balas de goma


Achegamos un artigo de denuncia e reflexión sobre as feridas de guerra que temos máis próximas a cargo de Julen Arzuaga e David Fernàndez:

Las mismas preguntas, los mismos silencios, las mismas mentiras

No estamos acostumbrados a atender heridas de guerra». Estrella Fernández, oftalmóloga del Hospital Clínic de Barcelona, zanjaba así el debate con clínica precisión. Su comparecencia en Comisión del Parlament evidenciaba la radiografía definitiva de las secuelas irreversibles y la lesividad aleatoria que las balas de goma, caucho de 54 gramos disparado a 720 km/h, producen cuando impactan contra la ciudadanía. En otra comparecencia, esta en el Parlamento vasco, la madre de Iñigo Cabacas, Fina Liceranzu, reforzaba la idea, reclamando «un poco de humanidad». Ambas voces dejaban al rey desnudo, certificando ante unos diputados enmudecidos, hasta entonces tal vez ciegos y sordos, lo ya sabido en la calle y negado durante tantos años en los despachos oficiales.