada la explotación masiva del trabajo ajeno: el salariado, elemento clave del capitalismo.

Me parece igualmente digno de mención el análisis que hace de este periodo, el húngaro, también economista, Karl Polanyi, desarrollado en su obra, ya clásica, «La gran transformación: crítica del liberalismo económico», publicada en 1944. En ella señala que el advenimiento del primitivo capitalismo convirtió en mera mercancía cualquier factor que tuviera que ver con la producción; fuese la tierra, fuese la fuerza de trabajo. Esto supuso una fuerte ruptura con el concepto que se tenía acerca de la propiedad, el sentido del trabajo, y aun el valor cualitativo de la persona. En este último aspecto, el nuevo capitalismo reduce la condición humana a la de un individuo que, desgajado de cualquier identidad colectiva, solo tiene como fin la búsqueda de las ventajas materiales, y aun placeres hedonistas, que el mercado está en situación de proporcionarle. Polanyi añade que dicha transformación no sucedió de forma espontánea, sino que fue impuesta desde el poder político —crecientemente controlado por la nueva burguesía liberal, añado—. En el caso británico, mediante legislaciones como la de cercamientos, leyes de pobres, leyes de granos, abolición de gremios (esta última medida facilitó a los empresarios industriales una masa de artesanos cualificados a quienes ahora podían contratar con bajos salarios) etc. Medidas similares se implantaron en otros lugares. Todo ello constituyó un cataclismo sin precedentes para la sociedad tradicional, la cual hubo de asistir al desmantelamiento forzado de su mundo. El proceso despertó fuertes y persistentes resistencias que fueron quebradas paulatinamente por la maquinaria represiva del, cada vez mejor dotado para ello, estado liberal. George Lichteim, en su aproximación a la historia del socialismo (4), reflexiona sobre el paradigma de la historiografía contemporánea que considera que las penalidades causadas por las exigencias de la revolución industrial a la sociedad rural y al primer proletariado, a largo plazo, pelillos a la mar, «valieron la pena». Que fueron el peaje necesario para poder abrir las puertas al progreso, a la futura sociedad tecnológica de la abundancia y la libertad. Interpretación muy reveladora, me parece, del clasismo academicista que predomina entre quienes se dedican a analizar la historia. Como mínimo, resulta paradójico que la alabada sociedad racional y libre hubiera de ser edificada violentando la voluntad de la mayoría, y obligándola al sufrimiento de forma coactiva. Porque las poblaciones ampliamente mayoritarias que padecieron «la gran transformación», no la deseaban en modo alguno. Antes bien, su interés y deseo era el de mantener su modo de vida tradicional. Como mucho, aumentar la independencia y seguridad económica de los pequeños agricultores y artesanos. Ello, concluye Lichteim, se podría haber logrado con la ayuda de las nuevas máquinas que, en lugar de dedicarse a la producción de bienes de uso, se emplearon para la acumulación de beneficios.

En resumen: la centuria transcurrida entre 1750 y 1850 es un momento de graves cambios en Europa: aumento demográfico, industrialización, concentración de la propiedad, expansión del trabajo asalariado... Lo que dará pie a un tipo de sociedad conflictiva: fluctuaciones de precios, movimientos demográficos, crisis de abastecimiento, hambrunas, avance de la presencia del estado, pugna entre los poderes del antiguo régimen y la floreciente burguesía... Esta época de cambios estará marcada por numerosísimas revueltas y luchas campesinas, sobre todo en defensa de la propiedad comunal y de los sistemas de vida tradicional. En España, lo más representativo son las guerras carlistas. También contra la especulación de los precios, acaparamiento de cereales, mercado nacional obligatorio, impuestos etc. En las ciudades, por su parte, se dan actividades que podríamos denominar «protosindicales»; efímeras y por oficios y localidades, consistentes en huelgas por mejoras salariales o de condiciones horarias. También abundan los motines por desabastecimiento alimentario, que sucedía con frecuencia, por la fluctuación de precios o por otras razones concretas, de tipo social o político, pero siempre relacionadas con cuestiones de pobreza coyuntural o de pérdida de estatus. Lamentablemente, la historiografía, como refería David Algarra y también sugiere Lichteim, tradicionalmente ha preferido no fijar su mirada sobre el acontecer de las mayoritarias clases populares, por lo que esta página principal de la Historia ha quedado un tanto oscurecida en beneficio de la memoria del poder y las élites.

Demos un paso adelante. Tradicionalmente asociamos la voz «revolución» a proletario. Pero bien es cierto que no todos los proletarios han sido y son revolucionarios, y no lo es menos que tal proyecto no ha sido en todo momento la meta de dicha clase. Estoy por afirmar casi lo contrario: que la conciencia revolucionaria es excepción, y no norma, a lo largo de la historia de la clase proletaria.

«Revolución» es un concepto teórico, elaborado. Requiere mentes pensantes con una visión de la realidad amplia y moderna. No basta que en un lugar y contexto preciso «los de abajo» se subleven y desafíen a «los de arriba». Para ser revolucionarios han de hacerlo dotados de un proyecto global de sociedad, que cuente con un diseño mínimamente reconocible, y sus correspondientes estrategias y tácticas para realizar la transición. Aunque puedan no ser eficaces.

Así, las luchas que recorren la historia, de diferentes grupos de oprimidos contra sus opresores, en pos de la mejora de sus condiciones de vida, tradicionalmente han carecido de esa cualidad de «conciencia». Más que revoluciones, han sido «revueltas». Asonadas y confrontaciones de mayor y menor entidad y duración, caracterizadas todas ellas por perseguir únicamente objetivos particulares. En la inmensa mayoría de casos, originadas por situaciones de agravamiento de la situación de pobreza (hambrunas, epidemias, impuestos abusivos, expolio de bienes, conscripción militar etc.). Ni siquiera los conflictos interreligiosos escaparán a esa causalidad.

Metidas en la harina del conflicto, estas colectividades, por lo general, no desarrollarán teoría política. Antes bien, sin perder ojo a su problemática concreta, se comportarán más o menos de acuerdo a sus determinismos, siendo su objetivo resolver expeditivamente la cuestión para poder retornar a sus vidas lo más rápidamente posible. Simone Weil, en cita referida al siglo XX pero que bien se podría aplicar a este caso, dice que: «Esos momentos en que los poderosos conocen a su vez, por fin, lo que es sentirse solo y desarmado, no perduran, aunque los desdichados deseen ardientemente verlos durar para siempre. No pueden durar, porque esa unanimidad que se produce en el fuego de una emoción viva y general no es compatible con ninguna acción metódica. Tiene siempre por efecto suspender cualquier acción y detener el curso cotidiano de la vida. Ese tiempo de parada no puede prolongarse; el curso de la vida cotidiana debe seguir, las tareas de cada día tienen que llevarse a cabo. La masa se disuelve de nuevo en individuos, el recuerdo de la victoria se difumina; la situación primitiva, o una situación equivalente, se restablece poco a poco y, aunque en el intervalo los amos hayan podido cambiar, siempre son los mismos los que obedecen.» Si tomamos como ejemplo las revueltas campesinas que sacudieron Europa desde los tiempos de los bagaudas hasta bien entrado el siglo XIX, vemos que no están dirigidas por filósofos ni por ningún tipo de élite intelectual sino por personas iletradas. Sus filas estarán integradas por personas fundamentalmente residentes en el mundo rural, en microcosmos estables donde apenas se reflexiona sobre la realidad, la cual se entiende suficientemente explicada por parte de la propia tradición popular y la religión.

Ni siquiera considero que sea, en sí, la acumulación de grandes masas de proletarios en las ciudades europeas del siglo XIX la que produzca la inquietud revolucionaria. No es una cuestión de número ni de ubicación. Para que prenda la llama de la rebelión es preciso un contexto de cierto empeoramiento de las condiciones materiales, o —en su lugar— un clima generalizado de esperanzas, de expectativas, que se ven frustradas (5). Al menos, así viene sucediendo históricamente. Pero, en segunda instancia, para que esa rebelión se transforme en revolución, se necesita una vanguardia intelectual, una intelligentsia, que provea a las masas de pensamiento, de proyecto. La famosa teoría marxista de las condiciones objetivas y subjetivas en parte se refiere a esta circunstancia. Así, cuando cunda la depauperación y las condiciones materiales se vuelvan insufribles para los proletarios asalariados de las nuevas industrias, serán pensadores formados en las teorías de la Ilustración y el liberalismo, inspirados en las recientes revoluciones burguesas, quienes les propongan la idea y visión revolucionaria. Ha nacido el socialismo.

Notas

1- Los sans-culottes (sin calzones) aún no son propiamente proletarios, como lo serán sus sucesores décadas después. No obstante representan el sector económicamente más pobre y socialmente menos valorado de las grandes ciudades. Era un grupo heterogéneo integrado por trabajadores manuales por cuenta ajena, pero también por pequeños comerciantes, campesinos y artesanos independientes. En 1795 serán reprimidos con dureza en varias oleadas por las tropas del gobierno burgués que habían contribuido a instaurar, desapareciendo como grupo políticamente influyente.

2- En realidad Marx no simplificó tanto la cuestión. Partiendo de la dualidad proletariado/burguesía y su antagonismo, comprendía una sociedad más compleja compuesta por grupos y subclases no siempre encuadrables fácilmente en tales dos grupos: profesionales, artesanos y pequeños comerciantes independientes, campesinos propietarios, lumpen, etc. Por cierto que, para Marx, la clase del proletariado no surge tras la revolución francesa, sino que lo hace en el seno del sistema feudal a finales de la Edad Media.

3- Las actas de cercamiento (enclosure acts) son un conjunto de diferentes normas dictadas por el parlamento británico entre 1760 y 1840, que permitían, y en ocasiones obligaban, a cercar las propiedades comunales y granjas. En algunos casos se exigía a las comunidades rurales el abono de una elevada tasa para oficializar su propiedad tradicional. O contribuir a los gastos de cercamiento. En otras ocasiones se adjudicaba la tierra a quien la hubiera cercado y reclamara el derecho de propiedad (normalmente un burgués o aristócrata adinerado). Se daba también el caso de que los propietarios de grandes fincas las cercaban impidiendo así el paso y abrevamiento de ganado, el acceso a pastos, bosques etc. En la práctica, perjudicadas por todos estos arbitrios, casi todas la comunidades perdieron sus tierras, que pasaron a manos de grandes terratenientes, frecuentemente miembros de la aristocracia. El principal efecto de la medida fue la generación de una gran masa de trabajadores desocupados a disposición del empresariado industrial a un coste muy bajo.

4- George Lichteim. «Breve historia del socialismo». Alianza Editorial, 1990. Publicado en 1970.

5- Algunos historiadores (por ejemplo Charles Tilly, quien, para ello, se apoya en amplios estudios documentales), relacionan la acción insurgente en la Edad Contemporánea, no tanto con situaciones de crisis económica —en la cual las clases depauperadas dedican la mayoría de sus energías a la simple tarea de sobrevivir—, como con momentos de relativa bonanza material, la cual posibilita emplear algunos esfuerzos en la lucha por mejores condiciones.

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Refuse War

Tortuga Antimilitar - fai 21 horas 25 min

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De glorietas y banderas: Más gasto militar

Tortuga Antimilitar - 18 May, 2024 - 00:00

LA CAMPAÑA MUNDIAL CONTRA EL GASTO MILITAR (GDAMS) Y LA “JURA DE BANDERA” EN LA PLAZA DE TOROS DE EL PUERTO.

Este año ha coincidido la Campaña Mundial contra el Gasto Militar (GDAMS), que denuncia que los presupuestos militares destinados a las guerras "nos cuestan un mundo", al no ser empleados para fines sociales como sanidad, educación, servicios públicos o solidaridad internacional, con una nueva iniciativa militarista del alcalde Beardo, que pagaremos toda la ciudadanía.

Música militar, uniformes de gala, galones, condecoraciones, en una "jura de bandera civil" a la que se animaba a participar a toda la ciudadanía, para conseguir una más de sus deslumbrantes fotografías en el marco de la Plaza de Toros.

No hace mucho inauguró Beardo una Glorieta de las Fuerzas Armadas. Parece clara la predilección del equipo de gobierno de nuestra ciudad por actos rimbombantes con presencia de altos cargos militares, al tiempo que aleja su presencia de los barrios de El Puerto, y de los graves y continuos problemas de sus conciudadanos.

Habla Beardo de las "Fuerzas Armadas de Estados Unidos y de España, que desde la Base Naval han defendido la democracia y la libertad en el mundo", pero la triste realidad es que esa Base sirve de lanzadera y apoyo a barcos y aviones que han intervenido, y lo siguen haciendo, en múltiples conflictos armados, recordemos la guerra de Irak o el traslado ilegal e inhumano de prisioneros a Guantánamo. Y en la actualidad, el apoyo sin fisuras al genocidio del pueblo palestino.

La "democracia y la libertad" de la que nos habla Beardo, que supuestamente defiende EEUU. están sostenidas por más de 800 bases militares reconocidas y más de 170.000 tropas, y el mayor presupuesto militar mundial que ronda los 700.000 millones de dólares anuales. Ese "referente de convivencia" según el alcalde, está detrás de numerosos golpes de estado como el de Chile, y en multitud de países ha generado guerras y ha mostrado una descarada injerencia en gobiernos como los de Guatemala, Chile, Cuba, Panamá, Granada, Haití, Corea, Indonesia, Vietnam, Libia, Afganistán, Irak ... solo o en coalición con la OTAN, nunca bajo el mandato de Naciones Unidas, y siempre por sus intereses económicos o geoestratégicos.

Germán Beardo, como el alcalde de "Bienvenido Mr. Marshall", solo ve el "milagro económico de la base" y olvida cómo está ocupando una parte importante de nuestro litoral, contaminando nuestras aguas aunque con un trozo de playa para uso exclusivo de militares, y almacenando de forma peligrosa armas mortíferas, incluso armamento nuclear, y contaminando nuestro aire y nuestra tranquilidad con el continuo sobrevuelo de aeronaves por encima de nuestra bahía. Y convirtiéndonos en objetivo prioritario en caso de una guerra que implique a los EEUU.

Por el contrario, Beardo no muestra empatía con los colectivos más vulnerables como las personas sin hogar o los migrantes. En lugar de juramentos de bandera, podría preocuparse por la Educación para la Paz, para desaprender la guerra, por la gestión de los conflictos en vez del uso mortífero de la fuerza, por la necesidad del desarme, por la lucha contra la contaminación y para salvar el planeta, por la Paz basada en la Justicia y la Reconciliación.

Gastos militares para fines sociales, como proclama la campaña del GDAMS.

No al aumento del gasto militar en el mundo incluida España.

Para la guerra NADA, para la vida TODO.

Colectivo de Noviolencia ELAIA. Antimilitaristas.MOC

Ecologistas en Acción de El Puerto de Santa María.

USTEA Cádiz.

El Puerto de Santa María, 6 de Mayo de 2024

Fuente: http://blogdelmoc-elaia.blogspot.co...

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La presión social logra que el buque Borkum no atraque en Cartagena

Tortuga Antimilitar - 18 May, 2024 - 00:00

El buque 'Borkum' con armamento militar renuncia finalmente a atracar en Cartagena

Álvaro García Sánchez

En plena noche del jueves, y a apenas unas horas de recibir la autorización para poder entrar en los muelles de Escombreras, el buque 'Borkum', cargado con más de treinta toneladas de armamento militar, ha abandonado las aguas del puerto de Cartagena y ha proseguido su ruta en dirección al puerto de Koper, en Eslovenia. Allí, según la versión oficial del Gobierno de España, descargará el material para transportarlo por carretera a República Checa.

La decisión del carguero de levar anclas -propia, según Fuentes portuarias de Cartagena- y continuar su ruta inicial llega después de que el Gobierno haya denegado los permisos para que otro buque atraque en el puerto de la ciudad murciana, el 'Marinne Danica', hacia el cual el Ejecutivo sí ha acreditado que transporta munición y explosivos para nutrir al ejército de Israel en plena ofensiva sobre Gaza.

El 'Borkum' se ha marchado sin escalar en Cartagena y tras las polémicas que ha protagonizado en los últimos días, después de que la Red Solidaria Contra la Ocupación Palestina (Rescop) denunciara que el destino final de las más de treinta toneladas de explosivos y material de cohetes y cañones que carga el navío fuera el puerto israelí de Ashdod, situado a apenas 30 kilómetros de la Franja de Gaza. Fuentes del Ministerio de Transportes aseguraron un día después, el miércoles, que el barco llegará definitivamente al puerto de la ciudad de Koper, en Eslovenia, adonde se dirige ahora, y que desde ahí la carga se transportará por tierra, cruzando el continente, hasta Chequia. Las mismas fuentes constataron, asimismo, que tenían acreditado por parte del Gobierno checo que “las mercancías” del carguero “no serán subsecuentemente exportadas a otros países”.

Una embarcación de la ONG Open Arms había llegado al puerto de Cartagena a última hora de la tarde del jueves para seguir de cerca el atraque del 'Borkum' en el muelle de Escombreras. “El Open Arms está fondeado en Cartagena tras su regreso de Chipre. Se debe impedir el tránsito de cualquier barco cargado de material militar con destino a Israel. Este genocidio debe terminar”, publicó la ONG en un post en X (Antiguo Twitter), en el que afirmaron, además, que se encontraban anclados a escasos metros del polémico carguero.

Ha sido el fundador y director de Open Arms, Oscar Camps, de los primeros en alertar en la misma red social de la partida del buque. “El Borkum leva anclas y zarpa sin entrar a puerto, mientras el buque danés Marianne Danica prosigue su ruta hacia el Mediterráneo”, explicaba el activista.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, había asegurado en el mediodía de este mismo jueves, cuando el 'Borkum' apenas acababa de llegar a aguas del puerto de Cartagena , que el carguero “ya entró en España -en el puerto de Gran Canaria-, pasó las aduanas y hace escala en Cartagena”. La mercancía, según el documento oficial facilitado por Puente, consistía en 24 contenedores de cargadores para armas con carga explosiva, y ocho con cartuchos de TNT. “Parte de la carga”, había confirmado el ministro, “va a una empresa de Granada y la otra va al Gobierno checo, que es el que adquiere ese material militar”. Pero el armamento que va a parar a Granada -explosivos, según confirman fuentes portuarias- no ha sido finalmente descargado. El barco ha proseguido su ruta sin hacerlo.

Puente explicó, acto seguido, que no entendía “la polémica que se ha creado sobre unas bases tan irreales”. “En este país la inmensa mayoría estamos con la causa palestina y el gobierno inequívocamente está con la causa palestina”. “Si hubiera un barco que portase armas y nosotros tuviésemos alguna prueba, no sospechas o infundios, de que esa carga va a terminar en Israel, que nadie tenga ninguna duda de que el Gobierno de España lo impediría, pero no es el caso”, continuó. El ministro confirmó, además, que el barco atracaría en los muelles de Cartagena para cumplir su cometido a las 7 de la mañana del viernes.

Sin embargo, desde la Rescop siguieron insistiendo en que las declaraciones del Gobierno no aseguraban que el carguero 'Borkum' no tenga como destino final Israel. “Tanto Eslovenia como la República Checa son territorios de tránsito, al igual que el Estado español, donde la carga debe ser retenida antes de que llegue a su destino final, Israel, en cumplimiento de la Ley española y el Tratado Internacional de Comercio de Armas”, señalaron en un comunicado.

“La presión de la sociedad civil ha surtido efecto. Hemos conseguido que dos barcos cargados con armas para Israel no transiten por territorio español. Sin embargo, esto hace temer que esa haya sido una ruta habitual de otros transportes de armas. Deben investigarse los permisos de escala concedidos hasta la fecha”, han añadido desde la Red recientemente.

Este mismo jueves, el juzgado central de instrucción 2 de la Audiencia Nacional había admitido a trámite la denuncia presentada por Podemos para paralizar la salida del buque Borkum de las costas españolas y comprobar si las armas que transporta tienen como destino final Israel. Por su parte, la Fiscalía no había apreciado indicios de delito, sosteniendo que no existen indicios fundamentados que respalden los delitos alegados. Este viernes 17 el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha acordado el archivo de la demanda.

Tanto el miércoles como el martes, dos días consecutivos, se han producido en la explanada del puerto de Cartagena manifestaciones de más de un centenar de activistas convocados por las plataformas BDS Murcia y Palestina Libre Murcia, ambas incluidas en la Red Solidaria Contra la Ocupación Palestina (Rescop), en apoyo al pueblo palestino y en contra del comercio de armas con Israel.

El origen de la controversia vino suscitado por una documentación filtrada desde el puerto de origen del 'Borkum', en Chennai (India) y obtenida por la Campaña Fin Al Comercio de Armas con Israel. Según dichos documentos, a los que tuvo acceso elDiario.es, el carguero está transportando, en estos momentos, ya dirección Eslovenia, 20 toneladas de motores de cohetes (código ONU clase 1.3C 186), 12,5 toneladas de cohetes con carga explosiva (código 181), 1.500 kg de sustancias explosivas (código 477) y 740 kg de cargas propulsoras de cañones (código 242). La información relativa a la carga y a sus códigos fue corroborada por una fuente especializada en conflictos armados y transporte marítimo consultada por este medio.

En la documentación filtrada, en la que se nombra como destino el puerto israelí de Ashdod, también viene reflejada la ruta oficial del buque antes de llegar a Cartagena: Chennai, Maputo (Mozambique) y Las Palmas. Finalmente, el 'Borkum' continuará su navegación sin haber parado en la ciudad peninsular.

El Diario

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Militariza que algo queda

Tortuga Antimilitar - 17 May, 2024 - 00:00

Europa ha sido considerada de largo un gigante económico y un enano militar al mismo tiempo. Esto es un hecho que no puede discutirse, la asimetría entre poder económico y poder miliar era (sigue siendo) espectacular. Tanto que ha levantado incógnitas y suspicacias. En el terreno de las primeras, el de la incógnitas, la pregunta determinante es ¿cuánto tiempo pude mantenerse esta posición “angelical” en la geopolítica recalentada del siglo XXI? Durante cuánto tiempo puede Europa alardear de modelo social a imitar cuando apenas parece capaz de defenderse a sí misma.

De las suspicacias podemos traer el muy desagradable comentario de Trump sobre el reparto del gasto de defensa occidental, tan deficitario que anima a Rusia a hacer lo que diablos quiera con los países europeos que no paguen su parte de la factura de seguridad debida a la OTAN. Que conste que esta butade de Trump ya fue precedida por las quejas “entre dientes” del liberal Obama que apuntaban a lo mismo, no es de recibo que la buena y segura vida europea viaje gratis en los procelosos momentos del cambio de paradigma en las relaciones internacionales. El presidente demócrata de color decía con años de antelación lo mismo que el rudo chanchullero de color naranja: el que quiera peces que se moje el culo. Cierto que Obama no amenazaba con achuchar a su primo de zumosol, pero es igualmente cierto que no hizo nada por enfriar un conflicto internacional que ahora requiere gastos suntuarios para poder sentir un mínimo de seguridad, aquende y allende.

La respuesta en Europa ha sido la típica del apocopado, vale – vale, lo que tú digas barriga. Acepto que tengo unos servicios sociales que no me los merezco (comparados con los de USA, Rusia o Asia) y en lugar de protegerlos y mejorarlos, voy a congelarlos, voy a desinvertir en ellos y meto la pasta en armamento, ejércitos e industria de guerra. Ah, y además me voy a tirar el rollo con los señores de la guerra pentagonal diciéndoles que ya he llegado al 2% del PIB en gasto militar, eso que vosotros queríais. Qué contentos van a estar en Washington. Ya saben que una parte del gasto de mantener su imperio tardopostmoderno, puede derivarse a terceros, particularmente a pigmeos occidentales con ínfulas de gigantismo colonial adherido al cerebro reptiliano.

Pero no creáis que estas reflexiones aquí expuestas son cosa particularísima de columnista insomne nostálgico de una Europa en paz construida para la paz. Si de algo va sobrada la estructura organizativa de la OTAN y sus satélites de inteligencia, es de comités de análisis y de mecanismos deliberativos de todo tipo. Se gastan una pasta gansa y no tiran el dinero, el retrato de lo dicho respecto a que Europa deber pagarse su propia defensa es un lugar común entre gentes de uniforme y políticos de salón. Todos saben que gastar el dinero en la guerra es algo que va más allá de las amenazas de Rusia sobre territorio europeo, tiene que ver con el miedo a la regañina de los USA. También en el Pentágono son conscientes de que el esfuerzo de guerra debe lucir de alguna manera para los paganos (léase europeos), los beneficios directos van a la industria militar norteamericana, pues la europea es inexistente. Von de Leyen, Borrell, Macron y otros dicen que hay que edificarla, pero mientras desde Arlington susurran a los mandatarios europeos: ¡tranquis! que hay beneficios indirectos.

Cuáles dicen desde Bruselas. Pues mira te los voy a contar clarito, man:

Primero, ya tienes justificación para descomprometerte con la mejora, que sabes inacabable, de los servicios públicos, pues lo primero será el esfuerzo de guerra.

Segundo, aquí tienes la oportunidad de revitalizar tu agonizante inversión en innovación y tecnología, eso sí dirigida al esfuerzo de guerra. Menos Curies y más Opennheimers.

Tercero, mide la oportunidad pintiparada de encorsetar tus fronteras, el enemigo acecha y podría llegar incluso en cayuco. A la mierda los migrantes y el cuidado compasivo, ahora ya podrán ser tenidos por auténticos enemigos y tratados como tales. De paso puedes barrer tanto sentimentalismo ñoño que arropa a migrantes, pobres, desviados, y demás chusma 2030.

Y cuarto, y muy, muy importante, el esfuerzo bélico debe llegar al hueso de la sociedad. Europa debe comprender que su moralidad era un buenismo Kantiano en la órbita de lo simbólico, como su himno (in pectore) a la alegría, pura fachada. Yo voy a ayudarte en esto. Te voy a enseñar a promover grupúsculos políticos comprometidos con los valores ancestrales de siempre, la cristiandad, el saber hacer colonial, los enjuagues legales en materia de derecho mercantil y la aspereza y la desidia en la aplicación de derechos civiles. En fin que comparto contigo que no es fácil darle la vuelta a una historia de avances de la humanidad escrita con rotulador rosa, pero desde aquí, desde el departamento de promoción de la guerra te digo que tiene ventajas con las que todavía no te has topado.

Te he apuntado alguna dicen, pero si te abruma la adversidad y la incomprensión de los europeos, recuerda, la guerra requiere orden y disciplina, que siempre vienen bien. Sigue la máxima: militariza que algo queda.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articul...

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Hipótesis de figuración: El Pasolini que aún impresiona

Tortuga Antimilitar - 17 May, 2024 - 00:00

El pasado marzo de 2022 se cumplieron cien años del nacimiento en Bolonia de Pier Paolo Pasolini, el cineasta que buscó abarcar en sus películas, y también en sus relatos, infinitas capas de la experiencia humana, también las más oscuras.

Su carrera fue necesariamente breve (el horrible asesinato del que fue víctima en Ostia, en 1975, impidió que su carrera llegara a su apogeo), pero por la complejidad de su obra -inquietante, provocadora, ejemplo de las pugnas entre el bien y el mal en las sociedades modernas- no resulta fácil de compendiar.

Su primera cinta, Accatone (1961), impresionó por su retrato sincero de la vertiente más sombría de la sociedad romana y al año siguiente, en Mamma Roma, invitó a Anna Magnani a interpretar a una mujer que sueña con escapar de la prostitución, la brutalidad y la miseria, para alcanzar una vida mejor. Uno de sus trabajos más significativos llegaría con El Evangelio según San Mateo (1964), sin duda uno de los filmes religiosos menos convencionales de la historia del cine: un relato documental en blanco y negro de la vida de Cristo sobre el que se ha debatido mucho a tenor del ateísmo y el pensamiento marxista de Pasolini (declaró él que no era creyente, pero era un no creyente con nostalgia de una creencia).

Sus obras más tardías, como El Decamerón (1971) y Los cuentos de Canterbury (1972), son espectáculos más o menos suntuosos de recreación histórica, pero el director conservaría su voluntad de impresionar al público con parábolas socialistas como Teorema (1968), el estudio de la desintegración de una familia burguesa italiana, y se distanciaría del optimismo presente en El Evangelio... en su último proyecto, Saló a los 120 días de Sodoma (1975), basado en la novela del marqués de Sade, que ofrece un friso de crueldad y sadismo, tan perturbador como carente de esperanza.

A su finalización, sería Pasolini torturado y asesinado en terribles y conocidas circunstancias.

Pasolini.
Pasolini, Roma, 1960. Agencia Dufoto

Tras dedicar en los últimos meses varias iniciativas culturales a su figura, el Instituto Italiano de Madrid presenta la muestra “Pasolini. Hipótesis de figuración”, comisariada por Marco Delogu, junto con Andrea Cortellessa y Silvia De Laude, y abierta hasta el 10 de septiembre. En su recorrido, artistas españoles e italianos presentan trabajos que ahondan en la la profundidad y los enigmas del intelectual y su producción y sobre todo hacen hincapié en la vigencia de su legado a casi medio siglo de su muerte: en la posibilidad de encontrar en las secuencias de su filmografía también el rastro de nuestra época.

Se plantea la exhibición a partir de temas esenciales: las localizaciones pasolinianas, las autorrepresentaciones, el peso del fascismo, las tierras intermedias y las periferias son interpretados por Jordi Barreras, Elisabetta Benassi, Jacopo Benassi, Marco Delogu, Jorge Fuembuena, Alberto García-Alix, Pino Musi, Sabrina Ragucci y Giovanna Silva, en piezas en técnicas diversas. Unos y otros profundizan en el lado místico y ancestral de sus escenarios habituales, tanto los lugares físicos (sus muy transitadas periferias romanas), como los suspendidos (las citadas tierras intermedias) y los espacios del alma, donde los paisajes se metamorfosean en rostros.

Completan sus trabajos imágenes procedentes del archivo de Giuseppe Garrera e Plinio De Martiis, fotografías que nos trasladan a la cara más cotidiana y carnal de Pasolini, en el contexto de una Italia muy distinta a la actual aunque con algunas heridas y esperanzas comunes. Más allá del tan mencionado profeta, esta exposición busca homenajearlo como poeta que optó por tratar de llevar a la pantalla lo que el camino humano tiene de arduo y misterioso.

Fuente: https://masdearte.com/fuera-de-menu...

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La escalada armamentística de Marruecos y Argelia

Tortuga Antimilitar - 16 May, 2024 - 00:00

Francisco Carrión

Con las fronteras cerradas, la retórica belicista al alza a ambos lados y una rivalidad histórica alimentada por nuevos agravios. Argelia y Marruecos, protagonistas de una grave crisis diplomática desde 2021, optan por armarse hasta los dientes en una escalada de dos países vecinos que debería preocupar en los cuarteles españoles.

Ambos dispararon su gasto militar el año pasado. Así lo revela el último informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés) al que ha tenido acceso El Independiente. Los ejércitos argelino y marroquí se reparten las primeras posiciones en presupuesto en toda África.

“Argelia es el país africano que más gasta: en 2023 destinó 18.300 millones de dólares (unos 17.000 millones de euros) al ejército, mientras que Marruecos invirtió 5.200 millones de dólares (4.800 euros)”, señalan fuentes del centro. El gasto militar de España en 2023 ascendió a 22.223 millones de euros, lo que supuso un incremento del 9,8% respecto al año anterior en plena cumplir los compromisos de gasto militar comprometidos en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en 2022. España ocupa el puesto 17 a nivel mundial en gasto militar. Argelia, por su parte, se halla en el número 19 y Marruecos ni siquiera figura entre los 40 países con mayor presupuesto castrense.

A pesar de la distancia que separa a Argelia, Marruecos sigue siendo el segundo país africano que mayor gasto dedicada a sus fuerzas armadas, en un contexto de modernización y apuesta por un ejército que había sido hasta ahora visto con recelo por el régimen alauí por los golpes de Estado frustrados que lideró en el pasado contra el entonces monarca Hasán II. En términos comparativos con 2022, el gasto de Argelia aumentó un 76% mientras que el de Marruecos disminuyó ligeramente, apenas un 2,5%.

En octubre de 2022 Argel anunció que doblaría su presupuesto militar, en parte, para sustituir el equipamiento obsoleto. “Se trata del nivel de gasto más elevado jamás registrado por Argelia y se debe en gran medida al fuerte aumento de los ingresos procedentes de las exportaciones de gas a los países europeos, que se alejan de los suministros rusos”, subraya el instituto sueco. Los generales argelinos han podido financiar este incremento gracias al aumento que ha experimentado la venta de gas natural hacia Europa tras el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia. Desde entonces los Veintisiete han buscado fuentes alternativas al gas ruso y Argel se ha convertido en una pieza fundamental rubricando nuevos acuerdos con Alemania o Italia.

Argelia contribuye al aumento exponencial del gasto militar en África. La inversión en el total del continente ascendió a 51.600 millones de dólares en 2023, una subida del 22% respecto al de 2022. Con 28.500 millones de dólares en 2023, el gasto militar de los países del norte de África aumentó un 38% con respecto a 2022 y un 41% con respecto a 2014. Argelia y Marruecos representan el 82% del gasto militar de 2023 en el norte de África, a años luz de Túnez -con un ejército nada significativo- y una Libia divida en dos estados y múltiples milicias.

En Argelia, el gasto militar supone el 8,2% del PIB lo que lo sitúa en la tercera posición de los países que más porcentaje de PIB dedican a la defensa, solo superado por Ucrania (37%) y el Líbano (8,9). Por detrás se colocan Arabia Saudí (7,1%), Sudán del sur (6,2%) y Rusia (5,9%).

Las importaciones de armas en África cayeron un 52% entre 2014 y 2022, principalmente por los descensos en las importaciones de armas de los dos mayores importadores de la región, Argelia (-77%) y Marruecos (-46%). Los principales proveedores de África en el último lustro fueron Rusia, que representó el 24% de las importaciones africanas de armas, Estados Unidos (16%), China (13%) y Francia (10%).

La principal diferencia entre Marruecos y Argelia se halla en la procedencia de sus importaciones de armas y material de defensa, muestra además de sus respectivas alianzas. Rusia es el principal exportador de armas de Argelia mientras Estados Unidos se halla en el primer lugar de Marruecos. Argelia es, de hecho, el tercer mayor exportador de armas rusas.

Según Sipri, entre 2013 y 2022, los principales pedidos de Argelia a Rusia incluyen 75 misiles tierra-tierra 9M723 Iskander, 30 aviones Sukhoi Su-30MK, 14 aviones polivalentes Mig-29M, 323 tanques T-90 yun sistema de misiles tierra-aire BUK-M2. Otros países exportadores a Argelia son China, Francia, Alemania e Italia, entre otros. Otros pedidos importantes son los tanques rusos T-90S, 980 vehículos blindados de transporte de tropas Fuchs-2 de Alemania, una fragata china Tipo 056 y dos fragatas alemanas MEKO-A200.

En el caso de Marruecos, en el mismo período temporal las principales entregas a Rabat incluyen "24 aviones de combate F-16 y misiles y bombas guiadas relacionados, 24 helicópteros Apache AH-64E, 441 misiles Hellfire, 796 vehículos blindados de transporte de personal M-113/M-113A3 y 384 Tanques M-1A1 Abrams".

Los uniformados marroquíes también se han beneficiado del establecimiento de relaciones con Israel, país del que han adquirido pequeños drones y los sistemas de defensa aérea y antimisiles Barak-MX. Otros países exportadores a Marruecos son Francia, Alemania, Italia, China, España y Turquía. Entre los pedidos más destacados, figuran los sistemas de misiles tierra-aire MICA de Francia y los sistemas de defensa aérea Sky Dragon-50 de China.

Fuente: https://www.elindependiente.com/int...

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El verdugo que vivió y murió en Elche

Tortuga Antimilitar - 16 May, 2024 - 00:00

Història d'Elx
Jaume Carabassi · ·

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Vicente López Copete nació en 1914 en Badajoz. Finalizada la guerra civil deambulaba sin futuro por distintas ciudades españolas mal viviendo del contrabando, el estraperlo y de timos, lo que le llevó a la cárcel. Un policía le propuso que se presentase a una de las cinco plazas de verdugo que habían vacantes, (solo se cubrieron tres) y Vicente así lo hizo.

Durante su trayectoria como funcionario del Ministerio de Justicia ejecutó, con el garrote vil, a catorce reos condenados a muerte por los tribunales españoles. En los ambientes carcelarios tenía fama de frío. "El que la hace la paga" era su lema. En una ocasión se enfrentó con un juez que le afeó su ocupación al que Copete contestó: "Yo solo mato a los que me envía usted”. Defendía el garrote vil como herramienta de ejecución ya que decía es una herramienta eficaz, rápida e indolora. Antes de cada ejecución tenía que tomar más de una copa de coñac o anís para armarse de valor y vencer los remordimientos. Su última ejecución tuvo lugar en 1966.

Fue precisamente el verdugo Antonio López Copete el que ejecutó al vecino de Elche Julio López Guixot a garrote vil en la prisión de Alicante, el 21 de agosto de 1958. Guixot había dado muerte golpeando en la cabeza, con un yunque de zapatero, a su compañero de trabajo y cobrador de la sucursal del Banco Central en la ciudad para robarle el dinero que llevaba. Este caso conmocionó a la ciudad de las palmeras y se le conoció como “El crimen de las quinielas".

En 1978 la pena de muerte queda abolida en España por lo que Copete se queda sin trabajo ni sueldo. Como funcionario del Ministerio de Justicia solicitó se le concediese una pensión de retiro pero le fue denegada. Fue entonces cuando llega a la ciudad de Elche buscando trabajo y fijando su domicilio en la calle Mayor del Plá. Comienza a trabajar como vigilante nocturno y más tarde pasaría a desempeñar labores de mozo de almacén en las instalaciones de la fábrica de caramelos Damel. Murió el 3 de Enero de 1996 a los 82 años de edad. Se encuentra enterrado en el cementerio nuevo de Elche. Fué el último verdugo.

Fuente: Cátedra Pedro Ibarra

Foto: Vicente López Copete (a la izquierda) en un fotograma de la película de Basilio Martín Patino "Queridísimos verdugos".

Fuente: 1977https://www.facebook.com/photo/?fbi...

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Denuncian que un buque con carga militar dirigido a Israel hará escala en Cartagena

Tortuga Antimilitar - 15 May, 2024 - 00:00

El carguero 'Borkum' salió de Las Palmas y viaja hacia la ciudad portuaria.

LA VERDAD

La Red Solidaria contra la Ocupación en Palestina (Rescop) denunció que el carguero 'Borkum', que hará escala en Cartagena, transporta «cargamento militar dirigido al puerto de Ashdod, en Israel», a unos 30 kilómetros de Gaza. El buque, con bandera de Antigua y Barbuda, salió de Las Palmas y viaja en dirección a la ciudad portuaria, según confirmaron fuentes consultadas por LA VERDAD, pero hasta ahora no ha trascendido ni el origen ni el contenido de la carga. Su llegada está prevista en la madrugada del miércoles al jueves.

La Rescop, que agrupa a 50 organizaciones comprometidas con la causa palestina, ha estado al frente de algunas de las grandes movilizaciones convocadas en los últimos meses contra la guerra en Gaza. Según asegura su comunicado, la Campaña Fin Al Comercio de Armas con Israel ha verificado que el buque contiene «20 toneladas de motores de cohetes, 12,5 toneladas de cohetes con carga explosiva, 1.500 kg de sustancias explosivas y 740 kg de cargas, propulsores para cañón». Además, la nota sostiene que permitir la escala supondría incumplir la «Ley Española de Comercio de Armas y la normativa comunitaria, que siguen los principios reguladores establecidos en el Tratado de Armas».

«El Gobierno debe pasar de las palabras a los hechos e imponer de manera urgente un embargo formal de armas a Israel para acabar de una vez por todas con todo el comercio», exige la Rescop, que asegura que «más del 80% apoya esta medida», en base a las movilizaciones sociales que se han convocado en España. Entre ellas, hizo referencia a las acampadas estudiantiles, como la que se ha organizado en la UMU.

Por ello, la Rescop concluye con la reclamación al Gobierno central de que se «detenga el carguero 'Borkum' a su llegada al Puerto de Cartagena y se inspeccione la carga». Y, si se confirma que contiene material militar, que el Ejecutivo «impida la salida». Por último, pide que «ponga fin al comercio de armas con Israel».

Podemos: «Tendrá que pasar por encima de nuestros cuerpos»

La diputada y portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, expresó su indignación por la presunta escala del carguero en el Puerto de Cartagena a través de la red social X. «No vamos a permitir que un carguero lleno de armas para Israel haga escala en Cartagena. Si el Gobierno de PSOE y Sumar permite esta infamia, tendrá que pasar por encima de nuestros cuerpos», afirmó.

Fuente: https://www.laverdad.es/murcia/cart...

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Terrorismo

Tortuga Antimilitar - 15 May, 2024 - 00:00

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Illes Balears: Masiva movilización contra el odio a la lengua catalana

Tortuga Antimilitar - 14 May, 2024 - 00:00

En un artículo publicado aún no hace un año en Sin Permiso, y titulado “Viraje a la extrema derecha en las Illes Balears”, escribí: “Un aspecto importantísimo del pacto PP-VOX es la articulación de un plan de ataque en toda regla a la lengua propia de las Illes Balears, el catalán. Una lengua que precisa de una decidida intervención de los poderes públicos para evitar su paulatino desuso social. Por eso, la política lingüística tendente a impulsar el uso de la lengua catalana en las Illes Balears es un rasgo fundacional de nuestra autonomía. Dicho plan de ataque no tiene otro sentido que fomentar el discurso de odio y la descohesión social, y negar el derecho a ser atendido en catalán en la administración pública, la sanidad, etc.”. Disculpen que inicie estas líneas auto citándome, aunque sea para corregirme. Lo cierto es que en los escasos diez meses de gobierno autonómico del PP (cada vez más secuestrado y cómodamente metabolizado en el fondo -aunque disimulando en las formas- con las “guerras culturales” y con los discursos de odio de VOX), no han desplegado un convencional “plan de ataque”. Lo que han puesto en marcha es un nuevo intento de eliminación de la lengua catalana en las Illes Balears. En fin, un nuevo Decreto de Nueva Planta.

La escalada de odio es vertiginosa: eliminación del requisito para el personal sanitario público de unos mínimos de conocimiento de catalán, es decir, ataque a los derechos lingüísticos de los y las pacientes. A lo que hay que añadir la incapacidad del gobierno autonómico del PP de despejar la incógnita sobre si también se eliminará este requisito para el conjunto de empleados y empleadas públicos autonómicos; supresión en el organigrama gubernamental de la Dirección General de Política Lingüística que, desde hace décadas, y siguiendo el mandato del Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares, ha implementado, con mayor o menor entusiasmo, las acciones públicas de impulso y promoción del catalán. Por el contrario, para escándalo de la ciencia sociolingüística, y del más elemental sentido común, ya han presentado el proyecto de la pactada oficina para la defensa del castellano. Dicho proyecto se retiró temporalmente por el cúmulo de errores técnico-jurídicos que Vox cometió en su elaboración. No es una anécdota ya que el pacto PP-Vox establece que será la ultraderecha quien dirigirá este “chiringuito” para (re)españolizar las Islas Baleares (sic).

En esta escalada del odio hacia la lengua propia de las Illes Balears hay tema un fundamental y transcendental: la aprobación por parte del gobierno del plan de segregación lingüística en el sistema educativo. Como han señalado todas las personas expertas, este plan no es para mejorar -aunque sea modestamente- el sistema educativo desde el punto de vista de recursos pedagógicos. El único objetivo es reducir la presencia del catalán en las escuelas. Dicho plan se presenta hipócritamente como voluntario. Es el concepto de voluntariedad -igual que el de “libertad”- de las derechas de nuestros tiempos: voluntariedad y libertad desde la profundización en la desigualdad. Un oxímoron consistente en incluir en el “club de personas libres” a quienes no tienen -o son precarias- las condiciones materiales para ejercer esta supuesta libertad. En el caso que nos ocupa, los centros escolares que apliquen la segregación lingüística recibirán un plus no menospreciable de recursos económicos, mientras que aquellos que ejerzan la libertad de decir “¡No a la segregación! serán castigados. Entre la segregación lingüística y la segregación por clase social hay una línea finísima, e inexistente es la línea entre la supuesta voluntariedad y el desvío de más recursos públicos a la escuela concertada. Añadamos que el Consejo Escolar de las Illes Balears –el órgano consultivo y de representación para la enseñanza no universitaria-, como la práctica totalidad de la comunidad educativa, rechaza de plano este plan de segregación lingüística y social.

Este es el paquete de medidas contra la lengua catalana puesto en marcha por parte del gobierno autonómico, pero hay más: las de los Consejos Insulares (una especie de diputaciones de elección directa que en cada una de las islas tienen competencias claves), de importantes ayuntamientos como el de la capital, Palma, o el del populoso municipio turístico de Calvià. Incluso, aunque sorprenda, la Casa Real española se ha unido a esta cruzada de odió al catalán.

Pues sí, en un ejercicio de terraplanismo, unos días antes de la gran movilización convocada por la Obra Cultural Balear, el rey Felipe VI concedió el título de Real a la “Academia de la lengua balear”. Es decir, el borbón da apoyo a un grupúsculo de extrema derecha que, desde hace muchos años, defiende que la lengua de las Islas Baleares no es el catalán ¡Un auténtico disparate! Es como si la corona reconociera oficialmente que, pongamos por caso, la lengua de los andaluces y andaluzas no es el castellano, que es el andaluz o sevillano, o malagueño, etc. El escándalo ha sido tal que hasta el PP se abstiene en una petición institucional de rectificación real.

En cualquier caso, lo grave del asunto es que esta decisión Felipe VI la toma a sabiendas de lo que hace y con oscurantismo: conoce suficientemente la realidad de Mallorca pues, desde que nació, es uno de los ocupantes del palmesano Palacio de Marivent; sabe que los ataques contra la unidad de la lengua catalana son ataques contra su fortaleza y reconocimiento; y es consciente de que premia a la extrema derecha que le vitorea cada verano en las calles ¡Y, encima, la Casa Real tiene la desfachatez de justificar este terraplanismo lingüístico en base a unos supuestos informes y opiniones técnicas que se niega a hacer públicos! ¿Alguna duda de las simpatías de la monarquía española hacia la extrema derecha y sobre la falta de la más elemental transparencia? ¡Ninguna! Tampoco parece haber duda alguna sobre la determinación de la mayoría social resumida así: La lengua [catalana] no se toca, la unidad de la lengua tampoco.

Ante este panorama, desde hace meses empieza una reacción social de fondo: nace una plataforma de cerca de 30 organizaciones de la comunidad educativa; reaparecen las camisetas verdes y se reactiva la Asamblea de Docentes que fue clave en la anterior “Rebelión verde en las Islas Baleares”; la Obra Cultural Balear (OCB) -la entidad decana en la defensa del catalán y que nunca falla a la hora de movilizar a la ciudadanía-, calienta motores elevando el tono reivindicativo. Su presidente, Antoni Llabrés, -de reciente elección, por cierto- ejerce y consolida un liderazgo social incuestionable, y muy en consonancia con la historia y trayectoria de la OCB. De él es la frase “Perquè el nostre amor a la llengua i a Mallorca és infinitament més fort que el seu odi” (Porque nuestro amor a la lengua y a Mallorca es infinitamente más fuerte que su odio”), que se ha convertido en una consigna de esta etapa en la que “resistiremos en la defensa de esta tierra del saqueo ético, social, cultural y medioambiental porque, como le dijo en 1855 el Jefe Seattle al presidente de EEUU, Franklin Pierce: La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra"*.

Y llegamos a la gran movilización. La OCB, coincidiendo con el final del “Correllengua” -una gran carrera popular no competitiva que, organizada por la asociación juvenil “Joves per la llengua”, involucra a la gran mayoría de los pueblos de la isla, y en la que los corredores y corredoras se desplazan entre los núcleos llevando una llama encendida que parte del santuario de Lluc simbolizando la reivindicación y vitalidad de la lengua catalana-, convoca a la ciudadanía a concentrarse el 5 de mayo en la Plaza Major de Palma. La convocatoria, respaldada por un gran número de asociaciones de la sociedad civil, partidos políticos, sindicatos, etc., desborda todas las previsiones. Se movilizan más de 40.000 personas con una esperanzadora gran presencia de gente joven. Ante la multitud, el presidente de la OCB planteó la que para mí es una idea clave de su combativo discurso: dirigiéndose a la presidenta del gobierno autonómico, afirma “Ha de elegir […] O está con la mayoría social de Mallorca … o está y continua ignominiosamente arrodillada ante el fascismo”. Antoni Llabrés, ejerciendo su, insisto, consolidadísimo liderazgo social, planteo una movilización sostenida en el tiempo y anunció la próxima cita, el 2 de junio, contra la derogación de la Ley balear de Memoria Democrática.

En esta coyuntura de resistencia en la que, dicho sea de paso, se están fraguando también resistencias al destrozo territorial y a la superlativa turistificación, conviene recordar lo que el maestro Josep Fontana afirmaba en su libro de 2005 “La construcció de la identitat” (La construcción de la identidad): “Una historia es siempre la genealogía de un proyecto social determinado, y no la de una ‘unidad de destino en lo universal' como las que postulaba el fascismo, definidas arbitrariamente desde arriba e impuestas hacia abajo a sangre y fuego. En este sentido, cualquier comunidad tiene tantas historias posibles como proyectos de futuro alimenten sus miembros”. Como somos más los y las que queremos alimentar un futuro distinto a esta pesadilla de desigualdades, de darwinismo social, de aniquilación de la lengua propia, de incultura, de negacionismo científico, de ultra nacionalismo español, de desmemoria democrática, de odios… vale la pena resistir. La historia no se espera, se hace. Y en ese hacer historia la movilización social es fundamental. ¡Habrá más y más masivos 5 de mayo!

Rafael Borràs Ensenyat
Activista i articulista. Miembro de Red Renta Básica. Exsindicalista. Analista sociolaboral en la Fundación Gadeso jubilado.

Fuente: https://sinpermiso.info/textos/masi...

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Veinte años del pogromo antiserbio de marzo de 2004 en Kosovo amparado por la OTAN y la UE

Tortuga Antimilitar - 14 May, 2024 - 00:00

Dr. Vladislav B. Sotirovi

Introducción

Este artículo aborda la cuestión de los derechos políticos y humanos/de las minorías en la región de Kosovo y Metohija veinte años después del "pogromo de marzo de 2004" y veinticinco años después de la agresión militar de la OTAN contra Serbia y Montenegro y la ocupación de la región. De hecho, una importancia de este tema de investigación es que, por primera vez en la historia europea, se creó un estado (cuasi) independiente de estilo terrorista y gobernado por la mafia gracias al patrocinio diplomático, político, económico, militar y financiero total de Occidente, bajo el paraguas de la administración protectora de la OTAN y la UE. El precedente de la autoproclamada independencia de Kosovo en febrero de 2008 ya tuvo varias consecuencias negativas de "efecto dominó" en otras partes de Europa (el Cáucaso, la península de Crimea, la región de Donbas...). El artículo tiene como objetivo presentar la situación actual en Kosovo y Metohija y las posibles consecuencias del caso de Kosovo para las relaciones internacionales y el orden mundial 1.0 posterior a la Guerra Fría.

La intervención de la OTAN en 1999 y sus consecuencias

Ocurrió veinte años después del "pogromo de marzo de 2004" en Kosovo y Metohija contra los serbios locales, organizado y llevado a cabo por albaneses de Kosovo, liderados por los veteranos del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y apoyados logísticamente por las tropas de ocupación de la OTAN en Kosovo y Metohija bajo el nombre de las Fuerzas de Kosovo: KFOR. Esto fue simplemente una continuación de la última etapa (hasta ahora) de desmembramiento de la ex Yugoslavia: la guerra de Kosovo (1998-1999) y la intervención militar de la OTAN (24 de marzo al 10 de junio de 1999) contra Serbia y Montenegro (que entonces formaba la República Federativa de Yugoslavia) y su agresión violando el derecho internacional. En este contexto, podemos decir que a finales del siglo XX, el destino de la ex Yugoslavia estaba determinado por varias organizaciones internacionales, pero no de manera decisiva por los propios yugoslavos.

La intervención militar de la OTAN contra la RFY en marzo-junio de 1999 (encabezada por los EE.UU.) con el motivo formal de proteger los derechos humanos (albaneses) en Kosovo, marcó un paso crucial hacia la finalización del proceso de creación de la "Pax Americana" global en la forma del Orden Mundial de la OTAN. Como la OTAN utilizó la fuerza contra la RFY sin la sanción y el permiso del Consejo de Seguridad de la ONU y también sin una proclamación oficial de la guerra, podemos llamar a esta intervención militar una pura "agresión" contra un estado soberano de acuerdo con las normas y el derecho internacionales. En los Balcanes, en la década de 1990, la OTAN adquirió no sólo una gran experiencia militar y la oportunidad de agotar armas viejas y utilizar nuevas, sino que también logró mejorar sus actividades, abriéndose camino hasta convertirse en una organización global.

Después de la Guerra de Kosovo, la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU (de junio de 1999) dio el mandato de proteger eficazmente los valores universales de los derechos humanos y de las minorías de todos los habitantes del territorio de la Región Autónoma de Kosovo y Metohija, en el sur de Serbia (conocida como Kosovo). De esta manera, la responsabilidad de la protección de las vidas humanas, la libertad y la seguridad en Kosovo fue transferida a las autoridades públicas “internacionales”, pero, de hecho, sólo a la OTAN: la administración de la Misión de las Naciones Unidas en Kosovo la (UNMIK) y las fuerzas militares “internacionales” (la KFOR, Fuerzas de Kosovo). Desafortunadamente, muy pronto esta responsabilidad se vio cuestionada cuando alrededor de 200.000 personas de etnia serbia y miembros de otras comunidades no albanesas fueron expulsadas de la región por las personas de etnia albanesa locales lideradas por los veteranos del ELK. En cualquier caso, los que más sufrieron fueron los serbios étnicos. Hoy en día, en comparación con la situación anterior a la guerra, sólo queda el 3% de los no albaneses en Kosovo, de un número total de no albaneses en esta provincia que era al menos el 12%. Sólo hasta marzo de 2004, unos 120 templos religiosos y monumentos culturales cristianos ortodoxos serbios fueron devastados o destruidos.

El “pogromo de marzo de 2004”

Sin embargo, el más terrible de la serie de estallidos de violencia albanokosovar contra los serbios que viven en esta región fue organizado y llevado a cabo entre el 17 y el 19 de marzo de 2004, y tuvo todas las características de un pogromo organizado. Durante los trágicos acontecimientos del “pogromo de marzo de 2004”, un ataque destructivo de decenas de miles de albanokosovares liderados por grupos armados de veteranos del ELK (el Cuerpo de Protección de Kosovo, el KPC, un futuro ejército regular albanokosovar) dio lugar a una ofensiva sistemática. Se llevó a cabo una limpieza étnica de los serbios restantes, junto con la destrucción de casas, propiedades, monumentos culturales y lugares religiosos cristianos ortodoxos serbios. Sin embargo, las fuerzas civiles y militares internacionales en la región sólo quedaron “aturdidas” y “sorprendidas” por lo que estaba sucediendo. El “pogromo de marzo de 2004”, que se saldó, según fuentes documentales, con la pérdida de varias decenas de vidas, varios centenares de heridos (incluidos también miembros de la KFOR), más de 4.000 exiliados de etnia serbia, más de 800 casas serbias incendiadas y 35 iglesias y monumentos culturales cristianos ortodoxos serbios destruidos o gravemente dañados seguramente revelaron la situación real sobre el terreno en Kosovo.

Desafortunadamente, los intentos de los serbios, especialmente por parte del gobierno de Serbia en ese momento encabezado por el Dr. Vojislav Koštunica (líder del Partido Demócrata de Serbia) para llamar la atención internacional sobre la situación de violación de los derechos humanos y de las minorías en esta región, no tuvieron éxito.

Hacia una Gran Albania

Por tanto, es necesario reiterar que la limpieza étnica de los serbios (y otras poblaciones no albanesas) en la región de Kosovo por parte de los albaneses locales después de mediados de junio de 1999 significó poner en práctica la aniquilación de un territorio serbio de exquisito valor histórico y espiritual, y de importancia, política y cultural de alto nivel para la nación, el Estado y la Iglesia serbios y su transformación visible cada día en otro Estado albanés en los Balcanes con un deseo real y la posibilidad de unificarlo con una patria vecina, Albania (casi todos los albanokosovares son originarios de Albania). De esta manera se está logrando el principal objetivo geopolítico de la Primera Liga Albanesa de Prizren de junio de 1878, incluidas sus implicaciones para el valle de Preševo en el sudeste de Serbia, la parte occidental de Macedonia del Norte hasta el río Vardar, una Porción griega de la provincia de Epiro y Montenegro Oriental (Crna Gora). Se sabe que los políticos albaneses exigieron, en el marco de la Primera Liga Albanesa de Prizren (1878-1881), la creación de una Gran Albania como provincia autónoma en el Imperio Otomano compuesta por "todos los territorios étnicos albaneses". Más precisamente, se requería que cuatro provincias otomanas (vilayets) de Scodra, Ioannina, Bitola y Kosovo se combinaran en una única provincia otomana nacional albanesa de Vilayet de Albania. Sin embargo, en dos de las cuatro provincias "albanesas" requeridas: Bitola y Kosovo, los albaneses étnicos no constituían ni siquiera una mayoría en ese momento. Sin embargo, esa Gran Albania con capital en Tirana existió durante la Segunda Guerra Mundial bajo el protectorado de Mussolini y Hitler.

El movimiento nacional albanés, fundado en el año 1878 bajo el programa de la Primera Liga Albanesa de Prizren, continúa sus actividades terroristas hasta el día de hoy. Fue particularmente activo en el período de la Gran Albania apoyada por Italia y Alemania, desde abril de 1941 hasta mayo de 1945, cuando emprendió la organización de la red de agentes albaneses Quisling. Durante este período, alrededor de 100.000 serbios de Kosovo y Metohija fueron expulsados de sus hogares, además de alrededor de 200.000 serbios expulsados durante la Yugoslavia socialista de 1945 a 1980, liderados por Josip Broz Tito, de origen étnico esloveno y croata, nacido en Croacia y notorio antiserbio. El proceso de articulación del movimiento secesionista albanés en Kosovo y Metohija continuó durante la Yugoslavia posterior a la Segunda Guerra Mundial y fue llevado a cabo por la parte comunista antiserbia de los albanokosovares. El proceso se volvió particularmente intenso y exitoso en el período comprendido entre 1968 y 1989. Por ejemplo, sólo entre 1981 y 1987 hubo 22.307 serbios y montenegrinos que se vieron obligados a abandonar Kosovo y Metohija. La entrada de las tropas de la OTAN en la región en junio de 1999 marca el comienzo de la última etapa de la “Solución Final” de la Cuestión Serbia, planificada y llevada a cabo por los albaneses en el territorio de Kosovo y Metohija, cuna histórica y cultural de la nación serbia, pero en la que en el futuro sólo tendrán que vivir los habitantes de etnia albanesa.

A la luz del principal objetivo albanés –establecer una Gran Albania étnicamente pura– es “comprensible” por qué es tan importante destruir cualquier rastro serbio en el territorio definido por las aspiraciones. El terrorismo albanés se viene desarrollando desde hace más de dos siglos. Tiene el perfil de un terrorismo motivado étnicamente, es decir, de estilo etno-racista (como el croata), marcado por una animosidad excesiva contra los serbios. Sus principales características son las siguientes:

Experimento Kosovo: “Die rückkehr des kolonialismus“

La opresión y el terror de larga data de los musulmanes albaneses contra la comunidad cristiana ortodoxa serbia en Kosovo y Metohija es un fenómeno específico con graves consecuencias no sólo para los serbios locales. Sin embargo, quedó claro que tarde o temprano traería graves problemas también al resto de Europa.

Han pasado dos décadas desde el “pogromo de marzo de 2004” y un cuarto de siglo desde la agresión militar de la OTAN contra el Estado europeo soberano de la República Federativa de Yugoslavia. Por el momento, las preguntas cruciales son:

1) ¿Qué objetivos perseguía la OTAN?
2) ¿Podrá cumplir con sus tareas en los próximos (25) años?
3) ¿Qué trajeron estos años para quienes arrojaron bombas y quienes fueron atacados?

Hay que dejar claro que durante la guerra de Kosovo, la OTAN no logró una victoria militar porque no logró destruir el ejército de la RFY y la moral de los soldados. Sin embargo, una campaña de bombardeos creó el ambiente político adecuado para destruir Serbia (intencionalmente no tanto Montenegro) e imponer sus condiciones al gobierno serbio, incluidas las reglas de cooperación con la UE, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (en La Haya) y también con la OTAN. Después de junio de 1999, Serbia perdió casi todas las oportunidades de controlar la soberanía, la integridad territorial y la seguridad nacional de su propio Estado, convirtiéndose al mismo tiempo en una colonia política, financiera y económica de Occidente. Después de varios años de injusticia y castigo por parte de Occidente antes de 1999, los serbios como nación perdieron la voluntad de luchar y de resistir, ya que estaban prácticamente solos cuando intentaron repeler el ataque de la poderosa alianza militar occidental en marzo-junio de 1999. Como consecuencia de ello, después de junio de 1999 resultó mucho más fácil para Occidente continuar el proceso de destrucción de Yugoslavia y llevar a cabo una política de transformación de la región en su propio dominio colonial con Kosovo y Metohija ocupados como el mejor ejemplo de "die rückkehr des kolonialismo“.

En octubre de 2000, Slobodan Milosević, que fue jefe de Serbia durante diez años, fue derrocado por una revolución callejera al estilo putsch, como se hizo con el presidente ucraniano Viktor Yanukovich en Kiev en febrero de 2014. A primera vista, la medida resultó inesperada, en otras palabras, fácil y legal: un asunto interno de Yugoslavia. Sin embargo, la "Revolución del 5 de Octubre de 2000" en Belgrado, de hecho, había sido preparada muy minuciosamente por divisiones especiales ("Otpor" o "Resistencia") patrocinadas por Occidente, especialmente por la CIA. El método tuvo tanto éxito que, según un documental occidental basado en los testimonios de los miembros del movimiento serbio "Otpor", se utilizó posteriormente en Georgia (la "Revolución Rosa" en noviembre de 2003) y Ucrania (la "Revolución Naranja" desde finales de noviembre de 2004 hasta enero de 2005 y finalmente en 2013/2014), pero fracasó en Moldavia e Irán en 2009. La misma fuente afirma que la oposición georgiana aprendió en Serbia, mientras que sus colegas ucranianos de la "Revolución Naranja" también se llevaron a cabo en Serbia y Georgia.

Desde el fin de la Guerra Fría 1.0 en 1989, Serbia siguió siendo un símbolo de independencia y desobediencia al Orden Mundial de la OTAN en Europa. Sin embargo, las nuevas autoridades en Serbia después de octubre de 2000 obedecieron el Orden Mundial de la OTAN y todo salió bien. El desmembramiento de la RFY comenzó cuando, al llegar a Belgrado en febrero de 2003, Javier Solana, un alto representante y funcionario de la UE, sugirió a un grupo de funcionarios de Serbia y Montenegro admitir que la RFY había dejado de existir y adoptar la carta constitucional escrita en Bruselas. Su texto proclamaba, al principio, la aparición de un nuevo país. Solana no encontró ninguna resistencia. En consecuencia, la RFY pasó a denominarse Unión Estatal de Serbia y Montenegro y abolió oficialmente el nombre ''Yugoslavia'', que estaba en uso oficial desde 1929. En 2006, Montenegro y Serbia declararon su independencia, poniendo así fin al estado común eslavo del sur fundado en 1918 bajo el nombre original de Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (este nombre se utilizó hasta 1929). Fue Javier Solana quien lo hizo a pesar de que hoy sigue siendo un criminal de guerra para la mayoría de los serbios, ya que bombardeó su país en 1999 como secretario general de la OTAN matando a 3.500 ciudadanos de Serbia, entre ellos niños y mujeres, con un daño material al país de alrededor de 200.000 millones de dólares estadounidenses.

Después del año 2000, fue más fácil implementar los planes de la OTAN que parecían simplemente fantásticos bajo Slobodan Milošević como presidente de Serbia y más tarde de la República Federativa de Yugoslavia. La última Yugoslavia (Serbia y Montenegro) quedó socavada, su integración se ralentizó hasta su disolución definitiva en 2006 y la fuerza de Serbia se agotó. Lo que la OTAN, los EE.UU. y la UE no lograron en el castillo de Rambouillet (en Francia) en 1998/1999 (durante las negociaciones del ultimátum con S. Milošević sobre la crisis de Kosovo) y durante 78 días de bombardeos crueles e inhumanos en marzo. En junio de 1999 llegaron el 18 de julio de 2005, cuando Serbia y Montenegro firmaron un acuerdo con la OTAN "sobre las líneas de comunicación". Se trataba de un acuerdo técnico que permitía al personal y al equipo de la OTAN transitar por el país. Según el acuerdo, la OTAN podría disfrutar de tales oportunidades durante bastante tiempo, "hasta que terminen todas las operaciones de mantenimiento de la paz en los Balcanes". Así, la OTAN recibió luz verde para ampliar su presencia en la región y controlar el ejército de Serbia y Montenegro. El 1 de abril de 2009, Albania y Croacia completaron el proceso de adhesión al que siguieron Montenegro el 5 de junio de 2017 y Macedonia del Norte el 27 de marzo de 2020, cuando todos estos estados balcánicos se unieron a la OTAN como miembros de pleno derecho y de tal manera rodearon a Serbia desde todos los lados excepto del de Bosnia-Herzegovina. Hoy los Balcanes son una base militar permanente de la OTAN. Por ejemplo, en octubre de 2008 el Ministro de Defensa de Serbia y funcionarios de la OTAN firmaron el acuerdo sobre seguridad de la información, que permite a la OTAN controlar a todos los que tratan con sus documentos o simplemente cooperan con ellos. Precisamente por esta razón la OTAN insistió en el secreto de las negociaciones con el gobierno prooccidental de Serbia.
Las consecuencias de la agresión de 1999 contra Serbia y Montenegro fueron de lo más favorables para la OTAN. Nadie condenó a la OTAN y se sintieron aún más confiados en la perspectiva global (Afganistán en 2001, Irak en 2003...). En los últimos años, el mundo ha sido testigo de que la OTAN estaba haciendo varios intentos de expandirse. Actualmente, el bloque militar de la OTAN está ocupando cada vez más posiciones en los Balcanes, utilizando antiguos campos militares y construyendo nuevos con el intento de incluir en su organización a Montenegro, Macedonia del Norte y Bosnia-Herzegovina (este último sólo después de la cancelación de la República Srpska como sujeto político). La existencia de un enorme campo militar de la OTAN "Bondsteel" en Kosovo y Metohija es la mejor prueba de que la región estará bajo el dominio de EE.UU./OTAN durante más tiempo si el equilibrio entre las grandes potencias (EE.UU./Rusia/China) no cambiará drásticamente. Sin embargo, la actual crisis (guerra) por Ucrania es el primer heraldo de tal cambio, es decir, del comienzo de una nueva era de la Guerra Fría o incluso de la Tercera Guerra Mundial.

La limpieza étnica/cultural y el efecto dominó

El hecho más decepcionante de la actual realidad del Kosovo de posguerra es, sin duda, una limpieza étnica y cultural de todos los no albaneses y del patrimonio cultural no albanés bajo el paraguas de la OTAN, la KFOR, la EULEX y la UNMIK. Las pruebas son evidentes en todos los rincones del territorio de Kosovo, pero los medios de comunicación y los políticos occidentales no las cubren deliberadamente. Por ejemplo, a la llegada de la KFOR (una "Fuerza de Kosovo" internacional, pero en realidad de la OTAN) y la UNMIK (la "Misión de las Naciones Unidas en Kosovo") a Kosovo y Metohija en 1999, todos los nombres de las ciudades y las calles de esta provincia pasaron a llamarse con formas albanesas (musulmanas) o nuevos nombres. Los monumentos a los héroes serbios, como el monumento dedicado al duque Lazar (que dirigió el ejército cristiano serbio durante la batalla de Kosovo el 28 de junio de 1389 contra los turcos musulmanes) en la ciudad de Gnjilane, fueron demolidos. Los serbios fueron y están siendo asesinados, heridos y secuestrados, y sus casas quemadas hasta los cimientos. Como mencioné anteriormente, la limpieza étnica más infame se llevó a cabo entre el 17 y el 19 de marzo de 2004: el llamado "pogromo de marzo de 2004".

A día de hoy, el número de serbios que fueron asesinados o desaparecidos en Kosovo y Metohija desde junio de 1999 en adelante (después de la llegada de la KFOR) se cuenta en miles, el número de iglesias y monasterios cristianos ortodoxos serbios demolidos se cuenta en cientos, y el número de casas serbias incendiadas se eleva a decenas de miles. Aunque al principio la KFOR contaba con unos 50.000 soldados, así como varios miles de policías y miembros civiles de la misión, prácticamente ninguno de los crímenes antes mencionados ha sido resuelto. De hecho, asesinar a un serbio en Kosovo no se considera un crimen; al contrario, los asesinos de niños y ancianos están siendo recompensados como héroes por sus compatriotas de etnia albanesa. La provincia está casi étnicamente limpia como Albania y Croacia. De hecho, según el último censo oficial yugoslavo de antes de la guerra de 1991, había un 13% de no albaneses en Kosovo y Metohija (en realidad, seguramente más). Sin embargo, se estima que hoy en día el 97% de la población de Kosovo y Metohija es únicamente de etnia albanesa. A la luz del principal objetivo nacional de los albaneses – el establecimiento de otro Estado albanés en los Balcanes y en Europa, como primer paso hacia la unificación del Estado panalbanés – podemos "comprender" por qué es importante destruir cualquier rastro serbio en el “territorio definido por las aspiraciones”.

La etapa final para separar a Kosovo y Metohija de su patria Serbia llegó el 17 de febrero de 2008, cuando los albaneses de Kosovo recibieron el permiso de Washington para proclamar su (cuasi) independencia formal, lo que ocurrió, de hecho, más tarde de lo esperado por Rusia y China. En el Consejo de Seguridad de la ONU, Moscú dijo "no" a la independencia de Kosovo, ya que Rusia respeta los intereses de Serbia y condena oficialmente todos los intentos de imponer decisiones a otros miembros de la comunidad internacional violando el derecho internacional (en el caso de Kosovo y Metohija es la ONU Resolución 1244). El hecho es que los serbios no se han olvidado de Kosovo, pero tampoco han hecho mucho al respecto. Ahora hay unos 80 estados que reconocen la independencia de Kosovo, incluida la mayoría de los miembros de la UE y la OTAN (de los 192 miembros de la ONU). Casi todas ellas son vecinas de Serbia y, excepto Bosnia-Herzegovina, todas las ex repúblicas yugoslavas han reconocido a Kosovo. Bosnia-Herzegovina no lo reconoció precisamente por una razón: la República de Srpska es todavía una unidad política autónoma dentro de Bosnia-Herzegovina junto con la Federación Musulmana-Croata según el Acuerdo de Paz de Dayton/París de 1995, tiene y utiliza el derecho de veto. Actualmente, en Kosovo existe la EULEX (Misión Civil Europea) y la cuestión de Kosovo se está desplazando gradualmente fuera de la jurisdicción de la ONU y fuera del alcance del veto ruso en el Consejo de Seguridad de la ONU, gobernada cada vez más por la OTAN y la UE. Están las llamadas Fuerzas de Seguridad de Kosovo (en realidad, los miembros del grupo terrorista ELK), que se formaron según el plan de Martti Ahtisaari con el apoyo activo de la OTAN y hoy, de hecho, se transformaron en el Ejército regular (albanés) no oficial de la República de Kosovo para cumplir con la tarea de limpieza étnica final de la provincia, que de hecho está en la agenda durante los últimos años.

Lo que es cierto acerca de la realidad política actual en Kosovo y Metohija es el hecho de que este territorio en forma de (cuasi)estado cliente está entregado para ser administrado por los miembros del ELK, una organización militar que fue proclamada en 1998 por los EE.UU. como terrorista. De todos modos, el ELK se convirtió en el primer movimiento rebelde y organización terrorista exitoso en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. El movimiento se desarrolló originalmente a partir de una pequeña diáspora albanesa en Suiza en la segunda mitad de los años 1980 hasta llegar a unos 18.000 soldados financiados y claramente apoyados con todos los medios por la administración estadounidense. Para realizar esa tarea política crucial, la separación de la provincia de Kosovo y Metohija del resto de Serbia con la posibilidad de unirla con Albania, el ELK se alió con la OTAN entre 1997 y 1999. La estrategia de terror de guerra del ELK se basó en una larga tradición de los albaneses de oponerse por las armas a cualquier autoridad organizada en forma de Estado desde la época otomana hasta hoy. Sin embargo, la intervención militar de la OTAN en 1999 contra Serbia y Montenegro por la cuestión de Kosovo fue presentada en los medios de comunicación estadounidenses y de Europa occidental como un paso necesario para evitar que las fuerzas armadas serbias repitieran la limpieza étnica en Bosnia-Herzegovina. Pero la verdad es que Serbia entrenó a su ejército en Kosovo y Metohija debido a una lucha armada en curso por parte de la organización terrorista y separatista del ELK para arrebatar la independencia a Serbia en aras de la creación de una Gran Albania con Kosovo y Metohija étnicamente puros y más tarde el partes occidentales de Macedonia del Norte, Montenegro Oriental y el Epiro griego.

Sin embargo, el ex Presidente de los EE.UU., Barrack Obama, felicitó al comienzo de su mandato presidencial a los líderes del "Kosovo multiétnico, independiente y democrático", a pesar de que esos líderes (especialmente Hashim Tachi - la "Serpiente" y Ramush Haradinay) está demostrado que son notorios criminales de guerra, que la región (¿Estado?) no es ni multicultural ni realmente independiente y, sobre todo, no es democrática. Sin embargo, hay varias declaraciones oficiales de la UE y declaraciones políticas no oficiales que alientan a Belgrado y Priština a cooperar y "desarrollar relaciones de vecindad", lo que prácticamente significa para Serbia que Belgrado primero debe reconocer la independencia de Kosovo para poder convertirse en estado miembro de la UE después de unos años, incluso décadas de negociaciones. Otro hecho es que el proceso de reconocimiento internacional de la independencia de Kosovo es mucho más lento de lo que Priština y Washington esperaban al principio. Desde la autoproclamación de independencia de Kosovo, el mayor "éxito" diplomático de Serbia es la mayoría de votos de la Asamblea General de la ONU en 2008 que apoyó la decisión de que el caso de la independencia de Kosovo debería ser examinado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya. (establecido en 1899). Por un lado, la decisión del Tribunal sobre la cuestión en julio de 2010 fue muy favorable para los separatistas y terroristas albaneses de Kosovo (el UCK), ya que concluyó un veredicto de que la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo en febrero de 2008 se había hecho en el marco de la el derecho internacional (en este contexto, probablemente, la proclamación de la República Serbia de Krayina de Croacia o la República de Srpska de Bosnia-Herzegovina en los años 90 se hizo de acuerdo con el derecho internacional). Sin embargo, por otro lado, la sentencia del Tribunal de 2010 ya se volvió muy favorable para los movimientos separatistas en otros lugares, como en marzo de 2014 para los separatistas de la península de Crimea o quizás pronto para sus colegas de Cataluña, Escocia y el norte de Italia (Lega Nord). ... La autoproclamación de la independencia de Kosovo tuvo un efecto dominó directo sólo unos meses después, cuando en agosto de 2008 Osetia del Sur y Abjasia hicieron lo mismo en Georgia.

Por otro lado, la (turbia) realidad actual en Kosovo y Metohija es que no hay un solo partido de etnia albanesa en la escena política de Kosovo, profundamente dividida, que esté dispuesto a aceptar una "reintegración pacífica" de la región a la esfera política de Serbia y no hay un solo político de etnia albanesa que no esté preocupado por el peligro que representa la "división de Kosovo" para la parte albanesa (mayor) y la parte serbia (menor) y que no se oponga a la más mínima propuesta de autonomía serbia para la parte norte de Kosovo y Metohija. Pero lo que es más importante: los dirigentes albaneses de Kosovo e incluso los ciudadanos de origen albanés ni siquiera se plantean dilemas nacionales como "¡Europa o la independencia!". No hay duda de cuál será su respuesta en ese caso. Por otro lado, ¿qué está pasando en Serbia? La respuesta es que una nación incapaz de elegir entre la integridad territorial, por un lado, y la membresía en una asociación internacional (aunque importante, pero en muchos aspectos antiserbia), por el otro, es decir, una nación que no puede elegir entre estas dos "prioridades“ realmente merece perder ambas.

Observaciones finales

Al final, si el derecho internacional y el orden establecido se rompen en un lado del mundo (por ejemplo, Kosovo, Afganistán, Irak), no es nada extraño esperar que la misma ley y el mismo orden se rompan en otro lado (por ejemplo, en el Cáucaso, Ucrania, España, Reino Unido, Italia, Francia...) siguiendo la lógica del llamado "efecto dominó" en las relaciones internacionales. Por último, hay que señalar que si no se detiene el extremismo albanés, Macedonia del Norte y Montenegro tendrán que renunciar a partes de sus territorios poblados por personas de etnia albanesa (Macedonia Occidental y Montenegro Oriental). En este caso, Europa tendrá que decidir cómo discutir la cuestión de la revisión de las fronteras y cómo reconocer el nuevo Estado ampliado de (la Gran) Albania.

* Profesor universitario. Investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos. Belgrado, Serbia

Fuente: https://geoestrategia.es/noticia/42...

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Tortuga Antimilitar - 13 May, 2024 - 00:00

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Los albores de un nuevo fascismo: El estado policial global

Tortuga Antimilitar - 13 May, 2024 - 00:00

La revolución digital y la conformación de un Estado policial global como nueva forma de gobierno dentro del proceso capitalista hacen que la situación existente sea de por sí uno de los albores más significativos de la historia del capitalismo.

Álvaro Soler Martínez

Cada tiempo, cada época, va acompañada de su tempestad, y antes que esta del albor que la precede. En el siguiente texto, se intentará ahondar en la presente tesitura histórica, para comprender cuáles son algunas de las claves que componen una nueva crisis capitalista, la actual, que azota cada vez con más fuerza. Lo descrito no sería nada sorprendente o novedoso, de hecho, no lo es dentro del sistema capitalista y su propio desarrollo. Sin embargo, como se observará a continuación, la revolución digital y la conformación de un Estado policial global como nueva forma de gobierno dentro del proceso capitalista hacen que la situación existente sea de por sí uno de los albores más significativos de la historia del capitalismo.

El Estado policial global: un nuevo gobierno del capital

Una de las primeras premisas que lanza a la palestra el sociólogo William I. Robinson en su obra, Mano Dura: El estado policial global, los nuevos fascismos y el capitalismo del Siglo XXI, es la de recordar que el capitalismo es un sistema social. Es decir, un conjunto de relaciones sociales y procesos determinados con la capacidad de cambiar, amoldarse y adaptarse a diferentes tesituras históricas. En palabras del propio Robinson: “un impulso implacable por acumular capital sin cesar (para maximizar el beneficio) y por expandirse hacia afuera”.

Justamente, este proceso de expansión intrínseco al capitalismo ha marcado su historia. Desde las épocas coloniales e imperialistas, donde Europa expolió a los pueblos de África, América y Asia, hasta el capitalismo global, que acabó consolidándose después de las dos guerras mundiales y el avance imparable de políticas desregulacionistas y de flexibilización de flujos de capital en la llamada ofensiva neoliberal. Y aunque el capitalismo siempre ha sido un sistema de carácter mundial, y así debe ser entendido, por primera vez la clase capitalista y el proceso de acumulación de capital dejan de lado la dimensión nacional de los Estados-Nación, para asentarse en una nueva forma y clase social: la clase capitalista transnacional (CCT).

De esta forma, Robinson argumenta en su obra que la evolución histórica del capitalismo, conjunto a una cuarta revolución industrial (la revolución digital), han vertebrado a un estado capitalista, ya de por sí siempre dependiente del capital, ahora totalmente dependiente del capital transnacional y su nueva clase dirigente:

El estado depende estructuralmente del capital; por ejemplo, necesita que el capital invierta en la economía para poder generar empleo y beneficios, por lo que debe implantar políticas que garanticen un clima de inversión favorable para los capitalistas. Está claro que estos dos procesos están en funcionamiento en el capitalismo global. La CCT instrumentaliza directamente a Estados de todo el mundo y, al mismo tiempo, todos los países y la economía global en su conjunto dependen, desde un punto de vista estructural, del capital transnacional. (Robinson, 2023, p. 35).

El proceso de poder omnímodo cada vez más evidente de la clase capitalista transnacional se consolida a través del llamado Estado transnacional. Una red de relaciones sociales que la digitalización y la globalización ha ido tejiendo alrededor del flujo de capital y los diferentes mercados por los que se mueve. Grupos de presión, medios de comunicación, organizaciones gubernamentales o conglomerados financieros serían el ejemplo de algunos agentes que actúan en un plano transnacional, cambiando el tablero del capitalismo actual y convirtiéndolo, como ahora se verá, no solo en un sistema hiperconectado mundialmente, sino también mundialmente represor frente a la clase trabajadora de absolutamente todos los lugares del mundo.

Crisis sistémica y necesidad de control policial

El surgimiento de un Estado policial global es una respuesta del propio sistema a las consecuencias negativas que el mismo genera. Es una reacción frente a la Sociedad del Riesgo que crea para la clase trabajadora: la desigualdad, la precariedad en aumento, los conflictos bélicos entre Estados-Nación, la crisis climática, entre otros ejemplos.

Como es de esperar, estas dinámicas originan una contestación de la clase trabajadora, que demanda soluciones a las problemáticas vitales que el sistema les causa. No obstante, el propio contexto germinado por una crisis sistémica sin precedentes ha propiciado el surgimiento del Estado policial global como herramienta de control social por parte de la clase capitalista transnacional; la cual se expone a enfrentarse a una reyerta de la clase trabajadora a escala global.

William I. Robinson argumenta en la línea de otra de las sociólogas que han estudiado la globalización como Saskia Sassen, que el capitalismo actual está generando de una manera cada vez más evidente un proceso interno dentro la clase trabajadora. En concreto, un proceso de unión entre dos grupos que se han supuesto separados por el marxismo clásico, como son el lumpenproletariado (las personas por debajo de la clase trabajadora, fácilmente manipulables por las élites, como delincuentes o personas sin hogar) y el proletariado. De hecho, Robinson en su obra hace referencia precisamente a esta clasificación dual, criticándola y aportando un nuevo concepto: el de precariado.

Resumidamente, para Robinson, el proceso de flexibilización de la economía y la pérdida de autonomía de los Estados-Nación en la relación capital-trabajo, los cuales han sucumbido bajo las directrices y demandas del capital transnacional, ha hecho que los consensos de décadas anteriores frente a protección estatal se hayan lapidado. En la actualidad, bajo la ola imparable del neoliberalismo, los gobiernos llevan cediendo y recortando derechos laborales para toda la clase trabajadora, aproximándola cada vez más a condiciones precarias.

El precariado, por tanto, se presenta como una circunstancia. La clase trabajadora en su conjunto se ve encorsetada dentro de los marcos de mano de obra o población excedente. Las fronteras entre quien sufre precariedad se difuminan, como también se borran las fronteras entre el lumpen y el proletariado. Yendo a los datos, en 2009, 1530 millones de trabajadoras del mundo estaban en situación de vulnerabilidad. En 2018, el incremento ha sido exponencial, ya que 3500 millones de trabajadores han sufrido problemas para cubrir sus necesidades básicas (Robinson, 2023).

El avance de la digitalización, la crisis climática, el estancamiento de algunos mercados y la automatización progresiva de procesos productivos, han hecho que se sumen a las filas de la humanidad excedente y excluida del mercado laboral cada vez más personas. Aumentando así el ejército de reserva dentro de los procesos capitalistas, garantizando no solo el empeoramiento de las condiciones laborales, sino también la necesidad de control y represión de una clase que vive cada vez en peores condiciones.

Paradójicamente, la reflexión explicada va dirigida a un factor potencialmente positivo para la lucha de la clase trabajadora. Y es que, por un lado, las filas del lumpenproletariado no paran de aumentar y, por otro, la precarización de la clase trabajadora es un proceso indisoluble del primero. Esto hace que exista ahora más que nunca la necesidad y, además, la oportunidad, de aglutinar intereses materiales entre los excluidos del mundo y las víctimas de la precariedad del sistema capitalista.

La guerra cultural en el Estado policial global

El Estado policial global se sirve de muchas estrategias para controlar y reprimir a la población excedente y la disidencia, materializada en las demandas de los movimientos sociales de izquierdas. Las ciudades, cada vez más grandes, convertidas en megalópolis capitalistas, usan la segregación socioespacial para dividir barrios de clases sociales diferentes.

Mientras el crimen, la violencia y la precariedad asola las zonas de las ciudades donde cada vez más población excedente se asienta, las élites transnacionales se aíslan en sus torres de marfil militarizadas, sirviéndose de sofisticados equipos de vigilancia, muros, seguridad privada y aislamiento. Lo descrito es mucho más visible en ciudades de Latinoamérica o África; Lima, México DC, Johannesburgo, El Cairo, etc. Serían algunos ejemplos de ciudades totalmente dividas por muros; unos muros que marcan el acceso o no de las personas dependiendo de la clase social a la que pertenezcan.

Esto sería un ejemplo rápido y resumido de como el Estado policial global se materializa en la ciudad. No obstante, para lograr el control social de todos los millones de personas que componen la clase capitalista excedente, es mucho más rentable y sutil intentar la participación de los oprimidos. El concepto de hegemonía de Antonio Gramsci explicaba como el orden social se conseguía mantener en el capitalismo gracias al consentimiento del propio dominado. Un consentimiento que se lograba con la asimilación de la ideología y la cultura de la clase capitalista.

En la actualidad, se está viviendo una de las ofensivas culturales más fuertes, sino la más fuerte de la historia del capitalismo. A través de redes sociales, literatura, cine, radio y televisión, la cultura de la violencia, el miedo y la seguridad permea como la que más cada cuota de consumo de productos dentro de la industria cultural. La maquinaria capitalista se ha puesto el mono de trabajo, intentando colonizar las mentes a través de discursos mediáticos asentados en la masculinidad, la glorificación de la violencia, el militarismo y una visión neofascista de la relación con la diversidad.

Sin embargo, y a pesar de esto, la batalla cultural está siendo contestada por las propias redes de generación discursiva de la clase trabajadora. Es por esto precisamente por lo que los movimientos sociales o los espacios culturales son perseguidos y criminalizados. En España, desde donde se escribe este artículo, se han vivido distintos casos muy recientes de infiltración policial en movimiento sociales totalmente pacíficos, espacios de clase relacionados con las demandas ecologistas o movimientos vinculados a nacionalismos periféricos. Sin duda, este sería un ejemplo de control, pero no solo eso, sino de prevención para una posible organización como respuesta a la reacción capitalista que solo ha comenzado.

El Estado policial global: el negocio de la violencia

El pasado miércoles 28 de febrero, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, advertía de que “no hay que exagerar riesgos de guerra, pero hay que prepararse para ellos”, en unas declaraciones bastantes polémicas, aunque poco sorprendentes, y que iban hiladas a las propuestas que en las próximas semanas se harán desde la Comisión Europea para realizar compras militares conjuntas en la UE. Una supuesta medida de seguridad y prevención frente a posibles conflictos futuros.

Lo contado sorprende aún menos si se advierte que una de las funciones de la guerra y el gasto militar en el sistema capitalista es la de dar salida a cantidades cada vez mayores de plusvalía acumulada para hacer frente de manera directa al problema de la sobreacumulación y la pérdida de valor en los flujos de capital.

No obstante, Robinson realiza una profundización y actualización de la guerra y la violencia como funcionalidades básicas del capitalismo, argumentando que se han vuelto todavía más centrales. Es claro que las guerras sirven para la apropiación de plusvalía ya que, más allá del saqueo directo, los conflictos bélicos generan condiciones idóneas para que unos grupos puedan generar plusvalía y otros grupos puedan apropiársela. Sin embargo, la clave para comprender al Estado policial global es observar los crecientes papeles de la represión, la violencia y la guerra dentro de la economía política. Entendiendo esta última como la definió el propio Engels: “las leyes que rigen la producción y el intercambio de los medios materiales de vida en la sociedad humana” (Anti-Dühring, Grijalbo, México, 1968, p. 139).

De esta manera, Robinson advierte que la violencia y la guerra empiezan a confluir sobre dos dimensiones: la ya nombrada herramienta para reproducir condiciones donde se pueda extraer plusvalía y la necesidad cada vez más acuciante de control social. Estas dos dimensiones se retroalimentan, generando un Estado policial represor a escala global que le viene muy bien a la clase capitalista transnacional no solo para mantener su hegemonía, sino también para ganar cantidades ingentes de dinero. En palabras de William I. Robinson:

El auge del Estado policial global supone una integración más estrecha del capital y el Estado, y nuevas maneras de articularse que fusionan sectores clave de la economía entorno a la acumulación militarizada (…) El día después de la victoria de Donald Trump, el precio de las acciones de Corrections Corporation of America, la mayor empresa propietaria de prisiones y centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos, se disparó un 40%, al calor de la promesa de Trump de deportar a millones de inmigrantes (Robinson, 2023, p. 144).

Queda claro, de esta manera, como el capitalismo actual y su crisis sistémica van a ir inevitablemente hacia una tesitura de apropiación de plusvalía, generación de valor y apuntalamiento de privilegios a través de una violencia rentable que el Estado policial global está materializando.

El funcionamiento del Estado policial global

Las guerras contra el crimen organizado, contra las drogas, contra los refugiados, el terrorismo, contra el peligro de la inmigración, las propias guerras entre bandos nacionales, todo ello responde a programas colosales de inversiones militares y armamentísticas dentro del capital transnacional y la acumulación y revalorización del propio.

La clase capitalista transnacional tiene la necesidad de mercantilizar cada vez más los ámbitos militares y de control social. Además, tiene también que utilizar esta inversión para el control social de unas masas de clases trabajadoras y populares cada vez más precarizadas.

El 11 de septiembre de 2001 fue el punto de inflexión para consolidar una política de inversión en gasto militar sin precedentes que solo hace que aumentar. Los datos mundiales apuntan a como, desde el año 2006, las inversiones en materia de seguridad y defensa han aumentado un 50%, de 1,4 billones a 2,03 billones de dólares a nivel mundial. Cifras que no cuentan el gasto en seguridad nacional ni los presupuestos que no son visibles (presupuesto secreto de cada estado). Otro indicio del aumento y la consolidación del Estado policial global sería la gran inversión en el mercado de la seguridad privada. Por poner cifras, EEUU invirtió entre 2001 y 2018 uno 6 billones de dólares en seguridad privada, doblando el presupuesto frente a las dos décadas anteriores (Robinson, 2023, p. 147).

Estados Unidos es el ejemplo por antonomasia de Estado militar. Sin embargo, China, Rusia, India, la Unión Europea o Japón son otros estados nacionales que están llevando estas mismas inercias, aumentando el gasto militar considerablemente. Sin ir más lejos, en el caso de España, el gasto militar aumentó en un 29% entre el año 2000 y 2008 (Robinson, 2023, p. 152).

Dentro de este fenómeno hay que destacar la privatización de la seguridad y la violencia, que recae cada vez más en empresas de seguridad privadas. La participación de estas empresas va desde el control y la represión dentro de los estados, a la participación en guerras entre países como mercenarios. Detrás de esta privatización se esconde la relación entre el Estado-Nación, la clase capitalista transnacional y el Estado policial global. La contratación de servicios de seguridad privada permite el flujo de capital desde los Estados-Nación hacia estas empresas, todas ellas propiedades de grandes fondos de inversión, principales agentes económicos de la clase capitalista transnacional.

Israel: el corazón del Estado policial global

Mientras se escribe este artículo, Israel ha asesinado a más de 37.000 palestinos, lo que demuestra la perpetuación de uno de los genocidios más atroces y espeluznantes en mucho tiempo. La violencia acontecida está muy relacionada con el Estado policial global y las consecuencias de sus políticas, como se observará a continuación.

Dentro de la lógica del Estado policial global, Israel es un etnoestado con el mayor índice de militarización del mundo. Su economía se ha ido convirtiendo progresivamente, desde actividades agrícolas e industriales, hasta una economía donde el sector militar y la alta tecnología aplicada son los mayores generadores de valor. De hecho, Tel Aviv y Haifa son dos lugares relacionados directamente con Silicon Valley y su sector empresarial de TIC.

Si se hace una aproximación numérica, Israel tiene más de 200 empresas punteras relacionadas con la ciberseguridad, siendo el segundo país a nivel mundial que exporta dichos servicios (control social, espionaje, rastreo de datos…). Israel es un epicentro exportador de tecnologías óptimas para la represión: la policía de Estados Unidos, fuerzas paramilitares y militares de Colombia o Guatemala en su lucha contra movimientos sociales progresistas, o el propio ejército chino que usa sistemas de control social a nivel nacional para controlar la disidencia política dentro del país, son algunos de los clientes habituales de Israel. Un país que ha podido generar esta industria de muerte tan sofisticada a causa de su condición de etnoestado, donde la población palestina lleva décadas haciendo de conejillo de indias frente a este tipo de tecnología, la cual han sido implementada a través del apartheid al que Israel lleva sometiendo al pueblo palestino desde hace más de cincuenta años. Dicha industria está utilizándose en todo su esplendor en la actualidad, a través de la masacre y control de población palestina. Los intereses del Estado policial global que conjugan inversión militar, violencia y represión, llegan a sus últimas y peores consecuencias ahora mismo en forma de genocidio.

En definitiva, el Estado policial global y la batalla cultural para lograr la aceptación de la clase trabajadora sobre este horizonte de violencia y guerra solo hacen que corroborar los albores de una tempestad venidera, que, en realidad, ya ha empezado. Precisamente por esto, es más necesario que nunca enarbolar propuestas políticas que destapen dicha realidad, poniendo en el centro la lucha de clases, la solidaridad entre pueblos y el camino político para una sociedad que deje de sostenerse en el lucro de la clase capitalista transnacional, un lucro basado en la violencia.

No se debe olvidar que todo lo descrito en este texto es una reacción a la pérdida de hegemonía y a la propia crisis de un sistema, el capitalista, que se resiste a descomponerse, aunque lo vaya a hacer igual. Únicamente depende de la clase trabajadora encauzar esa descomposición y empujar hacia una dirección ecosocialista de ella; hoy por hoy, la única vía que garantiza un buen abrigo frente a la tempestad que vendrá.

Bibliografía:

William I. Robinson: Mano Dura: El estado policial global, los nuevos fascismos y el capitalismo del Siglo XXI. (Errata Naturae, Madrid, 2023).

F. Engels: Anti-Dühring: La revolución de la ciencia por el señor Eugen Dühring. (Clásicos del marxismo, Madrid, 2015).

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/el-ru...

Categorías: Tortuga Antimilitar

La salida militar a la crisis toma cada vez más impulso

Tortuga Antimilitar - 13 May, 2024 - 00:00

Tras dos años de guerra abierta en Europa, lo único que ha prosperado ha sido la industria militar. Así lo refleja, por ejemplo, el selectivo índice MSCI World Aerospace & Defense que subió un 13% en 2022, mientras que el índice general cayó un 18%. En 2023, el índice general subió un 23% diluyendo las pérdidas del año anterior, pero el de la industria defensa creció otro 15,5% más.

Especialmente significativos son los datos de las mayores industrias de la guerra. La cotización de Lockheed Martin, el mayor contratista estadounidense, ha subido un 22% desde enero de 2022. Northrop, quinto fabricante mundial de armas, un 13%, General Dinamics un 28%. Si de promedio las estadounidenses han crecido un 25%, las europeas lo han hecho más rápido y han subido hasta un 75%, impulsadas por el aumento de pedidos de los gobiernos europeos. Entre las más grandes destacan las acciones de las alemanas Rheinmetall, cuya cotización ha pasado de 300 euros por acción en enero a 400 el 20 de febrero (un 33% en dos meses) y Hensoldt que ha subido de 25 a 34 euros en el mismo periodo (un 36%).

En sus previsiones para este sector, Goldman Sachs apunta que el sistema estadounidense de contratos a precio fijo, que obliga a las compañías a asumir pérdidas en caso de que haya imprevistos, limita las opciones de beneficio del sector. Boeing, por ejemplo, ha informado de que el año pasado perdió 139 millones de dólares solo en tres de sus programas con precio fijo y alrededor de 1.800 millones en su negocio de armamento. ‘Defense News' se ha hecho eco de malestar e informa de que otras grandes multinacionales como Northrop Grumman, Lockheed Martin y RTX han logrado un récord de pedidos, pero están traspasando algunos acuerdos importantes a otros contratistas para evitar la pinza de los precios fijos.

Ante esta situación, el Pentágono decidió presentar en febrero la primera Estrategia Industrial de Defensa Nacional del país. El documento dibuja el camino hacia un ecosistema industrial de defensa modernizado, más robusto, resiliente y dinámico. Presentado como un documento destinado a alinear los intereses de la industria y el Gobierno, en la práctica reduce los controles “superfluos”, subraya la importancia de los planes a largo plazo y, lo más importante, apunta que la relación entre los contratistas y el Pentágono debería ser “más predecible y flexible”, lo que significa que la rigidez de los pedidos cerrados a precio fijo parece que tiene los días contados. Sin embargo, Andrew Hunter, subsecretario de adquisiciones, tecnología y logística de la Fuerza Aérea, negó durante un debate organizado por Atlantic Council que vayan a desaparecer.

En cualquier caso, como ha ocurrido con la industria de los semiconductores o los coches eléctricos, consideradas estratégicas, donde el Estado está asumiendo el riesgo de las nuevas inversiones, lo más probable es que las pérdidas de la industria militar también terminen siendo asumidas por el Estado y el freno del precio fijo a los abusos del complejo militar industrial termine pronto.

Un cambio especialmente importante en EEUU que concentra nada menos que el 40% del gasto militar mundial, más que los siguientes 10 países juntos. El Gobierno estadounidense prevé gastar 842.000 millones de dólares en 2024. Un enorme negocio que tiene un importante impacto en la economía del país. El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, señaló hace poco que “el dinero fluirá a través de nuestra industria, creando empleos estadounidenses en más de 30 estados”.

Efecto del gasto militar sobre la economía

En 2023 las ventas de armas estadounidenses al extranjero crecieron alrededor de un 50%, muchas ventas compensaron el envío de antiguo armamento a Ucrania. Como dijo el secretario de Estado, Anthony Blinken: “Si nos fijamos en las inversiones que hicimos en la defensa de Ucrania […] el 90% de la asistencia que hemos proporcionado, en realidad se ha gastado aquí, en EEUU, en nuestras manufacturas, en nuestra producción”. Solo entre enero y lo que llevamos de febrero el Gobierno estadounidense ha aprobado 13 grandes contratos de venta que suman 38.000 millones y que incluye cosas tan dispares como un sistema aerostático de radar para Polonia (1.200 millones), 40 aviones F-35 a Grecia (8.600 millones), drones de vigilancia a la India (3.990 millones), 40 aviones F-16 a Turquía y la modernización de otros 79 (23.000 millones), 8 helicópteros Black Hawk a Croacia (500 millones) y otros contratos más pequeños que comprenden desde misiles aire-aire a Italia, Javelines a Kosovo o lanchas patrulleras a Egipto.

La exportación de armamento se ha convertido en una forma de equilibrar la deficitaria balanza comercial de EEUU con el resto del mundo. La exportación de armamento, como señalan Austin, Blinken y alguna vez ha apuntado también Jens Stoltenberg, crea empleos en EEUU, con lo que el resto del mundo en realidad está financiando la recuperación de la economía estadounidense.

Además, las compras hay que pagarlas con dólares, lo que permite a EEUU reducir la cantidad de dólares en manos extranjeras. Una cuestión cada vez más importante tras la confiscación de los activos rusos que puso en cuestión la fiabilidad del dólar. De hecho, muchos países se están deshaciéndose de la deuda pública norteamericana. Los dos principales tenedores, Japón y China, se han desprendido de casi 350.000 millones de deuda en dos años, aunque todavía mantienen una importante proporción.
El programa de submarinos nucleares

La alianza Aukus entre EEUU, Gran Bretaña y Australia es un buen ejemplo del uso del armamento para desarrollar la propia industria. Según “The Guardian”, el programa costará entre un mínimo de 116.000 millones de dólares (todo el gasto militar ruso en 2024 rondará los 100.000 millones) y un máximo de 368.000 millones durante los próximos 30 años. Los primeros años Australia invertirá cerca de 3.000 millones anuales.

Contempla la construcción de submarinos nucleares de propulsión nuclear de diseño británico, que “incorporará tecnología estadounidense, como sistemas y componentes de propulsión, un sistema de lanzamiento vertical común y armas”. De este modo, el proyecto dará un importante impulso a la industria británica –especialmente interesante ahora que está en recesión– y estadounidense, que los australianos financiarán.

El acuerdo incluiría, según Reuters, la retirada de los submarinos convencionales que utiliza Australia y la compra de tres submarinos de propulsión nuclear de clase Virginia a EEUU en la década de 2030 (con la opción de comprar dos más). De este modo. EEUU no solo se asegura la compatibilidad de los nuevos submarinos australianos con los suyos, sino una amplia cartera de pedidos para su industria. Más recursos australianos para crear puestos de trabajo estadounidenses.

Los expertos señalan que no tiene mucho sentido el uso de este tipo de submarinos si no va a llevar armas nucleares. Pese a la tajante negativa al respecto, todo el mundo entiende que en una situación de necesidad los yanquis tendrán submarinos apropiados para sus misiles nucleares; eso sí, pagados por los australianos. Un negocio redondo.

Europa también apuesta por las armas

Los líderes europeos también han visto en la industria del armamento la salida a una situación económica delicada. El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo durante la ceremonia de inicio de obras de una nueva planta de producción de munición del fabricante de armamento Rheinmetall en Unterlüß que “debemos pasar de la fabricación a la producción en masa de armamentos”. De sus palabras se desprende que el Gobierno alemán fía la recuperación de la economía germana a la industria militar. Una apuesta muy peligrosa que Scholz justificó con una afirmación falsa: “Aquellos que quieren la paz deben poder disuadir con éxito a los agresores”. Las armas nunca sirven para disuadir; por el contrario, multiplican las posibilidades de confrontación armada.

El presidente francés, Emmanuel Macron, apuesta también por ese camino. Durante una visita a la base naval de Cherburgo volvió a decir que la industria de defensa debe pasar al “modo de economía de guerra”. Otro llamamiento a revitalizar la actividad económica fabricando armamento. Parece que ningún dirigente europeo ha aprendido nada de la experiencia histórica.

Con la industria militar el mundo pierde no una, sino dos veces: una cuando deja de fabricar productos útiles para construir armas y otra cuando invierte recursos en la compra de armas que solamente tienen un destino: ser destruidas en una guerra.

Isidro Esnaola redactor de opinión, especializado en economía.

Fuente: https://www.naiz.eus/eu/info/notici...

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