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Actualizado: hace 1 hora 23 min

El Supremo confirma año y medio de cárcel a dos guardias civiles que obligaron a varios jóvenes a desnudarse en un control de drogas

19 March, 2024 - 00:00

Alberto Pozas

El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de año y medio de prisión, con seis más de inhabilitación, a dos agentes de la Guardia Civil que en 2014 obligaron a tres jóvenes a desnudarse durante un control de drogas en Segovia. Los agentes, dice la Sala de lo Penal, “obraron con abuso de su función, sin justificación alguna plausible” y “contraviniendo de forma expresa los protocolos de actuación vigente”, y no reflejaron el incidente en las hojas de servicio.

Los hechos ocurrieron en junio de 2014 en un control de tráfico que la Guardia Civil había montado en la AP-6 en la zona cercana al peaje segoviano de El Espinar en dirección Madrid. Los agentes bajaron del coche a los tres jóvenes, dos hombres y una mujer, y empezaron a cachearlos. Una agente acudió para cachear a la mujer, que rompió a llorar al estar ocurriendo todo delante de todos los demás. Los agentes empezaron en ese momento a burlarse de ella: “No le ha gustado cómo la he tocado”, dijo la guardia civil.

Mientras tanto, los guardias condenados registraron el coche y preguntaron a los jóvenes que “dónde llevaban la droga”, procediendo a ordenarles que se desnudaran por completo para hacerles un cacheo integral. Lo hicieron, según la Justicia, saltándose todos los protocolos, sin que fuera necesario y causando a las víctimas “una humillación objetiva, que se tradujo en sentimientos de vergüenza y humillación”. No dejaron registro de estos incidentes en las hojas de servicio.

El Supremo ha confirmado las condenas que la Audiencia de Segovia impuso a dos de los implicados: año y medio de cárcel y seis años de inhabilitación para dos de los guardias civiles por delitos contra la integridad moral. La agente que participó en el cacheo a la mujer que rompió a llorar fue absuelta.

En sus recursos, los guardias civiles alegaban que un desnudo integral no tenía por qué atentar contra la integridad moral del detenido. El Supremo contesta que se obligó a los jóvenes a desnudarse, bajo amenaza de detención, sin que existiera “ningún indicio por mínimo que fuera” contra ellos. Los jueces hablan de una “absoluta gratuidad” de la actuación de los guardias civiles, sobre personas que ni siquiera estaban detenidas y, además, sin dejar constancia por escrito.

El Diario

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Miles de personas se tumban en el suelo en una 'performance' multitudinaria en Donostia para reivindicar el fin del genocidio en Palestina.

19 March, 2024 - 00:00

La manifestación a favor del pueblo palestino en Donostia, a vista de dron

Público

Bajo el lema "Genocidio Stop", miles de personas se han manifestado este domingo en San Sebastián (Donostia) para dar su apoyo al pueblo palestino. La manifestación ha sido convocada por los agentes de la cultura vasca (Kulturatik Creadorxs Culturales). El principal reclamo de los manifestantes ha sido pedir el fin del genocidio en Gaza y solicitar a la comunidad internacional que intervenga en este asunto.

La marcha arrancó al mediodía y recorrió la distancia entre el Alderdi Eder y el Peine del Viento, contando con numerosas intervenciones artísticas. El recorrido culminó con una performance en la que miles de personas se tumbaron en el suelo. Han asistido a la reivindicación representantes de múltiples sindicatos y más de 300 artistas, como Itziar Ituño, Borja Kobeaga y Gorka Otxoa.

Al finalizar la marcha, las actrices Mireia Gabilondo e Itziar Atienza hicieron la lectura del manifiesto en euskera y castellano. En él, pedían "no acostumbrarse" y "no olvidar" ante esta "pérdida de humanidad y la normalización del terror" que "mata cada día a cientos de personas inocentes".

Fuente: https://www.publico.es/internaciona...;mm=mobile-big

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Servicio militar obligatorio para los ricos

18 March, 2024 - 00:00

«Si queremos estar preparados para combatir en Europa del Este es fundamental la instrucción y adiestramiento en paso de cursos de agua.» El pasado lunes, la cuenta de X del Estado Mayor de la Defensa publicaba esta frase junto a varias fotos de soldados españoles del Grupo Táctico Acorazado ‘Málaga' llevando a cabo maniobras en la zona de entrenamiento de Bemowo Piskie, en Polonia. Por si al lector o lectora se le había pasado, repetimos las cinco palabras clave: «combatir en Europa del Este». O, dicho en otras palabras, mandar a la muerte a compatriotas de uniforme que ganan poco más que el Salario Mínimo Interprofesional.

«Bueno, no alarmemos a la gente. Están hablando de algo puramente hipotético», podría pensar cualquiera que haya visto la publicación. Sin embargo, no es eso lo que dicen los líderes políticos europeos y la mayoría de los medios de comunicación.

Recientemente, en una cumbre en París, todos los primeros ministros de los 27 estados miembros estuvieron de acuerdo en avanzar hacia una «economía de guerra», incluido el presidente español, Pedro Sánchez. Estados Unidos y la OTAN no paran de exigir que todos los países bajo la protección de la organización atlántica eleven sus presupuestos militares al menos hasta el 2% del PIB. Recientemente, Donald Trump, que puede volver a la Casa Blanca a finales de este año, amenazaba a los países que no lleguen a esa cifra con dejarlos solos si Rusia los ataca. En España, de momento estamos en el 1,3% —al menos esa es la cantidad que se hace pública; ya que todo el mundo sabe que no hay un epígrafe más opaco en los presupuestos que el de defensa— y, en todo caso, ni Margarita Robles ni ningún otro miembro del gobierno Sánchez han arrojado ninguna duda respecto de que, por supuesto, vamos a aumentar esa cantidad a las órdenes de nuestro amo norteamericano. Las instituciones de la Unión Europea lo tienen igualmente claro y no pasa una semana sin que Ursula von der Leyen pida más madera para la escalada bélica. Coincidiendo con la citada cumbre en París, el presidente francés, Emmanuel Macron, daba incluso un paso más: abría la posibilidad a enviar tropas europeas a Ucrania. A las pocas horas, Vladimir Putin le recordaba que Rusia tiene armas nucleares.

Si la élite política europea no para de hacer sonar los tambores de guerra, el discurso en la mayoría de los medios de comunicación es todavía más enardecido. En los últimos meses, se han multiplicado los artículos y los análisis que dibujan la guerra como algo inevitable que se habría decidido ya en algún espacio sustraído del debate democrático y como algo inminente para lo cual nos deberíamos estar preparando desde ya gastando ingentes cantidades de dinero público. Tanto la derecha mediática como la progresía no paran de publicar toneladas de titulares de propaganda bélica, buscando normalizar ese escenario entre la población para que luego sea mucho más fácil tomar las decisiones políticas correspondientes. No solamente en Alemania se está empezando hablar de recuperar el servicio militar obligatorio. Varios medios de comunicación españoles han decidido abrir también ese debate al mismo tiempo que publican las abultadas proyecciones económicas sobre las cuentas de resultados de las empresas armamentísticas europeas.

Si la élite política europea no para de hacer sonar los tambores de guerra, el discurso en la mayoría de los medios de comunicación es todavía más enardecido

«Si queremos estar preparados para combatir en Europa del Este es fundamental la instrucción y adiestramiento en paso de cursos de agua», dice el Estado Mayor de la Defensa. Pero, ¿»combatir» quiénes? El cine de Hollywood nos ha enseñado que, hace mucho tiempo, cuando dos ejércitos se enfrentaban, el rey se situaba el primero con su caballo. A medida que fueron pasando los siglos, las películas nos empezaron a mostrar otro tipo de reyes que, aunque todavía estaban presentes en el campo de batalla, se situaban sin embargo en la retaguardia, con un mapa y un catalejo, dando órdenes. Los equivalentes de los reyes actuales, es decir, los dueños de los fondos de inversión y de las empresas de armamento que se forran con las guerras, los directores de los medios de comunicación propiedad de estos mismos oligarcas o los dirigentes políticos que operan como sus mayordomos en los gobiernos y en los parlamentos —no hace falta que nos lo muestre ninguna película— ya no están ni al frente de los batallones de infantería ni en la retaguardia. De hecho, no están ni cerca del campo de batalla. Mientras mandan a la muerte a jóvenes con salarios precarios y justifican la destrucción de ciudades enteras, el asesinato de civiles y el desplazamiento forzado de millones de personas, los señores de la guerra del siglo XXI están cómodamente sentados en un luminoso despacho a miles de kilómetros de allí, las más de las veces en las plantas altas de los rascacielos de los barrios financieros.

Hace poco un periodista preguntaba a Ursula von der Leyen si ella estaría dispuesta a que sus hijos fueran a jugarse la vida al frente de guerra. La belicosa presidenta de la Comisión Europea contestó con una carcajada y dijo que sus hijos no están en el ejército.

Para detener a los vampiros capitalistas, a sus cañones mediáticos y a los aprendices de brujo de la política que juguetean con la posibilidad de llevar a Europa a un conflicto nuclear, hace falta una movilización social masiva y la proscripción civil y electoral de los partidos que apuestan por la «economía de guerra» (o que se ponen de perfil).

Pero —además de esto— a lo mejor se podría hacer también otra cosa.

Recogiendo el guante que han lanzado algunos medios de comunicación españoles, a lo mejor nos podríamos replantear la recuperación del servicio militar obligatorio. Eso sí, en vez de hacer el llamamiento a filas por sorteo, deberíamos probar un nuevo sistema que empiece por los hijos e hijas, los hermanos y hermanas en edad militar de los ejecutivos y los principales accionistas de las empresas que se benefician de la guerra, de los directores de medios de comunicación, los periodistas y los tertulianos que empujan hacia la guerra y de los presidentes, los ministros y los diputados que implementen o voten a favor de cualquier acción ejecutiva, legislativa o presupuestaria encaminada a fomentar la escalada bélica.

A ver si entonces siguen diciendo que tenemos que «estar preparados para combatir en Europa del Este».

Fuente: https://diariored.canalred.tv/edito...

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España compra casi 100.000 proyectiles de 155 mm

18 March, 2024 - 00:00

Espejito, espejito, ¿dónde y con quién acabarán esas bombas? Nota de Tortuga.

Ángel Luis de Santos

El Gobierno español ha encargado a la empresa alemana Rheinmetall, el mayor fabricante mundial de munición de artillería, el suministro de un total de 94.200 cartuchos de 155 mm dentro de un acuerdo marco celebrado a tal efecto que tiene un volumen de aproximadamente de 208 millones de euros. Estos proyectiles de artillería se entregarán al Ejército de Tierra entre finales de 2024 y finales de 2025, con opción de prórroga de dos años.

Este tipo de munición ya está siendo utilizada por las fuerzas armadas españolas y, de hecho, se trata del segundo acuerdo marco del mismo tipo. Los proyectiles de alto explosivo (HE) ER02A1 tienen un alcance máximo de 30 kilómetros en la variante de cola de barco (BT) y de casi 40 kilómetros en la variante de purga de base (BB). Este último tiene un dispositivo especial en la base del proyectil que calienta el aire generado por el propio proyectil en su trayectoria, reduciendo así la resistencia y aumentando el alcance máximo.

Los últimos contratos en el campo de la munición de artillería de 155 mm subrayan la posición tecnológica líder de Rheinmetall en el desarrollo y la producción de munición en Europa. Los acuerdos marco con varios estados miembros de la OTAN garantizan el suministro de munición de artillería.

De hecho, Rheinmetall obtuvo el pasado año un pedido de gran volumen para apoyar a Ucrania con munición de artillería, que se fabricará en su factoría española de Expal (ahora Rheinmetall Expal Munitions), la empresa que adquirió por 1.200 millones de euros este mismo año. A la empresa tecnológica con sede en Düsseldorf se le ha encomendado la tarea de suministrar a Kiev proyectiles de artillería por valor de unos 142 millones de euros. El pedido abarca decenas de miles de proyectiles de artillería completos de 155 mm, incluido el propio proyectil, la mecha (para la carga explosiva), el propulsor y el cebador (para encender el propulsor). El cliente es un país socio de la OTAN cuya intención declarada es apoyar a Ucrania en su lucha defensiva con ayuda militar eficaz a largo plazo. Las municiones se entregarán en 2025. La producción y entrega de alrededor de 40.000 cartuchos para Ucrania procedentes de un pedido anterior ya está prevista para 2024.

La demanda de municiones de artillería es actualmente muy alta, debido no sólo a las necesidades de Ucrania sino también a la necesidad de reponer los depósitos de municiones en gran medida vacíos de Alemania y otros países de la OTAN y la UE. Rheinmetall planea un aumento masivo de la capacidad de producción de municiones en 2024 en sus plantas de Alemania, España, Sudáfrica y Australia, elevando la capacidad de producción anual a alrededor de 700.000 cartuchos de artillería.

Actualmente, Rheinmetall tiene contratos marco de varios años para el suministro a la Bundeswehr alemana de varios cientos de municiones de artillería por un valor de más de mil millones de euros.

Desde el inicio del conflicto en Ucrania, los precios de las municiones han aumentado drásticamente. Aunque Rheinmetall mantiene silencio sobre el modelo de munición que están fabricando, si se tratara de la ERO2A1 de Expal, estaríamos hablando de un precio de unos 4.000 euros por pieza.

En lo que se refiere a España, el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) tiene en marcha cuatro grandes licitaciones para el suministro de proyectiles para sus obuses M109, SIAC y Light Gun. Por un lado, este órgano trabaja en un contrato valorado en 75 millones de euros para munición de 105 mm, y, por otro, gestiona dos contratos más para munición de 155 mm con un techo de gasto conjunto de 495 millones de euros, en los que se englobaría el mencionado acuerdo marco. A esto hay que sumar una licitación para cargas modulares valorada en 339 millones de euros. En todos los casos, hay que precisar, la inversión incluye el presupuesto inicial y las posibles prórrogas previstas para extender el contrato.

El Ejército de Tierra ha declarado reservados los pliegos de los tres contratos de proyectiles, por lo tanto, el número de unidades a adquirir no son públicas. Algo lógico, puesto que ningún ejército hace público los misiles o la munición exacta que tiene para combatir. Sin embargo, el contrato de cargas de munición de 155 mm de alcance extendido permite hacerse una idea de los planes de compra de proyectiles. El MALE busca en el mercado más 420.000 cargas modulares, un dispositivo con pólvora que produce la fuerza necesaria dentro del cañón del obús para propulsar el proyectil durante el disparo.

No existen precedentes recientes para comparar estos contratos con otros. Lo más parecido es el contrato entre el Ejército de Tierra y Expal entre 2018 y 2023 para el suministro de munición de 155 mm valorado en casi 50 millones de euros. Ahora, el presupuesto para este tipo de proyectiles se ha multiplicado por diez y el plazo de entrega se ha reducido a dos años, menos de la mitad. Si a estas cuatro licitaciones sumamos una quinta para la compra de granadas de mortero de 60, 81 y 120 mm valorada en 96 millones de euros, la inversión al final prevista en munición de artillería alcanza los 1.000 millones antes mencionados.

De vuelta a España, la compra de munición forma parte de un plan más amplio del Ejército de Tierra para mejorar la operatividad de sus unidades, bajo mínimos por los recortes presupuestarios de años atrás. Hasta hace no mucho había que echar cuentas para sacar de una unidad un regimiento de carros de combate y estar una semana en el campo de maniobras. Y cada unidad podía hacer esto una vez al año, como mucho. Esto ya está cambiando.

De forma paralela, el Ministerio de Defensa trabaja en la compra de munición de otros calibres, como la de 5,56 mm utilizada por los fusiles de asalto G36 y las ametralladoras ligeras de las Fuerzas Armadas. El departamento prepara el lanzamiento de una licitación valorada en 32 millones de euros para asegurar el suministro los próximos años de este tipo de munición, fundamental para los ejercicios o las operaciones.

También ha invertido más de 25 millones –en distintos contratos- en la creación de una reserva estratégica de munición de 5,56 mm, de la que tirar en caso de necesidad. Los contratos han sido hasta ahora para la empresa española Nammo Palencia, la única en España que fabrica este tipo de proyectiles. En este caso, Defensa busca no solo garantizar el suministro, sino también evitar la dependencia de firmas extranjeras y asegurar a priori la autonomía.

La Razón

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Mural en Italia

18 March, 2024 - 00:00

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Sobre el envío de ‘ayuda humanitaria' a Gaza

17 March, 2024 - 00:00

Samidoun Red

Todo esto de ponerte medallas por enviar ayuda humanitaria a quienes dejas morir en un primer momento es una gran estrategia de marketing sádica.

→ Resulta que hay más de 250 camiones con 20 toneladas de suministros cada uno esperando a que Israel y Egipto dejen paso, pero el foco se pone, en clave casi heroica, en unos suministros tirados mediante corredores humanitarios más caros y peligrosos.

¿Qué acuerdo es ese que le permite a Francia, Jordania o EEUU sobrevolar el espacio aéreo gazatí para tirar seis palés de comida, pero no le permite meter por tierra los suministros (que no son solo comida) que ya están esperando en Rafah a escasos metros de su destino objetivo?

→ No nos dejemos obnubilar por las cifras. Gaza, antes del comienzo del Diluvio de Al-Aqsa necesitaba 50 camiones diarios de suministros (unas 1000 toneladas) para funcionar malamente. El 80% de su población dependía de esas ayudas. Las 6 toneladas de Francia o las 200 toneladas de Open Arms se aproximan a cero en una población de 2,3M con grandes necesidades, que no solo es el hambre.

→ La idea del corredor humanitario / terminal de salida yanqui se está materializando, y es en estas cosas en las que se expresa. Primero se hace solo para enviar ayuda, nos preguntamos si luego servirá para evacuar masivamente a indígenas palestinos de sus tierras, o para desplegar tropas extranjeras. Nunca se dejó a Gaza recibir mercancías en su puerto por el bloqueo, y se llegó a asesinar a diez activistas internacionales que llevaban ayuda humanitaria en Flotilla de la Libertad en 2010.

→ Permitidnos que veamos con escepticismo esta acción de Open Arms y del chef Jose Andrés (el cocinero de Biden y del Partido Demócrata de los EEUU) y del resto de ONGs, pero lo que tenemos claro es que la acción que necesitamos es acción política aquí, para acabar con el genocidio en primer lugar, no acciones “valientes” para hacer llegar lentejas y arroz.

Nuestro pueblo no necesita la ayuda humanitaria de quienes hacen posible esta barbarie. Necesita que se levante el bloqueo criminal y que se le permita desarrollarse.

Fuente: https://kaosenlared.net/sobre-el-en...

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Más sobre la libertad. El Individuo (I): Lo particular frente a lo común

17 March, 2024 - 00:00

Texto del libro de Pablo San José "El Ladrillo de Cristal. Estudio crítico de la sociedad occidental y de los esfuerzos para transformarla", de Editorial Revolussia.

Índice y ficha del libro

La única voz a la que asocio un contenido que de alguna forma pueda ser revolucionario, una propuesta de evolución beneficiosa para la especie humana, es «común». Comunal, comunidad, comunismo. Este significado apunta a una sociedad basada en la convivencialidad y el apoyo mutuo. Hay numerosos referentes colectivos del pasado y del presente que, además de dejarnos claro que no hablamos de imposibles, nos ilustran sobre los beneficios materiales e intangibles que se obtienen de dicha cooperación. Si bien, el pensamiento liberal hoy imperante niega o soslaya esta realidad. Según su visión de las cosas, es la búsqueda del interés material egoísta de cada uno en paralelo lo que logra el bien común. Habría que ver qué entienden por «bien común» quienes defienden ese punto de vista. Seguramente el actual orden vigente. Es obvio cual es el lugar de la escala social desde donde emana este discurso. Porque es de creer que nada bueno, en el sentido más aproximadamente objetivo del término, pueda salir de una sociedad confesamente basada en el egoísmo individual, más allá de un quebradizo equilibrio de intereses; una especie de paz armada en el mejor de los casos y la imposición por la fuerza en el resto. El simple seguimiento de la actualidad informativa confirma esta conclusión.

George Lichtheim, en «Breve historia del socialismo» (1970) describe los principios fundamentales de la doctrina liberal clásica aplicados a esta cuestión: «Se pueden enunciar los principios del nuevo credo de la forma siguiente: primero, las leyes de la economía de mercado son similares a las leyes físicas, ya que son objetivamente válidas, con independencia de lo que se piense sobre sus consecuencias; segundo, no se puede juzgar el funcionamiento de la economía en función del éxito o fracaso de su adecuación a fines de carácter moral o social; tercero, es un hecho que el nuevo mecanismo, si no se ve interferido de forma inadecuada, enriquecerá automáticamente a todo el mundo y por lo tanto lo hará más feliz; y cuarto, la mejor garantía del bien general es el interés egoísta de miles de individuos, ya que la competencia, forzosamente, reducirá los costes de producción, abaratando así el precio de las mercancías». En la actualidad son legión los creyentes de esta teoría (1). Unos por encontrarse en la cima del éxito social. Otros por —después de mucho escuchar los cantos de sirena que, en tal sentido, emite el poder— ser aspirantes convencidos a la realización del «sueño americano». En ambos casos el interés individual afirmado en el egoísmo y el deseo de medro personal, y no —desde luego— la más mínima pretensión de bien común, impide darse cuenta y reconocer los verdaderos efectos de la aplicación masiva de dicho paradigma. Cierto es que la técnica progresa y la humanidad rica puede permitirse vidas menos esforzadas a nivel físico y cada vez más vinculadas a las máquinas. Circunstancia que no deja de ser controvertida, por otra parte. Pero no es menos cierto que esta forma hipertrófica de crecer, arrastrada por la locomotora de la búsqueda incesante de los beneficios económicos —que no del bien para las personas, repito—, está alumbrando un tipo de mundo en conflicto permanente. Ricos cada vez más ricos; pobres cada vez más pobres. Países terciarizados; países colonialmente expoliados o sometidos a la guerra. Flujos migratorios. Amenaza de colapso económico y también ecológico. Ello sin nombrar el tipo de persona que emana de este orden de cosas: amoral, materialista a ultranza, solo apta para lo común en la medida que le proporcione alguna utilidad egoísta. Indiferente hacia sus congéneres. Como puede comprobarse, no es cierto, en absoluto, el aserto de que la suma de las voluntades individuales logre el bien común. Menos todavía la teoría darwinista, aplicada a la sociedad en forma bastarda, que predica las supuestas bondades de la competencia y la selección como forma de optimizar procesos y resultados. Cual si fuera la ley de la jungla, tal dinámica tensiona a sus participantes, los vuelve antagonistas unos de otros y les convierte en meros objetos que pugnan entre sí por ser el mecanismo elegido para formar parte de la gran maquinaria de acumulación capitalista, la cual aprovecha lo que le es de utilidad y desecha todo lo restante. Porque, repitámoslo una vez más, su objetivo y su razón de ser es la acumulación de beneficios en pocas manos, no la realización de ningún paraíso terrenal para la gente. No puede haber una forma peor de deshumanización que someterse voluntariamente a dicho proceso. Que, por desgracia, haya tantas personas dispuestas a ello es una de las claves para comprender porqué este mundo se vuelve más y más inhumano por momentos.

La otra cara de la moneda de la visión individualista de la economía, es la defensa cerrada y dogmática de la propiedad privada. Con argumentos similares a los anteriormente expuestos —la competencia individual como clave de optimización— se pregona, incluso se loa, el espíritu de la acumulación que tan consustancial es al capitalismo: más dinero, más bienes raíces, más máquinas y servicios a plena disposición de un propietario, con independencia absoluta de su grado de necesidad (el factor utilidad llega a ceder su sitio al comportamiento absurdo). Al mismo tiempo se minusvalora todo tipo de sistema de propiedad diferente a la individual. Desde la estatal, que es vista con sospecha, hasta la privada compartida, que, directamente, es tildada de inviable (2). Puede decirse que las cosas poseídas en un tipo de sociedad en la que el individuo, en resumidas cuentas, está solo, aislado de cualquier vínculo comunitario, se convierten en una expresión, una ampliación de las fronteras del Yo. Ego que no deja de ser frágil y consciente de su contingencia; lo que provoca la necesidad de la mayor acumulación «protectora» posible. Ésta proporciona un paliativo de seguridad, la aspiración de contar con el antídoto contra los miedos que afectan a un ser que en su vida no cuenta con el apoyo de una comunidad. Se compite para obtener mayor nivel de propiedades, al tiempo que se acumulan propiedades para estar mejor situado en los procesos de competencia. Es una retroalimentación que provoca que unos acaparen puestos, funciones y acumulen riqueza material, mientras que otros son despojados de ambas cosas. Es decir; la desigualdad económica y la opresión. Injusticia que, a su vez hará necesaria una maquinaria coactiva que la sostenga. Ya decía Adam Smith (1723-1790) que la función del gobierno es «la defensa de los ricos contra los pobres, o la de aquellos que tienen alguna propiedad contra quienes no tienen ninguna».

Por mi parte opino que frente a esa teoría enunciada en los albores del capitalismo industrial por los padres del liberalismo (Smith, Bentham, James Mill…), y postulada hoy por quienes son sus dignos sucesores en la detentación del poder económico, la cooperación es mucho mejor. Desmintiendo las torvas aplicaciones de la biología a la sociología desarrolladas por Herbert Spencer y otros legitimadores del cruel e inhumano sistema económico victoriano, ya el propio Darwin contraponía la reflexión sobre la cooperación de las formas vivas, como mecanismo de adaptación y supervivencia, a su teoría de la selección natural. Se daba cuenta de que las especies sociales (simbióticas —aunque Darwin no conocía ese término—) prosperan como ninguna en el planeta. Que «la ley del individuo más apto» sea más conocida y goce, acaso, de mayor prestigio que la cooperación (¿quién dice que el más apto evolutivamente no pueda ser aquél que más y mejor coopera?), no tiene que ver con investigaciones biológicas, sociológicas ni políticas. Simplemente con el interés de ciertas élites en promover un sistema que considera «natural» abandonar a su suerte a toda persona que les resulta prescindible. Poderes que pretenden justificar la opresión y el expolio como un mecanismo, también, perfectamente natural. Pero eso, ni mucho menos es así. Un ejemplo: en el transcurso de un juego cooperativo, como los que proponemos en los talleres del Grup Tortuga, si algún participante tiene alguna desventaja física, es corriente que los demás se esfuercen en favorecerle. Ello genera cohesión grupal y satisfacción de todos. A su vez quienes realizan esa acción altruista reciben reconocimiento por parte del grupo. Trasladado a otras circunstancias de la vida, quien aporta mucho al común, es correspondido con gratitud por el resto, la cual suele ser materializable en apoyo llegada la necesidad. En tal dinámica se basaban instituciones históricas de apoyo mutuo espontáneo en el mundo rural, como el a tornallom del País Valencià o el auzolan vasco. La supuesta finalidad de esa suma de búsquedas individuales de éxito y riqueza que predicaban —y predican— los liberales, en teoría, es el crecimiento económico: «el progreso». Podría decirse que el capitalismo, al menos en el plano material, ha supuesto tal cosa. Pero, ¿es un progreso que supone beneficio para todos o solo para unos pocos? ¿A qué precio se obtiene? En contraste, la búsqueda del bien común por parte de una sociedad basada en la cooperación se realiza implementando solo las posibles mejoras que todas las personas afectadas han podido ponderar suficientemente y decidir por consenso. Así se garantiza que el progreso será universal y que ninguna parte será afectada negativamente por el beneficio de otros. La cuestión de la utilidad también está clara: cuatro ojos ven más (y mejor) que dos; dos manos rinden más que una, dos mentes imaginan más cosas… El propio sistema económico apuesta hoy por el trabajo en equipo. Tres cuartos de lo mismo puede decirse sobre la propiedad: concentrada será causa de pobreza y de conflicto; compartida y gestionada en forma conjunta es cuando podrá redundar en un bien óptimo que afecte al cuerpo social.

Volviendo al tema principal: si le queremos buscar un sentido más pleno a «común» hemos, incluso, de trascender modelos suficientemente colectivos, como ciertas sociedades rurales en Occidente y otros lugares, pueblos indígenas o diferentes formas de apoyo mutuo en las organizaciones obreras del pasado. Porque, opino, la asociación, la vida compartida no solo ha de pretenderse con miras a optimizar la realidad material de cada individuo. También ha de partir del amor, del ágape, esa opción por el otro que es cualidad troncal en la mayoría de religiones de todo tiempo y en sinnúmero de visiones filosóficas. Una concepción generosa de la existencia que se extiende al cuerpo social (y aún más allá, a la naturaleza), concebido como un todo del que se forma parte indivisible. Porque, sigo opinando, la dimensión ética es imprescindible en una sociedad futura que pretenda ser fruto de una revolución, la cual es imposible de alcanzar sin ella. El pensamiento liberal preconiza un concepto de libertad basado en el respeto a las fronteras del individuo. Es el planteamiento de, por ejemplo, John Stuart Mill, a quien nombrábamos en el capítulo anterior. Una forma de verlo que es profundamente materialista y se incardina a la perfección en la ideología de «la competencia» de la que hemos hablado. Otra perspectiva, a la que me adhiero, no comprende la libertad del individuo sino es para —o al menos no se contrapone— al bien del común. Decía Heráclito que «...para los que están despiertos hay un mundo u ordenación único y común o público, mientras que de los que están durmiendo cada uno se desvía a uno privado y propio suyo.» En términos éticos y, también, espirituales, cabría hablar del amor como el valor de referencia que da sentido a la libertad y aún a la misma condición humana. No es lo mismo «sobrevivir», inercia preponderante que privilegia los elementos materiales e incluso la actitud individualista (sálvese quién pueda), que «vivir»; opción existencial que requiere dotarse de elementos específicamente humanos, entre los que la capacidad de amor al prójimo es el principal; incluso, si se precisa, por encima de los propios deseos y necesidades. Llegando al extremo de ser capaces de renunciar a la propia vida, la cual, y es reflexión de la que el individuo moderno huye como de la peste, en cualquier caso, no es más que una realidad efímera y provisional. Pensamiento, éste, que ha de ayudar, no solo a «aprovechar el momento» (expresión que hoy a menudo se invoca para justificar todo tipo de excesos hedonistas), sino a dotar la propia vida de calidad existencial, con independencia de su posible duración. No olvidar, en definitiva, que la muerte también forma parte de y da sentido a la vida.

La decisión de cooperar, de compartir, puede tener como fin la mera utilidad. Ya es algo más de lo que nos propone el sistema capitalista. No obstante, es lo que quiero señalar en estas líneas, es propio del ser humano, de su auténtica naturaleza, trascender tal motivación. Es la cooperación desinteresada —el apoyo mutuo— el lugar donde el ser humano se realiza en tanto persona y empieza a construir un tipo de sociedad de vivos y no de supervivientes.

Ciertamente el concepto unidad —ser uno con—, que constituye la meta pretendida por todo proceso hacia lo comunitario, está hoy denostado en Occidente. Incluso la institución del matrimonio, básica, en sus diferentes formatos, en la gran mayoría de sociedades históricas y vigentes, se encuentra cada vez más cuestionada en favor de mayores grados de autonomía y libertad individual. Discurso, por cierto, que a menudo sirve para encubrir una triste realidad: la gente cada vez se soporta menos entre sí. En un artículo que leo en internet (3) se habla de que en la España de principios de 2018 el 25'2% de los hogares son unipersonales. El autor, que se apoya en un estudio de la trabajadora social María Lucy Gutiérrez, señala que es una tendencia que no deja de crecer en todo Occidente y añade que: «Algunos ven en ello una señal negativa, un vaciado de las relaciones humanas. Otros lo celebran y lo valoran como una muestra del progreso social basado en la libertad y la independencia. (…) Vivir solo permite enfocarse en uno mismo, ocupar el tiempo en aquello que se desea (…) La casa deja de ser un espacio de negociación (y por lo tanto, de cesiones) entre personas diferentes y se convierte en una prolongación de la persona, un traje a medida.» Al hilo del documental de Erik Gandini «La teoría sueca del amor» (2015), se analiza el caso del país citado; un lugar en el que la mitad de las personas viven solas: «Multitud de ellas acaban muriendo solas [en el Reino Unido, por cierto, se ha creado el Ministerio de la Soledad, para atender la problemática derivada de esta situación]. La cinta arranca con referencias a un manifiesto de 1972 en el que se hablaba de desarbolar las estructuras «anticuadas» de la familia. (…) El resultado, según la tesis del director, ha sido la infelicidad, una soledad pertinaz asolando el estado emocional de los ciudadanos y una cifra de suicidios que no mengua.» Solo las comunicaciones cibernéticas —y las mascotas, esos seres que aparentan proporcionar fidelidad y afecto incondicional, sin el peaje de la cesión y el conflicto— acuden hoy en auxilio de estos presos de sí mismos.

A mi me parece que si realmente deseamos un modelo social que mejore en lo importante el que hoy vivimos, no nos queda otra que apostar por fórmulas de identidad, de relación, que impliquen mayores grados de pertenencia cualitativa a lo común. El individualismo como forma predominante de integrar una sociedad ha mostrado ya a las claras sus efectos: desvertebración, atomización, materialismo, egoísmo, competencia, sálvese quién pueda... No hay un escenario mejor para la dominación a todos los niveles (4). La vinculación de cada miembro a la familia, al grupo, a la comunidad, al pueblo... huyendo de fórmulas fáciles y engañosas que tratan de mostrar como compatible la actitud individualista con la participación colectiva, ha de materializarse en virtud de compromisos de calidad, estables, duraderos, permanentes. Apuestas que arrostren sus correspondientes riesgos con valentía. Si tal cosa no sucede, toda realidad relacional se vuelve relativa, dinámica, inestable, fútil, haciéndose poco menos que imposible que pueda mantenerse en el tiempo. Desde lo interpersonal, a lo comunitario y lo institucional. Estamos cansados de comprobar en la realidad que tal cosa es así; de ver cómo una y otra vez se inician y se abandonan proyectos colectivos de distinto signo y magnitud. Cómo la falta de adhesión de cada participante se traduce en un nivel bajo de implicación. Cómo lo individual de cada cual establece numerosas preferencias y prioridades que desplazan lo común. Bajo la bandera, otra vez, de la libertad habrá —y de hecho son mayoría— quienes prefieran el marco relacional abierto y a quienes resulte más que desagradable la idea de los compromisos permanentes y la de implicar determinantemente lo personal en un proyecto común. Pensar más allá de una concepción meramente individual de la existencia y asomarse a la perspectiva de lo complementario, da vértigo. El ideal de la modernidad (más aún, si cabe, el de la posmodernidad), como se viene diciendo, considera el modus vivendi individualista como una forma de liberación y el vínculo como algo retrógrado, prejuicioso, como una rémora que dificulta obtener la autorrealización. Ni siquiera se tienen en cuenta los posibles efectos beneficiosos para el crecimiento personal del «acompañamiento», la crítica externa, la corrección, el feedback (cuestión que, sin embargo, sí emplea la cultura empresarial en su propio beneficio).

Se puede discutir mucho sobre esta cuestión, pero no conviene olvidar que los entusiastas del individualismo, actualmente y no por casualidad, lo suelen ser en el primer mundo, en esas zonas del planeta en las que la acumulación capitalista ha creado —con mecanismos de injusticia afirmada en la violencia— una masa material que posibilita, en la mayoría de situaciones, pasar la vida sin penalidades y sin necesidad expresa del apoyo mutuo de una sociedad. En todo caso ese apoyo material e identitario se obtiene de la familia nuclear, sobre todo en las fases de niñez y juventud, y del estado (de bienestar) en todo tiempo. Así es el poder constituido quien ha acabado por ocupar el lugar de la comunidad. En tiempos anteriores, cuando, a partir del Renacimiento y la Ilustración, eclosiona el anhelo de individualidad, éste solo se materializará, por las mismas razones, en la forma de vivir de quienes se encuentran en los sectores acomodados de la sociedad. Nunca entre quienes han de esforzarse cada día por su supervivencia material. Las razones de orden práctico que hacen indeseable la actitud individualista, negando el torticero argumento liberal acerca de las bondades de la competencia descrito arriba, resultan obvias en este contexto.

Lo contrario de «común» es «particular». Como el patio de mi casa. Y ello lo podemos comprender tanto en un sentido económico, material, como atendiendo a la libertad de decisiones y movimientos; la forma de decidir cada uno en todo momento cómo y en qué ocupa su tiempo. La propiedad puede ser compartida o privada, pero también lo puede ser la decisión sobre la organización de nuestro horario. Esta dicotomía —perfectamente visualizable en el ámbito doméstico familiar, pero que también se da en la esfera comunitaria— nos pone delante de un conflicto: ¿Cómo renunciar a lo particular y construir cabalmente lo común sin renunciar a nuestra libertad personal y a nuestra individualidad? Tratar de resolver este interrogante, me parece, es tarea que tiene más de práctico que de teórico. De hecho no creo que exista una respuesta que pueda ser satisfactoria y aplicable a cada caso. Solo intentándolo con honestidad, avanzando un pie y después el otro hacia lo comunitario es como podremos ir —juntos— encontrando el punto de equilibrio. Experimentar las realidades que nos puedan ayudar a dilucidar esta cuestión es el camino a recorrer para construirnos, no solo como comunidad, como pueblo, sino también como personas.

Murray Bookchin en «La ecología de la libertad» (1982) reflexiona ampliamente sobre la posible conjunción de ambos intereses. En primer lugar, aporta su visión acerca de cómo se encontraba planteada esta oposición en las sociedades primitivas: «Cuanto más retrocedemos hacia las comunidades sin clases económicas ni Estado (comunidades que bien podrían llamarse sociedades orgánicas debido a su intensa solidaridad interna y para con el mundo natural), más evidencia encontramos de una perspectiva de vida que vincula a la gente, las cosas, y las relaciones en términos de su singularidad antes que de su superioridad o inferioridad. Para estas comunidades, los individuos y las cosas no eran necesariamente mejores o peores; sencillamente eran disímiles. Cada una era valorada por sí misma, por sus rasgos únicos. La concepción de la autonomía individual no había adquirido todavía la ficticia soberanía con la que cuenta hoy. El mundo era percibido como algo compuesto de muchas partes distintas, cada una de ellas indispensable para su unidad y armonía. La individualidad, que no entraba en conflicto con los intereses de la comunidad (de los cuales todos dependían), era vista más en términos de interdependencia que de independencia. La diversidad era valorada por la mayor parte de la comunidad como un ingrediente intangible de la unidad comunal. En las sociedades orgánicas donde esta perspectiva aún prevalece, nociones tales como igualdad y libertad no existen, pues están implícitas en la propia cosmovisión. Más aún, dado que no están enfrentadas a los conceptos de desigualdad y sometimiento, son nociones que carecen de definibilidad.» Bookchin, de hecho, hablaba del «principio de igualdad de los desiguales» y de la «complementariedad» para nombrar la integración entre individualidad y vida comunitaria en este tipo de sociedades. La autonomía individual, afirma, «no solo comprende la oportunidad para la auto-expresión, sino también la auto-disciplina necesaria para contener las exigencias del ego». Incluso cuando se refiere a otro tipo de contextos, como, por ejemplo, la polis griega, en los que sí existe la idea de «libertad» personal, explica que tal condición sólo tenía sentido en función de las necesidades colectivas. Era una libertad «para» la actividad y no «de» la actividad en su dimensión pública. Sólo se era libre en un contexto de interdependencia junto al resto de conciudadanos. Nada que ver, también por ejemplo, con el ideal de libertad mantenido por la nobleza romana o la posterior de la Europa feudal, quienes «reclamaban la libertad para vivir en términos muy desiguales con los oprimidos y explotados» (esclavos, siervos, mujeres...). Una vez la sociedad occidental ha optado por seguir la senda de la jerarquía y la dominación, la eclosión del deseo de individualidad —el cual Bookchin comprende, en sí, como evolución beneficiosa y deseable, ya que el desarrollo de todas sus facultades, siempre que no se desprenda de su dimensión colectiva, es inherente a la naturaleza humana—, precisamente, por el hecho de suceder en tal contexto de desigualdad no complementaria, termina cristalizando en formas individualistas de comprender la propia existencia y la vida en sociedad. Bookchin denomina «egotismo» a esta actitud, la cual quiere diferenciar de lo que sería una deseable autoconstrucción de la propia dimensión individual en el seno de una comunidad. El advenimiento del capitalismo, con sus características dinámicas de rapacidad y mercantilización de toda relación humana, será la causa fundamental de que el egotismo —justificado y promocionado mediante las teorías liberales de las que hemos hablado arriba— haya proliferado hasta llegar a los extremos inimaginables que hoy contemplamos.

En este proceso, la religión cristiana desempeña un papel relevante (sobre el que volveremos más adelante). El cristianismo se opone a la comunidad de sangre (la familia, el clan), que era el nexo de unión de las sociedades primitivas. En su lugar propone la comunidad fundada sobre la fe («...todo aquel que por mí ha dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna»; Mt 19, 29. «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí…» Mt 10, 37) o el mero vínculo con la institución eclesial. Tal ideal se concretará históricamente, por ejemplo, en la institución monacal: un tipo de vida comunitaria sustentada en la opción religiosa que separa a sus participantes de sus familias y comunidades de origen y que, teniendo orígenes muy antiguos, llega a nuestros días. No solo en la vida «religiosa»; el pensamiento cristiano, ya desde la Edad Media, apuesta por criterios de individualización, según los cuales cada persona responde directamente ante Dios y no ante su comunidad. También propone el concepto de la universalización —humanitas universal—; la subordinación o sustitución de los vínculos familiares y locales por la pertenencia o “comunión” con una institución que tiene vocación universal («católica» significa exactamente eso). Viene a ser la anticipación religiosa del posterior cosmopolitismo kantiano. Esta orientación tuvo gran influencia y, como todo, fue debidamente reciclada por el naciente capitalismo, tal como Bookchin relata en estas líneas: «...la Iglesia vivía en franca hostilidad con la comunidad, así como el Estado no encontraba la paz con el pacto de sangre. En este punto, el capitalismo industrial —como antes lo había hecho la ciencia— encontró un calce perfecto entre el concepto burgués de ciudadanía y el concepto cristiano. El ego libre, desprovisto de todo lazo comunal, se convirtió en su ideal de individualidad y personalidad. Los “hombres sin amo”, que todas las sociedades previas habían temido, se transformaron en un nuevo imaginario de confianza para el empresario.»

En nuestro caso, dado que no partimos de una de esas sociedades no occidentales orgánicas donde el yo es indivisible de lo común, donde se es con los demás, donde lo privado apenas tiene entidad, empezar a recorrer el camino del que hablamos hacia la complementariedad requiere grandes dosis de voluntad y de esfuerzo. Exige una opción previa. Personal, de conciencia. Y a pesar de ello el fracaso es muchísimo más probable que el éxito. Como decía San Pablo, «el espíritu está dispuesto pero la carne es débil». Cabe desconfiar en modo importante de que una persona cualquiera, educada en esta sociedad, habiendo adquirido todos o la mayoría de sus condicionantes, esté capacitada para completar el viaje desde la individualidad descarnada a la vida compartida con generosidad. Y no solo está el déficit educacional. Quien decida emprender ese proceso se ubicará a contrapelo del pensamiento dominante. Su elección será contemplada como una suerte de desafío y desprecio hacia lo que deciden hacer los demás con sus vidas. No le será nada fácil encontrar compañeros de viaje. Será un bicho raro para sus amigos y familiares, quienes tratarán de desincentivarle y no dejarán de alegrarse cuando le sobrevenga el fracaso. Porque, aunque la posmodernidad presume de permitir gran pluralidad ideológica, lo cierto es que las diferentes formas de pensar no lo son tanto. Más allá de matices entre conservadurismo y progresía, e incluso alternatividad, la praxis vital de las personas pensantes indica que los consensos son bastante más abundantes que los disensos y que éstos últimos no son de gran calibre. Dar un gran valor a la figura del individuo es hoy una de las grandes concordancias, lo cual se refleja en los estilos de vida y en el tipo de relaciones que se dan en la sociedad. Párrafos atrás, al hablar del ideal libertad en la historia reciente de la filosofía occidental, hemos venido reflexionando colateralmente sobre el desarrollo del concepto individualidad y hemos atendido al proceso ideológico seguido para llegar al punto actual. La idea de hombre puesta sobre el tablero por las élites intelectuales del Renacimiento, en la que luego se basarán los teóricos ilustrados y, con posterioridad, las figuras representativas del romanticismo y del liberalismo. En conclusión: dotado de libertad y de derechos pero entendido, el individuo, como una mónada. Se genera así una gran paradoja: la modernidad occidental, especialmente la cultura del capitalismo, propone a sus habitantes la individualización; la liberación del corsé con el que la sociedad tradicional limitaba el desarrollo personal de sus integrantes. Pero al disgregarlos entre sí, vinculándolos a las nuevas estructuras de poder que han sustituido a la antigua comunidad, impide de facto la construcción de una personalidad individual libre y cabal.

Todas estas cuestiones —por ello las enuncio— habrán de ser tenidas muy en cuenta por toda persona o grupo que decida emprender cualquier tipo de camino hacia lo cooperativo o comunitario.

Notas

1- Dice, por ejemplo, Elisabeth Clemens en «Movimientos sociales: perspectiva comparadas». Dough McAdam, John D. McCarthy y Mayer N. Zald (eds.) (1996): «El lenguaje del individualismo y el autointerés permea de tal forma la cultura política americana actual que, a menudo, parece algo, si no natural al menos coetáneo de la fundación ideológica e institucional de la nación.»

2- En el debate surgido en una mesa redonda a cargo de expertos urbanistas dirigida a arquitectos a la que tuve ocasión de asistir, para averiguar qué preserva mejor el territorio, si la propiedad privada o la «pública», la conclusión mayoritaria, basada en la experiencia de los presentes, era que ni una ni la otra. Los espacios naturales que en mejores condiciones habían llegado al momento actual, aquí y allá, eran los de gestión comunal. Lo cual tiene su lógica atendiendo a que participar efectivamente de la propiedad y de la obtención de los recursos implica personalmente a todos los miembros en la gestión que, así, puede aproximarse más al grado óptimo.

3- «Los que viven solos, una especie que no deja de crecer», Esteban Ordóñez Chillarón. http://www.yorokobu.es/vivir-solo/

4- Hegel nos proporciona una interesante reflexión al respecto. A diferencia de Kant, condena el individualismo, actitud que ve propensa a la arbitrariedad. En su lugar defiende la libertad desde la búsqueda del bien común, racional y universal. Compara la polis griega, en la que el insuficiente desarrollo de la individualidad conciliaba bien la libertad personal con el bien común, con el mundo cristiano, en el que lo personal está escindido de lo común. Su propuesta para resolver la antinomia, ay, es la intervención del estado. Recordemos que Rousseau decía algo parecido.

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La Audiencia Nacional perdona una multa de siete millones a cuatro empresas bélicas "para evitar causar un daño económico a las compañías"

16 March, 2024 - 00:00

La Audiencia suspende la sanción de la CNMC al cártel de Defensa para evitar daños económicos

cincodias.elpais.com

La Audiencia Nacional ha dejado en suspenso la multa de 7,1 millones de euros que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso el verano pasado contra cuatro empresas del sector de la industria militar por formar dos cárteles y manipular licitaciones del Ministerio de Defensa. En varios autos, dictados entre los pasados 22 y 26 de diciembre, consultados por este diario, la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha adoptado esta medida cautelar para evitar causar un daño económico “difícilmente reversible” a las compañías.

Fuente: https://www.meneame.net/m/actualida...

Fuente primaria (de pago): https://cincodias.elpais.com/compan...

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Un tweet del Estado Mayor de la Defensa informa de maniobras de soldados españoles en Polonia para "estar preparados para combatir en Europa del Este"

16 March, 2024 - 00:00

Estado Mayor Defensa
@EMADmde
El Grupo Táctico Acorazado 'Málaga' lleva acabo una boga sobre curso de agua en Bemowo Piskie Training Area #Polonia apoyados por Zapadores de #ReinoUnido junto a integrantes del Batallón de Zapadores X
Si queremos estar preparados para combatir en Europa del Este es fundamental la instrucción y adiestramiento en paso de cursos de agua.
@NATOJFCBS
#MOPS @EjercitoTierra
#StrongerTogether

Ver la publicación en X: https://twitter.com/EMADmde/status/...

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Rompiendo el muro

16 March, 2024 - 00:00

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Colectivos sociales contra la celebración de una feria de armas en Sevilla

15 March, 2024 - 00:01

Redacción Andalucía

Diversos colectivos sociales de la ciudad de Sevilla se han organizado en torno a la Plataforma Stop Feria de Armas para paralizar la celebración de un evento de industria armamentística en la ciudad el próximo mayo.

La plataforma ha presentado durante la mañana del viernes una carta al Alcalde de la ciudad, Jose Luis Sanz, del PP, para exigir “que sea suspendido este evento porque no representa a Sevilla”, han comentado desde la organización. El evento Aerospace & Defense Meeting-ADM S pretende realizarse en la capital andaluza los próximos 14, 15 y 16 de mayo. Según la convocatoria se trataría de un “Encuentros de negocios internacionales de la industria aeroespacial y de defensa”.

En la carta, a la que ha tenido acceso El Salto, los colectivos sociales muestran su oposición a este evento “y cualquier otro evento similar en el que comerciantes de armas del mundo, incluido Israel, estén invitados a nuestra ciudad”.

En el texto Stop Feria de Armas hace especial hincapié en la participación de Israel en este tipo de ferias en un contexto en el que se encuentra realizando un genocidio en Palestina: “Hemos comprobado que las empresas de armamento de Israel han participado de forma muy activa” y añaden que “Fruto de este proceso de venta y compra de armas israelí, es lo que está provocando el genocidio del pueblo palestino tanto en Gaza como en Cisjordania, por parte del gobierno de Israel”.

En el evento participaran empresas como BAE System, el segundo mayor contratista militar del mundo, cuyos productos están presentes en todos los conflictos bélicos actuales. BAE amplió sus beneficios económicos en un 18% durante el último trimestre de 2023 con el aumento de operaciones bélicas mundiales. También estarán presentes otras empresas como Raytheon y Leonardo, que se encuentran en la cúspide de la venta de armas mundial. “Algunas de estas empresas han sido mencionadas en investigaciones sobre crímenes de guerra”, sostienen desde la Plataforma.

Los eventos de la industria armamentística como el proyectado en Sevilla se enmarcan en un contexto de inversión en defensa de la Unión Europea. A principios de marzo, Ursula von der Leyen presentaba la nueva Estrategia Industrial de Defensa en la que se pretende invertir 1.500 millones de euros en circulación para el sector armamentístico. Una inversión paralela a la proliferación de discursos belicistas en la esfera europea.

En 2021, la plataforma STOP Feria de Armas consiguió paralizar el Congreso Electronic Warfare Europe, que se iba a celebrar en la ciudad. “Sevilla no quiere tener las manos manchadas de sangre inocente”, concluye el colectivo en su carta para exigir la paralización del evento.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/antim...

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Recuperar la lucidez

15 March, 2024 - 00:00

César Manzanos Bilbao, Doctor en Sociología.

Tú no pienses. Ello te piensa. Este es el principio básico que administran, como psicofármacos, quienes tienen el poder de fabricar la actualidad. Aquello que ocupa nuestra mente, nos induce a la preocupación y nos sumerge en la intranquilidad confinándonos a perdurar en constante anomalía. Es la forma de provocar que no pensemos con criterio propio. Es el modo de recluirnos en la inmediatez tratando de conseguir objetivos lo suficientemente adictivos como para solo ser descafeinadamente alcanzados, cuando no frustrados.

La lucidez procede de la distancia y la visión global. Recuperarla consiste en librarnos de imperativos ajenos, dejar de ser espectadoras de una vida desconectada de nosotras mismas y de las desgracias que padecen la gran mayoría de la humanidad. Es dejar de pasar el tiempo frente a contingencias impuestas aliándonos con enemigos políticos o con jefes que nos explotan. Es dejar de renunciar a aquello que nos constituye como sujetos autodeterminados.

Nuestra voluntad se ve anulada y reducida a la capacidad de someternos. Y renunciar a pensar y actuar por nosotras mismas, nos produce una ansiedad y una angustia difusas que nos dicen es el precio a pagar por la ineludible adaptación. Y adaptarnos es vivir ahogándonos en la ciénaga del tratar de hacer posible lo que otros quieran de nosotras. Es aparcarse en el espejismo de lo que nos hacen creer que son nuestros deseos o nuestras obligaciones. La consecuencia es el malestar cronificado, el miedo a perder lo que se tiene o a no poder tener lo que no se tiene.

Podemos desterrar esta forma de pensar, sentir y actuar que nos ha colonizado; dejar de creer que resulta inevitable el dolor cristalizado en sufrimiento y producido por lo que contamina nuestras mentes; desengancharnos de sus píldoras virtuales, identificar quiénes y cómo manipulan nuestras dóciles intenciones y manejables carencias para sujetarnos. En definitiva, dejar de condenarnos a malvivir con la naturalización del dolor propio, resignándonos al dolor ajeno, cuando no haciendo sufrir.

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Se realizó una manifestación en Gran Canaria para exigir un Estatuto de Neutralidad para el archipiélago Canario

14 March, 2024 - 00:00

38 años diciendo NO a la OTAN, a las Guerras y exigiendo una Canarias desmilitarizada, zona de Paz, el 12 de Marzo de este 2024 centenares de personas nos manifestamos en Gran Canaria para exigir un Estatuto de Neutralidad para el archipiélago Canario.

Finalizamos el acto con la lectura del manifiesto común de la Plataforma:

La PLATAFORMA CANARIA POR LA PAZ, CONTRA LA OTAN Y POR LA NEUTRALIDAD, con ocasión de este 12 de Marzo, donde celebramos el 38ª aniversario de la victoria del pueblo canario en esta lucha por la paz y por la desmilitarización de nuestra tierra DECLARA:

1. Los gobiernos de la UE, entre ellos el gobierno de España, y el Gobierno de EEUU están tocando tambores de guerra, y amenazan a todos los pueblos con una confrontación militar de dimensiones dantescas. El imperialismo occidental necesita la guerra para intentar revertir su creciente crisis de hegemonía. Cuando ya fracasaron sus anteriores estrategias de bloqueos, sanciones, golpes de Estado, revoluciones de colores, etc., ahora no encuentran otra salida que la guerra más letal y destructiva en un terminal intento desesperado.

2. Esta demagogia alarmista de “los peligros a los que nos enfrentamos” no es otra cosa que la expresión de una manipulada campaña para generar en la base social una subjetividad de guerra,generando miedo y por tanto potenciando nuestro sometimiento, que les permita el aumento interminable del gasto militar, el recorte de todo tipo de libertades y derechos, el regreso al reclutamiento militar obligatorio universal, y otras medidas similares que consigan sofocar la respuesta popular y de masas frente a sus estrategias de terror y muerte.

3. La OTAN, sus redes secretas, los servicios de espionaje, las acciones de falsa bandera, el Frontex, etc., constituyen hoy la mayor estructura del terrorismo internacional que haya existido nunca en la historia de la Humanidad. La OTAN es la mayor amenaza para la Paz. Manipulan cualquier situación política, orquestan todo tipo de campañas mentirosas en los media y en las RRSS, y mantienen una vigilancia universal en tiempo real de todas las poblaciones. La libertad es una pura ficción en esta situación.

4. El Archipiélago Canario es una base logística del mayor interés para esta lógica imperante del terror y la violencia. Por nuestros puertos y aeropuertos transita todo tipo de recursos militares sin control de ningún tipo, y sin información de sus actividades. No se conoce si estos medios se dirigen a algún país del Sahel, al Sáhara o a Palestina. Las maniobras militares en nuestras islas no cesan. Ante esta dinámica del terror militar de la OTAN, el Gobierno de Canarias es sumiso y son incapaces de la más mínima defensa de los intereses de nuestro pueblo. Canarias está altamente invadida por lo militar y nos convierte en cómplices de las amenazas a la Paz en el mundo, y por ello también se convierte en objetivo militar de todos los bandos, en esta guerra permanente.

5. La traición del actual gobierno de Pedro Sánchez al pueblo saharaui, conduce a la entrega de Canarias a las estrategias internacionales imperialistas, de tal forma que hoy Canarias hace frontera con yanquis y sionistas, aliados de la dictadura marroquí. Sánchez lo entrega todo, nuestro espacio aéreo, nuestras aguas y nuestra soberanía nacional. No hay ningún futuro para Canarias con estas políticas entreguistas y traicioneras.

6. La lucha por un ESTATUTO DE NEUTRALIDAD para Canarias cobra hoy más actualidad que nunca. La neutralidad es la única estrategia de seguridad, es lo único que nos defiende.

7. La PLATAFORMA CPCON hace un llamamiento al pueblo canario a la más amplia movilización sostenida en defensa de la paz, la desmilitarización y el desarme, por la salida de las fuerzas de la OTAN de nuestras islas, y por la aprobación urgente de un ESTATUTO DE NEUTRALIDAD.

8. La PLATAFORMA CPCON, en momentos tan críticos, expresa su solidaridad con el pueblo saharaui, hoy en guerra por la ocupación marroquí, y con el pueblo palestino que lucha contra la ocupación y el genocidio sionista.

9. El camino a la paz se construye con la lucha firme de los pueblos que no se arrodillan y no renuncian a sus derechos. POR LA SALIDA DE LA OTAN POR LA SOBERANÍA Y LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS POR LA DESMILITARIZACIÓN Y POR LA PAZ ESTATUTO DE NEUTRALIDAD PARA CANARIAS Compartimos algunos vídeos de la manifestación y lectura de la declaración común:

Fuente con fotos y vídeos del evento: https://canariasporlapaz.blogspot.c...

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Los niños asesinados por Israel en cuatro meses superan a los de cuatro años de guerras en todo el mundo

14 March, 2024 - 00:00

Redacción El Salto

Cifras que no deberían existir. El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha denunciado que el número de niños asesinados por el Ejército israelí en la Franja de Gaza en los cuatro primeros meses de la operación sionista en el enclave palestino es superior al de los menores fallecidos en todas las guerras acaecidas en el planeta durante los últimos cuatro años.

Mientras las imágenes de las atrocidades cometidas por los militares sionistas siguen recorriendo el mundo a diario, Lazzarini denunciaba que el total de niños muertos en los conflictos militares de todo el planeta desde 2019 suma 12.193 víctimas, mientras en Gaza supera los 12.300 solo en los 120 primeros días de la operación israelí sobre la población palestina.

Los números, sin embargo, son muy superiores cuando ya se han cumplido cinco meses desde el 7 de octubre. El último informe de víctimas publicado por las autoridades gazatíes habla de 31.200 palestinos asesinados, el 72% mujeres y niños, siendo estos últimos más de 13.500. A ellos habría que sumar más de 7.000 personas desaparecidas en la Franja, junto a 72.760 heridas. Además, 417 palestinos habrían sido asesinados por colonos sionistas en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén este, al igual que varias decenas más en el sur de Líbano como resultado de los ataques israelíes.

21 niños por hambre y deshidratación

El responsable de la UNRWA ha denunciado, además, que el Gobierno ultra de Netanyahu sigue obstaculizando la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. Este lunes 11 de marzo, lamentaba que uno de los camiones era obligado por los israelíes a darse la vuelta por llevar tijeras incluidas en kits médicos para niños. “Las tijeras médicas se añaden ahora a una larga lista de artículos prohibidos que las autoridades israelíes clasifican como ‘de doble uso'—afirmaba Lazzarini—. La lista incluye artículos básicos y que salvan vidas: desde anestésicos, luces solares, cilindros de oxígeno y ventiladores, hasta pastillas para limpiar el agua, medicamentos contra el cáncer y kits de maternidad”.

La agencia de la ONU, de la que dependen seis millones de refugiados palestinos y que ha tenido que hacer frente al asesinato de 160 de sus empleados humanitarios y a la destrucción de 150 de sus instalaciones en la Franja —muchas de ellas escuelas—, denuncia que la situación en el territorio es catastrófica. Sus datos señalan que, mientras antes del 7 de octubre entraban en la Franja más de 500 camiones con ayuda humanitaria al día, hoy solo traspasan el bloqueo una media de 101 diarios.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunciaba este miércoles la alarmante situación de hambruna y falta de agua, con 27 personas fallecidas solo en las últimas horas en el norte de la Franja, la zona más arrasada por el sionismo, por desnutrición y deshidratación, 21 de ellos eran niños.

El Open Arms, contra el bloqueo

Aunque la ayuda humanitaria por vía marítima no puede sustituir a la que llega por tierra a día de hoy, el Open Arms, el barco perteneciente a la ONG española homónima, zarpó este martes desde el puerto chipriota de Larnaca rumbo a Gaza con 200 toneladas de alimentos y ayuda humanitaria para ayudar al romper el bloqueo israelí. El envío, que se realiza conjuntamente con la ONG World Central Kitchen, pretende ser el primero que rompa el cerco marítimo que Israel mantiene sobre el territorio palestino.

Si el ejército sionista permitirá o no al barco cruzar es una incógnita. En el recuerdo está el ataque a la Flotilla de la Libertad en 2010, un grupo de seis barcos con 633 personas de 37 países a bordo que intentó llevar ayuda al enclave palestino, bloqueado desde hace 18 años por Israel. El resultado del ataque sionista fue la muerte de nueve activistas y un periodista, y más de una treintena de heridos, en una operación que fue calificada de terrorismo de estado por parte de varios líderes mundiales.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/genoc...

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Preparados para obedecer

14 March, 2024 - 00:00

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David Torres

13 March, 2024 - 22:24

...Esa Europa mendaz y decadente que no es más que un cónclave de banqueros y fabricantes de armas.

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Sudán, como si la guerra la llevasen encima

13 March, 2024 - 00:00

Guadi Calvo
Fuentes: Rebelión [Imagen: campo de refugiados de Zamzam]

Desde el comienzo de la guerra civil sudanesa, en abril de 2023, el mundo parece observarla como un fenómeno natural e incontenible, como un huracán, un terremoto o un sunami, por lo que lo único que queda, según el caso, es cerrar las ventanas y escapar lo más lejos posible.

Entretenido con la muerte de Alekséi Navalni y la guerra de Ucrania, el mundo asiste a dos genocidios en pleno proceso. El que se ejecuta tras la invasión terrorista del régimen sionista a Gaza y el que se vuelve a dar en Darfur en el marco de la guerra de Sudán, exactamente igual al del 2003-2005.

Así como a nadie le importa el destino de los dos millones de gazaties, mucho menos atraen los 46 millones de sudaneses que desde hace diez meses sufren las consecuencias de la lucha por el poder del general de las Fuerzas Armadas Sudaneses (FAS), Abdel Fattah al-Burhan, y el líder de la organización paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemetti.

Ya diez millones de sudaneses han huido hacia la nada dejándolo todo atrás, incluso familiares y amigos muertos, parte de los 40.000, 50.000 o los que sean que ya se han producido desde el inició de la guerra el 15 de abril del 2023. Desde entonces millones de desplazado buscan un refugio inexistente, peregrinando hacia campamentos colmados por caminos tan peligrosos como una trinchera. Miles de estos desplazados ya han sido ejecutados al ser sorprendidos en el camino.

Como si la guerra la llevasen encina, como a la piel o a la memoria, imposible de ocultar, imposible de olvidar; sabiendo que una ráfaga de ametralladora, una mina antipersonas o un preciso misil, los aplaste contra el piso en el momento que ya parece asignado.

Solo están seguros de no tener esa muerte los que han tenido la ventura de cruzar alguna de las fronteras hacia Chad, Sudán del Sur, Egipto, Etiopía y la República Centroafricana, donde ya han llegado cerca de dos millones de esos peregrinos, para alojarse en campamentos desbordados donde cualquier recurso es escaso y la muerte los puede estar esperando en un charco de agua infectada o un utensilio mal lavado. Y donde el dengue y la malaria están arrasando prácticamente cada campo de refugiados. A los padecimientos del hambre, la enfermedad y la muerte de sus hijos, las mujeres se han convertido en presas de los milicianos que rondan los campamentos, los que sistemáticamente, ya como una estrategia de guerra, violan, secuestran y cuando no las asesinan cuando a riesgo de todo esto se ven obligadas a salir a buscar leña para sus cocinas.

Mientras, en el país más de 25 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, cinco millones ya se encuentran en estado de hambruna y siete millones de menores, de una población total de 23 millones, tienen avanzados signos de desnutrición.

La poca ayuda que existe la procuran los propios sudaneses tras haber construido redes de recolección de alimentos, dinero y medicamentos para quienes más los necesitasen.

Mientras tanto Naciones Unidas y otras instituciones multilaterales como la Unión Africana o la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (AIPaD) se han gastado todas las en excusas sin poder detener una sola bala y sorprendiéndose como la tía Maruja con la aparición de enterramientos masivos donde los ejércitos esconden sus masacres y la ONU su inoperancia.

Tanto las FAS como los paramilitares de las FAR se siguen acusando mutuamente de los crímenes que ambos comenten. Al tiempo que siguen faltando, una y otra vez, a los compromisos de permitir la asistencia humanitaria y trasgrediendo los reiterados alto el fuego en una guerra que sus contendientes parecen dispuestos a librar hasta el último combatiente. No se entiende por qué la comunidad internacional no interviene de manera contundente y sigue permitiendo que una corriente imparable de armamento fluya hacia los ejércitos en lucha, según se cree aportado principalmente por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) hacia las Fuerzas de Apoyo Rápido y de parte del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi a su viejo compañero de estudios el general, al-Burhan.

En las ciudades de Jartum y Omdurmán, apenas separadas por la confluencia del Nilo Blanco con el Azul y con un total de 11 millones de habitantes antes de la guerra, tras haber sufrido saqueos generalizados de los que ni siquiera se libraron los hospitales que en plenos bombardeos seguían abiertos y atendiendo, hasta ya no tener nada para tratar a enfermos y heridos. Sus calles, sus manzanas demolidas, hoy aparecen vacías, con barrios enteros destruidos por los bombardeos, donde se combatió en muchos casos casa por casa, donde los muertos quedan donde caían, lo que no solo hace más cruel el paisaje, sino que además los olores de la putrefacción impiden respirar.

Al norte de Omdurmán, en la zona militar de Karari, desde mediados de febrero, por primera vez desde que comenzó el conflicto las FAS junto a los cuerpos de ingenieros ubicados en el sur de la ciudad están golpeando fuertemente en sectores en poder de las RSF desde bien iniciada la guerra.

Después de haber tomado el intricado zoco de Omdurmán, el mercado más grande y antiguo del país, donde según cree el ejército la gran mayoría de los trabajadores e incluso los mendigos del mercado sirven de espías a las FAR, por lo que muchos han sido detenidos sin que se conozca su destino.

El reciente reposicionamiento de las fuerzas armadas sudanesas en Omdurmán solo es el preámbulo de más combates en el área, donde ya nada queda por destruir.

Ejecutando el genocidio

Más hacia el oeste, en la región de Darfur, los bombardeos a diferentes ciudades ya han causado entre 15.000 y 20.000 muertos, que sumados a las innumerables denuncias de ejecuciones sumarias por parte de las FAR contra la población negra local, que son diarias, el genocidio anunciado ya está en plena ejecución.

Por lo que ya ha huido hacia el Chad más de medio millón de personas, en su mayoría de la etnia masalit, agricultores negros, sabiendo que tal como sucedió durante genocidio de 2003-2005 las milicias de pastores árabes conocidas como Janjaweed (jinetes armados), embrión de las actuales Fuerzas de Apoyo Rápido -también entonces comandas, por el propio Hemetti- amenazan con disputar a su colega nazisionista Benjamín Netanyahu el título del Criminal del Año.

Otra vez el mismo genocidio, otra vez las mismas víctimas y los mismos verdugos, las FAR, que tanto antes como ahora buscan la limpieza étnica en Darfur con el único fin de convertir los campos de labranza en campos de pastoreo para sus rebaños, fundamentalmente de camellos.

Muchos de los desplazados, además de hacia Chad, se han dirigido hacia Sudán del Sur, donde se ha registrado la entrada de otro medio millón de sudaneses y a donde arriban en estos momentos unos 1.500 al día a los dos campos gestionados por Naciones Unidas en la ciudad sursudanesa de Renk. Ambos campamentos ya absolutamente desbordados frente a una marea que no se va a detener, por lo menos en los próximos meses.

En el campo de refugiado darfurí de Zamzam, cerca ciudad de El Fasher, otros dos millones esperan la asistencia. Zamzam, creado en 2005 cuando el anterior genocidio estaba en pleno desarrollo desde hacía semanas. Se sabe que muere un niño cada dos horas. Allí se encuentran operando, con lo poco que tienen, Médicos sin Fronteras (MSF) y Relief International. El drama de Zamzam es exactamente igual en todos los campamentos diseminados por todo el país.

La falta de asistencia a los desplazados se vio sumamente agravada a partir de diciembre, cuando la guerra llegó al estado de Gazira, en el centro del país al sur de Jartum, ya que allí funcionaba el centro logístico de distribución de las agencias de ayuda. Sus tierras, históricamente, fueron las grandes productoras de alimento, por lo que los combates han profundizado la crisis alimentaria del país.

La distribución de alimentos y medicinas también se vio agravada por la caída del sistema de comunicaciones que dejó a los grupos de asistencia sin posibilidades de organizar su distribución y unos 100 camiones cargados con asistencia para alimentar a medio millón de personas fueron detenidos y saqueados.

Por ejemplo, el lunes 19 de febrero un grupo de voluntarios que manejaba una red de cerca de 40 comedores populares en Bahri, un suburbio al norte de Jartum, comunicó que por la falta de posibilidades de conseguir alimentos dejaba de asistir las 200.000 personas que cada día acudía a sus comedores, como si la guerra la llevaran encima.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainter...

Fuente: https://rebelion.org/sudan-como-si-...

Categorías: Tortuga Antimilitar

“Me han cancelado”: Redes, medios, calles y famosos silenciados por criticar la masacre israelí

13 March, 2024 - 00:00

La acusación de antisemitismo se ha generalizado en los últimos meses para acallar las críticas al genocidio palestino realizado por Israel. La censura va de las redes sociales a las universidades, de las calles a la industria cultural.

Martín Cúneo

El macartismo ha vuelto. Las personas condenadas, encarceladas, relegadas, despedidas u obligadas a dimitir, silenciadas, criminalizadas, hostigadas o amenazadas por denunciar la masacre israelí en Gaza se cuentan por miles.

La serie de Netflix Unorthodox está basada en la autobiografía de Deborah Feldman, criada en una comunidad judía ultraortodoxa de Nueva York. Huyó a Berlín y allí se convirtió en escritora y en una de las voces más críticas con el “judaísmo oficial” y la política del Estado de Israel. “Alemania es un buen lugar para ser judío. Salvo que seas, como yo, una judía crítica con Israel”, decía. Este monopolio del recuerdo del Holocausto —un exterminio que también sufrió su propia familia—, explica, lleva décadas provocando cancelaciones de obras de teatros, de invitaciones o de premios y presiones para silenciar las voces críticas dentro y fuera de la comunidad judía. Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre y la operación venganza de Israel, aquellos que se atreven a criticar la masacre o la posición de Alemania como segundo mayor aliado de Tel Aviv “son objeto de una marginación aún mayor de lo habitual”, continúa.

En 2019, el Parlamento alemán declaró como “antisemita” la campaña de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) a Israel. Los artistas e intelectuales que firmaron una carta de rechazo a esta decisión que equiparaba “antisemitismo” y “antisionismo” fueron objeto de desprestigio, hostigamiento y cancelación. Entre ellos, la reconocida filósofa y escritora estadounidense Susan Neiman, que utilizó por primera vez el término “macartismo filosemita”. Esta pensadora, también de origen judío, exploró en su obra la construcción de la memoria histórica alemana, un proceso de autocrítica ejemplar, dice, salvo por un detalle: Alemania se identificó como la nación perpetradora y asignó a Israel el papel de “nación víctima” por lo que “defiende a Israel en cada ocasión, correcta o incorrecta, y cualquier crítica a la política israelí rápidamente se convertirá en antisemitismo”.

Otra artista de origen judío cancelada por criticar a Israel es la sudafricana radicada en Berlín Candice Breitz. Esta fotógrafa comentaba lo “absurdo” de que “alemanes con ascendencia nazi” le dijeran a una mujer judía lo que podía y no podía hacer”. Si se habla de cancelaciones por criticar a Israel, hay que mencionar al escritor y profesor estadounidense Norman Finkelstein. El hecho de que toda su familia muriera en el genocidio nazi y que sus padres hayan sobrevivido a los campos de exterminio no le impidió escribir La industria del Holocausto en el que criticaba la utilización del “sufrimiento del pueblo judío” para cometer y justificar nuevas atrocidades en otras latitudes. Fue despedido de su puesto en la universidad en 2007 y proscrito desde entonces de los círculos académicos y de conferencias oficiales.

El “hábito de lanzar falsas acusaciones de antisemismo”, en palabras de Deborah Feldman, contra intelectuales, artistas y personalidades públicas en Alemania solo ha alcanzado niveles equiparables en el otro gran aliado internacional de Israel, Estados Unidos. Al puro estilo de la caza de brujas de los años 50, el pasado 5 de diciembre la congresista republicana Elise Stefanik preguntaba y repreguntaba con el fílmico latiguillo “conteste sí o no” a Claudine Gay, presidenta de la Universidad de Harvard, si condenaba el uso de la frase “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre” y los cánticos llamando a la “Intifada” por parte del alumnado.

Pese a asegurar que ese tipo de discurso le parecía “odioso”, “temerario”, “ofensivo” y “aborrecible”, mostró ciertos matices sobre la necesidad de abrir expedientes disciplinarios a los alumnos que las utilicen. Sus matices desencadenaron un ola de críticas y titulares que la acusaban de tolerar el “genocidio de judíos”, sacando de contexto sus declaraciones. El 2 de enero, la primera rectora afroamericana de Harvard presentaba su dimisión entre acusaciones de plagio e insultos racistas.

El 10 de diciembre ya había dimitido otra de las rectoras cuestionadas en la vista pública del Congreso, Elizabeth Magill, de la Universidad de Pensilvania. Su defensa de la libertad académica y la libertad de expresión y su rechazo a contestar las preguntas de “sí o no” convirtieron su posición como rectora en insostenible y en otro trofeo de la extrema derecha trumpista.

Si la de Harvard era la primera rectora de origen afroamericano, Rashida Tlaib es la primera congresista de origen palestino y la segunda de origen musulmán en ser elegida en Estados Unidos. El 7 de noviembre, el Congreso aprobaba una resolución de censura por criticar la actuación de Israel y la complicidad del presidente Joe Biden. La resolución salió adelante con los votos de la bancada republicana y con el apoyo de 22 diputados demócratas, partido al que Tlaib pertenece. “Para mí, los llantos de los niños israelíes y los niños palestinos suenan igual”, dijo en su defensa.

Cuando señalar un genocidio es delito

No han sido pocos los gobiernos que han prohibido las manifestaciones de condena a los ataques israelíes. Y no solo las marchas sino también el uso de símbolos y lemas de apoyo a la causa palestina. El 12 de octubre, el ministro de Interior de Francia, Gérald Darmanin, ordenó prohibir las manifestaciones propalestinas “por ser susceptibles de general alteraciones del orden público”, todo ello entre amenazas de detener a los “alborotadores”. Amnistía Internacional calificó la decisión como un “ataque grave y desproporcionado al derecho de manifestación”. Diez días después, dos altos cargos del sindicato mayoritario francés, la CGT, eran detenidos por firmar un comunicado de apoyo a Palestina. Un operativo de varios furgones policiales y agentes encapuchados arrestaron a los sindicalistas en sus domicilios.

Más de tres meses después del inicio de la masacre israelí, en Francia sigue siendo ilegal manifestarse por Palestina, aunque el Gobierno ha autorizado algunas marchas, como la gran movilización del 4 de noviembre en París. Otras, como las manifestaciones del 31 de diciembre han desafiado la prohibición y reunido a miles de personas.

En Alemania, la situación es aún más compleja: el Gobierno ha ilegalizado la rama alemana de Samidoun, una organización palestina que agrupa presos políticos, y ha prohibido las manifestaciones “en apoyo a Hamás”. En Berlín se prohibieron todas las manifestaciones de apoyo a Palestina y en algunos Estados alemanes se llegó a proscribir la utilización del lema “From the River to the Sea, Palestine will be free”. Este veto tuvo que ser levantado el 21 de diciembre después de que los juzgados de Colonia y Munster dieran la razón a grupos propalestinos y consideraran que este lema y otros como “Parad el genocidio en Gaza” son legales y están amparados por la libertad de expresión.

Cientos de personas han sido detenidas en Alemania por participar de marchas o incluso por portar banderas o pañuelos palestinos. Las prohibiciones y la criminalización mediática no han impedido grandes manifestaciones, como la del 28 de octubre o el 11 de noviembre, o iniciativas artísticas o de reflexión sobre la el fracaso de la gestión de la memoria y de la mal llevada culpa alemana por el genocidio nazi.

En Reino Unido, la ministra del Interior, Suella Braverman, trasladó instrucciones a la policía de perseguir cánticos como “From the River to the Sea” al considerarlo la “expresión de un deseo violento de ver a Israel borrado del mundo”. La ministra también instaba a tomar medidas contra banderas, canciones o lemas que pudieran molestar a la comunidad judía. Según Braverman, en ciertos contextos, ondear la bandera palestina puede ser catalogado como un comportamiento “no legítimo”.

Según Islamic Human Rights Commission (IHRC), organización de derechos humanos asentada en Londres, tanto Reino Unido como Francia y Alemania están “violando el derecho a la libertad de opinión y expresión, de reunión pacífica y de asociación”. En un informe presentado a la ONU en diciembre de 2023, esta comisión advierte que la represión contra la protesta y la solidaridad con Palestina están alcanzando niveles “alarmantes”. Entre las vulneraciones transmitidas a la ONU destacan la criminalización de simpatizantes y organizaciones propalestinas, así como directrices de los ministros de Educación y otros actores a escuelas y universidades “sobre cómo discutir la situación en Palestina”. Esta ONG también condena las propuestas —como la francesa— de tipificar como delito el “antisionismo” y denuncia un incremento de la vigilancia de las personas y organizaciones que critican a Israel. Según IHRC, existe una presión ascendente en estos tres países por realizar “una deportación a gran escala” de los residentes extranjeros que critiquen a Israel.

Las cancelaciones y persecución de artistas críticos con los ataques sobre Gaza han alcanzado en Alemania su máxima expresión. El 4 de enero, el Ayuntamiento de Berlín anunciaba que exigirá a instituciones culturales firmar una declaración contra el antisemitismo, el racismo y la homofobia como condición previa para recibir apoyo financiero de la ciudad. Según la definición más aceptada de antisemitismo, la que proporciona la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) y la ampliación que ha hecho el Estado alemán, cualquier ataque a Israel puede ser entendido como antisemita. La comparación entre el genocidio nazi y cualquier acto del Estado de Israel podría considerarse también antisemita según estas definiciones, puestas en entredicho por más de un centenar de organizaciones de derechos humanos el pasado abril.

La guerra llega a Internet

Hubo unos días de noviembre en los que parecía que los habitantes de Gaza, víctimas de los bombardeos y también del bloqueo —de combustible, ayuda humanitaria y también de conexión a internet— habían encontrado un poderoso aliado: el hombre más rico del mundo. En efecto, Elon Musk dejó por unos momentos su rol habitual y coqueteó con ser el héroe: ofreció su empresa Starlink —que provee internet desde el espacio— para conectar Gaza con el mundo. Pero el papel no le duró mucho y fue rápidamente sustituido por su rol de villano, en el que Musk se siente más cómodo: el empresario viajó a Israel el 27 de noviembre para hablar sobre el “antisemitismo online”, se reunió con el presidente, Isaac Herzog, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y salió con un nuevo acuerdo: los satélites de Starlink podrán suministrar señal de internet a Israel y Gaza, pero siempre bajo la supervisión del Ministerio de Comunicaciones de Israel y nunca a población palestina sin mediación de Tel Aviv.

En este caso, las acusaciones de antisemitismo contra Musk tenían su fundamento: el 15 de noviembre había dado la razón —“Estás diciendo la verdad real”— a un tuitero que afirmaba que los judíos estaban avivando el odio contra los blancos apelando a la teoría del “Gran Reemplazo”. Tras su desliz, que Musk definió como “el comentario más tonto de su vida”, muchas de las grandes empresas estadounidenses anunciaron que suspendían sus anuncios en X.

Las denuncias contra el propietario de Tesla y SpaceX no se quedaban en su comentario desafortunado, sino que apuntaban al papel del antiguo Twitter en la distribución de “mensajes antisemitas”, en referencia, ahora sí, a la difusión de mensajes que cuestionaban la masacre israelí en Palestina.

Desde el 7 de octubre, las imágenes de los bombardeos israelíes sobre la población civil han sido emitidas en directo a través de las redes sociales en miles de vídeos y fotos, que incluían escenas de gritos, amputaciones, sangre, menores e incluso bebés asesinados. En no pocas ocasiones, la denuncia de un genocidio en marcha fue confundido por los algoritmos de las redes sociales como promoción de la violencia. Es el caso de la escritora Maruja Torres, cuya cuenta de Twitter fue bloqueada después de compartir fotos de la masacre “excesivamente gráficas”, según el mensaje recibido. “La exposición a escenas sangrientas gratuitas puede ser perjudicial, especialmente si el contenido se publica con la intención de provocar deleite en la crueldad o por placer sádico. Como consecuencia, bloqueamos tu cuenta”, le decía la empresa de Elon Musk a la escritora española.

Al igual que hizo tras la invasión de Rusia a Ucrania, Twitter eliminó centenares de cuentas, en este caso “afiliadas a Hamas”, pero no ha tomado medidas para limitar las incitaciones al odio por parte de los usuarios pro-israelíes. A finales de diciembre, la organización 7amleh-Arab Center for Social Media Advancement había registrado 2,5 millones de mensajes de odio emitidos por simpatizantes de Israel. La falta de filtros en el algoritmo de X que limiten los discursos de odio en hebreo ha permitido este explosión de mensaje racistas y que apoyan el genocidio.

Pese a las críticas a Twitter, ha sido Meta (Facebook, Instagram, Threads, Whatsapp) quien ha llevado la censura más lejos. Según Human Rights Watch (HRW), las políticas y sistemas de moderación de contenido de la compañía de Mark Zuckerberg están “silenciando cada vez más las voces de apoyo a Palestina” en Instagram y Facebook. Esta ONG estadounidense documenta una “censura sistémica” con patrones de eliminación y “supresión indebidas” de mensaje de apoyo a Palestina y de rechazo a la ofensiva israelí, “incluida la expresión pacífica en apoyo de Palestina y debate público sobre los derechos humanos palestinos”.

El origen de esta censura, afinan desde HRW, se encuentra en la implementación “inconsistente, defectuosa y errónea” de las políticas de Meta y en la dependencia “excesiva” de herramientas automatizadas de moderación de contenidos. También, añaden, a la “influencia indebida del Gobierno” en la eliminación de contenido.

“La censura de Meta del contenido en apoyo a Palestina añade insulto a la herida en un momento de atrocidades y represión indescriptibles que ya sofocan la expresión de los palestinos”, dijo Deborah Brown, de HRW. Según esta experta en tecnología y derechos humanos, “la censura de Meta está contribuyendo a borrar el sufrimiento de los palestinos”. Esta ONG revisó más de mil casos en 60 países y en la mayoría de las ocasiones la censura se traducía en eliminación de contenido, suspensión o eliminación de cuentas, imposibilidad de interactuar con contenido, imposibilidad de seguir o etiquetar cuentas y restricciones en el uso de funciones como los directos. Además, HRW documentó lo que llama la “prohibición en la sombra”, un término utilizado por esta ONG para hablar de una disminución significativa y sin razones aparentes del alcance de los contenidos.

Meta también ha fallado, según esta ONG, en la aplicación de políticas sobre contenido violento y la incitación a la violencia, y ha eliminado centenares de post en los que se documentaban lesiones y muertes palestinas “que tienen valor noticioso”. Entre los casos más sonados, destacaron el cierre definitivo de Quds News Network en Facebook, uno de los principales medios árabes con diez millones de seguidores, y la suspensión temporal en Instagram de Eye o Palestine, con seis millones.

Pese a la censura y las cancelaciones por parte de los gobiernos aliados de Israel, de las redes sociales y la industria cultural, las denuncias de la masacre israelí en Gaza en Europa y Estados Unidos no han dejado de aumentar. El cantante puertorriquño Residente animaba a los artistas a posicionarse sin pensar en las consecuencias a corto plazo en sus carreras: “No tengan miedo a ser cancelados porque apoyando a Palestina están del lado correcto de la historia”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ocupa...

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El Ajuntament d'Elx boicotea un acto infantil por la paz en Palestina

12 March, 2024 - 00:01

Elena Mora

Hola a tod@s,

Desafortunadamente nos han impedido oficialmente llevar a cabo este evento solidario, familiar y por la paz. La causa es que a dos días del evento, el ayuntamiento de Elche nos ha revocado el permiso, a pesar de que ya lo teníamos aprobado desde enero, siendo el mismo evento que tuvimos que posponer por lluvias.

Aunque el domingo no podemos hacer el evento como tal, vamos a ir a la puerta del colegio de 10:30 a 11:30 a poner un cartel explicativo, para los que no han podido leer este mensaje, y para explicar qué ha pasado. La rifa la haremos también este fin de semana y publicaremos los números ganadores en instagram y Facebook del AFA. Las personas que compraron tickets tienen derecho a recibir su premio.

Pensamos que el ayuntamiento de Elche ha boicoteado el evento por ser un evento en apoyo al pueblo palestino, pues las razones que nos han dado en el último momento no eran coherentes. Nos han exigido por un lado requisitos que nunca han pedido para otros eventos en el cole y diciendo claramente en varias ocasiones que el colegio no era un espacio para este tipo de evento, a pesar de que se han hecho eventos similares en apoyo al pueblo ucraniano. Por este motivo, nuestra intención es denunciar lo que ha ocurrido y pedir explicaciones.

¿Qué hacer ahora?

Por un lado, nos gustaría hacerlo en la primavera, si no con un ayuntamiento que apoye los derechos humanos, con uno que sí lo haga. Os informaremos de todo y os agradecemos vuestro apoyo.

Por otro lado, lo que ha pasado demuestra que algunos gobiernos locales ponen trabas cuando se trata de defender derechos fundamentales, no sólo los de los palestinos sino los nuestros, al impedirnos hacer una quedada entre familias basada prácticamente en hacer cometas y bailar una danza Palestina.

Muchas gracias a todos y seguimos con la lucha y en contra del genocidio palestino.
Un abrazo,

La organización responsable del evento

Fuente: https://www.facebook.com/642030937/...

Cometas por la Paz suspendido

Ruth Sáez

Tras haber sido suspendido por el ayuntamiento de Elche el evento Cometas Por la Paz , el bailarín Héctor Manzanares Gutiérrez, como miembro de la organización del evento, ha querido realizar este vídeo- denuncia de manera artística, mezclando Clown y baile en la puerta del cole Les Arrels , de Elche, donde se iba a realizar el evento.

Cometas por la Paz se trataba de un evento en solidaridad con el pueblo palestino que está en estos momentos sufriendo un Genocidio por parte de Israel de Cometas, baile y poesía.

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Encrucijada

12 March, 2024 - 00:00

Categorías: Tortuga Antimilitar

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