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Tortuga Antimilitar
Denuncia una brutal paliza por negarse a entregar el móvil a tres policías en València
Tres policías asestan una brutal paliza en plena calle al DJ de una céntrica discoteca de Valencia por negarse a entregarles su móvil
Raúl Solís
Jean Sialer no tiene antecedentes penales, pero a pesar de ello sufre un continuo acoso policial por su aspecto físico que se ha ido agravando a medida que los tatuajes han ido tomando más protagonismo en su rostro y en otras zonas visibles de su cuerpo. De nacionalidad español y origen peruano, este joven valenciano se ha convertido en carne de cañón para los agentes policiales que le piden la documentación por la calle con más frecuencia de lo deseado.
El último episodio de acoso policial tuvo lugar la madrugada del 10 de agosto en la calle Carlos Cervera de Valencia. El joven salió de trabajar como DJ de la discoteca Picca sobre las 4:20 de la madrugada y en plena calle sufrió una violencia física como nunca por parte de tres policías vestidos de paisanos.
Según cuenta el joven, dos hombres y una mujer pararon en seco un turismo y le mostraron la placa de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, le solicitaron que detuviera el paso y que le mostrara su documentación.
Tras documentarse, Sialer fue cacheado contra la pared sin soltar el móvil de la mano, lo que enfadó sobremanera a los agentes, según su testimonio. Uno de los policías le pidió al joven que le entregara su móvil, a lo que éste se negó. En ese momento, lo que podía haber sido una de tantas detenciones sufridas por este valenciano, acabó siendo una brutal paliza que le ha dejado infinidad de señales en su cuerpo por los puñetazos recibidos.
“Al negarme a dar el móvil, uno de los policías me tiró al suelo para quitármelo y los otros dos me aplastaron contra la acera”, cuenta Jean Sialer después de haberse acercado al juzgado de guardia a interponer la correspondiente denuncia junto con el parte médico que certifica las lesiones provocadas por la paliza policial.
El joven valenciano lamenta que el continuo acoso que sufre por parte de la policía, debido a sus múltiples tatuajes y también al color de su piel, ha derivado en una ansiedad que le genera miedo a transitar solo por la calle y que meses atrás tuvo como consecuencia un intento de suicidio.
La revolución pendiente. Del socialismo al ciudadanismo (y IV): La revolución socialista en el siglo XX
Texto del libro de Pablo San José "El Ladrillo de Cristal. Estudio crítico de la sociedad occidental y de los esfuerzos para transformarla", de Editorial Revolussia.
Ver también:
La revolución pendiente. Del socialismo al ciudadanismo (I): Campesinos, burgueses y proletarios
La revolución pendiente. Del socialismo al ciudadanismo (III): Anarquistas y marxistas
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el socialismo marxista quedó definitivamente seccionado en dos. La revolución rusa y la instauración de la URSS constituyeron la afilada navaja que pegó el tajo. A partir de ahí, los partidos y facciones de partidos socialistas con tendencias revolucionarias, en los distintos países occidentales, tendrán al nuevo estado «comunista» como referente y éste, que además es una potencia mundial, pronto los controlará, financiera y orgánicamente, impidiendo cualquier tipo de desviación ideológica con respecto a la redefinición del marxismo hecha por los bolcheviques, de carácter acabado e indubitable, que denominarán «marxismo-leninismo». La llamada «Tercera Internacional», o Komintern, completamente controlada por Moscú, será el redil donde pastorear a estas organizaciones fiduciarias del partido comunista de la URSS. Esta especie de golpe de estado dentro de las filas de los herederos del marxismo apenas tendrá contestación, y la poca que hubo, caso del trostkismo, será políticamente irrelevante, amén de ser perseguida por la nueva ortodoxia leninista.
La socialdemocracia, por su parte, contraria a esta versión autoritaria del socialismo y repudiada por la dirigencia soviética, continuará su prolongado y sostenido descenso hacia el puro reformismo burgués. No poco ayudó a ello el hecho de que, tras 1917 y la guerra, los gobiernos occidentales del binomio estado-capital tomaran mayor conciencia de la importancia de mantener a la clase obrera en una posición de lealtad, tanto en lo nacional como en lo económico, frente a instancias extranjeras. En la década de los años treinta, a pesar de la gran depresión económica que asoló Occidente, las costumbres de la clase asalariada tienden a confundirse con las de la burguesía. Incluso teniendo en cuenta la diferencia de propiedad. Los objetivos del movimiento obrero cada vez tienen menos que ver con revoluciones socialistas, incluyendo la soviética, que ya venía estando desacreditada por su autoritarismo, en plena fase dura del estalinismo. Más bien se centran en reclamar el «derecho al trabajo», esto es, el pleno empleo asalariado, y el estado paternalista de bienestar. La vía principal que se considera para obtener tales cosas es la de las urnas. No es de extrañar que cuando ni los gobiernos burgueses, ni los socialdemócratas eventualmente en el gobierno, como en el caso de Alemania, logren medidas eficaces para aminorar los efectos de la crisis entre los sectores sociales más vulnerables, estos concedan su favor a agentes políticos nuevos, de carácter carismático, ejecutivo, que también les prometen pleno empleo y estado de bienestar, con un discurso socialista-obrero y nacionalista a partes iguales. Es la clave del éxito de los fascismos, mucho más pertenecientes a la historia y tradición del socialismo y el movimiento obrero de lo que se quiere y suele reconocer. Mussolini, por ejemplo, dedicó largos años a una entregada militancia socialista, recogiendo la herencia de su padre, antes de ser quien fue.
Adelantando el reloj unas décadas, a finales de los años 60 la frontera entre socialismo y liberalismo se ha difuminado casi por completo en Occidente. El movimiento obrero participa ya irrestrictamente en el mantenimiento del capitalismo, siempre que haya crecimiento económico y una cierta redistribución de la riqueza que permita un umbral mínimo de poder adquisitivo. Los partidos socialdemócratas y los sindicatos ya no producen intelligentsia revolucionaria y sus cuadros son simples conductores de esa dinámica. El fin del viaje, hoy lo contemplamos, es el PSOE y el resto de partidos similares, descendientes bastardos y desnaturalizados del socialismo. No creo que sea necesario describir el grado de putrefacción del ideal socialista que se da en estas organizaciones que, ya sin aspiraciones realmente políticas, lo son de burócratas, trepas y corruptos.
Es en el periodo entre las dos grandes guerras cuando se materializa la escisión entre comunistas (con este término ahora se define casi exclusivamente a los sectores alineados con Moscú) y socialistas, esto es, los socialdemócratas, todavía no tan reformistas como llegarán a ser con posterioridad. El nuevo gobierno ruso aún barajaba la idea de extender la revolución a más países de Occidente y, mientras resolvía su, nada sencilla, situación interna (guerra civil contra los restos del zarismo, reajustes étnicos, redefinición de la economía, eliminación de la disidencia...) trató de conectar con los grupos socialistas de su cuerda organizados en cada país. Hemos hablado de la Tercera Internacional. Alrededor de 1920 se fundan partidos comunistas de inspiración bolchevique por doquier: Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Grecia... El más significativo de ellos en este periodo, que no es de nueva fundación, es el Partido Comunista Alemán, una escisión del SPD que había estado liderada por Rosa Luxemburgo. Ninguno de estos partidos logró importancia hegemónica en el seno del movimiento obrero de sus países respectivos. Como venimos diciendo, la socialdemocracia estaba ganando la partida, al tiempo que la clase obrera corría con los brazos abiertos hacia la sociedad capitalista de consumo. Hay que esperar a la crisis que supuso la Segunda Guerra Mundial y a su fin (1945) para ver algún tipo de avance en el apoyo popular al comunismo en Europa. El hecho más relevante consiste en que la URSS fuera uno de los aliados vencedores de la contienda, ocasión que aprovechó para extender la «revolución», es decir, su modelo político y económico, al conjunto de estados que había invadido y ocupado durante la guerra, los cuales quedarán durante décadas sometidos a su dominio. Es la llamada «Europa del Este». Es de perogrullo señalar que la población de estos países se encontró viviendo en un sistema comunista, tutelado por una potencia extranjera, que no era fruto de revolución alguna, sino de conquista militar, y que se les había impuesto sin tan siquiera algún tipo de formalismo consultivo. No es de extrañar que hubiese cierto descontento social, que muchos de estos gobiernos hubieran de abusar gravemente de la represión sobredimensionando sus policías —caso, por ejemplo, de la Rumanía de Ceaucescu— y que las luchas populares más allá de lo laboral, y aun revoluciones de entidad, sucedidas en Europa en la segunda mitad del siglo XX, se dieran todas ellas tras el telón de acero. Hungría, Checoslovaquia y Polonia son las más importantes, sin nombrar la ola de revueltas posteriores que dieron con el muro de Berlín en tierra.
Volviendo a la Segunda Guerra Mundial, la militancia antifascista fue un buen punto de apoyo para que las organizaciones comunistas se reivindicaran. Ya la guerra civil española había llevado al PCE a la gobernación de la República. Otros partidos —el francés por ejemplo— participaron activamente en la lucha partisana contra las potencias del Eje, desempeñando un papel protagonista en algunos lugares como Italia, Grecia o los Balcanes. Todos estos partidos obtuvieron su premio tras la finalización victoriosa de la contienda. Excepto en Grecia, donde los comunistas prosoviéticos del KKE, poco apoyados por Stalin, quien antepuso otros intereses estratégicos que tenía en ese momento, sucumbieron en una guerra civil posterior contra fuerzas conservadoras. Los partidos comunistas de Italia y Francia, a diferencia del alemán, que había sido inexistente durante la guerra, lograron ser parte significativa —nunca mayoritaria— del arco parlamentario de sus países durante las siguientes décadas, convirtiéndose en la referencia del comunismo en el bloque occidental. Por su parte, los líderes partisanos prosoviéticos de Yugoslavia y Albania, Josip Broz «Tito» y Enver Hoxa respectivamente, tras lograr el éxito en la guerra por sus propios medios (con apoyo del ejército rojo en la fase final), consiguieron establecer un estado comunista en sus países que, a diferencia de lo sucedido más al norte, no se fundó por la ocupación militar de la URSS. Este hecho permitiría a ambos gobiernos poder recorrer un camino propio sin la tutela rusa más adelante. El caso que me resulta más interesante es el de la Yugoslavia de Tito, cuyo gobierno se inicia tras una aplastante victoria en unos comicios nominalmente libres. Los comunistas yugoslavos pronto se distanciaron del régimen de Stalin e implantaron un sistema político-económico, denominado «titismo» que, a diferencia del soviético, contemplaba, por ejemplo, la explotación privada libre del medio agrario (hasta un número máximo de hectáreas) o de la industria, compuesta por cooperativas de trabajadores que gestionaban directamente las fábricas y podían disfrutar íntegramente de los beneficios obtenidos con su esfuerzo. Curiosamente, esta aplicación del socialismo que, podría decirse, recuerda a las propuestas del siglo XIX, y es una interesante excepción al modelo colectivista soviético que fue norma en todos los estados del bloque marxista-leninista, ha recibido poca atención por parte de la historiografía reciente. Además de ser denostado y desmerecido por el resto de familias del comunismo. Como, por otra parte, no podía ser menos (22). He de añadir que hace unos años tuve la suerte de poder viajar por los Balcanes y me pareció notar que Tito es recordado favorablemente en todos los nuevos estados surgidos tras la desmembración de Yugoslavia. No así Enver Hoxa en Albania. Es una simple impresión, en todo caso.
El final de la Segunda Guerra Mundial es, también, el momento de la descolonización masiva en África y Asia. Los nuevos estados en ningún caso serán reflejo de las características culturales propias de cada lugar, consideradas en todas partes atrasadas y oscurantistas. Antes bien, serán los antiguos colonizadores occidentales —que en buena parte siguen siendo propietarios de los principales recursos económicos de esos territorios— quienes diseñen de arriba a abajo su sistema político y aun sus fronteras. Ello lo harán a través de una pequeña élite nativa occidentalizada, la misma que venía colaborando tradicionalmente con los ocupantes y facilitando la gobernación de la colonia. Estos antiguos criados son ahora la nueva dirigencia del país. Educados en la ideología de los amos, darán la espalda a sus respectivas sociedades tradicionales y tratarán de imitar en todo los valores occidentales dominantes. Un triste ejemplo es la desprotección en que quedan las lenguas y dialectos tradicionales en beneficio del idioma de los antiguos dominadores. Podemos decir que estamos asistiendo al nacimiento de lo que posteriormente será conocido como «globalización».
Igual que se imitan gustos y costumbres europeas o se apuesta por el modelo urbano como forma de administrar el territorio, por ejemplo, se importa también la ideología. Se fundarán universidades en las principales capitales de todos estos países de Asia, África y América Latina. En ellas, los hijos de los dirigentes políticos y económicos nacionales estudiarán las mismas materias impartidas en Europa. Conocerán perfectamente la historia y el pensamiento de Occidente y se ejercitarán, por ejemplo otra vez, en sus disciplinas deportivas o musicales, al tiempo que se mantendrán deliberadamente ignorantes —o débilmente informados— con respecto a su propia tradición cultural.
Este es el contexto que encuentra el socialismo cuando llega a estos lugares. En estos países todavía por industrializar no hay proletariado ni movimiento obrero. La gran mayoría de la población pertenece al ámbito rural y/o indígena y es ajena en un modo muy importante a los valores culturales occidentales. Si la noción de «revolución» en la Europa del siglo XIX era una idea exclusivamente propia de la intelectualidad burguesa ilustrada, muy difícil de implantar en las mentes proletarias y aun menos en las campesinas, en este otro contexto es algo completamente fuera de lugar. Ni siquiera la idea de «nación», que venía estando en juego desde décadas atrás allí donde hubo procesos de tipo independentista, era imaginada más allá de la pequeña minoría occidentalizada, a la que podríamos denominar burguesía u oligarquía local. El socialismo, pues, en estos continentes, será cosa de jóvenes estudiantes universitarios —a menudo en Europa— pertenecientes a sectores acomodados y residentes en la ciudad. La ideología de estos jóvenes socialistas estará mediatizada por el referente soviético, una realidad histórica tangible adónde mirar, pero adoptará un fuerte componente nacionalista, en no pocas ocasiones el principal, y una crítica al capitalismo de tipo antiimperialista, muy coherente con la situación de colonia económica en la que están inmersos. Cuando busquen sujetos para su revolución y comprueben que, más allá de los simpatizantes que puedan hallar en las aulas universitarias, apenas hay proletariado industrial urbano, habrán de volver sus miradas hacia el campesinado. Así los movimientos de índole revolucionaria sucedidos desde 1940 en Asia, África y América seguirán casi siempre siempre un mismo patrón: una situación previa de injusta distribución de la tierra, una coyuntura concreta de empeoramiento de las condiciones materiales del campesinado, una pequeña y voluntarista intelligentsia con formación universitaria e ideales marxista-leninistas, o al menos nacionalista-socialdemócratas, caso de la revolución cubana en sus inicios, por ejemplo (23), con capacidad de movilizar a algunos sectores del citado campesinado y, por último, una estrategia de asalto al poder de tipo bélico: la guerra de guerrillas.
Si, como decíamos, el leninismo había supuesto una importante desviación con respecto a la teoría de Marx y Engels, esta otra vuelta de tuerca que prescinde por completo de la revolución industrial y el proletariado, colocando en su lugar a masas campesinas lideradas por intelectuales urbanos y que, para la conquista del poder, emplea la guerra y no el coup d'état en el momento de coincidencia de las condiciones objetivas y subjetivas, es una desviación de la desviación. Maoísmo es su nombre, por ser China el lugar donde se aplicó fructíferamente por primera vez. El país más poblado de la tierra, ni más ni menos.
La victoria de Mao sobre las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-Shek en la larga guerra civil culminada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, posibilitó la instauración de una república comunista que rápidamente imitó el sistema político-económico de la URSS (24). Tal éxito convertiría la estrategia empleada por Mao, la guerrilla apoyada en bases rurales, en un claro referente para muchas organizaciones revolucionaras en países no desarrollados industrialmente. Por desgracia, este cóctel ideológico, muy a la altura del pragmatismo de Maquiavelo, que subordina el concepto revolucionario a la guerra y a la dictadura del partido, con una valoración muy escasa de los derechos y de la propia vida humana, cuando cayó en malas manos provocó carnicerías que han pasado a la historia por su alto grado de crueldad. El caso que me resulta más estremecedor es el de los Jemeres Rojos, en Camboya. Estos jóvenes comunistas procedentes de las élites y, una vez más, formados universitariamente, cuya llegada al poder fue una consecuencia colateral de la guerra en el vecino Vietnam, fundieron la teoría marxista-leninista-maoísta anteriormente explicada, con su propia aportación: la necesidad de devolver su nación a una especie de pasado mítico en el que, entre otras cosas, no había industrias ni ciudades. La puesta en práctica, con métodos radicales (25), de este iluminismo ideológico causó en unos pocos años una mortandad casi apocaliptica. Se lee que llegó a fallecer una cuarta parte de la población; no menos de dos millones de personas. Este fue el genocidio «maoísta» de más entidad, pero no conviene olvidar otros casos en la misma línea —si bien no tan cruentos— en otros lugares. Por ejemplo, la guerrilla Sendero Luminoso en Perú.
Volvamos a Europa Occidental. Tras la Segunda Guerra Mundial se inicia un largo periodo de crecimiento, solo interrumpido, a principios de los años 70, por una crisis económica de efectos relativos y superada en alrededor de una década. La economía europea se va terciarizando, el poder adquisitivo de su población va en aumento, los avances tecnológicos posibilitan el disfrute masivo de ventajas nunca vistas antes y en los diferentes países se están implantando las políticas que se denominarán «estado de bienestar». El cambio sociológico es enorme. La división social en clases de los teóricos decimonónicos hace agua por todas partes. Aunque el trabajo asalariado es cada vez más importante proporcionalmente, la creciente capacidad de consumo de este proletariado y su acceso gratuito, o en todo caso asumible, a servicios estatales como la educación o la sanidad, provoca que su estilo de vida cada vez se asemeje más al de la pequeña burguesía, con la que va fundiéndose gradualmente hasta dar lugar a un nuevo imaginario: la ciudadanía. En este contexto, como veníamos diciendo, la socialdemocracia logra adaptarse desde el primer momento a la nueva situación. Los partidos socialdemócratas, despojados ya de cualquier objetivo revolucionario o anticapitalista, se integrarán definitivamente en los sistemas parlamentarios implantados en la mayoría de estados, asumiendo la función de ser la opción «progresista» del binomio electoral. Definitivamente subsumidos por el estado y el capitalismo, será frecuente verles en funciones de gobierno aquí y allá. Con unas décadas de retraso, algo parecido le ocurrirá al movimiento sindical.
Por su parte, los partidos comunistas poco a poco se van distanciando del patrocinador soviético. Sus integrantes y simpatizantes no dejan de estar sometidos a la tentación de beneficiarse de las ventajas materiales de la nueva sociedad de consumo —y así lo hacen, perdiendo con ello su posición crítica—. Además, legales en la mayoría de países, se habían acomodado a la poco exigente estrategia electoral. No ayudó mucho a mantener la anterior unidad de acción, la represión militar rusa de sendos movimientos populares, como la revolución húngara de 1956 y la primavera de Praga en 1968. Estos dos acontecimientos disgustaron a no pocos dirigentes y militantes comunistas europeos. En este contexto, los dos principales partidos comunistas de Europa Occidental, el italiano y el francés, junto con el PCE, a partir de 1970 definen una nueva teoría denominada «eurocomunismo». Viene a ser una especie de coartada para, siguiendo los pasos de los partidos socialdemócratas, terminar integrándose también en el paraíso europeo, cosa que se materializará dos o tres décadas más tarde, tras la desbandada que provocó el fin de la URSS. De momento, el eurocomunismo, que sigue nominalmente aspirando a superar el capitalismo, deja de tener el modelo soviético como referencia y el marxismo-leninismo como ideología. La estrategia elegida, como si no supieran ya que no funcionaba, fue la vía electoral en un sistema pluripartidista.
La rendición al proyecto liberal capitalista del grueso de las fuerzas comunistas de lo que ya se llamaba «primer mundo» y de la propia URSS, que colapsó entre 1989 y 1991, no por méritos de sus adversarios sino, como bien podría decir Marx, víctima de sus propias contradicciones, dejó tras de sí un rosario de pequeños grupos y escisiones de comunistas fieles al marxismo-leninismo. Como diría la Biblia (26), «los que no han doblado sus rodillas». Estos colectivos, socialmente intrascendentes y habitualmente enfrentados entre sí, huérfanos de referente, hubieron de poner sus ojos y esperanzas en las revoluciones del tercer mundo. La Cuba de Fidel Castro y la leyenda del Che Guevara constituyeron el imaginario principal, aunque no el único. Es así como cobra importancia el discurso «antiimperialista». Éste no era nuevo y se había utilizado en época colonial sin especiales implicaciones de tipo marxista. Pero ahora cobra un nuevo sentido ante la presión de EEUU a los pequeños estados socialistas: Cuba, Nicaragua, el Chile de Allende…, y su apoyo a la lucha contrainsurgente allí donde había guerrillas de signo marxista. Así, los comunistas europeos no estarán tan preocupados por averiguar las posibilidades de la revolución proletaria en sus países, supuestamente los más maduros para ello según la teoría del materialismo histórico, como de tratar de apoyar estas revoluciones en países lejanos. El antiimperialismo europeo, en permanente declive, ha llegado a nuestros días y se llega a traducir a veces en expresiones tan absurdas como el apoyo a la Rusia capitalista de Putin en la guerra de Siria. Algo así como: «el enemigo de mi enemigo es mi amigo».
Entre los años 60 y 70 del siglo XX, lo comentábamos en otro capítulo, se dio en el primer mundo el fenómeno de la contracultura, que enlazará años después con la llamada posmodernidad. Lo característico de esta forma de entender la realidad, como ya decía, es la de mantener una postura crítica, hipercrítica incluso, hacia los valores dominantes y la propia configuración de la sociedad occidental pero, y es dato principal, sin llegar al punto de ruptura. Es una especie de tener mala conciencia por ser burgués pero sin dar el paso para dejar de serlo. Hubo comunas libertarias o hippies, e incluso comunidades cristianas que trataron de desarrollar ingenuamente (ya que sus integrantes, la gran mayoría de las veces, no estaban educados ni preparados para ello) utopías alternativas en los confines de la sociedad, pero el grueso de este movimiento no llegó a tanto. Antes bien, se instaló en un tipo de crítica de tipo artístico o intelectual, perfectamente compatible con la misma vida consumista de sus conciudadanos. Incluso más, cuando señalaron como signos de libertad, por ejemplo, cuestiones como «la revolución sexual» y el consumo de drogas. Es en esta situación cuando se revaloriza el anarquismo, como decía en el capítulo anterior, pero también el comunismo. Quiérase o no, los pequeños gobiernos y guerrillas antiimperialistas del tercer mundo que desafiaban, no solo a la gran potencia, sino al propio modelo político occidental, constituían una buena piedra de toque de contestación y rebeldía. Así, en el marco de postureo de radicalidad que se puso de moda entre la intelectualidad progre europea de esta época, iba como anillo al dedo declararse anarquista o comunista.
Pocos de ellos se fueron a la selva a empuñar un fusil o renunciaron a su puesto de funcionario, pero sí inundaron universidades y revistas con encendidos discursos de apoyo a las causas más notorias en cada momento. El socialismo que, mal tarde y nunca, había prendido entre las masas obreras, fue ahora defendido con ahínco por estudiantes y profesores universitarios —verbigracia, la alegre fiesta juvenil de mayo del 68 en Francia— que, si estaban en la universidad y no en otra parte, era, precisamente, porque el objetivo personal de cada uno de ellos era vivir lo mejor posible dentro del sistema capitalista. A partir de este momento, y de forma creciente hasta llegar a la actualidad, la contradicción entre discurso político y forma de vida, entre teoría y práctica, será característica principal de la «izquierda» en los países ricos. La superación del capitalismo y el establecimiento de una sociedad igualitaria y libre dejarán de constituir un proyecto político, histórico, material, y tal aspiración solo existirá, como idea, en planos simbólicos.
La minoritaria proporción de ciudadanos primermundistas a quienes, de alguna forma, su conciencia no les permite sumarse sin más a la fiesta del consumo, es la que mantendrá vivo el símbolo. Herederos de la tradición socialista pero también de la liberal, en cualquier caso, su discurso hablará cada vez menos de revolución, e incluso de libertad, y cada vez más de derechos; comprendidos éstos como ventajas materiales que se espera recibir del estado. Convertidos en una nueva aristocracia obrera, no tendrán ojos para el nuevo colonialismo, la división internacional del trabajo, que financia su estilo de vida burgués. Su acción política, sin objetivos globales, se caracterizará por un activismo de compartimento estanco —los movimientos sociales— que no cuestiona el marco general y que, ni siquiera, tiene demasiado en cuenta lo que hacen sus vecinos activistas de otros movimientos parecidos. Este actuar político, de manual, atendiendo a la crítica que hacía Rosa Luxemburgo, solo pretende mejoras, concretas y parciales, dentro de un sistema que se da por válido y al que, de hecho, se legitima de esa forma. Y eso en el mejor de los casos, porque en el peor —nada inhabitual— se limita a expresar vagamente algún tipo de inconformismo o de pose intelectual autorreferencial sin perseguir objetivos concretos. Cualquier tipo de militancia en organizaciones de este tipo será siempre compatibilizado, sin problemas de conciencia y sin ningún tipo de crítica propia o ajena, con vidas individuales plenamente insertas en el sistema, participando de sus principales dinámicas. Esta forma de comprender la participación política es lo que se denomina «ciudadanismo». Por constituir una evolución ulterior, puede decirse que es el punto final, al menos por ahora, de la historia del socialismo y el movimiento obrero.
El socialismo nació en su día de la necesidad y deseo de otorgar a la clase proletaria una participación política plena y un acceso igualitario a la riqueza que no existía en la sociedad burguesa tras las revoluciones de principios del siglo XIX. A inicios del siglo XXI se puede juzgar —así lo veo yo— que no se ha conseguido realmente ni una cosa ni la otra. Lo que hay es un reflejo de tal realidad que, sobre todo por garantizar a casi todo el mundo un umbral satisfactorio de capacidad de consumo, hace que el diseño de la sociedad primermundista actual se dé por válido y se pueda llegar a entender —como así sucede— que el socialismo, de alguna manera, ha alcanzado sus metas históricas en esta parte del planeta.
Tratando de dar un corolario a este capítulo, largo de más, copio el siguiente texto (27) de Hobsbawn:
«¿Por qué hay hombres y mujeres que se hacen revolucionarios? En primer lugar y sobre todo, porque creen que lo que ellos desean subjetivamente de la vida no puede lograrse sin un cambio fundamental en la sociedad. Hay, por descontado, este substrato permanente de idealismo o, si se prefiere, de utopismo, que forma parte de toda vida humana (…) El convertirse en revolucionario implica no solo una medida de desesperación, sino también alguna esperanza. Así es como se explica la típica alternancia entre pasividad y activismo entre algunas clases o algunos pueblos notoriamente oprimidos. La entrega a la revolución depende, pues, de una mescolanza de motivaciones: los deseos de mejora en la vida cotidiana, tras los que, esperando surgir, están los sueños de la vida realmente buena; la sensación de que todas las puertas se cierran ante uno, pero, a la vez, la de que es posible echarlas abajo; el sentimiento de “urgencia”, sin el cual los llamamientos a la paciencia o a las mejoras parciales no dejan de tener fuerza. Vale la pena repetir que hablo de lo que produce revolucionarios, no de lo que produce revoluciones. Las revoluciones pueden producirse sin demasiados revolucionarios en el sentido en que empleo la palabra.»
Notas:
22- El sistema de Tito, no obstante, también recibió críticas internas. La más destacada es la de Milovan Djilas, antiguo partisano antifascista que llegó a ser ministro en el gobierno comunista de Yugoslavia y nunca abjuró del marxismo. En su libro «La nueva clase» (1957), Djilas cuestionaba el sistema político de toda la Europa del Este, incluyendo su país. En su opinión, el control absoluto del aparato estatal por los partidos comunistas respectivos de cada estado había provocado la generación de una élite burocrática. Los dirigentes comunistas en el poder, aprovechando que la administración de los medios de producción estaba en sus manos, aunque no fueran propietarios de los mismos, acababan por acumular una serie de privilegios y ventajas que les constituían en un grupo social separado del proletariado.
23- La llamada «revolución cubana», en su génesis y toma del poder, no fue un movimiento de signo comunista, si bien dicha ideología aportaba alguna influencia a su grupo dirigente, especialmente a través de Raúl Castro que había pertenecido al partido comunista cubano durante algún tiempo y de Ernesto «Che» Guevara, quien terminaba de asentar su ideología comunista en esos años. El «Movimiento 26 de Julio», nombre de la organización revolucionaria impulsada y dirigida por Fidel Castro, tenía una ideología nacionalista, antiimperialista y democrática, muy en la línea de la tradición de nacionalismo liberal de José Martí. De hecho, la mayoría de sus miembros eran anticomunistas. Inspirados, como digo, en el independentismo de Martí, pero también en el antinorteamericanismo de Sandino y en los recientes movimientos de izquierda del continente —sobre todo el peronismo y el gobierno socialdemócrata de Juan José Arévalo en Guatemala—, su objetivo era acabar con la tutela del país por parte de Estados Unidos y, concretamente, con la dictadura de Fulgencio Batista, para instaurar en su lugar un sistema pluripartidista de gobierno.
La deriva hacia el comunismo de Fidel Castro, quien no mucho antes de su llegada al poder había negado ser comunista y había prometido elecciones libres en el país, tuvo que ver sobre todo con factores coyunturales. EEUU, cuya política venía siendo la de etiquetar como «comunista» a cualquier fuerza de signo izquierdista en el continente que contraviniera sus intereses, movió ficha tras el derrocamiento de Batista. Especialmente cuando los nuevos dirigentes aplicaron una política de nacionalizaciones y de reforma agraria que afectó de forma importante a la propiedad de ciudadanos y empresas estadounidenses en el país. El gobierno norteamericano, que rechazó las indemnizaciones ofrecidas por el nuevo ejecutivo cubano, emprendió una campaña de acoso y derribo mediante vías económicas, políticas y también militares, armando a grupos insurgentes. Los apuros que esta política creó a la nueva administración provocaron su radicalización ideológica (y la purga de los elementos más moderados) y su acercamiento a la Unión Soviética. El resto de la historia es conocida.
24- El Partido Comunista de China logra atraerse a un sector importante del campesinado del país al incluir en su programa algunas medidas agrarias moderadas. Al recrudecerse la guerra contra las fuerzas nacionalistas en 1946, la necesidad de apoyos para su recién formado Ejército Popular de Liberación les lleva a anunciar una reforma radical que expropia toda la propiedad agraria (tierra, ganado e instrumental) en las zonas bajo su control y procede a repartirla entre jornaleros y campesinos pobres. Esta medida, que desencadena una gran violencia contra los latifundistas, revanchas y contrarrevanchas según va fluctuando el frente de la guerra, será refrenada en 1948 pero habrá servido a los comunistas para reclutar cientos de miles de campesinos para el EPL.
Una vez ganada la guerra y establecida la república comunista, se realiza una gran reforma agraria que expropia toda la propiedad rural y la redistribuye entre las masas campesinas de forma igualitaria. Sin embargo, años después, la influencia de la Unión Soviética, con la que China mantiene estrechas colaboraciones, lleva a su dirigencia, presidida por Mao Zedong, a tratar de imitar su modelo económico colectivista. Así el estado recupera la propiedad de la tierra y en un megalomaníaco experimento social llamado «el gran salto adelante» (1958) suprime toda pequeña propiedad privada y reagrupa al campesinado en gigantescas cooperativas que han de gestionar la tierra siguiendo directrices y cumpliendo objetivos que les marca el propio estado. El experimento, entre otras cosas, obligará a trasladarse a las ciudades para trabajar en las fábricas estatales a buena parte de la población masculina campesina, dividiendo a las familias. El vacío que dejan en la explotación agraria será cubierto por las mujeres, a quienes a su vez se «liberará» para ello del desempeño de las principales tareas domésticas, mediante sistemas de tipo colectivo. Por ejemplo, los hijos serán cuidados conjuntamente en grandes guarderías. Por si fuera poco, las cooperativas, además de cumplir los objetivos agrícolas, estarán obligadas a producir acero —era una especie de obsesión de Mao— en pequeñas instalaciones de tipo artesanal que se habilitarán para ello. No hace falta decir que todo este despropósito, además de ser inhumano, acabó en un gran desastre económico y social (algunas fuentes hablan de 30 millones de muertes relacionadas con la hambruna), que supuso el desprestigio de Mao y su abandono —temporal— del poder.
Muchos años después, en 2007, en plena deriva hacia el sistema económico capitalista, tras más de una década de debates, las autoridades chinas aprobaron una controvertida ley que permite la propiedad privada.
25- El 17 de abril de 1975, tras su victoria en la guerra civil, el ejército de los Jemeres Rojos hace su entrada en Nom Pen, capital de Camboya. Tras desarmar a las últimas tropas que custodiaban la ciudad, ordenan el abandono inmediato de la misma de todos los heridos y enfermos. Unas 20.000 personas en esa situación son expulsadas inmediatamente. Horas después se ordena la evacuación total de la ciudad. Sus dos millones de habitantes la abandonarían a lo largo de la tarde. En un proceso que duró tres meses, se les reubicó en diferentes regiones, siempre en el ámbito rural. Muchas familias fueron separadas deliberadamente enviando a sus miembros a puntos contrapuestos del país.
26- I Reyes, 19, 1-18.
27- Eric J. Hobsbawn. «Revolucionarios». Crítica, Barcelona 2010. Escrito en 1971.
El Ministerio de Transición Ecológica promueve el militarismo
En la entrada de hoy voy a intentar explicar una actividad habitual del militarismo: cómo procede a blanquearse.
La noticia
Nos cuenta Infodefensa que el Gobierno acaba de aprobar un gasto de 375 millones de euros para el Ejército del Aire para comprar 7 apagafuegos DHC-515 de la canadiense De Havilland y para la modernización de los actualmente en servicio CL-215 y CL-245. Defensa los pagará entre 2024 y 2031.
Nos chirría que sea el Ministerio de Defensa quien compre materiales apagafuegos cuando debería ser el Ministerio de Transición Ecológica dirigido por Teresa Ribera (PSOE).
Pero nuestras dudas aumentan cuando leemos que:
Transición Ecológica colaborará en la definición de las necesidades (dirán dónde hay fuego, vamos) y proporcionará la financiación necesaria, mientras que Defensa se encargará de la dirección del proceso acordado y de la gestión de la adquisición. Es decir, el Ministerio de Transición Ecológica dotará con sus recursos presupuestarios las anualidades, que, en principio, quedarán como sigue:
102.083.333,33 € en 2024.
34.027.777,78 € en 2025.
7.056.689,06 € en 2026.
10.585.033'59 € en 2027.
46.808.389,32 € en 2028.
58.333.333,33 € en 2029.
106.944.444,44, € en 2030.
9.722.222,22, € en 2031.
En total 375.561.223,07 €.
Los juegos políticos a favor del militarismo
1.- Ocultar el gasto militar mediante dos procedimientos:
Hacer que el coste sea pagado por el Ministerio de Transición Ecológica.
Hacer que dos apagafuegos sean pagados, íntegramente, por la Unión Europea, por integrarse el acuerdo en el mecanismo europeo de Protección Civil.
2.- Enturbiar el control del gasto militar mediante la asignación de partidas plurianuales que dificultan su seguimiento y la trasparencia.
3.- Adueñarse de trabajos civiles, es decir, militarizar progresivamente a toda la sociedad, lo cual les sirve para:
No tener parados a parte de sus pilotos y poder dotarles de horas de vuelo. Con ello pretenden evitar, en parte, la crítica social del poco trabajo de los militares para el gasto que producen.
Autojustificar su existencia. Ya que no lo pueden hacer mediante su principal cometido: la defensa, lo hacen ocupando trabajos civiles con prestigio para hacerse indispensables.
Hacer campañas de autobombo durante la época de incendios sobre la «necesidad y utilidad» de las Fuerzas Armadas.
Los perjuicios para el Ministerio de Transición Ecológica
Está claro lo que gana el Ministerio de Defensa: en la práctica disfruta de las aeronaves, busca beneficios políticos con su actuación, endosa parte del gasto militar a otro ministerio. Pero, … ¿qué beneficio obtiene el Ministerio de Transición Ecológica? Tras mucho pensar, concluimos que ninguno.
Un acuerdo que beneficia a una de las partes y no a la otra no es igualitario y revela, muy a las claras, cómo se las gasta el Ministerio de Defensa.
Pero, además, el acuerdo perjudica, claramente, al Ministerio de Transición Ecológica:
Se vuelve dependiente del Ministerio de Defensa.
Cede prestigio (el que dan apagar los fuegos) al Ministerio de Defensa.
Pierde control de sus políticas.
Militariza su presupuesto y actuación.
Acepta ocultar gasto militar.
Cede parte de sus competencias.
Conclusiones
A pesar de que la noticia se vende como un éxito, el triunfo lo es, en exclusiva, para el Ministerio de Defensa y la militarización de la sociedad.
Pensamos que el Ministerio de Transición Ecológica se ha plegado, a cambio de nada, a las malas prácticas de ocultar gasto militar y a promover el militarismo en la sociedad española.
Walter Benjamin ja parlava l'any 1930 de la possible massificació turística
L'estada de Benjamin a Eivissa es va produir just abans de l'ascens del nazisme a Alemanya. Aquest context afegeix un rerefons significatiu a la visita i als escrits. Tot això està recollit al llibre La destrucció del paradís? Eivissa, Walter Benjamin i el primer desenvolupament turístic dels historiadors Lluís Costa i Bruno Ferrer, editat per Punt i apart. Un llibre que no pot estar de més vigència, a la meitat de les protestes contra el turisme massiu i els seus impactes en la manca d'habitatge i altres problemes a llocs com Eivissa, Mallorca o Canàries.
Durant la seva estada, Benjamin va escriure diversos assajos i cartes marcades pel seu interès en la interacció amb la cultura de l'illa i l'entorn (la idea d' experiència , tan important per a ell i que reflecteix tan bé el llibre Experiència i pobresa de Vicente Valero, editat per Perifèrica). A través d'aquest canvi social i cultural que va poder veure de primera mà a l'illa, Benjamin va ser capaç de fer una anàlisi crítica transferible a qualsevol altra societat a punt de ser impactada pel turisme, convertint-se així en una mena de visionari que està de plena actualitat avui dia, segon informa el digital d'Eivissa Nou Diari.
Lluís Costa , doctor en Història i professor de la Universitat de Girona, feia anys que intercanviava informació sobre aquest tema i altres amb Bruno Ferrer, també doctor en Història i professor a la Universitat de Puerto Rico. Admeten que, sense haver-ho pensat, la sortida del llibre ha estat completament oportuna al moment social. “Ha arribat en un moment en què s'ha generat tot un corrent de cansament i de necessitat de repensar el model turístic imperant”, reflexiona Costa, que destaca que, com a historiador, li produeix un cert plaer el fet de demostrar amb aquest llibre que “la història serveix per a alguna cosa”. La veritat és que “fixar-nos en el que deia Benjamin als anys 30 i aprofundir-hi permet entendre el que passa actualment”, remarca.
Un tema molt interessant que planeja al llibre és la diferència entre un turista i un viatger. Mentre que un turista viatja amb un objectiu específic, que avui dia passa de vegades per caçar la foto que ha de pujar a les xarxes socials; el viatger és obert a canviar de plans ia deixar-se endur per les emocions del moment. Benjamin o l'artista Raoul Hausmann no són turistes sinó viatgers que van descobrir a Eivissa “un lloc que provoca una sensació d'espai verge amb una naturalesa privilegiada i no contaminada”.
Walter Benjamin , un dels filòsofs més reconeguts i populars de la història, va residir a Eivissa durant els anys 1932 i 1933. Encara que l'illa era llavors un paradís verge, l'intel·lectual va ser perfectament conscient que es trobava en un moment crític, amb la modernitat i el turisme trucant a les portes i amenaçant d'acabar amb aquesta virginitat i amb les tradicions d'una illa gairebé medieval aleshores.
EEUU y Marruecos ensayan la guerra electrónica al norte de Canarias: Así son las maniobras Arcane Thunder 24
José Luis Jiménez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegaría esta semana a Lanzarote y en su traslado a la isla el Ejército del Aire y el Espacio atravesará una zona de maniobras con presencia de drones, bloqueadores y globos espía que el Ejército de EE.UU, Marruecos, Reino Unido y Alemania por el ejercicio Arcane Thunder 24, Trueno Arcano, donde se integran tecnologías y tácticas de guerra electromagnética conjuntamente en Agadir y Guelmim con un nuevo grupo de trabajo multidominio del Ejército de EE.UU. A medida que la guerra ha evolucionado en la era moderna, los fuegos de dominio cruzado han comenzado a explorar es escenarios del espacio y ciberespacio y ahí el norte de África es clave. En Lanzarote tiene su base secundaria los drones Predator-B del Ejército del Aire y el Espacio.
Mientras desde Madrid no se dice al pillar por sorpresa a los canarios sobre este tema que implica áreas bajo supervisión del tráfico aéreo de Canarias, los que sí han hablado son los militares marroquíes: "Es una gran oportunidad para reforzar la cooperación", ha dicho el mayor Mouad Zerrik, veterano oficial de comunicaciones marroquí. El Pentágono ha sentenciado: "Es otra oportunidad para fortalecer aún más la cooperación y destacar la asociación de larga data entre los EE. UU y Marruecos a través de la prueba y sincronización de capacidades". Los controladores aéreos en España han expresado su contrariedad al tropezarse con globos sin anuncio previo al norte de Canarias.
El pasado fin de semana en las redes sociales se pudo constatar la existencia de globos aerostáticos sobre Canarias a gran altura, es decir, no alterando los vuelos y en un periodo en el que se surge alta movilidad aérea por las vacaciones de agosto. No obstante, entre otros aparatos se estaría operando uno matrícula falsa (CN-ABS Mudry CAP-232 hex 0200F1) triangulando entre Guelmim (Sahara), Canarias y Agadir y que despegó desde un Renault en movimiento desde Guelmin. Una declaración del Ejército de EE.UU señaló que el operativo es para "garantizar que los países aliados y socios tengan una ventaja decisiva contra posibles adversarios".
Las maniobras acaban el 16 de agosto. A todo ello, en redes sociales árabes se ha informado el pasado fin de semana la noticia de la consultora Dataprotect revelando una amenaza potencial dirigida a Marruecos. En Casablanca hay una empresa con ese nombre pero en los perfiles sociales de Dataprotect están sin actualizar desde el 11 de julio pasado y la de su matriz en París menos, último mensaje en redes en el mes de mayo. De acuerdo con esos contenidos en redes "un grupo de piratas informáticos indios de reciente formación conocido como 'The Night Hunters' ha anunciado su intención de atacar a instituciones marroquíes como parte de una operación denominada 'OP_MA' a partir del 10 de agosto".
¿En qué consisten estas maniobras?
Participan aproximadamente 200 soldados estadounidenses de la II Fuerza de Tareas Multidominio y del Batallón de Efectos Multidominio, junto con aproximadamente 100 soldados aliados y socios del Reino Unido, Alemania y Marruecos. Ejercicios como Arcane Thunder se llevan a cabo para "construir relaciones sólidas y estratégicas", al tiempo que "se mejora nuestra capacidad de garantizar que las fuerzas asociadas estén equipadas con la capacidad de sincronizar y emplear efectos no letales en todos los dominios contra los adversarios", según el Pentágono.
En Arcane Thunder 24 ensaya la sincronización de precisión de guerra electromagnética en todo el teatro de operaciones que se llevará a cabo en Alemania y en Marruecos.
Las autoridades canarias y del Gobierno central han admitido que tienen información sobre unas maniobras navales de Marruecos pero no de un ejercicio multinacional de los Aliados al norte de las islas. No es que deba hacerlo, es que en las islas ha surgido preocupación por si se trataba de algo parecido a lo que ocurrió sobre suelo de EE.UU con globos aerostáticos chinos o una amenaza híbrida para espantar el turismo del norte de Europa.
El ejercicio Arcane Thunder 24 busca aplicar efectos no letales dentro del concepto multidominio para "garantizar que las naciones aliadas y asociadas tengan una ventaja decisiva contra adversarios potenciales en todos los dominios y las dimensiones humanas, físicas y de información del entorno operativo", según el coronel Patrick Moffett, comandante de la II Fuerza de Tarea Multidominio.
La II Fuerza de Tarea Multidominio liderará Arcane Thunder 24 y llevará a cabo el entrenamiento en un entorno conjunto y combinado centrado en el empleo y la sincronización de efectos no letales contra adversarios en todos los dominios (tierra, mar, aire, cibernético, espacio) para permitir la libertad de acción de las fuerzas conjuntas en el teatro de operaciones del Comando Europeo de EE.UU. En la información oficial del Pentágono no se menciona que España esté en esta plomada.
"Este año continuamos mejorando nuestra interoperabilidad con las fuerzas aliadas y asociadas bajo estructuras de mando distribuidas a lo largo de más de 3.000 kilómetros desde Alemania hasta el Océano Atlántico Norte y Marruecos", afirma Moffett. Esta será la segunda iteración de Arcane Thunder 24 y se ejecuta en Marruecos por primera vez, "consolidando los compromisos asumidos con la seguridad con Rabat por parte de EE.UU. Una serie de misiones y desafíos complejos pondrán a prueba la planificación de las naciones participantes e incorporarán tecnología de la industria para evaluar los esfuerzos de modernización del Ejército de los EE. UU", ha señalado el comando de EE.UU en Europa.
El Gobierno renuncia al proyecto de reformar la base de Aitana para acoger a 600 inmigrantes
J. A. Rico
El Gobierno central renuncia a la reforma de la antigua base de Aitana en Alcoleja para convertirla en un centro de acogida de refugiados por "razones de interés público". La medida supone dar marcha atrás en el proyecto por el que se iban a invertir 25 millones de euros, que buscaba que las instalaciones pudieran atender a 600 inmigrantes y que se había encontrado con una movilización ciudadana en su contra.
Esta medida ha quedado reflejada en una resolución fechada el pasado 15 de julio del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, por la que se acuerda no celebrar el contrato de “Servicio de elaboración del proyecto básico para la rehabilitación de las edificaciones ubicadas en el Asentamiento ACAR EVA 5 en Alcoleja".
Los motivos que se exponen en este escrito son varios, y la razón final es que se pone en peligro la financiación del proyecto a través de fondos europeos, debido al encarecimiento del mismo y el alargamiento de plazos.
En concreto, se señala que con fecha 3 de julio de 2024 "se recibió memoria justificativa aportada por la unidad responsable del contrato haciendo constar la necesidad de acordar la no celebración de este" por tres motivos.
Por un lado "por el estado confirmado de ruina de las edificaciones a rehabilitar para la puesta en funcionamiento del centro, que supondría un incremento del presupuesto por encima de lo aconsejable para acometer las obras necesarias".
Riesgo de judicialización
Por otro "la constitución de una plataforma vecinal orientada a paralizar el proyecto de construcción del centro, amparándose en su impacto medioambiental, urbanístico, económico y social y el consiguiente riesgo real de una intervención judicial que supondría retrasos en la ejecución".
Y "como consecuencia de lo anterior, la previsión real de desviación en el plazo para cumplir con los hitos y objetivos marcados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que ocasionaría la devolución de los fondos".
Concurso de licitación
El concurso de licitación para la redacción del proyecto ya tenía empresa elegida desde finales del pasado, presentándose el 30 de noviembre un recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales por parte de las mercantiles que se presentaron, lo que paralizó el proceso hasta que esta entidad rechazó su admisión en enero. Y ahora el Ministerio acuerda no formalizar la licitación por las razones anteriormente expuestas.
Así, "se constata la existencia de razones de interés público que justifican la decisión de no formalizar el contrato, para cumplir con los principios de economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines institucionales, así como el de eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos y contar con la posibilidad de reajustar la planificación inicial de creación de plazas en los centros de migraciones para cumplir con los objetivos marcados por el PRTR".
El proyecto
El Gobierno central anunció el año pasado una inversión de 25 millones en transformar la base militar de Aitana en un centro de acogida de refugiados con capacidad para 600 personas, visitando el propio ministro Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, las instalaciones de lo que iba a ser el Centro de Primeras Llegadas (CPLL), que se esperaba estuviera en funcionamiento en 2025.
La antigua base militar situada en la cima de la sierra de Aitana, en Alcoleja, iba a ser así reconvertida en un centro de atención y protección internacional con 600 plazas para personas refugiadas. Todo en unas instalaciones en desuso desde hace décadas. La antigua base y futuro centro de refugiados tiene una superficie de 53.000 metros cuadrados en el punto a más altitud de la provincia de Alicante.
Este Centro de Primeras Llegadas (CPLL) iba a estar destinado a la acogida de migrantes y se enmarca en las actuaciones previstas en el componente 22 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el objetivo de ampliar la capacidad del sistema de acogida, y se preveía que creara unos 60 puestos de trabajo directos y otros 100 indirectos, lo que sumaría más de 160 en total.
Plataforma
Y este proyecto había provocado la constitución de una plataforma vecinal de residentes que rechazan el centro de refugiados y alegan que el lugar no está preparado, alertando del impacto que las instalaciones tendrían sobre la localidad y los municipios cercanos.
Diario Información
Las empresas de armas de Israel (vetadas en otros países) estarán en la Feria de Defensa de España
Óscar F. Civieta
La Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (Feindef) es la única feria del sector apoyada institucionalmente por el Ministerio de Defensa. Su próxima edición se celebrará el 12, 13 y 14 de mayo de 2025 en Ifema (Madrid). Hace dos meses (un año antes de su celebración), la organización del evento anunció que ya contaban con el 80% del espacio reservado. Entre las delegaciones internacionales que ya han confirmado su presencia, señalan en el dossier oficial, está Israel.
Esta feria está organizada por Fundación Feindef, “una fundación privada y sin ánimo de lucro, que fomenta la sensibilización en la sociedad española y europea sobre temas relacionados con la Seguridad y la Defensa”, explican en la web oficial. La fundó el Ministerio de Defensa, y las asociaciones industriales, TEDAE y AESMIDE, en 2020.
Chile vetó a estas, que tampoco participaron en la feria de Colombia
La presencia de Israel en Feindef es habitual. En la edición de 2023 (última que se ha desarrollado) participaron dos de las principales empresas armamentísticas del país de Oriente Medio, como Rafael Advanced Defense Systems LTD o Elbit Systems LTD. Y, hasta el momento, no afectará a la continuidad de esa presencia ni la masacre que el ejército de Netanyahu está cometiendo en Palestina, ni el hecho de que no ha estado en las ferias de defensa de otros países.
Por ejemplo, en Chile, el propio presidente, Gabriel Boric, anunció el veto a la industria armamentística israelí en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), que se celebró en abril de 2024. “El respeto a los derechos humanos está siendo violado en Gaza y es lo que me llevó a tomar esta decisión, que es coherente con la posición que históricamente ha mantenido Chile”, dijo Boric.
Antes, en diciembre de 2023, las empresas de Israel tampoco estuvieron presentes en Expodefensa (Colombia). En esa ocasión, apuntaron medios como Infodefensa, fue la respuesta de la propia industria armamentística de ese país, después de que el máximo mandatario colombiano, Gustavo Petro, señalara en X (antes Twitter) que estaba dispuesto a suspender las relaciones exteriores con Israel, puesto que no apoyan “genocidios” (algo que anunció finalmente en mayo de 2024).
La Marea se ha puesto en contacto con la organización de la feria para preguntarles acerca de, entre otras cosas, si se ha tratado la opción de excluir a Israel, sin obtener respuesta.
La doble moral de España con Israel
La presencia de Israel en esta feria es otro ejemplo de la doble moral que España, según sus actuaciones, sigue a la hora de establecer sus relaciones con el gobierno de Netanyahu. Tan pronto pide un alto el fuego o reconoce al Estado palestino, como vota en contra de suspender las relaciones con Israel.
Además, el 12 de febrero de 2024, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación informó de que, desde el 7 de octubre de 2023, no se había autorizado ninguna operación de venta de armamento a Israel. Algo que, con anterioridad, ya había afirmado en diferentes ocasiones el ministro José Manuel Albares.
Sin embargo, un análisis del investigador del Centre Delàs Alejandro Pozo desmintió al ministro. Éste mostró que el portal oficial DataComex, de comercio exterior, indicaba que, en noviembre de 2023, España exportó bienes de la categoría 93 (bombas, granadas, torpedos, minas, misiles, cartuchos y demás municiones y proyectiles, y sus partes, incluidas las postas, perdigones y tacos para cartuchos) por valor de 987.000 euros. La empresa exportadora, como confirmó el propio Pozo días después, fue Nammo Palencia.
Al romper relaciones con Israel, Colombia, obviamente, dejó también de comprarles armas. Esa relación comercial con España no ha cesado. A la espera de que se publiquen las estadísticas oficiales correspondientes al segundo semestre de 2023, en el primero, España autorizó la venta de armas a Israel por valor de 44,4 millones de euros. Todas ellas dentro de la categoría correspondiente a “carros y otros vehículos militares armados y vehículos militares equipados con soportes para armas”.
España continua sin intervenir los barcos que llevan armas y suministros para continuar el genocidio en Palestina
Juanjo Chica
Un nuevo barco cargado con suministros militares hacia Israel tiene previsto pasar por puertos españoles. Es el Overseas Santorini, el cuál según ha denunciado la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), llevaría JP-8, combustible usado en los bombardeos que causan muertes a diario en la franja de Gaza.
Este carguero se encuentra en estos momentos en medio del océano Atlántico, ya que zarpó hace días del puerto de Corpus Christi, en el estado de Texas, en Estados Unidos, y tiene previsto llegar a España el 30 de julio.
Este combustible proviene de la compañía Valero, sin embargo, están bajo contratación estadounidense, luego, el transporte es directamente contratado con el grupo Overseas Shipholding por Israel para transportarlo hasta los puertos ocupados haciendo previamente escala en distintos puertos de la Unión Europea. Se estima que Israel puede haber recibido hasta seis cargamentos de este combustible desde el inicio de la matanza en Gaza, con lo cual, puede no ser el primero que pretende atracar en puertos españoles.
El uso por parte de Israel de su aviación para bombardeos indiscriminados a civiles y organismos de las Naciones Unidas son constituyentes de crímenes de guerra y susceptibles de generar responsabilidades tanto en el plano individual de quienes ejecutan estas órdenes como en el plano de la cadena de mando o incluso el mismo Estado de Israel. Así mismo, empresas y otros Estados que aun conociendo de la comisión de estos crímenes sigan suministrando este tipo de bienes esenciales para la continuación de estas actuaciones también pueden ser hallados parcialmente responsables en los resultados de las acciones de Israel.
España presentó el pasado 28 de junio su declaración de intervención en el caso que enfrenta a Sudáfrica e Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) debido a la infracción de Israel de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, embargo, la capacidad de denegar atracar o retener e inspeccionar barcos por parte del Gobierno de España no ha sido usada a pesar de contar con competencias legales para ello conforme la legislación nacional y los tratados internacionales, por el contrario, España habría concedido contratos valorados en 1.027 millones de euros a empresas israelíes y sus filiales desde el 7 de octubre.
También, el pasado 11 de julio se registró una proposición de ley de más de 500 organizaciones civiles mediante las fuerzas parlamentarias de Podemos, Sumar, ERC, EH Bildu y el BNG en el Congreso de los Diputados. Esta proposición supone modificar la actual Ley de comercio de armas, introduciendo la posibilidad de embargar a países cuando estos estén siendo investigados por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o crimen de genocidio, como es el caso de Israel en la actualidad con el proceso de la CIJ ya mencionado. Esta proposición se encontrará hasta el 5 de octubre de este año en situación de respuesta por parte del Gobierno.
Un ataque israelí contra una escuela deja más de 100 muertos y decenas de heridos en Gaza
Adrià Rocha Cutiller
Al menos 100 personas han muerto y varias decenas más han resultado heridas este sábado por la madrugada tras un bombardeo israelí contra una escuela en la Franja de Gaza, según ha asegurado el gobierno de la región, liderado por la milicia de Hamás.
El ataque ha ocurrido durante el momento de rezo antes del amanecer, y supone, según el grupo, “un crimen horrible y una escalada muy seria del conflicto”. En total, desde el inicio de la invasión israelí contra Gaza, empezada el 7 de octubre pasado tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, casi 40.000 palestinos han muerto a causa de los bombardeos constantes israelís.
“Hemos tomados todos los pasos necesarios para reducir el daño a civiles, incluyendo el uso de armas precisas, vigilancia aérea e información de inteligencia. Los terroristas de Hamás utilizaban las instalaciones atacadas para esconderse”, han dicho las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) este sábado, utilizando la jerga tradicional del Ejército israelí, que sin embargo ha destrozado, casi por completo, toda infraestructura civil de la Franja de Gaza.
Este ataque llega en un momento en el que el acuerdo para el alto el fuego parece más cerca que nunca: el 15 de agosto, según anunciaron este viernes Estados Unidos, Egipto y Catar —países mediadores entre Israel y Hamás—, negociadores del Estado hebreo y de la milicia palestina se reunirán en Doha para discutir y supuestamente finalizar un acuerdo de cese de las hostilidades muy avanzado.
“Ya está sobre la mesa un acuerdo provisional, y sólo faltan por ultimar los detalles de su aplicación”, dijeron en comunicado conjunto este viernes el presidente estadounidense, Joe Biden, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, que continuaron: “No hay más tiempo que perder ni excusas de ninguna de las partes para seguir atrasando la firma del acuerdo. Es hora de liberar a los rehenes, iniciar el alto el fuego y aplicar este texto”.
Leña al fuego
El ataque este sábado por la madrugada, así, suma más a las tensiones no solo en la Franja sino en todo Oriente Próximo: Irán y la milicia palestina Hizbulá aún esperan y planean su venganza armada contra Israel por dos asesinatos israelís cometidos la semana pasada. En Teherán —aunque el Estado hebreo no lo ha reconocido—, Tel Aviv consiguió asesinar al líder político de Hamás, Ismail Haniya, mientras este estaba en la capital iraní de visita al nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian.
Pocas horas antes, en Beirut, Israel mató al número dos de Hizbulá, Fuad Shokur, con un ataque a través de un avión no tripulado. El “castigo” iraní aún no ha llegado, pero podría llegar en las próximas horas o días.
"El Ejército israelí ha cometido una masacre dentro de la escuela Al Tabin en la ciudad de Gaza, con más de 100 muertos y decenas de heridos, y esto se enmarca claramente en el crimen de genocidio y limpieza étnica contra nuestro pueblo palestino", ha dicho el Gobierno gazatí —controlado por Hamás— en un comunicado difundido a través de ‘Telegram' este sábado por la mañana.
“Que fallen las conversaciones”
“Hacemos plenamente responsables de esta masacre a Israel y a la administración estadounidense”, ha continuado la milicia. “El único objetivo de Israel en matar a la gente que iba a rezar en la escuela de Gaza, en asesinar a Haniya en Irán, es levantar el tono belicista y hacer que fallen las conversaciones para una tregua”, ha dicho este sábado Alí Shamjaní, asesor político del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí.
“Todos los procesos legales, diplomáticos y de comunicación ya han sido puestos. Castigaremos duramente al régimen israelí, que solo entiende el lenguaje de la fuerza”, ha continuado Shamjaní.
De hecho, este sábado, según la prensa del país hebreo, miles de israelís han recibido mensajes en sus teléfonos personales a modo de amenaza. El origen de los mensajes es, aún, desconocido, pero la noticia ha sido celebrada por la prensa de Irán. En los textos, donde hay datos personales de los receptores, estaba escrito: “Serás enterrado/a la semana que viene”.
Diario Información
Los ecologistas rechazan el vertido al mar de 48.000 metros cúbicos de lodos del Segura contaminados con mercurio
D. Pamies
La Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado alegaciones al proyecto de dragado de la desembocadura del río Segura en contra de su aprobación por la falta de efectividad de los trabajos proyectados para la prevención del riesgo de avenidas en la Vega Baja y el negativo impacto ambiental que el dragado del cauce tendrá en los ecosistemas acuáticos.
Mercurio
El proyecto prevé la extracción de unos 141.000 m³ de sedimentos del cauce viejo del Segura de los cuales casi la mitad, 62.000 m³, se encuentran contaminados por mercurio, según reconoce el propio proyecto. A excepción de unos 14.000 m³ que irán a vertedero autorizado por su alto nivel de contaminación, el resto -48.000 m³-, serán vertidos en alta mar, en un punto situado en el Espacio Marino de Tabarca – Cabo de Palos, área protegida bajo la Directiva de Aves de la UE. Este sector presenta una intensa actividad pesquera y se encuentra próximo a instalaciones de acuicultura y de cultivo de moluscos. Las alegaciones inciden sobre todo en el impacto que estos vertidos pueden tener sobre la pesquería de langostino de Guardamar Y alertan sobre el grave impacto que el vertido en el medio marino de los sedimentos extraídos generará sobre el litoral, los fondos marinos, la acuicultura y las pesquerías de la bahía de Santa Pola.
Información pública
El pasado mes de mayo fue sometido a información pública el proyecto promovido por la Dirección General del Agua de la Generalitat Valenciana que contempla el dragado del cauce viejo de la desembocadura del río Segura y de su gola hasta el acceso al puerto deportivo de Guardamar del Segura. El objetivo del proyecto es la mejora de la capacidad de desagüe para mitigar los daños causados por las inundaciones producidas por el desbordamiento del río.
El único proyecto
Amigos de los Humedales califica como "escandaloso" que tras casi 5 años desde la DANA de 2019, la primera actuación para mitigar los daños por inundaciones en esta zona sometida a información pública consista en un proyecto con escasa repercusión sobre ese objetivo y que, sin embargo, implica un altísimo coste ambiental que conllevará la destrucción de una importante superficie de un ecosistema palustre, la dispersión de un peligroso contaminante como es el mercurio y su vertido en un rico ecosistema marino.
- La acumulación de agua en la llanura aluvial del Segura no encontró salid al mar durante la DANA de septiembre de 2019. Por el efecto barrera de la N-332, la falta de capacidad de los azarbes y cauce viejo del Segura / Áxel Álvarez
En sus alegaciones AHSA cuestiona que el dragado del cauce viejo -con apenas 30 metros en su tramo más ancho de la desembocadura-, vaya a minimizar el impacto de las inundaciones provocadas por futuros desbordamientos del Segura y recuerda que tras la DANA de 2019 se inundaron más de 5.000 de hectáreas en la Vega Baja.
Red de azarbes
Un inmenso volumen hídrico, señala el colectivo ecologista, que se mantuvo estancado durante semanas en algunas zonas a causa de la merma de la capacidad de drenaje de la red de azarbes provocada por los entubamientos así como la cementación y estrechamiento de sus cauces llevados a cabo en las últimas décadas.
Los ecologistas recuerdan que en las propuestas contenidas en el Plan Vega Renhace para esta zona, se incluye definir el ámbito de una zona de laminación de avenidas junto a la desembocadura, al este de la N-332, creando humedales interconectados con los azarbes y el río, ampliando y renaturalizando el cauce de los azarbes que en la actualidad se encuentran, todos ellos, cementados en esta crítica zona inundable. Además, se contempla la permeabilización de la N-332 -elevándola sobre el terreno-, por el efecto barrera que tiene la actual configuración de esta infraestructura.
Omisiones "intencionadas" sobre el valor ambiental del cauce
AHSA afirma que tanto el proyecto técnico como el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) están plagados de errores y omisiones, "posiblemente intencionadas", a juicio de este colectivo. Se identifica por ejemplo, como especie botánica predominante en las riberas del cauce viejo a la caña común (Arundo donax), una especie invasora, cuando la realidad es que la vegetación predominante es el carrizo (Phragmites australis), especie autóctona cuyo importante ecosistema, el carriza, ofrece refugio a decenas de especies de fauna que también son ignoradas en los listados de fauna del EIA y que será destruido con el argumento del control de especies invasoras.
En cuanto al dragado de la gola del Segura, Amigos de los Humedales considera que se trata de la continuación de los trabajos realizados el pasado año por el Ayuntamiento de Guardamar para facilitar el acceso a los barcos de mayor calado a esta infraestructura portuaria y que tampoco tiene relación con la prevención de daños por inundaciones. Según AHSA, incluso se contempla en el proyecto sufragar los gastos de vertido, en la playa dels Vivers, de los más de 25.000 m³ de sedimentos que el Ayuntamiento de Guardamar depositó en una parcela colindante al puerto deportivo después del dragado municipal.
Sobre las causas de las inundaciones
Una de las 11 detalladas alegaciones presentadas por Amigos de los Humedales del Sur de Alicante explica que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no aborda un análisis técnico que aconseje el dragado del río para la minimización de impactos de las avenidas, más allá de "la lógica funcionalista de considerar el río como un mero desagüe" y la necesidad de aumentar su capacidad. Sin embargo tal y como en el EIA se reconoce, las inundaciones en la cuenca baja del río Segura están causadas principalmente por el desbordamiento del río en los estrechamientos de su cauce a su paso por los diferentes núcleos urbanos que atraviesa -Orihuela y Rojales, sobre todo-. Además, dado que el cauce nuevo, delimitado por motas a varios metros sobre la rasante de la huerta, trascurre a mayor altura que la llanura aluvial circundante, las aguas que desbordan, no pueden volver al río y solamente pueden ser evacuadas por la red de azarbes de la Huerta Tradicional que desaguan en la desembocadura del río Segura. Con lo que el dragado del cauce viejo poco o nada va a solucionar, a juicio del colectivo que alega, ese problema.
Proyecto político
AHSA considera que es más que "una casualidad" que el proyecto haya sido alentado por el Ayuntamiento de Guardamar, un municipio que no sufrió daños por inundaciones por la DANA, y que este haya sido promovido por la Dirección General del Agua, dirigida durante la anterior legislatura por un exalcalde de Guardamar del Segura, Manuel Aldeguer, y compañero de partido del actual alcalde del municipio, José Luis Sáez, y "lamenta que se pretenda utilizar fondos para la prevención de las inundaciones en un proyecto que poco tiene que ver con esta importante cuestión".
Empezar desde abajo
El exdirector General del Agua, Manuel Aldeguer, ha expresado por su parte su sorpresa por esta alusión de AHSA. "Que hay que dragar la desembocadura es un clamor desde Guardamar a Orihuela, expresado por los municipios, todos los juzgados de Aguas y los agricultores. Y algo que sabe hasta el niño más pequeño en la Vega Baja. Las inundaciones sí afectaron a la huerta de Guardamar, que estuvo durante meses bajo el agua tras la DANA".
El dragado no tiene como objetivo aumentar la capacidad de desagüe del río -aclara Aldeguer- "sino recuperar la que ha perdido". Para renaturalizar el río, ha indicado que es necesario empezar de abajo hacia arriba: "No tiene sentido aumentar la capacidad del río renaturalizándolo en Almoradí si no se empieza desde la desembocadura".
"Amigos de los Humedales siempre ha estado a favor de renaturalizar y el siguiente proyecto, para subir desde la desembocadura, es hacerlo en paralelo al azarbe del Señor, desde Guardamar hasta Daya- Almoradí, con el objetivo de contar con una capacidad de desagüe de 30 m³ por segundo en total si se rompe el río, cuando la suma actual de todos los azarbes que desembocan en el cauce viejo es de solo 25 m³".
Sobre el origen del mercurio
Amigos de los Humedales explica en una de sus alegaciones que durante las últimas décadas del siglo XX el río Segura padeció un grave proceso de degradación a causa de un aumento exponencial de los vertidos, tanto urbanos como agrícolas e industriales que unido a la ausencia de estaciones de depuración de aguas adecuadas, acabó provocando que en la cuenca baja del Segura desapareciera cualquier rastro de vida en sus aguas y éstas tuvieran una alto nivel de contaminación, incluidos varios tipos de metales pesados que fueron detectados en los sedimentos del cauce en Rojales y que fue el motivo del inicio de un proceso judicial contra la contaminación del río Segura -archivado años después-.
Aunque la calidad de sus aguas ha mejorado de forma sustancial, los contaminantes que entraron en el sistema acuático "han quedado secuestrados en los sedimentos del cauce", prueba de ello "es el mercurio detectado en los análisis contenidos en la documentación sometida a impacto ambiental en el proyecto de dragado". En este sentido, la misma fuente destaca que los controles realizados por la CHS en 2023 en el tramo “encauzamiento río Segura, desde Reguerón a desembocadura” detectan la presencia de niveles altos de mercurio incluso en la fauna piscícola analizada.
Generalmente los contaminantes contenidos en los sedimentos se encuentran biológicamente inaccesibles. Por lo que su alteración mediante el dragado "aumenta potencialmente la biodisponibilidad al dispersar los contaminantes en el medio acuático, por otra parte la erosión y la turbidez causada por el dragado supone una alteración significativa del hábitat y puede afectar negativamente a las poblaciones acuáticas", según las alegaciones.
Diario Información
Seis mentiras sobre la inmigración
Los humanos preferimos relacionarnos con personas de características similares a las nuestras a hacerlo con las que las poseen dispares. De forma frecuente, buscamos tener contacto con otros individuos con un parecido nivel de riqueza, cultura, carácter o rasgos físicos. A una parte de las personas, los diferentes no les agradan e incluso a algunas les molestan. Por eso, no les gustan los que residen en su país y han nacido en el extranjero.
No obstante, existen excepciones. Las salvedades las reflejan perfectamente las palabras utilizadas al referirnos a ellos. A un directivo de una empresa multinacional, cuyo poder adquisitivo es elevado, le denominamos un expatriado. A una pareja de jubilados, residentes en una magnífica mansión de Marbella, les llamamos extranjeros. En cambio, a un matrimonio de bolivianos, que posee doble nacionalidad y huye de la pobreza, les calificamos como inmigrantes. Los últimos son tan españoles como los nacidos aquí.
Todos ellos son migrantes y tienen costumbres distintas a las nuestras. No obstante, una sustancial parte de los españoles están encantados de que vengan los primeros, pero rechazan que sigan llegando los últimos. Lo siento, pero discrepo. Unos y otros aportan al país más de lo que reciben de él. Las naciones que progresan tienen inmigración, las que están estancadas o retroceden poseen emigración. Afortunadamente, en pocas décadas, España ha pasado de lo segundo a la primera.
Según las encuestas, mi posición sobre la inmigración no es compartida por una gran parte de mis compatriotas. En el barómetro del CIS de mayo de 2004, el 53,7% de los encuestados indicaba que había demasiados inmigrantes en nuestro país. En dicho año, los residentes nacidos en el extranjero eran 3.693.806 y representaban el 8,8% de la población.
Dos décadas después, compartían la anterior opinión el 47,2% de los consultados, según una encuesta realizada en enero por Sigma Dos. En 2024, los nacidos en un país foráneo ascendían a 8.775.213 y suponían el 18,1% de la población del país. En 20 años, su número había aumentado el 137,6%.
El diferente porcentaje obtenido en ambas encuestas estoy convencido de que está más relacionado con las distintas características de la muestra elegida que con un cambio de opinión de los ciudadanos. Si así fuera, la conclusión sería clara: el número de residentes nacidos en el extranjero altera escasamente la percepción sobre ellos de los encuestados. A los que no les gustaban hace dos décadas, siguen sin agradarles hoy.
Para intentar convencerles de las bondades de la inmigración, especialmente de la buscada y controlada, voy a desmentir seis falsas repercusiones negativas atribuidas a ella por parte de numerosos españoles. Son las siguientes:
1) Los inmigrantes nos quitan el trabajo. En cualquier país, la mayor parte de los inmigrantes trabaja donde los nacionales no quieren hacerlo. En primer lugar, porque muchos de ellos solo poseen una formación básica. En segundo, debido a que el mercado laboral o la Administración los discrimina. El último caso hace referencia a los médicos latinoamericanos a los que el Ministerio de Universidades no les convalida el título, ni crea ninguna prueba para verificar su verdadero nivel, a pesar de la escasez de galenos existente en España.
Por si usted duda de mis anteriores palabras, le voy a poner tres ejemplos muy fáciles de contrastar. En las obras de las calles, es fácil observar que la mayoría de los obreros que trabajan en ellas nacieron en el extranjero. Si necesita un lampista, es bastante probable que quien le solucione su problema sea un latinoamericano o magrebí. Si compra en un comercio a las dos de madrugada, existen muchas posibilidades de que el dependiente que le atienda sea chino o pakistaní.
En el sector de la construcción, la reducida presencia de trabajadores nacidos en España limita el número de viviendas anuales edificadas. Durante el pasado año, constituyó una restricción con la que se topó el presidente del Gobierno. El 8 de mayo de 2023, Pedro Sánchez convocó a sus principales representantes para incentivarles a construir 183.000 pisos destinados al alquiler social y asequible. Para conseguir su propósito, les prometió financiación procedente de los fondos europeos Next Generation.
La respuesta de los convocados fue clara y contundente: no tenemos trabajadores para construir dichas viviendas adicionales, debido a la escasez actual de mano de obra cualificada. En el curso 2021-22, los estudios de Formación Profesional en Edificación y Obra Civil solo tenían 6.256 alumnos matriculados, siendo estos el 0,6% de los que en el indicado período cursaban FP. Para lograr dicho objetivo, sería imprescindible contratar a un gran número de trabajadores extranjeros y cambiar la legislación actual para hacerlo rápidamente.
2) Los inmigrantes generan una reducción de los salarios reales. El aumento del poder adquisitivo de los trabajadores está principalmente relacionado con cuatro factores: la coyuntura económica del país, el crecimiento de la productividad de los empleados, la política laboral efectuada por el ejecutivo y el incremento de la oferta de asalariados.
Los que realizan la anterior afirmación solo tienen en consideración el último elemento. Además, estiman implícitamente que en numerosas actividades económicas el aumento de la disponibilidad de trabajadores generará un exceso de oferta de asalariados. En primer lugar, no siempre sucede así, pues el número de empleados solicitados por las empresas puede seguir siendo superior al de los disponibles. En segundo, respecto a la evolución de los salarios reales, la suma de los tres primeros factores suele tener una mayor repercusión que el cuarto.
En España, un ejemplo de ello surge de la comparación entre las etapas 2002-07 y 2012-18. En la primera, llegaron a nuestro país 3.280.724 personas nacidas en el extranjero; en la segunda, se fueron 290.935. Una distinta coyuntura económica, y especialmente del mercado laboral, constituye el factor clave que explica el distinto signo de la migración. En el período inicial, nuestro país necesitaba aumentar rápidamente el número de trabajadores para cubrir las vacantes existentes; en el último, sobraban asalariados.
En los dos períodos, la comparación de las cifras de incremento del salario real nos puede llevar a engaño, pues son bastante similares. En el primero, el incremento del poder adquisitivo de los trabajadores con convenio ascendió al 1,9%; en el segundo, al 1,5%. Una diferencia exigua que se transforma en notoria, si en ambos hacemos una interpretación cualitativa de la coyuntura del mercado laboral.
En los primeros años, numerosos asalariados consiguieron una retribución extraordinaria; en los últimos, casi nadie. No obstante, la principal diferencia entre unos y otros está en la capacidad de cambiar de empresa por parte del asalariado, con la finalidad de aumentar la remuneración obtenida y mejorar sus expectativas profesionales.
En la etapa inicial, era muy fácil ir de una a otra compañía. En la última, la inmensa mayoría de los que cambiaban de empresa lo hacía por necesidad, pues eran despedidos de la que estaban. Les costaba encontrar un empleador y, cuando lo hacían, les ofrecía un salario que como mínimo era un 10% inferior al que antes ganaban.
3) Los inmigrantes no pagan impuestos. Los foráneos abonan menos impuestos que los nacionales porque sus ingresos son inferiores. A igualdad de salario y gasto, los tipos impositivos son idénticos para unos y otros. La afirmación de que los comerciantes chinos pagan menos que los españoles constituye una leyenda urbana basada en la envidia.
En numerosas ocasiones, su modelo de negocio, al igual que el de los pakistanís, es muy similar al que tenían algunos andaluces, extremeños o gallegos emigrados a Cataluña y Madrid en las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo. En los establecimientos, trabajan todos los adultos de la familia, unos a tiempo completo y otros a jornada parcial. Además, el horario de apertura de la tienda, restaurante o bar es muy extenso. En algunos casos, todos días de la semana durante más de 10 horas.
4) Los inmigrantes viven de las subvenciones. Las ayudas públicas no son otorgadas según la nacionalidad de la persona, sino en la mayoría de las ocasiones en relación con sus ingresos. Cuanto menores son los de una familia, mayor suele ser la cuantía recibida de la Administración. Un salario inferior a la media nacional permite a los inmigrantes recibir prestaciones por un importe superior al pagado a través de los impuestos. Una situación idéntica a la del 80% de la población residente en nuestro país.
Para los malpensados y escasamente informados, “vienen a España a vivir del cuento”. Ni mucho menos es así. Llegan para trabajar, mejorar su nivel de vida, proporcionales más oportunidades a sus hijos y enviar dinero a los familiares que siguen residiendo en su país de origen. Para conseguir los anteriores objetivos, a diferencia de muchos españoles, no les importa trabajar más de 40 horas semanales y tener más de un empleo.
La coyuntura laboral de 2023 refrenda la anterior afirmación. En dicho año, el crecimiento de la ocupación entre los trabajadores extranjeros, los que poseen doble nacionalidad y los españoles fue del 12,4%, del 16,3% y del 1,8%, respectivamente. A pesar de que tienen una mayor tasa de paro que los nacionales, la explicación no está en una menor predisposición al trabajo, sino en una inferior cualificación profesional.
5) Los inmigrantes colapsan la sanidad pública. Es cierto que la inmensa mayoría de los inmigrantes no tiene una póliza privada, pero constituye una falsedad que los extranjeros utilicen proporcionalmente más la sanidad pública que los españoles. En primer lugar, porque están menos acostumbrados a ir al médico, ya que en sus países los recursos sanitarios son inferiores a los existentes en España.
En segundo, debido a su menor edad, pues cuando esta aumenta, incrementa el gasto realizado en sanidad. En 2022, según el padrón de habitantes, la edad media de los residentes en nuestro país era de 44,1 años, la de los españoles estaba en 45 y la de los foráneos en 37,1. Entre los extranjeros, los que más gastan en sanidad son los jubilados procedentes del resto de Europa (los de mayor poder adquisitivo) y los que menos los que vienen a trabajar.
6) Los inmigrantes reducen la calidad de la enseñanza. Para un profesor, es más fácil gestionar una clase uniforme que diversa. En el último cuarto de siglo, la llegada de un gran número de inmigrantes ha aumentado la diversidad en las aulas y aconsejado una mayor inversión relativa en educación. Un consejo no seguido por nuestros políticos, pues en los postreros 25 años el gasto en educación pública respecto al PIB apenas ha variado. Según Eurostat, en 1999 era del 4,2% y en 2022 ascendía al 4,4%.
Los hijos de los inmigrantes no son culpables de la baja calidad de la enseñanza, sino unas víctimas de ella, tal y como también lo son los descendientes de los progenitores nacidos en nuestro país. Las principales claves de su declive están en una metodología inadecuada (el aprendizaje basado en proyectos), una menor exigencia académica, una exigua recompensa al esfuerzo efectuado por los estudiantes más aplicados y unos escasos recursos económicos para hacer frente a unas mayores y más diversas necesidades educativas.
En definitiva, los inmigrantes aportan a la economía nacional más de lo que obtienen de ella. Lo hacen los ejecutivos desplazados durante unos años, los jubilados europeos que trasladan su residencia habitual a nuestro país y los extranjeros procedentes de América Latina y África. Unos y otros tienen una cultura y unas costumbres distintas a las nuestras que debemos respetar, como también ellos deben de hacerlo con las de los españoles.
A los que no les gustan, antes de criticarlos, deberían conocerlos. Si así lo hicieran, muchos dejarían de tener los prejuicios actuales contra ellos. Por ser diferentes, no son peores que nosotros. Estoy seguro de que algunos serán mejores y otros no. Exactamente lo mismo que sucede con los españoles.
Para nosotros son indispensables. Entre otras actividades, nos cuidan a nuestros mayores, nos sirven en los bares y restaurantes y nos atienden en múltiples comercios. Para España, la inmigración no es una opción, sino una necesidad. Un país que ha tenido muy pocos hijos y va bien, necesita un gran número de migrantes. Pronto llegarán muchos más. No constituirán una maldición, sino una bendición, pues crearán riqueza y nos ayudarán a aumentar nuestro nivel de vida.
Adiós a la histórica Marcha a Rota: 40 años de la peregrinación que hizo confluir a la izquierda
Sebastián Chilla
“La V Marcha a Rota terminó con incidentes. Jóvenes embozados apedrearon a la policía tras finalizar la manifestación de más de 10.000 personas”. Así se hacía eco Diario 16 un 15 de mayo de 1989 de lo ocurrido en la manifestación contra las bases de la OTAN en la Bahía de Cádiz. Otros periódicos —El Periódico del Guadalete, Diario de Jerez o Diario de Cádiz, entre otros—, destacaban en sus titulares lo mismo que los de tirada nacional: los enfrentamientos entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado español con algunos manifestantes.
“Había radicales, con cerrazón. Para algunos éramos blandengues, denostados. Había problemas internos y desacuerdos programáticos en el mensaje que se lanza, dimes y diretes, pero fue un proyecto exitoso porque a trancas y barrancas se mantuvo hasta ahora”, explica Cristóbal Orellana en un trabajo de investigación de la Universidad de Cádiz que suscribe el autor de este artículo y sobre el que se sustentan las citas de este reportaje. Él fue uno de los participantes de la Marcha a Rota desde la segunda convocatoria, 1986, año que se celebró el referéndum de la OTAN.
El activista, conocido pacifista y antimilitarista, hizo de puente entre dos posturas enfrentadas, ahora prácticamente irreconciliables: las que condenaban la base naval de Rota por su pacifismo y oposición a cualquier tipo de militarismo, y las que lo hacían por estar en contra de Estados Unidos y el “imperialismo yanqui”, con posturas que en aquel momento prosoviéticas, y ahora algo equidistantes con conflictos internacionales como el de la guerra de Ucrania.
“Es el motivo por el que se ha dejado de ir a la Marcha a Rota”, explica otro de los activistas pacifistas y ecologistas consultados en dicha investigación, al no haber condena “explícita” ni a la invasión rusa a Ucrania ni al actual escenario internacional, marcado por una resignificación de la OTAN, pero también del bloque ruso y chino desde hace dos años y medio. Por paradójico que parezca, en un momento de creciente militarización y de proliferación de discursos militaristas que incluso hacen plantar la vuelta al servicio militar en algunos países de nuestro entorno, esta histórica manifestación ha perdido la capacidad de convergencia y convocatoria que tenía años atrás.
Aun así, sus actuales organizadores, agrupados en torno a plataforma Bases Fuera, OTAN no —formada en septiembre de 2022 por Partido Comunista del Pueblo Andaluz, Nación Andaluza, Sindicato Unitario de Andalucía y Ojos por la Paz— defienden que condenan cualquier tipo de “agresión imperialista” y el “militarismo”, lamentando que hayan dejado de participar otras formaciones en esta manifestación.
“Vivimos momentos de glorificación o al menos de blanqueamiento de la OTAN en nuestro país y en Occidente, con una campaña de propaganda sin precedentes en la historia contemporánea (…) ante esta ofensiva militarista, un grupo de organizaciones políticas, sociales y obreras antiimperialistas de Andalucía, que no se han dejado amilanar por las corrientes de pensamiento único, hemos decidido dar un paso adelante”, dicen en su comunicado fundacional.
Algunos de sus de sus participantes, muy críticos con el gobierno de coalición, atacaron duramente a Izquierda Unida y al Partido Comunista de España (PCE), una de las organizaciones que ha abanderado la Marcha a Rota y que ya no participa. En estas últimas convocatorias, la asistencia se circunscribe a varias decenas de personas y a diferencia de años anteriores, apenas hay noticias en prensa. Pero ¿cómo nació la Marcha a Rota?
Al calor de los comités anti-OTAN
La base naval de Rota es la mayor base militar en suelo español: un total de 2.400 hectáreas de las 8.400 que ocupa el término municipal de este municipio. Con capacidad para veinticuatro buques, y un aeródromo militar que en sus momentos álgidos llegó a tener un tráfico anual de 45.000 aeronaves, fue fundada tras los Pactos de Madrid de 1953 y los acuerdos bilaterales de la España de Franco con Estados Unidos.
Así lo señalan estudios como los de Rocío Piñero, autora de Las consecuencias de la Guerra Fría, de Washington a Rota (La Xara Edicions, 2010) o los testimonios y reflexiones recogidos en Sin Ninguna base, de Juan José Téllez (Atrapasueños, 2010).
La importancia geoestratégica de la provincia de Cádiz hizo del emplazamiento el preferido por los norteamericanos entre otros candidatos, ocupando el terreno de los agricultores roteños, llamados en la Costa Noroeste y la Campiña de Jerez “mayetos”. Desde entonces, hay quien sostiene que Rota vive de la base, si bien hay posiciones encontradas y pocos estudios que analicen el impacto social, económico y ambiental desde la llegada de Estados Unidos.
“Muchos roteños dicen que saben que la guerra es mala, pero que viven de esto, y hay algo que escuece por dentro. Lo vivían de una forma agridulce”, explica Orellana en uno de los testimonios sobre los que se sustenta este artículo. La oposición a la base fue in crescendo a finales de los años 70, cuando también toma forma el movimiento de objetores de conciencia. De hecho, algunos de los organizadores y participantes activos en las primeras convocatorias, vinieron desde el Movimiento de Objetores de Conciencia (MOC). “Había pedido prórroga por estudios y decidí acogerme a la declaración del movimiento, aunque todavía no había ley”, dice en los testimonios Juan José Travieso, activista pacifista y coordinador del Centro de Documentación para la Paz y Colectivo Noviolencia ELAIA-AAMOC de El Puerto.
Entre los organizadores de las primeras reuniones del comité anti-OTAN se encuentran dos caras muy conocidas del activismo gaditano, Lola Sanisidro y Rafael Lara, que en aquel momento pertenecían a la trotskista Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y al maoísta Movimiento Comunista (MC), respectivamente. Ambos fueron portavoces en varias convocatorias de la Marcha a Rota y Lara sitúa la primera de todas ellas en 1981, si bien no fue organizada con ese nombre.
“Cuando empezamos a organizar la marcha a Rota ya habían empezado las marchas a (la base de) Torrejón en el contexto del European Nuclear Disarmament, la campaña contra los euromisiles”, explica Lara, que también cita las concentraciones en otros emplazamientos militares, como el de Morón de la Frontera. El éxito de las protestas en Madrid, hizo que se constituyera a nivel estatal por parte del MC y la LCR la Comisión Anti-OTAN (CAO), al que se sumaron comités, y colectivos de barrio, ecologistas, antimilitaristas y objetores. En Cádiz eso se tradujo en un “mitin-fiesta”, que fue todo un “éxito”. “Fue un mitin-fiesta en un cine de verano al aire libre que ya no existe, pero el 13 de diciembre de 1981. Asistimos al menos 1.000 personas. A partir de entonces, muchos grupos confluimos en la COPA, la Coordinadora de Organizaciones Pacifistas de Andalucía”, recuerda el activista, también conocido por ser cofundador de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
Uno de sus compañeros de entonces, Juan Rincón, recuerda aquellos primeros años del movimiento anti-OTAN en Andalucía a partir de una fiesta que “sacudió bastante la conciencia y preparó el camino de todo lo que vino después”. Este activista portuense se refiere a concienciar a la ciudadanía sobre el ingreso a la Alianza Atlántica que pidió el gobierno de Calvo-Sotelo, y sobre el que un principio se opusieron los socialistas en la oposición con aquello de “OTAN de entrada no”. En los años siguientes, el PSOE abandonó su posición inicial hasta ratificar la permanencia en la OTAN en un controvertido referéndum de 1986. “Nos traicionó. Cuando Felipe llegó al poder los americanos le dijeron: ¿dónde vas tú? Hicimos presión y movilizaciones, de ahí se llegó al referéndum”, cuenta Jesús Lara, de Ecologistas en Acción Sevilla, y también activo participante en la organización de las marchas.
En esos años, los comités anti-OTAN llevaron a cabo una intensa actividad que culminó con la Marcha a Rota de 1986, que se considera como segunda por la olvidada y precedente de 1981. “Nos centramos en las campañas del referéndum. En Cádiz capital llegamos a hacer dos cadenas humanas con muchísima gente, y llenamos la plaza de San Antonio, algo que no consigue nadie. Luego, protestas en la puerta de la base… como en 1983, cuando Lola, yo y otros trece activistas nos encadenamos y nos detuvieron”, recuerda.
Una marcha pacifista empañada por los “cuatro de siempre”
La II Marcha a Rota se celebró un 18 de mayo de 1986, si bien esta denominación tampoco se utilizó en ese año, ya que se empezaron a numerar a partir de la de 1988, cuando ya se habla de “cuarta”. La movilización tuvo lugar tan solo cuatro meses después del referéndum en el que la permanencia en la Alianza Atlántica ganó con el 56,85% de los votos, frente al 43,15% de los que votaron “no”. Lejos de olvidar el conflicto, los comités anti-OTAN se volcaron en la iniciativa en un momento sensible a nivel político, también en el partido más importante a la izquierda del PSOE, el PCE, con la fundación de Izquierda Unida en abril del mismo año.
La recién nacida IU no solo participó activamente en la Marcha a Rota de 1986, sino que pagó páginas en los periódicos para informar del evento y movilizar a la ciudadanía, impulsando la Plataforma Cívica, que creó un conflicto entre algunos activistas del movimiento anti-OTAN, quienes hablaban de “instrumentalización” política. Sea como fuere, aquella marcha fue un completo éxito, reuniendo a 3.000 personas según fuentes policiales y 10.000 manifestantes según los organizadores. La movilización fue coordinada por la COPA, y con ella se iniciaron las consignas más conocidas de las marchas, como “OTAN no, bases fuera”, “Felipe no te pases, no queremos bases” o incluso alguna más gaditana como “A ritmo de chirigota, salgamos de la OTAN”.
“Lola y yo ejercíamos un poco de coordinadores de toda esa historia. Fueron todos eso años, 86, 87, 88, 89, los que vinieron autobuses de Murcia, de Madrid, de Euskadi… fueron muy numerosas y duraron hasta la Guerra del Golfo”, recuerda Rafael Lara.
En las marchas de aquellos años llegaron a asistir hasta más de 15.000 personas, teniendo como punto de inflexión 1991, y cayendo en asistencia durante toda la década. La desmovilización de la izquierda contribuyó a que fueran menos numerosas, si bien se mantuvieron hasta hace unos años, con varios centenares de asistentes y con un pico en 2003, con motivo de las protestas y el “No a la guerra” de Irak.
Lamentablemente, las movilizaciones quedaron siempre marcadas por los altercados, que protagonizaban grupos violentos dentro del movimiento. Uno de los activistas que habla para la investigación, S.G., explica que el “sentimiento pacifista de mucha gente era reventado por las piedras de los cuatro de siempre, oportunistas con banderas extremas que sacaban una vez al año, cumpliendo con su activismo de pacotilla cuando nunca estaban con los problemas sociales”.
Para este participante, muy crítico y negativo con la deriva del movimiento al que achaca precisamente esta división con los violentos, aquellos insurgentes pertenecían a la gente que va “contra todo y contra todos, los típicos que se conforman con eso y había que aguantarlos al final”.
Lejos del ambiente festivo que se puede observar en el vídeo que acompaña este artículo, la prensa destacaba en titulares los altercados al final de las Marchas a Rota, obviando tanto la reivindicación como el recorrido social de la protesta. “La no-violencia une, debilita tensiones, pero al final lo que salía (en prensa) era el enfrentamiento, no la reivindicación. Es lo que realmente a mí me asombraba”, recuerda Paco Casero, histórico fundador del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y actual presidente de la Fundación Savia.
“No se puede ser pacifista aquí y violento en otros sitios”, llegó a decir Julio Anguita, en una de las convocatorias. Para la que es seguramente voz más conocida del ecologismo gaditano, Juan Clavero, la “clave” residía en que había grupos “antimilitaristas y anti-OTAN que no eran pacifistas”. “Eran prorrusos. ¿Qué pintábamos nosotros (Ecologistas) con esta gente? Nos colocaban año tras año en posiciones bastante violentas. Cuando montábamos el escenario en la gasolinera que hay antes de la puerta de la base, saltaban sistemáticamente el cinturón de seguridad a montarle la bronca a la policía para dar la noticia. Venían miles de personas a hacer una reivindicación pacífica y agradable y estos grupos deslucían completamente la marcha. La policía es indiscriminada y si uno tira piedras, al final cargan contra todos”, lamenta Clavero.
Los conflictos no se circunscribían ni siquiera a los propios participantes de la zona. La llegada del político vasco Jon Idigoras, de la mano de Sánchez Gordillo “en una época en la que el SOC-SAT hizo campaña por Herri Batasuna”, creó un cisma de división en la marcha entre algunos pacifistas que no aceptaban la presencia del “brazo civil de ETA”. “Aquello era una lucha antiimperialista y antimilitarista, pero también pacifista. Fue desagradable”, recuerda el ecologista.
La izquierda dividida y sin oposición a la OTAN y las bases
Es evidente que la unión del movimiento anti-OTAN nunca fue total y que las fricciones entre grupos políticos, asociaciones y activistas existieron desde un primer momento. Sin embargo, lejos de separarse de la convocatoria, durante muchos años la Marcha a Rota fue algo así como un laboratorio donde la izquierda andaluza y española confluían.
“El recorrido era agradable, todo era bosque… la famosa arboleda perdida de Alberti, aunque cada año veíamos cómo había más hormigón y menos árboles. Aquello era una procesión, era una marcha muy familiar”, dice Clavero en referencia a la movilización, que siempre tenía lugar en primavera y que se convirtió en una auténtica peregrinación, como rito de paso de cualquier activista o militante de izquierdas.
Allí, entre El Puerto y Rota se veían las caras personas de a pie vinculadas con grupos libertarios y anarquistas, de la mano con militantes de partidos muy diversos de la izquierda, del sindicalismo de clase y del comunismo, tanto de la izquierda parlamentaria como extraparlamentaria, junto a pacifistas y ecologistas no vinculados a una opción política concreta.
De todo aquello, apenas quedan los recortes de prensa y las innumerables fotografías y recuerdos de sus protagonistas. La mayor parte de ellos han dicho adiós a la Marcha de Rota tras los últimos acontecimientos y ven, aún más a su pesar, con miedo y tristeza la creciente militarización de los países de nuestro entorno, algunos de los cuales ya tiene sobre la mesa la vuelta del servicio militar.
“En aquellos años había una comprensión mayor del antimilitarismo que hoy ha desaparecido porque las autoridades y los intereses políticos están a favor de la industria militar. Se ha olvidado el antimilitarismo y el pacifismo, hoy la ciudadanía no entiende la Marcha a Rota porque el asunto no está presente”, dice uno de los informantes del trabajo sobre el “desinterés” por el pacifismo.
Los números le avalan. Según un estudio de 1986 de Díez Nicolás, el porcentaje de españoles que querían salirse de la OTAN pasó del 52% al 43% en tan solos unos meses previos al referéndum, en 1985. Las cifras de hoy poco o nada tienen que ver con aquellos números que le dieron la ratificación a Felipe González. Un estudio de junio de 2022 del Real Instituto Elcano habla de un 83% de españoles a favor de permanecer en la Alianza, ofreciendo además datos de apoyo muy superior en Andalucía que, en otras comunidades del Estado Español, como Euskadi o Cataluña.
Hace tan solo unos días, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha participado en la sesión de la cumbre de la OTAN en Washington, donde ha señalado la “importancia” de que la Alianza tenga un “Plan de Acción para el Sur completo, detallado y práctico”, haciendo referencia al “diálogo y cooperación” para defender el “multilateralismo”. La reactivación de la OTAN —no podemos obviar que antes de la guerra de Ucrania estaba denostada y que incluso se planteó la creación de una defensa europea—, viene acompañada de un silencio por parte de la izquierda parlamentaria.
La permanencia y la existencia de bases extranjeras en suelo español ya no es objeto de debate en los medios y la opinión pública, algo que contrasta con el movimiento anti-OTAN nacido en la Transición. El poder de convocatoria de la trigésimo sexta edición (XXVI) de la Marcha a Rota de este 2024 ha sido bastante escaso. De hecho, hay voces que sostienen que ya no sirve como instrumento de confluencia entre los siempre complejos y diversos sectores de la izquierda andaluza, suponiendo un punto y aparte en la trayectoria de la histórica Marcha a Rota.
El cambio de ciclo se ha consumado y los antimilitaristas, de viejo y nuevo cuño, de una u otra corriente, pacifistas y ecologistas, no han dado con la tecla y han abandonado su tradicional punto de encuentro. Hoy por hoy, no hay oposición. La pregunta es si este aparente adiós podrá convertirse algún día en un hasta luego y el antimilitarismo rebrotará en algún otro lugar inesperado, poniendo en marcha un nuevo movimiento social en torno a las ideas pacifistas y contra la militarización que secunde, sin fisuras, toda la izquierda andaluza.
Fuente, con fotos y vídeos históricos: https://www.lavozdelsur.es/actualid...
Chile: La lucha contra un dictador militar (1985-1988)
En junio de 2009, Lester Kurtz publicaba en ICNC (International Center on Noviolent Conflict) este artículo en inglés. Posteriormente se tradujo al inglés y de él hemos copiado el texto para su difusión.
Lester R. Kurtz es profesor de sociología pública en la Universidad George Mason de Corea, donde enseña estudios sobre paz y conflictos, sociología comparada de la religión y teoría social. Tiene una maestría en religión de Yale y un doctorado en sociología de la Universidad de Chicago. Ha impartido conferencias en Europa, Asia, África y América del Norte y se desempeñó como presidente de la Asociación de Estudios de la Paz y de la Sección de Paz, Guerra y Conflicto Social de la Asociación Sociológica Estadounidense, que le otorgó el Premio Robin Williams a la Trayectoria Distinguida. Es investigador distinguido en el Instituto de Historia de la Masacre de Nanjing y Paz Internacional y asesor académico del ICNC.
CHILE: LA LUCHA CONTRA UNDICTADOR MILITAR
Resumen del conflicto:
Seguido del acceso al poder del General Augusto Pinochet en 1973 en un sangriento golpe militar, un movimiento de oposición a la dictadura ganó ímpetu durante los siguientes 15 años aún a pesar de asesinatos, tortura, y la desaparición de más de 3,000 opositores políticos y funcionarios del gobierno democrático. Para legitimar su régimen, en 1980 Pinochet organizó un plebiscito que creó una nueva constitución y consolidó su poder en la presidencia, pero también confirió por mandato otro plebiscito en 1988 para reconfirmar su permanencia en el cargo.
Durante los años que condujeron al plebiscito de 1988, se organizó un movimiento de movilización noviolento de bases populares sobre todo dentro de las organizaciones laborales, universidades, y la iglesia. Las innovadoras acciones estratégicas que mostraron la amplitud del descontento popular impulsó la unión del movimiento de resistencia. Después de la movilización a escala nacional de votantes, observadores electorales, y manifestantes, y con un empleo eficaz de los medios de comunicación, el voto popular del “No” en el plebiscito derrotó al régimen de Pinochet, forzando al general a ceder la presidencia, aunque él permaneciera con el control de los militares hasta su detención en Londres en 1998. Desde entonces, las instituciones democráticas gradualmente han crecido y se han institucionalizado en Chile como consecuencia de coaliciones noviolentas en movilización por el cambio.
Historia Política
El general Pinochet asumió el poder después de que el democráticamente elegido presidente Salvador Allende fuera derrocado en un golpe militar en 1973, el cual supuestamente fue apoyado por la CIA.(1) Tras la toma del poder por parte de Pinochet, muchos de los altos funcionarios de Allende fueron asesinados—incluso el palacio presidencial de La Moneda fue atacado, donde Allende mismo fue asesinado. El ex-Embajador en los Estados Unidos fue víctima de una bomba colocada en su auto en Washington DC. El nuevo dictador despidió a líderes militares, los periódicos fueron cerrados, las universidades fueron militarizadas, e incluso prohibió a la gente cantar en público. Según el diario New York Times, «más de 3,200 personas fueron ejecutadas o desaparecidas y miles más fueron detenidas, torturadas o exiliadas» durante su gobierno (Kandell 2006).
Sin embargo, mientras la Iglesia Católica se opuso directamente al régimen, denunciando los abusos a los derechos humanos como el asesinato, la tortura, las desapariciones, la detención ilegal y los traslados forzosos (ver Amnistía Internacional 1988) los católicos y los protestantes juntos colaboraron con el grupo basado en la fe SERPAJ (Servicio de paz y Justicia) apoyando el trabajo por los derechos humanos en el país, empezando el Comité de Cooperación por la Paz, formado en Octubre de 1973, tan solo un mes después del golpe.(2) Cuando Pinochet disolvió el Comité de Colaboración por la Paz, la Iglesia Católica organizó la Vicaria de Solidaridad que dio apoyo y asistencia legal a los familiares de las víctimas desaparecidas, comedores de beneficencia, y programas de nutrición para niños (Donnelly 1988:44; cf. Loveman 1998).
A principios de 1983, respondiendo a una crisis económica y a la creciente represión política, el trabajo organizado utilizó una fuerte tradición de militancia de trabajo y comenzó a mostrar signos de resistencia, sobre todo en las minas de cobre tan esenciales para la economía de Chile. El presidente del Congreso Nacional de Trabajo, Rodolfo Seguel, inspiró el primer día nacional de protesta el 11 de mayo de 1983, haciendo más visible la oposición al régimen. Originalmente se había convocando a una huelga de mineros, pero para los organizadores fue claro que tal protesta evocaría una respuesta sangrienta por parte del régimen, sobre todo después de que las tropas del gobierno rodearon las minas. En un movimiento táctico ingenioso, los mineros en cambio convocaron a todos los chilenos a una acción nacional y descentralizada para marchar y conducir despacio, apagar y encender las luces de noche, no comprar nada o no mandar a los niños a la escuela, y a las 8 de la noche golpear las cacerolas y ollas de cocina. Estas acciones descentralizadas de poco riesgo, ayudaron a disolver el miedo de la gente y desarrollaron un sentido de confianza en la oposición.
Hacia finales de 1983, una coalición izquierdista de línea dura, el Frente Popular Democrático, el Movimiento para la Defensa de la Republica (MDR) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) montó ataques violentos modestos contra el régimen de Pinochet, intensificado las acciones en el siguiente año con más de 700 bombas en todo el país, incluyendo ataques en el metro y torres de poder (Ackerman y 2000 Duval: 288-289). El gobierno respondió rodeando a los jóvenes e incrementando la represión. La oposición quedó dividida entre extremistas radicales que defendían la violencia, y la Alianza Democrática, una coalición ampliamente basada en la noviolencia. El empleo de la violencia ahuyentó a un sector de la clase media de la participación. La resistencia noviolenta siguió organizando las bases, sin embargo, sobre todo la organización de base ecelsiástica SERPAJ, cultivó una red de activistas entrenados y desarrolló una estrategia para protestar contra el régimen. En agosto de 1985 líderes de oposición clave, e incluyendo a once partidos, se reunieron con el impulso del cardenal Fresno y un ministro anterior a Pinochet, Sergio Molina. Una nueva coalición, el Acuerdo Nacional para la Transición a la Democracia Completa, fue formada. Inspirada en la película de Attenborough «Gandhi » y el movimiento de Solidaridad en Polonia, los manifestantes desarrollaron nuevos medios de protesta con lemas simples como «tenemos las manos limpias», el cual fue acompañado por gente que sostenía las manos con sus palmas hacia afuera, a sacerdotes y monjas sentados frente a lugares de tortura.
La larga historia democrática de Chile antes de Pinochet facilitó la aparición del movimiento “¡vota por el No!» en el que en el plebiscito del año 1988 los votantes rechazaron la dictadura militar, lo cual dio paso a las elecciones presidenciales y legislativas en 1989. Pinochet trató de conservar su dictadura, pero fue incapaz de hacerlo debido a las defecciones de militares de alto nivel. Después de que los resultados del referéndum estaban claros, Pinochet llamó a los líderes de la Junta; uno de ellos, el General Fernando Matthei Aubel, admitió a los periodistas el largo camino que habían perdido. A medida que este mensaje se extendía, la oposición empezó a celebrar. Pinochet trató de establecer el toque de queda, pero incluso su propio jefe oficial militar declinó cooperar; cuando dado el protocolo de firmar lo que habría sido la entrega del poder a Pinochet, un general lo despedazó en frente de él, tirándolo en el piso. Pinochet finalmente cedió y descendió de la presidencia, pero en una ambigua transición del poder mantuvo el control de las fuerzas militares hasta 1998, complicando así la transición democrática.
Acciones estratégicas
Las coaliciones amplias y la creatividad noviolenta ayudaron a derribar a Pinochet, comenzando con protestas innovadoras organizadas por trabajadores del cobre después de que una huelga planificada provocó una movilización de tropas. A medida que la oposición se intensificó, también lo hizo la represión del régimen. Los organizadores de la resistencia se involucraron en el entrenamiento de la noviolencia (sobre todo en las iglesias), manifestaciones públicas, y protestas de base como retrasos, boicoteos, canto en público y otras acciones simbólicas que le permitieron a la gente expresarse, pero confundieron al régimen, el cual era incapaz de reprimirlos. Cuando Pinochet permitió concesiones modestas antes del plebiscito de 1988, la oposición tomo la oportunidad, en espacios de 15 minutos de la televisión revelaron los abusos del régimen, así como la organización a escala nacional en torno a las elecciones y su observación. Después de que el «No» ganara, desacreditando el gobierno Pinochet, las elecciones fueron convocadas y la oposición derrotó a Pinochet en 1989, forzándolo a dejar del poder.
Algunas acciones estratégicas específicas que el movimiento usó fueron:
Huelgas y otras acciones de trabajo—la Federación de Trabajadores de Minas de Cobre y el Comité Nacional de Trabajadores usaron huelgas tradicionales de trabajo así como el atraso.
La organización SERPAJ de base eclesiástica organizó escuelas informales de noviolencia para transformar el miedo y unir a la gente entrenándolos en los métodos de resistencia noviolenta, ayudándoles a pensar estratégicamente y dándoles pruebas de otras campañas noviolentas acertadas.
La identificación y empleo de espacio autónomo político—aunque cuidadoso al principio para no oponerse directamente al régimen, la Iglesia Católica Romana como una institución relativamente autónoma proporcionó espacios para la organización y protección de las víctimas de abusos a los derechos humanos. El cardenal de Santiago también intentó la mediación entre reformistas y el gobierno. El papa Juan Pablo II impulsó el plebiscito que finalmente derrotó a Pinochet.(3)
Los manifestantes valerosos marcharon en las calles tomando gran riesgo, haciendo abiertamente pública la tortura, las desapariciones, y confirmando las muertes.
Cantando: El canto de la gente, «Y va a caer, y va a caer» y el baile en las calles molestó tanto a Pinochet que prohibió el canto.
Los programas de televisión y la publicidad: durante el plebiscito, la oposición usó su difusión diaria de 15 minutos para exponer la tortura, desapariciones y otras violaciones a los derechos humanos, así como mostrar a los chilenos la amplitud de la oposición al régimen, autorizando así a la gente a levantarse contra éste.
La construcción de la organización electoral y la coalición noviolenta: cuando Pinochet estuvo de acuerdo con lo que Herman y Brodhead han apodado como «elecciones de manifestación» para mostrar el apoyo popular a la oposición de la dictadura, las fuerzas de oposición se reunieron en una coalición que cortando a través de líneas ideológicas y políticas deslegitimó al régimen.
Los manifestantes chilenos fueron muy creativos en su expresión de descontento al régimen de Pinochet. Bajo la amenaza de represión severa, usaron una variedad de tácticas sutiles como:
Un atraso en el cual la gente anduvo y condujo muy despacio durante un día designado como signo de protesta, una táctica innovadora e ingeniosa táctica luego de que una huelga minera fuera suspendida cuando los militares rodearon la mina y se hizo claro que una huelga causaría el derramamiento de sangre. El atraso era imposible de reprimir para el régimen, demostrado, a su vez, a los partidarios de la oposición que ellos eran, de hecho, la mayoría, autorizándolos y permitiéndoles vencer su terror.
Golpeando las cacerolas de cocina fuera de sus casas a las 8 de la noche en todo el país, sobre todo en Santiago.
La protesta artística sutil: ejemplo, el director de teatro chileno Héctor Noguera refleja que «cuando hicimos Hamlet el asunto principal era subrayar la relación entre el Hamlet y Claudio, el rey que mató para hacerse rey” (Epstein y 1990 Watson: 86). Las mujeres fueron reclutadas en el movimiento a través de talleres de artes (Adams 2000).
La situación hoy
Los numerosos pasos tomados para trasladar al pasado la dictadura militar han sido bastante efectivos, incluyendo la convicción de algunos oficiales militares y la creación de la Comisión de Reconciliación y Verdad que aireó las atrocidades. La transición no ocurrió sin dificultad, sin embargo, Pinochet entregó el poder político, pero permaneció a cargo de los militares de Chile hasta 1998, cuando fue detenido en Londres debido a una orden de extradición de España (Semanas 2000). Los esfuerzos para juzgarlo fueron abortados por su muerte en diciembre del año 2006. Al comienzo de este año la Suprema Corte de Justicia chilena había abierto el paso para su juicio.
La democracia de Chile ha sido conservada, con una legislatura bicameral, una judicatura independiente, y una prensa formalmente libre. En 2005 la reforma a la legislación eliminó el poder político formal de los militares, haciendo posible que el presidente quitara a comandantes militares superiores, eliminó sedes no elegidas en el Senado, y limitó los periodos presidenciales.
La expresidente Michelle Bachelet (2006-2010) facilitó la reducción de la discriminación por género e impulsó reformas que protegieran los derechos de la población indígena.
Notas finales
A pesar del que el papel de los EEUU en socavar el gobierno de Allende está muy documentado—ver el documento desclasificado en http://www.gwu.edu/ nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB8/ch05-01.htm (liberado el 22 de julio de 2009)—el involucramiento de la CIA en el asesinato no presenta acusaciones generalizadas. Allende había nacionalizado las minas de cobre, propiedad de estadunidenses, poco después de su asunción en 1970 (ver Webber 1999:524).
A pesar de que Pinochet perdiera el referéndum sobre su mandato en 1988, y perdiera las elecciones de 1989, la transferencia formal del poder no ocurrió sino hasta 1990.
El papa atacó públicamente a Pinochet definiéndolo como dictador, y apeló a la iglesia para regresar la democracia en Chile (Suro 1987.)
Lecturas complementarias
Adams, Jacqueline. “Movement Socialization in Art Workshops: A Case from Pinochet's Chile.” The Sociological Quarterly 41 (Autumn 2000): 615-638.
Ackerman, Peter, and Jack DuVall, «Chile-Renouncing Fear. «In A Force More Powerful: A Century of Nonviolent Conflict, 275-302. New York, NY: Palgrave, 2000.
Derechos Human Rights. “Text of the ‘Amicus Curae' submitted by Amnesty International – London to the Panel of Judges of the House of Lords. London, October The case of General Pinochet: Universal jurisdiction and the absence of immunity
for crimes against humanity.” http://www.derechos.org/nizkor/chil... (available May 28, 2010).
CBC News. “Augusto Pinochet: Timeline.” http://www.cbc.ca/news/background/c... (retrieved July 30, 2010).
Donnelly, Jack. International Human Rights. 2nd ed. Boulder: Westview Press, 1998.
Ensalaco, Mark. Chile under Pinochet: Recovering the Truth. Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 2000.
Epstein, Susana, and Ian Watson. “Chilean Theatre in the Days and Nights of Pinochet:An Interview with Hector Noguera.” TDR 34 (Spring 1990): 84-95.
Heine, Jorge. «Countdown for Pinochet: A Chilean Diary.» PS: Political Science and Politics 22 (June 1989): 242-247. www.jstor.org/stable/419602.
Herman, Edward S., and Frank Brodhead. Demonstration Elections: U.S.-Staged Elections in the Dominican Republic, Vietnam, and El Salvador. Boston: South End Press, 1984.
Kandell, Jonathan. «Augusto Pinochet, Dictator Who Ruled by Terror in Chile, Dies at 91.» New York Times, December 11, 2006. www.nytimes.com/2006/12/11/world/am... (available June 19,2010).
Klubock, Thomas Miller. “Class, Community, and Neoliberalism in Chile: CopperWorkers and the Labor Movement During the Military Dictatorship and Restoration of Democracy.” In Victims of the Chilean Miracle: Workers and Neoliberalism in thePinochet Era, 1973-2002, ed. Peter Winn, 209-259. Durham: Duke University Press,2004.
Kornbluh, Peter, and Yvette White, eds. Pinochet: A Declassified Documentary Obit -Archive Posts Records on former Dictator's Repression, Acts of Terrorism, U.S. Support. National Security Archive Electronic Briefing Book No. 212, 2006. http://www.gwu.edu/ nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB212/index.htm (available May 28,2010).
Loveman, Mara. «High Risk Collective Action: Defending Human Rights in Chile, Uruguay, and Argentina.» American Journal of Sociology 1042: 477-525.
Suro, Roberto. “Pope, on Latin Trip, Attacks Pinochet Regime.” New York Times, August 1, 1987. http://www.nytimes.com/1987/04/01/w... (accessed July 22, 2009).
Verdugo, Patricia, Paul E. Sigmund, and Marcelo Montecino. Chile, Pinochet, and the Caravan of Death. Coral Gables, FL: North/South Center Press, 2001.
Webber, Frances. “The Pinochet Case: The Struggle for the Realization of Human Rights. ”Journal of Law and Society 26 (December 1999): 523-37.
Weeks, Gregory. “Waiting for Cincinnatus: The Role of Pinochet in Post-Authoritarian Chile.” Third World Quarterly 21 (October 2000): 725-738. http://www.jstor.org/stable/3993615 (accessed May 31, 2010).
¿Vacaciones?
César MANZANOS BILBAO. Doctor en Sociología.
No somos lo que hacemos. Somos lo que queda cuando dejamos de hacer. Muchas personas trabajadoras pasan todo el año esperando disfrutar de unas vacaciones. Otras en cambio necesitan que llegue el periodo veraniego para poder trabajar en el sector turístico que tantos beneficios aporta a las empresas y tanta precariedad inyecta a la mano de obra subalterna y migrante.
En el caso de quienes tienen vacaciones, éstas con demasiada frecuencia se convierten en más trabajo que cuando se está trabajando. Si vacaciones significa no hacer nada o en todo caso disfrutar de aquello que no se puede hacer cuando se está produciendo, en vacaciones hay que cuidar a los peques que no tienen escuela, hay que viajar haciendo turismo al uso, de aventuras o turismo político. Hay que consumir en alojamiento, restaurantes, gasolina y demás gastos extras para los que se ha estado ahorrando todo el año, hay que hacer cosas para “aprovechar” esas escasas semanas de oro que ya no tendremos durante el resto del año.
En definitiva, un nuevo estrés que nos pasará factura después por la sensación de que todo ha pasado más rápido o más penosamente de lo que hubiéramos deseado. Como bien expresó G. Debort en la sociedad del espectáculo: “todo tiempo arrebatado al trabajo no es tiempo libre sino también tiempo de trabajo”. Una parada técnica que nos concede el capital para que tomemos el exacto respiro necesario para volver a generar plusvalía. Y así, el final de las vacaciones se convierte en un bajón anímico con la vuelta a la rutina. Rutina laboral en la que muchos hombres se refugian para librarse de los trabajos domésticos y de cuidados, y que afecta especialmente a las mujeres con la vuelta a la imposible conciliación laboral y familiar.
Las estadísticas hablan por sí mismas. A partir de septiembre la afluencia a los gabinetes psicológicos, así como los jurídicos especializados en conflicto y separación matrimonial, se dispara como consecuencia de las secuelas vacacionales. Así que no nos olvidemos. Vacaciones es no hacer nada, lo otro es, otra cosa.
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