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España actúa como puerto de tránsito de material militar a Israel a pesar de la suspensión anunciada por el gobierno
Olga Rodríguez / Pol Pareja
El 16 de mayo de 2024 el Gobierno de España anunció que prohibiría atracar en sus puertos a los buques cargados con material militar con destino a Israel. Sin embargo, una investigación de Progressive International (Internacional Progresista) y Palestinian Youth Movement a la que ha tenido acceso elDiario.es desvela que hubo al menos 25 trayectos desde EEUU con carga militar entre mayo y septiembre de este año que hicieron escala en el puerto de Algeciras antes de proseguir hacia su destinatario final: el Ministerio de Defensa de Israel (IMOD).
Los investigadores han detectado 1.185 envíos con suministros militares de más de 13.000 toneladas métricas que siguieron esa ruta. Este diario ha podido verificar esa información a través de bases de datos comerciales. Entre esas remesas hay placas blindadas (203 envíos), vehículos blindados (57 envíos), motores, piezas de vehículos y de aeronaves, neumáticos para aviones, cuerpos de proyectiles, equipo militar diverso, otros artículos varios y carga no identificada (431 envíos).
Ante preguntas de este medio, una fuente oficial del Ministerio de Exteriores explica que están “analizando las informaciones” con los “ministerios competentes” para “esclarecer lo sucedido”. La misma fuente añade que en caso de confirmarse lo que desvela este lunes elDiario.es, “se adoptarán todas las medidas necesarias” para garantizar “que se deje de utilizar” un puerto español como escala para mandar material militar a Israel.
En mayo de este año, ante varias alertas sobre barcos sospechosos de llevar armas a territorio israelí, el ministro de Exteriores, José María Albares, afirmó que el Ejecutivo “no permitiría” que los barcos con material militar destino a Israel hicieran escala en España. “A partir de ahí, yo creo que cualquier polémica es estéril y superflua”, concluyó.
La relatora de Naciones Unidas, Francesca Albanese, y organizaciones como Human Rights Watch solicitaron a España que inspeccionara aquellos buques para asegurarse de que no transportaban material militar. Finalmente, se desvió la ruta de uno de esos dos barcos para evitar que atracara en territorio español. “Es la primera vez que lo hacemos, porque es la primera vez que detectamos un barco que lleva un cargamento de armas a Israel y que quiere hacer escala en un puerto español”, indicó entonces el ministro Albares.
A pesar de aquel anuncio del Gobierno español, esta nueva investigación indica que “rara vez se ha perdido un viaje semanal” entre mayo y septiembre de 2024 en esta línea de envío desde EEUU al Ministerio de Defensa israelí, con tránsito por Algeciras, a través de la la empresa de transporte y logística Maersk.
“Exteriores ha rechazado y seguirá rechazando todas las solicitudes de escala en puertos españoles de buques con material militar y destino final a Israel”, insisten desde el Ministerio.
La Ley española 53/2007 establece pleno compromiso con el Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, que prohíbe las transferencias —lo que incluye el tránsito— de material militar a destinatarios que puedan usarlo para cometer crímenes de guerra como ataques a civiles, crímenes de de lesa humanidad o genocidio, lo que sitúa a Israel en un destino no compatible con dicho Tratado. La propia transferencia de población del Estado ocupante –Israel– al territorio palestino ocupado constituye un crimen de guerra, según numerosos juristas expertos derecho internacional.
Además, la resolución de la Asamblea de la ONU aprobada en septiembre –con 124 votos a favor, incluido el de España– ordena la suspensión de las inversiones, el comercio y las transferencias -lo que incluye el tránsito- que puedan contribuir a la ocupación ilegal israelí o usarse como material militar en los territorios palestinos.
Todos los envíos desde EEUU que pasaron por Algeciras entre mayo y septiembre fueron registrados en nombre del Ministerio de Defensa israelí. La dirección comercial indicada para cada entrada de datos corresponde a la de Interglobal Forwarding Services (IFS), una empresa consignadora y transportadora estadounidense registrada en Jersey.
IFS opera para el Ministerio de Defensa de Israel junto con la compañía G&B Packing Company, Inc., según señalan los investigadores de la Internacional Progresista. G&B Packing Company también está registrada en Jersey City, Nueva Jersey, y se encarga de recibir y procesar licencias de exportación aprobadas en Estados Unidos en nombre de Israel.
En su página web, Interglobal Forwarding Services (IFS) dice ofrecer “una gama completa de servicios de transporte de carga de todo el mundo”. La empresa asegura estar especializada en “Ventas Militares Extranjeras (FMS) y contratos de defensa” y en “requisitos de cumplimiento comercial (Licencias de exportación e importación)”.
IFS ha sido citada en múltiples ocasiones en asuntos relacionados con el comercio de armas a Israel. En particular, el informe titulado Fatal Freight (2017), del International Peace Information Service (IPIS), detalla cómo esta compañía sirvió durante la ofensiva israelí de 2014 contra Gaza (“Operación Muro Protector”) para ocultar información sobre las empresas que enviaban equipamiento militar a Israel. De ese modo, los documentos sobre los envíos, y las facturas de carga —lo que se conoce como conocimientos de embarque— no incluían el nombre de esas compañías suministradoras de material militar para Tel Aviv.
La investigación señala que IFS ha facilitado durante al menos una década envíos militares desde fabricantes de armas de EEUU al Ministerio de Defensa israelí y sirvió “para ocultar las identidades de estos fabricantes de armas”.
También apunta que, “considerando la acción del Gobierno español en mayo para bloquear los envíos militares a Israel”, es “muy posible” que el Ministerio de Defensa israelí “esté ocultando intencionalmente la verdadera naturaleza de este cargamento” para “burlar las restricciones a los envíos de armas”.
Más barcos en camino
El próximo 9 de noviembre está previsto que atraque en el puerto de Algeciras el buque Maersk Denver, procedente del puerto Newark-Elizabeth. Otro barco, el Maersk Seletar, llegará a Algeciras el 15 de noviembre. Con datos “disponibles para la autoridad portuaria, se puede determinar si cualquiera de esos dos buques contiene carga de Interglobal Forwarding Services enviada en nombre del Ministerio de Defensa israelí”, indica uno de los investigadores.
Envíos y adjudicaciones en 2023-2024
En febrero de este año elDiario.es desveló que, a pesar de la suspensión anunciada, España sí había realizado envíos de armamento a Israel en octubre, noviembre y diciembre de 2023. En el caso de diciembre, ese cargamento tenía como destino final Filipinas, tras su paso por territorio israelí. España también envió material militar en enero y febrero de 2024, para ser reexportado a Filipinas.
En julio elDiario.es informó de una nueva investigación del Centre Dèlas de Estudios por la Paz en la que se mostraba que, desde el 7 de octubre de 2023, España destinó 1.027 millones de euros para adquirir material militar israelí de empresas que se lucran con las masacres en Gaza y la ocupación ilegal.
Varios colectivos, integrados en la campaña Fin al Comercio de Armas con Israel, demandan desde hace tiempo un embargo formal y la revocación de todos los contratos vigentes de material militar cuyo destino u origen sea el Estado de Israel. A ello se suma una carta reciente, firmada por 300 personalidades del mundo de la cultura, en la que se pide al presidente Pedro Sánchez un embargo integral de armas a Israel, incluido “el tránsito de armas y combustible militar por nuestro territorio”.
El pasado 22 de octubre la ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó por primera vez que todas las adjudicaciones a empresas de armamento israelíes están paralizadas, pero no despejó dudas sobre los contratos de compra de material militar israelí que seguían su curso hasta hace pocas semanas.
Hace seis días la Cadena SER informó de una compra de 15 millones de balas israelíes por más de seis millones de euros, adjudicada el pasado 21 de octubre, según se puede comprobar a través de datos públicos. La difusión de esta información provocó la reacción del Ministerio de Interior español, que anunció el inicio de un proceso “para anular dicha compra”, sin dar detalles sobre las condiciones de la claúsula de cancelación del contrato.
El 28 de octubre Sudáfrica entregó a la Corte Internacional de Justicia “nuevas pruebas sobre acciones genocidas en Gaza”. También hace unos días la relatora de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, presentó un nuevo informe de 35 páginas en el que documenta con detalle “los patrones de conducta” que muestran la intención de Israel de emplear “actos genocidas”. Albanese señala que desde su informe anterior, publicado en marzo, “los actos genocidas se han multiplicado”.
Según cifras oficiales, ya hay al menos 43.204 muertos y 101.641 personas heridas en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. A estas cantidades habría que añadir un número indeterminado de desaparecidos bajo los escombros, así como las muertes provocadas por el bloqueo intencionado de ayuda humanitaria por parte de Israel, que está causando hambre y enfermedades. Expertos en salud pública calculan que el número de fallecidos por causas directas e indirectas podría superar los 180.000. A pesar de las denuncias, siguen registrándose nuevas matanzas de civiles.
Benito Moreno: Ra, ra, ra (en directo, 1976)
CANCION DE AUTOR Y OTRAS HIERBAS. CONTRACORRIENTE
Hermano del cantante y humorista Josele componente del grupo "Los Payos", entre otros, y del pintor Maximo Moreno, excepcional portadista de muchos Lps del sello Gong, este artista multidisciplinario pasó en el año 1976 por el programa de television española "Mundo Pop" conducido por Moncho Alpuente y Gonzalo García Pelayo, creador del sello Gong de Movieplay, sello fundamental en la historia de la música española, gracias al cual saltaron a la fama artistas de la talla de Lole y Manuel, Triana o la mayor parte de los cantautores españoles y extranjeros que se popularizaron durante la transición española.
En la Wikipeida tienen una biografia muy precisa de la trayectoria de Don Benito -el cantante, no el pueblo extremeño-.
Aqui les dejo el enlace:
https://es.wikipedia.org/wiki/Benit...
El tema que aquí les queda abría el segundo trabajo de Benito Moreno que llevaba por nombre "Ellos Y Ellos Y Ellos Y...Ella" y ha sido su tema más popular ya que, durante muchos años, sirvió de sintonía de los programas deportivos conducidos en la radio por José Ramón de la Morena, que durante años eran los mas escuchados por los españoles ("El Larguero" en la cadena SER y el "Transistor" en Onda Cero").
RA, RA, RA (Benito Moreno)
Por Dios Hombre, que la liga
que se le cae a tu amiga
no es la liga de "futbol",
no es la liga de "futbol"
que se pierde con un gol.
Ra, ra, ra,
el lobito está jugando,
tralala larala lalala,
los borreguitos mirando.
Cuando hables del partido
con algún desconocido,
aclara que es de deporte,
aclara lo de deporte
por evitar que te corte.
Ra, ra, ra,
el lobito está perdiendo,
tralala larala lalala,
los borreguitos sufriendo.
No hay que confundir melenas,
gente rara y gente buena,
los buenos son futbolistas,
los machos son futbolistas,
los raros somos artistas.
Ra, ra, ra,
el lobito está empatando,
tralala larala lalala,
los borreguitos saltando.
Los que ganan el dinero
son pelucas extranjeros,
en eso los españoles,
en eso los españoles
no sabemos meter goles.
Ra, ra, ra,
el lobito está ganando,
tralala larala lalala,
los borreguitos balando.
Tu afición es sentimiento
y tiene mucho alimento,
di que tú eres el mejor,
hincha, tú eres el mejor
escuchando el transistor.
Ra, ra, ra,
el lobito está cobrando,
tralala larala lalala,
los borreguitos pagando.
El lobito descansaba,
tralala larala lalala,
los borreguitos cantaban,
ra, ra, ra,
ra, ra, ra,
ra, ra, ra."
La reunión de los BRICS y la trampa del dólar
Jair de Souza
Fuentes: Rebelión
En la XVI Cumbre de los BRICS celebrada recientemente en Kazán, Rusia, una de las principales preocupaciones presentes en los debates y plasmada en la resolución final se refiere a la necesidad de buscar alternativas que nos permitan salir de la trampa mortal que representa la vinculación del comercio internacional al dólar estadounidense.
Para que podamos tener una mejor comprensión del significado real del vínculo actual entre las transacciones transnacionales y la moneda estadounidense, nos sería oportuno hacer un breve repaso histórico de cómo surgió y evolucionó a lo largo del tiempo el modelo que nos aprisiona y nos causa tantos trastornos.
En 1944, poco antes de que se consumara la ya prevista derrota definitiva de la Alemania hitleriana en la Segunda Guerra Mundial, las potencias que lideraban el bando opuesto al Eje nazi organizaron una reunión en la ciudad de Bretton Woods, en los Estados Unidos, para delinear las bases de lo que constituiría el nuevo orden internacional que iba a prevalecer en la nueva situación geopolítica que se estaba consolidando.
Debido al enorme poderío militar y económico que ostentaban los Estados Unidos en ese momento, el dólar se ganó la categoría de moneda base para las transacciones internacionales. En consonancia con lo anterior, se estipuló que habría una convertibilidad entre el dólar y el oro. En otras palabras, la nación que tuviera una cierta cantidad de moneda estadounidense podría en cualquier momento exigir su conversión a su equivalente en oro. Fue bajo estas condiciones que el dólar pasó a desempeñar el papel de medio de pago de referencia para el comercio exterior.
Pero, teniendo en cuenta su enorme hegemonía sobre todos los países fuera del bloque socialista, en 1971, durante la administración de Richard Nixon, las autoridades financieras estadounidenses tomaron la decisión de poner fin a la convertibilidad de su moneda en oro. Así, desde entonces, el comercio internacional viene realizándose sobre la base de una moneda fiduciaria enteramente subordinada a las determinaciones arbitrarias emanadas de los Estados Unidos.
Amparándose em este mecanismo totalmente desvinculado de factores económicos reales, la economía norteamericana ha adquirido una faceta de parasitismo como nunca antes en la historia se había visto. Al lograr mantener la continuidad del dólar como medio básico de pago sin verse obligado a respaldar sus emisiones monetarias con reservas reales de oro, los Estados Unidos ya no tendrían que preocuparse por el tema de su déficit presupuestario. Al final, los desequilibrios que se produjeran acabarían siendo compartidos o, de hecho, transferidos a todos los demás países del sistema internacional. Por lo tanto, bastaría con que los Estados Unidos emitieran más dólares para que sus cuentas se equilibraran, es decir, serían los otros países los que serían penalizados por los desbarajustes generados por las emisiones no respaldadas realizadas por los Estados Unidos.
No cabe duda de que tan poderoso instrumento de manipulación financiera ha dotado a los Estados Unidos de una capacidad de expansión y fortalecimiento de su poder sin parangón en todo nuestro planeta. Todo ello sin depender de la fuerza de su economía productiva real. Así, los gigantescos costos de instalar y mantener bases militares en los puntos geopolíticamente más estratégicos del mundo podrían ser absorbidos casi sin ningún sacrificio de su parte. Serían las demás naciones del mundo las que pagarían por los gastos en que incurrieran los Estados Unidos para imponer a todos su incomparable fuerza militar de intervención.
Como sabemos, hay actualmente alrededor de 900 bases militares estadounidenses desparramadas por todos los continentes, listas para entrar en acción en cuanto los líderes de esta megapotencia imperialista evalúen que sus intereses geopolíticos están en riesgo. Por cierto, para evitar que algún remoto punto del planeta quede fuera del alcance de este gigantesco aparato de dominación y muerte, el actual presidente nazi-fascista de Argentina, Javier Milei, ya les ha ofrecido a sus tutores estadounidenses la posibilidad de instalar otra de sus bases en la región antártica.
En consecuencia, es esta gigantesca estructura militar la que sirve como el principal punto de apoyo para que el parasitario capital financiero estadounidense siga acumulando enormes beneficios sin tener que emprender ninguna actividad económica de verdadera utilidad. Y para que este monstruoso mecanismo de intervención pueda asegurarse su supervivencia, es imperativo que el dólar continúe desempeñando el papel de moneda de aceptación común en el comercio entre diferentes naciones. Esto se debe a que, evidentemente, los Estados Unidos no tienen ninguna posibilidad de asumir los gastos de todo este aparato a base de la producción efectiva de su ya debilitada y obsoleta estructura económica.
Además, el sistema en vigor está totalmente sometido a los designios de los controladores financieros estadounidenses. Como resultado, las sanciones, los boicots, las confiscaciones y las expropiaciones (robos) pueden ocurrir en cualquier momento, dejando a los países menos poderosos completamente sujetos a la arbitrariedad de quienes dominan las instituciones reguladoras del dólar. Para que quede claro que no nos estamos refiriendo a una mera hipótesis, recordemos los recientes acontecimientos en los que varias naciones fueron literalmente despojadas de sus activos a través de acciones urdidas por estas instituciones subordinadas a los emisores de la moneda: son los casos ocurridos con Libia hace poco más de una década, con Irán y, más recientemente, con Venezuela y Rusia.
Entonces, aunque a primera vista esto pueda parecer de poca relevancia, la persistencia del dólar como moneda del sistema internacional de pagos es, de hecho, una condición indispensable para que los Estados Unidos puedan ejercer su hegemonía como gran potencia en el escenario mundial. Por lo tanto, poner fin a tal disparate equivale a asestar un violento golpe a las aspiraciones de los Estados Unidos de aferrarse en el mando geopolítico del mundo, succionando los recursos de otros países, en especial de aquellos que conforman la periferia del capitalismo. Parafraseando esto de manera más coloquial: «para que no sigan chupando la sangre de las naciones periféricas».
Sin embargo, si abandonamos el dólar como moneda estándar en el comercio exterior, ¿qué vamos a utilizar en su lugar? Bueno, la respuesta a esto no es tan simple de llevar a cabo como podría parecer. Pero las alternativas pueden y deben surgir de los debates que se llevarán a cabo en los diferentes países que sienten la necesidad de resolver este problema.
Podemos imaginar que, en una primera etapa, surgirá una moneda contable derivada de una ponderación entre las diferentes monedas nacionales de los actuales países vinculados a los BRICS, por ejemplo. Sería una forma de permitir que las transacciones realizadas entre los miembros y asociados de este bloque se guiaran por esta ponderación contable derivada de sus monedas nacionales. A medida que avanza el proceso, las cosas deben ajustarse y corregirse, hasta que surja una alternativa que demuestre ser realmente la más apropiada y adecuada para convertirse en el nuevo estándar efectivo del comercio internacional.
Lo que realmente no podemos aceptar es que no se cuestione el actual esquema de parasitismo que prevalece debido al uso del dólar para tal función.
Publicado originalmente en portugués en: https://www.brasil247.com/blog/o-en...
Tomado de:https://rebelion.org/la-reunion-de-...
Sobre Disney, los judíos y la doble vara
El pasado verano pasé casi todos los fines de semana en familia y, aprovechando el número creciente de niños y la suscripción a Disney+, decidimos revisitar los clásicos de animación juntos.
Al principio me llamó la atención es que la mayoría de ellos (Blancanieves, Pinocho, La dama y el vagabundo...) aparecen clasificados para mayores de seis años, pero la primera sorpresa llegó cuando le tocó el turno a Peter Pan, que muestra el siguiente mensaje al inicio de la proyección:
Si bien se podría discutir largo y tendido (o escribir muchos comentarios en Menéame) sobre el tema, sentí un gran alivio al ver que habían decidido dejar el material original intacto. Sí, la representación de los indios es estereotipada y roza lo grotesco, pero se trata de una película de los años 50 basada en un libro escrito a principios del siglo pasado. Poner un aviso apelando a la educación y respetar el original me pareció una buena solución.
Ya picada por el gusanillo, volví a ver los primeros cortos por mi cuenta en busca de mensajes similares, pero encontré algo muy distinto a lo que esperaba en Los tres cerditos.
Concretamente, hay una escena en la que el lobo se disfraza de vendedor de cepillos para engañar a los hermanos cerditos.
Esta es una imagen de la escena original:
Y esto es lo que muestra Disney+:
¿Notáis alguna diferencia?
Al parecer, para los dueños actuales de Disney, mostrar a los indios de forma inapropiada es un error propio de la época, pero hacer lo mismo con los judíos es inadmisible y motivo de autocensura.
Juzgad vosotros mismos.
El PCE denuncia la ilegalidad del aumento de la presencia militar estadounidense en Rota
Los comunistas llaman a movilizarse contra el aumento del belicismo y contra el mantenimiento de las bases de la OTAN.
Mundo Obrero Redacción
El Partido Comunista de España (PCE) alerta de que en los próximos meses se espera la llegada de un sexto destructor estadounidense, que se sumaría a la llegada del USS Oscar Austin denunciada por la organización en un comunicado del pasado 18 de octubre.
El Partido Comunista de España (PCE) emitió un comunicado el pasado 18 de octubre denunciando la llegada del destructor USS Oscar Austin a la base naval de Rota, lo que eleva a cinco el número de este tipo de embarcaciones estadounidenses en territorio español, con la previsión de incorporar una sexta unidad en los próximos meses.
Según señala la organización política, este despliegue supondrá un incremento de casi mil efectivos militares estadounidenses en España, elevando el total a más de cuatro mil, sin contar familiares y personal contratista. El PCE advierte que esta expansión militar está vinculada al «escudo antimisiles» de Estados Unidos en Europa, lo que, en su opinión, «representa un serio peligro para España» y constituye «una evidente amenaza a la paz».
El partido recuerda que la incorporación de España a la OTAN se realizó bajo tres condiciones específicas que, según afirman, no se han cumplido:
La no incorporación a la estructura militar integrada
La prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español
La reducción progresiva de la presencia militar estadounidense en España
En este contexto, el PCE ha calificado el nuevo despliegue como «manifiestamente ilegal» y ha expresado su preocupación por los planes del Ministerio de Defensa de estudiar una posible ampliación de la base de Rota.
La organización ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas y sociales de izquierda, entidades sociales, sindicatos y ciudadanía en general para que se pronuncien en contra de este despliegue militar. Además, ha anunciado que impulsará la formación de «organismos unitarios de movilización contra la OTAN» para convocar actos de protesta y manifestaciones.
El comunicado también contextualiza esta situación en el marco internacional actual, haciendo referencia al conflicto en Gaza y la guerra en Ucrania, situaciones que, según el partido, aumentan la gravedad del momento actual en términos de paz mundial.
La formación política ha concluido su comunicado con el histórico lema «OTAN, no; bases, fuera», reafirmando su posición tradicional respecto a la presencia militar extranjera en territorio español.
¿De qué hablamos exactamente?
«De la pseudociencia a la conspiración. Un viaje por la espiritualidad New Age»
Pablo San José Alonso.
Ver índice y enlace a todos los capítulos
No resulta fácil definir, nombrar ni delimitar este amplio espectro de creencias, prácticas y sistemas de aproximación a la realidad cuyo denominador común es el desafío a los paradigmas de conocimiento consolidados. La etiqueta «espiritualidad New Age», a pesar de las razones de tipo histórico esbozadas arriba, no deja de ser una apuesta. De hecho, aunque esta amalgama de herencias místicas y filosóficas neorrománticas y orientalizantes aleada en el crisol de la posmodernidad con los movimientos contraculturales del siglo XX que, más o menos, constituye el New Age, sea el tronco, el andamio principal de la estructura de pensamiento que estudiamos, lo cierto es que sus desarrollos concretos —numerosos y sumamente heterogéneos— no siempre se ajustan, o no lo hacen del todo, a las definiciones que venimos manejando. Es precisamente una característica de esta espiritualidad o sistema de pensamiento su ausencia total de estructura, centralidad o simplemente coordinación. Así como de programa, constitución, doctrina o cualquier tipo de principio o consenso ideológico convenido o instituido de alguna forma. Y ello es lo que, a pesar de algunas opiniones que defienden el término, nos impide hablar de «movimiento». La Wikipedia, en su entrada (1) sobre la Nueva Era o New Age asegura que ésta «promueve una mezcla inconsistente y heterogénea de distintos cultos, corrientes filosóficas, doctrinas, ideologías, terapias, etc.» Lo que conlleva que «en la práctica muchas personas se sumergen o están inmersas en el movimiento Nueva Era sin siquiera percatarse de ello, debido a la naturaleza del mismo: sincretismo, informalidad y descentralización».
La entrada de la Wikipedia citada ofrece un amplio listado de prácticas que se encuadrarían en el New Age y podrían ayudar a definirlo: «el orientalismo, el esoterismo, la medicina alternativa, el ocultismo, el relativismo, el sincretismo religioso (…) la hechicería y las supersticiones (…) la adivinación, la astrología, la telepatía (…) el higienismo (…) el chamanismo (…) la antroposofía (…) el reiki, yoga, cábala, veganismo, meditación trascendental, acupuntura (…) homeopatía...» La enumeración, desde luego, puede ser mucho más extensa y cabe entender que ha de incluir también a determinados tipos de pensamiento que, sin constituir una práctica concreta como las anteriores, comparten con ellas la misma epistemología reactiva.
A continuación trataremos de esbozar una enumeración que, aunque no logre una exhaustividad imposible de alcanzar dado el dinamismo del fenómeno que analizamos, al menos muestre una fotografía lo más completa posible de lo que éste es en el momento actual. Para facilitar la comprensión del esquema trataré de agrupar, en la medida de lo posible, las prácticas y los sistemas de pensamiento del New Age en varias areas temáticas.
En primer lugar cabe hablar de la pseudociencia de tipo sanitario. En este apartado contamos terapias de sanación tan añejas como la homeopatía (que aglutina las ideologías en torno a las capacidades energéticas y espirituales del agua, su «memoria» y, más allá, las teorías astrológicas en torno a la «Era de Acuario»), la acupuntura y, en general, la llamada medicina tradicional china. Terapias de implantación algo más reciente como el reiki (sucesor de las sanaciones por imposición de manos a cargo de curanderos o ministros espirituales), la quiropráctica, las flores de Bach y similares. Alternativas farmacéuticas basadas en relecturas y «nuevos descubrimientos» del uso tradicional de plantas medicinales, o en el empleo de minerales para crear nuevos compuestos con métodos «caseros» (dióxido de cloro…) Prácticas con la salud integral como meta: el ayuno discontinuo, la alimentación macrobiótica, la dieta alcalina… Tratamientos de tipo psicológico como las constelaciones familiares, la terapia Gestalt (sobre la que hay controversia a la hora de etiquetarla o no como pseudociencia), programación neurolingüística, dianética y eneagrama de la personalidad. También cabe hablar de los enfoques y terapias pseudocientíficos con un objetivo explícitamente holístico (aunque todas las alternativas descritas contemplan, de unas u otras maneras, la sanación holística): la Nueva Medicina Germánica y sus desarrollos: la biodescodificación y la bioneuroemoción. Por último, como complemento de todas estas prácticas, hay que añadir a la enumeración de lo pseudocientífico en relación a la medicina, el tipo de pensamiento que cree descubrir conspiraciones en los estamentos políticos, médicos y en la industria farmacéutica con fines variados: mantener enferma (o envenenada) a la población, ejercer por estos medios algún tipo de control demográfico o social o, simplemente, vender a toda costa ingentes cantidades de medicamentos perfectamente prescindibles. Las teorías de la conspiración al respecto que mayor proyección han tenido en tiempos recientes son el movimiento antivacunas y el negacionismo del covid-19. Éste último adopta diferentes enfoques.
La pseudociencia no solo se circunscribe a aspectos médicos y también afecta a otras disciplinas, a casi cualquier ciencia, de hecho. Por ejemplo: en el campo de la biología se dan teorías neo-lamarckianas que ponen en entredicho la selección natural como factor evolutivo. O planteamientos, de base religiosa éstos, que tratan de cuadrar científicamente la evolución con las narraciones bíblicas al respecto (creacionismo, diseño inteligente…). En el terreno de la filología, postulados que sostienen evoluciones lingüísticas propias, sin relación con el latín, de las lenguas romances, o conexiones entre idiomas muy distantes en el planeta basadas en coincidencias fonéticas. La ciencia histórica asiste a todo tipo de revisiones pseudocientíficas que tratan de encajar variados acontecimientos del pasado con ideologías del presente de corte ultraderechista, nacionalista, tradicionalista, etc. La física padece, también, un sinnúmero de desafíos. Se dan, por ejemplo, interpretaciones de la física cuántica de orientación astrológica que niegan las propias leyes de la termodinámica. Llevado al terreno de la ingeniería, son múltiples las propuestas (habitualmente acompañadas de teorías de la conspiración que tratan de explicar porqué dichos diseños no llegan a ejecutarse) sobre artefactos de movimiento continuo o alimentados por combustibles como el agua o el aire, es decir, que consumen menos energía (o recuperan la misma) de la que producen. En dicho ámbito, por su evidente vertiente práctica, abundan las interpretaciones alternativas (por ejemplo, supuestos efectos nocivos para la salud de las ondas no ionizantes: radiofrecuencias; wifi, 5G…) y las teorías de la conspiración: secuestro de los descubrimientos de Nikola Tesla, estelas de condensación de los aviones como vertidos intencionados de gases (chemtrails), planes secretos para alterar o transformar el clima de la Tierra (geoingeniería), etc.
En tercer lugar podemos nombrar un conjunto de prácticas y pensamientos New Age a los que, por etiquetar de alguna forma y sin intención peyorativa ninguna, llamaremos «cultura neohippy». En general se trata de cuestiones muy relacionadas con la ecología, lo integral, lo «bio»… y el rechazo de todo aquello que pueda ser considerado artificial, industrial, químico..., o de cualquier intervención humana en los procesos de la naturaleza. Por ejemplo, el naturismo, el vegetarianismo, el yoga y la meditación, bioconstrucción, feng shui, agricultura ecológica o biodinámica (que es un ámbito diverso con propuestas muy variadas como, por ejemplo, la permacultura o determinados enfoques del movimiento antitransgénicos centrados en la peligrosidad para la salud de dichos vegetales por el hecho de ser genéticamente modificados). Recuperación de «saberes» ancestrales, asimismo, relacionados con la agricultura como las cabañuelas o témporas, la influencia de la luna, los zahoríes… Reciclaje de rituales chamánicos e importación de tradiciones indígenas remotas en torno al uso de sustancias estupefacientes. Sistemas de educación y crianza basados en los «apegos», parto al margen de los sistemas sanitarios, lactancia y colechos muy dilatados en el tiempo, pedagogías anormativas… Filosofías de corte místico y orientalizante como la teosofía y la antroposofía. Creencias esotéricas en torno al mito de la Era de Acuario: niños índigo, visión extraocular, telepatía, teorías sobre la intervención extraterrestre como causa de evolución…
Hay también un apartado en el que podemos aglutinar las creencias que podríamos definir como esotéricas y ocultistas, muchas de las cuales entroncan con las tradiciones decimonónicas que presentábamos más arriba, y que suelen gozar de cierto éxito entre las clases menos instruidas de Occidente. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la astrología: los signos del zodiaco, las cartas astrales, el horóscopo… Creencias, asimismo de tipo astrológico, vinculadas a antiguas civilizaciones como la incaica, maya, egipcia, china, hindú… Gemología, numerología, contacto con ángeles y espíritus, «seres» del bosque y las aguas… Técnicas de adivinación como la quiromancia, el tarot... Prácticas ultrasensoriales y parapsicológicas como los viajes astrales, la telepatía, telequinesia… La enumeración de toda la oferta de creencias y prácticas concretas de este tipo sería bastante larga (1).
En otro orden de cosas cabe también hacer un listado de los sistemas de aproximación y análisis de la realidad de tipo conspirativo que emanan del New Age. Para una mejor comprensión de esta clasificación taxonómica que intento me referiré a dos grandes grupos de teorías de este tenor: el conspiracionismo de carácter «antisistema» y el de sesgo tradicionalista o «reaccionario», no siempre pensados ambos por personas distintas. El primero de ellos presenta una serie de tesis que orbitan en torno a cómo determinados sistemas de dominación mantienen un control mundial colegiado en la sombra para que ciertas clases de prohombres del capitalismo (familias como Rothschild, Rockefeller, hoy Elon Musk...) perpetúen su poder, el control de la economía, de los Estados, de las masas poblacionales… o lo acrecienten. Quienes mantienen este tipo de pensamiento, en su mayoría personas procedentes o cercanas a sensibilidades ácratas y libertarias, suelen hablar de un proyecto denominado Nuevo Orden Mundial, de la organización masónica de los Illuminati o de la Nobleza Negra Veneciana. Se suele citar el Club de Bilderberg, el Foro de Davos y otros espacios no abiertos al público o de carácter semirrestringido donde coinciden importantes personajes de la política y los negocios como ámbitos relacionados con los anteriores proyectos de dominación. No es infrecuente, y hemos de volver a cuestiones que hemos enumerado antes, ya que las diferentes creencias New Age tienden a solaparse unas con otras, que quienes hacen esta lectura de la realidad asuman también teorías conspiratorias como la de los chemtrails y el control del clima, la de la falsedad de la existencia del virus del SIDA, la consideración del 11-S como un atentado de falsa bandera, etc. En relación a la pandemia del coronavirus estas mismas personas, casi sin excepción, mantuvieron un perfil netamente negacionista atribuyendo todo lo que estaba ocurriendo a una conjura de los agentes citados arriba u otros parecidos, con el objetivo de implementar masivamente un «reseteo», una premeditada agenda para el control social de carácter dictatorial. Algunas versiones llegaron también a plantear la teoría del genocidio de personas ancianas como estrategia del poder para desprenderse de población dependiente prescindible en Occidente.
El segundo gran grupo de teorías conspirativas que deseo distinguir a pesar de los numerosos nexos, sutiles similitudes y elementos interpretativos que comparten estas dos visiones aparentemente divergentes, se define por una identidad previa que es fácilmente identificable con ideologías conservadoras, tradicionalistas e, incluso, ultraderechistas. Más tarde analizaremos la causalidad y composición de estos puntos de vista en relación a la sensibilidad New Age que estudiamos. Dado que el sesgo común que comparten quienes sostienen este tipo de creencias es su visión negativa e incluso su hostilidad hacia el progresismo y la izquierda en general, los movimientos sociales de dicha identidad estarán en el centro de la diana de sus teorías conspirativas. Así, la propuesta principal y que sirve de marco a las demás vuelve a ser la de una conjura que, en este caso, estaría controlando y manipulando a dichas fuerzas izquierdistas en beneficio de un similar proyecto secreto de dictadura mundial. Cambian los sujetos de la conspiración, que pasarían a ser grandes magnates de supuesta filiación progresista como Bill Gates, Mark Zuckerberg o George Soros, políticos no menos supuestamente liberales como Obama, Biden o Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el caso español (o, para los creyentes más seducidos por el conspiracionismo, además de los anteriores, diferentes masonerías, organizaciones judías, el Vaticano, los jesuitas…) Estos entes, como digo, manipularían en pro de sus fines a los movimientos sociales de izquierda (3), cada uno de los cuales no existiría, o no gozaría del favor de los medios de comunicación, sin dicho factor causal. Así, el feminismo sería una estrategia de laboratorio para enfrentar hombres y mujeres, dividiendo a la sociedad; o los diferentes nacionalismos, movimientos para oponer entre sí pueblos o para mantener distraída la población mientras se ejecuta el proyecto dictatorial. Habría estrategias actuando en la sombra para socavar cualquier posibilidad de actuación y pensamiento libre en los individuos o para destruir todo vestigio de organización tradicional: la homosexualidad y el LGTBI, como herramienta contra la heterosexualidad (y por tanto la natalidad) y la familia tradicional, persiguiendo el objetivo de disgregar y atomizar la sociedad. El multiculturalismo, la lucha por los derechos de las minorías raciales o la inmigración, como formas de socavar los cimientos culturales de la civilización occidental, alterar la homogeneidad étnica, y destruir la pequeña economía independiente; así, los atentados islamistas en Europa lo serían por lo común de falsa bandera para promover el pánico entre la población o, como el 11-S, estarían orquestados desde la connivencia de las élites locales con los militantes yihadistas con el objetivo de favorecer la penetración islámica en Occidente (véase la conocida como teoría del gran reemplazo). Es en este tipo de epistemología conspirativa reaccionaria donde mejor encajan los diversos negacionismos: del holocausto nazi (o palestino), del cambio climático, del machismo-patriarcado, del SIDA y, por supuesto, del covid-19, en este caso remitiendo la creación y puesta en marcha de lo que sería una «plandemia» a los agentes citados, a quienes habría que añadir la OMS y las autoridades de China. Finalmente, otra teoría conspirativa reciente que podemos vincular con este universo es la que sostiene que hubo fraude electoral en EEUU para hurtar su triunfo a Donald Trump frente a Joe Biden, teoría de la conspiración que se extiende hacia escenarios similares y que no dejan de emplear interesadamente aquí y allá partidos de filiación conservadora que no han conseguido gobernar una nación tras un proceso electoral.
En último lugar podemos enumerar un conjunto de teorías referidas a temas mucho más concretos e incluso pintorescos que, por el alarde de imaginación, extravagancia y creatividad que suponen podríamos vincular con lo que se conoce como mundo «friki». En este apartado entraría, por ejemplo, el terraplanismo, la teoría de la conspiración reptiliana y todo tipo de especulaciones en relación a ovnis, extraterrestres, etc. También las teorías de que son falsas las misiones espaciales o la llegada del hombre a la luna, y otras que señalan conspiraciones de poderosas personalidades para la pederastia a gran escala (Qanon), para el asesinato sádico (Alcàsser), etc. Este tipo de teorías, a cual más ocurrente, hoy, merced al estímulo para las actitudes narcisistas que supone internet, proliferan como nunca.
Una vez hemos procedido a enumerar mediante una propuesta clasificada el conjunto de prácticas y creencias que forman parte de lo que hemos querido llamar espiritualidad New Age, surgen algunas cuestiones. La enorme cantidad de epígrafes y su heterogeneidad (4) hace poco menos que imposible hallar a la persona que los suscriba en toda su extensión. En cambio, sí encontraremos a mucha gente que asuma cierta parte, incluso mayoritaria en algunos casos, de todo este conjunto. Esta indefinición de creencias y las diferencias evidentes entre lo que unos creen y otros no, llevará a muchas personas a pensar que no existe ningún marco común, que no hay una espiritualidad New Age. Ya se dijo arriba, sin embargo, que dicha indefinición es característica principal de este sistema de pensamiento. El New Age no es como una religión, en la cual la persona creyente ha de aceptar un pack de doctrinas de carácter dogmático, dejando de ser considerado miembro de dicha confesión en caso de disentir en alguno de esos aspectos fundamentales. Por el contrario, el New Age es una espiritualidad, o epistemología, de la posmodernidad y, en tanto tal, como se dijo, está definida por la subjetividad y el relativismo. El individuo que cree en algunas de las cuestiones que hemos enumerado no pertenece a ningún tipo de institución o grupo organizado, pero sí comparte con el resto de personas que, si bien no idénticas, poseen similares creencias, una misma forma de pensar, de procesar la realidad, de aproximarse a ella; una cosmovisión. Así, se encuentra siempre abierta y predispuesta a ampliar su base de conocimiento en relación a estas disciplinas; a conceder por sistema veracidad a este tipo de prácticas y de teorías, y a desconfiar de todo tipo de discurso que se les opone o las cuestiona de alguna manera. Es un comportamiento que pudimos observar con mucha nitidez en relación a la pandemia del coronavirus.
En otro orden de cosas, muchas de las prácticas y creencias que hemos enumerado no son exclusivas del New Age. Algunas, de hecho, son difíciles de relacionar con él. Por ejemplo, el creacionismo es una forma de comprender la biología que emana de lecturas bíblicas de clara identidad religiosa. Sin embargo parece pertinente su incorporación al listado por su evidente similitud con las formas de comprender —y enfrentar— la ciencia más específicas del New Age. Y, de hecho, no resulta nada infrecuente que muchos cristianos creacionistas, una vez han puesto en solfa los postulados principales de la biología evolutiva, tiendan a extender su duda y desafío hacia otros temas y acaben asumiendo teorías conspirativas como la de los Illuminati o los chemtrails, o, como se evidencia cuando se indaga en la base social del trumpismo, cualquiera de las que ubican a los movimientos sociales de izquierda bajo la instrumentación de poderosas élites secretas. Por otra parte, también habíamos dicho que era característica de esta espiritualidad la relectura y el sincretismo de otras tradiciones. Por tal razón, no siempre cabe vincular con el New Age, solo por ello, a toda aquella persona que, por ejemplo, practica yoga o meditación zen, es vegana, naturista, cultiva con métodos ecológicos, siente interés por la cultura oriental..., o desconfía del discurso de determinadas «autoridades». Como puede deducirse de las últimas líneas, la frontera exterior entre lo que constituye New Age y lo que no, tiene un contorno difuso y permeable.
Por último hay que añadir que no todo lo que aparece en el listado que podría ser etiquetado como pseudocientífico o conspirativo es necesariamente falso o criticable. Al menos en toda su extensión. Es raro que una teoría cualquiera que podamos considerar eminentemente falsa o alejada de la realidad no incorpore, siquiera en un grado muy pequeño, alguna cuota de verdad. Aunque no se llegue a suscribir, por poner un ejemplo, la teoría de una gran conspiración de la industria farmacéutica mundial para mantener deliberadamente enferma a la población, no deja de ser objetivamente plausible el pensamiento de que este tipo de empresas tengan como prioridad sus respectivas cuentas de beneficios y no tanto la salud de sus clientes, de lo que pueden derivarse comportamientos concretos de mala práxis o éticamente reprobables. Aunque no haya base científica que evidencie que el ph del cuerpo humano pueda ser alterado significativamente mediante la alimentación, como sostienen los seguidores de la llamada «dieta alcalina», cabe entender que una dieta con pocos alimentos ácidos puede ser beneficiosa en ciertos aspectos. Podríamos poner muchísimos ejemplos de este tenor. Y cabe también decir que más de una o de dos teorías en su tiempo consideradas «conspiranoicas» acabaron demostrándose ciertas. Lo cual, obviamente, ha de ser tomado como una excepción que no crea norma, pero no deja de constituir una llamada a la prudencia a la hora de descartar sin más toda teoría que carece de elementos probatorios.
…
1- https://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_era marzo de 2021.
2- Véase la larga y satírica enumeración de «ciencias» ocultistas que propone Umberto Eco en su El Péndulo de Foucault: https://www.grupotortuga.com/A-que-...
3- «Comerás insectos, te ducharás con agua fría, pondrás la lavadora a las 3 de la mañana, la calefacción a 17°, irás a remar en bici, no tendrás familia y sí mascota, sin propiedad en un zulo-habitación, fluirás de género, te conectarás a mi bigTech y no tendrás nada y serás feliz», se lee en Twitter (https://twitter.com/Agenda2030) en la cuenta fake crítica con la Agenda 2030, un acuerdo de objetivos de «desarrollo sostenible» de carácter internacional auspiciado por la ONU.
4- Una lista bastante exhaustiva de las pseudociencias y teorías de la conspiración puede encontrarse en este espacio web: https://pseudociencia.miraheze.org/...
Manifiesto por el fin de las guerras, invasiones, genocidios y ataques terroristas
Manifiesto ciudadano desde la COP 16 en Cali Colombia.
SIN MUCHAS PALABRAS, PERO CON TODO EL ÁNIMO PACIFISTA PROPONEMOS LA FIRMA DEL SIGUIENTE
Manifiesto por el Fin de las Guerras, Invasiones, Genocidios y Ataques Terroristas: Llamado Urgente desde la COP 16 para una Nueva Paz Global
En el siglo XXI, el mundo sigue siendo testigo de actos de violencia extrema, donde guerras, invasiones, genocidios y ataques terroristas han sembrado destrucción, sufrimiento y terror en las vidas de millones de personas. Los conflictos en Ucrania y Gaza, entre otros, no solo son ejemplos de invasiones y ocupaciones, sino también de violaciones masivas de los derechos humanos que rayan en el genocidio y el terrorismo. Estos crímenes no pueden ser tolerados por la comunidad internacional ni tratados con indiferencia o pasividad.
El genocidio, como uno de los crímenes más atroces reconocidos por el derecho internacional, representa una amenaza directa a la existencia misma de grupos étnicos, religiosos o nacionales. A lo largo de la historia, estos actos han destruido culturas enteras, arrasado generaciones y dejado cicatrices imborrables en la humanidad. Por otro lado, los ataques terroristas, que buscan crear un clima de miedo e inseguridad a través de la violencia indiscriminada, también deben ser condenados con la misma firmeza. Estos actos, ya sean perpetrados por Estados o por grupos no estatales, desestabilizan naciones, destruyen la paz social y profundizan los conflictos.
El impacto de las guerras humanas afecta a las otras especies, destruye su hábitat, genera pánico y aumenta la vulnerabilidad de especies domésticas, y también de especies no domésticas. La guerra es el horror para todas y todos los seres vivos, La vida en el planeta no está a salvo mientras la guerra sea una forma de vida. Las otras especies animales y la flora no son recursos son vida y exigen respeto.
Proposición radical de condena:
Condenamos, de manera radical e inequívoca, no solo las guerras e invasiones, sino también los actos de genocidio y terrorismo que atentan contra la dignidad humana y los principios fundamentales del derecho internacional. Declaramos que ninguna causa política, ideológica o militar justifica la aniquilación sistemática de poblaciones ni la siembra del terror entre los civiles. Todo acto que busque el exterminio de un grupo humano, la eliminación de su cultura o la imposición del miedo a través de la violencia debe ser erradicado sin concesiones.
Propuesta de transformación de las Naciones Unidas:
Las Naciones Unidas, en su estructura actual, han demostrado una incapacidad crítica para prevenir genocidios y ataques terroristas de gran escala. Es imperativo que la ONU se transforme para actuar con eficacia ante estas amenazas:
1. Creación de un Tribunal Internacional Permanente para la Prevención de Genocidios y Terrorismo, independiente de los intereses de las potencias mundiales, con la capacidad de intervenir de forma preventiva y juzgar a los responsables de estos crímenes de manera expedita y con penas ejemplares.
2. Fortalecimiento de los mecanismos de respuesta inmediata de la ONU ante cualquier indicio de genocidio o terrorismo masivo, garantizando que se tomen medidas preventivas antes de que se produzcan pérdidas humanas irreparables. Esto incluiría la capacidad de sancionar a cualquier nación que proteja o colabore con grupos responsables de ataques terroristas o genocidios.
3. Reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, eliminando el uso del veto en casos de genocidio o terrorismo, para que las decisiones puedan tomarse con rapidez y sin que los intereses geopolíticos obstruyan la justicia y la acción humanitaria.
4. Despliegue automático de fuerzas de paz de la ONU para proteger a las poblaciones civiles en peligro de genocidio o ataques terroristas, garantizando que los corredores humanitarios sean implementados de manera efectiva y sin dilación.
5. Sanciones internacionales automáticas y contundentes contra cualquier nación o grupo que cometa o facilite genocidios y actos terroristas, incluyendo el embargo económico total, la prohibición del comercio de armas, y la exclusión de la comunidad internacional hasta que se garantice el fin de dichas acciones.
Llamado a la acción:
Este manifiesto es un llamado urgente a la comunidad internacional, a los ciudadanos, las ONG, los gobiernos y las instituciones presentes en la COP 16 para que se sumen a esta condena radical y trabajen activamente por el fin de las guerras, las invasiones, los genocidios y el terrorismo.
Nos comprometemos a:
1. Promover el fin inmediato de los conflictos y la prevención de genocidios y ataques terroristas en Ucrania, Gaza y cualquier otro lugar del mundo.
2. Exigir una reforma estructural de las Naciones Unidas que garantice la protección efectiva de los derechos humanos y la intervención rápida ante cualquier indicio de genocidio o ataque terrorista.
3. Crear una coalición global por la paz y la justicia, que integre a ciudadanos, gobiernos, organizaciones y movimientos sociales comprometidos con la erradicación de la violencia armada y la protección de la vida humana en todas sus formas.
Desde Cali, en el marco de la COP 16, levantamos nuestra voz para condenar y erradicar todas las formas de violencia, incluyendo el genocidio y el terrorismo, y abogamos por una transformación radical de las estructuras internacionales que permitan el resurgimiento de la paz, la justicia y el respeto por la vida.
Firmas
Guillermo Solarte Lindo Pacifistas sin fronteras
Camila Manzanares Movimiento PorLaVida
Cesar López Musico por la paz
Alicia Cabezudo pedagoga por la paz,
Gamip-AL&C ALIADOS TRABAJO EN RED
Diana Uribe Historiadora independiente y pacifista
Juan Carlos Bayona Educador Rector de Colegio
Luis Fernando Vásquez Ecologista Fundación al Verde Vivo
Fernando Puerto Sociólogo Investigador
Diego Aretz Periodista activista
Una docena de organizaciones de Canarias, contra los ensayos de guerra en el archipiélago
UNA DOCENA DE ORGANIZACIONES SOCIALES DE CANARIAS CONTRA LOS ENSAYOS DE GUERRA EN EL ARCHIPIÉLAGO Bajo el lema común Invasión militar,
canariasporlapaz.blogspot.com
Bajo el lema común Invasión militar, nunca más. Canarias para la Paz, estas organizaciones sociales, antimilitaristas,feministas, por la justicia social,ecologistas y antiracistas han compartido el siguiente comunicado:
Invasión militar, nunca más. Canarias para la Paz
Llegan 2.500 militares para ensayos de guerra en Canarias, con su contaminación a cuestas, su destrucción a rastras, sus ruidos abrumadores, poniéndonos su música de violencia en nuestros oídos, utilizando todo lo común para sus intereses.
Todo a la fuerza, con dominio, sin contar con las que aquí habitamos, todo para seguir defendiendo a las élites, ensayando conflictos bélicos que no son juegos sino que siembran muerte.
Llegan por tierra, aire y controlando el espacio, dejando claro que todo es para el interés superior de los más ricos, interesados en que todo siga igual de desigual, precario y miserable para las mayorías, que sufrimos que se derroche dinero en gasto militar y se deje de invertir en lo que realmente nos da seguridad: alimentación, salud, educación, servicios sociales, garantía de renta, vivienda…
Llegan trayendo planes de destrucción masiva, creando un ambiente bélico para que lo asumamos como normal, en esta “guerra cognitiva” que padecemos, donde la violencia es el único camino que se ofrece para resolver los conflictos.
Llegan vendiendo la guerra como sostenible, verde y necesaria, ofreciéndonos una seguridad basada en fronteras, patrias, colapso climático y defensa de la clase dominante, con todo lo común convertido en patios particulares.
Y en Canarias, cada vez más con menos, en esta Necropolítica donde nuestras vidas no importan, donde hay un soldado cada 269 habitantes y una trabajadora social cada 5.600 personas residentes en este archipiélago.
Una vez más respondemos con la vida y expresando que exigimos una Canarias territorio de Paz, donde se respete la Justicia medioambiental, de género y social, donde los gastos militares sean para derechos y libertades, en resumen donde no haya nada para la guerra y para la Vida todo.
Basta ya de Invasión militar, Canarias para la Paz. Canarias se ama y se defiende.
Colectivos firmantes:
Alternativa Antimilitarista MOC/ADNV; Asoc.Mujeres por la Paz y Acción solidaria con Palestina;Asamblea Canaria por el reparto de la riqueza; Asoc. Para la defensa de las pensiones públicas de Canarias (COESPE); Anticapitalistas Canarias; Colectivo Feminista Mujeres en el Encuentro; Comité por la Paz de Tenerife; Espacio Sociocultural la Casa; Izquierda Unida Canarias; MOC Tenerife; Paz Igualdad Educación(PIE); Plataforma feminista 8M Tenerife; Recreándome (Feministas Gran Canaria)
Noviembre del 2024
Leo Bassi, cómico: “Los jóvenes ven a los progresistas como ancianos con ideas muertas y la ultraderecha les atrae”
Alberto Fraile
A sus 72 años, Leo Bassi (1952, Nueva York) sigue siendo un bufón irreverente y un provocador incansable. Mantiene una energía que incluso a él mismo le sorprende. Cuestiona las convenciones sociales, desarma al poder y desafía el paso del tiempo con una risa que incomoda tanto como ilumina. Con su obra +70 y su iconoclasta e insolente proyecto La Iglesia Patólica, reafirma su compromiso con la libertad de expresión y el poder sanador del humor.
Desde sus inicios en el circo hasta convertirse en un referente internacional, Bassi ha sabido transformar cada etapa de su vida en un espectáculo lleno de pasión, manteniéndose siempre relevante en una industria en constante cambio. Su legado, lejos de apagarse, busca trascender en el tiempo y en la memoria colectiva. Bassi presentará su obra +70 en el Teatre del Mar de Palma del 29 del noviembre al 1 de diciembre.
¿Qué se van a encontrar los espectadores que vayan a ver su obra '+70'?
Van a encontrar pistas para renovar la izquierda, ideas que son profundamente fuertes y transformadoras. Al final del espectáculo, saldrán con muchas ganas de vivir, llenos de vitalidad. El público termina de pie, con el puño alzado, como si estuvieran asistiendo a un discurso político.
Si quieren recargarse de energía y vitalidad, y perder ese miedo a la muerte que ha paralizado también a los progresistas, obsesionados con la seguridad, mi espectáculo es para ellos.
Estamos en manos de neoliberales capitalistas sin piedad, capaces de destruir sin miramientos, y mi espectáculo tiene el poder de quitarle el miedo a la gente y darle una energía fundamental, de despertar y abrir nuevas ventanas en la mente.
La gente sale habiendo reído mucho y con una renovada sed de vivir, con ganas incluso de luchar por sus propias vidas. No puedo ofrecer más.
¿Los 70 son los nuevos 50?
Sí, seguro. Mi abuela consideraba que a los 50 años uno ya era viejo, que la vida había pasado y que, con tantas responsabilidades, ya no se podían hacer ciertas cosas. Ahora, en cambio, los 50 parecen ser como una nueva juventud, y creo firmemente que los 70 son los nuevos 50. Sin duda, sí.
Los alquimistas buscaban el elixir de la eternidad. ¿Usted lo ha encontrado?
Sí, pero está en la mente. El cuerpo me da igual. Yo puedo morir mañana, estoy de puta madre. Sabemos que el Big Bang fue hace más de 13.000 millones de años. Entonces vivir 10 años más o menos es ridículo. Incluso si uno viviera un millón de años, sería una miseria al lado de la cronología real de nuestro universo. Me da igual la edad de mi cuerpo. Lo que sí me importa es la fuerza espiritual. Esa fuerza interior hace que tu espíritu sea inmortal, que tu espíritu permanezca. No necesito la piedra filosofal o el agua de la fuente de la eterna juventud porque mi mente es súper joven. Mi espíritu perdurará después de mi muerte, estoy seguro.
Celebra la vitalidad a los setenta y más allá. ¿Alguna vez pensó que su secreto para mantener esa energía lo convertiría en el portavoz de los “jóvenes” viejos?
Yo no pensaba llegar a los 70 años, por lo tanto, tampoco me imaginaba siendo portavoz de nada. Creía que mi provocación era solo una explosión de adolescencia, algo que terminaría con la edad. Sin embargo, desde hace unos años me sorprende sentir tanta energía dentro de mí. Entiendo ahora que puedo ser portavoz de una sensación de gran desilusión en una generación, especialmente en lo que respecta a los progresistas y a todo ese movimiento, que veo muy apagado. Creo que es necesario un despertar.
Si alguien hubiera estado dormido los últimos 30 años y se hubiera despertado hoy, al leer el periódico podría fácilmente pensar que el mal ha triunfado.
Probablemente sí, porque muchos valores que antes estaban claros, compartidos por gran parte del mundo, ahora están pisoteados. Lo que está ocurriendo en Oriente Medio es inimaginable. Antes, si mataban a un palestino, se intervenía de inmediato, señalando que eso no podía ser tolerado. Ahora, todo sucede con una impunidad alarmante. Hablamos de cientos de miles de muertos, y seguimos avanzando hacia una cifra aún mayor sin ningún freno.
Estamos viviendo una pesadilla, y considero que gran parte de la responsabilidad recae sobre los neoconservadores, las escuelas de economía y el mundo del neoliberalismo. Un sistema que ha perdido de vista los valores humanos, abrazando una visión donde el más fuerte siempre tiene la razón y triunfa, sin importar las consecuencias. Esta lógica va en contra de todas las ideas morales que hemos sostenido desde la Ilustración.
En su anterior obra “Yo, Mussolini”, ya denunciaba el auge de la ultraderecha. ¿Qué diagnóstico hace de este proceso que se ha acelerado?
Es llamativo ver cómo la gente de izquierdas y los progresistas están completamente acojonados porque la ultraderecha está alcanzando el 40% de apoyo en ciertos lugares. Mi lectura de todo esto es que ha sido un error por parte de la izquierda y el progresismo. No nos hemos renovado, no hemos tenido nuevas ideas ni hemos generado una energía que conecte con los tiempos actuales.
La juventud, los chicos de 15 o 20 años, nos ven como ancianos con ideas muertas, mientras que el otro lado, la ultraderecha, proyecta una energía instintiva, de fuerza, de masculinidad, que les resulta atractiva. Es lógico que la extrema derecha esté triunfando, porque no hemos hecho una reflexión lo suficientemente profunda sobre lo que significa ser de izquierda hoy en día.
Las herramientas para entender el mundo y no repetir la historia deberían ser las humanidades, pero están siendo retiradas de las escuelas.
Esto está ocurriendo por razones económicas, porque todo está centrado en el dinero y en el éxito de las empresas. Pero la historia nunca se repite de manera exacta. Mi sensación es que el fascismo de hoy no tiene nada que ver con el de hace 80 años. Es otra cosa. Aunque es fascismo, tiene dimensiones y razones completamente distintas. No se puede combatir el fascismo actual utilizando las mismas herramientas del pasado. Por eso, necesitamos inteligencia para entender de qué se trata realmente. El problema con la izquierda es que se ha vuelto demasiado racional, está paralizada y ha perdido su fuerza instintiva, algo que es crucial para enfrentar esta nueva forma de fascismo.
¿Cuál es la receta para ser auténtico?
Hay que estar fuera de las convenciones. ¿Te imaginas si yo fuera un autor teatral que dependiera del sistema para financiarme? Si la democracia es fuerte, tienes libertad de expresión. Pero cuando la política empieza a inclinarse hacia el fascismo y necesitas ir a buscar tu subvención, ¿qué haces si te encuentras frente a la gente de Vox o del PP? Lo más fácil es autocensurarse para seguir recibiendo ese dinero.
Yo me he mantenido fuera de todo ese sistema. La Iglesia del Paticano vive por su cuenta, sin un solo euro de subvención, generando su propio dinero.
Hace muchos años, cuando salí en televisión, varias compañías de cervezas y otras marcas me ofrecieron mucho dinero para hacer publicidad y ser patrocinado por ellas. Pero no quise encadenarme a una marca. Ahora, puedo reírme del capital sin miedo a perder dinero, porque no dependo de esa gente.
De la misma manera, puedo reírme de cualquier política. Puede llegar Vox, puede llegar el PP, lo que sea. Imagina, yo vivo en Madrid, donde el PP controla la Comunidad y el Ayuntamiento. ¿Te imaginas si yo hubiera tenido que pedirle dinero al PP de Ayuso para mantener el Paticano? Incluso a patrocinadores comerciales. Mi “capilla” está filosóficamente lejos del poder y por eso se llena de jóvenes: instintivamente sienten la fuerza anti-sistema que representamos.
Ha mencionado que sus actuaciones muchas veces son rituales chamánicos. ¿A qué se refiere?
Llegó un momento en que me di cuenta de que todo ese esfuerzo por provocar, por desafiar, tenía su origen en una fuente de energía vital antiquísima que hay dentro de mí. Y cuanto más pasa el tiempo, más claro lo tengo: esta fuente no es algo racional ni lógico, sino que brota de lo más profundo de mi existencia.
Podría incluso describirlo como un duende interior, no es algo que yo racionalice o planifique deliberadamente. No es que yo diga: “Voy a hacer esto por una estrategia”. No, hay algo dentro de mí que me habla y me guía, que me dice: “Esto es lo que vas a hacer y por aquí es por donde debes ir”. En algún momento me di cuenta de que, en las tribus antiguas, esto es lo que llamaban ser un chamán. Es esa voz interna, ese duende, que te habla y te guía, y está conectado con algo muy antiguo, algo que pertenece a la memoria más ancestral de la humanidad.
Me he dado cuenta, con el paso de los años, de que sí, yo soy como un chamán. Estoy convencido de que en otras civilizaciones, en las tribus antiguas, la gente habría entendido perfectamente lo que hago. Habrían dicho inmediatamente: “Este tío es un chamán”.
Bueno, Sócrates, uno de los padres de la filosofía occidental, tenía un “daimón” que también le hablaba...
Cuando llegas a lo más profundo de tu identidad, te das cuenta de que existen energías interiores que no controlas, y quizás esas energías van más allá de tu propia existencia, incluso más allá de tu propio cuerpo. Estás tocando algo más grande, algo que puede llegar a ser profético… Últimamente, me pasa que pienso en algo y, sorprendentemente, esa cosa se materializa, como si hubiera una conexión inexplicable, algo que los chamanes conocen bien.
Lo curioso es que, aunque me considero el hombre más racional del mundo, con una inclinación hacia la ciencia, no puedo evitar notar que esto me ocurre. Pienso en algo y se hace realidad. Ciertos atributos del chamán tradicional los estoy viviendo en mí mismo, y lo acepto con mucho sentido del humor.
Me hace reír, porque siendo bufón no me tomo nada de esto demasiado en serio. Todo esto está ocurriendo, pero el duende dentro de mí es un payaso que se está descojonando de la risa, llevándome a situaciones extrañas, pero sin otra lógica que hacerme reír a mí mismo. Mi duende interior es un cachondo.
Es bufón, chamán, profeta y también radiactivo. ¿No?
En los últimos días de mi padre, mi familia me reveló que, cuando era un bebé de 11 meses, me llevaron a presenciar una explosión nuclear en un ensayo en el desierto de Nevada. Incluso mi padre me dio un rollo de película de 8 mm donde se ve la explosión de cerca y todo.
Lo más curioso es que mis padres nunca me lo contaron antes porque sentían vergüenza. Me dijeron: “No te lo dijimos porque, seguramente, las radiaciones te jodieron de alguna manera, y no queríamos contártelo por si eso te había afectado”. Ellos no querían enfrentar la posibilidad de que quizás me hubieran expuesto a algo peligroso cuando tenía solo 11 meses. Sin embargo, aquí estoy, con 72 años y bastante en forma, así que parece que las radiaciones no me jodieron tanto después de todo.
Igual por eso, ahora, tiene superpoderes…
Sí [ríe]. Quizás esos poderes de chamán también provengan de las radiaciones. Estoy abierto a todas las posibilidades. Lo cierto es que ningún espectáculo teatral puede ofrecer al público la experiencia de ver, en 8 mm, una explosión nuclear a solo 20 kilómetros de distancia. En todos mis espectáculos me gusta impactar al público con lo inesperado, y esta es, sin duda, una de las cosas más inesperadas: presenciar una explosión nuclear en directo.
¿Cómo equilibra ese humor bufonesco con reflexiones filosóficas profundas?
El verdadero bufón siempre ha sido así. En el siglo XII o XIII, los bufones de las cortes reales tenían el derecho de mofarse del emperador o del rey, porque en la época medieval se entendía que esta capacidad de burlarse incluso del poder venía acompañada de una filosofía, de una visión profunda de la vida y del mundo. Ese es el equilibrio que siempre ha existido en la figura del bufón: humor y reflexión profunda.
Yo he crecido en esa tradición. Mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo, todos ellos me inculcaron esta visión. Mi abuelo solía decirme: “Nos llamamos Bassi, que en italiano es el plural de 'basso', lo que significa gente de baja condición social. Nuestro apellido es 'los Bajos”. Mi abuelo me recordaba constantemente que representamos la opinión de la gente que no tiene nada. Y cuando no tienes nada, tampoco tienes nada que perder.
Es precisamente esa falta de posesiones lo que te permite reírte de todo, porque no te pueden arrebatar nada si no tienes nada que perder. Esta es la sabiduría y la espiritualidad de los más humildes y de los bufones. Cada día, cuando me despierto, estoy convencido de esto: soy de los de abajo, y eso me da una libertad total para decir y hacer lo que quiero. Porque no temo perder lo que nunca tuve, y esa libertad es lo que me permite mantener siempre el equilibrio entre el humor bufonesco y las reflexiones filosóficas profundas.
Ahora que está reflexionando sobre su vejez. ¿Cómo le gustaría que las futuras generaciones recuerden a Leo Bassi?
Todo lo relacionado con el “Paticano”, la escritura de la Biblia Patólica que estoy terminando y todo lo que estoy creando con ello, es donde reside lo más fuerte de mi obra.
Soy muy consciente del paso del tiempo, de la inevitabilidad de la muerte que, probablemente, no está muy lejos. Por eso, me estoy organizando para asegurarme de que mi legado, mi obra, siga viva en la memoria de la gente durante miles de años. ¿Ves? No soy modesto.
Siempre ha luchado por la libertad de expresión y por el libre pensamiento. ¿Cuál ha sido su mayor triunfo en esta batalla?
Poder seguir renovándome en cada generación y no quedarme anclado en el pasado ha sido clave para lo que hago. Un ejemplo es “la Iglesia del Paticano”, la iglesia y capilla que he creado.
El público que viene a verme sigue creciendo, cada vez hay más gente. Tengo la sensación de que mis provocaciones no han sido en vano, que lo que he hecho ha tocado a las personas, tal vez no a todo el público, pero sí a algunos muy profundamente. Y como sucede en la vida, ahora, en esta etapa, he empezado a cosechar lo que sembré hace años.
Los teatros llenos, el “Paticano” lleno, todo esto es una muestra de que no me equivoqué. A pesar de haber seguido una carrera fuera de las normas, alejado del mundo de la cultura oficial, sin apoyo económico, a mi manera y a mi ritmo, el éxito que tengo hoy me demuestra que no estaba equivocado.
¿Ha fundado la religión del patito de goma?
Sí. El patito de goma simboliza lo pequeño, lo intrascendente, lo que no tiene poder. Es básicamente una víctima en un mundo dominado por los grandes poderes, pero es feliz con su pequeñez. Y eso es lo que yo predico en la “Iglesia Patólica”: que los grandes poderes económicos y políticos están por encima de nosotros, hacen lo que quieren, nos hablan de democracia, pero todo es falso. Las elecciones no cambian nada fundamentalmente. Del otro lado, la verdadera resistencia es, en primer lugar, ser consciente de que todo esto es una gran mentira controlada por unos pocos. En segundo lugar, saber reírse de todo ello. Descojonarse en la cara de los poderosos que creen que nos están engañando con su falsa narrativa de democracia.
En esencia, eso es lo que los bufones siempre han hecho: señalar la verdad a través de la risa, mostrar el absurdo del poder y mantenerse fuera de sus garras.
¿Cómo utiliza la “Iglesia Patólica” para poner en evidencia las contradicciones de la narrativa oficial?
Si vas a una iglesia hoy en día, verás que hay muy poca gente y son todos viejos. En mis “misas”, la media de edad es de entre 18 y 20 años. Sin ningún apoyo de patrocinadores, no hay empresas detrás de mí, nadie. No hay ninguna subvención del Estado español ni de otros estados.
Cuando la gente entra en el “Paticano”, una de las primeras cosas que sorprende es que no estamos en el año 2024. Cruzan la puerta de mi iglesia, están en el año 74.012. ¿Por qué? Para ser sincero, el nacimiento de Jesús me es bastante indiferente. No tengo nada en contra de Jesús, pero la fecha de su nacimiento no significa nada para mí, ya que no sigo esa creencia.
Entonces, inmediatamente surge la pregunta: “Si no estamos en 2024, ¿en qué año estamos?” Y ahí es cuando hago una pequeña reflexión de bufón y cómico. Como artista, me considero parte de esa estirpe de seres humanos que crean cosas que no son directamente útiles, sino que nacen de la imaginación. Me pregunté: “¿Cuál sería el nacimiento del primer artista de la humanidad?”
Evidentemente, la historia no puede señalar a esa persona exacta, porque los primeros humanos eran cazadores y recolectores. Pero en algún momento, alguien tuvo que haber sido el primero en crear una obra de arte. Así que investigué y descubrí que la obra de arte más antigua que conocemos hasta hoy tiene unos 74.000 años. Se encontró en una cueva en Sudáfrica: una piedra con unas líneas y dibujos que claramente son intencionados, fruto de la creatividad humana. Los arqueólogos han datado esta piedra y, hasta la fecha, no han encontrado nada más antiguo.
Cuando descubrí esto, hace 12 años, justo cuando abrí el “Paticano”, decidí establecer ese año como el punto de partida de nuestra cronología. Así que aquí estamos en el año 74.012, porque el Paticano ya tiene 12 años de historia.
Y con esto también desafío a las personas que no son cristianas, que se consideran ateas. ¿Por qué siguen midiendo el tiempo según el calendario cristiano, si no creen en él? Si no eres cristiano, ¿en qué año estás?
El Diario
“Occidente no recuerda que los países africanos se crearon para fallar”
Cansado de los estigmas que reducen el continente africano como a un país, Dipo Faloyin, periodista nigeriano que ahora reside en el Reino Unido, reivindica la riqueza de la sociedad africana y sus conexiones con occidente.
Maria d'Oultremont
Dipo Faloyin estaba harto de escuchar suposiciones del país donde creció: Nigeria. “Me cansé de escuchar a la gente que asumía que tenía leones y tigres como mascotas en casa”, aseguró a este medio. Ahora, Faloyin vive en el Londres donde ejerce como periodista y editor jefe de Vice News. También es autor de África no es un país. Y otros estereotipos que debemos erradicar, su último libro en el que enfatiza aquello que muchas producciones culturales occidentales tienden a olvidar: que en África hay “1.400 millones de personas, más de 2.000 idiomas y 54 países separados, con sus propios deseos, esperanzas, sueños y direcciones diferentes”. Su mensaje es claro: el continente está lleno de oportunidades, y su creatividad y energía son necesarias para enfrentar los desafíos que tiene por delante.
Dirigido a los curiosos, este libro publicado por Capitan Swing es la base para entender de dónde viene la concepción que, según Faloyin, tenemos actualmente de África: un continente integrado de “Estados fallidos”, muerte y mucho sufrimiento. Una lucha que, según el autor, sólo mediante la educación y el conocimiento de la historia se logrará cambiar.
Asegura que “África siempre ha sido vista y tratada como una idea más que un lugar”, ¿es ese el principal problema que tenemos los occidentales?
Esta tesis es uno de los fundamentos del libro. Si cerramos los ojos y pensamos en África, en el imaginario común existen dos ideas. La primera es la pobreza; la segunda, el safari. Y esas ideas responden a la visión del continente como una misión, como un lugar que necesita ser salvado o un lugar donde puedes interactuar con animales y, luego, salir. No se piensa como una realidad o como un lugar donde –también– pasan cosas mundanas como despertar, ir a la escuela, ir a trabajar, ir a un restaurante o incluso a un bar para reunirse con amigos. Esa es la diferencia fundamental. Porque cuando se escucha la palabra África, se piensa en causas, problemas, un lugar donde ocurre dolor y desastre. En ese sentido, África se convierte en una palabra que representa algo que no está basado en las vidas individuales de las personas. Y eso es lo que creo que debe cambiar.
¿Y cómo debe hacerse?
Desde la gente que piensa como yo. Gente que ve a África como una región interconectada, en el que existen 1.400 millones de personas, más de 2.000 idiomas y 54 países separados, con sus propios deseos, esperanzas, sueños y direcciones diferentes.
Cuando empezamos a ver el continente a través de este reino de diversidad y curiosidad, será mucho más fácil pasar de la idea de dolor y sufrimiento a una visión del continente con sus diferencias.
La visión de África como una ‘misión' recuerda a la ‘misión civilizadora' propia del colonialismo. En uno de los capítulos enfatiza la perpetuación de ese imaginario africano a través de la intervención externa y, también de las organizaciones humanitarias, vistas como el síndrome de ‘el salvador blanco'.
Ese fue el mito que comenzó en la Conferencia de Berlín en 1884*, y es algo que tenemos que cambiar. A día de hoy, en el Reino Unido, en Alemania, en Francia o en Bélgica, la manera en la que se habla del continente es como este lugar oscuro en el que casi nada existía antes de que los europeos vinieran a “civilizarlo”.
Además, las campañas humanitarias han hecho posible que veamos el continente a través de unas lentes muy simplistas, con un impacto muy negativo. Estas se han estado lucrando mediante la reproducción de un cierto tipo de imágenes y obviando otras. No es que en África no haya crisis, porque las hay. El tema es que estos problemas son específicos y propios de una región concreta.
Sin embargo nosotros [Occidente] tenemos una representación de África como si fueran única, sin ver lo que hay más allá. Vemos lo que nos enseña la televisión.
*La Conferencia de Berlín de 1884, liderada por Otto von Bismarck junto con el resto de las potencias europeas, fue el evento histórico para el colonialismo que terminó con la configuración geopolítica del continente africano.
¿Cómo se puede asegurar que las inversiones y las ayudas realmente beneficien a las comunidades locales y no solo a los inversores extranjeros o a las élites políticas locales?
Esa es una preocupación muy válida. Creo que una de las claves es la transparencia y la rendición de cuentas en cómo se utilizan los fondos. Las comunidades locales deben estar involucradas en la toma de decisiones sobre cómo se invierte el dinero y cuáles son las prioridades. También es importante que las inversiones estén dirigidas a proyectos que realmente beneficien a la mayoría de la población, como infraestructuras, educación y salud. Y necesitamos mecanismos para asegurar que las ganancias de estas inversiones se reinviertan en las comunidades y no se desvíen a otros lugares.
El libro muestra todos los estigmas que hemos heredado del colonialismo ¿Cómo debemos descolonizar la mente?
Mediante la educación. Y para ello primero hay que ser conscientes y entender las realidades que propagó el colonialismo y lo que hizo.
Basta con conocer cómo comenzó el colonialismo en África, cuáles fueron sus motivos, sus implicaciones o cómo afectó el reparto de las fronteras para cambiar la narrativa externa del continente. De este modo, pasaríamos de confundir esta tierra donde la gente está sufriendo “sin ningún motivo” para darnos cuenta de cuánto de eso ha sido dañado deliberadamente por estas personas [colonos].
No pretendo condenar a nadie, pero es necesario entender la historia para asegurarnos de que no lo repetiremos en el futuro. Y por eso he escrito este libro, para mostrar las realidades con las que quizás no hemos crecido. Sólo con conocimiento se puede cambiar de actitud –y de ideas– para estar en consonancia con la realidad que hay.
Y esa visión de África como un continente pobre del que todos quieren huir es una narrativa cada vez más utilizada por la extrema derecha con el fin de prevenir la inmigración. Sin embargo, el 80% de la inmigración africana se produce dentro del continente...
Sí, es un desafío enorme. Y creo que la narrativa sobre África y la inmigración es una de las más dañinas y persistentes. Es cierto que la mayoría de los africanos migran dentro del continente, y eso tiene que ser algo de lo que hablemos más, mostrando cómo los africanos están buscando oportunidades en otros países africanos, y cómo eso está fomentando el desarrollo y la cooperación dentro del continente.
La narrativa en Europa a menudo es muy limitada y está centrada en la inmigración hacia Europa, pero de ninguna manera es una representación de la realidad africana.
El libro trata de hacer ver que no existe tanta diferencia entre las sociedades africanas y occidentales. ¿Puede ponernos ejemplos?
Te respondo así: cualquier cosa que te interese también existe en el continente africano. Si eres alguien que ama las ciudades pequeñas, los pueblos o paisajes con largas caminatas, lo encontrarás. Si eres alguien a quién le gustan las ciudades locas, los restaurantes y los bares, también. Si quieres hacer surf, ir a la playa, hacer un voluntariado o hacer dinero y crear un negocio, también.
Tal vez existan conexiones entre culturas concretas. Por ejemplo, la gente dice que los nigerianos y los italianos son muy similares porque hay un poco de caos, pasión y amor por la comida. También porque en ambos países conducimos de forma caótica. Pero la base del libro y también mi consejo es que, sea lo que sea que te interese, lo que te dé curiosidad, también está en el continente y, quizás, de una forma que no has experimentado. La conexión entre las culturas empieza cuando buscamos cosas o intereses que son verdaderos.
Nigeria cuenta con una industria cinematográfica muy importante. De hecho, se la conoce como Nollywood ¿Por qué deberíamos consumir más sus películas y en qué se diferencia de Hollywood?
Nollywood es una industria que lucha para que veamos a los africanos como seres humanos que viven vidas que son complicadas, pero también mundanas. Muestra las luchas diarias, las alegrías, las dinámicas que juegan cuando la gente está tratando de construir su vida. Historias de vida que pueden ser duras, dramas amorosos; películas de amistades, traición y honor. Nollywood cuenta historias de la vida diaria con respeto, lo que es algo obvio y fundamental pero que no siempre ocurre. Si Hollywood decide hacer algo similar entonces creo que veremos muchas mejoras. Las historias se pueden contar de distintas formas.
¿Podría hablarnos del ‘Año del Retorno'? ¿Qué implicaciones tiene para la diáspora africana?
El Año del Retorno fue una iniciativa establecida por el Gobierno de Ghana, que animó a la gente de toda la diáspora negra a que regresaran al continente. Fue una campaña para regresar a “casa” [para conmemorar los 400 años transcurridos desde que el primer barco de esclavos atracara en Jamestown (Virginia), en los Estados Unidos. Se calcula aproximadamente que 17 millones fueron vendidos en barcos hacia América]. Se incentivó a la diáspora negra a que viniera y explorara lo que había perdido, aunque muchos de ellos no supieran de qué país procedían.
Ghana ofrecía la nacionalidad para las personas de toda la diáspora negra, y en algunos casos llegó a ofrecer hogares. Esta iniciativa coincidió con el Black Lives Matter. Es decir, en un momento en el que personas negras de todo el mundo quizás se sentían discriminadas y estaban buscando una conexión cultural.
Fue una decisión realmente interesante del Gobierno ghanés crear un proyecto que alentaría a las personas a regresar a casa, a lo que tal vez considerarían su hogar o lo que podría ser su hogar. Podría ser solo una visita o una reubicación completa. El objetivo era empezar a construir algún tipo de conexión que tal vez habían perdido.
Black Lives Matter es un ejemplo de un movimiento internacional que, de alguna manera, también reivindicó el pasado colonial europeo y su legado. Un movimiento al que recurre a lo largo del libro es el de #EndSARS*, una movilización pacífica que nació como oposición a la brutalidad policial nigeriana ejercida por el Escuadrón Especial Antirrobo (SARS, por sus siglas en inglés). ¿Qué nos enseñó?
#EndSARS es una historia maravillosa de organización local, activismo de la juventud, aprendizaje del pasado y unir diferentes grupos étnicos. Una mezcla de todas las cosas que querrías ver de una generación de jóvenes activistas que están tratando de cambiar las condiciones de su país [Nigeria]. Y el papel de la juventud es muy importante, porque es un ejemplo muy bueno de la capacidad de agencia, una muestra de cómo la gente está luchando por sus naciones.
Además, #EndSARS fue movilizado especialmente por las mujeres que fueron parte de la coalición femenina [Feminist Coalition], que trabajaron para intentar organizarse de una manera que no solo se centraba en sí mismas, sino que también lo hicieron en beneficio de los demás. A pesar de que el patriarcado en África también existe y, desgraciadamente, las mujeres siguen subyugadas al hombre, ejemplos como este muestran que hay comunidades y movimientos activistas que son capaces de liderar de una manera que no necesariamente se ve en otros países occidentales.
*' El movimiento #EndSARS nació en protesta de las SARS, una unidad de la fuerza policial nigeriana responsable de hacer frente a crímenes violentos, atracos y secuestros. Sin embargo, desde su formación en 1992, se les ha acusado de llevar a cabo asesinatos extrajudiciales y arrestos ilegales, así como de extorsionar a jóvenes.
Y, como usted dice, el activismo, como el caso de #EndSARS, “no iba de líderes, sino de liderazgo”. Sin embargo, vemos que en África persiste la idea de la figura del líder y de los “estados fallidos”... ¿Se necesita fomentar ese liderazgo? ¿De qué manera?
A través de la gente. Para lograr un cambio sostenible, este tiene que venir de la gente. Y, desde ahí, esperar y ver si va a traer algún cambio, eso sí, eso es diferente en cada país y que variará en función de los deseos de las poblaciones locales, de los movimientos civiles, de los jóvenes y los grupos activistas… Pero antes tienen que movilizarse. Nadie más puede hacerlo por ellos.
Durante el periodo de la independencia, había ciertos líderes que apostaban por el panafricanismo. Sin embargo, la construcción de un nuevo país desde cero, quizás, dejo esta idea en un segundo término… ¿fue ese el “fracaso” de estos Estados que ahora percibimos como fallidos?
Son cosas diferentes. El panafricanismo no necesariamente reemplaza o sustituye los deseos individuales de los líderes. El panafricanismo se entiende como una manera de mirar hacia el futuro colectivamente, y eso es algo que en sí es complicado.
Durante la década de la independencia, Nkrumah [primer presidente de Ghana] fue uno de los líderes que se percató de las experiencias traumáticas que el colonialismo dejó a las sociedades africanas. Por eso, Nkrumah pensaba que habría que aproximar el futuro juntos. En ese momento, hubo un número de líderes independientes que, por razones comprensibles, querían centrarse en los países por los que habían luchado y crear esas naciones que pensaban que se merecían.
No se puede decir que el panafricanismo de Nkrumah hubiera funcionado, porque, de nuevo, un movimiento panafricano requería un liderazgo para unir a diversos pueblos –con sus respectivas historias– bajo un único anillo, y eso en sí podría haber llevado a constantes peleas y desacuerdos. Lo que obtuvimos en lugar de eso fueron países individuales tratando de enfrentarse al futuro, a tomar lo heredado e intentar convertir la nueva nación en un lugar mejor. No es algo que sea fácil, sino más bien complejo. Los países africanos fueron creados esencialmente para fallar. Occidente no recuerda que en sus orígenes yacen acuerdos de negocios. De modo que ahora miran a estos países como “estados fallidos”. Pero, me repito, para entender lo que ocurre es imprescindible querer saber y darse cuenta de que sólo la historia nos ayudará a superar estos prejuicios.
¿Significa que los poderes coloniales influyeron en los derechos a los poderes de ciertos dictadores?
Durante la Guerra Fría y las disputas entre Estados Unidos y la Unión Soviética, estas superpotencias empoderaron a ciertas figuras autoritarias. También se dividió y enfrentó a diferentes grupos étnicos, apoyando a unos y generando rivalidades con otros. Se educó, se proporcionaron armas y también se dio mucha riqueza para subyugar a unos grupos. Hay muchas dinámicas del colonialismo que impactaron, pero que no se discutieron. Y, en su lugar, sin tener en cuenta esos impactos del colonialismo ves a los africanos y te preguntas ¿qué está mal con ellos? ¿Por qué no aprecian la democracia? Pero ese no es el caso. No ese “desastre” no es necesariamente representativo del continente.
¿Si borráramos las fronteras establecidas en la Conferencia de Berlín, cree que terminarían los problemas étnicos? ¿O ya es tarde?
Es una pregunta interesante y fue la pregunta más cuestionada después de la independencia. ¿Qué haces con estas fronteras? ¿Dónde empiezas? Obviamente es un proceso complicado y, como dices, es demasiado tarde para empezar a redibujar fronteras y mapas a nivel continental. Ahora ya hay nuevas historias, idiomas y lenguajes. Hay tradiciones que que se han perdido pero otras que se han ganado.
Ahora, en África se está creando un orgullo. Los países están creando un patriotismo para las generaciones más jóvenes que no han conocieron nada más que esos “estados nuevos”, y eso es importante tenerlo en cuenta. La mayoría de los países africanos tienen 60 años, y esta generación más joven que busca tener un impacto en su país ya está llegando a la edad de gobernar. Habrá que ver si la generación millennial puede tener un gran impacto en la reestructuración de estos países y de qué manera.
Así se fabrica una guerra
En este artículo vamos a desarrollar basándonos, principalmente, en La otra historia de Estados Unidos el concepto de guerra cultural y su importancia para el desarrollo de la Primera Guerra Mundial. Es un conocido caso de propaganda política estatal cuyo objetivo era propiciar que Estados Unidos abandonase su habitual aislacionismo y neutralidad en los conflictos internacionales para pasar a ser parte activa en la guerra. Se desarrolló para este fin un amplio catálogo de actividades, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, que pueden considerarse como el inicio de la propaganda de Estado.
El capítulo 14 de “La otra historia de Estados Unidos” se titula “La guerra es la salud del Estado”. Es una frase del escritor R. Bourne. De hecho, cuando varios países europeos entraron en guerra en 1914, los Gobiernos prosperaban, el patriotismo florecía, la lucha de clases se había apaciguado y los jóvenes morían en cantidades aterradoras en los campos de batalla, casi siempre por unos cientos de metros de tierra entre dos líneas de trincheras.
James Wadsworth, senador por Nueva York, sugirió que el entrenamiento militar debería ser obligatorio para evitar que “este pueblo nuestro se divida en clases”.
El cumplimiento supremo de esa obligación se estaba llevando a cabo en Europa. 10 millones de personas morírían en los campos de batalla y otros 20 de hambre y enfermedades relacionadas con la contienda. Desde entonces nadie ha sido capaz de demostrar que la guerra aportara algún beneficio que compensase la pérdida de una sola vida humana.
Los ciudadanos británicos no se enteraban de esas matanzas. Un escritor inglés recordó que: “Aunque se hubiera producido la derrota más sangrienta de toda la historia de Gran Bretaña (…), nuestra prensa se mostraba insustancial, pletórica y gráfica, y nada dejaba ver que no había sido un gran día, una victoria, en realidad”. En el bando alemán sucedía lo mismo, tal como escribió Erich María Remarque en su excelente novela: los días en que las ametralladoras y los obuses destrozaban a miles de soldados, los comunicados oficiales anunciaban: “Todo tranquilo en el frente occidental”.
En la primavera de 1917, Estados Unidos cayó en ese pozo de muerte y engaño. En el ejército francés empezaban a producirse motines. Hubo insurrectos en 78 de sus 112 divisiones, se juzgó y condenó a 629 soldados y se fusiló a 50. Las tropas estadounidenses eran absolutamente necesarias.
El pueblo estadounidense no quería ir a la guerra
Al día siguiente de que el Congreso declarara la guerra, el Partido Socialista convocó una convención de emergencia en San Luis y anunció que la declaración era «un crimen contra el pueblo de Estados Unidos». En el verano de 1917, los mítines socialistas pacifistas organizados en Minnesota atraían a multitudes -5.000, 10.000, 20.000- agricultores, que protestaban contra la guerra, el reclutamiento y la especulación. Un periódico de Wisconsin, The Plymouth Review, afirmó que seguramente «ningún partido se ha fortalecido con tanta rapidez como el socialista en este momento». Informó de que «miles de personas se congregan para escuchar a los oradores socialistas en lugares en los que unos pocos cientos de participantes se consideran una aglomeración». The Akron Beacon Journal, un periódico conservador de Ohio, publicó que «pocos analistas políticos (…) no admitirían que, si se celebraran unas elecciones en este momento, una poderosa marea socialista inundaría el Medio Oeste». Aseguró que el país «jamás se ha embarcado en una guerra tan impopular».
A pesar de la propaganda y el patriotismo, en las elecciones municipales de 1917 los socialistas obtuvieron unos resultados extraordinarios. Su candidato a la alcaldía de Nueva York, Morris Hillquit, obtuvo un 22 % de los votos, 5 veces más de los que se conseguían habitualmente allí. En Chicago, el voto al partido pasó de un 2'6 % a un 30'2 %.
Wilson, ese pacifista que llevó a EE.UU. a la guerra
Hofstadter asegura que las “necesidades económicas” impulsaron la política bélica de Wilson. En 1914 comenzó una recesión grave en Estados Unidos. Más tarde, J.P. Morgan afirmaría: “La guerra comenzó en un momento difícil (…). Las empresas estaban en decadencia, los precios agrícolas se hundían, el desempleo era importante, la industria pesada trabajaba muy por debajo de su capacidad y se habían suprimido las compensaciones bancarias”. Pero en 1915, los pedidos de material bélico de los Aliados –en su mayor parte de Gran Bretaña- reactivaron la economía, y para abril de 1917 se habían vendido más de 2.000 millones de dólares en suministros para los Aliados. Según indica Hofstadter: “Estados Unidos se asoció con los Aliados en la fatídica unidad de la guerra y la prosperidad”.
El capitalismo estadounidense necesitaba la rivalidad internacional –y las guerras periódicas- para crear una unidad artificial de intereses entre los ricos y los pobres que suplantara la genuina comunión de intereses entre los pobres, demostrada en algunos movimientos esporádicos. Es difícil saber hasta qué punto eran conscientes los empresarios y los hombres de Estado, pero sus actos, aunque no fueran del todo intencionados, sino solo el producto de un impulso instintivo de supervivencia, encajaban con ese esquema. Y en 1917 ese proceso exigía que hubiera un consenso nacional sobre la guerra.
El Gobierno tuvo que esforzarse
El Gobierno tuvo que esforzarse para conseguir ese consenso. El que no se manifestara una urgencia espontánea por combatir lo sugieren las firmes medidas que se tomaron: reclutamiento de jóvenes, una minuciosa campaña de propaganda en todo el país y castigos severos para los que se negaran a acatar las reglas.
A pesar de las conmovedoras palabras de Wilson sobre la guerra “para acabar con todas las guerras” y “conseguir un mundo seguro para la democracia”, los estadounidenses no se apresuraron a alistarse. Se necesitaban 1 millón de hombres, pero en las 6 semanas siguientes a la declaración de guerra solo se habían alistado 73.000. El Congreso votó de forma abrumadora el reclutamiento forzoso.
Cuando el presidente Woodrow Wilson tuvo que afrontar la participación de su país en la Gran Guerra, se vio limitado por la presencia de una serie de construcciones ideológicas que habían mantenido a los Estados Unidos fuera de los asuntos europeos. Era una creencia extendida entre amplios sectores de la sociedad norteamericana que la preservación de los valores de la libertad y la democracia exigía mantener las distancias respecto de un Viejo Continente contaminado por siglos de rencillas intestinas. Resultaba, por tanto, imprescindible que Wilson y sus colaboradores convencieran a los ciudadanos de dos cosas: por una parte, que era precisamente en defensa de la democracia por lo que los Estados Unidos debían intervenir en la contienda; por otro lado, que la promoción a largo pla-zo de los valores de la libertad exigía una cierta restricción de los derechos que ésta otorgaba mientras durase la lucha. Asimismo, el ideal de cruzada por una libertad concebida al estilo estadounidense podía servir para allanar el camino al esfuerzo bélico de Norteamérica en el exterior.
El Comité de Información Pública
George Creel, un periodista veterano, se convirtió en el propagandista oficial del Gobierno en cuestiones de guerra; creó un Comité de Información Pública para convencer a los estadounidenses de que la contienda era justa. Contrató a 75.000 oradores, que ofrecieron 750.000 discursos de 4 minutos en 5.000 ciudades y pueblos estadounidenses. Fue un esfuerzo masivo para estimular a un pueblo reacio. A principios de 1917, un miembro de la Federación Cívica Nacional se quejó de que ni los “trabajadores ni los agricultores” tomaban “parte ni mostraban interés en los esfuerzos que estaban llevando a cabo las ligas de seguridad y defensa, ni en ningún otro movimiento para preparar el país”.
El Comité de Información Pública (CPI) fue un enorme aparato de divulgación de noticias y publicidad que, según muchos historiadores, sería a todos los efectos el origen de la moderna propaganda de Estado. (…) Podría alegarse que los actos propagandísticos por parte de los organismos públicos se dieron ya en tiempos antiguos –véanse los desfiles triunfales de los romanos o los discursos inflamados de los oradores griegos–, pero fue en la I Guerra Mundial cuando su uso se hizo sistemático y masivo. Ya no se trataba de acciones esporádicas vinculadas a la iniciativa personal del poderoso de turno, sino de un gran aparato publicitario organizado a nivel institucional, financiado con grandes cantidades de dinero público y dirigido por la burocracia estatal. El objetivo del comité fundado por Wilson era convencer a la opinión pública de que la participación de Estados Unidos en la guerra era necesaria y noble, pues pretendía acabar con la tiranía y preservar las instituciones democráticas.
En 1914 los periódicos habían relatado las espantosas matanzas que se estaban produciendo en las trincheras europeas. Esa información había reforzado los sentimientos pacifistas de una población que acababa de reelegir a Wilson, entre otras cosas, porque acudió a las urnas con el lema de que había mantenido al pueblo norteamericano fuera de la guerra. Así que, para convencer a sus ciudadanos de la necesidad de entrar en combate había que alimentar las pasiones patrióticas, convertir a los alemanes en enemigos odiados y temidos, difundir la necesidad de aceptar sacrificios y apretarse el cinturón, favorecer el alistamiento de voluntarios y fomentar la compra de bonos de guerra. Eso requirió organizar un bombardeo propagandístico sin precedentes en la historia de la humanidad.
Creel reunió a un equipo de artistas, escritores, reporteros, músicos y profesionales de la publicidad y del entretenimiento. Sus hombres organizaron mítines y desfiles, sacaron carteles e ilustraciones y promocionaron películas y canciones patrióticas. Entre trabajadores y voluntarios, casi 150.000 personas participaron en las actividades del CPI. Además, el comité preparaba notas para la prensa que explicaban los objetivos de la guerra, relataban las hazañas de los soldados y describían las grandes virtudes de los aliados. Los periódicos no estaban obligados a publicarlas, aunque la mayoría lo hacía, pues nadie quería ser excluido de los canales de información oficiales. El Gobierno no suprimió la libertad de expresión, pero apeló a la autocensura y publicó una lista de temas que los medios de comunicación tenían que evitar para no poner en peligro los esfuerzos bélicos.
El CPI se encargaba de la difusión de un boletín oficial y de otras revistas patrióticas como Stars and Stripes (Barras y estrellas). A lo largo de la guerra, los ilustradores contratados por Creel crearon unos 1.500 diseños que sirvieron para hacer cien millones de copias de carteles que inundaron las calles y las oficinas públicas del país. El dibujante Montgomery Flagg fue el autor del póster más célebre. Aparecía el Tío Sam, símbolo de Estados Unidos, apelando al ciudadano con el reclamo: I Want You For U.S. Army (Te requiero para el Ejército de los Estados Unidos). Flagg se inspiró en un cartel de 1914 del artista inglés Alfred Leete. En este caso, era el secretario de Estado para la Guerra del Reino Unido, lord Kitchener, quien invitaba a los británicos a alistarse en el ejército de su majestad.
También trabajó con la oficina de correos para censurar la contrapropaganda sediciosa. Creel estableció divisiones en su nueva agencia para producir y distribuir innumerables copias de folletos, comunicados de prensa, anuncios de revistas, películas, campañas escolares y los discursos de los Cuatro Minutos. CPI creó carteles coloridos que aparecieron en todos los escaparates de las tiendas, llamando la atención de los transeúntes durante unos segundos.
Las salas de cine fueron muy concurridas y el CPI capacitó a miles de oradores voluntarios para hacer llamamientos patrióticos durante los descansos de cuatro minutos necesarios para cambiar de carrete. También hablaron en iglesias, logias, organizaciones fraternales, sindicatos e incluso campamentos madereros. Los discursos se realizaron principalmente en inglés, pero se llegó a los grupos étnicos en sus propios idiomas. Creel se jactó de que en 18 meses sus 75.000 voluntarios entregaron más de 7,5 millones de oraciones de cuatro minutos a más de 300 millones de oyentes, en una nación de 103 millones de personas. Los oradores asistieron a sesiones de capacitación a través de universidades locales y recibieron folletos y consejos para hablar sobre una amplia variedad de temas. Se encargó a los historiadores que escribieran panfletos e historias en profundidad sobre las causas de la guerra europea.
Un informe publicado en 1940 por el Council on Foreign Relations le da crédito al comité por haber creado «el motor de propaganda de guerra más eficiente que el mundo haya visto jamás», produciendo un «cambio revolucionario» en la actitud pública hacia la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial:
En noviembre de 1916, el lema de los partidarios de Wilson, «Él nos mantuvo fuera de la guerra», jugó un papel importante en la victoria electoral. En ese momento una gran parte del país estaba apático… Sin embargo, en un período muy corto después de que Estados Unidos se había unido a los beligerantes, la nación parecía estar entusiasmada y abrumadoramente convencida de la justicia de la causa de los Aliados, y por unanimidad decidido a ayudarlos a ganar. El cambio revolucionario sólo se explica en parte por una repentina explosión de sentimiento latente anti-alemán detonado por la declaración de guerra. Debe atribuirse mucho más significado al trabajo del grupo de celosos propagandistas aficionados, organizado bajo la dirección del Sr. George Creel en el Comité de Información Pública. Con sus asociados planeó y llevó a cabo lo que quizás fue el trabajo más eficaz de propaganda de guerra a gran escala que el mundo haya presenciado jamás.
El Comité de Información Pública en España
Esta oficina propagandística, establecida en una nación que había considerado la propaganda como un medio impropio de la acción gubernamental, se encargó en un primer momento de difundir en el interior de los Estados Unidos esa visión de la guerra como lucha a favor de valores típicamente americanos. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que se sugiriera la conveniencia de extender las actividades del Comité a otros países, entre los que se encontraba España. Como nación neutral más importante, y debido a su posición estratégica, aquélla fue vista por Washington como una plataforma idónea desde la que abastecer a los ejércitos norteamericanos destacados en Francia. La difusión en territorio español de las motivaciones que habían llevado a los Estados Unidos a unirse al bando aliado podía así servir para convencer a los habitantes de la Península Ibérica de que sería beneficioso para ellos colaborar con Norteamérica. Sin embargo, para llevar a cabo esta tarea, los estadounidenses habían de compatibilizar la propia imagen que querían ofrecer con sus concepciones acerca de España, que se habían formado precisamente en contraposición a sus propios valores.
A lo largo del otoño de 1917 varios representantes del cuerpo diplomático estadounidense destacados en España habían sugerido la posibilidad de poner en práctica una operación informativa. El 5 de octubre de 1917, el Cónsul en Valencia, John R. Putnam, se lamentaba de los efectos negativos que tenía en la opinión española la intensa campaña de prensa desatada por los grupos germanófilos: «Como los intereses aliados no parecen llevar a cabo ningún trabajo de propaganda, el público sólo escucha a uno de los lados, y en consecuencia debe empezar a creer que lo que oye [de los alemanes] es verdad, en cuanto tales declaraciones no son desmentidas». Por las mismas fechas, el agregado naval en Madrid, Benton C. Decker, exponía parecidos argumentos a sus jefes del Departamento de Marina, aunque utilizaba términos mucho más directos: «Queda enteramente de nuestra parte cultivar una buena opinión, o menospreciar su importancia y dejar el campo abierto para que los agentes enemigos difundan otra que nos sea contraria. Este campo está siendo laboriosamente cultivado en la actualidad por el enemigo, mientras nosotros no hacemos nada. Los agentes enemigos han movilizado todos los recursos hacia ese fin y, en mi opinión, se trata de una medida de guerra de gran importancia, que debería ser fuertemente combatida por medio de una propaganda exhaustiva e inteligente».
Decker se dedicó pronto a lanzar nuevas ideas para llevar a cabo el proyec-o. En agosto de 1917 había propuesto a Joseph E. Willard —embajador de los Estados Unidos en Madrid— preparar la difusión en España de una serie de películas norteamericanas; y un mes después le sugirió «enviar cuatro o cinco periodistas españoles dignos de confianza a ver nuestras fuerzas militares y navales en Francia, con vistas a dar a conocer […] el alcance de nuestra ayuda y preparación». En otro orden de cosas, de vez en cuando se ensayaba desde el Departamento de Estado la posibilidad de difusión de algunos folletos propagandísticos. Así, en octubre Lansing instruyó a su embajador en territorio hispano para que tradujese y difundiese un opúsculo titulado Cómo llegó la guerra a América, con el que se trataba de dar a conocer a los españoles las motivaciones que habían llevado a los Estados Unidos a incorporarse al bando de la Entente.
Utilizando palabras del propio Creel, podría decirse que la tarea de Marion radicaba en llevar «el evangelio del americanismo a todos los confines del Globo». De hecho, el pretendido papel del CPI como vehículo primigenio de ese conjunto de ideas, actitudes y comportamientos que vendría a conocerse como americanización, queda patente con tan sólo analizar los títulos de los rollos de película que el agente del Comité se encargó de distribuir por España. De las setenta y cuatro cintas que aparecen en un listado de remisión del mes de enero de 1918, tan sólo ocho se referían a algún asunto relacionado con el esfuerzo militar estadounidense. En cambio, treinta y una tenían como objetivo principal mostrar los avances técnicos de la industria y la agricultura norteamericanas. (…) Un tercer grupo de cintas, el más numeroso —con treinta y cinco rollos—, estaba constituido por documentales acerca de las principales ciudades, monumentos o lugares pintorescos de los Estados Unidos.
Por entonces los trabajos del agente del CPI habían dado lugar a un arduo debate interno en la Embajada norteamericana en España, donde las rivalidades personales preexistentes se mezclaron con las divergentes opiniones en torno a la efectividad de los propósitos del Comité. La discusión de fondo en la que todos ellos se enzarzaron tenía que ver precisamente con la universalidad de los ideales americanos, y por ende con la posibilidad de difundirlos exitosa-mente por la geografía peninsular. Pronto fue posible distinguir entre tres grupos claramente diferenciados por sus opiniones. El primero de ellos estaba encabezado por el propio Marion, el agregado naval Benton C. Decker y el asistente de este último, George A. Dorsey, quien llegaría a sustituir al representante del Comité durante sus ausencias de la capital de España. Todos ellos siguieron fielmente el pensamiento del presidente Wilson, para quien resultaba incuestionable la adaptabilidad de su programa a todos los rincones del orbe. El segundo sector tenía como líderes prominentes al agregado militar John W. Lang y su ayudante, el periodista George Bronson Rea. Ambos conformaron lo que podríamos denominar una línea pragmática o realista, abogando por campañas propagandísticas de corte clásico, centradas en la consecución de resultados inmediatos y carentes del trasfondo moralizante e idealista que guiaba a los subordinados de Creel. En su opinión los representantes estadounidenses debían contestar directamente a las provocaciones alemanas y tratar de demostrar que España tenía que ponerse del lado de Norteamérica no tanto por los principios que ésta defendía, como porque iba a resultar vencedora en la contienda. El tercer y último grupo estaba personificado por el propio embajador Willard, para el que cualquier tipo de campaña informativa se aparecía como una pérdida de tiempo. A su entender la única vía para hacer que los españoles apoyasen los esfuerzos estadounidenses pasaba por la aplicación de medidas de presión directamente dirigidas al gobierno, como los embargos sobre las mercancías estadounidenses destinadas a la Península Ibérica.
Quizá como consecuencia de esta rivalidad de opiniones, los representantes del Comité en España decidieron buscar la opinión de algún experto en la ma-teria. Para ello pusieron sus miras en Rafael Altamira, quien no mucho antes había intervenido en el Congreso de Historia del Pacífico celebrado en San Francisco el año 1915, a la vez que tenía lugar la exposición conmemorativa de la apertura del Canal de Panamá. La tarea que encargaron al conocido historia-dor español consistía en la confección de un informe que reflejase sus opiniones acerca de la manera de mejorar el ambiente de las relaciones hispano-norteamericanas. Altamira acometió esta labor señalando las dificultades que habrían de sortearse a la hora de lograr tal objetivo:
1.- La memoria de la guerra de 1898, que todavía persiste en muchas mentes, ya sea en forma de desconfianza hacia el futuro o de rencor a causa del pasado.
2.- La agitación provocada aquí por las publicaciones, conferencias, etc., de muchos hispanoamericanos, heridos en su patriotismo o en sus bolsillos, por los recientes acontecimientos políticos en América en los que el gobierno norteamericano ha tomado parte (Colombia, México, Centroamérica, etc.).
3.- La obligación moral de España pasa por velar los intereses y la independencia de las repúblicas hispanoamericanas, y por la necesidad de no aparentar desprecio o traicionar la confianza de muchas de ellas en relación con el imperialismo y el americanismo de los Estados Unidos. Cualquier aproximación entre España y los Estados Unidos requiere muchas explicaciones, debe estar bien razonada y basarse en garantías, con la intención de que no sea interpretada allí como una deserción respecto de los intereses de raza de la fraternidad hispanoamericana.
4.- La opinión de las colonias de emigrantes españoles que, en su mayoría, ven a los Estados Unidos como enemigos y considerarían una unión con ellos como una falta de patriotismo, a no ser que fueran profusamente informados de la utilidad y el alcance de dicha relación.
5.- La actitud antiamericana de la mayor parte de nuestros expertos americanistas.
Alianza Americana para el Trabajo y la Democracia
George Creel y el Gobierno crearon la Alianza Americana para el Trabajo y la Democracia, cuyo presidente fue Samuel Gompers; su objetivo fue «unificar el sentimiento de la nación» respecto a la guerra. Contó con delegaciones en 164 ciudades y muchos dirigentes sindicales colaboraron con ella. Sin embargo, según James Weinstein la alianza no funcionó: «El apoyo de la clase trabajadora a la guerra continuó siendo muy moderado…». Y a pesar de que algunos socialistas destacados como Jack London, Upton Sinclair y Clarence Darrow se declararon a favor de la contienda cuando Estados Unidos entró en ella, la mayoría de los socialistas continuó oponiéndose.
Samuel Gompers, presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo y fundador de la Alianza Estadounidense para el Trabajo y la Democracia, declaró:
«Desarrollamos un plan para reunir en una organización a representantes del movimiento sindical estadounidense y representantes de lo que se conoce como organizaciones radicales. Los miembros de esta organización acordaron dejar de lado durante el período de la guerra cualquier diferencia que pudieran tener sobre el procedimiento y para unirnos en defensa de los principios fundamentales que defendió nuestro gobierno. Esta organización la llamamos Alianza Estadounidense para el Trabajo y la Democracia «.
Gompers presentó su propuesta a la administración de Wilson para su aprobación, obteniendo la luz verde del Consejo de Defensa Nacional y del Comité de Información Pública encabezado por George Creel. A esta última organización le gustó tanto la idea que llegó a convertir a la Alianza Estadounidense para el Trabajo y la Democracia en una de las principales agencias no oficiales a través de las cuales operaba el Comité de Información Pública.
Una de las organizaciones pacifistas de izquierda a la que Gompers y sus asociados se opusieron particularmente fue el Consejo Popular de América para la Democracia y la Paz, una organización nacional establecida en una reunión masiva de 20.000 personas celebrada en el Madison Square Garden en mayo de 1917.
Cuando Gompers se enteró de que el People's Council planeaba una conferencia nacional de la organización que se llevaría a cabo en St. Paul, Minnesota, en septiembre de 1917, que iba a ser «verdaderamente representativa del trabajo», Gompers respondió lanzando una contraconvención propia: pidiendo que se celebre una conferencia nacional de la Alianza Estadounidense para el Trabajo y la Democracia en la misma ciudad al mismo tiempo. George Creel, del Comité de Información Pública, se puso a trabajar reprimiendo la capacidad del Consejo Popular para celebrar una convención en cualquier lugar, escribió a un corresponsal de Minnesota que la organización antimilitarista estaba compuesta por «traidores y tontos» y lo alentó a movilizar a los ciudadanos cívicos conservadores organizaciones para aprobar resoluciones contra el Consejo Popular y para reunirse directamente con los editores de periódicos sobre el tema.
El 28 de agosto, menos de una semana antes del inicio programado de la convención del Consejo Popular, el gobernador Joseph Burquist de Minnesota prohibió la reunión del Consejo Popular con el argumento de que brindaría ayuda y consuelo a los enemigos de los Estados Unidos. Un esfuerzo posterior para celebrar una convención en Chicago fue interrumpido por la policía. Cuando el alcalde de Chicago «Big Bill» Thompson intentó intervenir, declarando que «los pacifistas son ciudadanos respetuosos de la ley» y que no «haría que se difundiera que Chicago niega la libertad de expresión a nadie», el gobernador de Illinois, Frank Lowden, movilizó a la Guardia Nacional de Illinois, enviando cuatro compañías de tropas a Chicago al día siguiente para asegurarse de que el Consejo Popular no pudiera reunirse.
Ley de Espionaje de 1917
En abril de 1917, el mismo mes en que declararon la guerra a Alemania, las cámaras legislativas estadounidenses aprobaron la Espionage Act. Su ratificación no llegó sino tras un arduo debate, tanto entre congresistas como en los medios de comunicación, a causa de las restricciones a la libertad de prensa que pretendía imponer. Por su nombre podría suponerse que fue una ley contra el espionaje. Sin embargo, contenía una cláusula que estipulaba penas de hasta 20 años de cárcel para «todo el que, mientras Estados Unidos esté en guerra, incite deliberadamente o intente incitar a la insubordinación, la deslealtad, el motín, o se niegue a cumplir con su deber en las Fuerzas Armadas o navales de Estados Unidos, u obstruya el servicio de reclutamiento o alistamiento de Estados Unidos». (…) La Ley de Espionaje se utilizó para encarcelar a todo estadounidense que hablara o escribiera contra la guerra.
Un año después de la aprobación de la ley, Eugene V. Debs, candidato presidencial del Partido Socialista en 1904, 1908 y 1912 fue arrestado y condenado a 10 años de prisión por pronunciar un discurso que «obstruía el reclutamiento». Se postuló nuevamente para presidente en 1920 desde la prisión. El presidente Warren G. Harding conmutó su sentencia en diciembre de 1921 cuando había cumplido casi cinco años.
En Estados Unidos v. Motion Picture Film (1917), un tribunal federal confirmó la incautación por parte del gobierno de una película llamada The Spirit of '76 con el argumento de que su descripción de la crueldad por parte de los soldados británicos durante la Revolución Americana socavaría el apoyo a El aliado de Estados Unidos en tiempos de guerra. El productor, Robert Goldstein, un judío de origen alemán, fue procesado bajo el Título XI de la Ley y recibió una sentencia de diez años más una multa de $ 5000. La sentencia fue conmutada en apelación por tres años.
El Director General de Correos Albert S. Burleson y los de su departamento desempeñaron un papel fundamental en la aplicación de la Ley. Ocupó su cargo porque era un partidario del Partido Demócrata y cercano tanto al Presidente como al Fiscal General. En un momento en que el Departamento de Justicia contaba con docenas de investigadores, la Oficina de Correos contaba con una red nacional. El día después de que la ley se convirtió en ley, Burleson envió un memorando secreto a todos los administradores de correos ordenándoles que «vigilen de cerca… los asuntos que se calculan para interferir con el éxito del… gobierno en la conducción de la guerra». Los administradores de correos en Savannah, Georgia y Tampa, Florida, se negaron a enviar por correo al Jeffersonian, el portavoz de Tom Watson, un populista del sur, un oponente del reclutamiento, la guerra y los grupos minoritarios. Cuando Watson solicitó una orden judicial contra el administrador de correos, el juez federal que escuchó el caso calificó su publicación de «veneno» y denegó su solicitud. Los censores del gobierno objetaron el titular «Civil Liberty Dead». En la ciudad de Nueva York, el administrador de correos se negó a enviar The Masses, una publicación mensual socialista, citando el «tenor general» de la publicación. The Masses tuvo más éxito en los tribunales, donde el juez Learned Hand descubrió que la ley se aplicó de manera tan vaga que amenazaba «la tradición de la libertad de habla inglesa». Los editores fueron luego procesados por obstruir el borrador y la publicación se dobló cuando se les negó nuevamente el acceso a los correos. Finalmente, la enérgica aplicación de Burleson se extralimitó cuando apuntó a los partidarios de la administración. El presidente le advirtió que ejerciera «la máxima cautela» y la disputa supuso el fin de su amistad política.
En marzo de 1919, el presidente Wilson, a sugerencia del fiscal general Thomas Watt Gregory, indultó o conmutó las sentencias de unos 200 prisioneros condenados en virtud de la Ley de Espionaje o la Ley de Sedición.
Noticias de Paz de Octubre: La guerra empieza aquí, mata y contamina, parémosla acá
En esta “guerra contra la vida” vamos a conocer los vínculos entre el antimilitarismo y la lucha contra la emergencia medioambiental, a través del audio con Quique, que nos contará de la semana de acción mundial para la Paz y la Justicia climática; con Tica Font conoceremos el Informe 65 del Centre Delàs: POR UNA POLÍTICA DE PAZ Y DESARME EN EUROPA y las propuestas para una Europa de la distensión, la paz y la seguridad compartida; así como el pulso de la alianza por el desarme nuclear; de la mano de Edu Aragón bucearemos en el último informe del Centre Delás sobre LA BANCA ARMADA Y SU CORRESPONSABILIDAD EN EL GENOCIDIO EN GAZA. La financiación de las empresas que fabrican las armas usadas en las masacres contra la población palestina. Con Ainhoa denunciaremos el régimen de frontera de la UE y el 20 cumpleaños de Frontex, que será el último(es nuestra lucha); y con Valeria aterrizaremos en una Canarias que se ama y se defiende con derechos para todas y en Paz. Y música de Pedro Pastor y Manu Chao. Por una Revolución Noviolenta.
Pincha acá para escucharlo:
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Quizás nos salve un cobarde
Guerra cognitiva y control de la información
La crisis ucraniana, el conflicto en el lejano Oriente y el genocidio palestino anuncian, para el mundo Occidental «basado en reglas», el prólogo de una crisis social de proporciones épicas. El capitalismo neoliberal se enfrenta a una de sus mayores crisis existenciales. El mundo transita de un orden unipolar a otro multipolar evidenciando la decadencia del imperio norteamericano. En este contexto, las élites dominantes y la burguesía transnacional están implementando formas de control social sin precedentes. Los grandes conglomerados financieros, ante la amenaza de perder su hegemonía, han optado por restringir las libertades públicas. Promueven, por otra parte, movimientos de carácter mesiánico, el revisionismo histórico, pasando por falsos debates identitarios o el ecologismo reaccionario. Para asegurar el uso del poder, financian a partidos y movimientos de extrema derecha que se presentan en algunas ocasiones bajo la máscara de «europeístas» y, en otras, como populistas de derechas o izquierdas, dependiendo de las circunstancias. Estas fuerzas políticas, cuidadosamente moldeadas, permiten a los grupos financieros mantener su influencia política mientras neutralizan la resistencia popular. En este contexto de restricción de libertades y manipulación política, las tecnologías de vigilancia masiva y censura cobran un protagonismo central.
En agosto de 2024, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (ODNI) presentó un documento que, camuflado como un procedimiento burocrático más, en realidad representa un cambio profundo en la manera en que se lleva a cabo la vigilancia a nivel mundial. Bajo el nombre de «Intelligence Community Data Co-op» (ICDC), el proyecto propone la creación de una plataforma centralizada para recopilar y analizar enormes cantidades de información de cualquier individuo en todo el mundo. La imagen del gran hermano de Orwell da un enorme salto adelante. Este sistema recopila datos de fuentes comerciales y públicas: desde el historial de compras y geolocalización hasta la actividad en redes sociales y registros de salud. Lo preocupante es que el proyecto permite a las agencias de inteligencia estadounidenses «evitar las restricciones legales» mediante la compra de datos a empresas privadas, sin necesidad de pasar por procesos judiciales que podrían retrasar las investigaciones. Esta nueva arquitectura de vigilancia convierte al ICDC en un pilar central de la Guerra Cognitiva, pues ofrece una ventaja estratégica a las agencias de inteligencia, permitiendo incluso la manipulación preventiva del comportamiento a través del control sobre las ideas dominantes, las tendencias de voto… los descubrimientos en psicología social sobre las identidades compartidas abren nuevos caminos para la proyección de líderes emocionales. La llamada psicología de las emociones aliada a las bases de datos amplia el horizonte para la creación de líderes sociales formateados por el propio sistema.
En este contexto, empresas tecnológicas como Apple y Microsoft han sido actores clave en facilitar la vigilancia masiva[1] y a partir de ella crear o recrear los futuros líderes sociales. A esto se suma el hecho de que Microsoft recopila, desde hace años, grandes cantidades de información de los usuarios de Windows 10, como el texto que escriben en sus teclados, su ubicación geográfica e incluso imágenes captadas por las cámaras web, sin que los usuarios sean conscientes de ello. Estas acciones han generado una creciente desconfianza hacia las grandes tecnológicas occidentales.
Los atentados terroristas del régimen israelí en el Líbano en 2024 revelaron la extrema vulnerabilidad de las infraestructuras tecnológicas globales y cómo estas pueden convertirse rápidamente en armas de guerra. Las bombas en los Smartphone, «busca personas» y las instalaciones atacadas ha dejado al descubierto que, a pesar de los avances en seguridad informática, las infraestructuras tecnológicas globales son altamente susceptibles a ataques cibernéticos o actos terroristas coordinados. Este clima de incertidumbre y vulnerabilidad ha favorecido, paradójicamente, el ascenso de China como una alternativa tecnológica más confiable, sobre todo en mercados emergentes. El auge de empresas chinas como Huawei y Xiaomi, las grandes beneficiarias, se debe en parte al miedo que ha generado la fragilidad de las infraestructuras tecnológicas occidentales. Los atentados en el Líbano y los continuos problemas de ciberseguridad en Occidente han acelerado este cambio de percepción, lo que ha llevado a un aumento significativo en las ventas de productos chinos, especialmente en regiones en desarrollo. Pekín aprovechará estas circunstancias para consolidar su posición como líder en tecnología segura al margen de la intromisión de Occidente.
Guerra Cognitiva: Definición y Estrategias
La guerra cognitiva es un concepto desarrollado por la OTAN para describir la manipulación de la percepción y el pensamiento colectivo con el fin de influenciar el comportamiento humano. A diferencia de la guerra convencional, donde los objetivos son territorios o recursos, la guerra cognitiva busca dominar la mente, moldear opiniones y controlar las narrativas. Este tipo de control no solo se limita a censurar puntos de vista contrarios, sino que busca anticiparse, evitando que las ideas opuestas a la narrativa oficial se formen en la opinión pública. Para eso es imprescindible la censura sistemática de medios como Telegram, RT, Sputnik y muchos otros en Occidente. A raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, las plataformas tecnológicas y los gobiernos occidentales han bloqueado el acceso a estos medios para impedir la difusión de sus narrativas a las audiencias de Europa y América. Estas medidas, en muchos casos, no son resultado de decisiones judiciales, sino de órdenes administrativas que buscan limitar el acceso a puntos de vista divergentes y controlar el flujo de información. En este sentido, es esencial reconocer la famosa frase atribuida a un asesor del ex presidente George W. Bush: «El poder genera la realidad. Y mientras tú estudias esa realidad… nosotros creamos otra«. Esta idea sintetiza la esencia de la guerra cognitiva: quienes controlan la narrativa, controlan la realidad misma. El poder reside no solo en influir sobre los hechos, sino en moldear la percepción de esos hechos antes de que otros puedan cuestionarlos. Asimismo, Michel Foucault, en su obra «Historia de la sexualidad: La voluntad de saber» (Foucault, 1976), afirmaba que en definitiva quien tiene el control sobre la narrativa tiene el control sobre cómo se percibe la realidad.
Expansión de Smartphones y uso de Algoritmos Predictivos
La expansión del uso de smartphones, que ahora llegan incluso a manos de niños y niñas de corta edad, ha abierto una nueva frontera en el control de la información y la manipulación social. Mediante el uso de «algoritmos predictivos», las grandes corporaciones tecnológicas y las oligarquías globales pueden recolectar y analizar grandes cantidades de datos personales desde una edad temprana. Esto permite que se definan las inclinaciones, tendencias y comportamientos de los usuarios, ofreciendo una visión precisa del futuro inmediato, que puede ser manipulado y controlado de acuerdo con los intereses de las transnacionales. El acceso a datos tan sensibles como las preferencias de consumo, los patrones de interacción social y el comportamiento online desde edades muy tempranas proporciona a las oligarquías las herramientas necesarias para moldear las percepciones y las decisiones de las generaciones futuras. En este contexto, los algoritmos no solo predicen lo que una persona hará, sino que influyen activamente en cómo verá el mundo y tomará decisiones. Este monitoreo continuo y la manipulación sutil de los comportamientos a través de las tecnologías de vigilancia digital convierte a los smartphones en una de las herramientas más poderosas para asegurar que las élites puedan mantener su control sobre el orden social y económico en las próximas generaciones.
El comportamiento de la casta dirigente abunda en esa idea, muchos de los hijos de las élites crecen educados en ambientes donde el acceso a dispositivos digitales está restringido, conscientes de los peligros que estas herramientas pueden representar en términos de control y vigilancia. Como señala Manfred Spitzer en su libro Demencia digital, el uso intensivo de pantallas puede tener efectos devastadores en el desarrollo cognitivo de los niños, lo que explica por qué los «niños ricos» a menudo «no miran las pantallas», siendo educados lejos del alcance de las mismas tecnologías que las élites promueven para la población general.
Hacia una Sociedad Monitorizada
A medida que el control de la información y la vigilancia masiva se expanden, figuras políticas de alto nivel han comenzado a abogar por recortes a las libertades civiles en nombre de la «Seguridad nacional» y el combate a la desinformación. Tanto el ex secretario de Estado John Kerry como la ex candidata presidencial Hillary Clinton han sido voces prominentes en esta discusión, sugiriendo que ciertos derechos como los protegidos por la «Primera Enmienda de la Constitución norteamericana», deberían ser revisados para adaptarse a los tiempos actuales. En declaraciones recientes, John Kerry argumentó que la libertad de expresión no debe ser un «cheque en blanco» que permita a los ciudadanos difundir desinformación o desafiar las narrativas oficiales en temas de seguridad. Kerry señaló que, en un mundo donde las fake news y la desinformación pueden desestabilizar sociedades, es necesario «limitar ciertas formas de discurso» para proteger la cohesión social y la estabilidad política. En su opinión, una sociedad más «monitorizada y controlada» sería menos vulnerable a influencias externas malintencionadas. Por su parte, Hillary Clinton ha sido una defensora abierta de la necesidad de «combatir la desinformación», y ha sugerido que el gobierno debería tener más poder para regular y monitorizar lo que se publica en las redes sociales. Clinton argumenta que, aunque la Primera Enmienda es un pilar fundamental de la democracia estadounidense, su interpretación debe adaptarse a los desafíos del siglo XXI. Para Clinton, la «libertad de prensa» y la «libertad de expresión» deben ser compatibles con un sistema de «vigilancia y control» que garantice que solo se difunda información «responsable». Detrás de este discurso, sin embargo, subyace la influencia de los «grandes grupos de poder». La clase política, obedeciendo a los intereses de estas élites, abre debates sociales sobre las libertades en abstracto, pero oculta su verdadero objetivo: la «restricción progresiva de las libertades públicas» bajo el pretexto de la seguridad y la estabilidad social. Este proceso, por ahora, se lleva a cabo bajo el manto de una «subdemocracia», donde los ciudadanos son llamados a votar cada cierto tiempo, mientras que la casta política toma decisiones al margen de la voluntad popular, concentrando el poder en manos de unos pocos. Además, esta restricción de libertades se justifica utilizando el miedo al terrorismo, las preocupaciones por el cambio climático, que orientan el consumo social en direcciones que favorecen ciertos intereses, y las epidemias, que alimentan la soledad social. Este aislamiento refuerza el control, pues al romperse los lazos entre individuos, se debilita el tejido social dificultando la resistencia organizada.
Persecución de la Disidencia y Censura Global
La guerra cognitiva no se libra únicamente en el ámbito digital. Aquellos que intentan desafiar el control de la información y ofrecen narrativas alternativas, ya sean periodistas, activistas o académicos, se enfrentan a persecución y censura. Ejemplos recientes incluyen las redadas en las oficinas de Jurgen Elsasser, redactor jefe de la revista Compact en Alemania, y la persecución del ex inspector de armas de la ONU Scott Ritter en EE.UU., ambos acusados de tener conexiones con Rusia por sus críticas a las políticas occidentales. Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia para silenciar voces críticas y asegurar que la narrativa dominante prevalezca sin competencia. En muchos casos, las acusaciones de desinformación o «injerencia extranjera» se utilizan como pretexto para justificar la censura, cuando en realidad el objetivo es suprimir cualquier visión crítica que pueda desafiar el statu quo.
Conclusión
En resumen, el control de la información, los atentados terroristas en el Líbano y la guerra cognitiva están profundamente interrelacionados. A través de programas de vigilancia masiva como el ICDC y la estrecha colaboración con empresas tecnológicas, las agencias de inteligencia buscan dominar el flujo de información global. Sin embargo, este control no solo se limita a la recopilación de datos; va más allá, hacia la manipulación directa del pensamiento y las percepciones colectivas. La vulnerabilidad de los sistemas informáticos, expuesta por los atentados en el Líbano, muestra cómo las infraestructuras tecnológicas globales son susceptibles de ser explotadas, lo que facilita la guerra cognitiva. Al mismo tiempo, China ha aprovechado las debilidades de los sistemas occidentales para consolidarse como el nuevo ganador en la competencia tecnológica global, incrementando su influencia y poder blando. La guerra cognitiva representa un desafío sin precedentes para las sociedades modernas. Al integrar la tecnología, el espionaje masivo y la manipulación de la información, las élites globales buscan no solo controlar lo que sabemos, sino también cómo pensamos. Como ciudadanos, es crucial ser conscientes de estas estrategias y defender activamente los derechos fundamentales que están en peligro en esta nueva era de control y vigilancia.
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Referencias
1. Foreign Threats to the 2020 US Federal Elections, Avril Haines, 10 de marzo de 2021.
2. Kremlin-Funded Media: RT and Sputnik's Role in Russia's Desinformation and Propaganda Ecosystem, Global Engagement Center, enero de 2022.
3. «La campaña de la OTAN contra la libertad de expresión», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de diciembre de 2016.
4. «¿Ha renunciado Occidente a la libertad de expresión?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 8 de noviembre de 2022.
5. Cognitive Warfare, François du Cluzel, NATO's Allied Command Transformation, noviembre de 2020.
6. «El poder genera la realidad.» Atribuido a Karl Rove, asesor de George W. Bush【46†source】
7. Michel Foucault, Historia de la sexualidad: La voluntad de saber, Madrid: Siglo XXI, 1976.
8. Manfred Spitzer, Demencia digital, Barcelona: Ediciones B, 2012.
Nota:
[1] En 2023, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) denunció que dispositivos de Apple habían sido infiltrados por un software malicioso que permitió a la inteligencia estadounidense espiar a diplomáticos y ciudadanos extranjeros en Rusia
Non á xuntanza do Clúster de la Industria de Defensa (CID) en Vigo
O venres 25 de outubro Muéstralo SL. empresa galega organizadora da feira NAVALIA organiza en Vigo un encontro do Clúster de la Industria de Defensa (CID) baixo o título: “La retos de la industria de defensa en un escenario de incertidumbre: impacto del Informe Draghi”. Ao acto que se vai celebrar no pazo Los Escudos están chamados "profesionales de empresas y entidades relacionadas con el ámbito de la defensa y del sector naval".
Desde o Espazo Aberto Antimilitar opoñémonos a este tipo de xuntanzas que deixan de manifesto que a guerra é un gran negocio. Ante esta xuntanza lanzamos o seguinte texto:
O CID NO PAZO LOS ESCUDOS
Fiel, Leal, Valerosa e Sempre Benéfica
Divisa da cidade de Vigo
Hai 925 anos Rodrigo Díaz de Vivar acababa os seu días en Valencia, en pleno sitio almorávide da cidade. Aquel que fora coñecido polo cognome do Cid veu transmutarse co paso do tempo no acrónimo do Clúster de la Industria de Defensa. Un conglomerado de empresas sen ánimo de lucro pensado para dar servizo á industria militar, no contexto actual de rearme xeneralizado.
Precisamente Vigo é o emprazamento escollido para desenvolver a III Reunión do Consello Asesor do CID, que terá lugar o vindeiro 25 de outubro no Pazo Los Escudos. A outrora chamada Finca Miramar, propiedade do empresario Javier Sensat Curbera, o mesmo que ocupara o cargo de Delegado Militar de Abastos após o golpe de estado de 1936, será o marco dunha guerra imaxinada en forma de oportunidade de negocio. De feito o propósito desta cita, antes de máis, pasaría por realizar un diagnóstico sobre a saúde da economía europea e os seus efectos nun sector que aspira a ocupar un papel protagonista no momento presente. De aí o obxecto da reunión, “Los retos de la industria de defensa en un escenario de incertidumbre: impacto del Informe Draghi”.
Unha memoria presentada polo ex primeiro ministro de Italia, Mario Draghi, a petición da Comisión Europea e que en realidade agocha un título sintomático por revelador, O futuro da competitividade europea. Un traballo por encargo que aborda os desafíos que haberá de enfrontar a UE nun horizonte inmediato, en relación a tres aspectos de máxima relevancia no plano económico como son o desenvolvemento tecnolóxico, a eficiencia enerxética e a autonomía estratéxica respecto dos EUA e China, a fin de procurar unha saída vantaxosa á crise civilizatoria en curso.
Pero en todo caso o espírito que anima este encontro, lonxe de calquera tipo de tecnicismo, é o de crear as condicións óptimas que permitan cabalgar a onda da crecente inestabilidade xeopolítica a escala global, dada a importancia da inversión en materia de defensa no conxunto da UE e do Estado español. Se acaso a faceta máis descarnada da chamada colaboración público-privada, que ten nos territorios de Oriente Próximo un eficaz laboratorio de morte e destrución. Isto é, un estado de opinión favorable á emerxencia da guerra como forma de xestionar a xeopolítica ou mellor aínda a forma de a xeopolítica xestionar a emerxencia de guerra, co beneplácito dunha sociedade á que é necesario rescatar do precipicio da confrontación bélica.
NON AO NEGOCIO DA GUERRA!
NIN UN EURO PARA O EXÉRCITO!
ANTIMILITARISMO OU BARBARIE!
Vigo, outubro 2024
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